Al Alcalde Presidente de este Excelentísimo Ayuntamiento, a los señores Concejales, y a los miembros, todos, de esta Corporación.
El regimiento de una comunidad no ha de ir encauzado solamente a proporcionar mejoramientos materiales gracias a los cuales la vida física tenga desenvolvimientos menos estridentes. Percatados de ello, habéis querido ser los verdaderos autores, en nuestros días, de aquella obra que escribió en el siglo XVI un glorioso placentino -Físico y Médico- regalándonos él antes, ahora vosotros, viejas notici.a~ que nos son entrañables. Se acrecienta el valor de vuestro gesto al rescatar esta obra del Seminario de Historia de la Medicina de Salamanca cuyo Director, el Profesor S. Granjel, veía con todo agrado su patrocinio. Mi reconocimiento y mis felicitaciones para quienes supieron tomar esta decisión, y a los que ahora quieren continuarla.
C'fflarceliano c5ayáns
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ueslro ,i~/o XVI suele ser más alabado que conocido. Con llamarle <de Oro> y con recordar de cuando en cuando Otumba, Lepanto, los místicos y los Tercios de Flandes, la mayor parte de los españoles cultos cree haber cumplido discretamente su deber frente a esa parcela del pasado. Y si esto puede decirse de la historia general de España, no es difícil imaginar cuál será el común saber en lo tocante a la particular historia de la medicina española. Si de sopetón se preguntase a los profesores de nuestras Facultades de Medicina y a los jefes de sala de nuestros Hospitales acerca de los médicos que aquí descollaron durante el siglo XVI, ¿qué resultado se obtendría?
La verdad es que en los. decenios centrales de esa centuria floreció entre nosotros una espléndida generación de galenos: los anatomistas Juan VII
Va/verde de Amusco, Pedro Collado g Luis Gimeno, los cllnicos Francisco Valles, Luis Mercado, Luis de Toro, Tomás Porcel, Luis Lobera g Alfonso López de Corella, los cirujanos Dionisio Daza Chacón, Bartolomé Hidalgo de Agüero g Francisco Diaz. Nacieron todos ellos en torno a 1520, y asistieron a las aulas universitarias mientras la vida española, bajo el imperio de Carlos V, estuvo abierta a todos los vientos del Renacimiento europeo. Cuando en la segunda mitad del siglo España se encierra en si misma, el genio español no perderá su fecundidad,- más aún, alcanzará la cima que conjuntamente forman Cervantes, lope de Vega, Velázquez g Calderón,· pero nuestra ciencia de la Naturaleza y nuestra medicina distarán mucho de ser lo que esa eminente generación de médicos-todos de <nivel europeo», para decirlo con expresión hoy tópica-tan razonablemente permitía esperar. Velázquez es par de Galileo g Harvey,- los médicos rutinarios g librescos que atendieron a Velázquez, apenas tenían idea de lo que en los senos de la medicina de Europa estaba entonces germinando. Nunca la vieja sentencia Non omnes omnia possumus ha sido tan cierta como en la España del siglo XVII. ¿Cuál fue, mirada en su pormenor, la obra científica de esa importante generación de médicos españoles? Durante todo un siglo, nuestra historiografía médica-sálcese la excepción que representan Víctor Escribano, Nicasio Mariscal g poquísimos más-apenas ha hecho otra cosa que Vlll
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repetir los datos meramente externos acopiados por Hernández Morejón g Chinchilla. Sólo en los últimos años, g principalmente por obra del profesor luis S. Granjel g sus discípulos, comienza a ser conocida con rigor suficiente la medicina de nuestro Clnquecento. Y al grupo de investigadores congregados en tomo al catedrático de Salamanca pertenece, con inteligencia g originalidad muy personales, el Dr. Marceliano Sayáns, autor de este libro. Bien puede decirse que el Dr. Sagáns ha renovado todo nuestro saber acerca de Luis de Toro. Ha fijado la fecha de su nacimiento, erroneamente datada, hasta ahora, en 1530,- ha seguido el curriculum de sus estudios con toda la precisión que nuestros archivos permiten,· ha descubierto el importante manuscrito en que el gran médico placentino describe su ciudad,· ha examinado con amor y minucia no comunes su famosa monografia sobre el tifus exantemático. Cuando todos los primates de nuestra medicina clásica hayan sido estudiados con tan inteligente y esmerada diligencia como luis de Toro, acaso llegue a ser ociosa mi queja acerca del saber histórico de los médicos españoles. No es el Dr. Sayáns un evadido. Es médico en ejercicio, y sabe muy bien que el primer deber de los hijos de Esculapio consiste en atender a sus en/ermos con suficiencia médica y amorosa dedicación. Pero no menos sabe que el ocio-flor o IX
ruina de la vida profesional-aólo llega a ser digno cuando es parte suya la contemplación desinteresada, intelectual o estética, ,le un fragmento de la realidad,· y fiel a este saber, el Dr. Saydns ha consagrado sus ocios al mejor conocimiento de nuestra medicina pretérita. Todos los médicos españoles y todos los aficionados a la verdad de España le debemos gratitud sincera.
PEDRO LAIN ENTRALGO
Madrid, abril 1961. X
BIOGRAFIA DE LUIS DE TORO Vamos a trazar una breve biografía de nuestro Médico pla· centino del siglo XVI, pues las citas y reseñas recogidas por todos los historiógrafos, tanto clásicos como modernos, están plagadas de errores, en todo cuanto de su vida dicen. (Aquel que quiera conocer la documentación que nos ha permitido poner la vida y obra de es· te médico humanista en su punto, vea el primer capitulo de nuestra Tesis doctoral). Creemos que Luis De TORO nació en Plasencia, y que ello tuvo lugar en 1526 o 1527, en la calle de Patalón, pues en ella compra, en 1520, Rodrigo de Toro, -a quien creemos padre de nuestro autor-, a Juan de Jaén, entallador y carpintero, una casa y otra pequeña mas arriba. El hecho de haber encontrado valiosos artesonados, y otras piezas meritorias, en la casa que en la misma calle habita el dueño de la imprenta ('La Victoria,, nos hace creer que se trata de esta misma casa. En ella debió de nacer De TORO, y en ella seguir viviendo y teniendo familia; así comprendemos que bautice a su hija Leonor en la iglesia de S. Esteban. Que debió de nacer en Plasencia lo deducimos también por que él mismo nos dice que siendo pequeño el gran médico ('Pedro Placentino• le animaba para que se inclinara a estudiar medicina. No es posible documentar estas suposiciones ya que no existen partidas de bautismo de aquellas fechas en ninguna de nuestras parroquias, por ser anteriores al Concilio Tridentino. Marchó a estudiar a Salamanca por octubre de 1541, (si allí estudi{l dos Cursos de Gramática), o en las mismas fechas del año de 1542 si ya llevaba -como suponemos- un curso con validez pasado en el convento de San Vicente. Decimos que en octubre por 1-A
que el curso comenzaba el dfa de S. Lucas. Sufrido el examen de Gramática -necesariq según los Estatutos y Reglamentos vigentes en ta Universidad de Salamanca, para pasar a cualquier Facultadse matriculó en la Facultad de Artes en octubre de 1543. Sabemos que este examen lo hizo ante el gran Hernán Núi'lez de Guzmán, el célebre «Comendador griego», por disponerlo así el titulo XXIV de los Estatutos de 1538. Este gran Comendador griego fué cate• drático de Retórica desde el ai'lo 1527 hasta 1553. Su tercer curso en la Facultad de Artes to realizó entre el ai'lo 1545 y 1546. A partir del 11 de mayo de 1546 Luis De TORO es Bachiller en Artes y Filosoffa como lo demuestra el siguiente documento que hemos encontrado y traducimos: e Bachilleramiento en Artes y Filoso/la de Luis de Toro. En Salamanca a once de Mayo de 1546, a las nueve de la mañana, el susodicho honorable varón Luis de Toro, recibió el grado de Bachiller en Artes y Filoso/la, bajo la disciplina del egregio Maestro en Artes y Filoso/fa, Don Enrique Hernández, hallándose presentes al grado los ilustres y honorables varones Don Fernando de Cuéllar y Luis Mejlas, estudiantes, juntamente con otros varios, asl como Francisco Cornejo, Notario Apostólico.-El Bachiller Francisco Cornejo. Notario Apostólico». Rubricado. Este título le era indispensable, según los Estatutos y Re-
glamentos de 1538 para poder iniciar los estudios médicos. Una vez obtenido el titulo anterior, sin ninguna pérdida de tiempo, se matricula en Medicina. Hemos tenido I& fortuna de en• contrar, precisamente en el primer libro de Matriculas que se conserva en et Archivo Universitario de Salamanca, et nombre de nuestro médico matriculado en el curso 1546-1547, con las siglas b. a. que quieren decir «Bachiller Artista>. Este documento nos ha permitido rectificar al propio autor en la fecha que él fija para sus comienzos de estudios médicos. Cursa Medicina desde esa fecha hasta el 2 de Mayo de 1550 en que obtiene et único titulo médico que tendrá en toda su vida,
Bachiller en Medicina. Este importantísimo documento en la vida de Luis De TO· RO lo traemos procedentes de cLos Libros del Arca», y tiene el altísimo valor probatorio de su Título, dice abf: 2-A
cEste dla -(2 de Mayo de 1550)- el señor doctor Cubillas echó en el arca XXVII y II maravedís de Luys de Toro. El Doctor Cubillas».-Rubricado. Mas De TORO nos dice que a finales del ai'lo 1550 llegó a Plasencia para ejercer la medicina. Pensamos que esta posterior permanencia en Salamanca se debió al deseo de practicar con algún profesor, antes de ejercer libremente. En nuestra ciudad no debió de encontrar dificultades para un triunfo pleno. Es médico del Obispo D. Pedro Ponce de León. Es médico del no menos grande D. Luis de Avila y Zúi'lig-a. Es Intimo de la familia Jerez, suponemos que también fuera su médico. Es, asf mismo, muy amigo del gran D. Fabián de Monroy y Carvajal, arcediano de Plasencia y Béjar, fundador del Colegio de S. Fabián y S. Sebastián (Colegio del Rio). A los cinco ai'los de su llegada le encontramos siendo médico de los cseises» de la Catedral, lo que nos hace suponer que también lo fuera de dignidades de peso e influencia. ·
Mas, sinó encontró enemigos en et saber, si los halló dignos y merecedores de fustigar: «monas gesticulantes ... »,- «hombres
rústicos y charlatanes ... »,· ccarniceros a los que los dioses confundan ... »/ ccomediantes fabricadores de letrinas a las puertas de sus casas, con charcos de repelentes orines, para que sirvan de cebo a los ignorantes ... »,· « barberos que no merecen el nombre de pro/esores sino mas bien el de asesinos ... »,- cmédicos de tres al cuarto ... ». Mucho debieron de quemar la sangre, estos ignorantes, a este hombre que sabia ser médico. Por eso pedfa que fueran barridos y exterminados estos seres, que mejor harían cdedicándose al comercio, que al sacro ejercicio de la medicina». No es que apoyemos estas frases como dignas de pronunciarse en el día de hoy, aunque para ello existieran razones, pero comprendemos et beneficio que estas duras criticas producen, pues decimos con Bercorio que: para que el árbol :de incienso dé f rufos, es preciso que sea .herido por mano de sacerdote,- frase que ampliada, con la dicha muchos ai'los antes por et gran Galeno, completa nuestro actual punto de vista. Decía Galeno que: una enferm~dad indeleble y mas incurable que la Cacoetes,· es la ignorancia, cuando a ella se une la soberbia.
3-A
De TORO se casa y tiene hijos, le encontramos bautizando a una hija a la que pone el nombre de Leonor. Su mujer se llamó Inés Fernández. No sabemos cuando muere, pues de haberse registrado su muerte habría llegado a la edad de 90 aftos y, así, hubiera sido una de las primeras defunciones registradas en nuestros libros parroquiales. Vivió amando a la sacra Medicina. Adorando a un Dios que como Sumo Artifice supo crear la maravillosa máquina humana de inexcrutables misterios. Vivió llenándose de Su Plenitud, pues al modo paulino se enverga de anchura y longitud, altura y profundi· dad, en todo lo que contempla y le envuelve .•. Fué gran amigo de sus amigos, para los que tiene frases de entraftable afecto ... Vivió prendado del saber de Hipócrates; festejó los escritos de Galeno; encauzó su terapéutica apoyándose en la rica escuela árabe. Fué de recto criterio y de genio independiente. Fué, siempre, esforzado defensor del espíritu abierto al análisis contra los dogmatismos, tan pronto éstos, alejándose de lo razonable y evidente, entran en lo absurdo y lo erróneo. Y nos dejó para nuestro recreo y estudio cuatro obras, que conozcamos. El presente Manuscrito, que constituye, hasta hoy, la primera historia de Plasencia y de su diócesis. El tratado médico prlncipe de la descripción, estudio y tratamiento del Tifus exantemático. Un trabajo completo sobre el empleo y uso del agua, como medicamento. Y por último, una traducción del toscano, de la obra que escribió el General de la mar de Carlos V, Antonio Doria. ¡Que sea pleno el descanso de este hombre, que supo no descansar en vida!
Por él nos enteramos de las aficiones históricas de su autor, y de su gran amor a la ciudad, en la que seguramente nació, y en la que tantos aí'ios ejerciera la medicina. Tiene este manuscrito, para la Ciudad y diócesis de Plasencia, un interés extraordinario, pues constituye la historia mas antigua escrita sobre ella y su comarca. Los amantes de esta clase de estudios e investigaciones que tuvieran noticias de su existencia, por la nota escueta de Barrantts, bien por la limitada de Hübner, bien por las resumidas de Muñoz Romero, han debido sentirse satisfechos cuando dimos a conocer, (señalando con el dedo diríamos más propiamente), el puesto que ocupa en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca este Ms. que hicimos surgir, a modo de una pequeí'ia Troya para los amantes de nuestros estudios regionales.
* * * No hace falta que pongamos de relieve la importancia e interés de la lámina que se encuentra entre los folios VI y Vil del Ms. -(pág. 13 de nuestra presentación)-, con la vista de Plasencia. Es una perspectiva figurada que parece haber sido tomada desde media altura de la sierra de Santa Bárbara, a media ladera y un poco hacia la carretera de Malpartida. A su mérito intrínseco se une el ser el más antiguo dibujo de la ciudad que se conoce. Sospechamos que su autor tuvo por iniciales de nombre y apellidos C.S G. y que debió de ser miembro de la comunidad de PP. Franciscanos, pues hemos podido observar estas iniciales escritas sobre la fachada del edificio, a esta comunidad perteneciente.
* * * 6-A
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¡·"'_.·,' Dos cuestiones plantea este Manuscrito: ¿Es autógrafo? ¿Cómo vino a parar a la Biblioteca de la Universidad de Salamanca? Creemos que el Manuscrito 2.650 es una copia de un escriba placentino, hecha por encargo del autor para -obsequiar a D. Martin de Córdoba al ser designado para la diócesis placentina, y que no sea el salido de las propias manos de Luis de Toro. Sospechamos que fué escrito por un pendolista placentino, por que el autor en el f. 41 del manuscrito, al hablar de las cosas memorables de Plasencia, dice que allf había hombres muy hábiles: ~ca/ami et scriturae potissimum>. Y en efecto, la letra muestra que el copista conocfa bien su oficio. Y no es probable que Luís de Toro tuviera además de habilidad, tranquilidad y tiempo para esa caligrafía. Decimos que fué un encargo del autor para obsequiar a D. Martín de Córdoba, porque -además del esmero de la letra, que hemos dicho es bastante cuidadatodo parece Indicar que es un ejemplar destinado a una personalidad ilustre y distinguida: escudo de la ciudad, dibujo de la ciudad, etc., etc.
La presencia del escudo de D. Martín de Cordoba, hecho con todo cuidado, lo tomamos como una prueba definitiva del destino que el autor quería dar a este ejemplar. Por tanto, creemos que el Manuscrito 2.650, es el mismo ejemplar que fué regalado a D. Martín de Córdoba. La segunda cuestión que hemos planteado, podemos dividirla en tres etapas: l>R1MERA.-Desde 1.573, fecha en que el autor escribió el Ms. hasta su llegada a Valladolid. 7-A
SBGUNDA.-Desde su llegada a Valladolid, hasta la mitad del siglo XVIII, y Tl!RCERA.-Desde la mitad del siglo XVIII, hasta la época actual. De la primera y segunda etapas tenemos que hablarmas por conjeturas que por hechos averiguados. El Manuscrito que saldría de Plasencla en los primeros días de Junio de 1573 camino de Tortosa, regresaría nuevamente a la ciudad en mano del propio D. Martín al hacer su entrada en la diócesis el 26 de Agosto de 1574. Al cesar en la diócesis placentina para hacerse cargo de la de Córdoba, es de pensar que este manuscrito -que específicamente se refiere a Plasencia y a su diócesis- fuera donado por el propio D. Martín para engrosar la magnifica biblioteca que sus hermanos de Orden, los dominicos del colegio de S. Vicente, tenían en Plasencia. Allf, creemos, debió de permanecer hasta el primer cuarto del siglo XVII. La segunda etapa se inicia con esta última fecha al marchar a Valladolid en manos del dominico Alonso Fernández, quien durante muchos años fué profesor en estecolegio de S. Vicente de Plasencia. Así lo creemos fundándonos en que por aquellas fechas fray Alonso acomete la labor de escribir su: «HISTORIA Y ANALES DE LA CIUDAD DE PLASENCIA,, desde la ciudad de Valladolid si hemos de creer lo que dice Alejandro Matías en sus «CENTURIAS>, y es lógico admitir que, ante tal empresa, se rodease de todos aquellos documentos que pudieran dar luz a su obra, y habiendo sido profesor del convento de. Plasencia, es de creer que conociese y estimase el Ms. de Luis de Toro y por tanto que lo tuviera cerca de sí en los momentos de su trabajo.
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Por el v. de la hoja final, ya podemos afirmar categóricamente, que en el siglo XVII estuvo en Valladolid y en la biblioteca de algún convento. Es posible que desde aquí, sin mas caminos, pasara al Colegio Mayor de Cuenca de la Universidad de Salamanca, fundado por el obispo D. Diego Ramfrez de Villaescusa. Lo cierto es que en la segunda mitad del siglo XVIII, se encontraba en la biblioteca de dicho Colegio como consta por el mismo manuscrito. Se inicia la tercera etapa al desaparecer los Colegios Universitarios, en la segunda mitad del siglo XVIII, ya que los manuscritos de sus librerías fueron llevados al Palacio Real, en cuya biblioteca estuvieron hasta 1954 que fueron devueltos a la biblioteca universitaria de Salamanca. En 1958 tuvimos los primeros contactos con este Manuscrito. Las particularidades del manuscrito 2.650, las damos en la siguiente ficha: TORO, Luis de Placentiae urbis et elusdem episcopatus.descrlptfo.IX ff. 1 hoj. 58 ff. 1 hoj. 2 lám. 4 guardas <2 2•.-220xl30 mm.-Caja de 160 160x95.-Papel.-Enc.: Pasta.-Tejuelo Placentld Urbls. SIGLO XVI. e 1.573• .-Letra humanística redonda en los ff.-VI-IX, y humanística semicursiva en los demás ff.-En el f. 4. 0 escudo episcopal de D. Martín de Córdoba, Obispo de Plasencia, en colores y dentro de una orla. En el f. 0 5. 0 el escudo de Plasencia, en colores y dentro de una orla con motivos vegetales.-Entre los ff. VI y VII una lám. de 290x400 mm. con un dibujo a pluma de Plasen,cfa, con' sus lfmites.-Apostillas.-foliación de la época.En el v. de la hoj. final se leé: D. Francisco de Recalde 9-A
Prior de Valladolid de la Ciudad de Romano,. Y en el f. Il dice: <De la biblioteca del Colegio Malar de Cuenca>:
INEOITO: Ollm: Colegio de Cuenca 280. Biblioteca de Palacio VU-H-5, 2-1-5, 1151.
* * * Los versos que se encuentran en los ff. 1, 11, y VI v. 0 , debieron ser escritos en época algo posterior al texto del manuscrito. Referente a la trascripción, vamos a hacer las siguientes observaciones: Tratándose de un Ms. del siglo XVI, no nos hemos creído obligados a observar íntegramente las reglas publicadas por la Escuela de Estudios Medievales (Madrid 1944). Por otra parte, teniendo en cuenta el fin para que se destina esta transcripción (en principio iba a ir Incorporada a nuestra Tesis doctoral), hemos querido conciliar la fidelidad con la comodidad de Ja lectura. En consecuencia, no observamos la ortografía del manuscrito, sino que las palabras se transcriben en la for· ma correcta. Tan solo hacemos excepción de algunos nom· bres propios de persona o de lugar, por el interés que esto pudiera ofrecer. Prescindimos por completo de la puntuación anárquica del manuscrito, y adoptamos la que exige el texto· con lo cual facilitamos la labor a posteriores traductores. Lo mismo hacemos con el empleo de mayúsculas y minúsculas aunque en bastantes ocasiones, esto último, lo haya-· mas respetado. 10-A
Y, finalmente, vamos a quedar constancia de otras referencias anteriores a nosotros, en las cuales de manera mas o menos acertada se habló de este Ms. De este modo creemos completar nuestra actual función de historiador, pues si tal cosa no la lleváramos a cabo, y si no nos esforzáramos por conocer y hacer conocer, cumplidamente, to· do Jo escrito referente a este manuscrito, quedaría coja nuestra afirmación de haberlo declarado INEDITO, y tenido, hoy, por totalmente perdido, y equivocado lo poco que de él se sabía. un pequefto retraso, por circunstancias tipográficas, nos ha permitido completar esta presentación, poniéndola al día, aumentando, (gracias a este retraso) las noticias que presentamos en los cinco volúmenes de esta Obra entregados al Tribunal en el acto de la defensa de nuestra Tesis Doctoral en Salamanca, el 25 de febrero de 1961. Decíamos que conocíamos a tres autores que, me· diado el siglo XIX, se ocuparon de este manuscrito. Hoy creemos que ninguno de ellos llegó a tenerlo en sus manos. Procedamos con Ol'den: En 1858, MUÑOZ ROMERO, en su cDiccionario bibliográfico-histórico ... ,, a partir de la pág. 216, se ocupa de este Ms. y Jo atribuye a ILDEFONSO TURCO. En 1865, BARRANTES, en su <Catálogo ... ,, declara no conocerlo, y como además acepta el nombre de lldefonso Turco como autor, es de creer que copia a MU~OZ. En 1869, HÜBNER, en sus <Inscripciones hispaniae Jatinae ... > vuelve a tratar sobre la obra que nos ocupa, indicándonos qbe sus conocimientos son através de MUÑOZ, pues nos dice: -c. f. MUÑOZ pág. 216, 5>- o sea, -«según dice MUÑOZ -cum fert- pág. 216, 5», precl11-A
semente al referirse al lugar o sitio en donde tal Ms. debía de ser consultado. Si MUÑOZ hubiera usado y leído este Ms. no cambiaría el nombre del autor, ni habría dejado de consignar, en su recensión, que además de haber estado en el Colegio Mayor de Cuenca, antes, había estado en la Ciudad de Romanos de Valladolid. HÜBNER, hombre cuidadoso y buen historiógrafo, no podía dejar de consignar todas cuantas vicisitudes hubiera sufrido esta obra que él comenta; y tanto esta falta de anotar su paso por Valladolid como la equivocación que sufre al copiar el nombre del autor, de ninguna manera hubieran tenido lugar si la transcripción hubiera sido hecha con el texto a la vista. HÜBNER escribe: ALOYSIUS TUREUS (SIVE TOREUS), cuando el propio autor dice llamarse ALOYSIO TOREO, y no anota el paso por Valladolid. Si Hübner no nos hubiera indicado como texto de referencia a MUÑOZ, hubiéramos pensado que no conoció este texto, sino otro que sin duda existió y del cual copió el nombre que tanto se aproxima al original. BARRANTES dice con toda claridad que no ha visto el Ms. Por tanto, si bien creemos quedar demostrado que ninguno de los tres autores citados conoció el original del Ms. que ahora damos a conocer, admitimos que hubo un autor, o mas de un autor anterior a MUÑOZ, que debió de ocuparse de esta obra y cuyo nombre, o nombres, hoy ignoramos. Volvamos a repetir que nosotros llegamos a este Ms. guiados por D. Florencio Marcos. A él, por tanto, debemos ser nosotros sus actuales descubridores. Traducido y pasado su latín a una ortografía actual, y comentado, lo pusimos a disposición del profesor doctor 12-A
D. Luis S. Granjel, en el segundo trimestre del año 1959, ya que iba a ser publicado por el Seminario de Historia de la Medicina, que él dirige. Las primeras públicas noticias las dimos en el mes de Abril de 1960, en u11 artículo para una Revista de Ferias de Plasencia, y con fecha del 2 de Junio de 1960, dimos en el diario cExtremadura,, su completa ficha de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca. A partir de esta última fecha, comienza a ser visitado en el tranquilo lugar a donde había venido a parar y en donde seguía sin que nadie interrumpiera su descanso comenzado desde ya ha hecho mas de un siglo.
13-A
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EL MANUSCRITO DE LUIS DE TORO
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FOLIO
Gómez de Hinojosa al autor. Si Mecenas, aquel varón famoso, llegara a conocer a nuestro Toro, Si aquel raro talento, caudaloso, pudiera atesorar en su thesoro, El le hiciera triumpho victorioso, levantándole estatua de fino oro, y su nombre y su patria eternizara, y con el Toro celeste le encumbrara.
FOLIO
II
Al Ilustrísimo de Plasencia, Gómez de Hinojosa. Octava La marmorea columna donde estriba De Cordoba y ."v\endo¡;a la ex¡;elen¡;ia, la pura religión y la fe viva El zelo, la humildad y la clemeo¡;ia, Destinado ha venido desde arriba Por pastor y por padre d~ Plasencia. Por un Leon un fenix se le ha dado De sus. propias i;enizas engendrado. -7-
(Folio VI)
DE PLACENTIA: INSIGNIBUS Castanea hinc Castrum cingens, hinc ardua Pinus, Huic Populo Patrium stemma decusque dedit. Quippe ea quae toti sublimis prae eminet urbi Turris, ab Ambiacii nomine nomen habet, Tempore transacto fuit undique cincta frequenti Arbore, non ulli consociata domo. lngens sylva fuit, est nunc ubi culta Placentis Civibus Urbs multis terra referta bonis.
(Folio Vlv. 0 )
F. Hortigosa in Placentire urbis effigiem Phaleutium carmen. Perlegi, Toree, aurum libellum, Vivam nempe Placentiae /iguram Depictam proprio colore, cunctis Distinctam numeris et absolutam. Urbis (a) quamvis tua nemini placeret, Tam plene, sapienter, erudite, Tu nostris oculis profers videndam, Ut possit modo displicere nulli. Nomen ergo Placientiae dedisti Describens Toree eleganter urbem. Hoc unum poterat libro deesse: Quod te non cecinit. Sed hoc requirit Maius atque operosius volumen. (a)
Creemos que pudiera ser Urbs en lugar de Urbls, por la métrica de la composición. Además el «tua» nominativo, 110 concierta con «Urbis• genitivo.
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FOLIO
VI
SOBRE LAS INSIGNIAS DE PLASENCIA En un lado un castaño ciñendo a un castillo, y en otro un alto pino, dieron a este pueblo la corona y la gloria de los antepasados. Sobresaliendo por encima de la ciudad aquella esbelta Torre que Ambiacci tiene por nombre. En tiempos pasados estuvo rodeada de muchos árboles sin ninguna [casa alrededor. Donde hubo una ingente selva, fue levantada la ciudad, estando sus tierras henchidas de muchos bienes.
FoLio VI v.º
F. Hortigosa, al retrato de la Ciudad de Plasencia Verso Faulecio De Toro, relef el librito de oro, viva figura de Plasencia dibujada en toda exactitud y con toda perfección. Aunque tu ciudad, a nadie complaciera, tan completa, sabia, y eruditamente, a nuestros ojos la presentas, que a nadie puede desagradar. Diste, pues, el nombre de Pla.iencia, describiendo ¡oh Toro! elegantemente la ciudad. Al libro, sólo esto le falta: El que a tí no te cante. Mas esto requiere un volumen mayor y de más monta. ,
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A. Templum Deiparae Virginis. B. Palatium Episcopa/e, C. Camoblum. D. Vlcentli Dominlcorum. D. Decanorum Domas. E. Astunicarum Domas. F. Caroailorum Domas. G. D. Magdalenae Fanum. H. S. Nicolaus. l. Domas Archldiaconi de Medellin. L. Sanctus Martinas. M. S. Stephanus. O. Foram lltigatorium. P. Proetorium. Q. S. Petrus. S. lesuanorum collegium. R. S. Saloator. T. Domas Villaloarum. V. Arx. X. S. Franciscas. Y. D. Fabiani Domas. Z. Porta de Talaoera. a. Porta Solaris. ~. S. !acobus. A. S, ]oannes. r. S. Michael. <I>. lnsula. r:, Hospitium Mercedis. w. S. Marcas. 11. S. Christophorus.
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~
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A. Templo de la Virgen Madre de Dios. B. Palacio Episcopal. C. Cenobio de San Vicente de los Dominicos. D. Casa de los Decanos. E. Casa de los Zúñigas. F. Casa de los Carvajales. G. Templo de Santa Magdalena, H. San Nicolás. l. Casa del Arcediano de Medellfn. L. San Martín. M. San Esteban. O. Plaza de los Litigantes. P. Ayuntamiento. Q. San Pedro. R. Salvador. S. Colegio de los Jesuitas. T. Casa de los Villalbas. V. Alcázar. X. San Francisco. Y. Casa de D. Fabián. Z. Puerta de Talavera. a, Puerta del Sol. ~. Santiago. A. San Juan. r. San Miguel. <I>. La Isla. r.:. Hospital de la Merced • • w San Marcos. 11. San Cristóbal. -
12 -
Comentarios de hoy, sobre el plano de Plasencia del siglo XVI Muchos podrían hacerse ante la vista de este bello dibujo, Destaquemos atgunos. La Catedral está poniendo au enlosado ante la puerta del mediodía. Hay comunicación directa a esta puerta des• de el postigo de Sta. María. La obra que se realiza ha obligado a quitar el rizo de la muralla, cosa manifiesta en el dibujo. Aún el 28 de enero de 1594 se pregona, por orden de la Comisión Capitular, la subasta de la construcción del antepecho de la Lonja, que tendrá 25 claros. Hay un nuevo pregón el día 2 de marzo para levantar este antepecho que mide en total 84 varas, dividida (yá) en 24 claros; debiendo de contener cada uno to balaustres con sus pilastras. Por fin, el 25 de ese mes y afto de 1594, quedó adjudicado al Maestro Marcelo Sánchez en 800 ducados y 34 de promesa. El 19 de diciembre de 1592, otorgada escritura de concordia ante el escribano Blasco Gil, se dá orden para poner una puerta contigua a la torre y otra debajo de la puerta de la Catedral junto al cubo. Desde entonces quedó, hasta nuestros días, cerrada la Lonja. Es curioso ver como fué la primitiva portada de S. Vicente, simplemente adornada con fuentes responsiones que aún hoy se ven en su nueva estructura. Así mismo, cual era la fisonomía del palacio del Marqués de Mirabel, Casa de los Zúi'ligas, y como se ha incorporado, posteriormente, un nuevo cuerpo de edificio que rehunde al primitivo intermedio entre el palacio y la iglesia. Comprobar que Sta. Ana tenía torre. Que la casa del arcediano del Medellín ha sido ·muy poco modificada por el actual convento de las Dominicas. Que bajando por el camino que desde ta puerta del Sol venía a la Isla, se seftala la Cruz donde está la fuente del cafto Soso, camino y fuente que el municipio construyó en 1570. Et enclave que tuvo la . ermita de Santiago a la salida de la Puerta de los Carros, debajo de ,la actual huerta del Manicomio. Como era el Colegio primitivo de los Jesuitas. La única torre que siempre tuvo nuestro Ayuntamiento. Como fué (tan semejante a la primera de S. Vicente) la fachada sur de ta recién restaurada iglesia de S. Esteban. Por donde iba la doble muralla. El primitivo molino, hoy fábrica de los Serranos. La gran Fortaleza y el bello remate de la Torre Lucía. La sorpresa de . dos cuerpos de campanario en todas las iglesias y que tal vez sea la única mentira que traiga nuestro hermoso plano del siglo XVI. -
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(Folio VI!)
ILUSTRISSIMO ET OBSERVANTISSIMO PRAESULI ELECTO PLACENTINO EPISCOPO DERTOSANO, MOECENATI SUO, ALOYSIUS TOREUS MEDICUS. SALUTEM PLURIMAM Quamprimum ad dignitatem nostrae huĂas urbis Pontificiam evectus est, Praesul Jllustrissime, 1 increbuissetque iam fama apud nos ( ut homines naturali quadam sciendi cupiditate ducimur) te Pastorem esse piissimum et summum, ita quidem ad emerendam voluntatem erga me tuam adeo accensus sum, ut nihil magis aut in votis habuerim aut desideraverim. Verum enim vero etiam statim in ipso limine, formidolosa quaedam et solicita perplexitas, quae me cunctabundum ac pene animum f ere despondentem reddidisset, mihi aborta est. JF. VII v./ Primum, quod mei ne nomen quidem audivisses, ac proinde ei me expositum periculo animadverteren, in quod ignoti inicidere solent. Deinde, quod vererer hominem in rebus summis occupatum et regendae etiam Dertosanae ecclesiae, aliisque gravissimis negotiis ab Phylippo Rege iniunctis intentissimum 2, aliqua leviuscula et infrugifera mea salutatione, tanquam alter quidam Davus, interpellare. Accessit praeterea, quod nondum plane, aut integre perspectum aut decretum haberem, quo te generosissimum ante omnia Praesulem, mox deinde et meum Pastorem, ut aequm est, animi mei praenuntio munere ac dono quodam invisere aut salutare deberem. Verum piara mihi contra calcar et quidem acutissimum, ad excitandum, quinimo etiam confirmandum animum addiderunt. Primum JF. VIII/ quod ut illustrissimo atque omnium virtutum genere splendidissimo Praesuli, Domino Petra Pon-
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FOLIO
VII
Luis de Toro, Médico, saluda a su Mecenas el Ilustrísimo y Reverendísimo Obispo de Tortosa y electo de Plasencia Tan pronto como fuiste elevado a la dignidad Pontifical, de esta nuestra Ciudad1, Ilustrísimo Presidente, y hubiese corrido ya entre nosotros la fama (pues los hombres somos llevados por un deseo natural de saber) de que tú eras un gran Pastor, piadosísimo, de tal manera me sentí arrastrado a granjearme tu voluntad, que ninguna otra cosa pedí y deseé. Pero al principio me dominó una cierta perplejidad, miedo y duda, la cual me tuvo fluctuante y sin resolución. /F. VII v./ En primer lugar porque ni siquiera habías oido mi nombre, y por tanto me consideraba expuesto al peligro en el que suelen caer los desconocidos. Además por que me daba vergüenza interrumpir con mi saludo, tan leve y sin provecho cual otro Davo, a un hombre ocupado en cosas tan grandes que además de regir la Iglesia de Tortosa se encuentra entregados a otros asuntos gravísi· mos encomendados por el Rey Felipe•. También porque estaba en la duda de con qué prenda de mi estima o con qué regalo yo debía de visitarte y saludarte, como es justo, porque eres, ante todo, generosísimo Prelado y además mi Pastor. En verdad, muchísimas cosas se me unieron contra aquella espina agudísima de la duda para excitar y aun mas tranquilizar mi ánimo. Primero /F. VIII/, porque como eras consanguíneo del limo. y muy esplendoroso Obispo en todo género de virtudes, Señor D. Pedro Ponce de León, fidelfsimo Patrono mío, yo estimaba que en esa misma sangre brillarían las virtudes de aquel que entregaba todo su aprecio a la persona, fuera grande o pequeña, en la que brillaba el saber y el culto a las letras. Hemos llegado a saber, por varones de buen juicio, que tú no acostumbras a ser vencido por ninguna otra recome~dación más que por la virtud y por la sa-
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cio a Lean, observantissimo Patrono meo, sanguine eras coniunctus, sic et in ipso eodem sanguine, virtutes il/ius, cum in omnibus, tum vero in eo potissimum re/acere existimarem, quod in litteratis aut saltem litterarum amatoribus, amplectendis viris et litterariis donis, quamquam parvis, sed lamen promptissimo animo oblatis, similis esse crederis. Quandoquidem iam pridem ante hac a summi judicii viris acceperamus, nu/la te alia commendatione devine/ magis, quam virtute et litteris, quibus, ut omnium est in ore, soleas impensissime favere. 1am vero, animi mei auxit etiam audaciam /ibenti liberalique animo et fronte, munuscu/um hoc meum (hoc est Placentiae imaginem) ad vivum, hoc est omnibus suis, ut aiunt, coloribus, expressissimam, ab eo recipiendam amplexandamque, /F. VIII v./ ut par est, /ore, qui in eam ipsam civitatem, magna cum omnium ingenti laetitia et hilaritate, proxime esset suscipiendus. Siquidem et ipsa Placentia civitas, summam statim dignamque tanto antistite concepit spem, postquam sibi te Praesulem datum esse intellexit, ac eo se praesertim nomine placere Deo putavit, quod hominem tantum, tamque omni oirtutum cumulo undique ornatum, ad pastora/is et apostolici officii dignitatem, applaudente Deo et gaudentibus hominibus, evectum vidit atque evocatum. Quo patrocinante non dubitat se malora in dies emolumenta suscepturam, et siquidem debilem habet gregem et abactum, non solum pie in cautas reducendum ac sanandum /ore, sed omnem suam segetem /F.IX/ a zizaniis quoque ventilandam atque expurgandam 3 â&#x20AC;˘ Ego vero, qui malora pastea ab tua benignitate beneficia, Praesul amplissime, expecto, nunc illud primum et maximum suplex peto, ut munusculum hoc nostrum, observantiae in te meae, et reverentissimi animi testimonium, benigne excipias, et Placentiam tuam in eodem ad te venientem, benevole complectaris. Vale, Antistes celeberrime, quem incolumem et Hispaniis et Reipublicae nostrae IESUS CHRISTUS foelicissime divitissimeque serve!, et merito dignitatis incremento foeliciter proprovehat. Vale iterum. Placentiae. Kalendas !unĂas. 1573. -
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biduria, y que a la una y a la otra, como está en boca de todos, sueles, celosamente, favorecer. /F. VIII v./ Por otra parte vino a aumentar mi audacia el que había de ser recibido y aceptado, como es justo, con buen agrado este regalito mío (esto es, la imagen de Plasencia), hecha a lo vivo, o como dicen, con todos sus colores, por aquel que había de ser recibido próximamente en la misma ciudad con gran alegría y contento de todos. Puesto que aquella misma ciudad de Plasencia, después que entendió que tú le habías sido dado como Obispo, y de que juzgó que agradaría a Dios con tal nombre, en seguida se llenó de una esperanza tan grande y digna de tan gran Obispo porque había sido llamado el hombre adornado por todas partes con tan gran cúmulo de virtudes, tanto para la dignidad del oficio apostólico como pastoral, aplaudiendo Dios y alegrándose los hombres. De cuyo patrocinio no duda que habrá de recibir, de día en día, mayores ganancias, pues aunque tiene un débil rebaflo no sólo piadosamente ha de sanarle y llevarle a su redil, sino que también, toda su mies, ha de ser ventilada y limpiada de la cizaña9 • /F.IX/ Yo, sin embargo, que espero después los mayores beneficios de tu benignidad, oh Obispo amabilísimo, ahora, como primero y mayor suplicante, te pido que este regalito nuestro benignamente recibas como observancia de mí hacia tí y como testimonio de mi reverendísimo ánimo, y pido que benévolamente abraces a tu Plasencia que en él llega a tu persona. Cuídate, oh Obispo celebérrimo, a quien Jesucristo felicísima y abundantfsimamente conserve incolume en bien de Espafla y nuestras repúblicas y felizmente lleve hacia adelante, y llene de mérito, e incremente tu dignidad. Nuevamente cuídate. Plasencia a uno de Junio de 1573.
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PLACENTIA: URBIS DESCRIPTIO HISPANIARUM Placentia (quandoquidem aliam habet huías nominis Italia) in ea tertia illarum parte, in Vectonum plaga, ad montium radices sita est, qui Barda/os vocatos, nunc Castilliam, ab Dorii extremis, quae propria Estremadura est, quamque latías ea olim pateret pars, seiungit. Nam si verum est, priscorum monumentis confirmatum, amnem Tagum, Caperamque Jtem, in Vectonum plaga contineri, cum Placentiae urbis sitas, in medio plane ( aequo scilicet ab utrisuqe XVI millia pass.um spatio) positus sit, haud obscurum erit in Vectonum districtione urbem includi. Distal /F.1 v / igitur a Caperensibus, quos Ursam versus habet, Placentia ( quique ínter populi romani celebriores o!im reputabantur) XVI millia passuum, ut dictum est; a Cauriensibus, gente nihilominus vetustissima, ínter septentrionem et occasum sita, XXXII millia. Ab occiduo Turmogium habet, sive Alcantaram, LVI millia passuum. Separatam a meridie Castra lulii, totidem nohilominus passuum millia distantia, quemadmodum Geream, sive uf aliqui volunt, Cecilii Castra, aut Cereris Casam. Tagus, autem ille fluminum celebratissimus et aurifer VI (?) millia passuum ab urbe dissitus, a meridionali plaga fuit. Urbem vero ab meridie. Xerethus, omnium fluminum pulcherrimus alluit, ac {ere totam circuit, ut mox dicemus. Et cum prope Xerethum oppidum versus plagam orientalem XXXII millia passuum a nobis dissitus oriatur, unde /F.2/ nomen, postquam urbem praetergreditur, non longe a Galisteis Alagoni illabens, nomen amittit, atque ambo pastea rursus in Tagum prope Alcantaram cadentes, rapide sese in mari iuxta Olisiponem praecipitant. Caeterum, Poli elevatio (si Ptolomaeo credimus) ad XLI gradas sese erigit, latitudinis habet VIII cum dimidio. De Placentiae ortu, quoniam recens admodum urbs est, pauca admodum aut nulla prorsus priscorum extant monu-
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Fouo DESCRIPCION DE PLASENCIA Plasencia de las Espaí'las (pues Italia tiene otra de este mis• mo nombre), está situado en la tercera parte de aquellas -en la región de los Vetones- junto a las rafees de los montes que separan a los llamados «Bardulos", ahora Castilla, de los extremos del Duero, que es propiamente Extremadura, a la cual, esta parte, estaba mas abierta en otros tiempos. Siendo verdad -Y está confirmado por los monumentos de los antiguos- que el rio Tajo y lo mismo Cappera, están dentro de la región de los vetones, como la situación de la ciudad de Plasencia está colocada justamente en el medio ( es decir al justo espacio de dieciseis mil (?) pasos de una y otro), es claro que la ciudad se incluye en el distrito de los Vetones. /F.1 v./ Asf pues, Plasencia de los caperenses, a los cuales tiene hacia la Osa Mayor, (quienes eran considerados en otros tiempos entre los más célebres del Pueblo Romano), dista dieciseis mil pasos, como queda dicho; de los cauriensis, pueblo -ciertamente antiquísimo, situado entre el septentrión y el ocaso, treinta y dos mil. Tiene al occidente a Turmugio o Alcántara, a cincuenta y seis mil pasos. Al Mediodía está separada de Trujillo por otros tantos miles de pasos, lo mismo que Gerea, o como otros quieren Campamento de Cecilio o Casas de Ceres. El Tajo, el rio más famoso y aurífero de todos, dista de la ciudad seis mil pasos y corre por la región meridional. El Jerte, el más hermosos de todos los rios, baila a la Ciudad por el Mediodía, y casi la circunda toda como luego diremos. Nace cerca de un pueblo situado hacia la región oriental a treinta y dos mil pasos, llamado Jerte de donde le viene el nombre al rio; /F.2/ después de haber pasado la ciudad, no lejos de Galisteo, desemboca en el Alagón, pierde el nombre y los dos, después de unidos, nuevamente cayendo en el Tajo cerca de Alcántara, se precipitan, rápidamente, en el mar junto a Lisboa. Además, la eleva,ción del Polo (si creemos a Ptolomeo) se eleva a 41 grado, tiene de latitud ocho y medio. Del nacimiento de Plasencia, como todavía es ciudad reciente, ciertamente pocos o casi ninguno son los monumentos de los antiguos. Pero después de qué el imperio de los Sarracenos se ex- 21 -
menta. Sed postquam Sarracenorum in Hispaniis late longeque dilatatum est imperium, ea quoque in Lusitania illarum parte, que Estremadura dicitur, in totum plane potiti sunt. Successi vis vero temporibus, Castellae atque Toleti, Toleti, Aldefonsus Rex, huías nominis Octavas, postquam Navarum Tolosae, celebre illud proelium superavit, cum /F.2 v./ eam esse Dorii extremii partem aptissimam urbi aediflcandae animadverteret, contemplatus praeterea contra Maurorum ímpetus, qui in ea plaga subsultabant, munitissimam eo in loco, qui Ambroz, arabice, (ob Turrim scilicet sic vocatam) vocabatur, erigí posse civitatem, ipsum aggrediens opus, in urbis normam, haud parvam loci partem, eleganti muro, fortissimisque val/is communivit. Propter igitur turrim eo in loco repertam, et pinorum, quae prope nascuntur, numerosam multitudinem ac sobolem, factum est ut Placentia pro symbolo habuerit turrim duplici alta pina ab lateribus insignitam, ut non inmerito de Placentia dixerit Grafía Dei, aut quis alias fuerit, carmine, vernaculo idiomate conscripto:
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Dexo Ambroz en Placentia Torre, castaños y pinos. Don Alonso en consequentia Tras las Navas dió en herencia Veinte leguas con vezinos. Dexola muy torreada, Libre, rica, generosa, Sobre todo libertada, Que es la más preciosa cosa Que puede ser deseada.
!taque quoniam et urbis ortus et aetatis prima, ut ita dicam, fundamenta et in/antia, ab Alfonso Rege incepit, visum fuit et illius quoque in huías operis initio adjicere regium orioilegium sea schema, in incolarum gratiam a se exhibitum, et quod in archivo urbis reservatur'. <Quanto magis, inquit, fldes pullulat et augetur christiana religio, tanto magis ex nominis dioini invocatione superna gloriatur maiestas, et suis fidelibus exhibet quod spopondit. Unde pium est et saluti ani- 22 -
tendió en las Espaftas, a lo largo y a lo ancho, llegaron a dominar, completamente, la parte de aquellas que en Lusitania se llama Extremadura. Pero en tiempos posteriores, Alfomm Rey de Castilla y de Toledo, Octavo de este nombre, después de que ganó aquella célebre batalla de las Navas de Tolosa, como /F.2 o./ advirtiese que ella era la parte más apropiada del extremo del Duero pa· ra edificar una ciudad, considerando, además, oportuno contra el ímpetu de los Moros, que merodeaban en aquella región, edificar una ciudad muy bien amurallada, la creó en aquel mismo sitio que en árabe se llamaba Ambroz denominación tomada por la Torre. Comenzando él mismo la obra a estilo de Ciudad, fortificó no pequefta parte de ella con elegante y fortfsimo muro. Así pues, tanto por la torre que se vé en este lugar, como por la numerosa multitud de pinos y vegetación que nacen cerca, sucedió que Plasencia tomó por símbolo la torre con un par de pi· nos altos a los lados,(?) para que no sin razón se dijera, con la gracia de Dios, sea quien sea, en un verso en lengua vernácula.
/F.3/
Dexo Ambroz en Placentia Torre, castaftos e pinos. Don Alonso en consequentia Tras las Navas dió en herencia Veinte leguas con vezinos. Dexola, muy torreada, Libre, rica, generosa, Sobre todo libertada, Que es la más preciosa cosa Que puede ser deseada.
Y así, ya que el origen d~ la ciudad y de los primeros funda· mentos, por así decirlo de su edad y de su infancia, comenzaron a partir del Rey Alfonso, fué parecer de este Rey dar por si mismo un privilegio o esquema regio en el mismo comienzo de esta obra en favor de los mismos habitantes, el cual se guarda en el Archivo de la Ciudad'. «Quanto mas, dice, pupula la fé y se aumenta la religión cristiana, tanto más gloria recibe la Majestad Celestial con la invocación del nombre Divino y, ofrece a sus fieles lo que promete. De donde es piadoso y convenientemente a la salud de las almas /F.3 v./ que en los lugares cercanos a las regiones de los paganos se construyan ciudades e implanten congregaciones de los - 23 -
marum expediens, in locis paganorum /F.3 v./ regionibus affinibus, urbes construere, christicolarum plantare aggregationes, quae in/idelium nequitiam coherceant, et omnium Creatori in laudem cedant sempiternam. Quapropter, ego, Aldephonsus, Dei grafĂa, Rex Castellae et Toleti, una cum uxore ,mea Alionore et filiabas meis Berengaria et Urraca, ad honorem Dei, in loco qui antiquitus vocabatur Ambroz, urbem aedi/ico, cuĂ Placentiam, uf scilicet Deo placea! et hominibus, nomem imposui. Eique et eiusdem praesenti et futuro concilio filiisque et posteris eorum dono, concedo et quae sequuntun. Et rursus: 47ffa lamen uf haec mea urbis terminorum donatio, rata et stabili permaneat et inviolata persevere!. Si quis vero huius meae donationis et concessionis /F, 4/ paginam in aliquo rumpere, infringere aut diminuere praesumpserit, omnipotentis Dei plenarie iram incurra!, et inferorum poenas cum luda traditore sustineat, et regiae parte Mille purissimi auri libras solvat. Pacta carta apud Placentiam a era 1227, octavo Idus Martii, secundo anno postquam idem Serenissimus Rex Castellae et Toleti Aldefonsus, Legionensem regem cingulo militiae cinxit, et ipse Rex Legionensis Aldephonsus obsculatus est manum dicti Castellae atque Toleti Regis Aldefonsi, et Ădem saepe dictas Aldefonsus Castellae atque Toleti, Romani lmperatoris {ilium, Conradum nomine, in novum militem accinxit, et si {iliam suam Berengariam tradidit in uxorem. Ego Aldefonsus regnans in Castella et Toledo cartam hanc manu propia roboro,. /F,4 v./ Haec igitur urbis fuere primordia, hoc saeculum. Ac proinde nec magnopere sollicitus fui, praeessent ne tune temporis in eo loco, uf quidam volunt, vicinitatis rudimenta, ve! urbis potius haec extiterint initia. Cum hinc inde vero verius sit, exensis annis et aera Caesaris deduela quadringentos circiter superesse annos, hoc est 384, quibus ab Alphonso Rege civitatis initia exorta sinf5. Habuit vero, ut ex eodem regio privilegio tiquet praeteritis temporibus Placentia, extensam nimis atque propagatam terrarum ditionem, utpote quae ad amnem usque Tormes ab exortu, ab occasu vero ultra Julii Castra, ad Montanches videlicet, extenderetur. - 24 -
seguidores de Cristo, que repriman la necedad de los infieles y redunde en gloria sempiterna del Creador de todas las cosas. Por lo cual Yo Alfonso, por la gracia de Dios Rey de Castilla y de Toledo, juntamente con mi mujer Leonor y mis hijas Berenguela y Urraca, para honor de Dios, en el lugar que antiguamente se llamaba Ambroz, edifico una Ciudad a la cual impongo el nombre de Plasencia para que naturalmente agrade a Dios y a los hombres, Y a ella y a su presente y futuro concejo, y sus hijos y los descendientes de ellos doy y concedo lo que sigue•. Y nuevamente: «Asf pues, que esta mi donación de límites de la Ciudad permanezca ratificada y estable y continúe inviolable. Si alguien osase /F.4/ romper en algo la página de mi donación y concesión o violarla o disminuirla, incurra plenamente en la ira del Dios Omnipotente y padezca las penas del infierno con Judas el traidor y pague a la parte del Rey mil libras de oro purísimo. Escrita en Plasencia a ocho de marzo de 1227, segundo afio después de que el serenísimo don Alfonso de Cantilla y de Toledo cifló al Rey de León con el cíngulo de la milicia y el mismo Alfonso Rey de León besó la mano del dicho Rey Alfonso de Castilla y de Toledo, y él mismo muchas veces nombrado Alfonso de Castilla y de Toledo recibió como nuevo soldado al hijo del Emperador Romano, de nombre Conrado, y le dió por mujer a su hija Berenguela. Yo Alfonso, reinando en Castilla y en Toledo, con mi propia mano firmo esta carta,,
/F.4 v./ Así fueron, pues, los principios de la ciudad, durante este siglo. Motivo por el cual no fuí prógido en buscar preexisteccia de otros tiempos en aquel lugar como algunos quieren, ni tampoco otros indicios de comienzos de la ciudad. Por consiguiente creo más cierto que pasados los aflos y quitada la edad del César quedan casi cuatrocientos aflos, esto es, trescientos ochenta y cuatro, que nacieron los comienzos de la ciudad a partir del Rey Alfonso. Tuvo por consiguiente Plasencia en tiempos pasados, como se deduce del mismo privilegio real, una muy extensa y dilatada riqueza de tierras que se extendían por el oriente hasta el rio Termes, y por el ocaso mas allá de Trujillo, hasta Montánchez. Pero, parte porque las tierras fueron donadas por los reyes, parte vendidas, parte usurpadas por los vecinos /F.5/, estamos encerrado tan estrechamente que los ciudadanos parecemos estar abrazados por una especie de pequeflo círculo. - 25-
Verum partim quod a regihus terrae dono exhibitae sint, partim, etiam et Venditae, partim a confinihus /F.5/ usurpatae, sic anguste concludimur ut in quodam breoi oeluti circo cives complecti videamur, Utcumque sil, nohilis est certe civitas Placentia, et ah omni regia impositura, quod eidem Aldephonso dehemus, libera st immunis. Unde facile non eorum accesserim sententiae, qui urbem eam antiquiorem multo volunt, ea forte causa moti, quod Nationali Concilio To/etano Quarto, circa Honorii Primi Pontificis aetatem celebra/o, cuius historia Coloniae apud typographum Gerbinum, anno 1567 excassa est, Prothasium quemdam, Placentinae ecclesiae episcopum, interfuisse, et eidem etiam subscripsisse, proditum memoriae fuit. Et cum Ădem Summus Pontifex Honorius erga Caesaris aeram 681, Heraclio Romanorum lmperatore, et Suintilla, sive, quod alii oolunt, Chitillano, Gothorum rege Hispanias moderante, quod nemo ambigit, decesserit. /F.5 v./ lnde volunt Placentinos Episcopos, ac proinde etiam urbem, multo antea, post natum sciliciet Salvatorem anno 622 plus minus, hoc est abhinc 950 annos, circiter incepisse. Sed hic f acile diluetur error, si Concilii illius Toletani Coloniae excussi fidem cum manuscriptis exemplaribus (hfs potissimum quae apud Sanctum Millanum sunt de La Cogolla, sexcentos ante annos gothicis litteris scripta) conferamus 6 â&#x20AC;˘ Quemadmodum me coram ( uf eral totius antiquitatis perdiscendae cupisissimus) paucis ante immaturissimum obitum diebus, contulit, Jllustrissimus simul et omni virtutum genere clarissimus, singularis praete reameus, quinimo studiosorum omnium Moecenas, Dominus Petrus Ponce a Leon, Episcopus Placentinus,- cuius viri quidem singulare ac rarum ingenium, consummatissimus judicium, iuris tan Caesarei quam Ponti/icii /f. 6/ peritiam, Theologiae cognitionem, in omnes paene artes ac disciplinas ingenitam et nativam propensionem, candorem praeterea et omnigenam iustitiae et veritatis exercitationem equidem nullo queam opere ve/ oratione satis explicare 7 â&#x20AC;˘ -26 -
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Como quiera que sea Plasencia es una ciudad ciertamente noble y libre e inmune de todo impuesto real lo cual se lo debemos al mismo Alfonso. De donde no fácilmente acepto el criterio de aquellos que quieren que esla ciudad sea mucho más antigua quizá movido por que se recuerda que en el cuarto Concilio Nacional de Toledo celebrado bajo Honorio 1, cuya historia fue descubierta en Colonia en casa del tipógrafo Gerbino en el afio 1567, intervino un tal Protasio Obispo de Plasencia, y que al mismo concilio suscribió. Y como el mismo Sumo Pontífice Honorio murió en el año de César 681 y siendo Emperador de los Romanos Heraclio y Suintilla, como otros quieren Chitillano, rey godo que regla las Espai'ías, lo cual nadie lo duda /F.5 v./ quieren que los obispos placentinos, y por consiguiente también la propia ciudad, comenzase mucho antes poco menos que seiscientos sesenta y dos ai'íos después del nacimiento del Salvador, esto es hace unos novecientos cincuenta ai'íos. Pero este error se desvanece fácilmente si comparamos la fe de aquel Concilio toledano descubierto en Colonia, con los manuscritos ejemplares (principalmente con los que se encuentran en San Millán de la Cogolla escritos en letras góticas unos seiscientos ailos antes)&, Como ante mí afirmó (ya que era muy dado a conocer toda la antigüedad), pocos días antes de su prematura muerte, el Ilmo. y a la vez preclaro en todo género de virtudes y además singular Mecenas mío, más aún, de todos los estudiosos, D. Pedro Ponce de León obispo placentino; cuyo especial y raro ingenio, acertadlsimo juicio, pericia en el derecho Civil y Canónico /F.6/ conocimientos de Teología con ingénita y nativa inclinación a casi todas las artes y disciplinas, unidas al candor y a la plena entrega de la justicia tanto que con ninguna obra o discurso u oración podré explicarlo suficientemente7• Así pues como en el manuscrito ejemplar de Protasio, ese Obispo que asistió al concilio no era Placentino sino Acitano no hay que creer, por esta parte, al código Gerbino. Y aunque no quiere ignorar que en otros ejemplares (encontrados en Colonia, de 1538) no se contiene ninguna mención de Protasio o de Obispo placentino sino que se lee Tonando de Palencia. Y sin dificultad se puede vencer el error de los que opinaron que la ciudad de Cappera (de la cual conservamos no pequei'íos
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Jgitur quoniam in exemplari manuscripto Prothasius, is Episcopus qui concillio adfuit, non Placentinas, quinimo Accitanas, potius fuit, nulla hac in parte fides Gerbino codici est tribuenda. Quamquam,nec ignorandum illud vellim, in aliis exemplaribus (Coloniae videlicet, anno 1538 excussis) nullam Prothasii, aut Placentini Episcopi haberi mentionem, sed Tonantium legi Palentinum. Neque vero etiam difficulter eorum convinci potest error, qui Caperensem urbem ( cuius non parva apud nos sunt vetusta/is gloriaeque monumenta) Placentini episcopatus sedem olim fuisse crediderunt,· posteaquam declinante iam, et ruinam etiam num experta Capera, in erectam et /F. 6 v./ ab Rege Aldephonso extructam urbem, translatum esse dignitatis Pontificiae caput. Consta! siquedem et multo ante aedificatam corruisse Caperam,· quin et illud Episcoporum Caperensium in Conciliis. Toletanis, aut a/lis, nullam (quod sciamus) habitam extitisse mentionem 8 • Utcumque sil, ea certe est Placentiae positura, ut"nec plana admodum, nec asperior manifeste videatur, sed molliter ab exortu ad occasum dejlexa, a meridie ad septemtrione utcumque planior. Geminos eam habuisse muros indican! ruinae. Nunc unus calce et lapide constructus superes!, et is quidem munitissimus et turribus per intervalla exornatus9 • Portae quibus muri intersseantur, quae sex numero videntur, sic dispositae sunt, uf Solarem ad orientem monstrentr a meridie Talabricam, /F.7/ quia scilicet Talabricam respiciat, ab hac rursus ad meridionalem plagam, Castro /uliensem,· ad occasum Cauriensem propter vicinam Cauriam,· ad Ursam La Berrocana, ad septemptrionem Posticus. Praeter haec vero in summa urbis positura, regia iacet arx, munitissima quidem, lapídeo et aquaeo vallo circunducta, cuius nuper dominium ab Philippo, Hispaniarum ínclito Catholicoque rege, in illustrissimum simul et omni virtutum genere splendidissimum, observantissimumque Patronum meum, Dominum Ludovicum ab Stunica et Avila, Militiae Alcantarensis praefectum, Marchionem de Mirabel, translatum -
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monumentos de su antigüedad y gloria) fue en otros tiempos sede del episcopado Placentino diciéndose que después en el ocaso y aun en la ruina de Cappera, fué trasladada la cabeza de la dignidad Pontifical a la ciudad /F.6 v./ erigida y construida por el Rey Alfonso. Pues consta que mucho antes de ser edificada Plasencia pereció Cappera; sin que existiese mención alguna (que sepamos) de los Obispos de Cappera en los Concilios Toledanos o en otros •. Como quiera que sea, ciertamente la disposición de Plasencia es ésta: No parece llana ni manifiestamente áspera sino inclinada levemente del oriente al ocaso y del mediodía al septentrión al· go más llana. Que ella tuvo dos murallas lo indican las ruinas. Ahora queda una construida a cal y canto toda y ciertamente muy fortificada y adornada a intervalos con torreones g. Las puertas por las cuales se pueden atravesar los muros son seis, estando dispuestas del tal manera que aparecen la del Sol al oriente, la de Talavera al mediodía /F.7/, por que mira a Ta· lavera; hacia la parte meridional la de Trujillo; la de Coria al occidente, por la vecina Coria; al norte la de Berrozana; y al septentrión una puerta falsa o postigo . Pero además de éstas, en la parte alta de la ciudad, está la fortaleza regia muy defendida y rodeada de un vallado de piedra y agua, cuyo dominio fue trasladado y concedido por Felipe, ínclito Rey de las Espai'las al llm.º y a la vez esplendidlsimo en todo género de virtudes, y observantfsimo Patrono mío D. Luis de Zúñiga y Avila, Prefecto de la Orden de Alcántara, Marqués de Mirabel del cual, ciertamente, en otra parte ha de hablarse más excelente y ampliamente puesto que me iría, ¡por Hércules!, demasiado lejos, si tratara de comprender y concluir, con este estilo lento y extrai'lo, aquellas cosas que merecen alabanzas; como son su excelentísimo ingenio, su depuradisimo juicio de las cosas humanas, y la pericia y prudencia /F.7 v./ en todas las materias. Tiene además la ciudad unos edificios maravillosamente espléndidos y fuertes hechos a cal y canto, hermosos, y abundantfsimos en madera que se concede a los habitantes gratuitamente en los pinares (siendo de su cargo los gastos para hacerla). Tiene más de dos mil quinientas casas de ciudadanos entre las cuales, el Templo de María Madre de Dios, fabricado con tanta suntuosidad con -29 -
est atque concessum. De quo quidem alibí fortasse luculentius pleniusque est dicendum, quandoquidem nimis me hercle forem longas, si quas excellentissimum eius ingenium, defecatissimum iudicium humanarumque omnium rerum peritia /F.7 v./ atque prudentia merentur laudes, stilo hoc pressiori et alieno comprehendere aut concludere tentem. Habet praeterea urbs aedificia mire splendida et fortia, lapidibus et calce concinnata. pulchra et abundantissima materiae, quae incolis in Pinetis gratuito ( positis lamen ad faciendam sumptibus) conceditur. Civium domos habet ad quingentos supra duo millia, ínter quas Genitricis Dei Mariae Templum, tanto sumptu, et admirabili arte fabrefactum, uf paucis omnino orbis terrarum universi iure cedat, sive materiam, sive artem spectes. Quandoquidem non solum intus, fulvo totum veluti fervet auro, verum chorum habet exornatissimum, mirabilibus lignorum caelaturis et ima[<inibus, summa arte elaboratum 10. Multa praeterea in urbe visuntur fana, non solum splendore et divitiis, sed et sanctis divorum monumentis illustrata, ínter quae divi Vicentii, ex Dominicanorum coetu. aedes, dives admodum pulchra, cuius ea esse nominis et structurae ratio perhibetur. Cum Dominus quidam loannes de Astunica, MiliNae olim Alcantarensis Aequitum magíster, pastea vero hispaniarum Cardinalis, et Hispalensis Archiepiscopus, annorum duodecimpaer, Placentiae et Bigerrae dacam ( Alvari videlicet et Eleonoris Pimentel) filias nata maior, ad mortem asqae infirmaretar, divoqae Vincentio, cognomento Ferrer, pro salute pueri sapplicaretur, praecibus quidem ac sanctitate viri in vitam revocatus esse perhibetar. Cuius beneficii parentes non immemores, Vicentinum Coenobium, illias nomine et erigendam et multiplici etiam nobilitate cammulataqae pecunia, decorandum exornandumque voluerunt. In quorum fidem, Dominas ídem loannes JF.8 v./ ducum filius maior, in permagna argentea imagine, quam coenobio dono duces exhibuerunt ad Sancti pedes substratas humiliter visitar. Mortuus autem cum fuerit, ex Hispali Burgos veniens, apud Ceciliae Gemellinae Sacrum (qaod nunc de Guadalupe) post natum Christum annum 1504 ad Coenobium Vicentinum, ubi sepult°' iacent, cum -30 -
tan admirable arte, que a pocos cede en derecho en todo el orbe de
la tierra ya mires a la materia, ya al arte. Ya que no sólo por dentro parece que arde todo con el resplandeciente oro, sino que también tiene un coro adornadfsimo, y elaborado con sumo arte con admirables grabados de maderas e imágenesio. Además se ven en la ciudad muchos templos engrandecidos no sólo por el esplendor y las riquezas sino también por santos monumentos de bienaventurados entre los cuales el edificio de San Vicente, de ta congregación de los Dominicos, rico y muy hermoso, de cuyo nombre y estructura se dá esta razón JF.8/. Como un cierto don Juan de Zúi'iiga, en otro tiempo Maestro de los Caballeros de Alcántara y después Cardenal de las Espailas y Arzobispo de Sevilla, nii'io de 12 ai'ios, hijo mayor de los Duques de Plasencia y Béjar (de Alvaro y de Leonor Pimentel) enfermase hasta morir, como se hicieran súplicas a San Vicente, por sobrenombre Ferrer, por la salud del niño, se dice que fué vuelto a ta vida ciertamente por las preces y la santidad del varón. En memoria de cuyo beneficio, los p!!dres quisieron erigir el Cenobio Vicentino en nombre de aquél, y decorarle y adornarle con mucha noble· za y dinero. En cuya fe el mismo Don Juan JF 8 v./ hijo mayor de los Duques se vé humildemente tendido a los pies del Santo en una grandísima imagen de plata que los Duques regalaron al Cenobio. Pero como muriese, al venir de Sevilla a Burgos, en el templo de Cecilia Gemeliana (que ahora se llama de Guadalupe) en et año 1504 después de Cristo, sus huesos fueron traidos al Cenobio Vicentino donde están sepultados juntamente con un birrete ro· jo, estando atlf mismo depositados sus antepasados. Además por diligencia de los Duques, de cuyo dominio era la ciudad (restituida a los reyes poco después), fué traído después al Cenobio un dedo del mismo Santo que es tenido en la máxima veneración por todos, de tal manera que frecuentemente restituye la salud a los enfermos. Lo cual, ciertamente, JF.9/ es un preclaro y gran argumento 4e la nobleza del Cenobio Vicentino, aumentándose la admirable mgnidad con las calaveras de Santas Vírgenes que el ai'io de 1545 el Ilm.º Don Luis, Marqués de Mirabel, trajo a nosotros, recibidas como regato del Arzobispo de Colonia, Electo del Imperio, cuando acompai'iaba a Carlos V Máximo y Sacrosanto Emperador, cuando hacia la guerra en Alemania contra los rebeldes del Imperio y con· tra los impíos seguidores de Lutero, y procuró colocarlas aquí. -
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birreta simul rubro, ossa perducta posfea fuere, et inibi cum parentibus reposita. Caeferum ducum diligentia, quorum ditionis tune (regibus lamen restituta paulo post) eral civitas, sancti eiusdem digitus quidam, ad coenobium posfea perductus est, atque in maxima omnium et veneratione et devotione habitas, adeo uf non rarenter aegris haud obscura sanitatis manera praestiterit. Quae quidem licet ad /F. 9/ modum Vicentini Coenobii praeclara et magna sint nobilitatis argumenta, mirabilem praeterea dignitatem addunt, virginum divarum Calvariae ossa, quae anno 1545 illustrissimus Dominas Ludovicus, marchio de Mirabel, cum Carolum Quintum Maximum ac Sacrosanctum fmperatorem, belli rationem contra fmperii rebelles et impíos lutheri sectatores, Germaniae agentem, sectarefur, ab Archiepiscopo tune Coloniensi, fmperii Electore, dono accepta ad nos perduxit et inibi reponenda quoque curavit. Adjiciam frequentissimum in eo hominum doctissimorum conventum, et Theologiae Philosophiaeque intimam et ab radicibus (quod inquiunt) cognitionem, morum etíam praeter haec sinceritatem quamdam integram, religionem, vitae quaque integritatem candidam et puram 11. Est et extra urbs pomeria, centum /ere passibus a muro dissitum, Francisca /F 9 v./ norum Fratum coenobium in divae Catharinae quondam pasillo sacro e.rtructum. De cuius ortu, quamquam certe nihil habeatur, quoniam adeo iam ob vetustatem marcidum est, ut ruinam /ere minitet, conjici potest non multo post conditam Placentiam erectum fuisse 12 • Eral praeteritis aetatibus e claustralium sic dictorum ordine, caeterum nuper, anno scilicet post natum Christum 1566, Philippi Hispaniarum regis iussu (veluti et plura alía) observantiae sese regulis commissi, in eoque nihilominus viri quidem sanctitate et litteris insignes et qui doctrinarum omni genere et assiduis lectionibus cives et componant et erudiant cum approbatione omnium resplendent. Discalciatorum Sancti Michaelis vocatione, per duo millia passuum ab urbe dissita videtur domus, /F.1 O/ per amoenis quibusdam intersitis vinearum et olivetorum fructiferis arboribus. -32 -
Ailadiré también el numerosfsimo grupo de hombres doctfsfmo que hay en él, y et conocimiento intimo de Teología y Filosofía desde las mismas rafees, (como se suele decir), y además cierta sinceridad íntegra de costumbres, religión, y también integridad de vida cándida y pura 11 • Hay fuera de la explanada de la ciudad, separado casi cien pasos de las murallas, un Cenobio /F.9 o./ de los Hermanos Fran• ciscanos, construido sobre la, en otros tiempos, pequefia capilla de Santa Catalina. De cuyo origen, aunque nada hay cierto ya que está tan desgastado por la antigüedad que casi amenaza ruina, se puede conjetu• rar que fué erigido no mucho después de la fundación de Plasencia12. Pertenecía en tiempos pasados a la orden de los Claustrales, propiamente dicho pero ahora, esto és, en et afio 1566 de C., por mandato de Felipe Rey de las Espafias, (como tantas otras cosas) se confió a las reglas de la observancia; en dicho cenobio, con la aprobación de todos, resplandecen, ciertamente, varones insignes, tanto por su virtud como por sus letras, los cuales educan y ense· í'lan a los ciudadanos en todas clases de doctrinas, y con asiduas lecciones. Separada unos dos mil pasos de la ciudad, se vé la casa de los Descalzos bajo ta advocación de San Miguel, F.10/ entre unos amenos y fructlferos árboles, plantados entre vifias y olivos. Consta que fué construida por cierto religioso varón, hace ochenta afio, de tal forma que aun hoy viven los que vieron echar los primeros fundamentos.
Tiene varones probadisimos en religión y santidad de vida, y que muestran no mediocremente a la ciudad la utilidad que comporta el ministerio de las cosas divinas. Hay un colegio llamado de los Jesuitas o de la Compaí'lia de Jesús, et cual el Ilm.º D. Outierre Carvarjal, dignisimo prelado de la iglesia Placentina, procuró levantar e instituir en un templo que antes fué de Santa Ana madre de la Madre de Dios afio de Cristo de 1554, no solamente elegante y muy hermoso, sino que también procuró decorarle y enriquecerle con gran cantidad de dinero y de rentas anuales 13 • Sustenta a varones sumos, no solo en integridad de costumbres sino también en ingenio /F.10 v./ y necesario para todos los
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Consta! autem ab religioso quodam viro LXXX ab hinc annos extructum fuisse, adeo uf nunc quoque vivant qui prima fundamenta iaci viderint. Viros habet religione et vitae sanctitate probatissimos, et qui urbi in divinarum rerum ministerio, non mediocre exhibeant commodum. Recentissimum est !esuanorum vel Societatis nuncupatum !esus Collegium, quod !llustrissimus Dominus Guterreus Carvajal, dignissimus eclesiae Placentinae praesul, in divae Annae Deiparae olim fano, non elegans solum et pulcherrimum erigí et instituí post natum scilicet Christum 1554, sed ingenti etiam pecunia et redditibus annuis decorandum loclupectandumque curavit 13 • Viros alit non tantum morum integritate, sed et ingenio /F. to v./ quoque summos et ad omnes actiones et ministeria urbis necessarios, quandoquidem non solum pueros a teneris unguiculis in optima morum et vitae institutione, sed in prima etiam litterarum ablactatione aptissime instruunt, sublevan! et mirabiliter componunt. Duo praeterea manialium intra urbem visuntur monasteria, quorum unum, quod divae Clarae dicitur, ab quodam nobili concive Alphonsso Raíz de Camargo, anno 1475 non solum extructam, sed rebus ad usum vitae necessariis et utilibus, nobilitatum in primis fuit ad decoratum. Alterum divi scilicet !llephonsi, quod quidem ultro se Christi anno, cum fratribus eius ordinis pareret (nempe ex ordine Tertio) Pontificiae episcoporum dignitati regendam gubernandumque /F.11/ tradidit, habentque nihilominus et virtate et generis et religionis integritate f oeminas insignes. Sunt et alía quoque fana in urbe, parrochias vulgo vogo vocant, in quibus religiose qaotidie civibus divina sacramenta communicantur. Verum Prothomartyris Stephani ante alia, vel ob id maxime celebrandum et in honore habendum, quod in eo summa cum religione a /idelibus Christas cruci affixus veneretur. Cuius qaidem figurae imago, eximiam et reverentiae et devotionis, vel tepidis ingerit incrementam 14 • Ab hoc vero adest et divi Nicolai templam, divi Salvatoris aliad, divi Petri aliad, divi Martini aliad, divae Magdalenae aliad. -34 -
asuntos y ministerios de la ciudad ya que no solo forman, ayudan, y preparan admirablemente a los niftos desde la mas temprana edad con la mejor educación de costumbres y de vida, sino también en. la enseftanza de las primeras letras. Además se ven dos monasterios de monjas dentro de la ciudad, uno de los cuales, que se llama de Santa Clara, no solo fué construido por cierto noble ciudadano, Alfonso Ruiz de Camargo en el afto 1475, sino ennoblecido y decorado desde su comienzo con cosas necesarias y útiles para la vida. El otro de San Ildefonso como está sometido a los hermanos de su orden, (es decir a la orden Tercera) se entregó un afto después para ser regido y gobernado a la dignidad pontificia /F.11/ de los Obispos, y tiene mujeres insignes tanto en virtud como en integridad de religión. Hay también otros templos en la ciudad los cuales el vulgo llama parroquias, en los que se administran los Divinos Sacramentos todos los días religiosamente a los ciudadanos. Ciertamente el del Protomártir San Esteban hay que ponerle antes de los otros, o por lo menos celebrarle y honrarle por que en él se venera un Cris· to Crucificado con gran religiosidad por parte de los fieles. Cuya imagen impone un eximio incremento de reverencia, devoción y fervor 14• Además de éste, hay un templo de San Nicolás, otro de San Salvador, otro de San Pedro, otro de San Martín y otro de Santa Magdalena. Se ven igualmente otros templos fuera de la ciudad, en los cuales aunque tienen baptisterio, muy raras veces, o nunca, se ce· lebra a no ser en las fiestas de sus santos, o por los ciudadanos mo· vidos por devoción particular; /F.11 o./ pero una ingente multitud concurre diariamente a ellos a celebrar devotas oraciones. Son los siguientes: Una ermita de San Julián, otra de San Lázaro, otra de Santo Tomás, otra de San Juan, otra de San Mar· cos, otra de San Miguel, otra de Santo Domingo el Viejo, otra de San Bartolomé, otra de Santiago, otra de San Antonio, otra de la Santa Cruz, otra de los Santos Mártires. En la cima del monte que mira a la ciudad hacia el septentrión, a unas tres millas de distan• cia hay una capilla de la Santa Madre de Dios, ciertamente pequeñita, pero hermosa, (con una casa adjunta y algunos huertos) muy célebre ciertamente en este pais, tanto por las muchas cosas admi· rabies que la Madre de Dios hace en él, como por la amenidad del -35-
Extra urbem vero et alía nihilominus visuntur, in quibus, !ice! baptisteriis ornata, nisi festis eorum sanctorum diebus, aut civibus privata quadam religione motis sacra ve! /F.11 v / raro aut nunquam celebrantur,· sed in ea quotidie ingens ad so/lemnia devotionum celebranda civium concurrí! multitudo. Sunt autem haec: Divi luliani Sacrum, divi Lazari aliud, divi Thomae aliud, divi loannis aliud, divi Marcí aliud, divi Michaelis aliud, divi Dominici veteris aliad, divi Bartholomaei aliud, divi lacobi aliud, divi Antonii aliud, Divae Crucis aliud, divorum Martyrum aliud. In montis etiam iugo, qui Septemptrionem versus urbem respicit, et tria millia /ere distal, divae Genitricis Dei, parvulum quidem, sed speciosum est sacellum ( domo annexa nihilominus et hortulis quibusdam) celeberrimum quidem in eo tractu, tum propter multa in eo a Dei Genitrice edita mirabilia, tum vero propter oculorum amoenitatem, /F.12/ qui spatiosos, eosque mire virentes saltus ex ea parte, quae editissima est, detegunt 15 • Unde nullus est /ere dies in quo in sacellum ipsum, fide- · lium non concurra! multitudo, magna cum devotione Deum laudantium. Hoc cum in Franciscanorum potestate esset, anno 1570 episcopali dignitati adscriptum est. Est etiam ab occasu totidem millia ab urbe, Divae Deiparae de Fuentes Dueñas f anum aliad 16, aliad ad orientem versus, ad Xerethi ripam, divi Poli nuncupatum, quae magna quorumdam devotione (quamque rarius) celebratur 11, Atque hoc quidem de templis et sacratis domibus dixisse interim sufficiat; siquidem et pietatis ornamenta, quae plura sunt, ad urbis comendationem plenius illustrandam nos vocant. Habet siquidem nonnulla medendis pauperibus Hospitia, in quibus Dei admirabilis quaedam fervet charitas 1s. Tamen ínter afia unum /F.12 v / praesertim iuxta Palatium Pontificium, quod Episcopi gubernationi subest, locuples sane et generosum, quodque olim (uf fama est) Nunius Perez quidam de Monterroy ( nobilis sane atque admodum illustris apud nos familia) Abbas de Santander, ínter afia praeclara sane opera (monasterium videlicet Pincianum de las Huelgas, et Hospitium de Esgueva vocatum, et divi Nicolai civitatis -36-
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paisaje en el que descubren los ojos espacioso /F.12/ prados, sor-
prendentemente verdes, por aquella parte que está muy abierta 11• Por consiguiente casi ningún día deja de venir a la misma capilla una gran multitud de fieles que devotamente cantan al Seftor. Cuando estaba bajo el mando de los Franciscanos en el afto 1570 fué adcrito a la dignidad episcopal. Hay también en el ocaso, a otros tantos de miles de paso de la ciudad, otro templo de la Divina .Madre de Dios de Fuentidueñas 16 ; mirando al oriente, hacia la ribera del Jerte, existe otro templo llamado de San Polo que es celebrado (aunque raramente) con .gran devoción de algunos 11, Y sea entre tanto suficiente esto que he dicho de los templos y de las casas sagradas; ciertamente estas manifestaciones de pie• dad, tan abundantes, justifican una mas plena alabanza de la ciudad. Hay también algunos Hospitales 18 para socorrer a los pobres, en los cuales hierve una admirable caridad cristiana. Sin embargo, en• tre todos, /F.12 v./ uno situado junto al Palacio Pontificio, que di· rige el Obispo, es rico y generoso, y como en otro tiempo (como -es fama) un tal Nufto Pérez de .Monterrey (familia noble y ciertamente ilustre entre nosotros) Abad de Santander, entre otras exce• lentes obras (el .Monasterio Pinciano de las Huelgas, y el llamado Hospital de Esgueva, y el templo de San Nicolás de nuestra ciudad) no solo erigió /este/ sino que cuidó de decorarlo selectamente dotándolo dignamente. Lleva el nombre de su prima Dona Gracia de Monroi, por• .que tal vez estuvo a su cargo el cuidar piadosamente de los pobres, los cuales todos los años concurren en enorme multitud a él. Y hay fuera de las murallas, junto al monasterio de S. Fran• cisco, otro Hospital que el pueblo llama de la .Merced, /F.13/ que está sometido a la prefectura de la ciudad y de sus regidores, en el cual con no menor devoción y afecto, y aftado también habilidad, ,brilla la caridad de Cristo curando toda clase de enfermedades y de heridas. Además otro Hospital que cierta devota Beatriz de Trejo, ~sposa de Juan de Valencia, levantó junto a la puerta del Sol, y dedicó a los enfermos convalecientes. Tiene también la ciudad públicos y admirables servicios de graneros, sobre todo dos: uno que es propio de la ciudad y del cual - 37 -
nostrae templum) non solum erigendum, sed bona etiam sepellectile decorandum, illustrandumque curavit. Nomen habet ah illius sorore, domina Grafía de Monrroi, quod in eo forte pauperum curationi pie praeesset, quorum ingens quottannis in eum ipsum concurrit multitudo. Est et extra urbis muros, iuxta Franciscanorum monasterium, alterum nihilominus Hospitum /F.13/ quod vulgo de la Merced apellatur, subiectumque est urbis praefecturae ac regiminis, in quo non minori devotioni ac affectu, adde etiam et sollertia, omni morborum vulnerumque curando generi Christi charitas effulget. Veluti et in alío Hospitio nihilominus, quod devota quaedam Beatrix de Trejo, loannis de Valentía uxor, iuxta Solarem portam, revalescendis aegris consecravit. Habet urbs praeterea horreorum publica et praeclara ministeria, duo potissimum: unum quidem quod propium urbis est, et in quo ingens frumenti quottannis copia pauperibus et publicis necessitatibus erogatur. Alterum, quod lllustris olim quidam dominus Franciscus de Carvaial, Abbas de Husillos, ea lege civibus donandum consecrandumque etiam voluit, uf postquam frumenti modios viginti millia haberet, quoquo praetio emeretur, eodem impertiri civibus /F.13 v./ deberet. Verumenimvero, quod pietatis opus reliquit pridem dominus Petrus Ponce a Leon, illustrissimus simul et generosissimus praesul noster, omnem pro/ecto beneficii et benevolentiae implet numerum,· adeo uf nec superior aetas, nec Placentinorum pauperum posteritas, parem benefactorem aut habuerit, aut in posterum habitura sit. Nam cum moriens de relicta generosa suppellectile disponere voluiseet, omnem pauperibus suis, ut dicebat, et orphanis nubendis, praesulis pro tempore futaris, et Dominicanorum, Franciscanorumque Maiorum, arbitrio erogandam disponendamque curavit. Nlmirum illud generoso intimoque pectare versans, quod dici solet. Bona, scilicet clericorum esse pauperum. Sunt et alía praeclara sane, sed non perinde publica (ut quae ad ecclesiasticam /F.14/ dispositionem pertineant) pietatis et ornamenti opera nonnullorum videlicet regum, Episcoporum, dignitatum aliorumque etiam privatorum urbis civium. Quorum indicem praeteritis diebus in ecclesiae Sacra-
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todos los ai'los se saca para distribuir a los pobres y a las públicas necesidades, una enorme abundancia de trigo. Otro que el ilustre D. Francisco de Carvajal, Abad de los Husillos, también quiso que fuese donado y destinado a los ciudadanos, con la condición de que después que tuviese veinte mil celemines de trigo, al mismo precio que se comprase se entregase a los ciudadanos.
/F.13 v / Sin embargo la obra de piedad que dejó D. Pedro Ponce de León, ilustrísimo y generosísimo prelado nuestro, supera a toda medida de beneficio y de benevolencia; de tal manera que ni lo anterior ni la posteridad de pobres placentinos tuvieron otro bienhechor igual, ni en adelante han de tener, por que al morir dispuso de todo su generoso tesoro para sus pobres, como él decia, y para los huérfanos que se iban a casar, queriendo ser protector para los que hablan de venir después; procuró que se entregase una parte a los Dominicos y Franciscanos; teniendo un pecho grande y genero• so, como suele decirse, procuró que los bienes de los clérigos fueran también para los pobres. Ciertamente hay otros bienes estimados aunque no públicos {que pertenecen /F.14/ a la disposición eclesiástica) propios de la piedad y obras de ornamento de algunos Reyes, Obispos y digni• dades y de otros ciudadanos particulares de la ciudad. De los cua• les tacitamente en días pasados, en la Sacristía de la iglesia, quiso nuestro preclaro, e insigne Seflor Obispo, Pedro Ponce de León, elegido como Inquisitor General, colocarlos en las epactas y tablas públicas (para que no tuvieran detrimento, el honor de los beneficiantes, cosa que ante todo deben de cuidar los reyes y prelados). No he querido pasar en silencio uno puesto que, no solo por nosotros sino que también por los agenos, ha de ser referido y celebrado, el cual antiguamente dejó Pedro Sancho de la Cámara, para gozarlo y poseerlo el Obispo y Capítulo de Plasencia. Toda la Villa deJaraicejo /F.14 o./ con los décimos de la plaza de Miajadas, con los saltos de agua y prados óptimos para pastar el ganado vacuno de los que el Obispo y Capitulo recibían cada afio un buen tributo. Y como en otro tiempo, según oigo, se originasen disensiones -en la repartición entre el Capitulo y el Prelado, se convino en que se dejara al Capitulo los pastos, y la Villa para la propiedad del Obispo. Esta, desde entonces, sirve de aposento a la dignidad ,episcopal 19 • -39-
rio, chartacaeis editissimisque taba/is (ne scilicet suus benefacientibus deesset honos, quod maxime et reges et praelati curare in primis debent) reponendum locandumque etiam voluit, omni virtutum genere clarissimus dominas et antistes noster Petrus Pon ce a Leon, in Summun Causarum Fidei Cognitorem electas. Tamen unum in primis sub silentio nolui praeterire, ut pote non solum a nostris, sed ab alienis etiam efferendum ac celebrandum, quod egregias olim quidam Petrus Sanctius de la Camara, episcopo et capitulo Placentinis, gaudendum possidendumque reliquit. Integram videlicet, quae Xarahicejo /F.14 v./ dicitur villam, cum decimis oppidi de Meajadas, saltibus praeterea et pascuis peregregiis ad repascenda armenta armenta mire aptis, ex quibus et episcopo et capitulo quotannis magnum accedit vectigal. Et cam olim, ut audio, inter capitulum et praesulem passim lis dissensioque super his impartiendis oriretur, conventum est ut capitulo Pascuae, villa veros in posterum episcopo relinqueretur. Quae quidem ex tune dignitati episcopali est a cubĂculo 19 â&#x20AC;˘ Nobilis sane, incolarum /ere mil/e, solo cae/oque temperata, et rerum quae producit tellus (potissimum venationis et aucupii) ferax. Cuius palatium Pontificium, praeter ea quae foelicis recordationis dominas Guterreus de Carvajal, episcopus Placentinas, aedi/iciorum ornamenta reliquit, miro quodam et eleganti modo auxit illustrissimus dominas Petrus Ponce a /F.15/ Leon, qui nullis unquam in rebus honorificis condendis pepercisse sumptibus videtur :io. Jacet Petrus Sanctius de la Camara, ut creditu par est, Plasentiae, in summo Deiparae fano, eique tantorum benficiorum gratitudine sacra multis quotannis celebrantur. Frater eius iacet in divi Pretri fano. Multas praeterea illustrium et generosorum civium habemus domas, perelegantes et turritas 21 â&#x20AC;˘ Sed ante alias Curia in primis et Praetorium, quod quidem in Litigatorio Foro Quadrato psanoque et eleganti, ut sttur, audiendis causis et Urbanis Rectoribus convocandis idoneum. Rectores ad XL numerum creverunt, quod quidem oel potissimum magnitudinem fertilitatemque civitatis arguit. Quae cum tot tamque va- 40 -
Ciertamente noble, de casi mil habitantes, de cielo templado y suelo fértil y productivo (especialmente caza mayor y cetreria).
Su palacio espiscopal además del ornamento de los edificios que dejó Don Gutierre de Carvajal, de feliz recuerdo, obispo de Plasencia, lo aumentó de una manera admirable, a la vez ·que elegante, el seflor Don Pedro Ponce /F.15/ de León, quien parece que jamás fué parco en los gastos de las cosas honoríficas que realizó ªº. Pedro Sancho de la Cámara yace, como se cree, en Plasencia en el monumental templo de la Virgen y por el cual todos los silos, en gratitud de tantos beneficios se celebran actos sagrados. Su hermano yace en el templo de San Pedro. Tenemos muchas casas elegantísimas y con torres, :u de ilustres y generosos ciudadanos. Pero ante todo la Curia y el Pretorio que está situado en la plaza de los Litigantes, Foro Cuadrado, sano y elegante, apto para oir las causas y convocar a los Rectores de la Ciudad. Los Rectores aumentaron a XL, lo que habla en favor de la fértil grandeza de la ciudad. La cual aunque gobernada por tantos y tan diversos jefes aun perdura y permanece, sin embargo, con su vigor. /r.15 v./ Un noble e ingenuo candor de mentes, poseen sus Rectores, siempre inclinados para promover y gobernar las cosas de la ciudadªª· Tiene, también, el Ayuntamiento, indicando las horas, un potentísimo reloj, adornado artísticamente ª3 , Junto al templo de la Virgen está el Palacio Episcopal he• cho con la generosidad y cuidado del llm.º Pedro Ponce de León, con profundos y bien labrados pozos y cisternas, de tal manera que difícilmente se encontrará en Espaila una casa pontificia de Obispos más bella y elegante. Al otro lado del templo /r.16/ de la Madre de Dios,está la casa del arcediano de Medellín, ya muerto, verdaderamente hermosa, y no pasaré en silencio el haber oído que han de trasladarse a ella los Padres del oficio de la Inquisición, de esta zona, según se dice H, Se encuentra, también, entre los edificios famosos de la ciu• dad que deben ser referidos con merecimiento, la casa del muy ilustre y adornadísimo en toda clase de virtudes D. Francisco de Carvajal que heredó de sus antepasados, y elevó, noblemente, el es· -plendor. - 41 -
riis et undique discordibus capitibus gubemetur, tamen persistit adhuc, /F.15 v./ et suo nihilomlnus permanet robore. Sed tamen nobilissimo et ingenuo etiam mentís candare praediti Rectores sunt, et ad res urbis promovendas et gubernandas proni 22 • Est etiam in Praetorio indicandis horis potentissimum et affabre concinnatum horologium 23 • Ad haec vero, iuxta Deiparae fanum, palatium adest pontificium, tanta equidem illustrissimi domini Petri Ponce de Leon liberalitate et industria, tantis denique sumptibus extructum et perfectum, additis etiam profundissimis et miro quodam artificio elaboratis puteis et cistemis, uf omittam hominum plurimorum domus capaces stationes, ut vix u/la in Hispaniis pontificia episcoporum domas pulchrior aut elegantior reperiatur. E regione autem, ad alterum fanum JF.16/ Deiparae latas, archidiaconi de Medellin pridem mortui, pulchra quidem, sed ob id quoque minime silentio praetereunda domus, quod in eam, ut audio, Sacrosancti Plagae huis officii lnquisistionis Patres, transferendi proxime dicantur u. Est etiam ínter praeclara urbis aedifitia merito referenda, illustris admodum et omni genere virtutum, exomatissimi domini Francisci de Carvajal, a maioribus illius paulatim ad splendorem nobilem deducta domus. Mox deinde, intermedio scilicet divi Nicolai sacro, Do· minicanorum adiacens coenobio, palatium Astunicarum visi· tur. Quod quidem praeter elegantem structuram, sic ingenuum clarumque nobilitatis refert specimen, ut vel conspecto eo, regii stemmatis splendorem facile videatur repraesentare. Verumtamem vel ob id commendandum JF. 16 v./ unice, et in magnis habendum profecto est, quod momentus eius ligni habeat ( Pii ecclesiae Dei Summi IV Pontificis fide et diplomatis roboratum) in quo Dominas noster lesus Christus morfi se pro nobis ultro tradens, a Tartaraea Satanae tyrannide ac potestate, ad caelestis regni portam tot iam saeculis occlusam ac septam transfretavit. lllustratur nihilominus et ea domus multis curiosissi· misque vetustatis sculpturae monumentis, et marmoreis sta· tuis et cippis, quae ab Italia et Roma, olim universi orbis vic- 42 -
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Finalmente, y estando en medio colocado el templo de San Nicolás, y adyacente al convento de los Dominicos, se vé el palacio de los Zúfligas. Que además de su elegante estructura acusa las muestras de nobleza, de tal manera que, contemplado, fácilmen· te se aprecia el esplendor de la regia genealogía. Además ha de ser recordado y tenido en gran estima por conservar un trozo del madero (confirmado por la fe documental de Pio IV Sumo Pontífice de la Iglesia de Dios) en el cual nuestro Seflor Jesucristo se entre• gó por nosotros a la muerte, y nos libró de la Tiranía Satánica y nos abrió las puertas del cielo. Muchos y curiosísimos monumentos y esculturas adornan a esta casa, estatuas marmoreas e inscripciones, que de Italia y Ro· ma, antes vencedora de todo el mundo, trajo el ilustrísimo D. Luis de Zúfliga, ª5 sucesor y representante meritísimo de esta familia; varios, también, trajo de otros lugares de Espafla con gran lujo y cuidado /F .17/. Mas de algún curioso y amante de las cosas anti• guas quedaría encantado viéndolos aquí, por que dicen no encon· trarse mas perfectos dicho sea con perdón de aquellos no aficio· nados 26 • En el jardín de aquél pensil se ven las esculturas marmoreas de los Cesares y héroes. Pero sobre todas, en mármol llamado Pario, la efigie del invictísimo y gloriosísimo Carlos V Emperador de los Romanos, esculpida singularmente que no puede figurarse, ni pensarse, nada más justo. Tiene sobrepuesta esta inscripción con letras góticas doradas CARLO QVINTO Et e assai questo Per che sesa per tuto il mondo il resto. Después, también al lado están escritos, de la misma mane• ra, estos versos: Carole te Titam, ne se properantius orbem Ambires, victo, condicit ante diem. (a) Se ven también en el mismo jardín, las imágenes de Esci• pión Nasica, Ptolomeo, rey de Egipto, también Bruto, Drusila. An• tonio Pio y de Sabina entregadas a D. Luis en Roma JF.18/ como regalo de lo5 estudioso y amantes de la antigüedad romana, cuan• do ante el Papa Pio, Máximo Pontlfice de la Iglesia de Dios, lleva•
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ba encargo de Felipe, Católico e invictfsimo rey de España. Y hay bustos de Trajano y Galba, encontrados en Mérida, un leño de la nave de Julio César, encontrada en el lago de Neme, cerca de Ro• ma. Un pie de mármol de admirable grandeza y talla. Además hay otros elegantes y preclaros monumentos de la antigüedad. (Desde el f. 17 al 27, la aportación de De TORO es sorprendentemente valiosísima. Resulta extrafto encontrarse en un Ms. del siglo XVI una tan detallada y meticulosa recogida de las grafias romanas y griega de un tan variado grupo de monumentos, es· pecialmente reunidos, dando lugar a crear uno de los primeros, sino el primero, de los museos arqueológicos hispanos. Y es aportación valiosa porque viene a dar luz sobre el origen y procedencia de casi todos ellos y, al aclararlo, echa por tierra lo que, eslabonadamente, han ido repitiendo los arqueólogos que de ellos se acuparon, Pons, Cean, Viu, Hilbner, Mélida, etc. etc. quienes, al unisono, mantenían que procedían de Capera, y asf mismo niega nuestra suposición de que algunos de ellos (del mismo modo y manera que encontramos el Ara romana de la iglesia de San Pedro, carente de atractivo para el simple coleccionista, por no tener inscripción) hubieran tenido su primitivo lugar de implantación en nuestra ciudad o en sus inmediaciones, supuesto que manteníamos y que posteriormente han venido a fortalecer las apariciones de DOS Aras que con inscripciones se han hallado en el Valle, fuera de todo con· tacto caperense y sin ninguna relación con aquel núcleo. Y al darnos esta relación nos hace saber la persona a quien se debe la constitución de este precioso agrupamiento, que era otra de las cosas que estaba ignorada aun para los mismos herederos de títulos y mansión. Al reproducir estos folh.>s, tenemos la impresión de que borramos muchas páginas escritas -sino todas- que hablaron de estos documentos. Al comprobar las reproducior.es de unos y de otros, lamentamos ver como se reproducen y se copian, repitiéndose una y otra vez los errores. No hemos visto en ninguno recoger la frase escrita en un lado de la estatua de Carlos V, (a) y que traducida dice: Carlos, a tí Titán te fulminó antes del día para que no gobernases el orbe antes que él. -
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In cippo marmoreo exiguo, sed pulcherrimo: D.M. S.
L. Q. F. L. P. V.
/F.18 o./
A. XVII MA ENTISSIMAE. FILIAE PI XENIANVS
H. S. E. S. T. T. L.
(b)
Est et alias cippus marmoreus et pulcherrimus huiusmodi: D.M. S. IVNIA CAPELLA ANN. XXX V.
H. S. E. S T. T. L. IVNIA EVGEN IA SORORI.
(c)
In marmore ítem excavato foemina sedet, canistrum fructibus plenum manibus tenens, cuí ad pedes est caniculus. Hoc ex Sycambris magna domini Ludovici diligentia fuit adve ctum, habetque superne /f.19/ in fornice huiusmodi inscripfionem: DIIS MANIBVS ROMANAE ·TAVRI. FLAVI VXORI OPTIMAE.
(d)
Videmus et alterum marmoreum cippum elegantem, habentemque utrinque pateram et guttum: D.M. S. MARTA GEMINA. EMERIT. AN. P. M.
L. H S. E. S. T. T. L. IPSA. SIBI. SE· VIVA SECVS CONIVGEM SVVM. f. C. -
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(e)
La frase anterior italiana Pons {pág. 628) la reproduce de esta forma: Cario V et assai questo /perche si sa per tutto il mondo/ il resto. Sobre el pie que cita, admirándose de su tamaño y labra, y que hoy ha desaparecido de la colección, dice el mismo Pons: «Un pie gigantesco de mas de tres cuartas de largo; tiene una sandalia ligada con la mejor gracia y artificio; se conserva entero y es del mas bello y grandioso carácter. Tengo por cierto que será de una estatua a la cual pudo pertenecer alguna de las cabezas colosales que quedan referidas.>. Al comparar las reproducciones de unos y otros vemos como Pons, Cean y Mélida copian distintamente el cipo (b). Otro tanto ocurre con el (e) reproducido por Pons y Cean. El ( d) aparece en los tres autores con idénticos cambios, lo recogen de esta manera: DIIS. MANIBUS/ROMANAE. MA VRI. FLAVII/VXORI OPTIM, lo cual hace cambiar el nombre del dedi· cante. Así lo describe De Toro: C'En mármol, también escavado, una mujer sentada teniendo en las manos un canasto de frutos y a sus pies un perrito. Este fué traido de los Sycambros, con gran cuidado de D. Luis•. Igual ocurre con los dos siguientes; el primero ( e) en Pons y Cean, el segundo (f) por Pons y Mélida. El cipo (g), Pons, Hübner y Mélida le reproducen de esta
forma: D.M S /ATILIA NICO/POLIS ANN/XXXXV.AVR. DO/ RUS. CONIVGI PI/ENTISSIAMAE. F.C.... etc. El cipo (h) no lo hemos visto recogido. El (i), lo traen mal Pons, y Mélida parece que reproduce la transcipción del P. fita y mal; Viu la traduce: «A los dioses Manes. Aventino, natural de Amaia, liberto de Máxima, de edad de 70 aftos, aquí está enterrado, séate la tierra leve. La amable Succesa, también liberta, lo hizo a su excelente marido. Mejor la copia Cean, aunque con ligeras variantes: LIB/MARITO El cipo siguiente (j) lo copian mal Pons, Hübner, y Mélida que copia a este último. Todos recogen: AMMONIK.MAVR. Cean, lo copia bien, menos: AMMON, y AN. en lugar de ANN. Dice De TORO hablándonos y describiéndonos la lápida siguiente (k): -
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____ .....-~---·--------.....--
,....._..,.._.....,
~
Similis praeterea cippus alter cum gutto et patera:
/F.19 D./
D.M. S. L. AELIO. FORT VNATO. L. AEL. HERCVLANVS LIB. ET HERES
EX T. F. C. Vix. AN. LV.
(f)
Cippus ítem marmoreus cum patera et gutto huiusmodi: ATTILIA NICO POLIS ANN. XXXV. AVRELIVS DORVS. CONI VGI PIEN TISSIMAE F. C. H. S. E. S. T. T. L.
(g)
Cippus marmoris rudioris, litteris iam degenerantibus in hunc modum:
/F.20/
D.M. S. L. AEL. OVINTO. ANN. XXII L. AEL. DA TIVS. PARH. ANT 10. FRATRI IL. P. F. C.
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(h)
«Bajo arco bicubital excavado en bellísimo mármol, con columnas estriadas, sacado de Merida, un niño sentado, maravillosamente esculpido, abrazado a un racimo de uvas; al otro lado se vé un ala, refiriéndose a Cupido, ha~ta cierto punto Hay cerca una vid con racimos de uv2s. Hay en ella un gorrioncillo, una serpiente escondida acechando al gorrioncillo y arrastrándose hacia el trono de la vid». Y luego reproduce las letras griegas, con su pie en latín, haciendo la siguiente traducción latina: «Madre mia Gaena, padre Ion, tu que pasas limpia la estatua yacente a una con tu padre ruborizado. Pues permanecería llena de lodo. Me encomendaron este negocio cuando era pequei'lo y el séptimo mes no se te cumplió, venerado J ulián>, Lo que ciertamente fué hecho en los últimos versos dice De Toro. Esta inscripción aparece 1nal recogida por Mélida, quien dice de este monumento que es semejante al grupo escultórico en marmol existente en el Museo de Louvre que se dice representa al hijo menor de los hijos del dios de la Medicina, Esculapio, llamado Janisco, que se divierte extrangulando a una oca, ave consagrada a Epionea. Después de esto De Toro nos da cuenta de los cipos y milarios que existían recogidos en la casa de los Decanos, haciéndonos conocer que son piedras sacadas de Cápera, y dejándonos noticias de cuatro que nadie ha visto ni anotado y que tal vez, hoy, esten formando cuerpo dentro de los muros del edificio del Seminario menor. El haberlos anotado De TORO ha permitido que hoy, puedan ser estudiados. Dice así /F.21 v./ « Y puesto que se han hecho mención de estos monumentos de la antigüedad, y no siendo ni ajenos ni independiente a la disposición de la obra, ai'ladiremos otros que en la casa de los Decanos, 27 ilustre madre de máximos ingenios, se ven en piedras sacadas de Capera.
Al reproducir estas, otras inscripciones nuestro autor nos regata el conocimiento de cuatro de las que hoy nada se sabe).
/F.23/ No dudo que por la nobleza del linaje, hay muchos edificios meritorios que para no aumentar importunamente esta pro-
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Cippus marmoreus litteris paulo grandioribus, sic habet: D.M. S.
AVENTINVS MA XIMAE. LIB. A MAIENSIS. ANN. LXX. H. S. E.
S T. T. L AMABILIS. SVC CESSAE LIBERTAE MARITO OPTIMO FECIT.
(i)
JF.20 v./ Cippus ítem grandior marmoreus pulcherrimus, qui urtinque pulcherrimus in lateribus pateram et guttum habet: D.M. S. AMMONC. MAV RA ANN. XVIII. AMMONICVS MA VRVS. FILIAE PIENTISSIMAE. F.
(j)
Sub fornice ítem bicubitali in pulcherrimo marmore excavato, columnulis etiam striatis, Emeritae effosso, infans sedet mirifice insculptus, botrum amplectens, ala eius altera cernitur, uf Cupidinem aliquatenus referal. Prope est vitis ipsa etiam cum racemis. lnet in ea passerculus,· vipera vero concensura, passerculo insidias motilara, repit ad vitis radices. /F.21/ Extrorsum in quadrata basi, haec literae pulcherrimae, etsi minatulae, conspiciuntur:
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sa, me pareció bien silenciarlos, aunque tal vez habrán de ser citados en sus lugares. Sin embargo dentro de los limites de la ciudad está la casa de Martfn Vaez que me parece digna de mención por que fué instituida y /F.23 vº/ consagrada para los Jesuitas con el nombre de colegio de huérfanos, por el mismo Martfn; tiene una fuente de agua viva que brota copiosamente de la piedra, y otra, tan buena, hecha sin escatimar 28 • En la región que mira hacia el Mediodia, junto a la ribera del Jerte en cierto amenfsimo y hondo valle, está situada la elegante y ciertamente espléndida mansión del muy Ilustre y recomendadísimo en linaje y virtudes Don Fabián, Arcediano de Plasencia y Béjar, está rodeada por todas partes de árboles frutales y amenos vii'ledos y cuidadosamente adornada con un jardin en el cual se admira el arte del jardinero con rosas y violetas que rivalizan entre si, los limoneros con los árboles de la canela. cinamomos de cidros que envidian el coral, con verdes calabazas, pimientos, las plantas leguminosas, ciruelos, y perales, la generosa vid con las higueras; y enmedio como dejaré de ocuparme de aquél bien adornado cenáculo, rodeado de belleza por obra del jardinero, que sobre la orilla del Jerte, con admirable artificio para solaz de los ojos y del espíritu /F.24/, maravillosamente ha sido construido; como silenciarse tambien las fuentes que lanzan frigidfsima agua clara, entre la que salta la lasciva Venus con su hijo Cupido. provisto de aljaba, y los sátiros retozones y las desvergonzadas Ninfas, que a mi me parece que si son verdaderas estas cosas que cantan los poetas, que fueron aquí los huertos de las Hesperides con sus árboles auriferos de los cuales el insomne Draco hubiese sido el guardian 29 , Desde aqui también se divisan por los alrededores de la Ciudad unas fuentes purísimas y salubérrimas, entre las cuales, una, casi la más excelente de todas, llamadas la del cantor, (del Chantre), junto a la Virgen del Puerto cuyas aguas. «Son mas espléndidas, como dice Horacio, que las cristalinas perlas y el cristal Blandusio11 (Fuente de la Casa de Campo de Horacio), que tan facilmente permanecen tenues como rápidamente se enfrian, según el dicho de Hipócrates. Después está la fuente que se llama el Ganso. Otra de Miraflores, otra de la Mimbrera, otra de la Serrana, /P. 24 vº/ y otras casi infinitas, que por los senderos de las viñas (las cuales muchisi- 51 -
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mas y amenas, tenemos sobre el monte Calcydonio, como cl11ro ar• gumento de la fertilidad de la naturaleza y sirviendo de plácido recreo para los ojos de los ciudadanos, su monte, sobremanera rever· deciente y lleno de todo género de colores y amenidades) fuentes .que por todas partes se ven fluir. El Jerte, ya que lo dejamos para este lugar, reclama para sf su origen junto al pueblo del mismo nombre, 30 pueblo situado hacia la salida del sol a treinta y dos millas de la ciudad. Desciende impetuoso entre dos cortadfsimos y maravillosos montes elevados hasta el cielo, uno de los cuales, el del lado izquierdo, llamado Beiaranos, por ser Béjar la cabeza del Ducado colocada en él. El otro a la parte derecha, por ser separación con los veratos, y asf es llamado por los vecinos de Jerte /F.25/. Tiene en ambas partes en la cumbre todo el afio extensos y duros hielos y tambien nieve cristalizada; además heladísimas fuentes en las cuales y a causa de la inmoderada frescura apenas toleras por un momento la mano en ellas. Por tanto verás descender hasta el Jerte desde las cumbres nevadas, y fuentes permanentes, murmureando infinitos arroyos de aguas casi blancas, que las gentes del pueblo conducen hasta sus posesiones con muy complicados giros, para el riego de sus árboles. Y tambien se ven por una y otra parte innumerables miríadas de huertos, viiias, olivares y castaiiares; pero principalmente de manzanos los cuales igualan, tanto por la suavidad del olor como por su tamaiio, a las manzanas de todo el orbe. A lo anterior se aiiade todo género de limones de los cuales por ser tanta la variedad difícilmente puede ser enumerada. Algunos son tan grandes que casi igm,lan /F.25 v / a las manz11nas ci• treas. Algunos pequeflos que se llaman «cetis,, algunos medianos otros redondeados, otros que tienen la figura del corazón, algunos mal agraciados con formas de pepinos, y as! muestran otros innu,merables formas a capricho de la juguetona naturaleza. De sabores muy variados. Dulces, ácidos y agridulces se encuentran. Nuestras manzanas vulgares, llamadas doradas, ciertamente selectas por su bondad, parece que entre los antiguos solo las menciona Virgilio, como nosotros hemos explicado ampliamente en nuestro tratado ,DE LA FIEBRE PUNTICULAR•, que llaman TABARDILLO 51 • - 53 -
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e.e
/P.22/
In lapide communi: IVLIAE LVPERCI. F. LVPERCAE. M. FI DIVS MACER VXORI.
Rursus in lapide communi: C. MARC CLAR VS HISPALEN SIS ANN. L. H. S. E. S. T. T. L. L. MARCIA PRO CVLA PATRI D.S. F. C.
Rurusus in lapide communi: L. AEMILIVS CARIO CLVNIENSIS ANN XXXV. H. S. E.
S. T. T. L.
/P.22 v./
In cippo marmoreo pulcherrimo: TREBIA PROCVLAE MATRI COCCEIA CELSI FILIA SE VERA NORBENSIS.
In lapide communiori: DIIS LARIBVS CAPHETICORVM GENTILITATIS.
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Verás, además toda clase de cerezas, que mejores no las tienen ni los Persas. Innumerables / F.26/ clases de ciruelas, de peros pérsicos, de duraznos, ciruelas de Damasco, de membrillos, de serbas, de pirastras, una variedad casi infinita de manzanas principalmente de las que se llaman «cardiacas• y «'reales-> -aquf las llaman camuesas-; los antepasados, según tengo entendido, las llamaron manzanad apias, por el injertar Apio, el cual nombre retienen, aún, en Italia. Como omitiré, entre tanto, la infinita y numerosa selva de castaftos, los que a veces se elevan a tal altura que tocan las nubes y son tan gruesos que solamente un solo arbol vimos cubrir en su cavidad a diez caballeros armados. A medio camino, junto al Jerte, se vé cierto Monasterio de de Descalzos, pequeflo, pero muy ameno, revestido por todas par• tes de alegres montes y de colinas cubiertas de árboles que le ofrecen maravilloso verdor y gracioso aspecto, y umbroso silencio. /P.25 v./ Hay además tanta abundancia de fresqufsima agua y está rodeado de tan gran variedad de flores que jamás podria relatarse, en un largo discurso, aquella curiosidad de la naturaleza que cuidadosamente aquí se muestra. Tiene el nombre de Tabladilla, a causa de la casa cercana de un tal Pedro de la Cadena noble joven en torno a la cual y principalmente en verano la naturaleza se prodiga en abundantes delicias 32 • Está próxima la fuente de Barbadillo de agua tan fria que dentro no se puede mantener la mano un minuto sin daño. Marcha pués blandamente el tortuoso Jerte, y antes de acer·Carse a la ciudad, resbalando por espacioso y amplio seno riega huer• tos en los cuales /F.27/ se cultivan toda clase de frutos arboreos y multitud de hortalizas; cuando lléga ya a la ciudad pasa bajo aquél 'hermoso puente que el vulgo llama Nuevo 33 y que sirve de paso seguro para los viajeros. Dividido a modo de horca, abre luego los brazos a ambos lados casi doscientos pasos, se desliza rápidamente regando los riberos, junto al Cenobio de los Franciscanos de nuevo se reune dejando en medio una planicie de forma oval (los habitantes la llaman Isla) cuya elegancia, amenidad, verdor y hermosura ·-no superan ni igualan como es conocido, ninguna de las Espaflas ni . aun de todo el orbe. -
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Item in lapide marmoreo pulchro: COELIA AVNIA IVLI FVSCI TV BERIANI VXOR ANN. L. CLVN. H. S. E. IV LIVS AVITVS PRIVIGNVS. D. S. F. C.
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In columna lapidis communioris: IMP. CAESAR DIVI. TRAIANI PARTH ICI. F. DIVI NERVI. NEPOS TRAIANVS HADRIANVS AVVS. PONTIF. MAX. TRI BV. POT. V. COS. RESTITVIT.
Non dubito etiam aedificiorum et generis nobilitate splendidas pluresque in urbe domus reperiri, quas, ne nostra isthaec importune oratio crescat, conticere visum fuit, suis fortasse locis commemoraturi. Tamen intra urbis pomeria Martini Vaez domus, ve/ ob eam rem videtur a nobis referenda, quod nomine orphanorum Collegii, ab eodem Martina Iesuanis instituta sit /F.23 v / et consecrata. Fontem habet vivae aquae, ex petra copiase scaturiente, et alia nihilominus non inepte, sed sumptu magno f abricata 28 â&#x20AC;˘ E regione autem ad meridiem iuxta Xerethi ripam, im amoenissima conoalle quadam, elegans et splendida sane, illustris admodum et genere et virtutibus commendatissimi, iacet domini Fabiani Archidiaconi Placentiae et Bigerrae domus, undique fructiferis arboribus et vinetis amoenissimis praecincta, sed viridario potissimum ornata, in quo sic topia-
Porque aparte la abundancia de verdes hierbas que se llenan de flores de! todos los colores, aparte las purísimas aguas que irru¡n. pen murmurantes de las fuentes, ingentísimos árboles que deleitan con un cierto verdor privilegiado /P.27 o/ está rodeada de álamos, chopos, fresnos, y sauces que a distancia dan la impresión de un grandioso circo de árboles que ya 11dultos, como dice el poeta, enlazándose por los troncos, fecundan agradables sombras con la cobertura de su& ramas. Aquí por tanto al atardecer concurren toda una multitud de jóvenes,;aquí el grupo de nobles ejercita sus caballos, aquí las divertidas decisiones de los amores, y los espectáculos de las cosas que deleitan. Y además bajo los inofensivos fresnos o altísimos chopos, muy agusto se pueden evitar los rigores del sol, y caer en dulces suei'los a lo que cierta y suavemente invitan los hermosos pajarillos que no solo fingen dulces lamentaciones sino que también producen sonidos moduladísimos con su inexplicable canto que está lejos del afectado diapasón de los músicos. Asf pués el Jerte despues de que para nosotros, sin duda, Ejendró este raro /F.28/ y riquísimo milagro de la naturaleza, como si tal tuviera por encargo y oficio para que así nos sirviera de teatro donde deleitarnos reunidos en uno solo, nuevamente se funde y baila en redondo casi toda la ciudad pasando bajo hermosisi• mos puentes de piedra que el arte compuso para el tránsito. De los cuales el primero y más reciente es el llamado Nuevo colocado arriba de la isla. En otra parte el de Trujillo por el cual se va desde Plasencia al campamento de Julio 3~ El cual con otro puentecillo que se ve más abajo, que se llama «Puente de las Nie· bias, son los más antiguos de cualquier modo, y son nombrados en el privilegio fundacional del Rey Alfonso. Y hay otro que se llama el de San Lázaro. Y la isla tiene también dos pequei'los ciertamente, pero construidos con elegancia. Después el Jerte, cuando ha pasado todo esto, marcha a precipitarse al rio Alagón, ambos en el Tajo, y el Tajo /F.28 o/ en el mar. Antes de que el Jerte deslizándose se pierda en el Alagón, ·nos deja unas gratisimas seriales de amistad. Tiene una multitud de excelentes peces los cuales sin ceder en bondad a los marinos, vencen a todos los fluviales del orbe. Alimenta hermosas truchas (generación reciente de peces muy buena, peces que los médicos erudi· tos opinan pertenecen al Salarem Ausonii), y desde principios de
rum refulge! opus, sic tymbrae cum basilicis, cum rosis violae atque iaceae, cum cinamomis citri, sic iterum corallum aemulantia, cum viridibus cucurbitis, siliquastra, cum pyris purnae, cum ficubus generosae uvae decertant, ut interim concameratum illud coenaculum topiarum conticeam, quod supra ftumen Xerethum, admirabili artificio, et oculis atque animi pascendis /F.24/ mire apto, extructum est, ut fontes quoque frigidisimam lympham eructantes sileam, in quibus et lasciva Venus cum pharetrato Cupidine filio/o, et Satyri petulci, et Nymphae procacissimae subsultant, ut mihi videatur, si vera sunt quae de his fabulantur poetae, hic prorsus saos esse Hesperidum hortos, cum auriferis arboribus, quarum castos esset insomnis Draco 29 • Hic etiam urbem circum purissimi saluberrimique visuntur fontes, ínter quos unas prope omnium excellentissimus, qui Cantoris appellatur, iuxta Deiparam del Puerto, cuius aquae et chrystallinis gemmis, et Blandusio splendidiores sunt, ut ait Horatius, vitro, tenues facile permanentes, et quae iuxta Hippocraticum oraculum, et cito calefiant, cito refrigerentur. Post deinceps fons est qui El Ganso nuncupatur. Alias de Mira/lores, alias de La Mimbrera, alias de La Serrana /F.24 v./ atque alii propemodum infiniti, qui per vinearum diverticula ( quas per piures et amoenas atque admodum virentes habet civitas, potissimum in monte, qui contra est Calcydonio, rarum equidem naturae fertilitatis argumentum et omni colorum et amoenitatis genere civium oculos pascens, ubique excurrentes conspiciuntur. Xerethus igitur, namque hoc in hunc locum distulimus, versus exortum solis XXXII millia ab urbe, iuxta illius nominis oppidulum oniginem vendicare sibi videtur 30 • Descendit tem concitatius aliquando ínter duos praerruptissimos ac mire sese ad caelum usque veluti erigentes montes, quorum unus ad laevam Bigerrimus, propter scilicet Bigerram ducatus caput in eo locatam, alter qui Veratos, ita dictas a Xerethi /F.25/ vicinis ad partem dexteram seiungit. Habet autem utrinque tofo anno in montium iugis, magnam, obduratam ge/u, et veluti in chrystallum coalescentem nivem,· gelatissimos praeterea fontes, et quos vix tempo-
primavera hasta el fin de verano llevan sobre si una gracia indecible 95 , Alimenta enormes peces de excelente bondad que llaman barbos, pececillos muy pequeftos pero muy sabrosos y muy saludables, también posee anguilas y rubecutas muy apreciadas en ta mesa /F.29/ de los magnates. El agua del Jerte, cuando pura, es salubérrima, fina y facil· mente permeable por su largo caminar. Y puesto que el rio no en toda ocasión es abundante, sucede algunas veces, como luego diremos, que en ciertos tiempos (su agua) está impurificada. Por bajo de la Ciudad hacia el ocaso, hay una fertilisima planicie para apacentar caballos, que no tiene precio. Todo lo demás casi revestido por viñas y olivares los cuales, todos los aftos, ,producen una enorme provisión de aceite y vino.
Aparte de estas se encuentra lejos de la Ciudad, fertilísimos ,pastos y tierras de toda clase de granos, trigo candeal, cebada, mijo y de todas las demás de estas especies. Pero principalmente son muy abundantes en caza mayor y aves. Mirando hacía el oriente /F.29 v/ en las faldas de los mon• tes que hemos dicho que se levantan a la derecha del Jerte, hay in· finitos pueblos de veratos por espacio de cincuenta millas en cuyos campos abunda tanto la amenidad como la fertilidad. Es tierra feracfsima de todas las cosas, montañosa, pero provista de agua abundante en fuentes y por tanto casi siempre verde todo el año. Rica de aceite y vino, abundante en truchas, fertilisima de castaños e higos. Pero sobre todo es recomendable para las cabras. En medio a treinta y dos millas de la Ciudad se ve aquel ciertamen• te elegante y generoso Monasterio «Yustiniano» de San Jerónimo, que aunque ha sido colocado en aquella parte de las tierras a la cual tanto por la amenidad como por la fertilidad, quierase o no, ha de reconocersela como primerísima en tode el orbe, sin embargo el lugar se ensalzó /F.30/ con estos títulos: Que en aquel Monasterio Carlos V, Emperador de los Romanos invictísimo y glorioslsimo en el año de 1558 abandonados tantos y tan grandes Reinos e Imperios de este siglo, pasó a dedicarse a una vida más tranquila y conseguir los Reinos perpetuamente duraderos. Hay junto a J arandilla otros dos Monasterios: De Francisca· nos Descalzos uno, el otro (llamado de Santa Catalina) es de tos
ris momento, propter immoderatissiman frigiditatem manu /eras. Ut proinde a nivosis iugis et fontibus assiduis oideas usque ad Xerenthium infinitos prope modum albicantis aquae rivos cum murmurio descendere, quos quidem oppidani in piures circumvolutos gyros, pro arboribus rigandis, in suas perducunt possessiones. Siquidem innumerabiles utrinque hortorum, vinearum, olivetorum, castanearumque visuntur miriades. Sed citriorum praesertim, quae et odoris suavitate et magnitudine, universi /ere orbis huiusmodi aequent mala. Ad haec vero et limonum omne genus, quorum varietas est tanta, ut mumerari, nisi defficillime, /F.25 v./ non queat, siquidem nonnulli magnitudine crassissimi sunt, adeo uf citria mala exaequent. Sunt et minimi qui cetis dicuntur, sun et medii,¡ nonnuei orbiculati, alii in figuram cordis desinientes, alii et f astigati, peponum instar, rursus in innumerabiles alii sese maximo naturae lascivientis ludibrio figuras demonstrantes. Sapores autem varii admodum percipiuntur. Nam et dulces et acidi, et dulcadi inspectantur. Mala nihilominus vulgaria nostra, aurantia dicta, atque ea quidem bonitate probatissima, quorum Ănter priscos meminisse solum Virgilius videtur, (Georguias, 2. 0 , in margine) uti latius nos, in nostris De Febre puncticulari commentariis, quam Tabardillo vocant, explicuimus 31. Videas insuper cerasorum omne genus, quibus ne Persis quidem meliores habeat. Prqnorum innumerabiles /F 26/ differentias, pyrorum quoque persicorum, daracinorum, damascenorum, cydoniornm, sorborum, pyrastrorum, malorum infinita poene genera, sed eorum potissimum, quae cardiaca quidam et regalĂa, camusia vero nostri vocant: prisci autem quantum arbitror, mala apia, ab insitore Appio dixerunt. Quod nomen et nunc retinet Italia. Uf omittam interim infinitam numerosamque castanearum sylvam, ea nonnumquam proceritate sese attollentium, ea crassitudine, uf et nubes tangant, et unius arboris solum cavilas, uf vidimus, decem armatos aequites recipiat. Medio igitur itinere prope Xerethum, Descalciatorum monasterium quoddam, parvum quidem, sed amoenissimum visitar, tam laetis undique et montosis et collinis arborum - 60 -
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tL .· Dominicos, en el cual se dice que rezan perpetuamente los sacerdotes noche y día por los Duques de Alba, postrados de rodillas delante de la Sagrada Eucaristia, en agradecimiento a las donaciones que les dejaron los Duques 36 • Tiene varones ilustres no solo en letras, sino probadísimos en todo género de virtudes. Junto al Monasterio Yustiniano hay un pequeflo Santuario de San Martín de la Vera, muy frecuentado de los vecinos por los milagros del Santo /F.30 v/. Hay tambien otro llamado de Santa Magdalena, que como en otro tiempo fuese de las Monjas de la Orden tercera a quien don Gutierre de Carvajal Prelado Ilustrísimo, movido, según creo tanto por otras causas como, sobre todo, para que permanecieran en la soledad, les cambió aunque no querían a Jaraicejo, dejando este convento a los Jesuitas. Después de aquello nuevamente el Seflor Pedro Ponce de León Obispo de felicísimo recuerdo les procuro el cambio de lugar llevándoles a Trujillo. Después de los pueblos de la Vera, mirando al mediodía, desciende de una amplísima planicie por la cual se va a Madrid, que llaman el campo del Arañuelo, por cuyo centro se ven deslizarse dos célebres ríos: uno el Tiétar, otro el mas grandioso de los ríos, el aurífero Tajo. Que desde las cumbres de los montes, de la ciudad de Cuenca yendo desde el oriente hasta el ocaso, discurre hacia nosotros apresado /F.31/; después que tocó el mencionado campo de Araftuelo, con toda majestad y pompa, como despreciando otros rios, lenta y pausadamente se nos acerca. En cuya parte Plasencia cuidó de erigir y fabricar un puente de tanta excelsitud y casi divino arte que ninguno, no diré hoy en las Espaftas no el de Segovia ni el de Alcántara (que los dos parecen aventajar a los demás) construidos en otro tiempo por Trajano, con tantos gastos y con no mejor admiración iguala a la majestad de aquél, ni hay semejante en todo el ámbito de la tierra, de donde en siglos venideros ha de acrecentarse el prestigio no mediocre de Plasencia con tan gran obra 37 • Bafla, en esta parte, el Tajo infinita cuenca de tierras no solo de siembra sino también de otras cosas útiles. Además una selva abundantfsima de robles y encinas para engordar cerdos. De los cuales /F.31 o./ hay mucha abundancia en las regiones cercanas y -
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posituris, eximium virorem et gratiosum aspectum referentium /F.26 v./ et umbroso silentio murmurantium, tanta insuper fri-
gidissimarum aquarum copia et florum varietate conoestitum, ut nu//a unquam oratione longa exp/icari queat satis, illa naturae sese isthlc ingeniar/ satagentis curiositas. Nomen habet de Tabladi/la propter eius etiam nominls, quae prope est domas, Petrl cuiusdam de La Cadena, nobilis sane iuoenls in qua omnis naturae delitiarum, tempore potissimum aestioo, oisuntur argumenta 32 â&#x20AC;˘ Fontem habet proximum de Barbadillo, tantae f rigiditatis ut momento quidem temporis sustineri sine noxa non queat. Discedit igitur molliter flexuosas Xerethus, et antea quam ad urbem properans accedat, per spaciosum et per amplum oeluti sinum dilabens, irrigat hartos, in quibus arborum /F.27/ omnigenos producentium fructus, et holerum exco/itur mu/filudo, donec iam urbi accedens, quo pons ille pulcher, vulgo Novum appe//ant, 32 tutum euntibus ministrat iter. Farcae in modum divisas, exporrectis utrinque brachiis per CC /ere passus, latera alluens rapideque dilapsus, iuxta Franciscarum coenobium, in unum rursus coit, elfigiatam in medio in ool speciem planitiem prius relinquit (incolae lnsulam aope1/ant), cuius amoenitas, elegantia, oirore, pulchritudine, nulla unquam in Hispaniis, immo nec in tofo terrarum orbe, non dicam superior, sed nec aequali esse agnoscitur. Nam praeter amoenisslmas, oirentes, et omnifariam colorum flores exprimentes herbas, praeter aquas purissimas, quae fontibus obstrepant manantibus, ingentissimis arboribus et oiriditate eximia quadam oblectantibus, et circos interdum /F.27 v./ etiam gratiosissimos fingentium, a/nis, videlicet, popa/is, fraxinis et salictbus, circumducitur, quae adultas, uf poetainquit, maritent vites, et alafas ramorum spatiis foecundam praebeant umbram. Proinde huc tota ad vesperas iuvenum confluit mu/titado, huc exercendis equis turmae nobilium, hic amorum ludi¡ crae decertationes et delectantium rerum spectacula. Et praeterea quibus libitum est sub innocuis fraxinis ve!, popa/is al¡ tissimis solis laevare toedia, dulcesque inire somnos, pulchrae quidem et suaviter invitabunt aoiculae, quae non dulces -
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por lo cual, durante las fiestas de los célebres mercados de San Andrés, se ven confluir a nuestra zona una infinita multitud de hombres procedentes de toda Espafia Mercados en los cuales, aparte la abundante y diversa congregación de otras cosas, todos los anos vienen a reunirse hasta cuarenta mil cerdos, de los cuales algunas veces los hay de tan gran mole y gordura que pesan cerca de cuatrocientas libra!!, que no se creerla si no se viera 38 • Y tenemos otras juntas de mercados, aparte de esta, que suelen celebrarse todos los años el día del Sacramento de la Santísima Eucaristía. Celebradas con tanto aparato, c.on tan gran alegría de las almas de los fieles de Cristo, con tanta elegancia en los bailes, con tanto derroche, con tanta compostura, añadiéndose a todo la representación de historias bíblicas y de los santos mártires /F.32/ tan al vivo que las almas de los que acuden hacia aquí de todas las tierras de las Españas, en aquel día, arden y son tocadas en un admirable amor de felicidad 39, Resumiendo (pues nos esperan otras cosas mas altas) es tal la amenidad, fertilidad y también abundante feracidad en todo el sue• lo de Plasencia que es tenido como cosa insólita y rara por muchos, aquello de que no haya ninguna ciudad ni zona habitable por fertilf· sima que sea, en la que en el espacio de un día natural de veinticua· tro horas se produzcan para la vida del hombre y sus recreos no solo alimentos de tanta cantidad y tan distintos, sino semejantes delicias. Entre los vinos patrios (por hablar ahora un poco del licor mas suave de todos) sobresale el pueblo de Robledillo situado a unas veintiseis millas del condado de Oropesa /F.32 v./ que produce un vino generosísimo que no cede el puesto con gusto a ningún otro, no diré de España sino de todo el orbe, por célebre que sea. Porque aparte de su graciosísimo color blanco semejante a oro purlsi· mo, además del suavísimo olor, rápida y velozmente restituye y reconforta a los faltos de ánimo, aparte de cierta pureza tenuísima de la sustancia con la cual, pasando a la sangre, va a las más leja• nas y minúsculas párticulas del cuerpo rápidamente. Es de tal suavidad de sabor y tan abundante en gracia que fácilmente queda tras de si a aquellas célebres, en otro tiempo, bebidas de los dioses, el néctar y la ambrosía. También se saca vino generoso de Alcántara y Castro de Cecilio o Casa de Ceres, Cáceres, pero es de color rojo.
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modo fingant quaerellas, sed et voces instruant modulatissimas, quae affectatum illud musicorum diapason et diapente inexplicabile antecellant. lgitur Xerethus postea quam hunc nobis rarum equidem /F.28/ genuit naturae compositissimum miraculum, tanquam id habuerit operis ac muneris, ut hunc nobis efficeret theatrum ad delectandum, in unum iterum se complica! atque urbem /ere totam alluit in circuitu, pontibus lapideis et pulcherrimis artificiose ad transitum anneis. Quorum primus et recentior Novus est dictus, ad caput insulae locatus. Ab hoc vero et Castro /ulii, qua Placentia in Castra Iulii itur 3'. Qui quidem simul et ponticulus alius qui infra visitur, et Nebulorum appellatur, antiquiores utcumque sunt, et in privilegio fundamentali a rege Aldephonso nominati. Est et alius, qui divi Lazari appellatur. Habet et Ănsula etiam duos parvos quidem, sed elegantissime contructos, quos omnes postea quam Xerethus praetergreditur, statim sese in Allagonem amnem, in Tagum ambo, Tagus in /F.28 v./ mare se praecipitat. Tamen antea quam sese Xerethus in Allagonem dilabens abscondat, gratissima profecto nobis amicitiae pignora relinquit. Piscium videlicet excellentissimorum multitudinem, et qui ne marinis quidem bonitate cedant, flutiatiles etiam universi orbis facile vincant. Siquidem et troclas alit iocundissimas (piscium sane recens genus, nisi quod eruditissimos video sentire medicos ad Salarem Ausonii pertineat) et quae a veris initio, ad usque aestatis finem, indecibilem gratiam prae se f erant 35 â&#x20AC;˘ Alit et eximiae bonitatis ingentes pisces, quos barbos appellant, pisciculos minutulos, caeterum mire sapidos et salubres, rubeculas Ătem et anguillas, admodum magnatum mensi /f.29/ expetitas. Xerethi aqua cum immixta est, saluberrima profecto, tenuis et facile permeans, ob longi cursus defatigationem, experitur. Quoniam tamem non usquequaque copiosas amnis est, contigit aliquando, ut mox dicemus, ut temporibus certis vitium contrahat. - 64 -
En los calores del estfo /r.33/, hay cerca de Béjar una estimada abundancia de nieve que ahora se consume en banquetes (no sé ciertamente si es cosa conveniente para la salud humana) al modo de aquellos corrompidfsimos lujos y banquetes de los antiguos romanos y que ahora sensiblemente se vé venir hacia nosotros, cosa que nuestros antepasados desconocían y era ignorado en las Espai'las. Pero de este asunto tengo justamente un volumen Integro 'º en el que trato sobre la conveniencia para la salud del uso de bebidas templadas y no demasiado frias, las que son ocasiones de tantas y tan grandes enfermedades surjidas por motivo de beber nieve. Además tenemos imnumerable variedad de frutos otoi'lales o tempranos llamados Horarios y horeios, porque maduran en una parte del afio que los griegos llamaban hora, y que se conservan hasta el invierno 41 • Pues además de las uvas muy generosas y de muchas especies, además de la ingente abundancia de óptimos higos, llegan a nosotros /F.33 v./ de las regiones cercanas, como he dicho, infinidad de clases de cerezas, buenísimas en sabor y tamai'los, rojas y negras, y con medio color, es decir del color del vino. Poseemos magnificos mondes cuya fronda nutren a los gusanillos que generan la seda. Tal género de comercio crece no poco entre nosotros de manera que nuestro ingenio, en la cria del gusano de seda, no cede ni al de Granada. Gozamos también de infinitas clases de ciruelas pero aquellas que son conocidas vulgarmente por el nombre de Hernán Ga· llego, fácilmente superan a las demás de todo el orbe, tanto por et agradable sabor como por su tamai'lo y por saludables. Y se ven en estos huertos como dice Virgilio. Fresas que nacen en la tierra. Lo que los griegos llaman frutos de la zarzamora .. , También una gran variedad de manzanas púnicas y pérsicas. Duraznos tempranos, damas /r.34 v./ ,cenos y aquellos que son llamados por el vulgo melocotones (porque proceden de los que consumen los Persas en Canea). Innumerables clase11 y figuras de manzanas. Entre las cuales se encuentra la llamada camuesa, que desde las cercanías llegan hasta nosotros en inmensas cantidades, - 65 -
lnfra urbem, occasum versus, fertilissima pascendis equis est planicies, haud satis u/la pecuniarum summa aestimanda. Reliquum /ere vineis et olivetis convestitur, ex quibus ingens quotannis olei et vini fit proventus. Adsunt vero et praeter haec, non longe a civitate fertilissimae pasquae et terrae, omnis frumenti generis, tritici videlicet, hordaei seca/is, milii, reliquorumque omnium huius. Sed venatus et aucupii potissimum f eras. Versus orientem vero, /F.29 v./ ad radices montium, quos diximus ad Xerethi dext(?ram prominere, Veratorum infinita sunt opida, per L /ere millia spatia, in quibus quidem haud obscura relucent, cum amoenitatis, tum vero fertilitatis argumenta. Feracissima rerum omnium est plaga, montuossa sed irrigua, fontibus abundans, ac proinde tofo /ere semper anno virens. Olei ac vini dives, copiosa troctis, castanea et ficu fertilissima. Sed capris supra omnia commendabilis. In cuius medio XXXII millia ab urbe, divi Hieronymi lustianum illud elegans sane ac generosum monasterium visitur, quod tametsi in ea terrarum parte locatum sit, cuĂ tum amoenitate, tum fertilitate, totius equidem universi orbis terrae primas ultro ve/ no/entes dare debent, lamen titulis commendandum /F.30/ propterea est, quod in eo (,arolus V, Romanorum !mperator invictissimus et gloriosissimus anno 1558, relictis saeculi huius regnis et imperiis, tot ac tantis ad meliorem vitam, ad perpetuo duratura regna, translatus est. . Sunt et iuxta oppidum !arandillam duo rursus monasteria: Franciscanorum Descalciatorum unum, alterum ( quod divae Catherinae dicitur) Dominicanorum, in quo perpetuo pro Albae ducibus, coram Sanctissima Eucharistia, duo genibus jlexis noctu diuque dicuntur orare sacerdotes, propter bona ab ducibus eidem monasterio relicta 3r;. Habet viros, non solum in litteris, sed omni genere virtutum probatissimos. Prope !ustianum monasterium, Veratorum domini Martini sacellum adest, fervore devotionis magno, propter sancti miracula, a convecinis frequentatum. -66 -
pero aquellas que fácilmente superan a todas son las llamadas serranas y las bejaranas, porque las de los veratos, como son acuosas y de un clima más cálido, son muy grandes y no valen ni por el sa• bor ni por la dureza de la carne. Plasencia tiene peras muy variadas y buenas. Pero especialmente aquella clase pequeftita de color pálido rojizo, que madurando al principio del verano se nos ofrece para ser celebradas (por el raro deleite de su sabor y de su olor). (A partir de este f. 34 v., nuestro autor hace copiosfsima relación particular y nominal de cada fruto, relación que alcanza hasta el f. 35 v. en la que habla de fertilfsimos olivares y de las lnfini· tas cantidades de castaftas que producían nuestros bosques y que llenaban los mercados de Castilla y de Toledo. «Nueces, avellanas, y hasta palmeras que no maduran sus frutos•. Multitud de géneros de legumbres, habas, altramuces, lentejas, etc. etc. festejando la bondad y los méritos -medicinales- que los antiguos concedieron a las lechugas, la llama «calmante de la fiebre amorosa,, como dice Virgilio. Seftala las calabazas, los cardos, los melones, anotando algunos que llegan hasta el peso de treinta libras, siendo de exquisito sabor y agrado. Dice también que tenemos anguri1:1s y calabazas y rafees no solo selectfsimas sino muy varaidas. Entre los tubérculos seftala principalmente clos navos que se crian en el lugar denominado El Torno, por que en verdad superan a todos en el sabor y calidad>, Y asf termina esta larga relación dentro ya del /P.35 v./ en la que vemos latinizados muchos nombres comunes y continúa: Excelentes rábanos, zanahorias, remolachas, cebollas, ajos, setas y.hongos (por no citar mas). ¿Qué diremos de la caza mayor y menor? Hay ciertamente, en nuestros campos abundancia de jabalfes y ciervos, también de gamos, cervatillos, liebres y conejos. No es necesario hablar de la carne de nuestros mercados pues diariamente se sacrifican, y en gran número, abundancia de bueyes, vacas, terneros, verracos, carneros, corderos, cabritos, cabras y también machos cabríos. Existe abundancia de leche y de manteca de excelente calidad tanto de vaca, que es la mejor, como de oveja, C'melcae, y tam· bién «recoctae•, y quesos muy gordos celebrados en todo el mundo. -
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/F.30 v./ Est et aliud divae Magdalenae nuncupatum, quod cum olim monialium ex Tertio ordine esset, eas quidem, dominus Guterreus Carvajal, praesul illustrissimus, cum oh alias, tum oh eam potissimum, ut reor, causam, quod in solitune versarentur, ve! nolentes in villam de Xarahizejo transtulit, Iesuanis ea relicta, sane amoenissima, possessione. Post quae rursus, et easdem ipsas in /ulii Castra, dominus Petrus Pon ce a Leon, foelicissimae recordationis preasul, deducendas permutandasque curavit. Post Veratorum plagam, versus meridiem, latissima descendit planities, qua Matritum itur, campum vocant de AraĂąuelo, per cuius medium duo celebres visuntur praerreptare amnes: Tietar unus, alter Tagus ille fluminum distissimus et aurifer. Qui cum a Conchensis urbis montium iugis, ab exortu /F.31/ ad occasum usque praeten sus ad nos discurrat, postea quam Campum dictum de AraĂąuelo attingit cum magestate et pompa, tanquam alias amnes parvipendat, sensim !enteque caeterum copiosissimus festinat. Qua in parte Placentia, pontem tantae celsitudinis, ac divinae pene artis, erigere fabricareque curavit, uf nullus, non dicam in Hispaniis hodie, non Secobiensis, non Alcantarensis, ( qui duo praestare caeteris videnturJ a Traiano olim, tantis sumptibus, nec minori cum admiratione structi, immo neque in terrarum tofo ambitu, maiestatem illius aequet. Unde venturis saeculis haud mediocris Placentiae accessura ex tanto opere est auctoritas 3 7. Alluit hac parte Tagus terrarum in/initamnon solum segiti, sed et rebus aliis omnibus ferendis capedinem. Sylvam praeterea robore quercuque ad sues saginandos copiosissimam. Quibus adeo et /F.31 v / conterminae regiones abundant, ut proinde hac in parte, propter ministerii huius ingentem copiam, apud Andreae divi solemnia, ad celebres Nundinas hominum infinita ex Hispaniis confluat multitado. In quibas praeter aliarum reram abandantem variamque congregationem, ad XL asqae millia suam videntur quotannis convenire, eoramqae aliquando tantae molis et pinguedinis nonnullos, at libras circiter CD pendere visi sant, uf /idem copia excedat nisi videris 33 â&#x20AC;˘ - 68 -
Abundan en número infinito las gallinas y gallos, capones .además de pavos. Separada de los palomos, se alimenta una multitud /F.3fJ/ imnumerable de tórtolas, ánades, tordos, perdices, codornices, mirlos, gorriones, ficedulos, grullas, gansos, garzas, golondrinas de .mar, estorninos y otras aves cuyo nombre en este momento no
recuerdo. Alejada la vida de los placentinos del mar, no gozamos de mucha abundancia de peces, precisamente por esta distancia. Pero además de las truchas, barbos, bogas, pececillos, anguilas, ranas, camarones, tortugas, etc., traen del Tajo próximo y de Alcántara lampreas que llaman rábalos y hasta el siluro, que otros creen que ~, esturión (y que el vulgo llama sollo), no es raro que llegue algu• na vez hasta nosotros. No es infrecuente el que llegue hasta nosotros el transporte de peces del mar, trayéndonos lijos, rayas, pulpos, sardinas y arenques, y también abundancia de merluza, que llaman algunos, (nos• otros cecial) /P.36 v./, corazinos, lenguados, ostras, agujas, con· grios, bacalaos, atunes, y salmones (estos últimos muy rara vez). Pero no se crea que necesitamos de cosas ajenas, pues nos son suficientes las muestras 'º. ' Se suma a lo dicho una miel estimadísima, que supera a aquella otra «oliente a tomillo> cantada por Virgilio. Tienen también las campiñas placentinas, tanto si miramos a sus montes como a sus valles, a sus bosques, como a sus huertos y llanuras, infinitas especies muy medicinales de yerbas, de modo tal que ni Creta ni Egipto las producen mas excelentes. Para no alargarme callo muchas cosas evitando abrumar con este prolijo /r.37/ discurso, a aquellos que me lean. Se hacen en Plasencia vasos de barro tan magníficos que ni remotamente (aunque consta que algunos lo han intentado), han .podido ser superados, en valor, por los demás de Espafla. Incluso a veces se doran y son llevados por casi todo et or· be con gran renombre y celebridad ' 3 • Plasencia ha enjendrado además muchos ilustres varones, no ·solo en la dignidad eclesiásticas, sino también en la gloria de las letras y de las armas. En primer lugar, et Ilustrísimo varón det,;:cual ya hemos tra• tado antes, hijo mayor de los condes de Plasencia don Juan de -
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Habemus et conoenticula nundinarum alía praeter hanc, quo die Sanctissimae Eucharistiae Sacramenti celebrari quotannis festum so/et. Quod quidem tantu apparatu, tanta animorum Christi fidelium laetitia, et choreis tanta elegantia, sumptu, et compositione celebratis, sacrarum ítem /F.32/ /itterarum, aut martyrum sanctorum addita historiarum repraessentatione ad vivum sic expressa, ut ex omni Hispaniarum plaga isthuc eo die convolantium animi, miro quodam feticitatis huius amore exardeant et tangantur 39 • Summatim igitur ( quandoquidem altiora nos expectant) ae Placentini solí est amoenitas, ea fertilitas, et copiosa quoque rerum feracitas, uf rarissimum illud a plerisque animadversum sit, nullam esse, fertilissimam licet, in orbe habitationem, nullam urbem, in quam natura/is diei unius XXIV horarum spacio, tot tam raraeque pro vita hominum et delitiis, non alimenta solum, verum et oblectamenta perferantur. Nam praeter patria vina ( uf ab hoc suavissimo omnium liquore rem exordiar) extat prope XXVI millia spatio Oropesani comitis oppidum Rob/edil/o, /F 32 v./ ex quo generosissimum, et quo, nulli unquam libenter, non dicam Hispaniarum, sed nec ilniversi etiam orbis, quantumvis illustrissimi, conceda!. Nam praeter gratiosissimum colorem, album videlicet et purissimum aurum quoddam aemulantem, praeter suavissimum odorem, qua celerrime promptissimeque animo defectos refocillat atque restituí, praeter substantiae tenuissimam puritatem quamdam, qua confertim et brevi temporis momento in pennitissimas minutulasque corporis partículas, in sanguinem transiturus, it. Sic saporis suavitate quadam et grafía excedit, ut deorum illa olim nectaris et ambrosiae celebrata pocula post se facile relinquat. Adfertur etiam generosum ex A/cantara, et Caecilii Castris, seu Casa Cereris, tamen colore rubrum. In caloribus aestivis /F.33/ adest prope a Bigerrinis advecate nivis copia, quae nunc Lautities (nescio equidem an humanae saluti satis commoda) ex illis priscorum romanorum perditissimis luxibus et caenis, cum eam paires nostri nescirent, et ignoraretur in Hispaniis, sensim def[uxisse ad nos videtur. -
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•Zúfliga, Maestre de los Caballeros de la Milicia de Alcántara. Tam• bi6n Cardenal Arzobispo de Sevilla, cuyos huesos yacen ahora en el Templo de San Vicente. /r .37 o./ Fué también Placentino el Cardenal don Juan de · Carvajal, del Titulo del Santo Angel, que está sepultado en Roma en el templo de San Marcelo, y en su túmulo hay un epitafio de este modo: Aquí yace el esplendor de los Pontífices, y como Pedro,·con ardiente corazón, fué el César del Sagrado Senado. Enviado como legado del Pontífice a los Principes Germanos cuando el cruel Emperador de los Turcos sitiaba a Belgrado, dió abundantes pruebas de ejemplar prudencia. Se le cita como ejemplo de integridad de vida y de virtudes. Se cuenta que en Roma moraba cierto pobre varón el cual habla dispuesto en su testamento / F.38/ que algunos de sus pocos bienes fueran dado a un sacerdote sobresaliente, tanto en virtud como en elocuencia, para que ofreciera la misa por él en el día en que muriese; indagado diligentemente el asunto, y pesado cuidadosa• mente por la esposa, recayó al fin en este Cardenal corno el mas sincero sacerdote de toda la ciudad a quien rogó que aceptase los escasos bienes y pidiese en su ministerio sagrado en favor de su marido. Lo que abundantemente, él hizo. Conservamos corno recuerdo de este Cardenal, a dieciseis millas de la ciudad un elegante y hermosísimo puente sobre el rio Tajo que se llama del Cardenal por el cual se pasa para ir de Plasencia a Trujillo. Obra en verdad monumental y digna de un prln· cipe "· Ennobleció también a Plasencia con su nacimiento otro Cardenal, don Bernardino de Carvajal, obispo y presidente Placenti• no, que murió en Roma y está sepultado en el templo de la Santa Cruz de Jerusalém bajo cuyo titulo era cardenal. /r.38 v./ También fué obispo de Plasencia don Gutierre de Carvajal, varón sumamente prudente, por ello muy reverenciado y -
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Sed integrum iustumque hac de re nostrum habet volumen 'º, qui sanitatem, cum temperato nec admodum rigente potu, tot tantisque morborum occasionibus, quae ex ea potatae nivis occasione insurgunt, praeferre et anteponere voluerit. Habemus praeterea tam autumnalium, seu fugacium quos Horarios et horeos, quod in ea parte anni, quae Hora graecis dicitur, maturescant, et quae ad hyemem usque reponuntur, innuberabiles fructuum differentias 41 • Nam praeter uvarum et earum quidem admodum generosarum multigenam speciem, praeter ficuum optimorum copiam, ultra ea quae proxime nascuntur, JF.33 v./ e conterminis regionibus ad nos cerasorum infinita, ut dixi, genera, sapore et magnitudine probatissima, rubra, nigraque et medio colore, nempe vineo. Morís insuper gaudemus probatissimis, quarum fronde vermiculi sericum generantes enutriuntur. Quae quidem mereis ratio, non parum iam crescit apud nos, adeo ut Bombycum ingenium enutriendae Setae nostrum, ne Granatensi quidem cedat. ln/initis insuper prunorum generibus gaudemus, sed inter ea, quae vulgo de Hernan Gallego nuncupantur, facile totius orbis reliqua, et saporis suavitate, magnitudine et salubritate vincunit. Videntur et in hortis, ut ait Virgilius. Humi nascentia fraga. Quae graecis ldei rubí fructus appellantur. Malorum punicorum et persicorum multiplex quoque differentia. Duracinorum, praecocium, damasce-/F.34/ norum, et eorum quae melocotones, vulgo dicunt, (quia scilicet ex Persici in Cydonio insitione olim orirentur). Malorum innumerabilis tum differentiae, tum /igurae. lnter quae et dicta camusia, ex confinibus complura ad nos pervehuntur, sed quae facile omnia superent serana et bigerrina. Nam Veratorum, quoniam irrigua sunt, et tractum callidiorem experiuntur, laxa admodum, nec ea carnis compactione aut sapore · valent. -
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respetado, cuidó de que fuera erigido y amueblado, para nosotros, el famoso Colegio de la compallla de Jesús a sus propias expensas. Murió ~n el afto de 15.59 después del nacimiento de Cristo y yace en Madrid. Nació, así mismo, en Plasencia don Rodrigo de Carvajal, Patriarca de Jerusalém que ennobleció con su nacimiento a la ciudad, no solo por la gloria del Patriarcado, tan venerado y excepcional, sino también por su ingenio y elocuencia en la Poesía latina y por su afecto y sumo trato con varones doctos y grandes literatos. Muerto en el afto de 1539 después de Cristo, yace enJaraiz de los Cazadores. JF.39/ Ennobleció también con su nacimiento a Plasencia, don Juan de Villalba, Obispo de Calahorra, Chantre de la iglesia de Plasencia, y hermano de padre y madre de aquel gran Coronel 45, Engendró Plasencia, también, varios Deanes, de preclaro ingenio, e ilustres por su ejemplo. Antes que otros ciertamente, don Federico de Zúftiga, hijo del gran Duque placentino, Alvaro, hombre de preclaro nacimiento y de regias costumbres. Tenemos además a don Diego de Jerez que perteneció al ··Consejo Supremo, varón de agradabilísimo ingenio y muy adornado de gracia natural. Semejante a aquel, su hijo don Gómez de Jerez, también Deán, sobresaliendo en juicio e ingenio, en conocimiento de letras y poesía, con mucha y profunda elocuencia, grave y oportuna. Murió en Medina el afto de 1545 después de Cristo.
/F.39 v./ Dejó un hijo también Deán, don Alfonso de Jerez, varón célebre, con omnímodo esplendor de virtudes, por todo el mundo alabadísimo, liberal, humano y muy amable. Si ahora quisiera detenerme en la alabanza de sus méritos, temería que pareciese que lo hago por la familiaridad e intimidad constante que nos unió. Murió en 1555 para dolor de todos, pero principalmente de los estudiosos 46 • Engendró Plasencia además otros muchos varones y litera• tos, ilustres no solo en el derecho pontificio sino civil. Entre los cuales, puesto que sería largo hacer mención de todos, sea bastante referir a uno solo, excelentísimo, es decir al doctor Carvajal, hombre de mucho ingenio y de potente memoria. -
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Pyra celebrat Placentia admodum generosa et multigena. Sed id genus potissimum, parvum quidem sed ex pallido rubescens, quod prima aestate maturescens ad nos pervehitur ¡ (rarum saporis odorique delectamentum) celebranda potissimum se offerunt. Habemus et cydonia excellentissima. Mespilos Ătem, qui et triccoci, sorba, castanearum infinitam multitudinem, ut ex nostris earum sylvis, Castella et Toletum impleantur. Glandium praeterea montes /F.34 v./ sylvaeque siginandis suibus densissimae, ex quibus incolae quotannis magnum accedit vectigal. Naces insuper probatissimas et avellanas et strobilos. Malorum medicorum, ut proxime diserui, innumerabilem quoque multitudinem, non solum ex urbe aut Veratorum, aut vocatae Vallis hortis, sed etiam ex longissimis regionibus. Habemus et maximam ziziphorum, seu sericarum quantitatem. Palmas Ătem, sed quarum nondum fructus maturescant. Olivarum praeterea fertilissimam probatissimamque sylvam. Quin etiam et leguminum multa selectissimaque genera, Fabarum, lupinorum, pysorum, lentium, orizae, cirerum. Oleracea vero et /F.35/ hortensia, tum copiosa, tum varia et probatissima, quorum primas lactucis prisci concesserunt. Et amaris intyba fibris, ut Virgilius ait, habemus scariolas, quasi serio/as, ex seri deductas. Sanchos item, betam, brasicam, atriplicem, mercurialem, spanaciam, oxalidem, solanum, scandicem, erucam, foeniculum, anethum, portulacam, rumicem, buglossum, eleoselinum, sium, laverem, nasturcium, coriandrum, mentam, synapi, tymbram, ozimum, melisophyllon, lupum salictarium, asparagos, tato, ( quod potissimum est) anno. Cardaos item esui aptissimos, cucumeres, pepones, melopepones tantae interdum magnitudinis, ut fere XXX libras aequent, verum gratiae et saporis probatissimi. Habemus et angurias et cucurbitas, et radicum non solum selectissimas, sed et varias admodum differentias. Nam rapa praesertim ea quae del Torno dicuntur, omnem profecto superant, saporis et teneritudinis /F.35 v / gratiam. -
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'El cual, habiendo sido catedrático de Prima de derecho civil de . Salamanca /F.40/ con suma satisfacción y aplauso de todos, estando ya viejo (y en situación de lo que el vulgo conoce con el nombre ,de j,ubilado) fué nombrado por los Reyes Católicos para su Supremo Senado y Consejo. Varón verdadera y sumamente famoso y documentado en ,Historia, según el parecer de todos los eruditos, puesto que de él existen muchísimos manuscritos y fidelísimos ejemplares que son tenidos y estimados en gran valor por los varones estudiosos de la antigüedad ,1. Por lo demás juzgo que de los que actualmente viven, nada se há de decir, pues con mas plenitud hablaran los siglos venideros. Y afirmaré además que hubo en otro tiempo, y aún hoy los hay, varones competentfsimos en letras y erudicción, no solo en la divina Teología /P.40 v./ para enseftar en su pureza y verdad el sacrosanto Evangelio de Dios, que debe ser lo mas querido para los cristianos, y para elevar el alma de los ciudadanos con su consejo y enseftanza a conseguir aquella vida bienaventurada, sino también en la jurisprudencia para proteger y conducir a los buenos, reprimir a los malos con penas, y armonizar la misma república en la paz y leyes de Cristo, para que pueda ser feliz y duradera. Y médicos también tiene muy sabios, los cuales tienen como en sus manos la vida de los mortales, gobernando la salud humana-; y reconfortan con sus óptimos y razonables consejos a los ancianos que van ya declinando, y alimentan y guardan discretamente su calor nativo. Puesto que ni el mismo teólogo /F.41/ o el perito en leyes o artes, ni el soldado ni el rey, ni el emperador o el santo pontífice, ni el Obispo podrán ejercer sus cargos sino tienen médicos que les puedan curar sus propias enfermedades con razón cierta y método adecuado. Además también alimenta el cielo (Placentino ingenios muy inclinados a la poesía y las Musas, timto latinas como hispanas. Después, hombres ingeniosos en las artes mecánicas y sobre todo maravillosamente instruidas. Muy hábiles para la pluma y la escritura 48 , pintores y también escultores, plateros, herreros, car• pinteros, curtidores, cuyos productos, como son buenísimos, son transportados a muchas partes de Espafla. - 75 -
Raphanos ítem probatissimos, pastinacam, allia, cepas, sisarim, tubera quoque et fangos (nam et hos esitare nonnulli audent). Qui referam venationes et aucupia innumerabilis hic · certe apri, cervi, quoque, dammae, hinnuli, lepares, cuniculi. Nam de macellariis dictis carnibus nihil opus est dicere, cum et boum, vacarum, vitulorum, veruecum, arietum, agnorum, haedorum, caprarum quoque et hyrcorum, ingens quotidie in urbe copia celebretur. Hinc et lactis et butyri etiam delicatissimi, tum vacini, quod melius, tum ovili, me/cae ítem et recoctae, et casei nihilominus pinguissimi, et in foto orbe percelebris, habetur copia. Gallinarum in/lnitus quoque numeras. Gallorum, gallinaceorum, caponum, avium quoque Indicarum. Ex columbaceo genere permulta et saginata JF.36/ turturum innumerabilis proventus auserum quoque anatum, tordarum avium, perdicum, coturnicum, tordorum, merularum, passerum, ficedularum, ganillularum, gruum, gangarum, ardearum, apodum, sturnorum, cauda tremularum, atque aliarum etiam, quarum integre non succurrit nomem. Piscinaria materia quoniam procul a mari degunt, non omnino gauden placentini. Coeterum est, ut dixi, fluviatilium maxime ferax. Nam praeter troclas, barbos, boceas, pisciculos, rubeculas, anguillas, ranas, cammaros, testudines et lustras, perferuntur ex Tago proximiori et A/cantara, lampetrae /acciae, quae savalos dicuntur, muges adeo ut sylurus quo· que, quem alii sturionem esse credunt, (sollo vulgo dicunt)· penetrare aliquando ad nos videatur. Quin et marinorum quoque piscium non infrequens fit ad nos vectura. Nam et squatinae, raiae, polypi, sepiae, arenchi, sardinarum, asellorum, quos merluci quidam nos Cecial JF.36 v./ vocamus. Coracinae ítem, solearum, melicarum p/aiciarum, ostreorum, acuum, congrorum, baccallaorum, thunno· rum, salmonum ( quamque id raro admodum) ingens ad nos pervehitur copia •2. Verumtamem neque alienis efferimur, cum nostra nobis ·· santis sint. -
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De tal modo que además de los eclesiásticos está llena y re• bosante la ciudad de hombres insignes en las artes y en las letras, y nobles de sangre muy distinguida, así como de mujeres de la misma condición; y así fué, también, en tiempos anteriores, de tal manera que creo que poquísimas ciudades de su misma magnitud puedan, con razón, igualarse en el orbe de la tierra a la nobleza de sus habitantes y a la fama de sus familias. Si bien no hablaré de los vivos, para no herir su humildad, he de decir que Plasencia siempre engendró, y sigue engendrando, muchos hombres grandes no solo en la gloria militar, sino deseen· dientes de elevadas estirpes y llenos de esplendorosas virtudes, y que siendo tantas no podrían ser referidas, íntegramente, sin mucha amplitud y consiguiente tedio. Por que en ella /F.42/ en otro tiempo hubo generosísimos príncipes y duques y héroes, descendientes de estirpes ínclitas y regias, y también condes, marqueses, maestres de ordenes de ca• ballena, barones, grandes comendadores, caballeros, soldados va· lerosos y viejas razas de hombres nobles e insignes en hazaiias bélicas. También mujeres de excelentes y elevado juicio, de gran esplendor y belleza, de alta reputación, honor y egregias virtudes propias de su origen que pueden servir de ejemplo, de forma tal que merecen no solo ser igualadas sino antepuestas, por la ilustre presencia de sus virtudes, a aquellas antiquísimas matronas de los romanos. Sin embargo, ¿no es verdad que conviene traer en primer lugar la pureza e integridad de los ciudadanos en la fé de Cristo? /F.42 v./ De tal forma que desde hace muchos atlos, jamás, fueron afectados por herejías, calumnias o infamias, en crimenes de fe. ¿Qué decir de la fervidH y solicita devoción en la caridad cristiana, santidad y honestidad de las mujeres? Como de todo ello hay un ancho y dilatado éampo de inves• tigación, ocupado por las virtudes, dejamos para los estudiosos, de los hechos y de las antigüedades, el Investigarlas y ponerlas en su punto. Sobre la salubridad y morbilidad de la ciudad, y de sus pe· culiaridades, hemos de decir algo para que tengamos un completo y acerh1do conocimiento de ello. -77 -
Adiicietur et me/ quoque probatisslmum, quod nec illud a Virgilio thymum redolens, usque adeo decantamum, sit melius. Caeterum herbarum genera medicatissima infinita proculdublo placentinorum habet plaga, sioe valles, sive montes, slve col/es, sioe sylvas, slve hortensia, sive campestrla spectes, adeo uf ne Creta quidem, aut Aegyptus excellentiores ferat. Qua de re, ne minus eam producam, silendum satius dux/, quam prolixa oratione, /F ..37/ eos qui legent, onerare. In pretio caeteris Hispaniae, huius loci sunt fictilia vasa, adeo ut nec imitatlone ( quamquam id tentavisse aliquos constet) potuerunt adhuc superari. Inaurantur lnterdum, et in omnem /ere orbem magna famae celebrltate pervehuntur 'ª. 1am vero mu/tos praeterea clvitas Placentina summos et lllustres genult oíros, eosque non solum in eccleslastlca dignltate, sed in litterarum et armorum quoque gloria celeberrlmos. /llustrissimum in prlmis virum, de quo antea, Placentlae duceum malorem nata filium, dominum loannem de Astunica, Militiae Alcantarensis Maglstrum equitum. Hispalensem praeterea Cardinalem et Archiepiscopum, culus ossa Placentiae nunc in Domini Vlcentii fano iacent. /F.37 v./ Fuit praeterea Placentinus, Cardinalis dominus loannes de Carvajal, Sancti Angeli sic vocati titulo, qui Romae apud Sancti Marcelli fanum sepelitur, tumulo videlicet illius annexo carmine in hunc modum: PONTIFICVM EPLEN DOR IACET HIC, SA CRIQUE SENATVS PECTORE QUI PE TRVS ANIMO CAESAR ERAT.
Is, quo tempore immanissimus Turcarum /mperator Belgradum obsidebat, Legatus a Pontífice ad Germaniae Príncipes missus, rarum prudentiae praestitlt exemplum. -
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Como Plasencia, antes ya lo hemos dicho, tiene montes altísimos al septentrión, y no esté expuesta a los vientos boreales, tampoco éstos, actuan sobre ella con mucha eficacia /F.43/. Tiene en la región meridional, situado no lejos de la ciudad, el monte llamado de Calzones, razón por la cual tampoco esté expuesta a los vientos procedentes de aquella parte. Hacia la salida del sol esté mas manifiestamente expuesta al aire. Por el ocaso y una mínima parte del mediodía esté expuestísima a las fuerzas del Aphro. Los griegos Je llaman Libio. Por lo tanto creo que esté claro que la ciudad de Plasencia goza de un clima húmedo y cálido, pues es evidente a todos que tiene un suelo y y una situación húmeda deducido por su emplazamiento, por la multitud de pozos, y la mucha humedad de sus casas. Según el común sentir de los ancianos en otros tiempos ~ra Plasencia ardentísima la mayor parte del afio, y de aspecto desolado, de tal manera que si las gentes no se iban a los campos, en las noches de verano, el calor se les hacía intolerable. Ahora, bien sea por que el bosque de roble y de «cysfü de los montes próximos hayan sido arrasado ' 9 , /F.43 v./ quedando libre el camino de los vientos, o por que son mejores los edificios, o por que en sus vertiginosas vueltas el cielo esparza sobre nosotros la influencia de otros astros, sentimos menos fuerza del sol y mas suave el calor (el que un astro nuevo envíe hacia nosotros el próximo invierno una maravillosa y rígida influencia lo hemos estimado peligroso) 50 • Tenemos un invierno muy atemperado motivo por el cual los hombres afectados por las fiebres cuartanas, y otros males prolijos, vienen a nuestra tierra a convalecer en el tiempo invernal. También es cierto que nuestra «pars prima, 51 , como dice Hipócrates, es salubérrima. El otofto malsano. El verano especialmente enfermizo y expuesto a las fiebres tercianas, fiebres que sobrevienen de la podredumbre de los humores de tal manera que todos los aftos se cierne sobre la ciudad de Plasencia una epidemia febril, que entorpece grandemente nuestros trabajos, ya que muy pocos escapan a ella, / r .44/ las gentes que proceden de las regiones frias, mas que otros, son atacados por ella, corriendo grave peligro su vida. De las causas de estas epidemias alego razones claras. -
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Re/eruntur et integritatis vitae eius omnigenarumque virtutum exempla. Nam cum Romae vir quidam pauper moreretur, et ex testamento disposuisset ut potioris ac probati -/P.38/-oris vitae sacerdoti nummu/i quidam pauci donarentur, modo quo obiret ipse die divinum pro se sacrificium missae offerret, re di/igenter indagata, et ab uxore expensa, tandem in Cardina/em hunc, tamquamin totius civitatis sincerissimum sacerdotem incidit, rogavitque ut accepta pecuniola, sacrum pro marito diceret. Quod et ipse ultro fecit. Habemus huius, XVI mi/lia ab urbe, elegantem pu/cherrimumque in amne Tago pontem, qui Cardina/is dicitur, qua Placentia in lulli Castra itur. Opus sane heroicum atque prĂncipe dignum 44 â&#x20AC;˘ Nobilitavit et Placentinam urbem ortu, alter etiam Cardinalis, dominas Bernardinus de Carvajal, Placentinas quoque episcopus et praesul, Romae obiit, et sepultas est in Sancta Cruce in Hyerusalem, sic vocato fano, sub eius titulo cardinalem nihilominus agebat. /F.38 v./ Fuit et Placentinas etiam praesul et episcopus dominas Guterreus Carvajal, vir quidem summe prudens, sed ob id maxime etiam suspiciendus ac venerandas, quod praeclarum Societatis lessus collegium nobis sumptibus suis erigendum loclupetandumque curavit. Mortem obiit anno post natum Christum 1559, et Matriti iacet. Ortus hinc dominas Rodericus de Carvajal, Hyerosolimitanus Patriarcha, qui non solum ob venerandum rarumque Patriarchatus nomen et stemma, sed et summum ob ingenium, et latini Poematis facundiam, et in viras doctos atque litteratos propensissimum affectum et studium, Placentiam ortu nobilitavit. Mortuus est anno pos natum Christum 1539, et Xarahizo Venatorum iacet. /F.39/ Nobilitavit quoque ortu Placentinam urbem, dominus loannes de Villalba, _episcopus Calagurritanas, Placentiae ecclesiae Cantor, magni illius Coronelii germanas frater 45 â&#x20AC;˘ -
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Primero, que el lugar donde está situada la ciudad es cálido y húmedo, /segundo/ que el rio no corre por todos los sitios durante el verano, sino que permanece estancado alrededor de la ciudad. Tercero, que está expuesta al viento del sur y a los ardores solares de donde se experimenta el aire ardiente, craso y caliginoso de ésta época. Llegan al Jerte, por este tiempo, aguas viciadas accidentalmente. Como corre poca agua y ésta no totalmente limpia o pura, por la perturbación y el chapoteo de muchos animales como bueyes, cerdos, machos cabrios, cabras y asnos que merodean por todo el término del valle, no se puede evitar que el agua nos llegue impura y muy nociva. Ai'ladiré a estas causas la influencia de las raices de muchos y cálidos árboles /P .44 v./ (es decir de retamas, alisos, «cystorum> y semejantes) entre los cuales corre. Tambien los fraudes de los habitantes de los pueblos confines, los cuales utilizando el lino, cái'la· mo y el torbisco para embriagar a las truchas, empuercan y vician las aguas. Por lo cual no se puede evitar que sean influidas por extrafias impresiones las cuales, inevitablemente, engendran jugos viciados y viciosos. Puesto que como dice Hipócrates «de una causa común surgen afecciones más comunes•.
A estas se une otra causa no menos evidente para producir epidemias. Me refiero al consumo de las frutas horeos o fugaces y de aquellas otras procedente& de los huertos situados en lugares empapados de agua y por ello colmados de humedad y facilmente putrescentes. De todo lo cual nacen malos y putridinosos jugos, y cuerpos que encierran cacoquimias, que agredidos después por el fuerte y ardoroso calor / P .45/ se corrompen con facilidad, y una vez corrompidos engendran las supradichas fiebres, puesto que para todos los filósofos es evidente que humedad y calor son cualidades simbólicas de la podredumbre. Por tanto quienes quieran verse libre de esta epidemia y fiebre cuiden en primer lugar, entre todas las cosas, de esto, huyan de los rayos del sol en el verano y tambien del agua del Jerte, no consuman los frutos del otoi'lo ni los fugaces horeos, y beban el agua de las fuentes (que optima tienen los campos, aunque un poco distantes) 52 • Plasencia suele acusar también otras enfermedades, aunque no tan frecuentes. Pero voy a referir una principalmente: que en ella -
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Decanos quoque genuit nihilominus Placentia, viros quidem ingenio et praeclaro rerum memorabilium exemplo illustres. Ante alios videlicet dominum Federicum de Astunica, Magni Placentini ducis Alvari filium, hominem quidem generis claritate et moribus egregium. Mox deinde, dominas Didacum de Xerez, qui regibus supremas fuit a Consiliis, iocundissimum ingenio virum, et salibus naturae exornatissimum. Cui similis, dominas Gometius de Xerez, Decanas etiam, illius filias, iudicio ingenioque maxime excellens, litteris et poesi potentissimus, eloquens in primis, et ex tempore dicendo non solum acutissimus verum et cum gravitate etiam gratiosus. Methinnae obiit anno pos natum Christum 1545. /F.35 v./ Filium superstitem reliquit, Decanum nihilominus, domina Alphonsum de Xerez, virum quidem omnigeno virtutum splendore clarum, et omnium consensu laudatissimum, liberalem, humanum, quoque et amatissimum. In cuius virtutum laudatione, si nunc esse longior vellem, vererer sane ne hoc familiaritati neccessitudinique diuturnae, qua mihi eral coniunctissimus, dedisse viderer. Decessit anno 1555, magno omnium, sed potissimum studiosorum, luctu 46. Genuit praeterea Placentina civitas mullos eosdemque summe litteratos et in iure tam pontificio quam caesareo, illustres viros. Inter quos, quoniam longum esset omnes recensere, satis sit ve! unum excellentissimum re/erre, doctorem videlicet Carvajal, summum ingenii et excellentis etiam memoraie virum. Qui cum primum Salmanticae /F .40/ caesarei iuris cathedram Primariam magna omnium satis/actione et applausu moderaretur, essetque iam rude donatus, quod aiunt, et emeritus (vulgo vocant jubilado) ab Regibus Catholicis ad Supremum suam Senatas et Cabicali Consiliam aceitas faisse perhibetar. Vir pro/ecto samme claras, et in Historiae fide omniam eraditoram calculo probatus, utpote cuius complura extent manuscripta et fidelissima exemplaria, in magno equidem ,apud viros antiquitatis studiosos pretio habita et aestimata 47 â&#x20AC;˘ -
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hombres y mujeres estan muy propensos a las enfermedades que provienen de la atrabilis. Que creo ha de interpretarse como causada por el calor inmoderado que altera los humores.
Una vez que nos hemos ocupado de la ciudad y tambien de otras cosas que pertenecen tanto a sus comienzos como a la anti• güedad, a la libertad, al lugar, a los edificios, a los templos, ¡p .45 v./ a las obras de piedad, de su fertilidad, la amenidad y también de los altísimos varones que sobresalen tanto en las letras y armas, como en la dignidad eclesiástica, diremos, con rápido paso, las condiciones del Obispado. La Iglesia Placentina cuya semblanza hemos expuestos am• pliamente antes, celebra la fiesta de la Asunción de la Virgen María Madre de Dios. En cuya festividad, como recuerdan nuestros antepasados, era tal la alegria de los ánimos, en otro tiempo, que en aquel dfa, se dice, pernoctaban en el templo de la Madre de Dios una multitud no solo de vecinos, sino de forasteros cercanos. Ahora, como todas las obras de virtud están tibias, también aquella costumbre y alegria de la festividad se ha enfriado. La iglesia Placentina, catedral (como dice el vulgo) es Metropolitana y Reina de muchas igualmente ilustres iglesias. / P .46/ De cuya primera institución y nacimiento nada hay de cierto, que sepa, trasmitido a la memoria. Sin embargo robustecida en todas partes la ciudad por el brillo de sus ciudadanos, gobernando Inocencio IV la Iglesia católica, fué llevada súplica a él por el obispo y el capitulo para la legalización del estado y del poder eclesiástico en el entendimiento de to• das sus cosas. Con este ffn fué comisionado cierto cardenal Ejidio, del tí· tulo de los santos Cosme y Damian en el afio de 1250, sesenta y uno de la fundación de la ciudad, lo que está claro en lo que se llama estatuto fundamental. Pero fuera lo que fuese, aunque al comienzo las cosas ni tenían ni guardaban el orden requerido por su reciente creación. no hay duda de que aquél santo varón Alfonso, rey de Castilla y de Toledo puso todo su interés por la nueva iglesia, preocupándose de que fuera adelantada y dignificada /F.46 v./, como así mismo ador· nada y enriquecida, y dotada de libre facultad para ordenar el culto divino.
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Caeterum, de vivís in praesentiarum nihil omnino arbitror dicendum, quandoquidem de his plenius dicen!, ut par est, futura saecula. Jllud lamen nimis vero affirmavero, et olim fuisse ac nunc esse nihiilminus, viros litteris /F.40 v./ et eruditione praestantissimos, non in divina modo Theología, qui sacrosanctum Dei Evangelium, quo nihil esse charius christianis debet, pure ac sincere doceant, consilio ac doctrina civium animos, ad vitam illam beatam adipiscendam erigant, sed in iuris quoque prudentia, qui bonos tueantur ac pervehant, malos poenis coherceant, et Rempublicam ipsam, quo foelix et perpetua esse posset, pace et Christi legibus disponant. Medicos vero, quos habet etiam litteratissimos, qui salutem humanam et mortalium vitam, veluti manu teneant moderentur et tueantur, et optimis et rationabilibus consiliis, labentes sistant senes, et calorem eorum nativum be/le augeant et custodian!. Siquidem nec theologus /F.41/ ipse, aut legum artiumve peritas, nec miles aut rex, aut imperator, aut pontifex summus, aut episcopus, munia obire valebunt, nisi medicos habeant, qui certa et legitima ratione ac methodo mederi morbis queant. Alit praeterea caelum Placentinum ad poesim et Musas, tum latinas tum hispanas, ingenia admodum proclivia. lgeniosos praeterea mechanicarum artium ac mire etiam instructos homines. Calami et scripturae potissimum ~8 , pictores ítem, sculptores, argentarios, ferrarios, lignarios, coriarios, quorum hinc materies, utpote excellentissima, ad mullos Hispaniarum partes advehi solet. Verum praeter ecclesiasticos eos, et litteris et artibus insignes, atque inudicio summos viros, adeo quoque nobilium, et /F.41 v./ generis et sanguinis claritate, praestantissimorum virorum, et eiusdem conditionis mulierum, plena confertaque civitas videtur, et ante haec tempora etiam fuit, ut paucissimas orbis terrae eius magnitudinis urbes, huic incolarum et illustrium familiarum nobilitati, exaequari iure posse existimem. Etenim, si de vivís sileam, quorum ipsos sua cognoscere cupientibus commendabit virtus, tot tantiqui, non in gloria - 84 -
¿Por qué de que modo, pregunto yo, sin templos en que bri• Ue et culto d~ Dios habria de modelarse ta vida futura? -~
Sin contar ta hermosura del edificio y del coro ta Catedral ·posee muy suntuosos ornamentos. Una imae;en de plata de la Virgen Madre de Dios de mucha estima y valor 63• Un tetraforo todo de plata, muy grande, para lle• varal Santfsimo Sacramento de ta Eucaristía fí'. Esto aparte de otros innumerables instrumentos de no menor riqueza y elegancia, ·que seria largo resumir. Posee, también una música moduladfsima, tanto de voces 55 como de instrumentos multiplicadamente variados, que acompaflan en los cultos sagrados. Y como el templo Placentino no poseyese ninguna reliquia de santos, el muy ilustre obispo don Pedro Ponce de León, que poco ha / F.47/ partió a las celestes mansiones 66 , imploró con devota devoción al Pontífice Romano Pfo V, santísimo y Maximo para que le fueran entregadas como dones algunas reliquias de los santos mártires con las cuales abrillantara la dignidad de su iglesia, Y está probado que tan santo y verdaderamente piadoso Pontífice, en el afio de 1570, después del nacimiento de Cristo, envío confirmadas, con el vinculo y fé de sus letras, estas reliquias: Huesos de muchos mártires y especialmente de las cabezas de los santos Zenón, Anestesio, Vicente, Pabián, Sebastián y Policarpo.
No obstante, sorprendido por la muerte, dichos huesos aún no han sido trasladados a la catedral como era su promesa, sino que son conservados o retenidos, como oigo para ser colocados en el altar que ahora Re erige con toda divinidad y suntuosidad de construcción, junto al altar mayor de la Iglesia. Creo que en toda verdad puede afirmarse que desde el nacimiento de la iglesia Placentina, siempre ha tenido obispos famosos tanto por la gloria de su estirpe como por su santidad y conocimientos / F.47/. Poniendo como el primer obispo a Adam, mis propias diligencias orientadas para encontrar noticias de los nombres de los obispos que han regido esta diócesis, (no dudando que haya habi· do muchos más), son estos 57 : - 85-
militari solum, verum et sanguinis claritate, et vetusta/e generis, et virtutum omnium splendore, summos clarosque nobis Placentia viras genuit, ac nunc etiam quoque alit, uf maxima sine prolixitate et taedio, haud integre referri posse iure · credam. Nam in ea olim /F.42/ generosissimi príncipes, ducesque et heroes maximi fuere, stirpe orti inclyta atque regia, comites item, marchiones, magistri aequitum, barones, summi commendatarii, aequites, milites strenui, hominum praeterea nobilium pervetusta genera, et gestorum in armis claritate insignia. Foeminas item excellentis summique iudicii, splendoris, venusta/is quoque et gloria et honoris commendabiles, et egregias generum suorum virtutes, non solum aemulantes, sed et vere ita exprimen/es, uf et illis romanorum antiquissimis matronis, non tantum exaequari, sed et merito per illustribus cuiuscumque virtutis commendatione viris et foeminis anteponi quoque mereantur. Ad haec vero, nonne primum commemorare oportuerat ex hac recensione, civium in Christi fide simplicissimam /F.42 v./ integerrimamque permansionem?. Adeo uf mu/tos ante annos nullam unquam aut haereseos, aut alterius criminis in fide calumniam aut in/amiam subierint. Quid commemorem foeminarum fervidam illam et plurimum sollicitam in Christi charitate devotionem, sanctitatem atque honestatem?. Verum cum virtutum earum tam late tamque spatiose· patea! campus, his qui huiusmodi vetustatum et gestorum studiosi sint, caetera pervestiganda relinquemus. De urbis salubritate et morbis, eidem etiam peculiaribus, degustandum aliquid videtur, quo integram absolutamque rei huius hebeamus considerationem. Cum Placentia, uf ante dictum est, altissimos a septemptrione habeat montes, nec borealibus ventis exposita sil, ita nec in eam admodum efficaciter /F.43/ agunt. Habet quoque et ad meridionalem plagam, non longe dissitum montem, appellatum Calcydonium, ac proinde nec· ventis quae ex ea parte instare solent, concutitur. - 86-
Después de Adam han seguido: obispo don Santos, obispo don Pedro González, obispo don Andrés, obispo don Maestro Pe· -dro, obispo don Gonzalo, obispo don Pedro, obispo don Pedro ;Fernández, obispo don Domingo, obispo don Juan, obispo don Ruy Pedro, obispo don Ximeno, obh,po don F. Juan de Guevara, obispo don Nicolás, obispo don Diego Garcias, obispo don San• tos, obispo don Vicente Arias, obispo don Rodrigo de Avila, obis• po don Gutierre de Toledo, obispo don Gómez de Solis, obispo ./F.48/ don Bemardino de Carvajal, obispo Cardenal don Gutierre de Carvajal, obispo don Pedro Ponce de León. Después de este, tú ¡oh Martin!, el más ilustre y generoso de todos los obispos juntos, tanto por santidad de vida como por la prestancia de las letras en bién del esplendor de la iglesia y la .gloria de Cristo, como esperamos por la benignidad de Dios Opti· mo y Sumo, nos ha sido dado. Haga Aquél, por cuya voluntad todo nace, todo dura, todo se conserva y protege, todo finalmente perece, que el que nos ha -sido dado como pastor por Felipe 11, inclitisimo Rey de las Espaflas, varón probo y circunspecto en elegir los mejores, apaciente su grey y la proteja felizmente y cumpla tantos ai'ios como Néctor, con la salud de Crotón. Y te veamos, como son nuestros deseos y es 1mes• tra esperanza, todo por la alta excelencia de tus virtudes, ascendi· -do y elevado hacia la sacrosanta /P 48 o./ y suma sede de Pedro, máxima de los Apóstoles. El obispado placentino, cada afio, como he averiguado por fidedignos, otorga al obispo cerca de treinta y seis mil aureos. Las dignidades por razón variada en la distribución, tomada de los libros del capitulo, son hechas de tal mRnera que por la integridad de los canonicatos, que llaman prebendas, se adaptan de este modo. Don Garcias de Loaysa, varón muy ilustre y dignlsimo decano de la iglesia Placentina, reune cada afio dos prebendas Integras con la mitad del canonicato. Cada una de las cuales equivale a 500.000 cuadrantes, esto es MCCCC de nuestros aureos, y por tanto tiene dos mil quinientos aureos todos los afias.
/F.49/ Don Fabián de Monroy, varón ciertamente generoso, arcediano placentino y simultáneamente de Béjar y canónigo, reune -
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Ab exortu solano manifestius perf[atur. Ab occasu autem, et Ănfima meridiei parte, manifestissimas persentit Aphri vires. Hunc Lybem graeci appellant. Unde liquido satis constare arbitror, Placentinam urbem humido callidoque gaudere cae/o, nam quod solum situmque habeat nihilominus humidum ex illius positura ex puteorum multitudine, ex numectis plurimum domibus, manifestum omnibus evadit. Eral olim Placentia, consensu avorum, maiori parte anni aestuosissima, etsqualens, adeo uf nocte per aestatem, nisi campos abirent, intolerabilis sentiretur calor. Nunc, sive quod montium proximorum roboris et cysti sylva exaequata solo sil /F.43 v./ 4 3, liberamque ventis viam conceda!, sive quod aedificia meliora sint, sive quod insolita rotans vertigine caelum aliorum in nos astrorum vires fundat ( quod proxima hyeme astro novo miram rigidamque in nos facultatem immittente, periculo comprehensum a nobis est) mitiores solis vires, et aestus persentimus 5o, Hiemem habemus usque adeo temperatam, uf quartana affecti febre, ac morbis aliis prolixioribus, ist huc hyemis !empare revalescendi grafĂa homines conf[uant. Veris etiam et pars prima "1, uf inquit Hippocrates, saluberrima est, morbifer autumnus. Aestas vero adeo morbosa, et febribus quae ex putredine humorum accenduntur, tertianis potissimum exposita, uf nostrae urbi quotannis certa quaedam febrilis epydemia, non leve facessat negotium, adeo uf eam pauci admodum /F.44/ effugiant; advenae, ex frigidiori praesertim plaga adventantes, in mortis adigantur discrimen. Cuius epidemiae equidem causas a/ferre soleo non obscuras. Primum quod civitas callido et humenti loco sita sit, f[umine per aestatem non undique fluenti, sed statario circumdata. Tertio, quod Austro et ardoribus solaribus exponatur, unde aerem aestuosum et crassum, ac caliginosum id temporis experiatur. Accedunt Xerethi aquae tune temporis, ex accidenti tamem, viciatae. Nam cum aqua indigus excurrat, eaque non admodum !impida aut pura, sed ob multorum animalium, boum videlicet, suum, hircorum, caprarum, asinorum, quae per totam val/is capedinem meridiantur, volutationem et per- 88 -
-por todo simultáneamente junto, cuatro mil doscientos aureos. El -chantre, don Pedro de Villalba, hijo meritlsimo del aquel valiente coronel Villalba, como goza dos Integras prebendas, recibirá dos mil -ochocientos aureos. Los cuales, del mismo modo, reunlan el que poco hace que murió, don Santos de Sande, hermano carnal de .aquel gran soldado don Alvaro de Sande, quien como obtuviera la -dignidad en otros tiempos, renunció por la ley a ella en favor de su '-hermano Santos para que obtuviera la mitad de la renta, y la otra mitad para sf, por concesión del Sumo Pontífice.
Sin embargo devuelve todos los aftos, de la mitad 500.000 dineros o mas de l. 105 de nuestros aureos, que íntegro, según oigo, después de la muerte de Santos, /P.49 v./ se dice que te serAn concedidos a él por el Sumo Pontífice. El arcedianato de Medellfn, que vaca en el presente, recibe no menos de una íntegra prebenda del canonicato. El arcediano de Trujillo tiene la misma, puesto que se reparten una entre ambos. De los canónigos todos en verdad varones nobles y honestos solo Andrés de la Cadena tiene íntegro canonicato, esto es, mil cuatrocientos aureos. Los demás, osea Martfnez de Carvajal, Andrés Rodríguez de Camarena, Alfonso de Cepeda, Juan Solano, que está en Roma, licenciado Francisco Parra, doctor Salinas, de los cuales éste, tiene et canonicato de magistral, el otro, de doctoral, recibe cada afto mitad de la prebenda íntegra, esto es 700 de nuestros aureo3 (pues• to que los canonicatos, porque eran pocos para el ministerio del altar sagrado ordenó, por disposición el Pontífice Adriano VI, que cuando vacasen fuesen divididos). Hay porciones íntegras, las cuales Luis de León y Cristóbal
/P.50/ Ruiz, las poseen. De cada una de las cuales devuelven to• dos los aftos setecientos aureos, o sea, la mitad del canonicato in· tegro, puesto que otros partícipes (es decir, el doctor Gamarra, Guiral, Mota, doctor Alfonso Pérez, que está al frente de la lección de teología) reunen hasta 140 000 cuadrantes de las porciones di· vididas, como llaman, y los proporcionarios, Santos de Tamayo y Juan de Lobo, hasta ciento veinticinco mil. Tiene ademAs el templo placentino, seis en número de socie• dad que llaman de beneficio en favor de los ministerios del altar, - 89 -
turbationem, fieri equidem non potes!, quin impurior et maxine nocua ad nos transcurra!. Adiungam his multarum earumque callidarum arborum /F.44 v./ radices (genistarum scilicet alnorum, cystorum, et similium) per quas excurrit. Incolarum quoque confinium oppidorum fraudes, nam et lino et cannabi et thymelea, ad inebriandas troclas, aquas vician! et conspurcant, Unde quin maxime peregrinas recipiant impressiones fieri nequit, a quibus et viciati iidemque viciosi succi generentur necesse est. Quandoquidem ex communi causa, ut ait Hippocrates, communiores consurgunt affectiones. His quoque et accedit alía, neque minas equidem epidemiae generandae illustris causa. Nempe fructuu horeorum et fugacium, et eorum quidem ex irriguis hortorum locis, ac proinde ubere humiditate redundantium, et facile putrescentium, esus. Ex quibus etiam pravi putredinosique consurgunt succi, et corpora cacochymiam congregantia a calore postmodum aestuoso et squalenti aggressa /F.45/ facile quidem corrumpuntur, corruptaque supradictas febres generan!, quandaquidem ve/ omnibus philosophis in comperto est, humorem et calorem simbolas putredinis esse qualitates. Proinde qui se ab eiusmodi epidemia et febri tueri volunt, illud maxime ínter omnia in primis curant, ut et so/is radios per aestatem, Xerethi aquam, fructus etiam autumná.les et horeos fugitent, et fontium aquas ( quos optimas quidem etsi longiuscule dissitos habent rara) bibant 52 • Aliis etiam, quamquam non perinde frequentioribus, Placentia obnoxia morbis esse so/et. Sed unum potissimum re/erre libet: esse sci/icet in ea homines et foeminas ad morbos ex atra bife consurgenfes maxime pronos. Quod quidem ln aliam quam calorem immoderate humores exasantem causam, haud referri mihi posse videtur. lgitur urbe iam illisque etiam quae ad illuis cum initia, tum oetustatem, libertatem, positum, aedificia, fana, /F.45 v.( pietatis opera, amoenitatem, fertilitatem, summorum quoque hominum, tan in litterarum generis et armorum gloria, quam in ecclesiastica dignitate, statum pertinent, palam positis atque illustratis, ad episcopatus explanandas conditiones celeri pede transgrediemur. - 90 -
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-cuyos socios reciben todos los aftos poco mas o menos alrededor de doscientos aureos. Tiene también el obispado Placentino muy extensa y prolon·
:gada jurisdicción de poder y de dominio, pues se extiende entre el norte y el oriente desde el pueblo de la Cabeza, por orden, el primero del ducado de Béjar, (por donde se une el episcopado sal• 1nantino) y partiendo desde allí hasta oriente discurre por asperfsimos y muy abruptos montes hasta el pueblo de Madrigalejo del -.conde de Nieva /P.50 o./ Que ciertamente es el último de los pueblos de la Vera, y toca con el obispado abulense. Desde aquf reciamente hacia el mediodía, cortando el Campo llamado de Araftuelo pasa tajante a las praderas de San Benito del marqués de Mirabel. Después de ésta y Peraleda, junto a la entrada del rio Tajo, ~n la diócesis Placentina, toca enseguida a Fresnedoso. Desde aquf va a las altísimas y nevadas cumbres de los mon• 1es de Cecilio llamada Gemelina, vulgarmente conocida por el nombre de la Virgen de Guadalupe. En estos extremos se une al arzobispado Toledano. De donde rectamente se extiende al Guadiana y al pueblo de Navalvillar de Pela, y a aquellas que llaman Las OreUanas, Nueva y Vieja. Desde aquí la sede del obispado se extiende hasta el ocaso 'l'Odeando toda la región meridional, mas allá de los pueblos Mede· llinenses, y desde allf hasta el fin se une el Magistrado de San Jacobo de la Espada. Después, volviendo rectamente al lugar de origen, por el lado del zéfiro y septentrión, /P.51/ divide el obispado Cauriense del nuestro. Por lo tanto, si desde el lugar mas alto de él, o sea, desde el pueblo de la Cabeza de Béjar, hasta la región de Medellfn, que se une al obispado Pacense, midiéramos su longitud, habría mil ciento sesenta y dos, y de latitud, desde San Pedro de Palacios a Fresne• doso, mil cincuenta y dos, límites que encierran muchas ciudades de dominio como luego diremos con grandes jurisdicciones como mas claramente se vé en este disefto:
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Ecclesia Placentina, cuius antea abunde imaginem expressimus, celebritatem advocationis in Beatae Mariae Deiparae Assumptionis festa habet Cuius tanta olim memoria pa· trum festivitatis animorum erat laetitia, ut illo in die in Deiparae templo non solum incolarum, sed confinium quoque · populorum pernoctare multitudo diceretur. Nunc cum virtutis omnia tepescant opera, ea quoque festivitatis haberi solita laetitia refriguit. Est ecclesia Placentina multorum eorumdemque etiam illustrium ecclesiarum Metropolis et Regina, et, ut vulgo di· cunt, /F.4fJJ cathedralis. De cuius quidem primaria institutione et exortu certi nihil est quod sciam proditum memoriae. Verum cum iam undique civium illustratione roboraretur civitas, catholicam Ecclesiam, Innocentio IV gubernante, ab episcopo et capitulo ut ad congruum statum et modum ecclesiasticae dispositionis res componerentur, petitum est. Quorum cura, ut ex il/ius fundamentali, ut vocant, statuto liquet, cardinali cuidam Aegidio, titulo divorum Damiani et Cosmi, commissa est, post natum Christum 1250, aó urbe aedificata 61. Verum enim vero, tametsi apud initia ob novellam ecclesiae plantationem, ecclesiae Placentinae res nondum integrae persisterent, aut in ordinem digestae aliquem essent, non dubium est quin vir ille sanctus, Castellae et Toleti rex Aldephonsus, novae ecclesiae consuluerit, erigendamque atque illustrandam nihilominus JF.46 v./ ac facultate etiam liberaliori, pro divino cu/tu celebrando, ornandam locuplectandamque curavit. Nam quis, quaeso, sine templis, in quióus Dei cu/tus reluceret, vitae futurus modus erat?. Utcumque sit, praeter admirabilem aedificii es chori structuram, sumptuosissima habet ornamenta. Argenteam Deiparae Virginis imaginem 53 , multae et aestimationis et pretil. Tetraphorum argenteum totum et per· grande Sanctissimo Eucharistiae Sacramento perferendo 54 , Alios praeterea nec minori sumptu a·lf elegantia factos apparatus, quos longum esset recensere. -92 -
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Habet etiam modulatissimam, tum vocum 55 , tum intrumentorum, eorumque multipliciter variorum, pro sacris celebrandis musicam. Et cum nullis propemodum Placentinum templum sanctorum exornaretur reliquiis, clarus admodum antistes, dominas Petrus Pon ce a Leon, qui nuper /F .47 / ad aetereas sedes abiit 56, ecclesiae suae cupiens dignitatem illustrare, a sanctissimo Maximoque Pontífice Romano, Pio V, ut sibi sanctorum martyrum reliquias dono dare dignaretur, devota animi affectione efflagitavit. lsque tam sanctus et vere pius Pontifex, post natum Christum 1570, certissimo litterarum suarum vinculo et fide roboratas, huiusmodi mississe perhibetur. Ossa videlicet martyrum multorum, et praeterea quoque capitum divorum Zenonis, Anastasii, Vicentii, Fabiani et Sebastiani, Polycarpi ossa. Tamen praeventus morte, nondum in ecclesiam, ut in votis erat, translatae sunt, sed tumulo illius ( quod nunc iuxta maius ecclesiae alfare, sumptuosissimo dignissimoque apparatu erigitur) apponendae servantur, ut audio. !llad lamen certa fidei veritate affirmari posse mihi videor, Placentinam ab exortu ecclesiam, antistites summa generis sanctitatisque et litterarum gloria claros /F.47 v./ et illustres habuisse. Quorum nomina eorum videlicet quorum diligenti /acta inquisitione reperire notitiam potui ( non dubito multo piures fuisse) eiusmodi habere títulos, initio scilicet ab Adamo, primo il/ius praesule sumpto. Quem secuti postea sunt 57 : Episcopus, dominas Sanctius, episcopus dominas Petrus Gonsales, episcopus dominas Andreas, episcopus dominas Magíster Petrus episcopus dominas Gonsalus, episcopus dominas Petrus, episcopas dominas Pero P'ernandez, episcopus dominas Dominicas, episcopus dominas !oannes, episcopus dominas Rui Petrus, episcopus dominas Ximenus, episcopus dominas F. Ioannes de Guevara, episcopas dominas Nicolaus, episcopas dominas Didacus Garcías, episcopus dominas Sanctius, episcopus dominas Vicentias Arias, episcopus dominas Rodericus de Alvila, episcopus dominas Guterreus de Toledo, episcopus dominas Gometius de Solis, episcopus /F.48/ dominas Bernardinus de - 94 -
DEL EPISCOPADO PLACENTINO, ESQUE• MA, EN EL CUAL APARECEN NO SOLO LOS LIMITES CON LOS OTROS EPISCOPA· DOS, SINO TAMBIEN ALGUNOS PUEBLOS CELEBRES DE SEÑORES CUY AS IGLESIAS PERTENECEN A LA JURISDICCION DEL EPISCO· PADO PLACENTINO.
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Carvajal, cardinalis episcopus dominas guterreus de Carvajal, episcopus dominas Petrus Ponce a Leon. Post quem quidem illustrissimus ac generosissimus tu, antistitum et praesulum cunctorum Martine, non minas vitae sanctitate quam praestantia litterarum summus, pro splendore ecclesiae et Christi gloria, quod speramus, Dei Optimi Summique benignitate, nobis nuper datas est. Faxit is, cuius natu omnia oriuntur, omnia durant, omnia conservantur et tuentur, omnia denique decedunt, ut qui nobis semel a Philippo Secundo, inclitissimo Hispaniarum rege, viro inprimis in deligendis hominibus provido ac circunspecto, pro pastare semel oblatas es, et'gregem tuum paseas, tuearisque foelicissime et Nestoreos cum Crotonis salubritate impleas annos. Teque, ut nostris est in votis, ob summam virtutum tuarum, quam in spe habemus, excellentiam /F.48 v./, ad sacrosanctam summamque Petri Apostolorum Maximi sedem erectum sublevatumque videamus. Episcopatus Placentinas singulis quibusque annis, quod ex fidedignis accepi, aureos circiter XXXVI millia plus minus, redit praesuli. Ad fabricam ecclesiae quotannis pertinere dicuntur tricĂes centena millia quadrantum, hoc est, nostrorum aureorum VIII millia. Dignitates vero pro varia distribuendi ratione, ex capituli desumpta libris, sic se habent, ut per integrac anonicatum, quas vocant praebendas, in hunc scilicet modum adaptentur. Dominus Garsias de Loaysa, vir admodum illustris dignissimus, Placentinae ecclesia decanus, integras duas cum dimidia canonicatuum praebendas colligit singulo anno. Quarum quaelibet quinquies centena millia quadrantum, hoc est nostrorum aureorum MCCCC implet, ac proinde duo mitlia D aureos quotannis habet. /F.49/ Dominas Fabianus de Monroy, vir quidem generosas, archidiaconus Placentinus simul et Bigerrinus, adda etiam et canonicus, cum pro singulis quibusque integram praebendam sibi colligat, ex omnibus, ut par est, simul iunctis, aureos IV millia CC recipiet. Cantor vero, dominus Petrus de Villa/va, strenui Caronelli illius Villalvae filias meri- 96-
/P.52/ El episcopado Placentino está dividido y separado en cuatro principales distritos, que el vulgo llama Partidos, y estos muy ricos e ilustres que están bajo el dominio pontificio, lugares de duques, condes, marqueses y héroes, y además por las abadías. Entre todas las ciudades se cuentan doscientas, y son conocidos cuatro Distritos por los siguientes nombres: Plasencia, Trujillo, Medellin y Béjar. Bajo la jurisdicción del distrito de Plasencia hay setenta y cinco ciudades que ciertamente tienen baptisterio y son parroquias, como dicen. Pero fuera de los pueblos reales y de jurisdición de la misma ciudad, en la región de los Veratos, el llamado conde de Nieva, poseé la villa de Valverde con sus anejos, en uno de los cuales llamado Villanueva, como a fé cierta se me ha dicho, /P.52 v./ se con• serva con gran estima la calavera de una de las vírgenes de Colo· nia, santa Serafina, como la llaman, juntamente con el documento oficial «pro témpore, y la bula del Pontífice. Fué traida a este lugar en otro tiempo por cierto hermano Jerónimo: Francisco de Villanueva, vecino del lugar, prior del con· vento de Estrella. · Y tiene en aquel distrito el conde de Oropesa, la villa de Jarandilla, fertilisima ciertamente y n1uy amena, sobresaliendo por su agua, castai'ias e higos, y abundante ~n toda clase de frutas; en la villa está el palacio suntuosfsimo en el cual el mismo Emperador Carlos V, glorlosfsimo Emperador de los Romanos se deleitó antes de su ingreso en el monasterio de Yuste. Tiene también el amenfsimo pueblo de Garganta de la Olla que ahora, según dicen, poseé, en prenda, el duque de Escalona. También está bajo la dignidad del conde de Osorno y de Galisteo /F.53/ la villa de Pasarón, en ningún caso la más pequei'ia de los pueblos veratos, muy abundante en higos y con vii'ias muy fértiles y que también es llamada Torre Magna 58 , Debajo, en el llamado Campo de Arailuelos, está el pueblo de Serrejón que tiene muy buenos talleres de excelentes calzados 59 • Es propiedad del conde de Benavente con los pueblos lla· mados de Anguilla y el otro Talaván. Se encuentra aquí Belbfs, y no pocos pueblos del condado de Deleitosa, que ahora poseé la madre del conde de Oropesa, y que después de su muerte pasarán a su origen. - 97 -
tissimus, cum integris duabus potiatur praebendis, ureorum recipiet duo millia DCCC. Quos et ad eum modum pro thesauraria colligebat, nuper vita functus, dominas Sanctius de Sande, militis magni illius domini Alvari de Sande germanas frater, qui cum olim dignitatem eam obtineret, ea Sanctio frati lege renunciavit, uf redituum dimidiam partem obtineret, reliquam sibi daret, impetrata ad id Summi Pontificis concessione !F .49 v./. Redil autem quotannis ex dimidio quinquies centena nummorum millia, vel nostrorum aureorum supra MCV, quod integrum, uf audio, post Sanctii mortem sibi ab Romano Pontífice concessum dicitur. Archidiaconatus de Medellin, qui ad praesens vaca!, integram nihilominus recipit canonicatus praebendam. Habet et archidiaconus de Trugillo eamdem, siquidem ambonex una deflexere. Ex canonicis viris quidem ingenuis et nobilibus, integrum canonicatum tantum habet, Andreas de la Cadena, hoc est, aureos MCD. Reliqui quidem, Martinas videlicet de Carvajal, Andreas Rodríguez de Camarena, Alphonsus de Cepeda. /oannes Solanas, qui Romae agit, Licenciatus Franciscas Parra, Doctor Salinas,- quorum hlc Magistralem, alter Doctoralem habent canonicatus,- praebendas integrae dimidium ( siquidem canonicatus, quoniam pauci pro sacri altaris ministerio erant, ex Adriani Sexti Pontificis dispositione, cum vacaren! dividí iussi sunt) quotannis accipere perhibentur, hoc est aureorum nostrorum DCC. Sunt et integrae portiones, quibus Aloysius de Lean et Christophorus /F.50/ Ruiz potiuntur. Quarum singulae quotannis redunt aureos DCC, hoc est canonicatus integri dimidium, siquidem alii portionarii ( Doctor scilicet Gamarra, Guiral, Mota, Doctor Alphonsus Perez, qui Theologicae lectioni praeest) ad centum quadraginta usque quadrantium millia colligunt ex divisis portionibus, ut vocant, veluti et Sanctius de Tamaio et /oannes Lupus, portionarii, ad centum XXV millia. Habet praeterea Placentinum templum sex numero societatis, quae vocant beneficia, pro altaris obeundis ministeriis, quorum socii quotannis plus minas recipiunt aureos circiter ce. - 98-
Junto a Deleitosa hay muy buenas minas de hierro de las cuales se saca hierro que es muy festejado y no muy lejos, cerca del pueblo de Romangordo, hay una mina de bol arménico cierta· mente excelentlsima 60. En la zona placentina está situada la villa de Monroy propiedad de don Fernando de Monroy, muy ilustre y famoso por la antigüedad del linaje. Y en ella también se vé la villa de Torrejón, de don Francisco /F .53 o./ de Carvajal, caballero Placentino, varón espléndido por la nobleza de su linaje y de sus virtudes, a cuyo templo de san Miguel, en otros tiempos, llevó el ilustrísimo don Bernardino de Carvajal, Cardenal de la Santa Cruz, obispo también de la iglesia Placentina, en el año de 1490 después del nacimiento de Cril!to, varias reliquias de santos que solicitó con mucha insistencia y le fueron concedidas por lnocencio VIII, con fé documental.
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(Hacemos gracia de la traducción de lo que resta del folio 53 v.º, del 54 y de parte del 54 v.º, por ser una relación de reliquias tan polimorfas, y en algún caso, tan extraña, que en lugar de proporcionar, hoy, información, mas parece irreverencia el traerlas en escueta traducción, como fueron resefladas, sin aclarar que la mayor parte de las veces son nombres figurados y no reales, pues si bien efotá claro y cierto que pudo traerse un trozo de la Cruz, y una espina de la Corona de Cristo y piedra del Calvario etc. etc., hay otras cuyo logro o adquisición ya nos resulta mas dificil comprender. Así pues seguimos los finales del folio 54 v.º). -
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Habet item episcopatus Placentinas extensam et propagatam admodum ditionis et dominii iurisdictionem, siquidem ínter septemptrionem et orientem ab oppido de la Cabera, ducatus Bigerrae ordine primo ( qua in parte episcopatus Salmanticensis coniungitur) ortum sibi vendicans, indeque orientem versus per asperrimos et praerruptos montes ad comitis usque de Nieva oppidum Madrigalejo /F.50 v./ dictum, excurrit. Quod quidem Veratorum ultimum est et Abulensem tangit episcopatum. lnde vero recta meridiem versus, Campum vocatum de Arañuelo secans, Sant Benitum marchionis de Mirabel, Pascuam tangit. Post hac et Peraledam, iuxta fluminis Tagi in episcopatum Placentinum ingressum, mox tangit F'resnedosum. Ab hoc montium altissima et nioosa Caeciliae dictae Gemellinae iuga, quae Deiparae de Guadalupe vulgo dicitur. Per quae quidem extrema archiepiscopatui To/etano adnectitur. Unde recta etiam ad Anam Fluvium et oppidum Navaloillar de Pela, et ea quae Las Orellanas, Nova et Vetas appellantur, protenditur. Ab hinc totam meridionalem plagam circuens, ultra Metallinenses populos ad occasum usque di/abitar episcopatus sedes, atque inde ad finem usque Magistratus dioi Iacobi del Espada iungitur. Postmodum vero ad Originis locum recta rursus rediens, a Zephyri et septemptrionis latere, Cauriensem /F.51/ episcopatum a nostro dioidit. Proinde si a summo eius, a Bigerrpe videlicet summo opido de la Cabera, usque ad Metallinensem plagam, quia Pacensis episcopatus iungitur, per longitudinem duela linea metiamur, habebit MCLXXII, latitudinis vero a Sancto Petro de Palacios ad Fresnedosum usque, MLII, quorum in mediterraneis locis, per piara, uf mox dicemus, dominiorum oppida et sollemnes ditiones inspectantur, uf in hac proxima figura, luce ciarías colligitur. PLACENTINI/ EPISCOPATVS EFFI / GIES. IN QVA E/ TIAM NON SOLVM / ALIORVM EPIS / COPATVVM / LATERA VISVNTUR / SED ET CELEB / RIA QVEDAM / DOMINORVM OP / PIDA. QVORVM E/ CLESIAE EIDEM / EPISCOPATVI / PLACENTINO / SVBSVNT. -
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. ...•Junto al Tajo en una abruptísima roca, hay una anti• -qufsima capilla propiedad de don Luis Bermúdez de Trejo, la cual, es citada por el Rey Alfonso en su privilegio fundacional. Se llamaba en aquel tiempo Monfrac, ahora ailadido el artí• -culo árabe cal• se llama comunmente Almonfrague 61 , De aquel también es /F.55/ la villa de Grimaldo. Cerca está el pueblo de Mirabel del marqués don Luis de Zuiliga y Avila, distinguidísimo prefecto de la milicia de Alcántara, yerno de aquel gran seilor don Fadrique de Zúftfga, nieto del duque Alvaro, que fué primer marqués de Mirabel. Yerno repetiré de aquel Fadrique que no solo emuló las paternas y egregias virtudes de sus antepasados, sino que las condensó de tal manera que creo <lebe ser citado, con derecho, entre los mas antiguos y famosos va• rones. Puesto que además de aquella sencilla bondad natural con la cual se ganaba a todos haciendo el bien, tenia un ánimo vigoroso -que parecfa como si luchara el vigor de ánimo con su bondad, la fortaleza con la paciencia, e igualmente la humanidad con la cele· bridad. Asf pues tanto por la salubridad del agua, como por la excelencia de sus frutos y por la ponderación de su generoso vino re· sulta recomendable la dicha villa /F.55 v./ del marqués de Mirabel. La segunda parte del obispado Placentino que se llana Tru• jillo, tiene cuarenta y tres pueblos no solo célebres sino también -excelentes por su estimada fertilidad. - 101 -
Jgitur episcopatus Placentinus in quatuor capitales districtiones, Partidos vulgo vocant, easdemque generosas admodum et illustres, propter nobilissima sub pontificio dominio loca, ducum, comitum, marchionum, baronum, et heroum, propter abbatias etiam, divisus atque dissectus est. Jmplent vero oppida omnia numerum /ere CC, hisque nominibus Districtiones quatuor comprehenduntur: Placentina, Castro Juliensis, Metallinensis, Bigerrina. Sub Placentina cadunt oppida LXXV, quae quidem baptisteria et parrochias, uf dicunt, habent. Verum praeter regia et eiusdem etiam civitatis ditionis oppida, in Veratorum plaga, comes de Nieva dictas, villam habet de Va/verde cum annexis, in quorum uno, quod quidem Villanova appellatur, ut certa mihi fide nunciatum est, /F.52 v,/ unius virginum Coloniensium calvaría, sanctae, ut vocant, Seraphinae, Pontificis pro tempore diplomatis et bulla adiectis in magno habetur pretio. Hanc frater quidam ex Hieronymis; Franciscas de Villanueva oppidi incola, coenobii del Estrella prior, olim in eum perduxit locum. Habet et in ea districtione comes de Oropesa villam de Jarandilla nuncupatam, fertilissimam sane et amoenissimam, aquis et castanea et ficu excellens, atque omni fructflum genere abundosissima est villa, sumptuosissimo palatio, in qua ídem Carolus V, gloriosissimus Romanorum Jmperator, ante monasterii Justiani ingressum, ve! plurimum delectari solitus erat. Habet ítem amoenissimum de Garganta la Olla oppidum, quod nunc a duce de Scalona pro pignore, uf aiant, possidetur. Est in eodem etiam tractu comitis de Osorno et Galistei /F.53/ villa Passaron, haud oppidorum Veratorum ínfima, vino fertilis et ficu abundans, quemadmodum et appellata Torre Magna 58 • Sub eo quoquf! in Campo dicto de Arañuelo oppidum est de Serrejon, in quo calcis probatissimae copiosissima videtur officina 59. Sed comitis Beneventani dictio est, cum oppido vocato del Anguilla, et altero de Talavan. -
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Es ilustre tanto por la célebre nobleza de la sangre como por la de los linajes, siendo ensalzada sobre todo por su mucha antigüedad, y por haber recibido el nombre de tan gran varón (o sea de Julio César, que en otros tiempos solfa acampar en ella)¡ engendró varones que se destacaron mucho; príncipes, héroes y soldados de gloria merecidísima en las armas, que son dignos de ser celebrados con títulos muy meritorios y encomiados en su panegíricos. Puesto que nacidos en ella son aquellos destac':ldísimos varones llamados los Pizarros tanto el marqués don Francisco, como Gonzalo, que vencido en la lucha por el doctor de La Gasea fué condenado a muerte, y además Fernando que todavía vive. /F.56/ Hombre en verdad que ha de ser celebrado no solo por el brillo de su linaje sino también por su gran fortuna. Los cuales unieron el imperio llamado Perú, con gran inmor• talidad de nombre, a los reyes de las Españas; lugares cubiertos de piedras preciosas y oro, rico en plata y feracísimo en todas las cosas que produce el mundo. Aquí también nació aquel gran Diego García de Paredes so• bresaliente en ánimo y en fuerzas. También otros varones no menos admirables por sus conocimientos como por sus éxitos en las armas, los cuales aunque serán alaoados en los siglos venideros, nunca lo serán como se merecen. Por lo tanto, como para ser ensalzada la grandeza, la gloria, la nobleza, el esplendor y la antigüedad de aquella ciudad, sería preciso estar dotado de la elocuencia de Cicerón o de un ingenio que se nos diera del cielo, lo quedamos relatado parcamente en nuestro trabajo. En la jurisdicción de Trujillo, no lejos de la diosa Cecilia Gemelina, en el pueblo de Berzocana, se encuentran los cuerpos de dos santos, o sea de Fulgencio /F.56 v./ que fué primero obispo de Ecija y luego de Cartagena, y el de su hermana Florentina, her-
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lacen! hic Belvisi et comitatus de Deleitosa oppida non pauca, quae nun comitatus de Oropesa mater possidet, post mortem ad eius domum accessura. luxta Deleitosam ferrariae probatissimae inspiciuntur, ex quibus laudatissimum fil ferrum, quin et non longe post, circa oppidum de Roman Gordo Armeniacae Bo/i et illius quidem excellentissimi visitar fodina 60 • In Placentino tractu nihilominus, villa iacet de Monroy, quam dominas Ferdinandus de Monroy, il/ustris admodum et generis antiquitate claras, possidet, Visitar etiam et in eo domini Francisci /F.53 v./ de Carvajal, equitis Placentini, generis et virtutum nobilitate splendidi vir, villa de Torrejón, ad cuius o/im domini Michaelis fanum, il/ustrissimus dominas Bernardinus de Carvajal, Sanctae Crucis Cardinalis, ecclesiae etiam Placentinae preasul, anno scilicet post natum Christum 1490, ab Innocentio VIII eff[agitatas et petitas sanctorum reliquias, diplomatis in /idem datis, pertulit. Verum inter eas, in maxima profecto veneratione habendum ac suscipiendum crucis eius momentum, in qua mundi Redemptor, Christus noster, mortem pro vita hominum subire non derlignatus est. Est in summa t:tiam veneratione telulla admirabilis quaedam, quam ídem Saloator noster Iesus ex oirgineo matris eduxit sinu. lnter eas quoque coronae Christi oisitur spina, Lapidis col1,1mnae frustulum, cui dum /F.54/ f[agellis caederetur, alligatus est. Pars quoque lapidis Caloarii, in quo pro hominum salute crux infixa fuit. Terrae praesepii Dominici momentum. Terrae item illius campi, qui XXX argentis ex pretio /esus mercatus est. Terra sepulchri Lazar/, a Christo resurrecti, et alia in qua sanctus loanes Baptista natus est. Coenaculi pra terea terra alia. Alia partis illius ex qua divo Petro rete praetendere iussit Iesus. Divi Andreae crucis Lignum, pars item crucis, in quo latro bonus, Dimas, pependit. Olioae palus in quo dious Petrus crucifixus est. Lignum Virginis Deiparae laeti, et aliud illius portae ex qua Archangelus Gabriel Deiparam eamdem salutaoit. Dioi Seraphicique Francisci, dioi Antonii, dioi Bernardlni oestium momenta quaedam. Dioi ítem Dominici digiti articulas. Plurimorum sanctorum item ossa. Dioi oidelzcet Iacobi Minoris dicti cubiti os, díoi Accatii os spinae, sancti Blasil Talios, ~ancti /F.54 v./ Rodani os, Lucii, Lucilliani Zepherini Papae os, sancti Eleutherii os, sancti Sixti os, dioi Stepani Prothomartyris os, dioi Damiani genu os, saneti Christhophori os sancti Laurentil, os, decem millium unius martyrum scoptula, dioi Ioannis Baptistae os, dioae Catherinae Senensis ciliclum, divi Vicentii Qaleri pars. Palma quae se Deipare cum in Aegyptum tenderet, humiliablt. Divae Clarae habitas pars, lnnocentii item Agnus Dei. l/ae igitur sunt villae nuncupatae de Torrejon reliquiae. -104-·
manos de los santos Isidoro y Leandro, Arzobispo de Sevilla, para suma gloria de Cristo y alabanza de la tierra. Todo lo cual ciertamente, no puede silenciarse sin gran injuria para el episcopado Placentino. La fé de estas y otras reliquias de santos, que trajo en otros tiempos al pueblo de Garciaz, de la misma jurisdicción de Trujillo, cierto párroco de la iglesia llamado Carate, y las colocó con sus diplomas, la envió en días pasados el ilustrísimo don Pedro Ponce de León al inclitfsimo Felipe rey de las Espailas, que pedía los testimonios de estas reliquias. Está situada también en esta jurisdicción cierta Abadía conocida por el nombre de Cabailas, con cinco o seis pueblecitos anejos que todos los ailos entregan al abad /F.57/ cerca de dos mil aureos. Además de éstos, en la misma jurisdicción de Trujillo, existen otros generosos y nobles varones que poseen no insignificantes pueblos de los cuales parece innecesario citar los nombres por supérfluo y molesto. La región de Medellfn ocupa la tercera parte del episcopado Placentino, de cuyos pueblos que son doce, el de Medellfn es la capital, asl como condado. Aquella parte del obispado merece ser comentada y alabada tanto por la antigüedad del lugar como por su fertilidad. Puesto que no solo Plinio doctfsimo entre los togados sino muchos antiguos citaron a los pueblos Metallinenses 6ª. Fertilfsima en pastos, rica en ganado mayor, abundantfsima en leche y queso. Por todo aquello y por esto último ha de ser celebrada /F.57 o/ con larga y meritoria oración, pues engendró a un hombre insigne cuya egregia figura no solo puede ser parangonada sino antepÚesta a la de aquellos celebérrimos emperadores roma-
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Prope Tagum vero in praerruptissima caute quadam, domini Ludooici Bermudez de Treio, antiquissimum sacellum est, utpote cuius rex Aldephonsus, in privilegio eius fundamentali meminerit. Vocabatur tune temporis Monfrac, nunc addito arabicorum articulo al, Almonfrague communiter oocatur 61 , Huis etiam est JF.55/ villa de Grima/do. Prope oppidum Mirabel, marchionis Ludooici de Astunica et Aoila, militiae nihilominus Alcantarensis dignissimi praefecti, magni illius domini Federici de Astunica, Aloari ducis nepotis, marchionis Ătem primi de Myrabel, gener. Federici inquam illius gener, qui non solum paternas egregiasque maiorum oirtutes aemulatus est, sed et oere ita expressit, ut illius antiquissimis, strenuissimisque famae oiris conferendus iure mihi oideatur. Siquidem praeter naturae bonitatem illam simplicem, qua omnes sibi benefaciendo deoinciebat, animi oigorem heptabocum sic adiunctum habebat, et cum bonitate animi vigor, cum patientia fortitudo, cum claritate humanitas ex aequo decertare oiderentur. Caeterum aquae salubritate et f ructuum excellentia et generosi oini laudatione, commendabilĂs est marchionis dicta villa de JF.55 v./ Mirabel. Secunda episcopatus Placentini pars, quae Castro lalli dicitur, oppida habet numero XLIII, et ea quidem non solum coelebria sed summa quoque fertilitatis laudatione praeclara. /llustratur claritate san[?Uinis et generum nobilitate admodum illustri, sed oel eo maxime profecto commendanda, quod praeter antiquitatem illam oetustissimam, et nominis a tanto viro (nempe lulli Caesaris, ut in qua Castramentari olim solitas esset) exhibitam caelebritatem, praestantissimos genuerit etiam oĂros, principes heroasque ac milites in armorum gloria summos, celeberrimis titulis, encomiis et panegyricis celebrandos. Orti siquidem ex ea fuere praestantissimi oiri illi Los Pisarros dicti, marchio oidelicet dominas Franciscas Gonsalus item, qui a doctore de La Gasea in bello oictus, JF.56/ capite etiam mulctatus est, et Ferdinandus nihilominus, qui adhuc oioit. Homo quidem, non solum generis claritudine, sed et pecunia pulchra celebrandus. -
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nos que tan esforzada y valientemente lucharon para aumentar la grandeza de su imperio. Aquel Cortés que unció a los reyes de las Espaflas, aquel felicfsimo y feracísimo imperio, rico en plata y oro de la Nueva Espafla. Sin embargo el querer desmenuzar lo encerrado en las grandes cosas, con lengua balbuciente y no bastante perspicaz, creo que es propio de hombres de mente no muy despejada. Quien quiera comprender las gestas del gran Cortés, y crea que la grandeza de aquel nombre, casi divino, pueda ser encerrada en un breve compendio, tiene una elegante JF.58/ historia sobre él escrita en lengua vernácula. La última y cuarta parte del obispado Placentino se llama Béjar, que aparte de los pueblos del mismo duque, célebres por su fertilidad, sus manzanas camuesas, y todo género de peras y abundantísimas castaflas, tiene unidos los pueblos de otros duques, varones y marqueses. Comprende a los pueblos Bannienses, vulgarmente Baflos, el cual media parte la poseé d marqués de Montemayor y la otra media el mismo duque de Béjar. Eran célebres en otros tiempos los pueblos Bannienses hasta tal punto que llevaron dinero y ayuda al puente de Alcántara construido en aquel entonces por Trajano como se evidencia en la placa de bronce fijada en el mismo puente. Tienen baños y termas, de aquí el nombre, aunque no cuidados con esmero, por lo demás muy útiles y que manifiestamente llevan consigo la fuerza del azufre 63 • Y está también en aquel distrito la villa de Aldea del duque ,de Alba, /F.58 o/ con anejos junto a la via romana de La Plata ,que el vulgo llama La Calzada.
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Qui quidem Hispaniarum regibus magnum illud gemmis auroque fertilissimum, argento potens, et rerum orbis foeracissimum, Pera vocatum, magna nominis immortalitate coniunxerunt imperium. Hinc ortus etiam magnas il/e vlribus et animo excellens Didacus Garsias de Paredes. Hinc alii nihllominus admirabiies, tum litteris, tum potissimum armorum gloria viri, quos, licet nunquam satis, laudaban! tamen saecula ventura. Proinde quidem si ad illius maiestatem et gloriam, nobilitatem item splendorem, antiqultatemque laudanda, opus erat et Ciceronis eloquentia, et cae/itas communicato nobis ingenio, parcendum in praesentiarum hule nobis erit operis. In Castro lulii districtione, non longe a Caeciliae Ge-melinae diva, in oppido Berzocana, duo sanctorum corpora, Fu/gentil /F.56 v./ videlicet Ascetani primum, mox deinae Carthaginensis praesulis, et sororis Florentinae, sanctorum lsidori et leandri, Hispalensium Archiepiscoporum fratrum, ad magnam Christi gloriam et terrae laudationem visuntur. Quod quidem sine magna P/acentini episcopatus iniaria, silentio praeteriri nequiret. Horum /idem et aliarum insuper sanctorum reliquiarum, quae in oppidum de Garciaz, eiusdem Castro lulii districtionis, parrochas olim ecclesiae quidam, Carate vocatus, adduxit, et odducta cum diplomatis reposuit ad inclytissimum Hispaniarum regem Philippum, huiusmodi reliquiarum testimonia petentem, illustrissimus dominas Petrus Ponce a leon, praeteritis diebus misil. lacet in hac etiam districtione Abbatia quaedam, nomine de CabaĂąas, quinque aut sex annexis oppidis, quae quotannis abbati reddunt /F.57/ aureorum circiter duo millia. Sed praeter haec possident nihilominus et in ea Castro /ulli districtione, alii generosi nobiles viri, non vulgaria quidem oppida, quorum recensere velle nomina, ut sepervacuum et molestum, ita minime neccessarium /ore videretur. Tertiam episcopatus Placentini partem Metallinensis plaga complet. Quorum populorum, qui XII numero sunt, Metallinense oppidum est caput, sicut et comitatus. Quae quidem episcopatus pars, cum propter loci vetustatem, tum fortilitatem, maxima commendatione ac laude digna est. -
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Por todo lo dicho puede deducirse cuánta es la amplitud y cuánta la distinción del episcopado Placentino, así como puede de• ducirse su longitud y su anchura, como también la excelente majes• tad de su dignidad y esplendor, de tal manera que bajo su dominio, como antes he dicho, no solo tiene pueblos de nobles e ilustres, sino también de duques, condes, marqueses, varones, héroes y los estados de sus generosísimas ciudades. He dicho. Para alabanza de Dios omnipotente.
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ERRATAS NOTABLES TEXTO CASTELLANO Págs.y Líneas
25 28
Zl 35
49
6
57 19 59 35 61 20
61 21 65 33
67 15 67 22 11
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DICE
LÉASE
otros comienzos la ciudad Y aunque no quiere arrastrándose hacia el trono ejendró este raro de 1558 abandonados tantos desciende de una amplisima el campo del Arafluelo dama /F. 34 v./ -cenoslentejas, etc. etc., festejando sino muy varaidas Verso Fauleclo
otros comienzos de la ciudad Y aunque no quiero arrastrándose hacia el tronco enjendró este raro de 1558 abandonando tantos desciende una amplisima el campo de Arafluelo dama-/F. 34 v./-cenoslentejas, etc. etc. Festejando sino muy variadas Verso Faleuclo
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El laude de la página 71 puede ser presentado, también, de esta otra manera: AQUI YACE EL ESPLENDOR DE LOS PONTIFICES Y DEL SACRO SENADO, EL CUAL ERA UN PEDRO EN CORAZON Y UN CESAR EN VALENTIA.
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Siquidem Metallinensium populorum, non solum Plinius, togatorum ille doctissimus, sed et multi alii prisci meminerunt 82 • Fertilissima pastione, armenio dives, lacte et caseo copiosissima. Caeterum ve/ ob id longa candidaque oratione celebrando, /F.57 v./ quod hominem non sine multa nominis et factorum commendatione egregia insignem progenuerit, et qui celeberrimis illis romanorum imperatores, qui tam strenue et forter pro imperii maiestate augenda decertarunt, non solum exaequandus, sed etiam anteferendus videatur. Cortesías ille, inquam qui Novae nuncupatae Hispaniae, f elicissimum et f eracissimum illud argento et a uro dives imperium, regibus Hispaniarum conciliavit. Sed lamen balba et non satis perspicaci lingua, maximarum rerum expressionem aggredi velle hominum est, ut arbitror, mente non admodum capitum. Qui igitur maximi Cortesii gesta comprehendere compendio affectarit, si tamen credibile est hominis paene divini maiestatem, brevi compendio cingi posse, elegantem /F.58/ illius historiam vernaculo sermone scriptam habet. Caeterum quarta et ultima Placentini episcopatus pars, quae Bigerrae dicitur, praeter ducis ipsius oppida praeclara et fertilitate etiam insignia, et malis camusiis, pirorum omni genere et castanea etiam abundantissima, aliorum nihilominus, ducum, baronum, marchionum annectit opida. Habet populos Bannienses, vulgo Baños, cuius dimidiam partem marchio possidet de Montemaior, altaram dux ipse Bigerrinus. Celebres Bannienses olim erant populi, adeo ut Alcantarensem pontem a Traiano tune extructum, ut ex tabula aenea eidem ponti affixa liquet, pecuniam adiumentumque contulerint. Balnea et Thermas habent, ande nomem, quamquam non admodum excultas, caeterum afiles admodum, et quae sulphuris menifeste vim re/erant 63 • Est et in etiam districtione, Albae ducis JF.58 v./ villa de Aldea nuncupata cum annexis, iuxta viam argenteam romanorum, quae vulgo dicitur La Calzada. Ex quibus nemo equidem non aperte videt, quam late quamque egregie pateat Placentinas episcopatus, tum longitudo et latitudo, tum etiam et dignitatis excellentissima ac plane aurea maiestas, uf qui sub sua ditione, uf antea dixi, non solum nobilium illustriumqne habeat oppida, sed et ducum, comitum, marchionum, baronum, heroum, ad haec vero et generosissimarum civitatum status. Dixi. Ad omnipotentis Dei laudem. -
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ERRATAS NOTABLES TEXTO LATINO
Págs.y Líneas
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6 6 22 22 3 4
7
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28 17 18 30 26 32 23 34 5 22
24 30-31 42 31 46 11
50 25 52 4
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DICE
LÉASE
esse credereris esse crederis antehac ante hac verum est, et priscorum verum est, priscorum sque suque ab meridie Xerethus ab meridien erethus que Estremadura quae Estremadura Successivis Sucessi vis Dorii extremi Dorii extremii concedo ea quae concedo et quae et regiae partí et regiae parte et ei filiam et si filiam Toleto Toledo expensis exensis quinimo studioso quinino studioso consummatissimum consummatissimus se suprime el punto después de Concilits aut aliis aut allis decim puer decimpuer Franciscanorum Fratrum Franciscanorum Fratum non mediocre non mediocro Alphonso Alphonsso fuit ac decoratum fuit ad decoratum sobra «vogo». quod momentum quod momentus IVNIA CAPELIA IVNIA CAPELLA lnet in ea lnest in ea El orden de las tetras debe ser: eta, gamma y épsilon La octava letra es una sigma lunar y la novena, ómicron Rurususin Rursusin .. ripam in .. ripam, im oppidulum or1gmem oppidulum oniginem autem concitacius tem concitatius Xerethium Xerenthium sunt et medii; nonnuelli sun et medii; nonnei Georgicas l.Jeorguias -
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<Ba,cmo. 7 dJ'lvd?no.
fi!lfi. !!lJ. (#{;an
~cito kuanz ji df':eeyo
(!}¿'¡r1'º de
~oeneia
d}¡ñoi, He querido que figure vuestro escudo entre las ~o/as de este libro para que no se pierda la co11tinuidad histórica iniciada con la aparición del Manus· crito que presentamos. Escrito éste en honor de uno de vuestros antecesores en el gobierno de la diócesis, vayan hacia vos los escasos méritos de mi aportación en este trabajo. Aceptad lo que con sincera devoción y amistad os dedico, consagro y ofrezco. ~weÚano ~yánt>
1.-Siendo Obispo de Tortoaa D. Martin de Córdoba, fué nombrado para la diócesis placentina. Delegando en el Dr. D. Alonso Gutiérrez, toma posesión de ella el dfa 26 de agosto de 1574. A finales de ese mismo afio, el día 14 de diciembre, hace su entrada en nuestra ciudad, en donde permanece hasta el día JO de octubre de 1578, fecha en la que pasa a regir el obispado de Córdoba. Era hijo del tercer conde de Cabra y sei'lor de Baena, y por tanto nieto de aquel Fernández de Córdoba que prendió el rey de Granada, el día 21 de abril de 1643. D. Martín habla tomado el hábito de Santo Domingo en su ciudad natal, Córdoba. 2.-Los asuntos gravfsimos, o muy importantes, a que hace alusión el Ms., eran problemas de carácter polfticoadministrativos existentes entre el Rey Felipe II y los reinos de Valencia. 3.-Aunque inmediato a nosotros y en tiempos de este Obispo, hizo su aparición la inmunda especie de los «Iluminados de Llerena,, nuestra diócesis se mantuvo alejada de todo desvío. La única resonancia de aquello en nuestra ciudad que conocemos, quedó grabada en la losa sepulcral que hay al final del crucero de la Iglesia del Convento de San Vicente, en su lado derecho. En ella hay esta inscripción: •SOi DELLICEN / CIADO JOAN / CABE~A ABO / GADO DE LOS REALES / CONSEJOS DE SV / MAGESTAD FA/ MILIAR DEL SANTO/ OFFICIO DE LA / YNQUISICION / POR LLERENA,. -3-
4.-Esta frase tiene un extraordinario valor al fijar una fecha en la cual los archivos municipales conservaban el original del fuero Fundacional de la ciudad. Cincuenta y cuatro aflos después, cuando fray Alonso Femández escribe sus «ANALES,, al mencionar el Fuero, se remite a la copia que de él hizo Alfonso X. Por lo tanto, no será desarcetado admitir que entre el afio 1573 y el 1627 fué •extraviado», para siempre, el original. Si este documento hubiera sido estudiado con algún cuidado por quienes se ocuparon de hablar sobre los orígenes de nuestro núcleo urbano, otras cosas hubieran dicho. En este Fuero quedaron precisados los <terminas» -según la dicción latina-, el <alfoz» -según la romana - relativos a nuestra comarca. Con ello se vigorizaba a un grupo humano consiguiéndose dos cosas: crear una defensa contra el dominio árabe, y dotar a sus defensores de medios de vida y privilegios para mantener una población permanente. Pues este monumento jurídico, como todos los de su especie, es un cpleyto o postura• como pacto firmlsimo y solemne que además reconoce y respeta la plenitud de las costumbres y de los usos locales; lo cual testimonia sobre la existencia, anterior a él, de largas pervivencias humanas cuya demostración nos han conducido a otros caminos de in· vestigación. Tiene sus raices, nuestro Fuero, (como los de Béjar, Piedrahita y Barco de A vila) en el célebre de Cuenca, ciudad que ganó el mismo Rey, Alfonso VIII, un aflo antes de conquistar la nuestra; y también tiene como antecedentes, el de Alba de Tormes fechado en julio de 1140. Forma, por tanto, parte este Fuero de Plasencia, de los que el prof. Maldonado ha llamado «Familia de Fueros•. Ateniéndonos a la clasificación de Altamira queda incluido en el grupo de los llamados «castellanos•, y según la ordenación de Beneyto habría de encuadrarse en el grupo •castellano-leonés•. Pero lo que es indudable es que el Fuero de Plasencia se deriva de la familia Cuenca-Teruel. 5.-Sorprende la poca reflexión con que se ha hecho esta afirmación de considerar a Alfonso VIII como fundador de la ciudad de Plasencia, y mas aún que no solo la veamos en nuestro autor,
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.a M_IJI, ,;.;.'.··,
fai'_.
Luis De TORO, (el mas ant;guo de todos los historiadores de nuestra comarca), ~ino que esta misma posición haya sido mantenida por todos los que se han ocupado de estos asuntos; aunque no es menos cierto que de forma menguada y poco demostrativa, fray Alonso Fernández habló de que pudiera haber sido fundación realizada por pueblos griegos. Creemos haber demostrado, con no escasa aportación documental, en nuestro libro «Artes y Pueblos Primitfoos de la Alta Extremadura,. Plasencia 1957, que el Rey Alfonso VIII, estuvo concluyente en reconocer la vieja vitalidad de nuestro núcleo urbano y zona territorial a él enexionada, al actuar en uso de sus facultades dominicales, reconociendo en el Fuero el derecho a ser respetadas las viejas costumbres y usos, de estos <terminas» que el indoeuropeo llamó Ambrasco, y a su principal y núcleo urbano Ambroz, nombre que el propio rey Alfonso VIII recoge, y de los cuales indiscutibles asentamientos quedan con pro· digalidad, topónimos, hidrónimos y gentilicios, ampliamente repartidos en nuestra comarca de la Alta Extremadura, y también los sepulcros megalíticos que hemos dado a conocer en nuestro citado libro con industrias, en sus ajuares, de admitida procedencia indoeuropea. Aquellas costumbres y usos serían, después, modificadas por el Romano. Indudablemente fué este -el romano- el que organizó y estructuró la vida en comunidad legislando para aquél <Pagas Ambracensis» (que en inscripción lapidaria estuvo bien presente en una piedra formando parte de un edificio de la calle del Rey, como seftaló fray Alonso) al reglamentar el disfrute comunal del <Saltas Ambracensis». (Término que hasta nos· otros ha venido, machaconamente, traduciéndose por ,Puerto de Ambracia• olvidándose o ignorando, el empleo y uso que de esta palabra hacen Pllnio, Virgilio, Verrón, Cicerón, Cátulo, Juvenal, etc. de <posesión de fincas rústicas de pastos y montes»). Un afio después de la publicación de nuestro libro citado, fué encontrada un Ara romana en Navaconcejo, (por nuestros amigos y compai'leros de búsqueda arqueológicas, J. Díaz y D. Herrero) cuya inscripción damos ahora a conocer, y que claramente confirma la tesis que habíamos sostenido, antes de este hallazgo, proclamando la vida de los celtas en nuestras tierras que el romano alcanza, reconociendo y diferenciando
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aquellas viejas divisiones y cferminus,. Dice así la inscripción: .-TRIISAE. CIO/GAIVS. CELTI/APLIAVIT/FINES•. Su alto valor documental está fuera de ser aquí tratado; solo destacamos la presencia de viejos limites, de viejas propiedades, de una •Unidad, que aún conserva bajo el dominio romano muy definidos perfiles geopolfticos, y hasta el nombre de un caudillo famoso que pasa a ser el primero conocido en nuestras tierras. Del indiscutible acomodo y vida del árabe en nuestras tierras tenemos, la primera traida de aguas de la sierra, las ricas huertas de nuestra ribera, estructuras constructivas en la iglesia de San Pedro, y la Historia de Espafia.
La versión, mas o menos documentada, (y naturalmentemenguada) que hasta ahora se ha manejado sobre la fundación de la ciudad de Plasencia, podemos resumirla de la siguiente forma: Al hablarse de la vida de D. Bricio, personaje que para algunos fué el primer obispo que tuvo nuestra diócesis, se dice que la fortaleza de Ambroz, (a la que como vemos hace referencia en el Fuero Alfonso VIII) fué construida en la segunda mitad del siglo VIII por Obeida Ben Amza (el Ambroz de las crónicas cristianas), quien fué decapitado por el valí Amrú. Del primer cristiano que se sabe logró conquistar esta fortaleza es D. Ordofio quién la mantuvo poco tiempo en su poder. Vuelve a manos árabes, y nuevamente la logran, para sí, el Rey de Navarra y el Conde de Castilla. Es reconquistada por el famoso Almanzor. En el afio 1077, Alfonso VI, la une a sus dominios. Tampoco es definitiva esta conquista. Siguen alternándose en su posesión moros y cristianos. Alfonso VII la arrebata de manos de los muslines en el afio 1124. Perdida a favor de los árabes es definitivamente conquistada para los cristianos por su nieto Alfonso VIII quien la libera del dominio ismaelita en el afio 1178, exactamente un afio después de la conquista de Cuenca. 6.-Creemos que de esta forma velada alude el jesuita P. Geróni• mo Román de la Higuera, a quien nuestro autor debió de conocer y tratar cuando este jesuita estuvo en Plasencia. El fué el gran falsificador de crónicas y documentos, amafiados en sus -6-
céleb,es «Cronicones•, los cuales, al ser tomados por modelo dieron la pauta a nuevos falsificadores. A todo ello puso punto final Nicolás Antonio con su e Censura de historias fabulosas•, publicación póstuma que llevó a cabo Mayáns y Sicar en 1742. Pero es justo que destaquemos, muy sefialadamente, a Luis de TORO, autor del Manuscrito que comentamos. Pues en esta página, (a que nos estamos refiriendo de su escrito) se muestra como el primer paladín que refuta (apenas recién nacida la falsa especie) lo inventado sobre Plasencia recurriendo, serena y científicamente, a la lectura de los Manuscritos Ejemplares guardados en San Millán de la Cogolla. Por este proceder merece el título de adelantado en la lucha contra estas falsificaciones. 7.-La memoria de este gran Obispo es imperecedera. Todos los que de él se ocupan no escatiman alabanzas. Si Luis de TORO, le estuvo muy reconocido, los médicos actuales también le estamos obligado en mérito a que por su iniciativa y ruego debemos a Juan Bravo de Piedrahita su tratado sobre la rabia: «De hydrophobiae natura, causis atque me-
della. Ad amplissimum et ilustrissimum Dominum Petrum Pontium, Episcopum Placentinum. Salmanticae anno 1571».
Esta obra nació después de una conversación, mantenida en nuestra ciudad de Plasencia entre obispo y médico, conversación a la que asistiría nuestro Luis de TORO en su doble calidad de arqufatra, y amigo y compafiero de estudio de Juan Bravo. (Hemos demostrado en nuestra tesis doctoral, documentalmente, que Luis de TORO y Juan Bravo de Piedrahita eran condiscípulos, y con esta aportación hemos dado el primer paso para el estudio documentado de la vida universitaria de Juan Bravo). Ignoramos si la visita a nuestra ciudad de este eminentísimo médico, -como le llama Luis de TORO-, fué por causas de salud de el obispo. El motivo de la conversación sobre este tema de la Rabia lo atribuimos a una candente cuestión regional, pues sabemos que en aquella época nuestra inmediata diócesis de Coria, con su Cabildo Catedral al frente, mante-
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nían y sufragaban los gastos de un csaludador> por creer que tales «productos humanost poseían la virtud de prevenir y de curar esta enfermedad, y Juan Bravo se despachó muy amplia y documentalmente condenando estas prácticas por absurdas e impropias. 8.-Hoy no podemos mantener esta idea De TORO. El testimonio de estas dos lápidas: «Ambrosio, sieroo de Dios, obispo caperense descansó en pasa los 51 años•, y la otra •Marco Julio, obispo caperense ... . 1, incompleta de inscripción, ambas aparecidas en Capera, fuerzan a aceptar la existencia de obispos, con sede de aquel lugar, aunque de ellos no traten los concilios toledanos u otros, y queden mas complicadas las futuras investigaciones. 9. -Aquellos fuertes muros, y recios cubos, fueron construidos en et af'lo 1200, durando las obras once meses; trabajando en ellas constantemente nueve mil hombres, según es bien sabido. En et día de hoy leves muestras quedan de toda aquella grandiosidad. A la falta de aprecio y respeto a las cosas anti• guas que no son fuente de provecho material . . . a la raquítica visión de aspirar a crearse ta propia casa dentro de un reducido círculo. . . hemos de achacar estos destrozos de murallas y torreones, de cuya antigua grandiosidad solo quedan leves mues• tras. De las torres aún queda, desmoronándose por el saliente, la llamada torre Lucía prolongada por unos lienzos de muros. De aquella magnífica fortaleza, hoy nada hay, pues, como decimos, tenemos los vecinos de Plasencia por norma, en construcciones, matar para dar nueva vida, como si nuestros bellos alrededores no fueran anchos y dilatados. Un día, el 19 de marzo de 1559, fué tan querida y estimada por el pueblo de Plasencia que este se levantó en recurso contra la disposición Real de su venta, siendo corregidor D. Francisco de Villalta, quien con sus Regidores dieron poder y autorizaron, para este menester, a Vasco de Loaysa. De sus puertas se conservan tres, la de Berrozana, Corla y ta del Sol y, et postigo de Santa María.
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·.10.-No fué este et primer monumento Catedral que tuvo Plasencia. Es admitido que su primera implantación estuvo en terrenos que hoy ocupa la iglesia de Santa Ana. La que hoy llamamos Catedral Vieja leemos que, su estilo gótico arcáico, con fuerte influjo románico, situan su comienzo avanzado et siglo XIII. Son claros exponentes de este siglo los medios pilares o •responsionest cargando en apoyo sobre los muros, apareciendo sobre sus aristas las clásicas cabezas de clavo entallado, adornos que también vemos presentes en las jambas. Tiene distinción especial et arco escorzano que remata los pilares laterales que llevan figuras deformes. Mas este principio de construcción, leemos que quedó detenido hasta ta mitad del siglo XIV. El 11 de julio de 1294, consta documentalmente, que Pedro Sán· chez (el de la donación de Jaraicejo) deja en su testamento dote para ocho capellenías, con misa diaria que debían de celebrarse en la catedral. Desde entonces se suceden las dona• clones para este templo. La catedral vieja se empezó a cons· truir en tiempos del obispo D. Domingo Jiménez quien, ha· hiendo pertenecido al Cabildo, por él fué elegido como obispo. Su primer arquitecto fué el Maestro Remondo, y en aquella época también trabajaron et Maestro Gil de Cislar que fué el constructor de la célebre capilla de San Pablo (sala capitular antigua). Se piensa que el maestro Remondo comenzó la obra por el afio 1285 o 1286. La ciudad dió et nombre del Maes• tro a ta calle donde habitaba; era una calle inmediata a San Nicolás. También sabemos que en 1254 vino a Plasencia, de tierras de Burgos, Juannes, cantero para trabajar en las obras que se proyectaban en la Catedral. .Pero, nuestro autor, la que quiere tener mas presente en su Ms. es ta Catedral Nueva, y es a ella a la que dedica sus fra• ses elogiosas. Habria de ser el obispo para quien escribe, el encargado de trasladar el Santísimo al templo nuevo, llevándo· lo acabo en et último día de Corpus en que está al frente de esta Iglesia. Vamos, por tanto, a copiar algunas notas, poco conocidas, sobre el coro y sobre ta sillería que tanto celebra De TORO. -9-
Consta de dos órdenes de asientos, formando un total de 65· que se distribuyen en 39 altas y 26 bajas, y en el centro la Episcopal. Las dos de la cabecera están destinadas a los Reyes. En el libro V de Actas Capitulares se halla el contrato celebrado entre el Cabildo y el maestro Alemán el dfa 7 de junio de 1497, en el cual Rodrigo Alemán figura como autor de las dos sillerfas de cabecera por el precio de 30.000 mrs. cada una.
s~
Dice de este Coro Pelayo Quintero en el Boletín de la ciedad Espai'lola de Excursiones, correspondiente al mes de marzo de 1907: <Es una sillerfa de las mas interesantes del período llamado de transición, recordando al primer golpe de vista, la no menos importante y rica de la Catedral Hispalense, con la cual se asemeja en gran manera por su disposición ornamental y detalles, constituyendo la principal diferencia el que los tableros de los respaldos altos son, en la sevillana, de taracea mudéjar, y en la placentina las incrustaciones representan imágenes de santos orlados con hojarasca y otros motivos en la misma forma que las miniaturas de un códice. Los respaldos inferiores también son de taracea de hojarasca pero con carácter, ya, del Renacimiento. Los sitiales Reales son mas altos que los demás y mas anchos de asiento y en los respaldos tienen, en lugar de santos, las figuras de los Reyes, la del Rey en el lado del Evangelio, la de la Reina en la de la Epístola, y encima escudos heráldicos con ángeles tenantes en bajo relieve. Las sillas bajas son posteriores, pues las altas proceden del antiguo edificio, notándose su distinta mano constructora ....•.•. También el arqueólogo Enrique Serrano Fatig'lti publicó el 22 de Enero de 1904, en la revista cLa ilustración Espai'lola y Americana• un amplio estudio, muy documentado sobre este Coro, al que remitimos a nuestros lectores. Y como estamos hablando de la Catedral bien vendrá que recojamos algunas noticias, por dispersas, poco conocidas que a ella se refieren. Sabemos que el día 19 de abril de 1409 se fundió, detrás de la parroquia de San Juan (barrio de San Juan, entre el almacén de trigo y el rio), la campana Alta Clara, y se la pusieron asas -
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nuevas a la llamada Camacha, obras que se llevaron a la práctica por los maestros Juan y Guillermo, y que fueron ayudados por Alfonso Fernández de Béjar, y que los mismos la colocaron, o las colocaron, en la torre de la Catedral. Entre los aftos 1485 y 1490 se fundió la campana grande de la Catedral llamada Santa María, que tiene el escudo del obispo D. Rodrigo de Avila. Estando rajada el día 27 de febrero de 1567, se.acuerda fundirla y se pide que el sonido fuese de contrabajo; que fuese del mismo peso, y lo que faltase lo diese el Sr. Mayordomo hasta 200 ducados. El campanero fué Andrés Lombano, y se otorgó la escritura ante Juan Paniagua el día 1 de marzo de ese afto. En junio de 1544 al maestro campanero, Francisco de la Sota le vemos fundiendo dos campanas de la Catedral que estaban rotas. Una era la llamada de la Obra, y la otra la Sermonera. Estas se fundieron a expensas de don Gregorio de Vargas, Chantre, se pusieron por nombre San Blás y San Gregorio. Un Juan Paniagua ya figuraba el 29 de marzo de 1503, ligado a la S. l. C. en calidad de perrero, y en ese día se concierta con el Cabildo para vigilar de noche los alrededores de la Iglesia con el fin de evitar que depositen niftos recién nacidos, acordándose que de depositarse algunos sean lactados a sus expensas. El 26 de noviembre de 1506, (casi cuatro ai'los después) estas prácticas debían de seguir, pues el Cabildo, nuevamente, acuerda confiar el cargo de custodiar la Iglesia y sus alrededores, para impedir estos actos, a Juan Marqués y a Alfonso González que ese obligaron y juraron guardar bien que no depositen niftos en la Iglesia y sus contornos y que si por su abandono, alguno depositasen, sería dado a criar por su cuenta•. Sei'lalaron 6.000 mrs. anuales de sueldos. ~Digamos, ya que a la Catedral nos estamos refiriendo, y por la relación que con uno de su miembro tuvo, que en 1784 vivía en Plasencia el notable maestro herrero Anacleto Pulido Carvajal quien ejecutó de forma admirable una Pantómetra, que le delineó su hermano D. Gabriel, profesor de Sagrada Teología. Tenía dos inscripciones en castellano: «Lfnea cardométrica inscrita dfa JO de abril por Gabriel Pulido Carvajal, en Plasencia 1784>, La otra también en castellano, pero en ca- 11 -
racteres griegos: «Fabricó esta Pantómetra, Aniceto Pu/i_ do Carvajal y la delineó su hermano Gabriel, Profesor de Sagrada Teología>, 11.-lndependientemente de la gran participación económica de esta familia, no fué excasa la que lograron atraer, tiobre esta construcción, perteneciente a legados testamentarios que nada tenlan que ver con el convento de San Vicente. Pué su impulsora la madre de D.Juan de Zúftiga, D.ª Leonor de Pimentel, segunda esposa del duque D. Alvaro, quien consi• guió una Bula del Papa Sixto IV, para que vinieran en benefi• cio de aquellas obras, todas las riquezas, bienes y legado& que estuvieron detenidos por entonces y que hubieran sido creados o designados para fines benéficos o religiosos. De no haber ocurrido esto, entre otros hechos, ae hubiera dado fin al Hospital que fundara Catalina Jiménez, viuda de Juan Alfonso Fernández Paniagua en su casa de la calle de San Polo, enfrente de la entrada del convento de las Ildefonsas, y también habría ocurrido que el convento de las Claras se habría edificado en la calle del Rey ocupando las casas números 19. 21, 23 y 25, propiedad de la fundadora D.ª Sevilla López de Carvajal, pri· mera esposa de D. Alonso Ruiz de Camargo, bachiller, y nó, como luego fué levantado a su memoria en la casa propiedad de éste sita en la calle de Santa Maria, hoy del obispo Do• mingo Jiménez. Para esta última fundación vemos a D.ª Leonor de Pimentel hacer entrega de 50.000 mrs. Tal vez haya sido así mejor pues nos ha llegado un magnífico edificio y vemos como se han ido desmoronando y desapareciendo fundado· nes condenadas a corta vida por falta de sólidas y bien calculadas aportaciones. 12.-Nuestras fichas nos dan las siguientes noticias sobre la ermita de santa Catalina del Arenal. Estuvo situada entre las parroquias de san Juan y de san Miguel. Nos dicen que en ella se alojó, por unos días, el gran Seráfico de Asís que vino a nuestra ciudad, desde Ciudad Rodrigo, llamado por Alfonso VIII; ciudad en la que Alfonso VIII se había citado con su hijo, el rey lusitano, Alfonso 11. A esta corta estancia del Santo en Plasencia se atribuye la construcción de un Convento que en· -
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gobló a la capilla de santa Catalina, y que en 1223 estaba perfectamente constituido. Después vemos que en 1233 resulta tener ya una respetable comunidad que se opone, con energías, a la creación del monasterio de Bernardas contigüo a su Convento, (en los huertos donde hoy construye un edificio la firma Beites de esta ciudad), elevando para ello un recurso al Papa Gregorio IX. También sabemos que en este Convento de San Francisco, (por cuyo nombre fué conocido) vivió el «Beato Agno,, Fernando D'Ain (D. Lope), que nació en Gallur, ribera del Ebro (Zaragoza) en 1190, de noble linaje. Fué canónigo del Pilar y renunció para hacerse franciscano en 1220. Llegó a ser obispo de Marruecos. Murió en Zaragoza en 1260. 13.-De TORO, aquí, evidentemente consigna la fecha del documento fundacional de este Convento de los Jesuitas, 1554. Sabemos que las obras empezaron el día 17 de abril de 1555, fecha que todos repiten como de fundación, eligiendo el lugar el propio San Francisco de Borja, pues el sitio que más le había gustado había sido el inmediato a la parroquia de San Vicente (así se denominaba el lugar de Santa Ana). La fundación se debió al obispo D. Gutierre Vargas de Carvajal quien trató de cerca a los Jesuitas en el concilio de Trento. Este obispo tuvo alojados, al principio, en su palacio a los PP. Dio• nisio Vázquez, Francisco Villanueva, Dr. Antonio Salinas y Baltasar Loarte, que vinieron a fundar. Iniciada la empresa y con el fin de estar mas próximos y vigilar de cerca las obras, se trasladaron los PP. y con ellos el obispo, a la casa de don Francisco de Trejo (parte alta del colegio de la Constancia actual). En aquella época vino a nuestra ciudad San Pedro de Alcántara pina tratar con San Francisco de Borja, y vino acompaftado del «virtuoso placentino, Miguel de la Cadena. Este convento fué ocupado antes de estar terminado. San Fran· cisco eligió una habitación inmediata a las cocinas, por estar retiradas de las obras; habitación que después fué convertida en capilla interior. Las obras fueron dirigidas por el P. Barto• lomé Bustamante, arquitecto que siempre acompaftaba a San Francisco, y que levantó las Iglesias de Sevilla y Carmona. - 13 -
La Iglesia de Santa Ana, a la que se adhirió el convento, tenía ya el mérito de haber sido recinto del Capítulo de Alcántara presidido por el Maestre de la Orden D. Juan de Zúfliga y Pimentel, aquel que fué origen de la erección del convento de San Vicente, y que después llegó a Arzobispo y Cardenal. 14.-Este detalle que tiene Luis de TORO de consignar en el primer lugar de su relato a la parroquia de S. Esteban fué para nosotros orientador en las búsquedas que hemos realizado tras los pasos de nuestro autor. No estuvimos descaminados. Efec· tivamente, en sus libros parroquiales, expresamente en el de Bautizados, (primero de esta serie que conserva la citada parroquia que principia en 1546 y termina en 1632), en el folio 12, se lee: cFué bautizada Leonor, hija de luis de Toro,
médico, y de Inés Ferndndez su mujer, fueron padrinos Aloaro . ..•.... , marido de Inés, su mujer. Y lo firma Andrés del Toro•. Pensando que también fuera parroquiano de San Esteban y como tal haber nacido, siéndolo, logramos encontrar otro documento procedente de las Actas Capitulares, en las cuales se consigna que en el ailo 1520 (hemos demostrado en nuestra tesis doctoral que Luis de TORO nació en 1526 o 1527), el Cabildo vendió.a Rodrigo de Toro una casa y otra mas arriba en la calle de PataIón, en la que vivía Juan de Jaén, entallador y carpintero, haciéndonos saber que el dinero que por ello percibió el Cabildo se destinó a la dehesa de Saucedilla de las Casas, y asf llegamos a creer que su padre se llamó Rodrigo y que él nació en la calle de Patalón y siguió en ella viviendo y teniendo hijos. A este Rodrigo de Toro le vemos intervenir como «Notario> en va.rios documentos, por ejemplo en una permuta de Casas que D. Diego de ]e'ff¿ hace en 1495. Digamos de la Iglesia de San Esteban que se supone es de la misma antigüedad que El Salvador y San Martin, por tanto se remonta a los inicios de la propia ciudad, después de Alfonso VIII. Hacemos esta aclaración, al parecer innecesaria, por que en nuestra opinión el más antiguo templo religioso de la ciudad, (hoy naturalmente cristiano), fué el lugar de la actual implantación de la Iglesia de San Pedro, no solo por las eviden-
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cias árabes que acusa su construcción en alguna de sus partes, sino por el Ara romana que tuvimos la fortuna de hallar, y salvar, enterrada debajo del suelo del recinto, que unido al cercano emplazamiento de nuestro hallazgo de una figura categóricamente celtibérica, del tipo de las que adornaban las cornisas de los templos Ibéricos, nos lleva admitir que dicho lugar fué, primero templo celtibérico, templo romano después, pasando a ser árabe, y terminando en la actual iglesia de San Pedro. Que la iglesia de S. Esteban se remonta a inicios de la ciudad lo indican las puertas del norte y mediodía y la orientación en que está el ábside, que fué construido en la segunda mitad del siglo XV por el maestro cantero Pedro González, el cual le terminó el 18 de junio de 1484. El Cristo crucificado a que se refiere De TORO hoy se conserva, un poco deteriorado por la acción de los ailos, en la sacristía de San Martin. Impresiona esta imagen. Es la expresión de una muerte plácida, en una cara llena de extraordinaria bondad. No creemos que la talla sea meritoria pero ta expresión de su cara impresiona amorosamente. De la parroquia de San Martin se habla en la Bula Fundamental expedida en 1254 por Inocencio IV. También se nombra a San Martin, San Nicolás, Santa María, El Salvador, San Pedro, San Vicente (hoy Santa Ana, como hemos dicho, en la confirmación del Fuero de Plasencia por Alfonso X en Segovia, dado el domingo 18 de junio de 1274. 15.-De todas las ermitas citadas solo perduran, como tales, Sal'l f.,ázaro y la Virgen del Puerto, que De TORO llama de la Madre de Dios. 16.-Esta ermita de Fuentidueilas es según Ceán-Bermúdez una obra romana, correspondiente •para·todos los que la han visto y saben ver a un sarcófago vacío•, aunque posteriormente, Vicente Paredes Guillén, diga de ella que es cun sacelo de dos cuerpos>, En los alrededores de 1300, se vino a construir el arco ojival de la puerta de ingreso por Pedro Enrique según reza en la siguiente inscripción allf hallada: «Este arco fecit petr ... /
Enrrique .. . • - 15 -
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la puerta del Sol, y en cuya iglesia se estableció el Cabildo de Párrocos. Esto nos lleva a mantener que el primer Hospital que tuvo Pldsencia fué el de San Andrés. Fueron sus fundadores D. Nicolás, arcediano de Plasencia, y D. Domingo, chantre (?). Fué creado para recoger a los enfermos y heridos que venían de la guerra. Destacadamente figura el nombre de D. Domingo Jiménez como uno de los fundadores del hospital de San Andrés, aunque en algunas referencias le vemos designado como deán en lugar de chantre. Este personaje fué elegido ;>ara obispo, posteriormente, por el propio cabildo. HOSPITAL DE SANCTl•SPíRITU
En la segunda mitad de este mismo siglo XIII, el generoso guerrero Beytón Pérez, ballestero del Rey Alfonso X y de su esposa D.ª Gaxeta, al volver de la guerra de Sevilla, inspira a sus convecinos (por tanto era hijo de Plasencia) la necesidad de erigir un hospital militar. Con este fin se estableció una Cofradía de ambos sexos con el título de «Sancti-Spíritu,. De ella salió una junta a la que se confirió la dirección de tal hospital. Cuando se funda el hospital de Sancti-Spíritu, es obispo don Adam. Sobre la vida de este hospital sabemos que en el afio 1283, estando reunidos clero, nobles y pueblo para dar nuevos impulsos a este centro, aparece, llevando esta dirección, el caritativo deán D. Domingo Jiménez. A partir de esta fecha cambia el tipo asistencial, que hasta entonces estaba reducido a prestar auxilios al militar que había sido herido defendiendo a Dios y a la Patria o enfermado en campafta. Bajo este deán los beneficios se hacen extensivos a todos los necesitados: «Pauperes et urbanos et externos quorum numerum descriptum habehat, benigne sustentabat,. Dos afios después de esta fecha 1285, es nombrado obispo don Domingo. Tanto estas como las noticias siguientes, fueron tomadas, en lo que respecta a este hospital de Sancti-Spíritu, del antiguo Libro que poseía el cabildo, titulado: «Carta de pago de los Cathedrdticos que se pagaban al Obispo de Plasencia•. -
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Se tiene por cierto el afio de l 260 como fecha de fundación de este hospital, y como quiera que no se vuelve a hablar del «primitivo, de San Andrés y como vemos situado, a éste de Sancti-Spíritu, también inmediato a esta iglesia, es por lo que creemos que en este primero se hizo la refundición del de Sancti-Spíritu. La vida de este hospital concluyó en 1412, pasando sus cuantiosos bienes al cabildo de la Universidad de Curas, por disposición del obispo D. Vicente Arias de Balboa. A este hospital perteneció, por regalo, la dehesa que después se llamó de Sancti,Spíritu, que se dividfa en cuatro cuartos haciendo cada uno siete yuntas. El cuarto del Casillero que estaba hacia el Palazuelo, el cuarto de la Viga, el cuarto de la Lana, y por último, el cuarto del Rey. HOSPITAL DE SAN LAZARO
Seis años antes de la fundación del hospital de Sancti,Spíritu en 1254, el deán D. Martín Pérez (ese inquieto deán que dió de bofetadas en el altar al sobrino del obispo D. Adam, y que había asistido a la conquista de Sevilla en cuyo sitio se le confirió la canongía), con el chantre, D. Juan Martfnez (que tenía un hijo llamado Marin López), fundaron el hospital de San Lázaro, •por haberse propagado mucho la lepra por esta ciudad y sus contornos, después de la conquista de Sevilla». Podemos aportar que este hospital sigue con vida en el afio 1414, ya que vemCls en el testamento que otorga el trujillano Diego García de Orellana, el 20 de junio de ese afio, además de las donaciones que queda para nuestra Catedral, figurar una para los lacerados de Plasencia y Béjar. Este Diego García de Orellana era hermano del doctor López de Carvajal y era co• nacido por el sobrenombre del «Rico,. Ignoramos el nombre primitivo que tuviera el puente de San Lázaro. Sabemos que fué conocido por el nombre de el Puente de los Malatos, más esta designación que encontramos en un documento de venta de los molinos inmediatos a él, hecha por un Monroy, correspondía al sobrenombre que se daba a los que padecían de lepra. Finalmente el nombre del Santo titular, protector de estos enfermos, se impuso pára designarlo. Por - 18 -
tanto el hospital estuvo enclavado en las cercanías del puente. Para D. José Díaz Coronado su situación correspondía en la orilla derecha, en un lugar de las actuales tenerías. HOSPITAL DE SANTA MARÍA (hoy Provincial)
Fué fundado en 1300 por el noble placentino D. Nuflo Pérez de Monroy, arcediano de Trujillo y de Campos, abad de Santander, canciller de la Reina D.ª María de Molina, esposa de Sancho IV, y Sei'iora de Plasencia, Notario Mayor de los privilegios rodados del Rey D. Alfonso XI. Muere este gran seflor en agosto de 1326 disponiendo en su testamento que este Hospital, además de asistir a los enfermos, en él se diesen de comer, diariamente, a cincuenta pobres una vez al día, y que la ración esté compuesta de pan, carne y vino; y que sea consumida dentro del Hospital y no fuera; y que dentro del Hospital también se acogiesen a los transeuntes por una sola noche. Aún se vén hoy (tapiados sobre los muros que corren a lo largo de la capilla y de la sala siguiente que en principio formaron una sola pieza), los arcos que limitaban las hornacinas o dependencias destinadas a ser ocupadas por una cama, huecos que llegan a ser diez en el muro derecho y nueve en el izquierdo por ocupar un lugar la puerta de entrada. También se conserva, perteneciendo a su antigua construcción, el arco ojival de entrada a la Capilla. Este primitivo hospital fué construido por el maestro cantero Diego Díaz. Entre 1524 y 1559, (ya en vida de nuestro autor), sufrió grandes reformas siendo obispo D. Gutierre Vargas de Carvajal, el mismo que trajo a los jesuitas, y el que tanto dirimió con el cabildo Catedral sobre Jaraicejo. Inmediatas a estas reformas debió de efectuarse la compra de la casa situada «en la calleja» que desde la puerta de Trujillo iba al Palacio episcopal, dando, con ello, solución a la salida posterior que hoy tiene el Hospital para las salas de necropsia y otras dependencias. Aquella casa, debió ocupar lo que hoy es rincón de la Salud. Era propiedad del menor Pedro de Coimbra y se vendía para, con su importe, redimirle de su cautiverio en Argel. Este es el Hospital que en tiempos de nuestro autor, como dice en su Ms., estabH bajo el gobierno del obispo. -
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HOSPITAL DE LA MERCED
Entre tos aflos 1332 y 1336 se funda este Hospital por D. Juan Simón, chantre y D. Juan Martfnez, tesorero, con el fin de que sean tratados y atendidos los enfermos crónicos. Estuvo gobernado por la cofradía de la Merced hasta el afio 1519. Para el sostenimiento de este Hospital vemos destinadas donaciones de mucha importancia, en el espacio de esos aflos a que ahora nos referimos como las mandadas por D. Diego de Jerez en 1509 y otras también procedentes de la misma familia. Pero debió languidecer su vida y a restablecerla vino el testamento del Lic. Pedro Rodríguez de Cepeda, gracias al cual, desde 1519, toma gran incremento y dignidad. Pué condición impuesta por el donante, que tal transformación había de llevarse a cabo siempre que pasaran a gobernar el Hospital de la Merced los Sres. Justicias y Regidores de esta ciudad, cuyo nombre llevaba el Hospital. Esta situación administrativa sigue en el afio en que nuestro autor escribe su Ms. Nuevos dones caen sobre este centro el 30 de marzo de 1537. Abierta el arca donde estaba el testamento de Juan Gómez Pasajero, venido de Indias, (y quien había fallecido en Béjar), entre otras donaciones para el Hospital de la Merced ordenaba construir la capilla del Hospital pidiendo ser enterrado en ella. Es triste, pero es cierto, que su sepulcro estuvo sirviendo hasta principios de este siglo XX de pilón en la fuente pública que había arrimada a la Torre de la Casa del Ayuntamiento, según nos cuenta Benavides Checa. Como estamos hablando de este Hospital, diremos que la primera noticia que tenemos de Teatros en nuestra ciudad va vinculada a la propiedad de este centro sanitario. El 30 de diciembre de 1622, este Hospital de la Merced toma a préstamo cierta cantidad para dar fin a las obras de su Teatro (?). El 15 de enero de 1572 (recordamos que la fecha del Ms. es la de 1573), el obispo de Plasencia D. Pedro Ponce de León, hace saber a Pedro Paniagua, escribano de Plasencia y a los que lo eran en Trujillo, Medellfn y Béjar (los cuatro distritos del episcopado) que por la escasez de rentas de algunos Hospitales, y en atención a lo suplicado por S. M., se ha servido proveer que en cada población se reduzcan a uno o dos, re-
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fundiendo en ellos los bienes de los demás, y lo hace saber para que luego, que cada población acuerde la manera de hacerlo, se remitan los dichos escribanos testimonios que le informen de ellos. A causa de esta disposición, el obispo a quien va dirigido este .Ms. D. Martín de Córdoba, refundió un Hospital que había creado Isabel de Zúftiga, en el de la Merced de que venimos hablando, refundición que originó trastornos, pues en aquellas fechas se marchaba al Perú, Hernando de Laoysa, hijo mayor de Vasco de Laoysa, difunto, y que por haber sido Regidor había llevado la administradón de aquellos bienes dejados por D.ª Ysabel, y aún no se habían rendido cuentas. Este Vasco de Loaysa, como hemos visto, fué el comisionado para pr~testar contra la cesión real a favor de esta familia de los Zúftigas, en la persona de D. Luis, de la Fortaleza, cesión de que tam· bién nos habla De TORO creemos ver en estas notas; el reflejo de pugnas políticas entre Loaysas y Zúfiigas, con un final poco laudable para los primeros a causa de una administración no bien llevada. En el día 9 de febrero de 1708 vemos que el Ayuntamiento acuerda la reapertura del Hospital de la Merced, cerrado tanto por la falta de ingresos como por los perjuicios ocasionados por la entrada en esta ciudad del ejército enemigo. Toma tal acuerdo en vista de que D. Alonso del Barco, regidor, ofreció mantener a sus expensas a los enfermos, mientras éstos lo necesitaran. Este Hospital de la Merced ocupó los edificios que hoy tienen los Juzgados. HOSPITAL DE LOS POBRES
Fué fundado este Hospital por el noble y distinguido guerrero D. Juan Alonso, de Almaraz, marido de Teresa Alfonso del Bote, a su regreso del cerco o sitio de Algeciras, (1343) en cuyo lugar y por escritura del 3 de diciembre, creó el Mayorazgo de Deleitosa y Almaraz. · En la segunda mitad de ese mismo siglo, y perteneciendo a su nieto a D. Diego Gómez de Almaraz, fué cedido al Cabildo a - 21 -
cambio de otras propiedades entre las que figuraba, una casa de la calle de Trujillo ,que unió a las principales que él ha• bitaba1t. (Creemos se trata de la casa de nuestro querido amigo, D. Dionisio Pereira).
Estaba situado este Hospital de los Pobres cerca del que fué convento de San Marcos, habitado un día por monjas Cistercienses. Se atendía en él a los forasteros y pobres enfermos transeuntes. En él se daba hospitalidad, por tres días, a los que por asuntos propios, o particulares, pasaban de tránsito por nuestra ciudad. A nuestros días ha llegado, con el nombre de Hospitalillo de los Pobres, una menguada edificación con corrales que figuran en el plano entre la iglesia de San José y el Hospital de la Merced (II) y encima de San Marcos (w) y sobre una de cuyas tapias vemos dos cruces que nos llevan a suponer que dicho corral fuera cementerio. Estos solare!! fueron permutados por el Ayuntamiento a D. Pedro Mora, por otros terrenos en el arrabal del Salvador donde hoy está el Corral de Concejo. HOSPITAL DEL ARCEDIANO
En este siglo, también, ya en sus finales, en 1395, D. Miguel Sánchez de Yanguas, arcediano de Plasencia y Béjar, dejá su casa para fundar un Hospital, el Hospital del Arcediano. Los testamentarios comprendiendo que esta casa no es apropiada para tal destino y considerando los perjuicios que se irrogarían a los vecinos(?) ... «et por ende acordaron de comprar,
para dicho hospital, unas casas que son en la calle Talaoera, las dos primeras entrando a la izquierda . .. 1t No recogemos mas noticias. ÜTROS HOSPITALES
En el siglo XV hay dos fundaciones de Hospitales que no tuvieron realidad por que las donaciones, para este fin establecidas, fueron absorvidas para la construcción del convento de San Vicente por letras Apostólicas de Sixto IV. Uno de ellos fué el que fundara el doctor Garci López de Carvajal, primer seftor de Torrejón el Rubio. A él estaban adcritos la dehesa de Mi-
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roncillo, la mitad de la Torre de Paniagua, y la heredad del Berrocal. Se pretendía, en esa fundación, una cosa bastante sorprendente, y era ella «que siempre hubiera dispuestas seis camas para acoger a otros tantos en/ermos» (?). El otro Hospital fracasado fué el que fundara y comenzara a construir, Catalina Jiménez, viuda de Juan Alfonso Ferrández Paniagua (el de la calle de San Polo para distinguirle del Pa· niagua de igual nombre que vivía, por aquel entonces, en la puerta de Berrozana). Disponía e&ta señora de todos sus bienes y de los cuantiosos que había heredado, por muerte, de su hija. De este Hospital solo se hizo la portada en arco romano sobre cuyos dos lados, y en alto relieve, habla dos f,gurus que hemos conocido, (referidas a ella y su mari4o), y que fueron vendidas por quinientas pesetas a un corredor de antigüedades. La obra la hicieron los maestros canteros Lorenzo Pérez y Nuño de Xara. HOSPITAL DE SAN ROQUE O DE LA CRUZ
Un mes antes de obtener el grado de bachiller médico, Luis de Toro, el día 17 de abril de 1550, otorga testamento D.ª Beatriz de Trejo, fundando este Hospital. Como su marido, Francisco de Valencia había quedado ordenado en su segundo testamento, (otorgado ante Cristóbal Cornejo el 5 de noviembre de 1532), que pasarla a ser usufructuaria de sus bienes su esposa y, luego de su muerte, que éstos fueran destinados a la fundación de un Hospital bien en Plasencia, o en sus tierras, bien en Trujillo, o en sus términos, D.ª Beatriz une sus bienes a los de su esposo y funda este Hospital en Plasencia. Estas obras debieron comenzar en abril de 1550, puesto que en un codicilo que D.ª Beatriz otorga el 30 de agosto de ese mismo año, manda que continúen las obras, ordenando que por ningún concepto se incorporasen, estas rentas, a ningún otro sitio. Sin género de duda quería prevenirse contra otra Bula parecida a la de Sixto IV, y si no hubo tal, si logró con su buena aportación, para el sostenimiento, que perdura y no fuera refundido por la disposición que hemos apuntado, llevada a cabo en épocas de D. Pedro Ponce y de D. Martín de Córdoba como hemos consignado. - 23 -
Este Hospital estaba levantado en la que hoy es casa particular que linda con el nuevo teatro Coliseum y con la calle, o paso prolongado que viene desde ta puerta del Sol; estuvo por lo tanto, en tas inmediaciones, donde se levantó el primer Hospital que hemos llamado de San Andrés. Se fundó para enfermos convalescientes, no dándose en él ni asistencia médica ni medicamentos. Su nombre de Hospital de la Cruz lo acreditaba la Cruz que se levantaba delante de su puerta en la plazuela de los Descalzos, y que hemos sabido fué un día derribada por un carro. Hasta hace muy pocos días ignorábamos su paradero. Hoy hemos rescatado la basa de una pared medianera situada bastante tejos del lugar donde primitivamente asentó. La inscripción completa decía: cESTEOS / PITALD / ELACRV / ZFVNDA / .-/ RONFRA / NCISCODE / VALENCI / AYBATRIZ /. -/DETREIO / SVMVG / ERLOSC / VALESLE/./ DOTARO / NCOMO / AHYIO / ANO 1550/•, distribuidas en las cuatro caras de la basa. Pué construido por el maestro cantero Baltasar Botello, casado con Ana Hernández, el cual habitaba en casa propia en la calle del Salvador. A su muerte siguió la obra el arquitecto Francisco Rodríguez que la terminó. De este Hospital, fué luego gran protector, et obispo D. Pedro González de Acevedo. La misma D.ª Beatriz de Trejo funda una enfermería para los P.P. Franciscanos Descalzos en el sitio llamado Valsoriano, a media tegua de la ciudad, disponiendo que de las rentas que dejaba para el Hospital se cubrieran también estas otras necesidades. Habíamos supuesto que el lugar de asentamiento de esta enfermería había sido el que hoy se conoce como viejo convento de «La Florida». Valsoriano es hoy un nombre perdido. Nuestras indagaciones han confirmado el supuesto gracias a la documentación guardada por la familia de S.-Ocafla, D.ª Isabel y D.ª M.ª Eugenia, que testifican que aquellos lugares se denominaban de Valsoriano. Sospechamos que abandonada como tal enfermería se engrandeció y se cuidó la construcción para convertirle en un Convento con explotación agrícola, como revelan silos y otros departamentos adicionales. - 24 -
Si el Hospital no tenía ni médicos ni proporcionaba medicinas, para la Enfermería dispuso que se dotase «de médico y de barbero, así como de boticas, comida, seroicio e cosas necesarias sin que haya falta, de la renta que yo dejo en dicho hospital e esto mando que se haga, pues que son pobres como los que en dicho hospital se ande curan.
Posteriormente esta Enfermería se fusionó con el Hospital de la Cruz y de aquí procede el nombre de Plazuela de los Franciscanos Descalzos, o simplemente de los Descalzos que hoy, muy acertadamente, se ha bautizado con el nombre de San Pedro de Alcántara. Solo nos queda para completar estas breves notas sobre fundaciones nosocomiates recoger, como comentario regional, et hecho de que et día 10 de abril de 1395, al otorgar testamento Alonso Sánchez Montero, de Hervás, fundaba un Hospital en su pueblo con doce camas, situado en la Corredera, dotándolo con muchos bienes. 19.-Ya nos dice De TORO que ha habido arreglo entre Obispo y Cabildo en la definición posesoria de esta cesión de Ja· raicejo. Estas diferencias estuvieron tan enconadas que lle• garon a producirse hechos como el de reunirse el Cabildo el día 10 de Enero de 1535 para acordar, secretamente, quejarse a S. M. del Sr. Obispo D. Gutierre Vargas de Carvajal «que les molestaba con continuos pleitos y quería tomarles una hacienda-. Hoy, con cuatro centurias en medio, nos inclinamos por aquel Obispo que si bien pudiera querer quedarse con algo cuya propiedad no estaba lo suficientemente clara, lo haría para seguir llenando su vida de obras tan meritorias como las que dejó, en beneficio de la ciudad. Digamos algunas cosas sobre Jaraicejo, también llamado Zafferezejo y Xaharaicejo. Este lugar y sus términos fueron cedidos por el Rey Sancho IV a su escribano en Plasencia Gon· zalo Godfnez y a su mujer D.ª Sol- (en otras partes se la llama, también, D.ª Mayor). Muerto et marido heredan los derechos, sobre este término, et hijo de ambos Gonzalo el cual también muere después de heredar, pasando la posesión a la madre. Convertida la madre en heredera, otorga un po- 25-
der a nombre de su otro hijo Alfonso el cual vende Jaraicejo a Pedro Sánchez, o Pedro Sancho como indistintamente se le nombra. La venta se hace en la cantidad de «diez mil ma· ravedís, de la moneda de la guerra•. La venta efectuada es bien vista por el Rey Sancho, pues quien la adquiere es también hombre perteneciente a su «cámara• posiblemente, también, en funciones de escribano- (esto ha servido de equí· voco y así vemos que le atribuyen como segundo apellido, el cargo llamándole Pedro Sá.nchez de la Cámara), y además, debió de ser bien visto por el Rey porque aquellos tér• minos, con su gran fortaleza, eran lugares por los cuales se paseaban a sus anchas la banda de los ya célebres Golfines que imponían su norma con absoluto desprecio de las Reales. Esto no lo ignoraba el nuevo comprador demostrando que supo imponerse, haciendo que se respetasen derechos y propiedades. Bajo su poder aquellos territorios entraron en la paz. 20.-Ambos Obispos mueren en aquel palacio de Jaraicejo. 21 .-Además de las actuales sabemos que tenían torre la casa donde nació el Dr. Carvajal que era esquina a la calle de Sta. Maria y a la plazuela de la Catedral, y la casa ahora reconstruida de D.• Olalla de la Calle que hace esquina a la calleja Arenillas, en la calle Marqués de Mirabel. 22.-Según el Fuero de Pfasencia sus autoridades las constituían dos Alcaldes que anualmente se renovaban (añales). Estos Alcaldes del (árabe Alcadi) denominación que lograron imponer los mozárabes leoneses en el siglo XI, son de elección popular. Para ello Plasencia se consideraba dividida en tres sexmos o collaciones. En el primer afio, eran del sexmo. de S. Nicolás y de Sta Maria. En el segundo afio, del sexmo de S. Martín y de S. Vicente. En el tercer afio, del sexmo de S. Pedro y S. Salvador. Un Juez se nombraba por uno de estos indicados sexmos.. Es· te juez, unido a los Alcaldes, dirime las controversias (ba· raias). Había dos alguaciles y un pregonero, cargos que eran perpétuos. -
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Además, para casos determinados y extraordinarios, se nombraban dos Alcaldes «hechizos,, uno cristiano y otro judío. Si la sentencia de estos no era aceptada, se nombraban cuatro Alcaldes, que venían a constituir a modo de un tribunal de alzada, y sus sentencias eran aceptadas. Hacía tiempo que los cristianos habían intentado quitar a los judíos esta representación y autoridad mantenida en uno de su raza, el «albedi>, En tiempos de D. Pedro trataron los cristianos, de despojarlos de este derecho. El monarca dijo: «Respondo, que porque los judfos son gente flaca e han menester defendimiento ... , tengo por bien que los judíos puedan tomar un alcalde de los ordinarios ... , que los ya e libre sus pleytos en lo que taflere en lo civil ... > Una vez que con· siguieron los judíos que prevaleciera este fuero, cuando venían obligados a jurar lo hacían sobre la «Tora•. Para los pleitos entre cristianos y judíos de Plasencia, tanto los tribunales como la concurrencia, se reunían en la puerta de S. Nicolás a la salida de la Misa matinal. Para los de· más pleitos la reunión o junta se realizaba en la puerta de S. Esteban, pues esta Parroquia era común para todos los habitantes de la ciudad. Otro hecho curioso que recogemos es el «derecho de sanmartineo> para los vecinos de Plasencia mediante el cual se tenía el derecho de «barvechar, y sembrar las tierras de aprovechamiento común y las particulares cuando los due· flos no lo hacían cada cuatro aflos a contar desde el día de S. Martln. Conocemos un auto de revista del pleito sobre rompimiento de la dehesa •El Pajar• en que se declara que Plasencia y su Común pueden continuar con el «San· martineo•. 23.-Se refiere a nuestro Mayorga. Ignoramos la fecha en que fué instalado en la Torre del Ayuntamiento. Sugerimos que tal vez el nombre por el que es conocido se deba a haber sido regalado por D.ª Leonor de Pimentel, madre del Cardenal Arzobispo de Sevilla D. Juan de Zúiliga, pues su padre era conde de Mayorga, y tal vez, éste, sea el origen del nombre de nuestro reloj. -'l:I-
De todas formas es el reloj de campanario más vteJo de nuestra ciudad, muy anterior al reloj de la Catedral, o Menorgaapelativo popular impuesto por la designación del primero. En las Actas Capitulares del 21 de enero de 1570 se hacen referencias, a un tal Solorzano, como relojero a quien ese día se acuerda elevarte el sueldo. Este servicio debla prestarse sobre máquinas interiores puesto que en las mismas Actas,. correspondiendo al dla 25 de agosto de 1600, se manda cons· truir un magnifico reloj, y •que ello se confíe al mejor artis-
ta que se encontrase en Valladolid, Madrid o Toledo>. Así mismo, en dichas Actas, correspondientes al 23 de agosto de 1602, se mandó venir a Antonio Díaz, sin decir de donde procede, y a quien se confía la construcción del reloj. 24.-Esta casa es, hoy, Convento de las Dominicas. El rumor que recoge De TORO tan veladamente, tal vez lo hubiera ofdo, (y no como rumor como él gentilmente lo da a conocer, sino como deseo), del propio Obispo D. Pedro Ponce, nombrado Inquisidor General, de convertir este edificio en sede central de la Inquisición. Como el sucesor de D. Pedro Ponce no fué distinguido con et mismo cargo, la casa cambió de signo, y ai'ios después de este Ms. que comentamos, en 1588, Martín López de la Mota, Regidor de Plasencia y su hermano el Racionero de la Catedral, fundaron este Convento, cuyas peculiaridades fundacionales ya hemos recogido. 25.-Este D. Luis Zúñiga (D. Luis de Avila) fué mucho en la vida de nuestro autor, muchfsimo en la vida nacional y de extraordinaria importancia en la de nuestra ciudad; fué sin ningún género de dudas, un gran person11je. En Africa salvó la vida a Carlos V. dándote su propio caballo cuando el del Emperador había sido muerto. De aquella otra campai'ia al lado de Carlos V en Alemania nació su libro: «Comentario del/ ilustre se-
ñor D. luis de Avila y <:;u/ñiga Comendador mayor de Al/ cántara: de la guerra de Alemania / hecha de Carlos V. Máximo / Emperador Romano/ Rey de España. En el año de MDXl VII. En Venetia en el ali.o MDXl V/lb. Obra que mereció muchas ediciones en galo, valón, alemán, - 28 -
italiano y que mereció ser reproducida, en parte, en la obra que escribió Antonio Doria, motivo por el cual D. Luis quiso que fuera traducida del toscano y lo realizara: COMPENDIO
DE LOS / Successos Que En / la Vida del Emper / ador / Carlos / Quinto / De Gloriosa me / maria acontecie /ron./ los Qua/es Primero/ Antonio Doria es/ crivio en Lengua / Toscana / Y En La Hespali.ola des / pues luis de TORO / Medico de la / Cibdad / de Plazencia l AÑO DE 1574 / tiene 422 pág D. Lui3 de Avila y Zúñiga no llegó a ver rematada la traducción de nuestro Luis de TORO. Creemos que et mejor biógrafo que tiene et segundo marqués de Mirabel es Luis de TORO. De él nos dice muchas cosas. De su libro médico copiamos algunas, las cuales nos traen una imagen gratfsima de este procer: Dice (f. 10 v.) en su libro •De febris epidemicae .. . >: Eres ejemplo vivo en la práctica de toda virtud, estimulándonos con tu propia conducta a ser constantes en el estudio y en las obli· gaciones de nuestros trabajos. Te deleitas con la Filosofía, gozas con la Historia, amas a los poetas, penetras con admirable sagacidad en lo mas recóndito de cualquiera de las disciplinas, investigas con ingenio y tu juicio prevalece y así te recreas teniendo a tu lado a hombres de docto saber, aficionado a las ciencias, y a quienes con gran benevolencia oyes, buscas, tienes a tu lado y te acompai'ia!t>, .... «estimas a la sacratísima medicina, y a sus dignos profesores, favoreces y honras tanto con delicados dones como con tu palabra y con tu brillo ... • En et (f. 7 v.) ha dicho: •Por que nadie puede ignorar los muchos favores y beneficios con que fuiste honrado por Carlos V el Magno y Sacrosanto Emperador, si no que también el invicto y justfsimo Felipe 11, en razón de tus singulares virtudes y de su eximia sabidurfa de las cosas humanas, ha visto en ti et único digno para que, representándole, des• empeftaras muy graves embajadas suyas ante los sacrosantos Pontífices Pablo 111, antes, y Pio IV, después., .. , , El hecho de Túnez lo refiere así: (ff. 8 v. y 9) ,Caído en el suelo por accidente del caballo, el invictfsimo Carlos V Emperador de los Romanos, acudiste en su ayuda dándote tu caballo y defendiéndole virilmente,.
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cuanto a las noticiaR sobre los existentes en la Casa de los Decanos viene a ser, su aportación, impar, puesto que anota cuatro que en nadie hemos visto recogidos. Al fijar la fecha de comienzo de esta notable colección, ha colocado a Plasencia en primer lugar como ciudad poseedora de un Museo de Arqueología, y esto no solo de nuestra Extremadura, sino tal vez de Espafta. Las inscripciones de De TORO se separan, casi constantemente, de los sucesivos copiadores. Bien es verdad que en todos ellos no hay nada criginal pues se plagian los unos a los otros. El estudio de estas y otras peculiaridades ha dado origen a un artículo que en febrero del 60 hemos puesto en manos del Catedrático de Arqueología de Madrid, Profesor Martin Almagro. Nos complacemos en traer, entre las reproducciones fotográficas, el ara romana de que dimos cuenta en páginas anteriores, que constituye un precioso documento que confirma nuestra anterior teoría sobre la celtización de la Alta Extremadura . .27.-La Casa de los Deanes a que se refiere De TORO, (sefialada en su dibujo con la letra •B•) no fué la primitiva de esta familia. Su primer domicilio lo tuvo en el lugar que hoy ocupa la plazuela y la fuente que hay delante de San Nicolás, la cual fué permutada con corrales y huertos, el día 31 de diciembre de 1494, por otras casas y corrales pertenecientes al Convento de San Vicente situados en la calle de Coria y que lindaba con otras propiedades del Deán, el cual las había comprado a herederos de Martin Martfnez, escribano de Plasencia. Este cambio se realizó, como decimos, partiendo de los Domini· cos deseosos de adquirir varias casas que estaban situadas frente a la iglesia, y frente al cementerio de San Nicolás, todas ellas pertenecientes a D. Diego de Jerez, Deán, y que antes fueron del Mayordomo que tuvo el duque D. Alvaro de Zúñiga, el Comendador Alfonso Gómez de Béjar, pues había sido Regidor de esta ciudad, quien las había adquirido del Cabildo Catedral en 1461, el cual las había comprado a Juan Fernández, de Jarandilla. ;Estando de acuerdo los Dominicos y el Deán, los primeros elevaron súplica a su Superior para que les otorgase licencia y poder. -
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Encontrándose el Prior del Convento de San Vicente en el Mo· nasterio de San Pablo de Penaflel el dia 23 de enero de 1494· en presencia del escribano Martin Sánchez de Gomiel, el cve• nerable P. Fr. Sancho de León, Prior del Monasterio de San Vicente de Plasencia de los Predicadores de la Observancia, estando presente el Rvdo. P. Fr. Diego Madaleno, Vicario General de la Orden de Sto. Domingo de la Observancia de los reinos de Castilla y de León, éste dió licencia y facultad al dicho Prior para otorgar cualquier troque o cambio que el dicho Prior hubiese hecho o hiciera en adelante, ya con el Sr. Deán de Plasencia, o con ,Ja Sra. D.ª Isabel de Tre• jo ... • etc. etc. La permuta tiene lugar figurando como Escribano y Notario público Alfonso Torralba, como testigo Juan de S. Pedro, cura de S. Esteban, Juan de Aguilera, Alonso Sacristán de S. Nicolás, Lorenzo de Benavides y Pedro Galachón. cEstá presente el dicho Prior, por parte del Monasterio y el Sr. Ro· drigo de Carvajal en representación del Sr. Deán ... • Des· pués el documento entra en los detalles de la permuta.
Estas casas que cede D. Diego de Jerez pagaban de tributo al Cabildo 300 mrs. de censo anual y tres pares de gallinas gordas. Loa peritos que intervinieron en las tasaciones fueron: Juan de Almoguer, como carpintero; Francisco, yerno de Juan Correa, como cantero y en el mismo oficio actúa Gon• zalo Dares, entre otros. 28.-Este párrafo, unido a otro del (folio 44 v.), nos permitirá traer más adelante, notas curiosas e interesantes sobre las fuentes públicas. Nos ocuparemos, ahora, de esta casa que llamaremos cde los frustrados destinos,. Martfn Váez fué Regidor de la ciudad, pero nada sabemos de la fecha en que fué construido aquel grandioso palacio que pasa a su propie· dad para ser cedido a los Jesuitas y establecer, en él, un Co· leglo de Huerfanos, como De TORO nos ha dicho. Tal propó· sito no se llevó a cabo pues sabemos ,que en los aftos slguien· tes, a la fecha de este Ms., figura como duefto el Chantre D. Pedro Bermúdez de Villalba, hijo del célebre coronel Villalba; el dicho chantre en su testamento (otorgado el 8 de septiem-
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bre de 1596), dispone de este edificio. Deapuéa vemos como es vendido por sus testamentarios a la provincia de Castilla de la orden de S. Agustfn Calzados, y como en nombre de ella acepta la escritura fray Juan de Miranda, entregando los 2.500 ducados estipulados. -(En el testamento del Chantre se de• jaba para el convento de S. Ildefonso las imágenes, orna· mentos, cálices y todo cuanto babia en la capilla de aquel palacio). Pero tampoco se hace cargo la orden de S. Agustfn de esta casa, ain que conozcamos sus causas. En el Capitulo que celebra en Madrid el dia 4 de mayo de 1607, se dispuso su venta y, el 17 de septiembre de aquel año, se otorga escri· tura de venta a favor del ilustre D. Diego de Carvajal, ca· pellán de S. M. y Tesorero de nuestra S. l. C., quien decla· ró que lo hacía a nombre de su hermano Alvaro de Carvajal, limosnero de S. M. Después, este, dispuso que fuera here• dado por su sobrino D. Diego Esteban de Carvajal, Comen• dador de Castro Verde, de la Orden de Santiago. Del final de aquel edificio, que comenzó siendo Palacio, diga· gamos lo siguiente: Un libramiento de 1.000 reales, a favor de Miguel Ansado de Carvajal, nos pone sobre su pista. Es· te pago se hace en virtud de arrendamiento, de la tal casa, aclarándonos que se tenía destinada a almacén de paja para las urgencias de la guerra desde que ésta se declaró. Esto viene a probar, que su destrucción comenzó -si ya no es• taba iniciada- durante la guerra de sucesión Hoy, de aquel palacio, queda el viejo caserón que, habitado en parte, hay al sitio del Berrocal. Nos dice De TORO, textualmente, al ha· blar de las fuentes de esta casa que la una ha sido fabrica• da sin escatimar gastos, pero que la otra es de: coioae aquae,, No cabe duda que se hace eco de lo que dice el Evangelio de S. Juan (c. 4.º·IO al 13) y que fué recogido en la piedra que existe entre los dos magnfficos arcos de sillerfa, hoy sin gusto pintados y enjalbegados haciéndose dificil la lectura de la siguiente inscripción: ARRIBA ESTA LA AGUA VI· VA, / PORQUE QUfüN BEBE DE MI / TORNARA CON SEDAQUI.
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29.-Este otro gran personaje era hijo de D. Fernando de Monroy y o.• Mariana Gómez de Carvajal, biznieto, por tanto, de Hernando de Monroy, el célebre «Bezudo• de nuestros pasados hechos de armas.
A la muerte de D. Fabián, el célebre «Huerto• es asiento del importante Colegio de «San Fabián y San Sebastián1 como él ordenó en su testamento. Hemos tenido en nuestras manos el testamento y la constitución de la Fundación, que se conservan en la Biblioteca del Seminario Mayor de nuestra ciudad. Su primer Rector fué el chinato fray Francisco Martín. Estuvo incorporado a la Universidad de Salamanca hasta el siglo XIX. Los colegiales llevaban la cbeca, encamada de S. Cayetano. D. Fabián muere en la noche del día 6 de marzo de 1578, como se consigna en el acto de la apertura de su testamento; testamento que se abre a ruego de Diego Urbán, clérigo, en la maflana del siguiente día siete. Testó el día 4 de ese mismo mes y afio; firmaron como testigos Juan de Aguilar de 35 silos, Antonio de Abreo de 46, Francisco de Carvajal de 20, y Pedro de Avila de 28 silos. En él nombra: «Epor,
ejecutores desde mi testamento E detsdo lo Ene/ contenido Establezco por mis albaceas testamentarios a/os señores fray Alonso Altamirano, profeso de la orden de san Francisco De la observancia Eadon garcia casco tesorero de la dicha catedral Ea/doctor micael diaz degamarra, canonigo de la dicha yglesia, a los cuales eacadauno dellos ynsolidun doy poder para que por su autoridad puedan entrar en mis vienes E vender Enpublica almoneda o fuera della los que para el dicho efecto fu ere necesarios aunque sea pasado el año del albaceazgo ... • Así se funda el que nosotros conocimos - totalmente derruidocon el nombre del Colegio del Río, y que se llamó de S. Fabián y San Sebastián. En una época en la que por moda estaba fundar hospitales, se crea este magnífico centro de perfeccionamiento siguiendo la voluntad del testador: e Y ten quie-
ro y es mi boluntad que enesta casa que al presente bibo con todas las viñas e/ardines que ella tiene seaga un colegio adonde estudiantes pobres serrecojan apasar las -34 -
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~ciencias que En/as universidades ovieren oido delas quales las dos tercias partes sean juristas y la otra parte teologos que sean virtuosos e de buenas costumbres e fama e mayores de 20 años que ayan oido los cursos acostumbrados en las ciencias queprofesaren e pobres que no tengan de veinte ducados arriba de renta, e porque de aqui puedan salir ministros utiles a la republica xpiaña quiero que no sean sospechas en nuestra santa fe catolica ni nuebos ene/la ni castigados por el santo oficio dela ynquisicion ni descendientes delos que lo obieren sido ni de /udios ni moros g ande estar en el colegio asta ocho años ... , Esta Casa de D. Fabián fué la que colocó las pasarelas en el vado de S. Juan de las que solo se tenían noticias por saberse que era el paso que utilizaban con más frecuencia los chinatos, pero cuyo lugar de implantación desconocíamos hasta que las hemos visto representadas en el plano de este Ms. de Luis de Toro
30 -Nuestro autor nos había hecho saber que habla visto coger truchas en las cimas de nuestras montaflas, de tamatlo aproximado al de un pié. Como ahora nos dice que el río nace inmediato al pueblo de Jerte, podemos asegurar que nuestro autor nunca había ascendido ni por la garganta de Becedas, o de S. Martín, o del Ejido de Jerte, ni tampoco por la de Valdeinfiernos, ya que todas, (que son las primeras en acudir a la cuenca), tanto se alejan y distancian de aquel pueblo. Por ello es de creer que las gargantas a que se refiere puedan ser cualquiera de las que acuden por debajo del charco de la Juntona, situado entre Cabezuela y Jerte, llamado así el charco por confluir, en aquél lugar, el río y la garganta de Valdeinfiemos. Tales gargantas, por orden de entrada a la cuenca, son la de los Huetres, la de Santiago, la garganta de la Quemé también llamada de los Sotillos, y la garganta de las Honduras. Pero bien pudiera ser, aunque bastante menos probable, que estas pescas las hubiera presenciado en la garganta de la Puria, que corre entre El Torno y El Rebollar, o en la garganta que baja desde los terre- 35 -
nos altos del Piornal, por ser las dos que llevan truchas en aus aguas, y están más cercanas a Plasencia. 31.-De la clase y uso de las manzanas comienza a ocuparse a partir del (f. 105 v.) de su obra médica «De febris epidemi-
cae .. ,.> 32.-Este convento fué fundado en 1540 por Pedro de la Cadena y su mujer D.ª Mencia de Carvajal; terrenos y propiedad que, sus padres o abuelos, habían comprado a un vecino de Piomal. Creemos que aquel Miguel de la Cadena (que hemos visto acompaflar a S. Pedro de Alcántara en su visita a Plasencia), sería hermano del fundador de este convento, como otro Andrés de la Cadena, que le vemos canónigo, el cual también seria familiar. Estaba situado en la Sierra de la Umbría del Valle del Jerte a unos 26 km. de Plasencia, y en la parte baja de la falda del monte; S. Pedro de Alcántara fué su Provincial, por serlo de la Provincia de S. Gabriel a la que pertenecía esta zona. 33.-Y por •Puente Nuevo, sigue siendo conocido. Sabemos que en 1338 existía, ya, en aquel lugar un puente de mampostería que era poco utilizado, pues el camino del Valle iba por lá margen derecha y aquella otra zona de cultivo de Plasencia se gobernaba por el puente Trujillo y el de Las Nieblas, ambos de anterior existencia a nuestro Fuero Fundacional. Aquel primitivo puente de mampostería se le conocía por el nombre del puente de Pascual Clérigo y así lo confirma el testamento de la prima del fundador del Hospital de Santa María, y mujer de Garci González, D. 1 Gracia de Monroy que testa el 17 de marzo de 1338, y dice en su testamento: «Deja
al Cabildo de Clérigos de aquf de la Villa las sus casas en la Plaza, y una huerta que es encima de la Puente del Pascual, clérigo, con carga de cuatro aniversarios con sus misas,. El 30 de marzo de 1418 el Obispo D. G. de Zúfliga confirme la donación del diezmo de las huertas de le ribera.
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Aquel primitivo puente de madera, como el de San Lázaro, fue. ron arrastrados por una riada en el siglo XV, (diciembre de 1498) riada que debió de tener las características de la que su• frimos a finales del 1935 y 1936 que se llevó los Puentes de Tornavacas, el que hay en la parte alta del pueblo de Jerte, y el de los Huetres, entre este pueblo y Cabezuela. La reconstrucción del puente de S. Lázaro originó no pocos disgustos pues fué dificil poner de acuerdo al ayuntamiento de Plasencia, con los de los pueblos que le disfrutaban, Carcaboso, Montehermoso, etc. También hubo sus dificultades para reorganizar la definitiva edificación del puente Nuevo. Hemos recogido los siguientes testimonios: El l de enero de 1505, Gonzalo Piilero, Procurador de Plasencia requirió, nuevamente, respuesta del Cabildo, por haberse perdido la que antes diera, para que contribuyese a la Sisa para la obra del puente Nuevo, según lo dispuesto por los señores Reyes, por su cédula expedida en Medina del Campo el 13 de noviembre de 1504, según vemos por documentación del Concejo. Por otra parte. El Cabildo anota en sus Actas del día 22 de de agosto de aquel mismo año, viernes, entre otros asuntos el siguiente: •Se encarga a D. Garci López de Carvajal, Ar-
cediano de Plasencia y Béjar, para que llegue a un acuerdo con el ayuntamiento, por razón de Sisa, en cuanto a la construcción del puente Nuevo, y además para la causa del enrollado que pedía el ayuntamiento». Asi, no solo vemos en que fechas estaba construyéndose, sino también conocemos las entidades que lo sufragaban. 34.-Cuando dimos a conocer una serie ignorada, de vieJos caminos romanos en nuestra Alta Extremadura- (véase el capítulo EL ROMANO, de nuestro libro citado) se imponía, por imperativo de continuidad, la presencia de un puente que enlazara las calzadas de una y otra parte del río Jerte, vinien· do a caer, este impuesto, sobre el puente de Trujillo que hoy presenta una factura moderna, pero de la que fray Alonso, que lo conoció en su primera forma, dice «que conocida-
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Esto es lo que te lleva a nuestro autor a afirmar que puesto que los antiguos no la conocían se trata de una especie nueva; pero nueva en cuanto al distinguir, en cuanto al saber diferen· ciar, puesto que nos dice que los trabajos de Paulo Jovio, Pedro Gilio, Pedro Belonio Cenomanense, Juan Bruyerino, Guillermo Rondeleto ... , ya se ocupan de la trucha, y a conti• nuación copia el verso de Ausonio que dice: «Purpureisque salar stellatur tergora gutis>, que libremente puede traducirse: «Se siembran los lomos del salmón con pintas púrpureas, a modo de estrellas•. Su gran cultura humanística le impulsa a ilustrarnos diciéndonos de donde procede el nombre que tiene de salmonido o salar, aclarándonos que le viene de ,saltando», por que se ha visto que estos peces ascienden en contra de la corriente y afrontan las cascadas y cortes del cauce saltando en forma de vuelo, :por escarpados que estén o por veloces que sean los torrentes. Insistimos en aclarar que el término de • generación reciente• lo emplea en cuanto a periodos del saber histórico. Nuestras viejas «HORDENANZAS•, {las que sin duda conoció bien De TORO), al ocuparse de reglamentar la pesca en nuestros rios y gargantas, -cosa que realizan con un sentido mucho mas liberal que aquellas otras de su misma época dictadas para et gobierno de Barco de Avila-, marcan los tipos de redes, las épocas del afio y demás complementos que regirán el uso de este derecho, y en las que vemos que sirve de módulo, precisamente la TRUCHA. Asf leemos, en el TITULO XVII, castigar a quien entibo/are (entibolar es crear, artificialmente, una derivación del rio para encerrar la pesca) en las tierras y términos de la ciudad; casti· gar, también, a cualquiera que las entorbiscase o echase en ellas paja u otra cosa cualquiera por que el agua sea entor· biscada o corruta ... Dentro del mismo Título, f. 200 v. se determina que desde et puente de S. Lázaro hasta el de Tor· navacas, no se puede enrriar en ninguna época del afio (enriar es macerar en el rio lino, cáñamo o esparto, aquellas cosas que De TORO nos dice, -al seflalar por que las aguas del rio vienen impuras en el verano,- que son los recursos que emplean quienes quieren embriagar a las truchas), ni tampoco - 39 -
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se permiten estas faenas dentro de los charcos que están en los campos valdios de la ciudad que son venidas de ganados, por que el agua entinada mata al ganado. . . Prohiben pescar con cuerdas, ni con otras armadizas ningunas, ni con redes, ni manga, ni con lumbre de noche, ni en otra manera alguna los rios y gargantas de esta ciudad y su término saluo conbara (salvo con cafias), desde primero del mes de marzo hasta el fin del mes abril de cada afio, por cuanto en ese tiempo desovan
las bogas e peces e lo declaramos por el tiempo de la cria ... Que la trucha no se pueda pescar con ningún género de red, ni ar/zaque (sin duda se refiere a las plantas venenosas machacadas) ni con otra manera desde el día de S. Miguel de septiembre de cada año hasta el dia de carnes tolendas porque en todo este tiempo desovan y no tienen sazón, y en el mes de mayo no se pueden pescar truchas ni barbos con masa so las penas de las prematicas, y en la misma pena caiga el que llevare la masa en la bolsa o en otra parte, aunque no pesque con ella ... Mas adelante se leé: Otrosi, por cuanto seaveriguo que/as an{fuilas no crian nides o van sino que/as crian los peces bardal/os ezaramugos, hordenamos e declaramos que se puedan pescar en todo tiempo sin pena, e tomar zaramugos para las pescar porque este es su cebo conque las pescan . .. Y aclara: e contando que en este Riode plasencia desde el molino de la pared bien hecha arriba y a las gargantas del auera (de la Vera) e oalle donde ay truchas no se puedan pescar angilas en el tiempo que estan vedadas las truchas porque vendria daño a la cria de las truchas, solas penas de las prematicas. Después de la confirmación Real de estas Ordenanzas se modifican en cuanto se refieren a los rios Tiétar y Tajo en virtud de que. . . estando estas tierras tan lejos del mar ha
de darse las facilidades para que se logre los pescados de estos rios inmediatos. Pensemos que eran épocas de obligada vigilia todos los viernes, y todos días de cuaresma, y que por tanto había buen consumo de estos alimentos. Decíamos que nuestras Ordenanzas son mas abiertas y liberales que las de Barco de Avila, pues en las nuestras se prohiben los deviedos (que son zonas reservadas o cotos), tanto en - 40 -
el rio como en las gargantas para toda clase de pescados, mientras que Barco de Avita tenía 1:1us deviedos en los charcos Cotriles, Lanchares y Orbezo. Este derecho ciudadano, para las gentes de la ciudad y tierras de Plasencia, sería el esgrimido para asaltar, como asaltaban, los charcos puesto en deoiedo, en la garganta de Garganta la Olla, los cuales suministraban las truchas para la mesa del Emperador, en su estancia en Yuste, y que no respetaban los ve• cinos de los pueblos inmediato. 36.-La donación a que hace referencias nuestro autor es muy cer· cana a la fecha de su Ms. puesto que se hizo el afio 1534, sien· do el titular del ducado D. Femando de Toledo, sobrino del obispo de Córdoba, fray Juan de Toledo, que pertenecía a la Orden de los Dominicos. Se levantaba, este convento, entre Jarandilla y Aldeanueva de la Vera y su fundación comenzó en tiempos del obispo D. Gutie• rre de Toledo y de los Reyes Católicos. El otro convento de que habla en este punto, el de los Francis• canos, es de época anterior y fué patrocinado por el mis· mo D. Fernando de Toledo, conde de Oropesa y sefior de Jarandilla, levantándose en 1502 cerca de esta última localidad. 37.-No sabemos por que se ha reservado el nombre del puente a que alude. Es evidente que se refiere al puente de Almaraz que fué levantado a expensas de la ciudad de Plasencia, y los pue• blos de sus tierras, cosa que tuvo lugar en tiempos de Carlos V, como consta en la inscripción que hay puesta debajo de las armas del Emperador, figurando, también, el nombre del maes• tro que lo fabricó, Pedro de Uría. En la parte opuesta se halla el escudo de la ciudad de Plasencia. Fué este puente (y no el del Cardenal como vemos insistentemente repetir) el destruido, en parte, durante la guerra de la Independencia; por orden del general Cuesta se voló uno de sus ojos, empezándose su reconstrucción en 1844 y terminando en abril de 1845, operación que fué dirigida por el jesuita P. Manuel lbáfiez, para algunos D. Joaquín lbáfiez. - 41 -
38.-Por las fechas de celebración de estas Ferias, finales de no• viembre, es de suponer que el mercado estuviera casi absor· vido por el ganado de cerda cebón. 39.-Respecto a nuestras Ferias nos dice Benavides Checa, refiriéndose a los finales del siglo pasado, que en aquellas épo· cas existía en el Archivo del Ayuntamiento, el siguiente documento: «Privilegio rodado escrito en pergamino -(muy estropeado) con sello de plomo pendiente, dado por el Rey Alfonso XI y la Reina D.ª Constanza, en la ciudad de Valla· dolid, el dfa 30 de enero de 1326, por el que se concede a Plasencia la facultad de poder celebrar, en el mes de mayo, de cada afio, una Feria franca que dure 15 días,. Estas ferias fueron trasladadas a los días 7, 8 y 9 de junio porque siem· pre quedaban deslucidas por temporales de agua. Tanto aque• llas, como estas fechas, vienen, frecuentemente a coincidir con el día del Corpus. El Obispo a quien va dirigido este Ms. pudo certificar la verdad de De TORO cuando ensalza tanto los festejos con que se adornaban estos días. El último • afio de su permanencia en nuestra diócesis, fray Alonso rela· ta aquellas fiestas de la siguiente forma: «En medio de la plaza estaba un gran tablado que parecía hecho para muchos días, y en lo alto un mar, de 60 pies de longitud y 20 de la· titud, con abundancia de agua, que con mucho artificio habían hecho subir allf. En el mar estaba una muy lucida nave, con sus velas y jarcias, de tanta grandeza, que estaban dentro muchos marineros y pasajeros, vestidos de librea. Aquí se representó el naufragio de Jonás, profeta, y se vió la nao ir por el agua, en la cual hubo gran conmoción y tormenta con artificio de pólvora, que debajo del tablado se encendió. Re· presentándose también la penitencia de los ninivitas por la predicación de este profeta, con mucha diversidad de cosas,. Al día siguiente, precisamente, abandona nuestra diócesis fray Martín de Córdoba, el Obispo para quien fué escrito es· ta preciosa historia de nuestra ciudad y diócesis. 40.-Todas cuantas indagaciones hemos hecho en busca de este « Volumen completo• que nuestro autor dice tener escrito tra-
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tando del modo en que ha de usarse, -y de sus virtudes-, el agua fría, han resultado, hasta el presente, infructuosas. 41.-También nos habla, y muy ampliamente, de estos frutos en su libro «De febris epidemicae . .. » empezando a hacerlo desde el f. 105 v. Esta clase de frutos son denominados, también (nos dice nuestro autor) con el nombre de fugaces y por los griegos con los nombres de «horario y horeb, por madurar en aquella parte del afio que ellos llaman «hora,. Es, por tanto un término cié· sico usado como epiteto para los frutos que nacen en el estfo, en medio de la canícula; «horeio sería para Mufloyerro, tanto como «nacido en esa hora,. . 42.-Es muy grato ver con cuanto cuidado recogieron nuestras Ordenanzas -(damos las gracias al letrado D. Manuel Ovejero por estas facilidades)- todo lo concerniente a las condiciones que han de reunir las carnes y las pescas, y las formas en que han de ser puestas a la venta, en nuestra ciudad. Así vemos, entresacando sin escoger demasiado, que el TITULO VI del PESCADO REMOXADO (ff. 49 v. al 51 v.) nos dice: «los que obligaren a dar pescado cicla/ (merluza y otros pescados semejantes, secos y curados al aire) o de los otros pescados menudos, sean obligados a los dar abasto, y sean buenos, al precio . .. , ... «e que se haga buen peso . .. .:. ... «cuando sea tal que no fuera para venderlo, tomarlo y echarlo a mal o darlo a pobres, sin pagarlo ... , ... «que el tal obligado venga a que sea galiciano y no portugues.:.. «Que el pescado que hubiere de vender remoxado lo venda en la plaza donde es costumbre, y lo echen en remojo en la casa diputada donde se remoja el pescado por el Regimiento y no en otra parte . .. .:. ... «Que el pescado galiciano se venda a parte del portugues, cada uno en una tabla, y no vuelto lo uno con lo otro,. - 43.- Esta buena disposición de nuestros hombres y de nuestros barros para el arte alfarero -hoy a punto de desaparecer-, es tan vieja en nuestras tierras, que desde la vida Neolítica -43 -
quedan sobreestimadas estas artes cerámicas. Artes que hoy se pasean, hablando de nuestra ciudad, con el nombre de «cerdmica excisa del Boquique• por todos los tratados de Arqueología del mundo, como típicas, en modo peculiar, de adorno de las cerámicas del Neolftico. 44.-Es muy conocido que este puente importó la cantidad de 282,352 reales y 32 mrs. Que se precisaron 30.000 piedras para darte fin .Y que cada piedra fué ajustada a 9 reales y 14
mrs. Estaba terminado el afio 1460. El maestro cantero que lo levantó era natural de Plasencia y se llamó Pedro González. 45.-La vida de los Víllalbas, sobre todo la borrascosa del célebre Coronel, son por demás conocidas. Digamos lo que es menos conocido. La capilla y la portada del convento de S. Ilde· fonso (donde al lado del evangelio está la estatua orante del Coronel), fueron levantadas en la época de nuestro De TORO, merced al heredero del Coronel, ejecutándose las obras por el' maestro cantero Francisco González, natural de Plasencia y que vivía en la calle de Santo Domingo el Viejo. 46.-Esta notable inclinación de De TORO por los Jerez nos impulsó a buscar, por lugares poco frecuentados, algo que nos hablara de aquellas personas ya notables por esa continuidad con que van dejándose, a modo de una dehesa o casa de vivienda, el Decanato del padre al hijo, y de éste al nieto. De TORO es al tercero de los Jerez al que se siente más hondamente vinculado. Para nosotros es el segundo, D. Gómez, el más vulnerable a la crítica. Su padre, D. Diego, asiste al Cabildo por última vez, el 2 de enero de 1506, viernes, pues en el celebrado el dia 20 de febrero siguiente figura, ya, como Dean, su hijo, nuestro D. Gómez de Jerez. Este D. Gómez, tan alabado por De TORO, no lo debía de ser por todos sus convecinos. Veamos y juzguemos a través de unas notas sacadas de los Libros del Cabildo: -44 -
«En 31 de mayo de 1510 - (llevaba cuatro aftos de Deán, D. G6mez) el Cabildo, capitularmente reunido, acuerda imponer a D. Gómez, su Deán, la pena de 40 ducados -(calcúlese la cantidad sabiendo que el sueldo que se asignó a nues· tro médico, por asistir a los «seises•, fué de dos ducados al afio)-, que pasaran a favor de dicho Cabildo•. Este mismo día, e inmediatamente del anterior acuerdo, man· daron notificar al Deán, por el Notario, •que no salga de su casa y que de hacer lo contrart'o pierda las rentas de las yerbas de aquel atto,. Es evidente que estas penas fueron impuestas a cierta desobe• diencia al Cabildo. Se levantó este arresto et día 5 de junio pues en esa fecha le dieron licencia, por 15 días, para salir de Plasencia. Nuevamente el día 7 de octubre del mismo afio de 1510, vemos que el Cabildo... «ordena al Dedn que se honeste, que lleve hdbitos propios de su estado, que deje las armas que usa, que vista loba, sopena que perderd los vestuario, o la parte que al Cabildo pareciese•.
..Para situarse y comprender mejor la nota que daremos a conti• nuación es preciso que digamos, antes, que el día 20 de abril, viernes de 1520, el Cabildo, capitularmente reunido, dice: «Por cuanto al presente esta ciudad está muy escandalosa sobre grandes diferencias y divisiones que existen entre unas parcialidades y oposiciones de la dicha ciudad, y están toma· das las Iglesias y torres ocupadas con gente armada, y de la misma manera las casas de los Caballeros, y la ciudad toda encastillada, y se vela y guarda, y de la Justicia no hay re· medio alguno, ni se espera, por estar su Alteza de partida para embarcar, ni nada se espera del Corregidor de esta ciu· dad por ser desobedecido de algunos del pueblo, y especialmente de los principales, por lo que era peligroso a los seflo· res Prebendados asistir a las horas y oficios divinos, por esta razón se dieron mútuamente licencia, unos a otros, de au• sencia por seguridad de sus personas ... , No hace falta que recordemos que son, exactamente los días del comienzo del levantamiento de los Comuneros. Este Acta y la siguiente , nos dice cuanto ocultó y desvlrtuó fray Alonso Fernández al -45-
decir que en nuestra ciudad no hubo el menor motivo de intranquilidad, ni de participación de sus vecinos en estas luchas. El Acta del día 15 de febrero, viernes, de 1521, aclara, bastante la situación. Dice así: «D. Gómez de Jerez, y el Arcediano de Plasencia, D. Bernardino de Carvajal, pidieron licencia al Cabildo por las causas y motivos siguientes: por causas de recreación, por pacificación de la ciudad, por negocios particulares y además por lo inquieta que está la ciudad, promoviendo todos los días escándalos, alborotos, robos, desasosiegos, muertes de hombres; el Cabildo visto los motivos, como por causa de los seliores Dedn y Arcediano de Plasencia estaba esta ciudad tan reouelta !I hay tantas diferencias y discordias, les concedieron la licencia para todo lo que queda de año, o sea diez meses y medio, y en cada dfa el Cabildo dió licencia por igual tiempo y forma al Racionero Pedro Muñoz•. Tanta debió de ser la influencia y la actividad, como cabecillas, de estos personajes que el día 25 de enero de 1522, cuando acababa el permiso autorizado, el Acta Capitular de aquel día,. dice: «El Cabildo reunido Capitularmente digeron que por cuanto el señor Corregidor de esta ciudad, García de Montalvo, tiene desterrados de Plasencia, y sus tierras y términos, a los Rvdos. Sres. D. Gómez de Jerez, Deán, y D. Bemardino de Carvajal, Arcediano de Phisencia, y a D. Nufrio de Sande, Tesorero, y no sabiendo cuando se les alzará el destierro, y si podrán hacer la residencia en el presente ai'lo, cada uno de por si habían mandado pedir al Cabildo licencia conforme al estatuto de los desterrados contándoles las horas; el Cabildo contestó que no estaba cierto que el estatuto de los desterrados pueda aplicarse, en este caso concreto, y si tienen derecho a las distribuciones, y a hacer suyos los frutos, porque ni querían ofender a Dios ni ir contra el juramento que tenían hecho, ni proceder contra los dichos seftores, como sus verdaderos hermanos. Por tanto dispusieron hacer ver el dicho estatuto por uno, dos, tres, cuatro Letrados de Letras, y conciencia, para que oído su parecer el Cabildo determinará y hará lo que debe hacer ... • No sabemos la determinación que tomó el Cabildo; si, que D. Gómez de Jerez aparece en Plasencia en el mes de ene-
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ro del afto siguiente a estas dudas de 1523. (Interesante capítulo este de la Historia de Plasencia que, por sus muchas derivaciones, merece ser estudiado, y divulgado por los aficionados a estas chismograftas como el prof. M. Almagro califica a la mayoría de las historias locales). :La vida de D. Gómez siguió siendo notable. Con motivo del incendio de la Iglesia de Sta. Isabel, vemos que el Papa Paulo 111 (13. kal. Martín 15.37) expidió un reescrito «cometiendo al Sr. Deán D. Gómez de Jerez y al señor Chantre D. Pedro Bermúdez de Villalba (aquél que después comprara la casa de Martín Váez), para que informasen de lo ocurrido en el incendio de esta iglesia•, e imponiendo una pena de 225 ducados de oro a los incendiarios. Dos ai'los después -3 kal. 1539- se pide información para saber si con ese dinero se podrá restaurar la citada iglesia, o seria mejor que el Cabildo de Curas la emplease en censos. El día VII kal. Aug. de 1541, se encarga al Deán, y al Arcediano de Trujillo, la venta del solar donde primitivamente estuvo la Sinagoga judía y, después, la quemada iglesia de Sta. Isabel, en lo cual vemos ligados a los últimos Jerez con este asiento de Sta. Isabel. Se había seguido un proceso o pleito por el Abad y Cabildo de la Universidad contra Hernando Bravo, clérigo compañero, Mayordomo que se decía de la iglesia de Sta. Isabel. En el fallo del Metropolitano se admitían los autos formados por el Sr. Provisor, y que la razón y la justicia estaban de parte del Abad (Salamanca 16. Feb. 1543). . (Esta Iglesia fué quemada en los trastornos que hubo en tiempos de los comuneros). Y traemos estas notas a colación porque este solar fué adquido bajo el censo anual de 3.100 mrs. por Alonso De Toro, el cual edificó dos casas y las vendió a Pedro Martín •Zurrador•, con el mismo censo, pero sin notificarlo al Cabildo, por lo cual éste entabló pleito y el día 3 de diciembre de 1550 (cuando acaba de llegar Luis De Toro, ya médico, a Plasencia) llegan a un acuerdo Alonso De Toro (posiblemente tío de nuestro médico) y el Cabildo, otorgándose escritura ante Andrés García. Los linderos que se dan a estos mismos edificios son: las si, tuadas en la Plazuela de Sta. Isabel con salida a la calle de - 47-
TrujiHo por la calleja de Rodrigo de Carvajal Vallejo por una, parte con casas de Gonzalo González y por la otra con casas. que fueron de Pedro de Salamanca. 47. -El Doctor Lorenzo Galfndez de Carvajal es una figura seiiera· de la intelectualidad placentina, pues su vida (cuyo relato hacemos gracia por la corte extensión de estas notas) prestigia la ciudad que le vió nacer. Vió la luz en Plasencia el día 23 de dic. de 1472, en la casa que hacía esquina a la plazuela de la Catedral en la calle de .Sta. Maria, y que fué incorporada al convenro de Sta. Clara por donación del Racionero S6nchez de Tamayo el dfa 13 de junio de 1565. En dicha et1sa habfa, -Y le comunidad supo conservar con todo·esmero- doe salas muy notables por los artesonados con que estaban decoradas, habiendo sido reconocidos como verdadeNs obres de arte. Sus escritos, en los que se estudia el proceso histórico com· prendido desde el matrimonio de los Reyes Católicos hasta la entrada de Carlos V en Espaiia, permanecen inéditos y son muy poco conocidos.
48.-No es de nuestra incumbencia, ni preparación, decir de los actuales ingenios de Plasencia; pero seríamos ingratos, y ciegos a los méritos ajenos, si nosotros, del mismo modo que De TORO aprecia a los hábiles en la pluma, (tal vez en honor de quien compuso su Ms.) no festejáramos, desde aquf, los méritos -con nuestro agradecimiento- a cierta per· sona que, entre sus abundantes dones, se luce.con el perfecto dominio de la mecanografía. -49.-A poner coto y remedio a estas ambiciosas talas de nuestros bosques, vinieron las disposiciones que sucediéndose desde el reinado de D.ª Juana, siguieron con provisiones de Carlos V y de Felipe 11 ... , y aún se continúan en nuestros dfas. Nuestras ORDENANZAS, en el TITULO XII (f. 128 al 134) se ocupan y seiialan las formaR en que han de ser tratados y cuidados nuestros bosques, marcando multas y sanciones que caerán sobre los desobedientes. Así dice, por ejemplo: e .. . y - 48 -
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por cada rama que se cortase, siendo tan gorda como la muñeca de un braso de un hombre, pague seis mrs , y si fuera mas gorda que pague de cada rama cincuenta mrs ... • Ai,i mismo seiiala los lugares en los que los vecinos pueden cortar la madera necesaria para carros, leila, horcas, arados, y para las casas, sin que caigan, por ello, en penas, seiialando los montes que hay desde el Tiétar hasta la sierra que está entre el Valle y Traslasierra, «aguas vertientes a un cabo y a otro desde las cumbres hasta el rfo Xerete, e ••. quae incolis in Pinetis gratuito .•• , ha dicho De TORO, en páginas anteriores.
50. - Este pensamiento de De TORO lo hemos analizado en nuestra tesis doctoral, Capítulos Etiopatogenia (V) y Credulidades (IX).
51.- Se refiere a la primavera. Los folios que siguen en el Ms. han sido comentados muy ampliamente en nuestro trabajo de tesis «El Manuscrito de Luis de Toro,, Apéndice.
52.- Repetimos lo que dice De TORO «el que quiera verse libre de estas enfermedades, -entre otras medidas- «que beba el agua de las fuentes:. ... , y aclara «que óptimas las tienen los campos aunque un poco lejos de la ciudad,. Folios antes, (f. 24) nos las ha enumerado: la del Cantor, la de la Mimbrera, la de Miraflores, la del Ganso y la de la Serrana, de aguas «purisimas y salubérrimas,. Estas que enumera son fuentes públicas por eso, aquí, no cita a las dos particulares de la casa de Martin Váez, (la mas pró· xima que mencione tal vez sea la del Caiio Soso oculta bajo el nombre de la fuente del Ganso, por que con ese nombre no hemos podido situar ninguna, y ciertamente, la del Caiio Soso, viene marcada con la Cruz que la presidía, en su maravilloso plano. La lápida dedicatoria que, en preciosos caracteres góticos, existe en la fuente dice: e Esta fuente y camino hiso la Ciudad siendo Corregidor el muy magnifico señor Doctor Zárate. Acabóse año 1570». ¿Quiere decir esto que en el afio 1573 no corrían fuentes públicas dentro del recinto urbano? ¡Exactamente! Quien habla así es -
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un médico, ¡y gran médico!, que en lineas anteriores ha estudiado, muy acertadamente, el problema del agua como vehículo de enfermedades. Y está hablando de un Plasencia que presenta muy adornada, prodigando calificativos laudatorios; lo escribe para que sirva de orientación a un ilustre personaje el cuaJ, unos meses después, va a poder comprobar, por ciencia propia, todo aquello que leyó escrito para su documentación. ¿Puede ponerse en duda que de existir fuentes públicas, urbanas, De TORO hubiera silenciado este justo motivo de sentir• se orgulloso como placentino y como médico? Después de esta introducción vamos a documentar el problema del suministro de agua a la ciudad, problema del que hasta ahora no hemos oido, o leido, mas que detonantes aportaciones, algunas tan peregrinas · como mantener que el acueducto de San Antón es romano, o sostener que ea aquella construcción hay claras industrias del siglo XIII. Quien se tome la molestia -que se convertirá en agradable disfrute- de marchar por el viejo camino del Torno, verá a su izquierda, en las lindes de Navamojada y Navalonguilla, resto del acueducto que sirvió como primera conducción de agua a Plasencia. Salvaba el cerro de la Data por las traseras de las Hermanitas de los Pobres y pasando por el actual barrio del Cristo de las Batallas rompía a las murallas a lá altura de la Puerta de los Carros, para entrar en el recinto urbano. Esta primera conducción hizo correr las primeras fuentes pú· blicas. Mas hubo un Alcaide de la Fortaleza (que también era Corregidor) que queriendo subir a ella el agua, reventó los cai'los, y a partir de entonces el suministro no puede ser más defec• tuoso. Pasado el tiempo, y pensandose dar una solución radical y completa, analizados los defectos de la vieja construcción y en especial la imposibilidad de llevar, valiéndose de ella, agua rodada a todos los enclaves de una ciudad que se dispersaba dentro de murallas, (estando el principal núcleo de ca· sas en la parte media y baja de la vertiente meridional de nuestro suelo urbano) surgió el proyecto de la nueva conducción que haciendo entrar los cailos por la parte más . elevada abasteciera, con plenitud, a toda la ciudad. Estas aspiraciones
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debieron impulsar el proyecto del acueducto de los Arcos de S. Antón. Para nosotros aquella primitiva traída de aguas tuvo su origen en el pueblo árabe; pueblo que nos habitó larga y prósperamente, y que sin duda fué el creador y el artífice de las ricas huertas de nuestras riberas, y que quedó et sello de su religiosidad en los muros de la iglesia de S. Pedro, fabricando su lugar religioso sobre un viejo templo romano, cosa que nos creemos autorizados a suponer a partir del hallazgo de una Ara romana que encontramos enterrada en el suelo de aquel recinto. Y volviendo a nuestro problema. Si hubiéramos de creer a ciegas et documento de D.ª Juana, (documento que legalizan con sus firmas el gran ingenio placentino que fué el Dr. Carvajal, y un Licenciado Sosa, también posiblemente ligado a nuestra ciudad, y que se fecha en Valladolid a 7 de agosto de 1508) serla en época del Duque D. Alvaro, cuando que: cen esa
dicha cibdat en tiempo del Duque D. Alvaro se puso por obra de traer de una sierra una fuente con caños para la poner dentro desa dicha cibdat... » y tendríamos que ad· mitir que sería, todo lo más, el ai'lo 1455 el del comienzo de las obras, o intentos para traer et agua, pues es ese ailo et primero en que cuenta el tal D. Alvaro como Duque y por tanto el comienzo de csu tiempo>. Pero no puede ser asf puesto que la Carta de la Reina está promovida al reclamarse derechos para la fuente del Cabildo y esta fuente tiene grabada la fecha de t 440 y las armas de los Reyes Católicos; así que, cuando la Reina escribe: cla parte
de agua que de los dichos caños solian tener segund e de la manera e forma que la solia tener al tiempo que los dichos caños primeramente se hicieron sin les poner en ellos embargo ni ympedimento alguno, e los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al por alguna manera ... », si bien se refiere a tiempos que a ellos les son conocidos no niegan que fueran anteriores los derechos que: cdis que se le
dieron cuatro caños puestos en un pilón que está junto con la dicha iglesia e que en el dicho pilón estuvo la dicha agua muchos dias fasta el tiempo que Antonio de -
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Fonseca, que fue Alcaide y Corregidor desa cibdat, el qua/ dis que queriendo subir e meter el agua de los dichos caños en la Fortaleza della, que por estar muy alta se quebraron los dichos caños e se perdio el dicho edificio, e que la Reina mi madre, que aya santa gloria, seyendo in/ormada del provecho e salud que de la dicha agua venia a la dicha cibdat e ve2inos e moradores della mandó que se metiese como de primero ... », resulta pues, dando fé a la fecha de la taza de la Fuente del Cabildo que las aguas corrían públicamente, dentro de la Ciudad, antes de que naciera Isabel la Católica¡ y que la S. l. C. tenia el derecho de cuatro caftos, mucho antes de la fecha que se labra en esta fuente, fuente que se hace y dedica -por supuesto- en tiem• pos, ya de los Reyes Católicos, cuyas armas se graban, tam· bién, en la taza. Esto nos permite asegurar que había conducción de aguas a la ciudad antes de aquel Conde D. Pedro, primer seftor de Plasencia, a quien en 1442 se le dió este señorío, (por haberse negado Trujillo a la petición del Rey quien primeramente quiso darle aquella ciudad), y que por tanto, la -para nosotros- reconstrucción del viejo acueducto árabe fué hecha por el pueblo libre y llano de Plasencia, claramente anterior a las fechas que hemos quedado anotadas, perdién· dose, por consiguiente, la posibilidad de testimonios documentales aducibles. De esta manera, se hunde en los siglos la fecha del comienzo de suministro de aguas por conducción rodada de la sierra a nuestra ciudad, pudiéndose sostener, sin género de dudas, que antes de los Reyes Católicos y cuando aún en Plasencia no había mas Palacios que el del Concejo y el del Obispo, co· mo seftaló el Fuero, ya tenia fuentes dentro de la población. Perdida el agua por la acción de aquel Alcaide que quiso elevarla a la Fortaleza, y reconstruido «el edificio» es cuando se ponen caflos en la Plaza, y por el afio 1506 o 1507 «que al-
gunos de los regidores desa cibdat pusieron en dos partes della sus caños en barrios particulares, do algunos les era provechoso ... ,,· abuso que se cometía pues que siendo poca el agua que entraba acrecentabase el gasto sin cumplir el compromiso de dar cuatro caftos ~ la fuente del Cabildo¡ habiéndose negado el Concejo al requerimiento del Cabildo por - 52 -
que: «dis que no lo aoeys querido ha2er antes dis que respondistes que la compraren a dinero•. Estos caflos abusivos son el de S. Nicolás y el de S. Pedro, que ya figuran existiendo en 1513, y que en 1514 el 23 de junio, al formalizarse el nuevo acuerdo entre Cabildo y Ciudad, por la entrega hecha por el primero de 140.000 maravedís, -dado de gracia y no de obligación-, se estipula que en caso de faltar agua será la Iglesia preferida a las fuentes de S. Nicolás y de S. Pedro, y que la acometida para esta fuente del Cabildo se haría junto al cafto de las casas del Concejo. En 1529 sigue el Concejo sin realizar lo acordado y así vemos que el Procurador del Cabildo acude al Corregidor quejándose de que a pesar de no darse el agua se siguen haciendo obras en diversos puntos, y hasta concesiones a particulares. Pide que el agua venga primero a la Plaza, de allf a la Iglesia (téngase presente que habiendo dado 30.000 maravedís el seftor Obispo, que completaron los 140.000 del Cabildo, había adqui• rido derecho para recibir agua dentro de Palacio) y después a las otras dos fuentes, y el Procurador pide que sea derribada la fuente puesta en la plazuela de Carreteros. Todo lo cual nos ilustra sobre la prelación de las viejas fuentes placentinas, y nos acerca a sus fechas ciertas. En el acuerdo (acuerdos muy cambiados y constantemente renovados) se dice que el pilón de por «bajo del Lozado, ha de estar siempre lleno, y podrán los vecinos tomar agua de él, y que además este sobrante de los cuatro caños, vaya también al claustro. El 21 de octubre de 1513 se dá cuenta de que el Sr. Obispo D. Gómez de Toledo había librado sus 30.000 ma· ravedfs y el Cabildo acordó dar su parte y que desde luego se hiciese la fuente. ¿Qué fuente ... la del claustro, o acaso fué entonces ordenada la fabricación de la llamada del Cabildo la cual, a pesar de realizarse en este ai'lo de 1513, se labra con fecha y armas que conmemoren, la primera, la antigüedad de los derechos, las segundas, las armas de los Reyes que tal derecho reconocieron convirtiéndose así, esta fuente, en un monumento-homenaje? Una verdad, como es la presencia de esta fuente, encierra siempre un número impreciso de otras verdades mas difíciles de testificar. De todas formas digamos que el Cabildo reclama, ofici~lmente, los cuatro caftos y que - 53-
a su compás se habla, a raiz, del pilón de los cuatro cailos, no de la fuente que suministre cuatro caftos a un pilón. Desde la acción de aquel Alcaide, el suministro de agua a la ciudad, pasa por situación precaria. Las más de las veces no la hay, y cuando la tiene, su volumen es muy escaso. Por eso vemos decir en 1576 (tres aftos después del Ms. De TORO en que nada mienta de la existencia de fuentes públicas), al Cabildo ante la Cancillería de Valladolid, que «han pasado algunos años sin traer el agua a la ciudad, pero que reparadas las fuentes y cattertas, el Concejo se negó a respetar el antiguo derecho del Cabildo>,· y alega éste, en su favor, da Provisión de la Reina D.ª Juana, la Concordia de 1514, el mandamiento de 1529, y la costumbre de haberles dado dos caños antes de traer el agua de Romane/os y cuatro después>. La Cancillería sentencia el 3 de octubre de 1578 amparando al Cabildo; sentencia en revista el 26 de abril de 1580. ¿De dónde venia la captación anterior a Romanejo? ¿Ciertamente era aquella la captación árabe, y la que suministraba solo dos fuentes a la ciudad? Así lo creemos. Las transformaciones de la conducción fué como vemos, una constante sacarifta de dinero al Cabildo por los Concejos, según éstos se iban sucediendo. Y no acaba este espolio _con lo contado como puede comprobar el curioso que estudie et Legajo n.º 9 del Archivo Capitular que nosotros hemos cono• cido a través de la copia que de él tiene nuestro buen amigo D. Manuel Ofaz. Lo referido y anotado nos pone en claro que la vieja conducción de agua siempre adoleció de graves defectos y que se pasaron temporadas -de ailos- sin que hubiera suministro. En esa época de fracaso escribe nuestro De TORO su Ms. Vamos ahora, a averiguar cuando se decidieron a acometer la obra, de más altos vuelos, con el suministro de agua por una nueva construcción, entresacando para ello la documentación que ponga -a ser posible- de una vez para siempre, en su sitio, las fechas de la construcción del Acueducto de San Antón. Hay un documento que dice: «En el año 1566, Juan de Flandes, cantero, empezó a construir los Arcos de S. Antóm. - 54 -
Otros dos se suman para este esclarecimiento. Dice uno: 4:El 1 de marzo de 1571, se dió en Madrid Real carta para que la ciudad de Plasencia pudiera echar en <Sisa>, en los mantenimientos, hasta cuatro mil ducados, y facultad para tomar a censo dos mil ducados sobre la dehesa de Seminegros, que era propiedad de la obra de <Los Caños», para poder" acabar esta obra, que ya trata el agua muy cerca de la Ciudad>. Esta Real provisión fué leida por el escribano Juan Gutiérrez, al Corregidor D. Andrés de Zarate. Dice el otro: <El dza 1 de diciembre de 1571, el Concejo
acuerda tomar a censo veintiseis mil setecientos cincuenta maravedts, por escritura ante Gómez de Oropesa, escribano, para concluir el Acueducto>. En el mismo documento se hace saber que tas <arcas> están muy deterioradas. Estos tres documentos apagan muchas fantasías y ponen en si· tuación poco cierta la transcripción que hace Mélida de lo que vé escrito en los Arcos asegurando que que se hizo aquella obra en el afto 1574, siendo Corregidor D. Fernando Megia y Soto, Ortiz y Sosa, transcripción que debería tomarse, -si acaso- como anuncio de fecha y gobernadores que vieron la conclusión de la obra; y de ser así sabríamos que su construc· ción duró ocho aftos. Y para terminar, volvamos a consultar ese tesoro documental formado por las Actas y Libros del Cabildo ... , que estas si que son fuentes inagotables de curiosos detalles y pormenores. Oigamos que esta riqueza documental vive hoy gracias a la decisión tomada el día 20 de mayo de 1007 por el Deán y Cabildo que ordenaron se hiciese copia del «Libro Primero de Cabildos• que vulgarmente llaman «del Becerro>, que empieza en 1399 y termina en 14.33, inclusive, y que se compone de 171 hojas útiles, y la «Copia> llega a formar un libro de 429 hojas que aparecen todas ellas rubricadas por Andrés de Calahorra, Notario público, por las autoridades apostólicas y ordinaria del Obispado, quien las signa y rubrica. Pero, dejada esa nota de curiosidad, digamos -puesto que del agua estamos hablando- que entre los documentos capitulares encontramos en el afto 1578 algo que nos hace creer que,
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¡por fin!, el Cabildo gozaba del derecho que tanto reclamó, pues vemos a Cristóbal de Canales, maestro cerrajero, de 48 aflos de edad, y a su hijo Francisco Hem4ndez Canales, de 26 aflos, haciendo los cuatro caflos «del pilar del Enlosado> de la Catedral. Y en ese mismo afio se nos habla del primer «ca/tero• del que tenemos noticias qu~ se llamó Diego Ruyo, de oficio Maestro de cantería y que figura con el cargo muni• cipal de «oeedor de los caños de la Ciudad•. En resumen. Plasencia, desde tiempos muy remotos tuvo conducción de agua desde la sierra a la ciudad. A partir de un desacertado intento para dotar a la Fortaleza de agua, empezó a sufrir, las faltas -en largos periodos-, de este necesario elemento. Cuando se escribe este Ms. se sufre uno de ellos; pero a pesar de ser así, en el plano de la ciudad, creemos ver, a los pies de la torre del reloj, representado el pilón, una de las dos arc4icas fuentes públicas urbanas, 53.-Para los entendidos esta imagen es en todo parecida a otra que hay en la Catedral de Sevilla y a otra de la Catredral de Toledo diferenciándose, de esta última, en que aquella tiene modernizada la cara. Nuestra imagen estuvo siempre en el Altar Mayor, y era saéa• da en rogativas por la ciudad en las grandes calamidades y miserias públicas durante el siglo en el que se escribe este Ms. y en los dos siguientes, XVII y XVIII. (Digamos que la primer vez que se trajo en rogativas, procesionalmente, a la Virgen del Puerto a la ciudad, fué el 27 de marzo de 1589 con mo• tivo de una pertinaz sequía). Nos dice Benavides Checa que en 1892 D. Gregorio de la Con• cha, Arcediano de esta S. l. C., ignorando el mérito artfsti• co de esta imagen mandó limpiar con agua caliente y jabón, y fregar con fuerzas las caras de la Virgen y del Nifto, con lo cual desapareció la pátina, el barniz, destruyendo la ex• presión y la belleza. Ciertamente, hoy sigue siendo bella.
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.54.~Tetraforo, o cosa llevada por cuatro portadores, es el nom• bre con el que designa nuestro autor a las Andas sobre las que salía en procesión el Santísimo, y que tan triste fin tuvieron. Recojamos lo m4s saliente de lo que dice muy ampliamente, Benavides Checa, por ser poco conocido. Estas ricas andas dejaron de existir el jueves 25 de octubre de 1810. Fueron robadas del lugar en que se escondieron an· te la amenaza de la entrada de las tropas francesas. Este robo se atribuyó, en principio, a aquella soldadesca, mas quedó todo aclarado por el sacrist4n mayor de la Catedral, Ignacio García, que contó corno la partida del coronel Juli4n S4nchez, sacándole de noche de su lecho donde dormía, y llev4ndole a la Virgen del Puerto, le amenazaron con matarle si no de· claraba los lugares donde había ocultado los tesoros de la Catedral. Aquellos desalmados, se dice, que lucieron a modo de espuelas, por las mismas calles de la ciudad, los remates de las pir4mi· des de las andas. Nos queda la siguiente descripción que por orden del Cabildo hicieron los canónigos, Juan Gómez, Juan Herrera, Alonso de Llamas y Juan Gutiérrez, los cuales dicen: Son unas andas de plata sobredoradas, en que se lleoa en procesión el Santfsimo el dza del Corpus, que tienen un frisso sinselado, con los cuatro evangelistas y escudos, y las demás figuras del frisso zinseladas,· y encima del frisso una barandillas, que consisten en catorce balaustrillos con tantas bolitas de remate en cada una y doce niños dorados encima de la cornisa de los balaustres,· y enmedio dellos cuatro escudos de las armas de Nuestra Señora; a las esquinas, al pie ae las columnas, ocho medias lunas con unas figuras, todo lo dicho dorado. Y en cada columna seis Santos dorados, y sus pirámides y capiteles sin faltar de ellas cosa alguna. Y la cornisa que recibe los dos cuerpos de arriba, sobre que está el Pelicano, tiene seis Santos dorados pequeños y dos Angeles que tienen el escudo de las armas de Nuestra Señora en medio con una corona dorada ... > -
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Y sigue la meticulosa descripción de las andas que fuerQn construidas, ciertamente, en Espafta en el siglo XV a expensas de la S. l. C. y del obispo D·. Gutiérrez Alvarez de Toledo, opinando Benavides que posiblemente se hicieran en Plasencia y que dicha obra fué llevada a cabo por los celebrados artlfices Juan Blázquez y su hijo Francisco, ayudados por Zalama y Francisco de Toledo, ya que todos prestaron servicios semejantes, a la Catedral. Fueron estas andas las que sirvieron para, solemnfsimamente, tra,sladar el Santísimo de la Catedral Vieja a la Nueva, ofician• do el O~ispo D. Martin de Córdoba, para el que fué escrito el Ms. que comentamos. 55.-Buscando la presencia de Luis de Toro en funciones de Médico, actuando sobre miembros pertenecientes a la Catedral, sabiéndole arquiatra de D. Pedro Ponce de León, en· contramos las siguientes referencias en los libros del Cabildo: e El día 1 de febrero de 1555 acuerda el Cabildo dar dos ducados al año a Luis de Toro, médico, para que asista a los seises en sus enfermedades ... > y mas adelante, el 8 del mismo mes e Ytem los dichos Señores visto una petición que les fué dada por la que se pedía se pagase a Luis de Toro, Médico, dos ducados de salario que se le dá cada año por que cure a los seises desta lglesía, mandaron al señor obrero que f ué el año pasado se pague lo que dello se le deve, y al obrero presente se ponga en copia el dicho salario e se le pague conforme a los otro salarios,. En el mismo Cabildo, sigue: cE luego incontinente los dichos Señores visto una petición dixeron que mandaban e mandaron al Señor Racionero Sánchez, Mayordomo e obrero desta Santa Iglesia que pagase a Luis de Toro, Médico, lo que se le debe de salario porque curase a los seises a razón de dos ducados cada año e mandaron a mi el Srio. que le ponga dos ducados de salario en la copia de los salarios de la Fábrica,. En sus principios la S. J, C. tuvo seis cseises,. Después este
número se elevó a doce. En estos años del Ms., subió a veinte. Anotemos como hecho curioso que esa cantidad de dos ducados, que por sus servicios médicos a los e seises» le fué asignada, es - 58 -
la misma que costaba, y que él pagó, al Bachillerarse en Artes y Filosofía. 56.-Habfa muerto casi seis meses antes de fecharse este Ms., el día 17 de enero de 1573, a la edad de 63 años, en la Villa de Jaraicejo. 57.-La nota de Obispos de Plasencia que publica fray Alonso, copiada después por Juan Tamayo Salazar, Gil González Dávila, cierto anónimo manuscrito del que en su día hablare• mos, José Barrios, Lafuente, P. Gans, Alejandro Matfas, Ni• colás Dfaz Pérez ... , adolecen de las mismas inexactitudes que el manuscrito de Correas, que hasta ahora se tenía por el más antiguo, y que es una simple copia de las prelaciones episcopales de nuestra diócesis, sin mérito alguno. Con referencias de estas investigaciones sobre Obispos de Pla· sencia posemos una carta de Publio Hurtado que algún día daremos a conocer con la debida amplitud que merece, impro• pia de estas notas. Oigamos que hoy es aceptado que el primer Obispo de Piasen· cia fué D. Bricio, quien ocupa la silla desde 1190 a 1212, siendo natural de Burgos. A este prelado se debe la construcción de la ermita de la Cruz, hoy de Santa Elena, quien la madó construir para colocar en ella el Santo Cristo de las Batallas, en recuerdo del que se venera en Burgos. Delante de esta sagrada imagen juraban los caballeros y soldados de Plasencia, y de sus tierras, defen• der la religión y la patria, antes de ir a la guerra. 58.-Nadie, que sepamos, conocía por el nombre De TORRE MAGNA a la villa de Pasarón, y hoy lo sabemos gracias a De TORO. Es evidente que tal designación se opone a la de Torremenga -TORREMENGUADA-, como se llama un pueblo inmedia• to a Pasarón, más en el Valle, y en la carretera de Plasencia a Jarandilla. - 59 -
59. -Los términos de Campo de Araftuelos fueron seflalados co• mo dehesa Boyal de Plasencia en virtud de la Real Carta dada en Madrid el 21 de marzo de 151 t. 60.-EI bol arménico (arcilla ocrácea) es una tierra arcillosa -fe• rruginosa que fué muy empleada en medicinas, tanto por sus propiedades absorventes, como hemostáticas, y astringente. La tan festejada, antiguamente, tierra sigilata, o tierra se• llada de Lemnos, tiene poco mas o menos las mismas propie· dades del Bol Harménico. Nuestro autor en su libro médico (ff. 145 y 146) la incluye en los <polvos aromáticos> y la equipara al diamargaritón, también conocido por el nom· bre de «mano de Cristo•. En este grupo de medicamentos in· cluye y cataloga uno que recientfsimamente acaba de incor• porarse a la farmacopera de la época y que él, personalmente, tiene y usa, y que su buen amigo D. Gabriel de Paniagua hermano del Deán de aquel entonces, le ha enviado desde Cuzco; es la célebre piedra Bezaar. 61.-Alude a los restos que quedaban en su tiempo, y aún per• duran, de la que fué magnífica fortaleza en la que Velo Nieto, ignorando la fecha en que fué construida, ve grandes blo· ques de granito entre los cimientos que le dicen ser, probablemente, de construcción ibérica, siendo, en aquellas edades, núcleo de una citania. 62. -Medellfn fué fundada por Q, Cecilio Metelo, cónsul romano que la dió el nombre de Mettellum o Mettellinum, Caecilia Metallinum, y Castra Viceliana. El senado la elevó a colonia. (Ceán-Bermúdez). Está situada en el límite entre la Betica y la Lusitania a orillas del Guadiana. Fué la tercera y última mansión, del camino militar que iba a Mérida desde Córdoba, conservándose rui• nas de murallas, acueductos, castillos .Y laudes romanos. 63,-Es sutilfsima esta afirmación de De TORO que para tantos ha pasado desapercibida. Todos los municipios de nuestra co-
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marca contribuyeron a esta obra, pero preguntamos, ¿bajo cuál de estos nombres se esconden tantos pueblos que hoy son conocidos por designaciones de última hora? Todos sostienen que habfa cuatro lápidas. Estos autores son posteriores a De TORO. Se dice que estaban por parejas a uno y otro lado del Puente, a la altura del arco llamado de la Torre del Aguila. Se dice que eran de mármol. De TORO solo habla de una y dice que era de bronce.
La copia que hace Ambrosio Morales de esta lápida en la que
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está el nombre de los pueblos de Baflos de Montemayor, es como sigue: MVNICIPIA / PROVINCIAE / LVSITANIAE. STIPE / CONLATA.QUAE.OPVS / PONTIS.PERFECERVN / INDAGAEDITANI / TALORI / INTERAMNIENSES / COLANI / LANCIENSES. TRANSCVDANI / MEIDVBRI· GENSES / ARABRIGENSES / BANIENSES / PESVRES. ¿Bajo cual de estos nombres estarían designados los habitantes de nuestro enclave celtibérico? ¿Acaso bajo Transcudani?
* • • Y asf damos fin a las Notas que nos hemos permitido agregar a esta PRIMERA HISTORIA DE PLASENCIA Y DE SU DIOCESIS escrita por Luis de Toro, Físico y Médico de Plasencia el I de junio de 1573. Nos es muy grato hacer pública manifestación de nuestro agradecimiento a todos los que nos han ayudado, bien dejándonos documentos, o bien autorizando las reproducciones fotográficas. Muy especialmente seflalamos a D. Carlos García Córdoba, pues fué el primero en colaborar con nosotros en la traducción que vimos acabada en los primeros días de febrero de 1959, y a los seflores D. Agustín Jiménez y D. Juan Bautista Lobato, por su detenida labor de pulir y retocar la traducción que les presentamos.
Plasencia, 18 de Junio 1959,
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ERRATAS NOTABLES NOTAS Págs. y Lineas
3 10 4 6 5 11
5 14 11 36 21 16 22 12
24 14 .31
13
35
8
14 30 47 8
DICE
LÉASE
21 de abril de 1843 no será desarcetado a él enexionada y a su principal y núcleo urbano «Línea cardométrica estas notas; el reflejo iglesia de San José La inscripción completa decía:
21 de abril de 1483 no será desacertado a él anexionada y a su principal núcleo urbano «Línea cordométrica estas notas; reflejo iglesia San de Juan La inscripción completa dice:
El último punto de esta Nota debe estar entre paréntesis, por ser referencia a la lámina anterior.
que no sean sospechas
que no sean sospechosos
D. Diego de Jerte (13 kal. Martín 1537)
D. Diego de Jerez (13 kal. Martii 1537)
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DESCRIPCION
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DELA
CIUDAD Y OBISPADO DE
PLASENCIA POR
LUIS DE TORO PISICO Y MÉDICO DE PLASENCIA DEI. SIGLO XVI
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INDICE
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Página
PORTADA ............................... . SALUTACION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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PROLOGO ....... .. ... . ...... .. ...... ......
V
BIOGRAFIA DE LUIS DE TORO . . . . . . . . . . .
t-A
PRESENTACION DE ESTE MANUSCRITO.....
5-A
EL MANUSCRITO DE LUIS DE TORO. . . . . . . . . (Páginas impares en latín; pares, versión en espafiol)
t
Fe de erratas: latín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
109
espafiol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
t 11
DEDICATORIA AL EXCMO. Y RVDMO. SR. OBISPO DE PLASENCIA, del comentarista del Manuscrito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
115
NOTAS del comentarista del Manuscrito.........
1-B
e
e
Fe de erratas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62-B