Cuentos de Rinconada de Molineros

Cuentos de Rinconada de Molineros Escritos por estudiantes de 5ยบ y 6ยบ bรกsico de la Escuela Sara Ravello

1ª edición Diciembre 2017 Peralillo, Región del Libertador Bernardo O´Higgins Chile Director Escuela Sara Ravello Parraguez Sergio Olmedo Profesores Sergio Valenzuela Mario Cornejo Profesionales Servicio País Benjamín Acevedo Nicolás Encalada

Índice

Lós Caceres y los Mayos Sebastián Cornejo Cáceres La historía más linda que he conocido Jessica Abarca Estrada Juan Cáceres Francisco Pérez Parraguez El misterio de por qué la escuela se llama Sara Ravello Yerai Manríquez Ibarra La historia de la escuela Sara Ravello Parraguez Joaquín Diaz Moreno ¿Por qué se llama Los Mayos ?

Fredy Lizana Orellana La mujer vestida de blanco Carla Vargas Díaz El caballero misterioso Mel Soto Parraguez La liebrada Javier Acevedo Díaz

Puntilla El Baile Bárbara Orellana Rabello Carolina y su mejor amigo Andrés Yaritza Pérez Tobar Los Soñadores Luis Tobar Ortiz Los Desaparecidos Franco Díaz Córdova Paloma Germán Rojas Gonzales El perro y el gato Guadalupe Cáceres Valdés La Invasión Alejandro Roca

Prólogo

Antes de comenzar sobre el contenido de este particular libro, se hace necesario mencionar la importancia del proceso que hay detrás de cada una de las historias, las cuales nos dan a conocer la visión de cada uno de los estudiantes que trabajaron para realizarlo, en él se encontraran con una amplia gama de temas relacionados con historias de amor, de la vida cotidiana y otras que los mantendrán interesados, con incluso ganas de que contengan más hojas. Como equipo Servicio País estamos agradecidos por haber compartido dicha experiencia, conocer a cada uno de los autores de estas historias y apoyar esta iniciativa. Espero disfruten de esta pequeña pero particular obra y esperamos con ansias que pueda replicarse en los próximos años.

Servicio País

Sebastián Cornejo Cáceres, 10 años

Los Cáceres y Los Mayos

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rase una vez en un pueblo de campo, dos familias muy adineradas que tenían un gran conflicto, que había pasado de generación en generación. La familia Cáceres, formada por el padre llamado Juan Cáceres, un hombre de 70 años, su esposa María Cáceres, una señora de 65 años, sus tres hijos, Agustín de 14 años y Sofía de 7 años, y su bebé Alonso, de 2 años. Por su parte, la familia de los Mayos conformada por su padre Mateo Mayos, un hombre de 68 años, su esposa Isidora, una señora de 68 años, además de sus 3 hijos, Emilia de 14 años, Tomás de 7 años y Agustina de 2 años.

Las dos familias se llevaban muy mal, a tal punto de querer apoderarse del pueblo llamado Rinconada de Molineros, solamente con el fin de exiliar a la otra familia. Falacias por aquí y por allá.

–Ellos se comen a los niños– decían los Mayos.

–Ellos hacen brujería– decían los Cáceres.

Pasó mucho mucho tiempo, pero no más de un año, los Mayos y los Cáceres habían dominado toda Rinconada de Molineros, por lo que ninguno podría ser exiliado. Entonces, los niños de las familias, que hace mucho habían dejado de creer todas las cosas que decían sus padres acerca de la familia contraria, habían visto que la otra familia también tenían hijos. En sus cuartos, curiosamente se preguntaban, los hijos de ambas familias, las mismas cosas.

–¿Crees que nos dejen ir a verlos?– preguntó el menor.

–No hay de otra, aquí casi todos son adultos, y los que no 9

son bebés- respondió el mayor.

–Sí, pero aun así tengo mis dudas – le respondió el menor con cierta inseguridad.

–Si no quieres no vengas – le respondió el mayor con confianza.

Así que ambos hermanos, de ambas familias, se dirigieron a sus padres a preguntar sus inquietudes. Los padres de ambas familias respondieron igual.

–Pero tú estás loco, cómo se te ocurre pensar en eso. ¡Claro que no!- respondieron los padres enfurecidos.–

–Pero… – alcanzaron a decir los niños.

–¡Nada de peros! Ahora vuelvan a sus habitaciones, y ni se les ocurra preguntar de nuevo– interrumpieron y dijeron en tono seguro los padres de ambas familias.

Entonces, los hermanos de ambas familias, pensaron en planes tan locos como tirar una almohada y caer encima o usar destapadores de baño para bajar las paredes, hasta que decidieron finalmente poner unos juguetes en sus camas y usar las sábanas como cuerdas. No les alcanzaba para bajar toda la casa, pero sí para llegar a un lugar donde la caída les dolería, pero no quedaría marca, y con un buen salto llegaría a sus sábanas.

Cuando iban camino hacia la otra casa, a los hermanos menores se les ocurre preguntar:

– ¿Y si lo que dicen nuestros padres es verdad?

No alcanzaron a responder cuando ya se habían topado con los niños de la otra familia, se saludaron y se presentaron.

– Hola, yo soy Agustín Cáceres y ella es Sofía Cáceres – dijo el mayor de los Cáceres.

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– Hola, yo soy Emilia Mayos y él es Tomás Mayos – dijo la mayor de los Mayos.

Ambos se llevaron muy bien, fueron como 4 gotas de agua, sólo se separaron para irse a dormir.

Era un día de fiesta del aniversario de Rinconada de Molineros, todos tenían con quien estar, excepto los niños, ellos eran muy amigos desde esa noche, aprovecharon para escabullirse y juntarse en un matorral, estuvieron así dos horas hasta que sus padres llamaron a carabineros, hasta pusieron recompensa, como si de un secuestro se tratase, no tardaron mucho en encontrarlos, entonces los padres sincronizadamente les dijeron:

ellos!

–¡Ya te había dicho un millón de veces que no te juntes con

–¿Por qué estamos peleados? – preguntaron los hijos de la familia de los Mayos A lo que los padres respondieron:

– Porque nuestros padres también estaban peleados.

–¿Y que tenemos nosotros que ver?– preguntaron los hijos de la familia de los Cáceres.

Ante la pregunta los padres se quedaron en blanco, nunca se habían preguntado eso, entonces los padres dijeron perdón, aunque fue muy a secas, de esa sola palabra se reflejaron un libro de palabras, desde ese entonces las dos familias dejaron gran parte de Rinconada de Molineros al poder de nadie y se quedaron también con una gran parte a los cuales les llamaron por el nombre de Rincón los Cáceres y Rincón los Mayos.

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Jessica Abarca Estrada,10 años

La Historia más linda que he conocido

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sta historia transcurre en el sector de Rinconada de Molineros, en la época de los 90´s. Se trata de una jovencita, de tan sólo 14 años. Angélica vivía con sus padres y sus hermanos, a su corta edad tuvo que trabajar, ya que sus padres no tenían los recursos para que ella siguiera estudiando, Angélica quería seguir sus estudios, quería ser parvularia o carabinera.

Se fue a trabajar al colegio de Mata Redonda como cuidadora de los hijos de la directora del colegio, donde también tenía que hacer todos los quehaceres del hogar. No era mucho lo que le pagaban.

A medida que transcurrían los días, Angélica conoció a un joven de tan sólo 19 años, se llamaba Claudio, le gustaba mucho jugar fútbol.

Cuando Angélica conoció a Claudio fue amor a primera vista, pero ellos nunca pensaron que su amor y el estar juntos sería tan difícil. asaron los días y hubo un baile en el sector, ahí fue su primer encuentro frente a frente, Claudio la sacó a bailar y empezaron a conocerse más, bailaron toda la noche y en ese baile fue su primer beso. A Angélica no le daban permiso para salir, fueron sus patrones los que hablaron con sus padres para que la dejaran salir.

Pasaron los meses, Claudio y Angélica comenzaron a pololear en secreto, la única persona que sabía era su amiga Ana, ellas se criaron juntas y se contaban todos sus secretos. Ana era rubia de ojos verdes, delgada, tenía 17 años y le aconsejaba a Angélica que le contara al papá que estaba pololeando, Angélica tenía miedo porque él era muy estricto y serio con ella, la mamá en cambio era muy linda persona y no decía nada. Cuando pasaron los días, el papá de Angélica se 13

enteró de su relación y le prohibió que siguiera con Claudio.

Dos años más tarde, sus padres se fueron a trabajar a Pichilemu con toda la familia, en ese entonces Angélica tenía 16 años, estuvo dos años sin ver a Claudio, sin embargo su amor crecía cada día más.

Hasta que un día se reencontraron y Angélica se dio cuenta de que lo amaba con toda su alma, conversaron y su amor floreció más que nunca, su padre supo y quiso volver a separarlos pero era demasiado tarde, Angélica esperaba un hijo de Claudio y no tuvo más remedio que aceptar la relación de ellos dos. Claudio en ese entonces estaba en Santiago y Angélica en Rinconada, con la llegada de su hijo su amor fue más grande.

A medida que transcurría el tiempo nació él bebé lo que para Angélica fue lo más lindo que hubiera imagino en su vida. Claudio y Angélica estaban separados, se veían solo dos veces al mes y tomaron la decisión de irse a Santiago trabajar y siguiendo a su amor hasta ese lugar. Estuvieron cinco años en Santiago, después de lograr lo que ellos se propusieron para su futuro, volvieron al campo para restablecerse, con su hijo que para ese entonces tenía 6 años. Transcurrieron los años, Claudio con Angélica se casaron y tuvieron dos hijos. Con todo lo que sufrieron su amor fue más fuerte que todo, en los buenos y malos momentos siempre se apoyaron, tuvieron una muy buena comunicación. Ésta es la historia más linda que he conocido, mi historia de amor.

Angélica y Claudio juntos por siempre.

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Francisco Pérez Parraguez, 12 años

Juan Cáceres

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uan Cáceres, un hombre de escasos recursos que vivía en un pequeño pueblo al pie del cerro, ilusionado por conocer nuestro país, como pudo y con mucho esfuerzo consiguió comprarse un pequeño camión en el cual recorrió gran parte del país, en uno de sus viajes conoció a Mercedes, una muchacha de clase mucho más alta que él. Por la cual sintió una gran atracción. Ella vivía en una gran hacienda. Él se las ingenió para poder entrar a trabajar en ese lugar y así estar más cerca de ella.

Con el tiempo se enamoraron y siguieron un amor en secreto, Juan consiguió ser un buen trabajador y poder ser capataz siendo la mano derecha del patrón, el padre de Mercedes. Cuando ya creía tener su confianza, Juan decidió a pedir la mano de su hija, pero esté lo rechazó diciéndole:

– ¡No eres un hombre para Mercedes, usted es un simple trabajador sin recursos para satisfacer las necesidades de mi hija!

Luego de una intensa conversación, el patrón lo despidió y le dijo que se retirara de su hacienda. El pobre hombre, que no esperaba tal respuesta, se retiró entristecido y desilusionado de lo que había sucedido. Volvió a su pequeño pueblo, pero pasaron días y sentía que el amor por Mercedes era cada vez más fuerte, por lo que decidió volver a la hacienda para luchar por su amor. Mercedes salió corriendo a sus brazos y Juan le propuso que se fueran a vivir juntos. Era tanto el amor que Mercedes sentía por Juan que no pensó en los lujos y el dinero que tenía y escapó con él. Se fueron a vivir a la casa de Juan al pie del cerro donde hicieron una familia con 5 hijos: Hilda, Adolfo, Javier, Marina y Silvia.

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Luego estos hijos fueron creando sus propias familias viviendo alrededor de sus padres, por lo que poco a poco se fue formando un lindo lugar llamado Rincón Los Cáceres, haciendo honor al gran amor que se tenían a pesar de su pobreza.

Esta historia es contada de generación en generación y así la cuento yo, Aníbal Pérez, su bisnieto.

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Yerai Manríquez Ibarra, 11 años

El misterio de por qué la escuela se llama Sara Ravello

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rase una vez una familia muy feliz compuesta por un padre, una madre y dos niñas, una se llamaba Sara y la otra se llamaba Irene. Cuando crecieron, empezaron a cuidar niños y la casa de ellas era como un colegio donde los niños aprendían a escribir. Pero la familia ya no era tan feliz porque sus padres no querían que ellas siguieran enseñando a los niños.

Un día, el papá fue a decir, casa por casa, que los padres debían hacerse cargo de enseñarles a sus hijos y no Sara ni Irene. Al siguiente día, ellas esperaron a los niños durante todo el día, pero nunca aparecieron. En la tarde llegó la mamá y les dijo lo que su padre había hecho. Se enojaron mucho y no hablaron más con su padre.

Mucho tiempo después, cuando sus padres fallecieron, las hermanas decidieron donar un pedazo de terreno al señor Olmedo para que construyera una escuela para que todos los niños aprendieran a escribir.

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Joaquín Díaz Moreno, 11 años

La historia de la Escuela Sara Ravello Parraguez

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rase una vez en un pueblo llamado Rinconada de Molineros, en el cual había muchos animales y árboles entre otras cosas.

En ese lugar hace mucho tiempo atrás no había ninguna escuela y por eso nadie sabía leer ni escribir. En un lugar lejano estaba la señora Sara que enseñaba a leer y escribir a los niños, aunque no era profesora hacia la labor de una de ellas. Ella quería que construyeran una escuela porque no podía enseñarle a todos los niños, tenía un terreno Rinconada de Molineros del cual no sabía qué hacer con él, había demasiadas cosas que hacer en ese lugar, cómo otra casa, un huerto, una granja y una infinidad de cosas.

Ella lo pensó mucho, mucho tiempo y decidió. ¿Por qué no hacer una escuela? Todos la necesitaban y con ayuda de todos la construyeron, con el paso del tiempo cambiaban cosas, llegaban nuevos alumnos así como se iban otros., hoy en día hay muchos alumnos y yo estudio ahí.

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Fredy Lizana Orellana, 11 años

¿Por qué se llama Los Mayos?

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n un pueblito llamado Rinconada de Molineros habían tres sectores, uno de ellos en la actualidad se llama Rincón los Mayos. Hace mucho tiempo, ninguno de los sectores tenía nombre, pero Los Mayos era hermoso y tenía matas de maye, la gente las amaba y cuidaban, en sus cerros había vegetación y en la punta de uno de ellos estaba una piedra enorme a la cual la gente la llamaban “La Punta de Piedra”. A la gente del lugar no le gustaba que su sector no tuviera nombre.

Un día, la gente se juntó en la casa de la señora Orfelia, para ponerle un nombre al sector, en esto salieron dos jóvenes al frente, Israel y Juan. Israel le dijo a Juan que su propuesta iba a hacer la mejor e iba a tener más votos, provocando que Juan se enojara. La propuesta de Israel fue que se llamara Rincón la Piedra Alta y Juan quería que se llamara Sector el Árbol.

El que ganó fue Israel y Juan se enojó muchísimo, teniendo una discusión en frente de todos, a lo que don Manuel los interrumpió y les dijo que estaban haciendo el ridículo, Juan e Israel no hicieron caso al señor Manuel, el cual se los llevo a una pieza y hablaron del por qué se habían peleado. El señor Manuel les propuso que hicieran un nombre los dos, los jóvenes dijeron que sí y se les ocurrió Rincón los Mayos, a la gente les gustó su idea y desde ese momento hasta el día de hoy se llama así.

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Carla Vargas Díaz, 12 años

La mujer vestida de blanco

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n invierno de los años más antiguos, sucedía algo muy tenebroso: una mujer vestida de blanco aparecía por los montes del sector Los Mayos.

A la hora de la oración, se aparecía en una piedra con forma de mesa.

La gente del sector la escuchaba y pensaba que un hombre golpeaba a su mujer porque cerca de esa piedra había una casa. Mucha gente la veía pasar por un lado del cerro y desapareciendo por el otro.

Esa mujer no tocaba el piso, sino que flotaba y la gente se asustaba mucho al ver a esa mujer pasar y llegar a la piedra a llorar sin parar.

Ella no volvió a aparecer porque tiraron agua bendita y pusieron la Virgen del Carmen en esa piedra.

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Mel Soto Parraguez, 11 años

El caballero misterioso

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abía una vez un matrimonio que tenía tres hijos. En esos tiempos se hacían las cosechas ayudándose unos a otros.

Como cualquier otro día luego de cosechar, se reunieron para celebrar la trilla. Luego, compartían unos tragos. En eso, un caballero se enojó en medio de la celebración con Luis.

– Te pegaré donde más te duele –le dijo el caballero a Luis con tono amenazante.

Una mañana, el caballero llegó donde se encontraban los niños y le preguntó a unos abuelos:

– ¿De quién son esos niños?

– Son de María, y el niño es de Luis –respondió la abuela con inocencia.

El caballero la quedó mirando y le dijo:

– Unos minutos más tarde estará llorando.

Al momento de irse, el niño empezó a sentirse mal y como en esos tiempos no había en qué trasportarse, lo podrían haber llevado a la posta, pero ya era muy tarde, no había nada más que hacer, el niño se fue a otro mundo, sus padres aún lo comentan.

Sus padres quedaron muy tristes, porque aún siendo un niño no tenía nada que ver, pero el caballero se desquitó con él. Esto ocurrió en el año 1956, el caballero desapareció. Algunos decían que era brujo, y otros decían que murió o que quizás se quitó la vida, pero nunca los padres del niño lo volvieron a ver, ni ninguna persona del sector, sólo les dejo un inmenso dolor.

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Sus padres salieron adelante, lucharon con sus dos niĂąos y despuĂŠs tuvieron cuatro hijos mĂĄs, fueron felices para siempre y no hubo nadie que les quitara su felicidad.

Javier Acevedo Díaz, 12 años

La Liebrada

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abía una vez un niño llamado Javier que fue a una liebrada con su tío Mongo y su papá. Salieron a las cinco de la mañana desde la casa del tío para el cerro con cinco perros zorreros y cuatro liebreros, los de Javier se llamaban Lagarto y Paloma, llegaron al sector de La Guina donde los soltaron. Rato más tarde los perros comenzaron a ladrar y del cerro bajó una liebre, a lo que Javier actuó rápidamente capturándola.

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Bárbara Orellana Rabello, 12 años

Puntilla El Baile

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uenta la gente que acá en Rinconada de Molineros, camino a Rincón Los Cáceres en una loma de un cerro por noches veían bailar a una persona que según dicen, era el diablo.

Cuando bailaba le brillaban los dientes que eran de puro oro, al igual que sus espuelas, que las hacía sonar también. Eso ocurría por las noches después de las once, se aparecía bailando en una loma de un cerro. Mucha de la gente de acá del sector y los alrededores no creían nada de lo que se decía; más de alguna vez a esas personas les tocó pasar de noche y verlo con sus propios ojos, causándoles mucho miedo, desde esa vez evitan pasar de noche por ese lugar y así se empezó a correr cada vez más la voz y menos gente pasaba a la hora mencionada.

Por eso lo llamaban la Puntilla el baile, porque ahí bailaba don sata, el diablo, pero con el pasar de los tiempos eso ha quedado en el pasado, ya no se ve bailar a esa persona y no es tan mencionado como antes.

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Yaritza Pérez Tobar, 13 años

Carolina y su mejor amigo Andrés

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abía una vez una niña llamada Carolina y su mejor amigo, Andrés, que en la noche de Halloween de 1987 salieron a pedir dulces junto a otras niñas y al pasar por varias casas, Andrés y Carolina se separaron de los demás niños y tomaron un camino solitario, iban felices porque pensaban que podrían encontrar casas ahí y como los otros niños no pasaron, a ellos les tocarían muchos dulces.

Al llevar un buen rato caminando, encontraron una casa en medio del bosque. Ellos fueron corriendo muy felices porque le darían muchos dulces. Al llegar a esa casa golpearon fuertemente la puerta y esta se abrió. Ambos niños se miraron y decidieron entrar. La casa estaba muy sucia y los muebles con muchas telas de araña, ambos se miraron muy asustados y se decían el uno al otro; ¡Ve tu primero! ¡No, tu! Así que Carolina fue adelante y Andrés atrás. Carolina tomó una vieja escoba para defenderse por si encontraban a alguien malo y Andrés llevaba los dulces que juntaron. Caminaron de puntitas, para que no los descubrieran. Al llegar a la puerta de la habitación, escucharon risas, abrieron lentamente la puerta y vieron a unos fantasmas que volaban. Eran una señora y un caballero. Justo en el momento que iban a salir corriendo, la señora y el caballero volvieron sus cabezas y dijeron

– ¡Bu!

Los niños salieron corriendo mientras gritaban y llegaron muy asustados a la casa de Carolina. Su mamá les abrió la puerta y los niños corrieron a la pieza de Carolina y se escondieron debajo de la cama. La mamá los fue a buscar asustada, los niños salieron de su 30

escondite y le contaron lo sucedido, pero antes de que terminaran la historia comenzó a reírse y les dijo que no se mentía, dándoles un tirón de orejas. Ellos reclamaron que decían la verdad y la llevaron a ver el lugar.

La puerta de la casona se encontraba abierta, entraron y escucharon ruidos. La mamá de Carolina se fue adelante e iba muy asustada. Al llegar a la cocina vio a los fantasmas, dándole un susto tan grande que se desmayó.

Al despertar estaba en mi cama muy asustada y me di cuenta que solo era un sueño, porque yo no tengo hijos.

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Luis Tobar Ortiz, 12 años

Los soñadores

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abía una vez un grupo de amigos que querían ser bomberos y estudiar todos juntos. Pero un día un amigo tuvo que mudarse a otra ciudad y se cambió de escuela, pero los niñitos no eran los mismos de siempre. Ahora eran peleadores, hasta que un día los amigos se juntaron en una parte donde habia un abuelo que no era un abuelo cualquiera. Ese abuelo tenía poderes paranormales y el abuelo le hizo una propuesta:

-Si hacen lo que yo les digo les doy un regalo.

Los niños hicieron todo lo que dijo el abuelo y el abuelo les regaló el futuro. Los niños vieron en su futuro a tres adultos en la pobreza, que eran enojones y nadie los quería. Los niños se pusieron a llorar y el abuelo les dijo que a toda la gente mala le pasa eso. Desde ese momento y muchos años después los niñitos ya no eran niñitos, eran adultos y amigos bomberos que recordaban su promesa.

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Franco Díaz Córdova, 12 años

Los desaparecidos

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sta es la historia de dos hermanos, uno de ellos se llamaba Patricio y el otro se llamaba Carlos. Eran unos niños que vivían en el campo, en un pueblito llamado Linderos, la pasaban muy bien jugando a la pelota, al trompo y a las bolitas, en esos tiempos no existían los celulares ni el Internet. Un día a Carlos se le ocurrió una brillante idea que le hizo saber a Patricio, la idea era construir la casa a los pies del árbol.

Una vez construida la casa, pasaban mucho tiempo juntos, compartían historias y recordaban anécdotas que vivieron juntos.

Carlos era más inquieto y diablillo que Patricio y por lo general siempre se metían en problemas por su culpa. Un día como a las seis de la tarde Patricio y Carlos estaban jugando a las bolitas, en ese momento paso un caballero en una camioneta de color rojo, Carlos cuando lo vio pasar le lanzo una bolita de cristal que llegó a la puerta de la camioneta, entonces el dueño de la camioneta se detuvo y los 33

hermanos salieron corriendo a esconderse en la casa del árbol.

–Por tu culpa mi mamá y mi papá nos castigaran– le decía Patricio a Carlos enojado.

Así pasaron las horas y ellos seguían escondidos en su casa del árbol para así evitar el castigo que ellos pensaban que sus padres le darían por lo que habían hecho con el señor de la camioneta.

Cuando ya eran las 11:30 de la noche y al darse cuenta de que sus hijos no regresaban a su casa, los padres preocupados les contaron a sus vecinos que sus hijos estaban desaparecidos y organizaron un grupo de búsqueda con el fin de encontrarlos. Los padres y vecinos tomaron sus linternas y con ello alumbraron por todos lados del lugar, a la vez con fuertes gritos los llamaban por sus nombres.

–¡Carlos y Patricio! ¿Dónde están?

Patricio y Carlos se dieron cuenta de que sus padres y vecinos los buscaban pero ellos, por miedo a ser castigados, no decían donde estaban. Patricio al notar que sus padres estaban muy preocupados, convenció a Carlos que salieran y contaran la verdad del por qué estaban escondidos, así pudieron hablar con sus padres sobre lo ocurrido.

El señor de la camioneta roja nunca se percató de que Carlos le había lanzado una bolita a su camioneta y no los había acusado con sus padres, el señor se había detenido para revisar los neumáticos y luego siguió su camino.

Los padres de Carlos y Patricio en conjunto con sus vecinos se comenzaron a reír a carcajadas de la historia contada por los niños, los padres estaban felices de lograr encontrarlos sanos y salvos. Sin embargo de todas maneras los castigaron, su castigo fue dejarlos un mes sin salir a jugar a la pelota con sus amigos.

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Germán Rojas González, 10 años

Paloma

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aloma era una niña que deseaba tener muchos amigos, por eso un día pensó que tendría más amigos si contaba cosas bonitas, aunque no las hubiera vivido de verdad.

Se acercó a un grupo de niñas que estaban jugando en el parque y les contó que había visto un hada de pelo rosa que una noche había llamado a la ventana de su habitación.

Gracias a sus historias, Paloma empezó a tener muchas amigas, pero un día Paloma tuvo que admitir que había mentido en las historias habían contado. Los niños se enfadaron mucho con ella y aunque estuvieran un tiempo sin hablarle, terminaron perdonándole porque sabían que estaba realmente arrepentida.

Desde ese día, Paloma no ha vuelto a decir jamás algo que no sea la verdad.

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Constanza Gálvez Donoso, 9 años

Catrina y su vestido

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abía una vez una hormiga llamada Catrina. Mientras tomaba un té en su casa le llegó una invitación para el baile de primavera, se puso muy feliz, pero luego recordó que no tenía vestido, llamo a su hermana Lunia para que fuera en su rescate.

Su hermana llegó al minuto.

Luego de pensar en alguna idea se le ocurrió hacer un vestido con una cortina con flores, luego de cortar y coser el vestido, quedo hermoso. Finalmente llego el día en que fue a la fiesta, sin saber estaba nominada al mejor vestido, para su sorpresa fue la ganadora llevando a su casa la corona.

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Guadalupe Cáceres Valdés, 10 años

El perro y el gato

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sta historia sucedió una mañana de campo en una casa en medio del Valle, con árboles, abundante pasto y muchas flores, donde los animales eran más felices que en cualquier otra parte. Pero a los que más les gustaba ese lugar era al perro y al gato.

Un día el perro estaba enojado, ya que se le perdió la pelota. Todos los animales de la granja comenzaron a buscar la pelota y el gato recordó que el día antes, el perro jugaba con su pelota, pero después se fue a comer y no se la trajo. Así que el gato fue a buscarla cerca del pozo y vio que ahí estaba.

Cuando el gato llegó de vuelta con la pelota todos los animales lo celebraron, al perro se le acabó el enojo y terminó haciéndose buen amigo del gato, el burro, la vaca y el cerdo haciendo una poblagranja muy amistosa en Rinconada de Molineros.

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Alejandro Roca, 11 años

La Invasión

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abía una vez en chile seis adultos ex-militares que vivían en Rinconada de Molineros. Hace mucho tiempo luchaban contra la mala política, la corrupción del estado y la delincuencia. De las decisiones que tomaba el gobierno de esa época, surge un equipo de militares que se especializaba en tecnología, armas, preparación física, química y en objetos no identificados.

Estábamos todos tranquilos en casa, cuando nos llaman. Era el presidente que nos dice:

–Los científicos han descubierto que los extraterrestres nos van a invadir para conquistar la tierra en dos meses, tienen que estar preparados.

Entonces todos nos pusimos a entrenar juntos y llego el día en que los extraterrestres llegaron.

–Los extraterrestres son muy extraños, sus cráneos son muy grandes, tienen armas que disparan rayos láser, su piel es muy dura, pero con ocho disparos matamos a uno– dijo Joaquín.

Con Germán, Joaquín y Alejandro tuvimos una gran idea: matar algunos, robarles sus armas y con ellas matar a todos. Pero nos dimos cuenta que había un regenerador de extraterrestres.

Nos subimos a su nave, pero habían mucho botones raros de diferentes colores, entonces Joaquín fue a una tienda de consolas, agarró un mando, lo colocó en la nave y nos fuimos volando. Germán apretó un botón rojo que abrió un portal a Marte. Íbamos llegando cuando vimos el regenerador de extraterrestres. Lo destruimos y luchamos 38

con muchos de ellos y llegamos hasta su jefe. ¡Era gigante! Ninguno podía ganarle pero nosotros contábamos con bombas, se las tiramos y explotó.

Regresamos a la tierra donde Trump nos felicitó. Nos fuimos al médico, pero había extraterrestres vivos debajo la tierra que dejaron sus huevos.

Esta historia continuara…

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