Se trata de una hoja de ruta, de una invitación abierta para quienes libremente acepten ejercer su derecho a leer, a escribir y a conversar.
Es una nueva fase de desarrollo de la política pública de la ciudad y de su nuevo Plan ciudadano de lectura, escritura y oralidad.
En Medellín tenemos la palabra es un Plan ciudadano, porque es fruto de una construcción colectiva permanente en la que participan universidades; cajas de compensación familiar; fundaciones, corporaciones y otras organizaciones sociales y comunitarias; además de miles de personas que nos han acompañado en este proceso en los últimos años: padres de familia; educadores; libreros; editores independientes; escritores; gestores culturales; bibliotecarios escolares, comunitarios y populares; jóvenes y no tanto; todos en representación de una ciudadanía activa, participativa, dinámica y crítica.
Es de lectura, escritura y oralidad, porque las palabras viajan de diversas formas y a través de muchos medios y formatos.