BIBLIOTECARIOS “FACILITADORES” O cómo la tarea de un bibliotecario puede transformarse en un ambiente facilitador, en el sentido que lo plantea Winnicott
Por María Emilia López
Luego de participar de uno de los Seminarios de Formación sobre “Lectura y primera infancia”1 que propone la Biblioteca Nacional de Colombia, en el marco del Plan Nacional de Lectura y escritura y la Estrategia de Cer0 a siempre, Maritza Castilla, bibliotecaria de Tolima, comienza a ensayar sus primeros encuentros con madres y bebés. En su bitácora relata:
“La segunda mamá con la que hicimos el encuentro de lectura vino con su bebé Mario, que tiene 3 meses de edad. La mamá de Mario tiene 14 años y es madre soltera, se apoya mucho en su propia madre; a pesar de ser una madre menor de edad lucha por sacar adelante a su hijito. En cuanto a la experiencia con la lectura, inicialmente Mario lloraba, yo le hablaba y él simplemente lloraba; me alejé un poco de ellos pero él se sentía incómodo, trataba de zafarse de los brazos de la mamá, fue difícil llamar su atención. Luego llegó al escenario la abuelita y vi cómo el niño se sintió más cómodo con ella, Mario se tranquilizó y empezó a escuchar la voz de su abuela y a mirar las imágenes, así pasaron un buen rato, entonces nuevamente me acerqué a Mario. Por una parte ya había tomado su tetero y por otro lado parece que se siente más cómodo con su abuelita. Comenzamos a leer el libro “La familia”2, que le interesó mucho, lo leímos tres veces. Otro libro que leímos con Mario es “Cosas Rojas”3. Cuando leíamos estos dos libros Mario movía con insistencia los pies y balbuceaba, como si quisiera decir algo, después le tomé de las manos y comencé a pronunciar su nombre, a señalarle y nombrarle a la mamá y a la abuela; las tres le cantamos la canción “Debajo de un botón” y “El
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Se refiere a los Seminarios de Formación sobre “Lectura y primera infancia” que propone la Biblioteca Nacional de Colombia, en el marco del Plan Nacional de Lectura y escritura y la Estrategia de Cer0 a siempre, dictados por María Emilia López. 2 Oxenbury, Helen. La familia. Editorial Juventud. Barcelona. 3 Rodriguez, Idana. Cosas rojas. Playco editores. Venezuela.
elefante se balanceaba”, al parecer le gusta la música, le repetimos “Debajo de un botón” hasta que se quedó dormido”.
En el relato de Maritza, la creación del ambiente de lectura está atravesada por los libros, la oralidad, la música, las canciones tradicionales, y sobre todo la escucha, la demora y la disponibilidad. Una bibliotecaria que está tratando de “leer” a Mario, sus gustos, sus necesidades, sus tiempos, también las de su mamá. Una bibliotecaria que genera un espacio de lectura en el que todos pueden ir construyendo confianza, paso a paso, hasta entregarse a la participación más genuina. El tiempo psíquico del adulto se pone a disposición del niño para acompañarlo en su propio proceso de construcción mental. En este caso, el tiempo psíquico de la bibliotecaria también se puso a disposición de la madre de Mario y de su abuela, y ayudó a construir una experiencia de lectura / canto / arrullo / voz y ternura de esas que provocan huellas psíquicas vitalmente enriquecidas.
En su relatoría de la segunda sesión con Mario, Maritza agrega:
“Mario estaba feliz, parece que ya tomó confianza, no lloró, tampoco pidió tetero, le encantó jugar con los otros niños. Al despedirnos la abuelita me preguntó si lo podía traer mañana; le dije que por supuesto, aunque tenemos la sección de lectura con Mario los sábados en la mañana. Le dije que no había problema, que ellos son bienvenidos todo los días a la biblioteca”.
Ahora Mario ya tiene 8 meses. Y está feliz, juega con los otros niños, se concentra mucho en la lectura. Su mamá ya no asiste con su propia madre, puede concurrir sola y le lee a Mario con convicción.