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Vida UP
LA VIDA SOCIAL
A LO LARGO DE LA CARRERA UNIVERSITARIA
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Escribe: Liz Villegas Fotos: Rosi Rodriguez
Nuestra vida social va cambiando a medida que avanzan los ciclos en la universidad. Si estás practicando te darás cuenta que el tiempo es cada vez más escaso. ¿Tendrás tiempo para salir con tus amigos?
Para muchos, la universidad puede ser un sinónimo de sufrimiento; sin embargo, este es el lugar donde solemos entablar relaciones —de amistad y hasta de amor— que transcienden los años de la carrera.
Hay quienes pueden ser muy ‘amigueros’ y otros un poco tímidos, pero lo cierto es que el paso por la universidad se caracteriza por dividirse en dos etapas muy marcadas. Estas determinan la forma cómo socializas y te relacionas con tus amigos. La primera de ellas es cuando eres cachimbo y la segunda cuando ya estás practicando y estás cerca a terminar tu carrera.
LOS CACHIMBOS
Cuando recién ingresamos a la universidad, nuestro afán por conocer gente — al menos hacer el intento de socializar— es muy alto. Debido a que en el primer ciclo solemos tener los mismos salones con las mismas personas, el entablar amistades no suele ser tan complicado. Ello, sumado a que la carga académica es mucho más baja, permite que los planes para salidas luego de clases o en los fines de semana sean abundantes.
La placita se convierte en nuestro mejor lugar para socializar. Cuando somos cachimbos, solemos dar al menos una vuelta por la placita después de cada clase para distraernos. Además, sabemos que siempre habrá alguien conocido con quien podamos conversar sobre diversos temas, ya sean preguntas por los cursos, las pc’s o los planes para el fin de semana.
Ni que hablar de las fiestas, especialmente las de fin de parciales y finales. Luego de sufrir los primeros traumas generados por la UP y su maravillosa forma de hacernos sentir que todo lo que hemos estudiado en el colegio no nos ha servido para nada, tratamos de convencer a todos nuestros amigos de que compren sus entradas a las fiestas para celebrar los buenos o malos resultados del ciclo.
Ya en las fiestas de la u, buscamos resaltar con nuestros mejores pasos y así atraer la mirada de aquellos chicos y chicas de ciclos mayores. En nuestro afán de soltarnos más, acudimos al fiel amigo alcohol para atrevemos si quiera a saludar de lejos a nuestros JP’s (siempre te encontrarás al menos con uno).
LOS ‘PRACTIS’
Pero la historia va cambiando un poco cuando comenzamos las ansiadas prácticas. De pronto nos vamos dando cuenta de que el tiempo se convierte en un bien escaso y —para complicar aún más el asunto— la carga académica se torna más pesada. Ahora, la placita no es más que un lugar por el que pasas, casi corriendo, para no llegar tarde a tu chamba, o a tu clase luego de haber estado en la oficina. Si en un momento se te cruza por la cabeza disfrutar de un minuto libre y vas a la placita, te das cuenta que ya no sueles cruzarte con tus amigos a quienes ahora solo vez en las clases.
El tiempo dedicado a nuestros amigos cambia por completo. De repente, en tus grupos de whatsapp de amigos de la u o del cole, la clásica conversación del “reencuentro” se va volviendo cada vez más común. Pero al buscarse coincidir en un día, nos damos cuenta que ya no es tan sencillo como antes y, como era de esperarse, al final nunca se concreta nada. De pronto, nuestras amistades comienzan a expandirse: ya no solo son las personas que conocimos en la u, sino gente de mayor edad. También exploramos nuevos lugares de socialización: los famosos after office.
Empezamos a valorar mucho más nuestros tiempos libres y, poco a poco, vamos sintiendo que nos estamos volviendo “viejos”. En lugar de salir a celebrar un fin de parciales, preferimos quedarnos en casa viendo una película o durmiendo, porque nos sentimos muy cansados.
Poco a poco, ves con menor frecuencia a tus amigos de los primeros ciclos y, a pesar de que aún llevas clases con algunos, solo logras saludarlos. Esto se debe a que, luego de clase, debes salir corriendo a la chamba. En esta etapa, nos vamos convirtiendo en el “amigo falla”, aquel que jura ir a la reuniones un fin de semana pero al final, nunca va.
Si no queremos convertirnos en el “amigo falla” del grupo y, por ello, ser odiado por los amigos de la u, es importante aprender a equilibrar nuestros tiempos. No es fácil tener que lidiar con la universidad y con el trabajo, pero tampoco es imposible. Y si logramos organizarnos y planificar todo con anticipación, seguramente tendremos mucho más tiempo para dedicárselo a nuestros amigos.
En definitiva, la universidad es el lugar donde literalmente crecemos. Iniciamos como cachimbos, teniendo la ingenua idea de que nos irá igual de bien que en el cole, y luego pasamos a ser casi adultos, que debemos aprender a llevar la vida de estudiante y de trabajador. Aunque nuestra forma de socializar cambia, muy en el fondo sabemos que, en algún momento, nos daremos el tiempo de compartir con nuestras amistades.