Resistir el despojo violento de la palabra

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Bibliotec

as sit uadas

Textualidades mestizas

calle esos ojos

¿Qué germina de esas palabra enterrad s as?

En boc a cerr ada no entran moscos

Palabras

Las palabras hacen cosas

RESISTIR EL DESPOJO VIOLENTO DE LA PALABRA


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RESISTIR EL DESPOJO VIOLENTO DE LA PALABRA


Resistir el despojo violento de la palabra. Escrito por Viviana Mazón

“Los bibliotecarios siempre han estado políticamente comprometidos, a pesar de sí mismos” Colin Darch “Yo creo que somos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos” Eduardo Galeano

M uchas

v eces los bibliotecarios dudamos de la importancia de nuestro trabajo , aunque sea una v e z al año o una v e z al día , pero seguro más de una v e z en la v ida , pensamos que somos una especie de defensores

de las causas perdidas , un cardumen de utopistas nadando contra corriente y v a una a v er … y v e . ero la v ida tiene e x trañas maneras de mo v ernos el taburete .

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Es

2020 y mientras transcurre la pandemia del

COVID -19,

una cantidad innumerable de personas se han dispuesto a generar acciones de promoción de lectura que buscan ali v ianar los espíritus del encierro obligatorio en el que estamos . e ha hecho e v idente eso de que no sólo de pan v i v e el hombre , que también necesita “ comer ” cuento para que la v ida tenga algún sentido . as artes , entre ellas la literatura , han cobrado un protagonismo inimaginable por estos días . useos y bibliotecas abiertas en línea insisten en la idea de que estas instituciones son más que infraestructura . úsica en las v entanas y lecturas en v o z alta a tra v és del teléfono , las notas de audio , los v ideos . ecesitamos de la palabra dulce , de esa que sana para seguir v i v iendo .

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C ada

v e z se multiplican más y más las personas que optan por obsequiar su v o z a tra v és de la lectura , no sólo pero principalmente , de literatura con todos los adjeti v os . E n M edellín , C olombia , por ejemplo , el S istema de B ibliotecas P úblicas cerró sus puertas pero no detu v o su

labor , día a día dedican poemas por teléfono , leen cuentos , graban relatos para sus lectores que v iajan por hats pp . scritoras como arìa del ol eralta , olanda re y es , li v er effers se han dispuesto a hacer de la lectura en v o z alta y de los libros una posibilidad para el encuentro en medio de esta crisis .

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P romotores de lectura como D iego R ui z ( C olombiano ), colecti v os como B iblioghetto en C ali y organi z aciones como F undalectura IBBY , F undación C uatro G atos , L etra I nquieta , T aller de L etras J ordi S ierra i F abra y hasta celebridades como S ebastián Y atra , cantante de pop colombiano y R ick y M artin , cantante puertorriqueño , se han dispuesto para que la lectura en v o z alta nos a y ude a resistir en estas épocas de crisis . ero además de ello ha y una proliferación enorme de los diarios de cuarentena , de las tertulias literarias , clubes de lectura v irtuales , talleres de escritura creati v a , en fin .

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E sta cuarentena ha puesto en reposo al mundo , y deja v er el asiento , y en ese asiento ha y muchas cosas : desigualdad social , v iolencia intrafamiliar , corrupción , feminicidios , egoísmo y todas las cosas malas que ni siquiera nos imaginamos . ero en ese mismo asiento , como parte del mismo baga z o , ha y otras cosas , ha y resistencia , v oluntad , solidaridad y mu y importante , ha y palabras . uchas palabras que necesitan ser dichas en v o z alta y en v o z bajita . alabras que necesitan oídos que no tengan paredes . alabras que necesitan ser escritas para soportar los embates del tiempo y la distancia . nosotr @ s , bibliotecari @ s , somos ante todo , trabajador @ s de la palabra . ien lo dijo lfredo ires “ ntes de ser bibliotecarios somos humanos . somos colecti v o , somos el otro , somos los demás . as técnicas preconcebidas y los procedimientos profesionales están al ser v icio de este proceso y no a la in v ersa ”

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Volvamos al inicio... resistir el despojo violento de la palabra... ¿ H an ejercido ustedes el despojo v iolento de la palabra ? ¿ C ontra quiénes y en qué escenarios ? ¿ C uándo se han sentido despojados de su palabra ?

S ilencio . T omen distancia . ¿ y a hi z o la tarea ? ¡ V enga a comer ! qué no , señora . D on P epito P ére z , aunque se demore más . - P regunte , - no qué pena . ¡ C omo ordene mi capitán ! J efe , permiso para hablar . S entados , callados , escriban , rapidito , hágale pues . S e lo come todo . O igan a este , A h y a llegó el defensor de los pobres , eh ! entre marujita que se moja ! E se trabajo está impresentable . ¿ C uáles son sus fuentes ? eso no es lo que el autor quiso decir . E n la mesa no se habla de política , ni de fútbol ni de religión .

En

conte x tos castrenses ( osea militares ), v iolentos o regímenes autoritarios , la palabra es la primera v íctima . a palabra se restringe , se prohíbe , se atemori z a , se silencia , se apropia como estrategia para anular a los sujetos , para reprimir los deseos , los sentimientos y la toma decisiones . ntonces y a no matan guerrilleros sino que dan de baja a terroristas . o le hablan a antiago , le ordenan al soldado . o hablan de conflicto armado sino de amena z a terrorista . o ha y masacres sino homicidios colecti v os y los feminicidios son crímenes pasionales .

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P ero

la castración en el uso del lenguaje no es un asunto e x clusi v o de conte x tos bélicos , esta restricción se ha hecho tradición en nuestra cultura , aunque claro , gracias al cielo muchas cosas han cambiado , pero no tantas , pero no siempre ni en todas partes . or ejemplo , el uso del lenguaje en la familia ha sido tradicionalmente instruccional y en muchos hogares toda v ía se mantiene . a y una subordinación de roles donde los padres y madres dan órdenes o instrucciones para el cumplimiento de los deberes . a chismosiada en la comida , los juegos conjuntos son más bien pocos . oda v ía ha y quienes creen que los adultos y los niños no tienen diálogos compartidos , así como los hombres en la cocina huelen a rila de gallina , los niños hablan cosas de niños y en las con v ersaciones de los adultos no caben , aunque las peleas se hagan a puerta abierta … una relación dialogante , sin subordinación de roles es más bien escasa .

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S in embargo , esta manera de relacionarnos con el lenguaje en el hogar ,

es consecuencia y consecuente con las relaciones laborales y educati v as donde muchas v eces no ha y una libertad y un respeto genuino en el uso de la palabra , sino un temor generali z ado y permanente a opinar , debatir , argumentar o sentar posición . os niños cuando chiquitos , hablan y preguntan hasta por lo que no e x iste , pero mientras v amos creciendo , muchos v amos enmudeciendo . se temor a decir y meter las patas nos cuaja los huesos . unque a v eces se nos ol v ida que también nosotros los adultos tenemos miedo y claro , le decimos al muchacho , ¡ deje la bobada , diga ! ¡ baile ! ¡ recite ¡ ¡ e x ponga sin leer ! pero a v er …

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los escenarios educati v os , tal v e z sin querer , tal v e z por cumplir , caemos en una instrumentali z ación mu y compleja del lenguaje , unas prácticas de lectura destinadas casi principalmente a la alfabeti z ación , a saber decodificar el código , tanto así que muchas v eces la educación lectora y las prácticas de fomento , animación o promoción de la lectura se destinan principal , sino unicamente a los estudiantes , y más aún a los niños , pese a que la biblioteca escolar puede dirigir sus ser v icios , inclu y endo el fomento lector a todos los actores de la institución educati v a , es decir : padres , maestros , directi v os y personal de apo y o . in embargo el v er el fomento lector como un acto de introducción a la decodificación del código escrito , quienes “ y a saben leer ” prescinden de la lectura y no se regalan espacios colecti v os y muchas v eces ni indi v iduales para el goce de dicha práctica . ni qué decir de las prácticas de escritura y oralidad tantas v eces restringidas a escribir tareas o hablar en público .

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¿ C omo se desacti v a ese impulso a despojarnos de la palabra ?

C omo

bibliotecarios trabajadores del lenguaje , pero ante todo como humanos , debemos recordar , que las palabras son ladrillos para construir el mundo íntimo y social que habitamos , y por ello , hemos de buscar la manera de resistir , no sólo el desarraigo , la muerte y el terror que habita todos los días la cotidianidad en este país , sino también el aniquilamiento de la palabra . ensar en las prácticas de lectura , escritura y oralidad en todos los escenarios inclu y endo la biblioteca escolar , debe remitirnos a algo más que aprender habilidades lingüísticas . a biblioteca escolar tiene el potencial de ser un centro de acopio para las ideas , una chispa o carboncito para a v i v ar la llama del espíritu , un lugar para la tertulia , el debate , el desahogue que potencie el lenguaje en todas sus manifestaciones , no sólo el te x to escrito con código alfanumérico . x orci z ar el libro y la biblioteca de los cánones de la erudición y v ol v erlos parte orgánica del culti v o humano .

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v e z esta perorata suene tan bonita como idílica , pero si lo piensan bien , no es tanto , es pensar que la biblioteca como lugar fronteri z o entre lo escolar y lo cultural puede ser el lugar donde la escucha , la con v ersa , la lectura en todas sus formas , tenga un estar gratuito , sin decir lo que el autor quiso decir , pero sí compartiendo lo que el lector quiso decir . ás círculos de la palabra , más preguntas sueltas , más juego , más palabras , pero no sólo para los estudiantes , para toda la comunidad educati v a y eso inclu y e a los bibliotecarios . os encuentros entre pares no deberían ser solamente didacti z antes o instrumentales . a pregunta sí será ¿ cómo formar lectores ? ¡ pero si es la lectura la que nos da forma a nosotras !. n principio , ¿ qué clase de lectores somos los bibliotecarios escolares , maestros , directi v os y padres de familia ? imagino un club de lectura , una tarde poética donde no ha y a profes , donde maestros , estudiantes , padres de familia y bibliotecarios sean simplemente tertuliadores . ue se parchen a leer , a escribir , a jugar , un estar hori z ontal al calor de las palabras , un escenario gratuito , sin notas , sin e v aluaciones , donde circule la palabra triposa , orgánica , necesaria .

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Q ui z ás

deberíamos dirigir nuestras acciones a v ol v er la lectura , la escritura y la oralidad prácticas cotidianas y humani z antes , no a que leamos cinco o quince libros al mes , porque leer libros y disfrutar su olor a papel no nos v a a hacer mejores personas . al v e z podríamos re v estirnos de v oluntad y mucha paciencia para tratar , poquito a poquito , de que la biblioteca sea un escenario donde habiten las palabras de todos los tamaños , colores y sabores a v er si un día logramos que en la mesa sí se pueda hablar de religión , política y futbol sin querer arrancarnos las v estiduras o arrancarle al otro los ojos , porque nuestra incapacidad de agarrar el lenguaje para construir nuestro mundo íntimo y social es lo que ha permitido que este país lle v e tantos años desangrándose , es que y a no le caben más curitas de tantos aporriones que tiene y cada golpe busca inmo v ili z arnos , acallarnos , hacernos creer que es mejor “ cada loco con su cuento ” porque “ en boca cerrada no entran moscos ”.

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T odas

las generaciones de esta v ida y la otra reproduciendo mudeces y ensordecimiento , miedo a decir si a z ul o rojo , rabia a escuchar si sutanito o peranito . s tarea de todos en este país , en este planeta aferrarnos a la palabra , al poder decir , al querer escuchar , a llorar y confrontar sin que eso implique una acción v iolenta y la resistencia se hace desde adentro , porque se requiere de mucha v erraquera no para e x pandirnos sino para encogernos y poder resistir la dure z a del mundo , como los armadillos o las maticas dormilonas , entonces como la resistencia se hace desde adentro , que se multiplique la poesía , las cartas de amor , los cuentos cortos y largos que no dicen nada y lo dicen todo . n esto ha y un asunto esencial y es que cada v erso escrito es político , todos los poemas del mundo son políticos , todas las palabras bellas , dulces , la risa en tiempos aciagos es rebelde , digna , política . o tenemos que ponernos panfletarias ( aunque a mi se me salga por los ojos ), lo que sí v ale la pena , para e v itar el despojo v iolento de la palabra , es darle sentido , ¡ desinstrumentali z arla !

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D urante una de las transmisiones del F esti v al I nternacional de poesía de M edellín 2020, uno de los poetas in v itados , J ean P ortante , decía

que “ el demasiado escribir y el demasiado hablar , está ahogando la palabra y los medios de comunicación , las redes sociales nos inunda de palabras para v aciarlas sentido . na ens - ura . censura de los sentidos . se v aciamiento hace que las palabras cuesten menos por docena y , ante el abuso , terminan por significar nada . elicidad , democracia , pa z , rein v entarse , guerra , mamerto , v iolencia , qué estrés , te amo , paraco , corrupto … puras ideas v agas , un fueguito tan débil , que ni queman . l sentimiento que pro v ocan es tan superficial que y a perdieron el filo , y a no interesan porque son palabras gastadas , caballitos de tro y a , comodines . an sencillo como que y a los contratos toca firmarlos en papel a v er si depronto se respetan , porque los compromisos de palabra , nanai de cucas , y a en esos no creemos ...

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S ería

bueno tomarnos el lenguaje en serio y darle forma a lo que sentimos y pensamos para que se con v ierta en alabra aunque no citemos a nadie o no seamos “ una autoridad en el tema ”. iría que quitemos de nuestros oídos las paredes para poder escuchar , v er y estar con el otro en toda su humanidad ( y eso implica muchas contradicciones ). ablemos de cosas bonitas , románticas , tristes , rompehuesos . ejemos que la palabra nos ponga a reír y a llorar porque de tanto e v adir las emociones , que son también profundamente políticas , estamos dándole la espalda a la memoria , y la memoria es nuestro por v enir . scuchemos a quien escribe sin querer adi v inar lo que quiso decir el autor , juguemos con la palabra para que le perdamos el miedo , atre v ámonos a hablar de lo innombrable que es la v iolencia política en este país y no creamos que es cosa de e x pertos . si a v eces no ha y oídos , pues guardamos silencio y lo intentamos en otro lugar , o en el mismo , luego … cada quien tiene su tiempo .

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H ablemos

del elefante en la sala , de esas cosas ob v ias que lle v amos siglos e v adiendo , regalémonos la incomodidad de tocarnos las heridas , de poner los ojos saltones y hacer morisquetas de shhh no hable de eso . eescribamos nuestra e x istencia con palabras en todas las presentaciones , juntémonos y resistamos desde nuestros lugares de enunciación , como personas , mujeres , hombres , madres , hermanas , bibliotecarias , el despojo v iolento de la palabra .

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¿ A donde se v an pues , las palabras no dichas ? ¿ L as reprimidas ? ¿ L as silenciadas ? ¿ Q ue germina de esas palabras enterradas ?

Hablemos del Elefante en la sala


Como bibliotecari@s trabajador@s del lenguaje, pero ante todo como human@s, debemos recordar que las palabras son ladrillos para construir el mundo Ă­ntimo y social que habitamos, y por ello, hemos de buscar la manera de resistir, no sĂłlo el desarraigo, la muerte y el terror de todos los dĂ­as, sino tambiĂŠn el despojo violento de la palabra.


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