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En la consulta del oftalmólogo pág

SIERRA DE GATA ONÍRICA (HISTORIAS, LEYENDAS Y ANÉCDOTAS) SIERRA DE GATA ONÍRICA (HISTORIAS, LEYENDAS Y ANÉCDOTAS)

cientos de camaradas en la batalla de Krasni Bor y acabó con sus huesos en el gulag de ordenó al Kapo que obligase al preso a obedecer la orden o de lo contrario ese día sería el final Karaganda. En ese lugar maldito, ideado por una mente enferma, fue donde coincidió con otros para ambos. El kapo golpeó a Pedro sin piedad,pero éste se mantuvo firme en su decisión;al cientos de españoles de toda índole:republicanos, socialistas, anarquistas, fascistas y final uno de los SSque había perdido la apuestase levantó y desenfundósu luger disparando comunistas caídos en desgracia,comoel célebre y laureadoValentín González “El Campesino”; ésta sobre los tres presos, los cuales quedaron inertes en el acto. y donde se dio cuenta del maniqueísmo de charlatanes y vendedores de crecepelo como los que tenía ahora enfrente de él,que con sus diatrabas envenenaban a unos y a otros.Los cuerpos fueron recogidos por los otros presos del campo,mientras uno de ellos certificaba la muerte de los mismos,e inscribía sus datos en un formulario que debía ser

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Por fin el picapedrero comenzó con la labor parala que se le había contratado y su entregado al oficial al mando de la administración del campo de exterminio de Gusen. En la nombre fue borrado del lienzo exterior de la parroquia de San Martín de Tous. Desde ese ficha de Pedro escribió con firmezasu nombre y apellidos, fecha de nacimiento, su población de preciso instante había dejado de ser uno de los miles de mártires anticomunistas,miembros de la origen en España, Valverde del Fresno (Cáceres),y los datos sobre su defunción.Cuando acabó División Azul,que había combatido en la Unión Soviética y a los que se les había dado por introdujo las fichas en un sobre y las dejó caeren un buzón dela barraca de la administración muerto.Su regreso en el buque Semiramis le habíadevueltoa la cruda realidad de una España delcampo para que al día siguiente fuese recogida por el personal de la misma.Así acaba el quebrada por el dolory con un futuro bastante incierto. largo periplo para una persona que hacía bastantes añosquehabía abandonado el soleado sol de

Sierra de Gata para acabar sus días en unatierra inhóspita de corazones gélidosde humanidad. LOS ONCE DE SAN MARTÍN DE TREVEJO62 El fuerte San Cristóbal de Pamplona era el lugar en el que aquellos once mañegos permanecían recluidosdespués de haber sido capturados en su poblaciónde origenpor las fuerzas afines a los militares golpistas durante un duro enfrentamiento armado a los piesde

Jálama. Llevaban allí bastantes meses encarcelados y la hambruna, los malos tratos y el intenso frío los estaba minando;por ese motivo se animaron a unirse a la fuga que varios cientos de presos republicanos tenían preparada para llevarla a cabo el 22 de mayo de 1938. Los días pasaban lentos y los integrantes de esa evasión cada vez se mostraban más impacientes;los nervios se encontraban a flor de piel y en alguna ocasión las discusiones enrarecían el ambienteentre los presos. Los organizadores de la fuga se esforzaban en pedir paciencia y discreción;pues no querían que todo se viniese abajo por una tontería después de tantos meses de planificación. Por fin llegó el día y la fuga se produjo tal y como estaba planeada y entre los casi ochocientos presos de esa prisión inmundaque se fugaron ese díase encontraban once de los treinta y cinco mañegos allí encerrados. Los evadidos tenían por objetivo Francia y a pesar de su debilidad física consiguieron dispersarse por los bosques y montes navarros; aunque la mayoría de ellos fueron capturados comoconejosacorralados por perros de presa.Junto a todosellos también fueros apresados aquellos mañegosfugadosque un día aciago fueron deportados a ese presidio como si de vulgares criminales se tratase. De los once mañegos que se evadieron,tres de ellos fueron asesinados vilmentedurante huida,y otros dos más murieron en la enfermería del fuerte.Hoy en día forman parte de esa memoria colectiva que cada cierto tiempo los recuerda, junto a sus compañeros de fuga, en esas tierras navarras que tantas atrocidades vieron durante la guerra civil;e incluso algún grupo de rock les ha dedicado recientemente una magnífica canción.

GUSEN61

Con toda seguridad la humanidad ha tenidoa lo largo de su existencialugares siniestros en los que los seres humanos han sufrido todo tipo de vejaciones; pero muy probablemente, en los últimos instantes de este periplo por el tiempo terrenal de una especie animal como la humana, jamás seamos tan conscientes del nivel de violencia ejercido contra nuestros semejantescomo la practicadaa mediados del siglo XX en el corazón de la cristiana y culta Europa. Pedro fue apresado en Francia durante una de las miles de redadas que practicaba la policía por aquellas fechas en el país republicano por excelencia y defensor de los derechos del hombre. De aquello ya hacía bastantes meses;ahora sobrevivía como podía entrelainmundicia y el horror ejercido por unos individuos cultos y aburguesados a los que una influencia sectaria les había enseñado cual era el camino correcto para la supervivencia de su especie. Derrumbado anímicamente, torturado psicológicamente y maltratado físicamente Pedro se negaba una y otra vez a obedecer las órdenes de los Kapos del campo. Sus principios le llevarían a la tumba,pero eso lo decidió hacemuchos años en una España llena de desigualdades y de injusticias, ahora aquellos escalones que transitaban por la inhumanidad más absoluta le habían sobrepasado y le habían llevado a decidir poner fin a su existencia en esta etapa de la humanidad de la que nada quería recordar. Uno de los Kapos le entregó una pala y siguiendo las instrucciones delcomandante del campo le ordenó que con la misma decapitase a otro preso que lucía,al igual que él,un triángulo azul con una S estampada sobre el mismo; cosido sobre su roído uniforme de presidiario. Pedro dejó caer la pala ante la atenta mirada de los guardianes del campo y del Kapo, mientras el otro preso permanecía arrodillado frente a él ofreciéndole su esquelético cuello para por fin liberarse de esta pesadilla que le había tocado vivir. Ningunode los allí presentes quería creer lo que veían, hasta la fecha ese acto de degradación humana siempre había dado el resultado esperado por parte de quienes lo ordenaban y había pasado a convertirse en un motivo más para apostar. El SS al mando le

61 Relato basado en la documentación del archivo Arolsen. 62 Relato basado en el libro de Félix Sierra e Iñaki Alforja: Fuerte San Cristóbal, 1938. La gran fuga de las cárceles franquistas

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