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Actualidad
Escribe: Noelia Pérez
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La situación peruana respecto a la violencia contra la mujer es alarmante. En este artículo analizaremos qué está sucediendo y cuáles son las medidas que se deberían tomar.
Las noticias semanalmente nos informan de múltiples nuevos casos de violencia contra la mujer en nuestro país. No obstante, los casos de violencia que se presentan en los noticieros son tan solo una pequeña fracción del número de casos en total. Esto se debe a que son pocas las mujeres que denuncian el maltrato físico, sexual y psicológico por distintos motivos.
Ante esta alarmante situación, el presente artículo describe la situación de la violencia contra la mujer en el Perú pues detalla el concepto, las cifras mundiales y peruanas y las políticas públicas o las medidas a implementar.
La violencia contra la mujer es aquella que refuerza e impone los postulados del sistema de género vigente, el cual indica un dominio masculino en las relaciones de poder entre géneros. La violencia puede dividirse en violencia física, violencia sexual, violencia psicológica, entre otros.
De acuerdo al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, esta violencia se define como cualquier acción o conducta, basada en el género y agravada por la discriminación proveniente de la coexistencia de diversas identidades que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a una persona, tanto en el ámbito público como en el privado.
Bajo esta definición, la violencia hacia la mujer es un problema transversal que se da tanto en países desarrollados como en no desarrollados y en todos los estratos sociales. Además, una mujer puede ser víctima de maltrato sin importar su nivel de educación, su acceso al mercado laboral o sus recursos económicos.
En el mundo, según cifras de la OMS, para el año 2005, un 30% de las mujeres ha sufrido violencia física o sexual por
parte de su pareja en algún momento de su vida. Este problema se incrementa en el Perú, donde el porcentaje asciende a 69% para las mujeres que viven en zonas rurales y a 51% para las mujeres en zonas urbanas.
En Perú, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar, para el año 2016, el 68.2% de las mujeres en el país han sido víctimas de violencia psicológica, física o sexual alguna vez por parte de sus respectivas parejas. No obstante, no necesariamente la pareja es aquel quien realiza el acto violento. Una mujer soltera puede ser víctima de violencia por parte de un extraño en la calle, un conocido que tomó una obsesión con ella, un familiar, entre otros.
La misma encuesta indica que solo un 14% de las mujeres agredidas acudió a la policía para presentar una denuncia y el 44% únicamente lo comenta a familiares y amigos. Además, el 49,1% de las mujeres encuestadas afirmaron que sus parejas las
agredían físicamente bajo los efectos del alcohol o de las drogas. Claramente, estas cifras demuestran el grave estado de la situación.
La situación peruana llama a que el Estado tome medidas inmediatas para reducir el número de casos y eventualmente eliminarlos. Por ejemplo, se podría facilitar el trámite de las denuncias por maltrato y/o incrementar las sanciones hacia los perpetradores.
Sin embargo, para que en realidad exista una diferencia, la sociedad como un todo debe tener un cambio de perspectiva: de una sociedad machista a una que promueva la igualdad de género. Para ello, se debe trabajar con las futuras generaciones para inculcarles desde pequeños valores que eviten el surgimiento de la violencia.
En conclusión, las cifras presentadas indican que la violencia hacia las mujeres es un gran problema que aún se encuentra muy lejos de su solución. Por ello, no debe ser una realidad ignorada o normalizada por la sociedad peruana y se deben tomar medidas inmediatas.