Poemas para la paz

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POEMAS PARA LA PAZ

RAFAEL ALBERTI LO GRITO AQUÍ...

"Lo grito aquí: ¡Paz! Y lo grito llenas de llanto las mejillas. ¡Paz, de pie! ¡Paz! ¡Paz, de rodillas! ¡Paz hasta el fin del infinito! No otra palabra, no otro acento ni otro temblor entre las manos. ¡Paz solamente! ¡Paz, hermano! Amor y paz como sustento."

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POEMAS PARA LA PAZ CANCIÓN 37 Creemos el hombre nuevo cantando. El hombre nuevo de España, cantando. El hombre nuevo del mundo, cantando. Canto esta noche de estrellas en que estoy solo, desterrado. Pero en la tierra no hay nadie que esté solo si está cantando. Al árbol lo acompañan las hojas, y si está seco ya no es árbol. Al pájaro, el viento, las nubes, y si está mudo ya no es pájaro. Al mar lo acompañan las olas y su canto alegre los barcos. Al fuego, la llama, las chispas y hasta las sombras cuando es alto. Nada hay solitario en la tierra. Creemos el hombre nuevo cantando.

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JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO NADIE ESTÁ SOLO En este mismo instante hay un hombre que sufre, un hombre torturado tan sólo por amar la libertad. Ignoro dónde vive, qué lengua habla, de qué color tiene la piel, cómo se llama, pero en este mismo instante, cuando tus ojos leen mi pequeño poema, ese hombre existe, grita, BIBLIOTECA DEL IES LUIS BUENO CRESPO


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se puede oír su llanto de animal acosado, mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos. ¿Oyes? Un hombre solo grita maniatado, existe en algún sitio. ¿He dicho solo? ¿No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo? ¿No te mana la sangre bajo los golpes ciegos? Nadie está solo. Ahora, en este mismo instante, también a ti y a mí nos tienen maniatados. LA GUERRA De pronto, el aire se abatió, encendido, cayó, como una espada, sobre la tierra. Oh, sí, recuerdo los clamores. Entre el humo y la sangre, miré los muros de la patria mía, como ciego miré por todas partes, buscando un pecho, una palabra, algo donde esconder el llanto. Y encontré sólo muerte, ruina y muerte bajo el cielo vacío.

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MIGUEL HERNĂ NDEZ Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes. Tristes armas si no son las palabras. Tristes, tristes. Tristes hombres si no mueren de amores. Tristes, tristes.

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JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DISTINTO Lo querían matar los iguales porque era distinto. Si veis un pájaro distinto, tiradlo; si veis un monte distinto, caedlo; si veis un camino distinto, cortadlo; si veis una rosa distinta, deshojadla; si veis un río distinto, cegadlo... si veis un hombre distinto, matadlo. ¿Y el sol y la luna dando en lo distinto? Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir distinto de lo distinto; lo que seas, que eres distinto (monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre): si te descubren los iguales, huye a mí, ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto. BIBLIOTECA DEL IES LUIS BUENO CRESPO


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BLAS DE OTERO Escribo en defensa del reino del hombre y su justicia. Pido la paz y la palabra. He dicho «silencio», «sombra», «vacío» etcétera. Digo «del hombre y su justicia», «océano pacífico», lo que me dejan. Pido la paz y la palabra.

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ANTONIO MACHADO LA MUERTE DEL NIÑO HERIDO Otra vez en la noche… Es el martillo de la fiebre en las sienes bien vendadas del niño. —Madre, ¡el pájaro amarillo! ¡Las mariposas negras y moradas! —Duerme, hijo mío. —Y la manita oprime la madre, junto al lecho. —¡Oh, flor de fuego! ¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime? Hay en la pobre alcoba olor de espliego; fuera, la oronda luna que blanquea cúpula y torre a la ciudad sombría. Invisible avión moscardonea. —¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía? El cristal del balcón repiquetea. —¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!

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JOSÉ MARTÍ CULTIVO UNA ROSA BLANCA Cultivo una rosa blanca en junio como enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo; cultivo la rosa blanca.

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POEMAS PARA LA PAZ PABLO NERUDA TENÉIS QUE OÍRME Y0 fui cantando errante, entre las uvas de Europa y bajo el viento, bajo el viento en el Asia. Lo mejor de las vidas y la vida, la dulzura terrestre, la paz pura, fui recogiendo, errante, recogiendo. Lo mejor de una tierra y otra tierra

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POEMAS PARA LA PAZ yo levanté en mi boca con mi canto: la libertad del viento, la paz entre las uvas. Parecían los hombres enemigos, pero la misma noche los cubría y era una sola claridad la que los despertaba: la claridad del mundo. Yo entré en las casas cuando comían en la mesa, venían de las fábricas, reían o lloraban. Todos eran iguales. Todos tenían ojos hacia la luz, buscaban los caminos. Todos tenían boca, cantaban hacia la primavera. Todos. Por eso yo busqué entre las uvas y el viento lo mejor de los hombres. Ahora tenéis que oírme.

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NICANOR PARRA LOS CUATRO SONETOS DEL APOCALIPSIS 1 †††† ††† ††††† †† †† †††††† ††† †† †† †††† ††††† † ††††† †† †††††† ††† ††††† †† †† †††† †††††† †††† ††† ††††††† †† ††† ††††††† ††† ††† †††† ††† †††††† †† ††† †††† ††††††† ††††† ††† ††† †† †††††† ††††††† † †††† †††††††††† †††† †††† ††† †††† †††† ††††† † †††† †††† †††† †††† †††††† ††† ††† ††††††††† †† †† †††† †††† ††††† ††† ††† †† †††† ††††††† †††††† †††† ††† †††† †† † †††† †††††† † †††† ††† ††††† ††††††† †† †† †††† †††† ††††† †††† †††††††† †† †† ††† ††††† †††† ††† ††††† †††††††† †††† †††† †† †††††††† † †††† ††† ††† ††† ††† ††††† †††† †††††† ††††††† †† ††

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POEMAS PARA LA PAZ CÉSAR VALLEJO MASA Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron dos y repitiéronle: «¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Le rodearon millones de individuos, con un ruego común: «¡Quédate hermano!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Entonces todos los hombres de la tierra le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; incorporóse lentamente, abrazó al primer hombre; echóse a andar...

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