Nostalgias por María José Bustamante de Sande. Poesía extremeña

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Nostalgias


Dedicatoria

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A R a m ón Villegas, m i m arido, qu e tanto em p ef pu esp o p a ra qu e este lib ro J u era una realidad.

t A m is padres, L eop old o y M ercedes. *

A m is hijos, N oelia, M erche, Verónica y José Re

* A m is nietos Israel, Cristina, Irene, Iván y Á lv a

Depósito legal: CC-0195-16 Imprime: S. Imprenta Coria, s.l. Coria, 2016

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A m is herm anos, cuñados y sobrinos.

»

A m is am igos.

»

A todos m is paisanos.


Dedicatoria A R a m ón Villegas, m i m arido, qu e tanto em p eñ o ha pu esp o p a ra qu e este lib ro Ju e ra una realidad. A m is padres, L eop old o y M ercedes. A m is hijos, N oelia, M erche, Verónica y José Ram ón. A m is nietos Israel, Cristina, Irene, Ivá n y Alvaro. A m is herm anos, cuñados y sobrinos. A m is am igos. A todos m is paisanos.


ÍNDICE Mi Pueblo Yo N a cíLa Higuera El Sermón La Borrasca La Virgen del Encinar El Arroyo Grande El Olivar Angelete Los Campos extremeños Mi Abuelita Ya no... Oda al granado El Abuelo

EXREMEÑUS La Majá El extremeñu La alondra Al vení p'a l pueblu Me truju m 'agüelu Mi pairi Frasca Miguelín Otrus tiempus


PRÓLOGO Definir la poesía de María José? Pienso que la poesía de María José no tiene por qué definirse, entre otras cosas, porque la poesía se siente, o no se siente, me refiero a la verdadera poesía. Lo otro puede ser lo que se quiera, pero no es poesía... Además, yo creo que todo lo que tiende a definir, tiende también a limitar. Suele ocurrir, que uno lee un poema que está bien construido y gramaticalmente es correcto, pero sin embargo, por más veces que lo lees, no te dice absolutamente nada, vamos, que no te emociona y eso pasa, porque el poema no tiene vida, no aporta sentimiento alguno. Y puede que esté escrito correctamente, pero no ha salido del corazón, por eso es imposible que te ponga la piel de gallina. Sucede que existen cantidad de iluminaos, prepotentes y acomplejaos que se creen poetas y miran por encima del hombro a los verdaderos poetas como María José, a los que por otro lado, tachan de vulgares, regionalistas y otras lindezas, como si la poesía regionalista fuera pecado.


No entienden nada y lo más grave del asunto, es que les corroe la envidia. Pero no hay que tom arles en serio, hay que ignorarles, sobre todo porque los pobres no saben que un poeta no escribe poesía para que sea razonada ni intelectualmente aprendida, si no, que la escribe para que sea escuchada, oíday sobre todo sentida. Por ejemplo, si uno lee estos versos del inmortal Fernando Pessoa estará de acuerdo con lo que digo. “AMO COMO AMA. EL AMOR. NO CONOZCO OTRA RAZÓN PARA AMAR QUE AM ARTE. Q UE Q U IER E S Q U E TE DIGA, AD EM ÁS D E Q U E T E AMO. S I LO Q U E QUIERO D ECIRTE E S QUE TE AMO?”

Estos pequeños y sentidos versos, son una muestra de lo que significa la poesía y solamente con que uno tenga una pizca de sensibilidad enseguida apreciará lo que estos versos desprenden. Lo mismo le ocurrirá al que tenga la suerte de leer el libro de María José, con esto no quiero decir, que sus poemas tengan algo que ver con los de Pessoa.

No lo pretendo ni María José tampoco, de lo que se trata es de intentar demos que la poesía de María José es cN sincera, llana, concisa y sin artificios, eso se lee de un tirón, y si se lee con cic deleite es porque está escrita de: dentro, desde el corazón, por eso II directamente a las entrañas del lector. Y le llega porque habla de cosas cotidiar de tradiciones, de costumbres, de emigración, del trabajo en el campo, fiestas, etc. etc... y por si fuera pocc libro incluye algunos poemas escritos Castúo, nuestra lengua extremeña al ij que en su día lo hicieron Gabriel y Gal, Luis Chamizo... Por mi parte, sólo me resta añ< que lean sin reparo y sin “nostalgi¿ María José y disfruten de las profur palabras surgidas de sus vivencias, de emociones y de sus sensaciones pueblo de Ceclavín, sugerirle que la c con mimo porque como la inspiraciói acompañe y quiera Dios que así se¿ duden que María José les dará mu< alegrías y satisfacciones. Pepe Extremai


No entienden nada y lo más grave del asunto, es que les corroe la envidia. Pero no hay que tom arles en serio, hay que ignorarles, sobre todo porque los pobres no saben que un poeta no escribe poesía para que sea razonada ni intelectualmente aprendida, si no, que la escribe para que sea escuchada, oíday sobre todo sentida. Por ejemplo, si uno lee estos versos del inmortal Fernando Pessoa estará de icuerdo con lo que digo. “AM O COMO AMA. EL AMOR. NO X)NOZCO OTRA RAZÓ N PARA AM AR QUE M ARTE. Q U E Q U IE R E S Q U E TE DIGA, D EM Á S D E Q U E T E AMO. S I LO Q U E UIERO D ECIR TE E S QUE TE AMO?’’

Estos pequeños y sentidos versos, Dn una muestra de lo que significa la oesía y solamente con que uno tenga una izca de sensibilidad enseguida apreciará que estos versos desprenden. Lo mismo le ocurrirá al que tenga la lerte de leer el libro de María José, con ;to no quiero decir, que sus poemas ngan algo que ver con los de Pessoa.

No lo pretendo ni María José tampoco, de lo que se trata es de intentar demostrar que la poesía de María José es clara, sincera, llana, concisa y sin artificios, por eso se lee de un tirón, y si se lee con cierto deleite es porque está escrita desde dentro, desde el corazón, por eso llega directamente a las entrañas del lector. Y le llega porque habla de cosas cotidianas, de tradiciones, de costumbres, de la emigración, del trabajo en el campo, de fiestas, etc. etc... y por si fuera poco, el libro incluye algunos poemas escritos en Castúo, nuestra lengua extremeña al igual que en su día lo hicieron Gabriel y Galán y Luis Chamizo... Por mi parte, sólo me resta añadir; que lean sin reparo y sin “nostalgia” a María José y disfruten de las profundas palabras surgidas de sus vivencias, de sus emociones y de sus sensaciones y al pueblo de Ceclavín, sugerirle que la cuide con mimo porque como la inspiración le acompañe y quiera Dios que así sea no duden que María José les dará muchas alegrías y satisfacciones. Pepe Extremadura


Mi Pueblo El Tajo y sus afluentes, Alagón y Fresnedoso, dibujaron caprichoso estas tierras prominentes. Los tres ríos delimitan, una península extensa, es una meseta densa que hasta las penas me quitan, Y en el centro, Ceclavín, sitiado por cuatro cerros, como si fueran cencerros en el medio el querubín. Del año en que se fundó no hay constancia muy certera, dicen que la eslava era la raza que aquí vivió.


Los romanos te llamaron Celia Vinaria por nombre por tus vides, por tus hombres que ricos caldos criaron.

Reinando Carlos primero, le otorgรณ el rango de Villa una finca y calderilla pagaba el ceclavinero. Quizรกs por tu situaciรณn conservastes las leyendas el folclore, las historias tan tremendas que causan admiraciรณn.



YO NACÍ Yo nací en una tierra fabulosa, con olores a jaras, a tomillos, de un dulce amanecer, lleno de brillos, de una noche calmada, dadivosa. Mas tuve que marcharme presurosa, dejando el corazón en sus portillos, aunque mis sueños fueran tan sencillos, el hambre y la carencia es otra cosa. Lejos de tí, luché por mi sustento, cargada de nostalgias, de pesares, pensar en tí, me devolvía el aliento. Soñaba con tus grandes encinares, su magia y su pasión en sueños siento colmando de alegrías mis avatares.

La Higuera En el corral de mi abuela había una higuera hermosa que se alzaba vaporosa como si fuera una vela. Grandes hojas lobuladas de un verde color brillante que relucen por delante por detrás más apagadas. Sus frágiles ramas de blanca madera, que el viento meciera, cuál finas retamas. Al apretar los calores nos regalaba la breva, fruto de la primavera, símbolo de sus amores.


YO NACÍ Yo nací en una tierra fabulosa, con olores a jaras, a tomillos, de un dulce amanecer, lleno de brillos, de una noche calmada, dadivosa. Mas tuve que marcharme presurosa, dejando el corazón en sus portillos, anque mis sueños fueran tan sencillos, d hambre y la carencia es otra cosa. :s ¿e ti luché por mi sustento, cargada de nostalgias, de pesares, r-er.sar er. tí, me devolvía el aliento. Soñaba con tus grandes encinares, su magia y su pasión en sueños siento colmando de alegrías mis avatares.

La Higuera En el corral de mi abuela había una higuera hermosa que se alzaba vaporosa como si fuera una vela. Grandes hojas lobuladas de un verde color brillante que relucen por delante por detrás más apagadas. Sus frágiles ramas de blanca madera, que el viento meciera, cuál finas retamas. Al apretar los calores nos regalaba la breva, fruto de la primavera, símbolo de sus amores.

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Esa fruta deliciosa que al comerla me transporta a aquella niñez tan corta como feliz y dichosa.

Sermón ¡Qué mañana tan bonita! aunque el sol no alumbre el ciel<

Y me imagino a mi abuelo sentado en su fresca sombra, las pizarras son la alfombra de la imagen que ahora anhelo.

todos henchidos de anhelos, por llegar pronto a la ermita. Los rom eros van cantando

Mi abuela salía y entraba de la sala a la cocina como maga o divina sabía lo que nos gustaba. Al terminar el verano nos brindas tu nuevo fruto, ofreciendo tu tributo al sudor del hortelano. Habla, que no tienes flores no sabe nada ese bruto porque tu flor es tu fruto dulce, de ricos sabores.

camino del Santuario la virgen como a diario allí les está esperando. Oíamos la misa con gran devoción después el sermón con fervor sin prisa. Llega el besamanto y la procesión cuanta devoción todo es un encanto.


Esa fruta deliciosa que al comerla me transporta a aquella niñez tan corta como feliz y dichosa.

£1 ¡Qué mañana tan bonita! aunque el sol no alumbre el cielo

Y me imagino a mi abuelo sentado en su fresca sombra, las pizarras son la alfombra de la imagen que ahora anhelo.

todos henchidos de anhelos, por llegar pronto a la ermita. Lo s rom eros van cantando

Mi abuela salía y entraba de la sala a la cocina como maga o divina sabía lo que nos gustaba. Al terminar el verano

camino del Santuario la virgen como a diario allí les está esperando. Oíamos la misa

nos brindas tu nuevo fruto, ofreciendo tu tributo

con gran devoción

al sudor del hortelano.

con fervor sin prisa.

Habla, que no tienes flores io sabe nada ese bruto morque tu flor es tu fruto

Llega el besamanto

iulce, de ricos sabores.

después el sermón

y la procesión cuanta devoción todo es un encanto.

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Allí abajo en el recinto está la fiesta pagana ya baja el pueblo con gana a disfrutar como un quinto. Los peces en escabeche, las chuletas rebozadas las chanfainas bien guisadas y todo lo que nos eche. Los amantes del buen vino van catando por los bares tienen buenos paladares antes de perder su sino. Todos van en armonía disfrutando la jornada la alegría en la mirada la Virgen los bendecía.



La Borrasca

Con la cabra de reata, de bar en bar van cantando

La borrasca va llegando,

un vinito le van dando

se respira en el ambiente,

pegando pata con pata.

suena ese ritm o absorvente que nos viene iluminando.

Con su carne un cochifrito, con sus tripas, la chanfaina,

La juventud estรก alerta,

un buen vino, una dulzaina,

preparando los tambores,

es un manjar exquisito.

para cantar con prim ores tocando puerta con puerta.

Los caballos bien herrados, las monturas preparadas,

A la majรก van los m ozos

las carrozas adornadas,

para elegir la machorra,

los nervios estรกn templados.

alzando alegres la gorra con risas, juergas y gozos.

Van cantando hasta la ermita, vuelven al pueblo cantando

Las engalanan con cintas,

las gentes, agasajando,

con bolas y condimentos,

con la vianda exquisita.

entonan con instrum entos, canciones tan variopintas. 22


La Borrasca

Con la cabra de reata, de bar en bar van cantando

La borrasca va llegando,

un vinito le van dando

se respira en el ambiente,

pegando pata con pata.

suena ese ritm o absorvente que nos viene iluminando.

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Con su carne un cochifrito, con sus tripas, la chanfaina,

La juventud estรก alerta,

un buen vino, una dulzaina,

preparando los tambores,

es un manjar exquisito.

para cantar cgr^primores tocando puerta con puerta.

Los caballos bien herrados, las monturas preparadas,

A la majรก van los m ozos

las carrozas adornadas,

pa a e eg r la machorra,

los nervios estรกn templados.

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Van cantando hasta la ermita, vuelven al pueblo cantando

Las engalanan con cintas,

las gentes, agasajando,

con bolas y condimentos,

con la vianda exquisita.

entonan con instrum entos, canciones tan variopintas.


A las cuatro la carrera en la plaza reunidos para correr comedidos por la calle Granadera. QuĂŠ fiesta tan entraĂąable, tan nuestra, tan divertida, con buena alegrĂ­a vivida, con sentim iento admirable



La Virgen del ¿peinar Eres Tú, la Patrona más amada, vamos a Tí, con devoción ferviente, estás im presa a fuego en nuestra mente, en nuestro corazón estás marcada. Eres del encinar, la venerada, eres la llama viva, incandescente, siem pre estás en nosotros tan presente, aunque en la realidad tan alejada. A Tí encomiendo mi vida, mis sueños, mi carácter, mi tristeza, mi apatía, mi trabajo, mis logros, mis empeños. En Tí confío, dulcísima m adre mía, todo el pueblo querem os ser los dueños, de tu mirada, tu amor, de tu alegría.



_

£( arroyo grande Eres el arroyo grande el lavadero, las mujeres lavaban con gran esmero, por el sendero los chiquillos jugando van medio encuero. Era el arroyo grande la gran arteria, las canciones resuenan como una feria no hay cara seria, se oyen cantos y risas jamás miseria.

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Era el arroyo grande pura dulzura, sus aguas bajan lentas, sin amargura, con donosura, sus gotas salpicando ¡Vaya hermosura! Era el arroyo grande un poema eterno, con palabras sencillas, audaz y tierno, hasta en invierno solo dulce armonía, beso materno. Ya está seco el arroyo, de agua, de risas, de mujeres lavando entre sonrisas, no hay luz, ni brisas no hay chiquillos jugando penas concisas.


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Era el arroyo grande pura dulzura, sus aguas bajan lentas, sin amargura, con donosura, sus gotas salpicando ¡Vaya hermosura! Era el arroyo grande un poema eterno, con palabras sencillas, audaz y tierno, hasta en invierno solo dulce armonía, beso materno. Ya está seco el arroyo, de agua, de risas, de mujeres lavando entre sonrisas, no hay luz, ni brisas no hay chiquillos jugando penas concisas.



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£1 olivar Pequeños olivares retorcidos minifundio legado en descendencia mimados con esmero, con paciencia, con lágrimas, sudores, mantenidos. A cambio recibimos sorprendidos, el fruto que nos limpia la conciencia, el aceite, transforma con transparencia, la comida, en edén de los sentidos. Esta tierra arenosa, de secano, ilumina la paz, el pensamiento, hace que allí te sientas más humano. Convierte la razón en sentimiento, los sueños son un gran jardín diáfano, la luz del sol un mágico momento.

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Aogelete

con la vida que lleva, sintiendo el color

El se va deslizando verso a verso en poesías castizas o extremeñas y nos va desgranando

que nos transm ite, y esa paz que nos llega bebiéndonos estrofas diluyendo fonemas.

lentamente, la pasión por la tierra, que el poeta pintó con grato orgullo aunque de aquí no fuera.

Y los lleva plasmados en el alma, corriendo por sus venas, transm itiéndo con gozo el amor a su tierra.

Aprendió a recitar bajo los montes, detrás de las ovejas, impregnando sus voces de retamas, de jaras y de hierbas, encontrando en sus versos semejanza 32


Aogelete va deslizando • a verso )esías castizas remeñas . va desgranando mente, sión por la tierra, ;1 poeta pintó jrato orgullo ue de aquí no fuera. idió a recitar los montes, s de las ovejas, ígnando sus voces tamas, de jaras hierbas, itrando en sus versos janza

con la vida que lleva, sintiendo el color que nos transmite, y esa paz que nos llega bebiéndonos estrofas diluyendo fonemas. Y los lleva plasmados en el alma, corriendo por sus venas, transmitiéndo con gozo el amor a su tierra.

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Los CaiDpus £xtren)epas Los campos extremeños me fascinan, me inundan con su paz, con su hermosura, me invaden de su amor, luz y frescura, lindos amaneceres me iluminan. Las estaciones con amor, reclinan sus ponientes al mundo, con mesura, los cambios de estación, magia, locura, notando si comienzan o terminan. Olivares, elegantes viñedos, llanuras de regadíos, arrozales, extensos encinares sin enredos. Las sierras con castaños, cerezales, sus ríos, y sus arroyos que sin miedos, dibujan las cascadas naturales.

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Mi Abuelifa

Una sonrisa sincera,

Fuiste una gran señora

tu cara siempre adornaba

fiel, amable, cariñosa,

y en tu hogar se respiraba

hogareña y bondadosa,

el olor a primavera.

una mujer soñadora. Te marchastes una tarde Cuando recuerdo mi infancia

fría y triste de febrero,

tu imagen siempre aparece,

todos los días me esmero

sé que está donde merece

pues en mí, tu llama arde.

alma de tanta importancia. Tu ausencia me hizo una heridc En las frías noches de invierno

muy difícil de curar,

tu s rodillas, calentaban

se cierra y al supurar

mis pies, que tan frío s estaban

me siento sola en la vida.

siendo tu abrazo tan tierno. ¡Ay, abuela de mi alma, Jamás te oí protestar,

te llevo en el corazón,

ni criticar a la gente,

no encuentro la sinrazón

siempre fuiste competente,

de que esté mi mar en calma!

con todos sabías estar. 36


Mi Abuelita

Una sonrisa sincera,

Fuiste una gran señora

tu cara siempre adornaba

fiel, amable, cariñosa,

y en tu hogar se respiraba

hogareña y bondadosa,

el olor a primavera.

una mujer soñadora. Te marchastes una tarde Cuando recuerdo mi infancia

fría y triste de febrero,

tu imagen siempre aparece,

todos los días me esmero

sé que está donde merece

pues en mí, tu llama arde.

alma de tanta importancia. Tu ausencia me hizo una herida En las frías noches de invierno

muy difícil de curar,

rus rodillas, calentaban

se cierra y al supurar

m is pies, que tan frío s estaban

me siento sola en la vida.

siendo tu abrazo tan tierno. ¡Ay, abuela de mi alma, Jamás te oí protestar,

te llevo en el corazón,

ni criticar a la gente,

no encuentro la sinrazón

siempre fuiste competente,

de que esté mi mar en calma!

con todos sabías estar.


Porque ya se cerraron tus ojos, ya ha quedado tu mente Ya no alumbra

apagada,

la luz matutina,

ya descansa ese cuerpo

tu s sienes doradas.

inerte, tranquilo en la cama.

No calientan los rayos ardientes

Y maĂąana, estrenas el nicho,

tus fuertes espaldas.

que con tanto trabajo compraras,

Esa lluvia.

como tu decĂ­as

no moja el sombrero

tu eterna morada.

ni empapa tu alma. No sabemos Esos aires

si existe otra vida,

no mecen tu cuerpo

si el morir,

ni mueven tu calma.

solo es una pausa, si en la fosa pasas a otro mundo de mĂĄs importancia.


Va no... 10 alumbra jz

matutina,

sienes d o r ad a s .

calientan rayos ardientes fuertes espaldas. lluvia. moja el sombrero ímpapa tu alma. >s aires mecen tu cuerpo •nueven tu calma.

Porque ya se cerraron tus ojos, ya ha quedado tu mente apagada, ya descansa ese cuerpo inerte, tranquilo en la cama. Y mañana, estrenas el nicho, que con tanto trabajo compraras, como tu decías tu eterna morada. No sabem os si existe otra vida, si el morir, solo es una pausa, si en la fosa pasas a otro mundo de más importancia. 39


Oda al granado Me senté bajo el granado junto al brocal de aquel pozo comenzó a hablarme con gozo o quizás lo haya soñado. Me contó que ha germinado de la sangre de Dionisos sus poderes tan precisos todo el mundo ha utilizado. Me susurró que sus frutos se abren como una herida mostrándonos atrevida muchos granos diminutos. ¡Oh Granada exuberante! símbolo de fecundidad de amistad, maternidad ¡oh fruto vigorizante! Eres regalo divino con un sabor apreciado desde siglos venerado provienes del dios del vino. 40

Mirando voy la vida por sus ojos detrás de sus espejos que muestran los retazos de su historia con lágrimas de fuego. Mirando voy sus manos esculpidas, por rayos agosteños y por los aires cierzos, de sus años de obrero.

V



Mirando voy sus pies, que ya cansados, se acercan al brasero, recordando los montes, las cañadas, que en la vieja labor del pastoreo recorría a diario con sus cabras, mientras pintaba sueños, contándole relatos a las nubes y al arroyo le pedía consejos. Mirando voy su cuerpo ya cansado de andar tantos senderos, encorvado del peso de los años y de una pena que le sangra dentro.

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£ n la Majá He dormiu esta nochi en un chozi en la majá del jocinu, he sentiu una jansia mu jonda entri amor y temor compartiu.

£ x fren 5sn u s

Los pastoris cantaban alegris alreor de la lumbri chiquita y cenamus tocinu y quesu y una lechi migá calentita, La mañana llegó com'un rayu los balius de cabra, silvius, las alegris tonás de los mozus que llenaban los campus florius. Campanillas, campanus, dulzaina; esus trinus de los pajarinus los oloris a quesu, a chanfainas entaponan mis cincu sentius.


£ n la Majá He dormiu esta nochi en un chozu en la majá del jocinu, he sentiu una jansia mu jonda entri amor y temor compartiu.

£ x fr emerjas

Los pastoris cantaban alegris alreor de la lumbri chiquita y cenamus tocinu y quesu y una lechi migá calentita, La mañana llegó com'un rayu los balius de cabra, silvius, las alegris tonás de los mozus que llenaban los campus florius. Campanillas, campanus, dulzainas, esus trinus de los pajarinus los oloris a quesu, a chanfainas entaponan mis cincu sentius.


Endispues de ordeñar la piara, los zagalis separan los chivus y las cabras se marchan toas juntas a pacer por los vallis tranquilus. Petusquean tom illus, retamas, bajan al arroyu, saltan, brincan, balan, se tumban un ratu aireó del pastó que las guarda, Cuandu ya va cayendu la tardi las carea caminu de casa los chivinus barruntan de lejus y contentus balandu las llaman. C 'a unu pa su mairi brincandu se marcha con sus jociquinus las acariciaban buscandu la teta, tirandu con ganas.

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^

Ellas con orgullu los amamantaban y los lamin, les dan mordisquinus con amor los tironis aguantan, ¡Qué imagin más tiernaUSe me jincha el <



£1 £xtreir)sou Semus asina, una raza de jierru bien forjau a juerza de suor, de jambri y fuegu. Una estirpi, que brega con ahincu, ansiosu d'emocinis, siempri prestu pa embarcarsi en milis d'aventuras, que colmin esi espíritu tan reciu. Más tercu que la muía más bravu que los vientus, más dulci qu'el arropi con juerza en sus adentrus. Dende qu'el mundu es mundu se conocí el való del extremeñu. La coló de su cuerpu es la mestura

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de tierra, de doló, carencias y mieu. El oló de su piel es el del campu, al tomillu, a la jara y al romeru. En los ojus se reflejan las pasionis, un alma con enormis sentimientus. Un deji, que trasmití confianza, abriendu el corazón al forasteru, y tou el que s'acerqui a esa tierra, se sienta unu más aún sin serlu Las raicis teñias con los colorís nuestrus el verdi, la esperanza, que añía en los adentrus, de ver como resurgí Extremadura, de ver el resplandó en nuestru cielu.


£1 Extremeña Semus asina, una raza de jierru bien forjau i juerza de suor, de jambri y fuegu. Jna estirpi, :_e brega con ahincu,

--SOSU d emocinis, cvestu

m embarcara en milis ¿v^TTLras. ■-« c c --- es espíritu •r. reciu. lás tercu que la muía lás bravu que los vientus, ás dulcí qu'el arropi >n juerza en sus adentrus. ?nde qu'el mundu es mundu conocí el való del extremeñu. coló de su cuerpu la mestura

de tierra, de doló, carencias y mieu. El oló de su piel es el del campu, al tomillu, a la jara y al romeru. En los ojus se reflejan las pasionis, un alma con enormis sentimientus. Un deji, que trasmití confianza, abriendu el corazón al forasteru, y tou el que s'acerqui a esa tierra, se sienta-unu más aún sin serlu Las raicis tenias con los colorís nuestrus el verdi, la esperanza, que añía en los adentrus, de ver como resurgí Extremadura, de ver el resplandó en nuestru cielu.


El blancu es la pureza que planea en estus airis lo q 'aqui se respira da juerza a tous los cuerpus. El negru, dibuja el sufrimientu, el lutu y la tristeza, que sintierun en sus carnis los ancestros, con coraji y való los amasarun p'acelu un pelín más llevaeru. Dende qu'el mundu es mundu se conoci el való del Extremeñu.



La Alondra

No es avi d 'a ltu s vuelus le gusta dar saltinu en los barbí y alguna volandá buscandu bich

L'a lo nd ra con su cantu matutinu,

pa dali a sus polluelus.

jaci sali al sol, de su aposentu, y vieni despertandu con sus trinus, a pastoris, zagalis y labriegus.

En el suelu jacin el ñiu detrás d 'algún repechu con su coló terruñu no son apercibiu por animalis fierus.

Siendu tan chiquininu lleva una gran orquesta en el gorjeru, y el trisin u de picu va soltandu dulcis notas al vientu, envolviendu los airis de cadencias, llenandu de quietud el cielu enteru.

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La Alondra

No es avi d 'a ltu s vuelus le gusta dar saltinu en los barbechus, y alguna volandá buscandu bichus,

alondra con su cantu matutinu,

pa dali a sus polluelus.

ici sali al sol, de su aposentu, v eni despertandu on sus trinus, DAsroris. zagalis ■atx egus. e_ Cu :an chiquininu :.a una gran orquesta ' el gorjeru, el trisin u de picu i soltandu jlcis notas al vientu, «volviendu los airis de cadencias, nandú de quietud cielu enteru.

En el suelu jacin el mu detrás d'algún repechu con su coló terruñu no son apercibiu por animalis fierus.


Al venil pal Pueblo... Al venil pal pueblu, por Semana Santa, endendí, c'a pesar de los añus, mi tierra me llama, que la tengu clavá en mis adentrus, sus oloris, sus callis, su plaza, qu'en esti cachinu de cielu, solu dicha ocupa mi alma. Conformi bajaba, la risina afloraba a mi cara, mis naricis se llenan d'aromas, de tomillus, romerus y jaras, mis retinas se vistin d'encinas, d'alcornoquis, d 'olivus, de parras, mis oidus repletus de sonis, d 'esas dulcís tonás de m'infancia, los sonius de esquillas, campanus y los suavis valius de las cabras. ¡Tantas emociones! ¡No pueu ni contalas!.

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Cuadu vengu llegandu a la sierra los latius mas juertis se marcan y las manus paecin que suan por las jansias de pisá la plaza. Al llegar al cruci un suspiru de mi boca escapa y la caja del pechu golpea d'emocionis alegris y claras. Toitus los días, cuandu vá clareá la mañana, voy pasandu el puenti e la jambri, observandu las viñas galanas, entr'almendrus, jigueras, olivus, va besandu la brisa mi cara, disfrutandu los amaneceris m'imaginu subiu en la Frasca, la burrina nana y aberroncha y m'agüelu detrás arreandula iqué dulcis momentus! ¡qué paz y qué calma!


Al vepil pal Puebla... enil pal pueblu, Semana Santa, endí, c'a pesar de los añus, ierra me llama, a tengu clava en mis adentrus, c c' s. sus callis, su plaza, r~ esri cachinu de cielu, dkc~a ocupa mi alma.

— Dajaba. «ra afloraba a mi cara, naricis se llenan d'aromas, omillus. romerus y jaras, retinas se vistin d encinas, cornoquis, d'olivus, de parras, oidus repletus de sonis, as dulcis tonas de m'infancia, onius de esquillas, campanus suavis valius de las cabras, as emociones!

Cuadu vengu llegandu a la sierra los latius mas juertis se marcan y las manus paecin que suan por las jansias de pisá la plaza. Al llegar al cruci un suspiru de mi boca escapa y la caja del pechu golpea d'emocionis alegris y claras. Toitus los días, cuandu vá clarea la mañana, voy pasandu el puenti e la jambri, observandu las viñas galanas, entr'almendrus, jigueras, olivus, va besandu la brisa mi cara, disfrutandu los amaneceris m'imaginu subiu en la Frasca, la burrina nana y aberroncha y m'agüelu detrás arreandula ¡qué dulcis momentus! iqué paz y qué calma!

pueu ni contalas!.

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Perú ya se m'acaban los días Veu las pocesionis, dende casa de mi tía Tomasa se me poni la piel de gallina cuandu oigu la música sacra, los tamboris, los bombus, trompetas, y los cofradis con sus velas largas esi Nazarenu con la Cruz de carga y la Dolorosa con su clara lágrima. En el Santu Entierru me gusta carga con la caja entri mozas vestías de lutu, y un ambienti d'amor y templanza. El resucitau, me chifla, m'encanta, s'encuentran la madri y el hiju, los cohetis resuenan con ganas, cantan aleluyas, mientras d'ambus bailan, y los subin, los bajan, los mecin, suenan las campanas, y se vivi, se vivi de veras 1'alegría en mitad de la plaza.

el debé me llama, y me tengu q u 'ir de mi pueblu pal trabaju a tierras lejanas. Según voy subiendu, los recuerdus abruman mi alma se me forma un ñuu en la mi garganta, y en mis pensamientus, voy contandu los días que faltan p'a volvé a corré por las viñas p'a volvé a mi tierra añorada.


Perú ya se m'acaban los días >cesionis,

el debé me llama,

;a de mi tía Tomasa

y me tengu q u 'ir de mi pueblu

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pal trabaju a tie rra s lejanas.

gu la música sacra, iris, los bombus, trom petas,

Según voy subiendu,

adis con sus velas largas

los recuerdus abruman mi alma

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se me form a un ñuu

osa con su clara lágrima.

en la mi garganta, y en m is pensam ientus,

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voy contandu los días que faltan

carga con la caja

p 'a volvé a corré por las viñas

as vestías de lutu,

p 'a volvé a mi tierra añorada.

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campanas,

se vivi de veras en mitad de la plaza.



M e truja n/agíielü Me truju m 'agüelu de la sierra un bochi, pa que lo cuiara de día y de nochi. Me truju m'agüelu unas parihuelas, pa que I ayuara, con las sus alm endra's. Me truju m'agüelo un sachu chiquinu, pa dilmi trás él, sachandu el huertinu. Me truju m'agüelu una palancana pa que Tafeitara toitas las mañanas. 59


El mejó regalu que m 'iz u m 'agüelu no son los presentís que son los consejus. M 'e n se ñ ó m'agüelu a escuchar atentu a toas las personas sin más miramientus, M 'e n se ñ ó m'agüelu cariñu y respetu arrimar el hombru siempri con aciertu. M 'e n se ñ ó m'agüelu a escuchar los vientus los airis solanus los suavis, los cierzus.



é

M i Pairi Mi pairi era un campuzu con reañu cTesus jombris c'habitan estas tierras que conocin el campu palmu a palmu y vivin entregaus a su faena. Emprincipiandu el otoñu, las laboris del campu alborean las yuntas resquebrajan los terronis, jaciendu con amor la sementera. Miraba con orgullu la besana con el granu cargau en bandolera sacaba los puñaus a voleu abanicandu el campu con pacencia. Denseguía 1'enterraba la simienti .arreandu con cariñu esa yunta de bueyis criá con tantu esjuerzu.

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Le besa el ralenti de la mañana quitandu albejuconis con el zachu cuidiandu del ganau en sanus pensamientus enfrascau Mientras esti sembrau va crecienc al olivá le llega su momentu mi pairi recogi la cosecha llevándula al lagá dondi se prensa Preparaba más tierras en eneru pa sembrá los ajus, y en febreru en marzu las patatas, cebollas y garbanzus. En las tardis d'inviernu tous nos arrejuntamus en pós del nos contaba relatus d 'o trus tiemp ca el l'acontecierun cuandu nuevi


i era un campuzu con reañu jombris c'habitan estas tierras iocin el campu palmu a palmu sntregaus a su faena. □piandu el otoñu, >ris del campu alborean :as resquebrajan los terronis, u con amor la sementera. con orgullu la besana ^ranu cargau en bandolera los puñaus a voleu indu el campu con pacencia. ;uía I'enterraba la simienti lu con cariñu ita de bueyis i tantu esjuerzu.

Le besa el ralenti de la mañana quitandu albejuconis con el zachu cuidiandu del ganau en sanus pensamientus enfrascau. Mientras esti sembrau va creciendu al olivá le llega su momentu mi pairi recogi la cosecha llevándula al lagá dondi se prensa. Preparaba más tierras en eneru pa sembrá los ajus, y en febreru en marzu las patatas, cebollas y garbanzus. En las tardis d'inviernu tous nos arrejuntamus en pós del fuegu nos contaba relatus d 'o trus tiempus ca el l'acontecierun cuandu nuevu.


Esas manus curtías por los frius quemás por esus rayus agosteñus toas llenas de durezas más finas que la sea en mis recuerdus. Los almendrus se vistin con sus galas diciendunus c'acaba ya el inviemu, el campu desplegandu los colorís las plantas del letargu van saliendu. Miraba con orgullu p'al sembrau miraba con temoris pa los cielus repletu en sus adentrus d'esperanza de los güenus labraoris extremeñus.



L a T rasca

Perú al ve c'otrus ivan rondandu me fluyó toa la sangri a las venas, y me pusi a tu Iau y te iji en retajila toas las mis querencias.

Frasca tu t'acuerdas, cuandu siendu crius, empezamus con estas querencias. Tus ojinus azulis, melosus, tus dos largas trenzas, esus dos ollinus, c adornaban tu cara risueña.. Cuandu te miraba, me sentía perdiu de veras, y la caja del pechu latía juerti, sin pacencia, me golvía muu de mi enormi boca no salía ni prenda.

Mos jicimus novius, nos casamus en dos primaveras aluegu llegarun los hijus, las sequías, las malas cosechas, los milis d'enreus c'acontecin en ca sementera. Perú tu siempri fuistis m'apoyu la cayá dondi asirmi con juerza, con tus arrumacus, se me iban quitandu las penas. Esus crius se jicierum jombris y m'amarun de ti l'alocuencia, el respetu a los suyos, to el amor que manaban tus tetas.


L a T rasca 1'acuerdas, siendu crius, mus con estas querencias. 1

azulis, melosus, largas trenzas, s ollinus, aban tu cara risueña.. js

te miraba, ía perdiu l del

pechu latía n pacencia, ía muu normi boca ni prenda.

Perú al ve c'otrus ivan rondandu me fluyó toa la sangri a las venas, y me pusi a tu lau y te iji en retajila toas las mis querencias. Mos jicimus novius, nos casamus en dos primaveras aluegu llegarun los hijus, las sequías, las malas cosechas, los milis d'enreus c'acontecin en ca sementera. Perú tu siempri fuistis m'apoyu la cayá dondi asirmi con juerza, con tus arrumacus, se me iban quitandu las penas. Esus crius se jicierum jombris y m'amarun de ti l'alocuencia, el respetu a los suyos, to el amor que manaban tus tetas.


D'ambus ya comenzarun sus vidas, nos jicierun agüelus, T'acuerdas? que dulcis momentus d'añoranza plena. Mos quedamus los dos tan solinus en la casa nuestra, perú siempri juntus compartiendu toas las tareas, jaciamus la cama, endispues con el bochi a la huerta yo zachaba los surcus tú sacabas agua, de la noria vieja golviamus a la casa d'ambus andispues d'acabar la faena. Perú ya me has dejau solinu no pueu con mi pena, si m'acuestu me falta t'alientu en la tierra me fallan las juerzas y la casa se me cai encima pos n'estas tú en ella. 68



Migüslío Miguelin, es un zagal chiquininu, no levanta dos palmus del suelu, perú cogi los jocis con juerza, con rabia, sin mieu, c'a tres gavillas l'ataba el venceju, jacía un jaci, y otru, a la par que cualquié compañeru. Endispués con el burru cargau a la era Tarreaba prestu, jacía el reondel enseguía, pá trillá toas las miesis al vuelu. Cuandu acaba la tarea, en el canchal lagarteru, sacaba lo sus avius, un cachinu de tocinu ranciu, y un poquinu de pan de centenu, que le deban más juerza y más ganas, pa volve al corti tou nuevu.

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Las tres perras gordas eran el sustentu pa su mairi y sus dos hermaninu pa su dos agüelus, que vivin tous juntus en un cachinu de casa que su pairi compró con esjuerzi antis que muriera el pasadu inviernu. Con sus pocus añus, conocí el esjuerzu, y l'abrasa el caló del veranu en esti su campu extremeñu, y esas tardis oscuras d'otoñu. esus tiempus lluviosus y fierus, y los gélidus mesis d'inviernu con la escarcha cubriendu el bart los cambius disparis de la primav l'abraza su cuerpu.


Miguel») , es un zagal chiquininu, ta dos palmus del suelu, ,i los jocis con juerza, i, sin mieu, gavillas l'ataba el venceju, jaci, y otru, que cualquié compañeru. con el burru cargau Tarreaba prestu, eondel enseguía, toas las miesis al vuelu. acaba la tarea, nchal lagarteru, o sus avius, inu de tocinu ranciu, quinu de pan de centenu, leban más juerza y más ganas, : al corti tou nuevu. ís

Las tres perras gordas eran el sustentu pa su mairi y sus dos hermaninus, pa su dos agüelus, que vivin tous juntus en un cachinu de casa que su pairi compró con esjuerzu antis que muriera el pasadu inviernu. Con sus pocus añus, conocí el esjuerzu, y l'abrasa el caló del veranu en esti su campu extremeñu, y esas tardis oscuras d'otoñu. esus tiempus lluviosus y fierus, y los gélidus mesis d'inviernu con la escarcha cubriendu el barbechu, los cambius disparis de la primavera Tabraza su cuerpu.

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Miguelín es un zagal chiquininu comu tantus de su tiempu que trabajan del alba al ocasu, porque son de la casa el sustentu, esperanza de milis de hogaris, el orgullu del pueblu extremeñu.

Otras 'Tieípp M 'e s tru ju la mollera cavilan de comu se vivía en añus pe eran tiem p us difícilis, auster de sol a sol andaban trabaja Las comías estaban siem pri la jambri nos rodea cual lob los vecinus son güenus, ver< unus a o tru s las faltas van ti Naidi tieni una tris ti perra g< solo tienin enorm is sentimie no existi esta concencia nec S'ayuan, se lo dan to u, sin i no arrojan Ta m ista d por un, «L

por envidias, ni malus pens¿


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un zagal chiquininu tus de su tiempu jan del alba al ocasu, Dn de la casa el sustentu,

a de milis de hogaris, del pueblu extremeñu.

Otras Tiendas M 'estruju la mollera cavilandu de comu se vivía en añus postrerus eran tiempus difícilis, austerus, de sol a sol andaban trabajandu. Las comías estaban siempri escaseandu la jambri nos rodea cual lobus fierus los vecinus son güenus, verdaderus, unus a otrus las faltas van tapandu. Naidi tieni una tristi perra gorda solo tienin enormis sentimientus no existi esta concencia necia, sorda. S'ayuan, se lo dan tou, sin miramientus no arrojan l'amistad por una borda por envidias, ni malus pensamientus.



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