Su narrativa, enfrentada a cualquier barroquismo y obsesionada con soltar todo lastre que impida una prosa pulcra y escueta, destaca por el diseño de sus protagonistas como trasuntos de personas humanas, y más de una vez reivindicó que el lector tenía que reconocer a sus personajes por su talante, sin que el narrador tuviera que caer en la convención de anotar quienes combaten en el esgrima verbal de sus diálogos. Necesitaba penetrar en la intimidad de sus personajes, escribió antológicos monólogos, combinó la narrativa con la crónica y el ensayo político disfrazado de ficción, y alcanzó el virtuosismo en el arte de la verosimilitud: nada jamás parece falso en sus páginas. Joyce, Camus, Proust o Tolstoi arroparon su escritura.
Nadine Gordimer (1923-2014)
La escritora sudafricana Nadine Gordimer (1923-2014), Premio Nobel de Literatura en 1991, ha fallecido a los 90 años de edad.
Bibliografía selecta:
Aunque parezca una idea un poco fácil, la figura de Gordimer se puede explicar en relación a la de John Maxwell Coetzee, el otro escritor sudafricano de nuestro tiempo que todos tenemos en la cabeza: en relación, pero más bien, por contraste. El paisaje en el que los dos crecieron fue el mismo: la vida de la minoría blanca de habla inglesa en la Sudáfrica del Apartheid: blancos privilegiados pero más liberales y, hasta cierto, punto ajenos a los círculos del poder que controlaban los hablantes de afrikaans. Un mundo violento y amenazado. Coetzee se fue, se fue hacia fuera (a Londres) y se fue hacia dentro: se ensimismó, se convirtió en el personaje atormentado e insondable de 'Verano', por ejemplo. Gordimer, en cambio, se quedó y decidió comportarse como una heroína. Se ligó al Congreso Nacional Africano de Mandela cuando el partido estaba prohibido. Gordimer entró en contacto con el líder de la emancipación de los negros sudafricanos en 1962, a través de los abogados de Mandela, que eran amigos personales suyos.
Novelas
Gordimer era la hija de un emigrante judío letón; creció en Johanesburgo, se casó con un dentista, primero, y con un galerista, después, y entró en el pequeño mundo de la vida bohemia de su ciudad. A partir del momento en el que conoció a Mandela, su vida y su carrera encontraron un sentido que hasta entonces no tenían: la confrontación con el poder segregacionista. Gordimer ayudo a escribir discursos al líder del Congreso Nacional Africano; escondió a activistas en su casa; desafió a la censura; se convirtió en un altavoz de la reivindicación de los sudafricanos negros aprovechando su éxito internacional...
Los días falsos (1953).
Mundo de extraños (1958).
El último mundo burgués (1966).
Un invitado de honor (1970).
El conservador (1974).
La hija de Burger (1979).
Gente en julio (1981).
Selected stories (1987)
Un capricho de la naturaleza (1988).
Historia de mi hijo (1990).
Nadie que me acompañe (1994).
Un arma en casa (1998).
El encuentro (2001).
Atrapa la vida (2005).
Mejor hoy que mañana (2013).
Relatos:
Y, por supuesto, convirtió el trauma sudafricano en el gran tema de sus novelas. 'El conservador', por ejemplo, era el retrato de un industrial blanco, conservador y solitario, abandonado por su propia familia que no soportaba la violencia con la que quería detener la historia. 'La hija de Burger' era el complemento de 'El conservador', un proyecto aún más interesante: su propósito era contar la historia de los activistas blancos en su país a partir de dos generaciones de una familia de comunistas de Johanesburgo. El gran momento de 'La hija de Burger' llegaba cuando un estudiante negro le decía a su protagonista blanca que todo su 'heroísmo' no valía para nada más que, en todo caso, para salvar su conciencia.
Cara a cara (1949).
La huella del viernes (1960).
Los compañeros de Livingstone (1970).
El abrazo de un soldado (1980).
Hay algo ahí afuera (1984).
El salto (1991).
Saqueo (2003).
Contar cuentos (2007).
Después de la caída del Apartheid y de su Nobel, su nombre se convirtió en una especie de monumento del optimismo oficial sudafricano. Y, como tal, su personaje se volvió susceptible de ser criticado
Beethoven tenía algo de negro (2007).
En rojo las obras que están en la biblioteca