Un proyecto de Women Together en su línea de apoyo, documentación y preservación del patrimonio cultural de los pueblos indígenas.
Si el despertar de la conciencia humana sigue una serie de etapas en las que, en primer lugar, se prioriza la supervivencia y el dominio de los recursos naturales, el siguiente paso consiste en la aplicación a otras técnicas “no vitales” de las habilidades manuales adquiridas para la construcción de los cobijos, los utensilios domésticos y las herramientas. Así, llama la atención que los usos de joyas y elementos decorativos para el cuerpo sean más antiguos incluso que el desarrollo de las primeras civilizaciones. Las evidencias más antiguas que se han encontrado del uso ritual de la mostacilla o chaquira, también llamados genéricamente “abalorios”, se remontan a Egipto, Mesopotamia y la India, yendo el arco de sus elementos básicos desde las piedras, huesos, cristales o semillas hasta el oro, el más preciado de los metales. Seguir el desarrollo de la chaquira y descubrir sus distintas modalidades es el fascinante viaje a través del tiempo y el espacio que propone la exposición “El mundo en un hilo”, un proyecto de Women Together que rinde homenaje a esa creatividad innata o compartida que ha hecho del más sencillo de los abalorios no sólo un objeto cargado de simbolismo y referencias etnológicas, es decir un tesoro del imaginario cultural de los pueblos indígenas, sino también un recurso capaz de incorporarse con gran facilidad a los trabajos de los mejores diseñadores actuales y proporcionar recursos para una vida digna a numerosas comunidades de artesanos.
En “El Mundo en un Hilo” exploramos cómo se consumó ese viaje desde los primeros ejemplos hallados en Medio Oriente hasta África, a Marruecos y Kenia, donde adquiere ese característico espíritu multicolor que aún posee, y también hacia las tierras del interior de Tanzania y hacia las tribus del sur del continente. Vemos cómo desde Cabo Verde se exportó la chaquira hasta las tierras de Brasil y Panamá, donde los indios Kuna protagonizaron su gran eclosión. Comprobamos la imaginativa utilización de la chaquira en gran número de utensilios cotidianos por los nativos y cómo llega a Colombia, extendiéndose desde el Putumayo por todo el país, donde surgen fantásticas mezclas de la chaquira con el bordado. Sorprendente son las utilizaciones ceremoniales de los nativos guatemaltecos y la adopción de la técnica por parte de los indígenas de Chiapas, que lo introducen en México y permiten que se creen en ese gran país las sorprendentes esculturas rituales Guaipí de los indios navajos. Hoy que asistimos con preocupación a la pérdida de ese riquísimo caudal de conocimientos inmateriales propio de las comunidades indígenas, nos sentimos orgullosos de poder realizar nuestra humilde contribución a la preservación de ese tesoro de diversidad que es la utilización de la chaquira, registrando sus muchas variedades, valorando su diversidad, mostrando su riqueza y haciendo de esa sencilla piedra o cristal horadado que se acumula hasta ser una unidad reconocible, una metáfora de nuestra propia necesidad del otro y una analogía de esa sociedad que camina unida hacia un futuro mejor
“El Mundo en un Hilo” en Cartagena de Indias
La exposición “El Mundo en un Hilo” inició su andadura el pasado 9 de enero de 2019 en el Centro Artesano de Cartagena de Indias (Colombia), aglutinando un primer conjunto representativo de las modalidades de aplicación de la chaquira en el mundo artesano desde el sureste asiático, África, India y Centroamérica. La inauguración de nuestra muestra coincidió con el festival de música y el de literatura, lo cual motivó una gran afluencia de numerosos visitantes representativos del mundo cultural y empresarial de Latinoamérica, estadounidense y europeo. Durante la semana de inauguración del proyecto, se celebró una interesante actividad abierta al público: el conversatorio (Diálogo/Conferencia) titulado “La evolución de la artesanía como tradición y patrimonio a los mercados actuales”, que planteó las afinidades y diferencias entre la creación artesanal y artística, así como su potencial como recurso para su utilización en el ámbito del diseño y la moda actual.
Las expectativas indican que a lo largo de los meses que estará abierta la exposición “El Mundo en un Hilo” hasta su cierre y antes de iniciar su siguiente itinerancia, habrán pasado por el Centro Artesano unos 5.000 visitantes. Al cierre de la exposición en Cartagena de Indias se recogerá todo el material gráfico y documental que haya generado “El Mundo en un Hilo”. No obstante, adjuntamos archivo fotográfico y detallamos a continuación algunos links donde se podrá observar material gráfico elaborado durante los primeros días de apertura de la muestra. https://twitter.com/noticiasrcn/status/108553010765622 4768?a=12 https://www.lafm.com.co/colombia/proyecto-el-mundoen-un-hilo-busca-exaltar-la-cultura-indigena-en-colombia https://www.youtube.com/watch?v=RmyZvEHqW_s&feat ure=share