Fieltro
Beatriz Sรกnchez suรกrez E2 2010/2011
Índice.
Introducción. Fotos del proceso. Conceptualización. Fotos. Anexo.
Introducción El requisito para el trabajo es trabajar con lana, en este caso con lana enfiltrada, fieltro, ya sea tratando la lana cruda para enfitrarla manualmente o fieltro industrial. Para enfiltrar la lana existen dos opciones, por fricción utilizando agua caliente y jabón o sirviéndonos de agujas de enfiltrar. El objetivo es crear una pieza que responda una dualidad conceptual. El trato con lana es toda una sensación, es un material casi vivo, es muy orgánico. La introducción al material fue poco a poco para poder sentirlo, tratarlo y pensarlo, finalmente, como material escultórico. La experiencia, creo es muy interesante y sobre todo diferente. El hecho de utilizar materiales que no son usados tradicionalmente por la “escultura” (entendida como oficio creativo) es muy interesante a la vez que gratificante, el objeto, como obejto artístico adquire nueva información y es bastante agradecido para la creación conceptual. En este caso la lana, al convertirla en material para uso artístico ya adquiere significados, el tratamiento manual del material “natural” o por el contrario la decisión de trabajar a partir de resultado del material tratado industrialmente da a la pieza final connotaciones que junto a otras cuestiones juegan un importante papel en la creación artística. En mi trabajo, la propia lana juega un papel importante, lo que me interesó fue la lana misma como textura orgánica, que además en nuestro caso se trata de una lana bastante ruda, un tipo de obeja con mucho pelo y las fibras de lana bastante duras, lo que conlleva a una relación con el material mucho más luchada, sobre todo a la hora de enfiltrarla con agua y jabón. En vez de eso para enfiltrar mi pieza utilicé agujas de enfiltrar, lo cual me permitió, aun sin ser la lana más delicada del mundo tratarla como tal. Fue un trabajo pausado y suave en el tratamiento del material, casi como si de la más fina lana se tratara, con la única intención de conseguir la menor manipulación posible, más que la necesaria para realizar la pieza y que se entendiera como tal. El objetivo era realizar un felpudo de lana. Y que dicha lana estuviera presente como la orgánica lana y no como fieltro. Las agujas me sirvieron para darle la forma y la textura, que si bien conceptualmente, y a simple vista, el felpudo parece no presentar la dualidad propuesta (por su gran similitud con cualquier felpudo común), yo estoy más que satisfecha con el resultado formal de la pieza y con la sensación que provoca la textura, a través de la retícula, de la lana así tratada. A continuación, se muestran varias fotos que registran el proceso de trabajo y realización del objeto para finalmente tratar la conceptualización y el resultado final de la pieza.
Fotos del proceso.
Conceptualización A la hora de plantearme los ejercicios en Técnicas y tecnologías siempre intento seguir temas que le den un sentido proyectual a la asignatura, si bien aun se está construyendo el sentido final y concreto del concepto de dicho proyecto es porque evidentemente es más o menos así la forma de que salga adelante un proyecto. Se trata de intentar aunar las propuestas de los profesores con mi interés personal por lo que en ocasiones la elección de lo que voy a realizar en cada caso se ve algo forzada, sin embargo lo veo más como un reto o un cometido en busca de intentar construir al final de curso algún discurso, que aunque no sea el más homogeneo y coherente de los proyectos artísticos, si tenga un sentido que ponga en común tema, materiales y técnicas que en principio no tengan por qué tener nada que ver. Una posible definición muy general de mis trabajos en la asignatura es la cotidianeidad, intento hacer piezas que remitan a mi cotidianeidad, una cotidianeidad de un momento determinado, que ocupa un corto espacio de tiempo (unos dos años de los tres en la ciudad) y sobre todo el presente. Un análisis de los años que llevo viviendo en Barcelona, de las experiencias cotidianas más íntimas, con la sensación y el acierto de que la situación se acaba; analizo y construyo en adelanto a lo que va ocurrir lo que puede ser la nostalgia y el recuerdo de dichas experiencias desde una perspectiva más íntima. En cada pieza intento tratar una parte concreta, un tema específico de todo este mundo de experiencias cotidianas. Intento cartografiar mis experiencias posicionándome desde diversos aspectos y escogiendo, en cada vez, un punto de partida que busco sea diferente para poder tratar en cada trabajo distintas partes de un todo. A modo de resumen podría empezar a recopilar cierta información de los trabajos anteriores. En los dos primeros, sobre todo en fundición, traté, a partir de la comida, que es la esencia de la vida y la acción más cotidiana y necesaria que existe, un tema basado en las costumbres, intentando “poetizar” a través del pan como base fundamental de la dieta occidental y jugando con la distinción entre apariencia y material real, el pan ofrecido que sin embargo no se puede comer. En este caso quiero hablar de la casa, de mi casa como contenedor de experiencias de vida y como símbolo de mi etapa en Barcelona y de una de las partes más importantes de la misma que es compartir la vida. Con este felpudo intento evidenciar, señalar, evocar, la que ha sido mi casa en Barcelona durante tres años, dos de los cuales he compartido estrechamente con mis compañeras de piso (Kimberley, Anna y Raquel) que son mi familia, además de amigas y compañeras en BBAA. Para mi es fundamental y es lo que me llevo de haber escogido este rumbo, la relación con mis compañeras, pues no sólo compartimos piso, sino vida, trabajo y ocio, algo que tal y como funcionamos actualmente en la cuidad es casi una utopía y, que siguiendo el mismo razonamiento individualista es difícil mantener; con lo que ya es real que pronto nos separaremos en próximo curso para hacer Erasmus cada por su lado. La casa no sólo como lugar físico y concreto (con su localización, distribución de espacios y objetos que la pueblan) sino como lugar de convivencia y acción. Como lugar de experiencia. Como lugar de vida privada y en común (tanto con mis compañeras como con otras muchas personas) El felpudo es la bienvenida a mi casa como hogar, y lo que la evoca. Experiencia de vida compartida. La estrategia para presentar la pieza, para dar la bienvenida al espacio del que hablo fue, finalmente la construcción de la puerta con fotografías nuestras, fotografías de álbum familiar (que agradezco enormemente a mi compañera Anna Álamo cuya autoría quiero señalar), del álbum de las experiencias vividas en la casa. Tan sólo aprobecho para señalar el carácter formal que adquirió la puerta, con la unión de tantas fotografías creo una textura verdaderamente interesante y a mi parecer incluso bella. La dualidad conceptual se encuentra en la unión del felpudo orgánico -un felpudo de vida, en contraposición al felpudo industrial que sirve para limpiar los zapatos de la calle para poder entrar a un lugar físico y concreto. Este no, este felpudo no sirve para esto, sirve para evocar experiencia de vida compartida.- con la puerta de fotografías familiares, la puerta que muestra y demuestra lo que el felpudo evoca. La dualidad se encuentra en recrear un espacio real y cambiarle su sentido en tanto que símbolo. Es la unión del símbolo con la imagen como si de un altar se tratara, expuesto a ser repudiado por iconoclastas pero que tan directamente llega al pueblo.
Anexo