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EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y RESTAURACIÓN DEL CASTILLO DE TAIBILLA (NERPIO)
Pedro Jiménez Castillo y Francisco Muñoz López . Arqueólogos I.- INTRODUCCION Con motivo del proyecto de rehabilitación y puesta en valor del Castillo de Taibilla por parte del Excmo. Ayto. de Nerpio, éste encargó elaborar un documento relativo a los trabajos arqueológicos previos necesarios. Posteriormente, el examen detenido de las graves patologías que presenta el castillo en cuanto a su conservación, aconsejaron llevar a cabo ciertos trabajos imprescindibles para proceder a asegurar la consolidación de diversas partes de la obra en serio peligro de ruina. Castillo de Taibilla. Foto aérea. El Castillo se encuentra al sur del término municipal de Nerpio junto a la carretera que lo une con Santiago de La Espada, entre la Dehesa de Taibilla y la pedanía de Pedro Andrés, a la altura del casón de La Tercia, edificio de carácter señorial fechable en el siglo XVI.
2 Se trata de un conjunto defensivo construido en una elevación y junto a un valle angosto que forma parte de una ruta entre los reinos históricos de Granada y Murcia, a través del conjunto montañoso de la Penibética que compone la comarca natural de la Sierra de Segura. Está compuesto por una gran torre a la que se adosa un recinto rectangular, todo ello rodeado por otra muralla que se adapta a la orografía del cerro. Lienzos, torres, aljibes y una puerta en recodo, presentan la típica fábrica medieval a base de mampostería en zócalos y bóvedas y tapial de hormigón en alzados. En la ladera norte de la elevación se distinguen restos, especialmente de cerámicas en superficie, que apuntan a la existencia de una alquería de época islámica ligada a la fortaleza. Todavía en el siglo XVII se conservaban en este lugar restos de la antigua mezquita y unas excavaciones entonces realizadas sacaron a la superficie fragmentos de yeserías policromadas. II.- HISTORIA Taibilla constituía, al menos desde el siglo XI, uno de los diecisiete distritos rurales en que se dividió la cora de Tudmir. El iqlim de Taybaliyya fue centro de percepción de impuestos de la extensa comarca que la rodeaba y mantuvo en torno a la fortaleza una población diseminada con un modo de vida basado en la producción cerealística y ganadera. La conquista de la Sierra de Segura por parte de la Orden de Santiago se ve confirmada en 1243 con el dominio sobre la villa de Segura y un amplio territorio que abarcaba villas como Muratalla, Huescar, Yeste, Nerpe, Tayviella y muchas otras, culminando el proceso con el establecimiento en 1245 de diversas encomiendas autónomas de Segura como Taibilla, Yeste, Socovos o Moratalla. La de Taibilla englobaba las tierras de La Graya y Gontar, constituyendo frontera con la Granada musulmana a través de Huescar. Aunque todavía durante el siglo XIII hay presencia de gente musulmana en estas poblaciones de la Sierra, se hace cada vez más necesario recibir repobladores cristianos, lo que motivó que se establecieran diversas ventajas como el Fuero de Cuenca, que propiciaba exención de imposiciones o el uso común de los montes del término. La Orden se reservaba el monopolio de las iglesias, tiendas, hornos, baños, carnicerías, mercado y portazgo. Tan sólo los molinos escaparon parcialmente al control santiaguista, pudiendo ser propiedad del concejo o de particulares. A pesar de ello, los nuevos pobladores fueron acudiendo en número escaso y el aumento demográfico fue débil a lo largo de los siglos XIII y XIV. La aparición de las sucesivas oleadas de peste desde mediados del s. XIV ocasionaron en el término de Taibilla una fuerte despoblación, conllevando grandes dificultades para el mantenimiento de la fortaleza y la desaparición, en un proceso irreversible, de las instituciones concejiles y eclesiásticas y, finalmente, su anexión a la encomienda de Yeste a principios del siglo XV. No obstante, las tierras de Taibilla eran ciertamente ricas como pastos y también conservaban una notable producción cerealista, atrayendo a los vecinos de Yeste y de otras villas limítrofes que, desde fines del siglo XV y durante todo el XVI, repoblaron sobre todo Nerpio.
3 En 1575, en las relaciones que mandó hacer Felipe II, se afirma que Nerpio es alquería de Yeste; de Taibilla tan sólo quedaban los restos de la fortaleza. El proceso de colonización y absorción de Taibilla estaba concluido y permitió a Yeste conservar parte de él cuando en el siglo XVII se independizase Nerpio con parte del antiguo alfoz de Taibilla. III.- LA FORTALEZA El castillo está conformado por un recinto exterior de tapial de hormigón, bastante deteriorado y con tramos perdidos por completo, compuesto por un zócalo de altura variable conformado por mampostería en hiladas sobre el que se levanta el alzado encofrado, rematado por un parapeto en el que se abren saeteras y, sobre él, la hilada de almenas. En este perímetro se abre una puerta en recodo, integrada en una torre rectangular, que hemos denominado Puerta Noroeste. Está cerrada por una bóveda de cañón fabricada con mampostería tomada con cal, que reposa sobre los muros de tapial. De los dos vanos que presenta, en el externo han desaparecido ambas jambas pero se conserva, tallada en la roca, una suave escalera de tres peldaños que permite determinar su anchura; por su parte, el vano interior si ha conservado unos 50cm de altura de las jambas, realizadas en mampostería tomas con cal. Esta cerca recoge en su interior un recinto denominado “cortijo” en las visitaciones santiaguistas; está compuesto por tres crujías en torno a un patio, mientras que en el cuarto frente, el oriental, se alza la Torre del Homenaje y la puerta de entrada a este recinto. En el centro se conservan los restos de un aljibe cuya bóveda está completamente hundida. Están alzados, asimismo los muros externos de los lados norte y oeste, gracias a lo cual sabemos que es idéntico, en cuanto a técnica y materiales constructivos, que el muro exterior, aunque sensiblemente menos espeso. Junto a la puerta de acceso se conservan los restos de un torreón muy deteriorado, que aparece identificado en la visitación de 1480. La puerta del cortijo está adosada a la esquina noroeste de la torre del homenaje y está construida a base de sillares de caliza, bien trabajados y junteados con mortero fino de cal. Junto a ésta se encuentra el torreón, que está construido asimismo con mampostería y mortero de cal y es macizo, cumpliendo la doble función de proteger la puerta y reforzar el cambio de orientación de los lienzos que tiene a ambos lados; el lienzo contiguo contiene la antigua puerta de acceso al cortijo, la cual está realizada con jambas de piedras rectangulares trabajadas, sillares de factura mucho mas tosca que los de la puerta que la sustituyó, y similares a los que encontramos en las esquinas del cortijo de y de las jambas de la Puerta Noroeste. La Torre del Homenaje es una construcción de planta cuadrada y alzado prismático cimentada sobre la roca. Consta de 5 pisos, el inferior está ocupado por dos aljibes abovedados, el principal, por el que se accede al interior de la torre, y otros tres superpuestos. El acceso a la torre se realiza por un único vano de sillería
4 situado en altura. Presenta un arco de medio punto y se cerraba mediante una puerta de dos hojas y tranca. Por su tipología la podemos adscribir a época bajomedieval, y vino a reemplazar a la puerta primigenia con arco de ladrillo, de cuya rosca interior aún se conservan algunos restos. Toda la fábrica de la torre es de tapial de hormigón salvo la del último cuerpo, fabricado con mampostería tomada con cal. Éste último, acabado en una cubierta a dos aguas y circundado por un cadalso o “guirnalda” de madera, es, claramente, un añadido a la obra original. En la actualidad, han desaparecido tanto las cubiertas a dos aguas con que estaba rematada, como los forjados, escaleras, arcos y tabiquería del interior; mientras que del cadalso sólo se conservan los canes que lo sostenían. Las características de este vasto proyecto defensivo responden a la instauración de un poder político fuerte, aunque de minoría cristiana, en un ambiente mayoritariamente mudéjar, a la vez que a su condición de territorio fronterizo. Esta fortaleza acogía la residencia permanente del comendador y de su pequeña corte. Actualmente, comenzamos a contar con información arqueológica que apunta a la existencia de un recinto fortificado anterior al conservado, de época islámica, y que, por tanto, la obra en la que trabajamos tendría su origen en la implantación de la Encomienda santiaguista, en 1245. Células básicas en la organización territorial de la Orden de Santiago, las encomiendas podían estar formadas por los términos concejiles de una o más villas y, a veces, tan sólo por una serie de posesiones dispersas. Al frente de la encomienda se encontraba el comendador, encargado tanto de la defensa del territorio sujeto a su jurisdicción como de la administración económica de los bienes y rentas que percibía. Junto a este existía una serie de cargos que le ayudaban en las tareas propias de la encomienda: entre ellos destacaban el mayordomo, encargado del control administrativo y económico, el alcaide de la fortaleza, los alguaciles de términos y, finalmente, otros personajes más secundarios. IV. TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS Y DE RESTAURACIÓN Como estrategia básica hemos condicionado los trabajos de excavación a las necesidades de conservación, impuestas por aquellos sectores del castillo que se encuentran en peligro de ruina a corto plazo. En la actualidad, una veintena de jóvenes forman parte del equipo de una Escuela Taller que nos permitirá avanzar de forma notable en su recuperación. IV.1.- Camino de acceso y Puerta Noroeste La recuperación del camino original de acceso a la fortaleza fue una de nuestras prioridades iniciales. Este camino está parcialmente tallado en la roca y completado con un pequeño muro de nivelación, propiciando un estrecho aunque suficiente y cómodo acceso. Nosotros estamos restituyendo la parte de muro desaparecido y creando un sencillo firme de tierra, que nos permite la subida de material de obra con la ayuda de un burro como animal de carga. IV.2.- Cortijo
5 Aquí se alzan los restos de la escalera por la que se subía al paso de ronda y una torre, todo ello en ruina o peligro de derrumbe; por tanto, hemos procedido a la excavación de ambos lados de este sector e iniciado la consolidación y alzado de los muros con obra de mampostería y tapial calicastrado. Como primer resultado de la excavación arqueológica podemos destacar la localización de la puerta de entrada a este recinto, construida a base de sillares
Fases de excavación y restauración del muro norte del cortijo. En el resto de estancias del cortijo estamos aplicando los mismos procedimientos de actuación: excavación arqueológica, consolidación y rehabilitación parcial. IV.3.- Torre del Homenaje La torre conserva en buen estado todo su armazón exterior pero ha perdido completamente su obra interior. Previamente a los trabajos de restauración, hemos realizado la excavación de los aljibes de la planta sótano y de la primera planta, donde encontramos la mazmorra y restos de elementos arquitectónicos. El proyecto de restauración propuesto consiste en la reposición de los diferentes forjados y cubrición de la torre, realizando una claraboya perimetral en todas las plantas que permita tanto la visión completa del alzado desde el interior como la entrada de luz natural a todas ellas.
6 V.- PROYECTOS DE FUTURO A la vez que se procede a la excavación y restauración de los diferentes espacios citados, estamos preparando, dentro de la programación de cursos de la Escuela Taller, las primeras propuestas para la musealización y puesta en valor del recinto del castillo, con zonas expositivas en la torre y en los aljibes y una ruta guiada por el monumento. Esta iniciativa es el primer paso dentro de un proyecto ambicioso para la dinamización cultural y turística del complejo monumental que conforma el Castillo de Taibilla. Para trabajos en fases venideras tenemos una extensa serie de estructuras de la Fortaleza susceptibles de recuperación y estudio, tales como las murallas exteriores, aljibes del albacar, restos de edificios, etc. Proyecto de reconstrucción de la Torre del Homenaje redactado por Garví y Moro. Aquitectura VI.- BIBLIOGRAFIA GUICHARD, P. (1990): España y Sicilia Musulmanas en los siglos XI y XII, Presses Universitaires de Lyon. AL-`UDRÎ, Tarsî` al-ajbâr: Fragmentos geográficos históricos de “al masâlik ilà yamî` almamâlik: ed. por ‘ABD AL-`AZÎZ AL AHWÂM, Madrid, 1965. Trad. parcial y estudio de MOLINA LÓPEZ, E. (1972): “La cora de Tudmîr según al-`Udrî (s. XI). Aportaciones al estudio geográficodescriptivo del SE. peninsular”, Cuadernos de Historia del Islam, IV , vol. monográfico. MOLINA MOLINA, A. L. y LILLO CARPIO, P. (1981): “El castillo de Taibilla”, Miscelánea Medieval Murciana, 7. RODRÍGUEZ LLOPIS, M. (1982): Conflictos fronterizos y dependencia señorial: La encomienda santiaguista de Yeste y Taibilla (s. XIII-XV), Albacete. TORRES FONTES, J. (1965): “Los castillos santiaguistas del Reino de Murcia. Anales de la Universidad de Murcia, Vol. 24 nº 3-4. VALLVÉ BERMEJO, J. (1972): “La cora de Tudmir”. Al-Andalus, XXXVII fasc. 1.