El tema que Boneu aborda en este nuevo trabajo se relaciona, una vez más, con la forma en que percibimos "eso que hemos convenido en llamar la realidad". De cómo nuestro cerebro busca darle un significado a los hechos que nos acontecen, impulsándonos constantemente a ir en pos del orden y la razón, aún cuando no existan.
En las imágenes que Pablo Boneu minuciosamente construye -y luego imprime en sucesivas capas de hilos, que yuxtapone y finalmente desgarra para dejar entrever lo oculto- siempre hay algún elemento ambiguo, del cual, la mayoría de las veces, el espectador no se percata a simple vista. Sólo cuando observamos detenidamente las obras, encontramos que algo no encaja: eso que creímos ver, no es exactamente lo que hay frente a nuestros ojos.