La Jefatura P rovincial de la Falange de Cáceres, re coge en esta publicación de la serie que viene editando su Biblioteca de Sem inarios, el texto de las Conferencias que fueron pronunciadas durante el pasado curso p o r va rios miembros de su Seminario de estudios económicos. Jamás ha existido en España un sistema político que haya profundizado, como el actual Régimen, en el análi sis de los problemas económicos, que constituyen nues tra preocupación más urgente, exponiendo a la opinión con absoluta lealtad sus causas y sus posibles solucio nes, y desde luego, nunca se ha intentado con seriedad y decisión un ensayo de reorganización económica de la vida del país con la amplitud de vuelos del que ahora se está desarrollando. La Falange de la Alta Extrem adura, no podía perm a necer ajena a esta inquietud nacional. P o r ello, nació este Sem inario de estudios económicos y, p o r ello, se en comendó a prestigiosas figuras de nuestra técnica la mi sión de desarrollar, ante los numerosos camaradas que siguieron con expectación este cursillo, el alentador pa norama de ¡o que es posible hacer, aún dentro de núes Ira limitación, en la empresa de m ejorar el nivel de vida provincial, como contribución a esa elevación, a ese an helo de superación nacional, que propugna nuestra p o li tica falangista. De cómo se logró el objetivo propuesto, aqu í está la prueba. E n los textos a los que sirven de prólogo estas líneas, se han expuesto de m anera sencilla, asequible a
iodos los curiosos, /as varias facetas que ofrece nuestra Provincia, en orden a l problema de una necesaria indus trialización. N i el Seminario, n i el Jefe P rovincial hemos pretendido que estos trabajos tengan la virtud taum atúr gica de mudar repentinamente las características de nuestra economía regional, ni la peculiar idiosincrasij de quienes pudieran y debieran poner en este empeño su contribución decisiva, sino simplemente crear un estado colectivo de opinión o, cuando menos, despertar un c li ma de curiosidad, que prepare el terreno a más fértiles iniciativas. Y en gran parte, nuestros propósitos se han logrado. Muchos, antes indiferentes a estos problemas, desperta ron de su letargo, a l descubrir la inmensa gama de posi bilidades que ofrecía su propia y desconocida tierra na tal; otros, encontraron orientaciones claras y factibles. para el tremendo drama diario de la desocupación forzo sa de una gran masa laboral; Jos más, hallarán en ¡a lectura de estos trabajos el punto de partida para futuras investigaciones más reposadas. Y nosotros, los falangistas de hoy, nos sentimos sa tisfechos de haber proporcionado el vehículo que sirvió a unos españoles competentes, a superarse en el cum plimiento de su deber. Desde estas líneas Ies reiteramos la gratitud por cuanto aprendimos de sus labios y por cuanto tiene de noble y desinteresado su esfuerzo, un esfuerzo que nada tiene de estéril y baldío, porque es análogo a l que en la guerra realizan tantos héroes anó nimos, que establecen una cabeza de puente, decisiva para la victoria final. EL JE F E PROVINCIAL,
A níanio ÓZu.o.da SáncAoü-Mtato.
Céceres, Noviembre de 1951.
CONFERENCIAS
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LA INDUSTRIA instrumento de la economía (Su evolución en España y ca n sas que han Influido en su retraso.-R acionalización eco nóm ica en zonas agrícolas.-Panoram a indus tria l de la provincia.-Producción, distribu ción y consumo de energía eléctrica)
PO R
Ambrosio Rodríguez Bautista In g e n ie ro J e fe de In d u s tria
Exornas, e Iltmas. Autoridades, señores, camaradas: H ace un año, en ]a ex p o sició n d e los d irefen tes tem as q u e c o n stitu y e ro n el Sem inario d e E stu d io s Sociales, se se ñalaba, co m o una de las causas básicas d e los p ro b lem as p lan tea d o s en el m u n d o , la gran tran sfo rm ació n q u e en su e s tru c tu ra económ ica se h ab ía p ro d u c id o en la ú ltim a cen tu ria, d e b id o a los avances d e la técn ica y aparición del m aqum ism o, sin q u e, p o r o tra p a rte , se h u b iese alcanzado el m ism o ritm o en p o lítica social, p ara in c o rp o ra r al d isfru te de las riq u ezas, cread as p o r el n u ev o sistem a, ex ten so s s e c to res de la p ro d u c ció n . P ero, si esto es c ierto y el fen ó m en o ha ten id o lugar co n carácter general y só lo g rad o s de d iferenciación para los países q u e ad q u iriero n un m ay o r auge en su desarro llo e c o nóm ico, n o es m enos cierto , q u e, al tra ta r d e e n c o n tra r fo r mas q u e rem edien o palien los actu ales p ro b lem as, h a b rá de co n tarse co n la m ism a causa originaria, co m o única b ase p ara e s tru c tu ra r los n u ev o s sistem as de vida. N o es suficiente la m ejor v o lu n ta d de los g o b ern an tes y el m ay o r idealism o p re sid ien d o to d a la o b ra de G o b iern o , si esta no está resp ald ad a p o r u na fu e rte eco n o m ía, q u e t r a duzca en realid ad es tan g ib les el deseo de b ien esta r d e los pueblos. E sta b ase eco n ó m ica, y así lo in tu y ó A dán Sm it, c u a n d o aún no se h ab ía iniciado la era del m aq u m ism o , es el trab a jo ; y en c ab ez an d o su o b ra Ricfueza de las Naciones dice: «£í trabajo anual de una ^Nación es el fondo c/ue la surte originalmente de todas íKluellas cosas necesarias y útiles cjue se consumen anualmente en ella».
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D e su valor y p r o d u c tiv id a d d e p e n d e rá la m a y o r o m e n o r r e n ta nacional y, consiguientem ente, p o r individuo, q u e al fin señalará el índice de riqueza y p ro s p e rid a d de los pueblos. La industria, c o m o in s tru m e n to d e stin a d o a a u m e n ta r la p ro d u c tiv id a d del trab a jo , es tan antigua c o m o el h o m b re mismo: la satisfacción de las necesidades obligaron g rad ual m e n te al ser h u m a n o , a m edida q u e aquellas aum en ta b an , co m o consecuencia del crecim iento d e población, a em plear su inteligencia en la tran sfo rm ación de los elem entos, q u e la N a tu raleza le ofrecía, en bienes d e u tilid ad o co n su m o . A hora bien, la industria, en su concepción económ ica ac tual de explotación, en la q u e intervienen la inteligencia, t r a b ajo y cap ital—este últim o en su más am plio sen tid o de ins tru m e n to , no sólo de re n ta sino de tr a b a jo —nace en las p o s trimerías del siglo XVIII, en q u e desaparecía la organización gremial, q u e, h a s ta en ton ces, co n su artesanía hab ía dese m peñ a d o en la econom ía de los p u eblo s el principal papel. Los d escub rim ientos científicos, y principalm ente la m á quina d e vap o r, dieron u n im p ulso gigante a la técnica y, con ella, la industria se desarrolla rápid am ente, ya que, al mismo tiem p o , la evolución en los tra n s p o rte s ab re espacios, insos p e c h a d o s h asta en to nces, al com ercio.
Evolución de la Industria en España y causas que han influido en su retraso España, d o n d e tan ta im portancia alcanzó la artesanía, en los Siglos d e O ro , y q u e h u biera sido, c o m o en Inglaterra, el núcleo central p ara desarrollar su gran industria, se e n c o n tra b a exhausta, en el m o m e n to de iniciarse el cam bio en la e s tru c tu ra económ ica del m u n d o , a causa del gran esfu er z o llevado a c a b o en la colonización de América, C o n tin e n te q u e absorvió las m ejores energías de la N ación y al q ue sa crificó su econom ía individual; ya q u e no se limitó España a m a n d a r al n u e v o m u n d o u n o s soldados, u n o s com erciantes y unos funcionarios, para el establecim iento de factorías, c o m o ce n tro s de drenaje, de la riqueza q u e habría de dis fru ta rse en la M etrópoli, igual q u e hicieron en sus colonias o tras naciones: allí fu eron, detrá s de los guerreros y c o n q u istad o res, labriegos con semillas y ganados de la P enínsu la, artesanos con útiles y herram ientas para sus industrias, m ineros con su técnica y el azogue de Alm adén, para b e n e ficiar los m etales q u e en cerraba el sub su elo Am ericano, y, en fin, d o c to re s , h o m b re s de ciencia y g o b ern antes, para o r ganizar política y adm inistrativam ente los nuev os territorio s. T o d o s e s to s elem entos tan calificados, q u e c o n trib u y e ro n a crear las nacionalidades americanas y a darle su actual es p le n d o r económ ico, re sta ro n esas energías a la península, q u e h u bieran sido necesarias, en los m o m e n to s q u e E u ro p a e m p e z a b a su gran evolución económ ica industrial. C onsecuencia d e esto v d e o tro s erro res políticos, fué
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q u e el desarrollo económ ico d e la península se re tra s ó un siglo, en relación con o tra s econom ías e u ro p e a s, pasando, en este in terv alo de tiem p o , d e ser la cabeza de un Im perio, a co n v ertirse en país colonial, p o r la en treg a d e n u e stro s m e d ios naturales a capitales ex tranjeros. La in d u stria y em p resa nacional d e cierta im p o rtan cia, p u e d e decirse q u e nace en E spaña en el siglo en q u e vivim os, p e ro , enseguida, se n o ta la in ferio rid ad d e la m ism a p o r el re tra so en su establecim iento y origen ex tra ñ o . El E stad o , q u e h asta e n to n c e s no había in terv e n id o más q u e con ca rác te r fiscal, tien e q u e utilizar los aranceles, no siem pre bien o rien ta d o s, co m o m edios d e p ro tec ció n a la in d u stria nacional; pero co m o esto no fu e ra suficiente, ya q u e la lucha arancelaria y las m edidas de p ro tec ció n , d isp en sadas a d eterm in a d o s artícu lo s, se co n v ierten en dificultades económ icas para o tro s negocios, hay q u e d ar paso a los t r a ta d o s d e co m ercio , co n c ed ien d o tr a to d e fa v o r a los países co n c ertan te s, m ediante el estab lecim ien to d e u n a tarifa m ás re d u cid a a d eterm in ad as m ercancías y o tra s co m pensaciones recíp ro cas. D a d a la insuficiencia d e esto s m edios, en 14 d e fe b re ro de 1907, se dicta la Ley de Protección !Nacionaí, p o r la q u e se obliga la adquisición d e artícu lo s nacionales, p o r p a rte del E stad o , a organism os oficiales, provinciales, m unicipales, concesiones d e servicios, o b ra s públicas y en tid ad e s p r o tegidas. La p o ca eficacia p ráctica d e tal L ey m o tiv ó la a p ro b a ción de la p ro te c c ió n de las in d u strias nuevas y desarro llo d e las ex isten tes, en 2 de m ayo de 1917, am pliada p o r la D ic ta d u ra con el Real D e c re to d e 30 de abril d e 1926, so b re concesión d e auxilio p ara el desarrollo de la in d u stria n acio nal. M ás co m o q uiera q u e el q u e b ra n to d e n u e stra in d u stria n o p ro ced iese sólo del e x terio r, sino tam b ién del in te rio r, co m o consecuencia d e la com p eten cia cread a p o r un e x c e si vo n ú m ero d e derm inadas m anifestaciones d e la p ro d u c ció n , en 1926, se creó el C o m ité R egulador d e la E conom ía N a cional, d e n tro del C onsejo de E conom ía N acional, a cu y a a p ro b a c ió n h ab ía d e so m eterse to d a in stalación d e in d u stria su jeta a trá m ite de previa au to rizació n . P ero esta d isp o si ción q u e d ó sin e fecto p o r Real D e c re to d e 29 d e fe b re ro d e 1930. D ero g ad as o q u ed a d as en suspenso p o r la R epública la m ayoría d e estas disposiciones, al m arasm o y tra n s to rn o d e
LA INDUSTRIA INSTRUMENTO DE LA ECONOMÍA
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tod o orden, que trajo a la Econom ía española, se unió la falta de medidas que la regulase y protegiese, ya que la anunciada Ley de Protección Nacional , no pasó de p royecto y el C onsejo O rdenador de la E conom ía Nacional creado en 1932, tam poco llegó a hacer nada que respondiese a su función. En estas co n d iciones, se inicia el g lo rioso M o v im ien to N acional, y E spaña, in d u strialm e n te, se e n c o n tra b a casi en estad o de colap so . D e u na p a rte , a fin de a te n d e r a las n ece sidades de la G u e rra d e L iberación, y, d e o tra , p ara e v ita r que, al calo r del estím u lo de la escasez de algunos artícu lo s, qu e lleva consigo to d a g u e rra , se crearan in d u strias q u e, u n a vez lib erad a E spaña, no fu eran necesarias o fu ese an tiec o nóm ico su fu n c io n a m ie n to , en A g o sto de 1938, se d ic ta la prim era disposición q u e reglam enta el E stab lecim ien to d e in d u strias n uevas. D icha disposición, d ic ta d a con el c a rá c te r provisional q u e exigían las circu n stan cias, se c o m p le tó , a la term inació n de la g u erra, co n el D e c re to d e 8 de sep tiem b re de 1939 y O rd e n M inisterial p ara su aplicación de igual m es y año, d ic ta d a p o r el M inisterio de In d u stria y C o m ercio . P ero no b a sta b a la regulación, ya q u e, p u e sta de relieve en n u e stra C ru z a d a la capital im p o rtan cia q u e para la vida de la N ació n tien e el c o n ta r co n las in d u stria s necesarias p a ra la g u erra y las m aterias prim as p ara la v ida, tra ta n d o al pro p io tiem p o de in d ep en d iz arn o s de cierto s p ro d u c to s e x ó ticos, era in d isp en sab le estim u la r la im p lan tació n d e in d u s trias d e acu sad o in terés nacional, c o n c e d ie n d o ciertas g aran tías y beneficios, q u e les asegurase u n d esen v o lv im ien to norm al. A este fin, se d icta la ley de 24 de o c tu b re de 1939, p o r la que a tales in d u strias se co n c ed en los beneficios d e e x p ro piación fo rzo sa, red u cció n de im p u e sto s y garan tía del E s ta do al cap ital in v ertid o . E stu d ia n d o un plan general d e in d u stria s d e in teré s n a cional, en el q u e van co m p re n d id as las de ab o n o s n itro g e n a dos, celulosa tex til, m ateriales p lásticos, alum inio, c o n s tru c ciones navales, ca rb u ra n te s, fab ricació n d e m aq u in aria y equipos d e tra n s p o rte s , etc., se inicia, c o n la in stalació n d e algunas y d e o tra s en p e río d o de m o n taje, la re c u p e ra c ió n económ ica española. Era n atu ra l y n o p o d ía o lvidarse p o r el n u ev o E sta d o , am bicioso en el d esarro llo d e sus p ro g ram as sociales, el d e s cuidar los m edios d e p ro d u c c ió n q u e , a u m e n ta n d o la re n ta
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nacional, los hiciese posibles. Y si bien en la puesta en prácti ca de estos avances sociales se ha ido con más rapidez de lo que hubiera sido conveniente a un perfecto equilibrio e c o n óm ico, por otra parte, era necesario deshacer injusticias y errores pasados, llevando a la confianza de la nación, que las directrices y postulados base de nuestro M ovim iento N a cional no serían letra muerta. Si a esto se añade el conflicto internacional pasado y la incom prensión extraña de los países victoriosos a nuestra recuperación económ ica, se com pren derá fácilm ente que esta no haya tenido el ritmo convenien te , para sustentar en cada m om ento las necesidades na cionales.
Racionalización económica en zonas agrícolas AI ser in v ita d o p o r el Excm o. Sr. G o b e rn a d o r Civil y Je fe Provincial del M o v im ien to , a to m a r p a rte en el Sem inario de E stu d io s E co n ó m ico s, en el q u e se h a d e p o n e r de m ani fiesto esta tra y e c to ria d e la p o lítica nacional, co n sid eré q u e el m ism o d eb ía te n e r c á rc te r provincial, d ed icad o al e stu d io de la riq u ez a y p o sib ilid ad es de la p rovincia, p u es si bien España co m o u n id ad eco n ó m ica hem o s d e con sid erarla in divisible, cu alq u ier exposición q u e aquí se haga y q u e c o n trib u y a a d ar iniciativas p ara el d esarro llo de sus m edios n a turales, no te n d rá m ás lim itación q u e las q u e im pongan las conveniencias nacionales, p ero g an arem o s d etalle en un sum and o q u e al fin está in teg ra d o en la eco n o m ía patria. La región ex trem eñ a, con su gran riq u ez a agrícola y ga nadera, p re sen ta co m o o tra s regiones españolas, de p areci das características, un fu e rte d esiq u ilib rio en su p ro c eso económ ico , causa fu n d am en tal del b ajo nivel de vida de sus h ab itan tes. Las activ id ad es reg io n ales—con po cas e x c ep cio n es—están lim itadas al com ercio d e los p ro d u c to s n atu rales, sin o tra s transform acio n es q u e las prim arias y, p o r ta n to , con au sen cia casi to ta l de u na in d u stria m an u fa ctu rera, q u e al d ar m ayor p ro d u c tiv id a d al tra b a jo y al ab so rv e r el p o tencial laboral en p aro , conseguiría un au m en to de la ren ta p ro v in cial y la co n sig u ien te elevación del nivel de vida de sus cla ses m ás m o d estas.
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P rese n ta n d o las regiones agrícolas y ganaderas el d en o m i n a d o r co m ú n d e b ajo nivel d e vida y p aro fre c u e n te , se c o n sidera que p u ed e ser una fó rm u la, p ara el rem edio eficaz d e esto s m ales, la ind u strializació n , d e n tro n a tu ra lm e n te de los lím ites q u e sean necesarios, para la p erfec ta conjugación de los fa cto res principales q u e intervienen en su econom ía. O b serv ad a así la provincia, vem os q u e dista m u ch o de ser una com arca in d u strial, ya q u e si to d a s las tra n sfo rm a ciones q u e en ella se realizan —ya hab larem o s m ás ad elan te de las m ism as—son, con m ás o m enos perfeccio n am ien to té c nico, las propias de su ex p lo tac ió n agrícola, lim itadas casi siem pre a la o b ten ció n de p ro d u c to s , sin p o ste rio r m anipula ción d e n tro d e la provincia. Es decir, nos e n c o n tra m o s en una C o m arca de grandes re n d im ien to s en p ro d u c to s d e la ag ricu ltu ra y de la ganadería, q u e son e x p lo ta d o s en fo rm a de una prim aria tran sfo rm ació n , sin p o sterio re s m anipulacio nes, b ase de la econom ía in d u strial, cu y a presencia sería el co m p lem en to eficaz, que hiciera posible la iniciación del p ro ceso de racionalización. A este re sp ecto , en la in tere sa n te o b ra Los Países olvidados, dice A ntonio R obert: «La sim biosis, a g ric u ltu ra -in d u stria , viene a se r el n ú cleo ce n tral del desenvolvim iento económ ico. Si, p o r una p arte , la p ro d u ctiv id ad d el trab a jo ag ríco la d e te rm in a la ca n tid a d de p o ten cial la b o ra l qu e p u ed e se r ced id a a in d u stria y servicios, ocurre, p o r o tra p arte, qu e el estím ulo m ás fu erte p ara el in crem en to de esta p ro d u ctiv i dad, es la absorción de m ano de o b ra ag ríco la p o r las in d u stria s. Las fáb rica s en servicio, al a b so rv e r p o ten ciales de tr a bajo de o rigen ag ra rio s, d ism in u y en las p o sib ilid a d es del m ism o en las zonas ru ra les , y com o consecuencia de ello los sa lario s ag ríco las tie n d en al alza, y los m ás alto s sa la rios, ju n ta m e n te con la escasez de brazos, p ro m u ev en la m ecanización y racio n alizació n de las ta re a s cam p esin as. La racionalización a g ra ria así p ro v o cad a p erm ite que la p roducción ag ríc o la se m a n ten g a e in clu so au m en te y, al m ism o tiem po, qu e la su p e rio r p ro d u ctiv id ad de la la b o r haga posible económ icam ente un alto nivel de sa lario s reales en el cam po. Con esto se au m en ta la cap acid ad ad q u isitiv a de los la b ra d o re s y se p o sib ilita qu e sea ab so rv id a p o r los m ism os u n a p arte de la p ro d u cció n o b ten id a p o r los o b rero s a g rí colas tran sfe rid o s a las fáb ricas. La o tra p a rte de ta l p r o ducción es a d q u irid a p o r estos m ism o s o b rero s, cuyo p o d e r de com pra se eleva, al p a sa r a u n a o cupación com o la in d u stria l, m ejo r re m u n e ra d a
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A m edida q u e la p ro d u c tiv id a d del tra b a jo agrícola a u m enta p o r la m ecanización, intensificación de cu ltiv o s y, en general, p o r la racionalización del tra b a jo en las tareas cam pesinas, se van a c o rta n d o las diferencias de salarios e n tre el ob re ro in d u strial y agrícola, p o r la m ay o r p ro d u c tiv id a d del trabajo d e éste y el p ro c eso de racionalización se ap ro x im a rá a la m eta de la u n id ad económ ica ideal. U n ejem plo de ésta se o b serv a en N o rte am érica , d o n d e la racionalización agraria ha sid o m uy intensa, ap ro x im an d o el valor de las re s pectivas p ro d u c tiv id a d e s del trab a jo agrícola e industrial, que ha d a d o lugar a la in co rp o ració n del cam pesino al c o n sum o de artícu lo s y d isfru te de servicios, q u e si satisfacen necesidades m enos elem entales, co n stitu y e n , sin em b arg o , el índice d e b ien estar y alto nivel d e vida d e estas clases. E x p u esto lo q u e an teced e, veam os si tien e posibilidades la p ro d u c c ió n provincial para la creación de una in d u stria acoplada a su p eculiar fisonom ía; y para ésto , he creíd o c o n veniente h acer un ligero e stu d io de sus activ id ad es in d u s tria les, para q u e, co n o c ie n d o lo q u e está en m archa, p u ed an apreciarse con m ás clarid ad los vacíos q u e en su o rg a n iz a ción ec o n ó m ico -in d u strial aparecen, las m ejoras q u e en las instalaciones actuales son precisas para o b te n e r m ejores re n dim iento s y calidades y, en fin, to d o aquello q u e p u ed a c o n trib u ir a h acer re salta r la viabilidad de im p lan tació n d e o tra s activ id ad es.
LA INDUSTRIA INSTRUMENTO D E LA ECONOMIA
Panorama Industrial de la Provincia
In d u s tria s d e rira d a s de las
tierras y la s piedras.
M a te ria le s de construcción.
Es de so b ra co n o c id a la b o n d a d d e las calizas de esta provincia, y especialm ente las ex isten tes en las p ro x im id a des de esta capital. La industrialización d e las m ism as se ha lim itado a la o b ten ció n de la cal en h o rn o s in term iten tes q u e, ap a rte del gran co n su m o de c o m b u stib le q u e lleva c o n sigo el p ro c ed im ie n to , en m uchos casos hace d esm erecer la calid ad d e los p ro d u c to s. , A pesar de q u e esta in d u stria en sí h a te n id o m o m en to s d e gran auge económ ico, n ad a se ha hech o en c u a n to a m e jo ra s de los p ro c ed im ie n to s d e fabricación, q u e, asegurando con la calidad el m enor co ste d e p ro d u c c ió n —p o r el ah o rro de c o m b u stib le en una fabricación c o n tin u a —, las hu b iera p re p a ra d o para ac tu a r con grandes ventajas en el m ercado, en tiem p o s de m ay o r com p eten cia. T a m p o c o ha surgido ninguna in d u stria en la ex p lo tació n del granito y pizarras d e gran calidad q u e existen en zonas d e esta provincia, lim itándose las p equeñas m anifestaciones industriales, q u e hay de este tip o , a abastecim ientos m uy re d u cid o s d e ca rác te r local. En la elaboración de piedras artificiales, artículos de h o rm i g ó n y ce m e n to y fabricación d e m ateriales de co n stru c ció n ,
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po co d e im p o rtan cia existe en la provincia, y si bien en los m ateriales fa b ricad o s a b ase de cem en to existe la d ificu ltad del m ism o en esto s m o m en to s, q u e lim ita las p o sibles in s ta laciones y am pliaciones, no o c u rre lo m ism o con la in d u s trialización d e arcillas. F u era d e d o s in stalaciones d e cierta im p o rtan cia p ara la fabricación d e tejas y ladrillos, q u e disp o n en d e h o rn o s c o n tinuo s, las dem ás son d e tip o ru d im en tario . Las necesidades d e la co n stru c ció n en to d a la p rovincia, y especialm ente en aquellas zonas d o n d e su d esarrollo e c o nóm ico acusa m ay o r in cre m en to , le o frecen a estas in d u s trias p o rv en ir, siem pre q u e d ispongan de m edios y o rg an i zación ad ecu ad a para la fab ricació n d e m ateriales de calidad a precio eco n ó m ico , fa c to r este últim o q u e n o p u ed e alcan zarse p o r los bajos ren d im ien to s térm ico s que se o b tien en en las actuales instalaciones, ta n to d e co cció n co m o d e se cado. La fab ricació n de cem e n to , aun c u a n d o la in stalació n re q uiere u na inversión de capital de cierta im p o rtan cia, d e b e ría ser o b je to de estu d io , ya q u e el a p a rta m ie n to d e esta región de los cen tro s p ro d u c to re s ju stifica su em p lazam ien to , si dificultades de o rd e n técn ico no lo im piden.
F u n d ició n de h ie rro y construcciones
electromecánicas
La in d u stria m etalúrgica, m ecánica y de co n stru c ció n eléctrica n o tienen rep resen tació n en la p ro v in cia, si e x c ep tu a m o s los talleres d ed ica d o s a la rep aració n d e au to m ó v iles y m aquinaria agrícola, q u e la g eneralidad no se d istingue p o r la im p o rtan cia de sus elem entos. Se deja n o ta r la falta p ara las aten cio n es provinciales d e la existencia de un taller d e cierta im p o rtan cia, con sección de fu n d ició n , q u e p u d iera ate n d e r las rep aracio n es, re n o v a ciones e instalaciones de una in d u stria característica y de gran v olum en, co m o lo es la d e ex tracció n d e aceite d e oliva, y com p lem en taria d e ex tracció n de aceite de o ru jo y ja b o nería. En la actu alid ad , p ara las nu m ero sas ren o v acio n es d e la m aquinaria, d e las fáb ricas e x tra c to ra s y las d e nuevas ins talaciones q u e se llevan a cab o , el utillaje se sirve p o r talle
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res estab le cid o s en L evante y A ndalucía. La im p lan tació n d e u n a in d u stria d e e ste tip o , q u e al m ism o tiem p o atendiese a la rep aració n d e m aquinaria eléctrica, te n d ría sin d u d a una vida p ró sp e ra , com o las q u e llevan las existentes en o tra s regiones d e las m ism as características, q u e e stán o rien ta d as «n estas especialidades.
In d u s tria q u ím ica
La rep resen ta ció n d e la in d u stria quím ica no p u ed e ser m ás m o d e sta , si se ex c ep tú a la fabricación de su p erfo sfato s y ácid o su lfú rico en A ld ea -M o ret, y la destilación seca de m ad era en Plasencia, con la o b te n c ió n de alq u itrán , a c e ta to cálcico, alcohol m etílico y acetona. El re sto de lo q u e p u d iéram o s llam ar p eq u e ñ a in d u stria quím ica, está c o n s titu id o p o r las instalaciones d e jab o n ería, o b te n c ió n d e lejías, la b o ra to rio s q u ím ico -farm acéu tico s y una in stalación d ed icad a a la fab ricació n de insecticidas. N in g u n a d e ellas, p o r los m edios d e q u e d isp o n e o p o r los p ro d u c to s con seg u id o s, m erecen excepcional co n sid eració n . La p eq u e ñ a in d u stria quím ica, b asa d a en los p ro d u c to s n atu ra les de la com arca, algunas d e las cuales no requieren grandes desem b o lso s de capital, p o d ría te n e r fácil arraigo en e sta p ro v in cia, y así, e n tre o tra s m uchas, p o d rían citarse las siguientes: O b te n c ió n d e e x tra c to s c u rtie n te s, p a rtie n d o d e c o rte z a s y re sid u o s forestales, d e los q u e existe un déficit en el m e r c a d o nacional y son o b je to d e im p o rtació n . A p ro v e ch am ien to d e re sid u o s anim ales—carnaza, sangre y h u eso s d e anim ales m u e rto s —para la o b ten ció n de grasas in d u striales, colas, gelatinas, ab o n o s y piensos. D estilación de p lantas aro m áticas, p ara la ex tracció n de aceites esenciales y rectificación d e los m ism os con o b te n ción d e p ro d u c to s d e alta calidad y precios. E sto s artícu lo s tienen un m erc ad o seguro en el país y en el ex tran jero , siem p re q u e su calidad se c o lo q u e a la a ltu ra q u e esos m ercad o s re q u ie ren , p ara lo q u e no existe h o y p ro b lem a técnico al guno.
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A p ro v ech am ien to d e los o ru jo s de u v a para la o b te n c ió n de aceite de granilla y alcohol. Refinerías d e aceite, d e sd o b la m ie n to d e grasas, o b te n c ió n ilcg licerin a y rectificación d e las m ism as, h id ro g en a ció n de Kiasas y o b te n c ió n d e p ro d u c to s d e te rg e n te s, fa rm a c é u ticos y d e to c a d o r. A p ro v ech am ien to d e los o ru jo s d e aceitu n a, e x tra c ta d o s para d estilació n , con o b te n c ió n de alq u itran es, am oníaco, écido acético , alco h o l, e tc. E sto s o ru jo s, en la actu alid ad , a Íjesar d e sus altos p recio s, son q u e m a d o s en las m ism as fájricas e x tra c to ra s d e aceite d e oliva y los re sid u o s en fá b ri cas de ex tracció n de aceite de o ru jo . Si se tien e en cu e n ta q u e el o ru jo e x tra c ta d o seco es un c o m b u stib le de escasa p o ten cia calorífica, q u e su actual fo r ma d e utilización co m o c o m b u s tib le —arro ján d o le so b re p a rrilla in a d e c u a d a — es ab su rd am en te an tieco n ó m ico , q u e, sin em b arg o , este re sid u o es un v e rd a d e ro m anantial de s u b p ro d u c to s útiles para la in d u stria, cap az d e crear to d a una ga ma de nuevas activ id ad es, se co m p re n d erá fácilm ente el gran d e rro c h e q ue re p resen ta su actu al utilización, en una nación de p o sib ilid ad es eco n ó m icas m uy lim itadas. La im p o rtan cia del ap ro v ech a m ie n to de los m ism os es tal, que p o r el In s titu to N acional de In d u stria se está e stu d ia n d o la im plantación de u n a gran facto ría, para el ap ro v ech a m ie n to de aquellos, d esp u é s d e los ensay o s fav o rab les q u e en la industrialización de resid u o s agrícolas se han llevado a cabo. A esta serie de in d u stria s, q u e se h aría in term in ab le, y a la q u e h a b ría q u e su m ar las in d u strias q u e co nsum irían esto s p ro d u c to s, p u ed en añadirse las q u e se co n sid eren necesarias, tan p ro n to se in crem en ten los planes d e reg ad ío , co m o son la instalación de alguna in d u stria azucarera; y te n ien d o en cu e n ta los g ran d es d eseq u ilib rio s de co n su m o d e energía eléctrica en ciertas épo cas del año, p o r las grandes p o ten cias instaladas en la z o n a d e riego, p u d iera ser in tere sa n te, a fin de alcanzar un alto coeficiente de u tilización de las in stala ciones d e tra n s p o rte y tran sfo rm ació n , la im plantación d e fabricación de a b o n o s n itro g en a d o s p o r síntesis de am oniaco, en el n o rte d e la p ro v in cia, y la de c a rb u ro s m etálicos, en el
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Industria de extracción de aceite de oliva
E sta in d u stria, co n carác te r general, n ecesita m o d e rn iz a r sus instalaciones (ya q u e m ás de un 70 p o r 100 d isp o n e d e m edios ru d im en tario s) p ara o b te n e r b u e n o s ren d im ien to s y las calidades c o rre sp o n d ie n te s a la b o n d a d d e los fru to s d e esta zona. A p a rte d e esta ren o v ació n d e m aquinaria necesaria, re cogida p o r b a sta n te s in d u striales, se co n sid era preciso en su organización, d e ste rra r el sistem a d e m o ltu ració n a m aquila, p o r el d e v e n ta o cam b io d el fru to , p u es el p rim ero lleva consigo un re tra so en la m o ltu ració n y u n a u m en to en los precio s d e co ste. A lcanzadas las calidades d e aceite q u e son d e esp erar, se estaría en condiciones, c u a n d o las circunstancias lo p erm itie ran, d e o b te n e r tip o s d e aceites en v asados p a ra la e x p o rta ción, ab rién d o se un am plio cam p o com ercial a esto s p ro d u c to s d e calidad, ta n to en el á m b ito nacional co m o en el in te r nacional, d a n d o lugar esta fase com ercial a in d u strias auxi liares, co m o la d e co nfección d e envases e im presión tip o gráfica so b re m etal. P or la íntim a relación q u e tienen con la ex tracció n de aceite d e oliva y, al m ism o tiem p o , p o r el volum en d e m ano d e o b ra no especializada, q u e re p resen ta la fabricación d e capachos d e e sp a rto u o tra s fibras, sería in tere sa n te el e sta blecim ien to en la provincia d e varios talleres d ed ica d o s a este tra b a jo , q u e po d rían ab so rv er, en las ép o cas de p aro , el potencial laboral s o b ra n te en el cam po y , fu era de estas é p o cas, c o n s titu ir p ara el o b re ro agrícola una fu e n te d e ingresos su p lem en taria, y a q u e su fab ricació n no re q u ie re m aq u in a ria alguna ni con o cim ien to s especiales y el tra b a jo p u e d e realizarse en el h o g ar, n ec esitán d o se tan solo la organización qu e facilite la m ateria prim a y ejerza las fu n cio n es c o m e r ciales.
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Molturación de cereales
O tro tanto de lo dicho respecto a la industria de aceite, conviene aplicar a la m olturación de cereales, pués salvo algu nas instalaciones, la generalidad están necesitadas de m ejo ras y renovación de maquinaria, para obtener altos rendim ietos y calidades, que las prepare para el abastecim iento de otras industrias com plem entarias, com o la preparación de purés, pastas para sopas, galletas, productos diatéticos, etc. El actual desabastecim iento del m ercado nacional en ce reales y leguminosas no puede ser obtáculo para la posible implantación de estas industrias en el futuro, pues la preten dida saturación del m ercado de consum o, con la capacidad actual de algunas de esas instalaciones, no puede aceptarse, ya q u e, en materia de alimentación, España es uno de los países más atrasados del M undo, y las necesidades del espa ñol m edio son considerablem ente superiores a las que sentía en 1936 y tienden a crecer, a medida que mejora el nivel de vida.
Industria conservera
Aún cuando parece justificado el establecim iento de in dustrias conserveras de frutos y hortalizas de cierta im por tancia en esta provincia, hasta ahora, la m anifestación de las mismas es pequeña. Se podría alegar que su implantación ha venido dem orándose, a causa de la escasez de ciertas prim e ras materias, com o el azúcar y la hojalata, pero aún cuando esta escasez tendrá su térm ino, la industria establecida la ha soportado, limitando en ese tiem po la fabricación a ciertos artículos y buscando otro tipo de envases de vidrios o cerá micas, con que salvar esta escasez. T en ien do en cuenta la importancia de la extensión que en el futuro estará puesta en riego, es interesante el estable cim iento de estas industrias, que serían reguladoras de los
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m ercados de co n su m o y perm itirían el ap ro v ech a m ie n to de los fru to s d e fe c tu o so s y d e los resid u o s. C o m o v arian te de esta in d u stria, q u e am plía su cam po d e acción a p ro d u c to s d e la ganadería, co m p lem en to de las ex plotaciones d e esta zona, sería co n v en ien te la im plantación de instalaciones d e d esh id ra ta ció n , que perm itan dism inuir el volum en en los tra n s p o rte s d e p ro d u c to s vegetales, leche y forrajes. La técnica de la d esh id ra ta ció n se co n sid era h o y resuelta, para la conservación d e p a ta ta s, pim ientos, cebollas, guisan tes y espinacas, tra b a ja n d o activ am en te la investigación am ericana en el d escu b rim ien to de estab ilizad o res de grasas, q u e perm itan am pliar el cam po de aplicación. La econom ía, q u e este sistem a re p o rta , si las conservas son co nsum idas en plazo lim itad o , es grande, ten ien d o en cu e n ta q u e su envasado no req u iere condiciones especiales y las p érd id as d e p reparación son m ínim as, co m o o c u rre co n la p a ta ta , en q u e no rm alm en te en el pelado se pierden un 20 o 25 p o r 100, que es re d u c id o en la p re p aració n a m á quina p a ra el secado. E stas instalaciones perm iten el ap ro v ech am ien to de s u b p ro d u c to s y del p ro d u c to d e fe c tu o so , para la o b ten ció n de féculas, piensos, aceite d e sem illas, etc. Sería con v en ien te el estu d io de estas instalaciones, te n iéndolo e n c u e n ta — , si los volúm enes de p ro d u c c ió n y las distancias d e los ce n tro s d e consum o, lo aconsejan— para la d esh id ratació n parcial de la leche, p o r econom ía de tra n s p o rte y m ejoría posible en su conservación; para conservas d esh id ra ta d as d e pim ientos, p a ta ta s y guisantes, con a p ro v e ch am ien to d e su b p ro d u c to s, en o b te n e r piensos, féculas y aceite de semilla; para conseguir piensos, con posibilidades de secado de hierbas, legum inosas forrajeras y, especialm ente, la hoja y c o ro n a de la rem olacha azucarera, de gran p ro d u c ció n en España y posiblem ente en esta provincia, cuyo p ro b lem a d e secad o se ha re su elto en A lem ania, em pleando secad ero s co n tin u o s o de suspensión en aire caliente. Los ensayos q u e de este secado se han realizado en España, en una in stala ción p ilo to se han o b te n id o piensos d e la siguiente c o m p o sición: 13 p o r 100 de p ro teín as; 1,1 p o r 100 de grasas; 10 p o r 100 de azúcar, v alorada en glucosas; 4, 5 p o r 100 de e x tra c tiv o n o n itro g e d o y 13 p o r 100 d e celulosa. P or este t r a ta m ien to , p a rtie n d o de una p ro d u c ció n norm al de rem olacha,
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la del año 1936, se h u b iera n o b te n id o 90.000 T m . de piensos do esta co m p o sició n . A pesar d e la im p o rtan cia de la riq u eza g anadera d e la provincia, d e po cas in stalaciones con c a rá c te r in d u strial se dispone en la m ism a. Se carece p o r co m p leto de in stalacio nes d e frío artificial con ca p acid ad ad e cu ad a para la re g u la ción del m ercad o co n su m id o r. Es inexplicable có m o los in tereses g an ad ero s de esta p ro vincia no h ayan en fo cad o d ec id id a m e n te esta cu e stió n , co m o m edio de d efensa de esta riq u eza en tiem p o s de n o rm alid ad de m ercad o s, y básicas estas instalaciones p ara cu a lq u ie r o r ganización com ercial de ca rác te r provincial, o rien ta d as al co n tro l y re g u larid ad de p recio s, que so n fun d am en tales en la econ o m ía de esta región. E stas instalaciones llevarían consigo las d e sacrificio de ganado y ap ro v ech a m ie n to d e resid u o s, ya ex p u esto s a n te rio rm en te. El ca p ítu lo de ap ro v ech am ien to d e pieles daría lugar a u n a fu e rte in d u stria en la provincia, con gran influen cia en el m ercad o nacional. En la ac tu a lid a d lo p o co q u e existe no está p ro p o rc io n a d o , ni p o r la ca te g o ría de sus in s talaciones ni m edios eco n ó m ico s, al vo lu m en de p ro d u c to s que se recogen, q u e en gran p ro p o rció n pasan con una p ri mera prep aració n de secad o y salado a o tra s provincias, p a ra p o ste rio re s elab o racio n es, sirviendo d e m ateria prim a a una in d u stria m a n u fa ctu rera p o r excelencia. La in d u stria del c u rtid o p u ed e y d eb e arraig ar en la p r o vincia, p ro p o rc io n a n d o el d e b id o acab ad o a los cu e ro s y pieles del ganado vacu n o , equ in o , lanar y ca b río , d an d o lu gar al m ism o tiem p o al nacim iento de talleres de artícu lo s de piel e, incluso, p o d ría florecer una in d u stria de calzado de relativa im p o rtan cia, p o r c o n c u rrir aquí los fa cto res m ás fa vorables a cu alq u ier instalación de este tip o : la m ateria p ri ma a b u n d a n te y m ano d e o b ra de cierta trad ic ió n . N o q u iero ex ten d e rm e m ás en la n u m eració n de o tra s actividad es, a las q u e p u d iera n d ar lugar m aterias tan califi cadas en la ec o n o n o m ía de la p rovincia co m o son la lana y el algod ó n , cultiv o este ú ltim o tan e x ten d id o en la p rovincia, ya q u e am bas van a ser o b je to de e stu d io en este C iclo de C onferencias, p ero q u e p o r sí solas han c o n s titu id o la base de p ro s p e rid a d de o tra s com arcas. Lo ex p u e sto b asta para co m p re n d e r q u e el estab lecim ien to de ciertas actividades es posible, q u e la p ro d u c ció n de m aterias prim as tien e v olum en e im p o rtan cia para ju stificar
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su a p ro v ech a m ie n to , h asta la fase q u e aconsejen los in te re ses nacionales, y q u e solo es necesario el co n c u rso d e la ini ciativa y el capital, cap az d e p o n e r en m arc h a estas ac tiv i d ad e s, q u e, a p a rte d e e n c o n tra r u n b u e n re n d im ien to en las inversiones, co n trib u iría d e m anera decisiva a re v alo rizar y a d a r solidez, en tie m p o s d e m ay o r co m p ete n cia, a la riq u eza básica d e la región.
Producción, distribución y consumo de energía eléctrica E x p u estas las activ id ad es indu striales d e la p rovincia, se co m p re n d e fácilm ente q u e, siendo la em p resa eléctrica en su iniciación un^'negocio ¡industrial m ás, sin o tra o rien tació n ni lim itación queiíservir los intereses p artic u la res del capital confiado a su ad m in istració n , las in stalaciones en principio surgieran d o n d e el clim a in d u strial les fué m ás p ro p icio , sin tener, p ara n ad a en cu e n ta las n ecesidades q u e en el fu tu ro p u d iera te n e r la eco n o m ía española p ara su d esarro llo . Si añadim os a esto q u e la técn ica del tra n s p o rte a m uy altas tensiones y g randes distan cias es re lativ am en te m o d ern a , nos en c o n tra re m o s con las causas del re tra s o en la electrifi cación d e esta zo n a, p o r el alto c o ste d e la co n stru c ció n y la gran d istancia a los ce n tro s co n su m id o res d e las im p o rta n tes fu e n te s d e p ro d u c c ió n , q u e h u b iera n p o d id o surgir en esta provincia, y p o rq u e , h asta ép o ca bien recien te, los c o n sum os d e la m ism a no p o d ía n h acer in te re sa n te este m e r cado. La ac tiv id ad de la em p resa eléctrica en su co m ien zo , sin interven ció n estatal, q u e con visión del co n ju n to del p ro b le ma eléctrico h u b iera d a d o u na o rien tació n al servicio de los intereses nacionales, se lim itó al a b a ste cim ie n to de los p rin ci pales ce n tro s de co n su m o y a la co n stru c ció n d e las o b ra s, en s u ’m ayoría de m en o r co sto , en esas zo n as in d u striales. N o es d e e x tra ñ a r q u e , al final d e esta p rim era e ta p a , la región ex tre m eñ a, y c o n c re ta m e n te la p ro v in cia d e C áceres,
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co n un g ra d o d e in d u strializació n bajísim o, gran extensión superficial y sin grandes ce n tro s de p o b lació n , q u e hicieran in tere sa n te el m ercado, se en c o n trase en el asp e cto eléctrico en to ta l ab a n d o n o . Así, en el año 1934, la provincia, sin conexión con fu e n tes d e energía d e im p o rtan cia, e sta b a servida p o r ciento cator ce centrales, e n tre hidráulicas y térm icas, p ara servicio local o p eq u e ñ a zona, y con p o ten cias m edias instaladas e n tre 500 y 5 K. V . A., incapaces, d e sd e cu alq u ier p u n to q u e se m ire, para h a c e r fre n te a los co n su m o s actu ales, au n q u e se re c u e rd e co n nostalgia la n o rm alid ad del servicio en a q u e llos tiem p o s. Basta te n e r en cu e n ta q u e el co n su m o m edio p o r h a b i ta n te -a ñ o , en 1935, no llegó a los 10 K w -h, y el alcanzado en el año 1950 h a sido ap ro x im ad am en te d e 40 K w -h, para la m edia nacional de 270 K w -h, lo q u e hace su p o n e r q u e, con aquellos m edios, difícilm ente se h u b ieran p o d id o a te n d e r las necesidades d e a lu m b ra d o d e la provincia, aún d e n tr o d e su m odestia. N o q u ie ro con e s to v alo rar m enos el esfu erzo q u e su p u so la instalación de esto s p eq u e ñ o s ce n tro s, q u e, al fin, fu e ron la avanzada de la p ro d u c c ió n y q u e, co m o an terio rm en te ex pongo, resolvieron en su m o m en to los p ro b lem as d e consum o; y en o tra s regiones d e iniciativas m ás am biciosas y d e co n c u rso d e capital m ás am plio, h an c o n stitu id o el n ú cleo d e fo rm ación de los grandes g ru p o s eléctricos. Iniciado en la D ic ta d u ra el ap ro v ech a m ie n to de n u e stro s recu rso s h id ro e lé c tric o s p o r el E sta d o y em presas privadas, coincide la term in ació n d e algunas de estas gran d es o b ra s co n el p e río d o d e crisis d e la econom ía esp añ o la, con la n a tu ra l re tracc ió n en las inversiones industriales, q u e hacen q u e se altere la m archa norm al del co n su m o en España. C o m o consecuencia d e ello, aparecen, p ro c e d e n te s d e estas nuevas instalaciones, so b ra n te s d e energías, q u e p o r la n ec e sid ad d e co lo carlo s en algún m ercad o invitan a las em presas a la expansión en zo n as no electrificadas. E sta circunstancia, de c a rá c te r excepcional, hizo posible qu e la provincia de C áceres se conectase eléctricam en te, en el año 1935, co n los grandes c e n tro s d e p ro d u c ció n . T e rm in a d a n u e stra g u erra, la n ecesid ad de una re c u p e ra ción económ ica rá p id a y con una política o rien tad a al d e s arrollo d e n u estra riq u eza, con el co n siguiente in crem en to de co n su m o d e prim eras m aterias básicas, en la q u e la ener
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gía eléctrica o cu p a el p rim er lugar, p ro n to se alcanzó el lím i te de n u e stra p ro d u c c ió n an terio r a 1935, p u d ién d o se c o m p ro b a r q u e los m edios de q u e d isponíam os no estab a n a la altu ra d e las necesidades nacionales, ta n to en lo q u e se refie re a p ro d u c c ió n co m o a tra n sp o rte . C o n scien te el E stad o de la im p o rtan cia de au m en ta r al m áxim o los m edios d e p ro d u c ció n , n o ab an d o n a, a la sola iniciativa p riv ad a, el d o ta r a la nación de esto s recu rso s y , a p artir de 1940, son n u m ero sas las nuevas instalaciones, ta n to térm icas co m o h id ro eléctricas, q u e h an ven id o a in crem en tar la p ro d u c c ió n de energía, p asán d o se de una p o ten cia in s ta lada en 1935 de 1.500.000 K. V. A. a 3 000.000 de Kw,y de una p ro d u c ció n d e 3.000.000.000 d e Kw-h. en el m ism o año, a los 6.000.000.000 en el año d e 1949, p ro d u c ció n m en o r d e la c o rresp o n d ien te a la cap acid ad de las instalaciones, ten ien d o en cu en ta las d esfav o rab les co n d icio n es clim atológicas del país, en esto s ú ltim o s años, p ero inferio r a la cifra de satu ració n del m ercad o co n su m id o r. P lan tead o el p ro b lem a eléctrico con c a rá c te r nacional, sus soluciones han de te n e r la m ism a am p litu d y, así, co n sid ero q u e la so lu ció n m ás rá p id a y, a mi ju icio , la única posible de m om en to , p ara las d ificultades d e energía d e la provincia, ha de venir n ecesariam ente de las zonas p ro d u c to ra s del N o rte de E spaña, sin p erjuicio de q u e, en su día, se co n v iertan en realidad los p ro y e c to s d e ap ro v ech a m ie n to h id ro elé ctrico s del T ajo y o tra s o b ras, y la p rovincia c u e n te con u n a de las plantas de p ro d u c ció n m ás im p o rta n te s de E u ro p a. A este fin, se está p ro c e d ie n d o a la c o n stru c c ió n d e una linea a 138 KV., q u e su stitu irá la q u e ac tu alm en te p re sta se r vicio, cu y a cap acid ad y ten sió n de tra n s p o rte no es a d e c u a da a las n ecesid ad es provinciales. T erm in a d a esta línea, q u e se esp era en b re v e p lazo, se d isp o n d rá en Plasencia de una p o ten cia de 15.000 Kw., q ue cu b re c o n exceso las d em an d as actuales, q u e se estim an en 8.000 Kw., y así será posib le ate n d e r m ed ian te los te n d id o s necesarios las zo n as d e N av alm o ral d e la M ata, C o ria y V a lencia d e A lcántara, p rá cticam en te d esab astecid as co n los m edios d e q u e d isp o n en actu alm en te. Sin em b arg o , resu elta esta prim era p a rte de la electrifica ción provincial, es d ecir, d o ta r d e energía p ara alu m b ra d o y fuerza a los n u m ero so s p u eb lo s y zo n as ru rales de la p r o vincia, h a d e tro p e z a r con el grave in co n v en ien te d e su gran extensión y p o ca d en sid ad d e p o b lació n , in co n v en ien te q u e
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lleva consigo grandes gastos de in stalació n , con p eq u eñ o s consum os, q u e no hacen re n ta b les estas inversiones. A tjrosso modo, se p u ed e n estim ar los gastos de ten d id o de líneas, instalación de ce n tro s d e tran sfo rm ació n y redes de d istrib u ció n en 200 m illones de pesetas. E ste es, a mi ju icio , eL problem a fu n d a m e n tal q u e h a de p re sen tarse en el fu tu ro , pues no es lógico pensar^ q u e las em presas se interesen en h ac er inversiones m ás allá d e d o n de la renum eración al capital in v ertid o sea d u d o s a o d e se gura p érdida. P or ta n to , d eb e ser el E stad o el que, m ed ian te una regla m entación adecuada, obligue a las em presas a servir ce n tro s de escaso co n su m o y ren d im ien to s, c u y a sj'p é rd id a s, si las hay, d eb e rán ser co m pensadas p o r los m ayores beneficios o b te n id o s en las zonas de grandes re n d im ien to s económ icos, pues p o r tra ta rse de servicios públicos, d eb en cum plir o b li gaciones q u e supongan beneficios sociales y económ icos a la P atria. R ecientem ente, p o r d e c re to del M inisterio de In d u stria y C om ercio, se ab o rd a el p ro b lem a d e tarifas de las e m p re sas con la m áxim a am p litu d y criterio , a fin de que un ele m ento tan decisivo en la vida económ ica de la N ación, com o es la p ro d u c c ió n de energía eléctrica, tenga cauce ad ecu ad o para su n orm al desarrollo. En este D e creto , se recoge la necesid ad de llevar el s e r vicio eléctrico a zonas rurales o de p o c o co n su m o , señalan do al m ism o tarifas de m o d alid ad especial, q u e estim ulen estas electrificaciones, esp erán d o se de la reglam entación de esta disposición norm as q u e hagan posible la electrificación de extensas zonas españolas, en las q u e la abu n d an cia de energía será fa c to r d eterm in a n te del cam bio d e su actual fisom ía; ya q u e la m ism a, no sólo activa energía la ten te, d e s arrollando riquezas, sino q u e tiene una repercusión d irecta en la o rd en ació n social, pues al crear m u ltitu d de p o sib ilid a des en los p u eb lo s más ap a rta d o s, d etien e el éx o d o em igra to rio hacia las ciudades de las m asas o b re ras, al e n c o n tra r en los pu eb lo s los m edios de vida necesarios y los co m p le m entarios q u e la civilización p u ed e p ro p o rc io n a r en c u a n to al d isfru te de vida, nivelando la dem ografía nacional en t o d a su área.
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VALORES ECONOMICOS SOCIALES DEL ARBOL EN LA PROVINCIA DE CACERES PO R
Vicente Hernández Rodríguez In g en ie ro d e M ontes
E r a i. e Iltmas. Autoridades, señores, camarada*: Al a c ep tar la in v itación de dirigiros la p alab ra, lo hice «abiendo q u e mis co n o cim ien to s no p o d ían satisfacer los va lores d e v u e stra cu ltu ra: S upla mi b u e n a in ten ció n las defi ciencias d e mi escaso sab er. T itu lo mi charla «T a b res económicos-sociales del árbol en la provincia de Cáceres». P erm itidm e deciro s lo q u e e n tie n d o p o r econom ía. La E co n o m ía nace de los valo res o b te n id o s p o r las fo rm acio n es geológicas d e los suelos en q u e se define, a los q u e ay u d an el capital y el trab a jo , p ara su m ás ú ltil fu n ción social, u n a v ez tran sfo rm ad o s. D o s fu erzas in teg ra d o ras del b ien esta r en un país y q u e «spiran al m ism o fin, p arece q u e d eb ieran ser herm anas; p ero , desgraciad am en te, no es así; bien p o rq u e e stu v iero n alim en tadas p o r la fu e rza , cu a n d o d eb ían ser dirigidas p o r la ra zó n , o p o rq u e , sin una v e rd a d e ra o rd en ació n social, ten ía q u e faitarnos, no solo eco n o m ía sana, sino ju stic ia social auténtica, d o n d e , sin alaracas ni d istu rb io s ni peleas, se ro m pieran las falsas p red icacio n es de ig u ald ad , q u e rep u g n an al sentido co m ú n , p o rq u e su p o n en alteració n del o rd e n e s ta blecido p o r el C re a d o r, q u e no dió al h o m b re ni la m ism a resistencia física, ni la m ism a v o lu n ta d p ara el tra b a jo , ni tam p o co la m ism a ca p acid ad para el e stu d io y reso lu ció n d e los p ro b lem as, que la v id a te n d ría q u e presen tarle. En la sesión de clau su ra de la Feria del C am p o , ú ltim a m ente ce le b rad a , la p alab ra au to riz a d a de n u e stro C au d illo , nos decía q u e las c u a tro q u in tas p arte s d e los suelos e sp a ñoles tenían ca rác te r p ecu ario -fo restal. Si d esglosáram os de ésta apreciación lo relacio n ad o con la p ro v in cia de C áceres,
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en co n tra riam o s u n a p ro p o rc ió n su p e rio r a los térm in o s glo bales q u e se diero n p ara España. P artim os, p u es, de au to riz a d o s prestigios y nos fu n d a m os en acab ad as co m p eten cias, para d a r éste c a ra c te r a la A lta E x trem a d u ra. Al p re se n ta ro s el árb o l, no q u ie ro can sar v u e stra aten ció n con d a to s estad ístico s d e su p ro d u c c ió n , en aquellos países q u e o cu p a n lugares p re fere n tes en la h is to ria fo restal del m u n d o . M as he de h a c e r p a te n te q u e , si b ien la causa forestal se m an tu v o siem pre firm e en to d a s las p red icacio n es y p ro g ram as d e las m ás e n c o n tra d a s id e o lo gías, sólo a n u e s tro Jefe de E stad o le cab e la satisfacción d e h a b e r cre a d o éste m o m en to h istó rico , o rd e n a n d o un día la re p o b la ció n d e los suelos d esn u d o s, q u e fu e ro n y serán des d e ésta fecha m o tiv o d e m ejora y en g ran d ecim ien to d e los valores económ icos-sociales d e n u e stra España. ¿Q u é es el árbol? A e sta p re g u n ta el árb o l dió siem pre al h o m b re la m ism a resp u esta: S oy tu co m p añ ero inseparable, desd e q u e naces h asta q u e m ueres. E fectivam ente es ?sí: ap a reció el h o m b re so b re la tie rra y tu v o q u e sim u ltan ear la utilización d e sus fru to s con los de sus leñas, m aderas y ram a jes, de tal form a, q u e no sería a v e n tu ra d o afirm ar q u e, en los p rim eros albores de su vida, el árb o l casi lo fué to d o p ara la vida hu m an a. A m ed id a q u e el h o m b re avanza en c u ltu ra , parece ale jarse del árb o l; p ero , c u a n to m ás se a p a rta de él, m ás lo n e cesita. En la fase m o d ern a de la vida, el ho rm ig ó n a p a re n te m en te ha d e s te rra d o la m ad era en la c o n stru c c ió n ; ensegui d a veréis q u e no es así: la necesita en el en c o n fra d o , en las cim bras, en las estibaciones, en los andam iajes de to d a o b ra, co n re p resen ta ció n , adem ás, en la m ay o r p a rte de los útiles d e tra b a jo . El h o m b re , en el incesante deseo d e e stu d io o distració n , tam b ién necesita del árbol: de sus p astas m ecá nicas y quím icas, o b tie n e el papel y grava sus caracteres con tin ta s q u e son deriv ad o s d e sus aceites de resinas. El p ro g reso in d u strial, tan en alto g ra d o d e b id o a la hulla, no h u b iera quizás alcanzado ese d esarro llo , si las m aderas, ad elan tán d o se en varios p erío dos geológicos a la h u m an id ad , no se h u b ieran fosilizado, c o n stitu y e n d o esos enorm es d e p ó sito s de las ac tu ales m inas. La lo co m o to ra, si reco rre m illones de kilóm e tro s , es p o rq u e m illones y m illones de m e tro s cú b ico s de m ad era necesitó para la p latafo rm a de sus líneas. El m édico, p ara aliviar, p ara co rreg ir y p ara re s titu ir una salud p erd id a, ta m b ié n necesita del árbol.
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R esp etu o so el árb o l llega h asta los p ies de la m ujer, d i riéndola: T ú , q u e eres to d o am o r p o rq u e eres m adre, p o r que eres esp o sa, p o rq u e eres m ujer, n ecesitas au m en ta r estas excepcionales bellezas, y, p u e sto q u e te falta la sed a n atu ral, lom a mi celulosa, para q u e de ella saques la sed a artificial. Y vem os q u e las esencias d e trem en tin a, las n itro celu lo sas, fl alcohol in d u strial, las p in tu ras, los barn ices y los esm altes, y ta n to s y ta n to s o tro s p ro d u c to s , en fin, nos dicen clara m ente q u e la Q uím ica F orestal en tra en la vida del h o m b re, poniendo de m anifiesto q u e sin el árb o l no es posible la vida ile los p u eb lo s. P ero , m u d o el árb o l an te las injusticias del h o m b re, ninKíin cu id a d o le reclam a. El cu ltiv o q u e le dan lo p a g a con desusada esp len d id ez y no tien e p referen cias sociales, p o r que si le en co n tráis en las m o rad as hu m ild es, le tenéis en seKuida en los sitiales d e las m ay o res jerarq u ías; le veis en las ciencias, en las letras y en las artes: si le buscáis m ás allá, más allá le en co n traréis, h asta en la in sp iración y en la elo cuencia, y a q u e las d o s necesitarán del árb o l p ara sus m ás acabadas com posiciones. P ero el árb o l tien e m isiones m ás im p o rta n te s q u e c u m plir. La vida anim al y los fen ó m en o s de co m b u stió n c o n su men ox ígeno, d esp ren d en ca rb o n o . El h o m b re no h u b iera p o d id o reso lv er el p ro b lem a de s u s titu ir una atm ó sfera de ca rb o n o , d o n d e no es po sib le la vida; m as la p a rte v erd e del árbol, con in term ed io de la luz y del calo r, d e sc o m p o n d rá el anhídrido carb ó n ico d e la atm ó sfera, to m a rá el ca rb o n o ne cesario p ara la fo rm ación d e sus tejid o s y d esp ren d erá el oxígeno. El c a rb o n o , en c o n ta c to con los elem en to s del agua, form ará los cu e rp o s fu n d am en tales, llam ados h íd rito s d e carbono , cu y o origen ten em o s q u e b u sca r en la síntesis clorofiliana, a u n q u e se o b ten g a ya p o r síntesis gradual. El á rb o l, con su cu b ie rta viva, d etien e y regula los g ra n des efecto s d e las fu e rte s p recip itacio n es acuosas y, d e s pués, con su cu b ie rta m u erta , ab so rv e, sirv iéndole n o sólo de elem en to fe rtilizan te, sino ev itan d o los arrastre s y con ello las tu rb ia s crecidas, q u e lo m ism o el p o d e ro so q u e el h u milde co n tem p lan con p ena y con te rro r, seg u ram en te d i ciendo to d o s las m ism as frases: Se llevan en suspensión to d o lo q u e fué y ha d e b id o ser p ara siem pre n u e stro pan. El árbol con sus raices aprisiona las arenas que, en su •vanee, amenazan con la duna sepultar los pueblos enteros y que, corregidas y tratadas, tam bién serán un día el pan
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del h o m b re. Y, p o r el m ism o fenóm eno, el árb o l corrige las erosiones en las cuencas escarpadas, d o n d e el árbol se p e r dió p o r la m ano del h o m b re en la m ay o r p a rte de los casos, p ro v o c a n d o los d esa stro so s efecto s del to rre n te , no co n o ci d o s h asta h o y a fo rtu n a d a m e n te en ésta R egión, y co rre g i d o s en la m ay o r p a rte de E spaña p o r el C u e rp o N acional d e Ingenieros d e M ontes, q u e con acab ad o s e stu d io s y ab nega d o s esfu erzo s los hizo d esaparecer. Los g randes incendios de las Landas francesas, q u e vim os p u b licad o s en n u estra prensa, parecen decirnos con claridad, al igual q u e o tro s casos análogos, q u e n o es la ignorancia del h o m b re la causa de su desaparición, sino q u e to d o p a re ce e sta r p re v isto en los o scu ro s secreto s de las grandes p e r tu rb ac io n es. En la provincia de C áceres, nos asu sta d e nuevo el p o r venir, p o rq u e ya no p o d em o s p ed ir y esp erar el día q u e lle gue a E spaña el h o m b re q u e, c o n q u ista n d o sus d esierto s, llevara a térm in o la cam paña social más h u m an itaria, d u ra d era y fru ctícera: lo ten em o s ya. Pero yo ten g o q u e d ec iro s, con pena, cu án tas veces escuché a lab ra d o res, en mis co n s ta n te s servicios de cam po, q u e los suelos ex trem eñ o s n o p ro d u c iría n h asta q u e los árboles encinas (era la especie q u e citab an ) no estuvieran sep arad o s 60 o 70 m etro s. T engo la satisfacción de h ab e r llevado a su ánim o el convencim iento d e q u e esto s suelós (con excepciones m uy co n tad a s), en la p rovincia de C áceres, no p o d ían p ro d u c ir, no solo p o r su co n stitu c ió n geológica, sino tam b ién p o rq u e los tu rn o s d e lab o res eran c o rto s. Si hu b iéram o s ac e p ta d o ésta separación de los árb o les, au n q u e la h u b iéram o s re d u cid o a 50 m etro s la distancia, ¡qué sería de la provincia de C áceres, co n 9 á r bo les p o r hectárea! N o lo decim os n o so tro s; co n su ltad los gráficos de p r o ducció n en m uchos d o c u m e n to s au to riz ad o s y veréis có m o el ca rac te r p ec u ario -fo restal se señala casi exclusivam ente en E x trem a d u ra. Pero yo q u iero , en éste m o m en to , p o n e r a la c o n sid e ra ción de los aquí reunidos, q u e los suelos ag o tad o s, al tu rn o del c u a rto d e superficie, n o p u ed e n d arn o s valores útiles y sí q u e, a tu rn o s m ás largos, nos darían m u ch o s beneficios. P en sad q u e , au n q u e señalem os éste tu rn o , quizás ya re d u c i d o , ten em o s un c u a rto en siem bra, o tro en ro tu ra c ió n , o tro d e ra stro jo s y el q u e en tra en el nu ev o tu rn o d e ro tu ra c ió n co n sólo dos de descanso, de los cuales u n o casi se p e rd ió . P e
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ro, si en v ez del tu rn o al c u a rto , lo hiciéram os al o c ta v o , y «lijo éste tu rn o , no solo p o rq u e lo co n sid ero ú til sino p o r facilidad d e co m p aració n , te n d ría m o s d o b le superficie p ara I a ganadería y con ello un a u m en to del p a sto re o . Los ab o n o s org án ico s au m en tarían , so b re to d o si la g a nadería d u rm iera en estab lo s el tiem po n ecesario de las in v er nadas, se recogerán y tra ta rá n los ab o n o s p ro d u c id o s, y m ás tarde, tan p ro n to co m o las inclem encias del tiem p o p asaran , salieran a d o rm ir en los b a rb ech o s. El ab o n o orgánico p r o ducido nos daría, con el m ás co m p leto de los valores fertili zantes, un valor de m ejora, cu alq u iera q u e fu e ra la n atu ra leza de los suelos: unas veces, co m o en los suelos aren o so s, p o r darlos co m p acid ad ; o tra s, com o en los arcillosos, p o r darles soltura. Si unim os a to d o s el descanso del d o b le n ú m ero de años, es (con ig u ald ad de co m p aració n con las circu n stan cias m eteorológicas) posible afirm ar q u e la p ro d u c c ió n sería d o b le , con lo cual ten d ría m o s la m ism a p ro d u c c ió n anual y el au m en to , p o r lo ta n to , de la ganadería, cu y a necesid ad , u n i da a la riq u eza fo restal, iniciaron n u e stra charla al definir los valores fu n d am en tales, no solo de E spaña, sino en p artic u la r de la p ro v in cia de C áceres. D e o tra fo rm a, a la dism inución de la ganadería seguiría la de la riq u ez a fo restal, pues los m o n tes h u ec o s de encinas, alco rn o q u es y ro b les, bien en m asas p u ras o m ezcladas, te n drían fo rzo sam en te q u e d esap arecer p o r el lam en tab le e rro r de co n fu n d ir un m o n te encinar su ce p tib le de lab o r con un m onte de lab o r con encinas. En el p rim ero , la especie fo re s tal se co n serva con los valores eco n ó m ico s q u e d iero n fam a a la E x trem a d u ra de C áceres, m ientras q u e en los seg u n d o s, la especie d esap arecería en p lazo c o rto , sin beneficio alguno para el cam p o cerealista y con su p é rd id a irre p ara b le q u e , no sólo ten d ría m o s q u e llo rar sino re s titu ir a la eco n o m ía española, au n q u e ello nos c o sta ra m u ch o tiem p o y sacrificio, que p o d ríam o s d ar p o r bien em p lead o , si p u d iera p o n erse en pié lo q u e n o so tro s m ism os h ab íam o s d estru id o . P ero si esto alcanza solo a los encinares, a los q u e hem o s ded icad o ésta atención p re fere n te, ¿qué no direm o s de los alcornocales q u e viven m ás q u e la a n te rio r especie en suelos prim arios y có m o en caso de darles alguna lab o r, com o m e jo ra de pastizal y lim pia d e m alezas, en los suelos q u e lo p er m itan, ten em o s q u e h acerlo en el m o m en to en q u e su fra m e nos la p ro d u c c ió n co rch o sa, sin p o sib ilid ad d e cu ltiv o perm anente, p o rq u e d esap arecería la p ro d u c c ió n ú til d e la
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especie, co m o desap areciero n los c o rc h o s trefin o s, q u e ta n ta fam a d iero n tam b ién a la E x tre m a d u ra d e C áceres? A u n q u e luego ten g am o s q u e decir algo d esd e el p u n to de vista estad ístico y con la reb eld ía q u e E spaña tien e p ara é s to s valores ta n útiles, ¿no sabéis lo q u e re p re se n ta el valor d e los fru to s d e éstas especies, no sólo p a ra alim ento del ga n a d o p o rc in o d estin ad o a sacrificio con las m o n tan eras y tam b ién el d e vida, q u e d u ra n te tre s m eses am bula p o r los m o n tes sin o tra alim entación q u e el fru to caíd o , los re sid u o s del v areo y el v alor d e las gusaneras?; ¿no conocéis el valor del ram ó n caído de las ram as de las especies d e encinas y alco rn o q u es, q u e, en los años secos, sirven com o principal y m uchas veces ún ico alim ento y, en los años h ú m ed o s, com o co m p lem en to d e la alim entación herbácea?; ¿qué sería d e la E x tre m a d u ra d e C áceres sin ésto s valores desaparecieran?; ¿q u é sería d e esos miles d e o b re ro s q u e, al re c o rre r los cam p o s ex trem eñ o s, véis d u ra n te los tres m eses prim eros d e d i cad o s a los cu id ad o s de p o d a en el arb o la d o , entresaca de árb o les ca d u co s, pica, ju n ta , fo rm ació n , ca rb o n eras, etc? ¿Q u é sería de ellos m ás ta rd e , si no estu v ieran , au n q u e en m en o r n ú m ero , d ed ica d o s a la co m b u stió n y saca del c a rb ó n , p ro d u c to de la destilación in co m p leta de las leñas o b ten id as, p ese a q u e p o r éste m edio se p ierd an sustancias tam b ién útiles, com o am oníaco, ácido acético, aldehido fó r m ico, alq u itrán , etc., etc., cosa que ya se o b tie n e en Plasencia p o r d estilación en vasos cerrados? La casualidad hizo llegar a mis m anos, hace u nos días, un esc rito in co m p leto y sin firm ar q u e, en 3 de Julio d e 1919, elevaron al M inistro de F o m e n to los Ingenieros A grónom os, el Servicio C a ta stra l y el d e M o n tes, los tre s con servicios en la Je fa tu ra de C áceres. N o h e q u e rid o sacar m ás n o tas del in fo rm e d ad o , a p etició n del M inistro d e F o m en to , en aquella fecha, y sí ap lau d o la idea felicísim a y previsora y los térm in o s finales q u e, co n un an im id ad d e in fo rm e, dieron las Jefa tu ra s d e los Servicios, q u e term in ab a así: E n v u estra s m anos, Excm o. Sr., está el en g ran d ecim ien to del suelo español. In ic ia tiv a de V. E. h a de se r la creación del Banco de C rédito A grícola, O rden d el se ñ o r M inistro de F o m ento h a de se r la q ue m an d e ejecu tar las o b ra s d e irrig ació n q u e h an de m e jo ra r los cultivos. R esolución de V. E. se rá la d isposición q u e o rd en e la creación d e p astizales y re sta b le cim iento de las D ehesas B oyales en ca d a té rm in o m u n icip al. E l p atrio tism o de V. E. se rá el im p u lso r de la refo rm a forestal,
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q u e h a de c u b rir de árb o le s 20 m illo n es de hectáreas, q u e hoy p erm an ecen im p ro d u c tiv as p reg o n an d o n u e s tra dendrofobia* De todas éstas m ejo ras está n ecesitad a la p ro v in cia de Cáeeres. P a ra su realización, los In g en ie ro s q ue en ella p resta n su s servicios p onen a co n lrib u ció n su s conocim ientos, sus e n e r g ía s y su vo lu n tad , facto res de poco valor, p ero que, sin lim i tació n alg u n a, o fren d am o s V. E. p a ra el Servicio de la P atria.
N u e stra coincidencia con aquellos q u e rid o s co m p añ ero s no p u e d e ser m ás co m p leta. A una p ro v in cia fo restal y g an a dera no p u e d e p edírsela q u e lleve a las dem ás lo q u e no pro d u ce, p ero en su lugar y p o r sus valo res eco n ó m ico s ofrece miles y miles de cabezas de g anados d e to d a s clases; miles y miles de qu in tales d e c o rch o , d e c a rb ó n vegetal, de lanas, q u eso s y , en m en o r p ro p o rc ió n , m aderas, cu e ro s y m uchos o tro s p ro d u c to s , q u e afirman y ratifican sus valores pecuario-forestales. P or estas consid eracio n es es p o r lo q u e an te rio rm e n te he dicho q u e los tu rn o s d e lab o res d eb e n ser m ás largos para el cam po cerealista, p ara llegar, ta n to co m o sea p o sib le, a tener, pese a los efecto s del clima, u na m edia p ro d u c c ió n anual con la q u e p o d ríam o s c o n ta r siem pre, y q ue, sin q u i tarnos el c a rá c te r d e im p o rta d o re s en el cam p o cerealista, debiéram os co n serv ar, ta n to m ás c u a n to el índice de m o rta lidad dism in u y ó y no es posib le in cre m en tar la p ro d u c ció n cerealista h o y , y q u e p u d iera te n e r quizás solución to ta l o [>arcial algún día con una o rd en ació n y e stu d io co m p leto d e a capaz p ro d u c c ió n d e los terren o s d estin ad o s a cu ltiv o s in tensivos. Pues b ien, y o q u e os h ab lo ah o ra del año 1925, en q ue em pecé a p re s ta r servicios en esta p rovincia q u erid a , ten g o la satisfacción d e d eciro s q u e los o frecim ien to s de mis d o c u m entados co m p añ ero s A g rónom os, Servicio C atastra l y M ontes, al Excm o. Sr. M inistro d e F o m e n to , en la fecha ya dicha, fu e ro n ten id o s m uy en cu e n ta y ta n to com o fue p o lible realizados p o r el D istrito F o restal de C áceres. C ie rto es q u e nos q u e d a m u ch o cam ino q u e re c o rre r y , no sólo p o r la lucha estab lecid a e n tre los valores p e c u a rio forestales y el cam p o cerealista, q u e n o p u ed e n d iscutirse, sino p o rq u e ten em o s q u e fren ar el in cesan te deseo de los pueblos, im p o n ien d o el cu m p lim ien to d e n u e stro d e b e r p a ra au m en ta r co n la m isión q u e n o s está en c o m e n d ad a el progreso ec o n ó m ico -so cial de la p rovincia d e C áceres. E n tre nuestras obras visibles, que el D istrito F o restal de
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C áceres p re se n ta con la satisfacidn d e un d e b e r cu m p lid o fielm ente, ten em o s las rep o b lacio n es d e los m o n tes 12 y 13 del C atálo g o , situ ad o s en el térm in o M unicipal d e G a ta y p erte n ecie n te s a sus p ro p io s. T e rm in a b a el año 1921 y se a p ro b a b a el p ro y e c to d e re población so m e tid o a e stu d io d e la S u p erio rid ad en los m o n tes ex p resad o s. Se org an izab a la obra; una superficie d e u n a h e c tá re a ap ro x im ad am en te se ad q u irió para q u e fuera el vivero v o la n te q u e h abía de sum inistrar las plantas n ecesa rias a la re p o b la c ió n , no sin grandes dificultades. D esp u és, con el c a n to silencioso de en am o rad o p o e ta , en el año 1924, d eb iero n p o n e rse las prim eras plantas. La o b ra se recibió n o solo cov* frialdad, sino co m o enem iga, p o r h erir algunos in tere se s actuales d e los m enos, au n q u e rep resen ta b a ex tra o rd in a rio valor para to d o s en el fu tu ro . El tiem p o pasaba con las crecientes in q u ie tu d e s para el D istrito F orestal de C áceres, y to d a s las c o n tra ried ad e s e s tab an p re v istas, ya q u e el tra b a jo , desd e en to n ce s dirigido ta n to c o m o era posible, no faltó en el p u eb lo de G ata. H o y , u na superficie, q u e calculam os su p e rio r a d o s mil h ec tá rea s, p o b la d a d e P inus Pinaster, hace visible los valores d e una ri queza cread a llena de vida y p rogreso, co m p arán d o la con la decad en cia y ruina d e te rre n o s sim ilares to d a v ía n o tra ta d o s. El esfu erzo y orientación técnica venció y ganó el alm a d e aquellos h o m b res, que, h o y son ya sus ten aces d e fe n so res: el p u eb lo de G ata servirá de n o rm a estim u lan te a to d o s los q u e le ro d ean . P erm itid m e q u e trib u te un re c u e rd o em o cio n ad o al c a p ataz fo restal, A ntonio Bella C o m e n d a d o r, m u e rto el p asa d o añ o , en la m ad ru g a d a del d o m in g o d e R esurrección, q u e p re stó servicios en Gata y fué el alma de estas re p o b la ciones. L im itando con el m o n te nú m ero 13, cuya o b ra re p o b la d o ra tan ligeram ente acabam os d e ex p o n e r, en un ió n d e la del m o n te 12, p erte n ecie n te a los p ro p io s de G a ta , e n c o n tram o s el m o n te 1-A, p erte n ecie n te al E sta d o y situ a d o en el térm in o M unicipal de V illasbuenas d e G a ta , to ta lm e n te ta m bién re p o b la d o y q u e será, co m o los an terio res, fu e n te d e trab a jo y de riqueza. En V alverde del F resno, están re p o b la d o s los m o n tes n ú m ero s 18 y 22. El p rim ero , iniciado co n un c ré d ito p e q u eñ o , en el año 1934, fu é te rm in a d o p o r el estím ulo del p u e b lo p ro p ieta rio ; el seg u n d o , se llevó a ca b o en co n so r-
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ciado con el P atrim o n io F o restal del E stad o . Sum an las s u perficies re p o b la d a s en este térm in o m unicipal la cifra de <>00 h ectáreas, ab rig an d o p ara m añana m uy fu n d ad as esp e ranzas d e c o n tin u a r la o b ra no sólo co n Pinus Pinaster, sino con especies de género Quercus, crean d o las riq u ezas n ecesa rias de estas especies en la región, q u e p o d rá n qu izás h a c e r se co m p atib les con lab o re o lim itado y la presencia del g a n a do porcin o necesario a sus h ab itan tes. El m o n te 1-B, p erte n ecie n te al E stad o y situ ad o en el té r mino M unicipal de V alencia d e A lcantara, está tam b ién t o talm en te re p o b la d o con superficie d e 300 h e c tá re a s, a u n q u e la plaga de la Processionaria del Pino d etien e los crecim ientos de éstas m asas. Se hace necesario c o m b a tir este peligro con personal especializado y créd ito s estatales, u tilizan d o los beneficios q u e o frece la Ley de Plagas. E n tre los p u eb lo s q u e p re fere n tem en te ten em o s q u e ci tar co m o conv en cid o s de q u e las n ecesid ad es de la re p o b la ción, n o solo les era ú til, sino m u y necesaria, ten em o s el pueblo de Serradilla, q u e allá p o r el año 1929, (si no re c u e r do mal) en unión d e mi q u e rid o co m p añ e ro y Jefe del D is trito F orestal, d o n F rancisco Sanz, les h ab lab am o s de los valores q u e se p o d rían crear en la superficie, de la q u e fo r m aba p a rte la U m bría de Jrassierra, p erte n ecie n te al m o n te núm ero 91-B del C atálo g o . La idea fué acogida con el m a y o r cariño y tam b ién un p eq u e ñ o c ré d ito d e p aro iniciaba la repoblación, q u e luego c o n tin u ó con esfu erzo p ersonal deí pu eb lo p ro p ie ta rio y n u e s tra d irecció n técn ica g ra tu ita . M ás ta rd e , y en el año 1940, con créd ito s p ro c e d e n te s de m ultas del bien in sp irad o D e creto del 24 d e S ep tiem b re de 1940, se re p o b la b a la 'Umbría de Peñafalcón. Al c o n stitu irse el Patrim onio F orestal del E stad o , Serradilla p ed ía el co n so rcio de la superficie del Cuarto de los Arroyos, q u e fo rm a p a rte d e l m onte n ú m ero 91-B. Se realizó el co n so rcio y em p ezó el pueblo a co n su m ir los c ré d ito s n ecesarios para la re p o b la ción sin p ereza, sin discusiones, a las q u e ta n to parecía se p o dría p re s ta r un p u eb lo al q u e se co n sid erab a fu n d a m e n ta l m ente ag ricu lto r, y q u e no o b s ta n te tien e p u estas en la o b ra de re p o b lació n las m ayores esperanzas d e p; eso e c o n ó m ico-social. La superficie re p o b la d a la calculam os en 2.500 h ec tá rea s de las cuales 500 so n ex clu siv am en te p ro p ie d e d del p u e b lo de S erradilla y las 2.000 re sta n te s su yas ta m b ié n , c o n las
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m odalidades del co n so rcio estab lecid o con el P atrim onio F o restal del E stad o . C u alq u iera q u e sea el juicio q u e las generaciones q u e nos sucedan p u ed an d a r a éste m o m en to h istó ric o , nos a tre v e m os a decir q u e no p o d rá aco m p añ arn o s la cen su ra del m a ñana, si la reflexión se im p o n e sin te n e r en cu e n ta el p ro g re so q u e p u ed an alcanzar o tra s fechas con los valores d e los p ro d u c to s q u e d e éstas o b ra s se o b ten g an . P ero, si bien consideram os com o m uy fundam entales éstas o b ra s re p o b la d o ra s q u e reseñam os, es d e vital im p o r tancia en la p rovincia d e C áceres el valor de las re p o b la c io nes creadas con los aco ta m ie n to s tem p o rales d e prim avera, para re p o b la r de QuercMS T ozza superficies desnudas. T o d o ello o b te n id o sin em plear valores eco n ó m ico s y re su ltad o s co m p leto s de los q u e p u ed en ser ejem plo los m o n tes del C atálo g o situ a d o s en los térm in o s m unicipales de T o rnavacas, Je rte , Piornal, C asas del C a stañ ar, C ab ezu ela del Valle, G arg an ta la O lla, C uacos, H ervás, G ata y o tro s p u e blos, q u e sirvieron de ejem plo a los particulares y que siguie ro n los re su lta d o s o b te n id o s para conseguir en ésta form a la re p o b lació n d e ésta especie ta n necesaria y valiosa. Al d ecir q u e ésto s valores fu e ro n con seg u id o s con los aco tam ien to s de prim avera, ten em o s q u e aclarar tal c o n c e p to d icien d o , q u e no o casionaron p erjuicio alguno, pues la ganadería no consum e los p asto s q u e tienen las superfi cies libres en estas fechas y q u e las reservas d e pastizal p ro p o rcio n an m uy im p o rtan tes ag o stad ero s, cu y o valor se a u m enta no sólo p o r su utilización en veran o , sino tam b ién p o rq u e en esta form a se o b tu v o la rep o b lació n de la especie fo restal citada. P or la p re m u ra de tiem p o , obligada p o r circunstancias lo cales, ten em o s que lim itar n u e stra actu ació n , p ero sin olvi d a r la cita d e o b ra s fu n d am en tales co m o el p ro y e c to d e rie go de la Vega de M esillas. E ra hacia el año 1929, al re c o rre r el m o n te M esillas, n ú m ero 31 del C atálo g o d e los p ro p io s d e A ldeanueva d e la V era, con el q u e fué mi p ro fe so r p rim ero , m ás ta rd e mi Jefe y siem pre mi q u e rid o am igo, D . Francisco Sanz. M e decía: — V icentillo, (así m e llam aba siem pre), ¿ q u é te parece? — Pienso seg u ram en te co m o V d., —le c o n te s té —. Son fre c u e n te s las em igraciones en el p a rtid o de N avalm oral, y la p u e sta en riego d e é sta V ega, con sus valores y su ejem plo, p o d ría aliviar estas crisis de trab a jo . P or o tro lad o , la V era al
ia, q ue, p a rtie n d o de L osar d e la V era, se d ed icó al cu ltiv o de pim en to n es, siem pre tien e ag o tad o s sus suelos p o r los re p e tid o s cu ltiv o s, q u e co n su s p ro d u c to s le d iero n fam a, y se hace a mi juicio necesario su stitu irlo s co n te rre n o s vírgenes, para alcanzar un beneficio eco n ó m ico-social. —E stam o s co n fo rm es y p o r esto lo p re g u n ta b a. Se em p ezó rá p id a m en te el p ro y e c to y, m ás ta rd e , la V e ga d e M esillas se regaba. El v alo r de la o b ra y su p ro y e c to no p o d ían te n e r m ejo res deseos, d esd e el p u n to d e v ista eco n ó m ico -so cial, p e ro vicisitudes anorm ales en la organización económ ica, y o tra s m uchas causas, q u e n o in teresa señalar en esta charla, m ovió al In stitu to de C o lo n izació n a e x p lo ta r y p arcelar la V ega d e Mesillas. El D istrito F orestal d e C áceres, co n el m ism o en tu siasm o con q u e co n cib ió el p ro y e c to , in fo rm ó fa v o rab lem en te el paso al In s titu to N acional de C o lo n izació n , co m p re n d ien d o las necesidades q ue sólo p o d ría salvar un C e n tro A u tó n o mo y q u e ta n to n ecesitab an la vida d e los h a b ita n te s d e la Vega d e M esillas. H o y , esta o b ra y a tien e p ro y e c to s q u e están ejec u tán dose en el m o m en to actu al, co m o capilla p ara el c u lto , e s cuelas para niños, viviendas, etc., q u e son gala d e la fe cu n d a labor de tan b en em érito In stitu to . En este m o n te de M esillas ten em o s tam b ién un p ro y e c to de re p o b la ció n de 500 h ectáreas co n so rciad as con el P a tri m onio F o restal del E stad o , en ejecución h o y , y co n ello y otras m ejoras ya efectu ad a s, llegam os a re u n ir en este m o n te los co n c e p to s necesarios p ara o b te n e r del m ism o una m áxi ma p ro d u c ció n . El m o n te n ú m ero 44 de los P ro p io s d e L osar de la V era, cuyo deslinde in te rio r e fe c tu ó , el año 1925, el Ingeniero que tiene el h o n o r de dirigiros la p alabra, e sta b a p o b lad o de u n a m ata d e Tozza, reco m id a p o r el g an ad o cab río , ú n ica es pecie q u e p o día p o r esta causa e fe c tu a r el ap ro v ech am ien to de pasto s. Fué tran sfo rm ad o y ten em o s h o y un m o n te h u eco de T ozza y ap ro v ech a m ie n to de p a sto s, m o n tan era y la bor, con re n d im ien to s eco n ó m ico s m uy útiles al p u eb lo p ro pietario. En el m o n te n ú m ero 42, con superficie d e 2.027 h e c tá reas, em p ezam o s en el año 1934 su tran sfo rm ació n co n la b o res g ra tu itas y d esb ro ces en la m ay o r p a rte de las su p erfi cies, consig u ien d o cam b iar un m o n te co n las características
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d e mínima producción en un vaqueril im portante, en el que, además, tenem os 50 hectáreas de riego en la Vega del Helechal, d on d e no era posible el pastoreo, y h oy es un valor ec o n ó m ico social de gran importancia, y cuya superficie de culti v o en riego aumentará en fecha oportuna. Estas dos ob ias, unidas al aprovecham iento de labor de 500 hectáreas en la parte de m onte todavía no tratada, que con el carácter gratuito recogerá sus frutos en este mismo año, nos llena de satisfacción con la utilidad que en encam i no de su transformación proporcionó. N o puedo cansar más vuestra atención, que agradezco. He cum plido con mi norma de obediencia, con la gratitud a las autoridades superiores, que tanto se desvelan por mi querida Extremadura, y con el cu lto al cum plim iento de mi deber.
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EL OLIVO, LA VID E INDUSTRIAS DERIVADAS PO R
Vicente Muriel Jiménez In g e n ie ro A grónom o
Exentos, e lita s. Autoridades, señores, camaradas: D e n tro del am plio p ro b lem a q u e p lan tea la, a to d a s lu ces, ev id en te necesid ad d e in d u strializació n d e n u estra p ro vincia, y cu y as líneas generales fu e ro n m ag istralm en te exestas p o r el Sr. Ingeniero Jefe de In d u stria de C áceres, en Ím a conferen cia inaugural d e este cu rso , n o s h a c o rre sp o n d i do tra ta r d e d o s in d u strias deriv ad as d e la ag ricu ltu ra, c u yos p ro d u c to s , aceite y v ino, son tan an tig u o s com o la m is ma ag ricu ltu ra, y tien en , adem ás d e su v alo r m aterial, h asta cierto c a rá c te r bíblico. N o son, pu es, in d u strias m o d ern as y v erem os q u e los problem as q u e p re se n ta n no tien en ta m p o c o los carac te res típicos d e la gran ind u strializació n : fáb rica, m aquinaria y energía; a u n q u e co m o to d a ac tiv id ad m o d ern a hayan d e s e r virse de los ú ltim o s elem en to s q u e la técn ica p o n g a a su al cance. S on ca racterísticas peculiares en to d a s las in d u strias d e ri vadas de la ag ric u ltu ra y g anadería, la gran influencia de las m aterias prim as, la v ariab ilid ad de éstas, d e b id a a diversas acciones, e n tre las q u e h ay q u e te n e r m uy en cu en ta las q u e d ependen del h o m b re , ag ricu lto r y g an a d ero , y el h ech o d e que la p ro d u c ció n in d u strial se e n c u e n tra m uchas veces en m anos d e los m ism os ag ricu lto res, en m ay o r o m en o r g ra d o , p ro d u cien d o así u n a disem inación de p eq u eñ as in d u strias, que les p ro p o rc io n a cierto s rasgos de artesanía. D e ja n d o a un lad o el asp ecto social, n o p o rq u e n o sea tal vez el m ás im p o rta n te , sino p o rq u e n o es n u e s tro co m e tido tr a ta r d e él, la in d u strializació n en general tiene co m o
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42 e ta p a final el au m en to de riqueza, p o r m edio d e la mejor, m a y o r y más b a r a ta p ro d u c c ió n . Pues bien, en las industrias derivadas, estas tres con qu istas d e la industrialización, han d e realizarse a p a rtir d e la p ro d u c c ió n de la m ateria prima, m ejo ra n d o los m edios d e ex plo tación, para term in ar en los p ro c eso s de extracción o tran sfo rm ación , d e ac u e rd o con la depe n d en cia a q u e antes hacíam os referencia. Y este proceso d e m ejora to ta l d e cualquier p ro d u c c ió n del ca m p o , es más acusado cu a n d o , c o m o en este caso, no se p u e d e pensar, sin in cu rrir en fantasías m u y lejos de n u e s tro ánim o, en el es ta blecim ientos d e nuevas industrias, en fo rm a sensible. V am os, pués, a e s tu d iar p o r sep arad o cada una d e las q u e co n stitu y en n u e s tro tem a, siguiendo el o rd e n enuncia d o , d e s tac an d o cuáles son las acciones más im p o rta n te s a realizar t a n to p o r olivareros y viticultores, co m o p o r alma z a re ro s y b o d eg u e ro s.
EL OLI VO La provincia de C áceres, con u n a extensión de cerca de 2.000.000 de hectáreas, tiene u na superficie de olivar q u e oscila alre d ed o r de las 70.000 hectáreas. Es cultivo m uy e x ten d id o , p u e d e decirse q u e no hay p u eb lo sin olivar, pero cuyas principales zonas son las d e Sierra d e G a ta y H u rd e s , en p rim er lugar; la V era C en tral, M o n tá n c h e z , G u a d a lu p e , Ib o r y Valencia de Alcántara. En general, no existen grandes olivares, siendo n u m e ro s í simo el n ú m e ro de olivareros, a veces p rop ietarios de m u y co n ta d o s árboles. P o r esta razó n, los d a to s estadísticos han de estar su jeto s a erro res sensibles y h arem o s de ellos úni cam ente el uso indispensable. Se ha calculado, co m o cifra media, la de 2 hectáreas p o r pro p ieta rio olivarero. Siendo el aceite un p r o d u c to to ta lm e n te ela b o ra d o p o r el árbol, la misión del h o m b re se re d u c e a extraerlo lo más p u ro posible. A quí no hay ninguna transform ación q u e re a lizar. La in d u stria del aceite es p u ra m e n te extractiva. Y, d es graciadam ente, el h o m b re estrop e a, m u chas veces, lo qu e Dios ha cread o p erfecto. Si, p o r ta n to , la única fábrica de aceite es el olivo, es s o bre éi so b re quien h ay q ue actu a r en p rim er térm ino, para o b te n e r a u m e n to de la p ro d u c c ió n e im pedir los accidentes que perjudican al p r o d u c to . N o es posible hacer u n a crítica de t o d o s y cada u n o de los sistem as que, en el lab o re o del olivo, se siguen en la p r o vincia. P e ro sí p o d e m o s asegurar, q u e son m u ch o s los oliva reros q u e siguen norm as, q u e nos atreveríam os a calificar de
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rutinarias, si este apelativo no se hub iera u s ad o con d e m a siada liberalidad, p o r gentes q u e tienen del ca m p o un c o n o cim iento d em asiado «teórico» y «libresco» y, co m o tal, p ed a n te . Es in d u d ab le q u e t o d o lo q u e se haga p o r divulgar los perfeccionam ientos del cultivo, irá en beneficio del incre m e n to de la p ro d u c c ió n , m eta c e rtera m e n te m arc ad a p o r el Jefe del E stad o en cuantas ocasiones se ha referido a estos tem as. Es cierto tam bién, q u e es tod av ía p o c o lo q u e se hace, sin que en tre m o s a analizar las causas, p e ro h a y q ue re c o n o ce r n o b lem en te que, p o r lo m enos, se intenta en p r o p o rciones no conocidas antes. N o espere nadie un au m en to en la riqu eza aceitera de n u e s tra provincia, sin una eleva ción técnica del cultivo del olivar. Lo q u e es m u c h o más d i fícil aún, q u e m ejorar la instalación y el funcio nam ien to de n uestras almazaras. Conviene, p o r ta n to , expresar claram ente cuales han de ser las bases de esa m ejora en cada una de las labores, e s t u dian do las posibilidades q u e ofrezca 1e provincia y teniendo en cue n ta las conclusiones a q u e se ha llegado en el XIII C on g reso Internacional de O leicultura, recien tem en te cele b r a d o con ta n t o éxito en n u e s tra patria, C o n g reso q ue ha reu n id o a los más d estac ad o s técnicos y olivareros de las naciones m editerráneas y de la h erm ana Portugal.
Plantaciones y m ultiplicación
En to d a plantación de olivar h a de tenerse m u y en c u e n ta el fa c to r h u m e d a d , co m o decisivo. El m arco de plantación h a d e calcularse en función del clima lo cal— abun dancia y r e p a rto d e lluvias—y d e la p ro f u n d id a d del s u elo —capacidad h íd ric a —con tend encia a s e p a r a r l o s árboles más bien q u e a acercarlos. T a m b ié n h a d e considerarse la necesidad de c u l tivos asociados, q u e perm itan evitar, p o r una parte , los peli g ros del m on o cu ltiv o , y, p o r o tra, la erosión del suelo. En la provincia, las plantaciones existentes o frecen una gran variedad de marcos. En Sierra de G a ta , sin em bargo, olivares, q u e fu e ro n p lan tad o s con idea de lo q u e se hacía, ofrecen h o y u n asp ecto to ta lm e n te irregular, y a q u e la te n
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dencia allí es precisam ente la contra ria a lo aconsejable, llegando a c o n ta r h a s ta m ás de 300 olivos p o r hectárea. M o n o cu ltiv o y gran d en sid ad de arbolado: h ay que luchar c o n tra esta tendencia, d e m o s tra n d o a los olivareros lo erró n eo de tal práctica y exigiéndose la intervención de los Servicios Oficiales en las nuevas plantaciones. En c u a n to a la m ultiplicación, generalm ente existen sistemas a d a p ta d o s a ca da Zon a. H a d e exigirse q u e allí d o n d e se usan las estacas, estas sean sanas, con o b je to de no fo rm a r árboles viejos antes de nacer, c o m o m u ch o s qu e hem os v isto en la provincia.
Labores
Las exigencias de agua q u e el olivo presen ta en n u estro clima, para p ro d u c ir c o se ch as—no para vivir— y el h echo c o m p ro b a d o d e q u e son las lluvias del o to ñ o e invierno las más efectivas, explican claram ente la necesidad de las labores, que, al m an ten e r la tierra c o n s ta n te y suficientemente mulli da, perm iten almacenar y re te n er en el suelo la máxima c a n tid a d de agua. La creación del m edio más favorable a la vida m icrobiana del suelo, facilitando la nitrificación, la c o m p e te n cia q ue p ara la utilización del agua y fertilizantes ofrcer. las malas hierbas, la p enetració n del aire, tan necesario a raíces y m icroorganism os, son o tras razones q u e explican y ju s tifi can la nec esid ad de las labores. En la provincia, al igual q u e en el re sto de España, ha h a b id o cierta paralización en el cultivo del olivar, d e b id o fu n d a m e n talm e n te a su escaso re n dim ien to econ ó m ic o , d u ra n te los pasados años. Reconocida la ra zó n q ue asistía a los olivareros, la nu eva o rientació n seguida p o r n u e s tro G o b ie rn o , p erm ite asegurar q u e han d esaparecido aquellas razones y q u e el cultivo d e b e ir volviendo a ser tan e s m era d o co m o lo fuera antes. El ab a ratam ien to q u e p r o d u c e la m ecanización es h o y la m eta de las grandes zonas del olivar español. Esta m ecani zación en cu entra, sin em b a rg o , en la provincia, grandes inco ven ien tes—p e q u e ñ as extensiones, m a rq u e o irregular,
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densidad de arbolado, e tc.— que la hacen casi im posible, h oy por h oy. A consejam os el u so de gradas, en cualquiera de sus m úl tiples m odelos, com o instrum entos muy útiles en las labores superficiales, de gran interés para nuestros olivares.
Poda
La p o d a es, tal vez, la la b o r de m ás im p o rtan cia, de to d a s las q u e se realizan en el olivar, c o n s titu y e n d o un fa c to r fu n d am ental en la p ro d u c ció n y regularización de las co sech as, so b re to d o c u a n d o se co m p leta su acción con el cultivo y fertilización del suelo. A dem ás del asp ecto d e la p ro d u c c ió n , la p o d a veviste excepcional interés, si la consideram os d esd e el p u n to d e vista d e la conservación del arb o la d o . P o r ta n to , es in d is pensable fo rm a r b u e n o s p o d a d o re s, im p id ien d o q u e cu al q uier o b re ro p o d e y divulgando e n tre los p ro p ieta rio s, q u e son, o d eb e n ser, los principales in tere sa d o s, los efecto s d e s d e stru c to re s q u e origina en su a rb o la d o la p o d a d efectu o sa. En este asp e cto , hem os iniciado una cam paña de p o d a en S ierra de G ata, d o n d e h o y son los m ism os olivareros los q u e nos buscan para ap ren d er la práctica racional de la p o d a. Los re su lta d o s o b te n id o s h a s ta el m o m en to p re se n te so n satisfacto rio s, p ero no definitivos. Poco a p o c o , com o h an de ser siem pre los cam bios en el cam po, irem os tra b a ja n d o h asta o b te n e r el tip o d e p o d a m ás a d a p ta d o a la Sierra y la pro p ag ació n del m ism o. En la p rá ctica d e la p o d a d eb e n ten erse en cu e n ta los p rincipios generales ad m itid o s p o r la técnica olivarera, e n tre los q u e d estacarem o s los siguientes: Los sistem as de p o d a del olivo q u e co n d u c en a d im en siones excesivas d e é ste, prin cip alm en te en altu ra del á rb o l, son co n d en ab les, p o rq u e recargan los diferen tes gastos del cultivo: p o d a , tra ta m ie n to de plagas y recolección. La renovación de ram as principales, antes de su ag o ta m ien to ac e n tu a d o , es necesaria y conveniente; p o r ta n to , estim am o s m u y ú til a n ticip ar d iscre ta m en te d ichas re n o v a ciones.
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La ren o v ació n , una vez llegado al esta d o a d u lto , 35-70 años, ha d e hacerse de m o d o q u e se ev iten p arad as v e g e ta tivas y d escen so s de p ro d u c c ió n , p ara lo cual hay q u e te n e r p rep arad as las b ro ta c io n e s d e su stitu c ió n . Es co n d en ab le y, p o r ta n to , m ala p ráctica, en c u a lq u ie r sistem a de p o d a , la su p re sió n to ta l d e las b ro ta c io n e s de las superficies in terio res de las ram as principales, p o r c o n d u c ir •i la falta ab so lu ta de circulación y m u erte d e los tejid o s c o rrespo n d ien tes. Es p ráctica co n v en ien te el en calad o d e dichas superficies in terio res, y aún m ejor, ad icio n an d o a la lechada de cal su lfa to d e h ierro o d e co b re. En la p rim era vida del árb o l, es aconsejable el fo rm a rlo sobre 2, 3 o 4 pies, co m o m áxim o, algo d istan ciad o s e n tre sí, especialm ente si se tra ta d e m arcos am plios de p lan tació n , p o r h ab erse o b serv ad o ser m ás p ro d u c tiv o este tip o de árbol, q u e el d e un solo pie. En el árb o l de m ás de un pie, las ren o v acio n es son m ás seguras, p u ed en ser parciales, m ás s o p o rta b le s para el árb o l, p or no ser in te rd e p e n d ie n te s to d a s las ram as y d isp o n e r d e cam po o espacio m ay o r p ara las nuevas b ro tac io n es. En los árb o les jó v en es y en p e río d o d e fo rm ació n , d e b e p ro c u rarse h acer los m enores co rte s po sib les, p u es re ta rd a n el crecim ien to . Es co n d en ab le, co m o p rá c tic a n o rm al d e p o d a , el c o rte to tal d e la co p a (afrailado) para su ren o v ació n , e sta n d o sólo indicado en casos especiales de ren ovación to ta l, com o h ela das graves, caries y, en general, em p o b re cim ie n to s a c e n tu a dos de las ram as principales. E stim am os co n v en ien te, co m o n o rm a general, la p o d a bienal, si bien en situ acio n es m uy fa v o rab les y con v arie d a des vigorosas, se d e b e co m p le ta r con una lim pia de ram as finas y c h u p o n e s in tercalad o s. En situ acio n es o p u estas, d e s favorables de clim a, suelo o v arie d ad , d eb e p ra cticarse la p o d a trienal. La in ten sid ad de la p o d a d eb e g ra d u arse en relación con la p ro d u c ció n d e cosecha lo g rad a a p a rtir de la p o d a bienal o trien al an terio r, p u d ie n d o ser m ás energica si a q u é lla ha sido a b u n d a n te y m o d erá n d o la, en o tro caso , p ero siem pre te n ien d o en cu e n ta el vigor d e las b ro ta c io n e s o b t e nidas en la ú ltim a p o d a. En to d o sistem a de p o d a bien fu n d a m e n ta d o , n o d e b e nunca carearse el tro n c o con caries p ro fu n d a s, q u e im p id an su fun ció n fisiológica y red u zcan la cap acid ad de o rig in ar
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b ro ta c io n e s en q u e fu n d a m e n ta r ram as nuevas; sin em b arg o , en aquellos árboles en q u e se p ro d u c e n in ev itab lem en te ah u ecam ien to s p ro fu n d o s y esta d o s d e envejecim iento y ag o tam ien to d e to d o s los tejid o s, d espués de variar re n o v a ciones, es preciso co n sid erar acab ad o el papel en c o m e n d a d o al tro n c o , p re co n izan d o , a n u e stro juicio, la renovación del olivo p o r in jerto de p ú a, so b re u n a de las raices p rin ci pales, au n q u e, p o r previsión se injerten d o s o tres. D e este m o d o se consigue, siem pre q u e la op eració n se haga con estirp ac ió n to ta l del tro n c o y dem ás raices so b ra n te s, y con la adición d e tie rra nueva, b ro tac io n es, p ro n ta s y vigorosas, en q u e fu n d a m e n ta r la nueva co p a del árb o l, q u e p u ed e c o n sid erarse fo rm a d o y en p ro d u c c ió n a los seis-ocho años, m i ta d del tiem p o re q u erid o en las p lantaciones co rrien tes. H a sta el esta d o a d u lto , las d istin tas p o d as d e form ación no ejercen influencia m arcada en la p ro d u c c ió n , pues el á r b o l re sta u ra y reacciona fácilm ente a to d o s los desequilK b rio s en su vegetación, p o r ser m áxim a la relación h oja efi ciente a m adera y ser m ás ráp id a y c o rta la circulación de savia, siem pre q u e se intervenga sólo p ara guiar el árb o l y ev itar grandes espesam ientos de copa. El olivo ad m ite in tervenciones con p o d as viciosas o irra cionales h asta llegar al e sta d o a d u lto y em p ez ar las re n o v a ciones, sin q u e los efecto s negativos en la p ro d u c ció n se acusen h asta p asadas las tres o c u a tro p o d a s prim eras, pues la ca p acid ad p o tencial o fa cu ltad d e reacción se m antiene en ese periodo, d ecay en d o g ran d em en te después.
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que, ob lig ad am en te, se sien te en el N o rte de la p ro v in cia de hacer p astar al ganado d e n tro de los olivares. P o r o tra p a rte , la falta de n itró g en o y cal es b a sta n te c o rrien te en el suelo provincial. El em pleo de fó rm u las d e a b o nos m inerales, en los q u e el n itró g en o ten g a dom inancia, es recom endable. Es, sin em bargo, el ab o n o sideral, p rev iam en te ab o n a d o con s u p e rfo s ta to y p o ta sa , el p ro c ed im ie n to de fertilización más in d icad o p ara el olivo. Siem pre q u e el fa c to r h u m ed ad en o to ñ o e invierno sea suficiente y las lluvias de abril p e r m itan la hum ificación d e la m asa h erb ácea e n te n ad a superfi cialm ente, d eterm in a este ab o n a d o la d u plicación de la c o secha en d o s años sucesivos, crean d o , adem ás, u na gran p ro ducción foliácea, q u e p u e d e c o n s titu ir un fa c to r lím ite p ara el agua en años sucesivos y q u e conviene re d u c ir d esp u és con la p o d a. La veza es el ab o n o sideral m ás co n v en ien te, p ero p u e d e utilizarse la alg arro b a en te rre n o s p o b re s y su elto s; en te rre nos d e con sisten cia m edia está in d icad a la guija, y en te rr e nos fu e rte s el guisante gigante. En te rre n o s de gran p o d e r re ten tiv o el h ab a y en te rre n o s salinos el altram uz. La falta de cal, tan necesaria p ara las legum inosas, hace que en n u e stra p rovincia no se haya e x te n d id o este a b o n a do. A p a rte de q u e , adem ás, se han h ech o po cas p ru eb as. Es necesario realizar una cam paña de investigación y e x p e riencias q u e nos p erm itan reso lv er este asu n to d e u na m an e ra segura y p o n e r al alcance de n u estro s ag ricu lto res un sis tem a de ab o n a d o d e tan p o sitiv o s re su ltad o s. En este caso, la m isión es p u ra m e n te oficial en cu alq u iera de sus c a te g o rías, estatal, provincial o sindical.
Abonado Asociación de cultivos El suelo d e un olivar, so m etid o a cu ltiv o lim pio y a t o dos aquellos m edios q u e tiendan a co n se rv ar la h u m e d a d , es fácilm en te erosionable y sufre grandes p érd id a s d e m ateria orgánica. Esta falta q u e h o y ex p erim en tan n u e s tro s olivares c o n s titu y e u n a de las principales causas q u e se o p o n en al incre m en to d e la p ro d u c ció n . Es p o r ta n to necesario a b o n a r con estiérc o l, y solam ente esta necesidad p erm ite explicarse la
Las v entajas de la asociación de cu ltiv o s son in d u d ab les. El m o n o c u ltiv o olivarero crea p ro b lem as so cial-eco n ó m ico s de la m ay o r im p o rtan cia. P ara d arn o s c u e n ta de ello, b asta pensar q u é sería d e la eco n o m ía «gateña» si el v alo r del acei te se re d u je se ca ta stró ficam en te. La m ism a o b servación de la c o m a rc a p erm ite darse cu e n ta de có m o sus p u eb lo s m ás
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im p o rta n te s r on aquellos q u e no d ep en d en exclusivam ente dei olivo. O livos y sólo olivos, p o d rá ser, si se quiere, m o tiv o d e inspiración p o ética y literaria. Pero, social y eco n ó m icam en te , es un peligro cuya agudización ex tre m a n o s la o frece la provincia d e Jaén. Es co n v en ien te y necesaria la asociación del alivo con o tro s cultivos. Pero para ello es indispensable q u e el m arq u eo lo perm ita. E n ten d ien d o p o r asociación la intercalación, n o la y u x tap o sició n d e cultivos. En la provincia existe intercalación en las zonas en q u e el olivo se asocia con la vid o co n la higuera. E sto s cu ltiv o s h an d efen d id o eco n ó m icam en te al olivar en años pasados. H ay y u x tap o sició n , desgraciadam ente, c u a n d o se p re te n d e q u e los olivares, sin m arco suficiente, den cereales y legum inosas. En las nuevas plantaciones, q u e se están realizando en la zona del río Ib o r p rincipalm ente, en te rre n o s de p en d ien tes, d o n d e la erosión ha d e p ro d u c ir graves efecto s, d ebieran o b lig ato riam en te hacerse asociaciones en fajas con c o n to rn o . En tal asociación p o d rá n utilizarse legum inosas de invierno, si el te rre n o es fértil, q u e será la excep ció n , o fajas d e m o n te bajo o pastizal, o m o n te alto con las especies fo restales m ás apropiadas.
Plagas
El Servicio F ito p ato ló g ico d e la J e fa tu ra A gronóm ica ha aplicado los tra ta m ie n to s de algunas plagas, p ero p o r los m últiples pro b lem as que ha de resolver dich o Servicio no se han intensificado aquellos. La lucha c o n tra las plagas ha de te n e r ca rác te r general, si h a d e p ro d u c ir re su ltad o s. Los Servicios oficiales necesitan aquí, m ás q u e nunca, d e la co o p eració n de los olivareros. D a d o su carác te r general, es lógico pensar q n e sea la organi zación sindical agraria la q u e asum a la dirección de esta c o o p eració n en to d o s sus aspectos: eco n ó m ico , c o lab o ra ción técnica su b altern a, g uardería, etc.
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Recolección
La ú ltim a lab o r del cu ltiv o , q u e p u e d e ser co n sid erad a com o la p rim era de la in d u stria, la reco lecció n , tien e u na decisiva influencia en la calid ad de los aceites y en la p o si bilidad de o b te n e r b u en as cosechas en años sucesivos. La n o rm a general de u na b u en a recolección d eb e ser no causar d añ o s al árb o l ni al fru to . E poca y fo rm a de re alizar la son los d o s co n o cim ien to s en q u e d eb e basarse. La recolección d eb e hacerse c u a n d o las aceitunas están en su p u n to crítico de m ad u re z, m o m en to en el q u e tienen la m ay o r c a n tid a d y la m ejo r calid ad d e aceite, y q u e está determ in ad o p o r el to n o violáceo u n ifo rm e q u e tien e la p u l pa. E ste p u n to crítico n o se p ro d u c e to d o s los años, m a te m áticam ente, en los m ism os días, p o r lo q u e resu lta p ueril la c o stu m b re seguida en m u ch o s p u e b lo s d e iniciar la re c o cida en una fecha d eterm in ad a, casi siem pre relacionada con .\lguna festiv id ad . Las causas, variables, q u e d eterm in an la m ad u re z son de carácter clim atológico y fisiológico: la in teg ral térm ica , la hum edad, fu n ció n de la lluvia caída y d e la ev a p o ració n , la m ayor o m en o r ca n tid a d d e co sech a, y el esta d o d e san id ad de los fru to s , influyen y ca racterizan a la m archa d e la m a duración. C u a n d o p o r alguna circu n stan cia, una gran cosecha, p o r ejem plo, caso q u e sería el más fav o rab le, se p re sen ta la im posibilidad de reco g er to d a la aceitu n a en plena m ad u re z, cabe preg u n ta! se si es co n v en ien te ad e la n tar o re tra sa r la recolección. La re sp u esta es q u e d eb e ad elan tarse. D e b e iniciarse la reco g id a en c u a n to la aceitu n a esté pintona, es d ecir, c u a n d o em p ieza a to m a r el co lo r violáceo, pues en estas circu n stan cias, no solo ag u an ta bien u n o s días para se r m olida, sino q u e, adem ás, d u ra n te ese tiem p o , c o n tinúa elab o ran d o aceite, o sea, q ue p ro sig u e su p ro c eso de m aduración casi co m o si perm an eciese en el árb o l. Las acei tunas d em asiad o verd es, p ro d u c e n aceites am argos, m u y fuertes, d e co lo r v erd e in ten so , d a n d o ad em ás escaso re n d im ie n to .
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Las aceitunas recogidas dem asiado m ad u ras, lejos de a u m en ta r en grasa, dism inuyen y dan aceite d e p e o r calidad. La larga perm anencia d e la aceitu n a en el árb o l perju d ica adem ás a la co sech a siguiente, ya q u e gran p a rte de la savia q u e el olivo había d e aplicar a la evo lu ció n de sus yem as, es ab so rv id a p o r aquella. Y p o r ú ltim o , estas aceitunas están m ás ex p u e sta s a la acción d e las heladas y al a taq u e de insec to s crip tó g am as y pájaros, sin o lvidar las m ayores posibili dad es q u e ofrecen para el ro b o . En c u a n to a la fo rm a de realizar la recoleción, p o d em o s aseg u rar q u e, casi en la to ta lid a d de la provincia, el p ro c e d i m ien to u sad o es el de «vareo», cu y o s d esa stro so s re su lta d o s son de to d o s conocidos. P o r éste sistem a se dañan el árbol y el fr u to , no te n ien d o m ás justificación q u e su b a ra tu ra y el excesivo p o rte de m uchos árboles. R ealizado con cu id ad o se am inoran m ucho sus daños. El p ro ced im ien to de «ordeño» es m ás caro y solo se realiza bien en árb o les de p o rte bajo. T al vez lo m ás aconsejable sea el em pleo de un sistem a m ixto: o rd e ñ o d e las ram as b a jeras y v areo d e las altas. C on el tra n s p o rte a la alm azara term in a la acción del oli v arero , siendo esta o p eració n , realizada tam bién con p o co s c u id a d o s, la causa de m agullam ientos del fru to , q u e fa v o re cerán las ferm en tacio n es, q u e tienen lugar, m ás ta rd e , en las trojes.
OLEOTECNIA El o b je tiv o principal d e la in d u stria del aceite de olivar es conseg u ir q u e la m ay o r c a n tid a d del q u e se o b tien e en las almazaras sea aceite fino. E sta c a rac te rístic a de o b ten ció n de calidad es m ás im p o rta n te q u e cu a lq u ie ra o tra , au n q u e, com o en to d a activ id ad in d u strial, ten g an tam b ién su im p o r tancia las de re n d im ien to y eco n o m ía en la p ro d u c c ió n . In tern acio n alm en te, la calid ad es el arm a decisiva q u e nuestra in d u stria olivarera p u e d e esgrim ir fren te a la c o m petencia, cad a vez m ay o r en el p o rv e n ir, d e los aceites e x tranjeros. T o d o lo q u e se o p o n g a a la o b te n c ió n de calid ad debe ser elim inado d e la in d u stria , co m o elem en to e n to rp e cedor de la m archa ascen d en te q u e es preciso seguir. En n u e stra p ro v in cia n o se o b tie n e n b u en o s aceites en ca n tid ad p ro p o rcio n al a la co sech a to ta l. Lo q u e no q u iere decir q u e la m ateria p rim a no sea ex celen te y q u e el aceite de Sierra de G ata, e x tra íd o con to d a clase de cu id ad o s, no pueda c o m p e tir,—ya h a co m p e tid o v en tajo sa m e n te en m u chas o casio n es—, con los m ejores d e o tra s zo n as españolas. P ero es preciso o b te n e r esto s aceites finos en ca n tid a d que no sea in ferio r al 50 p o r 100 de la cosech a to ta l. Para ello se o frecen d o s cam inos: m ejo ra m ien to de las alm azaras y creación d e b u en o s m aestro s alm azareros. U na p ro d u c c ió n c u y o v alo r es su p e rio r a los 100 m illones de pesetas (incluidos su b p ro d u c to s ), bien creem o s q u e m e rece la p en a d e q u e se revalorice en la m ed id a q u e sea posible.
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Almazaras S egún d a to s oficiales, el n ú m ero d e alm azaras ex iste n te s I en la provincia es de 666, las q u e de acu erd o con el sistem a I d e ex tracció n se d istrib u y e n d e la siguiente m anera: A lm azaras con p re n sa h id rá u lic a . . . . > » » d e h u sillo . . . . » » > v ig a o to rre . . .
315 282 69
TO TA L........
666
A lm azaras accionadas p o r e n e rg ía e lé c tric a ............... > » » fuerza h id rá u lic a '................ » » » m otores g a s -p o b r e .............. > » » g a s - o il ..................................... > > > g a s o lin a ................................... » » a b r a z o ........................................... » » a v a p o r ......................................... » » p o r c a b a lle r ía .............................
75 187 10 77 33 87 1 196
T O T A L ....
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R ealizando un estu d io co m p arativ o , nos encon tram os que existen prensas hid ráu licas en un 47 p o r 100 de n ú estra s alm azaras, m ientras q u e en el to ta l de E spaña son el 69 p o r 100, y en la provincia de Badajoz el 75 p o r 100. E sto indica claram ente que es necesario una transform ación de las alam azaras en este sen tid o , ya que nadie p u ed e negar h oy las ventajas de la prensa hidráulica en el ago tam ien to de los orujos. En cu a n to al núm ero de m olederos m o vidos a sangre, la p ro p o rció n , análoga a la d e España, es del 41 p o r 100. P arece que aquí no andam os m uy atrasados, d eb id o in dud ablem ente al aprovecham ien to hidráulico d e la zona de G ata. E xisten b atid o ra s y te rm o b a tid o ra s en un 19 p o r 100 de las alm azaras cacereñas y en un 30 p o r 100 en las de España. Es este o tro m otivo que expresa la necesidad de m odernización de n u estras instalaciones. Pero no caigam os en el erro r de creer q u e el p rogreso mecánico es el índice q ue da la idea más p erfecta de los m éto-
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dos d e ex tracció n . Es to d o el c o n ju n to de p ro ced im ien to s, la fo rm a de realizarlos, lo q u e en definitiva d eterm in ará la calidad del aceite. Así es c o rrien te e n c o n tra r alm azaras con bu en utillaje y, en cam bio, m uy d efectu o sas, especialm ente en lo q u e se refiere a los asp ecto s de lim pieza, sistem a de decan tació n , separación de alpechines, etc. Es ev id en te que no p o d em o s aspirar a una trasfo rm ació n radical d e las alm azaras en u n tiem p o relativ am en te c o rto , pues ello su p o n d ría una inversión de d in ero excesiva p ara la capacid ad eco n ó m ica d e la p rovincia. P ero, a p a rte d e este hecho, q u e tal vez p o d ría soslayarse, existen o tro s, tales c o mo la d ificultad de p ro p o rc io n a rse energía b a ra ta , y so b re to d o segura, la falta de estím u lo para el cap ital, p ro d u c id a s p or las indispensables interv en cio n es actuales, la parcelación olivarera, etc., etc., q u e, co m o aquél frenan, p o r d ecirlo así, la necesaria m o d ern izació n d e las instalaciones. En cam bio, p u ed e asegurarse q u e con ligeras m odificacio nes en dichas instalaciones, y p rincipalm ente p o r una afina ción d e las d istin tas fases de los m é to d o s actuales, p u ed en conseguirse grandes re su ltad o s, no solo en el ag o tam ien to de los o ru jo s, sino tam b ién en la calid ad d e los aceites. Para ello, es fu n d am en talísm o q u e los alm azareros y p e r sonal, m aestro s y oficiales, co n o zcan a fo n d o los p rincipios esenciales de la elaboración.
A ceite
N o se p u ed e o lv id ar q u e no vam os a fab ricar n ada, p o r que D ios ha d isp u esto q u e el aceite venga ya fab ricad o en la aceituna, y q ue, p o r ta n to , n u e stra m isión es llegar a c o n se guirlo en el m ism o esta d o q u e en ella se en cu en tra. El aceite d e oliva, q u ím icam en te co n sid erad o , es una mezcla de esteres de la glicerina (p ro p a n o trio l) y de d ife rentes ácid o s grasos. C o n tie n e tam b ién m aterias insaponificables, fito stero l, xantofila, etc. En el C o n g reso d e O leicu ltu ra se han definido las d ife rentes clases de aceite, especificándose q u e los aceites fino y virgen d e oliva se o b tie n e n p o r p ro ced im ien to s m ecánicos,
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sin rectificación ni adición d e substancias. La acidez, según la escala fijada, será m edida en ácido oléico. Pero son los caracteres org an o lép tico s los fu n d am en tales en el aceite de oliva y , precisam ente estos y la acidez, los m ás alterad o s en el preceso de extracción.
Condiciones técnicas de las Alm azaras
Al p ro y e c ta r una alm azara de nu ev o em plazam iento, o al m odificar una existente, hay q u e ten er en cu e n ta el volum en de aceitunas que han d e m anipularse diariam ente, y en to ta l, estu d ia n d o el ritm o de recogida y los m éto d o s d e tra n sp o rte . El ideal teó ric o es q u e no existan tro jes, y q u e el fr u to alm acenado lo sea solo p o r un día. Las dim ensiones del p atio serán fu n ció n del alm acena m iento a realizar, p en san d o siem pre en la facilidad q u e hay q u e d ar a la recepción, q u e se realiza casi siem pre a ú ltim a h o ra d e la ta rd e y con gran aglom eración de caballerías y carruajes. S u p o n ien d o q u e se tra ta de aceitunas sanas y sin m ag u llam ientos, la prim era op eració n q u e se realiza en la alm azara, el atro jam ien to , no p u ed e ser m ás perjudicial para el fin p e r seguido. E stá d e m o stra d o q u e en el m o n tó n d e aceituna, y en un m edio ae ro b io y con cierto grado de h u m e d a d , se d e sa rro llan hongos y bacterias p ro d u c to re s de lipasas, que d e sd o b an los glicéridos en ácidos grasos y glicerina, p ro d u c ie n d o incluso la m etabolización de un p o rc en taje d e aceite. En la m asa in tern a, y en m edio an aero b io o cu rren o tro s fe n ó m e nos de ferm entación y tran sfo rm ació n del aceite, no b ien estu d iad o s, y q u e se tra d u c e n en perjuicios grandes d e la ca n tid a d del aceite. Las causas q u e obligan al a tro ja d o o alm acenam iento son conocidas de to d o s: sistem a de m aquila, incapacidad de m oltu rac ió n , e rro res técn ico -eco n ó m ico s de los alm azareros, necesidad d e co n tro l para la intervención, etc. Los dos p ri m eros son difíciles de evitar. P or ello, h o y se ad m ite la nece sid ad del alm acenam iento, y se lucha p o r resolver el p ro b le
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ma, b u sca n d o q u e este alm acenam iento p ro d u z c a los m en o res daños. Así se han en say ad o con m ay o r o m en o r éx ito los siguien tes p ro ced im ien to s: C on serv ació n d e la aceitu n a en capas finas al aire libre, conserv ació n en silos y em pleo de refrigeración artificial, en España; d esh id ratació n de la aceitu n a, en P o rtugal; co n se r vación p o r ventilación, en T ú n ez ; e inm ersión en so lu ció n acuosa d e su b stan cias quím icas o an tib ió ticas, en E spaña, P o rtu g a l, G recia y Argelia. En ta n to la técn ica o b ten g a el m ejo r p ro c ed im ie n to , lo aconsejable es q u e el a tro ja d o se realice d u ra n te el m en o r tiem po posible, p ara lo q u e se n ecesita la co lab o ració n d e olivareros, alm azareros y a u to rid a d e s encargadas d e la in te r vención, q u e d eb e n e x tre m ar su cu id ad o en este sen tid o .
Edificio
O rie n ta d o al M ed io d ía con p referen cia, p ara q u e el p a ralelism o e n tre el eje principal y la tra y e c to ria so lar p erm ita ap ro v ech a r al m áxim o las calorías del sol, las m ás e c o n ó m i cas, y q u e, aun en p leno invierno, no se d eb en d e sa p ro v e char. El criterio de m an ten er una elevada te m p e ra tu ra d e n tro de la alm azara, d eb e p resid ir to d a s las decisiones q u e se t o m en en su co n stru cció n . D o s son las principales razo n es q u e obligan a m an ten er la alm azara y locales anejos a u n a te m p e ra tu ra de 20 a 22 g ra d o s cen tíg rad o s: co m o d id a d p ara el trab a jo de los o p erario s, d e acu erd o con n u e stra legislación laboral y fluidificación de los aceites, con facilidad p ara su ex tracció n y p ara las p o sterio re s o p eracio n es de d ecan tació n y trasiego. D eb erán , p o r ta n to , to m arse to d a s Jas m edidas d e aisla m iento, tales co m o cristaleras, tech o s aislantes, p u e rta s d o bles, etc. La superficie de la n ave de ex tracció n d eb e re d u cirse a la q u e exijan los ap a rato s q u e h a de co n ten e r, los q u e no h an de e star más sep a rad o s q u e lo que precisen las co n d icio n es d e tra b a jo .
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El aceite es u n gran c a p ta d o r de to d a clase d e olores, q u e alteran el arom a n atu ral, q u e es u n o de sus distintivos m ás preciad o s. P o r e sto , es necesario aislar de m anera p erm an en te los hogares, m o to res, etc. La lim pieza de la alm azara ha d e ser una norm a, la p ri m era, q u e d eb e cum plirse co m o rito . Piénsese, e n tre o tra s razones, en q u e el aceite es co n su m id o sin esterilización p o ste rio r, en ensaladas y m últiples aliños. El suelo d eb e te n e r u n a pen d ien te suave, 1 p o r 100, q u e p e rm ita una lim pieza a fo n d o , y ta n to él co m o las p ared es serán im perm eables. Si a esta im perm eabilidad se une la b e lleza, m u ch o m ejor, ya q u e está c o m p ro b a d o q u e la estética en las instalaciones industriales p ro d u c e d ividendos. El lem a d e to d o alm azarero d eb e ser lim pieza, lim pieza y lim pieza. D e aquí surge la consecuencia de situ a r la alm azara en sitio en q u e el agua se e n c u e n tre en relativa abundancia, adem ás de q u e es necesaria para diversas m anipulaciones. Si hay posibilidad, d eb e c o n stru irse la alm azara a p ro v e c h a n d o desniveles del te rre n o , pues si bien n o p o d em o s c o n ced er a la disposición en cascada la im p o rtan cia q u e se le ha d a d o en el ex tra n je ro , n o se p u e d e n negar sus ventajas.
Sistema de extracción
En la actu a lid a d , se tra b a ja in ten sam en te en to d a s las nanaciones oleícolas, b u sc a n d o la solución q u e p arece más ac e rta d a p ara la ex tracció n del aceite, su p rim ien d o los a p a ra to s actuales, m olederos y prensas. D icha solución es la ex tra c ta ra co n tin u a, de la q u e en E spaña ha h a b id o an tec ed en tes, y q u e esp eram o s q u e se consiga diflnitivam ente p o r t é c nicos españoles. En esto hem os d a d o , y seguirem os dan d o , lecciones al m undo. En el sistem a actual de m o led o res y prensas, el m aestro d e alm azara d eb e co n o c er su oficio a la perfección, si se q u iere o b te n e r aceites de calidad. Las aceitunas serán lavadas, antes de p ro c e d e r a su t r itu ració n , co n agua caliente. Si, co m o es lo general, se reco lec tan a «vareo», las aceitunas se ensucian d e tie rra y estiércol, adem ás d e las contam inaciones q u e sufran en el tra n s p o rte y
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atro jad o . Se c o m p re n d e q u e ningún b ien p u ed e n ocasionar al aceite estas su cied ad es y co n tam in acio n es. Pero si, a d e más, la tie rra es caliza, tien d e a fo rm a r ja b ó n , q ue qu ed a en suspensión en la m ism a m asa del aceite, co m u n ican d o a este su ca rac te rístic o sa b o r. El 3gua caliente facilita la limpiez* y sirve p a ra ir d an d o a la m asa la tem p eratu ra* ó p tim a p ara la extracción . La op eració n d e ex tracció n se re d u ce, en el fo n d o , a un filtraje. El elem en to filtran te es la p ro p ia m asa d e la aceituna, que, p o r sí sola, a m ed id a q u e se va h acien d o el agotam iento de la p a rte líquida, q u e en p rin cip io es la q u e dom ina, vá co n stitu y en d o el sistem a filtrante. H ay , p o r ta n to , una re n o vación co n tin u a d a de la p ared e x terio r, siem p re a base de que b u e n a p a rte d e las p rrtíc u la s iniciales siguen en su sitio y form an la c o n te x tu ra d e la p a re d filtrante. La m isión del cap ach o es p ro d u c ir, al su b d iv id ir la m asa, una serie d e capas y q u e en to d a s ellas p u ed a form arse la superficie filtrante. Los líq u id o s siguen a trav és del tejido del cap ach o , p ero han sido inicialm ente filtrados, p o r la propia m asa. La tritu ra c ió n de las aceitu n as al p ro d u c ir la m asa filtran te, adem ás, n atu ra lm e n te , d e ro m p e r las celdillas del aceite, adquiere un papel d e gran im p o rtan cia. El efecto más c o rriente h o y es la excesiva disgregación, q u e dificulta el filtra do a trav é s de la m asa, q u e intensifica la form ació n de b o rras y lodos, y q u e facilita la em ulsión del aceite y del agua de vegetación. U na p rá ctica d e fe c tu o sa se sigue en p a rte de n u estras almazaras, d ejan d o u na m asa tritu ra d a p ara p ren sar al día siguiente. E ste erro r, b asa d o en la p érd id a de tiem po que significaría esp erar to d a s las m añanas a q u e se m uela la p ri mer tare a, lleva consigo la existencia de ferm entaciones q u e se em piezan a p ro d u c ir seg u ram en te en la m asa al cabo de dos horas. La to ta l falta de lim pieza diaria d e rulos y em pie dras, y el u so d e cap ach o s su cios so n o tra s ta n ta s causas d e ferm entación y desco m p o sició n , no to d a s fáciles de evitar. En el em pleo de b a tid o ra s y te rm o b a tid o ra s, se olvidan muchas veces las con clu sio n es a q u e llegaron h o m b res tan em inentes en el cam po olivarero com o D o n P ed ro Solís y el M arqués d e C ab ra , según los cuales, el beneficioso em pleo de esto s ap a ra to s desap arecería cu an d o el n ú m ero de rev o luciones fu ese m ay o r de 8, n ú m ero ideal q u e fijaron ex p eriinentalm ente. Del: en ser p ro sc rita s to d a s las b atid o ra s con
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velocidades excesivas, así co m o aquellas en las qu e no se rem ueve co n stan te m e n te la p arte de masa en c o n ta c to con las paredes calientes. La aplicación del calor en determ in a dos p u n to s de un aparato a tem p e ra tu ra de 50 o más gradoscentígrados, es nefasto par? la b u en a calidad de los aceites, p o rq u e con ellos se ad ultera y perjudica el olor, el sab o r y el color de los mismos. Existe ac tualm ente una acusada ten den cia en España a utilizar de n uev o las telas filtrantes, q u e fueron empleadas p o r el M arq u és de Acapulco y p o r su c o la b o ra d o r el Inge niero Sr. Quintanilla, para o b te n e r una p arte de aceite que denom inan virgen. N a d a habría q ue o p o n e r a q ue se hiciera em pleo de ellas en la misma form a y condiciones co m o las utilizaron sus d escub rido res, ya que, en efecto, a través de ella p u ed e o b tenerse una c a n tid a d de m ay o r o m en or consideración de aceite sin necesidad de presión; y p o r ta n to , encajado en la denom inación dé virgen. Pero en su m o d ern a y últim a aplicación, cuya difusión es m u y grande, se causan considerables daños a los aceites, ya i q ue se sum inistran estos aparatos asociados a t e rm o b a tid o -í ras de masa. Se dá, además, el caso de que, com o, au m e n ta n d o la t e m - | p e ra tu ra de las te rm o b a tid o ra s , la ca n tid ad de aceite qu e sej ob tien e es m ayo r, esto sirve de acicate para fo rzar a q u e lla ,, causando un irreparable dañ o a la industria oleícola en g e-’; neral, al envilecer los aceites. Pude em plearse el sistem a de telas filtrantes A capulco-] Quintanilla bien en el co n ju n to de aparato s que co nstituy en ] las almazaras según las patentes de estos señores, o ya adic-J cio nan do el ap arato q ue las utilice en las almazaras con pren-' sa, antes de pasar la masa a ellas d espués de tritu rad a . En cu a n to a la altura del cargo, se ha c o m p ro b a d o e x p e -| « m e n ta lm e n te q ue las m edidas recom endables son las que c o rresp o n d en a distancias, e n tre el plato d e la v agoneta y el, p u en te, qu e oscilen de 1'80 a 2'20 m etros. El aceite o b te n id o p o r presiones lentas es superior, sobrej t o d o en lim pidez, al q u e se obtiene en presiones rápidas.; Pero las cualidades básicas del aceite no sufren d eterio ro si,, u lterio rm ente, la decantación es perfecta, y a ello hay q ue ir ya q u e las presiones lentas resulten m u ch o más caras. El n ú m e ro de aprieto s q u e d eben darse a la masa ha sido m u y d iscu tid o en España, único país, p o r o tra parte, d o n d e i
se realiza u na sola presión en m uchas almazaras provistas de batidoras. La conclusión a q u e se ha llegado en el C on greso de O leicultura es categórica; deben darse do s apiietos. El aum ento de p ro d u c c ió n en kilogram os m o ltu rad o s, q u e lle va consigo la presión única, q u e d a anulado p o r un m ay o r consum o de capachos. En cam bio, el rendim iento y la calidad son favorables a las d o s presiones. Y no o lvidem os que esta última la h em os señalado com o m eta de la industria. La rápida separación de los aceites y los alpechines se realiza p erfe c ta m e n te en las almazaras p o r simples d e c a n ta ciones. N o som os partidarios del uso de supercentrífugas, que dañan a la calidad de los aceites y q ue resultan aparatos costo sos y complejos. El lavado y filtrado son perjudiciales para los aceites fi nos. T éngase en cuenta, co m o hecho d em o strativ o , q u e los conserveros de pescados, co nsu m id o res d e los mejores acei tes, rehu yen , c u a n d o les es posible, co m p ra r aceites lavados. El filtrado es reco m endable para los aceites mal e la b o ra dos, ya que ésto s ganan, p o r lo menos, en presentación. Y, pot últim o, el alm acenam iento y embalaje, constitu y en la fase final de c=ta industria. En los tiem pos primitivos, se acon dicion aba el aceite en tinajas de barro cocido, que aún se ven h o y en algunas al mazaras. D esp ués, los d e p ó sito s de hierro, ju n ta m e n te con los trujales, o almacenes sub terrán eo s, han venido a genera lizar en esta form a los lugares más ap ro pia do s en nu estros tiem pos para el m ejor acondicionam iento del aceite de oliva. Los dep ó sito s de hierro son los envases en los q u e c o m ún m en te se conservan h o y los aceites q u e se p ro d u c e n en las almazaras y los trujales, d o n d e generalm ente, en n u estro s tiem pos, los conserven los almacenistas. Aquéllos son de c h a pa de hierro, bien rectangulares o cilindricos, y éstos, casi siempre rectangulares, son grandes co m p artim ien to s co n s tru i dos en el subsuelo d e las b odegas de los almacenistas, p erfec tam ente estancados, con el suelo ligeramente inclinado para recoger en un extrem o, en pilita cilindrica, los re stos del d e pósito para que p u ed a n ser extraídos p o r b o m b a . Las p a r e des, revestidas de losetas d e cristal o de cerámica vidriada constituyen a m o d o de u na h abitación to ta lm e n te revestida de dichas losetas so b re material ad-hoc, q u e im pide q u e p o r sus ju n ta s se p u ed a filtrar la más mínima ca n tid a d de aceite. El aceite acondicionado de esta m anera en p o d e r del al m acenista o del e x p o r ta d o r, se trasiega p o r m edio de b o m -
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b as de u nos d e p ó sito s d e h ierro a o tro s , o de tru jal a trujal, p ara realizar aquellas operaciones d e m ezcla o coupages, q u e ' son necesarias p ara p re p ara r los d istin to s tip o s o unificar ca lidades d e clase o acidez determ in ad a. En n u e stro s tiem pos, el m áxim o p erfeccionam iento en el acondicionam iento del aceite de oliva se h a co n seguido de esta form a, p ero cu id an d o de lim piar p erfec ta m e n te los d e - | p ó sito s o tru jales, c u a n d o se destinen a co n te n e r aceites de calidades diferentes, p ara q u e el olo r, el co lo r y el sa b o r de las calidades, q u e hayan de in tro d u cirse en ellos, no tengan I ninguna alteración. N o q u erem o s term in ar esta p a rte d e n u e stra m o d esta exposición sin h acer n o ta r la necesidad d e q u e en el esta b le cim iento de nuevas alm azaras seria m uy conveniente se tu -j vieran en cu e n ta las grandes ventajas de to d o o rd e n q u e en-j cierra el sistem a c o o p e ra tiv o . Y d esean d o q u e la re d d e al m acenes reguladores de aceite, en realización p o r el S indicato V ertical del O livo, tenga efectiv id ad en n u e stra provincia.
Revalorización de los subproductos
O c u p a el o ru jo el p rim er lugar en los s u b p ro d u c to s del aceite. En la provincia, existen seis fá b iic a s d e aceite d e o ru jo , co m b in ad as con fábricas de ja b ó n co m ú n . Hay, adem ás, o tra s 17 fábricas d e ja b ó n , q u e utilizan b o rra s y tu rb io s . En general, estas in d u strias han d e seguir el m ism o ritm o qu e la del aceite. Sus instalaciones son relativam ente mo-j dernas. La utilización del o ru jo p ara pienso se hace de u n a m a nera prim itiva y sim ple. El o ru jo h a de te n e r m ay o r im p o rtan cia en el p o rv e n ir, cu a n d o se consiga e x tra e r de él las p ro teín a s q u e encierra,; d an d o lugar a un m ejor ap ro v ech a m ie n to co m o pienso. En t s t e m ism o sen tid o se trab aja so b re los alpechinesJ Es de o b serv ació n vulgar el pro ceso ferm en tativ o q u e se p ro d u c e en las alpechineras, y la fre c u e n te aparición de n a -
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tas c o n stitu id a s p o r lev ad u ras de los géneros, Jorutopsis Cándida y JAycoderma, q u e crecen de m o d o esp o n tán eo en los alpechines y es lógico p u ed a n p ro liferar con m ay o r m o tiv o , d esp u és d e tra ta m ie n to s ad ecu ad o s, d an d o lugar a una p o si ble p ro d u c c ió n de lev aduras-piensos.
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INDUSTRIA DEL VINO La ex ten sió n del viñedo en la provincia viene a ser de 15 a 20.000 H as. Siendo un cultivo m uy ex ten d id o , m uchas veces asociado —el 70 p o r 100—y casi siem pre en fincas de p eq u e ñ a superficie, es lógico q u e los d a to s estad ístico s no p u ed an ser m uy exactos. V em os q u e solo un 1 p o r 100, ap ro x im ad am en te, de la extensión provincial se dedica a e ste cultivo. C o m o consecuencia d e la parcelación del cu ltiv o y d e lo fácil que resu lta hacer vino, b u e n o o m alo, la in d u stria no tien e casi re p resen tació n reai. Y desd e luego, no es d e la im p o rtan c ia de la del aceite. Las zonas viticu lto ras d e m ás im p o rtan cia son las d e Alcu éscar-M o n tan ch e z, C añam ero, C illeros y Jerte. La p ro d u c c ió n m edia anual de vino, dificilísim a de c o m p ro b a r, p u ed e calcularse en 40.000 Hls. cifra q u e re p re se n ta ría un co n su m o de 8 litros p o r h a b ita n te y año, m uy inferior al de 61'30 litros que se considera norm al en España. C laro está q u e sin te n e r en cu e n ta el au m en to artificial q u e re p re sen ta el aguado y cu y o valor es b a s ta n te m ás im p o rta n te de lo q u e a prim era vista p u d ie ra parecer. Sin em bargo, el valor d e la p ro d u c c ió n m erece q u e se ten g a en cuenta este cu ltiv o , si no lo m ereciera tam bién p o r o tro s m o tiv o s. Según cálculos oficiales, se eleva a m ás d e 30 m illones d e pesetas el valor d e to d o s los p ro d u c to s del vi ñ e d o cacereño. El 90 p o r 100 de la uva se d estina a vinificación, p o r lo q u e, p rácticam en te, p u e d e d ecirse q u e to d a n u estra cosecha se tran sfo rm a en vino.
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El alto valor d e la p ro d u c c ió n , con u n a ca n tid a d re la ti v am en te p eq u e ñ a de H ls., se d eb e a la calid ad del vino y al gran ap recio q u e de él se hace en el co m ercio provincial. C o m o es co n o c id o d e to d o s , ap a rte d e las características o rg an o lép ticas, es el g ra d o alcohólico lo q u e da v alo r a un vino. P u es bien, los vinos d e la p ro v in cia son d e elev ad a g radu ació n . En análisis realizad o s p o r n o so tro s, en C añ am e ro , hem o s e n c o n tra d o no p o co s vinos q u e p asab an d e 17 g ra d o s d e alcohol. P ero los vinos tu rb io s de la p ro v in cia d e C áceres tienen una característica q u e les hace m u ch o m ás in teresan tes. El ilu stre Ingeniero A gró n o m o e insigne enólogo D o n Juan M arcilla (p. e. p. d.) fijó en ellos su aten ció n de m anera m uy especial, escrib ien d o en una de sus o b ras lo siguiente: «Los vinos de C áceres no han sido estu d iad o s, qu e sepam os, ni ap en as son conocidos fu era de la pro v in cia, p ero m erecen atención p u es p oseen m érito s y p a rtic u la rid a d e s m uy sin g u la res. E s cu rio so (y no obedece solo a p reju icio s n i a g u sto s p o co selectos), qu e se estim en en m ás cierto s vinos tu rb io s, de co lo r q u eb rad o , q u e los de vivo m atiz e im p ecab le brillan tez. H em o s ten id o ocasión de v isitar, d em asiad o rá p id a m en te, el p u eb lo de M ontánchez y nos fué d ado a p re c ia r la ca lid a d m uy n o ta b le y su m am en te p ec u lia r de sus m ejo res vinos tin to s, de escasa capa, los cuales, desp u és de fe rm e n ta r y d escu b a d os a tin a ja s de poca cabida, d ejan d o b astan te vacío, crían u n a flor o nata, fo rm a d a p o r v e rd a d e ra s le v ad u ras y no p o r los ÍMycodermai, v u lg ares y p erju d icia les flores d el vino. E stas le v ad u ras son an álo g as a las de la flor de los vinos de Je re z, M ontilla y S an lu car y, com o en ellos, o rig in a en su vida un ve lo sobre los vinos de ex q u isito s aro m as y g u sto s. Los vinos de M ontánchez son los únicos tintos qu e se crían con flor de le v a d u ra, en tre los q u e conocem os h asta el día».
H asta aquí lo q u e dice M arcilla. C u a n d o cu rsam o s con él la asig n atu ra de E nología, co n v ersam o s so b re estas cu e s tio n es, d e m o strá n d o n o s siem p re el en o rm e in terés q u e ten ía p o r esto s vinos. Esta característica biológica de n u e stro s vinos, es, p re c i sam en te, la q u e nos señala el cam ino a seguir p o r esta in d u stria.
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Viticultura El re m u n e ra d o r precio alcanzado p o r los p ro d u c to s del v iñ ed o , tener una viña ha sido sinónim o d e p ro sp e rid a d , h a p erm itid o q u e el cu ltiv o se h ay a realizado d e la fo rm a m ás p erfec ta posible. L ab o res, ab o n o s, etc., n o se le reg atea a la viña, p o rq u e los paga con creces. Y se h a d esarro llad o el afán d e realizar nuevas p lan tac io nes. S o b re este p u n to q u erem o s d e te n e rn o s b rev em en te. Se en c u en tra en vigor la legislación en v irtu d d e la cual es la Je fa tu ra A gronóm ica la q u e d eb e co n c e d e r p erm iso , para nuevas plantaciones. Se p re te n d ió con estas órd en es ev itar los peligros d e la s u p e rp ro d u c c ió n . Así, resu lta q u e el au m en to d e la extensión del viñ ed o está p erfec ta m e n te o r den ad o . P ero n u e stro s agricultores, al realizar las plantaciones, y so b re to d o al regenerar las antiguas, se han o lv id ad o del p e ligro tre m e n d o d e la filoxera, y hoy se po n en m uchas cepas de la v arie d ad vinífera, sin utilizar p a tro n e s d e vid am ericad a, en los d istin to s tip o s de p ro d u c to s q u e p re sen ta el c o m ercio. Es necesario llevar al ánim o de esto s ag ricu lto res que, si la filoxera h a desaparecidof*es precisam ente p o r el uso d e la vid am ericana, y q u e es po sib le, si se s'guen o lv id an d o de ella, q u e cu a n d o m enos lo esp eren , se p re se n te con to d as sus catastróficas consecuencias. El estab lecim ien to d e viveros provinciales, d o n d e se o b tu v ieran los p o rta -in je rto s m ás a d e cu ad o s a las zonas de la provincia, y a precios m ás en consonancia co n su c o ste de p ro d u c c ió n , seria la fo rm a definitiva, segura y eficaz p ara la elevación p ro d u c tiv a d e n u e s tro s fu tu ro s viñedos.
V in icu ltu ra
C o m o to d o s saben, el vino se o b tien e a p artir del m o s
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to , p ro d u c id o p o r el ap lastam ien to de las uvas. La vinificación es u n a industria de fermentación y esta es la operació n fu n d a m ental y básica, p u e sto q u e es la q u e origina la tra n s fo rm a ción del m o sto en vino. P asteu r, u n o de los más em inentes genios de la h u m an i d ad , d esc u b rió q u e la ferm en tació n era p ro d u c id a p o r u n o s seres vivos, d e tam añ o pequeñísim os, h o n g o s m icroscópicos, qu e h o y clasificam os en la clase Jcomycetos, O rd e n Saccbaromycaíes, Familia Saccbaromycetáceas, a los q u e llam am os lev a duras. P o r ta n to , to d o lo q u e el h o m b re tien e q u e h acer en esta in d u stria se red u ce, a u n q u e no sea sencillo, a p ro c u ra r la m ultiplicación d e estas lev ad u ras, colo cán d o las en co n d icio nes ó p tim as de vida, y h acien d o im p o sib le o d ificu ltan d o , al m ism o tiem p o , la co n cu rren cia de los m ás seres q u e c o n sti tu y e n la flora m icrobiana ex isten te en los m o sto s y vinos. El llevar a b u e n fin la ferm en tació n d e un m o sto exige u n a serie d e co n o cim ien to s de ca rác te r científico y técn ico q u e están m uy lejos del alcance de n u e stro s m o d esto s b o d eg u ero s. N a tu ra lm e n te , q u e c u a n d o D ios d isp o n e q u e de u na ti naja, ab a n d o n ad a a su p ro p ia su erte , salga el m ás ex q u isito d e los vinos, no h ay n ad a q u e o b jetar. P ero nadie p u ed e e n c o n tra r racional este a b a n d o n o , q u e las m ás de las veces p ro d u c e re su ltad o s to ta lm e n te o p u e sto s, au n q u e la v an id ad de los v itic u lto res q u iera negarlo. M ucha g ente cree q u e hay «recetas mitogrosas» para p ro d u cir b u e n o s vinos. N a d a de eso. Lo q u e hay es co n o cim ien to s científicos, vigilancia, in terv en ció n ad ecu ad a, trab a jo s y p re o cupacio n es. D ígalo sino D o n M atías R odríguez, F arm acéu tico de C añ am ero y u n o de los p o co s b o d e g u e ro s q u e en la p ro vincia saben lo q u e es el vino. Esas falsas recetas y fó rm u las quím icas, esos p ro d u c to s enoló g ico s, q u e se anuncian com o la so lución de to d o s los p ro b lem as q u e se plan tean en la vinificación, han sid o la causa del envilecim iento d e m u ch o s de los vinos d e M ontán ch e z. El p o rv e n ir de n u e stro s vinos está, precicam en te, en su tipificación. H em o s de m an ten er el tip o actual, en su m ejor calidad, p ro c u ra n d o q u e el m ay o r p o rc e n ta je de la cosecha re sp o n d a a ese tip o . Y, d esp u é s, in te n ta r su p erar la calidad. P ero n o d eb e pensarse en la p ro d u c c ió n de tip o s d e vinos, clásicos de o tra s regiones, p o rq u e no se conseguirían re su l
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ta d o s favorables, p u es se o p o n en a ello razo n es científicas, técnicas y económ icas. O rie n ta d a la in d u stria en el sen tid o d e m ejorar n u estro s vinos, d e n tro de su tip o , en calidad y ca n tid a d , vam os a e x p o n er b re v em en te los m edios q u e han de utilizarse. Se im pone el estu d io enológico de los vinos, tu rb io s o n o , tin to s y blancos. S olam ente cu an d o se conozcan a fo n d o , científica y no em píricam ente, la flora m icrobiana de n u e stro s m o sto s y sus condiciones ó p tim a s de vida y d esa rrollo, se estará en el cam ino q u e posibilite aquellas m ejoras. En los vinos tu rb io s es d o n d e este e stu d io ha de reali zarse m ás d eten id a m e n te , p u esto q u e son los de m ay o r v a lor económ ico. La intervención, de tip o m icrobiológico, exi girá el establecim iento de la b o ra to rio s ad ecu ad o s, d o ta d o s de personal y m edios suficientes. D ichos la b o ra to rio s p o drían ser anejos d e las b odegas m ás im p o rtan tes, q u e ta m bién h abrían de crearse. La falta de técnica en la vinificación, tal com o se realiza a c tu alm en te en la provincia, o b ed e ce a dos razones: la p ri m era, la acabam os de enunciar al referirn o s al d esc o n o ci m iento científico de los vinos; la segunda, es de o rd e n e c o nóm ico. Son pocas las in d u strias de vino en la provincia. C asi to d a s carecen del capital necesario para te n e r técnicos d irecto res. M uchísim as hay q u e reciben el n o m b re de b o d e gas en el m ás estric to sen tid o ho g areñ o de la palab ra, pues en ellas coexisten la tinaja del vino con la del aceite, los co l g ad ero s de la m atan za con los d e vegetales pasificados, etc., fo rm a n d o un conglom erado en el q u e ninguno de los c o m p o n e n te s recibe ningún beneficio p o r la vecin d ad de los resrestantes. En estas circunstancias, es p o co p ro b a b le q u e el capital se arriesgue a instalacciones co sto sas y d e re su ltad o s, para él no m uy seguros, p o r lo m enos en c o rto tiem po. N o s en c o n tram o s ante una in d u stria q u e evolucionará m uy len tam en te, ,'si no recibe ay u d a oficia!, en el aspecto científico, naturalm ente. H ay, sin em bargo, u n a solución que nos atrevem os a ca lificar de ideal: es la b o d eg a co o p erativ a. Es un h ec h o c o m p ro b a d o p o r la p ráctica, q u e en los p u eb lo s vitícolas d o n d e funcionan Bodegas C o o p era tiv a s han m ejorado las calidades d e los vinos, perfeccio n an d o los tip o s característico s y ofreciendo al consum o grandes cantidades de vinos uniform es, con to d a clase de garantías.
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L os m edianos y p eq u e ñ o s p ro p ieta rio s, los ap arcero s y co lo n o s, en c u a d ra d o s en las 189 Bodegas C o o p era tiv a s q u e existen en España, han e n c o n tra d o a trav é s de ellas lo q u e indiv id u alm en te n o h u b ieran p o d id o alcanzar nunca: in stala ciones m o d ern as para la elab o ració n y crianza d e sus vinos, p erso n al c o m p e te n te q u e los dirija y vigile; adquisición fácil d e elem en to s in d isp en sab les p ara el cu ltiv o y c ré d ito s para su norm al desen v o lv im ien to eco n ó m ico . R ecuérdese q u e ten em o s p u eb lo s en la provincia, com o C añ am ero , d o n d e el n ú m ero de v itic u lto res pasa d e 450, y en los q u e la Bodega C o o p era tiv a es sencillam ente in d isp en sable, b o d e g a q u e h ab ría d e co n stru irse y c o o p e ra tiv a q u e h abría d e organizar, au n q u e h u b iese q u e lu ch ar c o n tra la idiosincrasia de los m ism os v iticu lto res, d o s veces in d iv id u a listas, p o r cam pesinos y p o r extrem eñ o s. Sin em b arg o , c u a n d o este año se p ro d u jo un relativo e n vilecim iento de los precio s de la uva, esto s la b ra d o res su sp i ra b an p o r una Bodega C o o p era tiv a , q u e no tien en , es cierto , p o rq u e no su p iero n ap ro v ech ar los g en erosos o frecim ien to s del M in iste rio d e A gricultura. En estas crisis de p recio s, es cu a n d o las C o o p era tiv a s se han co n stitu id o en m ay o r n ú m ero en España. Y es en N av arra, p ro v in cia d e las m ás a d e lantad as agrícolam ente, d o n d e el n ú m ero d e Bodegas C o o p e rativas es m ayor. Las d o s in d u strias, la del aceite y la del vino, p u ed e n , y d e b e n d esarro llarse en la provincia, d e n tro de la o rien tació n c o o p e ra tiv ista , q u e el M o v im ien to N acional h a m arcad o a su O rg an izació n Sindical, p u e sto q u e las c o o p e rativ as reali zan la fu n ció n social m ás im p o rtan te de q u e está n ecesitad o el cam p o español, al co n v e rtir el m inifundio del cultiv o en el latifu n d io para la in d u strializació n de los p ro d u c to s agrí colas, fó rm u la co m p lem en taria a la parcelación o división d e la p ro p ie d a d , p ara no d ejar ab a n d o n ad as e indefensas las p e queñas u n id ad es ag ro económ icas, lo gradas con la g en ero sa ap o rta ció n de un E stad o co n scien te de su resp o n sab ilid ad y co n el esfu erzo perso n al de los m ás m o d esto s c u ltiv a d o res.
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POSIBILIDADES DE INDUSTRIAS TEXTILES EN NUESTRA PROVINCIA POR
Francisco Cid G รณm ez Roduifo In g e n ie ro In d u stria l
Encinas, e Iltmas. Autoridades, señores, camaradas: Es para mí, señores q ue m e escucháis, h a r to difícil o c u par esta trib u n a, p o r la q u e han p asado h o m b re s avezados al estu d io , elocuentes y ex p e rim en tad os en estas lides. Más de una vez, pensé declinar el h o n o r, q u e se me hacía ac o rd án d o se de mí, p ero el d e b e r se im p u so y acepté, pues d e b e r de t o d o s es, en estas horas de renovación, ac ep tar el sacrificio, si con él se lleva un grano de arena q u e sirva para la re con strucción de n u e stra Patria. El tem a q ue se me indicó, y del cual voy a hablaros, Posibilidades de Industrias Textiles en nuestra Provincia, es m u y amplio y com plejo, si p re te n d e m o s analizarlo en to d o s sus aspectos; p o r eso me vais a perm itir q u e os lea el trab a jo que he hecho, y en el cual he p ro c u ra d o co n d e n sar en io posible y ceñirme a lo q u e estim o más interesante, d esd e mi p u n to de vista. Lo h e dividido en tres partes, q u e si bien son diferentes, guardan sin em b arg o una íntim a relación; en la prim era p a r te, desp u é s de unas consideraciones generales so b re la n ec e sidad de industrialización en n u estra provincia, se estu dia el pano ram a actual de la ind u stria lanera, en cu a n to se refiere a la m ateria prima; la segu nda se dedica al algodón co m o m ateria textil y en cu a n to se refiere al fo m e n to de su c u lti vo; y en la tercera, se enum eran algunas de las fibras artifi ciales y sintéticas, y se b o s q u e ja algo d e lo q ue son y signi fican h o y en el m u n d o textil; p o rq u e en tien d o que es nece sario vivir un p o c o en el m o m e n to científico actual, a más de que, p o r el gran in cre m en to q ue han to m a d o , c o n s titu y e n un grave peligro para el f u t u r o de la p ro d u c c ió n de las fi b ras n aturales.
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Necesidad de industrialización
España es un país p o b re , en el q u e el nivel d e vida es s u m am en te bajo y cuy a po tencialidad económ ica co m o Nación resulta n o to ria m e n te escasa en com paración con o tro s países de análogo grado de cu ltu ra y civilización. C ie rto q u e te n em o s grandes g ru p o s u rb a n o s c o m o M a d rid y Barcelona, zonas industriales ricas y prósperas, co m o C atalu ñ a y V ascongadas, y zonas de gran fertilidad, co m o las h u e rta s de Valencia y M urcia. Pero España no es solam ente M a d rid o Barcelona, Bilbao o Valencia. La masa principal de n u e s tro suelo está c o n s titu id a p o r las áridas m esetas de C a s tilla, p o r regiones sem idesérticas azotadas periódicam ente p o r el p a ro estacional. Y c o m o la p a rte más im p o rta n te del país es p o b re , el c o n ju n to tam bién lo es. Basta re c o rre r España, y c o m p a ra r sus co ndiciones de vida con las de o tras naciones de la E u ro p a O ccidental. U n p rim er índice lo c o n s titu y e la re n ta nacional p o r h a b itante. En España, las cifras de antes de la guerra arrojaban u na m edia de cien dólares o ro p o r h a b ita n te y año, n o to ria m en te inferior no solo a la p ró sp e ra N o rte a m é ric a y a la ri ca Inglaterra, sino a la de t o d o s los países q u e con n o s o tro s fo rm a n esta p a rte del C o n tin e n te , incluso a la de Francia. En el te rre n o de la alim entación o c u rre lo mismo, pues al lado de las 3.700 calorías q u e a b so rv e diariam ente el in glés m edio, las 3.660 del francés o las 3.110 del italiano, el español solo se alimenta a ra zó n de 2.500 calorías diarias. Se nos p u e d e o b jetar q u e el clima y o tro s factores p u e d e n te n e r influencia en esto. Es v erdad, pero la divergencia e n tre estos índices d e c o n su m o s n u estro s y los de o tro s paí ses, es t a n to más acen tu ad a cu a n to m enos indispensable es el p r o d u c to y p o r ta n to más elástica su dem anda. En lo que se refiere al algodón, p o r ejem plo, q u e es el textil em pleado co n preferencia en los países d e nivel d e vida bajo, el c o n s u m o español era de 3 l /2 kilos p o r hab itan te y año ap ro xim a d am ente, m ientras q u e en el O c cid en te E u ro p e o , oscilaba de 6 a 8 kilos p o r h a b itan te y año. M a y o r es to d av ía la diferencia en o tro s artículos, que,
PO SIB IL ID A D ES D E IN D U ST R IA S T E X TIL ES
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p o r ser m enos esenciales, reflejan m ejor el g ra d o d e bien estar alcanzado p o r u n país. En Francia, Inglaterra y Alemania, circulaban diez veces más autom óviles p o r u n id a d de población q u e en España. Análoga afirmación ofrecen los índices relativos ex p resa d o s p o r los c o n su m o s de hierro , c a rb ó n y o tro s p r o d u c to s industriales. La electricidad se em plea en el h o g ar y en la fábrica, en los tra n s p o rte s y en to d a s las m anifestaciones d e la vida de u na nación. P o r ello, la energía eléctrica g astada refleja, a la vez q u e la inten sid ad de la actividad d e las necesidades e c o nóm icas, el grado de bienestar de q u e d isfru ta un país. En el año 1940, Alemania consum ía 542 k w h . p o r h a b ita n te y año, Francia 377 kw h., Italia 307 kw h. y España solam en te 130 kw h. p o r h a b itan te al año. T o d o s esto s índices reflejan bien claram en te q u e so m o s po b re s y vivimos mal, y q u e existía el peligro d e q u e se acentuara n u estra po b re za, d e n o enderezarse el r u m b o d e la evolución en la ec onom ía española. Gracias a la inteligente política de industrialización de nuestra Patria, iniciada p o r n u e stro C audillo, estos índices tienden a m ejorar n o ta b le m e n te , y es de esperar q u e en un fu tu ro p ró x im o p o d a m o s inco rp o rarn o s d e lleno al ritm o de vida de las naciones más civilizadas. A n o s o tr o s nos toca, pues, a y u d a r con n u e s tro esfuerzo y en la m ed id a d e n u e stra s disponibilidades. Si España se h u b iera industrializado en la d e b id a p r o porción y al ritm o q ue o tras naciones, el cam p o no rete n d ría esa gran masa de potencial laboral, c u yo in a d ec u ad o em pleo dism inuye la p ro d u c tib ilid a d y p o r ta n to la re n ta nacional, rebajando el nivel de vida, y no nos e n c o n traríam o s en la actualidad re trasad os en co m paración con las dem ás naciones, que con n o s o tro s form an el O c cid en te E u ro p e o . Es, pues, necesario ir a la industrialización de extensas z o nas de n u estra Patria. Las nuevas fábricas habrían de a b s o rver m an o de obra, aliviando al cam po de sus excedentes, los salarios tenderían a elevarse, con lo q u e crecería la capaci dad adquisitiva de la gran masa de la p ob lación. Es d e gran im portancia p ara el d esenvolvim iento i n d u s trial, la situación geográfica de las instalaciones y las c a ra c te rísticas propias de cada región, para d e term in a r q u é clase de Industria sería la más conveniente. C o n c re ta m e n te , en nuestra provincia sería un acierto la
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instalación d e industrias textiles, ya q u e las disponibilidades energéticas, c a rb ó n y electricidad, no son grandes, p ero en cam bio sí lo son las de potencial l a b o r a l e s decir, seria a c o n sejable el p ro m o v e r en esta región el desenvo lvim ien to de industrias ligeras, textiles y de artículos de c o n su m o general, en q ue se requiera m ucha m ano de o b ra y m enos energía. A más de que siendo esta región em inen tem ente agrícola y ga^ nadera, p r o d u c to r a de m aterias primas textiles, lana y algo d ó n de calidades inm ejorables, sería un acierto la instalación de industrias capaces de a b so rv er las m aterias primas p r o ducidas en la provincia. N o es nueva en n u e s tra provincia la in dustria textil, pues si alargamos la vista a siglos pasados, en c o n tra m o s q u e se ejercía, y con relativa im portancia, en diversas localidades, en C asar de Palom ero, T orrejoncillo, Alcuéscar, Valverde del Fresno, Peraleda de la M ata y so b re t o d o en H ervás, d o n d e ya, en el año 1492, se ejercía esta industria, p u e s to que c u a n d o la expulsión de los jud íos nos en c o n tram o s con apellidos fo rm a d o s del arte u oficio q ue practicaban y así aparece el apellido T e x e d o r, sinónimo de tejedo r, C a rd o s o y otros.fj T a m b ié n en el siglo XV, el D u q u e de Béjar, a c u y o d u c a d o pertenecía Hervás, concede licencia para m o n ta r calderas de teñ ir lanas y paños, y a H ervás acud en m u ch o s fabricantes de Béjar n teñir sus p r o d u c to s , a pesar de estarles p ro h ib i d o , p u es esta operación era exclusiva de los tintes q u e p e r tenecían al D u q u e . En 1699, se concede licencia a los fafricantes de Hervás para v e n d e r los lienzos fabricados en la Villa, en la Lonja de la calle de T o le d o de M ad rid. En 1723, se autoriza p o r el D u q u e de Béjar la fabricación de paños finos, y, ya an teriora m ente, había c o n c ed id o la fabricación de bayeta. Y es en esta Villa de Hervás d o n d e aun su b riste esta in du stria co m o tal industria, tal vez p o r su p ro xim id ad e in fluencia con Béjar, pero tam bién in d u dab lem en te p or el espí-t: ritu in n o v a d o r de sus industriales, q ue han sabido m archar y renovarse al ritm o de las exigencias y adelantos de la técnica m od erna. C u á n to s lugares de diversas localidades de la provincia conservan aún el n o m b re de lavadedos, aquí mismo a las puer-i tas de la capital, en A rroy o de la Luz, se conservan aun edi ficaciones y re sto s de lo q u e fueron lavaderos de lanas. Y si en tiem p o s preté rito s se lavaron lanas, ¿p o r q ué noy no ha de hacerse en este lugar, d o n d e tiene las mejores condiciones
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para ello, en el centro d e una región gran p r o d u c to r a de las mejores calidades, d o n d e hay aguas suficientes en ca n tid a d y calidad a d e cu ad a y al lado de buenas vías de com unicación? Basta para ello el espíritu e m p re n d e d o r de sus habitantes, p a ra acondicionarlo con arreglo a la técnica m oderna, y el c a pital necesario ansioso de m ayores beneficios. N o solam ente la industria lanera tiene abolengo en n u e s tra provincia, sino q u e tam b ién existió una industria sericí cola de gran prestigio en Z arza la M ayor, q u e data de los tiem p os d e la reconq uista, alcanzando su apogéo en el siglo XVU1, y desapareciendo casi to ta lm e n te a principios del XIX, a causa de la invasión francesa. Los gusanos, p o r lo visto, c o n tin u aro n p ro c re á n d o se ellos solos hasta principios del siglo XX. D e tie m p o inmemorial, existe en este p u eb lo el barrio y el pozo del tinte, d o n d e , según la tradición, se. teñía la seda, y tam b ién la calle del torno, d o n d e al parecer se hilaba y torcía. H o y se conserva el magnífico edificio q ue hay frente a la Iglesia Parroquial, q u e fué co n s tru id o p o r una com pañía, que se fo rm ó para exp lo tar la industria sericícola, y q ue una p arte de él o cupa hoy la Casa C onsistorial de Z a rz a la M ayor. t
Panorama actual de la industria
U na vez q ue hem os visto la necesidad de la industriali zación en n u estra provincia y la conveniencia d e instalar in dustrias textiles p o r las condiciones q u e en ella co ncurren , a más de su historia, p o d íam o s abogar o tra serie de razones, c o m o son, la conveniencia de descentralizar la industria de los ce n tro s d o n d e está aglomerada, crean d o o tro s nuevos; p o r tra ta rs e de una industria q ue o cu p a un prim er lugar e n tre las actividades fabriles d e n u estro país; p o r figurar sus p ro d u c to s co m o artículos de prim era necesidad para el c o n su m o d e la población civil, para el e q u ip o de n u estro s sol d ad o s, etc.; p o r o cup a r un lugar prefere n te en la atención q ue hoy es preciso dedicar a los p rob lem as del m erc ad o ex terior, d a d o el volum en de divisas q u e representan las i m p o rtac io n es de fibras textiles. En la industria textil, al igual que en to d a s las d em ás, ha
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h a b id o a lo largo de su historia p e río d o s de estancam iento y p erío d o s d e rápid os avances; h o y nos e n c o n tram o s en u n o de estos últim os, no solo p o r la perfección de las m áquinas p ara la p ro d u c c ió n , sino principalm ente p o r la c a n tid a d y varie d ad d e nuevas fibras textiles sintéticas, q u e ca d a día salen al m ercado. Puede decirse qu e d o s m otivos im pulsaron al h o m b r e a desarrollar la industria textil: u n o , el deseo de abrigarse; o tro , el p u d o r. A m edida q ue fué p ro g resan d o , amplió sus ho riz o n te s y au m en tó sus necesidades, p erfeccionando la indu stria h a s ta llegar a alcanzar el en o rm e desarrollo actual q u e to d o s conocem o s. N o vam os a insistir so b re la im p o rtan cia del vestid o, s o b re su jera rq u ía de artículo de prim era necesidad: tanto como el comer, es frase familiar en tre n oso tro s; y si nos c o n c re ta m o s al bello sexo, el vestir y, so b re t o d o , el vestir bien, llega a ser u n a obsesión m ay o r aun q u e la de estar bien alim enta do. T o d o s los industriales y econom istas están de ac u erd o en qu e el bienestar, el p erío d o industrial de un país, se refle ja y se m ide p o r el vestido, p o r la ca n tid a d y calidad del m ism o q u e ca d a ciud ad a n o consum e. Si estam o s atento s a las necesidades de vestir de nu estros co nciudadan os, nos darem os cu e n ta de lo m u ch o q u e nos falta para alcanzar un índice relativam ente m o d e s to en el vestido. Y si m iram os hacia atrás y pensam os en las enorm es masas hum anas deficientem ente vestidas, nos d arem os c u e n ta de que las posibilidades de desarrollo de la industria te x til son tod av ía ilimitadas.
LA NA
Técnicam ente, se da el n o m b re de lana exclusivamente al pelo p ro p o rcio n ad o p o r el carnero Ovis aries, reservándose el n o m b re genérico de pelo para los dem ás mamíferos. Si m iram os p o r el ocular de un m icroscopio, en cuyo p o rta o b je to s hayam os co loca d o una fibra de lana, nos en co n tra rem o s con un p an oram a maravilloso de los m uch o s que la naturaleza nos brinda. V erem os q u e esta fibra está co n stitu id a p o r tres partes esenciales: un canal m edular, ge neralm ente lleno de una sustancia más o m enos blanda; las paredes o c u e rp o principal de la fibra o z o n a cortical, f o r m ada p o r células; y las escamas situad as en su p a rte e x t e rior. En las lanas m uy finas suele faltar el canal m ed ular o p o r lo m enos no es visible. La fibra em pieza en su base p o r el b u lb o o raíz e m p o tra d o en la piel del animal, el tallo o p a rte libre, q u e se va adelgazando lentam ente h asta el ex trem o , h asta term inar en p u n ta afilada, cu an do no ha sido aún c o rta d o . H aciend o resbalar su avem ente en tre los d ed o s u n a fibra m uy fieltrante, se p u ed e apreciar p erfe c ta m e n te el sentido de estas escamas p o r la diferencia qu e se n o ta en el f r o ta miento al hacerla deslizar hacia un e x tre m o o hacia o tro . Al e n c o n trarse dos fibras en el sentido c o n tra rio la una de la o tra, se c o m p re n d e qu e se engancharán m u tu a m e n te . A e s to se d eb e la p ro p ie d a d fieltrante c o m p letam en te carasterística y exclusiva de la lana. La lana es la fibra cu ya e s tru c tu r a es más compleja. Si se añade a e sto las pro p ied a d es de esta materia, se c o m p r e n d e
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rá fácilmente la necesidad q ue tiene t o d o industrial lanero, de co n o c e r a fo n d o las características de la materia que m a nipula. Son m uchas las p ro p ied a d es q ue h ay q u e ten er en cu e n ta para co n o c e r la a p titu d técnica de una lana, para una aplicación determ inada, así co m o para co n o c er su valor c o mercial. E n tre ellas p o d e m o s citar: la lon gitu d de la fibra; la finura o diám etro; la resistencia o elasticidad; el rizado o crispadura; la un ifo rm id ad de la fibra; la limpieza; la higroscopicidad; la flexibilidad; el colo r y el brillo; el p o d e r aislan te del calor; el ta c to , etc., etc. D irem os dos palabras solam ente de aquellas que consi d eram o s de m a y o r interés.
F in u r a o d i á m e t r o . — Esta es la p r o p ie d a d más aprecia d a en las lanas, d e n tro de una misma clase o categoría. D e un m o d o general, p u ed e decirse q u e el diám etro varía de 15 mieras o milésimas de m ilímetro, hasta 45 mieras. En el len guaje industrial, se llaman merinas a to d a s las lanas finas y fieltrantes m u y rizadas y con u na gran d en sid ad de escam as, y entrefinas y ordinarias a las de m ay o r diám etro . Para d e signar la finura, más bien desde un p u n to de vista comercial, existen ta n to s m é to d o s co m o países p r o d u c to r e s , no h abién do se a d o p t a d o hasta el pre sente ningún sistema in tern a cional.
L o n g i t u d .— Al h ablar de la longitud de las lanas, nos r e ferim os siem pre a la lon gitud real, q ue es la q u e tiene la fi bra estirada, p u e s to q u e tiene la lo ngitud aparente, o sea, la q ue tiene la fibra sir. p e rd e r su rizado natural. La longitud de las lanas finas varía entre u n o s cu a tro y doce centím etros, y para las lanas cruzas o entrefinas, e n tre diez y veinte ce n tím e tr o s , y las p ro c e d e n te s d e algunas razas inglesas p u ed e n alcanzar h a s ta cu a ren ta centím etros.
P o d e r f i e l t r a n í e .— Esta es una p ro p ie d a d exclusiva y ca racterística de la lana y q u e solam enta este textil la presenta:
se d e b e a las escamas q u e tiene la fibra en su superficie. Ba jo la influencia de la h u m e d a d , del calor y del m ovim iento con cierta presión, (b a ta n ad o ), las fibras de lana q ued an uni
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das unas con o tras en una masa com p ac ta, de tal m anera qu e se fabrican una especie de artículos d en o m in ad o s fieltros sin el co nc u rso de la hilatura ni del tejido. El paño es un tejido q u e, si bien ha sido fabricad o en el telar, una de las principa les operaciones q u e sufre es el b a ta n a d o , el cual le hace e x p erim entar un encojim iento o co ntracció n grande, q u e llega hasta más de un 30 p o r 100, d ejando su superficie lisa y v e lluda, sin q u e sea posible ver los c ru zam ien to s de los hilos. EÍ p o d e r fieltrante de una lana d e p e n d e no solo del n ú m ero de escamas, sino de su form a y resistencia, así com o de la finura de la fibra. El n ú m ero de escamas en las fibras es m uy variable, pero p o d e m o s decir q u e las lanas finas tienen 1.200 escamas p o r m ilím etro, y su altura o grueso es del ord e n de la ce ntésim a de milímetro. Además, son de form as m uy diversas, pues unas abarcan to d a la circunferencia de la fibra, m ientras en o tras solam ente una parte, estan d o colocadas unas encim a d e otras co m o en un e m p e d ra d o . Se dice de la fibra de lana q u e es irrecfularmente irregular y así vem os q u e c a d a ,e s c a m a es diferente en form a y tam añ o de la an terio r y p osterio r. D e b id o a esta e s tru c tu r a tan com pleja, no axiste ningún m é to d o científico exacto, p ara co n ocer el grado de fieltraje de una lana, y solo la práctica p u ed e indicar cuales son las más aptas en este sentido. D irem os tam bién dos palabras de algunos d efectos esp e ciales, ya q ue desgraciadam ente ab u n d a n b a s ta n te en las d i ferentes p artidas de lanas de n u estro país. U n o de ellos es la irregularidad del d iám etro de las fibras; esta p u e d e consistir en diferencias de unas fibras a o tras o bien en diferencias de d iám etros en u n a misma fibra. Las prim eras suelen p ro c e d e r de razas o ganados mal selecciona dos, mientras que la segunda es pro p ia de una mala alimen tación o en ferm ed a d del animal. O t r o es la presencia de pelo m u e rto o jarroso. Este es un d e fecto q u e hace d esm erecer m u ch o las pilas q u e lo tienen en alguna ca ntid ad , p ues su presencia se acusa siem pre en t o d o el tran sc u rso de la fabrición con las m erm as consiguien tes y, so b re t o d o , desp ués de ac abado el artículo, a causa de la dificultad con q u e se tiñe, q u e d a n d o casi siem pre más claro q u e la lana a qu e acom paña. En general, es d eb id o a una m ala alimentación del ganado. La pez con que m arcan los gan ad eros sus reses, c o n s titu
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ye o tro d efecto m u y generalizado p o r desgracia, pues esta sustancia no se disuelve en el lavado con ningún p r o d u c t o , y hay necesid ad de cortarla, es decir, en el ap a rta d o o clases de las lanas hay q ue separar los tro z o s de vellón q ue tienen la m arca y d espu és a m ano y con tijeras, ir c o r ta n d o el b o t ó n de pez q u e está en la p u n ta de la fibra, o p eració n m u y c o sto s a y q u e hace d epreciar tam b ién las partidas, máxime que la marca se la po nen en el lom o de la oveja, es decir, la parte del vellón q u e m ejor fibra tiene. En cu a n to a la co m posición química, m u y com pleja t a m bién, solo direm o s q ue la fibra está form ada principalm ente p o r cjueratina, album inoide fu n dam en tal del cabello, uñas, epiderm is, etc.; y conviene d estacar que en su com posición e nira el azufre, p o r ser la única m ateria textil q u e contiene este elem ento quím ico y p o rq u e suele d a r origen a varios inconvenientes. La cjueratina es d e naturaleza anfótertí, o sea, q ue pre sen ta p rop ied a d es ta n t o ácidas co m o básicas, d e p e n dientes del m edio en q ue se encuentre, p re d o m in a n d o sin em bargo las pro pied ad es básicas, p ro p ie d a d m uy interesante para el técnico textil y m u y de ten er en cu e nta en diferentes operaciones de su m anipulado. Por hidrólesis se d e s c o m p o ne, d a n d o diversos am inoácidos.
Clasificación com ercial de las lanas P o d em o s decir, en principio, que cada país tiene una cla sificación p ro p ia y b asa da en diferentes p ro p ie d a d e s de la fibra; así p o r ejem plo, Inglaterra las designa ac tu a lm e nte b a jo el n ú m ero q u e representa su posibilidad de hilatura; Ale mania se sirve de un m é to d o empírico de las Aes sucesivas; en Francia el sistema es tam bién com plicad o y aun diferente, según sus regiones. N o o b s ta n te , d esd e el año 1928, se han realizado m u c h o s trab a jo s encam inados a u n a clasificación internacional, trab a jo s q u e ha reu nido la Federación Lanera Internacional y p o d e m o s decir que en la actualidad existe una m arcada tendencia para clasificar las lanas p o r la finura de sus fibras, d eb ien d o determ inarse esta finura p o r el m é t o d o m icroscópico y establecer la escala d e finuras en mieras. P uedo inform aros q u e para el p ró x im o mes d e M ayo se
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anuncia u n C o n g reso Lanero Internacional, en Barcelona, y seguram en te una de las ponencias d e gran interés versará so b re esta clasificación internacional de las lanas. En España han sido los com erciantes laneros los q u e, si guiendo u n a c o s tu b re ancestral, han aplicado designaciones típicas y regionales a los distintos tip o s de nuestras lanas. Al parecer, fué la A grupación d e C o m ercia n te s Laneros del F o m ento del T ra b a jo Nacional de Barcelona, la que, en el año 1928, a d o p tó una clasificación cu y os tipos y d e n o m in a c io n e s sirvieron en principio para la q u e luego, p o s terio rm e n te , el S ecto r Lana del S indicato Nacional T ex til fijó co m o oficial y es la q u e h o y rige en España. E sta clasificación, co m o sabéis, c o m p re n d e dos g ru p o s 1 blancas y negras; y d e n tro del g ru p o d e las blancas, hace o ch o tipos, los tres prim eros para los m erinos, los tres si guientes, o sea hasta el tipo VI inclusive, para los entrefinos, y el VII y el VIII, son b a s to s y ch u rro s respectivam ente. En el g ru p o de las lanas negras, hacen seis tipos, el prim ero, qu e es el tipo IX, las finas negras, el X, el XI y el XII, para las e n trefinas, y el XIII y el XIV para las bastas y churras. Esta clasificación, apa rte de o tro s detalles, adolece de un defecto, y es la falta de precisión en la definición de cada u n o d e esto s tipos, co n lo cual es difícil clasificar a c e rta d a m en te nu estra s lanas, n o solam ente en aquellos casos d e d u das q u e se presentan en los límites de dos tip o s c o n s e c u ti vos, sino para determ in a r la clase de cualquier lana en q u e las características no estén n e tam e n te acusadas. O t r a cosa sería, si al lado del tipo o clase y de la d e n o minación comercial y ganadera, se acom pañaran los d iám e tros o gruesos d e las fibras en mieras, q u e corresp o n d ieran a cada u n o de ellos. Así, d esde 17,0 mieras hasta 25 co rrespo nderían a los tres tipos de m erino, y d esd e 25,1 mieras h a s ta 35 c o r re s p o n d e rían a los entrefinos, y d e más de 35 mieras serían b a s to s y churros. A estos se tien de h o y c o n las fichas d e «Análisis de la Lana» de cad a partida, pues en ellas, a más de co n sta r los diám etros en mieras de las fibras de diferentes parte s del cuerpo del animal, constarían la longitud, el n ú m ero de o n dulaciones p o r centím etros, la u n ifo rm id ad del vellón, el rendim iento en lavado, la resistencia de las fibras, etc., c u a lidades to d a s q u e d eb e n m erecer especial atención para cía-
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sificar una lana d e b id a m e n te y p o d e r d eterm in ar su valor co m o fibra textil.
Producción y Mercados
Son m u c h o s los países p ro d u c to r e s de lana en el m u n d o , pero, a decir v erdad , el m u n d o nunca ha tenido b a sta n te fibra co n el millón ochocientas mil toneladas q u e apro x im a d am en te p ro d u c e n los setecientos v ein ticuatro millones d e ovejas, ca d a año. N o o b stan te, y p o r m uy curioso q ue parezca, la gu erra había perm itido arreglar un p o c o el déficit, ya q u e a pesar de la en orm e ca ntid ad de lanas que la guerra exige, sin em bargo, se habían ce rrado a los m ercados mundiales una serie d e países consum idores, c o m o Francia, Alemania e Italia, q ue perm itieron hacer unas reservas grandes.En 1945,1a situa ción era tal, q u e en Inglaterra se sintió cierta in q u ie tu d an te la en o rm id a d de lanas almacenadas. Pero term inada la guerra, el m u n d o , priv ado de lana d u ra n te varios años, se precipitó en masa a hacer grandes com p ras. Y esas com pra s fu ero n de tal im portancia, q u e h oy, seis años después, las gigantescas reservas se han volatilizado, y c o m o consecuencia, la escala de los precios se tran s to rn ó en p o co s meses, hasta el p u n to de q ue la lana lavada se vende h o y a casi u na libra esterlina p o r libra de peso de 450 gram os, precio jam ás s o ñ a d o p o r los p ro d u c to r e s australianos, ni ta m p o c o p o r los españoles. ¡ Los países principalm ente p ro d u c to ie s d e lana son: A u s tralia con 442.000 toneladas; Estad os U nid os con 220.000; N ue va Z elanda con 150.000; Rusia con 140.000; U nión S u d africana con 110.000 y Argentina con 80.000 toneladas. En España, se calcula la cosecha m edia de lana, en un os trein ta y c u a tr o millones d e kilos, de los cuales seis millonés ap ro x im a d am en te co rre s p o n d e n a la lana de peladas o t e nería. El p o rc en taje aprox im ad o q u e guardan e n tre sí las dis tintas calidades pro d u c id a s, es el siguiente: lanas merinas el 41 p o r 100; entrefinas finas el 20 p o r 100; entrefinas corrien tes el 22 p o r 100 y ordinarias y ch urras el 17 p o r 100. El censo español de ganado lanar se calcula en veintidós millones de cabezas. La p ro d u c c ió n m edía de lana es, p o r
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t a n t o , de u n o y m edio kilos ap rox im a d am en te p o r cabeza C o m p a ra d a esta cifra con la p ro d u c ció n m edia de o tras n a ciones, c o m o es, p o r ejemplo, Am ericana 2,9 kilo», 4 kilos en la Argentina, y 4,1 kilos en Australia, fácilmente p u e d e d e d u cirse q u e la p ro d u c ció n individual d e nuestras ovejas es m u y reducida. Y aún si ten em o s en c u e n ta los rendim ientos medios q u e estas lanas dan al ser lavadas, verem os q u e el kilo y m edio q u e p ro d u c e n n u estras ovejas p o r térm in o m edio, con u n rendim ien to m edio del 40 p o r 100, se nos quedan en 600 gram os d e lana lavada p o r cabeza, m ientras q ue los c u a tro kilos cien gram os, q u e da una oveja en Australia con re n d i m ientos m uy superiores a los nu estros, y q u e p o d em o s fijar en u n 50 p o r 100, esta oveja da dos kilo de lana lavada. O sea, que, co m o vemos, el rendim iento p o r cabeza en fibra limpia, es de casi tres y m edia veces más, en com paración con las nuestras. Las causas de esta escasa p ro d u c ció n son varias, p ero las principales p o d e m o s decir q ue son la falta de selección ad e cu ad a en la m ayoría de los re b año s, salvo algunas e x c e p ciones, y el n úm ero excesivo de cabezas p o r unidad de s u perficie de pastos, con la consiguiente mala alim entación y que rara vez se co m p leta con piensos suplem entarios. España ha sido siem pre deficitaria en su p rod uc ción, p ues ya antes del año 1936, se im p o rta b a n d e cinco a siete millones de kilos anuales de lanas sucias d e calidades finas, co m o p o r ejem plo de Australia y El C a b o , si bien se e x p o r tab an de tres a cu a tro millones de kilos, principalm ente c h u rros, b a s to s y negros. Al suspenderse en estos últim os años las im po rtaciones sistemáticas, ha d a d o lugar a un deseq ui librio q u e se ha agravado por el hecho de h aberse a u m en ta do el utiliage y con ello la capacidad co nsu m id o ra de la in dustria, y el requerir h o y el m ercado español una m a y o r p ro p o r c ió n de artículos d e calidad, q u e representan un m a y o r co n su m o d e lanas finas, de las q u e som os realm ente d e ficitarios. A ctualm en te y d e b id o al increm ento de estas instalacio nes nuevas y del utiliage en general, este c o n s u m o se eleva a u n o s cincuenta millones de kilos de lana en sucio p o r año. Sin t e m o r a exagerar, p o d e m o s decir que el déficit de n uestra p ro d u c c ió n de lana, es de uno s quince a veinte m i llones de kilos sucio, y estas circunstancias obligan a m editar s o b re las posibilidades d e n u e s tra p ro d u c c ió n lanar, y a q u e
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de ella dep e n d e en b u en a p a rte la industria en esto s m o m e n tos. Si no es posible, co m o parece, el au m en to del n ú m ero de cabezas de ganado, es necesario ir al increm ento de la p ro d u c ció n individual de ca d a oveja, y m ejora n do a la vez la calidad de lana prod ucida. En n uestra provincia se co rta n uno s dos y m edio a tres millones de kilos, es decir, apro x im a d am en te el 10 p o r 100 de la p ro d u c ció n to tal de España de lanas de c o ite . La m ayor p arte de la lana se v end e en e stad o sucio. Los sistemas a d o p ta d o s para la venta son m uy variados. Preva lece, sin em b arg o, el sistema de subasta. Londres es el m er ca d o lanero más im p o rta n te del m u n d o , y a él acuden de t o d o s los paises. A hora bien, a pesar de realizarse las sub as tas de lana en sucio, se hacen m ediante un rendim iento en lavado garantizado y so b re calidades tam bién garantizadas, ya q ue los lotes han sido previam ente clasificados con to d a pu lcritu d , y co n tro la d o s p o r un O rganism o Oficial. En España, el com ercio de lanas se en cuen tra atrasadísi m o. En la m ayoría de los casos, el ganadero español ofrece sus pilas generalm ente am o n to n ad a s sin o rd e n ni concierto y en lugares nada ap ro p ia d o s para la conservación de la fi b ra, con vellones q u e p ro c ed en de carneros merinos ju n to s con ch u rro s o basto s m ezclados, y hasta vellones blancos con pardos, es decir, sin la más elemental idea de la clasifi cación y del valor del p r o d u c to , ni de la b o n d a d de la fibra q u e poseen. Los com erciantes y c o rred o re s han de ir p u eblo p o r p u eb lo , y aún ganadero tras ganadero, convenciéndoles del p re cio q u e p re te n d e n y diciéndoles a cada un o qu e su lana es la m ejo r del p ueblo, pues si no no se la entregan. Este proced im ie n to es m uy prim itivo, con perjuicio evi d e n te , ta n to para el ganadero co m o para el industrial. Hay qu e tran sfo rm ar a fo n d o este sistema, a base de u na organi zación m o d ern a y eficiente. C o n miras a esto, se sugiere la idea de c o n stru ir cen tro s , q u e podían ser Lonjas Laneras, d o n d e p o d rían reunirse la m ay o r p arte de las pilas de una región, con locales a d e cuados, q ue garantizaran al ganadero la conservación de sus lanas en las m ejores condiciones, y con personal id óneo , q ue facilitarían las operaciones de c o m p ra y peso con econom ía ev id ente y con un máxim o de rapidez en su realización. Cáceres, ce n tro de c o n tra tació n lanera de im portancia,
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sería un lugar estratégico para realizar en él un ensayo de este n u ev o sistema.
M anufactura
N o p o d e m o s e n tre ten ern o s en hacer un esquem a siquie ra de la fabricación, ni en u m erar la gran variedad de artículos q u e se fabrican, p ero sí direm os q ue to d o s ellos se distinguen p o r ese ta c to suave y cálido, el tacto n oble con q u e se ca racteriza la fibra de lana, ta c to qu e no tiene ni p uede imitarse p o r ninguna de las fibras artificiales. D irem os dos palabras del lavado industrial de la fibra y d arem o s algunos d a to s elocuentes: Antes de llegar al lavadero las lanas, h a de hacerse el ap a rta d o o clase, operación de las más im p o rta n te s de la industria, cu a n d o se quiere o b te n e r el m áxim o de ren di m iento, ya q ue cada clase te n d rá una aplicación distinta, y p o r consiguiente un valor o estim ación comercial diferente. A p a rte de la raza o la e d a d y otras circunstancias de la res, q u e obligan a una prim era selección p o r vellones e n te ros, es necesario hac er la selección o escogido d e n tro de cada vellón. La lana tiene caracteres m u y d istinto s según la p arte del c u e rp o de d o n d e p ro c e d e n hasta el p u n t o de q u e de un mismo vellón se p ueden sacar hasta ca torce clases direfentes, p o r su finura, longitud, resistencia, elasticidad, rizado, etc., pero, en general, solam ente cu a tro o cinco son las clases q ue se hacen de cada vellón, a más de separar las p orciones de pez o alquitrán q u e en mala h o ra pon en los ganaderos para m arcar las reses y de la cual ya hem os hab lad o . D e sp ué s del ap a rta d o , se lavan los lotes o b te n id o s de cada calidad. Puede afirmarse que el lavado de lana tiene una im portancia capital, p o r lo que se refiere a su calidad, ya q ue se trata de eliminar to d a s sus im purezas, p ero c o n servando al mismo tiem p o las buenas cualidades de las fibras, lo q u e es más difícil de lo que a prim era vista parece. Se han ensayado pro ced im ie n to s de lavados a vase de disolventes, co m o el sulfuro de c a rb o n o , la bencina, el tricloroetileno, etc., p ero estos tienen más inconvenientes q ue ventajas,
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p u e s to q u e la extracción de la grasa es dem esiado com pleta, lo cual es perjudicial para la fibra, pues la hace q u eb radiza; en cam bio, p o r esto s p ro c ed im ie n to s se extra e y se a p ro v e cha la lanolina m uy fácilmente. El pro ced im ie n to industrial corriente para lavar a f o n d o , es el que em plea una serie m etó dica de b año s a base de c a r b o n a to sódico o po tásico, ja b ó n y algún o tro d etersivo. El p ro ceso poi este pro ced im ie n to co n sta de un b a tid o , para abrir la lana y eliminar en u n a b u en a p a rte la tierra e i m p u rezas gruesas, y el v erd a d e ro lavado o desengrasado p o r m edio del leviatán. El leviatán con sta de una serie de barcas de chap a de hierro, generalm ente cinco, en las q ue la lana se m ueve o p a sa de una a o tra a u to m áticam e n te , mientras se efectúa un lavado m e tó d ico a una te m p e ra tu ra de unos cincuenta gra dos. Y finalmente se seca. Para realizar esta im po rtan tísim a operación, en España hay, ac tu alm ente, uno s seten ta lavaderos, o m ejo r dicho, em presas dedicadas a este objeto . En n u estra provincia no hay más q u e dos, u n o en Plasencia y o tro en Hervás. La hilatura de estam b re c u e n ta en España con un os d o s cientos cincuenta mil h u so s de selfatinas y continuas. En nu estra provincia, no hay ninguna. La hilatura de carda se halla re p resen ta d a en n u estro país po r unos trescien tos mil husos de selfatinas, to rn o s y continuas. En n u estra provincia ten em o s tan solo tres mil husos en tre selfatinas y to rnos. En el ra m o de tejidos, se calcula en unos d o c e mil telares en to d a España. En la provincia de C áceres disponem os tan solo de unos sesenta, entre mecánicos y manuales. El c o n su m o de materia prim a m a n u fa ctu rad a en la p r o vincia no pasa de uno s d oscien to s mil kilos de lana sucia p a ra carda, y un os quince mil kilos para estam bre . En to tal, do scien to s quince mil kilos, frente a las varias decenas de millones q ue co n sum e la Industria Nacional, y fren te a los tres millones de kilos q u e recolecta la provincia. Estas cifras son bien elocuentes y no necesitan c o m e n ta rio alguno, y a q u e p o r si solas hablan de la p equ eña im p o r tancia q u e tienen nuestras M anu factu ra s Laneras. N o o b s ta n te y co m o una prim era etapa de industrializa ción, co m o u na prim era aspiración, p o d ría con p o c o esfuer z o lavarse en la provincia, to d a s las lanas criadas en ella.
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Bastaría para ello el montaje de otro lavadero más, con una capacidad de trabajo similar al que desde hace d os años funciona en Plasencia.
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d e ella d e p e n d e en b u en a p a r te la industria en esto s m o m e n tos. Si no es posible, co m o parece, el au m en to del n ú m ero d e cabezas d e g anado , es necesario ir al in cre m en to d e la p ro d u c ció n individual de cada oveja, y m ejora n do a la vez la calidad d e lana p rod ucida. En n uestra provincia se co rta n unos do s y m edio a tres millones d e kilos, es decir, a p ro x im a d am en te el 10 p o r 100 de la p ro d u c ció n to ta l de España de lanas de c o ite . La m ay o r p arte d e la lana se vende en e stad o sucio. Los sistemas a d o p ta d o s para la venta son m uy variados. Preva lece, sin em b arg o, el sistema de subasta. L ondres es el m er cad o lanero más im p o rta n te del m u n d o , y a él acuden de t o d o s los países. A hora bien, a pesar de realizarse la<; sub as tas de lana en sucio, se hacen m ediante un rendim iento en lavado garantizado y so b re calidades tam bién garantizadas, ya q u e los lotes han sido previam ente clasificados co n t o d a pu lcritu d , y c o n tro la d o s p o r un O rganism o Oficial. En España, el com ercio d e lanas se en c u e n tra atrasadísi mo. En la m ayoría de los casos, el ganadero español ofrece sus pilas generalm ente a m o n to n ad a s sin ord e n ni concierto y en lugares n ada ap ro p ia d o s para la conservación de la fi b ra , con vellones que p ro ceden d e carneros merinos ju n to s con c h u rro s o basto s m ezclados, y hasta vellones blancos con pardos, es decir, sin la más elemental idea de la clasifi cación y del valor del p r o d u c to , ni de la b o n d a d de la fibra q u e poseen. Los com ercian tes y c o rred o re s han de ir p u eb lo p o r p u eb lo , y aún ganadero tras ganadero, convenciéndoles del p re cio q u e p re te n d e n y diciéndoles a cada u n o q u e su lana es la m ejor del pueblo, pues si no no se la entregan. Este p ro c ed im ie n to es m u y prim itivo, con perjuicio evi den te, t a n t o para el ganadero co m o para el industrial. H ay qu e tra n sfo rm ar a fo n d o este sistema, a base de una organi zación m o d ern a y eficiente. C o n miras a esto, se sugiere la idea de con stru ir cen tro s , q u e pod ían ser Lonjas Laneras, d o n d e p od rían reunirse la m ay o r parte de las pilas de una región, con locales a d e cu ado s, q u e garantizaran al ganadero la conservación de sus lanas en las mejores condiciones, y con personal idóneo, q u e facilitarían las operaciones de c o m p ra y peso con ec onom ía evid ente y con un máxim o de rapidez en su realización. C áceres, ce n tro d e co ntra tació n lanera d e im portancia,
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sería un lugar estratégico para realizar en él un ensayo de este n u ev o sistema.
Manufactura N o p o d e m o s e n tre ten ern o s en hacer un esquem a siquie ra de la fabricación, ni e n u m erar la gran v aried ad de artículos q u e se fabrican, p ero sí direm os qu e to d o s ellos se distinguen p o r ese ta c to suave y cálido, el ta c to n ob le con q u e se ca racteriza la fibra de lana, ta c to q u e no tiene ni p u ed e imitarse p o r ninguna de las fibras artificiales. D irem os dos palabras del lavado industrial de la fibra y d arem os algunos d a to s elocuentes: A ntes de llegar al lavadero las lanas, h a de hacerse el ap a rta d o o clase, operación de las más im p o rta n te s de la industria, cu a n d o se quiere o b te n e r el m áxim o d e ren di miento, ya q u e cada clase te n d rá una aplicación distinta, y p o r consiguiente un valor o estim ación com ercial diferente. A p a rte d e la raza o la e d a d y o tras circunstancias de la res, q ue obligan a una prim era selección p o r vellones e n te ros, es necesario hacer la selección o escogido d e n tro de cada vellón. La lana tiene caracteres m u y d istin to s según la p a rte del c u e rp o d e d o n d e p ro c e d e n hasta el p u n t o de q u e de un mismo vellón se p ueden sacar hasta ca torce clases direfentes, p o r su finura, longitud, resistencia, elasticidad, rizado, etc., pero, en general, solam ente c u a tro o cinco son las clases qu e se hacen de cada vellón, a más de separar las p orciones de pez o alquitrán q ue en mala ho ra ponen los g anaderos para marcar las reses y de la cual ya hem os h ablad o. D e sp u é s del ap a rta d o , se lavan los lotes o b te n id o s de cada calidad. Puede afirmarse que el lavado de lana tiene una im po rtan cia capital, p o r lo q u e se refiere a su calidad, ya que se trata de eliminar to d a s sus im purezas, p ero c o n servando al mismo tiem po las buenas cualidades de las fibras, lo q u e es más difícil de lo que a prim era vista parece. Se han ensayado pro ced im ie n to s d e lavados a vase de disolventes, com o el sulfuro de c a rb o n o , la bencina, el tricloroetileno, etc., p ero estos tienen más inconvenientes q ue ventajas,
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p u e s to q ue la extracción de la grasa es dem esiado co m pleta, lo cual es perjudicial para la fibra, pues la hace q u eb radiza; en cam bio, p o r estos p ro c ed im ie n to s se extrae y se a p ro v e cha la lanolina m uy fácilmente. El pro ced im ie n to industrial co rriente p ara lavar a f o n d o , es el q ue em plea una serie m etódica de b añ o s a base de c a r b o n a to sódico o po tásico, ja b ó n y algún o tro d etersivo. El proceso poi este p roced im ie n to con sta de un b a tid o , para abrir la lana y eliminar en una b u en a p a rte la tierra e i m p u rezas gruesas, y el v erd a d e ro lavado o desengrasado p o r m edio del leviatán. El leviatán consta de una serie de barcas de chap a de hierro, generalm ente cinco, en las qu e la lana se m ueve o pa sa de una a otra auto m áticam e n te , m ientras se efectúa un lavado m e tó d ico a una te m p e ra tu ra de u n o s cincuenta gra dos. Y finalmente se seca. Para realizar esta im portantísim a operación, en España hay, ac tualm ente, un os seten ta lavaderos, o m ejor dicho, em presas dedicadas a este o bjeto. En n u estra provincia no hay más q ue dos, u n o en Plasencia y o t r o en Hervás. La hilatura de estam b re c u e n ta en España con un os d o s cientos cincuenta mil hu sos de selfatinas y continuas. En n uestra provincia, no h ay ninguna. La hilatura de carda se halla re p resen ta d a en n u estro país por unos trescien tos mil huso s de selfatinas, to rn o s y continuas. En n u estra provincia ten em o s tan solo tres mil husos en tre selfatinas y tornos. En el ram o de tejidos, se calcula en uno s d o ce mil telares en to d a España. En la provincia de C áceres dispo nem os tan solo de unos sesenta, e n tre m ecánicos y manuales. El c o n su m o de m ateria prim a m a n u fa c tu ra d a en la p r o vincia no pasa de unos doscien to s mil kilos de lana sucia p a ra carda, y unos quince mil kilos para estam b re. En to tal, d o scien tos quince mil kilos, fren te a las varias decenas de millones q u e co nsu m e la Industria Nacional, y frente a los tres millones de kilos q ue recolecta la provincia. Estas cifras son bien elocuentes y no necesitan c o m e n ta rio alguno, ya q ue p o r si solas hablan de la pequeña im p o r tancia q ue tienen nuestras M an ufacturas Laneras. N o o b s ta n te y co m o una prim era etapa de industrializa ción, co m o una prim era aspiración, pod ría con poco esfuer z o lavarse en la provincia, to d a s las lanas criadas en ella.
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Bastaría para ello el montaje de otro lavadero más, con una capacidad de trabajo similar al que desde hace dos años funciona en Plasencia.
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ALGODON
El algodón es la fibra o b o rr a q u e se desarrolla so b re la semilla del algodonero. Es sabido q u e d esd e el ú ltim o tercio del siglo pasa d o en q u e fué in ven tad a la m áqu ina d e s m o ta d o ra , o sea, la m á quina q u e arranca la fibra d e la semilla, t o m ó tal im portancia el cultivo del algodón en el m u n d o , y se au m en tó de tal fo r m a la p ro d u c c ió n d e los tejido s de algodón, q u e no sola m ente invadió y absorvió to d a s las aplicaciones q u e hasta en to nces tenían las d e m á s fibras textiles, sino q ue la sup eró , hasta el ex tre m o de q u e h o y se considera c o m o la primera d e las fibras textiles del m u n d o . ]■ En frase feliz de uno d e los más ex pe rim entado s técnicos españoles en estas cuestio nes textiles, es ta in dustria nos aco m paña d esd e la c u n a a la tum ba: pues textil y de algodón son los pañales q u e nos po n en al nacer y de algod ón el su dario q u e nos envuelven en n u e s tro últim o viaje. H El algodón es una d e las fibras textiles vegetales más perfectas y el origen d e su em pleo se p ierde en las tinieblas d e los prim itivos tiem pos. En España, el cultivo del algodo nero fué, en o tro s tiem pos, una de sus m ayo res riquezas, p ues según parece, adq uirió u n gran desarrollo d u ra n te los siglos XIV y XV, en q u e el algodón d e M otril, en la provin cia de G ra n ad a, se con sideraba co m o u n o d e los mejores del m u n d o , y aún a principios del siglo XIX, las vegas de Motril y Málaga, así co m o las h u erta s de Valencia y M urcia, n o solo n utrían las fábricas catalanas, sino q u e se ex p o rta b a parte d e su p ro d u c c ió n a Inglaterra y Francia.
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D e b id o a los tr a n s to r n o s políticos p o r q u e atravesó n u estra Patria en el siglo p asado, la mala calidad, o m ejor d icho , la mala p re p a ra c ió n del algodón q u e se p ro d ucía, en com p aració n con el q u e venía de América, y principal m ente, p o r q u e los E s ta d o s U n id o s ofrecían esta m ateria t e x til a precios más v en tajo so s, fu é a b a n d o n a d o casi to ta lm e n te el cultivo del algodonero. H a sta q u e en España, d á n d o s e c u en ta de la im portancia de este p ro b le m a y p o r las dificultades de ap rovisionam iento de esta prim era m ateria d u ra n te la prim era guerra m undial, to m ó c u e rp o la idea de intensificar el cultivo del algodón en n uestra P atria, ya que, según los asesoram ientos técnicos, n u estro suelo tiene extensas zonas q ue entran co m p le ta m e n te d e n tro de las condiciones climatológicas re q u erid as para su cultivo. El valor de esta fibra, c o m o to d a m ateria textil, d e p e n d e principalm ente de su a p titu d para ser hilada. E xam inado el algodón superficialmente, sólo p o r el ta c to y la vista, es u n a fibra blanca, algo brillante y sedosa y m u y suave al tacto . D e sd e el p u n to de vista m orfológico, la fibra está c o n sti tuida p o r u n a sola célula, cu y o d iám etro tiene tendencia a disminuir d esd e su base al ex tre m o o p u e s to , term in an d o en punta. Y exam inada al m icro sco pio , se o b serv a claram ente que su aspecto es el de una cinta con los b o rd e s e n g ro sad o s y p re s e n ta n d o algunas vueltas d e torsió n en el mismo senti do, p ero lo más corrien te es o bservar m edia vuelta o una en un sentido y o tra en sen tid o contrario , c o n s titu y e n d o este detalle lo q u e se llama falsa torsión. Esta falsa torsión d e p e n d e en gran p a rte del m a y o r o m enor gra d o de m ad u re z de la fibra, pues cu a n to m a y o r sea la m ad urez, m a y o r es la tendencia a poseer algunas vueltas de torsión, cualidad m u y apreciada, p o rq u e , adem ás de ir en beneficio de su resistencia, las fibras tienen tendencia a unirse unas con o tras al fabricar los hilos. Sin em bargo , las fibras excesivam ente m ad uras, son m enos aptas para la hila tura. Las fibras muertas, o sean, las q u e no han llegado a m a d u tar p o r hab e rse d e s p ren d id o de la semilla, o p o r enferm ed a d u otra causa, q u ed a n redu cid as a una cinta c o m p letam en te .iplastada. La presencia d e fibras m uertas es m uy perniciosa, pues d u ra n te el ca rd a d o tienen tendencia a fo rm a r p e q u e
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ñas aglom eraciones q u e se denom inan grano o botón, q u e lue go se ven en los hilos y so b re t o d o en los tejid os q u e han sido tintado s, d e b id o a q ue esta fibra m u e rta n o to m a el tinte. Es un defecto similar al pelo m u e rto de la lana. La lo ng itu d de las fibras, j u n t o con su finura, son las d o s características más apreciadas en la práctica, p ues de ellas dep e n d e la a p titu d de la m ateria para o b t e n e r hilos finos y regulares. P o r su lon gitud se clasifican en tres categorías: algodón de fibra c o rta hasta 24 m ilím etros d e longitud; fibra m edia de 24 a 30 milímetros; fibra larga de 30 m ilím etros en a d e lante. La finura de las fibras d e p e n d e de su d iám etro , o m ejor dicho, la finura está en ra zó n inversa del diám etro , y esta es la cualidad más apreciada d espués de la longitud, ya q u e no solo perm itirá o b te n e r hilos finos, sino q ue los tejidos fa b ri cad os te n d rá n , en tre otras cualidades, la finura y suavidad del ta c t o de la materia em pleada. El diám etro m edio de las fibras de algodón, oscila entre 15 y 22 mieras o milésimas de milímetro. El Sea Jsland de Georgia y el Jumel de Egipto tienen unas 19 mieras de diá m etro ; las clases corrientes de N o rte am érica 19 mieras; y los algodones de la India 21 mieras. La resistencia y elasticidad de las fibras, es o tra cualidad interesante, y a q u e q u e d a n co m un icadas a los hilos q u e con ellos se fabrica. A prim era vista, parece q u e con fibras m u y resistentes se o b te n d rá n hilos tam bién m u y resistentes. E sto sería una rea lidad, si se tra ta ra de fibras del mismo d iám etro , pero en la práctica s u ce de que las fibras de más resistencia son las más gruesas, y en este caso, los hilos o b te n id o s son precisam ente m enos resistentes, p o rq u e entran m en or n ú m e ro de fibras en la misma sección o grueso, y p o r ta n to estas q u e d a n menos ligadas e n tre sí, p o r te n e r un n ú m e ro m e n o r de p u n to s de c o n ta c to y ser m enos flexibles. Las fibras de algodón están co nstitu idas p o r celulosa ca si p ura, el 9 p o r 100. C o ntienen tam b ién en su superficie vestigio de grasa y de una m ateria cerea, las cuales com uni can u n a cierta im perm eabilidad a la fibra, haciend o q u e el algodón en c r u d o se resista a ser m o jad o y a introducirse en el agua. I Así p ués, vem os, p o r este som ero es tu d io de sus princi pales p ro p ied a d es textiles, q u e el cu ltiv a d o r cuid ad o so , d e
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b e estar siem pre a te n to en el m ejo ram iento de sus p r o d u c to s y ha de te n d e r a o b te n e r fibras lo más largas, finas y r e sistentes posibles, ya qu e es sabido, que la calidad del algo d ó n o b te n id o , d e p e n d e más de las condiciones clim atológi cas y del te rre n o d o n d e se cultiva, q ue de la especie del al g o d o n ero , pués una misma especie, cultivada en uno u o tro país, da plantas c o m p letam en te distintas, p ro p o rc io n a n d o tam bién fibras m uy diferentes, en c u a n to a su lo n g itu d y finura.
Clasificación y Producción
La clasificación comercial y técnica de n u estro país se d eb e a las tres principales procedencias de la fibra, q ue son América, Egipto y la India, ya qu e estos tres países p r o p o r cionan fibras de p rop ied a d es m uy diferentes y caracterís ticas. Los E stad o s U nidos p ro d u c en la m ayor p a rte del algo d ó n q u e se co nsum e en el m u n d o . Este es d e colo r m u y blanco y p u e d e ser de fibra larga. El Sea Jsland, de Georgia, es el m ejor q ue se co n o c e en el m u n d o p o r su finura y l o n gitu d de fibra. Pero el tip o q u e más ab u n d a , es el de longi t u d media. El de Egipto, co n o c id o en n u estro país p o r el n o m b re de Jumel, p o r ser el tipo más im p o rta n te y característico, tiene la fibra b a s ta n te larga y m u y fina y resistente y es de un c o lor blanco m anteco so típico. R ecientemente, se cono ce o t r o tipo de calidad tam b ién superior, q u e se denom ina Sakel, conseguido p o r el cu ltiv ado r Juan Sakellaridi, fallecido hace po c o s años. El p ro c e d e n te d e las Indias Orientales, en general, es c o r to , más grueso, sucio, d e color amarillento y áspero al ta c to . Su calidad es inferior al am ericano corriente. La p ro d u c c ió n de los principales países es la siguiente, ex presada en ta n to s p o r ciento y con relación a la p r o d u c ción to ta l del m und o: E stad o s U n ido s el 65 p o r 100; las In dias O rientales el 18 p o r 100; Egipto el 6 p o r 100; C hina y Ja p ó n el 3 p o r 100; América del S ur el 2 p o r 100; los dem ás países el 6 p o r 100.
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Las necesidades del m erc ad o interior en E spaña, p o d e m os cifrarlas en unas quinientas mil balas, o sean, u n o s cien millones d e kilos de algodón en ram a anuales. M ientras q u e lo re colecta do no pasó de quince millones d e kilos en ram a, las aduanas acusaron una im p o rtació n , en el año 1945, d e oche n ta y cinco millones d e kilos d e fibra. Esta im p o rtació n h a b rá re p re s e n ta d o cerca de los cu a ren ta millones de d ó la res, o sean, u n o s doscientos millones de pesetas-o ro. Según d a to s del Ingeniero Jefe del Servicio del Algodón, po d ría fácilmente produ c irse en España algod ón p o r valor ap ro x im a d o del 30 p o r 100 de esa ca n tid a d im p o rta d a , esto es, que, increm en tan d o el cultivo en una cifra viable, pod ían econom izarse sesenta millones de pesetas-oro. E sto da idea de la eno rm e im portancia económ ica, q ue para n u estra Patria represen ta el cultivo del algodón. En n uestra provincia, se cultiva algodón del tip o am eri cano de fibra de lo ng itud media, pero de finura m u y buena, de la variedad Sekurity, si bien ú ltim am en te se va in tro d u c ie n d o el tip o egipcio. En la últim a cam paña y según d a to s de la Delegación del Servicio del A lgodón de Navalm oral, se han recolectado c e r ca de los do s millones de kilos, y se han d ed ica d o a este cultivo 2.789 hectáreas, en casi su to ta lid a d de regadío, y distribuidas en c u a tro zonas: zo na de la Vera 911 hectáreas; zo na de Plasencia 891 hectáreas; zo na de N avalm oral 512 hectáreas; y z o n a de C oria 475 hectáreas; con rendim ientos medios de 1.500 kilos p o r hec tá rea de algodón b r u t o y m á xim o d e 4.000 kilos de algodón b r u t o p o r hectárea, en M onteh erm o so. D e n tr o d e las limitaciones q u e la c o m p ete n cia de o tro s cultivos establece, p u e d e estim arse para un plazo c o r to de c u a tro o cinco años y con la ap e rtu ra de las nuevas zonas reglables de los p antanos del Borgollón y Rosarito, q u e p u e de fácilmente parsarse de las 2.785 hectáreas a unas 7.500, las cuales y so b re la base d e un r tn d im ie n to d e 1.500 kilos p o r hectáreas, nos darían una p ro d u c c ió n to ta l en la provincia de más d e once millones de kilos de algodón b r u t o , los q ue a los precios rctuales solam ente, im p o rtarían cerca de los cien millones de pesetas, y d e ellos la m ano d e o b ra eventual absorvería aprox im a d am en te u n o s diez y seis y p recisam ente en los meses de A gosto a N o v iem b re , q u e es c u a n d o se acentúa el paro estacional p o r h ab erse te rm in a d o ya las principales faenas de recolección cerealista. Y calculando un
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jornal m edio de veinte pesetas, prop orcio n aría a la provincia 8.600 jornales diarios d u ra n te un p e r ío d o de tres meses. Si o b servam o s el m apa industrial alg odo nero d e España, vem os en p rim er lugar, q u e en C ataluñ a se co n c en tran el 90 p o r 100 de esta im po rtan tísim a indu stria. Y q u e existe en España una d es p ro p o rc ió n en tre la p ro d u c c ió n de hilados y el c o n s u m o de los mismos para la fabricación de tejidos, géneros de p u n to , hilos de coser; siendo este déficit a p ro x i m ad am e n te de un tercio d e la c a n tid a d to ta l anual d e hilos p ro d u c id o s. De los dos millones de husos de hilar, q u e están instala d o s y funcio nan do en España, en C atalu ña hay un millón och o c ie n to s no v en ta mil, y el resto, d istrib u id o en p e q u e ños g rup os, e n tre diversas localidades situadas to d a s en el litoral (en Valencia, Alicante, M urcia, Málaga, en Sevilla, veinticinco mil husos, C o ru ñ a , S antander, G u ipuzc o a), pero en la m a y o r p a rte del te rrito rio nacional, t o d o el ce n tro de España, no hay ninguno. D e los o c h e n ta mil telares q u e funcionan en España, se senta y cinco mil están en C ataluña. En n u e s tra provincia hay unos 25, estrechos, manuales y m u ch o s de ellos sin r e n dim iento apenas ninguno. D e las veinte mil m áquinas diver sas de géneros de p u n t o (tricotosas, c o tto n , circulares, re c tilíneas, etc.), en C ataluña trabajan ca to rce mil. En estos últim os años, h em os visto crecer fu ertes n ú cleos textiles, ta n to laneros co m o algodón, en diferentes p o blaciones, en Béjar, Alcoy, M ad rid , Sevilla, Z arago za y o tro s de m en o r consideración en diversas provincias españolas. La tend encia oficial es favorecer la creación de estos ce n tro s secundarios, y descentralizar la industria de aquellas regiones q u e se en cu entran ya sobrecargadas. P or estas razones, existe, pues, una posibilidad industrial m uy in teresante en n u estra provincia, y es el m ontaje de una peq ueña hilatura d e algodón, capaz de a b so rv er una b u e n a parte de la cosecha de esta fibra en la provincia. N o es m uy com pleja y co sto sa esta instalación, pues p o dría hacerse el m ontaje a base de fabricar un n ú m e ro de hi latura m u y corrien te, c o m o es p o r ejem plo el n ú m e ro 24 catalán, con el cual p odrían elaborarse artículos c o m o vicbys, cru z a d o s para sábanas, sargas para camisas y m on os, driles, lonas, etc., to d o s ellos artículos de m u y co rrien te co n s u m o , y q u e no precisan m uch o s de ellos de la tin tu ració n y un acabado m uy específico. A base de m áquinas d e hilar c o n tí-
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nu as, a n u eve mil revoluciones p o r m inu to, la p ro d u c c ió n p u e d e calcularse de ciento a ciento diez gram os p o r h u so y o c h o h o ra s p o r trab a jo , y calculándose a base de jornadas, de dos tu rn o s , ten d ría m o s una p ro d u c c ió n de sesenta kilos d e hilo p o r h u s o y año, de fo rm a q u é co n un a instalación de diez mil h u s o s , po d rían o b te n e rs e seiscientos mil kilos de hilo al año, lo q u e significarían u n o s do s millones de kilos b r u t o , q u e es la p ro d u c c ió n aproxim ad a actual d e la p r o vincia. El coste ap rox im ado se calcula en mil seiscientas pesetas p o r h u so , así pues, el to tal d e la instalación sería del ord e n de los diez y seis millones de pesetas. O t r o aspecto interesante p ara el fo m e n to del cultivo del algodón, es la instalación d e factorías de d e s m o te , pues, c o m o sabéis, la prim era operació n industrial, u n a vez recolec t a d o el algodón, es el d e s m o ta d o , o p eración q u e consiste en arrancar la fibra d e la semilla a la cual está adherida. En ge neral, los algodones d e fibra larga tienen la fibra po co a d h e rida, y el d e s m o ta d o es relativam ente fácil; en cam bio, las especies de fibra c o rta tienen los filamentos fu e rte m e n te a d herid o s y algunas veces, ju n ta s con el algodón, se arrancan p equ eñas porciones de semillas. El peso de la semilla separada, es el d o b le d e la fibra, es decir, q u e el algodón b r u t o da un rend im iento aprox im ado de un 30 p o r 100 de fibra. E stas semillas son ricas en aceite, p u d ién d o se ex tra er h a s ta u n 15 p o r 100 de su p eso, el cual se destina a engrases, jab on es, barnices, y, aún en el caso de ser refinado, es c o mestible. Para el cu ltiv a d o r sería m uy interesante p o d e r, p o r sí o en fo rm a de cooperativas, d e s m o ta r su algodón, pues de es ta m anera q u edaría en su beneficio el valor de esto s s u b p r o d u c to s , q u e representarían un au m en to en el valor de su p rodu c ció n. En n u e stra provincia, existe u na sola factoría de desm o te instalada en N avalm oral de la M ata, p o r la E n tid a d C o n c e sionaria de esta Z o n a, q u e es la C.E.P.A.N.S.A., la cual tiene en p ro y e c to actualm ente la constru c ció n de grandes alma cenes y la ampliación de m áquinas desm otadoras.
FIBRAií TEXTILES ARTIFICIALES U n a de las más bellas adquisiciones d e la técnica m o d e r na es sin d u d a la síntesis de las fibras textiles, a partir de m aterias primas, c o m o la celulosa, m u y cerca to davía de las fi bras naturales, y el c a rb ó n d e ya no tan clara afirmación textil. Nació esta industria de las fibras artificiales con un cierto carác te r de lujo, sin ap a ren te necesidad económ ica q ue j u s tificara su nacim iento; este es un ejem plo clásico, c o m o o c u rre algunas veces, q ue la necesidad viene luego a rem olque de la p ro d u c ció n . Hoy, las fibras sintéticas son vitales e im prescindibles en la econo m ía m undial. H o y , la m a y o r p a r te de la p ro d u c ció n m undial de fibras artificiales co rre s p o n d e a las derivadas de la celulosa, pero p o r el incre m en to q u e van to m a n d o los últim os desarrollos d e fibras sintéticas d e o tro ord en, es de esperar q u e m u y p ro n to la sobrepasen. Las fibras artificiales o cu p a n un lugar preferen te, no solo co m o un b u en su stitu tiv o de la seda natural, sino p o rq u e ya de p o r sí co n stitu y en un material fibroso utilizable y de gran valor. Se o btienen, hacien do pasar soluciones viscosas de celu losa a través de p eq u e ñ o s orificios y tran sfo rm án d o las en hilos b ajo d eterm in ad as condiciones. T o d a s ellas tienen las siguientes operaciones com unes: a) o b te n c ió n de una disolución ap ropiada para hilarla; b) f o r mación del hilo, y c) tra ta m ie n to p o s te rio r de éste. H ay c u a tro clases de seda artificial o rayón: 1.a seda al n itrato (C h a rd o n n et); 2.a seda al cobre; 3.a seda viscosa (H i d ra to de Celulosa), y 4.a seda al acetato (Acetil Celulosa). La m ateria prim a para las sedas al co b re, a c e ta to y al n i tra to , la co n stitu y en los deperdicios de algodón; la de la vis cosa es la celulosa d e m ad era en p asta o en hojas.
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C o m o d a to com parativ o de la im portancia de estas cla ses de ray ón en la p ro d u c ció n mundial, se adm iten aproxi m ad am e n te las siguientes cifras: seda viscosa el 80 p o r 100; seda al c o b re el 40 p o r 100; seda al ac e ta to el 15 p o r 100; la seda al n itra to o nitrocelulosa apenas si tiene h o y im p o r tancia. D ad a la índole de esta conferencia, no p o d e m o s e n tra r en detalles técnicos de su fabricación; en cam b io, nos parece más interesante considerar la situación de esta industria en n u e s tro pais. La p ro d u c c ió n de rayón en España es pequeña; p ués p a ra tres fábricas (S.E.S.A., la S.A.F.A, y la S.E.D.A., de Burgos y Barcelona), en 1942, se calculaban en unas 4.000 toneladas de rayón. Y si calculam os nuestras necesidades mínimas en unas 10.000 toneladas anuales de rayón, se vé el déficit de p ro d u c ció n que hay q u e cu b rir con im portaciones, con el consiguiente desem bo lso de divisas. Por esta razón, se consideró de interés prim ordial, el conseguir la fabrica ción en España de esta diferencia en tre la p ro d u c ció n y las necesidades. Para conseguir estos objetivos, se c o n s titu y e ro n las p o tentes sociedades S.N.I.A.C.E., la F.E'F.A.S.A. y la S.A.l.P.A. Estas em presas no necesitan im p o rta r celulosa textil, p ues la prim era em plea m adera de eucalipto, la segunda paja de cereales y la tercera paja de arroz, co m o m aterias primas. La S.N.I.A.C.E. o sea, la S ociedad Nacional de Industrias y Aplicaciones de la Celulosa Española, S. A., se c o n s titu y ó con la colaboración de la Snia Viscosa de Milán, en el año 1939, y con un capital de n ov enta millones de pesetas, qu e se amplió a ciento cu aren ta millones de pesetas en el año 1943 y a d oscien to s millones en el año 1947. Se eligió para la instalación de la fábrica T orrelavega, p o r sus buenas c o municaciones, pro xim idad al m ar y grandes plantaciones de eucalipto en la provincia de S antander, ya q u e la m adera d e éste árbol es m u y ad ecu ada para la fabricación de celulosa textil y su transfo rm ación en fibra. Su p rog ram a de fa b rica ción era ela b o ra r 10.000 toneladas de celulosa textil anuales, 3.500 toneladas d e fibra c o rta d a y 3.500 de rayón. Ya en el año 1945 se p ro d u je ro n casi d o s millones de kilos de visco silla, ca n tid a d q u e ha au m e n ta d o p o steiio rm en te. El p ro c ed im ie n to q u e se utiliza para ello es en esquem a el siguiente: Los tro n c o s de m adera d e s c o rteza d o s y tro c e a d o s se
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desm enuzan en los d esintegradores. Se tra ta n p o r el m é to d o d e bisulfito en grandes autoclaves con inyección d e vapo r. Y una vez sep arada la arena y o tras m aterias extrañas q ue lleva suspendida, pasa a las holandesas b lanqu ead oras, d o n d e experim enta el b lan q u eo y el ennoblecim iento hasta o b t e ner la celulosa textil, pasando luego la pasta a unas m á q u i nas continuas, d o n d e se fo rm an las hojas d e celulosa. En una segunda fase, las hojas de celulosa se colocan en baños-p ren sa con una disolución de sosa cáustica, para f o r m ar el álcaliz celulosa, y, después, p o r la acción del sulfuro de ca rb o n o , se form a el sax tog enato de celulosa, el cual, p o r la acción d e la sosa diluida en los m ezcladores, dá lugar a un líquido espeso llamado viscosa. Se d e p u ra ésta a través de una serie de filtros y se recoge en grandes d ep ó sito s para su m aduración. Luego pasa p o r t u b o s de vidrio a las hileras, co nstituid as p o r cápsulas d e o ro y platino y p erforad as p o r n u m ero sos capilares. Las hileras se hallan sum ergidas en un bañ o ácido coagulante. Al salir la viscosa p o r dichos orifi cios, se coagula en form a de filamentos m u y finos. Para el rayón estos filamentos se recogen en b o b in a s y para la fibra c o r ta d a van a la m aquina seccionadora. El rayón se som ete a una to rsió n y pasa después a la de sulfuración y blan q u eo , para o b te n e r la fibra lista para su uso. La fibra c o rta d a , d espués de un lavado, b lan q u eo y seca do, pasa p o r los abridores, de d o n d e sale en form a de cop o s de nieve y luego se em bala en placas p o r m edio de prensas hidráulicas. La S. N. I. A. C. E. m o n ta rá en breve una sección de acabados, tintes y estam p a d o s, d e tejidos de fibra artificial. La F. E. F, A. S. A., o sea, la Fabricación E spañola de Fi bras Textiles Artificiales, se o c u p a de la fabricación de la c e lulosa a p a rtir de la paja de cereales. Esta funciona con la colaboración del g ru p o alemán PHRIX de Gesellschaft y tie ne instalada su fábrica en M iranda de E b ro , y ya en este año p asa d o ha p ro d u c id o celulosa textil y fibra cortada. La S.A.l.P.A., en Valencia, aún está en p ro y e c to y su p ro d u c c ió n será a base de la paja de arroz.
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Los últim os desarrollos en fib ra s sintéticas
Las fibras sintéticas, es decir, las con stru id as p o r el h o m bre, prim ero en el laboratorio y d espu és industrialm ente, para a c o m o d a rse a exigencias particulares, con prop ied ad es q u e se p u e d e n co n tro la r de an tem ano , au m entan co n tin u a m en te de im portancia, y aum enta la com petencia entre estas fibras en tre sí, y so b re t o d o con los textiles naturales. Son m uchas las fibras sintéticas q u e se han p ro d u c id o en estos últim os años. N o vam os a hablar de to d a s ellas ni m u chísimo m enos, pero sí direm os algo de las c u a tro o cinco q u e más im portancia están to m a n d o en la actualidad p o r las excelentes cualidades qu e las caracterizan co m o fibras te x tiles, y estas son: el N ylón, Perlón, O rlón , Lanital y Terileno,
N y l ó n .— El N ylón o Nailon es la más im p o rta n te d e las q ue se han d esc u b ie rto en esto s últim os años, a base del g ru p o de los m o d e rn o s p r o d u c to s plásticos-resinas sintéti cas. Esta fibra no es un p r o d u c to f o r tu ito , sino el resu ltad o de largas y concienzudas investigaciones p o r los quím icos de la casa £. J. D u Pont de Nemours, de N orte am érica , encam ina das a estud iar la com posición y e s tru c tu ra de las fibras na turales animales a las q ue s« ha tr a ta d o de im itar y hasta de perfeccionar. Las pro p ied a d es del N ylón son excelentes, pues se obtien en filamentos m uy finos con una resistencia su p erio r a la de la seda natural, y con una elasticidad v e r d a d eram en te grande, y una defo rm ación relativam ente p e queña. La principal aplicación h o y es para la fabricación de medias finas, (medias de cristal) pues tienen la ventaja de q u e no se defo rm an y se secan rá p id am ente al ser lavadas. O tra s apli caciones la co nstituy en, hilos de coser, encajes finos, su turas quirúrgicas y o tro s artículos en mezclas con o tras fibras. En los Estados U nidos se p ro d u c e n h o y más de diez millones de kilos de esta fibra, y en Inglaterra ha t o m a d o tam bién un auge extraordinario, a pesar de ser una fibra cara. El actual nivel de precios de la lana, ha sido el principal m otiv o del
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increm ento de esta p ro duc ción , p u e s to q u e m ezclándola co n la lana, ya no se tra ta de m ejorar las cualidades técnica* de la mezcla, sino más bien determ in a r hasta c u a n ta ca n tidad de nylón p u e d e añadirse sin d e stru ir el carác te r del tejido E sto dá idea de la im p ortan cia q u e en el porven ir p u e d e ten er esta fibra textil y es la industria d e la lana la qu e mejor se p ercata d e esto, pues ha d esc u b ie rto en las mezclas de lana y nylón un tip o de calidad más elevado q ue lo q u e se había esp e rad o , así co m o características q u e no se e n c u e n tra n en la lana pura.
P e r l ó n .—Antes de la últim a guerra m undial, se hicieron en Alemania esfuerzos para o b te n e r fibras análogas al nylón, pero q u e no infringieran las p a te n te s de éste. E stos trab a jo s se c o n tin u aro n d u ra n te la guerra, h ab ién d o se co n s e d u id o un éxito considerable con los polím eros, fo rm a d o s p o r la re a c ción de los isocianatos con dioles. La fibra o b te n id a era sem ejante al nylón, se hila de la misma m anera, los filamen to s recien hilados se estiran unas c u a tro veces, d a n d o una tenacid ad m uy grande. Pero d e b id o a su ta c to algo áspero, su aplicación principal ha q u e d a d o restringida para cerdas de cepillo.
O r ló n .—En diciem bre de 1948, fué anunciada p o r la du Pont u na nueva fibra. Se tra ta de u n a fibra de poliacrilo-
nitrilo cien p o r cien y se suele o b te n e r co m b in an d o acetileno y ácido cianídrico; se polimeriza con gran facilidad, b ajo la influencia de catalizadores. Sin em barg o, la transform ación en fibra es difícil, p ues el hilado en h ú m e d o o en seco necesita el uso de un disolvente, q ue d esp ués de m u ch o s trab a jo s se e n c o n tró el más ad e cuado. N o se tienen detalles suficientes so b re el p ro c ed im ie n to de hilado en h ú m e d o q ue está em pleand o la du Pont en u na fábrica en gran escala, q ue se p ensa b a ten er co m p le ta d a a fines del año 1950. Las pro p ied a d es generales del orlón son m u y parecidas a las del nylón. T iene gran resistencia a la tracció n en seco y en h ú m e d o , una gran duració n y gran flexibilidad; se seca ráp id a m en te y tiene aún m ay o r estabilidad q ue el nylón y posee gran resistencia a los ácidos, a los insectos, a la luz solar y a la acción de la atm ósfera.
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C o m o es co rrien te en to d a s las fibras hiladas en solución la sección transversal de las fibras de orlón, no es aproxim a d a m e n te circular, sino q u e se presenta en fo rm a de hojas d e trébol. Las fibras se asemejan a las fibras naturales, p o r estar co nstitu idas p o r una fu n d a o vaina externa, qu e c o n tiene peq ueñas acuolas llenas de aire. D e b id o principalm en te a esta e s tru c tu ra de sus fibras, el orlón posee una elastici d a d de volum en excepcional, siendo según se dice la fibra sintética q ue más se parece a la lana.
L a n ita l. — D u ra n te varios años se han h e c h o experim en to s, con el fin de o b te n e r una fibra a partir de proteínas na turales, fácilmente asequibles, q ue tuvieran p ro p ied a d es pa recidas a las de la lana. Incluso antes de la guerra, se p r o d u jero n cantidades considerables de fibras a partir de residuos de caseína, principalm ente el Aralac en E stad o s U nidos, el Lanital en Italia y la librolana en Inglaterra. En los E stad os U nidos, tam bién, se p r o d u c e una fibra se m ejante llamada la Vicara, basada en la caseína p roteín a que se ob tien e del maiz. La Imperial Chemicil Industries (I. C. I.) p r o d u c e una fibra de ca cah u e t regenerado, q u e se co n o c e con el n o m b re c o mercial de Ardil, T a m b ié n se han ensayado para este fin p roteín as o b te n i das de pescados, soja, harina de semilla de algodón, de trigo y de desperdicios de lana, pero hasta ah ora ninguna de estas fibras ha alcanzado desarrollo comercial de im portancia, ex c e p to el Lanital. El Lanital se d eb e a los esfuerzos del investigador italia no A ntonio Ferreti, el cual e n c o n tró la form a de la p re p ara ción de la caseína, para la fabricación de la fibra. La materia prim a es una caseína especial llamada textil, o b te n id a con el em pleo de m ayor ca n tid a d de ácido sulfúri co qu e de ordinario, para lograr su precipitación de la leche, d e b ién d o se hallar al mismo tiem p o exenta de grasa. D e cada h ec to litro de leche se obtienen tres kilos aproxim adam ente de caseína, con la cual p u e d e n fabricarse p o c o más de tres kilos de Lanital. El m é to d o de form ación de estas fibras consiste en di solver la caseína purificada en alcalí acuoso, hilar después en h ú m e d o en un b a ñ o cuagulante ácido, y luego tra ta r con
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solución acuosa de formal deido, aplicando un estirado en varias fases del p ro ceso , para o rien tar las moléculas en la dirección del eje d e la fibra El Lanital es blanco-am arillento, p u d ie n d o ser b la n q u e a do. La d e n sid ad p u e d e considerarse igual a la de la lana. El diám etro de las fibras (unas veinticuatro mieras, c o r re s p o n de al de una lana fina); su resistencia es algo inferior y dis m inuye en m ojado. Su com posición es casi idéntica a la de la lana, con la diferencia de c o n ten e r m enos azufre. Italia p ro d u c e actualm ente unos quince millones d e kilos anuales. En Suiza y o tro s m u ch o s países se d isponen tam bién a fa bricar esta nueva fibra.
T e r ile n o .— L z Imperial Chemical Industria (I. C. I.), anunció a fines del año 1948, una nueva fibra textil sintética, d eriva da del ácido tereftálico. El pro ced im ie n to de preparación consiste en calentar 7erejtalato de dinatilo con etileno glicol, de cuyos c o m p o n e n tes reaccionantes nace el n o m b re de Terileno. Las escamas o astillas fu ndidas q u e resultan, se hilan de m anera análoga a co m o se hace con el N ylón. Es u n a fibra cuyas características son similares al nylón, pero q u e la hacen más atractiva, d e b id o a su m ay o r resis tencia en h ú m e d o y seco, su resistencia a la luz, al calor y a los p r o d u c to s químicos. Adem ás, es fácil de tejerse y los tejidos fabricados con terileno tienen un ta c to más agrada ble q u e los de nylón. Sin em b arg o, el teñ id o y e stam p a d o ha d a d o lugar a m u chas dificultades, las cuales han sido resueltas en su m ay or parte, d e b id o a una serie de p atentes recientes de la I. C. I., en las cuales y p o r el uso de agentes de h in cham ien to, p u e de lograrse el teñ id o de esta fibra, que c o n stitu y e la última n o v e d a d en estos textiles sintéticos. En España no se ha h e c h o nada tod av ía en el cam po de este tip o de textiles sintéticos, si se e x c ep tú a la im portación de fibras ya hiladas, q u e tejidas con la m ay o r perfección, perm iten la fabricación de medias de la m ejor calidad y len cería fina, pero cuya tin tu ració n no está aun del t o d o r e suelta. R ecientemente, ha sido solicitada en España la a u to riz a ción de una nueva industria, destinada a hilar y fabricar
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to ta lm e n te en n u e s tro país la nueva fibra, siguiendo los m é t o d o s alemanes en lugar de los am ericanos. El p u n t o d e p a r tida seria el Jenol, o b te n id o de la destilación de la hulla, y del cual se p ro d u c e n en España cantidades, a u n q u e n o m u y a b u n d a n te s, p o r lo m en os suficientes. Parece qu e se m ontaría en La Felguera. R ecientem ente, se ha in fo rm ad o tam bién de u n a nueva fábrica para p ro d u c ir nylón en C ataluña, p o r m edio de la p a te n te du Pont, q u e está a p u n to d e m o n ta rs e a base d e una e m presa de cincuenta millones de pesetas. La facto ría se m o n taría en la costa, j u n t o al río T o r d e r a , y al fren te de la cual, c o m o fu n d a d o r, figura una firma textil m u y im p o rta n t e de Barcelona. D e sd e 1949 se han im p o rta d o en España un os 10.000 ki los anuales de nylón. Los precios han variado m u ch o , osci lando al re d e d o r de 400 pesetas el kilo. Y n o es d e esperar q ue al m eno s en b a s ta n te tiem po , im p o rta d o o p ro d u c id o aquí, p u e d a llegar en precios a c o m p e tir con la lana.
EPILOGO T o d a esta p o te n te industria textil de q ue hem o s h a b la do, se ve obligada, en algunas épocas, a llevar un ritm o lánguido de trabajo, d e b id o a las dificultades para la a d q u i sición de prim eras materias. Pues ya véis, en la lana som os deficitarios en ca n tid a d y so b re t o d o en calidades finas, y en algodón, aún tienen q ue pasar m uch o s años hasta q u e t e n gamos una p ro d u c c ió n de fibra n u e s tra de alguna con sid e ración en relación a n u estro con su m o . Si estas dificultades se logran vencer, co m o es de esperar, Contamos con los ele mentos necesarios para lograr q ue n u estra industria nacional sea ten ida en c u e n ta en el m u n d o textil, y sin aspirar a c o m petir en precios con o tras más p o te n te s , sí q ue p o d re m o s llegar a ser tenidos en c u enta en lo q u e a calidades, gustos y perfección se refiere. El conseguirlo está en vuestras manos. Tenéis los gan a dos y los terrenos para su s u s te n to y las tierras para su cultivo; hay q u e ex p lo tar unos y o tro s al máxim o d e rendi miento en ca ntidad y calidad, seleccionando científicamente los ganados, intensificando su p ro d u c ció n , ro tu ra n d o nuevas tierras y fertilizándolas con regadíos; apro v ech a n d o ta n to s ríos co m o s.e pierden en el mar. Pensad q u e las nuevas fibras artificiales, si bién h o y de m omento llenan un vacío y mitigan la falta de fibras n a tu ra les, tam bién es cierto q u e co n stitu y en un grave peligro para el fu tu ro de la p ro d u c ció n de textiles naturales, ya q u e las Industrias, si no disp onen de fibras naturales b astantes, y al encarecerse estas p o r su m ay o r d em an da, tienen q ue alimen tarse con las artificiales, q u e día tras día van to m a n d o ma-
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y o r incre m en to , así co m o el n ú m e ro de artículos q u e con ellas se fabrican. Y no perdáis de vista, q u e siendo los textiles sintéticos susceptibles de perfeccionam iento teó rico ilimitado, en el mismo grado q ue lo es la ciencia, es necesario q u e las mejo ras y perfeccionam iento de las fibras naturales co rran pare jas con los de las artificiales. H ay q u e estar m uy a ten to s a to d o s los descubrim ientos e innovaciones. N o atrincherarse en posiciones có m o d as y confiadas, p ués la vida es lucha, lo mismo en el terren o in dustrial q ue en el biológico. Yo teng o confianza en el resurgim iento industrial de n u estra provincia. C o n ta m o s para ello, además de los ele m entos naturales precisos, con el fa cto r hu m an o , los h o m bres de E x trem a d u ra, q u e fuera de su Patria supieron c o n quistar imperios. H o y , los im perios m o d ern o s que reclaman conquista, n e cesitan de h o m b res de trab a jo inteligente y viril, qu e sepan y quieran p o n er t o d o su esfuerzo y su entusiasm o al servi cio de su región. Y estos ciclos de conferencias tan ac ertad a m en te p r o m o vidos p o r el Seminario de Estudios Económ icos, de F.E.T. y de las J.O .N .S., sirven eficazmente para en cender ese e n t u siasmo y en cauzar inteligentem ente esos esfuerzos. Por creerlo así, e sto y esta no che entre v o so tro s, y con esta fé hice el estu d io q u e me encom endásteis, a te n to solo a c o n trib u ir al m ejoram iento econ óm ico de n u e s tra provincia de Cáceres, q ue es ansiar la p ro sp e rid ad de España.
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COMUNICACIONES, TRANSPORTES Y TURISMO, EN LA ALTA EXTREMADURA POR
Casto Góm ez Clemente In g e n ie ro de C am inos
f.xcinas. e l i t o . k u riik to . sÉiireii. camaradas: Es obligado en un cursillo so b re industrialización de la provincia el tem a de com unicaciones, tra n s p o rte s y tu rism o; aquéllos, co m o elem entos im prescindibles de to d a in d u s tria lización, y el turism o , co m o usuario, cada día más im p o rta n te, de las vías de com unicación y de los m edios de tra n s p o r te so b re ellas establecidos. Yo, señores, he ten id o el h o n o r de recibir el encargo de desarrollar este tem a, sin más m érito para ello, q ue h ab e rm e o c u p a d o d u ra n te m uch o s años de proseg uir la resolución de una mínima p arte de n u e s tro p roblem a de com unicaciones y tem o q u e mis palabras no estén a la altu ra de v u e s tro s m e recim ientos, ni destaq u e n la in du dab le im portancia, q u e este pro b lem a provincial tiene. D ecíam os, que las com unicaciones y tra n s p o rte s son ele m entos básicos de t o d a industrialización. U n a b u e n a re d de com unicaciones, so b re las q u e se han establecido unos a d e cu ado s m edios de tra n s p o rte , son el m ejor índice de in d u s trialización de un país o de una región. Se c o m p re n d e fácil m ente que, si una industria es, en definitiva, una instalación tran s fo rm a d o ra de p ro d u c to s , q u e p a rtie n d o d e u n o s —m a terias p rim as—o b tien e o tro s modificados, listos para el c o n sum o, existirán dos tran sp o rte s, el de las materias prim as a fábrica y el de p r o d u c to s fa b ricado s al m erc ad o , que, en g e neral, serán de distinta im portancia, pero, en to d o s los casos, el tra n s p o r te es un im p o rta n te s u m an d o en el precio del p r o d u c to industrial en el m erc ad o y, casi siempre, decisivo en el establecim iento de una in d u stria en un lugar d e t e r m inado. Así, pues, si unas b uen as y ab u n d a n te s vías de com u n i-
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cacidn y un ad e c u a d o sistem a de tra n s p o r te son el prólogo obligado de t o d o proceso d e industrialización, b u e n o será resum ir la historia del desarrollo de unas y o tro s , a p artir de la épo c a en qu e se inicia la industrialización, para probar, q u e n u estro retraso es consecuencia de la carencia de aque llos elem entos. Precisamente, coincide el auge de la era industrial con la co nstru c ció n sistem ática y técnica de las vías de co m u nica ción terrestre: carreteras y ferrocarriles.
C O M U N I C A CI 0I VEH Partim os, en este resu m en , del año 1850, en el q ue se t r a baja en n u estra provincia en la reparación y utilización de la ca rre te ra de M a d rid a P ortugal, p o r Badajoz, q u e se había iniciado en el reinado de C arlos IV. S eguidam ente, se c o mienza U de Trujillo a Cáceres. En u n o d e los p ro y e c to s de la ca rretera d e M ad rid a Portugal, se re su m e el p an o ram a económ ico-social de la provincia, en 1846, resaltand o có m o se había pasa d o de una provincia ganadera, donde una oveja tenía más privilegios cjue un hombre y los agricultores se veían obliga dos a cultivar solo las tierras malas cjue no querían los ganaderos, a un a u m e n to im p o rta n te de la agricultura, in c re m en tán d o se la p ro d u c c ió n de cereales, q u e no podían venderse, p o r q u e la falta de com unicaciones hacía im posible o m u y c o s to s o su acceso a los m ercados. En 1852, con m otivo de una grave crisis de subsistencias, se term ina la c o n s tru c ció n de la carretera d e Trujillo y se inician las de M érida y Salamanca. Pero, ya en este m o m e n to , hace su aparición un nu evo y revolucionario m ed io de tra n sp o rte , el ferrocarril, cargado de las más halagüeñas p r o mesas en velocidad y econom ía, y surge la d u d a de si d e b e n co nstruirse carreteras o ferrocarriles y, así, la ca rre te ra de M érida, q u e p o r cierto se c o n s tru y e con una fu e rte s u b v e n ción de la D ip utación provincial, no se sabe si, en definitiva, va a ser ca rretera o ferrocarril. Sin em bargo, la carretera, de co nstru c ció n más e c o n ó m i ca q u e el ferrocarril y cauce afluente de aquél, prosigue su m archa y, en la provincia, se con tin ú a la co n stru cció n de las líneas principales con b a sta n te actividad, term in án d o se , en lo q u e resta de siglo, la m ayor p arte de las incluidas c o m o
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de 1.° y 2.° orden, y sólo a falta de puen tes so b re algunos ríos principales. En 1900, el n ú m ero de kilóm etros de ca rre te ras co n s tru i das es de 1.000, poniendo en com unicación a 50 p o b la ciones. De 1900 a 1925, la c o n stru c ció n de ca rreteras sigue con más le n titu d y se co n stru y e n con más econom ía, p o r obli gadas disposiciones del G o b ie rn o del país, lo q u e conduce, necesariamente, a esas carreteras, q u e son, p o r su tra z a d o en planta, p o r sus num erosas curvas, la desesperación de los c o n d u c to re s de vehículos de tracción mecánica. En 1927, la re d de carreteras en la provincia alcanza la cifra d e 1.350 ki lóm etros. El G o b iern o de Primo de Rivera, con el C o n d e de G u adalhorce, intensificó la co n stru cción y se consigue q ue lle gue a realidad el p u e n te del T ajo en la carretera de Sala manca, que llevaba más de 60 años de espera. En 1930, el au m en to de la re d es y a im p o rta n te y q u e d a m u c h o p re p a ra d o , que ha de dar fru to s en los años siguientes. Así, en 1950, la red es de 1.780 kilóm etros y com unica 98 pueblos. La con stru c ció n de caminos vecinales com ienza con el siglo actual, prim ero, m ediante co n tra to s del E stad o con las D iputacion es, q u e en la provincia dan p o co s frutos. Se en carga, po sterio rm e n te , de su co n stru cción el E stado, que lo hace m ediante con cursos e n tre A yun tam ientos. Poco éxito tuv iero n estos concursos en la provincia, a pesar de su la m entable e s ta d o de incom unicación y, en algunos casos, se perdió p arte de la asignación, de lo que o tras provincias, co m o Salamanca, se aprovecharon , increm en tan d o grandem en te su re d de caminos vecinales. Y así sucedió, que, cuando en 1925, se trasp asó este servicio a las D ipu taciones provin ciales, la de C áseres no p u d o recibir más q ue 240 kilómetros y Salamanca co n ta b a con más de 1.200. C o n las subvencio nes co ncedid as p o r el E stado, la D ip utación provincial inició la m archa y, en 1930, tenía 413 kilóm etros d e caminos term i n ado s, elevándose, en 1950, a 1.315 y, co m o los construidos p o r el E s tad o son de estos 191, po r h ab e r ten id o q ue d ev ol ver la D ipu tación 52 kilóm etros, se han co n stru id o p o r la C o rp o ra c ió n 1.124 kilóm etros, q u e d a n d o p o r com unicar 6 municipios, la m ay o r p arte de escasa im portancia y algu nos anejos, especialm ente en la región hurdana. El p asado año 1948, se celebró en n u estro país el cente nario del p rim er ferrocarril: el de Barcelona a M ataró. Siguió
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a este el de M adrid a Aranjuez, in augurado en 1851. D e s pués, de estos prim eros tan teo s, la co n strucció n de fe rro c a rriles y, so b re to d o , la concesión ad quiere una velocidad de vértigo, p o r considerarse este m edio de tra n s p o r te co m o el m ay o r negocio industrial de aquel presen te y fu tu ro . Apli cando la n o rm a general establecida para las carreteras, se inició la co n strucción de los ferrocarriles radiales. E ntre es tos, figuraba el d e unión de M a d rid con Lisboa con d o s c o n cesiones: M ad rid a M alpartida d e Plasencia y M alpartida de Plasencia a M o n fo rtiñ o . D e estas concesiones com en z ó a co nstruirse la de M ad rid a M alpartida, p o r la C o m p añ ía q ue dirigía el M arqu és de Salamanca. Esta com pañía q u e b ró , sin p o d e r term inarla, au n qu e en c o n trá n d o s e las obras casi c o n cluidas. Por o tra parte, se había o b te n id o una concesión de ferrocarril de C áceres a la fro n te ra p o rtu g u e s a , con o b je to de tra n s p o r ta r al p u e r to d e Lisboa los fosfatos cacereños, cuyas minas se co nsideraban las mejores del m u n d o , y, ta m bién, se había d ispuesto la s u b a s ta con subvención, para c u brir el déficit previsible de estos ferrocarriles, m enos im p o r tantes, de las líneas de M éiid a a M alpartida de Plasencia, p o r Cáceres, y d e M alpartid a d e Plasencia a Salamanca, p o r Béjar. C o m o resu ltad o de t o d o esto y bajo los auspicios de M o re t, se c o n s titu y ó la C o m p añ ía de M ad rid-C áceres-P o rtugal, q u e term inó la línea d e M ad rid -M alpartid a, M alpartid a-C áceres y A rro yo a la fro n te ra portugu esa. En 1881, SS. M M . los Reyes de España y P ortugal inauguraron la lí nea de M adrid a C áceres y fro n te ra portug uesa. Algunos años después, hacia 1896, se com p letó la de Plasencia a Salamanca y se co n s tru y ó y exp lo tó , d e sp u é s, p o r M. Z. A. el tr o z o Aljucén-Cáceres. El to ta l de kilóm etros d e estas líneas es de 325 y c o m u nican 19 poblaciones (a m enos d e 3 kilóm etros de la línea). D e sp u é s de esto s ferrocarriles, t o d o se q u e d ó , ya en el siglo actual, en p o c o más de p ro yecto s. Así, el incluido en los viejos planes de Medellín a Miajadas, no llegó a c o m e n zarse; el de C áceres-Trujillo-Logrosán, q u e se concedió a una C o m p a ñ í a Francesa, solam ente se iniciaron las obras. Los ferrocarriles secundarios del valle del Tiétar y de Río T ajo a C iu d a d R odrigo, no pasaron de l o s p ro y e c to s y , en resumen, en los últim os 50 años no se ha p u e s to en e x p lo ta ción ni un soto k ilóm etro de ferrocarril. El G o b ie rn o de! G eneral Prim o de Rivera, con el C o n d e G u adalhorce, estableció un plan de ferrocarriles de urgente
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con stru c ció n , d o s de los cuales afectaban a n u e s tra p ro v in cia. U no, el de T alavera de la Reina a Villanueva de la S ere na, se co n s tru y ó en b uen a p arte y, co m o sabéis, de la sec ción Villanueva de la Serena-Logrosán, está term in ada la in fraestru c tu ra, falta n d o la vía y balasto, p o r lo q u e es de j u s ticia su ultim ación, tan p ro n to lo perm itan las circunstancias de disponibilidades de carriles, co m o lo están reclam ando el Excm o. Sr. G o b e rn a d o r civil y A u to rid a d e s Provinciales. El seg un do p ro y e c to era el de Plasencia a Castello-B ranco, una resurrección del d e M alpartida de Plasencia a M onfo rtiñ o , a q u e antes nos hem o s referido. La idea de e s ta b le cer la com unicación de ferrocarril de M ad rid a Lisboa p o r M o n fo rtiñ o o Castello-Branco es tan vieja co m o los p ro p io s ferrocorriles y re s p o n d e a q u e la top og rafía del te rren o p e r mitiría un m ejor tra z a d o y acortaría el reco rrid o to ta l de la línea. D e este ferrocarril se estu d ió el p ro y e c to y se inició el rep lan teo, p ara p ro c e d e r a la s u b asta de las o b ra s, en cu y o estado d u erm e desde aquella épo c a (1930). A p arte de las ventajas de carác te r general, este ferrocarril re p o rta ría g ra n des beneficios a la provincia, especialm ente, si en vez de t e ner su origen en la estación de Plasencia-Empalme, h u biera servido para incluir a Plasencia en la línea general y *u t r a z a d o se h u b ie ra hecho p o c o al N o r te de C oria, con lo q ue sería la solución ideal para las zon as d e riego de Borbollón y G abriel y Galán. D espués de este, obligadam ente breve, resum en histórico de las vías de com unicación te rrestre en la provincia hasta el m o m e n to actual, con su im prescindible rosario de cifras, es el m o m e n to d e establecer un balance de situación. Resulta de lo e x p u e sto , que el au m en to de la re d de carreteras, a p a rtir d e 1850, fué im p o rta n te en cifra y q u e se c o n s tr u y e ro n hasta finalizar el siglo 1.000 kilóm etros de carreteras p rin cipales con gran am plitud de criterio, a lo qu e c o n trib u y e ro n de m o d o especial los Ingenieros de C am inos, cacereños de nacim iento o adopción, señores Millán, Palacios, C astellano y M ateos. Los prim eros 25 años del siglo n o re sp o n d ie ro n a los anteriores, aum en tá n d o se principalm ente la re d d esd e 1927. R especto a los cam inos vecinales, el j u m e n t o im p o r tan te co rre s p o n d e a los últim os 25 años con una lo ng itu d de 1 000 kilóm etros. Si co m p a ra m o s estas cifras con las de o tras provincias españolas, se obtiene q ue, en lo ngitu d to ta l de carreteras, figurábam os en 1940 con el n ú m e ro 11 y co n el 7 en cam i
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nos vecinales. En cifras relativas, en relación con la e x te n sión superficial de la provincia, las cosas em p eo ran y hay q u e c o n ta r p o r la cola, figurando los te rc ero s en ca rre te ra s y cam inos vecinales con 0'150 k iló m etros p o r k ilóm etro s c u a d rad o s, mientras Salamanca, p o r ejem plo, tiene 0'254, casi d o b le q ue noso tro s. En ferrocarriles, so m o s los últim os en lon g itu d to tal y p o r k ilóm etro c u a d ra d o , siendo esta úl tim a cifra de 16 m etro s p o r kiló m etro c u a d ra d o y q u e tr i plica Salamanca. Se vé, pués, a u n q u e sea b a s ta n te lo co nsegu ido y no es poco, q u e la casi to ta lid a d d e los p u eb lo s disponen ya de al m enos un camino vecinal q u e les p erm ita el acceso de vehí culos de m o to r, haciendo posible el tra n s p o r te de m u c h o s p ro d u c to s , q ue antes se perdían o no tenían valor, p o r la im posibilidad de tra n s p o rta rlo s ec on óm ic am ente a los ce n tro s consum idores; si está m u y avanzada la re d de c a rre te ras principales, cuya term inación p u e d e ser cosa de p o c o s años, aún q u e d a en pié el p ro b lem a de com unicaciones e n tre pueblo s y el de com unicaciones transversales e n tre c a rre te ras, q u e exigirá la con stru c ció n d e más de 1,000 k iló m e tro s de caminos vecinales o carreteras de m o d e s ta s característi cas, q u e co m p leten la re d provisional. Y h a b r á q ue pensar, tam bién, en el increm ento de ca rreteras y puen tes, q ue exija la puesta en cultivo de las zonas regables, cu y o principio parece inm ediato. R especto a ferrocarriles, el c u a d ro es desolador; no es lo malo q ue ten gam os p o cos, sino q ue, adem ás, están mal s itu a dos, llenos de em palm es y retrocesos, q u e alargan innecesaam ente los recorridos. C o n s tru id o s co n gran escasez de m edios, ni su tra z a d o , ni su perfil, c o r re s p o n d e n a vías p rin cipales. E nm en d a r esas to rc e d u ra s d e b e ser m otiv o de c o n s tan te preocu p ac ió n p ara la provincia y, en ese sentido , la co nstru c ció n del ramal Cáceres-Perala, c o n s titu y e una p r i mera e tap a interesante, para suprim ir el em palm e de A rro y o . T am b ién , facilitará esta o b r a las com unicaciones N o rte -S u r, por el O e s te de España, p re p a ra n d o la conexión de las gra n des zonas regables de la vertiente atlántica con ce n tro s en Sevilla, Badajoz, T a jo (en la provincia) y D u e ro . R especto a la c o n s tru c ció n de los ferrocarriles de Plasen cia a Castello-Branco y T alavera a Villanueva de la Serena, ya h em os h echo antes co m p le to resum en. N o seríamos sinceros, si, co n tin u a n d o en estas c o n s id e raciones s o b re ferrocarriles, hiciéram os con c eb ir esperanzas
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s o b re la ejecución de o tro s ferrocarriles de m e n o r i m p o r tancia. Ni la técnica, ni la econom ía, ni la política asesorada p o r ellas, parecen dispuestas en u n f u t u r o in m ed iato a c o n tin u a r la ejecución de esta clase d e obras, desp ués de la ex periencia ad q u irid a de los p ro greso s del t ra s p o r te p o r c a rre te ra y, en definitiva, de la grave crisis p o r q u e atraviesa el fe rrocarril. S o b re la posible su stitución d e esto s ferrocarriles, volverem os a insistir más adelante. Y para term in ar con las vías de com unicación, solo nos resta destac ar la im portancia, qu e su e stad o de conservación tiene, en su b u e n re ndim iento y en la efectiva econo m ía de los tran sp o rte s. P or lo q u e se refiere a las carreteras, la crea ción p o r el G o b ie rn o del Plan de m odernización de c a rre te ras p ro d u c irá efectos m u y visibles y rápidos, no solam ente so b re la red principal, sino en to d a s las carreteras. Respecto a los caminos vecinales, la D ip u tació n provincial y el Estado p ro v e erá n los m edios necesarios para conseguir, co m o ya se ha iniciado, q u e su e stad o d e conservación sea el q u e c o rre s p o n d e a estas m o d estas vías.
TRANSPORTES Ya nos hem os referido antes al lam entable e stad o de los tra n s p o rte s , en 1846. La dificultad de llegar a los m ercados con el e x c ed en te de p ro d u c c ió n de cereales, q u e existían en la provincia, y, p o c o después, con sus minerales de fosfo ri tas, hicieron pensar, una vez más, en utilizar el T a jo co m o vía fluvial de tra n s p o rte . C o n este o b je to , se inició la c o n s tru c c ió n del p u e r to fluvial de H errera, q u e tu v o su principal aplicación en el tra n s p o r te de cereales para la guerra de C ri mea, y la ca rretera de C áceres a H errera, q ue hoy, en su m ay o r parte, form a la de Valencia de Alcántara. El tra n sp o r te fluvial de los minerales de fosfatos, llegó a hacerse d esde A lcántara y aún q u ed a n , en las p rox im idad es del p u e n te r o m ano, vestigios de los rústicos muelles d e em barqu e. El fe rrocarril hizo desa p are cer este tra n s p o r te fluvial y, p o r el carácter aleatorio actual de este m edio de tra n s p o rte , no será o b je to d e más com entarios. La co n stru c ció n de ca rreteras m ejoró sensiblem ente e! t r a n s p o r te en las zon as afectadas, d ánd ole c o n tin u id ad y econom ía, p o r perm itir vehículos con m ayores cargas y a u m en tar la velocidad. Pero, a largas distancias, resultaban ca ros, g ravan do excesivam ente los p ro d u c to s d e bajo piecio, m u ch o s de ellos, ca rb ó n , corcho, leñas, etc., típicos de la provincia. Adem ás, aquellas prim eras carreteras eran simples líneas con escasos enlaces y, fue ra de ellas, los m ism os d e s d ic h a dos cam inos y sendas de siempre. Así, lo co m u n ic a d o era poq u ísim o , lo incom u n icad o era t o d o . ¿ C ó m o se p o día, en estas condiciones, pensar en el establecim iento de una i n
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dustria, si solam ente el tra n s p o r te de una pieza pesada de m aquinaria era un p ro b lem a tan difícil y costoso? La p u esta en servicio de los prim eros ferrocarriles hizo abrigar grandes esperanzas, q u e se convirtieron en realidad d o n d e llegó a establecerse una aceptable red ferroviaria. Más p ro n to se vio, q ue los ferrocarriles exigían cuantiosos capitales y q u e el tráfico no podía re sp o n d e r en algunas z o nas, no preparadas, a los gastos realizados. Además, al ferrocarril había q ue llegar y ya estaba in te r pu esto, otra vez, el ca rro m ato y la recua en el proceso del tran sp o rte . Se estableció, así, una gigantesca diferencia entre los pu eblos servidos p o r ferrocarril y los dem ás. Aquellos, con m edio de tra n s p o rte s regular y eco nóm ico y los o tro s irregular y co sto so . La industria, q ue tu v o su principal asiento en las costas, para p o d e r servirse del b arco , el me dio de tra n s p o r te más económ ico, va calando en el país y se establece en las márgenes del ferrocarril. En n u estra provin cia, tan p o c o industrial, asoman b ro te s , en Hervás, en los cultivos especiales de Aldeanueva del C am ino y de Casas del M onte; en la creciente industrialización de Plasencia y en Cañaveral, to d o s al lado del ferrocarril. La m ejora del tra n sp o rte p o r carretera c o n s titu y e una preo cup ació n sin solución, en aquel e stad o de la técnica. Los in ten tos de hacerlo con vehículos de vap or, u n o de los cuales se estableció entre Coria y Cañaveral (1904), fracasa ron. Era necesario el perfeccion am en to del m o to r de explo sión y del vehículo de carretera y este perfeccionam iento es ya de n u estra época. R especto al tra n s p o rte p o r ferrocarril, qu e se sale fuera de los límites de lo provincial, para con stitu ir un problem a nacional, solam ente h em os de decir q u e es el más econó m i co, regular y organizado de los tra n sp o rte s públicos terres tres, qu e su disfrute constituye una situación de favorable excepción que, desgraciadam ente, com o ya repetid am en te hem os señalado, afecta d irectam en te poco a la provincia. Es más sencillo y p ro d u c tiv o , entre los tra n s p o rte s por carretera, el de viajeros y, con este o b je to , se inician las pri meras líneas con auto b u ses, allá p o r el año 7. Los prim eros ómnibus m atriculados en la provincia fu eron los C C - 8 y 9 por A rtalcitia Sánchez y C ortés, de Trujillo, en 1907, para esta blecer servicio público de viajeros T rujillo-Cáceres y Navalmoral. Los establecen los concesionarios de C orre os. T e r m i nada la prim era guerra euro pea, se van ex tend ie nd o y, en
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1924, se reglam enta p o r prim era vez su concesión, con régi men de exclusivas. Las líneas p o dían ser de viajeros, m ercan cías o mixtas. Al am paro de esta legislación, se solicitó un im p o rta n te n ú m e ro de líneas de viajeros y algunas de m erc an cías y, en realidad, las grandes líneas actuales tienen su o ri gen en dicha reglam entación. El in cre m en to y m ejora de las carreteras favoreció el au m en to en capacidad y n ú m ero de estas líneas y, así, la term inación del p u e n te del T ajo, en la carretera de Salamanca, amplió y consolidó las establecidas desde la zona N o r t e de la provincia con la Capital y que, hasta ento nces, había vivido aislada de ella. Cáceres, Capital, deb e al tra n s p o r te de viajeros p o r carretera más del 90 p o r 100 de su progreso en los últim os años. En 1929, pasaron a d e p e n d e r los tra n sp o rte s p o r carreteta del M inisterio de F o m e n to , único c o m p e te n te en su c o n cesión e inspección. En 1930, hab ía 1.287 kilóm etros de líneas de tra n s p o rte de viajeros p o r carretera, o sea, cu a tro veces m ay or q u e el de kilóm etros de líneas p o r ferrocarril, y com u nicaban 78 pueblos; tenien d o en c u e n ta los com u n ica d o s p o r fe rro c a rril, resultaba sin com unicación más de la m ita d de la p r o vincia. La paralización de to d a iniciativa económ ica, que p r o d u jo la desastro sa política republicana, causó esto s mismos efectos so b re los tra n s p o rte s y no a u m e n tó el nú m ero de líneas d e viajeros, h asta que, term inada n u estra gloriosa G uerra d e Liberación y pese a las dificultades nacionales e internacionales, se fué norm alizando la vida nacional y se sintió segura la iniciativa privada. D e b id a m e n te en c au za da ésta p o r la Jefatu ra de O b ra s Públicas, se ha conseguido un im portante au m en to en las líneas de viajeros, q u e sum an hoy 1.822 kilóm etros, con au m en to de 535, y que, teniendo en cue nta la m ultiplicación de servicios, q u e en algunas lle nan a seis circulaciones, rep resentan un reco rrid o diario de 4.423 kilóm etros, cifra que, p o r sí sola, justifica la im p o rta n cia de esta clase de tra n s p o rte s en la provincia. Los pueblos com unicados p o r este m edio son 153. D e D iciem bre de 1947, es la nueva Ley de ordenación de l.os tra n sp o rte s mecánicos p o r carretera, y de D iciem bre de 1949, su Reglamento. P o r estas disposiciones se conseguirá llevar a ca b o una revisión de to d o s los servicios existentes y t-ncauzar la concesión de los nuevos. A cogiéndose a estas disposiciones, se prevee la concesión
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de otras líneas de viajeros, q u e increm entarán las actuales en más de 500 kilóm etros y servirán o tro s 24 pueblos. D e to d o s m o d o s, q u ed arán sin com unicación unos 50 Municipios, t o d o s ellos, salvo 9, d o ta d o s de caminos vecina les, o sea, con posibilidad de q u e llegue hasta ellos una línea de tra n s p o r te de viajeros, au n que no sea de circulación d ia ria. La legislación actual p erm ite resolver esto s p roblem as, bien m ediante concesión de subvenciones p o r el tra n s p o rte del co rreo , bien con la im plantación de servicios m ixtos de viajeros y mercancías, pero, además, en te n d e m o s q ue a la D iputación provincial, p o r p re cep to s de la nueva Ley de Régimen Local, y a los A y un tam ientos c o rresp o n d e a y u d a r a la resolución de cada caso, favoreciendo la iniciativa p a rtic u lar, incluso con subv enciones com plem entarias o gestionan d o la concesión de vehículos para los concesionarios, de m o d o a conseguir, q ue to d o s los pueblo s de la provincia, a los que se les ha d o ta d o , o se d o te, de un camino vecinal, tengan, tam bién, su servicio regular de viajeros. Respecto a los precios de tra n s p o rte resultan —incluidos im p u e s to s —com parables y aún más bajos en sus valores má xim os y m edios con los de ferrocarril, si bien no sucede lo mismo con los mínimos, q u e superan a los de éste; extrem o m u y interesante y q ue debía corregirse, aún a costa de los precios en clases sociales ec onó m icam ente más débiles, que en nuestra provincia form an, desgraciadam ente, la gran mayoría. La industria del tra n s p o rte de viajeros p o r carretera está, pués, b a sta n te desarrollada en la provincia y se ejerce p o r la iniciativa p articu lar de em presas, varias de ellas de im p o r tancia, que, en to tal, c u e n ta con 100 vehículos, cada día más capaces, con fo rtab les, de m ejor presencia y q u e perm iten ve locidades comerciales com p arables a las del ferrocarril. El capital to tal de estas em presas p u ed e cifrarse en unos 80 mi llones de pesetas. El tra n s p o r te mecánico de mercancías p o r carretera tiene su origen en época un p o c o p osterio r del de viajeros. El pri m er camión m atriculado en la provincia fué el C C -75, en 1917, un Hispano Suiza d e la S. H. de Mirat. El segundo, C C -83, en 1918, o tro Hispano, de los Señores C hu eca y Marroquín; el tercero, C C-100, un D ion Bouton, de Valencia de Alcántara, q u e funciona en la actualidad. Poco a p o co, el n ú m ero de camiones con m o to r de gasolina va au m en ta n d o . Ya hem os dicho, que, al am paro del D e c re to del 24, se solicita! on líneas de tra n s p o rte de mercancías p o r carretera
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con exclusivas. Estas concesiones no llegaron a otorgarse, sin d u d a p or las dificultades q ue se preveían, y los perjui cios q u e se podrían ocasionar al interés público con el m a n tenim iento de exclusivas, dadas las características de indivi dualism o y movilidad, q ue son esenciales en el tra n s p o rte p o r camión. Así pues, no han existido nunca líneas de servi cio público para el tra n s p o rte de mercancías con exclusivas o sin ellas. El c o n stan te y excepcional perfeccionam iento de los v e hículos de m o to r de explosión y el extra ord in ario au m en to de pro du c ció n de los mismos, p o r la industria am ericana principalm ente, se tra d u c e en un increm ento del n ú m e ro de camiones en circulación en la provincia, que, en 1930, alcan zaron la cifra de 300, con una capacidad aproxim ada de tra n s p o r te de 600 toneladas. En su m ay o r parte, son veh ícu los de servicio público sin horario ni itinerario fijos y su e x plotación p ro d u jo una v erdadera revolución en el tra n s p o r te en la provincia, re d uciend o precios y favoreciendo el in te r cam bio de p ro d u c to s . T ra s la inevitable crisis, p ro d u c id a p o r n uestra guerra y la m undial, este género de tra n s p o r te se va rehaciendo y en la actualidad se calculan en 600 los cam io nes en circulación en la provincia, con una capacidad to tal de carga de 2.400 toneladas, reflejando estas cifras el ince sante au m en to de capacidad de los vehículos, con los q u e se llega h o y día a 30 toneladas para los co n ju n to s de vehículo tr a c t o r y rem olque. El establecim iento de esta clase de industria es tan fácil que, p o r exigir solam ente dispon er de un camión, está al al cance de m o d e s to s em presarios, que, ú nicam ente p o r las cir cunstancias actuales, encuen tran dificultad para la ad q u isi ción de estos vehículos. Así, se multiplican los em presarios d edicados a esta industria o transportistas, que en m u ch o s ca sos disponen de un solo vehículo y el p rop io em presario es el c o n d u c to r y adm inistra su industria, lo q u e p rodu ciría n o table econom ía en el coste del tra n s p o rte y podría tra d u c ir se en beneficio general, si no tuviera la co n tra p a rtid a de a u m en to im p o rta n te en los gastos de reparación de los ve hículos p o r no d ispo ner de talleres p ropios, q u e tan m o d e s tas ind ustrias no p u ed e n sostener. M as estos servicios, p o r su carácter discrecional, no tie nen obligación de tra n s p o r ta r las mercancías de zonas o lí neas determ inadas, ni existen en tre ellos conexiones de cla se alguna.
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Ya hem os dicho que, a partir de la co n stru cción de los ferrocarriles, se establece una m arcada diferencia entre las poblaciones q u e gozan o no d e las facilidades de tra n s p o r te, qu e aquél p ropo rcio n a. Estas facilidades se refieren, en prim er lugar, a una gran ec onom ía del coste, pero hay que te n e r en cuenta, tam bién, las derivadas de la organización del tra n s p o rte , q ue el ferrocarril representa. Resulta, en efec to , que, d e n tro de la red ferroviaria, ha sido posible, d esde el prim er m o m en to : 1.° tra n s p o rta r de un p u n to a o t r o cual quier género d e mercancía, ind epen d ie n te m e n te d e la c o m p a ñía de la re d e incluso de la clase de ferrocarril; 2.° co n o c er c o n e x a ctitu d y garantía de permanencia el coste del tran s porte; 3.° d isp oner de tarifas especiales, según las carac te rísticas de la mercancía. En cam bio, con la anarquía q u e reina en el tra n s p o rte de mercancías p o r carretera, conseguir trasladar una mercancía de una población a o tra no servida p o r ferrocarril o de una servida p o r él a o tra q u e no lo esté, es un p ro b lem a en el q u e intervienen el azar y las más peregrinas circunstancias, q u e p u ed a n imaginarse. S u pongo, q u e t o d o s hem os p o d id o c o m p ro b a r este h e ch o en la provincia para el envío desde un simple p a q u e te a volum inosas y pesadas expediciones, au nq ue estas últimas, tengan la solución de hacerlo con un tra n s p o r te de vuelta p e rd id o , es decir, dup licando el coste. Para aliviar.estos males, se han creado p o r la R.E.N.F.E. los d eno m in ado s despachos centrales o auxiliares, establecidos m ediante concesión de ella en poblaciones alejadas del fe rro carril, d esde las cuales, se p u e d e n expedir o recibir m ercan cías en conexión con la red ferroviaria nacional u o tro s des p ach os auxiliares. O n c e son los establecidos en la provincia, de los que, d ed u c id o s los realm ente d esp ach os centrales en Cáceres, Plasencia y Valencia de Alcántara, q u ed a n och o pueb los con este servicio y son: Trujillo, Jaraíz, Aldeanueva de la Vera, Jarandilla, Villanueva de la Vera, Moraleja, T o r navacas y M o n tan ch e z, q ue gozan de los beneficios del tran s p o rte general p o r ferrocarril; y obsérvese, q ue to d o s estos pueblo s con despacho central son pueb los industriales. Sin em bargo, los despachos centrales no resuelven ta m p o c o el pro blem a, pues a más de no p o d e r facturarse la m e r cancía a cualquier p u n to , ni siquiera p u ed e n hacerlo desde o tro p u n to en ru ta. La organización, pues, de este sistema es elemental y d esd e el p u n to de vista del ferrocarril, no
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hay o t r o interés, q ue facilitar ligeramente la afluencia de mercancía al mismo, p ero sin tra ta r de e n tra r en el fo n d o del p ro b lem a del tra n s p o r te d e mercancías de las zonas alejadas de aquél. N a tu ra lm e n te , este p roblem a tiene distinta gravedad, se gú n las características d e cada provincia, siendo m ay o r en las que, c o m o la n uestra, es de las de m a y o r extensión s u perficial y la de m eno r longitud de ferrocarril. Y así tenem o s zon as con distancias medias de más de 50 kilóm etros al fe rrocarril y máximas q u e se aproxim an a los 100 kilóm etros. A dm itiendo, p o r térm ino medio, q u e la relación del coste del tra n s p o r te carretera-ferrocarril sea de 4, las distancias virtuales —en unidades de tra n s p o rte p o r ferrocarril serían de 200 a 400 kilóm etros, gravando co n siderablem en te los precios de ¡os p r o d u c to s en los m ercad os nacionales. T o d o lo e x p u e sto prueba, q u e no sería posible in ten tar resolver el p ro blem a de la industrialización de la provincia, sin atacar este prim ordial de los tra n s p o rte s de mercancías p o r carretera. Para ello se dispone de una aceptable re d de carreteras y caminos vecinales, y so b re t o d o , de un p erfec cionam iento de los m o d ern o s camiones d e gran capacidad de carga, q u e perm ite lograr uno s precios de tra n s p o rte de la to nelad a -k iló m e tro , com p arables con los del ferrocarril, c u a n d o el ap rov ech am ien to de la cap acidad de carga es acep table. La dificultad está solam ente en la organización de e s to s servicios. Lo posible y eficaz parece ser la organización en zonas, cuy o s ejes sean las carreteras principales, q u e si guen sensiblem ente los tra z a d o s de los antiguos ferrocarriles com plem entarios, q u e no han llegado a construirse, con las variaciones a que p uedan obligar las actuales directrices de tráfico local y comarcal, y ramificando d esd e estos ejes los servicios, para hacerlos llegar con period icid ad variable a los más ap a rta d o s pueblos. Estas zonas estarían co nectadas con el ferrocarril y en tre sí, lo q ue permitiría generalizar al m á ximo el servicio. La m ay o r dificultad de esta organización consiste en la necesidad de d o ta r a la zo na de las instalacio nes fijas, estaciones, almacenes, p arq ues, etc., para la r e c e p ción y en trega de las mercancías, lo q ue eleva los gastos de establecim iento; de to d o s m o d o s, son éstos m uy inferiores a los necesasios para el establecim iento de nuev o s ferro ca rri les y despreciables, c o m p a ra d o s con el beneficio general, que p o d ría o btenerse. Sin em bargo , es previsible q ue por esta causa no sea el p roblem a a b o r d a d o d irectam ente p o r la ini
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ciativa privada, q ue necesitaría, al menos, d isp oner en form a e co nóm icam en te aceptable de esos elem entos fijos para p e n sar en efectuar la explotación de estos servicios de zonas. C o m o prim era aproxim ación, cabe pensar en el estableci m iento de o c h o zonas provinciales con ejes en las carreteras de Alcántara, C iu d a d Rodrigo, Plasencia a la Alberca, Valle de Plasencia, Vera, Trujillo-N avalm oral, Logrosán y Miajadas. C o m o estos servicios no deberían explotarse en régimen de exclusiva, p odrían existir los discrecionales, a u n q u e no con la im portancia relativa actual. N o p u e d e ser o b jeto de esta charla fijar los detalles de una organización de este tipo y solo q u erem os insistir en qu e se tra ta de un pro blem a provincial, cuya resolución d eb e acom eterse p o r n o so tro s, solicitando la ay ud a estatal, que obligadam ente habría de ser propicia a tan im p o rta n te o b ra y ju sta petición. A y uda legislativa en p rim er térm in o, pues la vigente, imprecisa, no abarca este com plejo pro b lem a , q ue es urgente resolver en las provincias españolas mal d o ta d a s de ferrocarriles y de gran extensión superficial; y ayud a m a terial tam bién, co m o m erecida re co m p ensa a la callada re signación de los q ue han sabid o vivir so briam ente y sin los medios necesarios para desarrollar su p o ten cia económica. N o so tro s, p o r n u estra parte, no d eb e m o s olvidar que, sin solucionar este p roblem a, al m enos en las zonas en las qu e la industrialización tiene más posibilidades, no p o d r e m os dar un paso p o r ese camino.
TURISMO Ya h em o s d icho, q u e el tu rism o encaja p e rfec ta m e n te en este te m a p o r su estrecha relación con las com unicaciones y tra n sp o rte s, y añadim os a h o ra , q u e tam b ién en tra de lleno en el o b jetivo principal de este cursillo, p ues el tu rism o es base de florecientes industrias en las zonas en q u e alcanza amplio desarrollo. Es o b je to del tu rism o satisfacer esa curio sid ad especial del h o m b r e culto, q u e am a la em oción estética y q u e la b u s ca en las variadas form as y lugares, siguiendo sus aficiones más queridas y sacrificando p ara ello p a rte de su recurso. Se sigue d e aquí, q ue la p rim era exigencia del turism o es la de d isp o n er de m edios d e com unicación, p o r los q u e llegar h a s ta los lugares apetecido s y, co n se cu en tem e n te , d e los aloja m ientos necesarios para su estancia: y u n o s y o tro s, h a b rá n d e reun ir las condiciones, q u e perm itan satisfacer las n ece sidades, q u e resp ecto a ellos, h a de te n e r t o d o h o m b r e culto y en holgada situación económ ica. N a tu ralm en te, la prim era exigencia es p o seer lugares t u rísticos y de su existencia en la provincia n o es p recisam en te a tan selecto au d ito rio a quien h a b r á q u e inform ar. P ero es que, adem ás d e to d o s esos m o n u m e n to s artísticos, co n ju n to s m o n u m entales o lugares d e evocación histórica, q u e, c o m o el singular p u e n te ro m a n o de A lcántara o la C ated ra l de Plasen cia, los M o nasterios d e G u a d alu p e y Yuste, los co n ju n to s de Cáceres, Trujillo, etc. etc., la provincia p osee una e x tra o rd i naria v ariedad de paisajes y bellezas naturales, de regiones típicas, q u e es pena q u e no p u ed a n esta r a disposición del turism o : El valle de Plasencia, la V era, la z o n a de Hervás, los oasis de Sierra de G ata, la original top og rafía d e la zo na de la Villuerca, tienen belleza s o b ra d a p ara atraerlo. T a m bién p o seem o s vías de com unicación, q u e perm iten la visita de esos lugares y, re sp ecto a su e s ta d o , ya h em os h e c h o las o p o r tu n a s consideraciones. La falta de tu rism o no será p o r
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estas causas. El p ro b lem a fu n d a m e n tal para el desarrollo del tu rism o en la provincia es la falta de ad e cuad os hoteles, p a ra el alojamiento de los turistas. S abem os q u e esta cuestión es o b je to de p re o cu p ac ió n incesante p o r p a rte de la J u n ta Provincial de T u ris m o y que, gracias a su persistente ges tión , se h a conseguido q u e este p r o b k m a h aya t o m a d o e s ta d o de opinión pública. La C aja d e ah o rro s de Plasencia ha ten id o en este sentido la plausible iniciativa de c o n stru ir en su nuev o edificio social un am plio ho tel, p róxim o a in au g u rarse, de capacid ad suficiente para q u e p u e d a afirmarse q u e resolverá el p ro b lem a del turism o en dicha C iu d ad . T am b ién va p o r b u e n cam ino la solución en Cáceres. Es im prescindi ble d o t a r de un p a r a d o r a Trujillo, que, p o r su rango tu rís tico y situación en la carretera M adrid-L isboa, d e b e ser cen t r o de captación de turism o; para esta instalación d e b e h a b e r facilidades en dicha C iu dad . Navalm oral de la M ata, tan próxim a a la Vera y Yuste, es o tr a población indicada para establecer un p eq u e ñ o p a r a d o r de T u rism o . Serían n ec esa rios tam bién resta u ran tes en C uacos, C oria y Alcántara. La organización Provincial del T u ris m o hab ía d e com pletarse co n oficinas d e inform ación y guías en los c e n tro s de tu ris m o y u n a ade cu ad a pro p a g an d a, c o m p letan d o la iniciada de m o d o insuperable p o r la J u n ta provincial de T u ris m o con la publicación de las m onografías de Cáceres, Trujillo, A lcán tara, G u a d alu p e, etc., y del plano de com unicaciones de la provincia, pub licad o p o r los Servicios C u lturales de la D i p u ta c ió n Provincial. C o n el gran increm ento q u e ha ten id o el turism o ex tra n je ro en n u e s tro país, se ha c o m p ro b a d o un im p o rta n te a u m e n to del tráfico p o r las carreteras principales de ia p ro v in cia y, especialmente, en la de M a d rid a Portugal. N o s o tro s m ism os h em o s p resenciado con la natura! pena el paso de n u m e ro s o s vehículos de tu rism o , en trán sito p o r la p ro v in cia, hacia Andalucía y Portugal. Este tu rism o no ha p o d id o ser rete n id o p o r faltar m edios p ara ello y h em os p erd id o , no sólo la satisfacción espiritual de q u e o tro s con tem plen n u es tras bellezas y se ade n tren p o r n u e s tro suelo e historia, sino tam b ién , los legítimos beneficios materiales q u e el tu rism o p u e d e p ropo rcio nar. N o es esta ocasión d e d a r soluciones co n c retas, p e ro sí de insistir en la necesidad de qu e con n u estro s pro p io s m e dios vayam os ráp id a m en te a la resolución de este p roblem a, dei q u e solo beneficios han de derivarse.
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CANALIZACION DEL AHORRO PROVINCIAL, BASE ECONOMICA DE LA INDUSTRIA PO R
Francisco Bullón Ramírez In te rv e n to r de F ondos d el Excm o. A yuntam iento de C áceres
Excmas. e lita s . Autoridades, señores, camaradas: Para p o d e r establecer el c o n c ep to d e ah o rro co n to d a claridad, hem o s de recurrir al c o n c e p to de ah o rro m o n e ta rio, el cual ha de ser base p ara luego, p o r extensión, aplicar lo a bienes distintos, o m ejor dicho, para aplicarlo a otras representaciones de valor. Es m u y co rriente decir, en conversaciones generales, q u e estam os m etalizados, aplicándose al sen tido de q u e n o d e seam os más q u e posesión d e metal, c o m o re presen ta tivo d e m on eda. Y esto que, a u n q u e lo re petim o s con h a r ta frecu e n cia, n o lo creem os más q u e a medias, aún cu a n d o lo e x p re sem os con m u c h o ahinco, es más v e r d a d de lo q u e parece. La representación, más generalm ente com prensib le y ap ete cible para cualquiera, del valor es la m on eda. S u pon gam os, p o r u n m o m e n to , q u e un técnico nos diga q u e la energía, qu e p o d ría recogerse del T a jo em balsa n do sus aguas y h a ciendo saltos hidráulicos, representaría ta n to s cientos de mi les de kilow atios-hora. Esta expresión no nos co n m u ev e más q u e p o r el n ú m e ro d e cifras con q u e se re p resen te esta can tid ad, p o r q u e a los no técnicos en la m ateria esta cifra no nos habla más q ue vagam ente de una energía y p ro d u c tiv i dad, q u e se desperdicia. Si este técnico nos siguiera dicien do, q u e esos k ilo w atios-hora p u e d e n p ro d u c ir ta n to s caba llos de fuerza, los n o versados seguiríamos sin hac ern o s idea d e su im portancia. Si nos sigue tra d u c ie n d o estos valores y nos dice q u e se p o d rían m o v e r diariam ente tales y tales m á quinas, nos q u edaríam o s p o c o más o m enos. Si nos explica que p o d rían trab a jar ta n to s o b re ro s en esas industrias, se nos h ace ya un p o c o m ás asequible el co n c ep to . Si n o s aña de, q u e se p o drían p ro d u c ir o tra n s fo rm a r tales y tantas
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unidades de p r o d u c to s , el c o n c ep to nos es to d av ía más ase quible; p ero cu a n d o llegamos a la com prensión p erfecta y general, es cu a n d o nos tra d u z c a en unidades de m o n eda el valor de esta p ro d u c ció n y el aum ento de riqueza y de ren ta q ue esto supone. Por ello, el c o n c ep to m onetario de a h o rro en el ám bito individual está enten d id o p or cualquiera que tenga, p o r d e cirlo así, uso de razón. En este sentido, to d o s sabem o s que a h o rro es la diferencia q ue existe en tre el ingreso y el c o n sum o. Si un individuo ingresa en su erario particular, al cabo de un d eterm in a d o p erío do de tiem po, una ca n tid a d de di nero y no la gasta en ese m ismo p erío do de tiem p o más que parcialm ente, d en om inam os ah o rro a esta diferencia.
infe ren cia entre A horro y Atesoramiento
A hora bien, el individuo de qu e hablam os, p u ed e a d o p ta r d o s posiciones respecto de esta ca ntid ad no gastada: P r im e r a p o s i c i ó n . — M antener en su p o d e r este dinero, para cu b rir alguna eventualidad, que pudiera presentársele, y ten er una disposición inm ediata de este dinero. S e g u n d a p o s i c i ó n . — Ingresarlo en un Banco o en una Caja de A ho rros, bien en libreta o en o tra form a, q u e p u eda d isp o n er d e ello tam bién de una m anera rápida. La prim era form a de que hem os h ab lado , con stituy e el atesoram iento , ya q u e deja inactivo ese dinero, que p u ed e ser necesario a o t r o para su em pleo. La segunda form a con s titu y e el ah orro , q ue p ud iéra m o s d enom inar activo, ya que el dinero e n tre g ad o a una institución de c réd ito siempre se hará p ro d u c ir de alguna m anera p o r esta institución y, p o r o tra parte, al dep o sitan te se le abona un interés p o r la cesión de este num erario. P or ta n to , el aho rro -ate so ram ien to es, sin d u d a alguna, im p ro d u ctiv o para aquel q ue lo realiza y perjudicial para la c o m u n id ad general.
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A horro in d ivid u a l y ahorro de la comunidad
El co n c e p to de a h o rro m on etario, q u e acabam os de ex p o n e r para el ám b ito individual, no nos p u e d e servir, c u a n d o am pliam os este á m b ito al ah o rro d e u n a co m u n id a d social cualquiera, ya sea u na ciudad, una provincia o u n a n a ción, siem pre q u e la co n cib am os, co m o una u n id a d e c o n ó mica, diferenciada d e las dem ás semejantes. Si pen sam os un p o c o , verem os que, t o d o el dinero de u n a co m u n id a d cual q uiera de estas, en un m o m e n to d eterm in a d o , tiene q u e estar ateso rad o , es decir, en p o d e r de alguien y, p o r ta n to , t e n dríam o s q ue concluir q u e solo existía el atesoram iento . El ah o rro d e una co m u n id a d no p u ed e , p u es, m edirse d e la misma m anera q u e en el á m b ito individual, ni p u e d e e s t a blecerse el m ismo co n c ep to . El a h o rro de la co m u n id a d se m ide, p o r la in versión realizada en un p erío d o de tiem p o q u e estudiem os. Así, en un á m b ito provincial o m u nicipal, habría q ue m edir el a h o rro p o r las nuevas c o n s tru c ciones d e edificios realizadas, las nuevas industrias q u e se han m o n ta d o , los nuev os terrenos q u e se han p u e s to en p ro d u c c ió n o cuy o s cultivos se han m odificado radicalm ente y, aun d e n tro de esto, h ab ría q ue distinguir lo qu e se d e n o mina reinversión o inversión neta; p ero b a s te esto, para ten er un c o n c e p to general d e lo q ue se deno m in a inversión. P or lo dicho anteriorm en te, sostienen varias escuelas e c o nóm icas q u e el aho rro y la inversión es siem pre la misma ca n tid a d en una c o m u n id a d cerrada y diferenciada de las demás.
Extensión del concepto de ahorro.-Ahorro de trabajo y mano de obra
Si con sid eram os co m o ah o rro t o d o aquello q u e se posee y no se em plea o n o se consum e, pu d iéra m o s e x ten d e r este
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co n c e p to de ah o rro al ah o rro del trab a jo y m ano d e o b ra y, en esto, hem os de hacer tam b ién u na distinción. H a b rá ah o rro de traba jo y de m ano de o b ra en u na e m presa particular, cu a n d o , con m enos tra b a jo o con m enos m ano de o bra, se o b ten g a en el m ism o tie m p o las mismas unidades de bienes y realizadas con la misma perfección. Pero, si este co n c e p to de ah o rro de m ano de o b ra lo ex te n d e m o s a la co m u n id a d y q u erem o s to m a r c o m o aho rro de ésta, el q u e m u ch o s o b re ro s no trabajen, v erem os q u e fácilmente se co m p re n d e, q u e es u n a h o rro q ue n ad a b en e ficia, es decir, q u e el paro o b re ro , o sea, esa cesación invo luntaria en la actividad hum ana, n o h ab re m o s de co n siderar la com o ah o rro en el á m b ito de una co m u n id a d cualquiera, sino más bien co m o un despilfarro de energías ap ro v e c h a bles. En este sentido, no p o d re m o s co m p a ra r esto, ni aún con el co n c e p to de ateso ram iento m o netario, pues, en el atesoram iento m on etario se retiran quizás solo tem p o ra l m en te de la circulación esas cantid ad es y restan energía a la corriente circulatoria m onetaria, p ero, en este c o n c e p to , las energías hum an as q ue en el tiem p o se han desperdiciado, es m u y difícil q u e p u e d a n recuperarse, ni aún con los m áxim os esfuerzos.
A horro de fuentes de energía y prim eras m aterias
O t r o t a n to d e lo q ue decim os de la dilapidación d e ener gía h u m ana p o r el paro o b re ro , p u d iéra m o s decir de el a h o rro de energías y primeras materias. S up ong am o s p o r un m o m e n to , q ue quisiéram os d eno m i n ar ah o rro al d esa p rovech am iento actual de la energía que p u e d a p ro d u c ir el río T ajo. ¿Sería posible q u e algún día re cu peráram os to d o s esos miles de millones de kilow atios-hora, q u e p od rían em plearse en el tran sc u rso de cu aren ta o cin cu enta años y de los cuales no h em o s h ec h o uso? En cu a n to a las prim eras materias, nos sucedería lo mis m o, pues, si bien m uchas de ellas, co m o las mineras, p u ed e n co n stituir una reserva, q ue p u e d a em plearse un día u o tro , tam bién p udiera suce d er que, p o r el descu brim ien to de o tras nuevas m aterias más aptas para el m ismo consum o, las
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qu e actualm ente desaprovecham os y no em pleam os, ya no fueran aptas en el f u tu ro o p o r lo m enos tuvieran un valor más reducido . P o r ta n to , deberíam o s solo co nsid erar com o ah o rro , ta n to en el á m b ito individual co m o en el com unal, t o d a aquella retirada de la circulación de dinero, primeras m a t e rias o energías, pero siem pre que esta retira d a tem po ral, se haga con el exclusivo o b je to de una aplicación más tardía, pero q ue lleve co m o finalidad el au m en to de la energía, no solo la q u e hem os re tirado tem poralm ente, sino que nos sir va para increm entar esa misma energía y a u m en ta r la riqueza y la re n ta d e la c o m unidad. T o d o lo que no sea este a h orro en un plan, q u e pu diéram o s d en om inar gráficamente de e m b a h sam iento, para conseguir altura y que con esta altura no solo p ro d u z c a m o s la energía q u e m om en tán ea m e n te paralizamos, sino que, co n esta altura la hem o s de multiplicar, no p o d e m os titularlo ahorro. Esto es v e rd ad hasta en el ám bito individual, ya q ue t o d o el m u n d o , cu a n d o ahorra, es en prevención de p o d e r finan ciar en el f u t u r o sus em presas individuales que, ta n to p u e den ser la adquisición de pro piedades, m o n tar una industria, prevenir una e n ferm ed a d o acum ular m edios con q u e p o d e r d ar a sus hijos una m ay or cultura o un m ejoram iento en su instrucción, q ue tam bién es una form a de inversión indivi dual. Si n o s desprendiéram os de este c o n c e p to de q ue el ah o rro ha de servirnos para con su acum ulación o b te n e r una ventaja en el f u tu ro de cualquiera de estas q u e hem os e n u m erad o, seguram ente q ue nadie ahorraría, p o rq u e no tend ría ob je to alguno el ahorro. En el á m b ito de la co m u n id a d , se co m p re n d e ahora p e r fe ctam ente, q ue el ah o rro tiene q u e estar re p re sen ta d o p o r la inversión, es decir, p o r la creación de nuevas fuentes de riquezas o de c o m o d id a d e s con q ue satisfacer m ejor las n e cesidades ac tu a lm e n te sentidas y p o d e r ir previniendo las q ue en el f u t u r o p u ed a n sentirse, pues, d e lo con trario, t a m p o c o ten d ría o b je to alguno el ahorro en la com unidad.
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AHORRO MONETARIO Medios necesarios para la Empresa
Se dan casos excepcionales, en q ue una gran em presa ha sido deb id a a la actividad de un h o m b r e sólo. Pero, aún en este caso, a este h o m b re le h a sido necesario financiar su em presa m ediante el aho rro , bien p ropio, bien ajeno, o b te n i d o m ediante el crédito. Pero tra te m o s el caso con plena generalidad y, para esto, saltem os de la em presa originada p o r un solo h o m b re, sin mirar a la fo rm a en qu e fué generada. Exam inem os el d o c u m e n to co n tab le q ue más exactam ente p u ed a reflejar la situa ción económ ica y financiera de u na em presa particular: su balance no es más qu e una fotografía instantánea q ue refleja el e stad o d e la eco no m ía de un a em presa en u n m o m e n to cualquiera; pero , aún así, nos h a de servir para n u estro in te n to . S abida es la e s tru c tu ra de los balances. En la p arte iz quierda, según miramos, suele situarse el «activo», o sea, los d erecho s ex presad os p o r distintas represen tacion es de b ie nes y clasificados, según la nom en cla tu ra a p r o b a d a por los C on gresos Internacionales de C on tabilidad, en «disponible», «exigible», «realizable a c o r to plazo», «realizable a largo pla zo» e «inmovilizado», su bd ivid ido a su vez, en «material» e «inmaterial». En la p arte derecha, el «pasivo» no es más que la representación de las personas q u e o sten tan estos d e r e chos, exp resados p o r las «cuentas de capital» (representación del em presario) y las « su b -cu entas de capital», q u e son r e servas, previsiones, etc., y, finalmente, los « acreedo res de la
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em presa», o sean, las obligaciones q u e se c o n tra p o n e n a los derechos ex p resad os en el «activo». Lo prim ero que n o ta re m o s es que, t a n to los derech o s co m o las obligaciones, c o m o las cuentas representativas d e la personalidad de la em presa, están valorados, están r e d u cidos a m oneda, para q u e sean com prensibles. D esp ués, p o d rem o s ver que, reun ien do unas d eterm inad as cuentas d e las q ue co nstituyen este balance, pod ríam o s con stituir lo qu e se denom ina «capital móvil» de una em presa. Este capi tal móvil constituye, p o r así decirlo, el «ciclo activo» de la e m presa q u e nos o cu p e y, si examinamos dos balances co n se cutivos de la misma em presa, au nqu e estuvieran separado s estos p o r un p eq u e ñ o lapso de tiem po, veríam os q u e las cuentas q ue representan este capital móvil están c o n tin u a m ente cam biand o de valor y q ue se tran sform an de m ercan cías en dinero y de dinero en mercancías. T o d o este cielo de las em presas está c o n stitu id o p o r esta actividad: c o m p ra r mercancías para transform arlas y revenderlas después o, sim plem ente, revenderlas sin transform ación alguna, y o b te n e r con ello dinero y, a su vez, éste dinero tran sfo rm arlo n u ev a m en te en mercancía, para co n tin u ar el ciclo.
Prioridad de los medios financieros Pero, trasladém on os im aginativam ente bien al nacim iento o al fin de una de estas empresas. Inm ediatam ente, en cual quiera de estos m om entos, vem os tran sfo rm ad o s t o d o s esos bienes y esos derechos en dinero, en m o n ed a, qu e les dió origen, o en m oneda, q u e es el fin q u e les espera. D e form a que la m oned a, o sean, los m edios financieros, son la base originaria y final de to d a em presa. Pero tod av ía p o d ríam o s añadir que, aún antes de ser esta em presa, d esd e el prim er m o m e n to q u e em piece a surgir en la m en te del p r o m o t o r y a configurarse, son los m edios financieros en lo prim ero q u e tiene q ue pensar este p ro m o to r , y ésto s no p u ed e n sino pro venir del ahorro, ya sea p ropio ya ajeno, co m o h em o s dicho antes en la em presa generada p o r el es fu e rzo de un solo individuo. S olam ente en el caso de una em presa estatal, q u e se
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financie p o r inflacción, o sea, p o r lanzam iento a la circulación de nueva m o ned a, se p u e d e adm itir q u e una em p resa no es financiada p o r aho rro . Y, aun en este caso, to d av ía ca be dis cutirlo; pero no hem o s de d e ten e rn o s en estas con sid eracio nes, q ue pudieran resultar un t a n to bizantinas. Sigamos adelante. Q u e d a , pues, sen tad o , q u e la financiación d e t o d a em presa ha de realizarse m ediante ah o rro y q u e los m edios financie ros, son indispensables, aún en los principios de su gestación.
FUENTES DE AHORRO En térm in os generales, el a h o rro p u e d e p ro d u c irse en t o dos los individuos de la colectividad y en to d a s las activi dades d e la misma. T a n t o en la m anifestación agrícola co m o en la com ercial o industrial, así co m o en la de prestación de servicios, p u e d e tener origen el ah orro. T o d o individuo, q u e realice una actividad y o b te n g a un ingreso co m o pago de la misma, es m u y posible q u e p u e d a ahorrar. Aquellas activida des, q u e p ro d u c e n o tran sfo rm an mercancías, la agricultura, la industria y el com ercio, tienen un perío d o en q u e p u d ié ram os decir, q u e son las únicas clases q u e m ejor pu eden ah o rrar y p o r ta n to invertir. P or el con trario, las clases asa lariadas, en ese m o m en to , es cu a n d o ellas no p u eden ahorrar, pero , sin em bargo , tienen o t r o m o m en to , en el q ue es a ellas a las q u e les co rresp o n d e ah o rrar con más intensidad, q u e a las em presas p ro d u c to r a s en mercancías. D e n tr o de to d o , las clases econ ó m ic am en te más débiles son las q u e menos p u e d e n ahorrar, p o rq u e tienen un más bajo nivel de vida y están, p o r así decirlo, som etidas a un su b -c o n su m o , en c o m paración con los demás.
A horro de estas clases de personas en los períodos de expansión y de contracción del ciclo
En los p e río d o s d e expansión del ciclo, cuando los p re cios se van elevando, los salarios nu nca se elevan con la misma
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rápidez y en la misma p rop orción. Esta es un a de las causas, qu e algunos econom istas atribuyen, co m o principales, de las q u e hacen am ortigu ar y aún parar el p erío d o de expansión. Estas clases se tienen q u e so m e te r a un s u b -c o n s u m o y e m pieza el acum u lam ien to de mercancías, la o fe rta de p r o d u c to s d e c o n su m o supera a la d em an d a y com ienza la baja de sus precios, con to d a la secuela d e desajustes, q u e p ro d u c e n la crisis y la co ntracció n después. Para frenar estas crisis, se p ro d u c e n elevaciones d e salarios, q ue co n stitu y en red istri buciones d e rentas y con ella se am ortigua la caída o se im pulsa la expansión. En el p e rio d o de expansión, el co m ercian te y el indus trial n otan d o s casas: prim era, q u e ha v e n d id o más q u e en el p erío d o anterior, que, p o r lo m enos, en co m p aració n con el de ahora era depresivo y, segunda, q u e los precios se van elevando p aulatinam ente. Lo prim ero se p ro d u c e p o r varias razones. U n au m en to de em pleo u ocupación, q ue p rov o c a siempre un au m en to d e co nsum o . El co n s u m id o r n o ta tam bién esta elevación s u c e siva de precios y p ro c u ra invertir dinero en bienes de c o n sum o, bien d es -a h o rra n d o o bien acud ie n d o al crédito . E sto pro d u c e , a su vez, nueva elevación, al aum entar la d em an d a . El com erciante y el industrial, e incluimos aquí lo mismo al agricultor p r o d u c to r de mercancías, reaccionan lógicam ente lo mismo q ue el co nsum ido r, p ro c u ra n d o invertir en n ue vas mercancías y a u m en ta n d o sus depósitos o sus p r o d u c ciones. D e esta forma, s í invierte p arte del ah orro, q u e en este p erío d o del ciclo p u diéram o s decir qu e se acum ula en estas clases, m ejor d o ta d a s económ icam ente. En la agricultura y ganadería s o b re t o d o , al propiatario o e x p lo tad o r, q u e rige em presas de relativa im portancia, si sus fincas no son fácil m en te transform ables, m ejo ra ndo sus cultivos o m ejo ra ndo las razas de su ganadería, es, sin d u da, de to d o s , el q u e menos p u ed e invertir. D e to d as maneras, a estas clases, en estos pe ríodo s de expansión del ciclo, es a las q ue les c o rresp o n d e ahorrar. Son a ellas a las q ue les co rresp o n d e preocuparse de financiar y crear em presas nuevas, q u e au m ente n la riqueza de su país. A ellas les incum be, no solo moral sino qu e e c o nóm icam ente tam bién les conviene, q u e estas em presas n u e vas se m onten y funcionen cerca de sus regulares e x p lo ta ciones, p o rq u e estas, indu dab lem ente, se han d e beneficiar con ello. El au m en to de riqueza y de renta, que las nuevas e m presas p ro d uzcan, no solo les darán el interés del capital que
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en ellas expongan, sino que, a la vez, sus antiguas explotacio nes recibirán un m ay o r beneficio, p o r ten er una m ayo r dem an d a de sus p r o d u c to s y p o rq u e es más^ fácil q u e esta renta vaya a p arar a los qu e más cercanos estén de d o n d e se pro d u z can . Q u e en un a co m u n id a d d e ricos es tam b ién m uy fácil hacerse ricos o aum en ta r la riqueza. En los m edios rurales, en q u e se desenvuelve gran p a r te de la actividad, agrícola, se p ro d u c e m u ch o atesoram iento, deb ido , prim ero, a la idiosincrasia del p eq u e ñ o agricultor es pañol, y ,se g u n d o , a q ue las instituciones de ah o rro no p u ed en c a p ta r tan fácilmente el m ism o en estas p e q u e ñ as a g ru p acio nes de habitantes, q ue en los núcleos un p o c o más num erosos de población, d o n d e ya h ay agencias de Banco, Cajas de a h o rros, etc. Pero veam os el reverso d e la medalla. En el perío d o de contracción, se p ro d u c e n fenóm enos contrarios. D ism inuye el consum o , com ienza el paro, q u e acelera la dism inución del con sum o, viene la saturación del m ercad o p o r exceso de o fe rta so b re la d e m an d a y com ienza la baja de precios. E ntonces, el com erciante, el industrial, el p r o d u c to r d e mercancías d e consum o, se en c u en tra c o n q u e, en lugar de ahorrar, p udiéra m os decir q u e des-ahorra. P or el contrario, el asalariado, sea d e cualquier clase q u e sea (téc n i co, adm inistrativo, o b re ro manual), ob tien e una elevación real d e sus salarios, aun cu a n d o n om inalm ente siga siendo el mismo. E ntonces, le co rresp o n d e ah o rra r a esta clase asala riada. P ero siem pre es más difícil a estas clases p ro v o c a r u n a gran inversión, prim ero, p o rq u e siem pre tienen una m ay o r aspiración a au m e n ta r su c o n su m o y a elevar su nivel d e vida y, seg un do, p o rq u e el ahorro , au nqu e el volum en d e n tro de la c o m u n id a d supiéram os q u e podría ser igual, está ahora m ucho más dividido, m enos c o n c en trad o , más ato m izad o, p udiéra m os decir, y es m enos fácil reunir sus ah o rro s para p o d e r financiar empresas.
Direcciones principales de los ahorros , según las clases de que provienen
Si el a h o r ro p roviene d e una person a bien a c o m o d a d a y
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q u e no lo p u ed e invertir ella mism* en sus explotaciones, lo co rriente es q u e vaya a parar a invertirse en valores, ya sean fo n d o s públicos, ya sean valores industriales, y de éstos, en acciones u obligaciones, según las preferencias del m o m en to p o r la persona q ue hace la inversión. Es decir, q u e se van a financiar em presas, a veces m u y distantes del origen del a h o rro . Si el a h o rro proviene de un industrial o com erciante, ge neralm ente, p o r lo p ro n to , lo recogen los Bancos comerciales y, de esta form a, el industrial o el com erciante lo tiene a su disposición y se halla en ex pectativa para invertirlo, cuando cre a favorable alguna c o n y u n tu ra , en operaciones industria les o mercantiles. En caso de q ue no vea esta posibilidad o q u e sus ah orros excedan a lo qu e p u ed a necesitar, entonces p ro c u ra inmovilizar algunos de sus ah o rro s y otro s, sí ven la posibilidad favorable, los invertirán en valores, p o r la faci lidad q u e tienen de transform arse en dinero o ser base de aperturas de cu entas de c réd ito en caso de necesidad. La in movilización es conveniente, en parte, p ero es tam bién muy peligroso para una em presa mercantil inmovilizar con exceso, lo q ue p u ed e p ro ducirle en un p erío d o de co ntracción una suspensión de pagos con to d a la gama de tra s to rn o s m er cantiles y crediticios, q u e esto p u e d e suponer. Si el ah orro p ioviene de asalariados, p ersonas q ue gene ralm ente movilizan p o co sus disponibilidades, suelen re co gerlo las Cajas populares de ah o rro y los Bancos, m ediante las Cartillas de aho rro . R eunido así p o r p eq ueñas porciones, c o n stitu y e el a h o rro grandes cantidades de fo n d o s, que en to n ces son estas instituciones de a h o rro las q ue tienen que invertir e invierten, haciendo p réstam os, bien hipotecarios, bien con garantía de valores, mercancías, ete., bien fundados en la garantía personal. Es a estas instituciones a quienes co rresp ond e, entonces, la colocación de este dinero y a quienes les conviene tam bién financiar empresas, q u e estén próximas a sus instituciones, con o b je to de q ue au m en te el aho rro al a u m en ta r la riqueza y la renta, y le p ro d u z c a n , a la vez, un m a y o r n ú m e ro de operaciones y, p o r ta n to , un os mayores beneficios.
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A h o rro
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voluntario y a h o rro in v o lu n ta rio
H asta ahora, hem os h a b la d o sólo del a h o rro voluntario; pero existe, tam bién, el ah o rro involuntario. E ste se p r o d u c e en las plus-valías, q u e se ob tien en con las elevaciones de precios en las m ercancías acum uladas de antem ano y los inm uebles. T am b ién se p ro d u c e en to d a s esas reservas tácitas, q u e se van fo rm a n d o en t o d a em presa, pero, d o n d e principalm ente se p ro d u c e este a h o rro in vo lu n tario, es en las S ociedades Anónimas.
A h o rro de las Sociedades A n ó n im as
G eneralm ente, en t o d a S ociedad Anónim a, los directivos poseen una gran ca n tid a d de acciones, q u e les dan derech o a manejar la S ociedad, pero en m uch o s casos este d e re c h o a regir una S ocied ad se o b tien e, a lo m ejor, p o r un t a n to p o r ciento de acciones no m u y crecido, so b re t o d o , en los casos de S ociedades d om in an tes y d om inadas o S ociedades m a dres, hijas, etc., co m o las d enom inan los alemanes. Estos socios, q u e dom inan la Sociedad, d eterm inan cada año las cantidades q u e han de distribuirse a los accionistas com o d ividen do y las can tidades q ue han d e q u e d a r c o n sti tu y e n d o reserva para la Sociedad, prevenciones, etc. E ntonces, el p eq u e ñ o accionista, q u e n o tiene d om inio en la S ociedad, se vé im pulsado, aun en c o n tra d e su v o lu n tad , a ahorrar. C laro es, que, generalm ente, esto s ah orros, se in vierten en ampliación de negocios d e la S ociedad, o se re tie nen, con el fin tam bién de salvar alguna eventu a lid a d d e p é r dida o de asegurar un d ivid en d o m ínim o a las acciones, aún en los casos de ejercicios liquid ad os sin beneficio. Este ah o rro involuntario tiene m uchísim a im p o rtan cia en aquellas naciones en qu e existen gran n ú m e ro de estas Socie dades y sirve m uchas veces para financiar n uevas em presas filiales de la S ociedad y para s u sten tar un crecim iento de la misma, bien en el sentido h orizontal o bien en sen tid o vertical.
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CAPTACION DEL AHORRO La captación del ah o rro se realiza h o y p o r m últiples ins titu c io n e s, de tipo mercantil unas, y de tipo social benefico otras; son las principales de estas las Cajas de A h o rro , ta n to Postal co m o Benéfica, los Bancos, las C om pañías de Seguro de Vida con sus múltiples variaciones, tales co m o las de capi talización, etc. y, tam bién, las Sociedades de Inversiones, aún c u a n d o estas, co m o su n o m b re indica, se dedican principal m en te a invertirlos y administrarlos.
Cajas de A íio rrn
Las Cajas de A h orro p o p u lar tienen el carácter de insti tu cio n es benéfico-sociales, según las define el artículo pri m ero del E s ta tu to de 14 de M arzo 1933. Su misión, según el artículo segundo del citad o E s ta tu to , es la adm inistración de dep ó sito s de ah o rro de prim er grado, con el p ro p ó s ito de in v ertir los p r o d u c to s , si los tuviera, después de d e s c o n ta dos los gastos generales, en co n stitu ir reservas, sanear el Activo, estim ular a los im p onentes y realizar ob ra s benéfi co-sociales. Las inversiones de estas Cajas, según el artículo 33 del citado E s ta tu to , consistirán en la com p ra de fo n d o s públicos nacionales, obligaciones provinciales o municipales y valores industriales adm itidos al efecto; en la adquisión de inm ue bles; concesión de préstam os y créditos hipotecarios, p ré s
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tam o s co rp o ra tiv o s, pré sta m o s con garantía personal y p ré s tam o s con garantía p rend aria y so b re valores. C o m o garantía de las operaciones de a h o rro q u e realice, d e b e c o n stitu ir reservas, para lo cual, según el artículo 43 de d icho E s ta tu to , destinarán anualm ente de sus ganancias lí quidas el 25 p o r 100 a la c on stitución de reservas hasta llegar, co m o mínimo, al 10 p o r 100 de los saldos q u e acrediten los im p onentes. Para la captación del ahorro, estas Cajas deberán ten er una re d de Sucursales y Agencias d e tal extensión q u e, según la O r d e n de 6 de S eptiem b re de 1939, no d eb e rá h a b e r p u eb lo de más de 4.000 habitantes, d o n d e no exista una Sucursal o Agencia de Cajas de Ahorro. La captación la realizan m ediante d e p ó sito s im positivos en libretas de aho rro , entre las cuales p o d e m o s distinguir las siguientes clases: Libretas ordinarias, libretas de cue n ta co rriente, lib re tas d e a h o rro infantil, libretas especiales y libretas priviligiadas. La creación de Cajas de A h orro se hace m ediante P a tro n atos oficiales o privados. Los P atro n ato s oficiales p u e d e n ser creado s p o r el estado, la provincia o municipios. El artículo 746 de la vigente Ley de Régimen Local, e s ta blece q u e las D ipu taciones y A yuntam iento s p u ed e n acudir al crédito municipal, estableciendo Cajas o Instituciones de C ré d ito . La o rd e n de 6 de S eptiem b re de 1939, en su artículo pri m ero , establece q ue para difundir el aho rro, «en las Capitales d e provincia, d o n d e no exista actualm ente O rganism o de ah orro ad h e rid o a la C o n federación, deb e rá establecerse este servicio, utilizando p re ferentem ente las Cajas creadas p o r las D ipu tacio nes Provinciales o estableciéndolas de acuer d o con las mismas». T en e m o s a la vista el Reglamento de la Caja d e A h o rro s c reada p o r la D ipu tació n de Logroño, cu y os E sta tu to s fu e ro n a p ro b a d o s p o r O rd e n del Ministerio de T ra b a jo de 13 de Julio de 1950, aún a pesar de que en dicha capital existían sucursales de la Caja de Zaragoza. C o m o se vé, la legislación tiende a q ue estas instituciones sean creadas y d ifundidas p o r los organismos locales.
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Los
Bancos
E n tre las m útiples clases d e Bancos q u e hay, nos h em os de referir un p o c o solo a los d e tip o comercial, q u e son los que, en m a y o r pro p o rció n , ca p ta n el aho rro, para p o d erlo destin ar a inversiones no específicas, ya que, p o r ejemplo, los hipotecarios, c ré d ito local, etc., hacen un a captación grande de ahorro, pero m ediante emisión de cédulas, y el ah o rro q ue ellos ca ptan tiene ya una inversión específica. Los Bancos d e tip o comercial captan el a h o rro m ediante cuentas corrientes, libretas de cu entas corrientes o a plazos, etc., o sea, t o d o lo que co n stitu y e las d enom inadas op eracio nes pasivas. E stos Bancos de tipo comercial invierten, a la vez, el dinero q u e reciben en p ré sta m o a c o r to plazo, m ediante to d a s las operaciones activas, q u e son d esc u e n to de letras, cuentas de créditos, p ré stam os, etc. C o m o garantía de sus operaciones, estos Bancos d eb e n ten er u nas inversiones q ue aseguren en p arte su capital y q u e den confianza a la clientela. Estas inversiones suelen hacerse, bien financiando em presas en parte, bien ad q u irie n d o valo res m obiliarios y fo n d o s públicos de los em p ré stito s q u e em ite el E s ta d o o las C o rp oraciones. Es in du d ab le, q u e la misión y las operaciones prop ias del Banco C om ercial son los p ré sta m o s a c o r to plazo, p ero ta m bién es v erdad, q u e h o y la Banca priv ada es el pilar principal para financiar em presas de to d o s los tipo s y, para no refe rirnos a cosas extrañas, p o d e m o s decir q ue la gran im pulsión de la industria de algunas regiones españolas se deb e , p rin cipalm ente, a la Banca de tip o regional, q u e ha financiado o ay u d a d o a su financiación a m u ltitu d de em presas. La Banca catalana y los Bancos de Vizcaya y Bilbao han sido grandes p ro m o to re s de la industrialización de sus regiones. N o cabe d u d a, q ue estos Bancos han con seguid o un au m e n to de la riqueza en sus regiones y, p o r ta n to , han c o n tri b u id o a un crecim iento en o rm e del a h o rro en las mismas, que, a su vez, es fu e n te perenne de nuevas financiaciones. C laro es que, si co nsideram os co m o u na obligación, además d e la conveniencia q u e su p o n e a la Banca regional, el fo m e n ta r la industrialización de una región, no es m enos cierto q u e esta
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obligación llevaría aparejado el d e re c h o tam b ién d e esta Banca a ser la preferida p ara los d e p ó s ito s p o r los a h o r r a d o res de la región. En este m ismo sentido, co m o h em o s d e decir d espué s, las Cajas de A h o rro se en c u en tran obligadas a ay uda r, d e n tro de t o d o lo q u e le p erm ita su legislación especial, a fo m e n ta r la riq u ez a regional, m ed iante la creaación d e la industria, ya q u e es la m ejor form a de im pulsar el ah o rro , al a u m en ta r la riq ueza y la renta.
Las Sociedades de In v ersio n es
Las Sociedades de Inversiones h an h e c h o tam b ién c a p ta ción d irecta del ah o rro , dirigido ex presam ente al fo m e n to de la industria y, c o m o ejem plo típico, vam os a citar la q u e se creó en D ublín, en O c t u b r e de 1933, con el fin de hacer p rés tam o s a largo plazo a la industria y q u e se d en om in a C o m pañía de C ré d ito Industrial, q u e se fu n d ó con u n capital de u n millón d e libras esterlinas, dividido en acciones de una libra co n d esem bo lso inicial de d o c e chelines. Es ind u d ab le q u e to d a s las Sociedades de Inversión c a p ta n el ah o rro , p e ro solo h e m o s citado la anterior, c o m o ejem plo típico, ya q u e h em o s de volver s o b re este p u n t o con m ás insistencia y ampliación.
Otros O rganism os dedicados a la fin an ciació n de Em presas
En España, sow típicos organism os ded ica d o s a la finan ciación d e em presas el Banco d e C ré d ito Industrial y el Ins t i tu t o Nacional de Industria. El Banco de C ré d ito Industrial se creó p o r D e c re to de p rim ero de Abril de 1927. Su o b je to principal es co n c e d e r pré sta m o s a la in dustria a largo plazo. E stos plazos n o exce d erán d e q uince años, según el artículo p rim ero de dicho D e creto, y d eb erán invertirse en instalación d e industrias, am
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pliación de las existentes y modificación de instalaciones in dustriales, aun cu a n d o no signifiquen ampliación. El In stitu to Nacional de Ind u stria ha sido cread o p o r Ley de 25 de S ep tiem bre de 1942 y su artículo prim ero dice: «Se crea el In stitu to N acional d e In d u stria , en tid ad de d e recho público, que tien e p o r fin alid ad p ro p u lsa r y fin an ciar, en servicio de la N ación, la creación y re su rg im in n to de n u e stra in d u stria , en especial, de las q u e se p ro p o n g an como fin p rin c ip a l la resolución de los p ro b lem as im p u e sto s p o r las exigencias de la defen sa d el p aís o q ue se d irija n al d e s envolvim iento de n u e stra a u ta rq u ía económ ica, ofreciendo al ah o rro esp añ o l u n a inv ersió n se g u ra y atractiva».
El artículo 2.° del Reglam ento de dicho In s titu to dice lo siguiente: «Son fines p rim o rd ia le s d el In stitu to N acional de I n dustria: a) P ro p u ls a r y fin an ciar, en servicio de la N ación, la creación y am pliación de la s in d u stria s a q u e se refiere la Ley de su creación, b ien e stim u lan d o la in ic ia tiv a p articu la r, con la ay u d a económ ica n ecesaria, o crean d o p o r sí aq u ellas o tras q u e el in te rés del p aís aconseje o qu e p o r e x ig ir cu a n tiosas inv ersio n es o p o r no p ro d u c ir beneficios su ficien te m ente r e m u n e r a d le s al cap ital, no ofezcan in cen tiv o b a s ta n te a la econom ía privada».
H e m o s incluido estos organism os d e n tro del epígrafe d e captación del ah o rro , p o rq u e sus financiaciones están b asad as en la emisión de obligaciones, o m ejor dicho, de títu lo s avalados p o r el E stado, q u e p u e d e n em itir en especial el In s titu to N acional de Industria. Para q ue el a h o rro provincial p u e d a subvenir a las nece sidad es de financiación, q ue se sienten d e n tro de la provincia, adem ás de las q u e ah ora se prestan, es necesario fo m e n ta r t o d o lo posible el ah o rro , intensificar la red de sucursales y agencias, qu e tengan los Bancos y Cajas d e A h o rro y reunir este a h o rro e invertirlo d e n tro de la misma provincia, para q u e así, a su vez, repetim os, au m en te el m ism o aho rro . N o d eb e olvidarse q u e las zonas rurales son lugares p r o pios del atesoram iento, o sea, del ah o rro inactivo y, p o r t a n t o , conviene intensificar t o d o lo posible la captación en las zo n a s rurales. Si, además, m edian te la creación de organism os inv aso res, ofrecem os al a h o rro una m a y o r renta, este se excitará más y aum enta rá más su volum en.
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En las visitas q ue realicé a los d irecto res de Banco, con o b je to de o b te n e r cifras, q u e m e p u dieran perm itir hacer u n a valoración lo más exacta posible del a h o rro provincial, se me dijo p o r u n o de los d irectores, qu e p o d ría afirmar q u e esta provincia era crea d o ra , o sea, e x p o r ta d o ra de ahorro. Y si esto es así, es in d u d ab le q u e es p o r la falta d e m o tivo s d e inversión, p u e s to que, a cualquiera le gustaría más inver tir sus a h o r ro s en em presas q u e están cercanas al lugar de su residencia y con las q u e p u e d a estar m ás en c o n ta c to y t e n e r u n a inform ación más d irec ta y u n a vigilancia más es trec h as de las em presas d o n d e se inviertan sus ah o rro s.
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Esta com pañía tiene la misión de a p o y a r y de o b te n e r el capital necesario para financiar la racionalización de in d u s trias básicas, si bien p re te n d e no a ten d e r a las com pañías individualm ente, sino a planes co n jun to s de racionalización.
Estados Unidos
El Ahorro fuera de España '
In g la te rra
H agam os un p o c o de historia del desarrollo d e estas s o ciedades en los distintos países. P artam os de la base de q u e en to d o s los países se ha sen tid o la necesidad de crear organism os d ed ica d o s a la finan ciación de industrias, o sea, d e organism os q ue p u e d a n inver tir a largo plazo. Y aún cu a n d o hem os d icho q u e la Banca tiene su fin principal en el p ré s ta m o a c o rto p lazo , veamos có m o se ha p ro c e d id o en o tro s sitios. El Banco d e Inglaterra c o m en z ó p re s ta n d o ap o y o para la racionalización industrial a la Steel In d u s try y a la c o r p o r a ción del algodón d e Lancashire. En 1929, fu n d ó una com pañía deno m in ad a Securities M anagenent Y rust Limit, q u e asumió la función de financia ción de estas industrias. En 1930, crea una n ueva com pañía, q ue viene a ser absorvida p o r las anteriores y q u e p udiéram os tra d u c ir su n o m b re p o r el de C om p añ ía Bancaria del D esenvolvim iento Indus trial (Bankers Industrial D e v elo p em en t C om pany). Esta c o m pañía se creó con un capital d e seis millones de libras y este capital está dividido en cu arenta y cinco acciones A) y quince aciones B), d e cien mil libras esterlinas cada una. Las acciones A) son suscritas p o r los principales Bancos Ingleses, princi palm ente los den om inados «cinco grandes». T o d a s las accio nes B) las to m ó la Securities M anagenet T r u s t . Las acciones B) son de v o to plural y tiene tres votos, en t a n t o q u e las acciones A) solo tienen un v o to . D e esta forma, el Banco de Inglaterra co n tro la la m itad de los v o to s de la C om pañ ía del D esenvolvim iento Industrial.
H e m o s h ec h o ya referencia al tipism o de los trust de financiación am ericanos,diferenciándolos del prim er ti p o ,q u e es p ro p io y original de Inglaterra e Irlanda. La m odificación del acta de reserva federal de 1920 a u toriza la creación de los trust de financiación. D e n tr o del tipism o q u e h em os d escrito ya, existe, no o b s ta n te , en esta nación u n a gran diversidad en cu a n to a la m anera de p r o c e d e r de estos trust d e inversión o financiación y, d e s d e el trust similar al de Inglaterra hasta ser su n o m b re un en m as caram iento de v erdaderas C o m p a ñ í a s Hollding, existe to d a esta varie d ad de trust. N o u sb ta n te , citarem os un p árrafo t o m a d o del libro de K enneth Mackenzie: «El p ro p ó sito d e los p ro m o to res d el trust de in v ersió n h a sido el de fac ilita r al p eq u eñ o in v e rso r el acceso a los g r a n des tipos de in te ré s q u e p u ed en o b ten erse de los v alo res in d u stria les de las em p re sas am erica n as y, al p ro p io tiem p o , la protección qu e aq u e lla org an izació n p o d ía su m in istrar» .
C o m o to d a s las cosas en esta N ación, el crecim iento de los trust de inversión y financiación ha sido gigantesco. El a u to r antes citado nos señala q ue existen más de cien to trein ta. Sin em bargo , Gaél Fain, en su folleto «Les Societés de Placemet», dá co m o existentes, en 1930, seiscientos o c h o , con un capital de do s mil o ch o c ie n to s cu a re n ta y un m illo nes de dólares. Esta diferencia tan grande de estas d o s estadísticas está fu nd a d a p ro b a b le m e n te en que, el p rim ero no se refiere n e t a m ente a los trust de inversión y el últim o d e b e c o m p re n d e r no solo los trust de inversión, sino tam bién los de financiación. ¿ Q u e pro tec ió n p u e d e ofrecer una S ociedad de Invers-
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FRANCISCO BU LLO N RAMIREZ
sión al p eq u e ñ o inversor? O igam os a Gaél Fain en su o b ra ya atada: «S eguridad o frecid a p o r la selección de las inversiones, v ig ilan c ia constante y rig u ro sa y la d ivisión de riesgos».
A le m a n ia
La c o s tu m b re q ue existe en Alemania de h ac er los d e p ó sitos de a h o rro en los Bancos y en las Cajas de A ho rro , en su m ay o r p a r te con vencim iento a plazo, así co m o el p oco uso del c h e q u e, perm itió a los Bancos alemanes la financiad a c ió n d e industrias, m edian te los p ré sta m o s a largo plazo. C laro es q u e , con esta fo rm a de d ep ósitos, los Bancos no necesitan te n e r unas disponibilidades tan num erosas con el fin de cuidar la fluidez y, si los Bancos ingleses suelen t r a b a ja r ap ro x im a d am en te con una existencia en Caja d e la déci ma p a rte de sus operaciones, en Alemania esta form a de d e p ó sito s les p erm itía dism inuir m u c h o sus existencias en n u merarios de la p ro p o rc ió n antes dicha. T en e m o s q ue co nfe sar, q ue esta inversión de p ré sta m o s a largo plazo ha m otiv a d o en la Banca alemana crisis, originadas p o r crisis in d u s triales.
Francia
En Francia, la financiación de industrias se ha hecho prin cipalm ente a través de los den o m in ad o s Bamjues d' affaires. Entre éstos, destacan la Bancfue de París et de P a ys Bas. En 1922, se crea el Banco Nacional p ara el C o m ercio y la Industria, q u e abso rb ió algunos de los b an co s d' affaire, tales c o m o el Bancjue Trancaise Pour le Commerce et /' Industrie. La directiva de esto s Bancos de inversión está form ada p o r represen ta n te s de la Banca privada comercial. El folleto, q u e h em os n o m b r a d o varias veces a través de
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este epígrafe, de Gaél Fain, está re d a c ta d o con o b je to de h a c e r u n o s com entarios a un p ro y e c to de Ley, reguland o las sociedades particulares de inversión, q u e se pre sen tab a al P arlam en to francés.
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Posibilidades de una Sociedad de Inversión en Cáceres D espués de este re co rrid o breve q u e h em o s h ec h o s o b re la form a de crearse estas sociedades en las más principales naciones y referirnos ya en o t r o lugar a lo concern ien te a España respecto del Banco Industrial y del In s titu to N a c io nal de Industria, no nos q u e d a sino aquilatar las d em ás ven tajas q ue p u e d a ofrecer la C o n stitu ció n , en Cáceres, de una S ociedad de Inversión. Adem ás de la distribución financiera de riesgos, de la que ya hem o s hab lad o , existen o tras direcciones de la división de riesgos, q u e vam os a consignar: La división de riegos, en el sen tid o económ ico, tiende a distribuir las inversiones de valores en distintas clases de in dustria o en distintos estadios de la p ro d u c ció n y de la tra n s form ación de industrias. Así, una distribución de riesgos en su sentido econ ó m ic o p o dríam o s hacerla, o m ejor dicho, describirla m uy som eram ente, invirtiendo p arte en industrias extractivas, o tra p a rte en industrias tra n sfo rm a d o ra s, y, p o r ejemplo, o tra p arte en industrias n e tam e n te mercantiles. La distribu ció n jurídica d e riesgos se hace, m ed ian te la inversión en títu lo s q u e o sten ten diversos d erecho s, t;ales co m o valores de renta variable, que, ateniéndo nos exclusiva m en te a valores industriales, serían acciones y obligaciones, y d e n tro de las acciones, distribuirlas e n tre acciones pre fere n tes o d e renta mínima y acciones ordinarias. La últim a distribución de riesgos, a que p u e d e recurrirse, es la distribución geográfica, p o r la cual estas sociedades tien d en a invertir p a rte de sus valores en diversos e s ta d o s o
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diversas regiones diferenciadas del mismo e stad o . Esta ú lti ma distrib ució n de riesgos no será aplicable a la q u e p r o pugnam os, p o r ten er ésta casi un limite local y ten er q ue en cu adrarse d e n tro de una provincia o región. Pero c o m o q u iera q u e, bien d istrib u id o s los riesgos con arreglo a las o tra s distribuciones, o frecen ya una gran garantía de seguridad, creo q u e p u e d e prescindirse de esta última d istribució n en am o r a la región. Gaél Fain cita o tro tipo interm ed io en tre el tipo am e ri cano y el inglés y al q ue d om in a de «invariabilidad d e sus carteras», invariabilidad solo co m o principio, ya q u e en este tipo de sociedades de inversiones se perm ite un arbitraje de valores con cierto limite. Y este es el tipo q u e p o d ría c o n v e nir a las sociedades de tipo regional. O tr a de las ventajas de las sociedades de inversión es un p e q u e ñ o co ste de fund ación y de gastos de prim er es ta blecim iento, así c o m o sus p eq ueñ os gastos de adm inistración. El a u to r citad o, atrib u y e co m o máxim o de gasto a estas so ciedades el de u n o p o r ciento de su capital, y co m o tip o m e dio, un cero cu aren ta o cero cincuenta p o r ciento. En cu a n to al aspecto de beneficios q ue p u ed e n re p o rta r estas sociedades, en el ám b ito regional o provincial, adem ás de ser el instru m ento p ro p io de financiación o, p o r lo m enos, de una a y u d a grande a la financiación de industrias, es el de excitar el ah o rro , al ofrecerle a este m ayores tipos de interés. Claro es que, si a esta sociedad se le diera un carácter semi-oficial, con el fin de ser base de financiación de to d a s las industrias, pero aten d ie n d o siem pre a la m ay o r d is trib u ción posible de riesgos, ento nces, p o r la seg uridad q u e p u e de ofrecer, p od rían co o p e ra r a su creación y fo m en to los Bancos, las Cajas de A h o rro , y ¿po r q u é nó? las entidades locales. N o olvidem os, resp ecto de estas últim as, q u e la Base 41 de la Ley de Régimen Local, en su ap a rta d o h), re p ro d u c id o p o r el artículo 243 de la Ley articulada, atrib u y e com o c o m petencia de las D iputacio nes «el fo m en to y p ro tec ció n de la Industria Provincial» y, en cu a n to a los A yuntam iento s, si nó tan taxativam ente expresad o, está en t o d o el espíritu de las leyes el q u e d e b e n de p ro m o v e r el fo m e n to de la riq u ez a local. Para avalar t o d o lo q u e llevamos d icho re specto del a h o rro y su canalización en el á m b ito provincial, vam os a copiar unos p árrafos to m a d o s de dos artículos de d o n Higinio P a
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PRA NCISCO BU LLO N RAMIREZ
rís Eguilaz, p ublicad o s en los nú m ero s de la Revista «Comercio», de D iciem bre de 1950 y F ebrero de 1951.
E ntresacam os esto s dos del prim ero de dicha Revista. «Si se tien e en cuen ta qu e el volum en de ah o rro es el que d e te rm in a la cu a n tía de las in v ersio n es y d el ca p ita l re a l que se cra a en ca d a perío d o , re su lta qu e el p ro b lem a d e in c re m e n ta r la p roducció n , es, esen cialm en te, un p ro b lem a do capitalización y p o r tan to de ahorro». «Una de la s finalid ad es de la p o lítica d in e ra ria es la de fa c ilita r la creación del ah o rro real, o lo q u e es ig u a l de ex cedentes de bienes, y la de tra n sfo rm a r este ah o rro en in versiones, a fin de qu e el m e ca n ism o de la capitalización se realice con la d eb id a continuidad».
En el últim o artículo citado y q ue se titula problemas de expansión industrial, después de hablar de los nuevos rega díos en E x trem a d u ra, Andalucía y provincias del interior y de decir q ue estos han de increm entar una gran d em an d a de d ichos p r o d u c to s en estas regiones, añade q ue hay una íntima conhesión entre la expansión agrícola y la industrial.
P oste rio rm ente, se p re gu nta d ó n d e pueden te n e r más re percusión los beneficiosos efectos de la expansión industrial, si en las zonas d e elevado nivel de vida o en las d e bajo ni vel de vida, para term inar con el siguiente párrafo: «Por consiguiente, aú n d en tro de razo n am ien to s estric ta m ente económ icos, el efecto de u n m ism o volum en d e in v ersión dedicado a la in d u stria , se rá m ayor en las zonas de econom ía re tra sa d a , q u e en aq u ellas de n iv el de v id a m ás alto, a u n q u e el g ra d o de d iferen cia p u ed e v a ria r m ucho, se g ú n los factores q u e hem os indicado».
EPI LOGO Hace ap ro xim a dam en te veinte años, se p ro y e c tó en las pantallas españolas u na película, cu y o títu lo y arg u m e n to re"cuerdo en parte. El títu lo , si mal n o re cu erd o , era «Las m a letas del Sr. O . F.» El arg u m e n to re p re s e n ta b a u n a antigua ciu d ad sum ida en la m o d o rra , falta de actividad. Sus fábricas, sus talleres, sus com ercios apenas funcionaban. Los com erciantes e in d u s triales vivían una vida lánguida y , a u n q u e tenían sus p e q u e ños ahorros, los tenían m uy bien g u ard a d o s en arcas o ca jo nes, en los últim os rincones de sus casas. Sus tiendas eran v erd ad ero s mechinales. Así las cosas, un día llega a la estación d e esta ciu d a d un señ or con gran p ro fusión de m aletas y baúles, q u e constituían un equipaje m uy volum inoso. La e n tra d a de este equipaje p o r las calles de la población llamó p o d e ro s a m e n te la ate n ción a sus habitantes. El Sr. O . F. se instaló en la fo n d a y no m anifestó el o b jeto de su viaje, ni m enos q u é contenía su v olum inoso e q u i paje. C o m e n z ó a d a r paseos y, una vez, era el río el o b je to de sus observaciones, o tras veces, era el b o s q u e cercano y, otras, era la m o n ta ñ a próxim a y sus piedras y constitución. La imaginación de los hab itan tes de la ciu d ad c o m en z ó a hacer cábalas so b re las industrias q u e iba a m o n ta r allí el Sr. O . F. y cada u n o pensaba en una co sa distinta, p ero , a su vez, pensa b a que, si el Sr. O . F. m o n ta b a tal o cual industria, sería m u y conveniente m o n ta r esta o aquella o tra, q u e p o d ría d eriv rrse de la imaginativa del Sr. O . F., o bien, q u e p o d ría ser base para ésta. Se excitó así la inversión de to d o s los ahorro* y aún al
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g u n o s acudieron al crédito. Se co n s tru y e ro n casas, se crea ro n industrias nuevas, se am pliaron talleres, se reform aron tiendas y, en fin, se estableció esa cadena m ediante la cual van surgiendo y creándose nuevas industrias a las q ue daban vida las anteriores y, aquella ciudad, q ue e stab a sum ida en la inercia y q ue era presa de la inactividad, se convirtió en u na ciu d a d pró sp e ra y rica q ue se hizo el centro de t o d a la rigión. U n día el Sr. O . F. cogió sus voluminosas maletas, m ar c h ó a la estación y se fué sin q u e se volviera a saber nada d e él ni nadie supiera el o b je to de su viaje. Más, m u ch o más q u e esto, creo y o q u e p u e d e hacer la S o cied ad de Inversiones en Cáceres; pero, si solo considerá ra m o s que había de hacer el papel q ue hizo el Sr. O . F. en aquella ciu d a d desconocida, creo qu e sería suficiente m otivo éste para su creación. Y, n ad a más, señores, sino desear q u e D ios b endiga a és ta provincia y q ue la p ro sp e rid ad y la felicidad sean en ella.'
VII
INDUSTRIAS DERIVADAS DE LA GANADERIA PO R
Ramón Peña Recio In g e n ie ro A grónom o
Bxcmas. e O t a . Autoridades, señores, camaradas: N u e stro p u eblo siguió las mismas ru ta s q u e cualquier o t r o en su desarrollo y que, según Spencer, son la caza, p a s to re o y agricultura. La im portancia de la ganadería en E s p a ña fué m u y grande, lo q u e se c o m p ru e b a p o r nu m ero so s testim on ios d e aquella época. Sus lanas eran m u y estim adas y n um ero so s los re b añ o s de cabras, q u e p ob lab lan los m o n tes de Algarve, con cu y o pelo lab rab an los indígenas telas para las tiendas de cam pañ a y velas para sus naves. La lige reza de n u e s tro s caballos, j u n t o con lo anterior, m ueven la codicia de griegos, fenicios y cartagineses, para establecer colonias, q u e aprovechasen los p ro d u c to s de n u estra ga nadería. C o s ta ha e n c o n tra d o vestigios de q u e, en la más re m o ta antigü edad, había ciudades, en la d e s e m b o c a d u ra del E b ro , dedicadas a la ex p o rta c ió n de ganado. La existencia de vías pecuarias antiquísim as y la p re sen cia de verraco s colo cad os, según Paredes Guillén, en sitios q ue, según el, indican las mismas vías, nos hace co n o c e r q ue la existencia de la transh u m ac ió n es casi tan antigua co m o n u estra ganadería. El régimen de p r o p ie d a d española tiene su origen, preci sam ente, en esta ép oca de los celtíberos y en m uch o s sitios se conserva aún; el a p ro v ech a m ie n to d e p asto s estab a r e gulado, y, a u n q u e la p ro p ie d a d com unal ha ido d ism in u y e n do con el tran sc u rso del tie m p o y nuevas form as de e x p lo tación pecuaria han d a d o nacim iento a o t r o régimen de p r o piedad, aún existen restos del régimen ju ríd ico de en to n ce s. La división que, según Paredes Guillén, p u e d e hacerse de los españoles de aquel tiem p o es de 4 grup os: los celtas o
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serranos, q u e no salían con sus re bañ os de la m ontaña; los celtíberos, que, en invierno, bajaban con sus ganados al M e diodía; los iberos del Sur, q ue no trash u m ab a n , y los iberos del N o rte , q ue cultivaban sus tierras e invernaban en el M ediodía. Esta división nos indica que, ya en aquellas fechas, había divisiones entre ganaderos estantes y transh um antes.
Romanos Los ro m an os conocían, tam bién, la trashum ancia con sus ovejas, pero es lo cierto, q ue este p u eb lo fué más agricultor q u e ganadero, p o r la necesidad que sentían de conv ertir sus colonias en graneros de Roma y, así, en el Código de las Doce Jablas, se castiga hasta con pena de m u erte al p asto r, que en tra ra de n och e en p ro p ie d a d sem brada, co m o o fenso r de C eres y, en la leyenda de los Hírpinos, el oráculo da a los rom ano s el rem edio de im itar a los lob os y vivir del ra pto , lo que indica que, en Roma, se con fu ndía al p a s to r n ó m ada co n el ladrón, al aconsejar esto, en el caso de los sabinos, q u e ro baban . En España, los peores enemigos de los ro m an o s fueron los pastores, y P ared es Guillén sup o n e q ue la guerra entre C artag o y Roma tu v o p o r m otivo la trashum ancia. Lo cierto es que, en el ejército de Aníbal, iban p astores y que, d e s tru i da C artago, fu e io n precisam ente los celtíberos, dedicad os a la ganadería, los q ue con m ayor fuerza se opusieron a la in vasión. Esta lucha p u e d e simbolizarse en Viriato, p a s to r gu erri llero. A pesar d e eso, los rom an os no desconocieron el valor d e la ganadería, q u e favorecieron m ucho, especialm ente a la caballar, co m o base de su ejército. D e esta época es, tam bién, el uso de m arcar el ganado, para conocerlo, ya que, en el aprov ech am iento de pastos, iban ju n to s los de varios propietarios; y la im p ortación de ganados exóticos, para cruzam ientos con los nuestro s, cóm o cita Colunm ela, con carneros silvestres traídos de Africa p o r su tío M arcos, con magníficas consecuencias en las c a rac te
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rísticas del vellón. C o s ta hace n o tar, q u e esta experiencia no debió ser la prim era, pues, antes, se ex p o rta b a n m o ru ecos de Andalucía, q u e se pagaban a precios elevadísimos (3.000 pesetas). N o s dejaron, tam bién, los rom anos, co m o rastro de su paso p o r España, las norm as jurídicas de la p ro p ie d a d del ganado y los castigos a que se hacía acree d o r el q u e ate n ta ra contra ella y el fortalecim iento de la vid? municipal, la división de terren o s en tre agrícola y ganaderos, haciendo el ap rov echa m ie nto de los prim eros, de form a individual, y, colectivo, el de los pastos.
Vi si godos Los g o d o s, q ue po b laro n n u e stro suelo a la destrucció n del im perio rom ano, fueron una raza em inen tem en te gana dera, dividiendo los h o m b re s útiles, la m itad para la g u erra y la o tra m itad al cu id ad o de los ganados. Jovellanos dice de ellos, q ue preferían la ganadería a las cosechas y el pasto al cultivo. La despob lación sufrida p o r España, a consecuencia de las continuas guerras, repartida la tierra e n tre vencedores e indígenas, tu v o suficiente extensión, para dedicar la m ay o r parte de ella a pastos; de esta época, y teniendo en c u e n ta la o cupació n de guerra y p asto re o de los go dos, p u d o ten er nacim iento el tipo de señorío de la E d ad Media, en q u e el ejercicio de la guerra, im puesto p o r las luchas, era la ocupación de los nobles y la ganadería la base de su riqueza. Jovellanos supon e, q u e los baldíos tienen origen en este tiem po , y Pérez Pujol dice, q u e las tierras se dividían en dos clases: unas, no cultivables, eriales y prad os, que se ap ro vechan en com ú n ; y, otras, las tierras laborables o cam pos, en los cuales los labrado res solo tenían la p ro p ie d a d de su cosecha, q u e d a n d o , una vez levantada ésta, p ara la e x p lo ta ción com unal p o r el ganado. En las leyes y c o s tu m b re s visigodas, está el em brión de n u e s tro d erech o de la E d ad M edia, q ue t o m ó m odelo en el fuero juzgo, el cual, en sus leyes 24 y 25, del título IV de su libro 8 °, o rd e n a el tránsito de ganado p o r las vías pecuarias,
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p ro h ib ie n d o cerrarlas, d ejando sin castigo al q u e las ro m p ie ra y castigando al ro tu ra d o r. T am b ién , está regulada la re lación en tre agricultores y ganaderos, favorable a los p rim e ros y d a n d o d erech o s a recoger el ganado y tenerlo en pre n da del dañ o cau sad o a los sem b rad os. En esta época, dicen algunos autores, q u e están las pri m eras m anifestaciones de la M esta.
Arabes
Los árabes fueron un p u eb lo esencialm ente agrícola, au nq ue resp etu o so con las co stu m b re s y usos d e los venci dos. A prov e ch án d o se de la fertilidad de los te rre n o s de A n dalucía y Levante, se tran sfo rm aron m uch o s antiguos p a s to res y guerreros en labradores, em pre n dieron ob ra s de irri gación y adelantaron los cultivos. N o descuidaron la ganadería y, so b re to d o , la equina, m ezclando la sangre de su caballo con el q ue en c o n tra ro n en España; m ejoraron el ganado lanar, prefiriendo la calidad a la cantidad; increm entaron m u ch o la industrialización de los p ro d u c to s ganaderos, lanas y cueros, de tal m o d o , q u e las lanas y tejidos españoles llegaron a tener una estim ación en el extranjero excepcional y los dos ju n to s, con la fabricación de la seda, llegaron a su m ay o r esplendor. La industria del cuero tu v o un desarrollo excepcional y se propagó ta n to en nuestra provincia, q ue es raro el pueblo d o n d e no existe alguna instalación, aunque rudim entaria, de este tipo. Los reinos cristianos co ntinuaron la legislación de los g o d o s y la necesidad de reunir ejércitos, para nuevas c o n quistas, obligó a los m onarcas a con ced er exenciones y o to rg a r privilegios a los q u e con ellos salían a la cam paña y, así, nacieron los fueros municipales, y el fuero viejo de Castilla o de los fijosdalgos. T e rm in a d a la guerra, para d efen der las conquistas hechas, los nobles recibían con nuevos h on o re s extensas p ropiedades, q ue q u e d a b a n bajo sus dom inios y les hacía consolidar su p o d e r y, co m o es natural, la ganadería, p o r el e stad o de des población en q u e el terreno se en c o n trab a, era el m ay o r
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índice de su pujanza, h ab ien d o llegado hasta n o so tro s una frase, que así lo retrata, al llamar señor de muchas campanillas a un señor de m u ch o p o d er, con lo que se hacía alusión a los in s tru m e n to s musicales de que se provee el ganado, para orientarse, en el p asto re o o en los viajes, los uno s a los o tro s o para delatar la presencia de algún lote de ganado e x t r a viado en una serranía. Junto con estos privilegios de los nobles, se dieron, t a m bién, para la fundación de m onasterios de las O rd e n e s Militares, elem entos necesarios en una lucha de carácter religioso. Estas donaciones, m uchas veces, se las eximía de t r i b u tos y, en algunos casos, se les som etían villas de ju ris d ic ción. Q u e d ó , p o r tanto, la p ro p ied a d y el p o d e r dividido e n tre los municipios, señoríos y abolengos, sin más vínculos de unión q u e la m onarqu ía y sus antiguas cortes.
La Me s t a La form ación del Concejo de la TAesta, co m o institución jurídica, tiene tres épocas, determ inadas con to d a claridad, en los reinados de Alfonso X el Sabio, Alfonso XI y los Reyes C atólicos, corresp o n d ien tes a tres p erío dos de n uestra legislación y con stitución política. Los enemigos de la M esta eran los mismos enemigos de la C o ro n a, y, p o r ta n to , el M onarca, en el prim er periodo, dió fuerza legal a las avenencias y las p ro teg ió co n tra los abusos de los que, al mismo tiem po q ue abu saban de los p astores, m erm aban su p oder; p rohíben c o b rar p o rta z g o a los t r a s h u m antes y q ue se les c o b re n o tro s im p uestos, q ue los c o n c e did o s p o r su padre D o n Fernando. Alfonso XI, al igual q u e su an tepasado el Sabio, fortaleció la legislación, co m o m edio de fortalecer la M onarquía, ex ten dió la vigencia del Tuero Real, y p o r el Ordenamiento de Alcalá consiguió q ue se rigiesen p o r él los pleitos civiles y crim ina les, lo m ismo en realengo q u e en los lugares de señorío, d e ro g a n d o los Tueros Municipales, en cu a n to a él se opusiesen. Los Reyes C atólicos se o cu p a ro n , ya en las C o rte s de
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Madrigal de 1476, de hacer cum plir los privilegios de la Mesta. En 1499, n o m b ra r o n al licenciado H ernán P éiez de M o n real, de su C onsejo, para q u e presidiera la j u n ta general ce leb rad a en Siruela y, au nq ue los de la M esta ofrecieron algu na resistencia al n om b ram ien to , term inaron p o r suplicar que los Reyes siguieran designando p residente para las ju n ta s s u cesivas. La M esta estab a co nstituida p o r to d o s los re baños que iban a extremos y, p o r ta n to , su concejo estaba fo r m a d o solo p o r los trash um ante s. Los g anaderos se dividían en c u a tro partidos: Soria, Segovia, C uen ca y León; y los cargos estaban representados: p o r los Alcaldes de Cuadrillas; Alcaldes de Alzada, q u e eran c u a tro , n o m b ra d o s p o r los c u a tro p artidos; P rocu rad o res de P u erto , q ue eran recaud a d o res de la Mesta; Alcaldes M a y o res entregadores, q u e ejercían v erd adera jurisdicción y que, prim eram ente, fueron n o m b ra d o s p o r los Presidentes de la M esta y, luego, p o r el Rey y Presidente del C oncejo, en el q u e residía la s u p re m a au to rid a d jurisdicional de la M esta, pertenecientes al C onsejo Real y eran v erd ad ero s delegados del p o d e r público. Los derechos de los m esteños eran: libre transito; libre apropiación de los pastos, a los q u e m uchas veces se p ro h i bía pujar; d erech o de d e rro ta de mieses, o sea, el a p r o v e c h a m iento d e los pastos, una vez levantada la cosecha; im pedían ro tu ra cio n es y cercados; y co m o to d o s estos d erecho s los obligados a hacerlos cum plir eran personas ligadas a ellos, los abusos fu eron frecuentes y la enem istad co n tra la M esta fué to m a n d o m a y o r intensidad, de tiem po en tiem po, cul pándosela m uchas veces de daños, q u e tal vez no com etió. C am p o m an es y Jovellanos la atacan reciam ente y se la achacaba la despoblación y el atraso de n uestra agricultura; o tro s la hacen responsable hasta del incendio de bo squ es. Pero hay q u e ten er en cuenta, q u e en ella tenían los m o n a r cas los m ayores ingresos, en la exp orta ció n de las lanas y en los im puestos, q u e so b re ella gravaban, y, adem ás, q u e en el e stad o de inseguridad, en q ue se en c o n traro n extensiones enorm es de n u estro cam po, la gente prefería más ser gana dero q u e agricultor, p o r ser, en caso de necesidad, más sen cillo retirar el ganado. Carlos III abolió algunos privilegios de la M esta, q u e fué definitivam ente abolida en 1836.
GANADERIA La Asociación G eneral de G an aderos, hered era de la Mesta, q u e d ó encargada de la c u sto d ia de las cabañas reales y dem ás caminos pastoriles, siguiendo en ella la unión de los ganaderos, para d efen d er sus derechos. A bolidos los privilegios p o r esa realización p en d u lar tan co rriente en tre n o so tro s, pasam os a una actuación de signo co ntrario y, para n o s o tro s , tan perjudicial co m o la prim era, qu e se acentúa precisam ente con las consecuencias de la desam ortización. El a u m e n to del valor d e los p r o d u c to s agrícolas, en el perio d o q ue siguió a la prim era gran guerra, hizo qu e t o d o aquello que, en c o n c e p to de los e x p lo tad o res de nuestras dehesas, no fuera im prescindible para la o b ten ció n de los mismos, p erdiera im portancia y fuera dism inuyendo su valor y, así, se persiguió al árbol, q ue ta n to se mima ahora, re co nociendo su valor y utilidad; se levantaron majadales y se llevó el cultivo de las fincas, q u e p o r estar bien com unicadas tenían más facilidad para la salida de sus p ro d u c to s , a tu rn o s de lab o r incom patibles con su fertilidad. La actuación d e magógica del In stitu to de Reforma Agraria, en la época re publicana, vino a agravar el asu nto y, co n los asaltos a fin cas y, so b re t o d o , con el clima de in q u ie tu d creado en el cam po, el censo g anadero y la calidad d e n u e s tra cabaña dis m inuyó grandem ente. En la épo ca actual, el censo gan adero no se ha r e c u p e rado to talm ente, pues las catastróficas consecuencias de los años de sequía padecidos han p erju d ic ad o grand em ente a nuestra ganadería, p o r no h a b e r sabido los ganaderos a p r o vecharse de los adelantos de la técnica, q u e les h u b iera p e r m itido defenderla mejor.
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RAMON REÑA RECIO
C o m p a ra n d o el censo p ub licad o p o r el M inisterio de A gricultura el año 1929 con el p r o p o r c io n a d o p o r los O r g a nism os Oficiales, q ue intervienen en ello en el m o m e n to ac tual, o b servam os diferencias de im p ortancia a favo r del p ri m ero , ya qu e sus cifras absolutas son las siguientes: AÑOS 1929.
. . .
1950.
LANAR
VACUNO
CABRIO
CERDA
1 .1 7 8 .0 0 0
102.500
317.500
164.600
. . .
927 .000
80 . 000
275. 000
121.000
D iferencia .
251.000
22 . 500
42 . 500
43 . 600
C o m o vem os p o r las cifras anteriores, el censo actual de n u e s tro ganado es inferior en to d a s las especies a las cifras del m ismo en el año 1929 y, tenien d o en c u e n ta q u e la d e m an d a de p r o d u c to s es cada día m ayo r, q u e la necesidad de estiércol para nuestras tierras es cada vez más aprem iante y, p o r últim o, q u e el censo ganadero de 1929 creem os q u e p u e d e sostenerse, en cu a n to al ganado se le p reste las a te n ciones debidas, estim am os del m áxim o interés conseguir r e cuperar, p o r lo m enos, dicho censo. Y q u e cese de una vez la lucha entre agricultores y ganaderos, co nvencidos los unos y los o tro s de q ue de la inteligente unión de am bos solo beneficios se han de conseguir. En las páginas sucesivas y de un m o d o rápido, analizare m os cada una de las especies, p o r separado , term inan do n u e s tro trab a jo co n unas ideas acerca del aprovecham ien to industrial, q u e a n u e s tro juicio, pod ían servir para disminuir un p o c o ese déficit de instalaciones industriales q ue la p r o vincia padece, a u m e n ta n d o el beneficio particular de los ganaderos y beneficiando a la ec onom ía nacional, de recha zo.
fi anado Lanar
R epresentam os en ganado lanar la segunda provincia de España y, ju n ta m e n te con la herm ana Badajoz, e n tre la 6.® y
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7.a p arte del censo to tal lanar de España. N u e s tr o censo ganadero representa alre d ed o r del millón de cabezas. La to po grafía de n u e stro suelo, su com posición y la ve getación espon tánea, q u e en el mismo se p ro d u c e , hacen de él el más a p ro p ó s ito para su aprov ech a m ie n to y es, precisa m ente, esta clase de ganado a la q ue hay q u e p re star una atención decidida, pues, con la m ejora del m ismo, h ab rem o s efectu ad o una de las labores más útiles a n u estra Patria. Las razas, q u e corrien tem en te se ex plo tan , son la merina, en sus dos características, de estante y trash u m an te , co m o principal, y la entrefina, q ue, d u ra n te los años de poca a p re ciación y ren dim iento en precio de la lana merina, fué g anan d o b á s te n te terren o , en perjuicio de la prim era. Las razas de lana b a s ta tienen m u ch a m en or im p ortancia en la p r o vincia. El ganado trash u m an te h a ido dism inu yendo p o c o a poco, una vez abolido s los privilegios, q u e este ganado d is fr u tó anteriorm en te, p o r las dificultades cada día m ayores, qu e tienen q u e vencer, especialm ente en la actualidad, p o r el valor de los pasto s y de los tran sp o rte s, q ue encarecen de form a principalísima esta form a de ex plotación y, de seguir a u m en ta n d o , co m o en la actualidad, estim am os q u e no t a r dará en q u e d a r redu cid a a las grandes cabañas, que disponen de pastos p rop ios, lo m ismo en invierno q ue en verano. F ueron, en la an tigüedad, nuestro s re baño s de raza m eri na los más preciados del m u n d o p o r su lana, h asta el e x tre mo dé llegar a ser un principio de m ejora para las razas de o tras naciones, qu e ávidam ente buscaban re p ro d u c to re s en n uestras cabañas con este fin, e, incluso en épocas en q ue la ex po rta ció n estaba dificultada o p rohibida, fueron o b je to lu crativo d e co n tra b a n d o . En época reciente, los tra s to rn o s de n u estra patria, la fal ta de interés de los ganaderos, q u e no veían suficientemente pagados sus esfuerzos en la o bten ció n de p r o d u c to s selectos de esta clase de ganado, q u e no podían resistir la c o m p e t e n cia que, a bajos precios, les hacían p r o d u c to s similares del extranjero, proc ed en tes de naciones en las q u e el co sto de p ro d u c c ió n de los mismos era más re d u cid o p o r la a b u n d a n cia de suelo y la b a ra tu ra de sus explotaciones, han hech o que, en el m o m e n to actual, la industria tenga que im p o rta r p r o d u c to s q u e n o s o tro s no prod u c im o s. Este e s ta d o de cosas hay q u e p r o c u r a r corregirlo, p re s ta n d o a n u e s tro s re b año s u n a atención m ayo r, a lim e n tá n d o
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los más racionalm ente, sobre to d o , en la época de o to ñ o e invierno, en que, n atu ra lm e n te , m uch o s años, el cam po les ofrece una alimentación tan reducida, q u e resulta v erd a d e ram en te milagroso el q ue pu edan sostenerse, y, p r o te g ié n d o los de la interperie, a fin de que resulten m u ch o m enos g ra vosas las pérdidas ocasionadas p o r tem porales de lluvia, so b re to d o , en las épocas de parideras. Estos; abrigos han de ser racionales, pues en el m o m en to actual, en q u e gran n ú m ero de ganaderos están p re o c u p a d o s en la co n strucción de estos albergues, hem os visto algunos que, to ta lm e n te faltos de elementales n o rm as higiénicas, hacen tal vez preferible e x p o n e r el g anado a la interperie, q u e recogerlos en los mismos. U n o de los inconvenientes q u e los ganaderos encuentran en estos albergues es que, según ellos, el ganado en elios re cogido fácilmente se desahíja, estim an do q ue este d e fecto no se dará nunca en aquellos en q u e el ganado disponga de am plitud suficiente y sí, solam ente, en los que p re te n d e m o s recoger un n ú m e ro de cabezas en un espacio tan re d u cid o , en q u e m aterialm ente no caben. La alimentación, tam bién, p u ed e mejorarse, co m p letán dola, en la época de escasez, con forraje recogido en prim a vera o con hierbas de pra d o , ensiladas o henificadas. Esti m am os del m ayor interés este sistema, ya que, en el m o m e n to actual, no p o d rá d isp oner el ganado de nada más útil, a b u n dan te y b a ra to q u e esto. La selección del ganado bien llevada, es un m é to d o de m ejora realm ente eficaz, pero, al efectuarla el ganadero, debía ten er más frecu e n te m e n te com o auxiliares el peso y la m ed i da, pues, m uy frecuen tem ente, la selección se hace simple m ente a ojo y, rep etidas veces, hem os p o d id o c o m p ro b a r la falta de garantía de la misma, al pesar el vellón p ro d u c id o p or los sementales o m edir la longitud de la fibra, y, en ton ces, aquellos, que a simple vista tenían una estam pa m uy parecida, han d e m o s tra d o lo hetero gén eo del co nju nto, al h ab e r dife rencias n otables en tre ellos. Solamente, c u a n d o un estud io deten id o lo aconseje, s o mos partidarios de! mestizaje, co m o p ro ced im iento de m ejo ra, y, a! efectu ar el mismo, el ganadero h a b rá de ten er m uy en cuen ta las exigencias nutritivas del ganado, q u e co m o m ejorante utilice, y, solo cuand o ¡as circunstancias de su e x plotación aseguren q ue estas exigencias han de llenarse sin dificultades insuperables, pod ría ser este procedim iento útil,
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pues, en n u e stro c o n ta c to diario con el cam po , hem os en co n tra d o , m uchas veces, fracasos q u e acaso n o se hubieran p ro d u c id o con el ganado indígena. Precisamente, en el m o m e n to actual, está em p e z a n d o a t o m a r carta de naturaleza la p ro d u c ció n de g anado Xaracul en n u estra provincia, m ediante cruzam ientos a b so rb en tes del ganado ch u rro , q ue es el más a p ro p ó sito para ello, con m a chos de esa raza. A un qu e to d av ía es p ro n to , para h ablar de resultados, estim am os qu e p u ed e ser de alguna im portancia en la provincia la explotación de él, pues, en los m o m en to s actuales, existe u n a d em an d a ilimitada de esta clase de pieles, a precios m u y rem un eradores.
Ganado Cabrió La cabra es un animal in d is p e n s a b le p a r a el a p r o v e c h a m iento de m u ch o s pastos, a los q u e , en m anera alguna, p u e de llegar o tra clase de ganado. El censo cabrío de n u estra provincia ha su frid o variacio nes extraordinarias, d esd e más de 300.000 cabezas, q ue llegamos a te n e r en algún tiem po , a las poca? más de 250.000, q u e tenem os en la actualidad. Las grandes rotu ra cio n es efectuadas en nu estra provincia, la limpieza de rañas y breñales y, s o b r e t o d o , la enem istad de m uch os agricultores y ganaderos, que la consideran e n e miga declarada del m onte, ha c o n d u c id o las cosas al estado en que h o y se encuentran. N o negamos, q u e este g a n a d o , m al llevado y sin co ntrol ninguno, paciend o en una finca de m o n te , ha d e ocasionar perjuicios al m ismo, pero negamos, r o t u n d a m e n t e , q u e e s to s perjuicios no sean evitables, p o r lo m e n o s e n p a r te . Es v erdad , q u e cabreros, mal inten cion ado s y de pocos conocim iento s, son los q u e con frecuencia dan fuego a mu chas rañas, con un perjuicio ind u d ab le para el m o n te y un p eq u e ñ o beneficio m o m en tán eo para la ganadería q u e c u s t o dian, pero, en co n tra de esto, p o d e m o s a p o rta r el testim onio directo, qu e en la explotación de varias fincas grandes de la provincia hem os p o d id o recoger. En a lg u n a s de ellas, e! ga nad o cabrío no solam ente no dism inuyó sino q u e casi d u p li
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c ó al que, tradicionalm ente, venía sosteniendo y, a pesar de ello, el m onte, que se m oría p o r mal cuido en to d a la finca, no solam ente se ha rehecho, sino que ha c o n q u istad o nuevas zonas de cientos de hectáreas, a las q u e h o y el diente de la cabra hace p o c o daño. F orzada la ca b ra a tener qu e vivir so b re el terren o, sin ninguna atención p o r p arte de los ca breros y, a veces, t e niendo q u e sostenerse en sitios po co s fértiles y reducidos, ap ro vech a e incluso abusa de t o d o lo q ue cae, pues es ani mal extrao rdinariam ente vividor; pero proporciónesele a este g anado alguna ayu da en las épocas difíciles, védese la e n tra da en las zonas de m o n te en form ación, d u ra n te las épocas de bro tac ió n y end urecim iento del tallo, y, entonces, los d a ños de la cabra serán más re du cid os y el rendim ien to de la misma m u ch o m ayor. N o solam ente no som os partidarios de la eliminación de este ganado, sino que, p o r el contrario, estim am os q ue p u e de ten er una representación im p o rta n te en el censo ganadero de n u estra provincia, con beneficios extraordinarios. La gente de cam po, que no en ten d e rá de m uchas m a te máticas, pero q ue sí sabe c o n ta r los ingresos de su casa, la prefieren a cualquier o tro , q ue no sea el c erd o, lo q ue quiere decir que han p ro b a d o , múltiples veces, q ue su rendim iento es m ay o r q u e el de o tro alguno. C om arcas co m o la m urciana y la granadina, con sus c a bras típicas, adm irab lem ente seleccionadas y con p ro d u c c io nes extraordinarias de leche, nos dicen lo qu e cabe esperar de este ganado, qu e en el ap ro vech a m ie n to de parcelas p e queñas, de desperdicios de h u erta s y regadío en general y en to d o s aquellos sitios en q u e p u ed a p roporcionársele una alimentación adecuad a, rendirán excelentes resultados. Las razas generalm ente exp lotadas en esta provincia son mixtas, de carne y leche, pero principalm ente para carne. Son de b u e n tam añ o y conform ación y el rendim iento en lech e no es abu nd ante. U n a gran ca n tid a d del censo cabrío de n u estra provincia inverna en ias dehesas bajas de los partidos judiciales de Al cántara, Garrovillas, M o n tán ch e z y Cáceres, principalmente, tra s h u m a n d o en verano a las Sierras de Hervás, Tornavacas, el Valle, etc., d o n d e, d ado el rendim iento de este ganado, p u e d e hacerse un ap ro vech am ien to más intenso de la leche, p ero que, d a d o el n ú m e r o de cabezas q u e en un red ucido espacio se reúne y la tendencia m orriñosa de este animal y
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los p o co s cuid ado s higiénicos que al mismo se prestan, p u e de ser ob jeto , y ya lo es en la actualidad, de grandes pérdidas. Estim am os, q u e una prim era m ejora d e estos animales p odría caber con una selección adecuada, b u s c a n d o una t e n dencia m ay o r en la p ro d u c ció n de leche, p ues este p ro d u c to, ex trao rdinariam en te revalorizado, así co m o los p r o d u c to s de transform ación, co m o los quesos, tienen un m er cado ilimitado y rep resen ta una gran reserva de alim entos para la población. El suero es, al mismo tiem po , un b u e n süm iento para la población porcina, m uy recom endable, en animales jóvenes. Su piel, de múltiples aplicaciones para cu rtid o s, q u e p o drían hacerse ex trao rdinariam ente selectos, d ad a la m ateria prima de qu e se parte, es ex p o rta d a en casi su to talid a d f u e ra de la provincia, estim ando esto un e rro r fundam ental, pues, co m o decim os antes, su ap rov echam ien to, lo mismo para peletería q ue para cu rtid o s, p od ría dar origen a una industria floreciente. En la p a rte industrial de este tem a, hab larem o s más e x tensam ente de este p u n to , p o n d e ra n d o ligeramente sus posi bilidades.
Ganado vacuno
L as e s p e c ie s q u e , c o r r ie n t e m e n te , se e x p l o ta n en n u e s tr a p r o v in c ia d e e s ta c la se d e g a n a d o s o n d e r a z a ib é r ic a e n s u s d o s c a p a s : r e t i n t a y n e g ra . L a u tiliz a c ió n d e las m is m a s , d e s c o n t a n d o el p e q u e ñ o n ú m e r o d e c a b e z a s , q u e p a r a la le c h e sé e x p l o ta n y q u e p e r te n e c e n p r in c ip a lm e n te a la r a z a h o la n d e s a , es m ix to , d e c a r n e y t r a b a j o . S u e x p l o ta c ió n es e x te n s iv a y , s a lv o la s re s e s q u e al t r a b a j o se d e s tin a n , el r e s to d e lo s a n im a le s d e v id a a p r o v e c h a n lo s p a s to s e s p o n tá n e o s d e n u e s tr a s fin c a s, p r o p o r c io n á n d o le s , ú n ic a m e n te e n la é p o c a d e p a r a d a in v e rn a !, p a ja d e c e r e a le s p a r a s u a lim e n ta c ió n . E l c e n s o h a d e s m in u íd o , e s t a n d o h o y r e p r e s e n ta d o p o r u n a s 8 0 .0 0 0 c a b e z a s y en la d is m in u c ió n d e e s ta c la se d e g a n a d o , a d e m á s d e la s c ir c u n s ta n c ia s c o m u n e s a t o d o s lo s d e m á s , h a t e n id o u n a g r a n p a r t e la r o t u r a c i ó n d e las tie r r a s
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para ei cultivo cereal. Estim am os, q ue la topo g rafía de n u es tra provincia no perm itirá nunca una explotación e x tra o rd i nariam ente floreciente del m ismo, teniendo en tre los ganad e ros fama de ser el ganado m enos rentable, lo q ue tiene su explicación en la pequeña extensión de las cañadas y la e s casez de n uestros pastos, en lo que, en com petencia con las d em ás especies ganaderas, el ganado v acuno tiene siempre las de perder. Su conservación y m ejora d eb e m o s tenderla a la p r o d u c ción d e animales de m ay o r rendim iento en carnes y de acti tu d e s excelentes para el trabajo, pues esta clase de ganado es la más económ ica para el mismo, ya que, a pesar de su len titu d, tiene un valor de desecho, p o r su ap rov echam iento en carne, su p erio r a cualquier o tro y su utilización en el m e dio agrícola re presenta siem pre un adelanto. U n a alimentación algo más intensa, en los perío d o s de invierno, nos perm itirá una p ro d u c ció n en carnes y crías m uy su p erio r a la actual, y esto estim am os, q u e p u e d e conseguir se p o r el ensilaje de forraje, en prim avera, h abien do po d id o c o m p r o b a r en una piara ex traordinariam ente a g o tad a que, en 20 días, con esta alimentación, no solam ente se consiguió su m ejora en carne, sino q u e adem ás se ta p a ro n casi to d as las hem bras, q ue estaban en e d a d de hacerlo. En estas condiciones, el p erío do de saca d e los mismos, para m atade ro , podría hacerse b a sta n te más extenso.
Ganado de cerda
Las razas de este ganado explotadas en la provincia son fu n d a m e n talm e n te la lampiña negra y, m o d ern a m en te, la ra za p o rtu g u e s a co lorada y algunas piaras conseguidas a base de cru zam iento s con el cerdo tamwor inglés. La raza lampiña negra es excelente para el ap ro vecham ien to de nuestras mon tañeras, p o r la rapidez con qu e engorda. Pero la gran ac u m ulación de grasas, a costa de los tejidos m usculosos y de la disminución de magro, hacían de ella una raza depreciada en época norm al, p o r lo que em pez aro n a in trod ucirse el c e rd o tamwor y el colorado, q ue son m u ch o más magros. El censo de este ganado ha dism inuido n o tablem ente, p o r
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la prohibición de utilizar piensos para sus cebos y po r la d is minución de los mismos piensos, d e b id o al au m en to de s u perficie d edicada al trigo. La selección m eticulosa de esta clase de ganado, el aloja m iento racional de los mismos y los cu id ad o s p ro p o r c io n a dos al encinar, con lo q ue se conseguirá un au m en to en la cosecha, cuy o s principales beneficiarios han de ser los c e r dos, estim am os q ue p uedan ser estim ulantes suficientes, para q ue el au m en to en el censo de esta especie sea notable. H ay q u e desterrar, de una vez para siempre, esos a lb er gues (p orq uerizas o corraladas y za h u rd o n e s) de m o nte, en los q u é ninguna limpieza p u ed e hacerse y en los q ue la ele vación de te m p eratu ra, so b re to d o cu a n d o se tra ta de ani males gordos, los ex p one al desarrollo de enferm edades, que les diezm an en una gran cantidad. Esta clase de ganado es el más im p o rta n te en el a b a ste cim iento provincial, pues, en las zonas rurales, es la m atanza base fund a m e n tal de la com ida, ya q ue co m o se dice vul garm ente, del cerdo t o d o se aprovecha.
A vicultura y C unicultura
En el m o m e n to actual, estas dos industrias disponen de una variedad tan grande de tipos para explotación, q ue será raro q u e no exista algún ejem plar de cualquier raza con oci da, pero t o d o ello fo rm a n d o una m ezcolanza y, salvo raras excepciones, sin el m en or atisbo de ex plotación industrial. Em piezan a aparecer las primeras granjas avícolas de la provincia co n razas seleccionadas y creadas m erced al im pulso de entusiastas avicultores, p ero cu y o volum en, en com p aración del co n ju n to de la avicultura provincial, es p e q u e ñ o y su influencia po co marcada. Sin em bargo , en ten d e m o s que, en la econom ía d o m é s ti ca, p u eden ser un capítulo de im portancia en m uchas e x p lo taciones, siem pre que consigam os p ro p a g ar m é to d o s cientí ficos y racionales de explotaciones de las mismas, lo mismo de las aves q ue de los conejos, d esterran d o , de una vez para siempre, los locales, inm u n d o s m uchas veces, en que se los hace vivir, p ro p a g a n d o las norm as higiénicas más convenien
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tes para su explotación y utilizando sistemas de alimenta ción ad e c u a d o y razas a p ro p ó sito s para el fin a q u e se d e s tinan. En el m o m e n to actual, estas explotaciones son m u y lu crativas y, re u n id o s en co o perativas para la c o m p ra de pien sos y para la venta de p r o d u c to s , los ganaderos, q u e a la misma se d e d iq u en , podrían hac er una a p o rta ció n de im p o r tancia incluso para el abastecim iento nacional, consiguiendo al m ismo tiem p o un b u e n beneficio. D e ac u e rd o con estas líneas, en ten d e m o s q ue la m ejora de estas explotaciones po d ría conseguirse p o r m edio de c u r sillos, realizados p o r zonas, a fin de conseguir el m e n o r d es plazam iento de los cursillistas, que, al m ismo tiem p o q ue enseñaran las norm as prácticas de estas clases de e x p lo tac io nes, d e m o straran la conveniencia de su stituir las razas in d e finidas q u e h o y se ex plotan p o r o tras puras, q ue podrían p ro p o rcio n arse p o r cen tro s provinciales establecidos, y fa cilitando, p o r m edio del Servicio Provincial A gropecuario de la Excma. D ip utación , los planos a p re p ó s ito para la instala ción de los gallineros o q u e estos planos sean p ro p o r c io n a d o s p o r el In stitu to Nacional de C olonización, para aquellos individuos q ue quieran acogerse a los beneficios q u e dicho In stituto concede.
A picultura
Puede cifrarse, con b a s tan te aproxim ación, el n ú m ero de colmenas existentes en la provincia en unas 40.000, q ue se distrib uyen de la siguiente manera: C olm enas m o v ilista s............................... id. fijistas ...............................
5.000 35.000
Conviene hacer constar que, en 1944, el n ú m ero total era de unas 90.000, pero años de adversidad climatológica han re d u cid o este n ú m ero a las antedichas 40.000. Se calculan en 200.000 las que posiblem ente podrían es tablecerse, ten iend o en cuenta la capacidad melífera de la provincia.
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Existe, pues, una posibilidad d e au m en to en esta p r o d u c ción, y no creem os necesario hacer núm eros, q u e d e m u e s tren la im p o rtan cia de este au m en to , que, en líneas g en era les, representaría más de 20 millones de pesetas anuales. Para conseguir este a u m en to , de m anera orgánica y siste m atizada, deb e rán tenerse en c u e n ta las siguientes circun s tancias, d e ac uerdo con las ideas de los técnicos más carac terizados: 1.° Form ación d t l m apa melífero provincial, tarea rela tivam en te fácil y de rápida ejecución. En las zonas q u e se d eterm inaran así, se señalarían la situación geográfica de los lugares apícolas y la ca ntid ad de colonias a establecer p o r zonas. 2.° La capacitación técnica de los fu tu ro s apicultores, y a que, solam ente en el apiario, es d o n d e estos pueden f o r marse, no b a s ta n d o libros ni folletos. 3.° La con stitución de un su b g ru p o de apicultura, d e n t r o del Sindicato co rresp ond ien te. Este s u b g ru p o debiera orientarse en sentido co op e rativo , ta n to para la adquisición de colm enas a plazos y dem ás material, financiados com o fuera posible, co m o para la venta en co m ú n de la miel. 4.° C rea r una m arca comercial de miel, q ue consiguiese cotizaciones aceptables, en el ám bito nacional, para n uestros p ro d u c to s . 5.° U rgir de los P oderes Públicos una legislación apíco la, am p arad o ra de los d erech os de los apicultores.
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Ii snu HTRI A H Ca r n e El aprovecham iento de n u e stro s ganados vacuno, lanar, cabrío y de cerda, principalm ente, q ue son los que, p or su volum en, representan la m ayo r parte de n u e s tro censo gana dero, se trad u c en en estos tres ap artado s: carne, leche y cuero. Excluimos la ¡ana, p o r h a b e r sino o b je to de una extensa y magnífica conferencia. P or tan to , será im p o rta n te estudiar la materia prima con qu e c o n tam o s y la m anera de ap rov echa m ie nto actual, para dedu cir las modificaciones q u e e n c o n trem o s más a p ro p ó s i to a in tro d u c ir en los mismos. Las características de n u e stro suelo, de capa agrícola m uy reducida, y que, p o r ta n to , se agosta con facilidad en p o q u í simos días, da a to d a la explotación ganadera unas co nd icio nes m uy dignas de ten er en cuenta, pues esto nos obliga a red ucir b astan te el p eríod o de saca de p r o d u c to s y, como, p o r o tro lado, la explotación extensiva de n u e s tro s ganados no p erm ite anticipar de form a fo rzad a la saca de los mismos, hace q ue el espacio útil disponible sea m uy escaso. Si tenem os en cuenta n u e s tro censo ganadero, cuyos n ú meros hem os reflejado anteriorm ente, nos darem o s cuenta de que, en un espacio de do s meses aproxim adam ente, han de ser consum idas unas 600.000 cabezas en tre lanar y cabrío y, p o r tan to , la velocidad de ex po rtación , ya q ue en ¡a p r o vincia, salvo el con su m o de frescos, ninguna instalación t e nem os para su sacrificio, ha d e ser de unas 10.000 cabezas diarias. Si p o r una circunstancia adversa el perio d o primaveral se
reduce, enton ces, en un m o m e n to d eterm ina do , p u ed e agol parse una ca n tid a d m ayor, es decir, m uch as veces llega .1 p rod ucirse un v erd a d e ro atasco, a pesar d e lo bien organiza d o que, en estos últim os años, están los tra n sp o rte s de esta clase. Pero, aún s u p o n ien d o q u e el p roblem a del tra n s p o rte esté resuelto, el p ro blem a para el ganadero no dism inuye por eso, pues los interm ediarios, en esas épocas difíciles d e saca, p ru d e n te m e n te valoran la necesidad de venta de los gana dos, re d u cien d o el precio de los mismos para cubrirse m uy con exceso el riesgo real q ue p u ed e representarles la espera de estos ganados en los corrales de los m ataderos, g u a rd a n d o el t u rn o para el sacrificio y que, algunos años, ha sido realm ente efectivo y las pérd idas cuantiosas. El éxito de una explotación en estas condiciones radica principalm ente en el sacrificio de los p r o d u c to s , cu a n d o estos han llegado al máxim o de su valor p ro d u c tiv o , es decir, a la m a y o r ca n tid a d de kilos d e carne y en la dism inución d e las pérdidas, q ue han de sufrir estos mismos p r o d u c to s , d esd e q ue salen d e sus pastos h asta el m atad e ro de destino. Estas pérdidas, en el m o m e n to actual, son cuantiosas p o r el e n o rm e distancia a reco rre r y el gran n ú m e ro de días de camino, p u d ie n d o valuarse para las tres especies, lanar, c a b rio y vacuno, en más de 300.000 kilos d e carne anuales, q ue, a los precios actuales, fácilmente p o d e m o s d arn o s c u e n ta del valor q u e representan. La instalación de m atad e ro s industriales con capacidad suficiente para el a p ro v ech a m ie n to de una b u en a p a rte de estas exportacio nes, podría, a nuestro juicio, resolver el p r o blema, ev itan d o estas p érdidas y creando d e n tro de la p r o vincia, em inen tem enre agrícola y ganadera, un tip o d e in d u s trias qu e realm ente le beneficiarían de fo rm a extraordinaria, re p e rc u tien d o de form a m u y ventajosa en el abastecim iento nacional, p erm itiénd ono s, al mismo tiem po , la ind ustrializa ción del c e rd o con la en o rm e gama de p r o d u c to s del m ismo. La única objeción q ue p ud iera hacerse a esta instalación sería el au m en to de valor de los tra n s p o rte s de lo? p r o d u c to s resu ltan tes de la industrialización, p ero estim am os q u e éstos, p o r grandes q u e sean, han de ser inferiores a los actuales, p o r la dism inución d e p eso a tran sp o rta r. La creación de cámaras frigoríficas en estos m a ta d e ro s, c on cap acid ad suficiente para la conservación de las carnes d u ra n te un largo p e río d o , regularizaría el abastecim iento de
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este p r o d u c to a las grandes capitales, dism inuy end o los p e ríodos de escasez de los mismos. Paralelamente a esas instalaciones, creem os q ue d e b e p r o pagarse la industrialización de nuestros cueros, con posibili dades extraordinarias para el florecim iento de industrias, que h o y no tienen representación en la provincia. En un M a tad e ro bien org an izad o y llegando al a p r o v e ch am iento c o m p leto de las reses en él sacrificadas, p o d em o s establecer los siguientes aprovecham ientos: C arnes y m en u d o s, para venta en fresco. C arn es enfriadas, para su conservación d u ra n te b astantes días, que, generalm ente, p ueden ser más de 30; y venta de la canal entera o trocead a. Congelación d e carnes, para utilizarlas en el m o m en to preciso en q ue las circunstancias lo aconsejen. C o m o s u b p ro d u c to s , nos enco n tram o s, prim eram ente, con la sangre, cu y o ap rov echam iento p u e d e hacerse p o r d e secación, utilizando las bajas presiones, con lo q u e se efectúa rapidísim am ente, o bien todavía, centrifugándola en fresco, para separar el plasma, de aplicación en Farmacia, dejando el re sto para o b te n e r harina de sangre, tam bién p o r desecación, c o m o h em os dicho antes. El ap rov ech a m ie nto de p r o d u c to s o p o te rá p ic o s o b te n i dos de las glándulas de los animales, principalm ente del hí g ad o y páncreas. Los intestinos tienen utilización en chacinería, bien dise cados o bien con se rv ado s en fresco p o r m edio de la sal. Los huesos tienen tam bién una utilización im p o rtan te para la ob ten ció n , prim ero, d e grasa, gelatinas y colas, dejan d o un resto sólido de los mismos que, tritu ra d o , p u e d e c o n vertirse en harinas de huesos, de ta n ta aplicación en avicul tu ra y en ganadería en general. C u a n d o el sacrificio sea de animales peq u e ñ o s, pueden ser tam bién de aplicación el cuajar de los mismos, para la o b ten ció n del cuajo de dosificación, m u ch o m ás sencilla y práctica q u e el ap ro vecham iento q u e actualm en te hacen de ellos n u estro s ganaderos. El aprov ech am iento de cuern os y pezuñas tam bién p u ede establecerse para la fabricación de artículos de asta y b o t o n a d u ra en general. Y, p o r últim o, los p r o d u c to s de alcantarilla, con ten id os en los intestinos de los animales, se p u ed e n recoger en ester
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coleros capaces para ello y que tan ta aplicación tienen en agricultura. T o d av ía , del intestino de corderillos p equeño s, de condi ciones excepcionales, pueden obtenerse, a u n q u e este m erc a d o es m u ch o más re d ucid o, cuerdas de violines. D e los desperdicios d e carnes y despo jos, que n o tienen utilización en to d o s los a p a rtad o s anteriores, p u ed e o b t e nerse, p o r desecación de los mismos, un excelente pienso, tra n s fo rm a d o en harina para alimento del c e rd o y de p erro s de ganado. U n a industria de este tip o bien llevada, de form a c o o p e rativa, en tre ganaderos extrem eños, p u e d e pensarse en el beneficio q u e a los mismos representaría y en el beneficio social q u e re po rtaría a la región la utilización de los jornales, q ue esta industrialización traería consigo. Piensen los gana deros ex trem eñ os y hagan nú m ero s y, p o r interés de sus mismos patrim onios y p o r cariño a E x trem a d u ra y a su g e n te, decidan, si vale la pena la inversión de uno s millones de pesetas, ex trao rd in aria m e n te pro d u c tiv o s.
C u e ro s
La industria del cu rtid o , en la antigüedad, d ebió ser m uy floreciente en los p u eblos de C asar de Cáceres, A rro y o de la Luz, N avalm oral de la M ata, etc., según vestigios q u e, aun h o y día, se conservan d e las instalaciones rudim entarias q ue antes se em pleaban, pues en los dichos p u eb lo s se conservan n o q ues caleros y o tro s elem en tos de fabricación, q u e ac re ditan que, d esd e tiem p o s m u y rem otos, se d ed icaba a esta artesanía b u en a p a rte de la población; en C áceres y en el barrio d e la Tenerías d eb iero n existir m uchas tenerías de esta clase, pues la m ayoría de las casas, o c u p a d a s h o y p o r gente hum ilde, conservan b astan tes p o zo s, en los cuales se hacían las operaciones de c u rtid o ; su m ism o n o m b re indica q ue d ebieron estar establecidas b a stan te s tenerías y, p o r el tip o de co n stru c ció n d e algunas de ellas, parece q ue se r e m o n ta n al tiem p o de los rom anos. En la actualidad, existen 10 fábricas de cu rtid o s, situ a das: dos en Cáceres, tres en Miajadas, u na en Torrejo ncillo,
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Plasencia, Valverde del Fresno, Navalm oral de la M ata y Valencia de Alcántara. E x c e p tu an d o las dos de Cáceres, las restantes curten p o r el procedim iento antiguo d e pozos, em pleando co m o taninos los jugos resultantes de las cortezas de encinas, robles, alcornoques, etc. La más generalm ente em pleada es la d e encina de vuelo y raíz. Las de C áceres emplean un sistema m ixto, de co rte z a de estos árboles y e x tra c to s curtien tes nacionales y extranjeros. Esta última fabricación, au nq ue no de re sultados tan hala güeños co m o las primitivas, es m u c h o más rápida y e c o n ó mica, pues m ientras en el sistema antiguo lo norm al de la curtición son de 9 a 12 meses, según el tam añ o y grueso de la piel, (nos referim os exclusivam ente al vacuno), en las de curtición mixta, a base de ex tra c to s y b o m b o s , se redu ce a un mes, co m o máximo, incluidas to d a s las operaciones. La pro du c ció n de cu rtid o s de estas fábricas p u e d e cifrar se en 2.000 kilos para las de sistema antiguo, rep artid o s en 1.000 de suela y 1.000 de b ecerro, v aquetas y silleros engra sados, ap to s para las labores del cam po , aperos d e labranza, co y u n d a s, etc. En las dos de sistema m ixto, o sean, las de Cáceres, (de las q u e una de ellas lleva cerrada más de 3 años) la p r o d u c ción es de 10.000 kilogram os de cu rtid o , de los cuales 8.000 son d e suelas y 2.000 de b ecerro engrasado, vaquetas y c u e ros para guarnicioneros. Esta p ro d u c c ió n se entiende norm al, ya que, en la a c tu a lidad, d e b id o a la intervención q u e pesa so b re esta industria, p u e d e cifrarse en la 5.a parte. D e lo anterior se desp ren de, q u e solam ente los cueros de vacuno y equin o son los utilizados, ya q u e esta clase de cu rtido s es la q u e p re fere n tem en te em plea la industria p r o provincial del calzado, to d a ella de fabricación m anual o semi-manual, siendo la más im p o rta n te la q u e se refiere a calzado de ca m p o , de las cuales existen 67 fábricas en la provincia, existiendo tam b ién algunas dedicadas a la fa b rica ción de calzado a m edida, b o t a militar y la llamada campera. L a p ro d u c c ió n de esta provincia, en lo q u e se refiere a pieles de lanares y cabrios, es de las más im p o rtan tes en la actualidad, d eb ien d o sufrir un ex traord inario in crem ento, de conseguirse la instalación de los m atad e ro s q ue p ro p u g n a mos; sin co n ta r con ellos, se p ro d u c en , en cu a n to a pieles de cabrío, u n a s 6.000 docenas de pieles de cabra, 3.000 d o cenas de cabriolas, 2.000 docenas de cabritos y p astones y
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o tras 1.000 docenas de caloyos; to d a s estas pieles se venden en b r u t o , para distintas provincias y para el extranjero, ya q ue del c u rtid o resultante, dóngolas, metis y piel para g u a n te ría, forrería, tap iza d o , etc., n o existen industrias en la a c tu a lidad para su absorción. En cu a n to a las pieles de lanares, ovejas, cordero s, lecha les, merinillas y caloyos blancos, o cu rre lo m ismo q ue con la piel de cabrío. La piel de oveja se em plea principalm ente en las in d u s trias de deslanaje, cu rtié n d o se para la fabricación de b a d a nas; la de c o rd e ro , q u e su lana es algo más raspada y de b u en a calidad, p a r a peletería, h ab ien d o t o m a d o un gran in c rem en to esta clase de pieles en los últim os tiem pos, e x p o r tán d o se b a s ta n te ca n tid a d para el extranjero; en cu a n to a le chales, merinillas y caloyos blancos, su uso se dedica, en su casi to ta lid a d , para peletería y forrería, o cu rrie n d o lo mismo qu e co n los co rd e ro s a p to s para peletería. La p ro d u c c ió n de estas pieles se cifta en el m o m e n to acrual en u n o s 100.000 kilos de oveja y carneros; 50.000 kilos de co rd ero s; 25.000 kilos de lechales y 10.000 do cen as de merinillas y caloyos blancos. La p ro d u c c ió n de cu eros vacunos se cifra, te n ien d o en c u e n ta el sacrificado en los m atad e ro s públicos y los p ro c e den tes de m u e rte natural p o r diversas causas, en unas 1.000 pieles, c o m o m edia mensual, siendo la p ro p o rc ió n de unas 600 de vacuna m a y o r y 400 de terneras. Las primeras, aptas para suela y sillero, y las terneras, para b ec erro , vaquetas, bos-kaff o tan-kaíl.
T a m b ié n se p ro d u c e n en la provincia distintas clases de pieles, d e las denom inadas d e m ontería, q u e co m p re n d en c o nejos, liebres, jinetas, garduñas, nutrias, g ato m ontés, lobo, zo rro , tejones, etc., que, en su totalid a d , se ex p o rta n fuera, siendo el uso de ellas p ara la confección de abrigos. D e los conejos y liebres se e x p o rta n en su m ayoría a Estado s U n i dos y Alemania, para la fabricación, principalm ente, de fiel tro s para s o m b rero s, de los cuales los fa b ricado s con esta clase de pelo son los más solicitados. La p ro d u c c ió n p u ed e cifrarse en 25.000 docenas de conejos; 1.000 docenas de lie bres; 500 de zorros; 300 de tu ro nes; 100 de garduñas; 100 de gatos m onteses; 80 de tejones. Las posibilidades de esta industria serían extraordinarias, co m o decim os antes, con la instalación de los m ataderos, ya q u e permitiría el nacim iento de to d a una p rod u c ció n in
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dustrial ilimitada, al p o d e r nacer, al calor de la m ateria p r i ma, cuero de gran valía, la industria de la piel, calzado, etc. más ab u n d a n te . En el m o m e n to actual, las industrias instaladas para el cu rtid o po d rían ab s o rb e r la to ta lid a d de los cueros vacunos p ro d u c id o s en la provincia, e, incluso, algunos más de importanción. Paralela con esta industria, deb ería estu d iarse la instala ción, d e n tro de la provincia, d e fábricas para la extracción de ex tractos cu rtientes, lo q u e nos permitiría re d u cir las im portaciones, q u e de estos p r o d u c to s hacem os en la actuali dad, principalm ente de Argentina y Paraguay, del q u e se im p o rta una gran cantidad de e x tra c to de Quebracho, q u e es el q u e tiene m ay o r ca ntid ad de unidades tánicas.
Conejos peleteros
Para d arn o s idea del increm ento de valor, q u e represen ta esta industria, p o d em o s citar el caso de la piel de conejos de variedad Jlex, TJabana, etc., que, en fresco, sólo valen do s o tres pesetas y que, m ediante un c u rtid o realm ente m uy económ ico, p u ed e tran sform arse en 25 o 35 pesetas, q ue es su precio en peletería. Estas variedades de conejos son m uy interesantes y p r o ductivas.
Leche
A ctualm ente, el censo de g anado de leche en la p ro v in cia está co n s titu id o p o r 6.200 vacas, casi to d a s de variedad holandesa y de 182.000 cabras, de las q u e h em os dicho pueblan n u e s tro s cam pos, es decir, de aprovecham ientos m ixtos, d e carne y leche, casi to d a s ellas. La leche de las vacas se utiliza, en su totalid a d , para c o n
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su m o en fresco y, p o r ta n to , su censo más a b u n d a n te se e n c u e n tra rep resen ta d o p o r las q u e se ex plo tan en los alre de d ore s de las grandes poblaciones y, aún así, en casi to d a s ellas el sum inistro de leche, so b re t o d o en determ inadas é p o cas, es b a s ta n te d efectuo so. En cu a n to a la leche de las cabras, c o m o quiera qu e el ap rov echa m ie nto de pastos, q ue a este ganado se destina, está casi siem pre en las zonas más m o ntañ osas, de peores vías de com unicación y disem inadas p o r t o d a la provincia, es m u y difícil o im posible el recogerla, a fin de industriali zarla ju n ta , siendo su destin o, la q u e no se co nsum e en fres co, p o r la p ro xim id ad en tre p ro d u c c ió n y con su m o , d e stin a da a la fabricación de qu eso U n a gran m ejora en esta p ro d u c c ió n sería, conseguir q u e esta fabricación se hiciera según n orm as higiénicas, llegando incluso a p asteurizar la leche antes de su fabricación, a fin de conseguir evitar los b ro te s de fiebre de malta, q ue, de vez en cu and o, existen en la provincia, a lo q ue debería t e n derse, m ediante cursillos especiales, en q ue esto se divulga ra. T éng ase presente, q u e esta p ro d u c c ió n no es u n a minucia precisam ente, pues, según las estadísticas, el volum en to ta l de la misma, d espués d e separar la leche, q ue en fresco al c o n sú m o se destina, as ap roxim adam ente 1.200.000 kilos de queso. Si, en el m o m e n to actual, nad a cabe hablar d e in d u stria lización en este renglón de n u estra p ro d u c ció n pecuaria, si cabe pensar que, en un f u t u r o p róxim o, esto, no solam ente no o currirá sino que, de fo rm a urgente, dem an d a rán las mismas explotaciones su establecim iento, pues, en lo s n u e vos regadíos, n o co m p re n d e m o s la existencia de p ro d u c c ió n intensiva sin c o n ta r con la vaca de leche y, en ellos, estas p ro d u c cio n es q u e soñam os d e un gran volum en, c o n c e n tra das en zonas no m uy grandes y con bu en a s vías de c o m u n i cación, fundam entales para la ex p lo tació n de los mismos, si creem os q u e cabría el establecim iento de industrias lácteas de consideración, para la fabricación de queso, mantequilla, leche en polvo e, incluso, p ro d u c to s d ietéticos a b ase de leche, de los q u e se hace, en la actualidad, un c o n su m o tan intenso en n u estra patria, q ue su m erc ad o está m uy lejos de su saturación. E ntonces, será el m o m e n to de p ensar en el establecim ien t o de estas industrias e, incluso, d e cual o cuales de ellas c c n v e n d rír a d o p t a r preferentem en te.
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RAMON PEÑ A RECIO
H e m o s q u erid o d ar una ojeada al p an oram a actual de n u estra ganadería y su aprov echam iento industrial; e n te n d e m os que, con b u en a v o lu n tad y unidad, es posible mejorarlo y, en ello, n u estro s gan? deros tienen la palabra.
VI I I
LA INDUSTRIALIZACION DE LOS REGADIOS DE LA PROVINCIA DE CACERES POR
Clemente Sánchez Torres In g en ie ro A grónom o
Exciiiíis. e Iltmas. Autoridades, señores, cam aradas: Por una amable invitación de n u estro G o b e rn a d o r Civil, me ha co rre s p o n d id o desarrollar, d u ra n te este ciclo de c o n ferencias organizado p o r el Seminario de E stu d io s E conóm i cos, el tem a de la Industrialización de los regadíos en la p r o vincia de Cáceres. H u b iera sido para mí difícilmente soslayable aquél requirim iento y, p o r ello, he venido aquí esta ta rd e con el ánimo y el p ro p ó s ito de suplir co n la m ejor b u en a v o lu n ta d las deficiencias que, seguram ente, n o habríais e n c o n tra d o en el caso de h a b e r sido o t r o el ex p o s ito r del tema. C onfío en q u e vuestra benevolencia sabrá perdonarlas. Parece n atu ra l que, tra tá n d o se , en definitiva, de e x p o n e r un p u n to de vista personal so b re lo q u e en su día p u d iera ser la industrialización de n u estro s regadíos provinciales, h a gam os un ligero exám en del escenario so b re el q u e han de estar re p resen ta do s, e, incluso, d e sus posibles y principales protago nistas, fo rm á n d o n o s una a m o d o de com posición de lugar q u e, acaso, p u e d a servir para el más cum plid o con o c i m iento de lo q u e son y de lo q u e p u ed e n ser en este o rd e n las posibilidades de la provincia d e Cáceres. D o s g ru po s de elem entos determ inan, con carác te r p re dom inante, la fisonomía agrícola de un país: los q ue integran el clima y los q ue c o m p o n en el suelo. Y de ellos no d eb e prescindirse al d ispo ner la organización de n u e s tro s cultivos, t a n to en secano co m o en regadío. En síntesis, acusan los p ri m eros una precipitación m edia anual q ue no llega a los 500 m ilímetros, irregularm ente distribuidas p o r masas y una o s cilación térm ica anual del o rd e n de los 55 grados, con una insolación q u e llega a sob re pasar la de 14 horas. Los segun dos, los q u e al suelo se refieren, señalan las características
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C L EM EN TE SA NCHEZ TORRES LA IND USTRIALIZACION D E LOS REGADIOS
crobiana, de la q u e decía P asteu r que, sin ella, la vida sería imposible, p o rq u e la o b ra de la m u erte sería incom pleta. Bien co m p re n d e m o s q ue este criterio cerealista ha venido, en parte, fo rzosam ente im puesto , p o r m edidas q u e r e s p o n dían a circunstancias y a necesidades de carác te r excepcio nal; y es de desear que, una vez desaparecida la necesidad de la excepción, se reintegre a su ser, a su función propia, el destino de n u estro s suelos, p o rq u e ni el silúrico ni el cám briano han sido n unca b uen o s a p o s e n ta d o res de cereales, ni la explotación racional d eb e ser reem plazada p o r una e x p o liación de las m enguadas reservas, q u e son un capital a c u mulado; ni en buenas norm as d e b e vivirse del capital, sino de sus rentas, acrecentándolas, si es posible; y desterrem o s, para un fu tu ro p róxim o y tan p ro n to co m o sea h ac ed ero , lo qu e el Ingeniero Sr. G ascón llamó en Castilla cuítivo de rapiña, y, sin. p e rd e r de vista la n o rm a de que, con frases de Bacon, para m an d ar a la naturaleza, hay q u e em pez ar p o r o b e decerla. El problem a, a nuestro juicio, del secano d e Cáceres d eb e tener soluciones q ue equidisten: de un lado, de la sis tem ática aplicación cerealista de sus tierras; de o tro , de aquellos antiguos privilegios ganaderos, q u e encarnaron en los del h o n ra d o C oncejo de la M esta y culm inaron a m e d ia d o s del siglo XVI, de los q u e p u d o decirse, con razón, que •no había Qrande de España cjue estuviese tan bien defendido, por jueces y alguaciles, como lo estaban sus ovejas ». (1)
Esa situación interm edia, d e n tro de una o rdenación equili librada, llevaría a im p oner el arado, en unos casos, y a p r o h i birlo, en o tro s, com o, p o r ejem plo, en ciertas tierras d e ribe ro, en las q u e estam os en trance de conseguir suelos m u erto s so b re la roca viva; q ue limite o condicione cultivos, com o en algunos ya se hace hoy, es la q u e nos po n d ría en cam ino de dar solución adecuad a al p ro b le m a agrícola de nuestra provincia y, p o r consecuencia, al social y al económ ico, conju gand o las restricciones del secano con los avances del regadío. Sería injusto om itir la m ención de algunas obras iniciadas p o r el E s ta d o en este orden, c o m o m u estras de la in q u ietu d p o r estos problem as; pues, apa rte de la p e q u e ñ a repercusión q ue tu vo en n u estra provincia la famosa colonización intineraria de C arlos III, d e la q u e nos q u e d a el vestigio del p o (1)
Sorapán:
'Medicina Española*, c ita d o p o r J. Klein: "La M esta -
b lad o de Villarreal de San Carlos, creado para acom pañ ar el Puen te del C ardenal, tra n s fo rm ó los m ontes de Higueruela y Valles de put o p a s to re o y sin arbo lado , en la colo nia agrícola de C añ am e ro , con sus olivares, vides y frutales; y está llevando a c a b o las m o d ern a s adquisiciones de fincas p o r el In s titu to N acional de Colonización, si bien ha de r e co nocerse q u e la m otivación de estas o b ra s fu é más bien de ord e n social y, p o r tan to , sin conexión de causa con aquella ordenación q u e p ro p u g n a m o s.
LA INDUSTRIALIZACION D E L O S REO A D IO S
Los Regadíos Es pieza fundam ental, en el com plicado m ecanism o de esta ord en ació n, la im plantación e industrialización de regadíos; y, en co n trap osició n con el p an o ram a qu e nos ofrece la organización actual de n u e s tro secano, al conside ra r la perspectiva q u e aquellos nos brin dan , h em o s de re n dirnos, con g u sto , al o ptim ism o. In d ep end ien tem en te de los regadíos, q u e la iniciativa particular ha instalado en n u estra provincia, co n cretam ente, en las Vegas del T iétar, del Alagón y Tajo, la casi totalid a d con agua elevada, están en curso de realización los embalses Jlosarito, Qabriel y Qalán y Borbollón, lo q u e su p o n e una su p e r ficie d o m in ad a de más de 50.000 H as. A las q u e habría de añadir, en su día, las 90.000 Has., q u e estarán en condiciones de ser regadas, cu a n d o p u ed a n llegarnos las del em balse de E ntrepeñas, d e la provincia de G uadalajara. (1) Es preciso, casi urgente, y n o tenem os noticias de q ue se haya em p e z a d o a reco rre r este camino de previsión, ir p re p a rá n d o n o s, para resolver los com plejos p roblem as de co n ju n to , q ue la explotación d e los regadíos trae consigo, ta n t o de o rd e n técnico-agrícola, co m o de o rd e n social y económ ico; p o rq u e , cu a n d o el agua de los em balses llegue
(1)
B orbollón d om inando R osarito » G abriel y G alán »
8.500 Has. 16.000 » 30.000 » 54.500 T
Y en la provincia d e G uadalajara, el de E n t r e p e ñ a s ...................... 90.000
»
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a la tierra, ha de tenerse necesariam ente e s tu d ia d o q u é cul tivos han de aprovecharlas, q u é m ano d e o b ra ap ta ha de conducirla, con q ué capitales ha de ser llevada su e x p lo ta ción, y los m edios y vías de tra n s p o rte , q u e han de movili zar la riqueza p ro d u c id a y las industrias, q ue a su so m b ra pu ed e n im plantarse. D e sd e luego y tr a tá n d o s e de extensiones co m o las qu e n u estro s embalses han de d om inar, a u n q u e sea tan escalona dam en te co m o la con stru c ció n de las o b ra s d e fábrica exigen en su ritm o, no p u e d e ni d e b e pensarse en un a p r o v e c h a m iento to tal con plantas industriales o d e c o n s u m o h u m a n o . En la fase inicial, es casi obligado acudir al logro de cul tivos forrajeros de grandes rendim ientos p o r Has., lo q ue p erm ite una intensificación de la p ro d u c ció n ganadera, c o n veniente y necesaria, so b re t o d o en estas prim eras etapas de la explotación, facilitándose con ello, p o r la tran sfo rm ació n en carne de las cosechas, los tra n s p o rte s y la o bten ció n , en cierta m edida, de los ab o n o s orgánicos ta n to más precisos cu a n to m ay o r es la in tensidad con q u e se cultiva. C laro es que, en esta fase inicial, han d e ten er cabida aquellas plantas industriales cuy os cultivos son co n o cid os en la provincia, en la q u e además, han a d q u irid o carta de n a t u raleza—y so b re las que, en b reve, harem os un p eq u e ñ o c o m entario, p o r creer que, acaso, sean los principales p r o t a g o nistas, co m o antés os decía, d e la industrialización de n u e s tro s re g ad ío s,—en térm in os tales, q u e h o y es im posible referirse a ellas sin citar las características excepcionales, q ue co n c u rre n en las cosechas en Cáceres. C o n estas orientaciones p o d re m o s a b o r d a r con cierta d ese n v o ltu ra el siempre grave p ro b lem a de enfrentarse con la puesta en m archa de esa ingente masa de 50.000 Has. d e regadío, lo que po d ría p ro d u c ir una congestión en el triple aspecto técnico, social y económ ico. A fo rtu n a d a m e n te y co m o vais a ver, co n ta m o s con un caudal de experiencia q u e hem os de p roy ectarla, con la ampliación consiguiente, s o b r e t o d o el haz de to d a s aquellas posibilidades, q ue los re fe ri dos em balses han de p ro p o rcio n arn o s, p o r lo qu e estam os en buenas condiciones para resolver las dificultades qu e n e cesariam ente han de presen tarse.
LA INDUSTRIALIZACION D E LOS REGADIOS
Los Protagonistas T re s plantas industriales el pim iento para el pim entón, el ta b a c o y el a lg o d ó n —citadas p o r o rd e n d e an tig üed a d en la provincia, c o n s titu y en la base fu ndam ental de n uestros actuales regadíos, em plazad os en la Región d e la Vera, en su m a y o r parte, y con representación cada vez m a y o r en las Vegas del T ajo y del Alagón, d ánd ose el caso curioso de que a ninguna de las tres les ofreee el clima de n u estra provincia aquél ó p tim o para su vegetación, c o rre sp o n d ien te a sus z o nas geográficas de origen; y, sin em bargo, las tres dan ca rac terísticas tan especiales en sus cosechas, q u e p o d e m o s ase g u ra r q u e el n o m b re de C áceres se d estaca siempre, re ite ra da y encom iásticam ente re p etid o , en cu a n to s estu d io s de tip o nacional se llevan a ca b o so b re estos tres p r o d u c to s de nuestro s regadíos actuales.
El Tabaco
El ta b a c o , d e origen am ericano, llegó a n uestra Patria a m ed iad o s del siglo XVI, co m o consecuencia del d esc u b ri m ien to d e América, c u y o s indígenas lo utilizaban, aspirando el h u m o q u e su co m b u s tió n p ro ducía, a través d e uno s t u bo s de cu y o n o m b re indio t o m ó la planta el p o r la q u e se le co n o c e en el m un do ; y se inicia su cultivo en n uestra tie rra, en régimen de solitarios tanteo s, hace u n o s 25 años, q u e han ido generalizándose h asta cu b rir en la cam paña 1949-
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1950 u nas 4.000 Has., con una p ro d u c c ió n de más de 5.000.000 de Kgs., a tran sfo rm ar en los C e n tro s de F erm enta ción de Plasencia y N avalm oral de la M ata y con valor s u p e rior a los 55 millones d e pesetas. Ni p u e d o ni d e b o silenciar en esta ocasión, y teng o una especial com placencia profesional en la constancia, la gran la b o r desarrollada en España, con su co rre s p o n d ie n te reflejo en n u e s tra provincia, p o r los técnicos ag ró n o m o s, so b re los q u e pesa y a su vez descansa el Servicio del C ultivo del T a baco, p o r el encauzam iento q ue han sabido d ar y c o n t i n u a m en te im prim en, n o solo a las m odalidades del cultivo, a la o b te n c ió n p o r selección e hibridación d e variedades propias m ejo r a d a p ta d as a las características d e n u estro suelo y de n u e stro clima y resistencia a enferm edades, a los estu d io s en nu estra s cosechas de ta b a c o so b re su co m b u stib ilid ad , ri q u e z a en nicotina, rendim ientos etc., y tan tas o tras d e te rm i naciones q u e com pletan el c u a d ro de las características físi co-quím icas de n u estro s tabacos, sino, tam b ién , a los e s t u dios de m é to d o s de c u r a d o y a los del p roceso de fe rm e n tación, e n tre los q u e m erecen especial m ención, los d e los ingenieros Alcaraz y Beneyto, que, en 1929, se anticiparon co n los suyos a los de o tro s investigadores euro peo s. Estos estud ios enseñan, y con ellos q u e re m o s valorar los d a t o s d e p ro d u c c ió n q u e acabam os d e consignar, para dar calidad a la can tid a d , q u e la ad aptació n de la variedad W híte Buríey a la zon a de la V era es un éxito innegable; q u e los t a bacos de C áceres parecen ir afinándose de año en año: la m en o r dim ensión y peso d e sus hojas así lo manifiestan; el ta n t o p o r ciento d e nicotina sigue siendo p o co elevado y, en cam bio, los ta b a c o s conservan su riqu eza en potasa, p r ó xima al 20 p o r 100, qu e hace qu e sean d e una co m b u s tió n excelente. Y de su co m p aració n con los dem ás ta b a c o s n a cionales, resulta q u e la máxima finura co rre s p o n d e a los del N o rte , siguiendo, sin variación apreciabie, los de esta p r o vincia; q ue los que m ejor arden son los del N o i t e y los de la Z o n a d e Cáceres, q u e son tam b ién los de m enos residuo en cenizas, los más flojos en nicotina y los más ricos en p o tasa. 0 ) . Y, en este orden de cosas, tu v o el n o m b re de n u estra provincia la justa y d eb id a resonancia en el últim o C on greso (1)
Servicios de Publicaciones del C ultivo del T abaco: Características
'Jísico-Químicas de los Tabacos Españoles,
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C L EM EN TE SA NCHEZ TO RRES
de Ingeniería A gronóm ica, en una d e cuyas ponencias p u d o ser d icho q ue los regadíos del T ié ta r y del Alagón, con cli ma más continental, al S ur de la Sierra de G re d o s , p ro d u c e n tabacos claros, cu rad o s al aire, d e la v aried ad TVhitc Burlty para labores y características esenciales d e p ro p o rc ió n a rm ó nica; p o r la finura de hoja, el tam añ o y n ú m ero re d u c id o de sus nerviaciones, el arom a, la baja riqueza en nicotina y la conb ustibilidad, los hacen com parables a los tab ac o s filipi nos e, incluso, su p ro p o rció n en vena y riqueza nicótica es m ejor, aunqu e no los iguale en finura. La p ro d u c ció n d e es tos regadíos de características m uy peculiares (gran superfi cie, agua elevada, régimen de aparcería, explotación p rim o r dial de plantas industriales) alcanza el trein ta p o r ciento de la to tal nacional y representa el p r o d u c to agrícola de m ayor im portancia en esta zona, al lado del pim iento de m o ltu ración. Por o tra parte, uno de los escollos con q ue tropieza la industrialización de este cultivo, es lo c o s to s o q u e resulta la construcción de secaderos de fábrica, o b ra im prescindible y de las más caras de la explotación, si bien de las más r e p r o ductivas, inasequibles al p equ e ño propietario; pero este e s collo, casi deja de serlo, a u n q u e en definitiva no desaparezca de nu estro s regadíos, ya que el pim iento para m o ltu iació n ofrece con los suy os una solución, al m enos, transitoria. (1). Y, desde el p u n to de vista nacional, son de interés estos d ato s relacionados con la im portación de tab ac o s, necesaria para com p letar la p ro d u c ció n española: la cifra de un p r o m edio anual, desde 1945 a 1948, de 54.859.538'50 pesetas o ro y la d t un? m edia mensual ap roxim ada de 485.000 d ó la res y 65.000 libras esterlinas, exime d e t o d a clase de ra z o n a m ientos, para c o m p re n d e r la labor ab so lu tam en te necesaria y patriótica que se realiza con el cultivo del ta b a c o nacional. Y si n uestro clima, n u estro suelo y n u estro s ho m b res, los clásicos medieros de la Vera, p ro d u c e n la tercera p arte del tabaco, q u e en España se cosecha; y si el ta b a c o de C áceres lleva en sí esas virtudes, q ue el lab o ra to rio acusa con la o b jetividad de sus análisis, es fo rzo so reservar a este cultivo un p u e s to d estacad o en el ap rov ech am ien to de las tierras, q u e los nuevos embalses han de fecundar.
LA IND USTRIALIZACION D E LOS REGAD IOS
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El Algodón
Si del tab ac o pasam os al algodonero, cu y o cultivo se inició en España co m o consecuencia de la G u e rra de 1918, y seguim os m archa sem ejante en el co m en ta rio , nos e n c o n tr a mos, q ue ta m p o c o esta planta se halla ce n trad a en n u e s tra Patria d e n tro de la propia área geográfica para su v eg e ta ción, au n q u e , si bien antes, el ahora tan de actualidad p a r a lelo 38 del hemisferio N o rte , rep resen ta b a el límite de la p ro d u c ció n algodonera, ya h o y figuran incluidos co m o algo d o n ero s países y regiones co m o Bulgaria, Ukrania y T u r qu están, h a s ta el paralelo 45, q u e d a n d o España en líneas generales d e n tro d e este nu ev o espacio algodonero m undial. Se ha llegado en n u e s tro país a una p ro d u c ció n de 20 millo nes y m edio de kgs., lo q u e sup one, a precios actuales, un valor de 195 millones d e pesetas. El com p lem en to necesario para el m ercado nacional hace necesaria una im po rtació n del orden de los 50 a 60 millones de p esetas-ot o. La aportación de la provincia de C áceres está re p resen ta d a p o r el cultivo de casi 3.000 Has., q u e p ro d u c e n m uy cerca de los 2 millones de kgs., valorados en 18.150.000 pts. con un ren dim iento en fibra de! 33 al 34 p o r 100 y una lon gitu d d e 27 a 28 mm., cultivándose la v ariedad Security de fibra sem i-corta, co m o la m ejor a d a p ta d a, h asta ahora, por su ciclo a nuestro m edio. (1). Más a estas cifras, índices alentadores de nuestras p o si bilidades de p resente y de porvenir, es necesario añadir q u e la fibra del algodón de Cáceres, p o r su co n ju n to arm ónico de elasticidad, ten ac id ad y finura, está h o y consid erada co m o la m ejor de España.
El Pimiento
En esta exposición d e los cultivos a c o g i d o s e n n u e s tro s ( t)
Terna 8.° S u b g ru p o 2.° «Producción di rama dt ta b a co ) su indus
trialización*.
(1)
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J. Lara Nieto. Algodón Nacional, 1944.
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LA INDUSTRIALIZACION D E LOS REGAD IOS
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regadíos, es de justicia ded icar un especial co m e n ta rio al del pim iento para pim entó n, p o r las circunstancias especialísimas q u e en esta planta co n cu rren y, aún a t ru e q u e d e repetir aquí lo q u e so b re este p r o d u c to hem os dicho en o tras o ca siones, es inexcusable su referencia. (1). C o m o el ta b a c o y tantas o tras plantas de n uestros culti vos actuales, el pim iento, d e origen americano, se in c o rp o ró a la Botánica euro pea, desp u é s del desc u b rim ie n to de América; y fué E x trem a d u ra, cuy o s h o m b re s realizaron gran p arte de la Colonización del N u e v o C on tin en te, la que, casi p o r derech o de co nqu ista, alojó su cultivo en la provincia de Cáceres; las Vegas del T iétar fueron, seguram ente, las q u e cobijaron las primeras plantaciones, q u e h o y son ya capaces de p ro d u c ir más de tres millones de kgs., co n una valoración su p erio r a los 50 millones de pesetas. N uestra provincia de C áceres tiene en este o rd e n un d o b le privilegio: prim ero, p o rq u e el cultivo nacional está prácticam ente circunscrito a la región m urciana y a esta de la Vera; segundo, p o r la exclusiva, de mundial p o d e m o s calificarla, q ue representa el h e c h o d e q u e en n u e s tro s rega díos se ob stengan y se industrialicen las tres clases de pim en tón d en o m in ad o s «dulce», «ocal» y «picante», y no p o rq u e no se hayan realizado inten to s para arrebatársela, con suelos m ejores que los n uestros, intento s ac o m pañad os casi siem pre del fracaso, a causa de q u e es im posible re p ro d u c ir esencialm ente ni las características físico-químicas de e s tas tierras, su exposición, su altitud, ni la distribución de te m p e r a tu ra q ue nos dá el clima, la com posición d e sus aguas, ni ta n to s o tro s factores, q u e para esta z o n a son p rá c ticam en te inalterables d e n tro de la variación norm al de sus /imites. El co lorido natural del fr u to y su p r o d u c to , su c o n te n id o en e x tra c to etéreo, conjugad o con el re sto de su com posición química, son características «sui géneris», que 1e hacen realm ente insustituible, so b re t o d o para la p re p a ra ción y conservación de em b u tid o s , hasta tal p u n to , qu e no es av e n tu ra d o s u p o n e r que la fama de q ue gozan los de E x trem a d u ra se d e b e en gran p a rte al pim entó n, q u e les dá estabilidad y los sazona. Los p im ento nes de n u estra p ro v in cia o sten tan con justificado orgullo la singularidad de p o d e r ofrecer to d a la gama de g ustos q u e p ued an ser exigidos (1) M onografía so b re el cultivo del Pimiento para Pimentón y C onfe rencia d a d a d esd e Radio N acional el 12-6-950 «Condimentos en Extremadura »
a este p o p u la r co n d im en to , d esd e el fu e rte de la pim ienta de C ay ena o el Chile mejicano, h asta el suave del fa m o s o paprika húngaro. La p ro d u c c ió n de pim entón, p rim era m ente a b s o rb id a en aquél en ton ces p o r el m erc ad o local, p o r el regional d esp u é s y p o r el nacional en definitiva, pasa las fro n te ras de n u estra Patria y se brinda incluso a los paises am ericanos, en d o n d e nu estro s h o m b re s en c o n tra ro n I a s prim eras semillas de origen; la noria dá paso al Diessel y al tra n s fo rm a dor; la muía, la récua y el carro a más m o d e rn o s medios de tra n sp o rte ; el clásico secad ero para el fr u to q u e dá al p im en tó n su típico sab or a h u m o , p o r las estufas q ue lo s u p rim en , consiguiéndose con ello un paso decisivo p ara su i n t r o d u c ción en los E stados U nidos; al cultivo de esta planta se le en c uen tran alternativas con o tras industriales y de c o n su m o hu m an o; la aceña y el m olino de los pr im eros tiem pos han sido reem plazados p o r una p o te n te industria pim entonera, co nv irtiend o este rincón de C áceres en un v erd ad ero oasis de E xtrem adu ra. Y, si aún no fuera suficiente lo reseñado, para h acer re saltar el papel que ha d ese m p e ñ ad o este cultivo en n u estra provincia, habría qu e añadir o tro títu lo a su ejecutoria: p o r que, es evidente que, cualquiera q u e sea el reajuste q ue los m ercado s im pongan a los regadíos ca te re ñ o s , te n d re m o s siempre q ue re con ocer q ue fué el p im entón e! que los creo, h aciendo posible su utilización c o m o m ejor aconseje la c o y u n tu ra económ ica de cada m o m ento.
La inicia tiva y la mano del hombre Es v e rd ad q ue esta suprem acía innegable de n uestro s pi m entones, d e n u estro algodón y de n u e s tro s tabaco s, tiene su arranqu e en las características de n u estro s suelos y de n u e s tro clima; pero aún estaría dorm ida, en potencia, e s p e ra n d o la iniciativa y la m ano del h o m b re , si no h u b iera sido p o r el espíritu em p re n d e d o r, inigualado en n u estra provincia, de las gentes de la Vera, quienes, co m o au téntico s adelan tad os, han ido tra n s fo rm a n d o en regadíos, con sus m edios y solo p o r sus m edios, alentados p o r su espíritu organizador y
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a una velocidad de vértigo en algunos casos, q u e cono cem os tierras de m onte bajo y de p astos q u e se han id o en tre g an do, vencidas, a la fecundidad; a los ya citados medieros, m aes tro s c onsum ad os en el riego, del q u e han hecho a la vez una ciencia local y un arte, utilizando el agua del subsu elo, de las gargantas y de los ríos. En este asp e cto , es de justicia reco n o ce r el tr ib u to q u e C áceres d e b e a la Vera. En esta esquem ática exposición de realidades, no d e b e ría faltar la mención de cultivos industriales posibles para los fu tu ro s regadíos; p ero, para n o a b u sa r de v u estra atención, me he de limitar a la cita de la rem olacha azucarera, cuyas industrias parece q u e han iniciado su emigración de Castilla, si bien hay q u e re co nocer q ue su instalación en n u estra p r o vincia tiene el grave inconveniente q u e representaría para sus pasadas cosechas la ausencia o deficiencia de los m edios y vías de tran sp o rte , de cuyos problem as presentes y fu tu ro s nos fué ofrecida una com pleta visión d u ra n te este curso de conferencias p o r el Ingeniero Sr. G ó m e z Clem ente.
Panorama de la futura industrialización A pesar de las condiciones favorables en que, co m o veis nos enco n tram o s, para ir aco m etiend o la em presa to tal de nu estro s fu tu ro s regadíos, q ued a m u ch o camino p o r re c o rrer y m uchas dificultades qu e desb ro zar; p o rq u e el riego para grandes masas y la industrialización de sus cosechas necesitan y exigen una serie com pleja de con cu rso s, c uy o co n ju n to es la antítesis, no ya de la plácida y casi virgiliana explotación del cam po p o r la ganadería, sino del actual sis tem a de n u estro secano y hasta de la m o dalid ad individualis ta de los riegos hasta ah ora im plantados en la Provincia. P o rq u e la gran o b ra con la q ue h em os de enfrentarnos, d eb e re s p o n d e r a u na visión de c o n ju n to pa¡a cada una de las grandes zonas dom inadas, p o r su embalse, p o r sus ca nales y p o r sus acequias. Se ha de plantear el estu d io de las modificaciones posibles y convenientes para el régimen de p ro p ie d a d en la superficie regada, a d a p ta d as a la intensifica ción de cultivos y p o r consecuencia al capital de explotación, al capital circulante y m ano de o b ra necesarios; h a b rá que co ntar, quizás, con d ar e n tra d a a indusrtias ya establecidas, qu e utilicen primeras m aterias de origen agrícola para sus propias pro duccio nes, o acaso, en la con stitución de S o ciedades o C oop erativas, qu e asum an los d o s ciclos de p r o ducción y com ercio. Es precisa la planificación arm ónica de canales, re d de acequias, desagües y caminos rurales para la subsiguiente nivelación y preparación de las tierras e, incluso, pensar en la creación de nuevos p o b la d o s o de núcleos r u r a les que, con o sin fisonom ía municipal propia, am paren a q u e llas instituciones de tipo sanitario, religioso y d o cente, que atiendan y fo m enten estas necesidades del h o m b re, si es
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qu e este im p o rta n te fa cto r de n u estro p rog reso no ha de llevar, p u ra y sim plem ente, el sello de un c o n c e p to m ateria lista. Las cosehas, en fin, han de atraer su propia industriali zación en form a análoga, p o r ejemplo, a co m o en Andalucía y Levante se ven surgir factorías algodoneras encargadas, n o solo de la desm o tac ió n del algodón b r u to , sino tam b ién de la extración del aceite de su semilla y preparación de piensos y llegarán nu evos C e n tro s de Ferm entación para la p r o d u c ción tab aq u e ra, la o b ten ció n de nicotina, la conversión en conservas de los fru to s y de las frutas de sus plantaciones, las industrias derivadas de la leche, conseguida p o r tra n s fo r mación de la p ro d u c ció n forrajera y tantas y tan tas otras, q ue para to d as se ha de disponer de un ca m p o de acción prácticam ente ilimitado. Para daros una idea de la categoría de las cifras q ue hay q ue manejar y aún a costa de m olestaros con la aridez de su referencia, me parece de interés m o straro s el avance d e la ordenación y p re su p u e s to pre visto para la p u esta en regadío de la Z o n a de M ontijo con una superficie de 15.210 Has., equivalente, a estos efectos, a las de 16.000 Has. qu e ha de dom in ar n u e stro embalse de «El Rosarito». (1). Se calcula el establecim iento de superficies d e 5 Has. p ara el cultivo directo y personal, cuya explotación a b s o r b erá el trabajo de una familia; de las que 4 Has. se destinan a plantas de alternativa, m edia Ha. para forrajeras y el resto a h u e rto , semilleros, etc.; así co m o tam bién u n idad es de cultivo m ecanizado, cuyas extensiones oscilan e n tre las 50 y las 100 Has. El p re s u p u e sto total, q u e se preve para la z o n a es éste:
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LA INDUSTRIALIZACION D E LOS REGAD IOS
De com pe- De com pe te n c ia ten cia TOTALES CONCEPTOS
ESTATAL
PRIVADA
_
P esetas
Pesetas
P esetas
O b ra s d o tra n s fo rm a c ió n :
G ran d es o b ras h id ráu lica s; p a r te p ro p o rc io n al de las p re n sas de C ijara, M ontijo y C a n al de Montijo. . . . . . R ed es de acequias, d esag ü es y cam inos r u r a l e s ..................... N ivelación y p rep a ra ció n de las tie rra s p a ra el rieg o , 13.905 H as., a 2.000 peeetas . . . . R epoblación forestal . . . .
37.950.000
37.950.000 76.657.476
53.973 ,978
130.631.454
8.J43.000 6.390.530
19.467 000
27.810.000 6.390.530
V ía s d a com un icación :
C am inos e s t a t a l e s .....................
6.000.000
6.000.000
P o b la d o s y nucíaos ru ra le s
T res nuev o s pueblos A, B y C, a 27.000.000 de p e s e ta s . . . N úcleo ru ra l d e B arb añ o . . . TO TALES. C o s t e m e d io p o r
. .
Ha. ú t i l
.
32.715.000 156.000
. 168.212.606 .
12.097
48.285 ,000 1.409. ,400
81.000.000 1.566.000
123.135.:378 291.347.984
8 .855
20.952
Y co m o índice de las ventajas económicas y sociales de la transform ación, au m en to de pro d u c ció n y o cu pación o b re ra, se consignan los siguientes: PESETAS
(1)
La gran zona di ^Montijo, M ariano D om ínguez, ing. Agr.
P rod u cció n actu al de la zona.............................................. Id em f u t u r a ............................................................................. A um ento de p r o d u c c ió n ...................................................
15.984.015 152.041.050 136.057.035
P orcen taje que r e p r e s e n t a ..............................................
851 °/e
Jo rn a le s agrícolas actualm ente em pleados en la zona Jo rn a le s que se p rec isarán u n a vez tra n sfo rm a d a . . A um ento de jo r n a le s .............................................................
292.919 1.646.100 1.353.181
P o rcen taje que re p re se n ta ...................................................
416 °/o
Cifras q ue hacen pensar, p o r si solas, sin necesidad de ser
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com en tad as. Y aú n h ay q u e tran sp o rta rlas con un au m en to del triplo al sistema d e los tres em balses en vías de ejecución. Y m u y po co más, señores, p o rq u e el te m a es inagotable. H e in te n ta d o presentar ante v o so tro s, con la desc rip ción y el co m entario d e las realidades, que con n u estro s regadíos de h o y , tiene ya logradas la provincia de Cáceres, u na imagen en pro p o rcio n es reducidas en sus posibilidades de industrialización, a esa masa de m ás d e 50.000 Has. q u e los embalses han de d o m in ar en un f u t u r o rnás o m enos inm ed iato, así co m o una im presión de la m agn itud d e la o b r a futura, cuya ingente la b o r y cuyas cifras represen ta ti vas son realm ente ab ru m a d o ras, pero sin fuerza suficiente p ara m o vern os al desánimo; p o rq u e es v e rd a d , co m o os re ferí al principio., p ero no una realidad desco nsolad ora, q u e n o d ispon em os de suelos d t prim er rango com o los de las ricas tierras de Barros ni de las de excepcional potencialid ad d e ias vegas de M o ntijo , M érida y Badajoz. Pero para la t a rea to tal c o n tam o s con algo q ue vale más q u e la riqueza en b r u t o q ue h u b iera p o d id o llegar a nuestras manos: c o n ta r l o s con qu e los p ro d u c to s de n u e s tro s regadíos son d e -ca lidades privilegiadas, c o m p arad o s con los de la p ro d u c ció n nacional, com o ai n u estra tierra, sabiéndose no rica, quisiera s er generosa, p o r agradecida, con los h o m b re s q u e la cuidan , la fecu ndan y le confían p ara su crianza hasta semillas de o tro s continentes; c o n ta m o s con un vivero de m ano de o b ra especializada que, c o m o ya os dije antes, ha elevado la cie n cia del riego casi a la categoría de arte, a la q u e se ha de unir la cantera ya en form ación de las Escuelas d e C a p a c ita ción en marcha; y co n tam o s, en fin, co n una solera tra d ic io nal de h o m b re s que, sin d ar valor alguno a esfuerzos de t o d o ord e n , han ido ensanch an d o inin te rru m p id am en te para la riq ueza p atria el á m b ito de n u e s tro s regadíos, alejando cada vez más de n u estra geografía agrícola aquella simbólica línea oscura cantada p o r Gabriel y Galán, donde empieza el im perio de la fieras y las conquistas del trabajo acaban.
Y nada más, señores. M uchas gracias.
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EL TRABAJADOR ANTE LA INDUSTRIALIZACION DE LA ALTA EXTREMADURA (Calificación económica de España.-Calificación de Extremadura.-Examen concreto del problema) PO R
Fernando Bravo y Bravo A bogado y V icesecretario P ro v in c ia l de O rd en ació n E conóm ica d e la C. N. S. de Cáceres
Excraas. e libias. Autoridades, señores, camaradas: N o nos correspo ndía h o y o cu p a r este sitio y n u estra p re sencia en este m o m e n to no tiene más explicación q u e la de suplir un vacío, llenar u n h ueco. O t r o conferenciante debía o c u p a r esta trib u n a , p ero la e n ferm ed a d q u e le aqueja le im pide realizarlo a la par q u e os priva de su magnífica lección, y c o m o p o r o tra p arte quien p od ría su s tituirle se hallaba lejos de Cáceres, se h a recu rrid o a n o s o tro s ap rem iándo no s para q ue, aún ten ien d o señalada n u es tra actu ación en fecha m u c h o más tardía, t a n to q u e ni si quiera h ab íam os c o m e n z a d o la preparación, ac tuáram os h o y a fin d e n o in te rru m p ir el desarrollo del curso. Y aquí estam os, q u e b r a n d o la elevada tónica q u e h an al ca n zad o las exposiciones hechas p o r los ilustres co n fere n ciantes q u e nos han pre ced id o . Solo p re te n d e m o s salvar c o m o sea, la solución de c o n tin u id a d q u e am enazaba al curso, y esa solución q ue inm erecidam ente ahora en carnam os, es tará desp rov ista del e m p aq u e doctrinal y rigor científico de los qu e han hecho gala los anteriores o ra d o res, d e b id o a tres clases d e para n o s o tro s invencibles dificultades: una objetiva, q u e em ana de la naturaleza y transcendencia del tem a; o tra subjetiva, achacable tan sólo a n u e s tra incapacidad para e x playarlo, y, la últim a, mixta, consecuencia p o r una p a rte de la prisa y de la p e re n to rie d a d del plazo con q u e se nos ha requ erid o para esta intervención, pues esta m isma m añana a n d á b am o s to d av ía a la caza de d atos, y d e o tra parte , p o r q u e sin oir previam ente a los conferenciantes encargados de ex po n e r las posibilidades industriales en la Alta E x t r e m a d u ra, carecem os de base para ex tra er consecuencias en o rd e n a una f u tu r a situación del trab a jad o r.
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FERNA NDO BRAVO Y BRAVO
¿ Q u é va a resultar de t o d o ello? P ro b ab lem e n te u n ch a s co y t o d o lo más u na charla, p ero nunca una conferencia, p ues para lograr ésta, so b re las dificultades exp uestas, nos falta la o ra to ria q u e arrebata, si es expresada con palabra cálida y perío d o s vibrantes q ue llegan al co razó n de los oyentes, o q ue convence si es encam inada con serena razón y bien tra b a d o s arg u m e n to s a las inteligencias de los qu e es cuchan. Ni arre b a to ni convicción aspiram os a p ro d u c ir en v o so tro s. ¡Ya no* conform aríam os con e n tre ten ero s o al m e nos con no aburriros! Pero aún en el p e o r de los supuesto*, y con ste q ue no p ed im o s atenu an tes más o m enos justifica do ra s de n uestra impericia, nos q u e d a rá siempre, siem p rt, una íntima satisfacción: la de h ab e r d a d o un ejem plo p rá c tico de obediencia. Y ello p o r encim a del natural m iedo al fracaso o del lógico te m o r al ridículo, más q u e pro bab les, seguros, p o r ac o m e te r con nu estra insignificancia un tem a tan vasto. ¿Más có m o no ibam os a o b e d e c e r en estas tareas de la paz, si en las de la guerra supim os calibrar en t o d o su valor la v irtu d de la obediencia hec h a disciplina? N o im p o rta q u e n o sepam os ni p o d a m o s , a pesar de q u e rerlo, alcanzar la m eta q u e se nos ha p ro p u e s to , no im p o rta qu e caigamos en la em presa; p o c o ha de significar n u estra particular d e rro ta ante el lauro colectivo q ue es lo q u e en definitiva vale en esto s pro p ó sito s. El curso de las c o n f e re n cias de este Seminario de E stu d io s seguirá desarrollándose con brillantez y se sabrán ligar los éxitos de los q u e nos p r e cedieron, saltando so b re el paréntesis q u e encierre n u estra anodina actuación, con los triu nfos d e los que nos h an de seguir. Pero no se nos diga q u e d ese rtam os, q ue fuim os c o b ard es ante las dificultades de la misión q u e se nos im p u so en aras de la elevación de E xtrem adura; no se nos diga q ue ante la invocación de este n o m b re bien am ado p erm a neci m os fríos y sordos, y, p o r últim o, n o se nos diga q u e no supim os o b ede cer, ahora, en esta b en d ita paz española, en la q u e han co m en z ad o a surgir algunos q ue alardean de un p rs te n d id o espíritu de independencia personal q ue no es sino la capa con la q u e in ten tan cu b rir la cobardía de sus c ó m o das y egoístas inhibiciones. V am os a d ar lo q u e ten em o s y so m o s los prim eros en lam entar q u e lo q ue p o d a m o s d ar sea m uy p o c o o nada, c o m o d eploram os tam bién, y de an tem a no, la decepción q ue sufrirán vuestras esperanzas tras h a b e ros m olestad o en venir aquí; pero al final de n uestra in te r vención, en m edio de vuestra posible repulsa y del d olor
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q ue ella nos traiga aparejado, algo alegrará lo más in s o b o r nable de nuestra alma: el consuelo d e sab er q ue h em o s o b e decido la o rd e n q u e se nos dió, aún a t ru e q u e de n u estro sacrificio, q u e es lo m enos qu e p o d e m o s ofrecer en h o n o r de n u e s tra tierra natal. Y antes d e e n tra r en el tem a perm ítasen os q ue a las a u to rid ad e s y dem ás personas q u e co m p o n e n este selecto a u ditorio, las d esp ojem o s de sus a trib u to s de m an d o o d e sa biduría, para no sentirnos co a rtad o s, y q u e las co n te m p le m os revestidas con los solos títu los de la am istad, pues ú n i cam ente de esta m anera, sintiéndonos ro d e a d o s de amigos, p o d re m o s te n e r arrestos y confianza para llegar hasta el fin.
EL TRABAJADOR A N TE LA IND USTRIALIZACION
CONSIDERACIONES GENERALES Calificación económica de España
C reem os p ertin e n te com en zar d a n d o una esquem ática visión general de la actual situación econó m ica d e n uestra patria, de la q u e a fin de cuentas n u estra región es u n a de sus partes integrantes. Y hem o s de esforzarnos, co m o prim er escalón, en ro m p e r el tó p ico p atrio tiq u e ro d e la cacareada «riqueza natural de España»; nad a d e localizar aquí los C a m po s Elíseos, nada d e hacer de n u e s tro suelo el asiento del Jardín de las H espérides, nada de su p o n ern o s el inagotable «granero de Roma», y nada de ingenuidades pueriles acer ca de especiales privilegios de la Providencia. D e b em o s arrancarnos esa v enda engañosa d e riq u ez a d e recurso s, s o b re t o d o agrícolas, con q ue se nos quiere cegar no sabem os con q ué so sp ech oso s fines; y frente a la blanda y sum isa vi sión de falso o ptim ism o, causa d e n u e s tra m o d o rra , hem os de aprestarnos a d esc u b rir la c ru d a realidad co m o único m o d o de co n o c e r n u estras deficiencias y p o d e r superarlas. Lo cierto es q u e n u estra actual situación económ ica es precaria, co m o consecuencia de estas d o s causas: a) A gricultura po b re . b ) Ind ustria atrasada. A fo rtu n a d a m e n te estam os asistiendo a la realización de p ro y e c to s q ue nos saquen de la situación actual, y las esp e ranzas son altam ente halagüeñas, a ju z g a r p o r los prim eros re su ltad o s q u e se van o b ten ien do; p ero ello en p o c o m engua t o davía la afirmación sentada y q u e no h em os de p e r d e r de vista. Efectivam ente, si examinamos los tres índices tipos para p o n d e r a r la riqueza d e los países (habitantes p o r kilóm etro cu a d ra d o , ren ta p o r h a b itan te y año, y h o ra s -tra b a jo al día
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para sub v en ir a las necesidades de una familia) c o m p r o b a rem os q u e los índices españoles son bajos en com paración con los de algunos o tro s países. Y ello es d e b id o principal m ente a n u e s tra tradicional ec onom ía agriculturista, e n lo qu e se basa M u ñ o z Casillas cu a n d o afirma q ue nos ha ani quilado el «agricolismo» a ultranza. C o n o cid a es la división de los países en d o s grandes g r u pos: industriales y agrícolas; y bien original es la tesis de Latre, calificando a los prim eros de p u eb lo s m asculinos, ac tivos, forjado res d e im perio, y asignándole a los segundos el sexo femenino, c o n s titu y e n d o p u eb lo s pasivos q u e están destin ad o s a convertirse en colonias, más o m enos d eclara das, de los prim eros. E m peñarnos, pues, en seguir arañan do un suelo seco y árido, en u n clima c ru d o y e x tre m ad o , es t a n to co m o q u erer llevarnos a la desesperación. Si a estas condiciones naturales añadim os la escasez de regadíos, la insuficiencia de abo nos, la poquísim a m ecanización de n u e s tro s cultivos, y o tro s d efecto s más de t o d o s conocido s, lle gam os a la conclusión d e q u e el tóp ico d e la riqu ez a de una España agrícola, es un e rro r tre m e n d o , fo m e n ta d o desde fuera co n los engañosos fines de hacer perennes n u estra d e bilidad y n uestra situación de e m b o z a d o coloniaje. Sin re m o n ta rn o s m u y lejos, o b servarem o s q u e en el in form e p re s e n ta d o en 1792 p o r el C o n d e d e C ab arrú s, para una p ob lació n to ta l de u n o s diez millones y m edio (el censo de A randa d e 1787 arrojaba 10.409.879 hab it?n tes, y el censo de 1797 elevaba este n ú m e ro a 10.541.241 habitantes), seña laba la falta de un millón de fanegas de trigo al año, y para enjugarla p ro p o n ía el descuaje inm ediato y cultivo d e 200.000 fanegas d e terre n o , a las q u e calculaba un ren dim iento ¡de cinco p o r uno! Y si repasam os el casillero de nuestras im p o r taciones d u ra n te la prim era m ita d del presen te siglo, nos so rp renderíam os al ver la serie y las cantidad es de p r o d u c to s agro-pecuarios de prim era necesidad q u e c o m p ra m o s al ex tranjero, n o s o tro s , a quienes falaces sirenas nos están c a n ta n d o la inm ensa riq ueza d e n u estro s cam pos. Si com p aram o s n u estra agricultura con la d e o tro s países, llegaremos a idénticas conclusiones. España rinde en relación con el país q u e más, en trigo, el 29 poi 100; en ce n te n o , el 44 p o r 100; y en ce bad a el 40 p o r 100; y ello sin olvidar que, en general, la agricultura es negocio p o b re , pues según las encuestas efectuadas en Dinam arca, país q u e m archa a la ca beza en p u n to a perfección de las explotaciones agrícolas, y
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d o n d e, p o r ejemplo, el cultivo d e trigo p o r hec tá rea rinde el 350 p o r 100 más q ue en n u estra patria, el interés del capital agrícola a duras penas excede del 1 p o r 100. La industrialización, pues, se im p o n e d« m anera inesquivable. Para d arn o s más fácilm ente c u e n ta de ello b asta m i rar el p re s u p u e sto del Estad o Español y ver c ó m o en el le van tam iento de las cargas de la nación, la co ntrib u c ió n t e rritorial p o r rústica y u rbana de t o d o el país, es inferior a los ingresos q u e p ro p o rc io n a el im p u esto so b re los c a rb u rantes líquidos. Y p o r si esto no fuera b as ta n te , para abogar p o r la industrialización, sob ra rá con indicar q u e m ientras en 35 años, d esd e 1900 a 1935, la c o n trib u c ió n rústica es p a ñ o la sup o n e un in crem en to, en su aportación al E stado , del 140 p o r 100, la c o n trib u c ió n industrial lo h a elevado al 490 p o r 100. Y ni siquiera vale el argu m en to de que en determ inadas circunstancias conviene más ser agriculturistas q u e in d u stria listas, pues no h ay sino co m p a ra r naciones c o m o Bélgica y Suiza, con saturación industrial, y países c o m o India y C h i na, p u ra m e n te agrícolas, para q u e la elección no sea d u d osa, máxime si no se olvida q u e las asoladoras h am b re s han a z o t a d o a estos dos grandes países asiáticos m uchas veces, pero no a los do s p e q u e ñ o s e industrializados p u eb lo s europ eos. C o m o d a to rev elad or de la diferencia entre la citada Bélgica y n u e stra España, consideradas co m o naciones industrial y agrícola, re spectivam ente, ofrecem os el censo de a u to m ó v i les en ambas, pues la prim era, p ara 30.000 kilóm etros c u a d ra d o !, dispone d e 358.500 autom óviles, m ientras q u e n ues tra patria con u na extensión de 504.909 k iló m etros c u a d ra dos, solo p o see 152.000 autom óviles. Q u e re m o s, p ues, u n a agricultura pró spera, sí, pero com o base de una in d ustria floreciente, y a ello *e encam inan ahora q u e m a n d o etapas, para c o m p en sa r anteriores ab a n d o n o s, los esfuerzos de n u estro s dirigentes, q u e t o d o s d e b e m o s secun d a r co n entusiasm o.
Calificación de Extremadura C o m o p arte , la más simbólica, de España, n u e stra región
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participa d e las características generales q u e acabam os de a p u n ta r som eram ente, y de m o d o más ac en tu ad o que o tras regiones españolas en d o n d e la agricultura es más a d e la n ta da o en las q u e la indu stria se halla más extendida. P or eso p o d e m o s señalar co m o prem isas indiscutibles de la califica ción d e E x tre m a d u ra las siguientes: atraso agrícola y au sen cia de industria, a u n q u e en u n o y o tro caso existan e x c e p ciones q u e en p o c o modifican los asertos expresados. La consecuencia es clara: p o b re z a y con la p o b re z a co m o base fácilmente se d e d u c e q ue la situación del tra b a ja d o r de la Alta E xtrem a d u ra, es, en general, insegura y mísera, salvo en determ inadas épocas del año y en tal o cual zona, si bien tal p o b re z a es la piedra de t o q u e q u e está p o n ie n d o siem pre a p ru e b a la indo m ab le fibra racial de los extrem eños.
E p o c a R o m a n a .— Pero no fué siempre p o b re E x tre m a dura. D u ra n te el dom inio ro m a n o n u e stra región gozaba ju s ta fama de rica y floreciente; d e n tro de la provincia imperial de Lusitania, su capital, Augusta Emérita (M érida), la «segunda Roma», co m o se la d en om inab a, era ce n tro de una tu p id a re d de calzadas militares, co m p lem en tad a s o unidas p o r vías com unales, cu y os re stos aún p e rd u ra n y prego nan el acierto de sus tra z a d o s , ya q u e las carreteras corren paralelas a di chas vías ro m anas cu a n d o no coinciden en m u ch o s t r a y e c to s. T o d a la región está m aterialm ente plagada de vestigios rom anos: poblaciones, pu en tes, ac u e d u c to s , calzadas, p a n tan os, castros y o tro s más, son señales inequívocas d e la impo rtañ cia q u e tenía nu estra tierra d u ra n te el Im perio de R o ma. Basten algunos d a to s p ara d a r ligera idea del esp lend or extrem eño: la cam piña de M érida, incluida en ella la Sierra de San P edro, ahora un m ato rra l y en ton ces u n vergel, s e r vía de asiento a innum erables quintas de recreo con m agní ficas villas; la guarnición de la Lusitania, en tiem p o s de paz, ascendía a 10.000 équites y 80.000 infantes; la población q ue vivía en la z o n a q u e h o y es E x tre m a d u ra , la calculaba Víu en unos 3.000.000 de almas y, d a to en ex tre m o elocuente, el fam oso p u e n te de Alcántara, co n s tru id o p o r C ay o Julio Lácer, so b re el T ajo, y en la vía com unal d e ¡Norba Cesárea (Cáceres) a Brácara (Braga), no fué « o p u s p ublicum p o pu li
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rom ani», es decir, no fué una o b ra sufragada p o r el p u eb lo ro m an o , p o r el erario público d e Rom a, sino q u e el m aravi lloso p u e n te fué erigido exclusivam ente a expensas de los municipios e s t i p e n d i a r i o s de la co m arca q u e se beneficialja con su con stru cción. C o n estas gruesas pinceladas creem os h a b e r p in ta d o un c u a d ro sintético, p ero altam ente revelador, del grado de p ro sp e rid ad q u e alcanzó n uestra región en la ép oca rom ana.
E d a d M e d ia . —La invasión de los b árb aro s, prim ero, y luego la de los m aho m etan o s, dejaron p o s tra d a a E x tre m a d u ra q ue más ta rd e se convirtió, d u ra n te el largo p eríod o de la R econquista, en «extrem os del D u e ro » en «extrem os d u ro s d e León», es decir, en cam pos de fricción y lucha incesantes, en co n tin u o so b resalto y sufriendo p o r igual las d e p r e d a d o ra s rizas d e cristianos y agarenos. El rebasam iento de la línea fortificada del río T ajo , tras la c o n q u ista definitiva de C áceres p o r Alfonso IX de León, el 23 de Abril de 1229, significó la r u p tu r a de la c o m p u e rta de la resistencia árabe, y tal h ec h o un id o al m uy v e n tu ro s o de la fusión de los reinos de León y Castilla en la c o ro n a de F ernando III, d iero n lugar a q ue las tro p a s re c o n q u ista d o ras se desparram aran co m o alud incontenible p o r to d a la tierra ex trem eña, y aún más allá, re m a ta n d o en 1248 la victoriosa ca m p añ a con la to m a de Sevilla. La situación en q ue q u e d ó E xtrem a d u ra, n o p u d o ser más lamentable: claram ente nos lo p ru e b a n los fueros y c a r tas-pueblas, llenos de privilegios y ventajas, q u e se concedían con la finalidad de atraer po b lad o re s a las d eshabitadas y em po brecid as com arcas extrem eñas. Y p o r si no fu era poco esto, surgieron las banderías en tre los señores, las sangrien tas rivalidades de las O rd e n es Militares, y las disensiones d e n tro del seno de las mismas, qu e convirtieron a E x tre m a d ura, y a España entera, d u ra n te el d esdichad o reinado de E nrique IV, co m o culminación de ta n to s males, en una v er d ad e ra ruina.
L a E p o c a I m p e r ia l H is p á n ic a .—Ingente fué la o b ra qu e desarrollaron los Reyes C atólicos para asentar el princi pio de u n id ad (un id ad geográfica, unidad política, unidad
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religiosa) q u e forjó la primera, en el tiem p o y en el p od erío , de las nacientes nacionalidades europeas: España. La estabilidad lograda, y so b re t o d o la anexión de P o r tugal, abrieron para E x trem a d u ra un p erío d o de intenso t r a bajo y de p ro d u c ció n lucrativa. Fray Gabriel de Talayera describiéndo nos la com arca de Las Villuercas, A zedo de la Berrueza c o n tá n d o n o s con d on o sa plum a los recreos, am e nidades y florestas de La Vera, Arias de Q u in ta n a d u e ñ a s r e firiéndose a los ahora terreno s d e m ero p a s to de los baldíos del T ajo , p lan tad os en aquel ento nces de viñas, olivos y f r u tales, compitiendo Jo hermoso y deleytable con lo fecundo para el sus tento humano, y el Dr. S orapan de Rieros d e m o s tra n d o que Extremadura es la región c¡ue debe ser elegida entre las demás como más útil y conveniente para un vivir sano y largo son o tro s t a n
tos claros e indudables testim onios de la floreciente situa ción alcanzada. El com ercio era activísimo y el río T ajo sirvió de vía flu vial para un incesante tra n s p o r te en b arcos de hasta 40 t o n e ladas de carga, con p u e rto s en Alcántara, A lcónetar y o tro s p untos; en un año se e x p o rta ro n más de 30.000 fanegas de pasas de Ceclavín; el vino de la zon a de am bas riberas del T ajo (Zarza la M ayor, Ceclavín, Garrovillas, Alcántara, Bro zas y A rro y o ) alcanzó fama universal y el e m p e ra d o r C arlos lo estim aba ta n to q u e cu a n d o quería hacer alguna distinción especial, regalaba a su invitado con una co pa de tan selecto néctar. La industria corrió parejas con el fo m e n to agrícola, y adquirieron m erecido re n o m b re la calidad de los pañ o s y jergas que pro ducían los b atan es y telares de nuestras p o b la ciones, y la de los cueros y suelas cu rtid o s en nuestras t e nerías. La ganadería, la llamada en to nces granjeria, era m uy e n com iada p o r sus rendim ientos, si bien p o r aquí com en z ó a dibujarse la decadencia, p ues los excesivos privilegios que se concedieron al H o n ra d o C oncejo de La Mesta, p o r un lado, y la pérd ida de Portugal, p o r o tro , dieron al traste con la p ro s p e rid a d que acabam os de esbozar, y q u e se c o rres pondía en el o rd e n del espíritu con las realizaciones maravi llosas en religión, cultura, guerra y arte, encarnadas en un San Pedro de Alcántara, en u n Arias M o n ta n o o un B rócen se, en un H ernán C o rté s o un Pizarro, en un M orales o un Z u rb a rá n , p o r no citar más no m b res, genios cim eros de n uestra región, de n uestra patria y del orbe. C o n te m p la n d o este magnífico período, en q ue E x tre m a
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¡C óm o co n tra sta esta negra estam pa con aquella, clara y briosa, de Sorapán de Rieros al re tratarn o s de este m odo:
d u ra era España, es co m o un p e n sa d o r actual, S ánchez-M azas, ha p o d id o so sten er que el español universal co no cido en el m u n d o , es el h o m b re ex tre m eñ o . Razón tenía el Inca Garcilaso de la Vega, cu a n d o en sus Comentarios Reales, decía:
Son g en te m uy recia, belicosos y su frid o re s de trab a jo s, am istosos, p ero altivos y aro g an tes, de d o n d e su elen e m p re n d e r cosas qu e exceden el se r n atu ra l.
E x trem a d u ra , m a d re ex tre m ad a que h a p ro d u cid o y criad o hijos ta n heroicos que han g an ad o los dos im p erio s d el Nuevo Mundo. Y p a ra loa y g ran d e za de ta l p a tria b a s ta rá m o stra r con el dedo su s fam osos hijos, y las h eró icas hazañ as d e ellos lo a rá n y en g ra n d ece rá n la m a d re qu e tales h ijos h a dado a l m undo.
Para no cansaros, y p o rq u e nadie m ejor podría hacerlo que el ex tre m eñ o M eléndez Valdés, vam os a leer unos p á rrafos del discurso que p ro nun ció el 27 de Abril de 1791, al inaugurarse la Real Audiencia de E x trem a d u ra, en Cáceres: E x trem a d u ra h a sido h asta aquí, en el im p e rio español, u n a p ro v in cia ta n ilu stre y ric a com o olvidada. Todo está p o r c re a r en ella: sin población, sin ag ric u ltu ra, sin cam inos, in d u stria n i com ercio, todo pide, todo so licita y d e m an d a la m ás sab ia atención. ¡Su po b lació n cuán p eq u e ñ a es! ¡Cuán d esacom odada con la que p u ed e y debe m antener! M ontes y m alezas esp an to sos o cupan te rren o s preciosos y ex ten d id o s que n cs están cla m ando p o r b razos y sem illas, p a ra o ste n ta r con ellos su n a tu r a l feracid ad y alim e n ta r m illares de p o b lad o res. Sus fértile s valles y lla n u ra s e sp eran en acequias las ag u as y el cau d al in ú til de los río s q ue le son de daño, en vez de fecundarlos; su s in m en so s baldíos, re p a rtim ie n to s y labores; su s fam osos gan ad o s, lib e rta d en sus nativos pastos; su s p o b res trajiñ ero s nos clam an p o r cam inos cóm odos; la p rim e ra edad, escu elas y educación; la ju v en tu d , estu d io s y colegios.
S / g / o X V I I I y X I X . — F ué Felipe II, en Badajoz, al dec re ta r la prohibición de ro tu ra r las dehesas de pastos, el que sem b ró la cizaña q ue ta n to mal habría de p ro d u c ir, y la p é r dida de P o rtu g al vino a asestar un durísim o golpe a la eco nom ía regional, pues ésta ha e stad o sufriendo la postración du ra n te tan largo tiem po, áiglos XVIII y XIX, q ue llega hasta n u estro s días. N o p o d e m o s en tre te n e rn o s m u ch o en este tem a, pero sí conviene citar, re sp ecto a los males y abusos p ro d u c id o s p o r los ganaderos tra s h u m a n te s , la relación de los mismos así co m o los rem edios posibles, q ue se m e n c io nan en el ¿Memorial ajustado de 1771; y en o rden a la nefasta influencia de la separación de Portugal y el d año q u e a c a rrearon las luchas fronterizas, hablan bien claro aquellos c o nocidos versos:
Larruga, en su estu d io fe ch ado en 1795, para una p o b la ción to ta l de 416.922 almas, en E x trem a d u ra, nos da la cifra de 87.653 labradores, jornaleros y criados, y la de 12.482 en q ue agrupa a fabricantes, artesanos y menestrales, dedicado s a la p ro d u c ió n de paño basto, cu rtid o s, cordajes, so m b rero s, ja b ó n y cera; cifras q u e relacionadas entre sí, nos m uestran la d esp ro p o rc ió n existente entre la agricultura y la industria. Pues so b re esta triste situación, y apa rte calamidades bélicas de carácter general, la desam ortización, civil y reli giosa (fustigada en la p a rte q ue afectó a E x tre m a d u ta , p o r alguien tan p o c o so sp echo so co m o Pío Baroja, en su novela La dama erranteX surtió efecto s contrarios a los q ue se p re te n dían alcanzar, y de ella surgieron los males q ue preveía la lu n ta de F o m e n to de C áceres, en 1855: disminuirá colonos y aumentará jornaleros, y así sucedió efectivam ente y p o r d e s gracia. Excedería de los térm inos de n u estro trab a jo el insistir so b re estos aspectos de la vida extrem eña, q u e traem os a
L a tie rra está d esp o b lad a, y fu e ra de su clau su ra las m onjas, y E x trem a d u ra co n su m id a y acabada.
E x trem a d u ra se hu n d ió , y en tal p e río d o nace el sentido peyorativ o q ue «lo ex trem eño » significó en España, y que re cu erd an los o p ro b io so s versos q ue dicen así: E sp íritu desu n id o d o m in a a los extrem eños, cada cual en sí m etido y contento en su rin có n huyen de tod a in stru cció n , y au n q u e es m u ch a su viveza vienen a se r p o r p ereza los indios de la nación.
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colación sim plem ente para am b ien tar un p oco el plantea m iento del p rob lem a cuya exposición se nos ha encargado, y p o r eso en lo q u e respecta al siglo XIX, term in am o s dan d o uno s d ato s reveladores del estad o en q ue se en c o n trab a Extrem adura. El C enso General de Estadística, de 1864, arroja en la provincia de Badajoz una población de 403.735 habitantes, de los cuales 62.919 tenían cultura y 340.816 eran analfabetos; y en la provincia de Cáceres, en un to tal de 293.672 almas, había 239.342 analfabetos co ntra 54.330 que sabían leer y escribir. El porcentaje, pues, de analfabetism o existente en n u estra región en aquel entonces, era el de 84,25 p o r 100 en la provincia de Badajoz, y el de 81,50 p o r 100 en la de Cáceres; es decir, q ue en to d a E x trem a d u ra, el 82,87 p o r 100 de sus h ab itantes ignoraban las prim eras letras, o lo q u e es lo mismo, que a m ediados del siglo pasado ¡más de las cu a tro quintas partes de los extrem eños eran incultos! Razón tenía Víu cu and o se dolía de esta m anera, al c o n te m plar t a n t o aban do no:
El carácter español q ue péndula d esde la inacción abúli ca al esfuerzo casi sobre n atu ral, en c u e n tra su más acusado y genuino ex po nente en el h o m b re extre m eñ o , y éste se halla ahora disp u esto a actu a r y tiene tensos sus m úsculos y sus espíritus, y si hem os p o d id o dejarnos ganar por la desidia q ue irrem ediablem ente nos cond ucía a la miseria, tam bién som os capaces de p ro tag o n iz ar las más transcendentales e m presas, y la que tenem os p o r delante es nad a m enos qu e la de co n v e rtir a n u estra región en la más p ro d u c tiv a de E sp a ña y la de elevar a E x tre m a d u ra a la influyente y d irec to ra categoría q u e p o r su incom parable p asado, su afanoso p re sente y su f u tu ro p ro m e te d o r, se m erece, y ha de o b te n e r n o ta rd a n d o m u ch o tiem po. P o r ser n u estra E x trem a d u ra la síntesis física y espiritual de España —la q uinta esencia de los valores hispánicos—, la elevación y la caída extrem eñ a han resum ido más gloriosa m ente y más d o lo ro sam en te q ue cualquiera o tra región, el esp lend or o el infortun io españoles. Sí; E x trem a d u ra es —se gún dice D. E d u a rd o H e rn án d ez P a ch e co —como la esencia de
E x tre m a d u ra lleva en sí u n a desgracia: n i sus n atu ra les, ni los extraños, se d ignan d irig irla u n a m ira d a q u e no sea de desprecio.
la hispanidad, como el resumen de las características hispanas, país sintético de las múltiples particularidades y modalidades cjue se m ani fiestan en la naturaleza del conjunto peninsular, E x trem a d u ra es el
D e cu a n to llevamos dicho será fácil d ed u c ir el estad o de penuria e inacción q ue reinaba en E x tre m a d u ra , y qu e la vida del tra b a ja d o r no podía ser más humilde.
S i g l o X X . La situación en la prim era m ita d de este si glo, sob re t o d o a fines de la misma, ha variado grand em en te gracias a las realizaciones en escuelas, carreteras, enseñanza profesional, fo m e n to agro-pecuario, colonización, increm en to de regadíos y p io g reso social, y son halagadoras las p e rs pectivas ante la próxim a transform ación de grandes zonas de secano en tierras de riego a causa del gigantesco p ro y e c to en m archa de los embalses de Rivera de G ata, Rosarito, G a briel y Galán, Borbollón y Jaranda, y Canal de la Ventosilla, de los que se beneficiarán unas 150.000 hectáreas de nuestra provincia. Está abierta la esperanza de p ar en p ar a un p o r venir de inmensa ventura, del q ue son nuncios felices: las rea lizaciones conseguidas y el m ay o r nivel material y cultural alcanzado ya en relación con los q u e existían a com ienzos del siglo.
fr u to más aquilatado y genuino de la m anera de ser hispáni ca, o, si se quiere, el más caracterizado y e x tre m a d o —yem a de E s p a ñ a - , y p o r eso el más relevante en la f o r tu n a y el más olvidado en la desgracia. Pero t o d o fr u to es a la vez germ en, y E x trem a d u ra es tam bién p u ra simiente d e h isp a n id ad al m o d o qu e la semilla p o rta y resum e t o d o s los d e fectos y virtu des de la planta en q u e ha de transfo rm arse si germina y se desarrolla; de ahí q ue h ay a m o s p o d id o decir q u e si un cataclismo am enazase a España d e tal fo rm a que sólo p u d iera salvarse la p a rte considerada co m o más re p re sentativa, no d ud aría m o s ni un solo instante en favorecer a E x trem a d u ra, p o rq u e sólo ella, q u e co n c en tra en sí to d a s las singularidades físicas de la península y las más expresivas características del genio hispánico, sólo ella, repetim os, sería la región capaz de generar, material y espiritualm ente, o tra nueva España. Y esta cualidad representativa de lo más au tén ticam ente español, q ue o sten ta E x trem a d u ra, explica q ue la leyenda negra forjad a c o n tra España, se h aya localizado y p erm a n e cido más ah incadam ente q u e en ninguna o tra región, en la extrem eña, p o rq u e esta es el co m p en d io de aquélla; y hasta
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tal p u n to caló la leyenda q ue tod av ía sufrimos, incluso p o r p a rte de n uestros co m patrio tas, sus perniciosos efectos, p o r q u e la leyenda negra de E x trem a d u ra es a España lo q u e la leyenda negra española es al m u ndo : una gran injusticia b a sada en una envidiosa malicia o en una gran ignorancia. H o y E x trem a d u ra se en cuentra en un p e río d o de resurAnhelo de superación, afán de m ejoram iento, es?;imiento. uerzo en la investigación y trab a jo en la p rod ucció n; he aquí el vivir actual de E x trem a d u ra, encam inado a conseguir un esp lend or q u e alcanzarem os si o b ram o s unidos y con al teza de miras, pues sólo m erecerem os ser v erdaderam ente grandes si con grandeza sab em os actuar.
La cuestión social
E xpuestas las generalidades h istórico-econ óm icas prece dentes, to c a ahora hacerlo esqu e m á tic am en te de la llamada «cuestión social», q u e com o se sabe no es privativa de n ues tr o tiem po, ya q u e más o m enos acentu ad am e n te , con m a y o r o m eno r gravedad, ha existido siempre, a u n q u e en algu nos períodos h aya perm anecido latente. La «cuestión social», no es o tra cosa, en el fo nd o, q u e la pugna entab la d a entre aquéllos q u e se sienten p o s terg a d o s en una d eterm inada o r ganización de la sociedad, y los q u e se consideran p ro te g i d o s p o r ésta. D e ahí q ue la «cuestión social» esté in form ada p o r dos constantes: el impulso de rebeldía y el afán de superación, el pri m ero, de signo negativo, y tan antiguo q ue no sólo d a ta de n u estro s prim eros padres, al ro m p e r con el m a n d a to divino, sino que se re m o n ta aún más allá, pues no h em os de olvidar qu e la prim era rebelión fué la realizada p o r una fracción de los p ropios ángeles capitaneados p o r Luzbel; y el segundo, de signo positivo, conn atu ral a la misma esencia hum ana, ya q u e sin él los h o m b re s q u ed aríam os re du cidos a la c o n d i ción de bestias, de una vez y para siempre acuciados p o r invariables necesidades y p ro vistos de los m ism os in m u ta bles m edios p ara satisfacerlas, tal co m o o cu rre a los irracio nales. Pero no nos p o d em o s d e te n e r en el examen, p o r d e más sugestivo, d e los dos elem entos a p u n ta d o s , lim itándo
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nos a señalar su existencia co m o c o n s titu tiv o s de la «cues tión social». A hora bien, ésta, para implicar un agobiante p ro b lem a en la so cied ad y para atraer la máxima atención de los gobiernos, ha necesitado la concurrencia de d e te rm in a das circunstancias, q u e p o d e m o s resum ir en tres grandes focos irradiantes, q u e son las tres grandes revoluciones que han agitado a la h u m an id ad desde la época del Renacimiento: la Revolución religiosa, q u e con la Reforma p ro te s ta n te p r o pugnó la suprecía d e la razón frente a la fé; la Revolución económica, q u e con la industrialización signi ficó el triunfo del m aqum ism o sob re el artesan ado gremial; y la Revolución política, q u e p o r m edio del liberalismo c o n virtió a la au to rid a d en m ero guardián al servicio de la li b e rta d . Y así, la razón, la m áqu ina y la libertad , al ro m p e r con Dios, al m ercantilizar el trabajo y al p o s p o n e r la au to rid a d , desarraigaron grandes masas de población q ue flotaron a la deriva co m o fácil presa a co s ta de la q u e se enriquecieron los logreros, surgiendo en la sociedad do s nuevos e stam e n tos, el proletariado y la burguesía, q u e traen al prim er plano de la vida pública, c o m o polos o p u esto s, la miseiia el prim ero y la opulencia la segunda. Y surge la pugna, e s to es, la «cuestión social», co n v e rtid a en p ro b lem a m edu lar de las naciones, p o r su extensión, ya q ue afecta a t o d o s los paises, p o r su constancia pués lleva más de siglo y m edio de d u r a ción, y p o r su intensidad, p o rq u e los estragos q ue p r o d u c e son enorm es. La solu ció n del conflicto se quiere ver en el «progreso», co nsiderado éste co m o adelanto de la técnica, en la q ue se cifra la liberación del proletariado , es decir, q u e se p re te n d e ir a una n ueva gloria aquí, en el m u n d o , para lo cual se f o r ja co n la idea del prog reso m aquinista una falsa p ro m esa quiliástica de un realista paraíso terrenal, co m o m eta s u p re ma del h o m b re . A esto c o n d u c e el m aterialismo histórico: el socialismo. F rente a esta con cepció n materialista, la Iglesia, con su sentido cristiano y espiritualista, da las directrices para en co n tra r la solución ansiada, q ue se contiene principalm ente en las encíclicas «Rerum no varum » , «Domini Redem ptoris» y «Q uad ragéssim o anno», p ro p u g n a n d o la necesidad de r e dim ir a los hum ildes, facilitándoles u na existencia digna de seres hum ano s, pero s e n tan d o co m o definitivamente p e rd i d o el paraíso terrenal al q u e ha venido a su stituir «este va-
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lie de lágrimas», y po nien d o co m o única gloria posible la sob ren atural. D e esta form a, es c o m o se conjugan los fines de las dos potencias generativas del h o m b re de q u e nos hab lab a H u a rte d e San Juan: una, c o m ú n con los b r u to s , y otra, participante con las substancias espirituales, ya q u e el h o m b re es un ser am bivalente, pues si p o r un a p a r t e —c u e r p o —es cuasi bestia, p o r o t r a —alm a— es cuasi ángel, y si la prim era, com o derivada del b a rro con qu e fuim os hechos, se rige p o r la n e c esid ad —vínculo d e co nserv ació n—, la se gunda, com o imagen de Dios, se rige p o r el amor, p o r la c a r i d a d —vínculo de perfección, co m o la denom ina San Pa b l o —. N o es posible olvidar q ue el p o b re , acuciado p o r sus aprem iantes e ineludibles necesidades, co n su m e las horas del día y d e la n o ch e en p ro c u ra r su estricta c o n s e r vación y desatiende p o r ello su perfección, su acer cam iento a Dios, y si a tan d ep lorable e stad o es apli cable la frase del C ardenal M annig, de q u e es inútil predicar el catolicismo a estóm ago s vacíos, hay que concluir en que una medianía de fortu n a , co m o quería el P. Mariana, es m uy conveniente para la paz social, reflejando así el p arecer c o n stan te de la Iglesia al proclam ar q u e sem e jan te situación en to d o s los m iem bros de la sociedad no sólo no impide la virtud, sino c¡ue la favorece en gran ma nera, pues d eb e m o s ten er presente, desde n u estro p u n to
de vista católico, el aserto de Santo T o m á s de A quino c u a n d o afirma q u e no sólo no q u erem o s ser miserables, sino que ni aún siquiera p o d e m o s quererlo. H e aquí, dem asiado c o n cisam ente exp resad o , el sentir d e la Iglesia, p ara la q u e si yerra de m edio a m edio M arx al negar la espiritualidad, no deja de incidir en parejo p ero co n trario e rro r Berkeley, c u a n do niega la materialidad. Proclam em os, pues, del espíritu q ue es p u ro , increado, perfeccionante; digamos d e la m a te ria q u e es im pura, creada, degradante. Pero reco n o zc am o s q u e u n o y otra existen, y así te n d re m o s q ue el bienestar para el c u e rp o en la vida terrenal, y la bienaventuranza para el alma en la vida ultraterrena, son los dos fines, perfec ta m e n te c o m patibles, q ue inspiran la salvadora ideología católica en o r den al enfo q u e de la «cuestión social» q ue viene agitando al m u n d o .
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La técnica P or cu a n to acabam os de decir, estim am o s erró n eo y d e s o r b ita d o el planteam iento fo rm ulado p o r Spengler al en u n ciar su tesis d e esta manera: «El h o m b re y la técnica». N o , no es c o n e c t o el planteam iento del p ro b lem a y, p o r ta n to , la solución tiene que ser inexacta. Al m encionar la técnica, no p o d e m o s tra ta r a ésta co m o algo ajeno e indepen diente del h o m b re; algo así co m o si dijéramos el h o m b re y el sol o el h o m b re y el mar. Y n o p u e d e hacerse esto con la técnica, p o r la sencilla y potísim a razón de que si el sol o el m ar tie nen existencia pro pia y distinta del h o m b re , n o o cu rre lo mismo con la técnica, ya qu e ésta no es, ni más ni m enos, q u e un p ro d u c to , una creación o elaboración del h o m b re , y éste fren te a aquélla no p u e d e ponerse en un plan de igual dad ontológica sino q u e ha de m antenerse siempre co n di ferencia de superioridad, co m o lo hace el p ad re con su hijo. El planteam iento c o rrec to , pues, d eb e ser enunciado de esta form a: el hombre y su té c n ic a -a sí, s u y a —, co n su b o rd in a ción jerárq uica natural de la cosa o b je to de p ro p ie d a d al s u j e t o q u e la señorea. Y de esta m anera echaríam os abajo la falsa concepción de un M olo ch m o d e rn o , o deificación de la m áquina, q u e se s o b re p o n e al h o m b re , q u e m aquiniza a éste y lo transfo rm a en una pieza inerte más de la maravilla t é c nica qu e él mismo ha inventado. H em o s qu erid o e x p o n e r c ru d am en te esta materia p o rq u e se están indicando co m o características de la vida m oderna, la rebelión de las masas— qu e ha fo rm u lad o O rte g a y G a s s e t—, el predominio de la técnica y el influjo de la organización , y co m o precisam ente el te m a d e esta charla versa so b re el tra b a ja d o r y la industrialización, q ue t a n to vale co m o tecnificación, de E x trem a d u ra, conviene dejar bien aclarado n u e s tro parecer sob re la tesis general del h o m b re y su técnica, antes de en trar en el exam en co n c re to del tem a que se nos ha señalado. Las tres características ap u ntadas de la vida m o dern a, tienden a una d ob le finalidad: instituir en el m u n d o u n n u e vo paraíso terrenal, y eludir el trabajo a costa d e técnica. Si de la prim era ya hem os dicho b astan te , de la segunda in te resa manifestar q u e se mira generalm ente un a sola d e sus
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facetas, que es la referente al aspecto de castigo y hasta de maldición q u e ofrece, c o m o p urga de la pena de d e s o b e diencia de n uestros prim eros padres, olvidando así q u e Adán, antes de pecar, fué co lo ca do en el Edén para q u e lo cuidara y trabajara, si bien en tal estad o de gracia el trabajo era al h o m b re algo tan esp o n tán e o co m o el arom a a la flor o el vuelo al ave. Tras el pecado original, el trab a jo se convierte en necesidad para la conservación corporal y en elem ento perfeccio nad or del espíritu. El (\uiá estriba en conseguir p rá c ticam ente la armonía en tre espíritu y materia, tal y com o fué m etafísicamente con c retad a con aquella fórm ula insuperable del aquinatense: el alm a—e sp íritu —es la form a substancial del c u e r p o — materia —; y nos atrevem os a señalar a la O rd e n Benedictina, con su lema Ora et tabora, co m o la más perfecta decan tación de esa arm onía fusíonadora de diferencias, p o r q ue se entregó p o r igual, y de lleno, a la o ra c ió n —trabajo del espíritu —, q ue al trab a jo —oración de la m ateria—. Y fué Vives, en pleno Renacimiento, el q u e consideró al trabajo c o m o acicate d e n u estra limitada naturaleza para en c o n trar la salvación, de la que era requisito imprescindible, pues proclam ó q u e había que trab a jar to d a la vida para no m orir co nd e n ad o . Más esta concepción católica se ha ro to , y los h o m b res quieren m ejorar m aterialm ente pero sin esforzarse, o co m o dice el yanqui Kirkbride: Los hombres desean obtener mayores ganancias, pero quie ren trabajar menos; desean vivir mejor, pero quieren producir menos. En realidad, la mayoría parece creer, al menos subsconcientemente, que es posible conseguir más por menos, o algo a partir de nada. Y para ello los h o m b re s cifran su liberación de lo qu e es tim an castigo del trabajo, en la máquina; y surge el fetichis m o del progreso técnico y t o d o se sup edita a la industriali zación. N o ; la m áquina, teleológicam ente considerada, a te n dien do a su finalidad, no tiene más q ue un valor in stru m e n tal, de servicio al h o m b re, sin q ue jam ás sea éste el q u e se parangone ni m enos se s u p ed ite a aquélla. La m áquina p u e de librar de las penalidades del trabajo al h o m b re , c o n trib u y en d o a su elevación, pues le deja más tiem po disponible para el cultivo del espíritu; p ero no deb e esclavizarnos y m e canizarnos, co n virtién don os en desgraciados especialistas de visión estrecha ni en au tó m a ta s sin albedrío. Ello ap arte de que la excesiva m ecanización origina chas-
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eos altam ente ejem plarizadores q u e se h an d a d o , precisa m ente, en el país en q u e , p o r su más reciente y superficial form ación hum anística, se le rinde más culto, en los Estados U n id o s de N o rteam érica. Tres casos nos hablarán, e n tre ta n tos, elo cu e n tem en te de ello. U n o se refiere al edificio d e la O . N. U., en Lake Success, q u e co m o es sabido carece de ventanas practicables, pues están cerradas p o r u n material plástico especial y transparente; en este edificio la ventila ción y acondicionam iento del aire, se regula a u to m á tic a m e n te m ediante un aparato, y t o d o iba bien h asta q u e un día la instalación q ue ren ovaba y d e p u r a b a el aire, se averió. Y e n to n ces los miles d e em plead os q u e trab a jab an en squel in m enso rascacielo, sintieron vahídos, m areos, y h asta c o m e n zaron a sangrar p o r narices, ojos, orejas y bocas. O t r o caso o cu rrió en una granja dedicada a la e x p lo ta ción d e vacas lecheras, provista de t o d o s los adelantos de la más d e p u ra d a técnica, siendo una de las cosas q u e causaban más adm iración el ver c ó m o cientos de vacas, de una vez, en breve tiem po y con la máxima asepsia, descargaban sus ubres m ediante un artilugio eléctrico qu e efectu ab a el o r d e ño mecánico. Pero en una ocasión el dispositivo falló, se e s tro p e ó . La reparación había d e d u r a r u n o s días, mas las v a cas n o p o dían resistir la cargazón de leche, y al no ser ali viadas de ésta surgió la fiebre. El peligro se tu v o q u e c o n ju rar recurrien do al o rd e ñ o a m ano. Y el últim o caso, q ue vam os a citar, se dió, y se da, al atard ece r del sáb a d o , del llam ado «fin d e semana». Son ta n t o s y ta n to s los autom óviles q ue se agolpan en las carreteras que, ya cerca de la ciudad, el reco rre r cinco kilóm etros en coche sup o n e em plear m uchísimo más tiem p o q u e transitar p o r igual tra y e c to a pie y sin prisa. Alerta, pues. Bien sabem os q u e tales peligros están m uy lejos d e n o so tro s tod aví?, ya q u e en F x trem ad u ra apenas si estam os en los prim eros b alb u c e o s en relación con el país qu e acabam os de mencionar; pero no está d em ás el escar m en tar en cab eza ajena y en prevenirnos c o n tra el peligro q u e encierra u na m ecanización a ultranza. R esum iendo, pues, decim os, qu e la adscripción del h o m b re a la técnica y a la econom ía, es una fórm ula pagana que merece n uestra reprobación; y q ue la m áquina y la econom ía, al servicio del h o m b re , es la fórm ula cristiana q u e se lleva n u e s tro elogio, p o rq u e p u e d e n facilitar una base firme para la m ejo r práctica de la v irtu d.
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EXAMEN CONCRETO DEL PROBLEMA El trabajador extremeño en la actualidad y ante la industrialización posible C o n tiem po suficiente p o r delante, esta p arte de la charla h ubiera d eb id o co n star de tres epígrafes bien diferenciados: £1 trabajador extremeño en la actualidad, £1 trabajador extremeño ante la posible industrialización y fin a lid a d social de la industriali zación. Así lo teníam os previsto, p ero las razones exp uestas
al principio nos han im p edid o desarrollar el prog ram a que nos habíam os tra z a d o , y p o r t a n to vam os a darlos, o mejor a apuntarlos, sin separación alguna en tre sí. C o m en ce m o s te n d ien d o la vista so b re la población altoex trem eña, y según el censo de 1940, nu estra provincia, con una densidad de 25'5 hab itan tes por kilóm etro c u a d ra d o , c u e n ta con 562.514 m oradores, d e los q u e 267.000 son anal fab etos, y 295.000 saben leer y escribir; lo q u e significa el 47'34 p o r 100 y el 52'66 p o r 100, respectivam ente, del total. En el porcen taje de analfabetism o citad o figuran co n casi la m itad de sus c o m p o n en te s, niños q u e no han llegado a la e d a d escolar tod av ía y ancianos m ayores de sesenta años; y si ten em o s en cu en ta la labor realizada en el últim o decénio, especialm ente p o r el desarrollo de la cam paña co n tra el analfabetism o, así co m o la desaparición de gran n ú m e ro de dichos ancianos sin cultura, no es a v e n tu rad o cifrar en una q uinta p arte la p ro p o rció n de analfabetism o existente en la actualidad, incluyéndose en la misma los niños sin a p titu d escolar, lo que implica un considerabilísimo avance si c o m p a ram os estos d ato s con las cifras o b ten id as hace un siglo. N o o b s ta n te el progreso del q u e son indicadores los d e
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talles estadísticos señalados, la situación actual del tra b a ja d o r ex tre m eñ o , la consideram os tod av ía inform ada p o r c u a tro elem entos negativos: nivel de vida más bien bajo, salarios co rto s, escasa cu ltu ra y p a ro endém ico. Y t o d o ello co m o consecuencia fo rzo sa del agricolismo p re d o m in a n te , pues frente a 140.232 h ab ita n te s ded ica d o s a la agricultura y la ganadería, sólo hay 25.000 artesanos, c o m erciantes e industriales, de los q ue 5.000 pertenecen al c o mercio; 2.500 a los trab a jo s de c u e ro s y c u rtid o s , especial m ente zapateros; 1.900 a la m adera, ca rpin tero s principal m ente; 2.000 a los de la metalurgia, so b re t o d o herreros; 4.100 a la construcción , y 8.800 a trabajos varios. Es decir, q ue estos 25.000 h a b itan tes no agrícolas están distribuidos e n tre el p e q u e ñ o co m ercio , la peq u e ñ a industria y el a r t e san a d o . A esta significativa d es p ro p o rc ió n llegamos tam b ién si ex am inam os los beneficiarios del subsidio familiar en la p r o vincia d u ra n te el últim o año, pues para 27.015 subsidiados con un to ta l de 20.250.000 pesetas en la agricultura, figuran en la ram a industrial 3.203 beneficiarios con 2.500.000 pesetas. Igual conclusión o b te n e m o s tam bién si param os m ientes en las con trib u c io n e s, p ues la rústica se eleva a 46.000.000 de pesetas m ientras la industrial sólo alcanza 5.500.000 ptas. Es decir, q ue n u estra provincia está d o m inad a p o r el signo agrícola, con carencia casi to ta l de industria, y así lo registraba n u e stro b u e n amigo, ya desaparecido, d o n T o m á s M artín Gil —sagaz y tra n s id o d e am o r a E x tre m a d u ra — cu a n d o decía: Todos sabemos, y holgaría repetirlo ac/uí, cjue los esfuerzos industriales de nuestra gente suelen ser tan efímeros como débiles, y aún se atrevía a añadir, co m o justificándolo, esta co nform ista exclamación: ¡Quién sabe si afortunadamente! Esta a c titu d recelosa hacia las in n ovacio nes del progreso mecánico, en o rd e n al perfeccionam iento del espíritu, es m uy española, y tiene un e x p o n e n te acusadí simo en la u nam uniana frase: /Qué inventen ellos! Salvando el tie m p o y las circunstancias, parece q u e m an ten e m o s en la época actual la co ncepción hum anista clásica y co n fo rm e a é cta valoram os los trab a jo s m ecánicos e industriales en rela ción con el cultivo del espíritu, con el m ismo desdén q u e el tra b a jo material p ro p io de esclavos era con sid erad o p o r los filósofos atenienses. Y lo cierto es q u e no son térm inos c o n tradic to rio s, ni antitéticos, sino p erfec ta m e n te com patibles. P o r ello en ten d e m o s q u e p u e d e ser u n gran bien para E x tre
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m a d u ra la industrialización, si se constriñe ésta a su función instrum ental, sin erigirse en m eta final de las aspiraciones hum anas, q ue han de estar más altas. Y no d eb e m o s ser pesimistas de m anera q u e n o s deje m os ganar p o r la desgana a la vista del c u a d ro q u e acaba m os de diseñar, ni p o r la situación general del país, y a en franca vía de convalecencia y recuperación. Es cierto q u e c o n tin u am en te se oye hablar de tasas, intervenciones, ca re s tía de la vida y crisis económica; pero esa queja es co nstan te y familiar a cualquiera q u e maneje algo la Historia. La escu cham os, para no salir de nuestra patria, a los españoles del reinado de Alfonso X «El Sabio», a los de la épo ca de Isabel y F ernando q ue extendiero n y re fo rzaro n el sistema de tasas para frenar el encarecim iento, y han venido re p itien do p a r e jas lam entaciones los españoles de los siglos posteriores. Es v e rd a d q u e h em os leído frases co m o estas: La situación econó mica es insostenible Las contribuciones, más onerosas cada día. La carestía de la vida moderna va siendo insoportable en todas las nacio nes, o bien: ¡ y cfué estado de campiñas es el nuestro! ¡'Vivimos en perpetua crisis! Se habla a tedas horas de las miserias del labrador..., o co m o esta o tra más du ra y más descarnada: £n las calles se ha muerto de hambre. La carestía cada vez más tremenda de los artículos de primera necesidad está haciendo imposible la vida del pro letariado y de la clase media.
Pero no to m em o s estas citas co m o com p end io y expresión de la vida presente, ya q ue la prim era frase fué escrita p o r D. Vicente Barrantes hace un siglo aproxim adam ente; la se gu nda pertenece a un períod o del discurso del Sr. Serrano Fatigati p ro n u n c ia d o el año 1890, y la tercera, está copiada de un artículo p u blicad o p o r el Sr. Sánchez Asensio a c o m ienzos del siglo actual; es decir, q u e se refieren a un os m o m en to s ya p asados y q ue ahora se añoran p o r m u ch o s que, tan ligera c o m o ignorantem ente, los califican de tiem pos fá ciles, tiem pos d e abundancia y bienestar. N o; desgraciada m en te la vida siem pre ha sido, es y seguirá siendo, d u ra y difícil, p o rq u e el h o m b re es un ser de apetencias inagotables y a m edida q ue satisface una necesidad, ve có m o le surgen otras, y aún hay algo más im p o rta n te y es q u e cada día el h o m b re va consid eran d o c o m o de primera necesidad, artículos, o b je to s y hasta esparcim ientos y diversiones, q u e hace m uy p o co s años ni conocía ni apenas p o día concebir. Esta insaciabilidad del h o m b re , este co n tin u o m ultipli carse las necesidades a m edida q u e se van satisfaciendo—
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cual viajero que al pisar la c u m b re q u e en el ho rizo n te limi taba su visión, co n tem pla có m o desde allí se le ofrecen in sospechadas perspectivas con o tro s nu evo s e incitadores h o r iz o n te s —provoca en el ánimo el m alestar y origina la sensación de escasez de m ed 'o s para hacer fren te a los d e seos q u e incesantem ente nos están naciendo; pero es, a la par, el acicate q ue m ueve los resortes de la inteligencia y de la v o lu n ta d hacia una perfección cada vez m ayor. Esta perfección, en el orden material, hem o» dicho q u e se tra d u c e en bienestar, y éste, relacionado con el trab a jad o r, se s u p ed ita a la elevación de su nivel de vida en función de los altos salarios. Pero ésto s sólo los alcanzan los o b re ro s ca p a citados; el o b re ro no cualificado—el jorn alero, el p e ó n —q ue es lo general en E x trem a d u ra, gana p o co, unas quince pese tas diarias. D e ahí q u e el prim er p roblem a sea de d o b le c o n tenido: capacitación cultural y capacitación profesional. N o tenem os n o so tro s conocim iento s ni au to rid a d en la m ateria para perm itirnos opinar p o r c u e n ta propia, pero no qu erem o s dejar de a p u n ta r lo q u e sucedió en D inam arca a raíz de la separación de Escandinavia, tras la que el p eque ño reino danés se vió a b o c a d o a la ruina. Entonces surgió G ru nd tvig, un h o m b re q u e vió claro el cam ino de la salva ción: capacitar a los ciudadanos; y creó las Skolen fo r livet, las maravillosas escuelas para la vida, en las q u e d eliberadam ente se huía de t o d o practicism o y especialización, pero en las que se im buía a cada danés una cultura, una preparación, qu e le d o ta b a para ten er una visión amplia y clara del d e s ti no p ro p io d e n tro del general de su patria. Y la generación ed u c a d a p o r G ru n d tv ig salvó a D inam arca, pues sus c o m po n en tes supieron elevar to d a s las profesiones del reino casi al ápice de la perfección. Era natural, estab an bien capacita dos y el re sultado tenía q ue ser la p ro s p e rid a d del país y el bien estar de sus habitantes. P o r o tra parte, y tr a ta n d o del país qu e h o y ejerce la h e gem onía m undial, los Estados U nidos d e N o rteam érica, el pro fesor francés R aym ond Brugere, tras la visita h echa a di chos Estado s, ha extraíd o la consecuencia de q ue la ense ñanza yanq ui está ahora encam inándose direc tam en te a o b ten er una capacitación social. En el m ismo sen tid o a b u n d a el pro fesor n o rteam ericano Perry Miller, de la U niversidad de H a rw ard , cu a n d o sostiene q u e la cultura no es algo aparte de la vida, sino c¡ue se integra en ella.
En resumen: q ue la ‘escuela para la vida» danesa y la
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«capacitación social» yanqui, vienen a ser dos m odalidades d e u n mismo im pulso. Por tan to , estim am os n o s o tro s q ue es imprescindible realizar algo semejante, llevar a ca b o una la b o r prepara to ria en n u estro s tra b a jad o res para capacitarlos, si q u erem o s hacerlos protagon istas de la industrialización qu e se avecina y dignos de los beneficios q ue d e ella se pien san o btener; pero esa preparació n no se ha de limitar, sim plem ente, a inculcarles conocim ien tos técnicos, pues c o r re ríam os el peligro de forjar h o m b re s m eram ente especialistas, seres q u e se considerarían co m o piezas de m aquinaria; al tra b a ja d o r hay q u e p rop orcio narle la deb id a a p titu d para q ue realice su oficio con la m ay o r perfección posible, pero hay q ue darle a la vez una visión com pleta de la tra n s c e n dencia de su trabajo, una capacitación social q u e le haga sentir su responsabilidad d e n tro del destino p atrio y le faci lite el camino de la dirección política. La piovincia c u e n ta con una Escuela de T ra b a jo en la capital y o tra en Hervás, dos Escuelas de Form ación P ro fe sional de las q u e una está a p u n to d e inaugurarse en Cáceres y la o tra pendiente de adjudicación de la su basta para su erección en Plasencia; un Instituto Laboral recientem ente in au gu rad o en Trujillo, y se piensa im plantar o t r o en Coria; Escuelas primarias de enseñanza agrícola; los po n tep ío s laborales planean una amplia e intensa la b o r cultural; en Vega de Mesillas funciona una Escuela Sindical de P repa ración de Regantes y o tra se está u ltim an do de c o n stru ir en las vegas caurienses. P or cierto q ue el sistema seguido en Vega de Mesillas, en un ensayo fru c tu o s a m e n te feliz, y que p o r ello se piensa e x ten d e r a o tras p artes de España, es c o m pleto: capacitación cultural y profesional, es decir, h o m b res d isp uestos para hacer frente a las contingencias de la vida. Esta es la misión: q u ita r las cataratas, d esco rrer el velo que obn ubila las m entes de nuestros trab ajado res, p o r lo dem ás h on ra d o s, sobrios, esfo rzad os e incansables, p o r intenso y d u r o q u e sea el trab a jo q u e de ellos se solicite. C o n esta ex celente materia prim a, se p u ed en y se d eb e n alcanzar resul ta d o s sorp ren den tes. F orm ación profesional, sí; p ero a s e n ta d a en una base general de cu ltu ra. ¡C óm o re c o rd a m o s el co n tin u o clam or de Castell ab o g a n d o p o r la industrializa ción de n u estra tierra y p o r la elevación cultural de n u estro s trabajadores! A parte del p ro b lem a d e la form ación, existe o t r o grave, el del paro fo rzo so , de inaplazable solución. N o p o d e m o s
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d e ten e rn o s a estu diar cada uno de los factores dem ográfi cos, económ icos y sociales q u e lo p ro d u c en , pero h em o s de señalar co m o u n o de los q u e influyen en el m antenim iento del paro, la falta de p reparación del operario, ya q ue el d es em pleo pesa principalm ente so b re el simple jo rnalero o peón, p u es el o b re ro cualificado rara vez está sin trabajo. O t r o s facto res a considerar, p o r señalar algunos de los más im p o rta n te s en n u estra provincia, son en tre los sociales, el de la distribución de la p ro p ie d a d rústica, y entre los e c o nóm icos, el del sistema de explotación. La extensión de la provincia es de 1.996.083 hectáreas, y la p arte ya ca ta strada arroja 1.741.549 h ectáreas para 88.320 propietarios. Ello nos p erm ite d ed u c ir q u e en la provincia de Cáceres, idealm ente, se cabe a 19'7t h ectáreas p o r p ro p ie tario. Sólo dos provincias españolas rebasan esta cuota: Sevi lla y C ádiz, con 25'53 hectáreas y 28'49 hectáreas, respecti vamente; y tres provincias, Badajoz, C iu d a d Real y Huelva, esta últim a con 18'83 hectáreas p o r propietario, se p u eden considerar igualadas ap roxim adam en te a la nuestra. En to d a s las restantes el n ú m ero ideal de hectáreas p o r prop ietario es ba sta n te más p eq u e ñ o , lo qu e indica una m ejor distribución real de la p ro p ie d a d en el cam po. Pero los d ato s ex pu esto s p oco nos dirían si no los conjugáram os con este otro: las fincas d e más de 100 hectáreas supo nen el 65 p o r 100 de la extensión provincial. Es decir, q u e casi las dos terceras p a r tes de la superficie alto -e x trem eñ a c o rresp o n d en a la gran p ro p ie d a d (no em pleam os la palabra latifundio, q ue re serv a m os sólo para la gran p ro p ie d a d inculta o deficientemente cultivada), q u e d a n d o el re sto a distribuir de este m o d o : una sexta p a rte para la p ro p ie d a d m ediana, y o tra sexta p arte para la peq u e ñ a p ro piedad. D e aquí, y del sistema de cultivo en rotació n de cu a tro hojas (dos de pusido, u na d e b a rb e c h o y o tra de em pan am iento), nace im periosa la figura tristem en te célebre del yuntero, lab ra d o r q u e m antiene su familia cultivando tierras ajenas, con y u n tas y aperos p ropios en régimen de a r re n d a m i e n t o - b i e n en dinero, renta; bien en especie, t e rr a z g o —o en régimen de aparcería. A este y u n te ro lo consideram os prácticam en te co m o un o b re ro más ya q u e su vida, situa ción económ ica y vicisitudes, p o c o difieren en general de la del jornalero, si bien reco n o ce m o s q u e éste o cu p a un plano algo más b ajo q u e el d e aquél. D e d ú zca se la situación del y u n te ro alto-extrem eñ o, de los siguientes d ato s estadísticos
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corresp o n d ien tes al año 1940: En Cáceres, para 230.305 h ec táreas cultivadas de cereales, la cosecha fué de 660.000 q uin tales m étricos (260.000 quintales m étricos de trigo, 200.000 de cebada, 28.000 de centeno, 170.000 de avena, y 2.000 de maíz), con un rendim iento p o r h ectárea de 2'86 quintales m étricos, m ientras q u e en Zaragoza, para casi igual e x te n sión de cultivo cerealista, 234.057 hetáreas, la cosecha ascen dió a 2.121.000 quintales m étricos (1.252.000 de trigo, de ce b ad a 496.000, 38.000 de centeno, 147.000 de avena y de maíz 188.000) lo q u e s u p on e un rend im iento de 9'06 q u i n t a les m étricos p o r hectárea, casi c u a tro veces m ay o r q u e el de nu estra provincia. Por o tra parte, el m o n ocu ltivo pro v o c a el paro estacional de invierno en n u esta provincia, q u e viene a engrosar el paro permanente en dém ico en nuestras com arcas con la sola salve d a d de La Vera a consecuencia de sus regadíos. Los siguien tes d a to s nos darán m ejor idea de la m agnitud del problem a: Paro forzoso.-M edia anual en Cáceres Años
P aro reg istra d o
P a ro no reg istra d o
T otal
1945 1946 1947 1948 1949 1950
6.145 5.561 5.500 4.435 4.788 5.634
4.000 3.700 3.700 2.300 3.200 3.700
10.145 9.261 9.200 6.735 7.988 9.334
Lo que nos m u estra que en los seis años citados p o d e m os cifrar la m edia de o b re ro s en paro en la ca n tid a d de 8.775. D e los totales de p aro m edio en cada año, el 84 p o r 100 co rresp o n d e al cam p o y el 16 p o r 100 resta nte a la in du stria y de m o d o especial al ram o de la construcción. H e m o s de d estacar resueltam ente la gran lab o r q u e las O fi cinas de C olocación, com o se desp ren d e elocu e n tem en te de qu e el n ú m ero de colocaciones al año oscile e n tre 25.000 y 35.000, lo qu e su p o n e unos logros m u y satisfactorios. C o m o curiosidad inform ativa dam os a continuación las cifras de p arado s en la provincia en cada uno de los meses del pasado año:
EL TRABAJADOR AN TE LA IND USTRIALIZACION
CAceres.-Paro forzoso en 1 9 5 1 Meses
P a ro re g istra d o
P aro no reg istra d o
Total
E nero. F eb rero . Marzo. A bril. Mayo. Ju n io . Ju lio . Agosto. S eptiem bre. O ctubre. N oviem bre. D iciem bre.
6.503 6.683 6.774 6.279 4.106 3.355 3.668 4.816 5.635 6.039 6.708 7.051
4.300 4.400 4.700 4.100 2.700 2.100 2.300 3.200 3.700 4.000 4.500 4.700
10.803 11.083 11.474 10.379 9.806 5.455 5.968 8.016 9.335 10.039 11.208 11.751
Lo q u e sup o n e u n paro m edio mensual de 9.334 o b r e ros. El anterior c u a d ro nos c o rro b o ra la v e rd a d archisabida de qu e el p aro mínimo c o rre s p o n d e al verano, en q ue las t a reas de la recolección de cereales ab s o rb e gran n ú m e io de b ra zo s y q ue el paro m áxim o se da en invierno, época de gran inacción en los trab ajo s del campo. Y si a la cifra media de o b re ro s desem pleados se añade la m edia anual de y u n te ro s sin tierra, q ue son u n o s 5.000, ello s u p o n e la respetable sum a de 13.000 p arado s, cuyas c o n s e cuencias afectan d irectam en te a unas 60.000 personas, que padecen las terribles consecuencias del d esem pleo, y eso a pesar d e las m edidas municipales, provinciales y estatales, q ue se vienen a d o p ta n d o para mitigarlo. M ientras se arbitran los m edios definitivos q ue den al traste con tan congojosa situación, los afectad os p o r el paro, no p u d ie n d o resistir más, recurren a u na solución de m o m ento: la h uida, o si se quiere más técnicam ente, la emigra ción, si bien ésta p o r las trab a s internacionales se re d u ce a una emigración de tip o interprovincial. La emigración, en general, ofrece dos clases, q u e con vie ne ten er en cuenta: la emigración propiamente dicha, o sea el ab a n d o n o del solar de origen p o r cam bio definitivo a o tro lugar, y la emigración golondrina, q u e es solo un traslado p o r te m p o ra d a . M ientras ésta es siempre ventajosa para el país qu e la practica, pues los em igrantes desp ués de trab a jar f u e ra regresan a su p u n to de p artid a con las ganancias y a h o rros o b ten id o s, la prim era ofrece dos aspectos bien distintos en tre sí: uno, q ue indica saturación de riqueza, s u p e r p o b la
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ción, y entonces la emigración es co nveniente pues desc o n gestiona; y o tro , q u e sup o n e p o b re za, y en tal su p u e s to la emigración es un índice más del mal q u e se padece, pues implica una deserción aguijada p o r el instinto de co n se rv a ción. El prim er su p u e s to c o m p o rta un exceso d e vitalidad en la q ue el exced en te de población b usca lo qu e se ha d a d o en llamar espado vital, el segundo s u p u e sto es p ro v o c a d o p or insuficiencia vital en el m edio de origen y se h u y e de éste en fuga salvadora. Pues bien, n u estra provincia, la segunda de España en extensión, y con sus 25'5 h abitan tes p o r kilóm etro cu a d rad o (bajo índice de d ensidad demográfica, h asta el p u n to de q ue inferiores al mismo sólo se dan en las seis provincias de Al bacete, C uen ca, T eru el, Guadalajara, Huesca y Soria), o fr e ce en sus trab a jad o res las dos antedichas clases de em igra ción. P or una p arte la emigración p ro p iam e n te dicha, o sea el desarraigo definitivo de la tierra natal, con la circun stan cia de q u e los cacereños se dirigen a zonas industriales que, c o m o C ataluña y Vascongadas, poseen un elevado e x p o n e n te dem ográfico, pues su densidad excede de los 200 h a b ita n tes p o r kilóm etro c u a d ra d o , y a pesar de ello en estas zonas vive m ejor el tra b a ja d o r e x tre m eñ o em igrante q u e en su propia tierra, ya q u e allí se libra del za rpazo m ortal del paro fo rzo so , au nq ue se o cu p e de simple peón, p o rq u e para o tra cosa no está prep arad o. Esta emigración, q ue tam bién se desplaza a la z o n a minera de C iu d a d Real, ha significado en el perío d o de 1945-50 un éx o d o de 9.665 em igrantes c o n tro lad os, a los q u e se facilitaba inform ación adecuada y m e dios para el viaje, p o r el Servicio Sindical de Colocación; p ero a esa em igración co n tra s ta d a y en c auza d a h ay q u e s u m ar uno s 5.000 trab a jad o res más q u e d u ra n te el mismo p e río d o d e tiem po se ausentaron a la av entu ra y p o r su propia c u e n ta en b u sca de ocupación, lo q u e en definitiva eleva ap ro x im a d am en te a 14.500 o b re ro s los q u e han em igrado con sus familias, es decir, q u e u n o s 65.000 ex trem eño s han a b a n d o n a d o n u estra provincia en seis años, b u s c a n d o p u ra y sim plem ente vivir, y precisam ente en zonas in d u s tria lizadas. ¿ Q u é m ejor argu m ento para abog ar p o r la industrializa ción de E xtrem adu ra? ¿ Q u é m ejor rem edio para retener esos b razos trabajadores, para mitigar y hasta para hacer d esa p a recer ta n to el p aro fo rzoso estacional co m o el perm anente, q ue la industrialización?
EL TRABAJADOR A N TE LA INDUSTRIALIZACION
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C o m o m enguada co m pensación de la sangría q u e acaba mos de ver, hem os d e a p u n ta r una inmigración tan p equeña co m o significativa, de trabajado res cualificados, principal m en te mecánicos. P o r o tra parte, ten em o s tam b ién la emigración g o lo n d ri na, de ida y vuelta, q u e no desm antela el ho gar sino q u e viene a enriquecerlo a u n q u e sea casi siem pre en m uy p e q u e ña p ro p o rció n , tras la ausencia tem poral m otivad a principal m ente p o r las tareas de la siega en o tras provincias, tales co m o T o le d o , Avila, Salamanca y Valladolid, de m anera prim ordial. * N o es posible seguir pues nos h u biera hecho falta c o n o cer previam ente la capacidad de absorción de b ra zo s p ro v e niente de la im plantación de las diferentes industriales p o sibles en nuestra provincia, para p o d e r ex tra er consecuencias prácticas. Pero de to d o s m o d o s esperam os q u e la in d u stria lización ha de elevar el nivel de vida de n u estro s tra b a ja d o res, c o n trib u y e n d o así a la estabilidad social, ya q u e de se guir co m o hasta ahora será siempre realidad la frase de D. V icente Barrantes: M ientras los trabajadores tengan hambre, los ricos no tendrán paz ni los estados grandeza.
Paz firme y g randeza esp lend orosa p u ed e n ser alcanza das en nuestra provincia a p o c o q u e nos lo p ro p o n g a m o s si sabem os llevar a feliz térm ino el Plan de ordenación económico social elevado a la Presidencia del G o b iern o p o r la J u n ta Provincial, de la q u e tuv im o s el inm erecido h o n o r de ser su p rim er Secretario. Y d e n tro de ese Plan, la intensificación y aceleram iento de los p ro y e c ta d o s regadíos, co n stituirán pasos de gigante para llegar a la ansiada industrialización; júzguese de la m ag n itu d de la tarea si se tiene en c u e n ta q u e la h u e r ta valen ciana co m p re n d e unas 50.000 hectáreas, so b re l a s q u e vi ven más de 200.000 personas, y q u e los p r o y e c to s d e rega díos oficialmente llevados en n uestra provincia, alguno de los q ue ya han c o m e n z a d o a ser v e n tu ro s a realidad, unidos a los q u e se realicen m erc ed a la iniciativa privada, con v e rti rán en terren o s de riego a unas 150.000 hec tá rea s su sce p ti bles de o c u p a r a más de 600.000 h abitan tes, es decir, q u e se duplicará la población de la provincia. T a n fo rm id able p ers pectiva será consecuencia del logro feliz de los p a n tan o s de Rivera de G ata, Borbollón, Gabriel y Galán, Rosarito, Jaranda y del Canal d e la Ventosilla, con los q u e se irrigarán unas 140.000 hectáreas, co n s titu y e n d o , según proclam a la Memoria
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FERN A N D O BRAVO Y BRAVO
correspondiente a los años de 1 9 3 9 4 5 , de la Delegación de los S e r vicios Hidráulicos del Tajo, el sistema de obras hidráulicas de ma yor importancia «o sólo de la cuenca del 7ajo, sino nacional.
Y entonces, cu a n d o este sueño, q ue está in stau ran d o día a día sus reales en nuestra provincia, adquiera su plen itu d operan te, el p u ru len to cáncer del paro fo rzoso se eliminará y el nivel de vida de to d o s , y po r ta n to de los trabajado res, alcanzará el alto grad o q u e estam os deseando. Ento nces n uestra provincia q u e d a rá dividida en dos m itades d e c a r a c terísticas agro-pecuarias bien diferenciadas: la p a rte n o rte, a la margen derecha del T ajo, co m o zona de riegos y de estabu lación, com p re n d ien d o los terrenos entre el T ajo y el T iétar, la cuenca de éste y la de su afluente el Jaranda, así co m o la del Alagón con las de sus afluentes el Jerte y la Rivera de G ata, pertenecientes a los partid os judiciales de N avalm oral * de la M ata, Jarandilla, Plasencia y Coria; y la p arte sur, a la margen izqu ierda del T ajo, co m o zona de secano y pastoreo, com prensiva de los p artid o s judiciales de Logrosán, Trujillo, C áceres y Valencia de Alcántara. D e n tr o de cada m ita d ca b rá destacar u n a com arca de serranía, con sus cultivos típ i cos q u e en la del n o rte abarca los p artid o s judiciales de H o yos y Hervás, y en la del sur está co nstituid a p o r los de M o n tán ch e z, Logrosán en su p arte sud-oriental y N a v a lm o ral de la M ata, en la cuenca del Ibor; y a caballo so b re las a b ru p ta s orillas del T ajo, qued arán los terreno s de p astos finos de Garrovillas y Alcántara. Enton ces, ju n ta m e n te con la explotación a pleno rendim ien to de la repoblación fo res tal en m archa ascendente, ten d ría m o s la base indispensable para la industrialización de los p r o d u c to s agro-pecuarios, co m o prim er escalón del q ue luego surgirán las fábricas c o m plem entarias, tales co m o las de ab o no s, m áquinas agrícolas, y otras. Y si a t o d o ello se añade el gran im pulso qu e en o rd e n a la p ro d u c c ió n de energía eléctrica ha de darse con los saltos de pie de presa en los pan tan o s citados, y la q u e se ob ten g a del colosal p ro y e c to de utilización eléctrica del río T ajo, m ediante ca torce saltos q u e en su m ay o r p arte estarán encla v ado s en n u estra provincia, con u n a cap acid ad de más de 200.000 caballos de vap or, e n tre G uadalperal y la d e s e m b o c a d u r a del Alagón (los más im p o rta n te s serán los de Hinojal y A lcántara), se co m p re n d e rá fácilmente que la Alta E x tre m a d u ra está llamada a ser la gran reserva de energía de Es paña» con la natural y beneficiosa repercusión en n u estra z o
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na, q ue se convertirá en un dep ó sito inm enso de riquezas para bien de la patria. N a d a difícil será augurar a Hervás, N avalm oral de la M a ta y Plasencia, un espléndido porvenir, so b re t o d o a esta ú l tima ciu dad , llamada p o r su estratégica situación y p o r la la bo rio sid ad de sus hijos, a ser el em porio industrial de la Ex tre m a d u ra Alta al igual q u e M érida ha de serlo de la Baja E xtrem adu ra. P or cierto q ue llegado aquí, conviene repetir lo q ue ya hem os dicho en o tra ocasión, o sea, q ue los planes de in dustrialización de C áceres y Badajoz d eb e n ir sincronizados, su p e ra n d o los artificiosos límites adm inistrativos provincia les, pues sería una verd ad era pena q u e la u n id ad e x tre m eñ a— q ue c u e n ta en la p arte del espíritu con tan magníficos logros co m o la revista Alcántara y la / Exposición del Libro Extremeño y la I y II Asambleas de Estudios Extremeños—se escinda p o r la p arte d e los intereses materiales, que n atu ra lm e n te están em p u jan d o a la colaboración de am bas provincias hermanas, co m o cum p lid am en te ha d e m o s tra d o el señor H ernández Pacheco (hijo), ya q ue el T a jo y el G uadiana se com plem en tan. P o r eso sugerim os q u e sería no sólo conveniente sino necesario q u e los planes de ordenación económ ico-social de las dos provincias, se refundiesen, pues existen problem as com unes, unos, y co m plem entarios otro s; y que se crearr un organismo regional, eficiente, q u e se ocu p a ra d e ellos y tratara de p ro m o v e r y facilitar la p u e sta en p ráctica de los medios aconsejables en cada caso hasta conseguir su total realiza ción. La industrialización q u e soñam os para E x trem a d u ra h a b rá de con vertir en positivos los c u a tro elem entos negati vos q u e h o y inform an to d av ía la vida del tra b a ja d o r agríco la—el más n u m e r o s o —, es decir, q ue hará desaparecer el p a ro, intensificará la cultura, increm entará los salarios y elevará el nivel de vida; y t o d o ello sin m atar en el cam po sus dos funciones transcendentales: la función económica, co m o reserva material; y la función social, c o m o reserva moral que en los m o m en to s críticos de la vida d é l o s pueblos salvan a éstos. Vivimos bajo el signo de lo social, y es urgente y necesa rio e fectu ar la «revolución social» qu e pedía José A ntonio, a u n q u e ésta no sea posible sino se hace la revolución en lo econó mico, c o m o ha señalado Franco; si bien u na y o tra han de estar inform adas p o r el signo de lo espiritual, evitan do que traigan consigo la aniquilación de la p ersonalidad hum ana.
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INDICE
FERNANDO BRAVO Y BRAVO
E n tre la econom ía y la industria, p o r una parte, y la m o ral y la religión, p o r o tro , ha de existir un eje sólido y tran s paren te co m o si aquellas fueran las dos ruedas del carro de n uestra existencia, de tal m o d o que si no van unidas entre sí, la m archa ha de ser penosa cu a n d o no imposible. Así, pues, abogam os p o r la industrialización, pero en t a n to en cu a n to co n trib u y a a acercar los do s extrem os re p re sen tad o s p o r la indigencia, qu e no alcanza a te n e r lo n ec e sario, y p o r la opulencia, q ue rebasa los límites de lo suficien te. U n a y Otia son la atrofia y la hipertrofia, igualm ente n e fasta para la sociedad, de un bienestar digno, y cuyas dife rencias provocan la irritación con la secuela inevitable de sangrantes violencias. Industrialización, sí; pero en ta n to en cu a n to re d u n d e en m ejora material de t o d o s y p rim ordialm ente de los más n e cesitados, c o m o base p ara alcanzar los bienes del espíritu, y ninguno m ejor q ue el de la perfección m oral q ue nos haga dignos d e la bien aventuran za divina. Es decir, qu e p r o p u g nam os ta n to la abundancia de bienes co m o el equitativo d isfrute de los mismos. Industrialización, sí; pero al servicio del más alto destino del hom b re: su salvación eterna. La inteligencia al servicio del bien y la sabiduría co n c o rd e con los d ictados del corazón. Así lo deseam os co m o ex tre m eñ o s y lo esperam os co m o católicos, para no re p etir d o lo rid os el pensam iento de G ra cián, con el q ue term inam os esta latosa charla: ¡Q«é importa cjue f! entendimiento se adelante si el corazón se cjueda atrás! He
Prólogo, p o r A ntonio Rueda y Sánchez-M alo, Jefe Provincial del M ovim iento y G o b e r n a d o r Civil . . . .
Páginas
III
I La Industria instrumento de la economía, p o r A m brosio R odríguez Bautista, Ingeniero Jefe de In dustria ....................................................................................... Evolución de la industria en España y causas qu e han influido en su r e t r a s o ................................ Racionalización económ ica en zonas a g r íc o la s .. P anoram a industrial de la P r o v i n c i a ..................... industrias derivadas de las tierras y las piedras. Materiales de construcción.......................................... Tundición de hierro y construcciones electromecáni cas ................................................................................ industrias Químicas..................................................... industrias de extracción de aceite de oliva................ TAolturación de cereales................................................ industria conservera .................................................. P roducción, distribución y co n sum o de energía e l é c t r i c a ...........................................................................
l 5 9 12 12 13 14 16 17 17 21
II Valores económicos sociales en Ja Provincia de Cáceres, p o r Vicente H e rn án dez Rodríguez, Inge niero de M o n t e s .....................................................................
d ic h o .
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III
*
E l olivo, la vid e industrias derivadas, p o r Vicen te Muriel Jiménez, Ingeniero A g r ó n o m o ........................... 39 El O liv o ......................................................................... ...... 43 Plantaciones y multiplicación ......................................... 44 Labores......................................................... ...................... 45 P o d a .................................................. ........................... ...... 46 Abonado......................................................................... ...... 48 Asociación de cultivos.................................................. ...... 49 Plagas ....................................................................... .........50 Recolección......... .............................................................. 51 O l e o té c n ic a ........................................................................... 53
Páginas
Páginas Almazaras ................................................................... Aceite.............................................................................. Condiciones técnicas de las almazaras....................... Edificio.............................. ............................................. Sistema de extracción.................................................. Revalorización de los subproductos............................ Industria del v i n o ......................................................... Viticultura..................................................................... Vinicultura ...................................................................
54 55 56 57 58 62 64 66 66
IV Posibilidades de industrias textiles en nuestra Provincia, p o r Francisco C id G ó m e 2 Rodulfo, In geniero In d u strial.................................................................. Necesidad de industrialización ................................ Panorama actual de la industria................................ Lana ................................................................................ Clasificación comercial de las lanas ......................... Producción y mercados................................................ M anufactura................................................................ A lg o d ó n ........................................................................... Clasificación y producción......................................... Fibras textiles artificiales........................................... Los últimos desarrollos en fibras sintéticas................ E p í l o g o ...........................................................................
71 74 77 79 82 84 87 90 93 97 100 105
107 111 117 125
VI Canalización del ahorro provincial, base econó mica de la industria, p o r Francisco Bullón Ramírez, In terv en to r de F ond o s del Excm o. A yu n tam iento de C á c e r e s ..................................................................................... Diferencia entre ahorro y atesoramiento.....................
Valoración del ahorro provincial......................... Canalización del ahorro provincial............................
El ahorro futra de E sp a ñ a ................................... Inglaterra.................................................. .................... Estados U nidos............................................................. A lem ania......................................... ............................. J r a n c ia .........................................................................
Posibilidades de una sociedad de inversión en Cáceres . . . . .......................................................... Epílogo............................................... ...................
V Comunicaciones, transportes y turismo, en la A l ta Extremadura, p o r C asto G ó m ez Clem ente, In geniero de C a m in o s .............................................................. C o m u n ic acio n es............................................................ T r a n s p o r t e s ................................................................... T u r i s m o ...........................................................................
Ahorro individual y ahorro de la com unidad......... Extensión del concepto de ahorro.- Ahorro y mano de obra........................................................................... Ahorro de fuentes de energía y primeras materias. . . Ahorro m o n e tario ....................................................... Medios necesarios para la empresa............................ Prioridad de los medios financieros ......................... Fuentes de a h o rro ....................................................... Ahorro de estas clases de personas en los períodos de expansión y de contracción del ciclo ....................... Direcciones principales de tos ahorros, según las cla ses de c¡ue provienen..................................................... Ahorro voluntario y ahorro involuntario.................. Ahorro de las sociedades anónim as............................ Captación del ahorro .................................................. Cajas de ahorro........................................................... Los bancos..................................................................... Las sociedades de inversiones....................................... Otros organismos dedicados a la financiación de em presas ..............................................................................
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V II
Industrias derivadas de ¡a ganadería, por Ramón Peña Recio, Ingeniero Agrónom o................................. R o m a n o s....................................................................... Visigodos ..................................................................... A rabes........................................................................... La M esta.......................................................................
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G an ad ería................................................................
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Qanado lanar................................................................ Qañado cabrío.............................................................. Qanado vacuno..............................................................
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Páginas Ganado de cerda................................................................174 Avicultura y cunicultura........................................... ....175 Apicultura.........................................................................176 I n d u s t r i a s . . ......................................................... ...............178 Carne ................................................................................178 Cueros........................................................................... ....181 Conejos peleteros........................................................... ....184 Leche............................................................................. ....184
BIBLIOTECA EXTREMEÑA (Publicada por el Departamento Provincial de Seminarios de F.E.T. y de las J.O.N.S., de la Alta Extremadura)
Volúm enes publicado»
VIII L a in d u s tr ia liz a c ió n d e io s r e g a d ío s d e la P ro v in cia d e C á c e r e s , p o r C lem en te Sánchez T o rre s , Ingeniero A g r ó n o m o ........................................................... ....187 El s e c a n o ......................................................................... ....191 Los r e g a d í o s .................................................................. ....194 Los p ro ta g o n is ta s ......................................................... ....196 El tabaco....................................................................... ....196 El Algodón .................................................................. .... 199 El pim entón.................................................................. ....199 La iniciativa y la mano del hombre........................... .... 201 Panoram a de la fu tu ra in d u strializ ació n .................. 204
1.® Bibliografía de Extremadura. (Cuaderno I) por D o mingo Sánchez Loro, 12 pts. 2.® Libro de la vida y milagros de los Padres Emeriienses, por Paulo Diácono, 16 pts. 3.° Amenidades, florestas y recreos de la Provincia déla Vera, Alta y Baja, en la Extremadura, por Gabriel Azedo de la Berrueza y Porras, 12 pts. 4.° Posibilidades industriales de la Alta Extremadura. (Ciclo de conferencias organizado por el Seminario de Estu dios Económicos de FET y de las 1ÓNS, de Cáceres), 30 pts.
IX Próxim o r o lu m iD
E l tr a b a ja d o r a n te la in d u s tr ia liz a c ió n d e la A lta E x tr e m a d u r a , p o r F ernando Bravo y Bravo, A b o gado y Vicesecretario Provincial d e O rd e n ació n Económ ica de C. N . S., de C á c e re s ................................ ....207 C onsideraciones g e n e r a l e s ...........................................212 Calificación económica de E spaña .................. ............... 212 Calificación de Extremadura (Epoca romana, Edad Media, Epoca Jmperial Hispánica, Siglos X Y lll y XI X, Siglo X X ) ......................................................... .... 214 La cuestión social......................................................... .... 222 La técnica......................................................................... 225 Exam en co n c re to del p ro b lem a ................................ 228 El trabajador extremeño en la actualidad y ante la industrialización posible...................................................228
5.° Historia y anales de la ciudad y obispado de Plasencia, por Fray Alonso Fernández.
Otros libros y folletos publicados bajo el patrocinio y subvención total o parcia l, de la Jefatura Provincial
Historia del Culto y Santuario de nuestra Señora de la Montaña Patrona de Cáceres.—Por Miguel A. Ortí Belmonte. Cáceres, Servi cios Culturales de la Excma. Diputación Provincial, 1949.
del M onimiento
Para una interpretación Extremeña de Donoso Cortés.—Voy Francisco Elias de Tejada. Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputación Provincial, 1949.
Realización del Fuero del Trabajo.—Por Daniel Benavides Lló rente. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950.
Memoria y Discursos de la II Asamblea de Estudios Extrem eños.Cáceres, Servicios Culturales dé la Excma. Diputación Provin cial, 1949.
Doctrinas Sociales Superadas.—Por Bernardo Almendral Lucas, Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950.
Extremadura y el Franciscanismo en el Siglo XVI.—Por José Luis Cotallo, Pbro. Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Dipu tación Provincial, 1950.
Las Realidades Sociales Contemporáneas.—Por José Luis Cotalio, Pbro. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950.
Tres Escritores Extremeños (Micael de Carvajal, José Cascales Muñoz y José López Prudencio).—Por Francisco Elias de Tejada. Cá ceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputación Provincial, 1950.
Los Instrumentos de la Obra Social del Movimiento Nacional.— Por Rafael Hergueta García de Guadiana. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950.
Encuesta de Geografía Regional Extremeña.—Por J. Corchón García. Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputación Pro vincial, 1950.
Tutela y Dignificación deI Trabajo.—Por Fernando Hernández Gil. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950.
Mapa de Comunicaciones de la Provincia.—Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputación Provincial, 1950.
El Seguro de Enfermedad en el Mundo y en nuestra Patria.—Por Leopoldo Marcos Calleja. Cácores, Departamento Provincial de Se minarios de FET y de las JONS, 1950. E l Accidente de Trabajo en la Historia y en Ia Realidad Españo la.—Por Ambrosio Rodríguez Bautista. Cáceres, Departamento Pro vincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950. La Familia, preocupación fundamental del Estado Español—Por León Leal Ramos. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950. La Lueha Contra el Paro.—Por José Redondo Gómez. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950. E l Liberalismo, el Socialismo y la solución Nacional Sindica lista.—Por Francisco Gómez Ballesteros. Cáceres, Departamento P ro vincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1950. Don Gutierre de Sotomayor, Maestre de Alcántara (1400-1453).Por Miguel Muñoz de San Pedro. Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputación Provincial, 1949.
Plasencia.—Folleto histórico ilustrado. Cáceres, Junta Provincial del Turismo, 1949. Guadalupe.—Folleto histórico ilustrado. Cáceres, Junta Provin cial del Turismo, 1949. Museo Provincial de Cácres.—Folleto ilustrado. Cáceres, Junta Provincial del Turismo, 1949. Cáceres. Ciudad Monumental.—Folleto ilustrado. Cáceres, Junta Provincial del Turismo, 1949. Cáceres.—Folleto histórico ilustrado. Cáceres, Junta Provincial del Turismo, 1949. Alcántara.—Folleto histórico ilustrado. Cáceres, Junta Provincial del Turismo, 1950. Trujillo.—Folleto histórico ilustrado. Cáceres, Junta Provincial del Turismo, 1950. La Celda de Carlos. V.—(Historia del Monasterio de Yuste), por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guada lupe», 1949.
La vida en Cáceres en los siglos XIII y XVI alXVIII.—Por Miguel A Ortí Belmonte. Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputa ción Provincial, 1949.
Hacia ¡a Unión de los Pueblos Latinos.—Por Ricardo Becerro de Bengoa. Cáceres, Delegación Provincial de Excombatientes, 1950.
Desde la Lejanía—Poemas, de Alfonso de Alcalá Cortijo. Cáceres, Servicios Culturales de la Excma. Diputación Provincial, 1949.
Viriato.—Estudio biográfico, por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guadalupe», 1947.
El puente de Alcántara.—Estudio histórico del famoso puente romano, por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guadalupe», 1947. Santa Eulalia de Mérida —Estudio histórico sobre las persecucio nes de los cristianos y biografía de la insigne Mártir, por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guadalupe», 1947. Alconétar —Estudio histórico y leyendas del famoso puente ro mano, por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guadalupe», 1947. Emérita Augusta,—IIistoria y monumentos de Mérida, antigua capital de Lusitania, por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guadalupe», 1947. Doña María ¡a Brava.—Estudio biográfico, por Domingo Sánchez Loro. Cáceres, Asociación de «Amigos de Guadalupe», 1947. La voz de la Delegación.—Boletín de la Delegación Provincial de Excombatientes de la Alta Extremadura. Boletín lnformativo.-Orga.no de la Jefatura Provincial de FET y de las JONS, de Cáceres. Más Allá.—Organo de la Delegación Provincial del Frente de J u ventudes. Cáceres.—Organo de la Delegación Provincial de Sindicatos. Acción.—Boletín Informativo de la Sección de Enseñanza de la Delegación Provincial del Frente de Juventudes. Fruto y esperanza de la Falange Cacereña.—Exposición docu mental de la labor social, económica, artística y cultural, realizada por la Falange de la Alta Extremadura. Cáceres, Jefatura Provincial de FET y de las JONS, 1951. España, como unidad de destino en fo universa!.—Por Ricardo Becerro de Bengoa. Cáceres, Departamento Provincial de Seminarios de FET y de las JONS, 1951.