GNOMO TARIN
JUAN CARLOS RUIZ DE VILLA
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PROLOGO
Según las antiguas mitologías de Europa del Norte, Patagonia y ciertas doctrinas cabalísticas, los gnomos son cada uno de los enanos fantásticos o genios elementales de la Tierra, en cuyas entrañas moran y trabajan en las minas, custodiando los tesoros subterráneos y cuidando de los metales y piedras preciosas. El vocablo Gnomo fue utilizado por el alquimista suizo Paracelso en su Liber de nymphis en 1566. Su etimología no está clara, procediendo para algunos de una mala traducción del latín medieval gnomus y del verbo griego que significa conocer. Para otros, sin embargo derivaría del griego gnomos, que quiere decir terrestre. Los gnomos forman un pueblo sobrenatural de seres muy pequeños e invisibles, dotados de singular astucia, que nació de la fantasía de los visionarios hebreos llamados cabalistas. Los gnomos poseían la presciencia, conocían los secretos de la Tierra y eran el alma de esta. Los autores de dicha doctrina aseguraban que el aire, la tierra, el agua y el fuego se agitaban merced a los seres invisibles que animaban estos elementos. Según los 2
cabalistas, Dios asigno el imperio del fuego a la Salamandra, el del aire a los silfos, el del agua a las ondinas y el de la tierra, no en la superficie sino en el interior, a los gnomos. Estos moraban en el interior de las grutas, llenas de estalactitas, eran los guardianes de las minas de oro y plata.
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GNOMO TARIN
Un día de finales de primavera, estaba Hotaze sentado en su árbol seta, observando el color del campo y el ir y venir de los animales, cuando de repente a sus pies se poso una gran hoja de roble, ¡encima de ella había un pequeño gnomo! ¡Hola! Le dijo Hotaze, ¿Quién eres? El pequeño gnomo le contesto, me llamo Tarín, igual que la fuente de agua que está al lado de la pequeña gruta donde habito, un sitio precioso lleno de arboles, flores y con una vista magnifica, a su lado hay dos neveros, donde cuando nieva, las gentes del lugar guardan la nieve aplastándola, haciendo capas con ella, y para separarlas lo hacen con helechos, después se convierte en hielo con el que conservan los alimentos y bebidas. Por si no conoces la fuente te diré que es un sitio mágico, todo lleno de campo y hierba, pero justo 4
donde esta, es un lugar de piedra con rocas altas y una cruz de hierro en la que pone Tarín, mi nombre. A los pies de la roca más grande salen tres chorros de agua, y al lado de cada uno de ellos hay un katilu, amarrados a la roca con una cadena para que nadie se los lleve y todo el mundo pueda beber en ellos. El katilu es una taza con un asa, pueden ser de diferentes materiales, plástico, cerámica, etc. estos son de aluminio, para que no se oxiden. El agua que sale de la fuente viene debajo de la montaña, los montañeros dicen que tiene poderes curativos y que da mucha energía, ya que tiene muchos minerales, yo he visto a chicos
jóvenes que llenaban botellas para bajar a sus abuelos mayores que ya no pueden subir a beberla.
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Algunas veces cuando estoy con ganas de ver otros sitios, me subo a la hoja de roble y dejo que el viento me lleve a algún lugar nuevo, y esta vez me ha traído hasta aquí. Hotaze, al que le empezaba a picar un poco la curiosidad le pregunta, ¿como se llama la montaña donde está tu fuente? Se llama Pagasarri ¡es magnífica!, tiene 673mts de altura y arriba del todo hay un pequeño buzón donde la gente cuando sube la primera vez deja una nota para que vean que han llegado, al lado hay una roca como cilíndrica que también es milagrosa te apoyas en ella y si estas triste o no te encuentras bien, te lo cura todo y si miras desde ella al frente se ve la montaña más mágica y majestuosa que conozcas, es el Ganekogorta, su cima es como el gorro de un Gnomo, yo creo que procedemos de la entrañas de ella y no de otros sitios que nos cuentan. Cuando llegas arriba todo lo de alrededor parece más pequeño y sientes una fuerza increíble, como te digo es mágica. Un día subí a su cima y al bajar vi el Arco Iris más bonito que jamás he visto se 6
veía el principio y el final del mismo con todos sus colores, estuve a punto de ir a coger las ollas con el tesoro que esconden. ¡Ah! Se me olvidaba decirte es uno de los cinco montes bocineros, cuando las gentes de esos lugares necesitan reunirse, desde sus cimas se llaman unos a otros con unos cuernos de vaca agujereados en la punta. Hotaze le dice de nuevo, pero estarás un poco aburrido tanto tiempo solo en esa montaña. ¡Qué va!, ¡Qué va!, le contesta Tarín, ¡mira! cerca de la gruta donde vivo hay un refugio, donde todos los día sube alguien, pero los fines de semana muchos más, niños con sus padres, jóvenes y últimamente mucha personas mayores, pero que parecen más jóvenes que los jóvenes y suben muchas más veces, se les ve muy fuertes y agiles, ¡por eso te digo que es un monte mágico! El refugio tiene mesas y bancos donde poder sentarse y comer alguna cosa para reponer fuerzas, cuando hace frio, encienden fuego en el hogar y te puedes calentar al abrigo de las llamas y siempre, siempre hay un ambiente muy bonito y distendido. ¿Y tú qué haces, no sales nunca de este árbol?, Por supuesto que sí, dice Hotaze, aquí estoy muy a gusto sentado en mi sofá seta, con mis animales y mis libros, pero de vez en cuando también voy a conocer sitios nuevos. Por cierto dime, ¿en tu monte hay frutos para comer? ¡Qué si hay! Un montón, en verano hay muchas moras riquísimas y montones de endrinas para 7
hacer un licor suave y dulce que llaman patxarán, pero lo que más hay son setas de todas clases, boletus, níscalos, senderuelas y muchas más. Una de las cosas que más me gusta del refugio del que te he hablado es que en la parte de fuera a resguardo del viento, tiene un banco de piedra muy largo como si fuese el pollo de una casa y cuando hace sol la gente se sienta allí a charlar como en una gran tertulia, y aunque algunas veces muchos solo se conocen de vista, parece que fuesen amigos de toda la vida, se comentan cosas y se hacen bromas, son ratos muy amenos y divertidos. Casi siempre hay alguno que con el calor del sol cierra los ojos y se queda medio dormido, no es para menos porque la vista invita a la ensoñación. ¿Y sabes otra cosa?, lo mejor es que para subir al monte, hay un montón de caminos y senderos diferentes ¡todos muy bonitos! Uno se llama el Camino del Medio, otro la Pista de Artabe, el otro la Tubería del Gas, y así de innumerables formas se puede llegar a su cima, por unos sitios con más esfuerzo que por otros que son más descansados. En alguno de ellos hay muchas fuentes, hay una que se llama la fuente de zapaburu, como ese pececito chiquitín que cuando crece se convierte en rana, por el camino también hay muchas vacas y caballos, con sus terneros y potrillos.
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Una de las cosas que más me gusta a mi es sentarme en la piedra cilíndrica que está al lado del buzón y contemplar el Ganekogorta con su cima en forma de gorro de Gonomo, algunas veces veo a alguien que está subiendo por el sendero y parece tan pequeño que creo que es alguno de nosotros, también me gusta jugar con las ardillas, son muy divertidas, da gusto verlas subir y bajar por los arboles, pero hay que tener mucho cuidado con sus pequeños dientes, te pueden morder y hacer daño. Si un día te animas y vienes a verme, te llevare a conocer mi fuente y la montaña, veras como te gusta y te diviertes, pero ahora me tengo que marchar, ya llevo mucho tiempo fuera de casa, a ver si la hoja de roble no se equivoca de camino y me lleva derecho a casa.
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Entonces Hotaze le dice, espera un momento Tarín toma esta piedra preciosa, azul como un zafiro y este libro de aventuras de recuerdo de tu paso por mi árbol, ten seguro que iré a verte algún día y beberé agua de tu fuente. Tarín se monto en su hoja de roble, al poco empezó a soplar el viento y se fue camino de su casa en la montaña, contento por haber conocido un sitio nuevo y agradable.
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Este cuento está dedicado a tantos y tantos amigos con los que un fin de semana tras otro me he encontrado tan a gusto con su compañía en el Pagasarri. Amigos con los que he compartido alegrías, algunas tristezas y
sobre todo un montón de cafés y pintxos de tortilla en animadas charlas, donde siempre ha imperado el buen humor y la alegría sana. Especialmente a Kiko Mendivil quien sin saberlo aún en los días que no esta es el alma del refugio y de nuestras pequeñas reuniones de fin de semana. Con todo mi cariño para todos ellos. A los niños y niñas de Bilbao y pueblos de Bizkaia para que se acerquen a conocer y disfrutar de esta montaña mágica tan cerca de sus casas y beber el agua fresca de la fuente de Tarin
FIN
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