Introducción Los años que Picasso pasó en Bateau-Lavoir, son realmente, una gran época de nuevas amistades. El Bateau-Lavoir es un inmueble situado en el barrio deMontmartre, en el distrito 18 de París, lugar de residencia y de reunión de numerosos pintores y escritores. El primer artista en instalarse en él, fueMaxime Maufra en 1892. Se convirtió rápidamente en ese lugar que mencionamos, encuentro de artistas, cultivador e intercambio de ideas, entre los que destacaba la presencia de Paul Gauguin. Este Picasso quien había tenido hasta entonces una vida de supervivencia, buscador de oportunidades, abriéndose por nuevos círculos y haciéndose conocer… había estado buscándose la vida malamente por las calles parisinas Esto hizo que desarrollara una picardía, una astucia y un descaro que posteriormente emplearía en sus relaciones y en ese mundo burgués en el que había entrado. Picasso va dejando su etapa azul a la par que su miseria económica para dar paso a esa nueva etapa en su vida, llena de logros profesionales y económicos. Este cambio se vio influido gracias al apoyo moral de los poetas que lo rodean en el Bateau-Lavoir. Las amistades que nacen en este casón de encuentro se convertirán para Picasso en muchos casos en amistades permanente a lo largo de su vida. Los amigos de Picasso en el Bateau-Lavoir podemos dividirlo en dos grupos: Los españoles y franceses. La admiración por este último grupo iba creciendo a medida que las obras de Picasso evolucionaban y encajaban en la estética francesa y todos ellos formaban parte del mundo pícaro de Picasso en ocasiones como medios y en otros como aliados, como es el caso de la famosa Banda de Picasso. A su vez los amigos españoles los podríamos dividir en dos subgrupos. Por un lado los que compartieron con él su primera época mísera y de transición de ambientes y por supuesto de aprendizaje en el arte de la picardía y la pillería entre los que destacan González Gargallo, Nonell, Ramón Pichot, Junyer, Zuloaga, Canals y Sabartés (la mayoría de estos se alejarían de su vida pero nunca llegarían a romper completamente las relaciones) y por otro lado tenemos aquellos españoles que conocieron a un Picasso inscrito en ese ambiente aburguesado del Bateau-Lavoir, curtido de una vida de supervivencia callejera, entre los que conoció a Paco Durio y Manolo Hugué personaje de alta categoría de la conocida banda de Picasso, bohemio y extravagante, sin embargo a éste ya le había conocido con anterioridad en Els Quatre Gats.
Rafael Alberti
Alberti muestra el libro “Diez sonetos romanos” a Picasso. Mougins, 1966
Rafael Alberti fue el primero de los amigos escritores de Picasso. Se conocieron en 1933 , en el teatro Atelier de París y la colaboración entre ambos duró toda la vida. La amistad no se reanudó totalmente hasta que Alberti volvió de su exilio en Argentina e Italia en los años sesenta, coincidiendo con la última década de vida de Picasso, y es en estos últimos diez años cuando su relación se intensifica: organizan juntos las tertulias de Mougins, se dedican obras, se consultan uno al otro sus trabajos... Alberti escribió numerosos poemas acerca de Picasso, algunos de los cuales repercuten de los sentimientos de los exiliados republicanos andaluces. Su emotivo poema ‘Mujer llorando’ no solamente se inspira en las imágenes tradicionales de la Virgen, realizadas en madera e incrustados de joyas, sino también en los cuadros y grabados de la ‘Mujer que llora’, realizado por Picasso en 1937: «Se puede llorar piedras. Lágrimas como gotas de piedra. Dientes que caen de los ojos Igual que si los ojos llorasen Dentaduras de piedra. Nunca el dolor lloró tan gran dolor Lanzando goterones de piedra, Dientes y muelas de dolor de piedra» Mujer que llora, Picasso, 1937
Alberti también escribió sobre el legado del artista después de la muerte del mismo, en 1973. En el siguiente poema titulado ‘Un día’, resume en las palabras del escritor el fenómeno que fue Picasso durante su larga vida: «Un día, cuando después de cientos de miles de años, si es que al hombre aún le exalta el pasado remoto, se dirá al hallar tantos residuos de cerámicas, ojos alucinados, búhos, caballos, toros senos, palomas, arabescos raros: Una vez en la tierra existió una edad maravillosa A la que llamaremos picassiana». Cabe destacar una frase que Picasso le dijo una vez a Alberti, que demuestra la admiración del pintor por la poesía: “Yo pinto la pintura como admiración, pero tú tienes más suerte que yo porque tú pintas poesía” Alberti era un hombre atractivo y seductor, y también bastante narcisista. Un aspecto curioso en la relación de Rafael con Picasso, hasta hace poco desconocido, tiene que ver con esta última dimensión. Alberti, que adoraba a Picasso, deseaba que su amigo le hiciera un retrato. Picasso atendió su demanda pero con un toque de malicia que le caracterizó, en lugar de realizar una obra que halagara el enorme ego de Rafael, concibió un grupo de 4 dibujos caricaturescos que dan una imagen deforme de Rafael, y que muestran señales de voluntaria torpeza, como para que no se pensara en ellos como “obras maestras”. Son una curiosa forma de dual homenaje, por una parte, de reconocimiento a su estrecha amistad, y a la vez, de broma cruel hacia el narcisismo de su amigo.
PABLO NERUDA
Contraportada de “Cuadernos”, 1935
Picasso y Alberti
Podría decirse que Pablo Neruda, ya antes de la guerra civil, había oído hablar en varias ocasiones del famoso Picasso, y a pesar de que no haya pruebas de que en aquel entonces lo hubiera conocido personalmente, para él no era un desconocido. Descartada la posibilidad de que se conociesen en esa oportunidad, lo probable es que, ya en plena guerra civil y solidariamente hermanados en el bando leal a la República Española, trabasen personal relación en Francia dos años más tarde. El día del homenaje a García Lorca, en París, debió ser el día en que Neruda conoció personalmente a Picasso. Se puede dar por seguro de que así fue, ya que el pintor realizó para esas jornadas el primero de los dos grabados que titularía Sueño y Mentira de Franco . Por ello pocas dudas pueden caber de que Pablo Picasso y muchos amigos suyos estaba presente ese día en la Maison de la Culture de París. Allí pues, debió haber sido donde el poeta chileno trabó relación de amistad con el famoso pintor español. Es también muy probable que por mediación de Bergamín, Picasso ya conociese Residencia en la Tierra, editado por éste en Madrid y que de ese libro, el poema "Walking Around" le hubiese impresionado muy especialmente; también podía conocer el indignado poema en el que Neruda le nombraba incidentalmente por primera vez.
La primera declaración pública de amistad entre Picasso y Neruda, la expresó el pintor acentuando reiteradamente el hecho como para evitar que quedasen dudas al respecto. En efecto, la primera documentación que existe, de palabra y por escrito, de esa amistad, es el breve discurso dedicado a Neruda que Picasso leyó en Wroclaw, Polonia, el 25 de agosto de 1948 en el Congreso de Intelectuales por la Paz. Paul Eluard fue quién realizó la difícil hazaña de convencer al pintor a viajar hasta allí. Se dice que ese discurso fue el único que Picasso pronunció en su vida. Comenzó diciendo a los allí reunidos, que conocía y era amigo de Neruda: "Tengo un amigo que debería estar aquí, un amigo que es uno de los mejores hombres que haya conocido. No es solamente el más grande poeta de su país, Chile, sino también el más grande poeta de la lengua española y uno de los más grandes poetas del mundo: es Pablo Neruda. (…) El premio Nacional de Literatura de Chile fue adjudicado el año 1945 a Neruda. En su discurso de agradecimiento dejó oír una voz que le permitió evocar a Picasso. Desde esas fechas, evocar a Picasso sería algo frecuente en sus alocuciones y también le saludaría en ocasión de los muchos años que iba cumpliendo el siempre joven y renovado pintor. A mediados del siglo Neruda llamaría a Pablo Picasso: Padre de la Paloma; comparándolo además con una isla, un puerto o un continente; comparaciones que reiteró en su última entrevista al decir que la muerte de Picasso equivalía a la desaparición de un continente, de un país con sus ríos, sus casas y su gente. Picasso prefería definirse a sí mismo como un río; en fluvial hermandad con Neruda, que, según propia declaración, también era un río. Neruda realiza la travesía para escapar de una persecución política durante el otoño de 1949. A mediados de abril llega de incógnito a París y protegido por varios amigos, entre ellos Picasso, logra regularizar su situación. En el II Congreso del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz, celebrado en Varsovia en noviembre de 1950, recibe junto con Picasso, Paul Robeson y otros el Premio Internacional de la Paz, otorgado a Neruda por su poema Que despierte el leñador.
Guillaume Apollinaire
Apollinaire y Picasso
Retrato de Apollinaire, Picasso, 1916
En septiembre de 1911, un mes después de la desaparición de La Gioconda, Apollinaire fue detenido, interrogado y encarcelado en la prisión de La Sant, en París, durante dos días. Pasado ese tiempo Picasso fue también detenido e interrogado, y se le sometió a un careo con su amigo poeta. Cuando Picasso vio a Apollinaire, que llevaba dos días preso, se asustó, pensó que aquel episodio podía acabar con su prometedora carrera de artista y negó conocerlo. Aunque ambos veinteañeros parecían contar con un móvil para realizar el robo, ambos habían sido partidarios de las propuestas del futurista Marinetti con respecto a la quema de los museos y de sus obras para dejar paso al arte nuevo, finalmente se demostró que no tuvieron nada que ver con el robo de la pintura. Con respecto a las obras de arte con cuyo robo sí estuvieron implicados, sabemos por las memorias que publicó en 1933 Fernande Olivier, la modelo y amante de Picasso por aquel entonces, que los jóvenes quisieron deshacerse de las obras y que Picasso, en concreto, propuso tirarlas al Sena, pero al final no se atrevieron porque creyeron que los perseguían. Al final Apollinaire intentó venderlas de forma anónima y así fue como los pillaron.
Cuando se conocieron no eran más que dos saltimbanquis, dos metecos navegando a la deriva en el Maelstrom de París. Pero juntos emprenderían la aventura más decisiva en el arte del siglo XX y su amistad permanece como el símbolo de una época inolvidable, que concluyó con la muerte prematura de Apollinaire en 1918. El texto de los mensajes de Picasso se reduce casi siempre a tres o cuatro líneas y a veces simplemente a un “¡Hola!”, o un “Muchos besos”. Lo más expresivo son esas postales en que Picasso prescinde por completo de las palabras y envía algún dibujito: un mínimo bodegón cubista o una caricatura de Apollinaire como académico, como duelista, como artillero, o incluso como Papa A lo largo de la correspondencia, se repite varias veces el mismo ciclo: Apollinaire propone un proyecto y solicita la colaboración de Picasso, que primero acepta, luego remolonea y termina por dejarle en la estacada. Entre esos proyectos estaban las ilustraciones para el Bestiario de Orfeo, que finalmente haría Dufy.
CARLOS CASAGEMAS Y JAIME SABARTÉS
La muerte de Casagemas, París, 1901
Retrato azul de Jaume Sabartés, Picasso, 1901.
La relación entre Picasso con Casagemas y Sabartés tuvo lugar en Els Quatre Gats Era un edificio de estilo neogótico instalado desde su apertura en 1987 en la planta baja de la Casa Martí. Era muy parecido a los café-concierto parisinos de la época, y se convirtió en una taberna, centro de reunión de los artistas e intelectuales catalanes de la época ligados al Modernismo como el propio Pablo Picasso, que entabló amistad en este local con Jaime Sabartés, Carlos Casagemas, Isidre Nonell, Gargallo, Ricard Opisso, Manolo Hugué o Ramón Casas, entre otros Allí se representaban espectáculos de marionetas y sombras chinescas, se realizaban conciertos y lecturas poéticas, pero sobre todo, exposiciones de lectura y pintura. En este ambiente Picasso entró en contacto con el pensamiento anarquista, implantado en Barcelona. La miseria reinante en los barrios bajos de Barcelona, los soldados enfermos y heridos que volvían a España tras la desastrosa Guerra de Cuba, crearon un caldo de cultivo de violencia social que sin duda marcó, a un nivel individual y moral más que puramente político, la sensibilidad de Picasso, y que pueden ser apreciados en ciertos dibujos realizados entre 1897 y 1901: El prisionero, Un miting anarquista En 1899, con 17 años, Picasso presentó en esta casa su primera obra individual, antes de viajar a París. Finalmente en 19003, el local se cerró, pero actualmente ha recuperado su función de restaurante y de espacio destinado a la realización de actividades culturales.)
En octubre de 1900, Picasso viajó hasta París junto con Carlos Casagemas, donde asistieron a la Exposición Universal, ya que se exhibía su obra Últimos momentos, actualmente desaparecida. Allí, Casagemas se enamoró de Germaine Gargallo, pero su relación fracasó y al cabo de 3 meses, Picasso intentó alejar a su inseparable amigo de París, ya que empezaba a tener malas sensaciones. Regresaron a Barcelona sobre el 20 de diciembre, y juntos celebraron el fin de año en Málaga. Entre 1901 y 1904 transcurrió el conocido período azul de Picasso, que recibe este nombre debido a que es el color que domina la gama cromática utilizada en sus pinturas. Esta etapa tiene origen en el fallecimiento de su amigo Carlos Casagemas (en febrero de 1901), que se suicidó en París tras intentar asesinar a su amante Germanie. Esta muerte dejó a Picasso lleno de tristeza y dolor, además se obsesionó con ella, lo que le llevó a dedicarle varios cuadros en los que recreaba a su amigo muerto o en su entierro, pero lo motivó y sensibilizó a pintar un simbólico cuadro al que llamó El entierro de Casagemas. En enero de 1903 Picasso volvió a Barcelona y en primavera comenzó el cuadro La vida, uno de los mayores y más complejos lienzos de su época azul, considerado su trabajo más importante de estos años, obra de un simbolismo inusualmente oscuro en sus primeras obras y sujeto a múltiples interpretaciones académicas, sobre las cuales el artista nunca se pronunció. Picasso realizó cuatro bocetos iniciales para el cuadro, variando la composición de las figuras al menos dos veces; cabe destacar que la figura masculina, que empezó siendo un autorretrato, acabó siendo una representación de su amigo Carlos Casagemas. La Vida resume la mayor parte de los temas y la atmósfera de la época azul: el pesimismo nihilista desarrollado en su época de formación en Barcelona, intensificado bajo las dificultades materiales que sufre en la época. «Cree que el Arte es hijo de la Tristeza y del Dolor», decía su amigo Jaime Sabartés. Este último conoció al pintor Pablo Picasso en 1899 y entablaron una estrecha amistad que duraría muchos años. Ambos eran clientes habituales de Els Quatre Gats. En ese año Picasso pintó por primera vez a Sabartés. En 1900 Picasso hizo otra pintura de Jaime, a la que llamó «Sabartés: Poeta Decadente»; y en 1901, cuando Sabartés dejó Barcelona y se trasladó a París, hizo dos pinturas más de su amigo. Se reunió con Picasso a finales de octubre de ese año. En la primavera de 1902 regresó a Barcelona y se reintegró a sus amigos “Els Quatre Gats”. En marzo de 1903 se anunció como Jacobus Sabartés y dio una lectura en prosa en “Els Quatre Gats”, que no fue satisfactoria y en noviembre alquiló un par de habitaciones no muy lejos de Picasso y enfrente de Llotja. Ese mismo año Picasso lo retrató una vez más.
BibliografĂa http://www.elcultural.com/revista/arte/Picasso-Alberti/5751 http://canales.diariosur.es/picasso/escritores.htm http://elpais.com/diario/2002/11/08/cultura/1036710001_850215.html http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32848906 http://www.letras.s5.com/robertson150403.htm https://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Neruda https://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Picasso http://lapiedradesisifo.com/2015/10/21/cuando-apollinaire-y-picasso-fueron-sospechosos-de-robar-lamona-lisa/ http://m.elcultural.com/revista/letras/Picasso-Apollinaire-correspondencia/1845 http://www.revistadelibros.com/articulos/apollinaire-y-picasso-en-el-banquillo http://elcirculodepicasso.tumblr.com/ http://www.4gats.com/es/historia/