MOTIVO Y ELEMENTOS DE LA TRANSFORMACIÓN
El porqué del cambio La operación de regeneración urbanística de la capital vizcaína no se concibió como un acto decorativo. Bilbao mudó su actividad económica por necesidad y esto le llevó a un cambio en la fisionomía que ahora sobresale de forma exponencial. Para comprenderlo hay que retomar la propia historia de la ciudad. El 15 de junio de 1300 se le otorga el título de villa, se trata de una urbe medieval hasta que en 1511 se crea en Consulado de Bilbao y se convierte en una villa mercantil que conecta la meseta castellana con la salida al mar.
Tuvieron que pasar más de 300 años hasta que Bilbao se convirtió en una villa industrial. Así, en 1850 llega a nuestras tierras la Revolución Industrial con la creación del primer alto horno. A partir de este momento, la actividad económica se concentra casi exclusivamente en la siderurgia y en la industria naval. Es, precisamente, esta falta de diversificación la que provoca graves consecuencias para Bilbao en la crisis industrial de 1975. Ante la alarmante situación, con el 30% de la población activa en paro, los gestores de la ciudad buscaron nuevas fórmulas de actividad. De esta forma se aclara que no se trataba de un pasaje coyuntural sino de una crisis estructural.
De esta urgencia nació el Bilbao de los servicios y de la cultura. La urbe industrial se transformó en una ciudad de negocios, turística, de intercambios… en una ciudad postindustrial en la que hoy su estampa habitual es una hilera de turistas por la orilla de la ría, junto al Guggenheim, navegando sobre un bote para contemplar el Palacio Euskalduna, o paseando frente al edificio de Sanidad de Coll-Barreu o el nuevo Palacio de Deportes en Miribilla.
Elementos de la transformación La ciudad de principios de los años 90 poco tiene que ver con el Bilbao actual. El cambio se sustenta sobre cuatro puntos básicos.
El primero de ellos es la mejora de la accesibilidad exterior y de la movilidad interior. Por ello, se amplió el Puerto de Bilbao, también el Aeropuerto y en cuanto a la movilidad de los propios ciudadanos, se puso en marcha el metro, el tranvía y se crearon nuevos paseos. La regeneración de la calidad medioambiental y urbana también contribuyó sobremanera a la transformación de Bilbao. Tiene especial relevancia la mejora de las condiciones de las aguas de la Ría del Ibaizabal - Nervión, su oxigenación y el acondicionamiento de sus riberas. En el Bilbao industrial, la Ría constituía la arteria principal de las actividades económicas de la villa y, como tal, actuaba de muro entre las aguas y las zonas residenciales. Ahora, en esas mismas riberas descolonizadas de escombros, altos hornos y astilleros en desuso, se alzan edificios singulares, paseos amables y transportes ecológicos.
Por ello, con la recuperación de esas aguas, la ciudad volvió a asomarse a la Ría, hecho que ha influido notablemente en la arquitectura del nuevo Bilbao. Valga como ejemplo la construcción del Museo Guggenheim a la orilla de la Ría. Y es que el impulso de la cultura, mediante la construcción de edificios excepcionales como el citado Museo o el Palacio Euskalduna, fue otro motor del cambio de la villa, ya que su actividad ha repercutido de forma directa e indirecta no sólo en la economía de Bilbao, sino también de todo el País Vasco.
La inversión en recursos humanos y la innovación tecnológica también fue clave para la transformación, debido a que se han convertido en la forma de sustentar la actividad secundaria, pero a través de una industria ecológica, competitiva, de alta productividad y con el valor añadido de la preparación de los trabajadores. Aunque no esté ubicado en Bilbao, el Parque Tecnológico de la vecina localidad de Zamudio es el mejor ejemplo de esta dinámica.
Así, la complementación de estos cuatro apartados ha dado paso a una nueva ciudad, convertida por ello en escaparate mundial. El éxito de tan magnífica operación urbanística lo encontramos en el carácter pluricompetencial de todo este desarrollo. Durante toda esta fructífera década, la empresa pública y la privada han sumado fuerzas. Pero más reseñable aún ha sido la sinergia manifestada entre las administraciones públicas de diferentes ámbitos competenciales.