Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis- Un sueño que florece, fructifica y se reproduce

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Jardín Botánico José Celestino Mutis. www.jbb.gov.co






Alcaldía Mayor de Bogotá Samuel Moreno Rojas Alcalde Mayor

Junta Directiva Juan Antonio Nieto Escalante Secretario Distrital de Ambiente Carlos Ossa Escobar Rector - Universidad Distrital Francisco José de Caldas Tomás León Sicard Director - Instituto de Estudios Ambientales, IDEA Universidad Nacional de Colombia Germán Galindo Hernández Consultor independiente Ángel Guarnizo Vásquez Coordinador Unidad de Turismo de Naturaleza Instituto de Turismo de Bogotá Eugenia Ponce de León Chaux Directora General - Instituto Alexander von Humboldt

Comité Directivo Herman Martínez Gómez Director Amparo Morales Amado Secretaria General Julio César Pulido Puerto Subdirector Científico Edgar Mauricio Garzón González Subdirector Educativo y Cultural Federico de Jesús Bula Gutiérrez Subdirector Técnico y Operativo Hugo Alejandro Sánchez Hernández Jefe Oficina Asesor Jurídico Francisco Bocanegra Polanía Jefe Oficina de Planeación Claudia Alexandra Pinzón Osorio Jefe Oficina de Arborización Janeth Ardila Ochoa Jefe Oficina de Control Interno

Comité Editorial La edición de las publicaciones del Jardín Botánico de Bogotá se realiza de manera participativa ascendente a través de Comités Operativos integrados por interlocutores válidos de cada subdirección y dependencia, la coordinación editorial y el comité directivo de la entidad. Coordinación editorial general - JBB Litta Buitrago Sandoval Producción editorial Asociación ComunicAcción Portada: Fotografía: David Alexander Zúñiga Restrepo; Retratos de Biodiversidad. Segundo puesto categoría profesional: Concurso de Fotografía José Celestino Mutis, Bogotá, noviembre, 2010. Investigación, compilación y redacción: Esta cronología es el producto del trabajo realizado en diferentes momentos en la que participaron:


Primera etapa: Myrian Torres Parra Jairo Rivera Morales María Andrea Gutiérrez Misas Segunda etapa: Luis Fernando Molina Prieto Tercera etapa: Patricia Jaramillo Martínez Juliana Curcio Valencia Testimonios y revisión de textos en la última etapa: Francisco Sánchez Hurtado Jesús Antonio Robles Romero Miguel Quintero Tania Rodríguez Angarita Ana María Cárdenas Navas Dubán Canal Gallego Compilación de imágenes: Patricia Jaramillo Martínez Bibiana Alturo Mendoza Litta Buitrago Sandoval Adriana Patricia Cifuentes Retoque digital de imágenes: Jovana Noguera Velazco

Edición Patricia Jaramillo Martínez – Litta Buitrago Sandoval Diseño y diagramación Bibiana Andrea Alturo Mendoza Fotografías Archivos personales de los ingenieros Francisco Sánchez Hurtado y Jesús Robles Romero Archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá: • • • • • • • • • •

Luis Emiro Mejía César David Martínez Litta Buitrago S. Oscar antonio Llorente Quijano Carlos Mauricio Villamil Chacón Daniel Rodríguez Juan Camilo Ordóñez Mauricio Garzón González Adriana Patricia Cifuentes Otros no registrados en los archivos

Agradecimientos: A quienes trabajaron en las dos primeras etapas, entre otros no identificados históricamente.

A Martha Liliana Perdomo y Paola Rodríguez Suárez por su confianza. Al Profe Sánchez por su generosidad con su tiempo, espacio, recuerdos y fotografías. A doña Alicia de Mora por sus aportes. Al ingeniero Jesús Robles y don Miguel Quintero por sus valiosos aportes y fotografías A Rosalía Garzón Reyes por sus pesquisas A Andrea Barrero por los Informes de Gestión A Litta por su acompañamiento, aportes y gestión. A Mauricio Garzón G. por su interés. A Adriana Cifuentes por su presta colaboración A Dubán Canal por sus acertadas sugerencias A Herman Martínez por su respaldo. A todos los servidores públicos del Jardín que de una u otra manera aportaron su memoria, conocimiento, tiempo y buena voluntad para hacer posible esta Cronología.

Primera Edición, Bogotá, diciembre, 2010 - ISBN: © Jardín Botánico José Celestino Mutis. www.jbb.gov.co Calle 63 No 68-95 PBX: 4377060. La reproducción total o parcial de esta Cronología debe citar la fuente. Cítese: Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Un sueño que florece, fructifica y se reproduce, Jardín Botánico José Celestino Mutis, Bogotá, 2010.


Contenido

Presentación..........................................................................................7 Capítulo 1 ...........................................................................................10 La génesis de un sueño 1896 - 1954 Capítulo 2 ...........................................................................................19 El sueño 1954 - 1955 Capítulo 3 ...........................................................................................24 Del sueño a la realidad 1955 - 1970 Capítulo 4 ...........................................................................................49 La inauguración del sueño y la despedida del fundador 1970 - 1972 Capítulo 5 ...........................................................................................57 La consolidación del sueño 1972 - 1975 Capítulo 6 ...........................................................................................68 Doña Teresa a cargo del sueño del Fundador 1975 - 1990 Capítulo 7..........................................................................................102 El sueño florece 1990 - 1995 Capítulo 8 .........................................................................................108 El sueño fructifica 1995 - 2008 Capítulo 9 .........................................................................................166 El sueño se reproduce 2009 - 2010


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La naturaleza debe ser la suprema maestra y lema en la disposición de un Jardín Botánico; este no es sino un trasunto de aquella, más accesible que el bosque y la montaña, compendio de la geografía natural en sus más sugestivas manifestaciones, copa cristalina donde bebe el visitante toda la emoción, todo el colorido; todo el contraste, el jugo sutil de los paisajes dispersos1.

1. Enrique Pérez Arbeláez. “Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá, D. E.: su importancia, sus planes y funcionamiento, Bogotá”, 1956, p. 5. En: Mercado T. Cecilia. Historia institucional del Jardín Botánico José Celestino Mutis. Archivo de Bogotá, Bogotá, 2003.

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Presentación

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l Jardín Botánico de Bogotá es el producto del sueño del sacerdote y científico Enrique Pérez Arbeláez, de su infatigable aliada doña Teresa Arango Bueno y una infinidad de amigos, funcionarios y contratistas, el cual florece, fructifica y se reproduce permanentemente y cada vez con mayor cobertura. El documento se construyó a partir de datos históricos, documentos, testimonios, fotografías, narraciones y aportes de funcionarios que como don Miguel Quintero y el ingeniero Francisco Sánchez le han dedicado su vida durante más de 40 años al Jardín, así como las del ingeniero agrónomo Jesús Robles, quien ya cuenta con más de 14 años dedicados a la institución; por tanto constituyen las más profundas raíces vivas del mismo. Incluye también aportes de personas que, como doña Alicia Sánchez de Mora Osejo, han compartido sus recuerdos. Además, se tuvieron en cuenta documentos legales, reseñas, resúmenes, anotaciones, documentación bibliográfica e informes de gestión compilados por la Oficina de Planeación de la entidad. Han sido tantas las personas que han participado en lograr que el Jardín sea hoy la destacada entidad que conocemos, que es imposible nombrarlas a todas, inclusive a la mayoría, así como presentar el sinnúmero de experiencias vividas. No obstante el Jardín mismo es testigo de su labor, la cual es naturalmente motivo de gratitud y reconocimiento por parte no sólo de los habitantes de Bogotá, Distrito Capital, sino de todos 11


los colombianos para quienes el Jardín constituye parte de nuestro patrimonio natural para beneficio y orgullo de todos. Que sea esta una oportunidad para invitar a quienes se sientan artífices del mismo y tengan en su poder documentos, fotografías, anécdotas para que las hagan llegar a la Biblioteca del Jardín y que la entidad misma conserve su memoria. La producción de una historia rigurosa del Jardín Botánico de Bogotá seguirá siendo un proceso largo que podrá complementarse paulatinamente con nuevas contribuciones, tanto a futuro, como con valiosas experiencias anteriores que sean aportadas o narradas por sus autores o sus herederos. Esta Cronología, más que un punto final, pretende ser un punto de partida para tejer la historia del Jardín. En la Cronología el lector encontrará marcadas diferencias entre los años durante los cuales la entidad fue el resultado de una secuencia de esfuerzos

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enormes liderados en principio por el sacerdote y científico Enrique Pérez Arbeláez y, posteriormente, por los directores que continuaron su labor, quienes además del apoyo de sus colaboradores contaron con el de la administración local, el de la empresa privada y de particulares, hasta su incorporación al Distrito Capital en calidad de entidad descentralizada en 1995, cuando empezó a articular su quehacer a los planes de desarrollo propuestos por cada administración. Se leerá entonces como entre 1995 y 1999 se realizó la articulación de la entidad al Distrito y a partir de 2005 la Cronología se elaboró con base en los informes institucionales de gestión, lo cual es evidente tanto en el desarrollo de la entidad como en el texto. Después de leer la cadena de esfuerzos que ha implicado llevar el Jardín al destacado lugar que hoy ocupa, sólo queda agradecer al fundador y a todos los que han aportado a su desarrollo por enriquecer a cada uno de los habitantes de Bogotá, Distrito Capital, a los colombianos y a la humanidad con tan valioso patrimonio y ejemplo. Espero que esta Cronología sea un aporte a la historia del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, una prueba viva de lo que puede lograrse cuando se tiene claro un objetivo y se invierte en ello conocimiento, tiempo, trabajo, cooperación y pasión.

Herman Martínez Gómez Director


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Capítulo 1 La génesis de un sueño 1896 – 1954

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nrique Pérez Arbeláez fue descrito por quienes lo conocieron como un colombiano de carácter recio, un naturalista apasionado y un trabajador incansable que acostumbraba extender sus jornadas desde la madrugada hasta bien entrada la noche. Este hombre ha sido definido por algunos autores como el naturalista más importante que tuvo Colombia en el siglo XX y uno de los botánicos más destacados en la historia de las Ciencias Naturales en el país. El sacerdote y naturalista colombiano Enrique Pérez Arbeláez nació en la ciudad de Medellín el primero de marzo de 1896, en el seno de una familia conformada por doña Carolina Arbeláez Urdaneta y el general Jesús María Pérez. A los cuatro años de edad fue trasladado a Bogotá donde vivió con sus abuelos maternos, doña Enriqueta Urdaneta y el general Juan Clímaco Arbeláez. Como expresión de gratitud por lo años de crianza, Enrique Pérez Arbeláez escribiría la siguiente dedicatoria a su abuelo materno en 1948 en la obra Paisajes, Tierras y Trabajos “Va

dedicada a mi abuelo general Juan Clímaco Arbeláez, quien educó en mí el amor a los árboles y en general a la naturaleza. Fue fundador de Chapinero, el barrio de los jardines. En el parque de la iglesia de Chapinero, en el ángulo N. E., no lejos de la estatua del arzobispo Vicente Arbeláez, hermano de mi abuelo, se levanta un gran eucaliptus, sembrado por éste el 24 de julio de

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1883 para conmemorar con los suyos el primer centenario del nacimiento de Simón Bolívar”2.

Este contexto familiar de personajes intelectuales, militares de batalla y destacados prelados determinó la elevada posición social del padre Pérez-Arbeláez y dejó una profunda huella en su disciplina, rigurosidad, dedicación y relaciones sociales. Su formación intelectual fue profunda y productiva, comenzó siendo alumno de los hermanos cristianos al estudiar su primaria en el Colegio de La Salle y luego de los jesuitas cuando ingresó al Colegio Nacional de San Bartolomé, donde demostró gran interés por el griego, el latín, la literatura y las humanidades, allí obtuvo su grado de bachillerato en Filosofía y Letras. En 1923 viajó a España donde se ordenó como sacerdote en 1926 tras estudiar Filosofía y Teología. Para continuar con su formación científica, todavía en España, ingresó al Instituto para Investigaciones Biológicas Ramón y Cajal, donde en compañía de los biólogos Pujiula y Amozurrutia publicó un libro de biología que puso de manifiesto su gran aptitud para las ciencias naturales así como sus cualidades como dibujante. Posteriormente, el sacerdote Pérez-Arbeláez vivió en Holanda y Alemania donde continuó sus estudios de biología en la renombrada Universidad Maxiliana de Baviera, con profesores como Karl von Goebels, director del Jardín Botánico de Nymphenburg en Múnich. Bajo la orientación del profesor von Goebels, Pérez-Arbeláez se especializó en plantas no vasculares y desarrolló su tesis sobre citología y morfología de los helechos de la familia Dava2. Pérez, A. Enrique. Paisajes, tierra y trabajo, Bogotá, 1948.

Monumento del Arzobispo Vicente Arbeláez, tio abuelo del sacerdote y científico Enrique Pérez Arbeláez. Al fondo, se destaca en color verde oscuro el eucaliptus plantado por su abuelo en 1883. Foto Patricia Jaramillo Martínez.

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Primera comunión del sacerdote y científico Enrique Pérez Arbeláez. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

lliaceae con la cual obtuvo la orden Summa Cum Laude en 1928. En ese mismo año el sacerdote colombiano fue nombrado miembro de la Sociedad Zoológica Alemana (Deutsche Zoologische Gesellschaft 3). Desde 1927 cuando Pérez-Arbeláez se enteró del deseo del gobierno español de publicar la Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, se trazó el propósito de dar a conocer la publicación en Colombia y el mundo. Por tal motivo, ese año, a través de una carta dirigida al Real Jardín Botánico de Madrid, sentó su posición sobre la pertinencia de que la publicación fuera un trabajo conjunto entre los gobiernos de Colombia y España. Con este propósito, quiso PérezArbeláez finalizar la labor científica iniciada por José Celestino Mutis en 1783. Después de su regreso al país en 1928, recibió en 1930 el cargo de botánico del Departamento de Agricultura del entonces Ministerio de Industrias, desde donde actuó en defensa de los recursos naturales de la nación. La determinación de continuar la labor de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, interrumpida 112 años atrás, significó grandes esfuerzos, ilusiones y desilusiones, pues a su llegada no encontró una escuela de científicos con una formación semejante a la suya y mucho menos el momento histórico propicio para realizar su propósito. Por estos años Colombia enfrentaba las consecuencias de la 3. Arango, B. Teresa. Enrique Pérez Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico de Bogotá, Bogotá, 2005.

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depresión económica mundial de 1929 y una profunda crisis política producto de la decadencia de la hegemonía conservadora tras 42 años en el poder. En 1930 esta situación llevaría al liberalismo a la presidencia en cabeza de Enrique Olaya Herrera. Este año, por motivos familiares, el sacerdote y científico se retiró de la orden de los Jesuitas y continuó ejerciendo su vocación adscrito a la diócesis de Bogotá.

Sacerdote y científico Enrique Pérez Arbeláez. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Para garantizar las condiciones tendientes al desarrollo de las Ciencias Naturales en el país, el doctor Pérez Arbeláez logró concretar la fundación del Herbario Nacional Colombiano en 1932 con el apoyo de su amigo el médico, biólogo y escritor antioqueño César Uribe Piedrahita, con quien realizó excursiones y quien dispuso en su casa de un espacio para conservar las plantas colectadas. El pequeño herbario en formación recibió más tarde el material del Herbario de José Jerónimo Triana y fue trasladado al primer edificio de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia. En 1935 el doctor Pérez-Arbeláez aceptó dirigir el Museo de Ciencias Naturales de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional y en 1936 fundó el Departamento de Botánica4. La enumeración de logros del sacerdote y científico Enrique Pérez Arbeláez continúa con publicaciones como El Centenario del nacimiento de don José Celestino Mutis, Frutas de Cundinamarca, Plantas medicinales más usadas en Bogotá; Las plantas, su vida y clasificación y la primera edición de la obra Plantas

4. Posada, de G. Luz. Botánicos Antioqueños. Sala Antioquia, Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina, Medellín, 1995.

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El científico Pérez A., siempre asesoró en el campo a profesinales de diferentes áreas.

útiles de Colombia publicada en 1935 por la Contraloría General de la República5. Otra de las grandes iniciativas fue la fundación en 1936, de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, sobre los cimientos de la Sociedad Colombiana de Ciencias Naturales, la cual contó con la participación de importantes personajes de la época. Este logro se obtuvo tras una serie de intentos previos fallidos, entre los que se destacan el del general Santander en 1826. También en 1936, se vinculó en calidad de miembro de la National Geographic Society de los Estados Unidos. Por el mismo tiempo inició sus labores de profesor de Botánica y Zoología farmacéutica en la Escuela de Farmacia de la Universidad Nacional; entidad en la que dos años más tarde asumió la jefatura del Departamento de Botánica y fundó el Instituto Botánico (actual Instituto de Ciencias Naturales). Así mismo, participó como delegado de Colombia en la Primera Reunión Suramericana de Botánica 5. Cardona, V. Mateo. “El hombre que veía crecer las plantas”. En revista La Tadeo, No. 67, primer semestre 2002, Bogotá.

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en Río de Janeiro. En 1939 recibió la distinción de Caballero de la Orden de Boyacá; asumió también el cargo de Jefe Botánico del Departamento de Agricultura del Ministerio de Economía Nacional. En 1941 se vinculó en calidad de miembro a la Sociedad Americana de Ciencias Agrícolas y en 1942 a la Sociedad Colombiana de Etnología6.

El doctor Pérez A. en compañía de otros científicos de la época, en un acto de reconocimiento científico.

Entre 1946 y 1948 se reactivaron las conversaciones tendientes a la publicación de la iconografía de la Expedición Botánica entre los gobiernos de Colombia y España. En 1952 fue testigo de la firma del convenio entre ambos países y de la entrega del primer tomo7. Adicionalmente, durante su fructífera vida profesional el padre Pérez-Arbeláez realizó cientos de publicaciones de carácter social, cultural y científico, sin contar con aquellos otros trabajos que quedaron inconclusos por dificultades políticas, falta de apoyo o recursos.

6. Revista Pérez Arbelaezia. “Notas biográficas del doctor Enrique Pérez – Arbeláez”. Jardín Botánico de Bogotá, Volumen 1 No. 1. Bogotá, 1985. 7. Posada, de G. Luz. Botánicos Antioqueños. Sala Antioquia, Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina, Medellín, 1995.

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Fuente clásica que luce en medio de la rosaleda del Jardín. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

En 1952 también se vinculó al Instituto Geográfico Agustín Codazzi en calidad de Jefe de Departamento de Investigaciones GeoEconómicas, donde inició el estudio integrado de los Recursos Naturales de Colombia publicado en dos volúmenes. Esta entidad apoyó más adelante su infatigable labor por la creación y consolidación del Jardín Botánico José Celestino Mutis. El trabajo del doctor Pérez Arbeláez constituye un gran legado en términos de conocimiento y conciencia sobre nuestra diversidad natural y cultural, así como en la necesidad de cuidarla y usarla sosteniblemente. Además de todos los logros enunciados anteriormente, su trabajo quedó materializado en 41 libros publicados8 y en las instituciones que como el Instituto de Ciencias Naturales, el Herbario Nacional Colombiano y el Jardín Botánico José Celestino Mutis, son orgullo nacional en el estudio y el reconocimiento de la flora. Es preciso resaltar que el sacerdote y naturalista fue uno de los primeros educadores 8. Revista Pérez Arbelaezia. Jardín Botánico de Bogotá, Volumen 1 No. 1, Bogotá, 1985.

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ambientales y divulgador científico del país con sus numerosas columnas editoriales en el diario El Tiempo, en las cuales hacía referencia a la gran riqueza natural del país y a los graves daños que se estaban cometiendo. Entre tantos llamados que hizo a la sociedad colombiana, se reproduce a continuación uno relacionado con la destrucción de la vegetación.

Glosológico (forma de vida de las plantas), cuando la entrada principal del Jardín era por la Avenida Rojas. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

¿”Quién es el responsable de la conservación o eliminación de la vegetación que no tiene aplicaciones madereras? Cualquiera puede talar un bosque que no es negocio; cualquiera puede rozar el matorral, arar la sabana, aunque deje desnudo el suelo agrícola por años. Nadie castiga al que entrega a los ríos la fertilidad. Sólo hay un juez que temer. El colombiano futuro que ya germina en las entrañas de la raza”9.

Con su obra Pérez Arbeláez contribuyó como pocos a levantar el espíritu de la nación y a sentar las bases de ese cambio cultural que empieza a abrirse paso en las nuevas generaciones, según el cual no somos dueños de la naturaleza sino parte de ella”10.

9. Cardona, V. Mateo. El hombre que veía crecer las plantas. En revista La Tadeo, No. 67, primer semestre 2002, Bogotá. 10. Hernández, Frank. L. Texto a propósito del natalicio del fundador, Jardín Botánico de Bogotá, 2010. En: www.jbb.gov.co

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Capítulo 2 El sueño 1954 - 1955

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n 1954, el sacerdote y científico Enrique Pérez—Arbeláez, había logrado, en gran medida, uno sus grandes objetivos, iniciar la publicación de las láminas de la Expedición Botánica, y estaba dedicado a escribir la magistral obra Plantas Útiles de Colombia y Recursos Naturales, por cuya publicación, un año más tarde, fue premiado por el concurso para ciencias.de la Fundación Alejandro Ángel Escobar con el diploma prima cum laude y la medalla de oro. Mientras estuvo vinculado al Instituto Geográfico Agustín Codazzi, concretó en un proyecto su sueño, acariciado desde 1928 de crear un espacio donde la flora colombiana y connaturalizada, en vivo, estuviera al alcance de todos los visitantes: el Jardín Botánico de Bogotá, con lo cual continuaba la tarea inconclusa de Mutis. Con tal fin inició las gestiones para la consecución del terreno donde desarrollar el proyecto que como se dijo anteriormente tenía sus raíces en la Expedición Botánica y en el Jardín Botánico iniciado por Mutis, a finales del siglo XVII, cuando se traslada la sede de la Expedición BoFoto portadilla: simulación de la región alto andina. Sendero divisorio entre el bosque andino y la comunidad de robles denominada arcabuco, que en muisca significa bosque. Foto archivo fotográfico J.B.B.

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Libro Plantas Útiles de Colombia. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

tánica de Mariquita a Santafé, el cual estuvo ubicado en las inmediaciones del Observatorio Astronómico, muy cerca de la actual Plaza de Bolívar de Bogotá. El sacerdote y naturalista Enrique Pérez—Arbeláez expuso en una conferencia dictada en Medellín algunas ideas de su proyecto para el Jardín Botánico: «…, la vegetación humanizada hecha ciencia,

vuelta espíritu, se llama botánica y el mejor instrumento de que se valen los pueblos civilizados para popularizar la botánica son sus jardines botánicos.…, y hemos hablado de las necesidades del mundo para situarnos en un plano muy alto y hablarles ahora del Jardín Botánico de Bogotá. El Jardín Botánico de Bogotá tendrá estas características: será el más alto sobre el nivel del mar en el mundo; será el único representante de la flora andina; no hay tierras iguales a las de Bogotá y a las de las sabanas altas de nuestro país, sino en las antípodas en las islas de la Polinesia y tal vez algo en la península de Malaca»11.

11. Pérez—Arbeláez, E. El Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá Distrito Especial (Teoría y Experiencia). Revista UDEM, Universidad de Medellín, Año XIII. No. 14, 1968.

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En ese mismo discurso el fundador mencionó otros objetivos del Jardín Botánico —todos ellos realizados plenamente en la actualidad— como rescatar la flora nacional andina, ser refugio de la flora amenazada, generar material de laboratorio para los investigadores y ser un instrumento de educación para niños, jóvenes y adultos. Asimismo, tenía claro que la gran biodiversidad de nuestro país, hacía necesaria la creación de una red de jardines botánicos; que hoy es una realidad. La Red Nacional de Jardines Botánicos de Colombia está conformada por un total de 27 jardines botánicos, en 24 ciudades del país; el presidente desde su fundación, en 1996, es el doctor Alberto Gómez Mejía. A través de la Ley 299 de 1996 el Congreso Nacional le otorga a la Red el carácter de cuerpo consultivo del gobierno. Cabe anotar que el sacerdote naturalista Enrique Pérez—Arbeláez no estuvo sólo en su gesta. En 1954 el Contralor General de la Nación Dr. Alfonso Palacios Rudas, amigo del fundador, nombró en comisión a doña Teresa Arango Bueno para que se desempeñara como asistente permanente de Enrique Pérez—Arbeláez12. Doña Teresa nació en Calarcá, Quindío, y durante su adolescencia fue profesora de primaria. En 1953 publicó el libro Precolombia”, un bello compendio antropológico.

12. Arango, T. Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, Bogotá, 1992 Primera edición.

Doña Teresa Arango B. y el sacerdote Enrique Pérez A. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. 25


Años más tarde, en remembranza de esta época, doña Teresa escribiría: «Infinitas fueron las diligencias que realizó, venciendo la indiferencia cuando

no la hostilidad colectiva, hasta que encontró eco en las altas esferas del gobierno a cargo del presidente, general Gustavo Rojas Pinilla, que ofreció todo su apoyo. También logró que le diera importancia el Alcalde Mayor de entonces, doctor Roberto Salazar Gómez, así como El Concejo Administrativo de Bogotá. La búsqueda de un área con las condiciones requeridas, que fuera propiedad distrital, resultó tarea ímproba, pasaron varios meses en visitar las zonas periféricas de entonces, sin encontrar la apropiada, hasta que por fin se eligieron 26 fanegadas, parte del magnífico lote del antiguo Bosque Popular. Así fue fundado el Jardín en homenaje a Mutis, el 6 de agosto de 1955»13.

Una de las estrategias utilizadas por el botánico para la fundación y puesta en marcha del Jardín según doña Teresa: «Todo su plan para el jardín, armonioso en su conjunto, extraordinario como

síntesis del estudio de la flora colombiana y como lección de conservacionismo, fue el que presentó y sustentó ante el Concejo Administrativo en abril de 1955, para obtener su apoyo, que le fue brindado con generosidad y honores». 13. Arango, T. Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 1992 Primera edición.

Foto portadilla: Foto archivo fotográfico J.B.B.

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Capítulo 3 Del sueño a la realidad 1955 - 1970

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a administración del entonces Distrito Especial, acogió el proyecto del padre Pérez-Arbeláez y a través del Concejo de Bogotá, se expidió el Acuerdo 10 del 22 de abril de 1955, con el que se creó la Corporación Jardín Botánico José Celestino Mutis como entidad sin ánimo de lucro. Este acto administrativo permitió la asignación, a la recién fundada Corporación, de un predio de 19 hectáreas para la construcción del actual Jardín Botánico. Así mismo, se incluyó como aporte financiero la suma de cien mil pesos y se definió que la construcción del Jardín Botánico se haría a través de la Secretaría de Obras Públicas de la ciudad. La existencia de la Corporación quedó definida de acuerdo con los primeros estatutos por 99 años contados a partir de la fundación, la cual tuvo lugar el 15 de junio de 1955. El predio… La asignación oficial del predio para el Jardín Botánico tuvo lugar en la administración del doctor Roberto Salazar Gómez en su condición de Alcalde Mayor de Bogotá, quien por medio de la Escritura Nº. 2886 de la Notaría Octava del Circuito de Bogotá, asignó oficialmente el terreno: «…a título de aporte a favor de la Corporación denominada Jardín José Ce-

lestino Mutis un solar ubicado en Bogotá, que hace parte del denominado Bosque Popular y cuyas características y linderos allí quedaron especificados».

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El fundador había seleccionado uno de los predios que pertenecían al Distrito, 19 hectáreas de un magnífico lote ubicado en el antiguo Bosque Popular14, el cual, por aquella época, era por una parte un humedal degradado, convertido en un basurero local a cielo abierto y por otra un bosque de eucaliptos, pinos, cipreses y acacias, posiblemente sembrados, al menos los eucaliptos,15 con la intención de secar el antiguo cuerpo de agua, costumbre muy común en ese entonces.

Acta de fundación de la Corporación Jardín Botánico José Celestino Mutis, 15 de junio de 1955. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

La primera junta directiva… En principio, la Corporación fue administrada por dos «personas»: el Distrito Especial de Bogotá y el sacerdote Enrique Pérez—Arbeláez. Posteriormente, se conformaría la junta directiva integrada por diez personas; un principal y un suplente, designados por

14. Arango, T. Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 2005 Segunda edición. 15. «Los eucaliptos que como verdaderas bombas (de agua) van secando los terrenos y hasta los pantanos, pues para ello se plantaron en los pantanos de Italia y del África». García Barriga H. Árboles de la Sabana de Bogotá, Revista Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, VOL XIII, No 50

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el Alcalde Mayor de Bogotá, dos principales y sus suplentes designados por el Concejo Administrativo de la Capital y dos principales y sus suplentes, designados por otras personas naturales o jurídicas miembros de la Corporación. De acuerdo con el acta de conformación, la junta directiva inicial estuvo integrada por los doctores Kalman C. Mezey, Daniel Meza Bernal, Luis Emiro Valencia, Bertha Hernández de Ospina Pérez, Jorge Cavelier, en su condición de principales. Los suplentes eran Enrique Hubach, Alfonso Samper, Marina Gobenaga Marotti, Blanca Echavarría de Atalaya y Hernán Pedraza, respectivamente. La primera sesión de la Junta Directiva del Jardín Botánico se realizó en los salones del Concejo Administrativo, en la Alcaldía Municipal, el 27 de julio de 1955; allí se redactó el Acta número uno que reposa en el actual Archivo Distrital de Bogotá, junto con los archivos administrativos de la entidad. Se destacan a continuación algunos de los actos administrativos definidos: «Se procedió después al nombramiento de la Tesorera-Secretaria-Mecanotaquígrafa-Archivera, que recayó en la señorita Teresa Arango Bueno. Se confirmó el nombramiento del Doctor Enrique Pérez—Arbeláez como Director». Sería sólo hasta el 6 de agosto de 1955, mediante una sencilla pero importante ceremonia realizada en el Concejo de Bogotá, cuando se dio vida al sueño del sacerdote Pérez—Arbeláez, al aprobar el proyecto para la creación del Jardín Botánico José Celestino Mutis y se definió el predio. El 26 de agosto, sin haber recibido aún oficialmente el predio, la Junta Directiva del Jardín Botánico aprobó y firmó el Acta número 1. En ella además, se encuentra el modesto presupuesto que presentó el Director. En aquel primer presupuesto, la inversión se encausó a la delimitación y la apropiación del predio (cercas y portería de la Avenida 30


Rojas) y se propuso la adquisición de un vehículo para iniciar las expediciones botánicas por el país. Es de resaltar que desde sus comienzos y por cerca de una década, el Jardín se mantuvo con una nómina de cinco personas que ocupaban los siguientes cargos: el director, el subdirector, la secretaria, el inspector-jardinero y el conductor. Los colaboradores… Fueron muchas las solicitudes de apoyo económico realizadas por el fundador a empresas estatales y privadas para la fundación y la puesta en marcha del Jardín. Se transcriben algunas de las cartas que expresan respuestas afirmativas. La primera llegó el 14 de septiembre de 1955, un día antes de que fuera entregado oficialmente el predio. La remitió la Universidad Nacional de Colombia, firmada por el secretario general: «En respuesta a su atenta carta del pasado 25 de agosto de 1955, para el

Rector de La Universidad, relativa a la posible contribución de ésta con el Jardín Botánico «José Celestino Mutis», tengo el gusto de comunicar a usted que el Consejo directivo, en su última sesión, tuvo a bien acoger la petición de usted y autorizó dentro de la disponibilidad presupuestal del año en curso un aporte de CINCO MIL PESOS ($5.000.oo), según texto del Acuerdo número 109 del cual le incluyo copia. Quiere así La Universidad vincularse en forma efectiva a una labor cultural de vasto alcance, cuyo éxito está asegurado por el nombre científico, la experiencia y el dinamismo de usted».

El 17 de noviembre llegó otra carta, esta vez del Consorcio de Cervecerías Bavaria, firmada por el secretario: 31


Escritura de la transferencia del terreno al Jardín Botánico José Celestino Mutis, septiembre 15 de 1955.

«Tengo el gusto de adjuntar a la presente la suma de $5.000 m/cte, con la

cual, la Junta Directiva de nuestra compañía ha tenido a bien contribuir a la iniciativa de la fundación del Jardín Botánico José Celestino Mutis que, bajo su experta dirección, será construido en Bogotá».

El 26 de enero de 1956, el botánico escribió otra serie de cartas buscando apoyo financiero, pues requería recursos para realizar las obras tendientes a la conformación del primer jardín botánico del país. Días después de sus peticiones, el fundador recibía respuestas acompañadas por cheques. Como se aprecia en las cartas revisadas, muy posiblemente el prestigio del fundador hizo posible el apoyo económico para el Jardín, en especial por parte de la empresa privada. 32


Para comienzos del año 1956, el fundador recibió una carta de Alberto Lotero & Co., prestante industrial dedicado a la producción de bolsas, cordeles, pitillos, servilletas y pañuelos de papel, firmada por el propio señor Lotero que decía:

Entrega de los premios de la Fundación Alejandro Ángel Escobar. Foto El Tiempo. Archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

«Limitamos el interés de la presente para acusar recibo a su Rvcia. de su atta. carta de fecha 26 de enero próximo pasado, y para remitirle como contribución de ésta su casa para el Jardín Botánico bajo su dirección, la cantidad de $500. oo en cheque expedido a su orden y a cargo del Banco de Bogotá». A finales del mes de abril de 1956, llegó una carta de la Compañía Colombiana de Tabaco, con la siguiente noticia: «Como respuesta a su muy atenta solicitud, fechada el 26 de enero del año en curso, nos permitimos acompañarle a la presente, nuestro cheque número 37287, girado a cargo del Banco de Colombia y a favor del Jardín Botánico José Celestino Mutis, por la cantidad de UN MIL PESOS ($1.000.oo) moneda legal, suma con la cual gustosamente contribuye nuestra Compañía, para la construcción de invernaderos y demás obras que necesita ese Jardín».

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Plano del Jardín Botánico José Celestino Mutis, diseñado por su fundador. Plano archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

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Los diseños del Jardín… De acuerdo con las crónicas del ingeniero Francisco Sánchez16, el terreno destinado para el Jardín Botánico de Bogotá tenía el 30% de suelos más o menos firmes y el resto estaba constituido por suelos fangosos que en época invernal tenían características de humedal. En estas condiciones, el proceso de conformar terrenos de siembra significaba evacuar las aguas e implicaba rellenar las áreas de inundación para definir relieves que semejaran las condiciones topográficas de la región altoandina. Por otra parte, se hacía necesario talar los árboles existentes para disponer de espacios que hicieran posible la conformación de las colecciones botánicas. El sacerdote y naturalista Enrique Pérez—Arbeláez elaboró el primer diseño del Jardín teniendo en cuenta la diversidad de ecosistemas alto andinos, otras comunidades de plantas nativas y connaturalizadas. Esta primera zonificación incluyó:

16. El ingeniero Francisco Sánchez Hurtado, conocido cariñosamente como «El Profe Sánchez», se vinculó al Jardín Botánico en1971 como asistente del fundador. Desde entonces ha dedicado sus días a continuar la realización del sueño que también hizo suyo. En 2010, después de haberse jubilado en el 2003 y vinculado nuevamente en 2005. En 2010, aún llega todas las mañanas al Jardín, muchas veces antes que el sol, a compartir con el equipo de operarios a su cargo e impartir las instrucciones del día en torno a la construcción y mantenimiento de los diferentes ambientes que lo conforman.

Las colecciones al aire libre: jardín introductorio a la morfología y glosología botánicas; el sistemático, para las prácticas docentes en las familias botánicas; la flora del páramo colombiano; la zona andina, con la flora espontánea bogotana; la de frutales, del clima de Bogotá; el herbal de plantas medicinales, esenciales y condimentarias de tierra fría; la rosaleda; el jardín resguardado, para criptógamas y bromeliáceas, así como el de las crasuláceas; el arboretum y palmas de tierra fría; los grupos ornamentales: azaleas, agapantos, gladiolos, dalias; las especies de prado sabanero; hortalizas y el vivero. Además, planteó la construcción de ocho invernaderos: el salón de transición y ventas; el de orquídeas y aráceas; uno para la flora subandina de tierra templada; otro para la flora hidromegaterma, gran humedad y calor, Amazonia que sería la casa de la Victoria amazonica; el de la flora xerofítica: Guajira y el de plantas ornamentales de climas cálidos, así como uno para las plantas de interés económico. Esta propuesta fue el mejor soporte para su presentación en el Concejo de Bogotá y requisito fundamental para la creación del 35


Detalle del circuito de invernaderos. Plano archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Jardín. Al respecto se trascriben apartes de la ya citada Acta No 1 de 1955: «El director mostró los planos del invernadero

principal y los generales del Jardín, los cuales afirmó, son imitación de los del Jardín Botánico de Berlín Dahlem con la aspiración de poder superar al notable centro científico europeo en cuanto a la multiplicidad de especies neo-tropicales y con la esperanza de hacer del bogotano, el jardín más rico de América. Y a propósito pidió a la Junta le autorizara una suma –que aún no la sabía, pero que ascendería más o menos a doscientos dólares- para pedir a un discípulo suyo en Berlín, el envío de copias, planos, fotografías, disposición, etc., del famoso Jardín europeo a fin de mostrarlo a los arquitectos y tomarlo como base para su imitación. Este gasto fue aprobado».

Enrique Pérez—Arbeláez estudió las condiciones climáticas del lugar, haciendo énfasis en las lluvias. Simultáneamente se realizaron los primeros estudios de suelos del predio, no sólo para establecer la resistencia estructural frente al peso de las edificaciones, sino para conocer sus componentes fisicoquímicos y, dado el caso, adecuarlos para las siembras. En consecuencia, se inició la adecuación del terreno plano y fangoso, lo que incluyó grandes movimientos de tierra para la cons36


trucción de algunos relieves con el fin de prepararlo para la exhibición de la flora de los Andes y para proteger las plantas y los árboles de las fuertes inundaciones. Así mismo, la incorporación de substratos fértiles sobre los rellenos; se realizó el cercado total de los cuatro costados del lote para su delimitación y el trazado de algunas vías principales y secundarias.

Movimiento de grandes volúmenes de tierra para la conformación de los relieves. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Por esta época se construyó, de acuerdo con lo previsto en 1955, la portería de la Avenida Rojas, que aún existe, en dicha oportunidad se colocaron dos placas, una en mármol, con la siguiente dedicatoria: «Bogotá D. E. dedica este Jardín Botánico a la memoria esclarecida de don José Celestino Mutis y demás miembros de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, españoles, santafereños y quiteños, quienes, por el estudio de la naturaleza le dieron gloria, asombro a los extraños, a sus juventudes ejemplo imperecedero y a todos la conciencia efectiva de una patria superante». La otra placa presentaba las referencias de las características geográficas y climáticas del Jardín Botánico:

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Placas donde se destaca la memoria de los precursores de la expedición botánica y las caracteírsticas geográficas y climáticas del Jardín ubicadas en la portería de la Avenida Rojas. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Digna de la colaboración de todos los colombianos es la empresa del Jardín fundada por su Rvcia».

Expedición botánica al Putumayo. Foto doctor Mora Osejo. Archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Para garantizar el suministro de agua empleada en riegos y servicios, además de la pulgada inicial que cedió la Empresa de Acueducto Municipal al Jardín, se perforaron dos pozos para extraerla del subsuelo. Además se instalaron la red eléctrica y la línea telefónica; se construyeron en el costado sur occidental lo que hoy se conoce como Casa Vieja, donde funcionaba la dirección y la sede administrativa y otras instalaciones en el costado sur oriental para varios usos; como la vivienda de los cuidanderos, el cuarto de los equipos y las herramientas, el archivo y el famoso cuarto de «San Alejo», donde se guardaba la etiquetadora que aún se conserva como pieza de museo. Las expediciones botánicas… 1960 fue un año enriquecedor para el Jardín Botánico. La adecuación de las zonas que actualmente lo constituyen se inició con la preparación de los suelos y posteriormente, la consecución de las plantas. Para el enriquecimiento de la colección vegetal, fue preciso conseguir plántulas o semillas que en 39


aquel entonces, eran traídas de distintos lugares del país por Enrique Pérez—Arbeláez y sus colaboradores. Algunas especies exigieron cuidados adicionales antes de ser ubicadas en las colecciones y para ello, se cultivaron en los artesanales viveros del Jardín, otras fueron plantadas directamente en los lugares que actualmente ocupan. Entre las primeras especies que el fundador colectó se cuentan el encenillo, el roble, el cedro, el nogal, algunos anturios, helechos y muchas orquídeas. En una de las primeras expediciones realizada a Choachí, se colectaron, entre otras muchas especies, ejemplares de clavellino (Mutisia clematis), mano de oso (Oreopanax sp.) y una batatilla (Ipomoea sp.). En otra excursión realizada al páramo de Guasca, se colectaron dos pequeñas orquídeas: la Masdevallia coriacea y una especie del género Pleurotalis; un trompeto (Bocconia frutescens) y un arbusto de flores rojas y pegajosas, popualrmente conocido como pegamosco (Bejaria resinosa). En otro sector se colectaron plantas pequeñas como el romero (Rosmarinus officinalis), fucsia (Fuchsia sp.) y varias clases de geranios (Pelargonium sp.). Finalmente, en el páramo, un sietecueros rojo (Tibouchina grossa), un arbusto familiar de las uvas de monte, (Bejaria aestuans) y una planta menor conocida actualmente como flor de harina (Paepalanthus sp.).

Flor de la Mutisia clematis. Foto archivo fotográfico J.B.B.

En el Boquerón de Choachí el padre Pérez-Arbeláez y sus colaboradores colectaron varios miembros de la familia de las Melastomatáceas, como el sietecueros rojo y el charme o saltón, Bucquetia glutinosa, también un borrachero rojo Brugmansia sanguinea, una enredadera prima de la curuba Passiflora mixta, que se ubicó en la pérgola, y por último, un frailejón plateado Espeletia argentea para el ambiente de páramo. En las notas de campo del fundador se reseñan también las expediciones realizadas con los botánicos del Instituto de Ciencias Naturales,

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donde se colectaron especies de clima cálido para los invernaderos. En el municipio de Sasaima el grupo colectó la flor nacional (Cattleya trianae). En Guaduas, una Begonia guaduensis, especie registrada en una de las láminas de la Expedición Botánica, seleccionada para la estampilla conmemorativa de los 200 años de la Real Expedición Botánica (1783-1983), y una Aristolochia cordiflora, especie que crece en las orillas de los ríos y se caracteriza por su enorme flor que alcanza hasta 43 centímetros.

Además de las expediciones botánicas el sacerdote Enrique Pérez asesoraba a ingenieros en el desarrollo de obras de infraestructura y el impacto ambiental de la misma. Foto archivo fotográfico J.B.B.

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Técnico Miguel Antonio Quintero, con la magia de sus conocimientos selecciona las semillas para enriquecer la flora del Jardín. Foto archivo fotográfico J.B.B.

En 1968 ingresó a la nómina del Jardín Botánico el técnico Miguel Antonio Quintero quien aún continúa vinculado a la entidad y al igual que el fundador, ha dedicado su vida a la institución. Desde su ingreso al Jardín, Don Miguelito, como es conocido actualmente, apoyó las expediciones a lo largo y ancho del país y contribuyó con su trabajo, al enriquecimiento de las colecciones vivas del Jardín Botánico. Cuenta Miguel Quintero que en el municipio de Mariquita, en la Quinta Mutis, colectaron especialmente plantas florales, entre las que se cuentan dos orquídeas Oncidium papilio y Peristeria elata; además, cinco especies de anturios, un Crotón y una cactácea y el canelo de Ceilán. En la carretera a Cambao colectaron, entre otras especies la primera quina para el Jardín (Cinchona pubescens) y una cresta de gallo (Warscewiczia coccinea). De esta manera, se fue consolidando la flora del Jardín como producto de una excursión de Enrique Pérez—Arbeláez, ya fuera al Chocó o al Chicó, a la Sierra Nevada o a los cerros de Suba. Sin embargo, otras plantas llegaban al Jardín sin necesidad de salir para colectarlas. Algunas remesas llegaban como lo confirma la Declaración de Aduana

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expedida en Berlín el 24 de julio de 1956; donde se reporta un paquete de 650 gramos de peso, cuyo contenido son: plantes vivantes y del que se declara Présent sans valeur seulement por la science. La remesa fue enviada al Dr. Enrique Pérez remitida por el Botanischer Garten und Museum de Berlín Dalhem, donde trabajó mientras estudiaba en Alemania. Durante un largo período de tiempo las actividades del Jardín se centraron en ese lento y arduo trabajo de adecuar los terrenos, realizar excursiones para colectar las especies y sembrar o cultivar en los viveros y en los ambientes actuales. Por esta época se construyeron dos pequeños invernaderos en vidrio para la propagación de las semillas colectadas en las expediciones. Pasaron así diez largos años, en los cuales, a la par que crecieron los árboles y las plantas trasplantadas al Jardín y decreció el respaldo económico que este requería para su funcionamiento. Las actividades del fundador no se limitaban a las excursiones y los trabajos para el Jardín, paralelamente desarrollaba su monumental obra de investigación y difusión. De manera que en 1965, durante el lanzamiento de la Biografía de Mutis17, otra de las tantas obras publicadas por este, solicitó a las entidades privadas y a los empresarios un mayor apoyo para el Jardín Botánico. La situación era bastante difícil:

17. Pérez—Arbeláez, E. Biografía de José Celestino Mutis, Bogotá, 1965.

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«Sufrió el Jardín un serio colapso, porque el nuevo Concejo lo trató

como a una Junta de Acción Comunal, asignándole $30.000.oo anuales de presupuesto. Se sostuvo varios años gracias al Instituto Geográfico Agustín Codazzi, y a donaciones concedidas por algunas empresas»18.

Era tan difícil la situación económica del Jardín por esos años, que el Centro Internacional de Agricultura Tropical CIAT le propuso a Enrique Pérez—Arbeláez fortalecer económicamente la Corporación, a cambio de una parte del predio que el CIAT dedicaría a sus propias investigaciones. El único inconveniente era que el Jardín perdería parte de su predio. Otras instituciones se interesaron por el Jardín Botánico, como la Universidad Jorge Tadeo Lozano que «Tenía las condiciones, la vocación y el ánimo de sostenerlo», siempre y cuando el Jardín cambiara de manos a las de un centro de educación superior. La respuesta del fundador fue: «…que había fundado el Jardín para los bogotanos y que por esa razón,

el Jardín Botánico debía seguir siendo del Distrito, y no de particulares. En consecuencia, era el Concejo de la ciudad el encargado de asignar recursos al Jardín»19.

Pese a las dificultades económicas, el sacerdote y naturalista tenía previsto que el Jardín Botánico abriera sus puertas al público en el año 1970. De acuerdo con las crónicas de doña Teresa20 y del ingeniero Francisco Sánchez, era necesario acelerar los trabajos en la entidad para poder entregarlo al servicio público; por esta razón, era prioritario impulsar el plan de excursiones, la prepa-

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ración del terreno y de los suelos, así como la disposición del vivero. Fue entonces cuando bajo su dirección, detrás de lo que hoy conocemos como El criptogamio, se acondicionó una pequeña colina para representar el páramo y se plantaron allí las primeras especies propias de este ecosistema. Se adecuó también otra colina para representar el bosque andino, en cuyo interior quiso el fundador que se construyeran dos muros en piedra, simulando lo que él llamaba «las galerías del bosque», allí hizo plantar helechos, aráceas, bromelias y demás plantas que comúnmente se encuentran en los sotobosques de estos ecosistemas, con lo cual generó un microclima al abrigar las plantas de los fuertes vientos que barren la Sabana.

18. Arango, T. Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 2005 Segunda edición. 19. Arango, T. Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 2005 Segunda edición. 20. Arango, T. Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 2005 Segunda edición. Pág 63.


Bosque de niebla. En el interior del denso bosque de niebla fue necesario construir senderos en piedra facilitando el ingreso de los visitantes. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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Pileta. Un homenaje más a nuestro preciado líquido el agua. Foto archivo fotográfico J.B.B.

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En este mágico e íntimo lugar, el fundador quiso rendir un homenaje al agua, con tal fin dispuso la construcción de una amplia pileta con dos surtidores de agua y la ubicación de una placa donde se lee:

Monóptero. Foto y detalle del palno archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

«Los que aquí llegáis sabed que en lo profundo corrí; y a la luz del sol salí, para calmar vuestra sed»

Durante los cinco años que precedieron a la apertura oficial del Jardín Botánico se adelantaron otras obras relevantes, la construcción de los senderos, la consecución e instalación de la fuente y las bancas de parque —de antiguo diseño— y por supuesto, las excursiones. Cuando la Secretaría de Obras Públicas empezó a darle un apoyo importante al Jardín, el fundador solicitó una cuadrilla de operarios y materiales para ampliación de las oficinas donde funcionaba en un principio la Dirección, también continuaron la construcción de la cafetería Los Vilanos, hoy almacén de la entidad, el pequeño lago cerca a donde actualmente se encuentran al reloj de sol y el monóptero, como refugio para los visitantes. Por la misma época, en la medida que se adquirían algunos recursos se construyeron dos invernaderos de propagación 47


que se encuentran detrás de la Subdirección Científica, los cuales aún siguen cumpliendo su función. Para todos los diseños de las construcciones mencionadas, al igual que los invernaderos y la Rosaleda el fundador contó con la asesoría del ingeniero civil Hernando Ruiz Holguín. Esta misma cuadrilla construyó la primera pérgola para la ubicación de las enredaderas, ubicada inicialmente al occidente de la entrada principal del tropicario. Gracias a su infatigable trabajo, en 1968 el doctor Enrique Pérez—Arbeláez recibió dos premios por su reconocida labor en el campo de las ciencias naturales: «El Luis López de Mesa y el Camilo Mutis Daza, cuya cuantía invirtió íntegra en el Jardín sin reservarse nada para sí»21. Con sus aportes se fortaleció la Rosaleda, que fue uno de los primeros ambientes desarrollados por el fundador. En esta ocasión le dio el nombre de «Lorencita Villegas de Santos» distinguida señora y Primera Dama durante la presidencia de Eduardo Santos, entre 1938 y 1942. En los 1600 m2 de esta área se plantaron 72 variedades de rosas y se inauguró ese mismo año, con gran ceremonia; a la que asistieron personalidades de la época tales como los doctores Alberto Lleras Camargo, Álvaro Gómez Hurtado Miguel de Germán Ribón y Bertha Hernández de Ospina, entre otros, quienes se comprometieron a aportar material vegetal y a contribuir desde sus cargos al desarrollo del Jardín Botánico. Gracias a sus aportes como columnista del Diario El Tiempo, el doctor Pérez—Arbeláez gestionó el apoyo económico para el mantenimiento de esta área.

21. Arango, T., Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 2005 Segunda edición.

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Diferentes puntos de vista de la Rosaleda. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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Ese mismo año se dio inicio a «el gran Invernadero», hoy llamado Tropicario o circuito de invernaderos. Este es un maravilloso edificio de cristal que el fundador concibió inspirado en el invernadero del Jardín Botánico de Berlín Dahlem, para que albergara la síntesis de la flora colombiana. Actualmente, el invernadero está conformado por seis módulos con características específicas de suelo, temperatura, luz y humedad particulares, lo que permite el desarrollo de plantas que habitan en las regiones cálidas e incluso ardientes de Colombia. Allí se encuentra una síntesis de los principales ecosistemas colombianos tan distintos como la selva húmeda del Chocó, el desierto seco y ardiente de la Guajira o la selva amazónica, además, especies económicamente importantes como la caña de azúcar o el café. La construcción del Tropicario se hizo por etapas y a lo largo de varios años, debido a su costo y magnitud. En la primera etapa se desarrollaron los salones de transición, orquídeas y el palmetum. En la segunda fase se levantaron el invernadero ornamental, la colección de especies de importancia económica y los ambientes del Amazonas y la Guajira. La segunda etapa del Tropicario -dos invernaderos más- se concluyó en 1972, bajo la dirección del fundador, con aportes del Distrito y de la Presidencia de la República. En 1969, después de 14 años de fundado y un año antes de ser inaugurado, durante la alcaldía de Virgilio Barco Vargas, la administración distrital asignó los recursos necesarios para el normal funcionamiento del Jardín Botánico. Gracias a estos y a los obtenidos y donados por el fundador con el premio Luis López de Mesa, otorgado por la Fundación Tejidos de Medellín, fue posible continuar el cerramiento del Jardín.

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Arriba. Tropicario, construcciรณn del acceso principal. Abajo. Construcciรณn de los senderos en rodajas de madera y siembra de las primeras plรกntulas seleccionadas para el ambiente del Palmetum del tierra caliente en el invernadero. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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Capítulo 4 La inauguración del sueño y la despedida del fundador 1970 - 1972

Doctor Enrique Pérez Arbeláez Archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

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e acuerdo con los textos de doña Teresa Arango, «En enero de

1970, el fundador estaba abatido, disminuidas sus fuerzas de tanto luchar y minado por la dolencia que lo aquejaba. Entonces le planteé esta disyuntiva: o continúa el Jardín languideciendo sin que el Estado se interese por la obra y se extinga, o se toma una medida enérgica, devolviéndolo al Distrito, para que le inyecte vida. El doctor Pérez—Arbeláez aceptó esta última medida y decidí escribir la nota —porque el fundador no tuvo el valor— dirigida al Alcalde Mayor don Emilio Urrea, quien la consideró con razón un memorial de agravios». En ella doña Teresa hizo un recuento de

las actividades realizadas desde la fundación del Jardín y agregó al final que el país y los hombres del gobierno no estaban maduros para llevar a cabo una empresa cultural de esta dimensión; que se habían perdido años de la carrera académica y la sabiduría del fundador, pero que parecía que esa era una constante que padecían los hombres de ciencia 53


Apertura del Jardín Botánico. Presidente, Carlos LLeras Resptrepo, el fundador Enrique Pérez A., doña Bertha Fajardo de Urrea y el alcalde Emilio Urrea, entre otros. Foto El Tiempo, archivo fotográfico J.B.B.

en Colombia, porque quedaban truncas sus obras, como había sucedido con la Expedición Botánica y luego con José Jerónimo Triana, el eximio botánico del siglo XIX, que había tenido que emigrar al exterior para realizar los trabajos científicos. La respuesta del alcalde Urrea fue tan positiva que infundió nuevos ánimos al doctor Pérez— Arbeláez, al tomar el Distrito verdadero interés en todas las obras y apoyar los planes y trabajos que venían realizándose; consolidar las vías y apropiar el presupuesto22. Aunque el Jardín era visitado desde años atrás por muchos habitantes de la ciudad, abrió sus puertas al público el 30 de julio de 1970. Así se culminó la etapa de construcción y empezó un largo período de crecimiento y fortalecimiento. Para 1970, el Jardín contaba con algunas zonas delimitadas y organizadas, otras áreas como el bosque de robles, programadas para ser ejecutadas en el futuro.

22. Arango, T., Enrique. Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, Bogotá, 2005, Segunda edición.

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La intervención sobre el terreno original no superaba el 25%, faltaba mucho para que se realizara el gran proyecto del Jardín Botánico en toda su dimensión. Sin embargo, a partir de ese día la dinámica del Jardín cambió. Entre otras cosas, se amplió la planta de personal ya que hasta entonces el Jardín sólo había contado con José Parra, Cayetano Díaz, Isidro Bulla, Salvador Solano, quienes en calidad de obreros estuvieron en la entidad hasta jubilarse y el herbolario Miguel Quintero. Según la historia escrita por doña Teresa:» Transcurrieron dos años de intensa labor que fueron estimulados por la ayuda financiera del Presidente Lleras Restrepo. Convocó el fundador un grupo de distinguidos amigos y simpatizantes del Jardín y con el Alcalde nombraron la primera Junta Directiva que colaboró en varios proyectos. Al contar con medios económicos, el fundador soñaba con tener varios colaboradores botánicos y jardineros calificados para dedicarse a lo que más ambicionaba en el plano personal y no había podido realizar: continuar la investigación de la flora inferior iniciada en Munich y gozar al fin de un microscopio que tanto anheló y que nunca logró; porque sólo pudo tener una lupa, así como el sabio Mutis que en sus diarios habla del vidrio»23.

En 1971 se vinculó el ingeniero agrónomo Francisco Sánchez Hurtado, en calidad de asistente del Director, a quien él apreciaba pues conoció desde 1970 en un Congreso de fitotecnia y le brindó su confianza y orientación para el posterior desarrollo del Jardín.

23. Arango, T., Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 1992. Primera edición.

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Para fortalecer la línea cultural, el fundador organizó en 1971 conversatorios en los predios del Jardín, con eminentes personalidades de la vida científica y cultural del país, donde se hablaba de los problemas colombianos y de la entidad como empresa científica y cultural. Asistieron a esos encuentros, entre muchos otros invitados, los miembros de la Sociedad de Mejoras y Ornato Bogotá y los del Club de Jardinería, puesto que Enrique Pérez—Arbeláez estaba muy interesado en el tema de la arborización urbana y quería estrechar sus vínculos con quienes por ese tiempo, eran los interesados y encargados de la misma. Como fruto del interés por este tema, el doctor Enrique Pérez—Arbeláez escribió en 1971 Arborizaciones urbanas con atención especial a Bogotá, el cual contiene un profundo análisis de las innumerables determinantes que se entremezclan cuando se piensa en una arborización urbana. En él, el sacerdote y naturalista plantea que debe ser el Jardín Botánico el encargado de la selección de especies y de la elaboración de las recomendaciones para la plantación de las mismas, así como el encargado de la labor técnica que requiere el traslado, la siembra, el mantenimiento y la reposición de la arborización de una ciudad como Bogotá. En 1971 en el área cultural, el fundador planeó la labor educativa, turística y de servicio que se debía prestar a la ciudad. En este sentido, publicó la primera Guía del Jardín Botánico José Celestino Mutis, en la cual se nombraron entre otros, los diferentes ambientes planteados por Pérez-Arbeláez años atrás al Concejo. En ese mismo año, realizó diferentes expediciones para enriquecer las colecciones vivas de la entidad. Una expedición relevante se realizó en el municipio de Cajamarca, en el paso de La Línea en la Cordillera 56


Libro Arborizaciones urbanas y Primera Guía del Jardín Botánico. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Última excursión antes de la muerte del fundador a Cajamarca, Tolima. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

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Central. En compañía de Miguel Quintero y Francisco Sánchez, colectaron semillas y plántulas de la palma de cera Ceroxylon quindiuense. Estas fueron sembradas en el «Palmetum», en el área de clima frío del Jardín. Otra importante contribución fue posible gracias al viaje de Pérez-Arbeláez a Santa Marta, con el apoyo del INDERENA. Se transportaron hacia Bogotá diferentes especies de cactus, dividivis.


La despedida del fundador Enrique Pérez—Arbeláez visitó por última vez el Jardín el 12 de enero de 1972, dio algunas instrucciones, se despidió del personal y diez días después falleció. Finalizaba así su «diálogo permanente con Dios y la naturaleza»24. A su partida, «Pérez—Arbeláez, dejó una

Científico Enqrique Pérez Arbelaez. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

obra descomunal dedicada a enaltecer la nación, a despertar las conciencias sobre la exuberancia de la vida en este territorio que nos tocó en suerte. Sobre el destino trágico al que nos conducirían los mitos del progreso y el desarrollo a costa de ignorar y arrasar con la flora, la fauna y los minerales de este país»25.

El científico y sacerdote Enrique Pérez—Arbeláez legó a la ciudad y a los colombianos, entre muchas y muy importantes obras, el Jardín Botánico José Celestino Mutis. Enrique Pérez—Arbeláez fundó un Jardín Botánico para la conservación de la flora nativa con énfasis en la biodiversidad de los ecosistemas altoandinos, pero también procuró una representación de otros paisajes propios del territorio nacional y para ello realizó viajes a diferentes regiones del país. Este gran proyecto quedó sembrado y con los años ha logrado crecer, florecer y fructificar, gracias al trabajo de muchos científicos, aliados, funcionarios, contratistas, operarios y colaboradores que han dedicado sus días a completar el sueño del sacerdote y científico que le dio vida. 24. Arango, T., Enrique Pérez—Arbeláez su vida y su obra, Jardín Botánico José Celestino Mutis, 1992. Primera edición. 25. Hernández, Frank. L. Texto a propósito del natalicio del fundador, Jardín Botánico de Bogotá, 2010. En: www.jbb.gov.co

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Capítulo 5 La consolidación del sueño 1972 – 1975

A

l morir el fundador se disolvió la Corporación Jardín Botánico de Bogotá y la Junta autorizó su liquidación. Para dar continuidad al desarrollo de la entidad se nombró como director técnico al Ingeniero Francisco Sánchez Hurtado, quien había sido instruido amplia y detalladamente por el fundador, para que se hiciera cargo del enriquecimiento de las colecciones vivas. Se transcribe a continuación el oficio presentado por el doctor Ignacio Gómez Carrasco, Secretario de obras Públicas del Distrito en ese entonces y delegado por el Alcalde Mayor Emilio Urrea a la Junta Directiva del Jardín: «Por la presente me permito presentar a vuestra consideración lo siguiente: Debido a la lamentable muerte del doctor Pérez—Arbeláez, (q. e. p. d.) ha quedado disuelta la Corporación que formaron con el Alcalde Mayor de Bogotá, en el año de 1955 y por consiguiente es necesario proceder a la liquidación de la Corporación, tal como está previsto en los estatutos del Jardín. Para agilizar este proceso solicito comedidamente se decrete la liquidación de la Corporación y la distribución del haber adscribiéndolo a la administración Distrital a través del Fondo de Desarrollo Popular Deportivo y de Cultura en una cuenta especial.

Foto portadilla: monumento al fundador diseñado por el arquitecto Alfonso Robledo Anzola. Foto archivo fotográfico J.B.B.

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Presento a vuestra consideración también el nombramiento del liquidador al Procurador de Bienes del Distrito, con el fin de que se agilice la liquidación y se evite las posibles demoras de un juicio ordinario. Atentamente solicito la elaboración de una lista de posibles candidatos con sus hojas de vida correspondientes para presentársela al señor Alcalde Mayor de la ciudad con el fin de que él escoja el digno sucesor del doctor Enrique Pérez—Arbeláez, quien será nombrado por el Fondo de Desarrollo Popular Deportivo y de Cultura. Presento a vuestra consideración también que se ordene el remate del vehículo asignado al doctor Enrique Pérez—Arbeláez por la Corporación y que los dineros provenientes de la venta se destinen para la inversión en el Jardín. Tanto el señor Alcalde Mayor de la ciudad, como el Secretario de Obras Públicas Distrital me han confirmado que la Administración respetará el Programa de Obras elaborado por el doctor Enrique Pérez—Arbeláez y se compromete a dar terminación a las obras en ejecución. Así mismo la Administración Distrital se compromete a nombrar al agrónomo Francisco Sánchez para que continúe con su eficaz labor. Tal como he manifestado en las proposiciones anteriores, la Administración asignará una cuenta especial en el Fondo de Desarrollo Popular Deportivo y de Cultura para respetar el patrimonio del Jardín y el sueldo del Director se pagará con dineros provenientes de ese Fondo, pero no con los dineros que reposan en la cuenta del Jardín. De ustedes, atentamente, Ignacio Gómez Carrasco»26. 26. Secretario de obras Públicas del Distrito y delegado por el Alcalde Mayor Emilio Urrea a la Junta Directiva del Jardín.

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Después del fallecimiento del padre PérezArbeláez, ocupó el cargo de Director del Jardín Botánico el señor Roberto Ante Solarte, Subsecretario de Obras Públicas de Bogotá. Durante su gestión, el señor Ante Solarte ofreció sus conocimientos como ingeniero civil y gracias a su relación con la Secretaría de Obras, aportó una cantidad enorme de recebo y facilitó la maquinaria necesaria para consolidar las vías internas del Jardín. La administración del botánico Romero— Castañeda, 1972 - 1973 El 14 de abril de 1972, la Junta Directiva nombró en propiedad al botánico Rafael Romero-Castañeda, ilustre docente de la Universidad Nacional, quien le dio gran importancia a un plan de excursiones a los bosques cercanos, para así enriquecer las áreas dedicadas al bosque andino, destacando la siembra en el costado norte del Jardín. Fue tal el entusiasmo del nuevo director que vinculó a su familia en todas las labores culturales, tales como la apertura de hoyos, siembra y riego, hasta que las especies se estabilizaran.


Es importante anotar que con los residuos de grandes piedras, producto de la estabilidad de las vías, se conformó una rocalla o área pedregosa, para la siembra de las plantas suculentas como es el caso de las familias de las cactáceas, euforbiáceas, crasuláceas y algunas leguminosas, como el dividivi, la pispura o chiripiqui. Esta rocalla se destacaba por su gran colorido y paisaje, tratando de imitar lo que más tarde se definió como la representación del ecosistema sub-xerofítico. Hoy en su lugar se encuentra una comunidad compuesta por varias especies de gaques y en sus intermedios se ha iniciado la plantación de la colección de labiadas. El paso del ilustre botánico Rafael Romero—Castañeda por la dirección fue breve, el 10 de enero de 1973 falleció en el Jardín en plena actividad.

Acumulación de material rocoso para la conformación de la Rocalla. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Se encargó entonces la Dirección, en forma transitoria, a doña Bertha Fajardo de Urrea, primera dama del Distrito. La labor de ella y del Alcalde Mayor de ese

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momento Emilio Urrea Delgado fue crucial para que el Jardín no fuera liquidado, por lo que hicieron todas las gestiones pertinentes ante el Presidente Carlos Lleras Retrepo, para aportar, en común acuerdo a través de la Alcaldía, los recursos necesarios que permitirán la reactivación del Jardín. Su decidido apoyo al Jardín fue manifestado públicamente con la frase: «Defiendo y apoyo el Jardín, entre otras cosas porque lo conozco de a pisadas»27. Durante su administración se organizó el primer ciclo de conferencias del Jardín, a cargo de los más destacados científicos de la época, tales como los doctores: Mora—Osejo, Ernesto Guhl, Jesús María Idrobo, Julio Carrizosa Umaña, Otto de Greiff, Víctor Manuel Patiño, Santiago Díaz-Piedrahita, Enrique Forero, entre otros, y realizó esfuerzos para lograr una buena presentación de las condiciones físicas en las áreas habilitadas hasta la fecha, pero su mayor preocupación fue la de dejar el Jardín en manos de un Director con formación académica y científica»28. La administración del científico Mora-Osejo, 1973 - 1975 El siguiente director del Jardín fue el científico, investigador y catedrático Luis Eduardo Mora—Osejo, quien fue decano de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y presidente de la misma. Antes de asumir la dirección del Jardín se había desempeñado como decano de la Facultad de Agronomía y como rector de la Universidad de Nariño. 27. Bertha Fajardo de Urrea. 28. Sánchez, Francisco & César Escallón. Datos cronológicos del Jardín Botánico, J.C.M., 2005.

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Luis Eduardo Mora-Osejo adelantó sus estudios superiores en la Universidad «Maximiliano de Baviera»; alcanzó, al igual que Enrique Pérez—Arbeláez, la calificación Summa Cum Laude; además, se destacó a nivel mundial, pues fue miembro de la Sociedad Linneana de Londres y al tiempo, representó a la comunidad científica colombiana ante muchos estamentos, eventos y organismos, principalmente en su calidad de integrante del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Según el profesor Favio González del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, «Mora-Osejo

estudió las plantas de la misma forma que trató a las personas, con amor, ternura, dedicación y respeto. Su familia y sus discípulos lo saben muy bien, pues supo convertir las salidas de campo en viajes profundos al mundo natural. Y en la avidez por aprender, buscaba refugio aún bajo los impermeables en medio del páramo para consignar en libretas de campo cada una de las observaciones que pasaban desapercibidas para todos, excepto para él»29. 29. González, F. Artículo Periódico Universidad Nacional de Colombia, UNP. Luis Eduardo Mora Osejo. Viajes profundos al mundo natural, No.56, Bogotá, 2004.

Luis Eduardo Mora Osejo. Foto archivo personal de doña Alicia S. de Mora.

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Equipo de colaboradores de la administración del doctor Luis Eduardo Mora Osejo. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

A la llegada del doctor Mora-Osejo el personal que laboraba en el Jardín estaba constituido por funcionarios en comisión de la Secretaría de Obras Públicas del Distrito, entre quienes se contaban el ingeniero Francisco Sánchez, el técnico Miguel Quintero y una cuadrilla de operarios. Con este personal se avanzó de manera asombrosa en la ejecución del plan de adecuación y acondicionamiento de terrenos. El doctor Mora—Osejo en coordinación con doña Teresa Arango Bueno, se ocupó permanentemente por gestionar auxilios, donaciones y asignaciones de carácter presupuestal de diversas entidades. Como producto de su gestión se vincularon a la entidad el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el Banco de la República, Colcultura, COLCIENCIAS, el Fondo FEN de Colombia y las contralorías Nacional y Distrital, varios concejales amigos del Jardín, así como de la empresa privada, entre las que se cuentan Morris Gut y Don Guillermo Cano. Además, algunos congresistas asignaron recursos provenientes de los Auxilios Parlamentarios, lo que favoreció al Jardín hasta 1991. Durante la administración del doctor Mora—Osejo el Jardín se encaminó hacia los estudios sistemáticos y orgánicos de las colecciones con las que contaba la entidad, se inició un primer ciclo de publicaciones y se determinó un plan quinquenal con énfasis en proyectos de investigación científica. Bajo su dirección comenzaron a elaborarse programas anuales previamente planificados, con miras a que posteriormente se le asignase, de acuerdo con sus necesidades, la respectiva partida presupuestal. Conocedor de la complejidad de la diversidad natural de nuestro país, fue un abanderado del conocimiento por lo que consideró la investigación como una necesidad para generar desarrollo sostenible, bienestar social y sentido de pertenencia.

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De las investigaciones científicas… Producto del plan quinquenal (1973–1978) propuesto por Mora— Osejo, la entidad, con el apoyo de COLCIENCIAS, realizó varios estudios entre los que se cuentan el cultivo de las plantas ornamentales silvestres de la flora colombiana30, para precisar las condiciones de germinación, crecimiento, floración y reproducción de especies ornamentales de clima frío, medio y cálido. Los resultados fueron publicados en la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales31. Como fruto de éste trabajo se sumó a la colección del Jardín un bosque conocido como el bosque Mora—Osejo. Otros de los temas propuestos fueron el cultivo de las plantas medicinales y aromáticas de la flora colombiana, para precisar las condiciones de germinación, crecimiento, floración, reproducción y fotoquímica de especies medicinales y aromáticas, el estudio de los tipos arquitecturales de los árboles predominantes en las formaciones vegetales de Colombia: selva tropical húmeda, bosque caducifolio de climas secos, bosque andino y matorrales

30. Mora, Osejo Luis Eduardo. La situación de los bosques nativos de Colombia y resultados preliminares de experimentos sobre cultivos de plantas autóctonas ornamentales en el Jardín Botánico José Celestino Mutis. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales. Volumen XV. No. 59. Bogotá. Diciembre, 1984. 31. Sánchez, Francisco & César Escallón. Datos cronológicos del Jardín Botánico, J.C.M., 2005.

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Publicación Index Seminum. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

de subpáramo, con el objetivo de llevar a cabo estudios morfogenéticos de cada uno de ellos, con miras a establecer los procesos morfológicos y fisiológicos responsables de la diferenciación arquitectural, los estudios morfológicos y sistemáticos de la flora colombiana, con el propósito de contribuir al conocimiento, en particular de las especies de las familias Hallorrhagaceae y Cyperaceae, la aclimatación de plantas de importancia económica y ornamental en Colombia, con el fin de conocer los requerimientos climáticos, edáficos y las técnicas de cultivo que implica la adaptación de plantas de alto valor económico y ornamental procedentes de diferentes regiones del mundo, para enriquecer la flora colombiana. El plan quinquenal además privilegió las inversiones en publicaciones de carácter científico y cultural y en educación ambiental. Por lo cual propuso mantener una periódicamente la publicación de los Index Seminum -los índices de semillas-, con los cuales los jardines botánicos informan a otras instituciones sobre la disponibilidad de semillas y plántulas para el intercambio. El doctor Mora—Osejo también puso énfasis en la investigación de las especies que po-

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drían aportar a la arborización urbana de Bogotá, como uno de los objetivos primordiales del Jardín. Cabe anotar que entre las labores adelantadas por el eminente científico en 1974, se llevó a cabo un plan de expediciones que enriqueció notoriamente las colecciones vivas del Jardín en la zona dedicada a la región andina y en los invernaderos sub-xerofítico de clima caliente y súper húmedo. De nuevo las expediciones… El doctor Mora—Osejo, quien dirigió el Jardín por 19 meses, logró estamparle la impronta científica que lo caracteriza y que años más tarde logró posicionarlo como Centro de Investigación y Desarrollo Científico del Distrito Capital. Entre las labores adelantadas cabe destacar la reubicación, el rediseño y el enriquecimiento del herbal medicinal, el cual fue trasladado del sitio donde lo iniciara el fundador, al sitio donde se encuentra actualmente, en el costado centro occidental del Jardín. El diseño tuvo en cuenta la usanza ancestral indígena de tener en su entorno las plantas medicinales, así mismo, la necesidad de que esta construcción fuese elevada para evitar los encharcamientos dada la vulnerabilidad de las plantas al exceso de humedad. En la parte central del herbal, se edificó un kiosco con materiales naturales. Así como el doctor Romero-Castañeda convocó a su familia para que apoyara las labores del Jardín, el doctor Mora-Osejo convocó a sus estudiantes de último semestre de biología de la Universidad Nacional para que cada uno se encargara de la consecución de las plantas del herbal y de su cuidado, así como de la investigación 69


Plano del Jardín Botánico con algunos ajustes técnicos a la zonificación original, realizado por el doctor Mora Osejo. Archivo fotográfico personal de doña Alicia S. de Mora.

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sobre sus características y la importancia de las mismas en los usos tradicionales. Para este fin logró obtener del Club de Jardinería de Bogotá, la suma de $35.000 pesos que sirvieron para iniciar la infraestructura y el pago a los estudiantes, a manera de estímulo, facilitándoles el transporte y los gastos. Paralelamente, el ingeniero Francisco Sánchez, además de coordinar con el diligente equipo de operarios del Jardín los trabajos de infraestructura, se dedicó a la revisión de toda la información de las plantas de esta área, para poder así atender las múltiples consultas por parte de los visitantes. Este herbal tuvo un gran enriquecimiento de algunas plantas exóticas gracias a la valiosa colaboración del agrónomo belga Guy Reubrecht, quien también aportó la información sobre los estudios de cada una de éstas, así como el trabajo en las labores culturales para su permanente mantenimiento. Retomando los testimonios del doctor Sánchez, también durante la dirección del doctor Mora-Osejo, se realizaron algunos ajustes a la zonificación inicial, destacando: la creación de la biblioteca y el herbario de la flora; se avanzó en el proceso de desarrollo de los invernaderos. Adicionalmente, se presentó un proyecto de investigación encaminado al estudio de la flora para el ornato de Bogotá, el cual fue financiado y supervisado por COLCIENCIAS.

El director propuso trasladar el jardín introductorio o glosológico -glosario de plantas y sus formas de vida- y el conjunto de plantas acuáticas y hacer un gran lago para representar el humedal, uno de los ecosistemas típicos de la Sabana de Bogotá, que además serviría para minimizar el impacto climático debido a los cambios bruscos de temperatura. Esta interesante propuesta fue aprobada y consignada dentro del marco del plan de desarrollo del Jardín y sustentada ante el Concejo del Bogotá. El doctor Mora—Osejo se retiró el 16 de enero de 1975 para asumir la decanatura de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional; pero no se distanció del Jardín Botánico y como se podrá apreciar más adelante, fue un personaje que siguió haciendo realidad el sueño del fundador.

Este año, el científico de la universidad nacional Jesús María Idrobo, el ingeniero Francisco Sánchez y don Miguel Quintero, viajaron al Amazonas, desde donde trajeron ejemplares de la Victoria amazonica, conocida, además de su belleza, por ser la planta acuática más grande del mundo. 71


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Capítulo 6 Doña Teresa a cargo del sueño del Fundador 1975 - 1990 De izquierda a derecha: doña Teresa Arango B., el doctor Alberto LLereas Camargo, el ingeniero Francisco Sánchez H. y el doctor Alberto LLeras (hijo), en una grata visita al Jardín. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

E

n 1975, la Dirección del Jardín fue asumida por Doña Teresa Arango Bueno, quien había asistido y acompañado al científico y sacerdote Enrique Pérez-Arbeláez en su propósito de realizar el sueño de conformar el Jardín Botánico de Bogotá, ella desempeñó su cargo con la dedicación y el afecto de una madre a un hijo. 73


Doña Teresa Arango B. y su asesor el doctor Víctor Manuel Patiño, al revisar la infraestructura de la cascada. Foto archivo personal del Ingeniero Francisco Sánchez.

Doña Teresa, quien también había acompañado al padre Pérez en la segunda edición del libro Plantas Útiles de Colombia, manifestó en el momento de su posesión que asumía gustosa la responsabilidad que se le encomendaba y que agradecía a quienes la habían tenido en cuenta, «quizás por la trayectoria de haber asistido a los triunfos y reveses de la entidad, desde que se bendijo la primera piedra»32. 32. Archivos del Jardín Botánico. Teresa Arango Bueno. Fundación e historia del Jardín en: historia institucional del Jardín Botánico, AZ No. 2 Secretaría general.

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Desde su posesión, doña Teresa contó con el decidido apoyo de la Junta Directiva; con la asesoría permanente de científicos destacados como Víctor Manuel Patiño, Ernesto Guhl, Sven Zethelius, Mora-Osejo Jesús María Idrobo, Santiago Díaz-Piedrahita, entre otros, así como con el acompañamiento cotidiano de Miguel Antonio Quintero y Francisco Sánchez, quien a partir de este año se desempeñó como director técnico del Jardín. Adicionalmente, el entonces gerente del Banco de la República Germán Botero de los Ríos, lideró la creación de la Corporación de Amigos del Jardín Botánico, entre cuyos integrantes se contaba el presidente Belisario Betancourt Cuartas, Patricio Samper, Guillermo Villaveces, Cecilia de Zubiría, Gloria Valencia de Castaño, Rafael García, Alfonso Robledo, Joaquín Caicedo, Elvira Cuervo de Jaramillo y Bertha Fajardo de Urrea. La Corporación creó un vivero destinado a la generación de recursos para el Jardín, además recibió donaciones que se transferían para obras específicas y apoyó a los estudiantes que realizaban sus trabajos de investigación. El fortalecimiento del Jardín… La prioridad de la directora fue solucionar la situación institucional y jurídica del Jardín que se había tornado confusa desde la muerte del fundador. De otra parte, dado que ella conocía a fondo el desarrollo de la institución, sus limitaciones, fortalezas y debilidades, se ocupó en dotarlo de herramientas para garantizar el buen cumplimiento de su gestión y continuar con el desarrollo de la zonificación trazada y, por lo tanto, con el cumplimiento del sueño del fundador.

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Gracias a las gestiones adelantadas, la Alcaldía de Bogotá suscribió un acuerdo con el Banco de la República mediante el cual éste entraba a formar parte de la Junta Directiva del Jardín Botánico José Celestino Mutis, asociándose a sus fines. En aquel convenio se redefinían tres objetivos fundamentales para el Jardín, primero la conservación ex situ -es decir, dentro del Jardín- de la flora local; segundo, la investigación científica y tercero, la publicación y divulgación de los resultados. Doña Teresa, el doctor Víctor Manuel Patiño y el ingeniero Francisco Sánchez realizaron una revisión al plan de zonificación elaborado por el doctor Mora—Osejo, con ajustes técnicos al plan original del fundador, en particular en lo relacionado con la construcción del lago, para tal fin, se hicieron las consultas y los estudios preliminares como soporte de un diseño que permitiera la estabilidad del cuerpo de agua y se tomó la determinación de erradicar los árboles de especies predominantes en el área seleccionada tales como pinos, eucaliptos y acacias. El avance del proyecto contó con la asesoría técnica del ingeniero Roberto Maldonado, quien apoyó, entre otros, los estudios para la caracterización de los perfiles del suelo. Posterior a esto y con el objeto de realizar el diseño definitivo del lago y su entorno, la Junta Directiva autorizó la contratación del arquitecto paisajista Alfonso Leyva. El respectivo movimiento de tierra fue gestionado por el Subdirector técnico, con el general Fernando Landazábal Reyes, comandante del Ejército en 1977, quien delegó a un ingeniero de las fuerzas militares y facilitó la maquinaria y los equipos con sus correspondientes asesores. La directora reunió a la junta directiva con el fin de celebrar lo que ella eufóricamente exclamaba era ¡un milagro! En su diario escribió que gracias a la «coordinación, en tan sólo ocho días, al contar con la maquinaria 76


Excavaciรณn del Lago principal. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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especializada, el lago se logró construir de acuerdo al diseño, el trazado, la excavación, la conformación de relieves en su entorno y la compactación».

En 1978 los niveles de agua del lago bajaron más de lo normal, situación que fue solucionada mediante la utilización de una mezcla de greda con bentonita, que doña Teresa gestionó por medio del asesor Víctor Manuel Patiño. Este operativo se coordinó con los operarios de la Secretaría de Obras Públicas, que en su época se encontraban en comisión en el Jardín Botánico. En su diseño, el lago contó con una isla cuyas primeras siembras se llevaron a cabo con el apoyo del señor Miguel Quintero y su cuadrilla de operarios; se sembraron sauces llorones y claveles de color gris, se procedió a cubrir toda la superficie con pasto kikuyo. Una vez concluida esta representación del ecosistema del humedal, se procedió a la siembra de las plantas típicas de los humedales de la Sabana de Bogotá, con especies tales como las tifas, los juncos y los papiros principalmente. El enriquecimiento del Jardín… La conformación de este hábitat creó las condiciones para que el Jardín fuese visitado por 21 especies de aves migratorias boreales entre las que se cuentan Buteo platypterus, Wilsonia canadensis, Vermivora peregrina, Catharus minimus, y Cotopus boreales, entre otras; y una austral, Tyrannus savana. También se encuentran hoy en día especies establecidas como la monjita o turpial Agelaius icterocephalus, la garza blanca Casmerodius albus, el pato de pico azul Oxyura jamaicensis, el patico sambullidor Podiceps dominicus, el colibrí o tominejo Colibri coruscans, entre otras bellísimas especies que han encontrado refugio en el Jardín.

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Proceso de impermeabilizaciรณn del Lago. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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Durante esta administración la situación institucional del Jardín se fortaleció, las colecciones se enriquecieron debido a las expediciones realizadas en la región andina con las directrices de los científicos Víctor Manuel Patiño y Santiago Díaz-Piedrahíta; se dio continuidad a los proyectos de investigación trazados desde 1973 por el doctor Mora-Osejo y se estableció un convenio con Colcultura, entidad que apoyó el nombramiento de personal especializado. «En 1980 el Jardín Botánico figuraba dentro del organigrama de la Secretaría

de Obras Públicas, como una sección de la División de Parques y Avenidas encargada de la programación y el mantenimiento de la arborización urbana y los viveros»33.

En 1981 doña Teresa solicitó a la Junta Directiva su aprobación para invitar a la arquitecta paisajista Lyda Caldas de Borrero, para que con base en la zonificación del Jardín, aportara un diseño armónico con el medio natural. En su informe final la arquitecta planteó la necesidad de conformar una serie de relieves, haciendo alusión a la diversidad de ecosistemas de la región andina. Este mismo año, doña Teresa Arango, recibe el premio Gonzalo Jiménez de Quesada, «Por la labor en la conservación y programación de nuestra flora nativa en los predios del Jardín Botánico de Bogotá».

33. Torres Mercado, C. Historia institucional del Jardín Botánico José Celestino Mutis, Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría General. Archivo de Bogotá. Bogotá, marzo de 2003, pág. 44 y 45.

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Acondicionamiento ecolรณgico de este ambiente. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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Aves en el JardĂ­n. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco SĂĄnchez.

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Primer logo del Jardín representado en la orquídea nativa Cattleya trianae. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Hasta 1982 el emblema o logotipo del Jardín fue un escudo que enmarcaba la flor nacional (Cattleya trianae). El nuevo emblema fue aprobado por la Junta Directiva, tras la propuesta del ingeniero Sánchez de que fuera la imagen de la Mutisia clematis. Este cambio se aprobó, teniendo en cuenta la reseña histórica según la cual en 1785 el científico Linneo, en honor de Mutis, le dio el nombre a un nuevo género: Mutisia, de la familia de las compuestas. En esta misma sesión el arquitecto Alfonso Robledo Anzola se comprometió a hacer la ilustración respectiva para el logotipo. El naturalista y botánico Linneo, se refiere a la planta enviada por Mutis34 como: «¡ jamás he visto una planta tan particular!, su flor es de

L Logo del Jardín representado en la Mutisia Clematis L. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

singenesia, presenta zarcillos, las hojas son compuestas y tomentosas, el hábito es de clemátide; quién había visto una planta semejante en este orden natural?, la llamaré Mutisia y su nombre inmortal, el tiempo no podrá borrar».

Ese año se publicó la segunda Guía del Jardín Botánico, cuya portada presentó la fotografía de la Mutisia en su medio natural. El contenido incluyó las características geográficas y climáticas, una breve historia de los jardines botánicos del mundo y una reseña sobre la fundación e historia de la institución redactada por doña Teresa Arango Bueno.

34. Díaz P. Santiago. La Expedición Botánica. Sociedad Geográfica de Colombia Academia de Ciencias Geográficas. Bogotá. En: www.sogeocol.edu.co

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Para enriquecer más el Jardín doña Teresa hizo cambiar en la Rosaleda la deteriorada fuente inicial por una en piedra de estilo clásico, diseñada por el arquitecto Alfonso Robledo. En este año se inició el diseño y la construcción de la cascada, hoy el Criptogamio, un ambiente no previsto en los planos originales del fundador, cuyo gestor fue el ingeniero Francisco Sánchez, quien lo diseñó teniendo en cuenta el Salto del Tequendama y la región de Arcabuco en Boyacá. El proyecto contó con el apoyo de Daniel Arango Jaramillo, en su calidad de Presidente del Concejo de Bogotá y del presidente de la junta del Jardín, quien al considerarlo viable, lo gestionó ante el Secretario de Obras y las empresas de Acueducto y Energía las cuales ofrecieron recursos y asesoría técnica. Después de lograr con éxito la adecuación de la cascada, se inició el enriquecimiento vegetal con plantas que cumplieran con las condiciones del sitio. En 1982 el alcalde Hernando Durán Dussán y el secretario de Obras Gustavo Medina, encomendaron al ingeniero Francisco Sánchez la misión de estudiar el funcionamiento, el

Segunda guía del Jardín, 1982. Foto archivo fotográfico J.B.B.

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Con el apoyo de maquinaria pesada fue posible construir la estructura rocosa de la cascada y la perfilaciรณn con la mano de obra. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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ordenamiento y la conservación de la biodiversidad en los jardines botánicos de Madrid, París, Londres, Bruselas, Leipzig, Washington, Nueva York y Miami. Adicionalmente, se le había encomendado recoger especies de árboles y plantas ornamentales para hacer experimentos y adaptarlas a nuestro medio. Gracias a este esfuerzo, especies como los liquidambar, los magnolios, los jazmines de la China, los arupos, los hollys, las phoetinias, el jazmín australiano y el rododendrum, entre otras, lucen en los jardines de varias ciudades de Colombia. Arriba. Inspección de la face final de la cascada. Abajo. Cascada. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

En cuanto a la estructura funcional de la entidad, en 1983 la directora dio a conocer a la junta el proyecto de organización y el organigrama en el que se contemplaron cuatro divisiones: administrativa, científica, técnica y cultural; además se elaboró un manual de funciones35.

35. Torres Mercado, C. Historia institucional del Jardín Botánico José Celestino Mutis, Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría General. Archivo de Bogotá. Bogotá, marzo de 2003, pág. 44 y 45.

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«Hacia 1985, el Jardín Botánico presenta otro

programa de investigación a COLCIENCIAS, para los años 1985 – 1988. En éste programa incluyó los proyectos ‘Tipología, composición florística y estructura de los relictos de bosques andinos del departamento de Cundinamarca’ y ‘Descripción y reconocimiento de plántulas de las especies arbóreas y arbustivas del bosque andino del departamento de Cundinamarca’»36.

Esta época fue muy significativa para el Jardín en términos culturales, especialmente en cuanto a las publicaciones. Por un lado, se realizó la primera edición de la revista científica Perez-Arbelaezia, siendo director del área científica el biólogo César Escallón; esta revista, en cuya edición y posicionamiento tuvo un papel fundamental el biólogo Gustavo Morales Lizcano, difunde los resultados de las investigaciones científicas desarrolladas por el Jardín Botánico.

36. Sánchez, Francisco & César Escallón. Datos cronológicos del Jardín Botánico, J.C.M., 2005.

Edición del primer número de la revista Pérez Arbelaezia. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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De igual forma y gracias al trabajo del comprometido equipo humano de la época, se realizó edición de la traducción del libro de Alexander von Humboldt y Amadeo Bondpland Ideas para una geografía de las plantas, realizada por Ernesto Guhl. Adicionalmente, se inicia la conformación de la biblioteca, se proyecta la construcción de un laboratorio y se asigna un área para experimentación con invernadero. Según las disposiciones establecidas en la Resolución 426 de 1986, el Jardín se centró en el fomento y la promoción de investigaciones y en el rescate de la flora nativa.

Visita al Jardín del presidente Belisario Betancourt, 1982. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Durante el gobierno del presidente Belisario Betancourt Cuartas 1982 – 1986, se realizó la Segunda Expedición Botánica, tiempo durante el cual contó con el Jardín Botánico como escenario para la realización de los eventos alusivos a esta. Para entonces, el Jardín Botánico se había consolidado en cuanto a sus ambientes y colecciones, se había desarrollado notoriamente, era muy visitado y el número de funcionarios crecía, lo que hacía poco apropiadas las instalaciones para su correcto funcionamiento.

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Visita al JardĂ­n del presidente Belisario Betancourt, 1982. Foto archivo personal del ingeniero Francisco SĂĄnchez.

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Al finalizar el mandato presidencial del doctor Betancourt en 1986, quiso agradecer al doctor Sánchez sus labores durante los cuatro años de su período y le ofreció visitar algunos jardines botánicos de otros países. El doctor Sánchez agradeció las buenas intenciones y le propuso, en su lugar, hacer el aporte de recursos para la construcción de la sede del Jardín. De acuerdo con la narración del ingeniero Francisco Sánchez «Doña Teresa, en coordi-

Construcción del acceso y senderos peatonales al rededor del área admisnistrativa del Jardín. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

nación con la Junta Directiva, comisionaron al arquitecto Patricio Samper para que, después de hacer todos los estudios preliminares, solicitara a la Sociedad Colombiana de Arquitectos la realización de un concurso para el diseño arquitectónico de la sede». Dentro de las muchas

propuestas que se presentaron, resultó ganadora la del arquitecto Pedro Juan Jaramillo, dado que su proyecto se integraba armoniosamente con los ambientes del Jardín. Este proyecto incluyó el área de acceso y los parqueaderos, el auditorio, la biblioteca y las oficinas del área cultural, los laboratorios y las oficinas del área científica, las oficinas de la dirección, el área administrativa y la cafetería.

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Adecuación de los jardínes y construcción de la plazoleta de eventos Mutis en la entrada del Jardín. Fotos archivo personal del Ingeniero Francisco Sánchez.

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El desarrollo de esta obra civil fue realizado por la firma Conconcreto, bajo la dirección del ingeniero Jorge Chávez y la interventoría del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Con la donación del doctor Sánchez de treinta millones de pesos se realizaron los estudios preliminares y la construcción parcial de la obra. Durante el gobierno del Presidente Virgilio Barco Vargas, en 1987, el doctor Patricio Samper gestionó con el Presidente y con el Alcalde Mayor Julio César Sánchez, una partida presupuestal de cuarenta millones de pesos, dinero que se destinaría a terminar el proyecto. El siguiente año se continuó la construcción de la sede, que fue inaugurada por el alcalde Julio César Sánchez, en representación del Presidente de la República.

Inauguración obra arquitectónica del Jardín. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Este mismo año, con motivo de los 450 años de la fundación de Bogotá, el Rey Juan Carlos de España donó a la ciudad una estatua del

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Arriba. A la derecha David Rivera muestra a científicos extranjeros los resultados de germinación de especies de la flora andina en el invernadero de propagación. Abajo. De izquierda a derecha: el director Mora Osejo, el alcalde Juan Martín Caicedo F. y el doctor Joaquín Caicedo Salazar. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

sabio Mutis, que se ubicó en la plazoleta principal del Jardín Botánico. Entre los años 1988 y 1990 se realizaron proyectos de investigación con la asesoría del botánico Víctor Manuel Patiño y el doctor Jesús María Idrobo como: Especies utilizadas en artesanías, plantas medicinales y árboles maderables, Especies de árboles de rápido crecimiento, Frutales, Selección de especies para la arborización de Bogotá, Especies para el enriquecimiento de la colección viva del Jardín, entre un total de doce títulos propuestos, lo cual representó un gran avance en las metas trazadas. Además, el biólogo David Rivera se encargó del enriquecimiento meticuloso y sistemático de la colección viva aproximadamente durante ocho años. Los resultados de estos estudios se encuentran en la revista Pérez Arbelaezia y en otros documentos oficiales de la entidad37. 37. Sánchez, Francisco & César Escallón. Datos cronológicos del Jardín Botánico, J.C.M., 2005.

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Inauguración obra arquitectónica con la presencia del Alcalde Mayor Julio César Sánchez. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez. 97


Inauguración de la Biblioteca Enrique Pérez Arbeláez. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Por otra parte, se consolidaron y enriquecieron las colecciones con la finalización de la siembra en el circuito de invernaderos, el jardín de las plantas exóticas, el bosque de robles, el bosque de niebla y el entorno a la cascada -helechos y afines-. Por otra parte, se definió el jardín de los árboles exóticos y se procedió a su adecuación y siembra con la ayuda de los asesores Víctor Manuel Patiño y Santiago Díaz-Piedrahíta,

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Reloj de sol. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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quienes elaboraron un plan de excursiones por varias regiones del país para cubrir la región andina. El doctor Mora-Osejo también participó de las mismas cubriendo el Nudo de los Pastos, y los departamentos de Quindío, Caldas y Cundinamarca con el fin de encontrar una mayor floración y fructificación de las especies. Esto sirvió para que cada día el Jardín se fuera especializando en la flora de los ecosistemas alto andinos y de páramo. En 1990 el ingeniero Francisco Sánchez, en su calidad de Director Encargado, propuso a la Junta Directiva la conformación de un relieve de una hectárea aproximadamente para representar las formaciones de bosque alto andino, páramo y súper páramo. Bajo la asesoría del profesor Ernesto Guhl y los trabajos preliminares del doctor Mora—Osejo y de los profesores Orlando Vargas y Silvio Zuluaga, dicha propuesta fue aprobada. En consecuencia, Pedro Gómez Barrero, miembro de la Junta Directiva, aportó aproximadamente 70.000 m3 de tierra para el levantamiento del relieve y facilitó la maquinaria para conformar los 9.600 m2 destinados a este ambiente. De acuerdo con don Miguel Quintero, la conformación del ambiente Páramo ha requerido, desde la dirección del fundador hasta la fecha, grandes esfuerzos para el constante enriquecimiento de especies propias de este ecosistema; por esto, se han realizado muchas salidas de campo a páramos circundantes, como los de Guerrero en Choachí, Sumapaz, Cruz Verde, Nevado de Santa Isabel en el Tolima, y Virolín en los límites de Boyacá y Santander. Las plantas recolectadas se establecieron inicialmente en el lugar donde hoy se encuentra la Maloca y después de levantada la formación para el páramo se trasladaron allí.

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Secuencia de la adecuaciรณn del terreno para el ambiente de Pรกramo. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez. 101


Secuencia de la adecuaciรณn del terreno para el ambiente de Pรกramo. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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Siembra de especies en el ambiente de Pรกramo. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sรกnchez.

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En la recolección de las especies típicas de este ambiente, además de los científicos antes mencionados, han participado biólogos como David Rivera, Gustavo Morales, César Escallón, Edgar Linares, Roberto Sánchez, Gabriel Páramo, quien aportó al diseño para la disposición de las plantas y Guadalupe Caicedo, entre otros. Desde entonces se ha venido manteniendo el ambiente y enriqueciéndolo con más especies. Bajo la dirección de doña Teresa Arango el Jardín se consolidó y fortaleció como institución, se estrecharon sus relaciones con la administración distrital y su estructura interna fue transformada para un funcionamiento más eficiente; se consolidó su planta física gracias a la construcción de la sede, además se realizaron las instalaciones de los monumentos a José Celestino Mutis y a Enrique Pérez—Arbeláez, la construcción de la pérgola actual y la instalación del reloj de sol; se consolidó y enriqueció la zonificación trazada por el fundador y el doctor Mora—Osejo gracias a la construcción de la cascada, el lago principal y la colina para el páramo. «Durante la administración de doña Teresa Arango, el Jardín se constituyó

también en el soporte técnico de los programas de arborización de la ciudad, facilitó el material vegetal seleccionado para las plantaciones urbanas y apoyó el desarrollo de un buen número de trabajos de grado a estudiantes de diferentes universidades»38. Dando así cumplimiento al sueño del fundador.

38. Sánchez, Francisco & César Escallón. Datos cronológicos del Jardín Botánico, J.C.M., 2005.

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Capítulo 7 El sueño florece 1990 - 1995

A

l retirarse doña Teresa Arango, quien dedicó su vida al Jardín, se encargó temporalmente de la Dirección al doctor Joaquín Caicedo Salazar, miembro de la Junta Directiva, quien ya en otras oportunidades había actuado como director encargado. El doctor se propuso mejorar el Jardín en tres aspectos: 1. El fortalecimiento de la actividad investigativa; 2. El desarrollo de la biblioteca y 3. La promoción de las publicaciones y la diversificación de las mismas. Cabe anotar que en 1991 doña Teresa recibió el premio José Celestino Mutis Vida y Obra otorgado por sus aportes a la constitución y desarrollo del Jardín Botánico. Este reconocimiento lo otorgó el Fondo FEN Colombia, entidad que, en cabeza de Ángel Guarnizo Vasquez actualmente -2010- miembro de la Junta Directiva, siempre apoyó al Jardín, especialmente a través de las publicaciones como algunos números de la revista Pérez Arbelaezia y la edición de la biografía del Fundador. Después de quince años, el doctor Mora—Osejo retornó a la dirección del Jardín Botánico. A pesar de la cantidad de propósitos que animaban al director, algunos de ellos fueron aplazados pues el Jardín afrontó una grave crisis originada por las implicaciones de la estructura jurídica del

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mismo, que finalmente concluyó con la decisión de liquidar la Corporación Jardín Botánico José Celestino Mutis. La Constitución de 1991 acabó con los llamados auxilios parlamentarios de los cuales el Jardín era beneficiario, lo cual dificultó la situación económica del mismo. De otro lado, el Jardín estaba incorporado en el organigrama de la Secretaría de Obras Públicas y sin embargo era una corporación privada, lo que impedía que fuese vinculado de hecho al Distrito. Gracias a las gestiones del doctor Mora—Osejo, el Concejo Distrital expidió el acuerdo Nº. 39 del 7 de diciembre de 1992: «Por

el cual se crea una entidad de derecho público denominada Jardín Botánico José Celestino Mutis de Santa Fe de Bogotá, se conceden facultades extraordinarias y se dictan otras disposiciones».

El 5 de febrero de 1993, el Alcalde Jaime Castro firmó el Decreto extraordinario Nº. 40 en el cual se determinaron la naturaleza jurídica, las funciones y la estructura del Jardín Botánico José Celestino Mutis. Tres meses después, el Secretario General de la Alcaldía expidió la Resolución Nº. 228 especial del 25 de mayo, por la cual se canceló «la personería jurídica reconocida mediante Resolución 1789 del 22 de

julio de 1955, del Ministerio de Justicia a la Corporación denominada Jardín Botánico José Celestino Mutis…». Los empleados fueron vin-

culados a la planta de personal del nuevo ente y el Jardín continuó desarrollando su actividad desde entonces como entidad pública.

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Durante esta administración, entre otras cosas, se consolidó un convenio para establecer una zona de reserva In situ en Chicaque bajo la coordinación del biólogo César Escallón y el ornitólogo Enrique Zerda desarrolló la primera investigación sobre las aves de Bogotá en el Jardín Botánico. Debido a los cambios institucionales ya mencionados, se puso al frente del Jardín el señor Otoniel Enrique Cifuentes Orjuela, en condición de Director liquidador. Estas tareas se concluyeron el 31 de diciembre de 1993, según consta en un acta sin fecha suscrita por el mencionado liquidador. Mediante convocatoria de la Alcaldía Mayor, se constituyó la Entidad de Participación Mixta denominada «Enrique Pérez—Arbeláez» cuyo objeto social era administrar, bajo contrato con la Administración Distrital, el Jardín Botánico. Se designó la Junta, se habían nombrado dignatarios provisionales, se adelantaban los trámites de reconocimiento de la respectiva personaría jurídica y se preparaba el contrato correspondiente.

Guía de las Aves en el Jardín Botánico (Zerda Ordoñez). Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Aves en el Jardín. Foto César David Martínez, Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Finalmente, el Alcalde Mayor en 1994 encargó al Director de Parques y Avenidas Álvaro Caicedo, quien estuvo en la dirección del Jardín en condición de encargado hasta 1995. La entidad dejó de ser una corporación privada que vivió durante 30 años de donaciones para transformarse en un establecimiento público del Distrito Capital con personería jurídica y patrimonio propio, adscrito a la Secretaría de Obras Públicas. De manera que el sueño de Pérez—Arbeláez se reafirmó como «un bien de todos los colombianos» tal como soñó desde siempre el fundador.

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Capítulo 8 El sueño fructifica 1995 – 2008

L

a administración del ingeniero Hilario Pedraza

En el año 1995, el ingeniero Hilario Pedraza se vinculó como director del Jardín Botánico y dio inicio formal a la nueva etapa de la institución como entidad pública. Como consecuencia, el Jardín afrontó un cambio radical en su sistema administrativo y financiero y desde entonces, adoptó el nombre de Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. El nuevo director tomó medidas conducentes a la reestructuración con el enriquecimiento de la planta de personal y la búsqueda de soluciones frente a los traumatismos inevitables en transiciones de esta magnitud. Durante esta administración, el área cultural se fortaleció con lineamientos como capacitación y formación ambiental en áreas de con-

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servación de la biodiversidad; paquetes pedagógicos; recorridos guiados; turismo ecológico; talleres para el reconocimiento de la diversidad cultural, servicio de biblioteca y venta de publicaciones, fueron algunos de los nuevos programas ofrecidos a la ciudadanía. Se realizó además un convenio con la Corporación Parque Museo del Páramo, promovido por los artistas ambientalistas Alberto Riaño y Edgar Correal para la investigación del páramo de La Cumbrera, ubicado arriba de la reserva natural del Acueducto de Bogotá, en la cuenca de la Quebrada La Vieja. La investigación realizada en esta reserva por los biólogos David Rivera Ospina y Claudia Córdoba fue publicada por el Jardín en una cartilla denominada La Cumbrera.

Guías Ecológicas, Páramo la Cumbrera, y Parque Natural Chingaza. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

El 6 de agosto de 1995 el Jardín cumplió 40 años. Para celebrar el aniversario se realizó un evento que contó con la asistencia de personajes de la vida cultural y política de la ciudad y con la presencia de altos funcionarios distritales. En la ceremonia se inauguró el monumento a Pérez Arbeláez en el ambiente hoy conocido como el Jardín del Fundador y el doctor Antanas Mockus, alcalde de Bogotá, plantó el primer árbol en el ambiente de páramo. 113


Celebración de los 40 años del Jardín y homenaje al fundador Enrique Pérez Arbeláez. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

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Durante el mes de septiembre se construyeron dos malocas uitoto de diferente tamaño en las instalaciones del Jardín, con el fin de iniciar un programa educativo basado en el intercambio de saberes entre diferentes grupos indígenas del país y la comunidad visitante del Jardín. Para inaugurar las malocas se convocó al Cacique Víctor Martínez de la etnia uitoto, quien llevó a cabo un ritual ancestral. El Cacique y su familia habitaron la Maloca grande durante varios meses. Esta iniciativa significó un aporte innovador en el ámbito de los jardines botánicos en cuanto a la apertura a otras formas de conocimiento, uso y manejo de nuestra flora nativa. Durante la administración del ingeniero Pedraza, se realizó la ampliación de las sedes administrativa, cultural y técnica y el laboratorio del área científica. Además se construyó el aula ambiental y el puente que hoy cruza el lago. Estas dos construcciones son excelentes ejemplos de arquitectura ambiental y muestran las bondades de la guadua, en cuanto a belleza, flexibilidad, calidad y duración. Producto de la cimentación de estas obras, murieron algunas de las especies vegetales acuáticas que en otros tiempos adornaron y oxigenaron el cuerpo

Alcalde Antanas Mockus, en 1995, cuando el Jardín cumplió sus 40 años, sembró el primer arbusto en esta área Polilepis cuadrijuga. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

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Laboratorio en la subdirección científica del Jardín. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

de agua; desde entonces, la recuperación del lago ha implicado significativos esfuerzos para la entidad. Adicionalmente, se trazaron los lineamientos del actual programa de conservación y el Jardín empezó a prestar nuevos servicios a la ciudad fuera de sus predios, tales como la conservación de relictos de bosque andino y páramo, la recuperación de humedales, cuencas y otros cuerpos de agua y la consolidación de la malla verde urbana y suburbana. En el área científica se realizaron proyectos como evaluaciones ecológicas con énfasis en el aspecto vegetal, uso de plantas para paisajismo; fisiología de la germinación de semillas, propagación in vitro de plantas, uso de materiales de bancos de germoplasma y manejo especializado de orquídeas y patología vegetal. En 1997 se publicaron seis fascículos llamados Notas divulgativas, cada uno dedicado a una especie vegetal: 1. El roble Quercus humboldtii, 2. El brevo gigante o higuerón Ficus gigantosyce, 3. El aguacatillo Beilschmiedia sulcata, 4. La palma de cera Ceroxylon quindiuense, 5. La curuba de Castilla Passiflora mollisima y 6. El chinche del urapán Tropidosteptes chapingoensis.

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Varias publicaciones del año 1997. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Guía para visitantes, 1997. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

En cada uno se presentaron aspectos botánicos, ecológicos, de propagación y cultivo, sanidad vegetal, usos y conservación y fotos para la identificación. Además, se publicó una nueva guía del Jardín Botánico; el libro El maíz; el magazín Amigos del Bosque Andino y el Index Seminum. Adicionalmente en diciembre, luego de seis años de receso, se editó y publicó el cuarto volumen de la revista Pérez-Arbelaezia. De acuerdo con los aportes del ingeniero Jesús Robles, bajo su coordinación y durante esta administración, se dio especial importancia a la sensibilización ambiental en algunos municipios de Cundinamarca mediante la realización de cursos y seminarios encaminados a la conservación de ecosistemas y del recurso hídrico. Por ejemplo, se adelantaron el estudio de la quebrada y microcuenca La Aguilita en el Municipio de Quipile, los seminarios talleres sobre plantas nativas y su propagación en los municipios de La Esperanza y La Mesa, programas de educación ambiental y agricultura sostenible con líderes campesinos del municipio de Mosquera en las instalaciones del Jardín Botánico y talleres de agricultura sostenible, medio ambiente y economía campesina en el municipio de Funza.

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Vale la pena resaltar el trabajo de conservación de la palma Ceroxylon alpinum desarrollado con participación de la comunidad educativa en el municipio de Chaguaní, que incluyó el censo de 5.324 individuos adultos de palmas. En este mismo municipio se realizaron ensayos de propagación vegetal y reforestación en quebradas. Así mismo, el Jardín Botánico prestó asesoría para la adquisición de los terrenos circundantes de las microcuencas hidrográficas de la reserva Natural de Cachipay por parte de la Gobernación de Cundinamarca. En el área urbana se realizó la readecuación de jardineras y siembra de una palma de cera en el Parque Santander. La labor del director Hilario Pedraza fue muy relevante para el Jardín dado que a su partida, la institución contaba con un sólido esquema institucional y una infraestructura adecuada a sus necesidades y con terrenos conformados casi en su totalidad. Además, en la administración del ingeniero Pedraza se llevó la educación y la gestión ambiental a los municipios vecinos, se dio énfasis a los procesos de investigación, así como a las publicaciones y se inició un diálogo de saberes con los pueblos indígenas colombianos.

Microcuenca la Aguilita en Quipile. Foto archivo personal del ingeniero Jesús Robles.

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Arriba. Plano del Jardín Sistemático Archivo David Rivera. Abajo. Proceso de construcción del auditorio del Sistemático. Archivo ingeniero Fancisco Sánchez.

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El Fundador del Jardín, Enrique Pérez Arbeláez, tuvo en mente recrear un espacio del Jardín que reflejara el sistema de clasificación de las plantas con flores denominadas angiospermas o dicotiledóneas, con el propósito de apreciar en vivo las características y las relaciones evolutivas entre los diferentes grupos de plantas: Clases, Subclases, Ordenes y Familias. Así nació en 1997 el Jardín Sistemático de las Angiospermas de acuerdo con el sistema de clasificación propuesto por el destacado científico ruso Takhtajan.


Valla acceso Jardín del Sistemático. Fotografía aérea del mismo. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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La administración de María Consuelo Araujo En 1998 inicia la administración distrital del alcalde Enrique Peñaloza quien nombra como directora del Jardín Botánico a la financista y relacionista internacional María Consuelo Araújo Castro. La nueva directora orientó sus esfuerzos al mejoramiento de los diversos ambientes mediante el traslado de plantas para reforzar, precisar y afinar los contenidos fitogeográficos, estéticos, evolutivos y taxonómicos de cada ambiente. Otro de los aciertos de la nueva directora fue lograr conformar un equipo de trabajo armónico entre sus subdirectores y demás colaboradores. Esto permitió el desarrollo de las obras de infraestructura, el enriquecimiento de las colecciones, el desarrollo de investigaciones en el área del páramo, la difusión cultural a través de los primeros profesionales guías del jardín y la edición de publicaciones tanto existentes como nuevas, así como el fortalecimiento del componente educativo y cultural el cual estuvo a cargo de la comunicadora social María Margarita Gaitán Uribe. Durante esta administración el Jardín se concibió como un “museo vivo”, razón por la cual se establecieron convenios y alianzas con 18 museos de la ciudad. La vocación y la experiencia del Jardín Botánico en materia de arborización desde la época de su fundador, los trabajos realizados con la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y las investigaciones del doctor Mora-Osejo, así como las tesis afines, orientadas por el ingeniero Francisco Sánchez, constituyeron el mejor soporte para que el Alcalde Enrique Peñaloza propusiera el Programa de Arborización Urbana para Bogotá. Este programa que fue oficia-

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lizado mediante el Decreto Nº. 984 del 26 de noviembre de 1998: “… el Jardín Botánico José

Celestino Mutis, será la entidad responsable de la arborización y de todas las prácticas silviculturales requeridas para la realización de la misma, las cuales estarán respaldadas por los correspondientes conceptos técnicos previos de la misma entidad… Todo interesado en arborizar predios institucionales o privados en el área urbana de Santa Fe de Bogotá, deberá consultar el manual que para estos efectos expida el Jardín Botánico José Celestino Mutis. La desatención de estos lineamientos acarreará las responsabilidades y sanciones del caso”

Así mismo el decreto incluyó la prohibición de siembra de algunas especies exóticas de los géneros Pinus, Cupressus, Eucalyptus, Fraxinus, Acacia, Casuarina y Ulex. A partir de ese momento, el Jardín Botánico asumió las labores relacionadas con la arborización de Bogotá, incluida la adquisición y la producción de material vegetal para su desarrollo. Su efecto fue la renovación paisajística de la capital del país. “… arrancó en 1998 el proyecto más importante

y exitoso de arborización urbana que se haya desarrollado en América Latina, cuyo costo en los


tres años de ejecución, supera los quince millones de dólares … De los ciento veinte mil árboles de la primera fase del plan, al concluir el año 2000 ya se habían plantado más de noventa mil que es una cifra muy significativa si tenemos en cuenta que el total de la población de árboles de Bogotá en 1997 no superaba los trescientos sesenta mil ejemplares … Uno de los aspectos más sobresalientes fue la participación de las comunidades locales en las tareas de siembra, conservación y mantenimiento … Pero, sobre todo, hacia el futuro, éste será un elocuente ejemplo de una tarea bien hecha en el hermoso oficio de embellecer el mundo”39.

Arriba. Portada libro Un Museo Vivo. Arvhivo J.B.B. Abajo. Estampilla en honor al sacerdote científico Enrique Pérez Arbeláez, que hace parte de la serie Personajes colombianos emitida por Adpostal en 1997. Archivo personal ingeniero Francisco Sánchez H.

Entre las estrategias adelantadas para cumplir con tan ambiciosa meta, se realizó una alianza con el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD, en la que el Jardín Botánico adquirió un predio en el Parque La Florida ubicado en la localidad de Engativá, donde se adecuó un vivero para producción del material vegetal de la arborización urbana y los proyectos de restauración ecológica. Según el ingeniero Jesús Robles, en el marco del Programa Bogotá se viste de verde, nombre que adoptó esta campaña, se intervinieron mediante la poda, la tala y la plantación de árboles y arbustos, las zonas verdes de avenidas como la Avenida Caracas, la Calle 53, la Avenida Carrera 30, la Carrera 68, la Calle 80, la Avenida Circunvalar y la tradicional Avenida Jiménez, la cual contó con el acompañamiento del arquitecto Rogelio Salmona. Algunas intervenciones se adelantaron en parques como San Victorino y El 39. Alberto Gómez Mejía. La arborización de Bogotá como ejemplo de gestión ambiental. Bogotá, 2000, pág. 2.

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Arborización urbana, en la Avenida Calle 26. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Tunal y en barrios como Lindaraja, Matatigres e Islandia y otros trabajos menores como el realizado en la Plazuela La Concordia en el barrio La Candelaria. El Programa contribuyó notoriamente a mejorar la calidad de vida de la población bogotana y se constituyó en un referente para las demás ciudades de Colombia. No obstante, se produjeron conflictos con comunidades donde se talaron árboles como eucaliptos, pinos y acacias, que no satisfacían las características técnicas establecidas por el Jardín para los espacios urbanos, especialmente, en aquellos casos en que los árboles a intervenir rememoraban a los antepasados de quienes los habían plantado o cuando éstos hacían parte de sus historias de vida. Durante la dirección de la doctora María Consuelo, también se desarrollaron varias obras de infraestructura del Jardín tales como el adoquinamiento de las vías internas, la complementación de los ecosistemas subxerofítico, humedal y bosque de niebla; la conformación del área de frutales de clima frío, la organización de un área de compostaje, la instalación de la planta de energía solar para el crecimiento de la Victoria amazonica y la

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construcción del domo del herbal de plantas medicinales. Así mismo, se dio un gran impulso al enriquecimiento de las colecciones de bosque alto andino y páramo. También se adecuó la pérgola con el fin de facilitar las exposiciones temporales de orquídeas y bromelias, se adelantó el diseño y la construcción del área sistemática de las gimnospermas, la ampliación de la sede de la Subdirección Técnica y se remodeló el área de recepción en la entrada principal. Con el fin de apoyar las investigaciones relacionadas con la colección viva del jardín y la arborización urbana, se adquirió una estación meteorológica móvil. Por otra parte, se habilitó una zona de parqueo y se construyó una cabina para la vigilancia. De acuerdo con el ingeniero Francisco Sánchez, cuando las condiciones de humedad, sombra, filtración de corrientes de aire y otros factores fueron favorables en la cascada, empezaron a crecer helechos, musgos, líquenes, equisetos y hongos; por tal motivo se propuso representar en este ambiente el sistemático de plantas no vasculares, las cuales se ordenaron de acuerdo con las propuestas evolutivas de la época. Esta labor

Domo del Herbal donde se combinaron materiales como la chonta el hierro y láminas de vidrio. Archivo J.B.B. 125


fue liderada por el actual profesor y científico Edgar Linares del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, quien consolidó lo que desde entonces se conoce como el Criptogamium del Jardín Botánico.

Además de las plantas inferiores el Criptogamiun se convirtió en refugio del avifauna en el Jardín. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

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Según el ingeniero Jesús Robles, por esta época el Jardín Botánico asesoró otros jardines botánicos de Colombia, entre los que se cuenta el de la Guajira. Con tal fin, viajaron a Riohacha el ingeniero Robles en compañía de los doctores Eduardo Calderón del Instituto de Investigaciones Biológicas Alexander von Humboldt y Alberto Gómez Mejía presidente de la Red Nacional de Jardines Botánicos de Colombia. Además se participó de manera muy activa en la consolidación de la Red Nacional de Jardines Botánicos y en la participación en la Red Mundial de Jardines Botánicos. El dos de febrero de 1999, una fuerte granizada produjo daños en todos los ambientes del Jardín al deshojar los árboles, afectar la avifauna y destruir las cubiertas de vidrio de los invernaderos, para la reparación de las instalaciones y las colecciones, la directora gestionó recursos que ascendieron a doscientos


millones de pesos para la recuperación de las áreas, las plantas y la infraestructura.

Proceso de conformación del ambiente de Páramo. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Este año bajo el trabajo del subdirector científico David Rivera Ospina, se enriqueció la colección del ambiente de páramo con plantas colectadas en excursiones al Páramo de Cruz Verde40, donde además se adelantó un proyecto de investigación con participación de la comunidad llamado Cazadores de Semillas. Durante esta administración continuó la publicación de la revista científica PérezArbelaezia y se creó la revista Flora Capital propuesta por Patricia Jaramillo M. – Comunicación Ambiental, como un medio institucional dirigido al público en general y las entidades afines para presentar y dar a conocer la oferta de servicios. Esta publicación tuvo una gran acogida entre el público. Desde el 2000, la institución observó con preocupación los incendios forestales producidos en épocas de verano en el sistema de Cerros Orientales de la ciudad. Desde en40. Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Revista Flora Capital. Año 1 No. 1. 1999.

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Revistas Pérez Arbelaezia y Flora Capital. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

tonces, el cuerpo de bomberos, los guardabosques y hasta el Ejército Nacional, realizan grandes esfuerzos por controlarlos anualmente. Pero la solución debe ir más allá de mitigar los incendios, porque los bosques de los Cerros Orientales han sido invadidos por una planta europea conocida como el retamo espinoso Ulex europaeus, esta especie impide el resurgimiento natural del bosque nativo, es altamente invasiva y debido a la presencia de algunos compuestos inflamables, puede propagar fácilmente el fuego. En consecuencia, el Jardín Botánico, el DAMA, el Fondo para la Prevención y Atención de Emergencias, FOPAE, el Departamento Administrativo de Bienestar Social, DABS, y el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, IDIPRON, establecieron un convenio en el 2000 con el fin de adelantar acciones conjuntas para apoyar actividades de prevención y rehabilitación de áreas afectadas por incendios forestales en la ciudad. Labores que se adelantaron inicialmente en los Cerros de La Peña, Monserrate y El Cable. Durante este mismo año, iniciaron los trabajos de adecuación del terreno para representar un enclave subxerofítico andino, el cual era

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un proyecto desde los tiempos del fundador. Para la construcción de este ambiente, el arquitecto Kenzo Tange, primer asesor del proyecto, propuso emplear un grupo de rocas ubicadas en el Parque Metropolitano Simón Bolívar que, por múltiples razones, llegaron al Jardín Botánico cerca de 20 años después por iniciativa de Guillermo Peñalosa, quien en calidad de director del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, gestionó el traslado de las mismas. Finalmente, el ingeniero Francisco Sánchez diseñó el ambiente siguiendo criterios ecológicos y estéticos. Entre las enormes piedras, se construyeron taludes y terrazas artificiales recubiertas con tierra arcillosa de color rojizo, muy similar al suelo de la laguna La Herrera.

Adecuación del terreno del ambiente Subxerofítico. Fotos archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez.

Para representar la vegetación del enclave subxerofítico se trasladaron parte de las especies de la antigua rocalla construida en 1972 en la administración del doctor Rafael Romero-Castañeda y bajo la asesoría del profesor Gustavo Morales. También se realizaron excursiones a los páramos cercanos para la consecución de las plantas típicas de este ambiente. Paralelamente, en el área contigua al ambiente subxerofítico, se construyó un pequeño humedal de sabana con 129


Arriba. Conformación de la estructura del ambiente Subxerofítico y del humedal inspirado en la laguna de La Herrera. Foto archivo personal del ingeniero Francisco Sánchez. Abajo. Adecuación de la Pérgola para la presentación de exposiciones. Archivo J.B.B.

las plantas típicas de estos ambientes bajo la asesoría científica del biólogo David Rivera. Durante la administración de la doctora María Consuelo, también se construyó La Tienda del Jardín. En este lugar de libre acceso los visitantes pueden adquirir plantas ornamentales que van desde orquídeas y plantas carnívoras in vitro, hasta palmas de cera. En el 2000 la directora María Consuelo apoyó la recuperación de las quebradas de la ciudad. Fue así como el Jardín Botánico atendió el llamado de la comunidad de la quebrada La Vieja ante el estado de degradación y contaminación que sufría la cuenca. A esta iniciativa se sumaron los trabajos de entidades como la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, la Fundación Compartir, el IDU y el DAMA. Las labores adelantadas para la recuperación incluyeron un minucioso recorrido del área de la quebrada donde se emitió un concepto sobre el estado de los bosques y de su entorno. Para la coordinación de este proyecto fue designado el ingeniero Jesús Robles Romero, quien trabajó con Josefina Castro, líder comunitaria del proyecto, el arquitecto José Bohórquez y Victoria Vásquez, representante de la Fundación Compartir. Posteriormente se realizó el Plan

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de Manejo de la cuenca. Después de limpiar el área, se conformó el terreno, se hizo la arborización de la ronda con 300 árboles y arbustos nativos y 712 plantas de jardín; también se plantó el seto con 1.738 ejemplares y se sembraron 850 m3 de césped41. En el 2001, aún durante la administración de la doctora María Consuelo, se dio un gran énfasis a la terminación definitiva del herbal de plantas medicinales, el cerramiento perimetral del Jardín con una reja y la instalación de un sistema de riego por nebulización. La directora planteó a la Junta Directiva de la entidad la necesidad de construir un refugio o pequeña aula en la parte central del herbal. Esta propuesta fue aprobada y se invitó a varios arquitectos a proponer sus diseños, en esta oportunidad resultó seleccionada la del arquitecto Simón Vélez, que consiste en una cúpula de cristal, sombreada con un bello tejido de chonta. Esta obra se ha convertido en un atractivo arquitectónico que presta varios servicios educativos y recreativos a los usuarios del Jardín. 41. Castro, J. Quebrada la Vieja. Testimonio de una recuperación, primera edición, Bogotá, 2003.

Recuperación quebrada La Vieja. Fotos archivo personal del ingeniero Jesús Robles.

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Tienda del Jardín. Fotos Adriana Cifuentes Osorio Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Cuando a finales de diciembre de 2000 la doctora María Consuelo fue promovida a la dirección del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, se nombró como Director encargado al señor Richard Ernesto Romero Raad y en abril de 2001, al biólogo Germán Camargo, Subdirector de Ecosistemas del entonces DAMA, como Director también en encargo. Los nuevos directores dieron continuidad a los lineamientos trazados por la directora saliente y fortaleció la planeación de la entidad. Como labor a resaltar del biólogo Germán Camargo se tiene la articulación del quehacer del Jardín Botánico a los lineamientos del Plan de Gestión Ambiental de la ciudad, PGA. Documento que presentaba un novedoso enfoque de análisis regional integrado. Así el Jardín, diseñó sus programas y proyectos con base en un proceso de identificación y manejo adecuado de la oferta física del territorio en concordancia con el Plan de Ordenamiento Territorial propuesto para la capital del país. En Junio del mismo año el Alcalde Antanas Mockus nombró en propiedad como director del Jardín Botánico al arquitecto paisajista Enrique Uribe Botero, cargo que ocupó hasta el 15 de enero de 2004.

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Una vez posesionado, el nuevo director reunió a sus colaboradores inmediatos y trazó algunas metas de acuerdo con los recursos humanos y económicos disponibles. En las reuniones se analizaron varios de los proyectos tanto internos como externos del Jardín que se encontraban en marcha y se propusieron algunas remodelaciones en las áreas de servicios. Entre las políticas del nuevo director estuvo la de darle continuidad al programa de arborización, a pesar de que algunos problemas técnicos interfirieron en su normal desarrollo.

Arriba. En el centro el director Enrique Uribe B. con algunos colaboradores. Foto Daniel Rodríguez J.B.B. Abajo izquierda. Sendero de Palmas de Cera en el Jardín. Abajo derecha. Palmetum donde se destaca nuestro árbol nacional. Fotos archivo J.B.B.

Internamente se remodeló parcialmente el Orquideario de clima medio, se dio continuidad al proyecto del subxerofítico, se cambió la red madre del acueducto para atender las necesidades hídricas de las diferentes áreas. Se construyó el sendero peatonal del costado occidental del Jardín, se sembró una barrera viva de gran colorido en esta área y se terminó la remodelación de la recepción de la entrada principal. Se destaca en esta administración el interés del director por la calidad estética del Jardín dada su formación paisajística, el enriquecimiento de la colección viva de las orquídeas y otras especies para aumentar la diversidad dentro y fuera de los invernaderos. 133


Arriba. Orquidiario. Abajo. Aula ambiental. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Dado que para entonces el ambiente de el bosque alto andino se encontraba bastante adelantado, fue posible continuar con el enriquecimiento de las especies del subpáramo. Para tal fin se llevó a cabo un convenio con la Universidad Distrital Francisco José de Caldas que buscaba realizar estudios sobre las formaciones vegetales altoandinas, así como garantizar el aporte de especies de la formación de páramo para ser plantadas en el Jardín. La problemática que había causado en el Lago la construcción del Aula Ambiental y el puente, al incidir en la pérdida de equilibrio de los niveles de agua y su calidad, inquietó al nuevo director, quien gestionó un convenio con la Empresa de Acueducto para llenarlo nuevamente. Lastimosamente el agua se tornó de apariencia y color desagradable, por lo que se debió aplicar un floculante que en lugar de corregirlo intensificó su color rojizo-marrón. Lo que opacó la belleza paisajística del mismo. En este período se destacan las actividades y el énfasis a los aspectos culturales del Jardín con la apertura de las puertas a muchos artistas. De repente el Jardín Botánico se transformó en una maravillosa galería, con

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Algunos ejemplares destacados en las exposiciones de orquídeas que desde el 2.000 tienen lugar en el Jardín. Arriba izquierda. Comparettia macropectrom. Archivo fotográfico J.B.B. Arriba derecha. Odontoglossum luteopurpureum, flor de Bogotá, foto Juan Camilo Ordóñez J.B.B. Abajo. Híbrido de Brassilaeliocattleya. Archivo fotográfico J.B.B. 135


Aves del Jardín. Foto César David Martínez, Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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instalaciones, land art, arte póvera, grabados, acrílicos, esculturas y muchas otras formas de arte contemporáneas expuestas a los visitantes. Gracias al convenio entre el Jardín Botánico y la Asociación Bogotana de Orquideología, ABO, se adelantó la Segunda Exposición Nacional de Orquídeas. Esta exitosa experiencia fue publicada en una edición especial de la revista Flora Capital. Este número es un diario de campo que registró el día a día de la exposición, desde la mañana del montaje hasta la tarde del cierre. Se presentaron también actividades didácticas paralelas, como las Aulas Ambientales y una excelente muestra de especies de orquídeas del bosque de niebla y de páramo. En 1986 el profesor Enrique Zerda Ordóñez de la Universidad Nacional de Colombia, había trabajado en la identificación de las aves presentes en el Jardín Botánico y encontró 72 especies. Cerca de quince años después, en convenio con la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, se adelantó la publicación del libro Aves que habitan y anidan en el Jardín Botánico José Celestino

Revista Flora Capital edición especial de orquídeas. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. 137


Mutis, realizado por las licenciadas en biología Diana María Malpica Moreno y Eimmy Rosmery Rodríguez Aparicio. Este interesante libro entregado al público en agosto de 2003, aborda temas relevantes relacionados con la avifauna del Jardín Botánico y Bogotá. Las modificaciones en cuanto al incremento de elementos de la flora en el Jardín, que se realizaron en los últimos años como parte del programa de conservación y restauración vegetal, produjeron un incremento en el número de aves y cambios en la composición y distribución zonal de las mismas. El Jardín brindaba entonces mayores posibilidades de alimento y abrigo. Este análisis dejó una invitación abierta para una permanente investigación y seguimiento sobre el tema.

Publicación, Aves que habitan y anidan en el Jardín Botánico José Celestino Mutis. Archivo J.B.B.

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Cabe anotar que según los registros, el Jardín se había convertido en un hábitat y refugio natural propicio para el colibrí Coeligena prunellei y el búho Asio flammeus ssp. bogotensis, las dos especies endémicas y en alto riesgo de amenaza debido a la deforestación y la destrucción de sus hábitats naturales. Durante la administración del arquitecto Enrique Uribe en el 2002 el Concejo de Bogotá


declaró como árbol insigne de la Capital el nogal, Juglans neotropica, ancestralmente árbol sagrado para los muiscas y reemplazó en sus funciones emblemáticas al caucho sabanero, Ficus soatensis, por efecto del Acuerdo 69 del 13 de septiembre de 2002. Durante este período el Jardín y otras entidades del Distrito, bajo el liderazgo del entonces DAMA, conformaron la Mesa Distrital de Restauración Ecológica con el ánimo de promover y masificar prácticas tendientes a la conservación de los ecosistemas urbanos.

Nogal “árbol Insigne de la Capital”. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

En este sentido y siguiendo los lineamientos establecidos en Protocolo Distrital de Restauración Ecológica, el Jardín asumió el compromiso de avanzar en las investigaciones básicas y aplicadas, así como en la creación y la aplicación de modelos de restauración para tres de los 18 cuadros o escenarios de restauración planteados en el Protocolo. De esta forma, la Subdirección Científica del Jardín enfocó sus esfuerzos hacia avanzar en el conocimiento y el manejo de áreas afectadas por la expansión agropecuaria, los incendios forestales y la invasión del complejo vegetal retamo espinoso - retamo liso. En el 2003 la Fundación San Lorenzo de Barichara y el Jardín Botánico realizaron la Ex139


posición Internacional Fique Arte & Botánica, la muestra brindó a los visitantes una visión amplia y diversa en torno a esta planta nativa que ha tenido una presencia crucial a lo largo de su historia. Cabe anotar que años atrás el doctor Enrique Pérez Arbeláez había realizado detallados estudios que daban cuenta del potencial económico de esta especie. En este año el Concejo de Bogotá mediante el Acuerdo 088, declaró como flor insigne del D.C y símbolo de Bogotá la orquídea Odontoglossum luteopurpureum.

Libro 220 años Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Teniendo en cuenta que en 2004 se celebrarían los 220 años del comienzo de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, por lo que el director Enrique Uribe Botero decidió dedicar una publicación especial a esta celebración y encargó al periodista Guillermo Angulo la edición de esta obra, quien realizó una selección de ensayos de autores tan reconocidos como Juan Gustavo Cobo Borda, Pedro Ortiz Valdivieso, Santiago Mutis, Beatriz González y Diana Uribe. Cada uno de estos autores abordó desde su propia disciplina un tema correspondiente.


Como es fácil de imaginar, la publicación resultó variada, amplia, diversa y en ella se abordaron temas como la biblioteca y el Jardín de Mutis; el estudio de las orquídeas en Colombia; los pintores de la Expedición; el abordaje artístico y científico de la misma y su perspectiva histórica. Adicionalmente durante este año se continuaron las acciones de avance sobre los proyectos de inversión existentes con especial interés de finiquitar procesos y generar resultados, pues este año se constituía en el último de la administración distrital bajo el liderazgo del Alcalde Antanas Mockus y la dirección del Jardín en cabeza de Enrique Uribe Botero. El año 2004 se caracterizó por ser un año de transición donde la nueva administración debía continuar con las metas proyectadas para ese período desde el anterior gobierno, a la vez que se definían y ajustaban roles, proyectos, presupuestos y metas para los siguientes cuatro años de mandato, en una articulación efectiva del quehacer institucional a las directrices y políticas públicas establecidas por el nuevo Alcalde de la ciudad Luis Eduardo Garzón.

Alcalde Mayor de Bogotá D.C., Luis Eduardo Garzón. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Tras el comienzo de una nueva administración en la ciudad regida por el compromiso de construir una Bogotá más moderna, humana e incluyente, el Jardín Botánico centró toda su estructura, plataforma tecno141


lógica y financiera en la formulación y el desarrollo de proyectos de inversión a cuatro años, con objetivos y metas claras que redundaran en la conservación del patrimonio florístico de la ciudad y el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, especialmente de aquellos menos favorecidos. Durante los primeros meses del año y bajo la dirección del abogado Raúl Escobar Ochoa, la entidad reestructuró sus proyectos de inversión siguiendo las líneas de acción trazadas en el Plan de Desarrollo “Bogotá Sin Indiferencia, un Compromiso Social contra la Pobreza y la Exclusión”. Como resultado de este ejercicio, se formuló el proyecto de Agricultura Urbana, en respuesta al programa Bogotá sin hambre, programa bandera del nuevo plan de desarrollo. Con este proyecto se pretendía generar espacios educativos y participativos a través de la implementación de prácticas de cultivos urbanos. Las estrategias que se formularon en atención a los nuevos retos a los que se enfrentaba la entidad, fueron: • Descentralizar las actividades del Jardín Botánico y ejecutar más programas directamente en las localidades, consolidando una red comunitaria de participación activa en los proyectos. • Incrementar las organizaciones sociales, asociadas a la producción de especies vegetales con criterios de sostenibilidad. • Fortalecer la capacidad institucional para asumir el reto de servir a la ciudad como un centro de investigación científica y tecnológica, a través del aumento de las relaciones institu-

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cionales con Universidades, centros de investigación y en general instituciones vinculadas la red de ciencia y tecnología y el Sistema Nacional Ambiental, SINA. • Socializar el conocimiento acumulado como resultado de las investigaciones realizadas por la entidad a través de procesos de educación, comunicación y divulgación, en coordinación con las entidades del SINA y del Sistema Educativo Distrital. • Aumentar y consolidar la representatividad de especies y comunidades del bosque andino y páramo al interior del Jardín Botánico. • Promover la cultura de publicación y socialización de la información científica al interior de la institución para que revierta apropiadamente a la comunidad del Distrito Capital. Se puede decir que en el proceso de empalme no se registraron significativos cambios en la estructuración y accionar básico del Jardín y se mantuvieron los proyectos de inversión existentes. Sin embargo, dos nuevos programas demandaron grandes esfuerzos: Agricultura Urbana y el Censo del Arbolado Urbano. Para su efectiva implementación, debieron garantizarse recursos físicos, tecnológicos y presu-


puestales, que dada la magnitud y las características de los mismos llevaron una considerable proporción del grueso de la entidad. El programa de Agricultura Urbana se concibió como una estrategia de gestión ambiental que aportaría beneficios directos para muchos habitantes de la ciudad, pues les brindaría capacitación, apoyaría procesos de seguridad alimentaria y contribuiría al fortalecimiento socio-organizativo de las comunidades involucradas. Para el Jardín Botánico la agricultura urbana fue entendida como “la práctica agrícola que se realiza en

espacios de habitación de la ciudad mediante la adecuación de áreas productivas blandas o duras que utilizan el potencial local en conjunto con los avances científicos, tecnológicos y conocimientos tradicionales, que tiene por finalidad promover la sostenibilidad ambiental, la producción de alimentos sanos e inocuos para el autoconsumo y comercialización y el fortalecimiento del tejido social”42.

La implementación de este programa implicó poner al servicio de los ciudadanos el conocimiento sobre el manejo y el cultivo de más de 60 especies vege-

Doctora Martha Liliana Perdomo Ramírez. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

42. Oficina de Planeación. Informe de Gestión Institucional 2004.

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tales con características alimentarias y medicinales, el rescate de conocimientos ancestrales, el concepto de producción limpia y el modelo pedagógico de educación ambiental del Jardín. A finales de septiembre de 2004 se retiró de la dirección el doctor Raú Escobar Ochoa y fue nombrado en encargo el señor Rafael Augusto Matínez Rocha. A comienzos del mes de octubre, la doctora Martha Liliana Perdomo Ramírez, Licenciada en Biología y Química, con suficiente experiencia en la conservación de la biodiversidad de la flora y la fauna, asumió el cargo de Directora del Jardín Botánico, reemplazando al doctor Raúl Escobar quien pasó a desempeñar el cargo de Director del DAMA. El Jardín Botánico estuvo bajo su dirección por más de dos años. Periodo en el cual la entidad sufrió varios ajustes y mejoras tanto en su parte física como programática. Por ejemplo, la arboricultura gestada por la entidad se planteó con el objeto de aumentar y mejorar la cobertura y la calidad de la arborización urbana de Bogotá con base en un proceso técnico, planificado y participativo, que fortaleciera su interrelación con los diferentes ecosistemas y permitiera el reconocimiento de los beneficios por parte de la ciudadanía. Dentro de este marco, se materializó en este año el gran reto de realizar un Censo del arbolado urbano de la ciudad. Proyecto asignado al Jardín Botánico mediante el tercer artículo del Decreto Distrital 472 de 2003 “por el cual se reglamenta la arborización, aprovechamiento, tala, poda, trasplante o reubicación del arbolado

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urbano y se definen las responsabilidades de las entidades distritales en relación con el tema”. Esta mega tarea incluiría el inventario, la caracterización biométrica, la ubicación física y cartográfica y el diagnóstico fitosanitario de cada árbol localizado en el espacio público de la ciudad. La información derivada del Censo del arbolado urbano sería analizada de manera que proporcionara un marco adecuado para proyectar investigaciones eficaces sobre el potencial de captura de CO2, el seguimiento del estado fitosanitario, la mitigación del riesgo de volcamiento, los requerimientos y las metas de plantación y en general la gestión ambiental urbana a partir de la malla verde de la ciudad. Al mismo tiempo, los indicadores, las estadísticas y las cifras producto del análisis de la información del censo serían cruciales para las actividades de planeación y programación de futuras inversiones. Finalmente, se concibió al censo como un prerrequisito del Plan Marco del Arbolado Urbano del Distrito Capital, el cual se formularía más adelante. Otra de las actividades adelantadas en el marco de este proyecto fue la reorgani-


zación, la sistematización y la planificación del vivero La Florida, así como su enriquecimiento con nuevas especies tanto nativas como connaturalizadas para la producción del material vegetal requerido en los diversos programas institucionales y para el mantenimiento integral de los diferentes ecosistemas y colecciones vivas del Jardín.

Arriba. Fortalecimiento Estructura Ecológica Principal. Foto Daniel Rodríguez. J.B.B. Abajo. Guías Técnicas de Restauración Ecológica. Archivo J.B.B.

Las labores de investigación básica y aplicada estuvieron dirigidas a incrementar el impacto de las acciones de conservación de ecosistemas, comunidades, poblaciones y especies del patrimonio florístico que hace parte de la estructura ecológica principal del Distrito Capital y la Región, principalmente en áreas amenazadas. De igual forma, durante este año se orientaron esfuerzos hacia la publicación de las Guías de Restauración Ecológica como producto de los acuerdos celebrados en años anteriores con el DAMA y la Mesa Distrital de Restauración Ecológica. Otra parte importante de las investigaciones científicas del Jardín se orientaron hacia el desarrollo de estudios básicos y aplicados sobre las especies vegetales seleccionadas como herramientas estratégicas por el programa de agricultura urbana. Paralelamente se formuló y dio inició a las labores de caracterización de la micro145


Izquierda. Cartografía social Proyecto Escenarios Vivos de Aprendizaje, EVA. Derecha. Tramo de la quebrada Limas. Abajo. Vivero La Florida. Foto Daniel Rodríguez, J.B.B.

cuenca de la Quebrada Limas, así como a la espacialización de las tipologías de vegetación de las Áreas Rurales del Distrito Capital y la Sabana. El proyecto de educación ambiental de la entidad adquirió un nuevo enfoque y buscó la generación de cambios de actitud en los habitantes del Distrito Capital frente a la conservación y el manejo sostenible de la biodiversidad. El trabajo que desde el Jardín se adelantó con las instituciones educativas se enmarcó en el programa Escuela–Ciudad–Escuela liderado por la Secretaria Distrital de Educación, donde se planteó a la ciudad como un gran escenario de enseñanza y aprendizaje para los estudiantes. Paralelamente bajo el liderazgo de la Subdirección Educativa y Cultural se inició el proceso de construcción colectiva del Proyecto Educativo Institucional PEI, con la participación de funcionarios y contratistas de todas las subdirecciones. Su objetivo era fortalecer los procesos de educación ambiental que desarrolla el Jardín tales como la formación de adultos, la educación y la interpretación ambiental a través de recorridos guiados especializados; los ecotalleres que apoyan los procesos de educación formal, los recorridos turísticos, los talleres de educación informal, los cursos y los foros, los programas especiales como el club de ciencias

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y las vacaciones científicas; los procesos de acompañamiento a instituciones educativas de carácter distrital y las iniciativas educativas dirigidas a la comunidad organizada; así como el apoyo a la transferencia de tecnología que se daba desde los proyectos de agricultura urbana y conservación. El 2005 fue particularmente exigente para el Jardín. Durante este período se tomaron estratégicas decisiones administrativas y de manejo de la entidad tales como la realización del estudio de capacidad de carga del mismo y la construcción y dotación de las oficinas e instalaciones necesarias para el funcionamiento del proyecto de Agricultura Urbana. El programa de Agricultura Urbana tuviera mucha acogida en las diferentes localidades de la ciudad, pues se consolidó como un excelente programa de gestión ambiental y participación ciudadana, especialmente para las poblaciones de adultos mayores y para las comunidades en algún tipo de vulnerabilidad socioeconómica. El año 2005 también se caracterizó por un gran despliegue de eventos educativos y culturales en el marco del quincuagésimo aniversario del Jardín. Para el diseño y la eje-

Vacaciones científicas. Fotos archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. 147


Conmemoración de los 50 años del Jardín. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

cución de las actividades conmemorativas, la dirección encargó a la Subdirección Educativa y Cultural liderada por la bióloga Paola Liliana Rodríguez Suarez, la celebración estuvo dirigida al desarrollo de una variada propuesta cultural en la que se rindió un homenaje a aquellos personajes que han hecho posible la entidad en sus primeros cincuenta años de existencia. La implementación de dicha agenda conmemorativa, significó la realización de grandes esfuerzos físicos y financieros, no sólo para la concreción de cada una de las acciones programadas, sino para las actividades de mantenimiento de las instalaciones y las colecciones del Jardín. Fue así como durante el primer semestre se concentraron esfuerzos en el mejoramiento de las colecciones vivas, dándole prioridad a la Rosaleda y el Herbal de plantas medicinales, que habían sufrido un fuerte deterioro. Según el ingeniero agrónomo Jesús Robles, quien estuvo a cargo de la supervisión, las labores de restauración de la Rosaleda incluyeron el diagnóstico y el mejoramiento de los suelos, la poda y el cambio del material vegetal.

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Conmemoración 50 años del Jardín. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Debido al mal estado sanitario del lago principal y tras un análisis de agua que indicó fuertes alteraciones biológicas y químicas, se tomaron medidas contundentes para su mejoramiento que comenzaron con la orden de desocuparlo con el apoyo del Departamento de Prevención y Atención de Emergencias, DPAE. Fue entonces necesario coordinar un grupo de operarios del Jardín junto con el personal del convenio Opción Vida que se encontraba laborando en la entidad y durante un período de trece días, se logró la limpieza de los sedimentos del lago. Tras la limpieza se procedió a la reparación de la membrana que impermeabiliza el cuerpo de agua artificial y a su vez se logró la gestión con la Empresa de Acueducto del respectivo llenado (aproximadamente 3.500 metros cúbicos). Lago principal. Foto César David Martínez, Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Después de las acciones realizadas se logró de nuevo el funcionamiento normal del lago y tras la instalación de tres fuentes para facilitar la aireación de sus aguas, el cuerpo de agua estuvo listo para el seis de agosto, día de los cincuenta años del Jardín Botánico. Así, se dio inicio a las actividades educativas y culturales diseñadas para la celebración; la agenda incluyó las siguientes actividades:


• En asocio con la Administración Postal Nacional de Colombia, ADPOSTAL, se realizó el primer concurso nacional de ilustración artística y científica que buscaba elegir la imagen oficial del Jardín Botánico en dos categorías, por un lado se buscó la ilustración de la Mutisia clematis por ser la especie emblema del Jardín y una ilustración artística de tema libre relacionado con el Jardín para la producción y puesta en circulación de una estampilla. Esta invitación para la edición postal conmemorativa del quincuagésimo aniversario del Jardín Botánico, fue atendida por casi un centenar de artistas a nivel nacional. De los 81 trabajos recibidos, el jurado escogió la obra de Rosendo Rojas Africano en la categoría de ilustración científica y la de Francia Lizarazo de Ibáñez en la categoría de ilustración artística. • A lo largo del año se realizaron encuentros académicos y científicos internacionales como escenarios de actualización y debate de los cuatro principales procesos de gestión ambiental adelantados por el Jardín. De esta forma se desarrollaron el Encuentro Internacional de Educación

Arriba. Ilustración de Francia Lizarazo de Ibáñez, primer puesto de ilustración Botánica categoría artística. Abajo. Ilustración de Ángela Leticia Roa, segundo puesto concurso de ilustración Botánica categoría científica. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Portadas de las publicaciones realizadas en el marco de la conmemoración de los 50 años del Jardín. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Ambiental “Formar para Conservar”, el de Ecología Regional Aplicada a la Conservación de la Flora y los Ecosistemas Altoandinos y de Páramo, el de Agricultura Urbana y el de Arborización Urbana. Además, en articulación con la Red Nacional de Jardines Botánicos de Colombia, se llevó a cabo el primer Encuentro Internacional de Jardines Botánicos de Latinoamérica y el Caribe. • Cada uno de estos espacios académicos contó con la participación de expositores con el más alto reconocimiento internacional en la materia, expertos de diferentes instituciones públicas y privadas del país, académicos y gestores de grupos de investigación, así como estudiantes y líderes comunitarios. • También con motivo de la conmemoración se llevó a cabo la Exposición fotográfica y documental itinerante “20 hectáreas donde cabe un sueño”, la cual se inauguró en el Domo del Jardín Botánico. A través de documentos, fotos y piezas personales del padre Pérez, se orientaba al observador a recorrer la historia de formación y crecimiento del Jardín Botánico

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de Bogotá, así como la vida y la obra del padre Enrique Pérez-Arbeláez. Esta exposición fue llevada a diferentes bibliotecas y espacios culturales de Bogotá. • Durante esta celebración también se presentaron los números 14, 15 y 16 de la Revista Pérez-Arbelaezia y otras publicaciones divulgativas como la revista Flora Capital. De forma simultánea la Subdirección Educativa y Cultural también coordinó la Primera Expedición Ambiental Infantil y Juvenil a los Cerros Orientales, con el propósito de celebrar el día internacional de la biodiversidad y reconocer los cerros circundantes de la Capital como un escenario pedagógico ambiental. La expedición contó con la participación de 3.500 niños, niñas y adolescentes de 20 colegios públicos de Bogotá, con quienes durante un día y de manera simultánea, se realizaron recorridos por varias rutas en los Cerros Orientales, tales como la quebrada La Vieja, el Embalse San Rafael, las reservas Mataredonda, Encenillales de Pasquilla, Guadalupe y el nacimiento del río Arzobispo; también se visitaron humedales de

Portadas de publicaciones realizadas en el marco de la conmemoración de los 50 años del Jardín. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Expedición Ambiental Infantil y Juvenil a los Cerros Orientales. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

la ciudad como Santa María del Lago, Juan Amarillo y Jaboque. Finalmente, para conmemorar los 50 años del Jardín Botánico se llevó a cabo un evento en la Rosaleda; allí se reunieron más de 350 personas de particular significado en la trayectoria de la entidad. El orden del día contempló el lanzamiento de la segunda edición de la biografía del fundador y la entrega de placas conmemorativas denominadas La Mutisia de oro, como símbolo de reconocimiento a destacadas personalidades que de una u otra manera contribuyeron al desarrollo del Jardín, entre quienes se encontraban representantes de la comunidad científica, la empresa privada, la administración central y funcionarios de la entidad. Todo lo que trazó el fundador en el plano que presentó a la Junta Directiva del Jardín el 27 de julio de 1955, cincuenta años antes, era ya una realidad visitada por más de 20.000 personas mensualmente. Para este año el Jardín contaba con 32 ambientes, muchos más de los que concibió su creador.

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El Jardín, al cumplir cincuenta años, estaba en su plenitud y había llegado a ser lo que es gracias a las innumerables personas que han trabajado durante estos años en aras del culminar el sueño del padre Pérez-Arbeláez. En el 2005, el Jardín contaba con un equipo humano, entre funcionarios y contratistas de aproximadamente 360 personas, estas personas han puesto todo su esfuerzo en la consolidación del sueño del fundador, un sueño que se construyó para beneficio de todas y todos los colombianos. Durante el 2006 y tal vez como producto del despliegue divulgativo y cultural del año anterior, más las diferentes gestiones y mesas técnicas que se realizaron con otras entidades del Distrito, en atención a las políticas públicas de la fecha, fue quizá el año en el que el Jardín registró mayor generación de recursos propios y cuando la entidad presentó los mayores índices de relación con organizaciones privadas, sociales y comunitarias de la ciudad. Fue así como entre otros, se celebraron convenios con 19 de las 20 localidades del Distrito para adelantar proyectos de agricultura urbana. Adicionalmente este programa, fue altamente apoyado y promovido en sus componentes técnico y financiero por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, JICA.

Visitantes en el Jardín. Foto archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Vista panorámica del Jardín. Foto archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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A través del convenio celebrado con el gobierno Japonés el Jardín recibió significativos aportes en materia de becas, vehículos, capacitación, construcción y dotación de instalaciones como el Aula de Agricultura, cuya construcción se finalizó a comienzos del año 2008. Como resultado de dichas actuaciones se logró una alta participación en el programa de Agricultura Urbana, logrando así entusiasmar a las diferentes comunidades vinculadas para que empezaran a sembrar en sus terrazas, balcones, antejardines, patios, paredes y lotes comunales, aquellas especies que han sido seleccionadas por su valor nutritivo, su grado de domesticación, su ciclo de producción y sus usos. Vale la pena destacar la participación de otras entidades y entes educativos en la recuperación de especies autóctonas de uso ancestral tales como el amaranto, la quinua y el llantén, entre otras. Además, con este proyecto el Jardín se involucró en el mejoramiento de la calidad alimentaria y nutricional de la ciudadanía, gracias a la producción limpia de frutales, hortalizas, aromáticas y

Arriba. Actividades del programa de Agricultura Urbana. Foto: Cesar David Martínez. J.B.B. Abajo. Unidad Integral Comunitaria Agricultura Urbana, UICAU Foto: Litta Buitragao S. J.B.B. 157


medicinales que contribuyeron a consolidar una “Bogotá sin Hambre”. En relación al proyecto de arborización urbana, parte de los resultados alcanzados en el mantenimiento y la plantación de jardines y de árboles para la consolidación de la Estructura Ecológica Principal, obedeció principalmente a los convenios celebrados con las diferentes entidades y a la participación de la comunidad en las diversas actividades que se desarrollan en el proyecto. Como resultado también de una notable gestión interinstitucional bajo el marco del convenio celebrado con la Secretaría de Educación Distrital, se adelantaron procesos formativos con casi 10.000 estudiantes alrededor de la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad del Distrito Capital. Con estos esfuerzos también se logró consolidar una red de docentes de ciencias naturales con una clara postura para la implementación de la estrategia pedagógica ambiental denominada Aula Cátedra Ambiental.

Mantenimiento del arbolado urbano. Fotos archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. 158

En cuanto a las acciones adelantadas en el proyecto de conservación de la flora de bosque andino, desarrolladas bajo el lide-


razgo de la bióloga Claudia Córdoba en su calidad de Subdirectora científica, se debe mencionar que éstas tuvieron gran impacto para la ciudad por los beneficios ambientales que generaron. Fue así como durante esta vigencia se restauraron cinco hectáreas de la Estructura Ecológica Principal del Distrito Capital; tres de la Quebrada Trompetica y dos en los Cerros Orientales en el sector de Monserrate. Así mismo, se implementaron cinco kilómetros de corredor biológico de los cuales uno está ubicado en la microcuenca de la Quebrada Limas y cuatro en el Zanjón Derecho. Este es sólo un ejemplo de una efectiva coordinación entre la entidad y la recién formada Secretaria Distrital de Ambiente, antiguo DAMA.

Actividades de reestauración de microcuencas con participación Foto archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Bajo este escenario, el Jardín tuvo un año realmente productivo en materia de construcción y socialización de conocimiento científico, en el que se materializó la iniciativa de constituirse en una entidad más abierta y cercana a la comunidad, de fácil acceso y de acciones de rigor científico pero que prontamente se concretarían en el mejoramiento de la forma de hacer gestión ambiental, en la conservación de los ecosistemas urbanos y por tanto, en el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. 159


En 2006 y en respuesta a una invitación efectuada desde la Secretaría General de la Alcaldía Mayor de Bogotá, la entidad decide incorporar en su quehacer los principios de calidad y automejoramiento. Para ello emprende un arduo camino en este sentido del cual se cosecharán más adelante muy significativos frutos.

De izquierda a derecha, director general JICA, ingeniro Rolando Higuita director del Jardín y subdirector Técnico Operativo del Jardín. Foto: Litta Buitrago S., J.B.B.

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Finalmente, en este año vale la pena resaltar las labores emprendidas para la indexación de la revista científica Pérez-Arbelaezia. Teniendo en cuenta el propósito de esta publicación, se inició el proceso tendiente al cumplimiento de los requisitos para su indexación ante COLCIENCIAS, con el fin de aumentar el rigor científico de la misma y posicionar la revista en el ámbito de la comunidad científica y académica. A finales del 2006, el Ingeniero Químico Rolando Higuita, quien venía ejerciendo el cargo de Subdirector Técnico y Operativo desde mediados del año 2004, asumió la dirección del Jardín tras el nombramiento de la Doctora Martha Liliana Perdomo como Secretaria Distrital de Ambiente.


En términos generales el nuevo director mantuvo las líneas de trabajo previamente establecidas y centró sus esfuerzos en aportar elementos conceptuales y metodológicos desde el marco misional de los jardines botánicos para consolidar una ciudad moderna, humana e incluyente. Durante el 2007 se dio énfasis a aquellos proyectos cuyos resultados están estrechamente asociados al trabajo con las comunidades y al mejoramiento de la calidad de vida de las mismas. Es bajo este enfoque que los proyectos de arborización urbana, agricultura urbana, educación ambiental y conservación de la flora tuvieron gran evolución y desarrollo. Durante este año, el Jardín Botánico trabajó en la ampliación de los proyectos de investigación en conservación in-situ, ex-situ y uso sostenible de la flora alto andina del Distrito Capital, la consolidación de la planificación de la arborización urbana a través de desarrollos tecnológicos como el censo del arbolado urbano y mantuvo su protagonismo en los procesos de desarrollo social con el programa de Agricultura urbana en el marco del programa distrital Bogotá sin Hambre.

Contenedores utilizados en el marco de los proyectos de Agricultura Urbana. Foto archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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En cuanto a las instalaciones y las colecciones del Jardín, durante este año se adecuó un espacio demostrativo para el reconocimiento de los procesos y los procedimientos de cultivo dentro del contexto urbano, teniendo como eje principal el uso de tecnologías limpias. Se avanzó en la consolidación de las zonas de frutales y cultivos; así como en la de compostaje y el criptogamio. Otra de las acciones a destacar realizada en el marco del Plan Institucional de Gestión Ambiental, PIGA, fue el trabajo realizado para la optimización del uso del agua en el Jardín tanto para los sistemas de riego como para el uso de la infraestructura. En cuanto a la conservación del patrimonio florístico del Distrito Capital se logró culminar el estudio sobre el potencial de reproducción del retamo espinoso y el retamo liso, así como las tendencias de infestación en el Distrito Capital. Se diseñaron e implementaron cinco modelos de restauración ecológica en áreas alteradas de la Estructura Ecológica Principal de la ciudad, a la vez que se presentaron más de dos docenas de protocolos de propagación de especies nativas con fines de restauración y un estudio para determinar el potencial de restauración ecológica en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera. Con el fin de contribuir a la implementación de la estrategia de conectividad de la cobertura rural y del borde urbano rural de la cuenca del río Tunjuelito, se caracterizaron acueductos veredales en las localidades de Ciudad Bolívar y Usme. De igual forma y con el propósito de gestar la construcción social del territorio en torno a los problemas ambientales, se aplicaron dos metodologías educativas diseñadas por el Jardín Botánico y conocidas como

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Quebradas intervenidas con el proyecto EVAS, Escenarios vivos de aprendizaje. Foto archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Escenarios Vivos de Aprendizaje, EVA, y Acompañamiento Dinámico, AD. Durante este año se concretaron grandes resultados del programa de Arborización Urbana del que se destaca la finalización del censo arbóreo, el cual tuvo gran despliegue divulgativo. El censo fue una investigación estadística forestal sin precedentes; gracias a este proyecto, el Jardín posee un registro de más de 43 variables y observaciones sobre el estado físico y sanitario de todos y cada uno de los árboles localizados en el espacio público de la ciudad. Desde entonces, cada árbol cuenta con una muy precisa localización cartográfica que sirve de base para su alimentación permanente.

Censo del arbolado urbano. Fotos archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. 164

Con la información del censo se ha podido avanzar de forma notable en la formulación de instrumentos de planeación, como el Plan Maestro de Arborización Urbana o los Planes Locales de Arborización. Con estas herramientas la administración distrital no sólo cuenta con una información actualizada sobre este activo natural, sino que puede planificar de una forma más efectiva la gestión y la inversión sobre el arbolado.


De igual forma, a partir de él se puede determinar con precisión las áreas potenciales y los requerimientos para la plantación de nuevos árboles, definir las especies adecuadas, los árboles que necesitan mantenimiento prioritario, los individuos arbóreos que suponen algún riesgo como volcamiento o deterioro de infraestructuras, entre otros. Vale la pena mencionar que el desarrollo de esta herramienta de planeación no hubiera sido posible sin la dedicación y la entrega del equipo asesor, profesional y técnico del Jardín y sin la notable participación tanto del DANE como de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, con quienes se trabajó de manera articulada en todo el desarrollo del mismo. Siguiendo el direccionamiento de las políticas educativas distritales y del Plan de Desarrollo de la ciudad, el Jardín continuó liderando la asesoría en la formulación y la implementación de los Proyectos Ambientales Escolares, PRAE, en colegios públicos de la ciudad y en la formación de líderes y gestores ambientales juveniles que reconocen la biodiversidad del territorio distrital y enfocan el quehacer de las instituciones educativas alre-

Actividad pedagógica del Jardín Fotos archivo J.B.B. 165


dedor de la recuperación y la conservación de los valores ambientales. Adicionalmente se avanzó en la implementación del Proyecto Educativo Institucional, PEI, tras la consolidación de los primeros principios teóricos y las aplicaciones de los mismos en relación con el futuro modelo pedagógico del Jardín. Igualmente se continuó con los procesos de capacitación y formación para adultos, cuyo objetivo fue la formación de ciudadanía para la construcción de territorio a partir de procesos educativos informales con habitantes de la capital que ven disminuidas sus posibilidades de participación en la dinámica social de la ciudad. Bajo este componente, el Jardín presentó una propuesta de formación que encuentra un pretexto en la experiencia y el conocimiento de la entidad en temas relacionados con la jardinería y otros contenidos ambientales para promover la generación de mejores condiciones de vida y desarrollar iniciativas productivas en las que se creen oportunidades para el trabajo y la generación de ingresos. El año 2008 fue significativo para la entidad pues constituye el inicio de un nuevo cuatrienio en la administración distrital,

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lo que a su vez significó el comienzo de un proceso de ajuste y definición de los roles y los propósitos institucionales. Esta transición administrativa fue aún más compleja debido a que el Jardín gozaba de un mayor y mejor reconocimiento a su gestión tanto por otras instancias del gobierno como por parte de la ciudadanía misma. Muestra de ello era que el Jardín había sido merecedor durante los dos años anteriores del primer puesto en la encuesta Bogotá Cómo Vamos, una encuesta realizada por la Casa Editorial El Tiempo, que pretende medir la percepción de los ciudadanos en cuanto a la ejecución de las entidades del Distrito, sus programas y su desempeño. Como se mencionó anteriormente, durante los años predecesores el Jardín había logrado una significativa evolución en su quehacer gracias a la dinámica que traía en consonancia con el marco de la política social de la ciudad. Para ese entonces era claro que el Jardín no sólo velaba por la conservación de sus colecciones botánicas, sino que aún siguiendo estándares de alta rigurosidad científica, era una entidad al servicio de todos y para todos. Constituyéndose así en una entidad que volcaba sus desarrollos científicos en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, una entidad abierta a la comunidad y para el bienestar de la ciudadanía y su entorno. Se puede decir entonces que el Jardín Botánico de Bogotá jugaba desde años atrás, un papel primordial en términos de la gestión ambiental de la ciudad, pero sobre todo, había logrado ir más allá de ese rol, logrando establecer unos patrones de desarrollo científico que permitían una constante retroalimentación con las


comunidades a quienes sus investigaciones y avances científicos obedecían. Pero debía hacer tangible dichos esfuerzos frente al nuevo gobierno y lograr armonizar sus proyectos con el Plan de Desarrollo Distrital para garantizar su espacio preponderante en materia ambiental en la nueva administración de la ciudad y por lo tanto, suficiente financiación para sus proyectos.

Arriba. Alcalde mayor de Bogotá Samuel Moreno y la bióloga Paola Rodríguez directora (E) del Jardín, en la jornada de Arborización biblioteca Virgilio Barco Vargas. Abajo. Aula Chowa, convenio JICA, Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Fotos Litta Buitrago S., J.B.B.

A partir del primero de enero del año 2008, se posesiona como Alcalde Mayor el doctor Samuel Moreno Rojas, quien con su Plan de Desarrollo Bogotá Positiva, buscaba afianzar una ciudad en la que todos vivamos con mejor calidad de vida y se reconozcan, garanticen y restablezcan los derechos humanos, dentro de ellos los ambientales. En tal sentido, se planteó trabajar en el desarrollo de una ciudad responsable con el ambiente e integrada con su territorio circundante, con la nación y con el mundo. En cuanto al Jardín, fue la bióloga y funcionaria de la Administración Distrital Paola Liliana Rodríguez Suárez, quien asumió la dirección de la entidad durante los primeros siete meses de este año y quien lideró el proceso de planeación estratégica de la 167


Bióloga Paola Rodríguez directora (E) del Jardín, en la jornada de Arborización biblioteca Virgilio Barco Vargas. Foto Litta Buitrago S., J.B.B.

entidad en el que el principal compromiso fue la restitución del derecho constitucional a gozar de un ambiente sano en Bogotá, en armonía con los objetivos propuestos en el nuevo Plan de Desarrollo de la ciudad. Durante su gestión se fortaleció significativamente el área administrativa y financiera del Jardín al adelantar las actividades y las gestiones necesarias para casi duplicar el presupuesto de la entidad, tanto en lo pertinente a los rubros de inversión, como de funcionamiento, especialmente a los relacionados con el fortalecimiento de los recursos humanos del Jardín para el efectivo cumplimiento de su misión y objetivos. Es así como el Jardín Botánico de Bogotá definió su plan estratégico en torno a tres de los siete objetivos que estructuran el Plan de Desarrollo y de esta forma se logró que los proyectos de inversión encontraran fundamento técnico, solidez, respaldo presupuestal y articulación interinstitucional para ser desarrollados en el presente gobierno. Vale la pena resaltar que dichos proyectos se encontraban armonizados también con el Plan de Gestión Ambiental del Distrito, el cual orienta la gestión ambiental de la ciudad

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hacia un proceso de desarrollo que propende por la sostenibilidad del territorio distrital y de la región.

perdieron la vida dos adultos. Esta se nombró Plazoleta de los 21 Ángeles.

Bajo este marco y para contribuir a que Bogotá sea una ciudad en la que se respete y se pueda ejercer por completo el derecho a gozar de un ambiente sano, así como de una educación con calidad y pertinencia, el Jardín Botánico estructuró su accionar misional como entidad generadora de conocimiento científico y promotora de la conservación del patrimonio florístico del Distrito Capital hacia el cumplimiento de cuatro objetivos fundamentales:

Durante este período y bajo la coordinación de la dirección, la entidad logró fortalecer la oficina interna de comunicaciones con la creación de un nuevo proyecto de inversión que buscaba promover el posicionamiento y el fortalecimiento institucional como ente generador de conocimientos, procesos educativos, servicios y beneficios ambientales en torno a la conservación del patrimonio florístico del Distrito.

1. Adelantar procesos de educación ambiental para fortalecer los conocimientos de la población del Distrito en torno a situaciones ambientales asociadas al patrimonio natural de la ciudad, 2. Incrementar el conocimiento sobre el patrimonio florístico y ecosistémico de la estructura ecológica principal y de las zonas rurales del Distrito Capital y mejorar las condiciones ecológicas de sus áreas alteradas, 3. Aumentar y mejorar la cobertura y la calidad de la arborización y de la jardinería urbana de Bogotá y 4. aumentar el conocimiento, la oferta, el uso y el aprovechamiento de especies vegetales nativas del Distrito Capital y la región, de acuerdo con los lineamientos de uso sostenible que permitan la conservación de la biodiversidad. Durante esta administración se sembró a la entrada principal del Jardín un bosque con 21 árboles y se instaló una placa ilustrada en honor a los 21 niños del Colegio Agustiniano del Norte, fallecidos en un trágico accidente ocurrido en 2004, en el que también

De igual forma se resaltó el conocimiento, la experiencia y el liderazgo del Jardín en procesos de restauración ecológica en la ciudad, por lo que se generó un nuevo proyecto de inversión que soportado técnica y financieramente, contemplaba las actividades necesarias para adelantar procesos de recuperación de áreas naturales ya no como una práctica experimental, sino como la mejor opción en la restauración ecológica de las áreas alteradas en la ciudad y sus alrededores. En conclusión en este año, y gracias a una notable gestión interinstitucional entre el

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Inauguración VIII Exposición Nacional de Orquídeas, con la asistencia de la primera dama, Cristina González V. de Moreno. Foto Litta Buitrago S., J.B.B.

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Jardín Botánico y la Secretaría Distrital de Ambiente, entidad cabeza del sector ambiental de la ciudad, se logró no sólo mantener y mejorar los proyectos bandera de la entidad ajustándolos a las expectativas y las propuestas del nuevo gobierno, sino que en respuesta a esta dinámica de constante evolución y mejoramiento, se logró la consolidación de dos nuevos proyectos de inversión que permitirían el posicionamiento de la entidad como líder a nivel distrital en procesos de gestión ambiental y conservación de la flora.


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Capítulo 9

Ingeniero Herman Martínez Gómez, durante su gestión como director del Jardín. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

El sueño se reproduce 2009 – 2010

D

esde el mes de septiembre del año 2008 el liderazgo del Jardín Botánico ha estado a cargo del ingeniero químico Herman Martínez Gómez. Bajo sus directrices la entidad mantuvo las líneas de acción y ejecución de los proyectos de inversión definidos en el Plan de Acción propuesto a comienzos del mismo año. El nuevo director conformó su equipo asesor y definió sus políticas administrativas bajo el concepto de territorios ambientales, brindando así un mayor espacio de autonomía, soberanía y participación ciudadana, con el fin de seguir avanzando en el cumplimiento de los objetivos institucionales tales como aumentar las áreas donde se apliquen estrategias de conservación de la flora de bosque andino y páramo, aumentar el conocimiento, la oferta, el uso y el aprovechamiento de especies ve172


getales presentes en los ecosistemas andinos del Distrito Capital y la región; fortalecer los cambios de actitud de la población frente a la valoración, el uso y la conservación de la flora y aumentar la calidad ambiental de los ecosistemas estratégicos y del paisaje de la ciudad. De esta manera se propuso dar continuidad al cumplimiento de la misión institucional actualmente definida como: «El Jardín Botánico es el Centro de Investigación y Desarrollo Científico con énfasis en ecosistemas altoandinos y de páramo, que contribuye a la conservación de la flora del Distrito Capital, a la sostenibilidad ambiental de su territorio y al aprovechamiento de su patrimonio genético, a través de la investigación científica, la transferencia tecnológica y la educación ambiental». Para alcanzar su misión, el Director lideró el trabajo de un comprometido equipo humano, y con base en el reto de descentralizar las actividades hacia las localidades, consolidó una red comunitaria de participación activa que bajo el concepto de sostenibilidad ambiental, incrementó las organizaciones

Arriba. Promoción campaña Adopta un Árbol en Rock al Parque. Abajo. Artístas del Concierto del Agua. Foto archivo fotográfico J.B.B.

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sociales en torno a la producción y la transformación de especies vegetales. En este contexto y bajo el lema «Conciencia ambiental por un cambio cultural profundo, para el buen vivir de todas y todos» se buscó una transformación de prácticas y hábitos en torno al manejo y el uso de los recursos naturales del Distrito Capital a partir de los diferentes proyectos que se adelantan en conservación de la flora, sostenibilidad ambiental y aprovechamiento del patrimonio genético. No obstante, la más ambiciosa estrategia del director Herman Martínez para hacer visible la gestión del Jardín, llevarlo a los territorios y atraer a los ciudadanos a conocerlo, vivirlo, sentirlo, disfrutarlo y reconocerlo como propio, fue el fortalecimiento de la divulgación a través de la Oficina de Comunicaciones, creada inicialmente durante la administración de la bióloga Paola Liliana Rodríguez. De acuerdo con esta estrategia y debido a la importancia que tiene la conservación de los ambientes altoandinos y de páramo en el cuidado del agua para los habitantes del Distrito y con el propósito de generar conciencia ambiental en la ciudadanía, se realizó el primer concierto por el agua a comienzos del año 2009. En cuanto a las investigaciones científicas, éstas se enfocaron en la restauración y la preservación de la Estructura Ecológica Principal de la ciudad. Así mismo, se avanzó en la construcción de modelos de restauración para áreas afectadas por actividades mineras, rondas hídricas intervenidas en el contexto urbano y zonas

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de expansión agropecuaria. De esta forma y gracias al equipo de servidores públicos del Jardín, a la participación comunitaria y a la articulación interinstitucional del tema en la ciudad, la restauración ecológica es cada vez más una práctica efectiva en la recuperación de los bienes y los servicios ambientales de las áreas protegidas de la ciudad. Además de los proyectos de restauración ecológica, las investigaciones del Jardín se orientaron a la recuperación del conocimiento tradicional de la flora de los ecosistemas altoandinos atesorado por las comunidades rurales asociadas a la ciudad. Dichos trabajos dieron continuidad a la línea de etnobotánica creada por la entidad en el año 2004, a través de la cual se definió un listado de especies con usos alimentarios, industriales y medicinales. Estos estudios dieron origen a la investigación básica y aplicada en especies vegetales desde la perspectiva disciplinar de la ecofisiología, por medio de la cual se determinan en campo las condiciones ambientales y nutricionales para su óptimo desarrollo. Además, se realizaron estudios bromatologícos, fitoquímicos y de transformación para determinar el con-


tenido nutricional y las propiedades químicas en búsqueda de alternativas de consumo, almacenamiento y comercialización. Los resultados de las investigaciones demandaron la ampliación hacia las líneas de valoración agronómica para optimizar el cultivo de estas especies a mayor escala; hacia la línea del biocomercio para definir el potencial comercial de las especies con usos promisorios o potenciales y la línea de transferencia de tecnología con la cual se socializa el conocimiento obtenido. Con estas y otras actividades, el Jardín, en su calidad de Centro de investigación científica del distrito, ha generado conocimientos que inciden directamente sobre la calidad de vida de los habitantes de la ciudad43.

Arriba. Encuentro Internacional y Feria Distrital de Agricultura Urbana 2009. Abajo. Comercialización platos elaborados a base de quinua, especie promisoria. Archivo fotográfico J.B.B.

En cuanto al programa de Agricultura Urbana, la entidad avanzó en torno a la investigación en fertilización orgánica, la producción de semillas, la producción de compost domi43. Zúñiga, Pamela. Sabores y conocimientos ancestrales recuperados por nuestra entidad. Proyecto Uso Sostenible: una alternativa para el desarrollo económico de la Capital y la sostenibilidad alimentaria para sus habitantes, en: Hojeando No. 3. Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, Bogotá, 2009.

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Encuentro Agricultura Urbana 2010. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

ciliario y la generación de deshidratadores solares para las especies más utilizadas en esta práctica, con lo cual se produjeron protocolos y esquemas metodológicos. Paralelamente, el comprometido equipo humano a cargo del proyecto, avanzó en términos de construcción de tejido social ya que las prácticas fueron desarrolladas con la activa participación de las comunidades locales. Éstas se materializaron en la Unidad Integral Comunitaria de Agricultura Urbana, UICAU, conformada durante los años anteriores como escenario demostrativo al interior del Jardín, gracias al convenio establecido con la Agencia Internacional JICA. Con base en los avances en materia de seguridad alimentaria a través de la agricultura urbana, se llevó a cabo el Segundo Encuentro Internacional y la Feria Distrital de Agricultura Urbana, los cuales contaron con una nutrida participación distrital e internacional. Adicionalmente y como resultado de las asesorías técnicas brindadas por la entidad, cerca de dos mil personas de diferentes localidades fueron capacitadas en tecnologías apropiadas para facilitar el cultivo, el uso, el consumo y el aprovechamiento de especies

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vegetales de clima frío. Con estas acciones se continuó en el avance, el fortalecimiento y la ampliación de la red de agricultores urbanos del Distrito. También se avanzó en la formulación la Política Pública de Agricultura Urbana para Bogotá, tras la conformación de diversos escenarios de participación con múltiples actores ciudadanos que facilitaron la discusión, la retroalimentación y la elaboración de la propuesta metodológica para la concreción del documento a corto plazo.

Actividades pedagógicas en el Jardín. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Con la implementación de este tipo de programas, más los propios de la Subdirección Educativa y Cultural, el Jardín Botánico se constituye en el escenario integrador de la comunidad para la promoción del acercamiento y la vivencia de la naturaleza y la biodiversidad ecosistémica nacional. Como ejemplo de ello, durante este período se atendieron cerca de cuatrocientos mil visitantes a través de procesos y espacios de interpretación ambiental, cursos, foros, eventos, exposiciones y actividades lúdico-culturales. Gracias a estos procesos la entidad avanza cada día en la construcción efectiva de una

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Arriba. Acto conmemorativo del fallecimiento de los 21 niños del Colegio Agustiniano del Norte. Archivo J.B.B. Abajo. Graduación Cátedra Enrique Pérez Arbeláez. Foto Óscar LLorente J.B.B.

Bogotá que valora, respeta y ejerce una verdadera cultura ambiental ciudadana. En el ámbito de la educación básica y media, el Jardín ha fortalecido significativamente la red de profesores de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales de la ciudad, mediante la formación en investigación educativa en torno a la diversidad cultural y la biodiversidad. Asimismo, continúa liderando la asesoría en la formulación y la implementación de los Proyectos Ambientales Escolares y en la formación de líderes y gestores ambientales que reconocen la importancia de la biodiversidad para la supervivencia de las generaciones actuales y futuras. La entidad, ha considerado la importancia de promover la formación ambiental de su equipo humano y para ello viene implementando la Cátedra permanente de formadores ambientales, Enrique Pérez Arbeláez. Esta cátedra brinda herramientas conceptuales y pedagógicas para fortalecer a los funcionarios y contratistas que lideran procesos formativos ambientales en la ciudad con el fin de «impactar en sus concepciones, actitudes y prácticas pedagógicas y didácticas»44, lo que a su 44. Rodríguez A. Tania E. Molano, Carolina. “Cátedra Enrique Pérez-Arbeláez: Formación de líderes con conciencia ambiental”, Revista Flora Capital No. 9, Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, Bogotá, 2009.

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vez, repercute en la formación ambiental de los ciudadanos que participan en experiencias educativas ofrecidas por el Jardín. Este año se cumplió también el sueño del Fundador de conservar y albergar en el invernadero la magnífica Victoria amazonica. Este logro se dio con la simulación de las condiciones propias del ambiente amazónico de la especie. Su floración fue noticia que ocupó titulares de los medios de comunicación en el ámbito nacional e internacional y significó un gran orgullo para todos los amigos, aliados y servidores públicos del Jardín; especialmente para funcionarios como Don Miguel Quintero y el ingeniero Francisco Sánchez, quienes con el diligente y laborioso equipo de operarios han estado a cargo de su conformación y cuidado. En otro marco de gestión ambiental institucional y desde que la ciudad cuenta con un sistema de georreferenciación del arbolado, las responsabilidades relativas a la plantación y el mantenimiento de árboles en espacio público cuentan con mayor sustento técnico y científico; situación por demás ejemplar dentro de la dinámica de los jardines botánicos del mundo. Lo anterior dado que, bajo el marco producto del censo arbóreo, se determinan con mayor claridad los requerimientos de nuevas plantaciones e intervenciones en la ciudad, a partir de una lectura precisa territorial y local, fortaleciéndose así los espacios vitales para la conformación de la conectividad de la malla verde de la ciudad. Como resultado de este trabajo y en el marco de un convenio entre el Jardín y la Secretaría Distrital de Ambiente, se inició en el año 2009 la edición del libro Arbolado Urbano de Bogotá, Identifi-

Profesor Gilberto Emilio Mahecha, dendrólogo. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

cación, descripción y bases para su manejo, con el cual el conocimiento de algunos profesores del Jardín Botánico, en especial del dendrólogo Gilberto Emilio Mahecha, se sistematiza y se pone al servicio de la ciudad. Otro de los grandes logros de la institución cosechados durante el liderazgo del ingeniero Herman Martínez y gracias al esfuerzo colectivo y al estado de madurez administrativa alcanzado por la entidad, fue la certificación de calidad bajo la norma ISO 9001 versión 2008. Cabe anotar que el Jardín fue la primera entidad del Distrito en obtener la 179


Floración de la Victoria regia. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico

certificación en dicha versión. También se logró la certificación en la norma de gestión pública 1000 versión 2004 y los sellos de calidad ANAB de los Estados Unidos y UKAS de la Comunidad Europea. Estos sellos se conceden a los centros de investigación que apropien recursos para el desarrollo de sus actividades. En el marco de la gestión de imagen del Jardín adelantada durante esta administración, durante una visita realizada por el señor Luis Fernando Santos, Director de El Tiempo, el director Herman Martínez le propuso utilizar las instalaciones del Jardín para la conmemoración de los 100 años del periódico que tendría lugar el 12 de febrero de 2001 y a la que serían invitados todos los presidentes de Latinoamérica e inclusive el Rey Juan Carlos de España. El doctor Santos aceptó dicha propuesta por considerar el Jardín el escenario más bonito de Bogotá para realizar tan magno evento. Como cierre del año, la entidad convocó por primera vez a la Orquesta Filarmónica de Bogotá para que ofreciera un concierto navideño en uno de sus escenarios naturales. Durante esta temporada decembrina, el Jardín Botánico ofreció a la ciudad una exuberante iluminación navideña acompañada de una variada agenda cultural y artística que alegró a miles de visitantes durante las noches de la tradicional novena de navidad.

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Presentaciรณn de la Orquesta Filarmรณnica de Bogotรก. Fotos Litta Buitrago S. J.B.B.

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En el año 201045 a partir de los diferentes procesos que se adelantan en conservación de la flora, la sostenibilidad ambiental y al aprovechamiento del patrimonio genético, se continuó trabajando en la construcción de un “cambio cultural” bajo el liderazgo del ingeniero Herman Martínez. Dentro de este marco, el estudio aislado de la flora y sus características pasó a ser un estratégico medio para desarrollar acciones, investigaciones y proyectos con un eje fundamentado en la investigación para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Lo anterior, basado por supuesto, en un amplio y respetuoso conocimiento y manejo de la riqueza de la flora y los ecosistemas de Bogotá.

Alcalde de Bogotá Samuel Moreno y el director del Jardín Herman Martínez. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Así las cosas, la entidad no sólo siguió las Políticas Ambientales sino que se acogió a la Política de Infancia y Adolescencia, por lo que apoyó su implementación con la generación de escenarios propicios para el desarrollo armónico e integral de los niños, niñas y adolescentes. Constituyéndose así el Jardín en un ambiente natural que estimula la creatividad y permite el desarrollo de las capacidades y potencialidades. Dado que este año se conmemoró el Bicentenario de la independencia, el Jardín se vinculó a esta celebración a través de la Agenda Cultural con la temporada Las plantas de los dioses. Bicentenario de la Independencia y diversidad en Colombia. Con esta temporada el Jardín generó un espacio de reflexión y asumió la conmemoración desde la mirada 45. Oficina de Planeación. Informe de Gestión. Jardín Botánico de Bogotá, Bogotá, septiembre de 2010.

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Programa Adopta un Árbol con el dumi “Don Miguelito” en honor a don Miguel Quintero. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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Temporada “Las plantas de los dioses”. Fotos Mauricio Villamíl. J.B.B.

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de los pueblos, grupos y etnias que conforman este país sobre las plantas, el territorio, la identidad, la autonomía, la Expedición Botánica y la diversidad, a partir de una mirada intercultural que permitió poner en escena las tradiciones de los pueblos y etnias colombianas, las posturas académicas, los análisis científicos y las manifestaciones culturales asociadas a estos temas46. La temporada se inauguró con la exposición fotográfica del Ministerio de Cultura «Míranos estamos aquí», del fotógrafo venezolano Antonio José Briceño, conformada por trípticos de retratos de hombres y mujeres de 21 pueblos indígenas de Colombia, organizados en círculo como símbolo del sentido colectivo con el fin de visibilizarlos como actores de la nación colombiana. La primera jornada, de carácter académico, giró alrededor del tema «Expedición Botánica ¿génesis de la Independencia?», que planteó una reflexión crítica sobre la biodiversidad y los beneficios sociales obtenidos de la diversidad vegetal del territorio nacional y sobre la satanización de plantas que son sagradas para los pueblos indígenas. La segunda jornada: Naturaleza y cultura contó con la realización de la exposición «Pensadores de tierra y agua» del maestro Benjamín Jacanamijoy, quien además lideró un taller con el fin de valorar y recordar las formas de vida y pensamiento de las tradiciones culturales artísticas de las comunidades indígenas de 46. Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Revista Flora Capital. No. 10, Bogotá, 2010.

Colombia. La tercera “Sincretismo cultural: el carnaval del perdón» en el que gracias al Ministerio de Cultura tuvo la participación de representantes de pueblos indígenas de diferentes regiones del país. Una de las más contundentes conclusiones de la jornada fue cómo los distintos pueblos indígenas, según su cosmovisión, realizan sus rituales honrando a la tierra como madre, fuente de vida y energía, por ende sagrada, con profundos sentimientos de respeto y comunicación, que son comunes para los pueblos que han conservado su cultura. Paralelamente, durante 2010 los esfuerzos en la ejecución científica de la entidad se centraron en mejorar las condiciones ecológicas en áreas alteradas de la Estructura Ecológica Principal y zonas rurales del Distrito, a través de la ejecución de acciones de restauración rehabilitación o recuperación, que contribuyan a revertir el deterioro y a promover la sostenibilidad ambiental y la conservación de la diversidad biológica. De esta forma se logró la intervención sobre más de setenta hectáreas con procesos de restauración ecológica en cinco localidades del Distrito. 185


Dentro de las labores implementadas se destacan las caracterizaciones biofíscas de las áreas a intervenir, la determinación del potencial biótico y de restauración, la generación e implementación de modelos de restauración y el desarrollo de protocolos de propagación de especies claves en dichos procesos de restauración ecológica.

Jornadas de Arborización 2010. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. 186

De igual manera se continuaron las acciones tendientes a aumentar el conocimiento, la oferta, el uso y el aprovechamiento de especies vegetales nativas del Distrito Capital y la región, de acuerdo con los lineamientos de uso sostenible que permiten la conservación de la biodiversidad, la recuperación de saberes ancestrales, la identificación de especies promisorias y la búsqueda de alternativas para el cultivo, uso, transformación y comercialización dentro de estrategias de diálogo de saberes con las comunidades participantes y transferencia tecnológica. También se adelantaron acciones necesarias para incrementar el conocimiento sobre el patrimonio florístico y ecosistémico de las áreas rurales y la Estructura Ecológica Principal del Distrito Capital y la Región con fines de conservación in situ y ex situ.


Bajo este marco se avanzó significativamente en la incorporación de nuevas especies a las colecciones del Jardín. Adicionalmente se logró acreditar un grupo de investigación ante Colciencias.

Actividades pedagógicas en el Jardín. Fotos archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

Adicional y complementariamente, la entidad ejecutó, en el marco de la estrategia divulgativa promovida por el Director Herman Martínez Gómez, un rica agenda ambiental que integraba diversas acciones tendientes a consolidar procesos de construcción de pensamiento ambiental y desarrollo de competencias científicas, a través de la implementación de recorridos guiados, ecotalleres, vacaciones científicas, clubes, eventos, festivales y exposiciones. Paralelo e integrado a los programas educativos, el Jardín siguió reconociendo la realidad en la ciudad en cuanto a la existencia de población en situación de vulnerabilidad, la cual requiere inclusión en dinámicas sociales a través de nuevas posibilidades de formación. De esta forma, el Jardín Botánico continuó aunando esfuerzos con entidades públicas y privadas para lograr una efectiva inclusión social, a través del desarrollo de procesos de formación de adultos en temas 187


ambientales que dan cuenta de su maravilloso recurso humano, físico y natural. En Jardín continúa liderando los procesos de innovación e investigación pedagógica para la gestión ambiental, mediante la formación de líderes ambientales, y de miles de estudiantes y docentes de los colegios que se vinculen a los procesos de formación ambiental, en espacios como el Jardín Botánico y escenarios de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá. Enriquecido además con procesos de implementación de PRAES, formación de gestores ambientales y actualización de docentes, se reconoce la responsabilidad y el protagonismo de las y los profesores como agentes generadores y promotores de la transformación de la cultura ambiental de las nuevas generaciones. Todas estas acciones y resultados de alguna manera contribuyen a la conservación del patrimonio florístico del Distrito Capital y a la materialización constante de la tan preciada Estructura Ecológica Principal.

Graduación, tecnólogos en gestión de recursos naturales. Fotos archivo fotográfico J.B.B.

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De otra parte, con el fin de aumentar y mejorar la cobertura y calidad de la arborización y de la jardinería urbana de Bogotá, con base


Izquierda. Convenio Jardín Botánico y Ecopetrol. Derecha. Jornada de Arborización parque “El Lago”. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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en un proceso técnico, planificado y participativo fortalece la apropiación e interacción de la ciudadanía con el medio físico natural y su oferta ambiental, se logró la plantación de casi 20.000 nuevos árboles y el mantenimiento de más de 200.000 árboles. Estas labores las realizó el Jardín en algunos casos de manera directa, en otros con participación ciudadana y en otro tanto mediante gestión interinstitucional, para finalmente aportar de esta forma al desarrollo integral individual y colectivo de los ciudadanos. Para el logro de estos resultados se realizaron intensas campañas como: Adopta un árbol, en la cual para cada plantación se articula el trabajo técnico con el social, en pro de la participación y generación de apropiación del arbolado por parte de la comunidad. Esta se suma a la campaña Bogotá reverdece, la cual está dirigida a las empresas que, en el marco de los programas empresariales de Responsabilidad Social, deciden adoptar árboles y jardineras, o vincularse a procesos de restauración ecológica con el fin de asumir su cuidado. Arriba. Campaña Secretaría Distrital de Ambiente “O tomamos conciencia o no tomamos nada”. Abajo. Encuentro territorial de agricultores urbanos. Fotos Mauricio Villamól, J.B.B. 190


Por otro lado, bajo el Programa Bogotá Bien Alimentada, dentro de la política de Seguridad Alimentaria y Nutricional, la entidad participó en la implementación y seguimiento de las líneas de trabajo que conforman este eje. Así mismo, avanzó en las acciones tendientes a fomentar el cultivo, uso, consumo y aprovechamiento de especies vegetales de clima frío, con énfasis en la población vulnerable del Distrito Capital, a través de la promoción e implementación de prácticas de la Agricultura Urbana como alternativa para la obtención de alimentos.

Arriba. Oferta de germinados Programa Agricultura Urbana. Abajo. Campaña adopta un árbol. Fotos archivo J.B.B.

Durante esta vigencia se establecieron y mantuvieron 8 Unidades Integrales Comunitarias de Agricultura Urbana, se capacitaron más de 1.000 personas en técnicas de siembra en espacios urbanos, se realizaron miles de asistencias técnicas en el desarrollo de prácticas de Agricultura Urbana y se avanzó en la conformación de la Red Distrital de Agricultores Urbanos. En este contexto, con el fin de articular y fortalecer la comunicación entre los agricultores para la efectiva conformación de la Red de agricultores, se realizó el Encuentro distrital de agricultores urbanos, en el cual se lanzó el primer Directorio de agricultores urbanos 191


Arriba. Adecuación y mantenimiento del ambiente del Criptogamiun. Abajo. Biblioteca antes de la adecuación realizada en el 2010. Archivo J.B.B.

del Distrito. Esta importante herramienta se organizó por localidades y de acuerdo con las iniciativas productivas promovidas por el Jardín Botánico de Bogotá. Dichas iniciativas productivas tienen como fin generar alternativas económicas mediante la transformación y comercialización de los productos derivados de la agricultura urbana, que además son producidos mediante prácticas agroecológicas. Adicionalmente, con el ánimo de consolidar y promover el intercambio de saberes entre la Red, se generó un convenio con la emisora 1430, con el fin de crear un espacio que le permita a las personas vinculadas compartir experiencias entre ellos y con los técnicos, que pueden multiplicar allí sus conocimientos. Este espacio también fue utilizado por el Director del Jardín para exponer las políticas institucionales en la materia y atender situaciones que demanden su participación. Adicionalmente, y a propósito del cambio cultural que promueve el Jardín, se encuentra en período de prueba el primer Curso virtual de agricultura urbana, al cual se puede acceder a través de la página web institucional, donde adicionalmente se encuentran las

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fichas de las especies que se trabajan, así como las cartillas técnica y social en las cuales se brindan herramientas que complementan los procesos educativos en torno a la agricultura urbana.

Arriba. Directorio Red Distrital de Agricultores Urbanos. Abajo. Lago principal antes de la adecuación. Foto archivo fotográfico Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

En cuanto a las acciones de fortalecimiento institucional y en ejecución del Plan Maestro de Infraestructura Física del Jardín, durante este año se invirtió en el mantenimiento de instalaciones como la biblioteca, las baterías sanitarias, algunas oficinas, el cerramiento perimetral de la entidad, así como del ambiente del lago principal. Sobre este último, después de otros esfuerzos de administraciones anteriores que no dieron los resultados esperados, se logró, gracias a la persistente indicación y labor del ingeniero Francisco Sánchez, don Miguel Quintero y el equipo de operarios, volver a crear la capa de bentonita en el suelo de la excavación para recuperar las propiedades naturales del ecosistema creado y volver a contar allí con el espacio propicio para plantar especies acuáticas y recuperar la calidad estética de este hermoso ambiente del Jardín. Sin embargo, estas labores de mantenimiento debieron reforzarse y acentuarse tras la ola 193


invernal que azotó al país completo y de la cual ni la ciudad ni la entidad pudieron escaparse.

Identificación, descripción y bases para su manejo

De esta forma durante el mes de noviembre el Jardín registró serias afectaciones tanto en sus instalaciones como en sus colecciones tras las severas inundaciones que quedaron producto de las fuertes lluvias. Sobrepasando inclemencias del tiempo y dificultades propias de la Administración Pública, con todas estas acciones, el Jardín Botánico de Bogotá se posiciona cada vez más como el centro de investigación y desarrollo científico que contribuye a la conservación de la flora del Distrito Capital, a la sostenibilidad ambiental de su territorio y al aprovechamiento de su patrimonio genético.

Portada libro Arbolado urbano de Bogotá. Archivo Patricia Jaramillo Martínez.

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Este año, se culminó la edición y publicación del libro Arbolado Urbano de Bogotá. Identificación y bases para su manejo, con el cual se logró articular el esfuerzo de la Secretaría Distrital de Ambiente y el Jardín Botánico en torno a sus objetivos comunes para el beneficio ambiental del Distrito Capital. Adicionalmente se cumplió el sueño del Fundador y sus aliados en términos de la misión del


Jardín Botánico conrespecto a su rol fundamental en la arborización de Bogotá.

que se difunde a través los correos internos y ahora contará con la Intranet.

Soportados y enriquecidos siempre con procesos, estrategias y productos de comunicación, la entidad implementa sus pilares de acción: investigación científica, transferencia tecnológica y educación ambiental con una postura de ir mucho más allá de abrir sus puertas prácticamente los 365 días del año y de asumir los nuevos retos que la gestión ambiental pública impone.

Esta Red es la responsable de lograr un trabajo articulado en torno a la generación y compilación de contenidos y mensajes para la producción de campañas pedagógicas, divulgativas y noticiosas; así como publicaciones de orden científico, técnico e institucional, de manera que el conocimiento y la información ofrecidos a la ciudadanía tengan soporte, sean didácticos, movilizadores, veraces y oportunos.

Gracias a la Red y a la coordinación de la Oficina de Comunicaciones, se logró culminar la publicación de varios libros, algunos impresos y otros digitales. Uno de ellos fue Naturaleza y cultura, editado en torno a la celebración del Bicentenario, donde se compendian importantes artículos de destacados pensadores del orden internacional, en torno a este tema desde diferentes perspectivas. Se publicó además la Guía del Jardín introductorio o Glosológico, primera de una serie de guías del Jardín denominada Teresa Arango Bueno en su honor. También se editaron la Guía del Criptogamium, la Guía de especies amenazadas, el libro Propagación de especies nativas de la región andina; la revista institucional Flora Capital No. 10 y la Cronología: Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, un sueño que florece, fructifica y se reproduce.

Así mismo, se vieron los frutos de la inversión realizada en el servidor de la entidad, con el respectivo avance en términos de la página web del Jardín y la Intranet, herramienta que sin duda agilizará las labores del comprometido equipo humano. Adicionalmente se creó y ha mantenido el boletín institucional Hojeando,

Así mismo, se realizó la publicación de las Fichas de arborización, colección actual que en su primera etapa divulgó 45 de las 107 especies usadas en la arborización urbana por el Jardín y se avanzó en la edición de la

Es así como uno de los logros de la presente administración ha sido fortalecer la Oficina de Comunicaciones, que opera como eje articulador y coordinador de la Red de Comunicación Interna, conformada por nodos estratégicos en las subdirecciones y dependencias del Jardín, con la cual se dinamiza su Sistema Editorial.

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Portada revista institucional Flora Capital No. 10. Archivo Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.

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revista científica Pérez- Arbelaezia No. 20, así como en la de la Cartilla de agricultura urbana, que hace especial énfasis en la perspectiva social que tiene el Programa, y la Cartilla de jardinería que da cuenta de las especies que actualmente siembra el Jardín en la ciudad. Paralelamente, en 2010 se realizaron múltiples campañas divulgativas que tuvieron gran impacto en el Distrito, entre las que se destaca la campaña Lloverán árboles en Bogotá para la celebración del Día de la Tierra, que contó con el apoyo del Ejército, de la Policía Nacional, de la Cámara de Comercio, el Acueducto y diferentes instituciones educativas. Poniendo todo su conocimiento, trayectoria y experiencia al servicio de la comunidad, de las instituciones técnicas, científicas y políticas, se logró postular a Bogotá como una ciudad verde que integra criterios de ordenamiento territorial ambiental con criterios de sustentabilidad ambiental en su desarrollo. A lo anterior se suma que la capital posee una ciudadanía que logra cada vez más un cambio actitudinal y comportamental, con respeto por el medio ambiente y su diversidad natural y cultural en torno a un cambio cultural profundo, lo cual lleva a comprender que somos parte de la vida.

prendido patrimonio natural y cultural, el cual demanda formas de abordarlo acordes con sus característica y potencialidades. El sueño plantado por su Fundador, el sacerdote, científico y educador ambiental Enrique Pérez Arbeláez, y doña Teresa Arango Bueno, así como del incontable número de amigos y servidores públicos, es hoy un proceso en permanente construcción por el enriquecimiento de sus colecciones, mejoramiento de sus ambientes e incremento de su oferta de servicios en torno a la biodiversidad de nuestra flora que florece, fructifica y se reproduce permanentemente.

El Jardín Botánico de Bogotá, José Celestino Mutis cuenta hoy con una oferta de servicios de acuerdo con las complejas condiciones sociales y ambientales pronosticadas reiterativamente por Enrique Pérez-Arbeláez, como resultado de la inconsciencia en el manejo ambiental de la megadiverdidad que configura nuestro incom197


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Jardín Botánico José Celestino Mutis. www.jbb.gov.co


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