Mi compromiso con la primera infancia comenzó primero como parte de mi profesión, Psicología de la infancia, en la que me parecía fundamental que se entendiera la importancia de atender esta etapa por la trascendencia que tiene tanto para el desarrollo personal como social de un ser humano. Y posteriormente se ratificó cuando comencé a trabajar desde una perspectiva integral en la que áreas como la cultural me parecían indispensables para una formación verdaderamente completa e incluyente. Así que, a partir de mi trabajo e investigaciones como psicóloga, de mi propia pasión por el arte y la cultura, principalmente la Literatura, y de evidenciar la falta de espacios para los más pequeños, comencé a formarme tanto de manera autodidacta como profesional. Incursioné en el mundo de la Filosofía para niños y de la Mediación lectora, y mi pasión por la literatura infantil me llevó a especializarme en ella; todo esto permitió que ampliara mi visión con respecto a las necesidades y potencialidades de la primera infancia en cuanto a su desarrollo cultural y artístico.
Comencé a colaborar tanto con familias como con docentes en su trabajo, a compartir las miradas de grandes especialistas en el tema de la primera infancia y a abrir espacios de lectura y arte para los más pequeños. Actualmente trabajo en forma independiente, tengo un centro cultural orientado a la promoción del libro y la lectura, soy propietaria de una librería especializada en libros para la primera infancia y escribo para esta etapa. Para mí, el trabajar para la primera infancia implica ir más allá de brindar espacios de esparcimiento, tiene que ver con un acto de respeto a sus derechos culturales, a la posibilidad de promover un mundo de igualdad social desde temprana edad y a contribuir, de alguna manera, a que la primera infancia siga siendo lo que Yolanda Reyes define como el reino de la posibilidad.