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En Bilbao la Vieja el proceso de rehabilitaci贸n se ha vivido m谩s tarde que en Abandoibarra o en el Casco Viejo, pero ya ha llegado. Es un barrio expresivo que recoge como ninguno la mezcolanza de razas, de artes y de edades. Ya en Bilbao se hablan m谩s de cien idiomas, gracias a la inmigraci贸n.
En Bilbao La Vieja artistas y restauradores sitúan sus negocios puerta con puerta con orfebrerías, restaurantes marroquíes, módulos de asistencia sanitaria, conventos y locales de ambiente. Es un barrio con derechos adquiridos, que le permite convertir la Iglesia de la Merced en Bilborock, un centro para la música, con salas polivalentes y locales de ensayo. Años más tarde, en la calle Urazurrutia se abrió Bilbao Arte, un taller municipal
destinado a formar a jóvenes artistas, que incluye salas para exponer sus creaciones. Los centros municipales de la Cantera y de Conde de Mirasol han sido remodelados íntegramente al igual que la plaza del mismo nombre. Desde 2005 los vecinos disfrutan de una amplia oferta de servicios y de un agradable lugar de esparcimiento. Además, el curso 2004-2005 se inauguró una residencia universitaria en la calle Las Cortes con el fin de abrir el barrio a los jóvenes y la cultura.
Esta apertura del barrio es psicológica, social y urbanística. El Puente de Cantalojas, muy estrecho en el pasado, se ha ensanchado mediante una estructura que salva la playa de vías de ferrocarril y da la sensación de plaza. Este nuevo paso que facilita el acceso al barrio está presidido por la escultura de Manuel Valdés, La Exorcista, realizada con la colaboración del escritor y premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien ha ideado un texto para la obra. La pieza, fundida en bronce, representa una cabeza femenina que habla a través de un poema del autor peruano fundido en la estructura.