Jornadas literarias 2016 Actividad en Biblioteca con Cecilia Copello 6º grado A Y B Taller de microcuentos Resolvamos algunos de los misterios del Sr. Burdick
Alrededor del año 1983, el editor estadounidense Peter Wenders recibe del Sr. Burdick unas interesantes ilustraciones, con la promesa de obtener los cuentos que acompañaban a los respectivos dibujos al día siguiente. Promesa que no llegó a cumplirse, pues el dibujante nunca más fue a entregar el trabajo. Sólo dejó las catorce ilustraciones, acompañadas de un título y un epígrafe cada una. Con el tiempo fueron editadas y se convirtieron en el libro Los Misterios del Señor Burdick. Actividad: Escribimos micro relatos basados en las imágenes, usando como disparadores el título y epígrafe que acompañan a cada una.
La biblioteca del Señor Linden Eran las dos de la mañana, aunque ella aún no quería dormirse. Sabía que el bibliotecario tenía razón, él la había prevenido sobre el libro. Lentamente empezaron a salirle ramas y el libro cayó de sus manos. Ahora era demasiado tarde. Autoras: Micaela Garcia Aloy - Lola Weisfeld - Sofía Rey Iraola Candela Bernardez Dorfman de 6º A La biblioteca del Señor Linden Milán, Italia. 3 de junio de 1938 En 5 meses y 7 días era el Día de la Madre, y Jenny Carson ya tenía el regalo. Iría a la biblioteca del señor Linden, compraría un libro de jardinería porque su mamá era jardinera. A la noche, después de que su mamá se durmió, se puso a leer el libro y le gustó mucho. Leyó tanto que se durmió. Cuando se despertó noto que estaba mojada y llena de plantas. Él la había prevenido sobre el libro. Ahora era demasiado tarde. Autoras: Julia García - Delfina Ludueña - Helena Ortega de 6º B
Sólo postre Entonces cuando acerqué el cuchillo se iluminó aún más. Cuando lo clavé explotó leche de cabra, y me asusté. El hechizo estaba casi listo Le puse azúcar y terminé el postre explosivo para la fiesta navideña. Todos morirían cuando acercaran sus cuchillos al postre. Autores: Uriel Zalcman - Facundo Ponce - Santiago Agudo de 6º B Sólo postre A pesar de los comentarios, Penélope necesitaba un postre especial para sus invitados. Lo compró, sin creerle a sus vecinos. Ellos se lo advirtieron y ahora ya no había vuelta atrás. Acercó el cuchillo y se iluminó aún más. Autoras: Milagros Berges, María José Zalduendo, Pilar Berrueta, Lucila Pardo Echegoyen de 6º A.
Capitán Tory Mi abuelo me contó asombrosas historias acerca de su barco favorito y ahora quería verlo. Me llevó a un canal, sostuvo su farol y con un gesto de esperanza en su rostro, lo agitó tres veces. Lentamente apareció la goleta. Con sólo ver ese barco me dieron escalofríos. El barco se acercó lentamente y subimos, pero al subir a mi abuelo le clavaron una daga en la espalda y lo arrojaron al agua. A mi, me pusieron en una pequeña celda con una ventanilla. Cada metro que avanzábamos me daba un gramo de esperanza. Autor: Matías Divinsky de 6º A
Debajo de la alfombra Pasaron dos semanas y volvió a suceder. Al señor Rod Illa se le volvió a escapar el pelo de su cabeza y empezó a moverse por toda la casa, tirando los muebles. Luego, el pelo se fue al baño y se tiró por el inodoro. Rod Illa lo persiguió por las alcantarillas comiendo mantequilla. Autores: Tobías Horischnik, Luca Felder, Antonio Fernandez, Oliverio Starosta y Joaquín Martinez Ulanosky de 6º A Debajo de la alfombra John Clain volvía todos los días de la semana a su casa a las 4 de la tarde. Pero un día llegó más tarde de lo normal. Cuando entró vio una cosa circular debajo de la alfombra. John agarró una silla y aplastó el bulto. Todas las luces se apagaron. Después de dos semanas la criatura volvió a aparecer y John Clain se volvió loco para siempre. Autores: Sebastián Corona, Yago Szeinkop, Ignacio Buzzi de 6º B
La casa de la calle Maple Un día, un loco fan de los cohetes estuvo horas transformando su casa en cohete. El despegue tendría que ser perfecto para no llegar tarde a un evento en China. Cuando llegó se dijo “fue un despegue perfecto”. Autores: Lucas Garcia Aloy, Renata Mandelman y Thiago Tajman de 6º B La casa de la calle Maple Hace muchos meses que vengo preparando esta travesía. Fue muy difícil encontrar las herramientas pero ahora ya las conseguí, ¡tengo que apurarme! Tendría que haber salido hace un rato, hay gente esperándome. Fue un despegue perfecto. Autores: Mora Rius Garrido, Tomas Traficante Saric, Pilar Medrano Caste, Zoel Corrao, Lucila Ptascinsky de 6ºA
Huéspedes sin invitación Estaba durmiendo cuando me desperté rápidamente porque escuché algo extraño en el sótano. Bajé a ver qué era. Mi corazón latía desbocado. Estaba seguro que había visto girar el tirador de la puerta. Unos segundos después me di cuenta que mi corazón ya no latía desbocado. Mi corazón había dejado de funcionar. Antes de la última palabra vi que una sombra se acercaba. Autoras: Melina Yemal y Mora Freixes de 6º B Huéspedes sin invitación Llegué del trabajo, era de noche. De repente sonó el teléfono. Atendí. Alguien susurró y se cortó la llamada. Cuando dejé el teléfono en la mesa mi corazón latía desbocado, estaba seguro de que había visto el tirador de la puerta girar. Agarré el picaporte de la para abrirla y cuando lo toqué, me vi la mano con sangre. Esto es lo que decía la hoja cubierta de sangre en la mano de la víctima. Autor: Tomás Berges de 6º B
Las siete sillas Estábamos seguros de que estas sillas no eran normales. La primera silla había sido encontrada en la casa de la sospechosa vecina Clarita. Con miedo, colocaron cámaras por todos lados. Pero justo a las doce de la noche, las cámaras dejaron de grabar. A la mañana siguiente, la segunda silla ya no estaba. Pusimos cercas, policías, rejas, puertas, pero las sillas seguían despareciendo. Al final sólo quedaron dos, la cuarta y la quinta silla. Estábamos vigilando, cuando un sacerdote tocó el timbre. “Vengo por las sillas endemoniadas” dijo seguro. Fuimos a buscarlas, pero ahora faltaba la cuarta. Le dimos la silla que quedaba al sacerdote, pero como era de esperar, murió en el camino. Al mediodía siguiente, recibimos una llamada anónima en francés: la quinta silla estaba en Francia. Autores: Gaspar Curcio, Bautista Miranda y María Popik de 6º B.