TOMAS DE AQUINO
Teólogo y filósofo italiano. Hijo de una de las familias aristócratas más influyentes de la Italia meridional, estudió en Montecassino, en cuyo monasterio benedictino sus padres quisieron que siguiera la carrera eclesiástica. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde cursó estudios de artes y teología y entró en contacto con la Orden de los Hermanos Predicadores.
Santo Tomás distingue tres clases de leyes: la natural, la positiva y la eterna. La ley natural dirige y ordena los actos de los seres naturales para la adecuada realización de los bienes que les son propios. El Aquinate toma del pensamiento griego la noción de naturaleza como principio dinámico intrínseco que determina el comportamiento ordenado de los seres naturales, a la vez que la idea de que
puede utilizarse el criterio de la “naturalidad” para distinguir la conducta buena de la mala: lo bueno es lo natural y lo malo lo contrario a ella. Pero añade a esta idea griega la tesis de que las inclinaciones naturales descansan en último término en Dios, quien por su providencia gobierna todas las cosas y les da las disposiciones convenientes para su perfección. En los seres irracionales la ley eterna inscrita en su naturaleza determina sus acciones de manera pasiva y necesaria, en los hombres descansa en su razón y se realiza a partir de su voluntad y libertad. Santo Tomás interpreta la ley natural como la ley moral, y la identifica con la razón humana que ordena hacer el bien y prohíbe hacer el mal. La ley moral es racional pues es dictada por la razón y natural porque la razón es un rasgo de la naturaleza humana y porque describe las acciones convenientes para los fines inscritos en nuestra naturaleza. La ley natural contiene los preceptos básicos que rigen la vida moral, el primero de los cuales es “debe hacerse el bien y evitarse el mal” y en el que se fundan todos los demás preceptos de la ley moral. Dado que la ley natural se fundamenta en la naturaleza humana, y ésta en Dios, la ley natural no es convencional, es inmutable y la misma para todos (universal). La ley positiva (ley que promulgan los Estados) debe ser expresión de la ley natural para ser justa y buena y, por tanto, no será convencional. La ley natural tiene su origen y fundamento en un orden más amplio: el
orden del Universo, orden que es expresión de la ley eterna, ley inmutable que descansa en la propia razón de Dios y de la cual derivan todas las demás leyes. Dios ordena todas las acciones, tanto humanas como no humanas, hacia su fin.
AGUISTIN DE HIPONA
San Agustín es el máximo exponente de la filosofía cristiana mejor que ningún otro logra la síntesis armoniosa entre platonismo y cristianismo. Su filosofía religiosa y su doctrina teológica tiene un influjo decisivo en la Edad Media y el Renacimiento, tanto en el aspecto teológico como en el social. Influyó en todos los ámbitos: dogmático, político, místico, de reforma, etc. En Agustín hallamos tres posibles fórmulas o tipos de filosofía cristiana: a) la fórmula intellige ut credas anuncia una praeparatio evangélica, una propedéutica de la religión; b) la fórmula vera philosophia est vera religio opone una filosofía apoyada en la religión a una filosofía apoyada en el mito, como, por ejemplo, la griega o la india; c) finalmente, la fórmula crede ut intelligas anuncia la armonía entre la naturaleza y la Gracia, la razón y la Revelación. En este último sentido interpreta a Agustín la mayor y mejor parte de los críticos modernos. Agustín aceptó absolutamente la filosofía griega y confió en ella, incluso con visible exageración al principio; se presentaba a sí mismo como un Platón cristiano y podía repetir la fórmula de Cristo referente a
la Ley: non veni solvere, sed adimplere (Mt., 5, 17). Más tarde se enfrió su entusiasmo platónico, pero siempre quedó la Filosofía como parte esencial de Agustín, base de toda especulación teológica.
EL RENACIMIENTO POLITICO
La política y el derecho tuvieron también sus partidarios durante esta época de transición, y el Renacimiento, o digamos el entusiasmo general por la
antigüedad, dio origen a producciones filosófico-políticas, calcadas sobre los modelos antiguos, y especialmente sobre la república de Platón. El primer representante notable de esta escuela en el orden cronológico es el florentinoNicolás Maquiavelo (1469-1527), el cual, si en susDiscursos sobre la primera década de Tito Liviomanifiesta predilección y desenvuelve con cierta complacencia los principios del gobierno democrático, en su famosa obra El Príncipepropende al despotismo y favorece sus empresas contra la libertad. La tesis fundamental de este libro consiste en subordinar al principio de la autoridad o voluntad del imperante todas las cosas, sin excluir la probidad, la justicia, el derecho, la religión y la moral.