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¿Qué son los medicamentos fotosensibilizantes?

La fotosensibilidad es una reacción exagerada o anormal de la piel después de una exposición a la radiación solar. Se produce por la combinación de una sustancia química y la exposición a la luz ultravioleta. La causa podría ser un producto que se aplica de manera local (perfume o crema) o una sustancia que llega a la piel a través de la circulación de la sangre, por ejemplo, un medicamento fotosensibilizante.

Este tipo de medicamentos (más de 300 principios activos), muchos de los cuales se dispensan habitualmente en la farmacia, no provocan ninguna reacción si se toman sin exposición al sol, pero con las radiaciones solares puede desencadenarse una respuesta conocida como fotosensibilización.

Esperamos que en un futuro próximo los envases de medicamentos muestren un símbolo específico para los fotosensibilizantes. Mientras tanto hay que preguntar al farmacéutico/a y leer el prospecto, prestando atención en el apartado “Advertencias y precauciones” o “Posibles efectos adversos”.

Medicamentos fotosensibilizantes más comunes:

• Antiacnéicos: ácido retinoico, isotretinoína, adaptaleno. Vía tópica: peróxido de benzoilo (Peroxiben®).

• Antinflamatorios: ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno, ketoprofeno, dexketoprofeno (Enantyum ®).

• Antibióticos: azitromicina (Zitromax ®), norfloxacino, ciprofloxacino, doxiciclina. Vía tópica: gentamicina (Diprogenta® crema).

• Antihistamínicos (antialérgicos): ebastina, loratadina, cetirizina, clorfeniramina (Couldina ®), doxilamina (Dormidina®). También atención al uso de antihistamínicos tópicos como difenhidramina o prometazina (Fenergan®), que se utilizan en las picaduras de mosquitos.

• Corticoides: clobetasol, hidrocortisona (Calmiox®).

• Anticonceptivos: estradiol, etinilestradiol, (por ello aparecen en muchas ocasiones manchas en la piel al usar anticonceptivos), levonorgestrel (píldora del día después).

• Antiulcerosos: omeprazol, pantoprazol, ranitidina.

• Antifúngicos: ketoconazol.

• Antihipertensivos: enalapril, losartan, amlodipino.

• Hipolipemiantes (para el colesterol): simvastatina, lovastatina, atorvastatina.

• Psicofármacos: diazepam, alprazolam.

• Antidepresivos: amitriptilina, fluoxetina (Prozac ®), paroxetina, sertralina, venlafaxina.

En general la reacción fotosensibilizante depende de la dosis del medicamento, de la duración del tratamiento, y de la sensibilidad del propio individuo.

Es importante la prevención, la protección y la precaución. Para ello:

• Consulta con el profesional si es posible suspender la medicación en caso de que aparezca alguna reacción.

• Evita la exposición solar y si no es posible evitarla utiliza un fotoprotector solar (Factor SPF 50), en cantidad suficiente, aplicarlo media hora antes de exponerte al sol y repetir cada dos o tres horas, reponer después del baño y ayudarte con gafas y sombrero. No tomar el sol en las horas centrales del día (de 12 a 16 horas). Proteger, sobre todo, zonas sensibles de la piel, como cara, cuello, zonas desprotegidas del cuero cabelludo, hombros, escote, orejas, manos y empeines. Tener siempre presente que los daños provocados por el sol se acumulan año tras año: la piel “tiene memoria”. Además del obligado fotoprotector, no descuidar la hidratación, bebiendo agua con frecuencia.

• La misma precaución en la nieve y en las cabinas de bronceado.

• Siempre que sea posible, si se debe tomar el medicamento fotosensibilizante una vez al día, hacerlo preferentemente por la noche, para que la concentración sea menor en el momento de la exposición al sol.

Además de los fármacos (vía oral o tópica), existen otros productos con propiedades fotosensibilizantes, como perfumes, aceites esenciales (los obtenidos de la cáscara de cítricos: mandarina, pomelo, limón, naranja amarga, bergamota) y el aceite vegetal de hipérico y también varios complementos, como el hipérico (Hierba de San Juan), naranja amarga, chlorella, dong quai.

Del mismo modo, algunas plantas a veces ocasionan reacciones cutáneas por contacto que pueden agravarse por la acción de la luz solar: apio, perejil, hinojo, eneldo, higos, entre otras.

Los casos de fotosensibilidad son muy diversos, por ello siempre que aparezca en la piel una reacción extraña, después de exponerte al sol, piensa en: “Qué has tomado, qué has tocado, o qué te has puesto en la piel”.

Aunque a veces se confunden los términos, hay que diferenciar lo que es un medicamento fotosensible, es el propio medicamento que sufre alteraciones por la acción del sol u otro tipo de luz (pudiendo perder su efectividad). Por esta razón se presentan en frascos de cristal topacio (amarillento) o envasados en “blisters” plateados. Es conveniente conservar los medicamentos en sus envases originales y no exponerlos al calor ni al sol. Y un medicamento es fotosensibilizante cuando provoca una reacción cutánea desmesurada con la exposición a la radiación solar (no suelen ser muy frecuentes, pero hay que tenerlas en cuenta).

En caso de duda consulta a tu farmacéutico/a, está muy cerca de ti.

Dra. Marta Castells, Farmacéutica

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