Lineabierta

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Ă?ndice


Introducción

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Lo que revela y lo que no revela la PSU Fancy Castro Rubilar

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Concepción debe refundar una nueva Vega Monumental Sergio Baeriswyl Rada

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La oportunidad de la crisis económica: la reinvención Luis Améstica Rivas

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La recuperación nacional y su posible financiamiento Froilán Quezada Quezada

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Innovar en calidad y en la gestión constructiva Ariel Bobadilla Moreno

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Entre la reconstrucción y la reinvención Francisco Gatica Neira

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Ideas para una reconstrucción sostenible María Isabel López Meza

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Voto voluntario: un reto para los políticos Paulina Pinchart Urrutia

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Nuestra particularidad delictiva Rafael Galdames Fuentes

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La Mipyme “nada contra la corriente” Benito Umaña Hermosilla

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El Bicentenario Republicano desde la Región Marco Aurelio Reyes Coca

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Postnatal de calidad José Luis Ysern de Arce

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Transporte Público Urbano en el Gran Concepción: Problemáticas y participación ciudadana Manuel Albarrán Ulsen

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Mapuches en huelga de hambre: ¿terroristas o presos políticos? Mauricio Rojas Gómez

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Ñuble región, ¿Eterno proyecto o política pública? Álvaro Acuña Hormazábal

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Las dos caras del Bicentenario: Septiembre y la historia patria Bernardo Arévalo Vilugrón

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Rol de los municipios en la evaluación ambiental Pedro Cisterna Osorio

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Comprando dólares, comprando ilusiones Mauricio Gutiérrez Urzúa

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Rol de las universidades públicas Héctor Gaete Feres

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Aporte social de universidades: tema pendiente Elizabeth Grandón Toledo

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Participación ciudadana y descentralización Sergio Moffat López

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La ciudad después del terremoto Roberto Lira Olmo

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Introducci贸n


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íneAbierta es la primera publicación de la Dirección General de Comunicación Estratégica de la Universidad del Bío-Bío (UBB) realizada con el fin de dar a conocer el aporte técnico de los académicos de la institución en diversos hitos que marcaron la agenda noticiosa de enero de 2010 a febrero de 2011, considerado a través de las columnas de opinión publicadas en los medios de prensa regionales y nacionales. A través de esta publicación la Universidad genera un nuevo espacio para difundir el conocimiento en las ciencias, la tecnología, las artes y las humanidades a partir de la reflexión de sus profesionales, esperando que éste se constituya en un material de consulta y así contribuir a la sociedad con excelencia y calidad. LíneAbierta es un recorrido cronológico que permitirá al lector conocer un conjunto de columnas de opinión de nuestros académicos fundamentada en su quehacer universitario, en importantes investigaciones y proyectos que impulsa la Universidad para realizar un efectivo aporte en las diversas áreas del conocimiento desde la Región del Bío Bío al país. En esta oportunidad se han seleccionado 22 columnas de opinión, en un esfuerzo por reflejar los temas más relevantes para el país en cada uno de los meses, consignados así también por los medios de comunicación como El Mercurio de Valparaíso, diario El Sur de Concepción, diario La Discusión de Chillán, diario la Tribuna de Los Ángeles y El Diario de Concepción. En este periodo los chilenos pusieron su fortaleza y solidaridad a prueba, fue un año que estuvo marcado por el terremoto y tsunami que afectó al país, por los acontecimientos que vivieron mineros y mapuches, por el Bicentenario y grandes cambios sociales, culturales, políticos y económicos. En las siguientes páginas se podrá observar la visión de futuro de nuestros académicos en temas contingentes como el postnatal, el sistema de transporte público, la calidad de la educación, el voto voluntario y los diversos desafíos económicos. En LíneAbierta la diversidad de opiniones está presente, es la contribución desde la Universidad del BíoBío, única institución estatal y pública de la Región del Bío Bío.

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Lo que revela y lo que no revela la PSU Por: Fancy Castro Rubilar (*)


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a Prueba de Selección Universitaria (PSU), se instala a partir del año 2003 con un renovado conjunto de pruebas que busca evaluar las capacidades de razonamiento que poseen los estudiantes, luego de haber cursado el plan de estudios en el marco de la actual reforma educacional. Dicho cambio significará una renovación al sistema de selección universitaria, sin embargo, aún se tiene incerteza acerca de su efectividad, dado que la tarea de acortar la brecha social que se revelaba de manera ostensible en los resultados de la pretérita Prueba de Aptitud Académica, no ha sido superada. A nivel de la Octava Región, se pueden señalar algunas estadísticas que marcan la constante a nivel nacional y que revelan las desigualdades del sistema. Particularmente, en un estudio realizado en la Universidad del Bío-Bío, donde se muestra un análisis pormenorizado de las variables que inciden en el puntaje promedio PSU (Lenguaje y Comunicación y Matemática) se puede observar que los colegios particulares pagados poseen un promedio PSU de 595,7 puntos en contraposición con los colegios municipales que obtienen en promedio 467,2, donde sólo un 6,59% de los alumnos obtiene puntaje superior a 600 puntos.

ferencia estadística ampliamente significativa del puntaje promedio PSU. Es decir, diferencias entre un colegio subvencionado y un particular y entre un colegio municipal y un particular. Sin embargo, hay datos que no revela la PSU como son aquellos que quedan invisibles en el fondo del aula de clases, pues la estadística no arroja, por ejemplo, los diversos puntos de partida que tienen nuestros estudiantes, determinados por el capital cultural acumulado y el establecimiento educacional al que puedan acceder, tampoco se reflejan los niveles de eficiencia de aquellos establecimientos que logran vencer los déficit sociales, son los menos, pero que constituyen un esfuerzo digno de ser replicable. El punto de conflicto no está en la estandarización como se discute a veces, sino en cómo se regeneran potentes procesos de enseñanza y aprendizaje vinculados a una evaluación permanente y sistemática, que permitirían arribar a resultados de calidad. Es decir, la tarea es trabajar eficientemente para lograr la eficacia, pero contabilizando también los logros en relación con los puntos de partida.

Del mismo modo se evidencian diferencias significativas entre comunas urbanas y comunas rurales, por ejemplo, en San Pedro de la Paz se obtiene un promedio de 550,4 puntos en contraposición a la comuna de Quilaco que obtuvo el promedio más bajo con 338,1.

Un referente clave son los Mapas de Proceso, que permiten describir el recorrido habitual que sigue la progresión del aprendizaje en los distintos niveles del sistema educacional. Estos mapas serán efectivos en la medida que sean considerados en la planificación curricular, de modo de generar una trayectoria certera en el proceso educativo del estudiante.

Este estudio, también, señala que no existe mayor variación entre los puntajes promedios PSU de la Admisión 2009 y 2010 para los distintos tipos de establecimiento, a pesar de los conflictos gremiales que afectaron el año 2009, al sector educacional. Lo que prevalece es la evidencia de que según el tipo de establecimiento existe una di-

No obstante la superación de las brechas educacionales no se supera sólo con una eficiente labor docente, se requiere de decisiones técnicas y políticas que estén dispuestas a no seguir repitiendo estadísticas de desigualdad en el sistema escolar chileno, como las que se revelan en esta prueba.

Diario El Sur / Lunes 4 de enero de 2010 / Crónica / Pág. 3

Contacto:

fcastro@ubiobio.cl

(*) Doctora en Diseño Curricular y Evaluación Educacional / Académica Facultad de Educación y Humanidades / Universidad del Bío-Bío

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Concepci贸n debe refundar una nueva Vega Monumental Por: Sergio Baeriswyl Rada (*)


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l trágico acontecimiento del cual hemos sido testigos, con la destrucción de uno de los centros de abastecimiento más importantes de la intercomuna, representan un desafío urbano no menor. Más allá de los costos que éste siniestro representa para el sustento de los cientos de comerciantes afectados, las pérdidas materiales y la interrupción de la cadena de provisiones de bienes de consumo básicos para el Gran Concepción, emerge la gran interrogante, de qué acciones se realizarán para su recuperación. Desde una perspectiva objetiva, es posible pensar que detrás del drama que acompaña a este siniestro, subyace una enorme oportunidad para la cuidad y los comerciantes de la Vega Monumental. En efecto, este sitio urbano representa uno de los nodos más atractivos de la intercomuna para el desarrollo de servicios. Su excelente ubicación, accesibilidad, extensión del suelo y cobertura de transporte público, lo confirma como un lugar de gran centralidad urbana. En consecuencia, se está ante la posibilidad de refundar una nueva Vega Monumental, pero esta vez, corrigiendo el déficit de las antiguas instalaciones y ampliando el espectro de servicios. La posibilidad de crear un centro de servicios con nuevos estándares de edificación y seguridad, con una nueva imagen urbana, con mejor accesibilidad, con disponibilidad de estacionamientos, con la posibilidad de integrar un terminal interurbano, con la opción de diversificar sus servicios y equipamientos. Todo esto permitirá mantener cierto optimismo, el necesario para transformar una desgracia en una oportunidad, de desarrollo más integral, más competitivo y más sustentable. Junto con solidarizar con los afectados por la violenta interrupción de sus fuentes laborales, así como con los miles de usuarios, creemos que es el momento de alertar a todos quienes deberán tomar decisiones. Esto es no dejando pasar la oportunidad de aprovechar el capital emprendedor de los cientos de locatarios e iniciar la refundación de la Vega, más competitiva, más monumental y más urbana.

Diario El Sur / Domingo 10 de enero de 2010 / Reportajes / Pág. 5

Contacto:

sbaeriswyl@ubiobio.cl

(*) Doctor en Urbanismo de la Universität Karlsruhe, de Alemania / Académico Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño / Universidad del Bío-Bío

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La oportunidad de la crisis econ贸mica: la reinvenci贸n Por: Luis Am茅stica Rivas (*)


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a crisis económica mundial trajo consecuencias para todos, incluso para Chile que ha sido reconocido por su buen manejo económico, ingresando al selecto grupo de países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), siendo el primero en Sudamérica en lograrlo. El buen manejo de la económica en Chile no impidió que muchas áreas productivas se vieran igualmente resentidas, especialmente de los sectores vinculados a exportaciones. En el caso de la Región del Bío Bío, las áreas relacionadas a la venta de comodities industriales y el sector forestal-maderero, donde los efectos de la crisis se vieron reflejados en toda la cadena productiva, y en lo que es peor aún, en la quiebra de empresas y en el aumento de los índices de desempleo. En este escenario tan adverso la crisis puede transformarse en oportunidad, pues se deben activar nuevas líneas

de negocios camino a una reinvención empresarial. Los temas de futuro están asociados a la búsqueda y uso eficiente de fuentes de energía, el emprendimiento, la innovación y al abastecimiento que cubra la demanda de segmentos específicos de consumidores. En definitiva, se debe pensar prospectivamente y no mirar el futuro con el espejo retrovisor. Uno de los temas necesarios para lo anterior son los incentivos tributarios, sobre todo cuando se han prometido nuevos empleos para los próximos años y esta es una más de las herramientas dentro del conjunto de medidas que buscan activar la economía. Pero cuidado, porque en esta materia nuestro país cuenta con una institucionalidad, que exige el consenso de los distintos sectores políticos ante algún tipo de modificaciones a lo ya establecido.

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Programa de Políticas Públicas y Ciudadanía / Viernes 29 de enero de 2010 / Columnas de Opinión / www.politicaspublicas.ubiobio.cl / Columna elaborada a partir de entrevista otorgada a revista Ñuble Construye de la Cámara de Chilena de la Construcción.

Contacto: lamestica@ubiobio.cl

(*) Magíster en Administración con mención en Gestión en Finanzas / Vicerrector de Asuntos Económicos / Universidad del Bío-Bío


La recuperación nacional y su posible financiamiento Por: Froilán Quezada Quezada (*)

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egún algunos cálculos realizados por expertos, la pérdida de riqueza para el país a consecuencia del terremoto se ubica en torno a los US$30.000 millones. Se ha dicho que el país tiene los recursos para financiar el mayor gasto por la existencia de fondos soberanos provenientes del cobre, por cerca de US$ 11.000 millones. Pero el financiamiento no es el único problema macroeconómico. Hay que considerar los efectos sobre el tipo de cambio, la tasa de interés y la inflación de un gasto de esa magnitud.

¿Cómo podemos financiar todo eso? Formas siempre hay, lo importante es elegir aquellas que sean más eficaces y que no provoquen efectos contraindicados, de los cuales nos tengamos que arrepentir. Por nombrar algunas:

Los efectos sobre el PIB, las pérdidas económicas a raíz del terremoto se componen de la caída en el stock de capital y del empleo de recursos con efectos encadenado, ya que mucha mano de obra no puede ser utilizada, porque su complementariedad con la maquinaria y equipos no es posible. Esto hace difícil pensar en un crecimiento alto y sostenido en el corto plazo. El país tiene que recuperar el capital, la infraestructura, la capacidad de sinergia que tenía y desarrollaba hasta antes del terremoto. En el corto plazo, la situación es complicada. En efecto, la producción de celulosa paralizada, mayoritariamente se encuentra en las regiones afectadas, la producción de Huachipato con problemas; y hay daños complejos en la industria de la pesca, el agro, la fruta la vitivinicultura, etc. Los servicios en el comercio y la pequeña industria también se han visto con graves fallas.

• Está la posibilidad cierta de recurrir al endeudamiento externo, por supuesto que con mucha mesura y prudencia.

Conocido lo anterior, debemos iniciar la tarea de la recuperación. Tenemos que darle un impulso a nuestra frontera de posibilidades de producción que ha retrocedido seriamente. ¿Por dónde empezar? Primeramente, reponer lo perdido, vale decir, la reconstrucción de la infraestructura dañada: caminos, puentes, viviendas, e infraestructura productiva. Al mismo tiempo, reconstrucción de hospitales, escuelas, aeropuertos y puertos más seguros, con la participación del Estado y del sector privado.

• Y, para última instancia, impuesto a las empresas, eliminando cualquier subterfugio que tienen las actuales leyes al respecto.

• Una gran austeridad acompañada de una bien pensada reasignación de recursos. • Utilizar parte de los ahorros generados por excedentes del precio del cobre.

• Repensar la Ley de Concesiones, para que con ella podamos reconstruir infraestructura vial y logística en las zonas afectadas y luego en el resto del país. • Perfeccionar la Ley de Donaciones, que puede ser de gran utilidad en especial cuando existe falta de liquidez en las arcas fiscales. El sector privado ha sido solidario y eso hay que tenerlo presente. • Impuestos sobre los males, como lo planteó hace ya muchos años atrás el economista Ramsey; impuesto específico al tabaco, al alcohol, al daño al medio ambiente, etc.

Estimo que no es el momento de aplicar impuestos a las personas. Estas han sido castigadas ya fuertemente por el terremoto en términos materiales y psicológicos. Por ello, debemos hacer cualquier esfuerzo, teniendo a nuestros compatriotas como el objetivo principal de cualquier acción de política económica y social cuya meta será siempre un mejor bienestar.


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Diario La Tribuna de Los Ángeles / Viernes 26 de marzo de 2010 / pág. 3

Contacto: froilan@ubiobio.cl

(*) Magíster en Ingeniería Industrial / Académico Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío-Bío


Innovar en calidad y en la gestión constructiva Por: Ariel Bobadilla Moreno (*)

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a preocupación creciente por la eficiencia energética de las viviendas, las aspiraciones de mayor control ambiental de los usuarios, las movilizaciones sociales y legislaciones para la defensa del consumidor, entre otros, están generando cambios en la concepción de las nuevas edificaciones en Chile. Se impone la necesidad de hacer edificios más seguros, más habitables y sostenibles. El crecimiento y la globalización de la economía y los avances en los sistemas de comunicación han influido en el desarrollo de mercados más exigentes en cuanto a calidad, fenómeno claramente observable en el mercado inmobiliario nacional cuya industria se ve enfrentada hoy a un escenario más reglamentado, con nuevas disposiciones y leyes que pretenden asegurar la calidad y seguridad de la construcción. Tanto la evolución de las normas y reglamentos como la mayor demanda social por calidad que sustentan estas nuevas exigencias, configuran hoy en Chile un escenario de mayor competencia y profesionalización de la construcción, deseable además para corregir asimetrías de información del mercado inmobiliario que afectan hoy su normal desarrollo competitivo, donde la calidad, el uso y dominio de tecnologías constructivas y el soporte técnico son factores cada vez más determinantes en el negocio de la construcción habitacional. Hoy hay desafíos mayores que obligan a innovar los actuales sistemas de certificación y gestión de calidad aplicables a la construcción de viviendas que complementen los actuales métodos basados en el control de procesos y procedimientos, que no logran controlar la calidad del producto vivienda, con la actuación de sistemas basados en el control de desempeño del producto resultado del proceso constructivo y conforme a la evolución y estado del arte de los sistemas de certificación aplicables a la vivienda en el mundo desarrollado.


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Diario El Sur / Viernes 2 de abril de 2010 / Economía y empresas / Pág. 7

Contacto:

abobadil@ubiobio.cl

(*) Magíster en Ciencias Aplicada de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica / Director Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción (CITEC)


Entre la reconstrucción y la reinvención Por: Francisco Gatica Neira (*)

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“seriamente dañadas” con el terremoto y el tsunami. En este sentido, Asmar y Huachipato resultan claves, en especial en su capacidad para difundir tecnologías y amortizar riesgos del resto del tejido productivo.

Un segundo desafío es desarrollar un nuevo marco institucional, descentralizando las decisiones en espacios intermedios de gestión, articulando municipios, olvidándose de viejas prácticas, asumiendo nuevas rutinas institucionales.

En el interior, están también los complejos industriales donde el problema principal es de infraestructura. Es preocupante la situación que se pueda generar en los parques industriales de Coronel y la provincia de Arauco, en especial en las pymes donde los márgenes de contribución son muy estrechos y no hay economías de escala para solucionar problemas de transporte. También está la actividad localizada en el resto de la región, invisible desde Concepción, y que también tuvo daños en su estructura productiva.

odos queremos reinventar lo que estábamos haciendo. Para esto necesariamente hay que tener una mirada sistemática del desarrollo territorial. Se plantean cuatro ámbitos de trabajo en la región. Primero está el desafío de reinventar la cuidad, la conectividad, redistribuir la oferta de servicio en los diferentes barrios, establecer el cambio en el uso del suelo, generar nuevas normas que den tranquilidad a los ciudadanos. En definitiva volver a ser una ciudad atractiva para vivir.

Un tercer espacio es fortalecer la organización de la producción, rearticular la relación insumo producto entre proveedores locales y compradores. Finalmente, desarrollar y difundir la innovación, mejorando la estructura productiva existente, difundiendo nuevas prácticas tecnológicas e identificando nuevas actividades que emergen en el territorio después del terremoto. En definitiva “reinvención económica” implica trabajar en el desarrollo urbano, en la institucionalidad en reorganizar las redes productivas y en difundir la innovación. Las iniciativas que sólo tomen un aspecto del desarrollo van a reconstruir, pero no van a mejorar, en el fondo no van a reinventar. En este contexto resulta clave distinguir los diferentes diagnósticos entre el borde costero, el “interior” de la región y las redes productivas que conectan a ambos territorios. Vemos la empresa pesquera y todo el conjunto de industrias vinculadas entre las que se cuenta metalmecánicas, de manutención, de servicios en general y que están

Sin embargo, lo más importante es identificar las redes que conectan las diferentes industrias en sus territorios, y que por la geografía productiva no siguen un patrón tan claro de distribución espacial, dificultando las iniciativas públicas. Finalmente, hay que distinguir ente el paquete de medidas de corto y de mediano plazo, las primeras para combatir los altos niveles de desempleo que se avecinan y que pueden consistir en subsidios, facilidades para la construcción, descuentos tributarios, entre otras iniciativas temporales. Todas estas medidas exigen de una coordinación que tenga la capacidad de quebrar las pesadas lógicas sectoriales, de presionar en Santiago por los intereses de las tres regiones afectadas y que además canalice virtuosamente los diferentes espacios de participación. Tenemos que partir de la base que para reinventar lo que está en el suelo es necesario escuchar. No hay recetas, ni expertos, sino que tenemos un cotidiano proceso de aprendizaje que exige mucha humildad. Toda reinvención tiene algo de una (auto) creatividad destructiva.


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Diario El Sur / Miércoles 7 de abril de 2010 / Crónica / Pág. 3

Contacto:

fgatica@ubiobio.cl

(*) Doctor en Economía y Gestión de la Innovación / Académico Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío Bío


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Ideas para una reconstrucci贸n sostenible Por: Mar铆a Isabel L贸pez Meza (*)


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ras el terremoto y tsunami en nuestro país y la región, y en relación a los daños que dejó la catástrofe, tres ideas resultan centrales para un proceso sostenible de reconstrucción. Primero, resolver la emergencia desde la postemergencia. Es decir, aun cuando los esfuerzos deben centrarse en resolver las necesidades básicas urgentes (agua, techo y trabajo provisorio, entre otros); los encargados de tomar las decisiones no pueden dejar de evaluar las implicancias de una u otra opción. Al mismo tiempo se debe evitar las decisiones que impidan una recuperación de calidad en el mediano y el largo plazo. Es primordial, en un segundo punto, construir y mantener lazos de confianza y colaboración con las comunidades afectadas. Esto implica resolver el complejo desafío de qué, cuándo, cómo y a quiénes informar, ¿qué es políticamente viable de ser informado?, ¿qué no lo es? y hasta qué punto es posible transparentar las incertidumbres. Una tentación poderosa ante la incertidumbre, puede ser la de replegarse, para mantener una cierta ilusión de control; logrando por el contrario las desconfianzas y la angustia de las comunidades afectadas; las cuales a partir del temor – y lo hemos visto en Dichato y recientemente en Talcahuano – se movilizarán desde la confrontación en lugar de la colaboración. En tercer lugar, resulta fundamental liderar el proceso desde la perspectiva del territorio. Esto implica que las entidades sectoriales deben hoy, más que nunca, supeditarse a los equipos territoriales y no viceversa. Resulta absolutamente ineficaz que, por ejemplo, el equipo que lidera la reconstrucción del borde costero, que a través de su trabajo diario es el que está mejor posicionado para diagnosticar las necesidades especificas de las zonas afectadas; no tenga atribuciones para asegurar, planificar, ni comprometer la ejecución de las acciones requeridas desde los servicios sectoriales. Ante la actual contingencia, al gobierno le toca la difícil tarea de liderar el proceso de reconstrucción con mucha más incertidumbres que respuestas, y con una institucionalidad largamente ineficaz para enfrentar la urgencia y magnitud de las necesidades.

Diario El Sur / Viernes 16 de abril de 2010 / Crónica / Pág. 3

Contacto:

mlopez@ubiobio.cl

(*) Doctora en Desarrollo Urbano Sostenible / Académica Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño / Universidad del Bío-Bío

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Voto voluntario: un reto para los polĂ­ticos Por: Paulina Pinchart Urrutia (*)

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l nuevo proyecto de ley que envía el Presidente de la República al Poder Legislativo y que busca el voto voluntario y la inscripción automática en los registros electorales, de concretarse, provocará cambios significativos en la forma de hacer política y obligará a mantener una relación más permanente entre los actores políticos y el electorado. Esta reforma implica que una vez cumplidos los 18 años se podrá emitir el sufragio el día de las elecciones, sin trámite previo de inscripción, y, a su vez, se podrá obviar el acto electoral, ya que el no sufragar, no implicará sanciones de ningún tipo: ni económica, ni legal, ni social. Pero, sobre todo, esta reforma implica, desde un punto de vista teórico, que el mercado potencial de electores se verá ampliado sustancialmente a toda la población chilena con 18 o más años. Pero el hecho que el mercado potencial se amplíe en más de 4 millones de chilenos, no quiere decir que en las futuras elecciones voten 4 millones más de chilenos que en los procesos electorales pasados. Ello, porque estos 4 millones potenciales de electores se encuentran entre las persona que cumplieron 18 años después del plebiscito del año 88 y nunca se sintieron motivados a inscribirse en los registros electorales en las últimas dos décadas. Las posibles razones de esa desmotivación puede ser tema para una columna distinta. El tema es que estos electores que nunca se sintieron motivados en el pasado, hoy

no son tan jóvenes y ya influyen en el proceso de toma de decisiones para construir la cuidad y el país que desean en ese país, esencialmente tecnócrata y especializado, casi no entran los políticos y los partidos y ese fenómeno es algo que, como sociedad democrática, nos debe preocupar de sobremanera. No porque los políticos y partidos sean perfectos o de excelencia, sino porque es a través de estas colectividades una sociedad democrática se organiza, debate y acuerda, según las diferentes visiones que puede tener los ciudadanos, cómo es el país que desean vivir y no a través de otros medios. No es a través de encuestas, focus groups u otras herramientas que se genera una idea de país, por muy eficaces que parezcan otros instrumentos, que además de poco democráticos no dan cuenta del debate profundo que debe anteceder toda política pública, reforma legal o política. Esto nos lleva a la paradoja de hoy: son precisamente esos políticos, sector que no tiene influencia y ascendencia sobre las nuevas generaciones, los que deben conquistar a estos jóvenes y adultos jóvenes. Y no por la necesidad de los partidos de tener más adherentes o militantes, que sería un objetivo muy reducido, sino por la necesidad que tenemos, como país, de contar con organizaciones políticas válidas y legitimadas ante la ciudadanía. Debe ser interlocutoras válidas para que los chilenos conversemos, acordemos muestra visión de país y, en definitiva, exista un Estado reconocido por toda la población que, en gran medida, se encuentra representando en alguna de las diferentes opciones políticas existentes.

Diario La Discusión / Lunes 24 de mayo de 2010 / Pág. 3

Contacto:

ppinchart@ubiobio.cl

(*) Máster en Marketing y Gestión Comercial / Académica Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío-Bío

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Nuestra particularidad delictiva Por: Rafael Galdames Fuentes (*)

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a delincuencia como la generalidad de los hechos sociales está presente en todas las sociedades y en distintos momentos de la historia. Los sistemas sociales siempre tienen dos caras, aquella propia de la normalidad que permite la funcionalidad del sistema y la llamada conducta anómica o disfuncional, ajena o al margen del sistema formativo aceptado e institucionalizado.

tro sistema económico, social, político y tecnológico tiene brechas críticas, propia de su peculiar crecimiento, que dan pie a este tipo de energía social.

Cada sociedad y en distintas manifestaciones presentan formas particulares de las conductas anómicas, según una interrelación múltiple de factores estructurales y coyunturales. En el trasfondo la red causal es sistemática y multicultural, diversidad e inequidad de las relaciones económicas; social vía marginación en el acceso a los bienes públicos y privados, uso y abuso del ocio creciente de la sociedad moderna de manera indiscriminada. Al mismo tiempo la crucial intervención de los medios de comunicación electrónicos que abren las puertas, a todos, no sólo de la vida pública sino también la privada.

La desatención de nuestro sistema social, en la socialización básica de los niños y jóvenes alimenta la anomia social del delito, que se inicia en el hogar sin normas efectivas, en el barrio, y continúa en la escuela excluida del prestigio de la autoridad, y que en un número importante acrecienta en actos ilícitos.

En consecuencia, no es una sorpresa que Chile destaque en estas lides a nivel de América Latina y el mundo. Nues-

La subjetividad de la población y los datos duros de las cárceles sobrepobladas por chilenos y chilenas que delinquen, así lo confirman.

Los chilenos y chilenas, la gente de nuestra Región, junto a las autoridades de las distintas esferas políticas, económicas, sociales y culturales han de enfrentar este desafío de trasfondo, que limite y reste -gradualmente- el acrecentamiento de la delincuencia.


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Diario El Sur / Sábado 5 de junio de 2010 / Crónica / Pág. 5

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rgaldame@ubiobio.cl

(*) Magíster en Sociología / Investigador del Centro de Estudios Urbano Regionales / Universidad del Bío-Bío


La Mipyme “nada contra la corriente” Por: Benito Umaña Hermosilla (*)

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risis económica, catástrofes naturales y competencia cada día en aumento, es el ambiente en que las empresas tienen que sobrevivir. Dicho ambiente se hace más complejo si nos referimos a las Mipymes, donde debemos agregar otros factores tanto o más complejos como la falta de financiamiento, dificultad para obtener recursos, excesiva burocracia, ventajas comparativas por tamaño, entre otros. Ante tan desolador panorama se podría pensar que no queda otra alternativa que bajar la cortina, pero sabemos que esta medida será lo último que adoptarán nuestros micro y pequeños empresarios, ya que están acostumbrados a “nadar contra la corriente”. Felizmente, es habitual conocer casos de Mipymes exitosas que logran superar la adversidad y ver factores comunes entre ella: la capacitación, conocimiento del mercado, eficiente gestión, diferenciación, calidad del producto. Un mercado agresivo obliga a tener una actitud menos pasiva, debemos ser proactivos, la pasividad no está permitida.

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De nuestro estudio uno de los aspectos que resultan más preocupantes es que ante la pregunta: ¿Por qué considera exitosa la empresa? Un 65,7 responde que la razón del éxito es el mayor tiempo de permanencia en el mercado. Si bien en estudios similares, a nivel europeo, el tamaño también es considerado un factor de éxito, los empresarios consideran como variable de éxito otras muy diferentes como formación del personal, innovación, calidad del producto o servicio, capacidades de marketing. Creo que hacia estos factores deben apuntar las Mipymes locales para lograr el éxito, deben cambiar la actitud y ser aún más innovadores. Las exigencias del mercado lo hace necesario.

Diario La Discusión / Martes 6 de julio 2010 / Economía / Pág. 10

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benito@ubiobio.cl

(*) Doctor en Contabilidad y Finanzas / Académico Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío-Bío


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El Bicentenario Republicano desde la regi贸n Por: Marco Aurelio Reyes Coca (*)


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onstituye una visión distinta propia del revisionismo histórico, enfocar el desarrollo republicano de dos siglos, desde una perspectiva regional en un estado-país centralizado y hegemónico como el nuestro, herencia del régimen monárquico español, del siglo XVI.

La conquista de Concepción fue parte del proyecto hispanizador de Pedro de Valdivia, consolidado en la erección de una frontera "Alerta Roja” en el Bío-Bío, frente al impenetrable “Arauco indómito". Jamás descartó la idea de clavar a orillas del Bío-Bío, la bandera de Carlos V. Instala a la Concepción como ciudad castrense, capital militar del reino, asumiendo el alto costo de pérdidas de vidas españolas en la “guerra de Chile” (mal llamada de Arauco). En los comienzos del siglo XVII, Alonso de Ribera instituye el Ejército Nacional gracias al impuesto del Real Situado. Concepción pasa a ser un bastión fortificado, con el fuerte de la Planchada, constituyéndose en sede de los gobernadores de Chile durante el siglo XVI, como también del obispado de la Imperial. Es clave para conformar la sociedad penquista (Penco), con una castrocracia, sociedad militarizada, que tendrá amplia repercusión en la vida nacional. Durante el régimen borbónico, la región se abre a los circuitos comerciales de norteamericanos, ingleses, franceses y bonaerenses. Surge una burguesía mercantil que se une a la rancia estirpe pencopolitana de los terratenientes y encomenderos. Este privilegiado grupo social y económico goza de un espíritu liberal alejado de las ideas coloniales monárquicas. Sin embargo, los grupos aristocratizantes serán los “Defensores del Rey” durante los acontecimientos previos a 1810. En la región del Bío-Bío se desarrolla el modelo económico “hacia fuera” con vínculos comerciales internacionales y proyectos navieros. Algo insólito para el provincianismo Los sucesos de 1810 ponen en contradicción a los “liberales burgueses” con los aristócratas latifundistas que respetan el “legitimismo monárquico". Los liberales se atrincheran en los “clanes penquistas” encabezados por Juan Martínez de Rozas, interesante personaje destacado por su inteligencia social. Martínez de Rozas es el primer republicano de la región, que se une a los clanes de los ochocientos nacidos en Santiago. Puede señalarse que el “republicanismo criollo” tiene su origen en los clanes penquistas: Martínez de Rozas, Urrutia, Manzano, Sota, Benavente, etc., círculos cerrados a los que se incorporan O’Higgins, Prieto, Vial, Bulnes, De la Cruz y Goyenechea. Serán líderes de la emancipación como directores supremos, generales, ministros, magistrados, "en la temprana república", y como presidentes y ministros. En suma, los grandes procesos históricos nacionales, como los liderazgos de ellos, tienen lugar en la región del Bío-Bío, tales como, Conquista, mestizaje, evangelización, guerra de Chile, republicanismo, emancipación, puesto que existía un avanzado ideario, antepuesto a ideas aldeanas como se supone. Por tanto, el proceso emancipador es breve pero profundo (de O’Higgins a Portales) constituye un “Círculo Virtuoso Regional".

Diario La Discusión / Jueves 5 de agosto de 2010 / Pág. 3

Contacto:

mreyes@ubiobio.cl

(*) Magíster en Educación / Académico Facultad de Educación y Humanidades / Universidad del Bío-Bío

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T Postnatal de calidad Por: José Luis Ysern de Arce (*)

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odos sabemos que la familia es la base de la sociedad. Sabemos que de ella depende en gran parte la felicidad de las personas y, por lo tanto, la buena salud mental de cada uno de nosotros. Un factor fundamental para el buen desarrollo psicológico de todo hombre y de toda mujer es el apego que experimenta el niño desde recién nacido, con las figuras significativas para él, como son las figuras paternas. A través de serios estudios científicos se ha demostrado que aspectos, tanto positivos como negativos, de la personalidad de los adultos, tienen sus raíces en la forma como se hayan vivido el sentimiento de apego en los primeros meses de vida. Así, por ejemplo, hoy se sabe muy bien que el sentimiento de seguridad o inseguridad, la experiencia de baja o elevada autoestima, las relaciones interpersonales cordiales o más bien agresivas, el estresarse y angustiarse con más o menos facilidad, saber superar con quietud de espíritu y corazón pacífico las dificultades, etc., son maneras de ser y actuar que tienen mucha relación con el modo de apego que se vivió durante los primeros meses de vida.


La primera figura de apego para el niño es la madre. Como dicen los psicólogos especialistas en la materia, durante los primeros meses de vida el niño vive con su madre una relación muy única, marcada por un fenómeno llamado “anualismo”, y que va asociado a esa percepción de seguridad e inseguridad que desarrollará el niño con relación a sí mismo y a las personas del entorno. Es decir, durante los seis primeros meses de vida, la relación del niño con su madre es tan peculiar, que este recién nacido no es capaz de distinguir entre la realidad de su madre y la realidad de sí mismo: es como si él y su madre fueran la misma y única persona (adualismo); sólo más tarde y a medida que pasa el tiempo, ya podrá darse cuenta de que él y su madre son dos realidades diferentes (dualismo). Esta es una de las razones por las que es importante que la madre pueda permanecer junto a su hijo recién nacido la mayor y mejor parte del tiempo posible. Se trata de estar junto al hijo no sólo mucho tiempo, sino sobre todo, un tiempo bueno y amable; tiempo de buena calidad, libre de tensiones, sin precipitaciones, estrés ni angustias.

Un país como el nuestro, en el que se supone que hemos desarrollado un aceptable nivel de vida (aunque todavía con importantes limitaciones), en el que con frecuencia se presume de estándares económicos de alto nivel, y en el que la mujer va tomando cada vez roles más importantes en la sociedad; un país así debiera otorgarse una legislación social que fuera capaz de hacer compatible para la madre una excelente vida familiar y una mejor integración laboral. Para un postnatal más saludable desde el punto de vista de la salud mental, parece lógico que la madre pueda dedicarse por entero al recién nacido, por lo menos durante los primeros seis meses de vida, y que esta dedicación no impida o dificulte su desempeño laboral a plena derecho. Si nuestra sociedad no es capaz de hacer compatibles estos derechos tan importantes para la vida de la familia, para el desempeño personal y profesional de la mujer, y para el desarrollo más sano del niño recién nacido, quiere decir que todavía está lejos de haber logrado el modelo de desarrollo requerido para una sociedad más justa y humana. Ahí está el desafío para que entre todos lo enfrentemos con esfuerzo y buen ánimo.

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Diario La Discusión / Domingo 15 de agosto de 2010 / Pág. 3

Contacto:

(*) Doctor en Psicología / Académico Facultad de Educación y Humanidades / Universidad del Bío-Bío

jlyda@terra.cl


Transporte Público Urbano en el Gran Concepción: Problemáticas y participación ciudadana Por: Manuel Albarrán Ulsen (*)

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A

l plantearnos sobre el sistema de transporte público urbano nos referimos a un fenómeno transversal y multidimensional que involucra a la sociedad en su conjunto, que impacta visiblemente el espacio físico de un territorio determinado y que trae consigo una serie de factores asociados, como son la infraestructura vial, el ordenamiento territorial y la construcción de un tipo de ciudad en sus dimensiones económicas, sociales y ambientales. Actualmente, en el Gran Concepción este sistema presenta una serie de problemáticas que aún no han sido superadas, aún cuando están evidenciadas e identificadas por estudios técnicos financiados por el Estado y realizados por el sector privado, como por los propios usuarios, a través de talleres de participación ciudadana, implementados en el marco de estudios realizados por la Universidad del Bío-Bío e Innova regional. Estas problemáticas del transporte público urbano se hacen evidentes con mayor fuerza debido a la falta de coordinación entre actores involucrados, o sea, empresarios, autoridades públicas y usuarios, como por el incremento sostenido de la tasa de motorización y también por la insuficiente planificación urbano territorial, que impactan en la calidad del servicio, la conectividad, la congestión vehicular y la calidad de vida en la ciudad. El transporte público, entre algunas consideraciones, se orienta desde incentivos determinados por la necesidad que generan la oferta y demanda de espacios laborales, servicios y habitacionales, sobre vías, regulaciones y ordenamiento territorial que no tienen una coordinación e integración suficiente en sus definiciones. Estas deficiencias y problemáticas del sistema de transporte público en el Gran Concepción requieren y pueden ser enfrentadas, son necesarios esfuerzos que involucre a los actores en sus intereses y necesidades en un proceso participativo, donde se tomen las decisiones de manera inclusiva, considerando la opinión, por medios formales y establecidos, para que de esta forma las políticas que se implementen sean representativas y compartidas por los ciudadanos donde el objetivo central es la construcción de una ciudad amable y virtuosa para el desarrollo de sus habitantes.

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Programa de Políticas Públicas y Ciudadanía / Lunes 13 de septiembre de 2010 / Columnas de Opinión / www.politicaspublicas.ubiobio.cl / Columna publicada, luego de crónica realizada por diario El Sur, el 9 de septiembre de 2010.

Contacto: malbarran@ubiobio.cl

(*) Magíster © Investigación Social y Desarrollo / Director Programa de Políticas Públicas y Ciudadanía / Universidad del Bío-Bío


Mapuches en huelga de hambre: ¿terroristas o presos políticos? Por: Mauricio Rojas Gómez (*)

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e parece urgente tratar un tema que ha quedado parcialmente invisibilizado en este último tiempo, siendo de vital importancia. Hay vidas humanas en juego. Se trata de la huelga de hambre que están llevando a cabo un grupo de compatriotas (pues tienen nacionalidad chilena y nos rige el mismo Estado) de la etnia mapuche, presos por cometer atentados contra la propiedad privada en el sur de Chile. Entre las demandas de los presos mapuches se pueden contar: el fin a la aplicación de la ley antiterrorista, la desmilitarización de las comunidades, no ser sometidos a doble juicios en tribunales militares y civiles, el fin de los “testigos sin rostro” (medida utilizada para proteger la identidad de los que atestiguan en contra de ellos), y la libertad de los que consideran “presos políticos” mapuche. No puedo dejar de contraponer dos situaciones que parecieran estar desconectadas, pero que presentan rasgos afines: los huelguistas mapuche suman, hasta hoy, 35 personas; en el norte de Chile (Copiapó) se intenta rescatar de las entrañas de la tierra a 33 mineros atrapados luego de un derrumbre, producto de la negligencia y falta de escrúpulos de los propietarios de la mina donde trabajaban. La relación obvia es la cifra, 33 mineros y 35 huelguistas; pero, deseo enfatizar otro aspecto: ambos grupos de chilenos son de sectores subalternos, de condición social y económica precaria. Los vinculan dos elementos que, estructuralmente, han sido causantes de marginación y precariedad: la clase y la raza. Sólo falta un tercero, el género, para completar esta tríada nefasta, el cual no se hace visible en esta ocasión pues no hay mujeres involucradas en estas acciones, pero que, sin duda, aún está muy presente como generador de desigualdades. La atención periodística ha estado centrada en el rescate de los mineros del norte. Claro es razonable pues conviene a muchos, sólo por mencionar a algunos: a) el gobier-

no, que ha elevado su popularidad publicitando -hasta el hartazgo- un exitoso proceso de rescate; b) los medios de comunicación, que incluso han farandulizado esta trágica contingencia y obtenido pingües réditos comerciales pues la audiencia (rating) los ha acompañado; c) la sociedad chilena, que aún viviendo el trauma de un funesto terremoto a comienzos de año, ha vivido con el episodio de los mineros una catarsis al constatar que es posible vencer los malos presagios y la adversidad. Pero, ¿y los 32 mapuches? Éstos presentan para la población, los medios y el gobierno una situación ambivalente. Quizás porque no sabemos enfrentar como país lo que está ocurriendo. Por ello, y sólo como un elemento más para el debate propongo lo siguiente: clarificar la condición de quienes han radicalizado su postura adoptando una huelga seca (no ingerir alimentos ni agua). En primer lugar, definir cómo tratarlos: ¿son terroristas, son presos comunes, o son presos políticos? Si admitimos el primer caso, serían merecedores de aplicarles la ley antiterrorista; si la segunda opción, entonces, debería aplicárseles la legislación penal; sólo en la tercera de las posibilidades la situación se torna distinta. A propósito, lo que pareciera no estar en discusión es que las personas en huelga han cometido acciones que afectan a otros: quemas de casas, graneros, maquinarias y medios de transporte, en resumen han realizado actos que la legislación que nos rige a todos, considera delictuosos. El problema coyuntural es si esas acciones son consideradas terroristas o no. El gobierno establece, cada vez con menos fuerza, que lo descrito son hechos que ameritan encauzar a quienes los cometieron bajo la ley antiterrorista. En cambio, los mapuche, y quienes han hecho causa común con ellos, interpretan el presidio de quienes llevaron a cabo estas acciones como el de "presos políticos". Dilucidar este dilema no es sólo semántico, sino que muy práctico: por ejemplo, la condena para un sujeto que realizó una determinada


acción, bajo la ley antiterrorista podría llegar a alcanzar a 80 años de presidio, en tanto bajo el Código Penal podría sumar 15 ó 20 años.

nos ha provocado una sordera social de tan estridente que es: estos conflictos se agudizan desde las desigualdades de todo tipo.

Los problemas sociales, mapuche o de otro tipo, son problemas políticos y deberían ser considerados como tales a la hora de implementar soluciones. No estamos con ello eximiendo de responsabilidad a los huelguistas. Si la sociedad chilena, con todas las tensiones que ello implica, ha considerado adecuado darse una forma de organización estatal como la que tenemos vigente, debería respetarse. Pero, tampoco es dable catalogar reivindicaciones políticas de antigua data como terroristas. La quema de predios e instalaciones, si es que se acreditan los hechos y las personas, tienen penas definidas. Es muy lamentable que ello haya ocurrido a otros compatriotas, pero ello no basta para definir de terroristas a quienes las realizaron. Ahora bien, hay otro punto que subyace a lo anterior: Chile debe asumir su condición de Estado multinacional. Somos un Estado compuesto de muchas naciones, donde incluso deberían contabilizarse a personas que se sienten ligadas a determinados grupos étnicos. Este es un primer aspecto; y el otro, es un secreto a voces tan inmenso que a veces

Quizás no seamos nosotros quienes podamos experimentar la solución a estos males que nos aquejan como país, pero sí nos compete visibilizarlos, abordarlos con humildad, apertura y afán de construir una sociedad mejor para todos. Ello ayudará que episodios como los que están sufriendo hoy 33 mineros quienes, a pesar de conocer lo precario de sus condiciones de trabajo, fueron a las profundidades de la mina para conseguir el sustento; y que 35 mapuche en huelga de hambre puedan desistir de su acción cuando convivan en una sociedad que consideren más justa y equitativa. Donde sus condiciones de vida no dependan de su origen y su sustento, como el de otros millones de chilenos en condición vulnerable, no sea una insoportable lucha cotidiana. Por ahora, no queda más que ejercer una espera activa, confiando que la buena voluntad impere y esos compatriotas de la nación mapuche puedan ser escuchados en justicia.

Tribuna Universitaria / Miércoles 22 de septiembre de 2010 / www.ubiobio.cl

(*) Doctor en Historia / Académico Facultad de Educación y Humanidades / Universidad del Bío-Bío

Contacto: mrojas@ubiobio.cl

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Ñuble región, ¿Eterno proyecto o política pública? Por: Álvaro Acuña Hormazábal (*)

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a idea de que Ñuble sea una región nace ya hace muchos años atrás fruto de un grupo de personas comprometidas con el desarrollo local, que visualizaron en esto un potencial para el progreso de la provincia, sus comunas y por supuesto su gente. Esta idea ha buscado transformarse en un proyecto para poder ser presentada a las autoridades. Es así como hemos visto la creación de un comité para su implementación, el cual entre otras cosas encargó la realización de un estudio para ver su factibilidad y ha realizado mucha difusión de la iniciativa entre la comunidad para conseguir más adeptos. Con todo esto, hoy podemos señalar que contamos con un proyecto formal, que puede ser presentado a las máximas autoridades del país (ya se presentó al poder legislativo), pero, en Chile, con su sistema político, no basta, no es suficiente para que la idea, que ya es un proyecto, se concrete y convierta en una política pública de desarrollo local.

Entonces cabe preguntarse, ¿Qué más se necesita para que una idea de tantos años, liderada por un equipo de personas comprometidas con la iniciativa, que desarrollaron los esfuerzos para generar un proyecto, se pueda concretar? En Chile, para que un proyecto se convierta en política pública, además de las voluntades ciudadanas, necesita además del apoyo político partidista, tanto de senadores y diputados de la localidad, como la de alcaldes y concejales de las comunas en cuestión; y del apoyo de una entidad técnica que le dé el fundamento necesario para su justificación, capaz de generar los estudios necesarios para verificar su factibilidad y las estratégias que permitan su desarrollo.

Hoy claramente se sigue contando con las voluntades ciudadanas, el sector político está presente, los alcaldes de Chillán, Pinto y Portezuelo ya forman parte del comité “Ñuble Región” y algunos parlamentarios ya han dado públicamente su apoyo a la iniciativa. Además la Universidad del Bío-Bío está desarrollando planes que le permitan convertirse en esa entidad técnica que el proyecto necesita como tercer pilar que falta para contar con todos los elementos que permitan que el sueño se vuelva realidad y Ñuble, finalmente, logre ser región. Claro está que los integrantes de estos tres pilares (ciudadano, político y tecnico) deberán trabajar en equipo para lograr el objetivo. Hoy estamos cada vez más cerca, pero para lograrlo, este nuevo equipo debe contestar las siguientes preguntas: ¿Por qué Ñuble debe ser Región?, ¿Cuáles son las fortalezas de la localidad que se pueden desarrollar para sustentar la futura región?, ¿Cómo esas fortalezas se materializan en un desarrollo local equilibrado y equitativo para su gente?, ¿Esas fortalezas no pueden ser desarrolladas siendo Ñuble una provincia? Estas preguntas deben tener respuestas sólidas, de lo contrario, esta idea de tantos años no se justificaría y el sueño sólo quedaría en eso, ya que si no se justifica, no nos podemos dar el lujo como país de distribuir y asignar recursos a un proyecto que no es rentable socialmente ni económicamente.


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Contacto: Diario La Discusión / Lunes 11 de octubre de 2010 / Opinión / Pág. 3

aacuna@ubiobio.cl

(*) Magíster en Gerencia y Gestión Pública / Académico Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío-Bío


Las dos caras del Bicentenario: Septiembre y la historia patria Por: Bernardo Arévalo Vilugrón (*)

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n nuestra vida como chilenos, al margen de las fechas íntimas o familiares, desde niños aprendimos que los meses de mayo y septiembre eran distintos, tenían algo indescifrable donde se confundían sones marciales, flores y orgullo. Luego comprendimos que mayo era el mes del mar, marcado por la hazaña de Prat y sus compañeros, el otro, septiembre, era el cumpleaños de la Patria, mes hermoso que llegaba con la alegría de la primavera, y los pájaros de papel multicolor llamados volantines que surcaban el cielo, avisando que el duro invierno, en el Angol fronterizo igual que a los españoles, había sido derrotado.

Las expectativas en decepciones”. Esto lo afirmaba el destacado hombre público de la época Enrique Mac Iver, interpretando el ambiente pesimista que había reemplazado a la euforia de los años inmediatamente posteriores a la guerra. La proximidad de las celebraciones no cambió el ánimo de nuestros compatriotas, y mucho de presagios negativos tuvo dicha actitud. El Presidente de la República, Pedro Montt, falleció cuando viajaba a Europa por razones de salud, el vicepresidente Elías Fernández Albano, luego de la ceremonia del tedeum del Centenario también fallece, afectado por una súbita enfermedad, debiendo presidir las fiestas Emiliano Figueroa.

Este septiembre 2010 es especial, no sólo Chile cumple un año más, sino que cumple 200 años desde el momento en que se inició el proceso independentista que culminaría en 1818 con la independencia definitiva.

Según lo registran cronistas de la época, los actos centenarios fueron actividades preferentemente privadas, desarrolladas en las mansiones de familias aristocráticas santiaguinas, cuyos palacetes, deteriorados por el tiempo, habían sido remozados con dineros fiscales.

Hoy celebramos el Bicentenario y es interesante reflexionar acerca del ambiente y los actos conmemorativos, de las coincidencias tristes o alegres, entre el Centenario y el Bicentenario, entre 1910 y 2010. Chile Centenario era un país con un pasado reciente de luces y sombras, en las últimas décadas habíamos demostrado nuestro poderío militar y nuestro respeto a los Tratados en la Guerra del Pacifico y, en 1891 nos habíamos destrozado en una guerra civil insensata que significó la muerte de 10.000 compatriotas, cifra mayor en vidas humanas chilenas que las sufridas en la Guerra del Pacífico. Los chilenos no estábamos contentos como sociedad hace 100 años: “Parece que no somos felices. Se nota un malestar que no es de cierta clase de personas, ni de ciertas regiones del país, sino de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan, la holgura antigua se ha tornado en estrechez la energía para la lucha por la vida, en laxitud, la confianza en temor.

El pueblo alejado de toda inquietud cívica, viviendo su mísera realidad cotidiana observaba, con curiosidad, los desfiles por las calles principales de elegantes personajes extranjeros, vestidos con llamativos uniformes y acompañados por elegantes jóvenes y señoritas de las familias aristocráticas, sirviendo de guías para llevarlos a los conciertos del Teatro Municipal, a la Parada Militar o, a los bailes en los salones de ciertos palacios de la aristocracia, que en honor de la Patria y de los personajes extranjeros se ofrecían. Puede ser interesante repetir la pregunta formulada hace cien años: ¿Estamos contentos los chilenos de cara al Bicentenario? No tenemos hoy un doctor Valdés Canje, ni un Emilio Recabarren que afirmaba en esos años. ! Los trabajadores no tenemos nada que celebrar. Buscar hoy una respuesta, no es tarea fácil, ¿tiene algún


significado profundo hablar de Chile como sinónimo de sociedad homogénea que deja a todos conformes? En Chile coexisten muchos Chiles, representativo, cada uno de ellos, de sectores políticos, sociales y económicos distintos. Por lo tanto, sería soberbia pretender representar los sentimientos de la generalidad del país desde la óptica estrecha y parcial de un sólo sector socio económico o político. Sostenemos que en este Bicentenario, los contentos de 1910, siguen contentos porque su Chile ha logrado progresar en el concierto de las naciones. Económicamente han superado las amenazas políticas que en momentos cercanos, hicieron peligrar su permanente hegemonía, viven en la sociedad abierta postulada por Popper, aquella sociedad caracterizada según sus seguidores, por ser la única que garantiza la libertad. Nadie tiene derecho a impedir que los contentos, disfruten su alegría por el Bicentenario, ni nadie impedir la inconformidad y desazón de quienes ven transcurrir la historia patria plagada de promesas acerca de un futuro esplendor, que se aleja como los espejismos que alegran y martirizan a los desesperados, que en la pampa salitrera, descrita por Neruda como “salitre, harina de la luna llena, cereal de la pampa calcinada”, han perdido el rumbo.

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Ellos, los disconformes o no contentos, en los cien años recientes, sin tener participación decisiva, no sólo han conocido, sino también sufrido las consecuencias negativas de catástrofes naturales, terremotos, maremotos, vulcanismos, terremotos blancos o sequías. Junto a traumatismos políticos, violencias sociales, experimentos y fracasos económicos con amargas consecuencias en sus niveles de vida. Después de doscientos años ellos siguen poseyendo como activo económico, sólo su condición de masa laboral, cada día con menos peso y presencia en las decisiones de la sociedad chilena. No podemos pedirles que acompañen a las comparsas de los contentos.

Tribuna Universitaria / Jueves 11 de noviembre de 2010 / www.ubiobio.cl

Contacto: barevalo@ubiobio.cl

(*) Diplomado en Sociología / Postitulo en Responsabilidad Social Universitaria / Académico Facultad de Educación y Humanidades / Universidad del Bío-Bío


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Rol de los municipios en la evaluaci贸n ambiental Por: Pedro Cisterna Osorio (*)


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l mayor conocimiento de los temas ambientales ha derivado en medidas de carácter político-administrativas tendientes a generar instrumentos que permiten la protección de los recursos naturales. Esta tendencia de crear instrumentos e instituciones que regulan las actividades en pro del medioambiente ha llegado a las instituciones más cercanas a la comunidad, los municipios, y es así como hoy tienen que cumplir roles que antes de la entrada en vigencia de la Ley 20.417 no estaban entre sus competencias. De hecho, la modificación del artículo sexto de la Ley Orgánica de Municipalidades, impulsada por la Ley 20.417, está enfocada a darle más prioridad al tema ambiental dentro de los planes, programas y proyectos municipales. Específicamente, éste incorpora aspectos de tipo formal como la expresión “medio ambiente”, que sustituye la de “aseo y ornato” y otras más de fondo, pues el municipio debe “proponer y ejecutar medidas tendientes a materia-

lizar acciones y programas relacionados con el medio ambiente” y “aplicar las normas ambientales a ejecutarse en la comuna que sean de su competencia”. A partir de lo anterior, los municipios tienen responsabilidades en los aspectos de gestión ambiental y atribuciones que tienen por objeto velar por el cumplimiento de la normativa a nivel comunal. Por otra parte, el artículo noveno de la misma ley incorpora a las municipalidades en la evaluación ambiental, ya que éstas deberan pronunciarse respecto a los proyectos que se apliquen en su territorio, verificando la concordancia que existe entre las actividades y los planes o programas municipales, de tal modo que, a parte de tener un rol en la gestión, también estarán presentes en la planificación ambiental de sus comunas, pero su concreción dependerá en gran medida de la incorporación de profesionales competentes en este ámbito.

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El Diario de Concepción / Miércoles 29 de diciembre de 2010 / Pág. 2

Contacto: pcisterna@ubiobio.cl

(*) Ingeniero Civil Químico / Director Diplomado Ingeniería Sanitaria y Ambiental / Académico Facultad de Ingeniería / Universidad del Bío-Bío


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Comprando dólares, comprando ilusiones Por: Mauricio Gutiérrez Urzúa (*)


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a presente semana, el Banco Central de Chile anunció la intervención del mercado cambiario mediante la compra de 12.000 millones de dólares por un período de 12 meses, con la finalidad de aumentar el tipo de cambio, es decir, apreciar el dólar o depreciar el peso. Esta medida está avalada por la confianza y credibilidad del instituto emisor y presionada fuertemente por el sector exportador local. Transcurrido un par de días, el efecto inmediato fue un aumento en 30 pesos del dólar, pero surge la pregunta ¿Qué impacto tendrá esta medida sobre el tipo de cambio de mediano y largo plazo?

La respuesta a la pregunta anterior está relacionada con la situación macroeconómica en el mercado internacional, la cual no ha sufrido grandes variaciones, ya que el panorama en Europa presenta riesgos de insolvencia o falta de liquidez en importantes actores de la eurozona, en donde destacan España, Portugal, Grecia, e Irlanda. Tampoco se observan grandes cambios en Estado Unidos y Asia Consideremos algunas variables relevantes. El precio de los commodities está alcanzando niveles destacados, el cobre se está transando a 4,45 dólares la libra, situación que es particularmente relevante para Chile. Por otra parte, el barril de petróleo WTI se cotiza a más de 90 dólares y con expectativas de seguir creciendo. Las tasas de interés en Asia y especialmente en Estados Unidos, continúan siendo bajas y con expectativas de mantenerse en esos niveles por un tiempo, (QE2, etc.) Estas simples consideraciones podrían atenuar el impacto de la medida tomada por el Banco Central, ya que el alto precio del cobre va a provocar un el ingreso de un importante flujo de dólares al país. El alto precio del petróleo, acompañado de un incremento del tipo de cambio, podría provocar presiones inflacionarias, llevando a incremento en la tasas de interés, tanto de corto y de largo plazo y a su vez éstas mayores tasas de interés van a atraer un importante flujo de divisas, aprovechando las oportunidades de arbitrajes que ofrece el mercado local (cross currency swaps). Me atrevo a pensar y a recordar que en el año 2010 los bancos centrales de Brasil, Colombia, Perú y Corea introdujeron medidas para aumentar el tipo de cambio, pero sólo fueron “golondrinas que no hicieron verano”

Diario El Sur / Lunes 10 de enero de 2011 / Nacional / Pág. 18

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mauricio.g@ubiobio.cl

(*) Doctor en Finanzas / Académico de la Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío-Bío

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Rol de las universidades públicas Por: Héctor Gaete Feres (*)

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l Ministro Lavín anunció que 2011 será el año de la Educación Superior y nos alegramos por ello. Nos parece determinante iniciar una reforma que sustituya el añejo articulado del sector en la actual Ley General de Educación, que se mantuvo desde la anterior Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, formulada en los años 80.

Este nuevo emprendimiento se caracterizará por tocar una pieza estratégica del país, que marcará su tipo de desarrollo futuro. Los componentes necesarios para lograr un determinado fin son siempre múltiples, pero uno estratégico es aquel que marca la diferencia esencial por ser determinante para el logro de las metas. Es estratégico aquel recurso que cualifica la meta o el resultado final y sin el cual éste pierde relevancia, prestancia, significación, calidad, trascendencia o sentido con relación a la imagen-objetivo que se pretende alcanzar. Chile se ha propuesto la meta de asegurar igualdad de oportunidades a todos sus hijos. Frente a este noble e inmenso desafío, hay a lo menos dos obstáculos clave: 1.- Las estructurales diferencias de inicio entre las familias y entre las personas, que dejan a gran parte de ellas en condiciones de desventaja tal que les resulta imposible acceder a la oferta democrática del país. 2.- El escaso poder adquisitivo de las grandes mayorías para acceder a un conjunto de bienes y servicios, más allá de los de sobrevivencia, que son necesarios como “piso” para un desarrollo integral de las familias y personas y permiten eliminar o corregir las desventajas de inicio indicadas en el punto anterior.


El primero es un asunto neto de educación y el segundo es un derivado del mismo, por cuanto el ingreso es una función directa del nivel educacional. Estos dos lastres presentan hoy a Chile como un país fuertemente segregado por la desigualdad; de hecho estamos entre los diez más desiguales del mundo.

En el año de la Educación Superior se requiere de una profunda reforma y la nueva ley debe incorporar un capítulo específico para las universidades del Estado, porque son un factor estratégico sin el cual la Nación pierde potencia, porque el sentido de NACIÓN no es la simple suma de los esfuerzos e intereses individuales o corporativos.

Por la especificidad de esos dos problemas, el factor clave para avanzar en su solución lo constituye la educación porque es desencadenante de la potencialidad de las personas.

Debemos ser capaces de enfrentar este asunto con visión de Estado y en un marco de valores compartidos, para poder fortalecer a las universidades propiedad de todos los chilenos en su rol de referentes para todo el sistema de educación superior, que nos garantice la transmisión de esos valores.

Tras ese propósito las universidades estatales son instrumentos esenciales. Su carácter público resulta estratégico. El Estado de Chile es propietario de 16 universidades sobre las cuales tiene control direccional para impulsar sus objetivos estratégicos en formación de capital humano, creación y difusión de conocimiento y extensión cultural y lo puede hacer en el marco de los valores y principios republicanos que declara sostener y fomentar. A diferencia, las instituciones privadas pueden o no realizar el mismo esfuerzo, aunque siempre orientadas por sus particulares visiones de país.

Para que el 2017 alcancemos la meta del desarrollo propuesta por el Presidente Piñera y para que 2011 sea el año de la Educación Superior planteado por el Ministro Lavín, varios son los componentes que han de concurrir; pero para cualificar esas metas, para que no pierdan relevancia, prestancia, significación, calidad, trascendencia o sentido con relación a la imagen objetivo que pretendemos, es decir, para tener un Chile que sea mas CHILE para todos, la universidad estatal es un recurso estratégico.

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Diario El Mercurio de Valparaíso / Miércoles 12 de enero de 2011 / Opinión / Pág. 21

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hgaete@ubiobio.cl

(*) Doctor en Gestión y Valoración Urbana / Rector Universidad del Bío-Bío / Académico Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño / Universidad del Bío-Bío


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Aporte social de universidades: tema pendiente Por: Elízabeth Grandón Toledo (*)

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ltimamente hemos visto en la prensa nacional un aumento en los rankings o sistemas de referencias comparadas para definir la productividad y la calidad de las universidades como una forma de entregar información para la toma de decisiones de los futuros universitarios y como referente para la definición de políticas públicas. Estos rankings consideran principalmente los índices de acreditación institucional, de programas de pre y posgrado, número y calidad de sus publicaciones científicas y en el grado académico que tiene su planta de profesores. La mayoría se basa en rankings extranjeros publicados por instituciones como la Carnegie Foundation, U.S. News y World Report. Sin embargo, esta forma de comparar instituciones deja de lado otros factores que también son altamente valorados por la población. En Estados Unidos ha surgido la necesidad de “rankear” universidades con otros parámetros igualmente válidos a los ya mencionados. Por ejemplo, la revista sin fines de lucro Washington Monthly, fundada el año 1969, publica desde hace algunos años el “Ranking de Universidades de acuerdo a su contribución al bienestar social” (www.washigtonmonthly.com/college_guide), donde incluye facto-


res como la movilidad social, la investigación y el servicio. La movilidad social se mide en términos del número de estudiantes que ingresan y se gradúan y que provienen de los estratos de ingresos más bajos de la población. Se considera además la tasa de retención de estudiantes y el tiempo de permanencia en sus estudios, entre otros indicadores. La investigación se mide en cantidad de dólares invertidos en esta actividad, número de estudiantes de pregrado que continúan estudios de doctorado, número de doctores graduados en las áreas de ciencia e ingeniería, y otros indicadores asociados. Finalmente, el servicio entendido como la motivación al estudiante de entregar alguna contribución a su región y país después de egresado, se mide en el porcentaje de fondos federales de estudio/ trabajo que se destinan a servicio comunitario, en el número y porcentaje de egresados que sirven en instituciones como el Cuerpo de Paz, el Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de Reserva (ROTC), y otros. En los rankings de contribución social efectuado por Washigton Monthly (2009-2010), donde se incluye una muestra de más de 250 universidades, se menciona que 13 de las 20 mejores universidades rankeadas son estatales comparadas con las 20 mejores universidades rankeadas por U.S. News y World Report las cuales son todas privadas. Concluyen así la importancia de las universidades estatales en su contribución social y mencionan a la Universidad de California como un ejemplo de esto. Si en países desarrollados como Estados Unidos ya se ha comenzado a implementar este tipo de comparaciones entre instituciones, ¿por qué no en Chile comenzamos, además, a incorporar criterios que den cuenta de la contribución social que realizan las universidades?

Diario El Sur / Viernes 14 de enero de 2011 / Crónica / Pág. 6

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egrandon@ubiobio.cl

(*) Ph.D. In Business Administration / Académica Facultad de Ciencias Empresariales / Universidad del Bío-Bío

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Participaci贸n ciudadana y descentralizaci贸n Por: Sergio Moffat L贸pez (*)


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os acontecimientos ocurridos en Magallanes, desencadenados por una sorpresiva y significativa alza del gas, permite deducir un conjunto de reflexiones preliminares: el conflicto aglutinó a toda la comunidad regional; La movilización social se realizó en general de manera pacífica; La autoridad regional, perdió toda capacidad de diálogo con la comunidad por su prematuro e irrestricto apoyo a la medida. De hecho, la postura del nivel central fue finalmente asumida por el subsecretario del Interior y el Ministro de Energía; El liderazgo de la movilización fue asumido por representantes de la llamada Asamblea de la Ciudadanía. Su legitimidad fue reconocida por el Gobierno, que negoció el acuerdo, al que después, adhirieron los líderes formales: alcaldes y parlamentarios. A partir de ese somero punteo descriptivo y de los otros antecedentes del conflicto, se puede deducir lo siguiente: La necesidad de tener políticas públicas con expresión territorial, que se hagan cargo de las particularidades de las regiones y localidades es una cuestión que, incluso antes de este último conflicto, estaba relevándose como un tema que no se puede seguir eludiendo. Aspectos climáticos, étnicos e identitarios han estado presentes en varios de las últimas movilizaciones; A partir de esta última experiencia, la organización de la sociedad civil, en demanda de una reivindicación, ha demostrado tener potencial para modificar decisiones tomadas desde el centro. Los liderazgos formales, en cambio han resultado o ineficaces o insuficientes; La ciudadanía esta lejos de asumir una actitud distante o prescindente cuando las decisiones de la autoridad central los afectan en sus intereses; Esto pone de manifiesto la necesidad de no restringir la participación democrática a la sola elección de autoridades. Lo importante es cuántas veces y en qué materias los ciudadanos serán consultados. Al respecto, las consultas vinculantes que son comunes en muchos países desarrollados aparecen como un aspecto clave en la profundización de la democracia; por último, de esta experiencia se desprenden nuevos y poderosos argumentos para darle un impulso significativo al lento proceso de descentralización, que permita canalizar las legitimas demandas regionales a través de una nueva institucionalidad, que incluya autoridades regionales elegidas y espacios reales para la participación de la sociedad civil regional.

Diario El Sur / Domingo 23 de enero de 2011 / Nacional / Pág. 27

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smoffat@ubiobio.cl

(*) Arquitecto / Director del Centro de Estudios Urbano Regionales / Universidad del Bío-Bío

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La ciudad después del terremoto Por: Roberto Lira Olmo (*)

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no de los conceptos más repetidos entre los arquitectos luego del terremoto, hace un año es que, a pesar de la tragedia la destrucción, nuestras ciudades nos daban la oportunidad de reconstruir según ideas más modernas, más planificadas, más preocupados por la calidad de vida, más de acuerdo con una visión integral de la ciudad.

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Los esfuerzos de reconstrucción todavía no parecen encaminados completamente en esa dirección. Es comprensible, ya que la urgencia mayor es darle casa a quienes la perdieron y los temas de materiales, subsidios, demoliciones, limpieza e incluso los políticos aún copan nuestra agenda. Sin embargo, no debemos dejar en el olvido esas oportunidades. Lo urgente no debe limitar lo importante. Dos ideas del movimiento denominado el “Nuevo Urbanismo” parecen especialmente adecuadas a la situación: la ciudad se debe construir a la escala humana y el espacio público debe tener las condicionantes del arte. La primera implica que las autoridades deben asegurarse de orientar el poder del aparato administrativo y también de las fuerzas del mercado para crear una ciudad en que el espacio público acoja las complejas necesidades que nuestra sociedad requiere de su ecosistema. Estas necesidades no sólo tienen que ver con vivir en un entorno libre de amenazas a la salud y la seguridad, sino también con aquellos elementos que hacen que valga la pena vivir. Entre ellos, fomentar el sentido de comunidad, de sentirse parte y actores de las soluciones y de que ellas estén acorde con nuestros valores. Sobre estos hace falta más investigación. La segunda tiene que ver con que el espacio público es más que un simple conector. Debe, en cambio, tener una condición estética que nos haga sentirnos inmersos en la belleza. Debemos hacer un esfuerzo por poner diseño en nuestras veredas, en los paraderos, en la arborización, las paredes y, en general, en el mobiliario urbano y los edificios que lo conforman. No nos basta la simple satisfacción de necesidades funcionales. La belleza también es importante. He visitado varios campamentos de mediaguas y me sorprende los esfuerzos que han hecho los pobladores de agregar la categoría estética a sus precarias condiciones de vida. Un hilerita de piedras pintadas, la pintura de las fachadas, unos arbolitos en las calles provisorias. Aprendamos de ellos y apliquémoslo en toda la ciudad. No dejemos pasar esta oportunidad.


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Tribuna Universitaria / Lunes 28 de febrero de 2011 / www.ubiobio.cl

Contacto: rlira@ubiobio.cl

(*) Master in City Planning / Master in Landscape Architecture / Académico Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño / Universidad del Bío-Bío



Editora: Valentina Álvarez Araya Diseño & Ilustraciones: Benjamín Kloss Orellana ISBN 978-956-7813-80-3



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