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DESTINOS PROTEGIDOS: VOLCÁN PARICUTÍN
DESTINOS PROTEGIDOS El Paricutín y un pueblo que se negó a morir
UNO DE LOS VOLCANES MÁS JÓVENES DEL MUNDO CREÓ UN PARQUE NACIONAL. Por MARISSA ESPINOSA
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La torre de la iglesia del pueblo Paricutín es lo único que no quedó sepultado por la lava del volcán.
ES UNO DE LOS VOLCANES MÁS JÓVENES DE MÉXICO E INCLUSO DEL MUNDO. A pesar de los riesgos que trajo consigo para la población local, el Paricutín ayudó a desarrollar la industria turística en la zona e, incluso, a determinar una identidad cultural única dentro del territorio mexicano.
El 20 de febrero de 1943 se registraron varios temblores que abrieron grietas en los alrededores. Con un crecimiento acelerado, el Paricutín ya medía más de 150 metros tras la primera semana y, nueve años después, llegó a alcanzar una altura de 2830 msnm. A pesar de que su actividad eruptiva cesó durante 1952, aún exhala fumarolas en sus cráteres principal y secundarios, conocidos como Zapicho y Hornitos, respectivamente.
ATLAS
Volcán Paricutín
Está situado en el estado de Michoacán entre el ex-poblado de San Juan Parangaricutiro (actualmente Nuevo San Juan Parangaricutiro) y el poblado Angahuan.
Hoy en día, el Paricutin es un Parque Nacional cuyo nombre completo es Parque Nacional Pico de Tancítaro.
LA DURACIÓN DE LA ACTIVIDAD DEL VOLCÁN PARICUTÍN FUE DE 9 AÑOS, 11 DÍAS Y 10 HORAS; LA LAVA RECORRIÓ 10 KM Y OBLIGÓ A LOS HABITANTES DE DOS POBLADOS A DESALOJAR LA ZONA PARA SIEMPRE.
Las localidades de Paricutín y Viejo San Juan Parangaricutiro atestiguaron el nacimiento de este gigante. El primero fue completamente devorado por la lava en menos de un año, mientras que del segundo sólo quedó visible la torre de su iglesia. Para mayo de 1944, la población desalojó el Viejo San Juan Parangaricutiro sin ningún incidente.
Ocurrido el desastre, los antiguos habitantes caminaron unos 33 kilómetros durante 13 días para fundar el Nuevo San Juan Parangaricutiro. A pesar de las pérdidas materiales, aún se conserva intacta la herencia purépecha con la que los fundadores llegaron a este lugar: artesanías, textiles, rituales y gastronomía.
Hoy, un pasado espectacular se puede recorrer en esta zona. La naturaleza se ha encargado de hacer cambios drásticos en un corto lapso de tiempo, características que hacen del Paricutín y sus alrededores ideales para practicar diferentes deportes como excursionismo, senderismo y montañismo, así como observación de la flora y fauna endémica del lugar.
En el Viejo San Juan Parangaricutiro, la antigua torre y techo de la iglesia –el único edificio que no fue completamente sepultado–, sobresalen de entre la piedra volcánica bajo la mirada del Paricutín, cuyas faldas están a tan sólo una hora de distancia. Con la suficiente energía, es posible llegar hasta el cráter principal en otra hora más para encontrar una de las mejores vistas panorámicas del pueblo enterrado y el Parque Nacional Pico de Tancítaro, que pertenece al Eje Volcánico Transversal –la cadena montañosa con mayor actividad volcánica en el país–.
Este parque es otro punto de interés imprescindible para los excursionistas de corazón, ya que se trata de una zona protegida gracias a las especies de flora y fauna endémicas que habitan los alrededores, entre ellas el cacomixtle, el venado de cola blanca y el armadillo, mientras que la flora ofrece pinos, encinos y oyameles dentro de un bosque montañoso.
Los tours y caminatas pueden llegar a durar hasta dos días, pues es el tiempo que los guías consideran suficiente para descubrir y explorar una parte de la zona a profundidad, la cual comprende unas 12,000 hectáreas de bosque que pertenecen y son administradas por los habitantes del Nuevo San Juan.
Debido al manejo de sus recursos, los pobladores han recibido en numerosas ocasiones galardones como el Premio Ecuatorial 2004, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, al implementar un modelo sustentable y comunitario en la conducción del patrimonio forestal que puso a la comunidad en el mapa.
La industria del turismo repuntó en las localidades de Nuevo San Juan Parangaricutiro y Angahuan debido a la cercanía con el Paricutín y las diferentes opciones que brindan los lugareños para hospedarse, comer y disfrutar los diferentes recorridos hacia las zonas de interés. Así, donde hubo ceniza, ahora se encuentra una de las zonas más bellas del estado.
Para los amantes del ecoturismo este es el lugar idóneo: es posible escalar, hacer cabalgatas y andar en bicicleta.
Logística
Desde Uruapan se puede llegar, manejando o en autobús a Angahuan (39 km) y Nuevo San Juan Parangaricutiro (14 km), desde donde se ofrecen recorridos a pie o caballo hacia el volcán. El Centro Turístico de Angahuan ofrece servicios de hospedaje, alimentación y visitas guiadas al Paricutín.