Cotidiano

COTIDIANO UN ENSAYO FOTOGRÁFICO SOBRE LA COTIDIANIDAD EN PANDEMIA. POR BLANCA QUIÑÓNEZ.

UNIVERSIDAD DR. JOSÉ MATÍAS DELGADO FACULTAD DE CIENCIAS Y ARTES FRANCISCO GAVIDIA. ESCUELA DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN.

“ENSAYO FOTOGRÁFICO”

PRESENTADO POR: Quiñonez Chicas, Blanca Yolanda

NOMBRE DE LA CÁTEDRA: Fotografía Avanzada CATEDRÁTICO: LIC. Ernesto Tejada SECCIÓN: 1-2

ANTIGUO CUSCATLÁN, LA LIBERTAD, 8 DE ABRIL DE 2021.

"Me he acostumbrado a esta vida tan simple; junto a mis hermanos, mis padres y la abuela, bajo un mismo techo, pero en dimensiones completamente lejanas.

En ocasiones, siento un muro gigantesco que nos separa, quizás por el miedo a lo desconocido y la incertidumbre de esta nueva normalidad, donde el mundo como una vez conocimos ya no existe.

No sé si alguna vez llegué a conocer el mundo, a veces siento que perdí tiempo en trivialidades, y hoy me falta tiempo, necesito tiempo."

- BLANCA QUIÑÓNEZ.

PILA DE EMOCIONES Mis emociones ya no caben dentro de mi cuerpo; la risa se me ha desbordado del pecho, el llanto ha inundado mis costillas y el miedo ha nacido en mis tripas explicando su muerte.

Mis emociones ya no caben aquí dentro; así que las he guardado en la pila al fondo de mi casa, quizás ahí sobrevivan al vacío.

He aprendido a cerrar lo ojos para engañar al tiempo,

Pero, de alguna manera, siempre logra encontrarme.

EL GÉNESIS DE LA VIDA. En la otra orilla de la vida, espera tu amor como guardián del silencio, custodio de la verdad hogar del errante; que sin figura camina, camina y camina.

Un lugar de esperanza, el centro del universo, el corazón que existe, en medio del caos.

VENAS ABIERTAS. Sigo desatándome este nudo que entra por mi garganta, recorre mis pulmones, estruja mi corazón, y juega escondelero en el patio de mis costillas.

He encontrado el final, pero el origen se rehúsa a salir, entonces, se contrae, Se encoje, Y se conjuga.

Quizás el nudo soy yo, y la encrucijada no tiene respuesta.

Entonces, ¿Cómo se habita la nada, si no se es nadie?

Uno espera, y recuerda que un día fue algo, se lame las heridas, se viste, y se duerme, porque hay días interminables donde la nada también existe en los nadie.

Sigo aquí; tejiendo el rescate en paracaídas de mis heridas,.

DE CÓMO EL AVE QUERÍA VOLAR. Es verano; el invierno araña la esquina y la jaula me queda corta, vacía.

Mis alas se sienten claustrofóbicas, en un humo que nace de mi, y por más que intente, no resguarda el aliento.

EL CORAZÓN QUE LLORA. A pesar de todo, seguimos pensando que el amor lo mueve todo, aunque muy probablemente solo nos mueva a nosotros.

LA PERPETUA ESPERA. En esta cotidianidad, el asiento sigue vacío.

En esta cotidianidad, sigo esperando, quizás a algo, quizás a alguien.

Aún no lo sé.