¿Te gustaron estos cuentos? Descubre la versión digital de este y todos nuestros libros del Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero, desde el año 2005 en en nuestra página web. ¡Visítanos! http://www.bibliotecapiloto.gov.co/fondo-editorial/
2017
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Equipo de trabajo Biblioteca Pública Piloto de Medellín Dirección General
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Subdirección de Contenidos y Patrimonio Carlos Arturo Montoya Correa
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Coordinación Servicios al Público Cruz Patricia Díaz Cardona
Gestión y Fomento Cultural
María Victoria Suárez Gutiérrez
Gestión Fomento a la Lectura y la Escritura John William Jaramillo Tejada Kelly Johana Marín Sánchez Ana Carolina Montoya Montoya
Comunicaciones
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PRÓLOGO ESCRIBIR CUENTOS:
OTRA MANERA DE HABITAR EL MUNDO El 13º. Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero permite que los niños y niñas de las diferentes instituciones educativas de Medellín puedan explorar su faceta literaria y creativa. Esto demuestra que los chicos sí leen y escriben. En los más de 1.134 cuentos recibidos se ve un buen nivel escritural y de creatividad. Ser totalmente original es difícil en la época tecnológica que estamos viviendo, sin embargo, llama la atención lo recursivos que son los niños a la hora de construir sus propios relatos. Para ello echan mano de aquello que ya conocen, que tienen cerca, que es su mundo imaginario y fantástico: las películas, las series, los cuentos que han oído y la vida cotidiana, que siempre será una buena fuente de recursos para inventar historias. Por lo anterior, fue muy pertinente que esta versión también fuera de temática libre, pues esto permitió a los concursantes tomar esas realidades que luego plasmaron en el papel, de manera que fue para ellos una herramienta que les acercó al mundo mágico de las letras, sin escapar enteramente de sus propias vivencias y realidades. En general los cuentos que se valoraron presentaron una buena estructura. Sus autores, a pesar de su corta edad, demostraron una gran capacidad para escribir, lo que, reiteramos, deja sin asidero las consideraciones superfluas de quienes afirman que, a los niños y las .niñas de nuestro país, no les gusta leer.
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Es importante considerar que el Concurso no pretende premiar los mejores cuentos, sino estimular a quienes se atrevieron a crear una historia para que otros la disfrutaran y por ello, exhortamos a quienes tengan sueños, a que los plasmen en una hoja para que los lectores, puedan soñar junto con ellos.
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Al leer los cuentos de los niños participantes al 13º. Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero, es inevitable sentir otras temperaturas bajo la piel; ver paisajes de otros lugares lejanos donde los animales con los humanos conversan. Los niños escritores logran tejer por medio de sus palabras mundos nuevos, que surgen a partir de lo que les resulta familiar, de ahí que en las páginas escritas, uno como lector, se encuentre con historias donde hay reyes y reinas, seres de otros planetas envueltos en las más creativas situaciones. Es motivo de celebración que hayan espacios como este que inviten a los niños a escribir cuentos, a crear territorios fantásticos, donde puedan expresar sus sueños e ilusiones por medio de las palabras. Nuestra invitación a los niños participantes es que continúen leyendo y escribiendo, para que puedan mostrar otras dimensiones de la vida y de su mundo interior a través del lenguaje. Es en ese tejido de palabras en el que se construye el propio universo y la forma especial de habitar el mundo.
Mayelly González Londoño Leonardo Jesús Muñoz Urueta Wber Rua Ruíz
Acta de Premiación 13º. Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero Biblioteca Pública Piloto de Medellín. El lunes 4 de septiembre de 2017, siendo las 8:00 a.m. y en la ciudad de Medellín, se reúnen los jurados del “13º. Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero”, certamen organizado por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, con el apoyo de la Red de Bibliotecas de la Fundación Epm. Es así como después de deliberar, se declara lo siguiente: CATEGORÍA 1 El jurado resalta la constante que se observa entre la mayoría de los cuentos de esta categoría, en donde hay un dominio del territorio que los niños desean explorar en la relación entre lo real y la fantasía. Predomina el encuentro con el mundo de las hadas, las princesas y los reyes. Las familias son construidas desde el ideal de la realeza, algunos niños describen sus historias desde la relación con extraterrestres, hadas, unicornios y otros seres fantásticos que van en busca de algo. En los finales se resuelve fácilmente el conflicto, exploran de manera creativa el lenguaje construyendo una estructura muy cercana al cuento. Teniendo presente las edades de los chicos, se nota que tienen influencias de historias orales, películas, seriados, entre otros. Este primer acercamiento es muy positivo: ellos transforman y narran sus realidades a partir de la credibilidad de sus historias. Se hace referencia a temas de familia que narran sus vivencias personales y tienen como personaje principal de referencia a la abuela o el abuelo. Por estas razones el jurado declara los siguientes textos y autores, como finalistas en la Categoría 1:
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Finalistas Categoría 1
Título
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1. El mundo en dos ruedas 2. Los libros voladores 3. El cazador 4. El búfalo y el rinoceronte vanidoso 5. El amigo fiel 6. El marciano en busca de aventuras 7. El misterio del Jack 8. La niña, el tesoro y sus amigos 9. La estrellita que quería conocer la tierra 10. El hombre que quería gobernar 11. Una Vida en el espacio 12. El gato Bondadoso
Autor
Saray Paola Villegas Anaya Angeline Adarve Roldán Isabela Ortíz Botero Luis Felipe Benítes Cárdenas Isabella Botero Pavas Alejandro Hincapié Sosa Alejandra Úsgame Mesa Helena Restrepo Orozco Juan Manuel Galvis Miguel Ángel Ortiz Botero Juan José Escobar Guzmán Nasly Cardona Castañeda
El cuento ganador se caracteriza por la sutilidad de la historia que sin mayor pretensión, narra la relación con la abuela por medio de las flores. Una narración propia de la edad del participante, en donde se nota el esfuerzo por ser creativa con el lenguaje, generando en el lector emociones y nuevas formas de comprender la realidad. El jurado declara “El jardín de mi abuela” de Mariana Arboleda Vargas, como cuento ganador en la Categoría 1.
CATEGORÍA 2 Para esta categoría las historias incluyen relatos propios de las series, de las películas o de las historias que les son familiares a los autores sobre el fútbol, la muerte, el terror, entre otras. Exploran temas relacionados con sus miedos y su mundo interior. Se rompe con el desarrollo de historias a partir de las temáticas y personajes de los cuentos maravillosos. Por las anteriores razones el jurado declara los siguientes textos y autores, como finalistas en la Categoría 2:
Título
Finalistas Categoría 2
1. La desgracia de Troya 2. El secreto de las esferas 3. La invitación 4. Los viajes en el tiempo de mi amiga y yo 5. El arrecife encantado 6. La historia de unos Alliens 7. Un súper héroe sin capa 8. Dulce de algodón y diente de León 9. Sin título 10. Mi primer viaje al espacio 11. La luna salió hoy 12. El viejo sabio pescador
Autor
Arley David Zapata Céspedes Stephania Úsgame Mesa Sarah Sofía León Arroyave Diana Macías Moncada Ximena Areiza Orrego María Isabel Patiño Villa Antonia García Álvarez Raquel Grisales Velásquez Valentina Rendón Molina Maira Alejandra Macías M. Catalina Villa Quintero Camilo Andrés Rueda
El cuento ganador de esta categoría genera nuevas emociones en el lector. La autora apuesta por la estructura del diálogo y sin recurrir a elementos fantásticos atrapa y cautiva. Su manera de narrar evoca el humor y la tristeza, el lector se puede ver envuelto en una montaña rusa de emociones y recuerdos de los juegos tradicionales de
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infancia. Es así como el jurado declara que el cuento “Jugando con Tomy” de Laura Isabel Gutiérrez Delgado, es el cuento ganador en la Categoría 2. Después de hacer las diferentes consideraciones en el proceso de lectura y evaluación dentro del concurso literario, el jurado deja por sentado su fallo y expresa su reconocimiento a la Biblioteca Pública Piloto por la promoción de este tipo de eventos, en donde se da la oportunidad para que los niños y niñas exploren sus capacidades 10 narrativas a través de la escritura. A su vez, felicitamos a todos los participantes en el concurso y les motivamos a continuar con su empeño de producir una obra que pueda entrar a dialogar en el panorama de las letras en nuestro contexto. Para dar cierre al proceso deliberativo y al Acta de Premiación del 13º. Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero 2017; el lunes 4 de septiembre de 2017 en la ciudad de Medellín firman para constancia:
Luz Mayelly González Londoño Cc: 1’128.385.591
Wber Rúa Ruíz Cc: 98’567.775
Leonardo Jesús Muñóz Urueta Cc: 8’866.678
Contenido Categoría 1 El jardín de la abuela
Mariana Arboleda Vargas.....................................................................................19
El mundo en dos ruedas
Saray Paola Villegas Anaya............................................................................... 22
Los libros voladores Angeline Adarve Roldán...................................................................................
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El cazador
Isabela Ortiz Botero........................................................................................... 27
El búfalo y el rinoceronte vanidosos
Luis Felipe Benítes Cárdenas............................................................................. 31
El amigo fiel
Isabella Botero Pavas........................................................................................34
El marciano en busca de aventuras
Alejandro Hincapié Sosa................................................................................... 37
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El misterio de jack
Alejandra Úsgame Mesa .................................................................................39
La niña, el tesoro y sus amigos
Helena Restrepo Orozco.................................................................................44
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La estrellita que quería conocer la tierra
Juan Manuel Galvis Ocampo ..........................................................................47
El hombre que quería gobernar
Miguel Ángel Ortíz Botero................................................................................50
Una vida en el espacio
Juan José Escobar Guzmán.............................................................................54
El gato bondadoso
Nasly Cardona Castañeda............................................................................. 56
Contenido Categoría 2 Jugando con Tomy
Laura Isabel Gutiérrez Delgado......................................................................... 60
La desgracia de Troya
Arley David Zapata Céspedes........................................................................... 65
El secreto de las esferas
Stephanía Úsgame Mesa ................................................................................... 69
La invitación
Sarah Sofía León Arroyave.................................................................................. 73
Los viajes en el tiempo de mi amiga y yo
Diana Sofía Macías Moncada............................................................................. 78
El arrecife encantado
Ximena Areiza Orrego........................................................................................ 83
La historia de unos aliens María Isabel Patiño Villa ....................................................................................
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Un súper héroe sin casa
Antonia García Álvarez .....................................................................................90
Dulce de algodón y diente de león
Raquel Grisales Velásquez................................................................................ 94
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Sin título
Valentina Rendón Molina................................................................................... 98
Mi primer viaje al espacio
Maira Alejandra Macías Moncada..................................................................... 101
¿La luna salió hoy?
Catalina Villa Quintero....................................................................................... 106
El viejo y sabio pescador
Camilo Andrés Rueda Navarro......................................................................... 108
Instituciones Educativas participantes.................................................... 110
Categoria 1
El jardín de la ganadorA Mariana Arboleda Vargas 7 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
“Recuerda siempre la naturaleza porque ahí viven los seres mágicos que tanto te gustan de las películas”, eso siempre lo decía mi abuela cada vez que me veía jugando y arrancando flores del jardín cuando era pequeña. Nunca se me pasó por la cabeza que fuera a ser real, pensaba que sólo me lo decía para que no dañara su jardín, pero al pasar de los años siempre me daba curiosidad, porque mi abuela hablaba como si nada con las flores ¡y a veces hasta les cantaba! 20 Pensaba que eso era algo que siempre había hecho desde pequeña o simplemente se imaginaba las conversaciones pasar el tiempo, lo que sí era cierto, era el hecho de que el jardín de mi abuela siempre estaba florecido y radiante, de los jardines más bellos que he visto hasta ahora: margaritas, rosas, botones de oros, suspiros claveles, dientes de león y muchísimos más tipos de flores con sus encantadores nombres que siempre dibujo. Un día mientras jugaba en el jardín, me llamó para contarme una de sus historias sobre flores. – Hace tiempo Botón de oro quiere decir algo, es que a ella le gusta mucho tu compañía, cuando te sientas al lado de ella y comienzas a dibujar se alegra mucho; cuando riegas agua sobre ellas, las hormigas, las abejas y las luciérnagas se nutren mucho, gracias a tu cuidado; y que algunos días espera poder decirte todo esto en persona y no por medio de mí. – terminó diciendo mi abuela con una sonrisa en su rostro; yo para ese entonces tenía diez años y no entendía muy bien lo que mi abuela me trató de decir, pero algo que sí me sorprendió fue el hecho que me hubiera dicho eso sobre Botón de oro, que en esos momentos era de mis flores favoritas y de las que más dibujaba. Al pasar de los años mi abuela murió feliz y yo pasé a vivir un tiempo
en su casa, desde pequeña quise vivir allí, por su enorme jardín; mientras organizaba el cuarto de mi abuela recordé los dibujos que hacía de las flores, al final del álbum había una carta que tenía un montón de historias parecidas a las que mi abuela me contaba de pequeña: de cómo se tenían que cuidar las flores, de lo que sentían, cómo se comunicaban y tantas historias que parecían sacadas de un mundo mágico, sentí que estaba leyendo un libro sobre flores y que allí estaban todos los secretos para tener un jardín tan bello como el de mi abuela. Al terminar de leer estos escritos salí al jardín a contemplarlo de una manera totalmente diferente a como lo había hecho antes.
Fin.
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en dos
Ruedas finalista Saray Paola Villegas Anaya 9 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
En un pueblo muy lejano, cerca de la colina llena de muchos árboles, animales y flores; vivía un niño de cinco años, de una familia humilde y que, aunque, sea difícil de creer, tenía sueños de grande. En dos semanas sería su cumpleaños, estaba muy emocionado, esperaba que sus padres se acordaran de la promesa que hicieron al cumplir sus primeros cinco años. Sin duda era un niño especial, cuerpo pequeño y con sueños de grande. Al caminar por las montañas, de la mano de sus padres, Alejandro, ese era su nombre, imaginaba lo maravilloso que sería el mundo detrás de esas colinas; todos los niños de su edad sólo pensaban en jugar, ir al parque, comer dulces y muchas cosas más simples, cosas de niños, cosas que para nuestro Alejo parecían sin importancia. La noche antes del día tan esperado, Alejandro se acostó a dormir, muy esperanzado como sería su gran día. Amaneció y todo empezó a suceder… …con los primeros rayos del sol todo empezó a pasar mágicamente, era como si toda la magia del mundo se hubiera acordado de Alejo. …al abrir sus ojos, lo primero que vio fue una figura grande, extraña y ligera, envuelta en papel de colores sorprendentes. De un salto, nuestro querido amiguito cayó al pie del extraño objeto, lo abrió en dos rasgadas, emocionado se sorprendió, era lo que siempre soñó en su corta vida, una bicicleta sorprendentemente mágica y deslumbrante, con ella cumpliría el sueño que había tenido desde el vientre de su madre, salir a recorrer el mundo, todo el mundo, por las montañas, por las calles, por los campos, visitar todos los animales que presentaban en las caricaturas, conocer muchos amiguitos y aprender nuevos juegos.
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Sin pensarlo tomó la bicicleta nueva, sin avisar a sus padres, tomó su tetero, dos pañales y tres compotas, empezó a montar la bici por la montaña esperando encontrar el nuevo maravilloso mundo por descubrir. Después de tres semanas tenía mucha hambre, pero su sueño más impresionante era que quería ser el primero de esa edad en hacer semejante hazaña. Un mes después pasó algo que jamás pensó, estaba en la orilla del mar, no sabía qué hacer, había más mundo por conocer, pero el mar 24 se lo impedía, al frente del mar recordó el manual de uso de la bici, se puso a leer, impresionado encontró que la bici podía volar, al parecer sus padres habían pensado en todo, en ese momento Alejo se dio cuenta que sus padres lo conocían perfectamente y que además lo apoyarían a cumplir sus sueños, Alejo muy emocionado decidió subir a su bici y volar, voló, voló y voló, viajó con aves, conoció lugares y niños de todo el mundo. Ya cansado solo quería el abrazo de sus padres, muy agotado volvió a su casa luego de seis meses montando en su bici, sólo quería ver el rostro de su madre y sentir el abrazo de su padre; cuando llegó, subió a ver a sus padres, ellos estaban dormidos con una foto suya, les dio un beso y se fue a dormir a su cama. Cuando volvió a abrir los ojos, despertó muy feliz de volver a ver a sus padres y de saber que el mundo era maravilloso. Supo que todo fue un sueño maravilloso, sorprendente para un niño de 5 años, pero que también tuvo certeza de lo que quería ser cuando grande.
Fin.
Los libros finalista Angeline Adarve Roldán 8 años Institución Educativa Diego Echavarría Misas Florencia – Medellín
¡Hola! Hoy les voy a contar la historia de los libros voladores…
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Era una vez una niña muy curiosa que le gustaba leer, su nombre era Lupita, ella era tan curiosa que pensaba leer todos los libros del mundo, aunque ya había leído muchos. Su mamá se llamaba Liset, y Liset le decía a Lupita que no podía leer todos los libros porque eran muchos; pero resulta que Lupita tenía una agilidad muy buena y leía muy rápido, además su papá que se llamaba Yeicob le decía que si ella quería leer todos los libros, pues entonces que los leyera. Resulta que llegó el día que Lupita tomó su último libro, que fue muy importante para ella porque tenía alas, pero cuando leyó la parte final, los otros libros salieron volando. Resulta que este era un libro mágico que les daba vida a los demás y aunque esto era genial, todo se volvió una locura en su cuarto porque había libros y más libros volando por todas partes. Lupita no sabía qué hacer, de pronto, su papá entró a la habitación y vio lo que estaba pasando, cuando menos pensó el papá comenzó a decir unas palabras mágicas y luego los libros volvieron a la normalidad. Lupita no lo podía creer y le preguntó a su papá ¿cómo lo había hecho? Y su padre le contó su secreto: él era el guardián de los libros mágicos y que ella se convertiría también en una guardiana después de que él le enseñara todo, pero que esto no se lo podía contar a nadie. Lupita aceptó y ese fue su gran secreto.
Fin.
finalista Isabela Ortiz Botero 7 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
Había una vez un cazador que vivía con su numerosa familia en una aldea lejana de un país olvidado, el hombre a diario salía de cacería con su escopeta en la mano y un saco al hombro donde cargaba agua y pan para su larga jornada; cuando la tarde caía regresaba a casa con él lleno de verduras, frutas y un gran animal que traía de su cacería en las montañas, con eso alimentaba a su familia.
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Ese día llegó a su casa con frescas verduras y dulces frutas que halló en su recorrido, además un suculento conejito, en la cocina su esposa ya tenía las brasas encendidas para cocinarlo. Felices su esposa, sus ocho hijos y él, se sentaron a comerse el gran banquete. Pasó el tiempo mientras su familia crecía en tamaño y aumentaba en cantidad, ya eran doce y esperaban otro más. Llegó una noche más, pronto la luna se escondía y de nuevo el sol salió, lo que indicaba al cazador que era hora de salir de nuevo a buscar el sustento para su numerosa familia, cogió como de costumbre su escopeta en la mano y su saco al hombro con agua y pan de maíz, para alimentarse durante el recorrido. Esta vez volvió a casa con menos de la mitad que acostumbraba a traer, pues el clima había cambiado mucho durante los últimos tiempos y ahora llevaban varios meses en una larga sequía que con todo estaba acabando, ya eran pocos los vegetales que quedaban en la zona, no había fruta dulce, porque el verano también las secó. Los animales que acostumbraba a traer habían huido en manadas,
buscando tierras frescas, prados verdes y nacimientos de agua donde poder subsistir y como si fuera poco, ya ni leña encontraban para cocinar. Muy preocupado el cazador se sentó en la cima de una montaña a pensar qué sería de su familia y de él, si no hay qué comer, ni qué cazar, a dónde iría, si ahí estaba su hogar. Con asombro y tristeza miró a su alrededor y sólo vio sequía y desolación; su único consuelo era que en aquella aldea todas las familias vecinas estaban en la misma situación. A lo lejos vio acercarse a un viejo vecino quien a su lado se sentó. Ambos preocupados por lo que ocurría, comenzaron a preguntarse entre sí por lo que estaba pasando, de pronto ambos concluyeron que nunca habían hecho nada por cuidar sus tierras, por cultivarlas, por cuidar el río, pero sí habían hecho mucho por acabarla; aprovecharon sus frutos, sus vegetales y los animales para alimentarse, la madera para mantener sus casas cálidas y para cocinar. Fue cuando entendieron la razón por la cual sus tierras estaban acabadas; claro, era culpa de ellos y de todos los que allí vivían, pues se aprovecharon de todo lo que la tierra les daba, pero nunca devolvían a ella los cuidados que necesitaba para seguir produciendo. Así que de pronto se les ocurrió reunir a los demás cazadores de la región y contarles qué ideas tenían para devolverle a la tierra todo lo que le habían quitado, para que ella les diera lo que ellos necesitaban para sostener a sus familias. Juntos y ya de acuerdo decidieron partir en busca de semillas,
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árboles y animales de cría; no tardaron mucho en regresar y al hacerlo cada quien, con sus familias comenzaron a sembrar, a cultivar, a cosechar y a cuidar de los animales que pronto se multiplicarían. Al poco tiempo ya se observaban los cambios alrededor, se veían los verdes pastos, los árboles crecer, los animales correr y el agua volver. 30
Fue así como sus hijos aprendieron esta gran lección y los hijos de sus hijos y así de generación en generación.
Fin.
y el
finalista Luis Felipe Benítes Cárdenas 9 años Institución Educativa Monseñor Víctor Wiedemann San Antonio De Prado – Medellín
Había una vez un continente, y en el continente había un país, y en el país una selva, y en la selva había un pantano y cerca del pantano había muchos animales, entre los cuales un Rinoceronte y un Búfalo que eran muy vanidosos y continuamente discutían entre ellos cuál era el más hermoso. Un día que estaban discutiendo como de costumbre, pasó un pájaro riéndose porque estaba muy feliz, y le dijo el Rinoceronte al Búfalo: 32 - Ja, ja, ja eres tan feo que hasta los pájaros se ríen de ti. Pero el Búfalo le replicó: - Jo, jo, jo, no te rías tanto, que se estaba burlando, pero de ti. Y comenzaron a discutir muy enojados y gruñían y pisoteaban con rabia, hasta que pasó un venado y un cervatillo los cuales se habían dado cuenta del motivo de la discusión. Entonces dijo el Cervatillo: - Si quieren saber cuál es el más atractivo de los dos, porque no hacen un concurso de belleza para saber cuál es el mejor. Y a los dos les pareció genial. Entonces comenzaron los preparativos. El Búfalo se hizo cuanta mascarilla pudo, y el Rinoceronte pulió su cuerno y masajeó su gordete cuerpo. Mientras más se acicalaban más horrendos se veían. Hasta que llegó el día del concurso e invitaron al Cervatillo y al Venado para ser los jueces. Y todos los animales estaban allí, pues ninguno se quería perder ningún detalle del concurso.
El primero en salir fue el Búfalo, quien era cojo de nacimiento y tuerto porque en una pelea había perdido un ojo. Todos los animales lo chiflaron, pero el Búfalo creía que todos lo estaban alabando. Luego desfiló el Rinoceronte, quien le costaba caminar porque era muy, muy gordo y sus patas tan cortas no le ayudaban mucho. También de este todos los animales se burlaban, pero él creía que se reían porque era muy simpático. Cuando los jueces se reunieron para escoger al rey, no sabían cuál era el menos peor, mientras que los concursantes esperaban el resultado. Cuando de repente salió un pájaro gritando ¡ya viene el rey, ya viene el rey! Y todos pensaron que ya habían elegido al rey más guapo, y salen los dos concursantes muy orgullosos pensando cada uno que era el ganador. Pero al que el pájaro estaba anunciando, era el único y verdadero rey de la selva, que era un león en busca de un territorio y comida. Y cuando los animales lo vieron, se maravillaron de lo fuerte, grande y hermoso que era y al mismo tiempo salieron despavoridos del miedo y huyeron. El león estaba de caza y al ver al Búfalo y al Rinoceronte quienes estaban pasmados del miedo, terminaron siendo la cena del león y su manada, porque no pudieron escapar como los demás, pues eran viejos y lentos y muy gordos. Al final no hubo ganador pues el único rey hermoso y fuerte era el León, el rey de la selva.
Fin.
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fiel finalista Isabella Botero Pavas 9 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
Yo iba de viaje a la selva con mi familia, íbamos cantando en la camioneta, ¡cuando! Un pájaro con el canto más bello. Mi abuela nos hizo parar porque ello lo quería ver. Luego seguimos, y el viaje fue una tragedia, porque se varó la camioneta, se chuzó la llanta con un clavo y a mi papá le dieron calambres y, al fin luego de un largo rato, llegamos casi como siete horas después. Al llegar armamos un picnic y vimos demasiadas especies de animales, fue como entrar en un mundo mágico, como a mi mamá le gusta dibujar, entonces prosiguió y dibujó a los animales que nos aparecían a cada momento. Cuando nos íbamos a ir, se nos había olvidado el mantel del picnic, yo me fui por él, al volver no estaba nadie, entonces pensé que me estaban haciendo bromas y como no me importa me metí en el bosque, al rato me encontré con un leopardo, yo asustada no sabía qué hacer, entonces me quedé quieta, pero no me hizo nada, sólo me olió y me lamió. Y seguía sin hacerme nada entonces cuándo empezó a caer el sol, me dio tanto frio que me cobijé con el mantel. Acostándome en el musgo del suelo del bosque. Al amanecer el leopardo me estaba dando calor y antes me había traído comida. Como vi que no me quería hacer daño me encariñé y le puse por nombre Leo, como para no tener que decirle leopardo, y como la comida era carne cruda porque así comen los animales no me provocó mucho, pero con el tiempo me fui acostumbrando. Leo y yo éramos los mejores amigos, pues cuando algún otro animal me iba hacer daño, él me defendía.
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Un día al salir del bosque a buscar a Leo que se había perdido, vi a mi familia buscándome desesperados; pero al otro lado vi a Leo lleno de sangre la boca y pensé lo peor, miré bien y era que Leo había salvado a mi madre de un tigre que merodeaba por esos lugares. Me sentí alegre al saber que había conseguido a un amigo fiel.
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Fin.
el marciano en busca
finalista Alejandro Hincapié Sosa 7 años Colegio Santa Bertilla Boscardín Medellín
Había una vez un marciano llamado Tobi, el cual se mantenía muy triste en su planeta, llamado Tulipán en el cual no se vivían aventuras. A Tobi un día se le ocurrió construir un cohete para ir a buscar aventuras en las otras galaxias. Cuando estuvo listo el cohete, Tobi se puso muy feliz y así iniciaría su aventura llevando consigo una pelota, un aro y un lazo.
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Tobi estando en el espacio en su cohete se asomó por la cabina y vio muchos planetas, uno que le llamó la atención era el más pequeño y brillante, pero Tobi no estaba seguro de aterrizar en él, pensó y se dijo lo voy a explorar y así llegó al planeta donde al abrir la compuerta sintió miedo, pero se arriesgó y salió caminando y mirando y observando, cuando de pronto ¡oh! Se encontró con otros marcianos y se preguntó ¿serán amigables? Se acercó más y más a ellos, y estos lo observaron, le preguntaron ¿tienes miedo? Y Tobi no podía ni respirar del susto, entonces ellos le dijeron: no te asustes somos amigables, Tobi se tranquilizó y les dijo: ¿quieren ser mis amigos?, los marcianos respondieron: ¡sí! Tobi se puso feliz y les contó sobre su cohete y por qué se había ido de su planeta Tulipán, los marcianos lo escucharon y cuando Tobi acabó su historia les preguntó sus nombres, eran tres marcianos, uno de ellos se llama Nunqui, el otro Polis y el tercero Nash, y les dijo. ¿Quieren emprender aventuras? Ellos sorprendidos respondieron que sí y se fueron en su cohete, ellos estaban felices, pues nunca habían montado en un cohete. Así llegaron a un planeta llamado Rosember, el cual era muy lindo, se bajaron y Tobi les enseñó los juguetes que había llevado y empezaron a jugar con todos los juguetes y decidieron quedarse en ese planeta a vivir aventuras con Tobi y así los cuatro marcianos se hicieron grandes amigos y día a día exploraban diferentes planetas.
Fin.
El misterio finalista Alejandra Úsgame Mesa 10 años Colegio Empresarial San Antonio De Prado – Medellín
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En tiempos inmemorables poco después de la era del fuego y entrada la época del hielo, existió un clan de humanos, quizás los primeros que habitaron los bosques helados del norte, se comunicaban por medio de un lenguaje semejante a un graznido y era entendible por hombres y algunas bestias. Al inicio eran recolectores pero muy glotones y por ello la comida escaseó, desatándose una lucha sin cuartel para sobrevivir, las bestias atacaban a los hombres para poder comer y los hombres también las cazaban para alimentarse de su carne. La batalla por sobrevivir se hizo incansable, las pocas bestias que quedaban huyeron al mundo desconocido y los hombres morían de hambre, sólo les quedaba por inspeccionar en busca de comida las altas cumbres nubladas, se dispusieron a ir al lugar a pesar de que eran conocedores de una maldición que desde la cuna los más viejos les contaban. Se decía pues, que existía en las cumbres nubladas una horda de Jack blancos, ellos eran sagrados y habían existido allí desde hacía mucho tiempo, más antes de que los humanos nacieran, la profecía decía que caería una maldición para aquellos que mataran a uno de los Jack. Ocurrió que una familia de cazadores, quizás los mejores de la comarca, se arriesgó a llegar al lugar, pasaron muchos días de penuria y de sortear grandes riscos peligrosos, hasta que al fin tocaron la cima desde donde se observaba toda la aldea, estando allí agazapados entre la bruma de la espesa niebla, el padre de la familia que era el cazador más experimentado, clavó su mirada en una enorme mole que se movía entre las blancas nubes y de inmediato dio la alarma, los cazadores con gran fiereza se arrojaron sobre la enorme
figura con lanzas en mano, picos y hachas, dando muerte a la gran cosa que prometía un gran festín. Después de la cacería regresaron a las tierras bajas llevando consigo gran cantidad de carne y de piel, pues aquello que habían cazado era enorme y para toda la aldea alcanzaría, la felicidad era desbordante y durante los siguientes días el pueblo sació su hambre. Pero al poco tiempo algo muy extraño sucedió, la hija menor de la familia del gran cazador de bestias, en una noche de luna llena enfermó, su cuerpo sufrió un gran cambio, a medida que la luna salía la niña iba transformándose en un ser peludo, sus bellos se alargaban de tal manera que durante esa noche no dejaron de crecer, tanto su pelo se alargó que para el amanecer no cabía en la habitación, los jefes de la aldea llevaron a la mañana siguiente a la niña ante el hechicero; el que lo sabía todo, de inmediato al verla les preguntó, mirándolos con gran enojo. - ¿Ustedes qué bestia cazaron que la furia de la maldición del Jack desató? Todos enmudecieron, pues no sabían qué era y cómo era un Jack, lo único que alcanzaron a decir es que era un animal gigantesco. -Por eso mis amigos eso era un JackDijo el viejo hechicero. -Por toda la existencia esta jovencita pagará por su desobediencia, llevará consigo la maldición de la que tanto les hablé, su cabello en cada noche de luna llena no parará de crecer y así será durante los
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tres días siguientes, hasta que vuelva a la normalidad, esto sólo se puede remediar con un acto inmenso de bondad. El invierno se hizo más fuerte que nunca, la comida aún escaseaba y los hombres comenzaban a morir de frio.
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Fue así que para la segunda luna llena cuando la niña comenzaba a crecerle el cabello, la madre que a su lado estaba se quedó dormida sobre el largo pelaje que a la niña cubría, entre sueño y sueño una revelación se le dio, una enorme bestia que moría de frio entre la niebla se le acercó y de su pelaje construyó lo más parecido a un abrigo y con este la cubrió, salvándole la vida, así pues, la madre al siguiente día despertó sobresaltada y fue entonces que a su mente llegó el recuerdo de aquel sueño y de inmediato un afilado cuchillo tomó, acercándose muy agresiva a la niña que aún dormía, en ese momento el hermano mayor de ese clan apareció y se abalanzó encima de la decidida mamá. - ¿Qué vas a hacer? En su rara lengua le preguntó. -No le hagas daño, pues no es su culpa que la maldición a ella haya llegado-Claro que no, no es lo que estás pensando Respondió la madre. -Sólo un poco de su cabello cortaré y una manta para el frio intentaré coser.
Dispuso los gruesos rollos de cabello y a hilarlo inició y un abrigo caluroso fabricó y a este muchos siguieron, a cada uno de los aldeanos sacos y mantas se les entregó evitando así que murieran de frio. Para finales del invierno fue tiempo de luna llena, la niña estaba preparada, pues, aunque no necesitaban el cabello para mantas si lo cortarían y lo guardarían para utilizarlo en otra ocasión, pero algo extraño sucedió, la noche de la gran luna pasó y la niña normal despertó, ya no le creció más el cabello, sólo de esa noche recordó que una suave vocecita que venía de un bosque nublado le dijo. -Haz encontrado una buena razón por la que he muerto y por medio de ti salvé a tu pueblo, por eso ahora te libero de este hechizoEn los tiempos siguientes todo cambió, los hombres aprendieron que podían vivir en armonía con los animales; estos a las afueras de la aldea regresaron y en cuanto a los Jack; de ellos todo mundo habla con admiración y respeto, pero nadie en realidad los conoció
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Fin.
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EL TESORO Y
finalista Helena Restrepo Osorio 7 años Colegio Empresarial San Antonio de Prado-Medellín
Había una vez una niña que quería encontrar un tesoro, pero su hermana la tenía que cuidar y no la dejaba salir, ésta se llamaba Samanta y no creía en los cuentos de hadas, pensaba que era una bobada, pero su hermana menor, Isabela sí. Las dos eran princesas en un gran reino. Isabela quería volar como las aves, jugar con las hadas, hablar con los animales, enfrentarse a duendes y por qué no ganarle a algún troll. Hasta que un día una mariposa hada entró a su habitación, la llevó a un lugar mágico, allí conoció a muchos otros seres fantásticos incluyendo al rey de las hadas, en ese mundo todos eran felices, muy pequeñitos, y todos andaban con varitas. Le dieron alas y una varita también; pudiendo jugar, divertirse con todos ellos. Descansando en una hermosa flor le dijo la mariposa hada: ayúdame a encontrar un tesoro y le entregó el mapa. Antes de partir en su búsqueda, fueron donde el rey de las hadas, éste les otorgó un carruaje con dos corceles blancos que facilitaron su desplazamiento. Inició la búsqueda, siguiendo el mapa llegaron a un puente con un troll gigante, que no dejaba cruzarlo. Les dijo con una voz tenebrosa: si quieren pasar deben adivinar el acertijo “tiene escamas y no es un pez, tiene corona y no es un rey, qué es”. La niña pensó por un rato y dijo: ¡una piña! El troll no muy contento y con una cara muy horrible las dejó pasar. Al otro lado hallaron una mariquita llorando, como Isabela sabía hablar con los animales le preguntó: qué te pasa hermosa mariquita ¿por qué lloras?, le contestó que su tristeza era a causa de una zapatilla de oro perdida que le había regalado su abuela. Isabela usó su varita para darle el don a la mariquita de recordar dónde la había
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dejado. Esta recordó que la había puesto en un arbusto de frambuesas rojas. Ambas la acompañaron a dicho lugar y efectivamente la encontraron, era muy dorada y brillante.
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En agradecimiento por ayudarla, la mariquita le obsequió una pala mágica que cavaba sola. Isabela le besó las alas y la invitó a seguir con la búsqueda del tesoro. Llegaron por fin al lugar que indicaba la flecha, en el mapa. La pala cavó y cavó hallando por fin el cofre con el tesoro; lo sacaron. Y felices regresaron a casa. Le mostraron el tesoro a su hermana Samanta; quedó impresionada, además las acompañó al lugar mágico; el rey compartió con ellas el tesoro y desde ese momento ella empezó a creer en las hadas viviendo felices por siempre.
Fin.
que quería
conocer
finalista Juan Manuel Galvis Ocampo 9 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
Había una vez una estrellita que quería conocer la tierra, ella pensaba que la tierra era muy bonita y que no había nadie que la destruyera. Caminaba y pensaba cómo bajar a la tierra, pero las otras estrellitas le decían que era imposible, que nunca la podría conocer, aunque le decían eso, ella seguía con la idea y soñaba con conocerla.
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Un día se le ocurrió mandar un mensaje a los animales terrestres, que decía así: “Soy una estrellita curiosa que desea conocer la tierra, pero no sé cómo bajar a la tierra”. Los animales del bosque hicieron una reunión para informar que una estrellita quería conocer la tierra, pero no sabía cómo bajar; el león propuso derribar árboles para hacer una escalera que subiera hasta el cielo, pero todos los demás animales se opusieron y dijeron que no podían acabar con los árboles, que debíamos cuidar la naturaleza. El conejo dijo: entre todos plantemos y cultivemos un árbol gigante que llegue al cielo. El árbol fue plantado con gran felicidad y cada día era más grande. Hasta que tocó el cielo y todos los animales felicitaron al conejo por la gran idea que les había dado; la estrellita en el cielo está feliz de poder conocer la tierra. Formaron un grupo de grandes amigos para defender la naturaleza. Los animales del bosque le contaron a la estrellita que se sentían tristes porque el hombre destruía la naturaleza, contaminaba las aguas, tumbaba los árboles; la estrellita muy triste se acercó y habló con el hombre y le dijo: por favor, no sigas haciéndole daño a la tierra, deberías plantar árboles, recolectar basuras y no quemar los
bosques, porque esto afecta el medio ambiente, los afecta a ustedes y a los animales. Si recibes estos pequeños mensajes, tendrás un planeta fértil y todos serán felices.
Fin.
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que quería gobernar finalista Miguel Ángel Ortíz Botero 8 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
Hace muchos años en la antigua Grecia, vivía un hombre llamado Dionicio que quería ser gobernante de un gran país, pero por mucho que lo intentaba, antes de lograrlo se cansaba, perdía el ánimo y no quería seguir. Él pensaba que debía haber una forma más fácil de lograrlo y que iba a buscar. Algún día, escuchó unos hombres hablar de un gran mago, un ser tan especial y noble que todo sueño cumplía. Se acercó con disimulo para incluirse en aquella conversación y así poder saber dónde encontrarlo, esa era la solución perfecta para cumplir ese gran sueño de ser gobernador de una gran nación. Al acercarse, aquellos hombres lo observaron con inquietud: ¿Qué quieres amigo? Le preguntaron, y este con una sonrisa les respondió: no pude evitarlo que andaban comentando, qué es eso de un gran mago que cumple sueños y deseos ¿Me pueden ustedes contar? ¡Claro amigo! Uno de ellos le murmuró, y comenzó a relatarle lo que a él su padre le contó en la niñez. La historia tardó más de dos horas, mientras Dionicio inquieto y ansioso, sólo quería que aquel sabio terminara su relato y por fin le dijera dónde podría encontrarlo. Cuando por fin le dijo que en el bosque de la luz era donde vivía, pues no dejó que el resto de la historia contara; se marchó muy a prisa y ni las gracias le dio. Esperó a la mañana siguiente, empacó en una mochila algo ligero, no le gustaba esforzarse, el pobre tenía muchos sueños e ilusiones, pero era flojo y perezoso, le gustaban los retos fáciles. No esforzarse para nada era lo mejor.
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Emprendió su camino en busca del mago en el bosque de la luz, eso le tomó mucho tiempo, pues se agotaba con frecuencia y se sentaba horas y horas a descansar. Había una voz interna que todo el tiempo le decía: “amigo así, nunca vas a llegar, recuerda cuál es tu más anhelado sueño ¡lucha por él!” eso lo animaba y volvía a su caminar. Caminó y caminó por más días de lo pensado, hasta que de pronto llegó al lugar.
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Era un paraíso hermoso, con un lago de seis colores los cuales se unían entre sí, formaban un arco iris, el cual se sentó a admirar; todo era tan lindo en aquel lugar, que casi olvida lo que venía a buscar. Llegó la noche y la luna iluminaba y se reflejaba, en aquel lago esa era la hora en la que aquel mago solía pasear, corrió con suerte Dionicio ahí estaba el personaje que tanto buscó. Al verlo no supo qué hacer, si ser discreto o lanzarse a él. Al verlo el gran mago, se le acercó y con una mirada profunda y analítica, le preguntó: ¿Qué haces aquí, algo quieres de mí? El pobre Dionicio con voz tímida le contestó. Después de un buen rato el mago entendió que lo que el hombre quería era ser un gran gobernador. Pasaron las horas y entraba la noche, el mago accedió a cumplir su sueño, pero con una condición: debía atravesar la tenebrosa montaña, con todo y obstáculos que en el camino hallaría. Dionicio tardó un rato en responder, mientras por su cabeza muchas cosas pensó, ¿seré capaz y si no lo logro?, ¿habré perdido el tiempo? pero es que me da pereza, estoy cansado y ¿si me pierdo? Y ¿si me da frio? Y ¿si…? mil excusas en ese momento le bloquearon la imaginación.
Pero claro había algo que el mago no sabía, Dionicio tenía un sueño para cumplir, pero era muy flojo, perezoso, facilista y cómodo. Y lo que Dionicio no sabía, era que el mago no concedía deseos sin que se hicieran esfuerzos, para él todo tenía un valor, y el precio de ese sueño para el mago era claro, le concedería ser gobernador, pero debía primero aprender a ser el mejor, cambiar su actitud, para ser un triunfador, ya se acababa el tiempo y el mago irrumpió ¿Qué dices Dionicio? ¿Por tu sueño serías capaz de enfrentar la montaña? De pronto Dionicio volvió a escuchar esa voz interna que decía –A ver Dionicio hasta ahora ¿Qué has logrado? ... nada ¿verdad?, tienes un sueño, pero sabes que debes pagar, y lo mejor de todo, es que aprenderás, serás mejor persona y así podrás gobernar con sabiduría, honestidad, compromiso y equidad-. No pasó un minuto y de pronto Dionicio respondió: ¡lo he decidido, lo haré, por mí, por mi pueblo y por mi sueño! Y a la tarea se dio. Pasaron los meses, mientras Dionicio en la montaña, venció voraces dragones y bestias del mal, sobrevivió a las heladas y hasta hambre aguantó. Estando allí mucho aprendió, adquirió sabiduría y experiencias también, se hizo más fuerte e inteligente, atrás dejó la pereza y la flojera, además salió de la montaña, un resplandeciente día victorioso y feliz lo esperaba y su pueblo también. Lo nombraron gobernador, que era su sueño principal; además se ganó el respeto y la admiración de todos y del mago las gracias recibió, había salvado la montaña de la maldición, por demostrar que podía cambiar, por sacar sus ganas de ser el mejor y por ser humilde de corazón.
Fin.
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Una vida finalista Juan José Escobar Guzmán 9 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
En la tierra no existían los colores, la vida era triste, aburrida, no le encontraba sentido, hasta que un día Juan José en sus sueños vio que en el espacio brillaban muchas lucecitas y decidió tener una vida en el espacio. Pensó en cómo llegar a ese lugar tan mágico; así que ideó un cohete para poder viajar… Inició el recorrido hacia lo más alto, donde comenzó a explorar los planetas, los satélites, las estrellas y todo lo que había allí. De pronto, tropezó con una roca que de inmediato comenzó a moverse y se fue poniendo cada vez más grande, vaya sorpresa, aquella cosa gigante era un marciano que tenía un ojo, dos manos, siete pies de diferentes colores cada uno. El amarillo que representa el sol, el azul a la luna, rojo al planeta marte, el anaranjado a Saturno, el verde al marciano, el morado a los satélites y el rosado al brillo de las estrellas, estos siete colores forman el arcoíris dice el marciano. Juan José se hizo amigo del marciano y le preguntó si él podía darle color al planeta Tierra, se ingeniaron un plan dónde ambos tenían que jugar un partido y por cada gol que hiciera Juan José el marciano lanzaría rayos de colores hacía el planeta Tierra, cuando tiraba el balón hacía la portería el marciano con sus siete pies no dejaba hacer goles, así que empezó a distráelo y fue anotando goles, el partido terminó y quedó 8-6 ganando la victoria para que el planeta Tierra tuviera color y felicidad. Así termina un sueño de una vida en el espacio.
Fin.
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El
finalista Nasly Cardona Castañeda 9 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
Hace muchos años un gato llamado feliz, él vivía en una casa en el bosque encima de un árbol de hojas rojas, su casa estaba hecha de madera y pintada de color azul, desde el árbol se divisaba un hermoso lago habitado por cisnes dorados, patos verdes, amarillos y rojos. El bosque era un lindo lugar para vivir. Un día cogió su mochila, se tomó un chocolate y salió como de costumbre, mientras caminaba vio en el fondo del camino una tortuga herida, salió corriendo a ayudarla, él le preguntó ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo daño? Ella no podía hablar sólo lloraba, él la metió en su mochila y la llevó a casa, le vendó las heridas y la acostó en su cama y le preparó un rico desayuno y le dijo: “no te preocupes aquí estas bien” Ella con lágrimas en los ojos le sonrió y con ese gesto agradeció. El salió de su casa y al regresar en la noche se dio cuenta que la tortuga no estaba, desesperado, salió con una linterna mirando los alrededores de su casa, pero fue inútil, no la encontró. Al día siguiente, se encontraba el gato nadando cuando vio en la cima de un árbol un nido de pájaros, fue cuando observó la tortuga que había vendado, dirigiéndose hacia allá con varias lombrices en su boca, ahí se dio cuenta porque la tortuga no se quedó en su casa, ella era igual de bondadosa que él, fue a alimentar a sus demás amigos del bosque.
Fin.
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Categoria 2
con Tomy ganador Laura Isabel Gutiérrez Delgado 13 años Medellín - Antioquia
Hace cuatro años mi familia y yo salimos de viaje a México. Cerca del lugar donde nos hospedamos vivía un chico llamado Tomy, quien sufría de una extraña enfermedad, y por ello era como lento para el aprendizaje o algo así, pero era una gran persona. Cuando mi familia y yo llegamos al hotel, él estaba en la tienda de al lado esperando a su padre, él nos vio y se nos acercó corriendo como si estuviera muy feliz de que hubiéramos llegado. -Hola, hola, ¿cómo están? me llamo Tomy –dijo bastante entusiasmado. Mi familia continuó como si solo hubiese sido el viento y ni siquiera lo miraron, pero yo lo observé por un minuto y luego lo saludé con amabilidad. -Hola que gusto me da conocerte mi nombre es Sara. -Yo soy Tomy y tú Sara –dijo muy sonriente. -Sí, así es –le dije con una sonrisa imposible de disimular. - ¿Quieres jugar conmigo? -Por supuesto que sí, - le respondí con una enorme sonrisa. - ¡Pues vamos!, -dijo muy alegre. Cuando llegamos al parque le pregunté por sus juegos callejeros favoritos, pero su respuesta me dejó asombrada - ¿Qué juegos callejeros te gustan? - ¿Callejeros?... ¿cómo es eso? - ¿Qué no conoces ninguno? -le pregunté muy asombrada. - No, no tengo ni idea de qué es eso –dijo mientras se rascaba la
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nariz. - Mmm bien, te enseñaré a jugar. - ¡Sí! –dijo muy feliz - Comencemos con tin– tin corre- corre ¿te parece? - ¡Claro! Busqué una casa que pareciera adecuada, cuando la encontré le dije: - ¿Ves esa casa? - Sí -Bien, iremos, luego tocaremos la puerta y después correremos tan rápido como sea posible hacia el parque y fingiremos no saber nada ¿de acuerdo? -Espera, ¿qué dijiste después de tocar la puerta? -Mmm… mejor olvídalo, cuando yo te diga corre, corre lo más rápido que puedas. - ¡Está bien! Cuando fuimos a la casa pensé que todo salía muy bien pero después de tocar la puerta y correr hacia el parque la mujer dueña de la casa salió a buscar al mocoso que la estaba molestando; yo de inmediato traté de disimular, pero Tomy comenzó a reír a carcajadas y muy fuerte, así que la mujer lo vio; cuando comenzó a caminar hacia nosotros, tuve una idea para evitar un regaño, le dije a Tomy que guardara silencio y cuando ella llegó dijo con voz atemorizante. - ¿Fueron ustedes quienes tocaron mi puerta? -S…sí, de verdad lo lamento es que nos equivocamos de casa- le respondí bastante asustada -Ji, ji, ji, sí, nos equivocamos ji –dijo Tomy sin poder contenerse. - ¿Qué es lo que dice? –gruñó la mujer - Perdónelo, es algo enfermo –le dije ya sudando frío.
- Está bien, me retiro, adiós –dijo algo decepcionada por no poder sermonearnos. - ¿Adiós, adiós? –gritó Tomy. En ese momento su padre le gritó desde lejos - ¡Tomy! ¿Dónde estabas? te he buscado toda la tarde –dijo mientras se acercaba corriendo. - He estado aquí con mi nueva amiga jugando. - Está bien, pero ya vámonos a casa, se hace tarde. Cuando se fueron yo también me fui al hotel para descansar. Al día siguiente cuando desperté, me arreglé y salí del hotel, ahí estaba Tomy esperándome. -Hola Sara, ven vamos a jugar- dijo muy entusiasmado. - Está bien vamos – dije sin dudarlo. Ese día jugamos a las escondidas, al siguiente El tiburón, al siguiente Football callejero, al siguiente Ponchado, y al siguiente no salió a jugar. Fui a buscarlo en su casa y su padre me atendió algo desanimado, - Buenos días ¿está Tomy? –pregunté emocionada por jugar con él - Lo siento hoy no puede. - ¿Por qué? ¿Qué sucede? - Está enfermo… si quieres pasa para que lo saludes. - Claro. Cuando entré Tomy estaba acostado, conectado a un montón de aparatos que lo mantenían con vida. Cuando lo saludé vi como sus ojos brillantes se llenaron de lágrimas, jamás supe exactamente por qué.
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-Hola Tomy ¿cómo estás? –le dije con una voz extremadamente suave. -Hola –dijo con voz temblorosa. -Vengo a despedirme, mañana me iré a casa. -Espero que vuelvas para que juegues conmigo –dijo, mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla. -No hay por qué llorar, respira, sé que eres muy fuerte... -Sí, sí lo soy. Prométeme que nunca te olvidaras de mí. - Lo prometo, tu tampoco me olvides. - No lo haré. -Sara tu madre te busca para que vayas a empacar tus cosas –dijo el padre de Tomy amablemente. - En un segundo voy. -Adiós Sara, te voy a extrañar mucho –dijo llorando. - Adiós Tomy espero que te mejores. Después de eso me fui a casa. Un par de días después llegó una carta del padre de Tomy que decía: Querida Sara: Gracias por haber sido una amiga tan buena para mi hijo, pero lamento informarte que después de luchar y aferrarse a la vida con desesperación Tomy ha fallecido. Espero que comprendas que era lo mejor para él. ATT: Andrew Mairs. Nunca me olvidé de Tomy, todavía lo llevo en mi corazón y espero no olvidarlo nunca, porque de él aprendí que no importa la situación en que estés, si estás dispuesto a disfrutarla.
Fin.
de troya finalista Arley David Zapata Céspedes 12 años Institución Educativa San Cristóbal Corregimiento de San Cristóbal
Había una vez una ciudad llamada Troya, con un rey que se llamaba Luciano. El rey un día dijo: “¡hay mucha desgracia, los rebaños mueren, los campos se secan!” y mandó a Cleonte, su cuñado, a preguntarle a los dioses. Cuando llegó Cleonte de hablar con los dioses su esposa también llegó, Cleonte dijo “hay que expulsar al que mató a Aquiles porque él trae la desgracia hacia Troya”; entonces Luciano el rey dijo: “nos libraremos de él y vengaremos la muerte de Aquiles ¡vamos donde Raimon el adivino!” 66 Cuando llegaron a hablar con él, les dijo: no les diré nada, el rey le pidió “dímelo por favor”, Raimon le respondió “¿Para qué? la ciudad de Troya ya está destruida”. El rey sospechó de Raimon y su cuñado, y pensó que lo estaban traicionando. El rey dijo “¡Tú dices eso, es un plan de Cleonte para quedarse con mi trono!” A lo que Raimon le respondió: “¡Eso no es verdad! ¡Eso es mentira!”. Entonces el rey fue al palacio y le dijo a Cleonte “¡tú quieres quedarte con mi trono!”, Cleonte le respondió “¿Para qué? ¡Vivo como un rey! ¡No necesito ese trono!” El rey dijo: “¡Eso no es verdad! ¡Vete de aquí ya!”, en ese momento llegó la esposa de Cleonte y dijo: “¡Por favor! ¡No lo eches! ¡Él no quiere quitarte el trono! ¡Él no fue el que asesino a Aquiles!”, y ella le contó una historia. La historia decía así: había una vez un muchacho que se llamaba Aquiles, él tuvo un hijo, pero no lo quería, entonces lo dejó a la deriva; a él lo recogió un señor, el niño creció y él fue el que mató a Aquiles, esa fue la historia. El rey le preguntó a ella ¿Cómo se llama el que lo crió? Ella le dijo: Odiseo.
Luciano, el rey, comenzó a llorar y dijo “destiérrenme de Troya”, Cleonte dijo “¿Por qué?” Luciano dijo “¡yo lo maté! mi padre que ya murió se llamaba Odiseo y yo maté a una persona hace mucho tiempo, yo no sabía que era Aquiles”. Todos estaban tristes y Luciano dejó el trono a su cuñado Cleonte. El rey se fue y nunca más se volvió a saber de él. Cuando el rey se fue. Cleonte dijo “¡yo no quiero ese trono para mí!, es muy difícil controlar a Troya”, cuando de pronto llegó alguien Llamado Esópocles quien dijo “yo podré gobernar a Troya” Cleonte dijo “¡Claro! ¿Por qué no?” En el ejército había un soldado llamado Horton, él desde hacía mucho tiempo quería ser rey. Un día tuvo que ir a la guerra pues era el mejor de los soldados. Cuando estaba de regreso, vio al cielo y escuchó una voz que le dijo “Horton tú serás rey”, cuando llegó al palacio le dijo a Cleonte “quiero ser el rey de Troya” y éste le dijo “ya tenemos uno” y Horton le pregunta ¿Quién es?, y respondió “es Esópocles”. Entonces Horton se fue pensando “Esópocles es rey y tiene un hijo, entonces tendré que matar a los ¡dos! ¡Ah! y a Cleonte también y culparé a los guardianes”. Una noche entró al cuarto de Esópocles y lo asesinó, el hijo pudo escapar junto con Cleonte. Días después, volvieron y se vengaron de Hortón asesinándolo; en esos momentos llegó Raimon el adivino y dijo “¿Por qué lo mataste? era el mejor rey que ha tenido Troya, era mucho mejor que Esópocles y Luciano. Si no encuentran un buen rey Troya caerá, además deberán tener un maravilloso ejército porque se aproxima una guerra”. Cleonte dijo: “El hijo de Esópocles, Arturo, tendrá que gobernar. ”Arturo dijo “¿Por qué yo? No tengo la edad apropiada ¿Por qué no Cleonte?”, en ese momento comenzó una discusión y Raimon dijo “Yo
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conozco a alguien que podrá ser el rey” todos dijeron “¿Quién?” Raimon dijo “Luciano” y todos dijeron “¿Estás loco? No sabemos dónde está” Raimon dijo “búsquenlo, él no se ha ido de Troya” entonces lo buscaron por cuatro días y fueron donde Raimon y le dijeron “no, no está” él les dijo “les voy a decir dónde está” ellos preguntaron “¿Dinos?” se va a tirar de la montaña, Arturo preguntó “¿Cuál montaña?” él le respondió “de la montaña Gerte”; ellos fueron corriendo hacia la montaña y lo encontraron a punto de tirarse al abismo, ellos dijeron “¡Por favor! ¡Necesitamos que regreses! Luciano dijo “¡No! ¿Para traer más desgracia a Troya?” “¡No le hagas caso a eso! ¡Piensa en tu vida y en la vida de todos los que están en Troya!” Luciano decidió ir. Por causa de él le ganaron la batalla a Roma. Años más tarde, Luciano tuvo una esposa y un hijo y vivieron felices para siempre.
Fin.
DE LAS
esferas finalista
Stephanía Úsgame Mesa 12 años Colegio empresarial San Antonio de Prado-Medellín
casi oscurecía en ese día que había sido tan largo en mi infructuosa idea de buscar a mi mamá, fue entonces que decidí salir del bosque y regresar a la aldea, en ese momento algo hizo explosión a mi paso transportándome en un instante a un mundo sin mucho que respirar, en medio de mi ahogamiento pude lograr ver dos caminos que se abrían frente a mí: uno con el suelo de color blanco y otro de superficie oscura, no sé aun después de tanto tiempo qué me impulsó a tomar el camino oscuro. 70
Empecé entonces a caminar, pero al poco rato de avanzar por la senda me di cuenta de algo muy extraño, ese camino estaba lleno de diminutas rocas de aspecto esférico que parecían levitar a mi paso, llevada por mi curiosidad tomé una de ellas y de repente su color cambió tornándose a un amarillo pálido, la esfera poco a poco se fue calentando con el roce de mi mano y se agrietó, en instantes empezó a salir de las aberturas una especie de humo, que al poco tiempo de merodear en el ambiente tomó figura de un rostro humano, su mirada opaca se fijó en mí y sus labios cuarteados me dijeron con una voz casi de fondo. -No te falta mucho para llegar, debes hacerlo de día, no dejes que caiga la noche por que el peligro asecha en la oscuridadAnte mi asombro la arrojé fuera del sendero, pero está ni siquiera tocó el piso antes de regresar al camino, mis pasos se aligeraron siempre hacia adelante sin mirar atrás, pensando en lo que aquella ilusión me había dicho y cuidando de no pisar las esferas flotantes, pues si eso había pasado antes, lo más lógico era que dentro de cada una de ellas había almas atrapadas, quizás por un poder maligno. Mi vertiginosa carrera me llevó a la orilla de un lago sucio y de olor repugnante, no sabía cómo cruzar al otro lado, pues no se divisaba un
puente, creyendo que hasta allí había llegado intenté regresar sobre mis pisadas, pero una fuerza extraña dobló mis rodillas y de bruces sobre la arena oscura caí, ante mis ojos las rocas que levitaban se posaron unas encima de otras, parecían tener voluntad propia y me invitaron a pasar por un grueso tapete que flotaba a unos centímetros del agua en forma de sendero que ellas habían formado. El crujir de las piedras al rozarse entre sí a cada paso que yo daba expandían un graznido o sonido extraño y no sé si fue mi imaginación o en verdad ocurrió, parecían que decían: -Avanza que pronto la verdad encontraras Ubicada ya en la otra orilla del lago, el sendero que me había traído al lugar muy volátilmente se esfumó y al voltear y mirar hacia adelante una cueva muy grande y oscura ante mi paso se presentó, no tenía opción, a los lados solo había oscuridad y el camino que entraba a ese macabro lugar era lo único que se alcanzaba a ver, así que entré a tientas y de pronto el fondo del lugar se iluminó, antorchas aferradas a las rocas aparecieron dejando sentir en el ambiente mohoso el olor a grasa quemándose, de repente mis pisadas tropezaron, cayendo encima de unos montículos que no eran más que esqueletos que dejaban ver sus mandíbulas peladas a través de la mortecina luz del lugar, deduje por su tamaño que la mayoría eran restos de niños y unos cuantos de adultos, me sorprendí tanto que temblando alcé mi cabeza para ver qué era lo que estaba adelante de mí, en ese instante se escapó de mi garganta un grito de asombro, no lo podía creer, al fondo de la cueva había una persona semejante a mi mamá, la cual yo había estado buscando hacetanto tiempo; desde el día aquel en que salió a recoger frutos al atardecer en el bosque y las sombras se la llevaron, pero este ser que se presentaba frente a mí tenía algo muy raro, de sus dedos caía un repugnante moho verdoso, sus cabellos
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eran largos hasta el suelo y de color gris, su cuerpo estaba flacucho como todos los demás en el lugar, una voz retumbó con gran violencia, parecía salir de todos lados y poco a poco se fue debilitando. -Hija mía, ya conoces el secreto en que las sombras me han convertido y los que me dominan no tienen la mínima intención de dejarme, ni dejarte escapar. 72
Fue entonces que una montaña de rocas se levantó precipitándose con gran furia sobre mí, de milagro logré saltar y detrás de un esqueleto me escondí, cerré los ojos y de algo me enteré, al mover mis manos estas eran más ligeras y los objetos se movían sin tomarlos, después de arrojar una cantidad de cosas de aquí y de allí, observé entre los muertos una espada que brillaba, estaba incrustada en el cráneo de uno de ellos, como ya les dije, mis movimientos eran muy rápidos más que de costumbre y ¡zuas!, en guardia me ubiqué y uno, dos o tres tajos con la espada le mandé, pero esa cosa fea los esquivó, su sonrisa embrujada más me enojó, rendida intenté una vez más, estaba mi oponente tan distraída que le pude cortar una mano, ella se enfureció tanto que pronunció unas palabras tan raras que me distrajeron un poco, de repente una roca de tamaño mediano me atravesó el estómago y caí al suelo con sólo unos minutos de vida, cuando aún estaba consciente vi como ella cogía una piedra y le quitaba a mi cuerpo mi alma y la incrustaba en ella, después de eso me convertí en una más de las esferas del camino, un ser incapaz de pensar, sólo sonaba en mi mente una orden, debía atraer a cualquier paseante al lugar para tener compañía por toda la eternidad.
Fin.
La finalista Sarah Sofía León Arroyave 11 años Colegio Bethlemitas Bello - Antioquia
Soy Harley Cooper, mejor dicho, lo era. No tenía amigos, se suponía que era una chica rara. Mis notas eran regulares y mi vida no era precisamente buena, sólo vivía con mi mamá porque mi papá había muerto en un incendio, a mí siempre me tentó la idea de tener amigos, pero no los tuve. Ellos nunca supieron por lo que pasé. En alguna ocasión creí que al fin me estaban aceptando. Pero no fue así. Y nunca lo fue. Así comenzó todo: 74
VIERNES / 5:30 A.M. Estoy en un maravilloso sueño en una fiesta del colegio. Tengo un hermoso vestido color aguamarina y todos los chicos hacen cola para bailar conmigo, me siento como una princesa, todos me miran bailar y las chicas envidian mi vestido; hasta que llega creo que una muchacha de mi edad, todos la ven llegar, tiene el mismo vestido que yo, solo que, de un color amarillo reluciente, de repente todos me miran como un bicho raro, comienzan a rodearme, la chica a reír. Entonces comienzo a correr. Me despierta la alarma del reloj y comienzo como el resto de los días, pero al comenzar mi rutina siento como si algo malo fuera a pasarme, como si algo estuviera a punto de suceder, pero decido ignorarlo. Mamá ya me comenzaba a avisar que el desayuno estaba servido, desde la primera planta me decía que bajara, pero yo sentía que mi cabeza palpitaba, creía que me iba a estallar. Ya desesperada por mi tardanza, mamá gritó a todo pulmón que bajara en ese instante o que ella subiría por mí. Al oír eso me voy corriendo por las escaleras. Me demoré 30 minutos en comer, mamá me preguntó qué me
pasaba, que si no me había gustado la comida, yo le respondí que nada interesante, pero me quedo mirando a Jake toda la clase. No sé por qué lo miro, trato de apartar mi vista de él, pero algo me obliga a mirarlo. 8:45 A.M. Cuando salgo al descanso siento que me vuelve a palpitar la cabeza, esta vez no lo voy a ignorar, me voy directo a la enfermería. Me paso todo el descanso con la enfermera y luego ella me dice: - Harley, si te vuelves a sentir así, tienes que venir inmediatamente. - Sí señora – le digo - ya me siento mejor. - Bueno Harley, ya puedes salir. Cuídate. Cuando llego al salón veo que alguien reparte unas invitaciones, no me interesan mucho las fiestas, así que no me importa. Jake se acerca a mi puesto y me ofrece al parecer una carta de color rojo. Pienso rechazarla, pero veo una expresión en la cara de Jake como: “por favor no faltes” así que la meto en mi morral, y espero a llegar a casa para abrirla. 3:56 P.M. Llego a casa y abro el sobre. Como lo deduje, era una invitación a una fiesta el sábado en la tarde. No quería ir, pero cada vez que consideraba tirarla a la basura recordaba la expresión en el rostro de Jake. Y me decidí. Preparé mi ropa para la fiesta. SÁBADO/ 5:46 P.M. Ya estoy lista, tengo todo preparado, así que me voy de casa. Me siento serena. Algo dentro de mí me decía que esa noche iba a ser especial e inolvidable. Y sí que lo fue. Nunca la olvidaré.
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6:00 P.M. Llego a casa de Jake, todos me reciben con saludos. Noto que Jake está ebrio, se acerca a mí, me mira de pies a cabeza y me dice algo que no logro entender por el bullicio. Él me emborracha. Sólo logro recordar eso. Despierto en la casa de Jake. Miro mi celular y noto que hay un video nuevo, el cual no recuerdo haber grabado, allí dice que se grabó ayer en la noche. El video tiene… escenas de mí!… tatuándome, bebiendo licor, ¿conduciendo? ¡No tengo ni 18 años como para hacer eso! Es como si todos los problemas del mundo estuvieran sobre mis hombros, siento que me desmorono pedazo a pedazo. Me siento una persona terrible. Pero sé que, aunque no puedo cambiar el hecho de haber cometido esas fatalidades, puedo hacer algo para no sentir más dolor, más remordimiento. Me voy al patio trasero de la casa de Jake, cojo una soga (supongo que es de Cassie, su hermanita) y la amarro a mi cuello, me subo a un árbol y pienso en las cosas que voy a extrañar de esta vida (las cuales no son muchas), luego pienso en las cosas malas que me han hecho y las malas decisiones que he tomado, veo pasar miles de imágenes por mi mente, siguen y siguen apareciendo, parece que esa lista ya iba a llegar a su fin, y cuando lo hace, veo las dos últimas imágenes: yo hablando con Jake, y entrando a su casa. Esas imágenes hacen que broten tres finas lágrimas de mis ojos. Me siento un bicho, un error que se cometió hace 16 años. Y estoy a punto de acabar con ese error. Para siempre.
Entonces me lanzo, soga atada en mi cuello y sufrimientos yéndose Cuando siento que mi alma abandona mi cuerpo me siento libre al fin. Nunca creí que tuviera una carga tan pesada. Pero ya lo sé, ahora puedo estar en paz. “Nos vemos pronto papá” pienso.
Fin.
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de mi amiga y yo finalista Diana Sofía Macías Moncada 11 años Institución Educativa Diego Echavarría Misas Florencia- Medellín
PARA CAMILA Todo empezó con una tarea de tecnología, la maestra dijo que pensáramos en alguna máquina o robot que sorprendiera a todo el mundo. Nosotras nos fuimos pensando ¿Qué haríamos? De pronto me surgió una idea: -Por qué no hacemos un robot que tan solo con meter un alimento crudo por su boca lo sacaría completamente cosido por su estómago, que tendría una pequeña puerta para poderlo sacar. Llegamos a su casa, cogimos muchos libros, leímos y leímos por horas; pasamos hojas por bastante tiempo, de pronto pasé una hoja que me interesó ¡una máquina de viajes en el tiempo! Ella se paró y me dijo - ¿Qué encontraste? Yo le respondí –mira que fabuloso, una máquina de viajes en el tiempo, ella se levantó y con voz de superación dijo –hagámosla, pero… Yo le dije – Pero ¿Qué?, y me volvió a responder –pero le vamos a poner nuestros toques personales. Yo saqué una sonrisa de oreja a oreja y le dije lo mismo. Desde ese día comenzamos ese proyecto tecnológico que cambiaría nuestras vidas. Nos pusimos nuestras batas y gafas de protección; conseguimos los materiales y le dije –esta máquina no será cualquier máquina, será una máquina moderna- con demasiados botones y una puerta transparente para que pudiéramos ver los siglos que pasábamos, de
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repente ella me interrumpió y dijo –la pintaremos blanca por fuera, por dentro tendrá un aroma que pareciera nuevo y almohaditas en los asientos y así la fuimos armando.
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Tras años de entrega, fallas, ideas, remodelaciones, la terminamos. Aunque no la pudimos llevar a la escuela, la maestra fue a mi casa donde estaba la máquina de viajes en el tiempo, a ella le encantó tanto que nos sacó del grado del colegio y nos dijo –con esa máquina ustedes demostraron toda su inteligencia. Así que no volvimos a 80 estudiar hasta el próximo año. Pero en el transcurso de ese año llevamos a cabo nuestro primer viaje, ese primer viaje fue a 1980, la gente era un poco rara con pantalones, peinados raros, todo mundo nos miraba, así que fuimos a comprar ropa de esa época, salimos de la tienda una niña se nos acercó y nos dijo ¿cuáles son sus nombres? Yo les respondí –me llamo Sofía y mi amiga aquí presente se llama Camila, después ella nos dijo su nombre, se llamaba Laura, Camila le preguntó ¿usas gafas? Y ella respondió –Sí ¿Por qué sabes?. -Camila dudosa dijo –supuse. Al rato nos alejamos, Camila me dijo –esa niña yo la conozco, yo la miré disimuladamente y dije ¡claro esa es la maestra de tecnología! Camila simplemente respondió –si ella, ella es, pero se ve diferente; yo con voz fastidiosa le dije –claro, Sí es una niña, Camila y yo caminamos y vimos todo lo de antes, pero yo al rato le dije –quiero devolverme a mi época. Llegamos a la hora y Camila dijo viajemos al futuro. En el futuro nos encontramos una época moderna, en una empresa súper linda allí estábamos nosotras ya grandes. Estaban haciendo
una premiación y la Sofía y la Camila del futuro ganaron, entonces decidimos regresar. Cuando regresamos me hice unas cuantas preguntas. -¿Tan raro la máquina se encontraba allí en la premiación, pero cuando nosotras estábamos observando la máquina estaba al lado de nosotras? -¿Por qué no nos vieron y en los ochenta sí? Bueno seguimos viajando, creciendo y madurando, en fin, llegó un día común y corriente y llegó una invitación que decía: Tenemos el honor de invitar a: Diana Sofía Macías Moncada y a María Camila Saldarriaga a una premiación por su proyecto de la Máquina de viajes en el tiempo. Día: 10 de noviembre de 2030 Hora: 4:00 p.m. Cuando leímos esa invitación recordamos aquel momento que fuimos de niñas a esa premiación, Camila y yo estábamos muy emocionadas porque por fin podíamos vivir esa premiación. Llegó el gran día de la premiación, cuando estábamos llegando a la premiación, Camila me dijo –cuando estemos en el escenario miramos a la parte de atrás a ver si nos vemos. Estaban pasando los nombres de hombres y mujeres con sus proyectos hasta que dictaron nuestros nombres, a mí me dio mucha emoción. El anfitrión del evento dijo: por su desempeño, trabajo y dedicación
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las ganadoras son: Diana Sofía y María Camila por su fantástica máquina de viajes en el tiempo. Nos aplaudieron, nos pusimos muy felices y desde ese momento era más el amor que le cogíamos al invento de nuestra niñez.
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Fin.
encantado finalista Ximena Areiza Orrego 11 años
Centro Educativo Autónomo Pedregal – Medellín
Hace mucho tiempo un grupo de compañeros del grado once, finalizando el curso decidieron realizar un último paseo, con el fin de compartir por última vez en esa hermosa etapa de su vida (la secundaria), este grupo de jóvenes se dirigieron a una zona costera de su país donde podían disfrutar de hermosas playas con atardeceres y amaneceres mágicos, estos jóvenes disfrutaban cada una de sus actividades, pues estas eran llenas de magia, alegría, risas y a su vez un eco de nostalgia por ser su despedida. 84
En grupo salieron a realizar varios recorridos a diferentes islas que quedaban cerca de la zona en donde se habían ubicado para compartir, en una de estas salidas dos jóvenes (Isaac y Erick), quienes eran reconocidos por su hermosa amistad no sólo en la secundaria sino también en todo su crecimiento escolar desde la niñez, se fascinaron por una de las islas, su nombre era “BARÚ”, esta isla estaba llena de encanto, ya que, era rodeada de arena blanca y su mar era azul en diferentes tonos y se podía observar un arrecife hermoso al fondo de las aguas cristalinas, por lo que planearon que regresarían a acampar la última noche sin sus compañeros de grado, ya que, coincidía con la noche de luna llena. Ellos imaginaron que allí sería un espectáculo ver la luna en su mayor esplendor, así que planearon desde ese mismo día cómo harían para separarse de su grupo para poder realizar esta última aventura del colegio. Pasaron los días, Isaac y Erick encontraron quien les alquilara un bote para llegar a Barú, en el bote sólo podían llevar un par de maletas con algunas cañas de pesca y sus carpas para descansar un par de horas y poder regresar con sus compañeros al día siguiente; una vez llegaron a la isla Isaac decidió explorar un poco y buscar algo de alimento mientras su compañero alistaba las carpas antes de que el sol se ocultara, Isaac encantado con la belleza de la isla, caminó
hasta llegar a un lugar mágico con cavernas a sus alrededores, en una de ellas se veía una luz muy brillante y hermosa, lo que llamó su atención y lo atrajo hasta llevarlo completamente hacia ella, allí había un portal de hierro con una corona en su centro, Isaac quedó fascinado con la belleza de la corona y por su curiosidad decidió tocarla, este portal se abrió haciendo que él quedara inconsciente y cayera en lo profundo de un lago encantado, en el cual se encontraban tres sirenas, estas asombradas y a su vez con temor decidieron llevarlo a la orilla del mar dejándolo aún inconsciente. Erick no entendía por qué su amigo no regresaba, por esto decidió buscarlo hasta encontrarlo en la orilla del mar, Isaac despertó y más tarde le confesó a su amigo lo ocurrido aquella noche, Erick sólo pensó que tal vez podría ser un sueño. Después de que Isaac y Erick vivieron está loca aventura deciden volver a su grupo de compañeros para regresar a su ciudad, pues las vacaciones habían terminado, Isaac cada día pudo describir nuevas cosas que el encanto le había dejado, su amigo Erick se fue enseñando todo esto, los poderes de Isaac eran sorprendentes e increíbles, podía manipular las aguas, podía nadar con mayor velocidad gracias a la cola de pez que le salía siempre que tenía contacto con el agua, Isaac decide ir a la isla Barú a las profundidades del mar donde todo inició para unirse a la manada de sirenas que lo encantaron, pues empezó a amar ser un sireno, su amigo Erick a pesar de estar triste por tener que dejar a su amigo lo apoyaba en su decisión y decidió hacer un pacto para que siempre en las vacaciones se reunieran en la isla de Barú para contemplar la luna llena.
Fin.
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de unos
aliens finalista María Isabel Patiño Villa 11 años Centro Educativo Juguetones La Unión – Antioquia
Mis amigos y yo éramos raros, no sabíamos lo que nos pasaba, éramos extraños, cada quien, con su mundo, su vida, sus expectativas, sus ilusiones, pero siempre estábamos fuertes. Uno de los aliens dijo: – yo quiero saber ¿Qué nos pasa? – Lo que pasa es que nosotros vivimos en un mundo distinto, esto es marte – dijo otro de los aliens. – Sabes, yo pensaba que nosotros teníamos una vida, pero… en realidad ¿La tenemos? – repuse. Esa pregunta era tan difícil, esa pregunta era muy recurrente, lo pensaban a cada momento, a cada minuto, mis amigos aliens y yo pasábamos años con la misma pregunta. Hace 5.000 años un sabio llamado Will Jhonson reveló que nosotros los alienes sí tenemos una vida, él descubrió que en los antepasados existían más aliens como mis amigos y como yo, solo que los científicos tenían muy pocas posibilidades de descubrir nuestra existencia. En el año 1969, mis amigos y yo logramos ver a una criatura muy distinta a nosotros, era un hombre, se paró en nuestra luna y puso una bandera. Nosotros no podíamos quedarnos sin saber por qué lo había hecho. Nosotros nos acercamos, pero él no se dejó ver, huyó de nosotros, aún sabiendo que no queríamos hacerle daño, pero ellos no entendían. Hace años atrás como en el año 1919 se descubrió que los humanos no podían vivir con nosotros porque no había oxígeno y no podían respirar.
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Mis amigos aliens y yo decidimos viajar a la tierra para conocer nuevas cosas y nuevas personas, preparamos un cohete hecho con mucha dedicación y esfuerzo, le pusimos una cabina para poder despegar y así llegar a la meta, el viaje era muy largo, debíamos cruzar por el espacio, los planetas, la tierra se veía muy bella, muy lejos desde marte.
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Hoy llegamos a un río muy grande, con una cascada, mis amigos aliens y yo no sabíamos si era un país muy lejano o muy cercano, lo único que veíamos era su belleza, luego, allí la gente nos miraba extraño, claro, como nosotros no somos como ellos. ¿Saben?, eso es triste porque saber que nadie quería relacionarse con nosotros, tratábamos de dormir, pero era imposible, el ruido de la ciudad era muy fuerte, los carros y todo hacía mucho ruido y no dejaban dormir, al otro día, vimos prendas de vestir, en fin, muchas cosas que en Marte no existen. Quisimos hacer tantas cosas, estábamos sin mente como los dementes, hicimos y aprendimos a hacer grafitis, nos metimos en el GRAVITY BIKE, allí hicimos amigos, muchas pero muchas locuras, todo fue pura aventura, nos enseñaron a montar bicicleta y patineta, usábamos gorros planos, no había nadie quien nos parara, pero un día la policía nos detuvo por grafiteros, nos tocó pagar una sanción con plata, oro o dinero, pero decidimos cárcel porque no teníamos dinero suficiente. Pero seguimos adelante así sin un motivo, ni un tiempo, todo era un sueño en el que jamás quisimos despertar, pudimos tener una vida, en Marte no teníamos una, allá éramos desolados y sin diversión, pero todo cambió.
La verdad jamás nos habíamos divertido de esta forma, aún la gente nos miraba muy raro, pero seguimos adelante, la amistad es lo más valioso que uno puede tener, un amigo es un tesoro que te puede ayudar en las buenas, malas o peores, nos sentíamos solos hasta qué, conseguimos amigos, cada día que íbamos viviendo era mejor, con la ayuda de la gente pudimos mejorar y aprender a vivir la realidad.
Fin.
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finalista Antonia García Álvarez 11 años Comunidad Colegio Jesús María Medellín – Antioquia
¡Pip, pip!… sonó la bocina de mi bus escolar, al parecer una multitud de gente estorbaba en la vía. – Es Superman – gritó Leoncio mi compañero de al lado. Todos empezamos a gritar su nombre… aunque lastimosamente el ruido de afuera no dejó escuchar nuestros gritos de alabanza, de un momento a otro sentimos un empujón que nos tiró a nuestros asientos e hizo rebotar nuestras cabezas en ese cojín duro e incómodo, eso significó que el conductor pudo arrancar. Al llegar a casa, lo primero que hice fue saludar a la linda vecina y después me decidí a coger una paleta de mora del refrigerador, me senté en la sala y me puse a pensar qué se sentiría ser un Superhéroe, con fama, autos y sobre todo chicas… así que una idea remota se pasó por mi cabeza y sin pensarlo dos veces supe que era una de las mejores que he tenido: esa era la de convertirme en un Superhéroe. Corrí a mi cuarto y cogí una máscara azul con rojo, después pasé por el cuarto de mi abuela y cogí una de esas medias veladas azules que ella usa para bailar, minutos después pasé por el cuarto de mi madre Sara y agarré uno de esos mini pantis que usa y me fui al baño a cambiar. Dos horas más tarde salí del baño convertido en un total superhéroe, pero sólo me faltaba una gran cosa, no tenía capa. Busqué por todo mi cuarto y nada, no había rastro de capa alguna. Salí de mi alcoba con cara triste, mi madre con un abrazo me preguntó qué me pasaba, yo con furia le respondí: – ¡Mamá, no hay una capa en esta casa, sin esto mi profesión no va a fluir! -Mi madre se fue por un momento de la habitación y al volver traía con ella una gran manta azul que al amarrarla en mi cuello me convertí en todo el héroe que había soñado.
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Al salir de mi casa, vi a lo lejos mi primera misión, salvar el gato de doña Matilde de las rosas de su jardín. Caminé tropezando hasta llegar, ya que la capa era tan larga que me podía envolver en ella. Con una gran caída toqué el timbre de su casa y con voz gruesa dije: - Aquí llegó su salvación, súper Tomy salvará a tu gato
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Empecé con unos pequeños pasos en el jardín, las espinas lastimaban mis piernas y rasgaban mi capa de una manera brusca, di dos pasos más y llegué a donde el gato, lo sujeté desde abajo y con un gran salto salí del jardín por la cerca… todos me aplaudían y doña Matilde besaba mis mejillas como forma de agradecimiento. Me sentía feliz y orgulloso de mi trabajo, estaba un poco agotado así que decidí sentarme a la orilla de una fuente. Desde la ventana de la panadería se podía visualizar el reflejo de mi cuerpo, que al moverlo de un lado al otro revisaba que estuviese presentable para la próxima misión, cuando de repente puede observar que ya no tenía mi capa… - ¡Quéeeeeee! - grité con todas mis fuerzas. Mi capa se había quedado atorada en el jardín de rosas de doña Matilde. ¿Qué sería de mí ahora?, un súper héroe sin capa no es nadie. Comencé a caminar rumbo a casa pensando en que le diría a mi madre por extraviar su manta preferida, pero en esos momentos sólo podía idearme alguna forma de conseguir otra capa. De un momento a otro vi una hermosa manta roja de tamaño suficiente, que sería un buen reemplazo para la capa anterior, la cual estaba exhibida en la tienda de don Lucho, el vecino de mi tío Luis quien desde navidad no se había vuelto a aparecer por acá. Me acerqué a la tienda y al ver que nadie se hallaba en el lugar, decidí cogerla prestada, pues pensé que don Lucho entendería y no se
enojaría por mi decisión. Me amarré la nueva capa al cuello y me volví a sentir en acción, así que decidí emprender una nueva misión, cogí un dulce de la registradora y salí corriendo hacia el zoológico donde creí que podía ayudar. Al llegar me di cuenta de que los monos se habían escapado de sus jaulas y estaban corriendo por todo el lugar, atemorizando a las personas y haciendo que los turistas abandonaran el establecimiento, entonces otra idea llegó a mi cabeza: ¿Qué tal si salgo corriendo detrás de ellos en dirección a la jaula y fuerzo que se vuelvan a meter? ... así que sin pensarlo dos veces comencé a correr detrás de ellos, pero lastimosamente los que huían no eran ellos sino yo, pues los monos empezaron a saltar encima de mí y a morder mi capa nueva, que además no era mía. Mi única solución al problema fue correr hasta salir del lugar, iba tan rápido que de un momento a otro sentí que mi capa se quedó atorada en unas ramas, la jalé con todas mis fuerzas hasta que logró soltarse. Para mi suerte una gran roca obstaculizaba mi camino, con la que además de obstruir el paso tropecé y caí a la laguna. Al momento me desperté y comencé a gritar, pero al parecer nadie me escuchó, ya que, todos estaban prestando atención a la Supercom donde estaba presente Superman y muchos más superhéroes. Los gritos eran intensos y muy molestos, así que preferí voltearme y continuar con mi estupendo sueño.
Fin.
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Y diente de
finalista Raquel Grisales Velásquez 11 años Colegio Monseñor Ramón Arcila El Carmen de Viboral – Antioquia
En un hermoso pueblo donde sólo había bosques y riachuelos, habitaba una hermosa doncella. Su pelo era más suave que los copos de los árboles de nubes, su cara era más lisa y frágil que el agua, sus ojos dos perlas de cristal azul, más puro que el agua de las montañas, sus labios más rojos que la sangre y más suaves que el algodón, sus pies más delicados que una hoja. Esta doncella se llamaba Dulce Algodón y no tenía padres, sólo conocía a Diente de León su mascota o compañía, era un perro, no 95 medía más de 1 Km de largo y ancho, era blanco como la nieve más pura, podía volar y cuando lo hacía se volvía transparente. Dulce de Algodón vivía en él, ya que habían crecido juntos, un día soleado y con viento en el que el arroyo tenía peces de colores, Dulce de Algodón se preguntó de dónde venían, así que le dijo a Diente de León, su mascota o compañía, que crearan una máquina del tiempo, ya que Dulce de Algodón era súper inteligente. Diente de León le ayudó a conseguir tierra y agua. Los palos eran grandes, pequeños, débiles, fuertes, pesados, livianos y de muchos colores. Las piedras eran para reforzar la estructura y hacer los sillones y las sillas, estas piedras también eran grandes, pequeñas y pesadas, de colores muy variados y hermosos. Las hojas eran para forrar las sillas, así quedarían acolchonadas. La tierra era para los tapetes. Dulce de Algodón sabía tejer muy bien y tejió la tierra. La Máquina funcionaba con agua así que Diente de León con su fuerza, llevó la máquina al arroyo de agua cristalina y la recargó. Dulce de Algodón y Diente de León recolectaron comida como: fresas jugosas, arándanos calientes, jugo de hojas mágicas, manzanas,
peras maduras, bananos voladores, cebollas, cilantro, tomate, yucas, habichuelas, frijol, caña de azúcar y mucho, mucho más. Todo esto Dulce de Algodón lo empacó en unas bolsitas mágicas que no dejaban podrir la comida. Éstas tenían un aspecto raro ya que flotaban, eran: negras, blancas, azules, moradas, rosadas, verdes, mejor dicho, de todos los colores.
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Dulce de Algodón cogió dos de cada una y las transportaba Diente de León en su pelaje, éste ni siquiera se daba cuenta por su enorme tamaño y peso. Antes de terminar de empacar, Dulce de Algodón se preguntó cómo iba a meter a su perro a la máquina, así que creó otra máquina para achicar al perro igual que la otra, pero más grande, Diente de León estaba muy preocupado, pero se metió y cuando salió era pequeño, los dos se alegraron mucho ya que podían ir juntos y así fue. Diente de León se sentó junto a Dulce de Algodón en un nido muy acolchonado y Dulce de Algodón en la silla de piloto. Ella decidió ir a la época de los dinosaurios parlantes, pero fue una mala idea ya que salió de la máquina y en tres parpadeos los dinosaurios se la comieron. Casi se comen a Diente de León, pero logró escapar. Dulce de Algodón les dijo que habían destruido su único sueño que era buscar su origen. Al ver los dinosaurios las caras tristes se compadecieron y le ayudaron a crear otra, Dulce de Algodón les agradeció y se fue ya que iba a caer una lluvia de meteoros. Ahora era el turno de escoger de Diente de León, así que decidió ir a la prehistoria donde se encontraban los perro-sapiens que, según él, fueron los primeros en poner una pata en la tierra, allí por una extraña razón encontraron celulares táctiles y Diente de León se
tomó una foto con su abuelo, este se encargó de contarle toda la historia de antes de él, su abuelo tenía ramas en vez de pelo, pero Diente de León aun así lo quería. Por la tarde Diente de León le dijo a Dulce de Algodón que se quería quedar allí y que se comunicarían por celular, ella lo dejó con tristeza y creó otra máquina para volverlo a su tamaño original, así los dos amigos se despidieron. Dulce de Algodón sin querer oprimió un botón y viajó a un lugar que le parecía familiar, allí con un hada de la luna averiguó quién era su madre y de dónde venía; resulta que ella era una princesa y que su madre era una reina, pero murió y así ella quedó como princesa, al saber esto el hada de la luna, la subió al trono y reinó como lo hacía su madre. Pero un día se cansó y le cedió el trono al hada tutora que le enseñó todo y se fue, ella regresó donde Diente de León y se quedó con él para siempre.
Fin.
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finalista Valentina Rendón Molina 11 años Colegio Soleira Pueblo Viejo – Sabaneta
Había una vez una niña llamada Ángela, a ella le encantaban los cuentos de fantasía. Una vez estaba saltando en un trampolín, Ángela creyendo que era un trampolín común y corriente empezó a saltar dando vueltas, cuando de repente al trampolín se le abrió un hueco y ella cayó; se dio cuenta de que no era un trampolín normal, era… ¡un búnker del tiempo!, viajó al futuro y se dio cuenta de que el futuro iba a ser genial. Habría sirenas, hadas hermosas, duendecillos, entre otros, aunque también había una horrible bruja que quería acabar con ese hermoso mundo, Ángela no sabía qué hacer, estaba muy preocupada, en sus pocos años de vida, jamás habría tenido que pasar por algo así. Pero decidió que iba a acabar con esa malvada bruja. Así lo hizo, atravesó las montañas hasta que llegó a la cueva de la malvada bruja, ella tenía un dragón, pero la verdad era muy amigable, Ángela le pidió ayuda al dragón y juntos los dos vencieron a la bruja. Después todos hicieron una fiesta por la victoria, aunque en la fiesta Ángela se empezó a desvanecer y llegó al pasado en donde todos los habitantes eran personas normales, todo era gris porque estaba gobernando un gigante pirata quien los hacía trabajar para él, todo era triste, por desgracia el gigante pirata era más malvado que la bruja y no tenía mascotas, pensó que había llegado el fin… Pero después se dio cuenta de que era muy fácil vencerlo, porque a él le daban muchas cosquillas en los pies, así que Ángela le empezó
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a hacer cosquillas y el gigante cayó de la risa y se rindió, entonces todos los habitantes fueron libres, empezaron a cantar y a bailar, y el cielo se tornó azul, todo era alegre, aunque Ángela no pudo estar mucho tiempo, porque se empezó a desvanecer y llegó al mismo trampolín. Nadie se dio cuenta del divertido viaje de Ángela. 100
Fin.
Mi primer viaje finalista Maira Alejandra Macías Moncada 11 años Institución Educativa Diego Echavarría Misas Medellín – Antioquia
Yo vivía en un edificio muy alto que desde allí podía ver que arrancaban cohetes, cada día o cada semana, cuando llegaba de la escuela me sentaba por horas a ver cuántos cohetes podían arrancar al día (a veces, no arrancaban ni por día, ni por semana) yo tenía un cuaderno donde anotaba cuántos salían y cuántos aterrizaban.
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Allí hacía tareas, pero no me movía de aquella ventana, todos los niños de mi salón me decían que yo era una obsesionada con los cohetes, la luna y el espacio exterior, yo no les ponía atención. Yo le conté a mi mamá lo que me decían, mi mamá me dijo: -si a ti te gusta el espacio exterior, la luna, los cohetes y los planetas, es tú sueño no te debes afectar- yo pensé dentro de mi cabeza “mi mamá siempre tiene la razón”, me cambié el uniforme y volví a mi ventana. Mirando el cohete que apenas arrancaba, yo pensé: “mi sueño es ser astronauta, para conocer todos los planetas posibles y un cohete por dentro”, ahí mismo salí corriendo a la habitación de mi mamá y dije desesperadamente en voz alta: “¡mami, mami… ya sé! mi sueño es ser astronauta para conocer todos los planetas posibles y un cohete por dentro”, mi mamá me dijo con voz alentadora –te felicito- y me abrazó, regresé a mi ventana, eran las 8:30 de la noche… me quedé dormida ahí. Cuando amaneció aparecí en mi cama, eran las seis de la mañana y dije en voz alta en mi habitación (yo hablé sola) –voy a llegar tarde a la escuela, en tono apurado fui al baño con rapidez, me cambié, desayuné y me fui a la escuela.
Al llegar la profesora de sociales de mi colegio, me esperaba mientras yo llegaba al salón. La profesora me iba hablando que cada semestre yo demostraba mucho desempeñó y que me gustaba mucho sociales, bueno y más materias. Y que ella le había mostrado mi desempeño al profesor de sociales de la tarde y a unos amigos de la universidad que también habían estudiado y especializado para dictar el área de sociales y que para ellos yo era la mejor en sociales del colegio, me felicitó y me entregó un botón que decía: “te felicito por tu desempeño en sociales”. Y entonces caí en cuenta que a la primera hora me tocaba sociales y le dije a la profesora –que susto, pensé que iba a llegar tarde- la profesora respondió: -no te preocupes solo vamos dos minutos tarde y como entraste justo cuando tocaron el timbre y tan solo llevamos dos minutos hablando. Y con voz de chiste la profesora dijo: -que llevaron tres horas hablando- y se terminó la jornada y culminó el día. Dos meses después, apareció un cartel en uno de los pasillos que decía “todos los niños, niñas y jóvenes que les guste el espacio, pues esta información les interesa: estamos haciendo un concurso para un viaje al espacio con nosotros. El lunes 24 de octubre, en el Teatro la Cuarta Primavera, hay cinco categorías y seis etapas, ojalá asistan. La NASA” y yo pensé: “quiero ir”. Entonces fui a la rectoría a inscribirme, miré la lista y ya había 500 niños inscritos. El rector me dijo – ¿segura? Yo respondí – Sí –
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¿Segurísima? - Que sí Y me inscribió. Cuando llegué a mi casa le conté a mi mamá la increíble noticia y me dijo en tono alentador –y o te apoyo. Yo, llena de alegría le agradecí. 104
Llegó el gran día… La primera ronda de la primera etapa… Después de tres horas era mi turno con una niña dos años mayor que yo. Después de media hora de la segunda etapa, el resultado fue: que yo gané por la razón que la niña no sabía que Plutón ya no era considerado planeta. Pasó una hora y me volvieron a llamar, me tocó con un muchacho de 17 años, en esa ronda quedamos en empate, el jurado dijo que teníamos que hacer un desempate, pero se dieron cuenta que el muchacho hizo fraude, entonces llamaron a un niño de mí misma edad, yo volví a ganar. Entonces todos los espectadores, empezaron a gritar mi nombre, alentándome. Llevaba cuatro horas esperando, hasta que me llamaron y era la cuarta etapa, seguí ganando hasta que me tuve que enfrentar con una niña de mi salón. Esta vez no dijeron los resultados, porque era la final, después de bastante tiempo salió una persona (creo que era uno de los jurados y astronauta) y dio los resultados, yo estaba cogida de la mano con mi mamá y el presentador dijo que la
ganadora era yo. Con felicidad recibí un trofeo y un boleto para un viaje en los cohetes de la NASA. Llegó el día del viaje, me dieron un traje de astronauta, me quedé en el viaje cerca de tres meses, regresé a la tierra, el señor Jordán, el que se había encargado de mí durante el viaje, me llevó a mi casa. Mi mamá me recibió con toda la familia, ellos muy contentos de que yo hubiera regresado, fue una celebración muy bonita y yo del cansancio me acosté a dormir… …diez años después, yo ya había hecho mis estudios de astronauta, yo ya había entrenado todo lo necesario para ser astronauta y hasta me gradué con honores, me dieron un diploma, una medalla y un trofeo.
Fin.
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salió
hoy ? finalista Catalina Villa Quintero 11 años Centro Educativo Autónomo Medellín – Antioquia
Recuerdo la noche más dudosa de mi vida, ahí estaba yo sentada, en la rama de un árbol en frente de mi casa admirando el hermoso atardecer. Escucho la voz de mi mamá llamándome para ir a cenar, llegué a mi casa me senté en una pequeña butaca que mi papá me había construido para hacer mis deberes de la escuela; luego de cenar, fui a cepillarme los dientes, me puse mi pijama, subí a mi cuarto para tomar la siesta hasta el otro día, en el transcurso de la noche me levanté porque un dolor de cabeza no me dejaba dormir, admiré el cielo por la ventana de la cocina y fue muy extraño, no encontraba la luna, casi siempre que me levantaba todas las noches estaba ahí inmóvil. Solo alumbrando el camino para aquellos viajeros sin rumbo, me subí a la mesa de la cocina, me acerqué a la ventana, miré para todos los lados y nada; ningún rastro de luz, me quedé toda la noche esperando sentada en la mesa a que por arte de magia apareciera la luna y me alegrara la noche. Esperé y esperé, jamás apareció, mis ojos estaban a punto de cerrarse cuando escucho un estruendo, jamás pensé asustarme tanto por algún sonido, pues siempre veía películas de suspenso con mi papá, volví a dirigir mi mirada hacia la ventana, encontré la luna, mi compañera cada noche, pensé: ¿Estaba ahí? ¿Siempre lo estuvo? En ese momento surgieron demasiadas preguntas, pero al final al saber que la luna jamás se iría, volví a mi cuarto, me quedé pensado un rato en lo que había sucedido. Y al final de tanto pensar y pensar logré dormir. Al otro día, corrí para poder contarle a mi madre el espléndido suceso de la noche.
Fin.
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finalista Camilo Andrés Rueda Navarro 11 años Institución Educativa Consejo Municipal De Itagüí Itagüí – Antioquia
Cuentan que, en un pequeño pueblo a orillas del mar, vivía un viejo y cansado pescador. Había pasado toda su vida pescando en el mar en un pequeño bote. Era un hombre solitario, vivía en una pequeña casa hecha de tablas de madera, su sueño era navegar en un gran barco por todos los mares y conocer todas las criaturas que viven en los océanos y mares, a su vez morir en el mar. Pero los días transcurrían sin mayor novedad y aquel hombre cada vez envejecía y se podía evidenciar que este anciano tenía menos fuerzas. Una mañana de octubre encalló un gran barco a orillas de aquel pequeño pueblo y los tripulantes se vieron obligados a permanecer por varios días en el pueblo mientras lograban desencallar el barco. Pero los días pasaron y no lograban zarpar. El capitán del barco estaba desesperado, así que reunió a todos los habitantes de ese pequeño pueblo para pedir ayuda o un sabio consejo, pero nadie tenía la solución a ese problema. Una noche mientras el capitán tomaba una cerveza en el bar del pueblo, desesperado por lo que estaba pasando, el anciano pescador se acercó al capitán y le ofreció su ayuda, pero con la condición de que el anciano partiría con ellos, hasta que él muriera. Y así fue, el capitán aceptó su ayuda y al día siguiente el gran barco pudo zarpar. Cuentan las personas mayores del pueblo que el anciano, jamás volvió al pueblo y que en su travesía por los mares murió, pero murió cumpliendo su sueño.
Fin.
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Instituciones Educativas participantes MEDELLÍN - Centro Educativo Autónomo. 110
- Colegio Alemán de Medellín. - Colegio Calasanz. - Colegio Campestre la Colina. - Colegio Empresarial. - Colegio Mater Dei. - Colegio Padre Manyanet. - Colegio Parroquial Nuestra Señora del Buen Consejo. - Colegio Santa Bertilla Boscardín. - Colegio Vida para Todos. - Comunidad Colegio Jesús María. - Escuela Abierta y Personalizada. - Institución Educativa Alvernia. - Institución Educativa Bravo Márquez. - Institución Educativa Campo Valdés. - Institución Educativa Diego Echavarria Misas.
- Institución Educativa Fe y Alegría, Villa de la Candelaria. - Institución Educativa Francisco Luis Hernández Betancur. - Institución Educativa Graciela Vásquez Cano. - Institución Educativa Jesús María el Rosal. - Institución Educativa José Horacio Betancur. - Institución Educativa Lola González. - Institución Educativa Loma Hermosa. - Institución Educativa Maestro Pedro Nel Gómez. - Institución Educativa Marco Fidel Suárez, Sección Escuela Cuarta Brigada. - Institución Educativa Monseñor Víctor Wiedemann. - Institución Educativa Pedregal, Sección Escuela Rafael J. Mejía. - Institución Educativa Pedro Octavio Amado. - Institución Educativa Presbítero Antonio José Bernal Londoño. - Institución Educativa Presbítero Camilo Torres Restrepo. - Institución Educativa Presbítero Juan J. Escobar. - Instituto Jorge Robledo. - Normal Superior de Medellín.
111
BELLO - Colegio Bethlemitas. - Colegio Parroquial Nuestra Señora de Chiquinquira.
EL CARMEN DE VIBORAL 112 - Colegio Monseñor Ramón Arcila Ramírez.
ENVIGADO - Colegio Colombo Británico. - Colegio Cumbres.
ITAGUÍ - Institución Educativa Diego Echavarría Misas. - Institución Educativa Consejo Municipal de Itagüí.
LA ESTRELLA - Colegio Soleira.
LA UNIÓN -Centro Educativo Juguetones.
www.bibliotecapiloto.gov.co
La imaginación y las palabras hacen de la experiencia de la lectura un viaje a nuevos mundos y a otros cielos. La Biblioteca Pública Piloto continúa trabajando cada año por seguir sembrando en los más pequeños, su amor por la lectura y la escritura. Esta publicación fue posible gracias al talento de cada uno de los pequeños escritores que usualmente visitan las bibliotecas de nuestra ciudad, y fue gracias también al apoyo de la Red de Bibliotecas de la Fundación EPM. Qué sigan vivas las palabras y qué sigan vivas las historias que dan vida a este libro que ya llega a su versión número 13. Invitamos a todos los niños y niñas que cargan en su pequeña pero infinita memoria tantas historias por contar, para que en el 2018 participen en el 14.° Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero. ¡Gracias por hacer parte de esta historia!
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La imaginación y las palabras hacen de la experiencia de la lectura un viaje a nuevos mundos y a otros cielos. La Biblioteca Pública Piloto continúa trabajando cada año por seguir sembrando en los más pequeños, su amor por la lectura y la escritura. Esta publicación fue posible gracias al talento de cada uno de los pequeños escritores que usualmente visitan las bibliotecas de nuestra ciudad, y fue gracias también al apoyo de la Red de Bibliotecas de la Fundación EPM. Qué sigan vivas las palabras y qué sigan vivas las historias que dan vida a este libro que ya llega a su versión número 13. Invitamos a todos los niños y niñas que cargan en su pequeña pero infinita memoria tantas historias por contar, para que en el 2018 participen en el 14.° Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero. ¡Gracias por hacer parte de esta historia!