Aportes para la Gestiรณn del Riesgo
y Cambio Climรกtico
Aportes para la Gestiรณn del Riesgo
Foto: Marcela Serna
y Cambio Climรกtico
Cítese el libro como: Serna, M. (ed.). 2018. Aportes para la gestión del riesgo y cambio climático. Medellín. Sello editorial Publicar – T. Tecnológico de Antioquia. 184 p. 184 p. 15x23 cms ISBN: 978-958-56958-2-5 (Digital) Cítense los capítulos como el siguiente ejemplo: Vázquez-García, J. A., Shalisko V., Barragán D. M., Villalobos-Arámbula A. R. Probable habitat disappearance in climate change scenarios for recently discovered Ecuadorian endemic Magnolia mercedesiarum. pp. 15-33. En: Serna, M. (ed.). 2018. Aportes para la gestión del riesgo y cambio climático. Medellín. Sello editorial Publicar – T. Tecnológico de Antioquia. 184 p.
ISBN: 978-958-56958-2-5 (Digital) © Sello Editorial Publicar-T, Tecnológico de Antioquia, 2018 Fotografía carátula: Eliana María Jiménez Rojas. Tecnológico de Antioquia -Institución Universitaria Calle 78B 72A - 220, Medellín, Colombia, Suramérica PBX: (+57 4) 444 3700 ext.: 2139 Diseño, diagramación y animación Divegráficas S.A.S. Los artículos publicados en este libro incorporan contenidos derivados de procesos de investigación y reflexión académica, y no representan necesariamente los criterios institucionales del Tecnológico de Antioquia. Los contenidos son responsabilidad exclusiva de los autores, y cualquier observación o cuestionamiento sobre la originalidad de los textos puede ser notificada. El Tecnológico de Antioquia autoriza la reproducción total de los textos con fines exclusivamente académicos, dando estricto cumplimiento a las normas de referenciación bibliográfica en favor de los autores y de la institución editora. Cualquier uso diferente requerirá autorización escrita de la dirección-edición, y su omisión inducirá a las acciones legales dispuestas por las leyes nacionales e internacionales sobre la propiedad intelectual y los derechos de autor. Hecho en Colombia.
LOS AUTORES JUAN SEBASTIÁN ACERO. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: jsaceroc@unal.edu.co ROSA EDILMA ÁGREDA. Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia Colombiana –CORPOAMAZONIA, Mocoa Putumayo - Colombia. E-mail: rosaagreda@corpoamazonia.gov.co LIZETH ÁLVAREZ-SALAS. Tecnológico de Antioquia - Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: lizeth.alvarez@tdea.edu.co YUDY ÁLVAREZ SIERRA. Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia Colombiana –CORPOAMAZONIA, Mocoa Putumayo - Colombia. E-mail: ingforestyudy@hotmail.com DOLORES MARINA BARRAGÁN-REYNAGA. Guadalajara, México. E-mail: doloresb@cucba.udg.mx
Universidad
de
PAULA BETANCOURT BENAVIDES. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: p.betancourt@udla.edu.co LUZ MARINA CARVAJAL DE PABÓN. Corporación Margil S.A.S, Jardín - Antioquia - Colombia E-mail: investigacion@kantarrana.com CAMILO CONCHA. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: conchasabogal@gmail.com
CLAUDIA JULIANA DULCEY. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: cjdulceyc@unal.edu.co FELIPE DUQUE. Fundación GRUPO PROA –Grupo para la gestión y la promoción del desarrollo sostenible, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: philippopipo@gmail.com JUAN DAVID DUQUE. GENSAR Ingeniería y Arquitectura, Bogotá - Colombia. E-mail: proyectos@gensar.com.co SANTIAGO R. DUQUE ESCOBAR. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas. E-mail: srduquee@unal.edu.co HEAZEL GRAJALES-VARGAS. Tecnológico de Antioquia - Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: heazel.grajales@tdea.edu.co ROSEMBER HERNÁNDEZ RESTREPO. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: rosemberhr@gmail.com ELIANA MARÍA JIMÉNEZ ROJAS. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: eliana.jimenez@tdea.edu.co FABIAN ANDRES MAYA ORTEGA. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: famaort@hotmail.com LUZ MARINA MONSALVE FRIEDMAN. Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, Medellín - Colombia. E-mail: luzma635@gmail.com JORGE IGNACIO MONTOYA RESTREPO. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: jmontoya@tdea.edu.co CAMILO OTAYA DÍAZ. Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia Colombiana –CORPOAMAZONIA, Mocoa Putumayo - Colombia. E-mail: camilo97470@gmail.com
MARIA VICTORIA PARRA MARIN. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: mvparra@tdea.edu.co. CAMILA PÉREZ. Fundación GRUPO PROA –Grupo para la gestión y la promoción del desarrollo sostenible, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: proafundacion@gmail.com OLGA LUCÍA PULIDO. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: opulidom@gmail.com DIEGO RESTREPO. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: dierestrepo@gmail.com JUAN CAMILO DE LOS RIOS. Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia CORANTIOQUIA, Medellín - Colombia. E-mail: camidelosrios@yahoo.com ALEX FERNANDO RÚA CARDONA. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: alex.rua@tdea.edu.co MARCELA SERNA GONZÁLEZ. Tecnológico de Antioquia - Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: lserna@tdea.edu.co VIACHESLAV SHALISKO. Universidad de Guadalajara, México. E-mail: vshalisko@gmail.com MILENA SUÁREZ. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: misuarezmo@unal.edu.co JUAN PABLO TOBÓN AGUDELO. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: jpta08@gmail.com
LAURA TORO-PATIÑO. Tecnológico de Antioquia - Institución Universitaria, Medellín - Colombia. E-mail: torolaura0116@gmail.com JOHANA URREGO. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: yois.ur@hotmail.com KEES VAN VLIET. Fundación GRUPO PROA –Grupo para la gestión y la promoción del desarrollo sostenible, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: vliet.van.ka@gmail.com LIDA YELITZA VARGAS. Laboratorio de Limnología, Instituto Amazónico de investigaciones –Imani, Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, Leticia - Amazonas - Colombia. E-mail: liyvargas@unal.edu.co J. ANTONIO VÁZQUEZ-GARCÍA Herbario IBUG, Inst. de Botánica, Depto. de Botánica y Zoología, Universidad de Guadalajara, CUCBA, Zapopan, Jalisco, México. E-mail: talaumaofeliae@gmail.com ALMA ROSA VILLALOBOS-ARÁMBULA. Universidad de Guadalajara, México. E-mail: alma.villal@gmail.com
Tabla de Contenido Presentación.............................................................................. 9 SECCIÓN 1 APORTES PARA LA MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO.................................................................................. 11 Capítulo 1 Probable habitat disappearance in climate change scenarios for recently discovered Ecuadorian endemic Magnolia mercedesiarum............................................................................... 13 Capítulo 2 Algunas estrategias locales de adaptación al cambio climático aplicadas en sistemas productivos de café en el Municipio de Jardín – Antioquia................................................ 35 Capítulo 3 Gases de efecto invernadero en la jurisdicción de CORANTIOQUIA........................................................................ 57 SECCIÓN 2 APORTES PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS Y DEL RIESGO........................................... 77 Capítulo 4 La gestión del riesgo en el marco de los planes de manejo y ordenamiento de cuencas........................................................ 79 Capítulo 5 Las rondas hídricas en el piedemonte Andino-amazónico: estudio de caso del acotamiento de la ronda hídrica del río Hacha en la zona urbana del municipio de Florencia (Caquetá)....................................................................................... 103 Capítulo 6 Evaluación de la calidad del agua de la quebrada “La Torura” en el municipio de Entrerrios-Antioquia mediante el uso de macroinvetrebados acuáticos..................................................... 151
PRESENTACIÓN
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
PRESENTACIÓN El pasado 27 de noviembre de 2017, el Tecnológico de Antioquia a través de la Facultad de Ingeniería, organizó un seminario de actualización en Gestión del riesgo y cambio climático, cuyo objetivo fue sensibilizar a los participantes sobre la necesidad de conocer todas las variables involucradas en la gestión del riesgo a nivel nacional e internacional, así como visibilizar los efectos que puede causar el cambio climático en la diversidad y los ecosistemas y comprender la percepción del riesgo en el contexto social, así como los esfuerzos de diversas instituciones para una gestión del riesgo, particularmente en el contexto actual de cambio climático. Dicho evento permitió profundizar en las temáticas actuales en gestión del riesgo y cambio climático, particularmente en el contexto latinoamericano y se constituyó en un espacio de participación y actualización de los estudiantes del área ambiental de la facultad, tanto a nivel de pregrado (Tecnología Agroambiental, Ingeniería Ambiental), como de posgrado (Especialización en Atención y Prevención de Desastres Naturales y Maestría en Gestión del Riesgo y Medio Ambiente) y de los demás asistentes que se sintieron convocados con las temáticas del evento. Gracias a las contribuciones de algunos ponentes y de otros profesores adscritos a la facultad, logramos construir el presente libro con dos importantes secciones: 1) Aportes para la mitigación del cambio climático y 2) aportes para la gestión integral de cuencas hidrográficas y del riesgo.
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Foto: Marcela Serna
SECCIÓN 1: APORTES PARA LA MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO
CapĂtulo
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Foto: Marcela Serna
Probable habitat disappearance in climate change scenarios for recently discovered Ecuadorian endemic Magnolia mercedesiarum
Probable habitat disappearance in climate change scenarios for recently discovered Ecuadorian endemic Magnolia mercedesiarum
CAPÍTULO 1
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
J. Antonio Vázquez-García, Viacheslav Shalisko, Dolores Marina Barragán-Reynaga, Alma Rosa Villalobos-Arámbula
Summary The vulnerability of tropical mountain tree species to climate change has been evaluated with an example of a recently discovered species, Magnolia mercedesiarum, endemic to the northeastern Ecuadorian Andes. The environmental conditions within the current species distribution area has – have been compared with conditions projected to 2050 and 2070, using data from HadGEM2-ES model in two CO2 emission scenarios: RCP4.5 and RCP8.5. The species distribution modelling allowed to determine probability of persistence of suitable environmental conditions in current distribution area by projecting actual ecological niche model to future conditions. A significant reduction of habitat suitability was discovered in the case of M. mercedesiarum for both scenarios, combined with a lack of nearby areas with adequate environmental conditions. Several disjunct sites of high habitat suitability could be identified in 2050 projected data in Colombia, but they seem to be unreachable by this tree species in short time due to dispersal limitations. The reduction of habitat suitability and impossibility of distribution area shift could mean imminent species extinction, in case that species has low adaptation potential to new environmental conditions.
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CAPÍTULO 1
Introduction Magnolia mercedesiarum D. A. Neill, A. Vázquez & F. Arroyo (subsect. Talauma, Magnoliaceae) is an endemic to the northeastern Ecuadorian Andes and has an extremely narrow distribution range (Vázquez-García et al. 2018). Both population size and area of occupancy of species are included as criteria for evaluation of species vulnerability (IUCN, 2012). Changes in climate can directly lead to alterations in species distributions, expanding range if the change is beneficial to ecological need or contracting it where change is detrimental. The range contraction can force species into refugial space, where this is available, or lead to species extirpation. This is particularly true for plant species that, for the most part, are only able to shift location once in a generation (e.g. seed dispersal), but are otherwise sessile (Braidwood et al. 2018). The habitat species vulnerability in climate change scenarios will be evaluated by several methods (e. g. Randin et al. 2009, West et al. 2015). To assist with species survival, we therefore need to be able to predict and understand the likely limits of distribution and limiting factors for individual taxa (Braidwood et al. 2018). The species distribution modelling allowed to determine probability of persistence of suitable environmental conditions in current distribution area by projecting actual ecological niche model to future conditions. The objective of the present work was to analyze the vulnerability of Magnolia mercedesiarum to climate change predicted for next decades by selected scenarios influenced by anthropogenic greenhouse gases emissions. To achieve this goal, we compared the climate conditions in M. mercedesiarum current distribution area with conditions predicted in climate change scenarios, and developed the species distribution model for M. mercedesiarum on current environmental conditions to make projections of future habitat suitability and probable distribution change in northwestern South America. This allowed to interpret the results of M. mercedesiarum species distribution modelling in current and future climatic conditions in relation to species vulnerability to climate change.
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Methods The probable current distribution area of Magnolia mercedesiarum was accepted from Vázquez-García et al. (2018) estimation, basing in conservative equal sensitivity and specificity (ESS) threshold and use this to produce the species distribution model (SDM) from simulated presence data in order to reduce effects from the incomplete field sampling and spatial bias of the real available observations data (Figure 1). To sample the environmental variability in probable current distribution area we had drawn 500 uniformly distributed random points within the presence grid cells (Phillips et al. 2009). For SDM process this set was splitted to 10 equal size subsets for use in crossvalidation replications, required to assessing of the modelling area in northwestern South America (Barbet-Massin et al. 2012, Merrow et al. 2013). The overall number of 900 background points in each replication provides a reasonable representation of the environmental variation in modelling area.
CAPÍTULO 1
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figure 1. Current distribution of Magnolia mercedesiarum (shaded area) with GMTED2010 elevation data. Points represent the sampling sites within the current distribution area used for analysis.
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CAPÍTULO 1
The environmental information for current conditions from year 1970 to 2000 was extracted from WorldClim ver. 2 dataset (Fick &Hijmans 2017), including the mean monthly precipitation, minimal and maximum monthly temperatures as 30” resolution grids (~1 km at latitude of analysis). The temperature data were statistically downscaled to ~250 m resolution by regression from median elevation predictor, part of GMTED2010 digital elevation model dataset (Danielson & Gesch 2011). The precipitation data was resampled to ~250 m resolution by cubic convolution algorithm, controlling the absence of negative values. The set of 19 bioclimatic predictor variables (Nix 1986, O’Donnell & Ignizio 2012) was produced from precipitation and temperature data with R ‘dismo’ package (Hijmans et al. 2017). The future condition projections in climate change scenarios were selected from products of Hadley Global Environment Model 2 – Earth System (Martin et al. 2011) compatible with Coupled Model Intercomparison Project Phase 5 (CMIP5, Taylor et al. 2011). According to Collins et al. (2013) the simulations in CMIP5 framework follow four Representative Concentration Pathways (RCP) scenarios, that correspond to target CO2 concentrations. For the analysis of Magnolia mercedesiarum vulnerability, we selected two scenarios, the moderate RCP4.5 and extreme RCP8.5. The monthly precipitation and temperature data for both scenarios are available for year 2050 and 2070 in WorldClim database as 30” resolution grids (WorldClim 2017). The downscaling procedure to ~250 m grid and generation of 19 bioclimatic predictors was similar to those for current conditions. The SDM has been performed using MaxEnt 3.4.1 (Phillips et al. 2006, 2017) in R ‘dismo’ environment. The cross-validation workflow included producing of 10 model replications based in the background and presence data with prevalence of 0.1 in each case, following the recommendations of van Proosdij et al. (2016) and interpreted as the probability of species presence in grid cells (Philips & Dudík 2008); and transformed to the realized distribution of the species in current conditions by application of the threshold (e. g. Randin et al. 2009, West et al. 2015). The hinge, product and threshold features were excluded to prevent model overfitting and improve interpretability.
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The most common measure of the overall discriminatory capacity of SDMs is the area under curve (AUC) of the receiver operating characteristic (Fielding & Bell 1997, Bean et al. 2012, McPherson et al. 2004, van Proosdij et al. 2016). In AUC calculation, the background points outside of the probable current distribution were counted as true absences, and the presence prevalence greater than 0.1 was ensured by a combination of 50 points used for training with additional test set of the same size. We determine the real AUC value independently in each model replication, accessed mean model AUC and its standard deviation, along with the receiver operation characteristic plot. Additionally, we rank the real model AUC in bias corrected null-model test (Raes & ter Steege 2007)
CAPÍTULO 1
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
The threshold is required for transformation of continuous SDM output to presence-absence result. (Bean et al. 2012). We use the conservative criteria of threshold selection described by Liu et al. (2005) as the sensitivity and specificity equality approach. The ESS threshold was determined in each model replication from the same point dataset that is used for receiver operation characteristic estimation (Lobo et al. 2007, Jiménez-Valverde 2012). The true skill statistics (TSS) value was estimated for each replication and the mean TSS with its standard deviation is reported as another general model evaluation metric (Allouche et al. 2006).
Results Changes in environmental parameters in species current distribution area The current distribution of Magnolia mercedesiarum of 2701 km2 taken from Vázquez et al. (2018), as shown in Figure 1, was found to lay in the elevation range from 1075 m to 2576 m above the sea level, 90% of presence points are restricted to range between 1237 m and 2264 m, with median at 1736 m according to GMTED2010 dataset. In comparison of downscaled climatic conditions in 1970-2000 (WorldClim 2) and similarly, downscaled future conditions in projection of the HadGEM2ES model under RCP4.5 and RCP8.5 emission scenarios for all monthly temperature values we detected the increase in median (Figures 2a, 2b, 3a, 3b). 19
CAPĂ?TULO 1
Figure 2A. Monthly precipitation, minimal and maximum temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP4.5 scenario for years 2050 and 2070.
Figure 2B. Monthly minimal temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP4.5 scenario for years 2050 and 2070.
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CAPร TULO 1
Aportes para la Gestiรณn del Riesgo y Cambio Climรกtico
Figure 2C. Monthly maximum temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP4.5 scenario for years 2050 and 2070.
Figure 3A. Monthly precipitation within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP8.5 scenario for years 2050 and 2070.
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CAPĂ?TULO 1
Figure 3B. Monthly minimal temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP8.5 scenario for years 2050 and 2070.
Figure 3C. Monthly maximum temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP8.5 scenario for years 2050 and 2070.
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The monthly maximum temperature increase rate was lowest in RCP4.5 scenario comparing current conditions with 2050 projection, ranging from 1.09°C in September to 1.59°C in April, while the monthly maximum temperature increase in same scenario in 2050 ranges from 3.05°C in July to 3.97°C in September. The RCP8.5 scenario corresponds to faster temperature change, in this case the minimal monthly temperature increases for 2050 from 1.61°C in September to 2.10°C in April, while the monthly maximum temperature increase is as high as 3.69°C in July and 4.64°C in October. In both scenarios the projection for 2070 demonstrates further increase of temperature. The Mann-Whitney U test allowed to reject the null hypothesis in all temperature comparison cases, including comparison of current conditions with projections for 2050 and 2070, and comparison between 2050 and 2070 data, indicating the statistical significance of the temperature increase (Figures 4, 5).
CAPÍTULO 1
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figure 4. Results of Mann-Whitney U test for significance of difference in monthly precipitation, minimal and maximum temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP4.5 scenario for years 2050 and 2070.
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CAPĂ?TULO 1
Figure 5. Results of Mann-Whitney U test for significance of difference in monthly precipitation, minimal and maximum temperature within the current distribution of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP8.5 scenario for years 2050 and 2070.
The precipitation change in species current distribution area is not that straightforward, the precipitation projections for year 2050 and 2070 generally have augmented spatial variability in comparison to current WorldClim 2 data and increase in absolute values of monthly precipitation from current condition to 2050 (Figures 2c, 3c, 4, 5). In RCP4.5 scenario the increase of the median of monthly precipitation between actual conditions and projection to 2050 was significant for all months, varying from 4.97 mm in October and to highest value of 93.65 mm in August. When comparing the actual precipitation with 2070 projection the significant increase was found in all months except October, the increase is from 8.7 mm in April to 93.76 mm in August. The monthly precipitation increase in RCP8.5 scenario is generally higher, with the exception of October, when we had not observed significant change between actual and projected 2050 values. The lowest precipitation increase between actual and 2050 conditions was observed in April (20.05 mm) and the highest in August (96.61 mm), and when looking for changes from actual conditions to 2070 projection, it varies from 6.87 mm in September to 125.59 mm in August, with diminution of precipitation median in October (35.37 mm less). The annual precipitation (predictor 24
BIO12) is significantly higher in future projections comparing with WorldClim 2 data, with median of 2728 mm in 1970-2000, predicted 3379 mm (RCP4.5) or 3201 mm (RCP8.5) in 2050, 3255 mm (RCP4.5) or 3293 mm (RCP8.5) in 2070.
Species distribution modelling
CAPร TULO 1
Aportes para la Gestiรณn del Riesgo y Cambio Climรกtico
The inferred species distribution model for current conditions has the real mean AUC value of 0.948 between ten replications, persisting in the highest position in null-model AUC rank test. Within the known current distribution area, the model has the median presence probability of 0.723, with 90% of probability values exceeding 0.429, the mean ESS threshold between replications was estimated at 0.445. Using the ESS threshold, the overall model mean specificity was determined as 0.906, sensitivity as 0.905, and the TSS was 0.811. Both AUC and threshold dependent evaluation metrics demonstrate high model reliability for current conditions, with 90.5% of grid cells correctly classified under selected threshold. The modelled species presence probability in the current distribution area of M. mercedesiarum demonstrates drastic diminution in both future scenarios (Figures 6, 7). Modelling showed that the RCP4.5 scenario allows persistence of species within 13.3% of its current distribution area in 2050, while the RCP8.5 scenario leads to almost complete disappearance of suitable habitat in same period. Under the RCP4.5 scenario in 2050 the presence probability median is 0.184, and the percentile 90% is located at 0.482, in this way only the minor fraction of grid cells retains presence probability above the ESS threshold. The mean habitat loss within current distribution area under this scenario in 2050 was estimated as 86.7%, varying from 100% to 45.9% in independent model replications. Under the RCP8.5 scenario for 2050 the mayor part of grid cells within the current distribution area loses the conditions suitable for species persistence, loss was estimated as mean 97.3% of current distribution area, only for one model replication the habitat diminution was lower (73.7%). The median of modelled presence probability within the current distribution area in this case was 0.099. The species probability presence for both scenarios in 2070 are lower than in 2050, with median at 0.086 and 0.027 under RCP4.5 and RCP8.5 respectively. The mean habitat loss in current distribution area in 2070 was 97.4% and 99.9% respectively.
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CAPĂ?TULO 1
Figure 6. Modelled presence probability within the current distribution area of M. mercedesiarum in current conditions and projection of HadGEM2-ES model under RCP4.5 and RCP8.5 scenarios. The horizontal line as ESS threshold median (continuous line) and 95% confidence interval (dotted lines).
Figure 7. Maps of presence probability in area of current M. mercedesiarum distribution modelled for 2050 under HadGEM2-ES RCP4.5 scenario (right) comparing with potential ecological niche projection for current conditions (left).
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While the presence probability is decreasing in the current species distribution area in both scenarios, modelling allowed to detect several separated areas with increase of presence probability (Figures 8, 9). These areas are persistent in between scenarios in same geographical location, except the RCP8.5 scenario in 2070 when no areas with suitable habitat could be detected. Two main disjunct geographic localities with high habitat suitability were detected to the north from the current distribution area, both located in Colombia, at eastern slopes of Andean cordillera. One of such localities with center approximately at 2.5° N of latitude and 77° W longitude is separated from current distribution area by distance of approximately 230 km by straight line. At this locality, the size of area with presence probability above the ESS threshold at least in single model replication was estimated in different scenarios as 824 km2 (RCP4.5 2050), 369 km2 (RCP8.5 2050), 437 km2 (RCP4.5 2070) or 127 km2 (RCP8.5 2070). Another disjunct location with increase of presence probability is located northeast from current distribution separated by distance of approximately 590 km by straight line, with center at 4.5° N of latitude and 73.5° W longitude. In this location the estimated size of area with suitable habitat was estimated as 960 km2 (RCP4.5 2050), 247 km2 (RCP8.5 2050), 537 km2 (RCP4.5 2070) and 53 km2 (RCP8.5 2070).
CAPÍTULO 1
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figure 8. Map of potentially suitable habitat of M. mercedesiarum in disjunct locations in Colombia, based on HadGEM2-ES model data for RCP4.5 scenario in 2050.
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CAPĂ?TULO 1
Figure 9. Map of potentially suitable habitat of M. mercedesiarum in disjunct locations in Colombia, based on HadGEM2-ES model data for RCP4.5 scenario in 2070.
Discussion The model of habitat conditions potentially suitable for species was accessed in this study through modelling of response to downscaled WorldClim 2 climatic data (Fick & Hijmans 2017) and represents the partial model of ecological niche for the species under consideration. The model adjusted in the environmental space was projected to geographical space as the potential current distribution of M. mercedesiarum, or the projection of its potential ecological niche, in our data highly correlated with the known species distribution (VĂĄzquez et al. 2018). We assume that he current distribution of M. mercedesiarum has formed during the period of relative climatic stability in scope of centuries and had persisted in same geographical location at least for several generations, so that the species has occupied the entire available potential habitat within its dispersal limitations.
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Changes in bioclimatic envelopes can strongly influence the ability of survival for populations of sessile species with limited dispersion potential. There are three main options for survival: species can manifest hidden phenotypic plasticity that allow them to maintain positive population growth rates in new conditions; populations could experiment fast genetic adaptation to the new climate regime; species could stay restricted to a small refugia within their initial distribution range, or in sites reachable by migration through few generations (Donoghue & Edwards 2014; Braidwood et al. 2018). The projection of the same niche model to future scenarios relies in assumption of immutability of potential ecological niche for the species in given time slope of 50 or 70 years. We consider that such an assumption is highly probable, as the distance in generation between currently growing trees and individuals in the future vegetation is very low, not exceeds one or two generations. It is expected that in 50 years many of the currently adult trees will still persist in the same place as today, tolerating the projected climatic change, as adult trees could have broader tolerance to climatic environmental conditions than tree saplings. In this way the M. mercedesiarum adult trees distribution may not experiment the immediate drastic changes. The potential ecological niche projections in our point of view are more related to sites where the species will be able to persist through reproduction, with the capacity of tree saplings to establish, survive and grow to adult trees in competitive environment of wet tropical mountain forest. The reduction of suitable habitat in current distribution area could be reflected in reduction of space where trees could successfully reproduce and saplings can successfully convert to mature individuals. The potential reduction of suitable area in rates from 86% to almost 100% in different scenarios can lead to practical extinction of species in current distribution area, but the scope of this extinction will not have immediate effect in number of adult trees, as the process that could be affected in the first stage is the reproduction. The species survival in 2070 is related to its persistence in small refugia of only 2.6% from actual distribution area under scenario RCP4.5.
CAPร TULO 1
Aportes para la Gestiรณn del Riesgo y Cambio Climรกtico
With regards to shifts in bioclimatic envelopes that can allow a species plant to continued survival outside of the initial distribution range, in a new location, available through seed dispersal, the dispersal limitations in Magnolia species could 29
CAPÍTULO 1
prevent the colonization of disjunct localities with suitable habitat that appear in results of modelling in 2050 and 2070. There is no known mechanism that could allow natural transfer of M. mercedesiarum seeds to separated locations from current distribution area by distance of almost 370 km or more, with presence of several orographic barriers between locations. Though the detected areas are compatible with the existing species ecological niche, they could not be colonized within the given time scope. The scenario of the environmental changes combined with lack of options for local distribution shifts may result in “extinction” for species with limited dispersal potential (Talluto et al. 2017). Finally, the species ability to adapt to bioclimatic changes may depend on hidden phenotypic plasticity and species interactions in community (Braidwood et al. 2018). There is the possibility that the variability of environmental response in the population is much wider than manifested in the realized niche, and that the recombination within the population will allow fast adaptation to new conditions available within the dispersal range, thus violating our assumption of potential niche immutability. In this case the extinction of species could not be imminent within its current distribution area. The further results of this research with analysis of the implications of our findings, as well as the full scope theorical framework are to be published separately.
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CAPÍTULO 1
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CAPÍTULO 1
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
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Foto: Marcela Serna
Capítulo
2
Algunas estrategias locales de adaptación al cambio climático aplicadas en sistemas productivos de café en el Municipio de Jardín – Antioquia
Algunas estrategias locales de adaptación al cambio climático aplicadas en sistemas productivos de café en el Municipio de Jardín – Antioquia
CAPÍTULO 2
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Lizeth Álvarez Salas, Laura Toro Patiño, Heazel Grajales Vargas, Alex Rúa Cardona, Luz Marina Carvajal De Pabón
Resumen: El cambio climático es un fenómeno global que ha modificado la visión que tiene el ser humano frente al planeta y su permanencia en él. Este capítulo analiza el proceso de reincorporación de saberes locales vinculados a la producción de café en el municipio de Jardín Antioquia de cara al cambio climático. Según los resultados obtenidos a partir del método etnográfico, se identificó que los campesinos de cuatro veredas restablecieron policultivos basados en árboles maderables, especies alimenticias, plantas medicinales y café variedad castillo. Este proceso se desarrolló en el marco de la agricultura climática inteligente y su propósito fue mejorar las características organolépticas de su producto principal para fines de exportación, restablecer el ciclaje de nutrientes, mejorar la calidad del suelo, disminuir el uso de insumos químicos y regular el uso del agua mediante el beneficio en seco. Se concluyó que estas estrategias están vinculadas a estrategias locales de adaptación al cambio climático, en un municipio que empieza a transitar por la senda de la sostenibilidad.
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CAPÍTULO 2
Introducción El cambio climático altera significativamente las condiciones climáticas medias y su variabilidad por periodos prolongados (Intergovernmental Panel on Climate Change, 2007). El principal origen de estas alteraciones es la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) producto de la actividad antrópica, que ha trasformado la composición atmosférica. Por ejemplo, el aumento en la emisión de GEI de origen industrial entre 1970 y 2004 alcanzó el 70% (IPCC, 2007). Altas concentraciones atmosféricas de GEI actúan como barrera física que bloquea la salida de energía calórica de onda larga emitida desde la tierra hacia el espacio exterior y favorece el incremento de la temperatura media del planeta (García et al., 2012). Algunos fenómenos que comprueban estas trasformaciones son el aumento del nivel del mar, retroceso de glaciares, cambios en la precipitación media y cambios en el comportamiento de los ciclones. El origen de algunos GEI es también natural. Entre los GEI más comunes se encuentran dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFCs), perfluorocarbonos (PFCs) y hexafluoruro de Azufre (SF6). En particular, la agricultura y ganadería emiten CO2, CH4 y N2O por degradación de materia orgánica en la producción intensiva y extensiva, así como por uso de fertilizantes nitrogenados sintéticos (IPCC, Documento Técnico III, 1997; Altieri & Nicholls, 2009). Labores culturales como quema de residuos pos-cosecha y apertura de nuevos sitios para el cultivo mediante deforestación ponderan el balance atmosférico de CO2 al eliminar sumideros de carbono (Schlesinger & Bernhardt, 2013). Ejemplo de ello es la disminución de caudales y pérdida de algunos nacimientos de agua de alta montaña debido a cultivos a gran escala en sitios de importancia ecológica, la pérdida tanto de flora como de fauna local y la deforestación para propósitos agropecuarios no sustentables (Beker, 2002; Carvajal et al., 2014). El cambio climático ha modificado los patrones de variación de tres factores ambientales definitivos en la producción agrícola: temperatura, precipitación, humedad relativa y brillo solar. En
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consecuencia, los agricultores son cada vez más vulnerables al cambio climático. En el trópico, el aumento de la temperatura es función de la altitud y numerosos estudios han demostrado que allí se ha iniciado el desplazamiento de cultivos hacia zonas más altas (Beniston et al., 1997; Ulloa, 2011). La producción de café en Colombia requiere climas templados (18-21°C), pero el aumento en la temperatura demanda el uso de zonas más altas, e.g., regiones de amortiguación de páramo, indispensables por el aporte de agua para consumo humano (Ramírez, 2012).
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
De otro lado, el cambio en la precipitación puede ocasionar tanto menor disponibilidad de agua como incremento en la erosión y anegamiento por escorrentía (IPCC, 2007:9). En Colombia particularmente existen dos tendencias contrastantes: la disminución de la precipitación total anual sobre la cordillera oriental y el suroccidente del país y el aumento en el resto del país con lluvias de gran intensidad. Por su parte, el aumento en el brillo solar acelera la tasa degradación y desertificación del suelo por pérdida de su cobertura vegetal, horizontes orgánicos y humedad. Desde esta óptica, la posibilidad de los agricultores para mantener cultivos estables que satisfagan su demanda de alimentos disminuye. Esto significa menor rendimiento de la producción, pérdida de animales de pastoreo y mayor riesgo de incendios incontrolados. La alteración de patrones climáticos es difícil de predecir, lo que dificulta la construcción de ciclos agrícolas. Las zonas más vulnerables son aquellas donde los cambios son intensos, v.g. los trópicos, donde se produce la mayor cantidad de comida en huertas campesinas con consecuencias en la soberanía alimentaria (Altieri, 2009). El resultado es que el precio de los alimentos al consumidor aumenta porque el rendimiento de la producción disminuye.
Percepciones frente al clima, estrategias de mitigación, resiliencia y adaptación en el marco de la producción sostenible Los agricultores han sido observadores de primera mano de los cambios atmosféricos, ambientales y climáticos por su cercanía al contexto natural. De acuerdo con sus observaciones, es posible determinar tendencias climáticas a partir de la comprensión de la historia ambiental de su entorno, que a su vez ha permitido históricamente la predicción empírica del clima, fundamental en la producción agrícola. Algunos 39
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estudios antropológicos en el contexto de la nueva etnografía han comprobado la existencia de calendarios agrícolas que relacionan conocimientos tradicionales con prácticas agrícolas, pesqueras, de caza y ciclos vitales de especies silvestres (Conklin 1968; Berlin, 1992). La predicción de las temporadas lluviosas y de sequía es vital en la programación de la producción agrícola en el trópico. Los cultivos de ciclo largo, e.g. papa y maíz, deben ser cultivados en suelo seco antes de la temporada lluviosa (Orlove et al., 2010: 186). Sin embargo, la desconfianza en los conocimientos meteorológicos y la baja capacidad de predicción de cara al cambio climático han provocado también el cambio de la actividad agrícola por la pecuaria o la sustitución de cultivos (Polanco, 2016). Esto se configura como una estrategia de adaptación socioeconómica forzada ante las alteraciones climáticas. Evidencia reciente muestra que las comunidades rurales han desarrollado estrategias de adaptación que aumentan la resiliencia y la eficiencia en el uso de recursos en los sistemas de producción agrícola en el marco de la agricultura climática inteligente (Lipper et al., 2014). Dichas estrategias están vinculadas al desarrollo de tecnologías basadas en saberes tradicionales y modernos, y soportadas en implementación de sistemas agroforestales, policultivos, sistemas silvopastoriles, entre otros. Estas acciones están coordinadas por agricultores, investigadores, el sector privado, la sociedad civil y el Estado y son encaminadas hacia (i) la construcción de coherencia entre políticas climáticas y agrícolas y (ii) el establecimiento de vínculos entre financiación climática y agrícola. Además, son consideradas estrategias para la mitigación del cambio climático porque disminuyen la tasa de emisión de GEI y a la vez aumentan significativamente la fijación de carbono (Ríos et al., 2011). Los resultados de estas estrategias pueden visualizarse más claramente en escenarios locales que globales. El municipio de Jardín experimenta una trasformación en respuesta a nuevas dinámicas que apuntan hacia sistemas más sostenibles. Jardín basa su economía principalmente en el ecoturismo; fue declarado Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional y es uno de los 17 municipios patrimonio de Colombia (Decreto 1132 del 24 de abril de 1985). A su vez, es el segundo municipio de
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Colombia, después del municipio Guadalajara de Buga - Valle del Cauca, en ser certificado en calidad de Sostenibilidad Turística (Destinos Turísticos de Colombia NTS TS 001-1 - 001-2). De hecho, los lugareños han reestructurado su economía hacia una vía sostenible de dinámicas ambientales, sociales y económicas que han potenciado el turismo de aventura durante los últimos 15 años. Además, han desarrollado estrategias productivas locales en torno a la producción agrícola sostenible de cafés especiales y venta de bienes y servicios ecoturísticos que han impactado positivamente la economía del lugar. El objetivo de este estudio se centra en examinar las estrategias locales de adaptación al cambio climático en los sistemas de producción de café especiales haciendo énfasis en la capacidad de implementar soluciones específicas apoyadas en la innovación y financiamiento extranjero.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Materiales y métodos Área de estudio Jardín se encuentra a 134 Km de Medellín, capital del departamento de Antioquia, en la región Suroeste, en un territorio dividido entre el río San Juan y un ramal de la cordillera occidental (Figura 1), con una extensión de 224 km2, en un relieve montañoso, con altitudes entre 1400 msnm en la vereda la Casiana, hasta 3300 msnm en el Páramo de San Rafael. Su cabecera municipal se ubica entre las quebradas La Salada y La Volcanes (5º35’50’’ N y 75º50’50’’ O), a 1750 msnm con temperatura promedio de 19°C (Municipio de Jardín, 2013). El área rural del municipio de Jardín se encuentra dividida en 21 unidades territoriales. Una de ellas es el Resguardo indígena de Cristianía-Karmatarrua y las otras 20 corresponden a las Veredas: Alto del Indio, Caramanta, El Tapado, Gibraltar, La Arboleda, La Casiana, La Floresta, La Herrera, La Linda, La Mesenia, La Salada, La Selva, Macanas, Morro Amarillo, Quebrada Bonita, Río Claro, San Bartolo, Santa Gertrudis, Serranías y Verdún (Alcaldía Jardín, 2016). Según el DANE (2015), la población alcanza 13748 habitantes. El 52% situado en la zona urbana y el 48% restante en la zona rural, con una densidad de población de 64 habitantes por Km2. En general, el municipio cuenta con microclimas influenciados 41
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por las corrientes de aire frío de los Farallones del Citará y de las montañas de la cuchilla Jardín-Támesis, al igual que por corrientes cálidas provenientes del curso bajo y medio del río San Juan, el cual nace en los Farallones del Citará y desemboca en el Río Cauca (Alcaldía Jardín, 2016). Dichas fuentes hídricas abastecen a la población urbana y los sistemas de café y otras especies productivas.
Figura 1. Ubicación del municipio de Jardín. En Jardín, el ecoturismo hace parte la economía debido a la alta diversidad ambiental presente en su ecosistema. Además, la conservación arquitectónica y la declaratoria de Patrimonio Nacional en 1985 hacen que Jardín pertenezca a la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia (Alcaldía Jardín, 2016).
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Metodología Se realizó una visita de campo durante 16 días continuos en marzo de 2018. Para entender y analizar las particularidades de los campesinos cafeteros mediante la observación de sus actividades cotidianas se usó el método etnográfico (Guber, 2007). Se hicieron 31 entrevistas semiestructuradas, en el escenario de las parcelas productivas de café, localizadas en las veredas Verdún (7), La Casiana (8), Morro Amarillo (1), El Tapado (6), San Bartolo Jardín (7), La Linda (3) y La Salada (2). Esto permitió recoger los discursos sobre el saber agrícola, las formas de apropiación del conocimiento agropecuario, las estrategias de conservación de recursos naturales, así como de las percepciones de cambio y variabilidad climática. Las entrevistas fueron transcritas, sistematizadas y ordenadas en cuatro categorías y siete subcategorías de análisis en el programa Atlas TI 6.2 (Tabla 1). Se obtuvieron sendos consentimientos informados, en los que se declara la participación libre y espontánea en la investigación. Las parcelas productivas de las fincas se recorrieron siguiendo las técnicas de estudios socioeconómicos y ambientales en bosques neotropicales, según la propuesta de Turbay (2004).
CAPÍTULO 2
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Tabla 1. Categorías analizadas. Categoría Prácticas locales de la producción de café
Factores ambientales
Subcategoría
Descripción
Conocimientos locales del ecosistema.
Se agrupó la información con la ecología de Jardín, a partir de los conocimientos locales.
Conocimientos locales del café.
Descriptores de producción, transformación y beneficio.
Se recabó información de las condiciones ambientales de la localidad, asociadas con la disposición de los residuos sólidos y de las aguas residuales, así como del aprovechamiento y acceso del recurso hídrico para consumo humano.
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CAPÍTULO 2
Categoría
Subcategoría
Descripción
Poblamiento.
A partir de las entrevistas se extraen las historias locales de los procesos de poblamiento y configuración del escenario sostenible.
Estructura social.
Se incluyeron aspectos como las configuraciones sociales, los sistemas locales educativos y de salud.
Grupos humanos locales.
Se analizaron las relaciones que se establecen entre los productores de café y empresas relacionadas con la comercialización.
Aspectos sociales: Esta categoría se analiza desde tres subcategorías:
Movimientos Se incluyen: las Juntas de Acción Comunal (JAC), sociales y Asociaciones de productores de café, multinacional organizaciones vinculada a la comercialización del café, estructuras políticas turísticas de Jardín. Fuente: Elaboración propia
Resultados Los agricultores de Jardín han encontrado en el mercado internacional de cafés especiales, gourmet y de origen, un nuevo segmento para el desarrollo económico local desde la agricultura (FNC, 2014). De hecho, se encontró que el número de familias cafeteras en Jardín aumentó de 1510 en 2015 a 1533 en 2017 (FNC, 2017); con ca. 2545 ha. cultivadas con café localizadas en las veredas Verdún, La Casiana, Morro Amarillo, El Tapado, San Bartolo Jardín, Cristianía, La Linda y La Salada. El resurgimiento de técnicas tradicionales de producción cafetera obedece a, en primera instancia, que el municipio ha sido declarado como “Sostenible” en el desarrollo de estrategias económicas y por la incidencia de una compañía multinacional de origen suizo y cofinanciado con banco del mismo origen. Estas entidades generaron proyectos e investigaciones para indagar sobre el cultivo y procesamiento de café, basado en buenas prácticas agrícolas (BPA) y conocimientos locales.
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La multinacional ha invertido principalmente en programas de capacitación en BPA en torno al café y el proyecto Manos al Agua. Los programas de capacitación permanente implementados desde el proyecto han acercado a los caficultores a nuevas técnicas de producción sostenible y a la vez han eliminado la verticalidad entre el caficultor y la empresa responsable de la comercialización. Uno de los interlocutores sostiene:
CAPÍTULO 2
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
…los caficultores solo deben llamar a la persona asignada por la compañía, quien es la misma que visita periódicamente las fincas y provee conocimiento acerca del cuidado del suelo, el agua y el aprovechamiento de los residuos de cosecha. Esa persona es extranjera. (CM, Vereda Casiana, 13 de marzo de 2018)
Debido a esto, se pudo percibir que los caficultores vinculados a la Cooperativa y a la multinacional se sienten más valorados y tranquilos, ya que tienen una estabilidad económica por producir café despulpado en seco, utilizando la tecnología de Becolsub que permite ahorrar hasta un 72% en consumo de agua. En palabras de HC expresa que estos módulos funcionan así: Primero el café entra a la tolva, luego pasa por el dosificador de café para que se reparta por todo lo ancho del monitor, donde las cascarillas e impurezas salen por el sistema de extracción. Segundo, el café sale por medio de las mallas hasta llegar al café más fino donde ya llega sin basuras, donde se obtiene: café de primera, de segunda y pasilla. Tercero, el monitor permite separar las diferentes calidades del café, donde también se puede hacer el trillado o clasificar el café para exportación. Cuarto, el café se transporta por medio de vibración y gravedad (14 de marzo de 2018, Figura 2).
Esto permite controlar el 90% de la contaminación potencial obtenida con el beneficio húmedo de café (Oliveros-Tascon, 2002; Fajardo y Sanz, 2004). Actualmente, el 80% de la producción de Jardín actualmente es vendido a la multinacional. Estas acciones se generaron por la iniciativa de apostar al desarrollo de BPA en el cultivo de café, que a su vez trae mayores beneficios económicos en el mercado de cafés especiales y otros productos orgánicos (Altieri y Nicholls, 2009).
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CAPÍTULO 2
Figura 2. Módulo para el Beneficio Seco del Café (Estrada S.A, s.f).
La totalidad de los encuestados afirman que el proyecto “Manos al Agua” busca la caficultura sostenible, la protección ambiental y el equilibrio en sistemas hídricos. Este proyecto tuvo la participación de la compañía multinacional, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, CENICAFÉ, la Universidad de Wageningen, entre otras. De hecho, el proyecto se realizó por 4 años en las veredas la Casiana, Morro Amarillo, San Bartolo y El Tapado, con el propósito de recuperar las fuentes hídricas cercanas a las viviendas de las familias caficultoras. Este programa capacitó a las familias sobre los beneficios ecológicos que tienen sus parcelas e implementó sistemas ahorradores de agua y filtros purificadores en las fincas. Además, CENICAFÉ instaló una estación meteorológica en San Bartolo, que permite mayor asertividad en las decisiones relacionadas con la forma de cultivar mediante el análisis de los registros hidroclimáticos diarios. El proyecto Manos al Agua entregó en estas veredas 171472 cafetos de variedad Castillo que fueron sembrados en 34 ha.
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en las veredas La Casiana, San Bartolo y Morro Amarillo. Los cafés se desarrollan en arreglos agroforestales, con árboles de sombrío y barreras vivas de especies como nogal (Juglans regia), guamo (Inga Spuria), caña fístula (Cassia fistula) y pino de cerro (Podocarpus parlatorei). En las riberas de fuentes hídricas se reforestó con especies como nacedero (Trichanthera gigantea), chachafruto (Erythrina edulis) y guadua (Guadua angustifolia). Por su parte, los caminos y fincas fueron plantados con guayacán amarillo (Tabebuia chrysantha) y guayacán rosa (T. rosea), cámbulo (Erythrina poeppigiana), carey (Cordyline rubra), gualanday (Jacaranda mimosifolia), pino (Pinus sp.) y drago (Dracaena draco). El sombrío que proveen dichos arreglos agroforestales favorece la asimilación neta de CO2 por parte de los cafetos, lo cual se traduce en un aumento en la producción primaria y el rendimiento del cultivo (DaMatta y Rodríguez, 2007). Los actores entrevistados concordaron en que otros beneficios atribuibles a estos arreglos forestales, son disminución en el uso de fertilizantes químicos porque la materia orgánica del suelo se reconstituye naturalmente. Además, dichos arreglos han favorecido el incremento de polinizadores en los cultivos y la aparición de insectos benéficos que controlan plagas. Por otra parte, han registrado el mejoramiento de las condiciones micro-climáticas, especialmente tienen una percepción sobre los efectos en la reducción de los eventos extremos de la temperatura del aire y del suelo, reducción de la velocidad del viento en el área de los cafetales y estabilidad en la humedad relativa (HR).
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Por otra parte, se ha incorporado en las fincas los módulos para despulpado en seco, con una capacidad de 4, 8 y 12 arrobas. Los caficultores resaltaron también la implementación del sistema modular de tratamiento anaerobio (SMTA) para disposición de las aguas miel. Algunos de estos sistemas cuentan con reactor de retención, separador de sólidos, reactor de lixiviados, reactores de secuencia, decantador de sólidos y cámaras dosificadoras. La implementación de los SMTA en las aguas miel, abre las puertas a nuevos mercados de sostenibilidad y da cumplimiento a lo dispuesto en el Decreto 1594 de 1984. Bajo esta estrategia se han exportado 46 toneladas de café en 2017, una vez el grano es beneficiado. Posteriormente, este café es procesado y envasado en cápsulas metálicas de monodosis para una rápida preparación con una amplia variedad de sabores y tostados, que hacen que los más sibaritas puedan cambiar de 47
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gusto cada día. Estas pequeñas cápsulas, sin embargo, tienen la limitante de que sus materiales no son biodegradables. Cada cápsula de seis gramos de café requiere otros tres gramos de envoltorio de aluminio y plástico que no son reciclables, o que se descartan en el contenedor equivocado. Finalmente, gracias a que en Jardín se implementa la bioingeniería, como gaviones, colchones reno y taludes con guadua, los locales manifestaron que sus suelos han mejorado en su estabilidad y ha reducido la incidencia de derrumbes y, por tanto, los cultivos son más estables, a pesar de ubicarse en un agroecosistema intrínsecamente vulnerable a deslizamientos por la alta precipitación (2790 mm/año). El compromiso de los caficultores con el ambiente y su meta de llegar a ser una zona cafetera sostenible, es favorecer el mantenimiento de las fuentes hídricas, aumentar la cobertura vegetal con especies endémicas, mejorando las características ecológicas y la conectividad con el DMI Cuchilla Jardín Támesis.
Discusión Los resultados obtenidos en este estudio confirman que el tránsito hacia formas distintas de producción y comercialización puede enmarcarse dentro de las estrategias de adaptación (Altieri y Nicholls, 2009). Muchos agricultores se adaptan e incluso se preparan para el cambio climático, minimizando las pérdidas en las cosechas mediante el incremento de especies y estrategias locales como las cosechas de agua, el aumento de la agrodiversidad, la agroforestería y la colecta de plantas silvestres. Otros estudios han reportado que algunos campesinos agricultores de Uganda apropiaron el cultivo de corta duración y rápida colecta para satisfacer sus necesidades nutricionales ante la dificultad de establecer los nuevos ciclos de lluvia y sequía (Orlove et al., 2011). Estas estrategias le dan al agricultor la capacidad de resistir las nuevas condiciones de cambio climático y le confieren propiedades de resiliencia ante una perturbación. El café es uno de los productos emblemáticos de Colombia. Su historia en el país data del siglo XIX, cuando iniciaron los primeros cultivos en Santander entre 1840 y 1900 CE 48
(Bejarano, 1980). Posteriormente, este cultivo fue difundido en Cundinamarca, Tolima y Antioquia entre 1870 y 1885. El café adquirió gran importancia terminando el siglo XX en el eje cafetero. Su cultivo inicia en parcelas de pequeña y mediana extensión vinculadas a policultivos en los que se combinaban cafetos (Coffea arabica) con especies alimenticias y maderables como cítricos (Citrus sp.), plátano y banano (Musa sp.), chachafruto (Erythrina edulis Triana ex Micheli), cedro (Cedrela odorata), roble (Quercus robur), entre otros. Esta diversidad garantizó en gran medida la seguridad alimentaria en esas parcelas y mejoró las propiedades organolépticas del café, lo cual está vinculado a la estabilidad de nutrientes en suelo (Rosas et al., 2008).
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La agremiación de estas parcelas cafeteras en 1927 dio origen a la Federación Nacional de Cafeteros con el objetivo de mejorar semillas, aumentar producción y servir como mecanismo de comercialización. Posteriormente, en 1983 se desarrolla la variedad Colombia que es un cruce entre las variedades caturro y timor resistente a la roya (Hemileia vastatrix). Posteriormente, de esta se desarrolló la variedad Castillo que se encuentra ampliamente difundida en Colombia y requiere menor aplicación de fungicidas (Alvarado et al., 2013). El sistema productivo se transforma así hacia monocultivos debido a que la variedad Colombia requiere pleno sol e incorporación de fertilizantes químicos. El resultado ha sido una transformación del paisaje cultural cafetero. Adicionalmente, los caficultores pasaron a basar sus ingresos exclusivamente en la producción del café, lo que los hace altamente vulnerables a la fluctuación de su precio en el mercado internacional. El café ha tenido declives en su precio desde la crisis cafetera de los años 80. La Federación de Cafeteros ha desarrollado la política de subvencionar las cosechas cuando los precios en el mercado son inferiores a las ganancias netas por carga. En cierta medida, la inestabilidad en la producción y pérdida del paisaje cafetero se deben a las fluctuaciones del precio del café en la bolsa de valores. También, los fenómenos de variabilidad climática afectan especialmente la producción agrícola neotropical, lo que ha obligado a cambiar los paradigmas productivos hacia sistemas con BPA. Esta producción enmarcada en la sostenibilidad, como la implementada en el municipio de Jardín, incorpora 49
CAPÍTULO 2
tanto conocimientos técnicos foráneos, como conocimientos locales. Este fenómeno cobra cada vez más relevancia en estos escenarios de cambio y variabilidad climática, como estrategia de adaptación. Lo cual ha favorecido el aumento de diversidad florística, especies arbóreas endémicas, manejo sostenible de suelos, aumento de especies alimenticias que aporta a la seguridad alimentaria y la abolición del beneficio húmedo del café (Cenicafé, 2011). Históricamente, este proceso se ha realizado por vía húmeda, lo cual podría catalogarse como práctica insostenible debido a la gran demanda de agua por tonelada procesada de grano. En Jardín se han introducido tecnologías de beneficio en seco mediante módulos Ecoplus que requieren poca agua. Estos sistemas son una solución ecológica, confiable y económica en los que se transporta la pulpa mecánicamente o por gravedad (Quintero y Nariño 2017). Los diseños pensados para la producción sostenible, se enmarcan en el desarrollo tecnológico derivados de la necesidad de nuevas estrategias que se adapten a las condiciones de productividad y disposición de recursos. En agroecología, estas estrategias se han denominado resiliencia, entendida como “una forma para comprender las dinámicas no lineales, así como los procesos a través de los cuales los ecosistemas se auto-mantienen y persisten frente a cambios y perturbaciones”. Un sistema complejo –como el agroecológico– alejado del equilibrio por una perturbación, tiene capacidad de restablecerse mediante la incorporación de nuevas estrategias adaptivas como las introducidas en Jardín en los sistemas cafeteros. Esta resiliencia tiene las siguientes características definitorias: 1) la cantidad de cambio o transformaciones que un sistema complejo puede soportar manteniendo las mismas propiedades funcionales y estructurales, 2) la diversidad, que le provee las respuestas adaptativas, 3) el conocimiento, que permite el acceso a información, la experiencia y el aprendizaje, 4) la auto-organización, que utiliza la memoria del sistema complejo (su historia de transformaciones) para el proceso de renovación y reorganización y 6) la habilidad del sistema complejo para desarrollar e incrementar la capacidad de aprender, innovar y adaptarse.
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Adicionalmente, desde la óptica de las ciencias sociales, la resiliencia es vista como la capacidad para aprovechar oportunidades, resistir amenazas y recuperase de impactos negativos (Bronfenbrenner, 1981). Este concepto incluye condiciones sociales relevantes para los sistemas agroalimentarios, porque la eficacia del sistema productivo va más allá de la estructura ecológica e involucra también a la comunidad. Algunos ejemplos de ello son los procesos de recuperación de semillas locales en Chiapas - México y la sabana del Sinú – Colombia; las acciones encaminadas a la recuperación de tierra del movimiento Sin Tierra en Brasil, la Vía Campesina, que defiende la agricultura sostenible a pequeña escala como un modo de promover la justicia social y la dignidad; y en nuestro caso, la introducción de capital extranjero en Jardín, que ha proporcionado herramientas en los productores cafeteros para la comercialización de un cultivar derivado de prácticas agroforestales altamente valoradas en el mercado internacional.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Conclusión El fenómeno cafetero en Jardín es una respuesta a los incentivos en la comercialización de especies con características especiales y al auge del turismo de naturaleza que se vive en la localidad. Claramente, los sistemas de producción de café han restablecido los escenarios ecológicos que en otro momento fueron degradados, a la vez que hace grandes trasformaciones en la recuperación del tradicional paisaje del agro-ecosistema cafetero. Además, fortalece los criterios de sostenibilidad desde los escenarios económicos locales, vinculadas al legado histórico, social y arquitectónico que favorece la venta de servicios turísticos culturales.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
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Foto: Marcela Serna
Capítulo
3
Gases de efecto invernadero en la jurisdicción de CORANTIOQUIA
Gases de efecto invernadero en la jurisdicción de CORANTIOQUIA
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Rosember Hernández Restrepo, Jorge Ignacio Montoya Restrepo, Juan Camilo de los Ríos
Resumen La Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia CORANTIOQUIA, en convenio con la Secretaría del Medio Ambiente de la Gobernación de Antioquia, y el Tecnológico de Antioquia, formuló el Plan Regional de Cambio Climático para la Jurisdicción de CORANTIOQUIA. Dicho plan incluyó un inventario de gases de efecto invernadero (GEI) calculado al año 2010 (año de línea base) y se siguió la metodología del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) expresada en las Directrices del IPCC de 2006 para los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero; el inventario se calculó a partir de información trazable y regionalizada proveniente de las publicaciones y entidades del departamento y de CORANTIOQUIA, y se complementó con la información publicada por parte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) en el Inventario nacional y departamental de gases de efecto invernadero – Colombia. Las actividades socioeconómicas que se desarrollan en la jurisdicción de CORANTIOQUIA emitieron en el año 2010 un total de 15952 Gg de CO2 eq (gigagramos de dióxido de carbono equivalente) o 15,95 millones de toneladas de CO2 eq, que representan el 56,5% de emisiones del departamento de Antioquia
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CAPÍTULO 3
y el 5% del país. El 79,6% de las emisiones se produjeron en el módulo Agropecuario, Forestal y Otros Usos del Suelo debidas principalmente a la deforestación y a la ganadería; el 13,5% de las emisiones se produjeron en el módulo de Energía principalmente debidas al consumo de combustibles en el parque automotor y en la generación de electricidad; el 3,8% de las emisiones se presentaron en el módulo de Residuos y saneamiento; y finalmente el 3,1% se presentaron en el módulo de Procesos industriales.
Introducción De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), los cambios en el clima se denominan de dos formas; si son naturales se llaman variabilidad climática, y si son inducidos por la acción del ser humano se llaman cambio climático. Este cambio climático es originado por una cadena de fenómenos similares a un efecto dominó que van ocurriendo uno tras otro; el primero de ellos es la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) hacia la atmósfera debido a las actividades socioeconómicas que realiza el ser humano; principalmente por el consumo de combustibles fósiles, la actividad agropecuaria y el cambio de las coberturas forestales; esto viene aumentando la concentración de GEI en la atmósfera en los últimos años. Estos GEI incrementan el efecto invernadero natural en el planeta y por lo tanto la temperatura media global. Este fenómeno también es conocido como calentamiento global. Al incrementarse la temperatura se genera una alteración de la variabilidad climática natural del planeta; generalmente acelerando los procesos meteorológicos que provocan las lluvias, los vientos y demás elementos del clima (humedad, evaporación, etc.), pues al aumentar la temperatura del aire en la tropósfera también aumenta la cantidad de agua que se evapora tanto del mar como de la tierra, por lo que los ciclos de lluvia pueden cambiar tanto en el espacio como en el tiempo, generando excesos o déficit de lluvias según como se comporte la dinámica del clima en cada región del planeta. Luego de este aumento de temperatura y el cambio en las lluvias (por 60
aumento o disminución), todos los demás elementos del clima también se verán afectados, por lo que se genera un cambio climático general Estos cambios en las condiciones climáticas globales han generado alerta y preocupación a escala mundial, razón por la cual en el año 1992 se celebró en Rio de Janeiro, Brasil, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, más conocida como “Cumbre de la Tierra de Río”. Allí se estableció el tratado internacional denominado “La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)”.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Colombia aprobó la “CMNUCC” en 1994 mediante la ley 164, y ha participado en las diferentes Conferencias de las Partes (COP) en las cuales se reúnen los países signatarios de la CMNUCC; entre ellas, la COP3 (1997) en la cual se propuso el documento conocido mundialmente como Protocolo de Kioto, y la COP21 (2015) realizada en París, donde Colombia presentó su Contribución Nacional para mitigar en un 20% de las emisiones de GEI proyectadas al 2030, mediante la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC) y la Estrategia de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD+). Adicionalmente, Colombia presentó la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático, en la que desarrolló diferentes actividades e iniciativas para gestionar el cambio climático desde el territorio, entre las cuales se destaca el cálculo del inventario nacional de GEI a nivel departamental y la conformación de los Nodos Regionales de Cambio Climático, para que las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR´s) y los Departamentos tengan un espacio en común para gestionar el cambio climático de acuerdo con las particularidades geográficas y sociales de las diferentes regiones del país. En el marco de este trabajo, la Corporación Autónoma Regional para el Centro de Antioquia –CORANTIOQUIA-, con su misión pública de “contribuir al logro del desarrollo sostenible, mediante el conocimiento y mejoramiento de la oferta ambiental y la administración del uso de los recursos para responder a su demanda, a través de la construcción de una cultura ambiental del territorio” (CORANTIOQUIA, s.f.), 61
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está comprometida con apoyar tanto la Adaptación al cambio climático como la Mitigación de la emisión de los GEI que lo provocan; por ello estableció un convenio con la Secretaría del Medio Ambiente de la Gobernación de Antioquia, y con el Tecnológico de Antioquia – Institución Universitaria, para formular el Plan Regional de Cambio Climático para la Jurisdicción de CORANTIOQUIA, donde el Tecnológico de Antioquia fue el operador técnico para tal formulación.
Métodos La evaluación y cuantificación de las emisiones de GEI generadas en la jurisdicción de CORANTIOQUIA, se realizó siguiendo la metodología del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) del año 2006. Se tomó como año de referencia el 2010 para la línea base, puesto que la Contribución Nacional Determinada por Colombia y presentada en la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático Número 21 (COP 21), celebrada en París en el año 2015; también estableció el año 2010 como año base para hacer las proyecciones de emisiones hasta el año 2030 y elaborar la estrategia de mitigación nacional. La cuantificación de las emisiones de GEI se realizó para cuatro (4) módulos: Energía; Procesos industriales; Agropecuario, forestal y cambio en los usos del suelo; y Residuos, que corresponden a los cuatro módulos propuestos por el IPCC (2006). Estos módulos se subdividen de la siguiente manera: Módulo 1 Energía: • • •
Capitulo 1A. Actividades de quema de combustible Capítulo 1B. Emisiones fugitivas provenientes de la fabricación de combustibles Capítulo 1C. Transporte y almacenamiento de CO2.
Módulo 2 Procesos industriales y uso de productos: • • • 62
Capítulo 2A: Industria de minerales. Capítulo 2B: Industria química Capítulo 2C: Industria de los metales.
• • • • •
Capítulo 2D: Uso de productos no energéticos de combustibles y de solventes. Capítulo 2E: Industria electrónica. Capítulo 2F: Uso de productos sustitutos de las sustancias que agotan la capa de ozono. Capítulo 2G: Manufactura y utilización de otros productos. Capítulo 2H: Otros.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Módulo 3 Agropecuario, forestal y otros usos del suelo: • • •
Capítulo 3A: Ganado. Capítulo 3B: Tierras. Capítulo 3C: Fuentes agregadas y fuentes de emisión de CO2 de la tierra (3C).
Módulo 4 Residuos: • • • • •
Capítulo 4A: Eliminación de desechos sólidos. Capítulo 4B: Tratamiento biológico de los desechos sólidos. Capítulo 4C: Incineración e Incineración abierta de desechos. Capítulo 4D: Tratamiento y eliminación de aguas residuales. Capítulo 4E: Otros.
La metodología del IPCC (2006) recomienda que el cálculo de la emisión de GEI se realice a partir del uso de factores de emisión y de datos de actividad, que permiten relacionar la cantidad de gas o contaminante emitido a la atmósfera con una actividad asociada a esa emisión. La fórmula general propuesta para la estimación de las emisiones GEI en la jurisdicción de CORANTIOQUIA es la siguiente: E = A* Fe Dónde: E: es la emisión total de gases y contaminantes emitidos en masa, expresado en gramos (g) de GEI por unidad de tiempo (t) que generalmente corresponde a un año. A: es la tasa de actividad (ejemplo, kg anuales de combustible consumido).
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CAPÍTULO 3
Fe: es el factor de emisión expresado en masa de gases y contaminantes emitidos por unidad de dato de actividad. La fórmula general de cálculo para el año de línea base 2010 para consolidar el inventario GEI corresponde a la suma de los resultados en cada módulo: ECO2 eq GEI2010 = ∑ [Energía + Procesos Industriales + Agropecuario y forestal + Residuos] Para la construcción de esta Línea Base de GEI se consultaron diversas fuentes de información: CORANTIOQUIA, Inventario nacional y departamental de gases efecto invernadero (INGEI) realizado por el IDEAM (2016), Departamento Nacional de Estadística - DANE, bases de datos de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), Anuario estadístico de Antioquia, Sistema Único de Información (SUI), la cartografía del IGAC, entre otros; toda la información se regionalizó para cada uno de los 80 municipios y las 8 oficinas territoriales de la jurisdicción de CORANTIOQUIA, para así priorizar medidas de mitigación y compensación de emisiones a escala territorial en la Jurisdicción; esta escala territorial comprende 36000 km2 (aprox. 56% del departamento de Antioquia) y abarca los siguientes municipios (Tabla 1). Tabla 1. Municipios y territoriales que comprenden la jurisdicción de CORANTIOQUIA. Territorial Cartama
Citará
Aburrá Sur Aburrá norte
64
Municipios Caramanta
Fredonia
La Pintada
Jericó
Pueblorrico
Montebello
Santa Bárbara
Támesis
Venecia
Tarso
Valparaíso
Concordia
Betulia
Ciudad Bolívar
Andes
Jardín
Salgar
Hispania
Betania
Heliconia
Titiribí
Angelópolis
Amagá
Envigado*
Caldas*
La Estrella*
Armenia
Sabaneta*
Itagüí
Girardota*
Barbosa*
Copacabana*
Bello*
Medellín*
Zenufaná
Panzenú
Tahamíes
Hevéxicos
Puerto Nare
Cisneros
Caracolí
Amalfi
Yolombó
Yondó
Puerto Berrío
Maceo
Remedios
Segovia
Vegachí
Yalí
Zaragoza
Cáceres
El Bagre
Nechí
Valdivia
Tarazá
Caucasia
Gómez Plata
Yarumal
Santa Rosa de Osos
Toledo
Don Matías
San Pedro
San José de La Montaña
Ituango
Angostura
Entrerrios
San Andrés de Cuerquía
Guadalupe
Belmira
Carolina
Campamento
Anorí
Briceño
Buriticá
Caicedo
San Jerónimo
Ebéjico
Olaya
Sopetrán
Sabanalarga
Anza
Santafé de Antioquia
Liborina
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*En los municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, la jurisdicción de CORANTIOQUIA solo abarca la zona rural. Fuente: Elaboración propia
Resultados Resultados generales En la Tabla 2, se presentan los resultados del inventario GEI, en donde se destaca lo siguiente: •
•
En la jurisdicción de CORANTIOQUIA se emiten 15952 Gg de CO2 eq, que equivalen a 15,95 millones de toneladas de CO2 eq; esto corresponde al 56,5% de emisiones del departamento de Antioquia y el 5% de las emisiones del país. El 79,6% de las emisiones burtas (12691 Gg de CO2 eq) se produjeron en el módulo Agropecuario, forestal y otros usos del suelo debidas principalmente a la deforestación y a la ganadería; en este módulo también se produjeron capturas o absorciones por 7300 Gg de CO2 eq, por lo que la participación del módulo en las emisiones netas baja a 62,3% (5.391 Gg de CO2 eq).
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•
• •
El 13,5% de las emisiones brutas (25% de emisiones netas) se generaron en el módulo de Energía (2161 Gg de CO2 eq), debidas principalmente al consumo de combustibles en el parque automotor y en la generación de electricidad El 3,8% de las emisiones brutas (6,9% de emisiones netas) se presentaron en el módulo de residuos y saneamiento (598 Gg de CO2 eq). El 3,1% de las emisiones brutas (5,8 de emisiones netas) se presentaron en el módulo de Procesos Industriales (502 Gg de CO2 eq).
Tabla 2. Emisiones y capturas de GEI en la jurisdicción de CORANTIOQUIA para el año 2010. Capturas o Emisiones netas absorciones % respecto % respecto % respecto al total Gg CO2 eq al total Gg CO2 eq al total bruto capturas neto 13,5 0 0 2.161 25,0
Emisiones brutas MÓDULO o Sector IPCC Energía Procesos industriales Agropecuario, forestal y otros usos del suelo Residuos TOTAL
Gg CO2 eq 2.161 502
3,1
0
0
502
5,8
12.691
79,6
7.300
100
5.391
62,3
598 15.952
3,8 100
0 7.300
0 100
598 8.652
6,9 100
Fuente: Elaboración propia.
La Tabla 3 presenta los diferentes sectores económicos que se analizaron para la línea base de emisiones GEI en CORANTIOQUIA ordenados según el tamaño de su participación, donde se evidencia que el 60% de las emisiones se deben a la deforestación en primer lugar, seguida de la ganadería y del sector agrícola.
66
Tabla 3. Participación de los diferentes sectores en la línea base de emisiones de GEI en la jurisdicción de Corantioquia para el año 2010.
Sector o categoría
Emisiones (Gg CO2eq)
Participación (%)
DEFORESTACIÓN
5.286
33,1
GANADERÍA
2.435
15,3
AGRÍCOLA
1.936
12,1
INDUSTRIA
873
5,5
TRANSPORTE
819
5,1
SANEAMIENTO
598
3,8
ENERGÍA
598
3,8
RESIDENCIAL
142
0,9
HUMEDALES
3.165
19,8
CARBÓN/PETRÓLEO
100
0,6
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Fuente: Elaboración propia.
Discusión Emisiones del módulo de energía La presenta la distribución territorial de las emisiones del módulo de Energía para el año de línea base (2010); se evidencia que las mayores emisiones se encuentran en la territorial de Zenufaná con 818 Gg CO2eq (37,8%); en ésta territorial se encuentra la producción petrolera y termoeléctrica bajo la jurisdicción de la Corporación; además también existen algunas industrias del sector minero que consumen gran cantidad de combustibles fósiles; en el segundo lugar se encuentra Aburrá Sur con 344 Gg CO2eq (15,9%), donde se ubican los sitios de extracción de carbón mineral y algunas industrias manufactureras; en las demás territoriales las emisiones debidas a este módulo se generan principalmente por el sector transporte, y su aporte refleja principalmente la forma en que se distribuye el parque automotor y la población; así pues, tenemos en el tercer lugar a Panzenú con 253 Gg CO2eq (11,7%), donde se encuentra 67
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Caucasia, la única ciudad totalmente bajo jurisdicción de CORANTIOQUIA; en el cuarto Tahamíes con 224 Gg CO2eq (10,4%); en el quinto Citará con 166 Gg CO2eq (7,7%); en el sexto Cartama con 140 Gg CO2eq (6,5%); en el séptimo Aburrá Norte con 112 Gg CO2eq (5,2%) y finalmente a Hevéxicos con 105 Gg CO2eq (4,9%).
Figura 1. Distribución territorial de las emisiones del módulo Energía para el año 2010.
Las emisiones debidas a combustión directa de combustibles fósiles, o llamadas según el IPCC “Actividades de quema de combustible”, representan el 95,4% de las emisiones de este módulo, en el cual se encuentran el transporte y la actividad manufacturera e industrial con 819 Gg CO2eq (37,9%) y 371 Gg CO2eq (17,2%) respectivamente.
Emisiones del módulo de procesos industriales La nos presenta la distribución territorial de las emisiones del módulo de Procesos Industriales y Uso de Productos para el año de línea base (2010), y aunque las emisiones calculadas son poco significativas (solo el 5,8% del total neto), la mayor parte de éstas se encuentran en la territorial 68
de Zenufaná, en donde se calcularon 439 Gg CO2eq (87,3%), debidas principalmente a la concentración de actividades mineras relacionadas con la transformación de carbonatos; en el segundo lugar se encuentra Aburrá Sur con 28 Gg CO2eq (5,5%); las demás territoriales presentan aportes poco significativos a las emisiones de este módulo.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figura 2. Distribución territorial de las emisiones del módulo de Procesos Industriales y Uso de Productos para el año 2010.
Emisiones del módulo Agropecuario, forestal y otros usos del suelo. La presenta la distribución territorial de las emisiones del módulo Agropecuario, Forestal y Otros Usos del Suelo, módulo en el que se concentran casi el 80% de las emisiones brutas y más del 60% de las emisiones netas en la jurisdicción de CORANTIOQUIA; también hay que recordar que es el único módulo en donde se presentan capturas o absorciones de GEI.
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CAPÍTULO 3
Figura 3. Distribución territorial de las emisiones del módulo Agropecuario, Forestal y Otros Usos del Suelo para el año 2010.
Siguiendo la nomenclatura del IPCC, las emisiones de este módulo se deben en un 71,4% a la gestión de las coberturas del suelo (Tierras), siendo la principal actividad que genera emisiones la Deforestación (32,9%), seguida por los Humedales (26,8%) y los Cultivos (10%); luego se tienen las emisiones por fuentes agregadas y emisiones de gases diferentes al CO2, con un 15,8%, debidas principalmente a los procesos de fertilización del suelo; y finalmente las emisiones del ganado, que representa el 12,8% de este módulo; estas emisiones solo representan las que generan los animales de forma directa, pues los pastizales y su fertilización (elementos importantes en el sector ganadero) se clasifican como otra categoría. Ya a nivel territorial, las emisiones se presentan principalmente en las subregiones donde se cuenta con Humedales (Zenufaná y Panzenú), Ganadería (Zenufaná, Panzenú y Tahamíes) y donde se han manifestado los motores de deforestación (Zenufaná, Panzenú y Tahamíes)
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Emisiones del módulo de residuos y saneamiento básico. La presenta la distribución territorial de las emisiones del módulo Residuos y saneamiento para el año de línea base (2010), y aunque éste también es un módulo que aporta poco a las emisiones totales de GEI en la jurisdicción de CORANTIOQUIA (Solo 6,9% del total neto), su gestión es importante, en especial para vincular a la ciudadanía y a las comunidades alrededor de la mitigación en Cambio Climático, ya que el 94% de estas emisiones se generan por la disposición y tratamiento de residuos sólidos en los rellenos sanitarios.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figura 4. Distribución territorial de las emisiones del módulo Residuos y Saneamiento para el año 2010.
A nivel territorial, las mayores emisiones se presentan en Tahamíes con 335,6 Gg CO2eq (56,1%), donde es significativo el aporte del relleno sanitario La Pradera, que para el año 2010 recibía la mayor parte de los residuos sólidos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y otros municipios, además de que es la segunda territorial más poblada de la jurisdicción; en el segundo lugar se tiene Aburrá Sur con 112,0 Gg CO2eq (18,7%), donde las emisiones del relleno sanitario El Guacal 71
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contribuyen de manera importante y también recibe residuos sólidos de municipios que no pertenecen a la territorial; y el tercero es Panzenú con 67,8 Gg CO2eq (11,3%); ésta es la territorial más poblada de la jurisdicción de CORANTIOQUIA, con lo que esto implica en generación de residuos sólidos y líquidos; Zenufaná con 55,4 Gg CO2eq también aporta una cantidad que aún se considera significativa (9,3%) y es la tercera territorial más poblada; las demás territoriales presentan emisiones poco significativas en este módulo.
Conclusiones ● En términos generales, la actividad que más aporta a las emisiones de gases de efecto invernadero - GEI en la jurisdicción de CORANTIOQUIA, corresponde al sector agropecuario, principalmente por actividades como la deforestación de zonas de bosques para convertirlos en pastizales y áreas de cultivo, y las emisiones directas producidas por la fermentación entérica del ganado y el uso de agroquímicos en los cultivos. Cabe destacar el impacto que tiene el sector de transporte en la emisión de GEI, principalmente por la acción de los automóviles y los camiones de carga. ● Se resalta la capacidad de absorción y captura que tiene el territorio bajo jurisdicción de CORANTIOQUIA, representado en la capacidad de los bosques para capturar casi la mitad de las emisiones de GEI, teniendo en cuenta que corresponden a -7299,83 Gg de CO2 eq (48,48%). En este aspecto se destacan las territoriales de Panzenú y Zenufaná, en la medida en que cuentan con la mayor concentración de áreas de Bosques en la jurisdicción. ● La línea de base de gases de efecto invernadero – GEI es una herramienta para identificar y analizar las características y condiciones actuales de los territorios bajo jurisdicción de CORANTIOQUIA, en cuanto al impacto que tienen las diversas actividades económicas adelantadas por los sectores productivos estratégicos (energía, industria y transporte, agricultura y forestal, residuos) en la emisión de GEI y su aporte a las variables que afectan el cambio climático.
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● Como herramienta de diagnóstico, la línea de base de GEI permite identificar y priorizar medidas de mitigación y compensación de emisiones en el territorio, las cuales se establecen en el marco de la construcción y elaboración del Plan Regional de Cambio Climático de CORANTIOQUIA. Se convierte en un aporte importante para alcanzar el objetivo de reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030, compromiso adquirido a nivel internacional en el COP 21 por parte de las autoridades nacionales. ● Las medidas de mitigación que se planteen en el territorio en los próximos años, a medida que se vaya avanzando en la gestión del cambio climático, deben incluir las emisiones mitigables que se presentan acá, así como estrategias de captura; esto incluye la lucha contra la deforestación, recuperación de ecosistemas y transformación de sistemas de pastos y de cultivos para incrementar las capturas de GEI.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Agradecimientos A la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia CORANTIOQUIA. A la Secretaría del medio Ambiente de la Gobernación de Antioquia. A Sergio Arango Osorno, Sergio Valencia Hurtado, Daniel Olguín Flores, Luz Bibiana Moscoso Marín, Jhonatan Muñoz Gutiérrez, Natalia Arcila Marín, Juan David Rodríguez Trujillo, Juan Pablo García Montoya, Diana Yiset Flor Vargas, Carlos Andrés Vasco Correa, Juliana Rosero Cuesta, Jhon Fredy Espejo, Bibiana Moreno Álvarez, Paula Gómez, miembros del equipo formulador del Plan Regional para el Cambio Climático en la jurisdicción de CORANTIOQUIA. A todas las entidades y comunidades que participaron en la formulación del Plan Regional para el Cambio Climático en la jurisdicción de CORANTIOQUIA.
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Foto: Marcela Serna
SECCIÓN 2: APORTES PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS Y DEL RIESGO
Foto: Marcela Serna
CapĂtulo
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La gestiĂłn del riesgo en el marco de los planes de manejo y ordenamiento de cuencas
La gestión del riesgo en el marco de los planes de ordenamiento y manejo de cuencas
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Luz Marina Monsalve Friedman, Marcela Serna González
Resumen En la actual concepción de la planificación, el agua y la gestión del riesgo son los de ejes que conforman el enclave estratégico en una prospectiva de escenarios propicios para el desarrollo socioeconómico, con elementos preventivos para la conservación de la vida, los bienes y los ecosistemas; en este sentido los Planes de Ordenamiento y Manejo de Cuencas y Acuíferos, denominados en el argot planificador ambiental como POMCAS, son actualmente en Colombia la herramienta más importante del territorio nacional, cuyo objetivo es garantizar el manejo adecuado del recurso hídrico, considerando todos los recursos naturales asociados a éste, así como las actividades sociales y económicas de sus pobladores. Dentro de los POMCAS, el uso del suelo es determinante para la identificación de prioridades de control y manejo, ya que considera no solo las coberturas vegetales y las actividades económicas que estimulan o que disminuyen dichas coberturas, sino también las amenazas geológicas que pueden influir en la estabilidad de la cuenca. Pero este elemento solo es determinante en la medida en que el componente social sea parte integral de dicha planificación; particularmente en el contexto de cambio climático.
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CAPÍTULO 4
Introducción Este artículo tiene como objetivo mostrar la importancia de la planificación ambiental de las cuencas hidrográficas en Colombia, teniendo en cuenta la gestión del riesgo como determinante ambiental, así como aportar elementos de interpretación de la ubicación y proceso metodológico de dicho componente en el proceso de la zonificación ambiental, para poner en un foco central la importancia que adquiere la gestión del riesgo en la toma de decisiones sobre la dinámica planificadora del territorio. El trasegar histórico de la legislación ambiental en Colombia asociado a cuencas hidrográficas data desde hace 44 años. Sin embargo, la falencia en la planificación de los ríos ha provocado que, a la llegada de fenómenos naturales como la niña, las preparaciones preventivas en los territorios en todas las zonas de alto riesgo no contaran con las suficientes condiciones para enfrentar los problemas que de allí se derivaron. En el informe de Valoración de Daños y Pérdidas ola invernal 2010 – 2011 presentado por el BID y la CEPAL, la descripción del fenómeno que aporta la base de la variabilidad en el clima describe que: “La Niña” es un fenómeno natural de variabilidad climática, derivado principalmente de un enfriamiento por debajo de lo normal de las aguas del Océano Pacífico Tropical central y oriental, frente a las costas de Perú, Ecuador y sur de Colombia, que provoca un cambio en el patrón de comportamiento de los vientos y, por ende, en el de las lluvias. Mientras que el Niño reduce las precipitaciones, la Niña favorece su incremento en gran parte del país, en particular en las regiones Caribe y Andina. La legislación ambiental colombiana ha contemplado la ordenación de cuencas a través de planes de ordenación a nivel nacional desde el código de recursos naturales expedido en 1974 (Decreto 2811 de 1974), en donde se entiende por ordenación de una cuenca “la planeación del uso coordinado del suelo, de las aguas, de la flora y la fauna, y por manejo de la cuenca, la ejecución de obras y tratamientos” (Art. 316). Así mismo, en su artículo 317 dispone: “Para la estructuración de un plan de ordenación y manejo se deberá consultar a los usuarios de los
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recursos de la cuenca y a las entidades, públicas y privadas, que desarrollan actividades en la región”. Esta es una innovación sociopolítica importante en la visión planificadora del país, pues al incluir a los usuarios del agua, se extiende a una amplia participación el ejercicio planificador. Con la creación del Ministerio del Medio Ambiente, hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y la creación y transformación de las Corporaciones Autónomas Regionales, se dieron instrumentos económicos y de administración para el manejo de las cuencas hidrográficas (Ley 99 de 1993) y posteriormente se reconocieron como determinantes de los planes de ordenamiento territorial, por considerarlas de superior jerarquía (Ley 388 de 1997). Pero es en el Decreto 1729 de 2002, donde se presentan claramente los lineamientos para la elaboración de los planes de ordenación y manejo de cuencas, los cuales deben contener las siguientes fases: diagnóstico, prospectiva, formulación, ejecución y seguimiento y evaluación; y finalmente, en el decreto 1640 de 2012, se reglamentan los instrumentos para la planificación, ordenación y manejo de las cuencas hidrográficas.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
La ola invernal del 2010 – 2011 obliga a revisar la propuesta planificadora nacional a la luz del recurso hídrico debido a la pérdida de vidas humanas, fauna y flora, además de bienes públicos y privados, los cuales conllevaron a un desfalco en el país de grandes proporciones. Según el informe de la CEPAL y MISION BID, la estimación del efecto negativo de las lluvias e inundaciones sobre la actividad económica en 2010 es de 0,12 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento del PIB. Los sectores más afectados negativamente fueron agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, seguidos por la explotación de minas y canteras. La estimación del efecto negativo de las lluvias e inundaciones sobre la actividad económica en 2010 es de 0,12 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento del PIB; de no haber ocurrido el evento dicha tasa habría alcanzado 4,43%; al ocurrir el desastre natural la actividad económica presentó un ritmo menor de crecimiento de 4,31%. Los sectores más afectados negativamente fueron agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, seguidos por la explotación de minas y canteras. El efecto causado por las lluvias e inundaciones destruyó 83
CAPÍTULO 4
0,56% del acervo de capital productivo 120 (6,7 billones de pesos colombianos) y equivalente a 5,7% de la formación bruta de capital fijo de 2010 121, fundamentalmente a través de la afectación a la infraestructura vial, servicios públicos e infraestructura agrícola. Si se incluye el capital residencial este porcentaje se eleva a 9,6%. Este informe reporta que: Con instrumentos e información espacial se interpretaron 45,9 millones de hectáreas (66,3% del territorio nacional continental), y se encontraron inundadas 3,5 millones, de las cuales 19% son cuerpos de agua (ríos, lagunas, pantanos, etcétera), 34,4% son terrenos que se inundan de manera periódica, y un exceso de inundación de 46,6% (1.642.108 hectáreas) (p. 17).
En cuanto al asunto de fondo, con alta relevancia social se encuentra el tema del impacto a la vida y a los bienes de las personas que soportan las condiciones más adversas frente al fenómeno invernal; según el RUD Registro Único de Damnificados: “De acuerdo con los conceptos básicos del diseño del registro (formulario rud), se consideran damnificadas las personas que hayan tenido: (a) pérdidas, totales o parciales de bienes inmuebles, sean propietarios, arrendatarios u otra condición de tenencia; (b) pérdidas de actividades agropecuarias; o (c) la desaparición, lesión o muerte de miembros del hogar (definición de ocha-onu)”, como consecuencia directa de la emergencia invernal que afecta a las zonas identificadas por el sistema nacional para la prevención y atención de desastres, durante 2010 y 2011. La siguiente categoría es la de afectados, aquellas que sufren efectos indirectos o secundarios del desastre. Las cifras estadísticas cuentan con una interpretación asociada a las condiciones humanas y socioeconómicas que acompañan a la gestión del riesgo, es decir, un componente que cobra importancia en tanto que está conexo a la vida. Se argumenta además el sentido de la preservación y el derecho a la vida y al medio ambiente sano; es una condición socioambiental que provee elementos para considerar el riesgo como un determinante ambiental; bajo estos preceptos es que se puede interpretar la cúspide planificadora en la que fue ubicado por el enfoque metodológico de la Guía POMCAS la condición de este componente. En el informe de la CEPAL y El BID se reporta 84
que el total de personas registradas es de 3.219.23914, 73% (2.350.207) son damnificados y el restante 27% (869.032) afectados, que significa el 7,0% de la población nacional. De igual modo, en el RUD se reportan 874.464 hogares válidos. El total de personas desaparecidas es de 1016 y las personas muertas 1373. En la ruralidad se encuentra la condición más crítica, pues el 64.7 % de los registros de hogares son de dichas zonas.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Por lo anterior, se agenda la planificación nacional con base en las carteras del presupuesto nacional y la acumulada por la declaratoria de la emergencia nacional. Es así como nace el Fondo Adaptación al Cambio Climático mediante Decreto 4819 de 2010 con un presupuesto de 1.5 billones de pesos, al cual, en el 2015, se le atribuyó la facultad de ejecutar proyectos integrales de gestión del riesgo y adaptación al cambio climático con un enfoque multisectorial y regional. Por lo tanto, bajo los lineamientos del Fondo Adaptación, se define el marco de planificación, actuación y gobernanza del agua considerando cuatro elementos relevantes: i) la definición de POMCA; ii) el momento sociopolítico de la planificación en Colombia; iii) los cambios que se derivan en la estructura económica y iv) la nueva oportunidad para la oferta natural. Por lo tanto, la legislación de 2014 retrotrae el concepto establecido desde hace 44 años y le condiciona a un eje como la gestión del riego para contextualizar el escenario ambiental actual del cambio climático y de las condiciones en las que los fenómenos naturales y antrópicos supeditan otras condiciones de vida y del accionar planificador. En este sentido el Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica y Acuíferos se constituye en un instrumento para la planeación del uso coordinado del suelo, las aguas, la flora y la fauna y se aborda el manejo de la cuenca, entendido como la ejecución de obras y tratamientos, en la perspectiva de mantener el equilibrio entre el aprovechamiento social y económico de tales recursos junto con la conservación de la estructura físico-biótica-social de la cuenca, particularmente del recurso hídrico (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2014). Este instrumento goza de una condición estratégica en la planificación ambiental desde 1974, como lo expresa el artículo 45 del código de los recursos naturales, que en sus literales c) y d) señala que: 85
CAPÍTULO 4
c) cuando se trate de utilizar uno o más recursos naturales renovables o de realizar actividades que puedan ocasionar el deterioro de otros recursos o la alteración de un ecosistema, para su aplicación prevalente de acuerdo con las prioridades señaladas en este Código o en los planes de desarrollo, deberán justipreciarse las diversas formas de uso o de medios para alcanzar este último, que produzcan el mayor beneficio en comparación con el daño que puedan causar en lo ecológico, económico y social. d) los planes y programas sobre protección ambiental y manejo de los recursos naturales renovables deberán estar integrados con los planes y programas generales de desarrollo económico y social, de modo que se dé a los problemas correspondientes un enfoque común y se busquen soluciones conjuntas, sujetas a un régimen de prioridades en la aplicación de políticas de manejo ecológico y de utilización de dos o más recursos en competencia, o a la competencia entre diversos usos de un mismo recurso.
Esta condición sigue teniendo prelación, tal como lo expresa el artículo 17 del Decreto 1729 de 2002 sobre jerarquía normativa: Las normas sobre manejo y aprovechamiento de los recursos naturales renovables previstos en un plan de ordenación de una cuenca, priman sobre las disposiciones generales dispuestas en otro ordenamiento administrativo, en las reglamentaciones de corrientes, o establecidas en los permisos, concesiones, licencias y demás autorizaciones ambientales otorgadas antes de entrar en vigencia el respectivo plan de ordenación y manejo. De acuerdo con lo previsto en el artículo 10 de la Ley 388 de 1997, el plan de ordenación y manejo de una cuenca hidrográfica constituye norma de superior jerarquía y determinante de los planes de ordenamiento territorial. (Decreto 1729 de 2002)
Según el Decreto 1729 de 2012 y el Decreto 1640 de 2014, todos los demás instrumentos de planificación territorial tales como: Plan de Desarrollo, Plan de Ordenamiento Territorial (POT), Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT), los planes departamentales y otros de menor rango, quedan supeditados a los determinantes ambientales que orienta este dispositivo tecnológico.
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Métodos Los dispositivos tecnológicos son un conjunto de elementos que cumplen distintas funciones; entre ellas, la consecución de la licencia ambiental de un proyecto, obra o actividad y van desde la normatividad ambiental, pasan por los postulados del desarrollo sostenible y llegan a los instrumentos y/o herramientas, que además sirven de sustento al discurso ambiental, que es en sí mismo un dispositivo tecnológico. La expresión de cada uno de ellos en el planeamiento ambiental es determinante para el cumplimiento de lo que se conoce en el discurso ambiental como licenciamiento ambiental. En la literatura ambiental se les conoce como herramientas de gestión ambiental y se clasifican como de Comando y Control y de Regulación y Gestión Normativa (Monsalve 2018).
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
En este sentido es importante retomar el contexto en el cual se percibe el agua como la plataforma fundamental para la planeación del territorio, considerando que, si bien la ola invernal originó una reflexión que reorienta la planificación ambiental, el asunto que antecede es la devastación de la naturaleza y los conflictos socioambientales causados por los proyectos de desarrollo, y los desastres naturales, que son el horizonte de actuación del desarrollismo en el país. Por lo tanto, la gestión del riesgo es el principal énfasis que propone el enfoque planificador actual, pues es la que direcciona la actuación en los territorios (Figura 1).
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CAPÍTULO 4
Planes de orientación y manejo de cuencas hidrográficas (POMCA) Instrumento que permite...
Integrado por:
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Incorpora la:
“el proceso de planificación, permanente, sistemático, previsivo e integral adelantado por el conjunto de actores que interactúan en y con el territorio de una cuenca, conducente al uso y manejo de los recursos naturales de ésta, de manera que se mantenga o restablezca un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento social y económico de tales recursos y la conservación de la estructura y la función físico biótica de la cuenca”
2 Decreto Ley 2811 de 1974 2 Ley 99 de 1993 2 Decreto 1729 de 2002 2 Ley 1450 de 2011 2 Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico del 2010 2 Decreto 1640 de 2012 2 Ley 1523 de 2012 Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres
Consejo de cuenca: “Es la instancia consultiva y representativa de todos los actores que viven y desarrollan actividades dentro de la cuenca hidrográfica” (Articulo 48, Decreto 1640/2012) Fases: 2 Aprestamiento 2 Diagnóstico 2 Prospectiva y zonificación ambiental
2 Formulación 2 Ejecución 2 Seguimiento y evaluación
Gestión del riesgo: “Condicionante para el uso y ocupación del territorio de forma segura, procurando de esta forma evitar la configuración de nuevas condiciones del riesgo; lo que hace que el componente de gestión del riesgo sea de carácter trasversal e el POMCA. “Es la instancia consultiva y representativa de todos los actores que viven y desarrollan actividades dentro de la cuenca hidrográfica ” (Articulo 48, Decreto 1640/2012)”(Minambiente,2014, p.24)
Figura 1. El POMCA como instrumento planificador. Fuente: Monsalve (2018)
La formulación de los POMCA se realiza por medio de las siguientes fases (Decreto 1640 de 2012): Aprestamiento: en esta fase se identifican los actores presentes en la cuenca, los cuales son la base que constituye el Consejo de Cuenca; en esta fase se realiza el análisis de gobernanza ambiental en la cuenca y se proponen los lineamientos para la misma (Estrategia de Participación). El Consejo de Cuenca es una nueva instancia de participación en el país, creada por el Decreto 0509 de 2013, la cual tiene una trascendencia en las dinámicas territoriales por considerar la integración intersectorial y organizacional como la base de la participación, en la gobernanza del agua. Diagnóstico: lo importante en esta fase es caracterizar los recursos físicos, bióticos y socioeconómicos que permiten identificar la situación ambiental de la cuenca, para así establecer las potencialidades y limitantes basados en conflictos socioambientales y restricciones de uso del suelo. Prospectiva y zonificación ambiental: este ejercicio permite el diseño de los escenarios futuros. Para la zonificación deben tenerse en cuenta las áreas protegidas de orden nacional y regional declaradas, públicas o privadas; las áreas complementarias para la conservación; de distinción internacional (sitios RAMSAR, reservas de biósfera, AICAS,
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patrimonio de la humanidad; otras áreas (zonas de reserva forestal de la Ley 2ª de 1959, otras áreas regionales que no hacen parte del SINAP, metropolitanas, departamentales, distritales y municipales), y los suelos de protección que hacen parte de los planes y esquemas de ordenamiento territorial (POT) debidamente adoptados. También se incluyen las áreas de importancia ambiental: ecosistemas estratégicos (páramos, humedales, manglares, bosque seco, las áreas de reglamentación especial (territorios étnicos y áreas de patrimonio cultural e interés arqueológico). Se definen como categoría de ordenación la conservación y protección ambiental, pues son la base para definir la base de la estructura ecológica principal.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Con base en esta información, se definen categorías de zonificación intermedias, según el uso determinado por capacidad agrológica de las tierras y el índice de uso del agua superficial a nivel de subcuenca. Debe tenerse en cuenta la capa cartográfica denominada usos de la tierra, la cual incluye el estado actual de las coberturas obtenido a través del análisis del componente biótico. Posteriormente se superpone la capa de usos de la tierra, con la calificación del grado de amenaza natural, para validar o definir una nueva categoría de uso de la tierra. Cuando la calificación es alta por amenaza volcánica, inundación, incendios, movimientos en masa o avenidas torrenciales, se califica con uso condicionado y se define como categoría de conservación y protección ambiental. En este proceso técnico de sumar condiciones al territorio de la cuenca para la zonificación, los resultantes de la gestión del riesgo se transforman en una importante categoría, que es la conservación y protección ambiental, la cual obedece a un uso restrictivo en el territorio. Este peso del componente, gestión del riesgo, es además uno de los tres determinantes ambientales del POMCA: la zonificación ambiental, el componente programático y la gestión del riesgo (Figura 2).
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Diagnóstico Escenario tendencial Áreas y ecosistemas estratégicos Capacidad de uso de la tierra
Índice del estado actual de coberturas naturales de la tierra
Índice de uso del agua superficial
Amenazas naturales
Conflictos por uso y manejo de recursos naturales
S MD R Capacidad de uso de la tierra validado por recurso hídrico
S MD R
Capacidad de uso de la tierra validado por recurso hídrico e índice del estado actual de coberturas naturales de la tierra
S MD R
Capacidad de uso de la tierra validado por recurso hídrico e índice del estado actual de coberturas naturales de la tierra
S MD R
S R MD
Capacidad de uso de la tierra validado por recurso hídrico estado actual coberturas naturales, de la tierra, amenazas naturales y conflictos por uso y manejo de los recursos naturales
Función de Superposición Función de Reclasificación Matriz de Decisión
Escenario deseado
Figura 2. Modelo Cartográfico de la Zonificación Ambiental. Fuente: modificado de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2014)
El insumo planificador de determinante ambiental, impone un sello a la planificación y a la lectura socioambiental territorial para asumir los cambios, sobre todo, frente a los retos actuales para enfrentar la adaptabilidad al cambio climático: …el tema de determinantes ambientales se ha venido desarrollando de una manera más efectiva a partir de la Constitución de 1991, esto se puede ver fundamentado en los artículos 58, 67, 79, 80, 81, 95 en su numeral 8, 268 en su numeral 7, 277 en su numeral 4, 289, 313 en su numeral 9, 317, 330 en su numeral 5, 334, 360, 361 y 366 de la Constitución Política de 1991, en los que se destaca el interés del constituyente primario por garantizar el derecho de la sociedad a gozar de un ambiente sano, otorgando al Estado y a las personas el deber de proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines, así como la participación ciudadana en las decisiones que afecten la integridad ambiental (Jara 2017).
La gestión del riesgo: …es un proceso social orientado a la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones, instrumentos, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a
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la seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible. (Artículo 1 de la Ley 1523 de 2012)
En tanto la gestión del riesgo, ya tiene un carácter de primacía, concebido desde la seguridad y el bienestar de la población; la atribución de esta categoría de Conservación y protección ambiental, le deja una plataforma de acción planificadora, con un horizonte independiente, pues la base de la información socioambiental de los riesgos y el análisis de vulnerabilidad, son elementos fundamentales para las acciones investigativas, de competencia académica y gubernativa. Esto imprime nuevos escenarios posibles de seguridad territorial en el país.
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Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Finalmente, se elabora el mapa de conflictos por uso y manejo de los recursos naturales, para validar o reclasificar nuevas zonas de uso y manejo, a partir de la superposición del mapa del uso de la tierra con el grado de amenaza natural y el mapa de las áreas y ecosistemas estratégicos previamente establecidos por ley en la cuenca en estudio. Formulación: permite definir los objetivos, metas, programas, proyectos y estrategias para el Plan de ordenación y manejo de la cuenca hidrográfica. Una vez se declara la cuenca en ordenamiento, las Corporaciones Autónomas Regionales y el Consejo de Cuenca, orientan la intervención territorial propuesta en el POMCA. Ejecución: se elabora un plan operativo en el cual se definen los requerimientos de recursos humanos, técnicos y financieros para alcanzar las metas propuestas. Seguimiento y evaluación: se establecen los mecanismos e instrumentos de seguimiento y evaluación, así como indicadores ambientales y de gestión que permitan evaluar el cumplimiento del Plan. A pesar de estas fases, la gestión del riesgo es un eje transversal, es decir, debe estar considerado desde la fase de aprestamiento hasta la fase de formulación y constituye un elemento condicionante para el uso y ocupación del suelo (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible 2014), razón por la cual, zonas de vulnerabilidad pueden y deben ser consideradas como áreas de conservación. El rol del papel del riesgo en cada una de las fases se presenta en la Figura 3. 91
CAPÍTULO 4
Fases
Objetivos de la gestión del riesgo en la fase
Aprestamiento
Identificación de actores estrategia de socialización y participación Revisión y consolidación de información Análisis situacional de la gestión del riesgo
Diagnóstico
Identificar y evaluar amenazas, analizar vulnerabilidades y escenarios de riesgos
Prospectiva y zonificación ambiental
Incorporar zonas de amenaza alta como condicionante de uso
Formulación
Definir la estrategia, programas y proyectos
Figura 3. La gestión del riesgo en el POMCA. Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2014).
Como estudio de caso se escogió la cuenca del Río Negro, en jurisdicción de CORNARE; una de las cuencas priorizadas en Antioquia por el Fondo Adaptación, teniendo en cuenta su importancia en el contexto regional del Oriente Antioqueño, zona con características ambientales de relevancia, además de interés en la dinámica de la generación hidroeléctrica nacional.
Resultados La cuenca del Río Negro hace parte de la zona hidrográfica del Magdalena-Cauca y está delimitada en una extensión de 92474 Ha (CORNARE, 2015), de las que hacen parte los municipios de Rionegro, Marinilla, El Santuario, El Retiro, Guarne, El Carmen de Viboral, San Vicente, La Ceja, Envigado y El Peñol, ubicados al Oriente del departamento. El 96.2% del área se encuentra en jurisdicción de CORNARE y el 3.74% corresponde a la jurisdicción de CORANTIOQUIA. En total suman 375.082 habitantes, que comparado con el total de la región que es de aproximadamente 650.000, representan el 57% (CORNARE, 2016).
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Esta cuenca se encuentra en el piso térmico frío, con unas temperaturas que oscilan entre 13°C y 17°C y se considera un territorio húmedo y súper húmedo con base en la precipitación, la cual varía entre 2000 y 3500 mm anualmente. Con un caudal medio de 39.67 m3/s, esta cuenca se encuentra dentro de un amplio valle de la Cordillera Central de Colombia, cuya geomorfología regional está controlada por los procesos de formación de la Cordillera Central, directamente asociada a la actividad tectónica a partir de la Orogenia Andina, y por los procesos de erosión en masa; los procesos sedimentarios están limitados a la formación de depósitos aluviales en las vegas de ríos y quebradas y de los depósitos de vertiente. Se identificaron 12 unidades geológicas que están cubiertas por andosoles y dos depósitos antrópicos que corresponden a los llenos controlados del aeropuerto internacional José María Córdoba y la presa del embalse La Fe que surte de agua al Área Metropolitana del Valle de Aburrá (CORNARE-Consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017).
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Por sus condiciones climáticas, geomorfológicas y de vegetación, es una zona productora de aguas. Provee de este recurso a la población e industrias localizadas en el Valle de San Nicolás; igualmente mediante trasvase de los embalses de La Fe y Piedras Blancas abastece cerca del 30% del acueducto del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. También surte de agua al sistema interconectado de los Embalses Peñol – Guatapé, que genera cerca de la tercera parte de la energía hidroeléctrica del país (CORNARE, 2016). Sin embargo, la calidad del agua varía de buena a mala, cuyos sectores servicios e industrial son los principales responsables de su deterioro (CORNAREConsorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017). De acuerdo con la caracterización biótica, aún existen algunos relictos de bosque que cumplen un papel crucial en la conectividad de diversos ecosistemas y en la conservación de la flora y la fauna. Estos bosques podrían ser objeto de actividades turísticas y paisajísticas de gran relevancia en sus habitantes, y a la vez, se convierten en ecosistemas estratégicos por su importancia en el aporte de su caudal al sistema de embalses del Oriente Antioqueño, que constituyen a su vez uno de los sistemas energéticos más representativos en el país y varias de ellas cuentan con una figura jurídica que facilita su conservación (CORNARE-Consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017). 93
CAPÍTULO 4
El mayor porcentaje de usos del suelo, es para la ganadería, pues la cobertura de pastos corresponde el 42.3% de la cuenca, mientras que el 14.5 corresponde a conservación (CORNAREConsorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017). Un análisis multitemporal de coberturas vegetales entre 1986 y 2011, mostró que todos los municipios han perdido cobertura vegetal, especialmente los municipios de El Retiro y Rionegro (Figura 4). Se plantea la controversia ambiental sobre la producción de alimentos, pues los suelos fértiles para esta actividad se usaron para expansión urbanística y perdieron su vocación ambiental.
Figura 4. Cambios en las coberturas vegetales (1986-2011). Fuente: CORNARE-Consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño (2017)
Este cambio en las coberturas está estrechamente relacionado con la presión demográfica, que muestra un crecimiento excesivo en los municipios de Guarne, La Ceja, Marinilla y 94
Rionegro (Figura 5). Este proceso de saturación urbanística, expone el grave problema de la falta de planificación ambiental que ha soportado la cuenca, pues la insostenibilidad ambiental de la misma, está ligada en los conflictos por el uso del suelo, que muestran el desmedido desarrollo urbanístico. Los resultados de desequilibrio sociombiental, tienen que ver con el déficit en la cobertura de los servicios de saneamiento en los sistemas de acueducto, alcantarillado, manejo y recolección de basuras, y el agotamiento en el escenario prospectivo para abastecimiento de agua para el consumo humano y demás actividades agroalimentarias.
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Figura 5. Índice de presión demográfica. Fuente: CORNARE-Consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño (2017)
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CAPÍTULO 4
En cuanto a la gestión del riesgo, se encontró que los centros urbanos dentro del área de la cuenca, se caracterizan por presentar un importante número de eventos de inundaciones. Sus afluentes La Marinilla, La Mosca, La Pereira y el mismo Río Negro, han presentado históricamente varios eventos de crecientes e inundan las áreas aledañas que se encuentran totalmente urbanizadas, causando ocasionalmente tragedias que se cuenta en cientos e incluso miles de personas. Los municipios de Marinilla, La Ceja y Rionegro son algunos ejemplos de centros urbanos que han soportado estos eventos. No se reporta una importante cantidad de eventos de avenidas torrenciales en la cuenca, ya que pocas corrientes presentan características que las conduzcan a generar crecientes súbitas; es decir, el sistema geomorfológico no permite que se den cambios bruscos de pendiente y en general los cauces son largos, lo cual aumenta los tiempos de tránsito del agua. Por el mismo motivo, hay mayor tendencia a presentar crecientes lentas (CORNAREConsorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017). La mayor parte de eventos que reportan las bases de datos consultadas, presentan una afectación notoria de viviendas, vías, damnificados y en ocasiones en líneas o sistemas de suministro de servicios públicos, o en afectaciones económicas y en las industrias de la zona, lo cual requiere información precisa, dado que son dos temas estructurales al momento de la atención de las consecuencias del evento y en la etapa post desastre. Existen municipios con amplio historial de movimientos en masa, como El Retiro, Envigado y La Ceja. Las áreas que hacen parte de la divisoria general de la cuenca, así como las correspondientes a las subcuencas más importantes, presentan mayores susceptibilidades ante este fenómeno. Sin embargo, no se precisan los diferentes tipos de movimientos en masa, lo cual no permite analizar las tendencias en este sentido (CORNARE-Consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017). Sin duda el factor detonante que predomina en el medio en el que se ubica la cuenca, que corresponde al trópico, es la lluvia, pues este factor se presenta de manera cotidiana, permanente y en ocasiones con intensidades que sobrepasan la tasa de infiltración de los suelos, facilitando la ocurrencia de los eventos de movimientos en masa e hidroclimáticos. De igual manera en las épocas de escasas lluvias, se facilita la ocurrencia
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de los incendios forestales; en el catálogo puede apreciarse que existen municipios con mayor susceptibilidad a presentarlos, como El Retiro y Envigado, donde aún se conservan coberturas boscosas (CORNARE-Consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño, 2017). La cuenca cuenta con condiciones sociales muy complejas, en razón a que el proceso de expansión urbanística, con pobladores foráneos con predominio de procedencia del Valle de Aburrá, con condiciones sociales diferentes asociadas a la estratificación social, y por ende a la capacidad adquisitiva, propusieron un proceso de aculturación fuerte, el cambio de la dinámica campesina por actividades comerciales, bajo el esquema cultural del Mall, y otras actividades de comercio, recreativas y, en el tema de servicios, en un escenario que mueve otros indicadores de calidad de vida, pone a la cultura campesina en un choque cultural, e incluso de principios y costumbres, que rompe con la dinámicas tradicionales; así mismo, crece la brecha social, que agudiza los antagonismos de clase; esta coexistencia es una connotación del modelo de desarrollo económico, que irrumpe en la cuenca del Río Negro y se instala para alternar lo tradicional, con el proyecto de modernidad.
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Bajo este escenario, hay diversidad de acores con intereses contrapuestos, enfrentados en conflictos socioambientales. Uno de los ejes fuertes del conflicto es el agua, que abastece los acueductos comunitarios, cuya presión sobre el recurso, ejercida por la expansión urbanística, crea tensiones entre todos los actores clave de la cuenca. Es por esto que la priorización de los actores clave, se realiza mediante el trazo de una estrategia de participación a partir de seis indicadores: Representación por autoridad, Incidencia en la gestión ambiental, Presencia operativa en la cuenca con proyectos, gestión de proyectos de conservación y Preservación ambiental, Participación en la gestión del riesgo y Resistencia al cambio en las dinámicas del territorio. Para dar inicio al proceso, se conformó el Consejo de Cuenca que es la instancia consultiva y representativa de quienes viven y desarrollan actividades dentro de la cuenca hidrográfica (Decreto 1640 de 2012), para lo cual se identificaron las personas naturales y jurídicas, públicas y privadas, así como las comunidades étnicas 97
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asentadas en la respectiva cuenca hidrográfica y se realizó el proceso de conformación del Consejo de Cuenca (Decreto 1640 de 2012). En esta cuenca, el Consejo fue conformado por 13 actores. La estrategia de participación se basó en el enfoque sistémico, el cual reconoce que el patrimonio natural de la cuenca está determinado por el conjunto de interacciones entre los sistemas físico, biótico y social, es decir, el manejo de la oferta natural en relación con la actividad y diversidad de las poblaciones y fuerzas económicas que la habitan y dinamizan, teniendo en cuenta tres escalas de análisis: Local-rural: Veredas y corregimientos que conforman la cuenca en su escala básica y recoge la relación íntima de los pobladores con el agua y los recursos naturales. Municipal: Espacio de confluencia de actores de diversa procedencia y tipo, tales como las organizaciones sociales, la institucionalidad, la política, la educación y la economía. Regional: Articula los actores para la proyección de la planeación regional (Figura 6).
Figura 6. Influencia de la Metrópoli Regional Medellín y de los municipios pertenecientes a la cuenca hidrográfica del Río Negro. Fuente: CORNAREConsorcio POMCAS-Oriente Antioqueño (2017)
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Discusión El POMCA tiene una incidencia directa en las actividades económicas de las poblaciones asentadas en las cuencas y define el equilibrio ambiental del territorio. Así mismo, las estrategias de zonificación están ligadas al discurso ambiental, cuyo soporte al modelo de desarrollo económico es uno de los elementos más complejos para entender la planeación en el país.
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En el contexto del desarrollo sostenible, se busca un equilibrio entre el POMCA y el desarrollo económico. Este dispositivo tecnológico, cuando “interviene el territorio de la cuenca para su ordenamiento”, encuentra que los proyectos de desarrollo económico de diferente índole están ocupando de manera contradictoria las áreas de importancia ambiental estratégica e, incluso, cuentan con una licencia ambiental que le permite la intervención a la naturaleza y genera un conflicto por el uso del suelo. Esto origina no solo el deterioro de los ecosistemas, sino los conflictos sociopolíticos territoriales asociados a la devastación ecosistémica. Los conflictos de intereses son el principal escenario en la gobernanza ambiental, que se considera, en este ejercicio, como el primer escollo de este dispositivo tecnológico. La relación POMCA – gestión del riesgo, propone una nueva visión en donde el riesgo es determinante ambiental y, por lo tanto, la base de la planificación se realiza con base en tres elementos estratégicos: oferta ecosistémica, dinámica territorial y vulnerabilidad en las distintas categorías y tipos. Particularmente, la cuenca hidrográfica del Río Negro, se encuentra influenciada por la dinámica territorial del Valle de Aburrá que viene, desde hace décadas, usando parte de la oferta natural para el abastecimiento de sus necesidades. Para este momento histórico, esta cuenca se ha convertido en la solución para alternar o vivir en un ambiente más descontaminado, con mejores paisajes y agradable clima, con tierras valorizadas y desarrollo habitacional de altos estratos sociales; los reportes de la expansión urbana en el altiplano del Valle de San Nicolás y de los demás municipios de la cuenca, evidencian esta condición, según el reporte de datos que presenta Semana 99
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Ambiental, la oferta de viviendas nuevas pasó de 500 unidades en 2010 a 3100 en 2017. En solo dos años la región perdió cerca de 30 kilómetros cuadrados de bosque. La Cámara Colombiana de la Construcción (CAMACOL) seccional Antioquia, calcula que en 2017 se comercializarán 3100 unidades nuevas de vivienda, cuando hace apenas siete años esa cifra anual no llegaba ni siquiera a 500. Según Eduardo Loaiza, gerente de dicha seccional, hoy existen 89 proyectos residenciales en ejecución y otros 30 a 35 para industria y comercio. El Oriente Antioqueño es una de las zonas con mayor crecimiento urbanístico habitacional en el departamento durante los últimos seis años. Mientras que en 2010 se tenían registrados 29 proyectos urbanísticos, para 2016 estas cifras aumentaron en un 200% aproximadamente, al llegar a un número de 86 iniciativas que se están ejecutando. La tasa de deforestación se ha elevado a cifras alarmantes. El anuario estadístico de la Gobernación de Antioquia reporta que solo entre 2012 y 2014 fueron deforestados 29,3 kilómetros cuadrados de bosque en esta zona. Considerando las cifras de proyectos de esta índole a nivel de Antioquia, el 11% de las construcciones se adelantan en la Región, especialmente en su Zona Altiplano, que comprende municipios como Rionegro, La Ceja, El Retiro, Guarne, El Santuario, Marinilla y El Carmen de Viboral.
¿Qué hacer? La cuenca, por lo tanto, se encuentra en un deterioro creciente, con la conflictividad originada en la expansión urbanística no planificada, que afectó los ecosistemas estratégicos, agotó los recursos vitales para la seguridad y la soberanía alimentaria y extendió los conflictos socioambientales, en choque sociocultural y económico. Se considera en estado de criticidad ambiental y presenta amenaza por desabastecimiento hídrico, que es uno de los escenarios más preocupantes, acompañado del crecimiento de la brecha social, que rompe la cohesión ancestral y enfrenta a los pobladores con intereses particulares, sin una apuesta en común por el territorio.
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Los resultados de la cuenca del Río Negro revelan la importancia de la legislación en cuanto que permite el empoderamiento de los habitantes de la misma a través de la constitución del Consejo de Cuenca, el cual fue conformado por diversos actores de las instancias gubernativas, organizacionales, académicas y de los sectores económicos.
CAPÍTULO 4
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
En cuanto a la gestión del riesgo, se debe hacer un énfasis especial en el análisis de las causas de los eventos, ya que en ninguna de las bases de datos este campo tiene importancia. Es fundamental reseñarlo con rigor técnico pues las soluciones que se planteen deben estar orientadas a atacar o mitigar las causas que los generan. De igual manera el sistema de georreferenciación debe ser muy estricto con el fin de unificar la espacialización de todos los eventos y entre diferentes entidades.
Conclusiones La zonificación ambiental marca los cambios en los usos del suelo que deben surtir la transformación ambiental del territorio de la cuenca y constituyen 1) Retos de alto compromiso para las alcaldías municipales, 2) Confrontación de y entre actores gubernativos, económicos y sociales, 3) Rompimiento de tradiciones y modelos de intervención insostenibles, 4) Cambio en el paradigma de la gobernanza ambiental institucional, 5) Ampliación del presupuesto público y privado para alcanzar las metas de transformación territorial y 6) los POMCAS son una alternativa del manejo planificador para atender el cambio climático.
Agradecimientos Las autoras agradecen a los funcionarios de CORNARE y al consorcio POMCAS-Oriente Antioqueño por la información suministrada en los informes técnicos disponibles públicamente para su consulta.
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Referencias CORNARE-CONSORCIO POMCAS-ORIENTE ANTIOQUEÑO. (2017). Formulación del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del Río Negro. 1701 p. CORNARE. (2016). Descripción general de la cuenca del Río Negro. Recuperado de: www.cornare.gov.co (Consultado 15 diciembre 2017). Decreto 2811 de 1974 por el cual se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente. Jara, C. (2017). Los determinantes ambientales y su efecto en la planificación del territorio. Trabajo de grado especialista en Gestión Territorial y Avalúos. Universidad Santo Tomás, Bogotá D.C. Ley General Ambiental de Colombia. (1993). Ley 99 de 1993. Diario Oficial No. 41.146. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (2012). Decreto 1640. Bogotá D.C. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (2014). Guía Técnica para la formulación y manejo de cuencas hidrográficas POMCAS. 104 p. Ministerio del Medio Ambiente. (1997). Ley 388. Bogotá D.C. Ministerio del Medio Ambiente. (2002). Decreto 1729. Bogotá D.C. Monsalve, L.M. (2018). Los discursos de la tecnociencia ambiental, dispositivos tecnológicos para la legalización de la intervención del medio natural. Tesis de grado doctorado en Ciencias Sociales Universidad Nacional de Colombia sede Medellín. Revista Semana – semana sostenible. (2017). Casas por árboles: el desordenado crecimiento urbano en el oriente antioqueño. Semana. (28 de septiembre de 2018) CAMACOL. (2016). Informe de Gestión. Bogotá: Ícaro Diseño y Producción Gráfica Ltda. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). 2012. Valoración de daños y pérdidas. Ola invernal en Colombia, 2010-2011. Bogotá: Misión BID - CEPAL. Oriente Comercial (Cámara de Comercio). (4 de septiembre de 2016). Presente y futuro de la construcción en oriente. Inforiente. Recuperado de: https://inforiente.info/2016/09/04/presente-yfuturo-de-la-construccion-en-oriente/
Foto: Eliana Maria Jiménez
Capítulo
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Las rondas hídricas en el piedemonte Andino-amazónico: estudio de caso del acotamiento de la ronda hídrica del río Hacha en la zona urbana del municipio de Florencia (Caquetá)
Las rondas hídricas en el piedemonte Andinoamazónico: estudio de caso del acotamiento de la ronda hídrica del río Hacha en la zona urbana del municipio de Florencia (Caquetá)
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Eliana María Jiménez Rojas, Santiago R. Duque Escobar, Claudia Juliana Dulcey, Juan Sebastián Acero, Olga Lucía Pulido, Diego Restrepo, Camila Pérez, Kees Van Vlieb, Camilo Concha, Juan Pablo Tobón Agudelo, Paula Betancourt Benavides, Felipe Duque, Milena Suarez, Johana Urrego, Juan David Duque, Lida Yelitza Vargas, Rosa Edilma Agreda Chicunque, Yudy Álvarez Sierra, Camilo Otaya Díaz
Resumen Las rondas hídricas de los ríos en Colombia, particularmente en las áreas urbanas, se encuentran en su mayor parte limitadas a franjas estrechas o son inexistentes. La ronda integral de los ríos permite la dinámica natural del cuerpo de agua y las interacciones ecológicas que se dan allí entre especies y ecosistemas. El río Hacha es una de las fuentes de abastecimiento del acueducto de Florencia (Caquetá), y la parte baja de su cuenca atraviesa la zona urbana de este municipio. Dentro de este contexto, y con la necesidad de las Autoridades Ambientales de cumplir lo establecido en la normatividad relacionada con el recurso hídrico, este trabajo acotó la ronda hídrica integral del río Hacha en la zona urbana (parte baja de la cuenca), mediante la determinación del cauce principal, y posteriormente la caracterización biofísica de los tres componentes que definen la ronda integral: el geomorfológico, el hidrológico-hidráulico
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CAPÍTULO 5
y el ecosistémico. La ronda integral resultante que se generó al superponer los tres componentes físico-bióticos para el río Hacha dio como resultado un área total de 982 ha, de las cuales el 11.6% (113.8 ha) representan el cauce permanente y el área restante constituye el área aferente (868.2 ha), que, en su mayor parte, es aportada por el componente geomorfológico, excepto en la zona alta, en donde la ronda ecosistémica abarca una mayor área. Adicionalmente, en la ribera izquierda la ronda hídrica alcanzó una distancia máxima de 1187 m y, en la ribera derecha cubre una distancia máxima de 962 m. Es importante resaltar que el 48% de la ronda integral corresponde a la actual zona de Tejido urbano y de expansión, que también se ubica en la cuenca media del río Hacha con ecosistemas altamente transformados, lo cual incluye cerca de 50 barrios o sectores de Florencia, los cuales están dentro de la ronda hídrica del río Hacha, y que amerita la correcta planificación para disminuir la amenaza y riesgo a la población implicada.
Introducción La ronda hídrica es conocida a nivel internacional como zona riparia o ribereña, región de transición y de interacciones entre los medios terrestre y acuático; es decir, son las franjas contiguas a los cuerpos de agua continentales, sean naturales o artificiales, estén en movimiento (ríos, quebradas, arroyos) o relativamente estancados (lagos, lagunas, pantanos, esteros), sean efímeros (intermitentes) o continuos (perennes) (MADS, 2017). En el contexto internacional, la delimitación de las zonas de protección ambiental y fajas paralelas a las fuentes hídricas es compleja y muy variable. En los Estados Unidos, cada Estado maneja lineamientos, funciones a proteger y parámetros de acotamiento particulares y con ello, anchos de ronda diferentes, que van desde 1 m para fines de estabilización de riberas a más de 100 m para asegurar la protección de hábitats naturales (Barrios & Guzmán, 2015). En Brasil, las áreas de protección permanente en ríos o arroyos naturales son dependientes de la amplitud del curso de agua, con franjas marginales que van desde 30 m hasta 500 m a cada lado del cauce (Código Florestal - Lei 4.771/1965). En Chile, la legislación sobre aguas establece 106
que los cursos hídricos tienen franjas de protección de 5 m hasta 60 m. Sin embargo, estos anchos pueden ser modificados dependiendo del orden del cauce, el área de la cuenca y el grado de fragilidad del suelo (Barrios & Guzmán, 2015). En Colombia, las rondas hídricas fueron reguladas por primera vez con el Código de Recursos Naturales (Ley 2811 de 1974), mediante el Artículo 83, literal d, definidas como la faja paralela a la línea de mareas máximas o al cauce permanente de ríos y lagos de hasta 30 m, siendo un bien inembargable e imprescriptible del Estado. Actualmente, a partir del artículo 206 de la Ley 1450 de 2011 –Plan Nacional de Desarrollo 20102014, el concepto de Ronda Hídrica ha cambiado a una visión de funcionalidad del ecosistema acuático, reconociendo que su delimitación debe ser dependiente de las particularidades de los sistemas hídricos y su entorno. Además, le confiere la responsabilidad a las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, los Grandes Centros Urbanos y los Establecimientos Públicos Ambientales para que efectúen, en el área de su jurisdicción y en el marco de sus competencias, el acotamiento de la faja paralela a los cuerpos de agua a que se refiere el literal d) del artículo 83 del Decreto Ley 2811 de 1974 y el área de protección o conservación aferente, para lo cual debe realizar los estudios correspondientes, conforme a los criterios que defina el gobierno nacional.
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Este capítulo presenta un resumen de la determinación del cauce permanente y la caracterización Físico-Biótica para la definición del límite funcional de la ronda hídrica del río Hacha. Lo anterior siguiendo los lineamientos establecidos por la Guía Técnica de Criterios para el Acotamiento de Rondas Hídricas en Colombia (MADS, 2017). El estudio fue realizado por la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia –CORPOAMAZONIA, y la Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia.
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CAPÍTULO 5
Métodos Área de estudio El río Hacha está localizado en el municipio de Florencia (Caquetá), en la región suroeste del país conocida como piedemonte andino-amazónico; y es la principal fuente de abastecimiento de agua para consumo en el municipio, por lo cual es de suma importancia para lo población, en especial la urbana. El área de estudio se ubica sobre la cuenca baja del río Hacha, abarcando parte de la zona suburbana y el área urbana de Florencia (Figura 1), donde el río Hacha posee una gran zona inundable ya que es un sistema hídrico que nace como un río de montaña, pero termina en una planicie aluvial interna de mayores dimensiones. El polígono de estudio (Figura 1) fue seleccionado de acuerdo a las prioridades de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia Colombiana –CORPOAMAZONIA.
Figura 1. Localización del área de estudio de la ronda hídrica del río Hacha (Florencia, Caquetá, Colombia, Suramérica). La línea roja punteada señala el polígono de estudio.
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Florencia representa el 2.6% (2292 km2) del área del departamento de Caquetá (88965 km2) (DNP, 2017a); en el 2002 el área urbana de Florencia estaba divida en cuatro (4) comunas que agrupaban cerca de 175 barrios legalmente formalizados (POT, 2000); en el año 2015 se duplicó el número de comunas (8) y se tenían 50 barrios más y 36 asentamientos informales (Alcaldía de Florencia, 2016). La población actual (2017) de Florencia es de 178450 personas, de las cuales 157035 se ubican en la cabecera municipal; esto es, en el perímetro urbano y de expansión urbana; y 21415 conforman la población rural. En términos comparativos, la población de Florencia corresponde al 36,4% del total de Caquetá (490.056 personas), ubicada en el 2.6% del área departamental (DNP, 2017b). En el área de influencia del proyecto, las actividades económicas más importantes son la actividad minera y en menor medida otros servicios como la pesca y la extracción de productos maderables.
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
En general, el clima en el piedemonte andino-amazónico colombiano tiene un comportamiento diferente al que se presenta en el centro de la Amazonia colombiana, debido a la influencia que ejerce sobre él la Cordillera Oriental de los Andes. Según la clasificación climática Caldas-Lang, el municipio de Florencia tiene un clima cálido-húmedo (IDEAM, 2017). Específicamente en Florencia, la precipitación tiene un comportamiento monomodal (Figura 2), con valores máximos entre los meses de mayo a junio (508.5 a 491.5 mm/mes) y mínimos de diciembre a enero (142.9 a 101.1 mm/mes); mientras que la precipitación media anual es de 3730 mm (período 1970-2015). La temperatura media mensual multianual es de 26ºC (período 1980-2016). El brillo solar a lo largo del año en la ciudad de Florencia tiene una media de 1524.7 ha/año, y la humedad relativa mensual en promedio es del 80%.
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600 500 Precipitación (mm)
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700
400 300 200 100 0
ene
feb
mar
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may
jun
jul
ago
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oct
nov
dic
Mes
Figura 2. Precipitación promedia mensual multianual (1970-2015) en Florencia en la estación Aeropuerto Gustavo Artunduaga Paredes (Caquetá).
La vegetación dentro del polígono de estudio en la cuenca del río Hacha corresponde a la zona de vida bosque húmedo Tropical (bh-T). La cobertura remanente en la parte alta de la cuenca muestra que son bosques de tierra firme con diferentes grados de intervención, que han estado sometidos a la extracción selectiva de especies forestales maderables y no maderables. Igual que en otros sitios del piedemonte amazónico y la llanura Amazónica, también es evidente el uso de productos forestales no maderables como es el caso de la palma bombona, barrigona o chonta Iriartea deltoidea Ruiz & Pav., muy usada así mismo en Mocoa para construcción de viviendas, carpintería, ebanistería y artesanías (Navarro et al., 2014).
Acotamiento de la ronda hídrica Este procedimiento se realizó de acuerdo a la Guía técnica de criterios para el Acotamiento de rondas hídricas en Colombia propuesta por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS, 2017). En el presente capítulo, se presenta el resumen de la delimitación del cauce permanente y la caracterización físico-biótica para la definición del límite funcional, ya que en el documento extenso se presenta el estudio detallado de los componentes geomorfológico, hidrológico-hidráulico y ecosistémico, y el componente socio-cultural, así como las áreas y medidas de manejo recomendadas para esta ronda, el cual se encuentra disponible en CORPOAMAZONIA.
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Fase 1: Determinación del cauce permanente En primer lugar, se recopiló información secundaria que incluyó imágenes de sensores remotos a diferentes escalas (fotografías aéreas históricas, satelitales, ortofotos, imágenes LIDAR, RADAR, etc.). Particularmente, se revisaron los documentos técnicos institucionales en especial los generados por CORPOAMAZONIA, como los Planes de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA), el Plan de Manejo Ambiental y los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), elaborados para la cuenca y el municipio perteneciente al área de cuenca.
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
En un software de procesamiento y análisis espacial, se procedió a la visualización de la información y a la interpretación de imágenes históricas con un rango temporal que superó los 50 años y, mediante fotogrametría, se evalúo el comportamiento histórico del sistema fluvial en la zona de interés. Con la interpretación de imágenes, el registro histórico de eventos, la información de caudales y la creación de perfiles transversales por interpolación de los modelos de elevación digital disponibles, se determinó el ancho de banca llena con el cual se delimita de manera preliminar el cauce permanente. Con la combinación de la fotointerpretación de imágenes históricas, el Modelo Digital de Terreno disponible (con topografía y batimetría de control) y la información recopilada en campo, se generó la cartografía final del cauce permanente rectificado. Fase 2: Caracterización físico-biótica para la definición del límite funcional El límite funcional del río Hacha se realizó a partir de la envolvente que se genera al superponer los tres componentes físico-bióticos: el geomorfológico, el hidrológico-hidráulico y el ecosistémico.
Componente Geomorfológico Con los insumos de la Fase 1 se estableció el límite del trabajo geomorfológico. En esta etapa se evaluaron los parámetros morfométricos de la cuenca y del cauce, con los cuales se 111
CAPÍTULO 5
estableció el tipo de sistema hídrico a estudiar, clasificado por tipo de curso de agua y por morfología a escala de tramos. Además, se identificaron los procesos morfodinámicos visibles y la relación de unidades geomorfológicas de macroescala para la delimitación de unidades por jerarquía morfogenética, para producir la cartografía preliminar y para clasificar el área de estudio en sistemas morfoestructurales y provincias. En la visita de campo se delimitaron con mayor detalle las unidades geomorfológicas observadas, partiendo de macroescala hacia microescala, describiendo los rasgos litológicos composicionales y las medidas de cada geoforma. También, se realizó la verificación de los procesos morfodinámicos definidos previamente y el inventario completo de los mismos en toda el área de estudio, teniendo en cuenta la interacción de eventos y geoformas dentro y fuera de la zona de interés que tuvieran un impacto final en los rasgos hidrológicos, hidráulicos y morfológicos del cauce permanente del río. Mediante la visualización de los datos de campo dentro del software de análisis y procesamiento espacial, se inició la validación de las interpretaciones geomorfológicas previas y la depuración de unidades geomorfológicas para llegar a la descripción de geoformas a escala 1:2000. Con la combinación de la fotointerpretación de imágenes históricas, el Modelo Digital de Terreno disponible y la información recopilada en campo, se generó la cartografía final de unidades geomorfológicas a escalas 1:25000 y 1:2000.
Componente Hidrológico-Hidráulico Subcomponente hidrológico: aborda los aspectos relacionados principalmente con la estimación de caudales de creciente para diferentes periodos de retorno, el cual fue realizado teniendo en cuenta el análisis de información primaria y secundaria; esta última, proveniente de la estación IDEAM 44037060 Florencia Automática. En cuanto a información primaria, se realizó como complemento la serie histórica de caudales, principal insumo para los análisis hidrológicos. Dado que la estación IDEAM 44037060 Florencia Hacha se ubica a 6.7 km aguas abajo del inicio del 112
tramo de estudio, uno de los objetivos de la fase de campo era establecer posibles diferencias de caudal entre el inicio del tramo de estudio y la estación hidrométrica que debían ser tenidas en cuenta en el análisis, por lo que bajo ese propósito se definieron siete secciones de aforo que se describen en detalle en los resultados, cuyas mediciones se realizaron utilizando un perfilador acústico de efecto Doppler SonTek ADCP.
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
En cuanto a información secundaria, se utilizó la serie de caudales máximos mensuales de la estación del IDEAM 44037060 Florencia Hacha, la cual se encuentra instalada en el puente El Encanto y opera desde el 15 de febrero de 1971. Dicha serie histórica fue revisada teniendo presente la coherencia entre el número de días por mes vs los datos reportados, y la validez de los estadígrafos mensuales (media, máximo y mínimo). La información diaria se inspeccionó visualmente, dato a dato, como lo sugieren Aguilar et al. (2003) y Zongxing et al. (2012). Por otro lado, se revisaron diversas fuentes de información secundaria con el propósito de consolidar registros de caudales para las quebradas El Dedo, La Yuca y La Perdiz. Para las dos primeras, no se encontró información hidrométrica, mientras que para la quebrada La Perdiz fue posible compilar caudales de creciente estimados mediante modelo lluvia-escorrentía a diferentes períodos de retorno (FUNASOT & UTDF, 2016). Dentro del análisis de datos, se realizaron pruebas para encontrar datos dudosos, usando la prueba de bondad de ajuste a la distribución normal, para determinar la aplicabilidad de la prueba de datos dudosos sugerida por WRC (1981). Para ello, se comprobó la hipótesis de normalidad, sobre el logaritmo de la serie de caudales máximos anuales, mediante las pruebas de Kolmogorov-Smirnov y la de Shapiro-Wilk. Posteriormente, se calculó el coeficiente de asimetría () sobre la serie anual de caudales máximos de la estación Florencia con el fin de detectar la presencia de datos dudosos altos (>0,4) o datos dudosos bajos (<0,4). Luego, se calcularon los umbrales de datos dudosos superior e inferior, los cuales fueron contrastados con los valores de caudal anual máximo de la estación. Así mismo, se calcularon la media, la desviación estándar, el coeficiente de variación y el coeficiente de asimetría para la serie anual de caudales máximos en la estación Florencia Hacha (n = 44 años), la curva de probabilidades empíricas de caudales máximos y las curvas de probabilidades teóricas de caudales máximos (Curvas de probabilidad de Gumbel, Pearson tipo III y Log Pearson III).
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CAPÍTULO 5
Modelo hidráulico Para el análisis hidráulico del río Hacha se usó el software HEC-RAS 5.0, que permite realizar simulaciones de ríos para flujo permanente, no permanente en una dimensión y dos dimensiones. Análisis en flujo permanente: este componente de modelación calcula la superficie del agua para flujo permanente gradualmente variado. El componente de flujo permanente realiza cálculos para flujo subcrítico, supercrítico y flujo mixto. El procedimiento computacional está basado en la solución de las ecuaciones de energía en una dimensión. Las pérdidas de energía son calculadas por fricción, utilizando la fórmula de Manning, y las contracciones y expansiones del flujo a través del coeficiente por el cambio en la cabeza de velocidad. La ecuación de momento es utilizada en situaciones donde el perfil de superficie es rápidamente variado. Estas condiciones incluyen flujo mixto como los resaltos hidráulicos, flujo en puentes, y confluencias en los ríos. Análisis en flujo no permanente: este componente de HEC-RAS es capaz de simular flujos en una y dos dimensiones, o modelos acoplados en una/dos dimensiones para una red completa de canales abiertos, planicies de inundación y abanicos aluviales. El análisis de flujo no permanente puede ser analizado en condiciones de flujo subcrítico, supercrítico y mixto (resaltos hidráulicos). Se utilizaron las ecuaciones de Saint Venant para describir el flujo del agua en el espacio, a partir de la conservación de la masa y la energía. Desarrollo topológico del modelo: el modelo del río Hacha estuvo basado en el modelo digital del terreno (MDT) desarrollado por la empresa GEOSPATIAL, el cual tiene una resolución espacial de 1 m y fue utilizado para generar las secciones hidráulicas del río. La topología fue desarrollada utilizando el software libre GISWATER, el cual permite generar las líneas de las secciones hidráulicas y traducir la información del MDT al formato de geometría de HEC-RAS. Para la construcción del modelo se definieron diferentes tipos de líneas, el eje del río, los bordes físicos, los bordes de la planicie de inundación y las secciones a modelar. Una vez generada la
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topología del modelo, se agregaron los parámetros físicos que definen la fricción del agua con el terreno. Se definieron dos tipos de terrenos con coeficientes de fricción de Manning, n = 0.045 para el cauce principal del río y n = 0.07 para la planicie de inundación del río. Implementación de estructuras hidráulicas: dentro de HECRAS se añadieron los puentes de acuerdo a las mediciones realizadas sobre el río Hacha durante la visita de campo al municipio de Florencia. Los puentes añadidos al modelo hidráulico fueron: Puente 1: Vía Altamira-Florencia, Carrera 1 con Circunvalar, y Puente 2: El Encanto, Calle 21 con Carrera 15.
CAPÍTULO 5
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Aforos al río Hacha: Como parte del trabajo de campo, se realizaron siete aforos al río Hacha. Los puntos aforados fueron seleccionados teniendo en cuenta los requerimientos de información para el estudio hidrológico y la modelación hidráulica. Los aforos se realizaron utilizando un ecosonda especial para levantamientos batimétricos y de medición de caudal. El equipo consiste en una estructura flotante hidrodinámica, la cual tiene instalada un equipo de GPS y una Ecosonda. Para realizar el aforo, se instalaron líneas de vida cruzando la sección donde se quería realizar la medición, luego con ayuda de cuerdas se pasaba el perfilador acústico de un lado al otro de la sección, luego se repetía la medición en el otro sentido obteniendo un valor promedio. En la Tabla 1 se muestran los puntos aforados y los resultados de cada medición, así como el promedio de las mediciones realizadas.
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CAPÍTULO 5
Tabla 1. Caudales (m3) calculados en siete puntos de aforo del área de estudio en el río Hacha (Florencia, Caquetá). 7 No. 1 2 3 4 Prom SD
Capitolio 30.574 31.848
31.21 0.90
6
5
La El Floresta Encanto 41.032 32.114 40.592 33.485 31.671 40.81 0.31
32.42 0.95
4
3
La Bronca 31.95 33.436
Casa Colorada 29.795 32.195 33.715 33.117 32.21 1.72
32.69 1.05
2
1
El Oasis
Bocatoma
26.092 30.255 29.156 32.58 29.52 2.69
26.271 27.725 25.95 26.65 0.95
Fuente: Elaboración Propia.
Componente Ecosistémico La Guía Técnica de Criterios para el Acotamiento de Rondas Hídricas en Colombia (MADS, 2017), propone atender a la funcionalidad de los corredores biológicos, considerando que éstos pueden medirse en función de la altura de los árboles dominantes de una asociación climática determinada, la cual varía y se hace más compleja a medida que aumentan la temperatura y la humedad disponible en el ecosistema, dado que la altura de los árboles dominantes es un referente genuino de la complejidad y la biomasa. De acuerdo a esta Guía (MADS, 2017), para delimitar el componente ecosistémico de la ronda hídrica se procede de la siguiente manera (Figura 3):
Primer paso: definición de las zonas de vida de la cuenca y la altura (H) representativa de las comunidades vegetales que las componen.
Segundo paso: se calcula la densidad de drenaje (N) por unidad geomorfológica y el área acumulada o aferente a cada punto de la red de drenaje objeto de estudio.
Tercer paso: definición de la relación N entre la densidad de drenaje y el área aferente a partir de la cual se establece el ancho de la franja según relación: N*H.
Resultado: A partir del polígono del cauce permanente se genera la cartografía donde se define la franja correspondiente al componente ecosistémico
Figura 3. Procedimiento para la delimitación del componente ecosistémico (Adaptado de MADS, 2017).
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Para el cálculo de la altura (H) representativa de las comunidades vegetales que componen la cuenca, se debe considerar la caracterización florística y estructural de las zonas de vida sí existe o no vegetación nativa, así como se muestra en la Figura 4.
cálculo de la altura (H) representativa de las comunidades vegetales
Caso 1: con cobertura vegetal nativa
Caracterización florística y estructural de las zonas de vida en cobertura vegetal nativa Río Hacha En este caso la vegetación nativa estaba fuera del polígono de estudio.
Caso 2: sin cobertura vegetal nativa
H se debe inferir a partir de información secundaria de la respectiva zona de vida, corroborada en estudios técnicos, científicos y registros de herbario o inferir la altura media de la comunidad vegetal por similaridad hidrológica, geomorfológica y climática
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figura 4. Cálculo de la altura (H) representativa de las comunidades vegetales que componen la ronda hídrica (Adaptado de MADS, 2017).
Se determinaron preliminarmente las áreas a muestrear dentro y fuera del polígono, considerando el estado de conservación de la cobertura boscosa, el área de las mismas, y una margen aproximada entre 100 m a 200 m en las riberas del cauce, y a partir de esto se estableció el número de parcelas. Debido a la importancia de la altura, como variable determinante para la caracterización de la vegetación que define el componente ecosistémico de la ronda hídrica, las alturas fueron medidas usando un hipsómetro, tipo clinómetro (Referencia Sunto Tandem/360PC/360R DG), siendo la altura total del individuo la que se registró. Para la medición de la altura de los árboles con hipsómetro se siguió la metodología presentada por Vallejo Joyas et al. (2005). Adicionalmente, se realizaron medidas directas de la altura escalando los árboles con cintas métricas de 50 m. Delimitación de la ronda ecosistémica: con la altura (H) y la franja ecosistémica se calculó de acuerdo al tipo de corriente o cuerpo de agua, la relación entre la densidad de drenaje de las corrientes y el área de la cuenca aferente. Para definir la distancia del componente ecosistémico como tal se siguieron los pasos propuestos por la Guía Técnica de Criterios para el Acotamiento de las Rondas Hídricas (MADS 2017), la cual describe como se definen y calculan: 117
CAPÍTULO 5
● Las unidades geomorfológicas (UG): se determinaron las unidades geomorfológicas en una escala 1:25000. ● La densidad de drenaje (Dd) por UG: se calculó la densidad de drenaje de la cuenca del río Hacha, entendida como el cociente entre la longitud total de los cauces que conforman su sistema fluvial, expresada en km, y el área total de la cuenca, expresada en km2. La longitud de los drenajes asociados a cada unidad geomorfológica se calculó a partir de la red de drenaje a escala 1:25000 definida en el componente hidrológico. ● Las áreas acumuladas (Aa): se calculó el área aferente en cada punto de la red de drenaje utilizando el mapa de áreas acumuladas (Aa), el cual se obtuvo a partir de un DEM de 12.5 m de resolución espacial del sensor Palsar localizado en el satélite ALOS por medio del cual se complementa la información. ● Definición de N (Relación entre Dd y Aa): La variable N se calculó como la relación entre la densidad de drenaje (Dd) por unidad geomorfológica (UG) y el área de la cuenca aferente (Aa), en cada punto de la corriente objeto de estudio; de esta manera se expresó la relación natural del patrón de drenaje y morfología. Para el cálculo de N se empleó una tabla de doble entrada en la cual se relacionan el área de la cuenca aferente en Km² y la Densidad de drenaje en Km/Km² (Tablas 6-10 de la guía MADS 2017). Estimación de la franja ecosistémica: la franja ecosistémica comprende, además de la altura (H) de los árboles representativos de la zona de vida, la relación entre densidad de drenaje de las corrientes y el área de la cuenca aferente (N). Lo anterior se estima con la siguiente ecuación (MADS, 2017):
Componente ecositénico=Hi*Ni Dónde: Hi= Altura media de las especies representativas de la zona de vida en el pixel i (m); Ni = Relación de la densidad de drenaje con el área de la cuenca aferente en el pixel i. Posteriormente, con este valor numérico se reclasificó en formato “raster” cada pixel de la red de drenaje, para trazar el componente a partir del cauce permanente, esta información es proveída a través del análisis multitemporal de las imágenes aéreas del componente geomorfológico. 118
Resultados Fase 1: Determinación del cauce permanente
Análisis multitemporal
CAPÍTULO 5
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Se analizaron las fotografías aéreas pancromáticas de los años 1969, 1989 y 2006 (Instituto Geográfico Agustín Codazzi –IGAC), con escala espacial aproximada de 1:8000, 1:46000 y 1:10500 respectivamente, así como imágenes satelitales Landsat 5 y 7 de 1999 y 2011, respectivamente y una ortofotografía de resolución espacial de 10 cm tomada por el satélite GeoSpatial en Febrero del año 2017; de esta forma se obtuvo una cobertura temporal de casi 50 años; la cual permitió observar que entre los años 1969 y 1989 el río desarrolló procesos de migración importantes y cambios morfológicos evidentes en la unidad espacial o tramo que comprende desde las confluencias de las quebradas La Yuca y El Dedo hasta la desembocadura en el río Orteguaza (Figura 5).
Figura 5. Interpretación visual del cauce histórico del río Hacha (Florencia, Caquetá).
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CAPÍTULO 5
Delimitación del cauce permanente El cauce permanente o cauce natural activo está definido por el área ocupada por la vaguada y espacios contiguos que en crecidas normales anuales y hasta de períodos de retorno de 2.33 años aproximadamente (MADS, 2017), representa un solo curso de agua sin superar el ancho de banca llena, en cuyo caso ocurre un desbordamiento. En esta franja es evidente la existencia de un rasgo geomorfológico que separa el cauce activo de la franja inundable a partir de la observación de dinámicas típicas y constantes del flujo de agua y de sedimentos. El cauce permanente para el río Hacha se delimitó a partir de la determinación de la banca llena en diferentes tramos; primero, a partir de la ortofotografía tomada por GeoSpatial, delimitando las cicatrices del terreno donde se ha observado un flujo actual del río y depósito de sedimentos sin capa vegetal considerando las zonas con mayor divagación del canal de acuerdo al análisis multitemporal; segundo, con la medición directa en campo a partir de rasgos como los descritos por autores como Ridley (1972), quien define el ancho de banca llena a partir de un máximo quiebre de la pendiente de la banca. De igual manera, se tuvieron en cuenta indicadores ampliamente usados en geomorfología fluvial para definir la sección de banca llena como lo son: cambios en la distribución de tamaño de las partículas en la zona de depósito; el límite inferior de las hierbas y malezas en las zonas de depósito; raíces expuestas por debajo de una capa de suelo intacta, indicando exposición a los procesos erosivos; y finalmente, crecimiento de moho y líquenes en piedras de las orillas. El resultado final del proceso de delimitación se muestra en la Figura 6, en la cual se observa un ligero ensanchamiento del canal aguas abajo lo que obedece a un comportamiento normal de una corriente debido a un aumento de caudal por la llegada de canales tributarios a lo largo de su curso. Sin embargo, hay tramos en los cuales se da un ensanchamiento del canal distribuyendo el flujo en 2 o más canales en la parte alta del tramo urbano, generando un proceso de sedimentación parcial en esos sectores.
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CAPÍTULO 5
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Figura 6. Cauce permanente en el polígono de estudio del río Hacha (Florencia, Caquetá).
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CAPÍTULO 5 122
Fase 2: Caracterización físico-biótica para la definición del límite funcional
Ronda hídrica del componente geomorfológico De acuerdo a la información secundaria y al análisis geomorfológico integrado realizado, es evidente que el río Hacha hace parte de un sistema hídrico particular en zona de piedemonte que no tiene la transición típica de río de montaña a abanico aluvial y luego a río trenzado, sino que pasa de río meándrico no sinuoso de montaña a río meándrico sinuoso no confinado en una planicie aluvial durante su paso por la zona urbana y de expansión. En este sentido la dinámica fluvial abarca mayor área en determinadas unidades espaciales de planicie aluvial donde no se tiene un control litológico lateral, sino que el río divaga sobre sus depósitos aluviales; por tanto, el componente geomorfológico de la ronda, considerada como el área necesaria para garantizar los procesos morfodinámicos que soportan la función de transporte y almacenamiento de agua y sedimentos (MADS, 2017), debe comprender la zona de divagación con rasgos de meandros abandonados y complejos de humedales asociados al cauce principal, haciendo que la ronda se amplíe aguas abajo (Figura 7).
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figura 7. Ronda hídrica del componente geomorfológico del río Hacha (Florencia, Caquetá).
La ronda hídrica del río Hacha desde el componente geomorfológico se describe de forma sistemática por unidades espaciales; de allí, se usaron las unidades definidas en la clasificación del sistema hídrico por unidades morfológicas. Estas a su vez, abarcan diferentes barrios dentro del área 123
CAPÍTULO 5
urbana, por lo que el resumen de sectores geográficos para cada una de las unidades espaciales consideraras se presenta en la Tabla 2. Tabla 2. Sectorización del componente geomorfológico por unidades espaciales de la ronda hídrica del río Hacha (Florencia, Caquetá). Unidad
Clasificación morfológica
Sectores geográficos (Unidad espacial)
1
Río recto multicanal encañonado
Las Garzas
2
Río recto encañonado de montaña
Casa campesina
3
Río meándrico no sinuoso encañonado de montaña
EDS Terpel
4
Río recto multicanal encañonado de montaña
250 m al sur de EDS Terpel
5
Río meándrico no sinuoso encañonado de montaña
El Playón, Sinaí
6
Río recto encañonado de montaña
Sinaí, Villas del Recreo
7
Río meándrico no sinuoso encañonado de montaña
La Bronca
8
Río meándrico no sinuoso encañonado de piedemonte
Torasso alto, El Encanto
9
Río recto unicanal de piedemonte
El Encanto, Batallón Juanambú
10
Río meándrico no sinuoso de piedemonte
La Vega
11
Río trenzado de piedemonte
Galán
12
Río meándrico sinuoso de piedemonte
Floresta
13
Río meándrico sinuoso de planicie aluvial
Idema, San Luis
14
Río meándrico poco sinuoso de planicie aluvial
Barrio Ana María, La Esmeralda
15
Río meándrico altamente sinuoso de planicie aluvial
Villa Rubí, El Chamón
Fuente: Elaboración propia.
En la unidad 1, sector de Las Garzas, al norte de la Casa campesina, la ronda geomorfológica está entre 84 y 133 m de ancho, debido a la variación en el ancho de la isla vegetada de mitad del canal que separa ambos canales.
124
En la unidad 2, que inicia contigua a la Casa campesina aproximadamente hasta la Bomba Terpel (sin incluir ninguna de las construcciones nombradas), presenta una ronda de 85 m, relativamente constantes con taludes de roca a ambos lados. La unidad 3 comprende los meandros que rodean la mina que se encuentra descendiendo a la margen derecha de la carretera principal Florencia-Pitalito a la altura de la bomba Terpel, y mantiene una ronda con un ancho aproximado de 104 m.
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
En la unidad 4, la ronda oscila entre 144 y 195 m de ancho hasta la unidad 5, donde se mantiene con un promedio de 105 m de ancho (como en el puente El Playón), y en algunos sectores se amplía alrededor de los 130m debido a la ocurrencia de procesos gravitacionales hasta el barrio Sinaí etapa 2. Posteriormente, en la unidad 6 que comprende aproximadamente desde el barrio Sinaí etapa 3 hasta el comienzo del barrio Villas del Recreo, la ronda comienza con un ancho de 100 m, luego se reduce a 70 m en la mitad del tramo y finalmente se amplía hasta cerca de 150 m de ancho, siendo asimétrica y más ancha hacia la margen norte del río. Desde el barrio Villas del Recreo hasta el barrio La Libertad, el río da una curva cambiando de dirección 180° a occidente en el sector de la Bronca configurando la unidad 7, donde la ronda mide 80 m aproximadamente desde el cauce permanente hacia el barrio La Amazonia, y se amplía en la curva hacia fuera hasta cerca de 240 m hasta los barrios Pinos bajos y La Atalaya, mientras que para la margen occidental se dirige al barrio Paloquemao con un máximo de 96 m desde el cauce permanente. En la unidad 8, que va desde el barrio Torasso alto hasta el puente el encanto, la ronda tiene un ancho promedio de 86 m, siendo más amplia en la zona externa de los meandros donde la ronda tiene un ancho máximo de 170 m en la curva del barrio Torasso alto. En la unidad 9, que comprende del puente El Encanto hasta el Batallón Juanambú, el río consta de una zona de sedimentación y en el resto solo transporta agua y sedimentos en menor medida, pero donde se pueden dar 125
CAPÍTULO 5
desbordes menores de acuerdo a lo observado en campo por una altura menor de la banca hacia la margen oriental, por lo cual la ronda comienza con un ancho de 88m y se amplía aguas abajo hasta cerca de 165 m. Luego, el río entra en la unidad 10 donde la parte externa del meandro con mayor capacidad erosiva se recuesta en la margen occidental, originando que los procesos que se lleven a cabo en los barrios La Vega y Alfonso López sean principalmente inundaciones de menor energía; en el barrio La Vega existe una zona topográfica alta que funciona como interfluvio, lo que se traduce en una ronda irregular que comienza con un ancho de 210 m, luego se reduce a 166 m y termina, finalmente, en un ancho aproximado de 426 m en el barrio Alfonso López. Posteriormente, en la unidad 11 la sedimentación es un rasgo característico que forma varias barras de mitad de canal frente al barrio Galán donde no se esperan procesos importantes sino desbordes menores de baja velocidad, conformando una ronda de 170 m de ancho aproximadamente. En la unidad 12 correspondiente al sector entre los barrios Circasia y Puente López, el río se convierte en meándrico sinuoso de piedemonte, por lo cual presenta mayor movilidad lateral; además, a él confluyen afluentes importantes como son las quebradas La Perdiz, La Yuca y El Dedo, los cuales convierten esta unidad en una de las de mayor actividad fluvial donde la sedimentación, erosión y transporte se alternan de acuerdo al caudal de cada quebrada, pero donde se pueden presentar llegadas de abundante material de manera torrencial, sobretodo de las quebradas La Yuca y La Perdiz que presentan mayor pendiente, configurando una zona especial de alta amenaza a pesar de las obras hidráulicas construidas que son capaces de contener caudales principalmente líquidos y sin menor contenido de sedimento de tamaños entre cantos y bloques, pero no de flujos torrenciales mayores. En este tramo la ronda abarca parte de los barrios Circasia, Guamal, Juan XXIII y Puente López, así como la totalidad del barrio Floresta, además de cobijar parte del sector de La Gloria entre las quebradas La Yuca y El Dedo como medida de precaución ante represamientos importantes de estos afluentes producto de los ascensos del río Hacha, por lo que la ronda en total está por el orden de los 1180m de ancho entre el sector de La Gloria y su margen opuesta en Puente López.
126
Iniciando el puente del barrio Idema comienza la unidad 13, la cual es de un río meándrico sinuoso, pero sin ningún afluente importante donde se ven rasgos de paleocauces (canales antiguos como el caso del humedal San Luis), por lo cual la ronda tiene un ancho aproximado de 2197m entre el barrio el Obrero (margen oriental) y el borde externo de la planicie aluvial inundable en la margen occidental, cobijando parcialmente los barrios Idema, El Obrero, Nueva Florencia, Villa Mónica I, Bella Vista I y II, Yapura sur y Ana María. En la unidad 14 que comprende parte de la zona sur de la ciudad, la cual no cuenta con un grado avanzado de urbanización, la ronda geomorfológica tiene un ancho aproximado de 1470 m desde el barrio Yapura Sur hasta su contraparte en la margen occidental en la vereda San Juan del Barro, y abarca parte de los barrios Ana María, Yapura sur y La Esmeralda.
CAPÍTULO 5
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Finalmente, en la última unidad que va desde el barrio Villa Rubí hasta el sector del Capitolio, el río tiene un comportamiento meándrico altamente sinuoso de planicie aluvial con evidencia de cauces y meandros abandonados, siendo éste el de mayor dinámica lateral, por lo cual la ronda comprende cerca de 625 m en el sector del barrio Villa Rubí (medidos desde el cauce permanente), hasta cerca de 1780 m del cauce permanente al aeropuerto, cobijando parte de los barrios La Esmeralda, Villa Rubí, Villamaría El Bosque y Bruselas.
Ronda hídrica del componente hidrológico-hidráulico La ronda hídrica definida por el componente hidráulico, corresponde, a la mancha de inundación con periodo de retorno de 100 años. Las zonas inundables presentadas anteriormente son resultado del modelo digital del terreno y de la modelación hidráulica. El área total definida por la ronda hídrica del componente hidrológico-hidráulico (Figura 8) afecta un total de 28 barrios dentro del casco urbano de Florencia; es decir que aquellos barrios tienen zonas inundables dentro de la mancha de los 100 años de periodo de retorno.
127
CAPÍTULO 5
Figura 8. Ronda Hídrica del Componente Hidrológico-Hidráulico del río Hacha (Florencia, Caquetá). El cauce permanente se muestra en color rojo.
La ronda hídrica hidrológica-hidráulica tiene un área total de 405.81 ha; gran parte de su área se encuentra concentrada en el tramo de la entrega de las quebradas el Dedo y la Yuca y el barrio Bruselas; ésta corresponde a la zona inundable de más baja pendiente, donde el río tiene un comportamiento meándrico. Los siguientes barrios o zonas son incluidos parcialmente en 128
la ronda hídrica hidrológica-hidráulica (Figura 9): Colegio La Salle, La Floresta, El Sinaí Etapa II, Juan XXIII, Ana María, Amazonia, Jericó, Batallón Juanambú, Nueva Florencia, Yapurá Sur, La Esmeralda, Bruselas, El Bosque, El Obrero, Puente López, IDEMA, Guamal, La Vega, Acolsure, Torasso Alto, La Atalaya, Brisas del Hacha, Villa Rubí, Villas del Recreo, Villa Natalia, Parque Turbay, Vivienda Militar y La Gloria.
CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figura 9. Barrios o zonas afectados por la ronda hídrica del componente Hidrológico-Hidráulico del río Hacha (Florencia, Caquetá).
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CAPÍTULO 5
Componente Ecosistémico La cuenca presenta tres zonas de vida (Holdridge, 1976; Espinal & Montenegro, 1977) a lo largo del cauce del Río Hacha, que corresponden a: 1) Cuenca baja: Bosque húmedo Tropical (bh-T), en la cual se encuentra el polígono de interés del presente estudio; 2) Cuenca media: Bosque muy húmedo Premontano (bmh-PM); y 3) Cuenca alta: Bosque muy húmedo Montano Bajo (bmh-MB). Los muestreos temporales de vegetación se realizaron a lo largo de la zona de vida de bosque húmedo Tropical (bh-T) la cual corresponde al polígono de interés, el rango altitudinal de los muestreos fue de 217-889 m.s.n.m. (24 parcelas). En total se muestrearon 24 puntos, de los cuales 18 fueron distribuidos en tres tipos de cobertura de acuerdo a la información disponible sobre coberturas de la tierra periodo 2016 (SINCHI 2016): Bosque fragmentado con vegetación secundaria (5 parcelas), Bosque denso alto de tierra firme (13 parcelas); y Bosque fragmentado con pastos y cultivos, en la cual se realizaron seis parcelas en humedales dentro del área urbana del polígono de estudio. En promedio, se registró una riqueza específica en la categoría de fustales de 7 especies (±3) y 10 (±3) individuos en cada parcela (100 m2), el rango entre sitios, fue de 3 especies en 6 individuos hasta 14 especies en 16 individuos; estos muestreos resaltan la importancia de conservar estos relictos de bosque a pesar del estado de conservación en el que se encuentran. En total se registraron 86 especies para la categoría de fustales, de las cuales ninguna se ha reportado en alguna categoría de amenaza. Los resultados de la composición florística y estructura, permitieron calcular el Índice de Valor de Importancia (IVI). En la Figura 10 se presenta el IVI para las 20 especies con el valor más alto, que varió entre 1.3-5.3. Los tres valores más altos del IVI fueron para Ormosia sp. 1 (5.3), seguida de Iriartea deltoidea y Jacaranda copaia con 5.1, y Virola sp. 1 con 4.3.
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CAPÍTULO 5
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Ormosia sp.1 Iriartea deltoidea Jacaranda copaia Virola sp.1 Monopteryx sp. 1 Ladenbergia oblogifolia Cedrelinga cateniformis Saurauia sp. 1 Ficus brevibracteata Ficus insipida Inga sp. 1 Schizocalyx bracteosus Tapirira guianensis Astrocaryum chambira Pourouma bicolor Socratea exorrhiza Inga acreana Virola elongata Protium leptostachyum Abarema jupunba 0
1
2
3
4
5
6
Figura 10. Índice de Valor de Importancia (IVI) para las 20 especies con los valores más altos (Especies con DAP≥10 cm) en la vegetación muestreada en la cuenca del río Hacha (Florencia, Caquetá).
Aunque la altura es variable a lo largo de las unidades ecosistémicas muestreadas, así como se ha reportado para otros sitios en el piedemonte andino-amazónico como los bosques del Centro Experimental Amazónico de CORPOAMAZONIA en Mocoa (Zambrano et al. 2010), se estimó el promedio de la altura para las tres especies con mayor valor de IVI como lo sugiere la Guía Técnica de Criterios para el Acotamiento de las Rondas Hídricas (MADS 2017).
131
CAPÍTULO 5
Franja ecosistémica (H x N) Finalmente, se realizó el cálculo de la franja del componente ecosistémico de la ronda hídrica del río Hacha (Tabla 3), con base en la altura promedio (H) de 20 m que da como resultado una ronda de 80 m a cada lado del cauce permanente del río Hacha. Así mismo, se calculó para el H máximo de la vegetación dado que las funciones de conectividad ameritan que esta franja tenga el ancho suficiente para los diferentes niveles de organismos vegetales que se encuentran aún, o para la recuperación de las funciones ecosistémicas y las cadenas tróficas en estas franjas ribereñas. Tabla 3. Valores de la ronda hídrica para el componente ecosistémico del río Hacha (Florencia, Caquetá). Parámetro
Altura (H)
N (Relación entre Dd y Aa)
Longitud transversal (m)
Área de la ronda ecosistémica a ambos lados (ha)
Área total de la ronda hídrica ecosistémica (ha)
Altura promedio
20
4
80
131.8
377.0
Altura máxima
31
4
124
201.5
516.9 Fuente: Elaboración propia.
La franja ecosistémica resultante es “simétrica” de 80 m a lado y lado del cauce permanente dentro del polígono de estudio, debido a que las variables que la definen (la altura y las unidades geomorfológicas), particularmente solo se presentó una sola unidad geomorfológica a lo largo del polígono de estudio y esto determinar la poca variación en la franja ecosistemica. El área total de la ronda hídrica ecosistémica fue de 132 ha a cada lado del cauce permanente con la altura promedio de la vegetación, y de 202 ha con la altura máxima (H=31 m). La longitud transversal es de 80 m y 124 m con las alturas promedio (20 m) y máxima (31 m), respectivamente. En la Figura 11 se presenta el resultado final del componente ecosistémico de la ronda hídrica del río Hacha; es importante resaltar que la ronda presenta el H con base en la altura promedio y con la altura máxima. Ésta última de 31 m la cual se propone como una zona de amortiguación (buffer zones), la cual es uno de los dos conceptos claves que están en el
132
centro de la conservación basada en comunidades (Wells & Brandon, 1993). Estos autores proponen, en primer lugar, que las zonas de amortiguación deben estar alrededor de los límites de las áreas de conservación; segundo, que debe existir una mayor participación de la población local en la conservación y el desarrollo. Estos dos aspectos son esenciales para la conservación y recuperación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible.
CAPÍTULO 5
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Figura 11. Ronda hídrica del componente ecosistémico en el área de estudio de la cuenca del río Hacha (Florencia, Caquetá).
133
CAPÍTULO 5
Actualmente, la composición ecosistémica de la ronda hídrica del río Hacha comprende 16 unidades ecosistémicas dentro del polígono de estudio en la cuenca del río Hacha. En resumen, la composición ecosistémica de la ronda se presenta de la siguiente forma: 57% corresponden a algún tipo de ecosistema acuático transformado con 214.08 ha; de los cuales el 2.5% son ecosistemas acuáticos transformados de tejido urbano continuo o discontinuo (9 ha); el 40% son ecosistemas terrestres transformados con 151.77 ha, de los cuales el 19% son ecosistemas terrestres transformados de tejido urbano continuo o discontinuo (71.56 ha), el 3% restante no presenta información. La ronda ecosistémica del río Hacha en el polígono de estudio amerita un trabajo mancomunado para su restauración y rehabilitación, así como de integración al arbolado urbano. La distribución de los tipos de ecosistemas y coberturas vegetales es uno de los insumos que se tuvieron en cuenta para la definición de las áreas homogéneas.
Unidades ecosistémicas y zonas de transformación Para entender los servicios ecosistémicos en el área de estudio, se presenta en primera medida las unidades ecosistémicas que fueron ajustadas y clasificadas a partir del trabajo de campo, el análisis de fotografías aéreas e imágenes satelitales y, de acuerdo al mapa de ecosistemas acuáticos y terrestres de la Amazonia Colombiana (Murcia et al., 2016) (Figura 12).
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CAPÍTULO 5
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Figura 12. Unidades Ecosistémicas ajustadas para la ronda hídrica del río Hacha (Florencia, Caquetá).
Posteriormente, estas unidades se agruparon en zonas de transformación, entendidas como áreas que tienen similitudes en cuanto a las características paisajísticas reflejo de las prácticas de uso y manejo, la provisión de servicios ecosistémicos y, por lo tanto, del grado de transformación de coberturas. De esta manera, se identificaron tres (3) zonas: Zona I. Seminatural que cubre la parte media de la cuenca del río Hacha y la zona norte del área de estudio con parches de bosque y un mosaico de paisajes seminaturales con pastos, rastrojos, áreas de vivienda y usos industriales (Tabla 4). Ecosistemas terrestres: Transformado de Bosque fragmentado con pastos limpios y cultivos. Transformado de Bosque fragmentado con vegetación secundaria. Transformado de Tejido urbano discontinuo. Ecosistemas acuáticos: ríos de aguas Transparentes de Piedemonte amazónico.
135
CAPÍTULO 5
Zona II. Tejido urbano y de expansión que también se ubica en la cuenca media del río Hacha con ecosistemas altamente transformados por acciones humanas en áreas de tejido urbano. Esta zona se diferencia en cada una de sus márgenes por su nivel de transformación: la occidental con áreas de pastos, parches de tejido urbano e incipientes nuevas áreas urbanizadas sobre antiguas fincas ganaderas; mientras la oriental posee áreas de tejido urbano continuo consolidado (Tabla 4). Ecosistemas terrestres: Transformado de Bosque fragmentado con vegetación secundaria. Transformado de Tejido urbano continuo sobre Sierras homoclinales. Transformado de Tejido urbano continuo sobre Terrazas fluviales. Transformado de Tejido urbano discontinuo sobre Lomas denudadas. Transformado de Tejido urbano discontinuo sobre Sierras homoclinales. Transformado de Tejido urbano discontinuo sobre Terrazas fluviales. Ecosistemas acuáticos: Ríos de aguas Transparentes de Piedemonte amazónico. Transformado de cuerpos de agua artificiales. Transformado de Tejido urbano continuo. Transformado de Tejido urbano discontinuo. Transformado de Vegetación secundaria o en transición. Zona III de planicie aluvial y humedales ubicada en la cuenca baja del río Hacha comprende las áreas en donde se encuentran complejos de humedales en proceso de transformación debido a la expansión urbana en la cuenca baja del río Hacha (Tabla 4). Ecosistemas terrestres: Transformado de Pastos limpios Lomas denudadas. Transformado de Pastos limpios Lomeríos denudados. Transformado de Tejido urbano continuo. Transformado de Tejido urbano discontinuo sobre Lomeríos denudados. Transformado de Tejido urbano discontinuo sobre Terrazas fluviales.
136
Ecosistemas acuáticos: Ríos de aguas Transparentes de Piedemonte amazónico. Transformado de Mosaico de pastos con espacios naturales. Transformado de Pastos limpios sobre Planicies aluviales. Transformado de Pastos limpios sobre Terrazas fluviales. Transformado de Tejido urbano continuo. Transformado de Tejido urbano discontinuo.
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Tabla 4. Unidades ecosistémicas: área y porcentaje total respecto a la zona de estudio del río Hacha (Florencia, Caquetá). Zona
Zona Seminatural
Zona Tejido Urbano
Total (Ha)
Total (% )
Ecosistema acuático de Ríos de aguas trasparentes.
18,5
1,0
Ecosistema terrestre trasformado de bosque fragmentado con pastos limpios y cultivos en clima cálido húmedo sobre sierras.
10,4
0,6
Ecosistema terrestre trasformado de fragmentado con vegetación secundaria en clima cálido húmedo sobre sierras.
57,2
3,1
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre sierras
9,2
0,5
Subtotal Zona Seminatural
95,2
5,2
Ecosistema acuático de ríos de aguas trasparentes.
Unidad Ecosistémica
58,6
3,2
Ecosistema acuático transformado de cuerpos de agua.
3,1
0,2
Ecosistema acuático transformado de tejido urbano continuo en clima cálido húmedo sobre planicies aluviales.
42,0
2,3
Ecosistema acuático trasformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre planicies aluviales.
6,6
0,4
Ecosistema terrestre trasformado de bosque fragmentado con vegetación secundaria en clima cálido húmedo sobre tierras.
60,3
3,3
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano continuo en clima cálido húmedo sobre sierras homoclinales.
105,4
8,3
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano continuo en lima cálido húmedo sobre terrazas fluviales.
211,7
11,7
137
CAPÍTULO 5
Unidad Ecosistémica
Total (Ha)
Total (% )
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre lomas denudadas.
19,2
1,1
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre tierras homoclinales.
213,3
11,7
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre terrazas fluviales.
72,6
4,0
Ecosistema terrestre transformado de vegetación secundaria o en transición en clima cálido húmedo sobre sierras.
34,4
1,9
Subtotal Zona Tejido Urbano
872,2
48,0
Zona
Zona Tejido Urbano
Zona Planicies Inundables y Humedales
Ecosistema acuático de ríos de aguas trasparentes.
66,4
3,7
Ecosistema acuático transformado de mosaico de pastos con espacios naturales en clima cálido húmedo sobre planicies.
309,2
17,0
Ecosistema acuático transformado de pastos limpios en clima cálido húmedo sobre planicies aluviales.
248,8
13,7
Ecosistemas acuático transformado de pastos limpios en clima cálido húmedo sobre terrazas fluviales.
8,2
0,4
Ecosistema acuático transformado de tejido urbano continuo en clima cálido húmedo sobre planicies aluviales.
17,7
1,0
Ecosistema acuático transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre planicies aluviales.
6,8
0,4
Ecosistema terrestre transformado de pastos limpios en clima cálido húmedo sobre lomas denudadas.
64,7
3,6
Ecosistema terrestre transformado de pastos limpios en clima cálido húmedo sobre lomeríos denudados.
95,1
5,2
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano continuo en clima cálido húmedo sobre terrazas fluviales.
0,0
0,0
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre lomeríos denudados.
31,6
1,7
Ecosistema terrestre transformado de tejido urbano discontinuo en clima cálido húmedo sobre terrazas fluviales.
1,1
0,1
Subtotal Planicies Inundables y Humedales
849,6
46,8
Total
1816,9
100,0
Fuente: Elaboración propia.
138
A continuación, se presenta la descripción general del paisaje, actividades productivas y condicionantes generales de cada una de las zonas de transformación.
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Figura 13. Zonas de transformación en la ronda hídrica del río Hacha (Florencia, Caquetá).
Zona 1. Seminatural En esta zona se encuentran áreas de bosques seminaturales, bosques secundarios, pastos y rastrojos, en el que predomina vegetación de rastrojo. Se ubica en la parte norte de la cuenca media del río Hacha. Esta área es considerada como la de menor transformación en comparación con las otras dos zonas de tejido urbano y planicie aluvial, debido a la mayor área de cobertura boscosa en la zona de estudio con total de 67.6 ha. Allí se sitúan las veredas La Primavera y Sebastopol que hacen 139
CAPÍTULO 5
parte del corregimiento El Caraño; así como la vereda El Diviso perteneciente a la comuna norte del área con un patrón de asentamiento disperso, entendido como tejido urbano discontinuo. En la margen occidental se ubica la vereda La Primavera. El uso del suelo es aún rural y se desarrollan actividades relacionadas con la recreación y el turismo, en combinación con otras actividades. En la margen oriental donde se ubican las veredas Sebastopol y El Diviso también se hace aprovechamiento del paisaje a través de establecimientos como restaurantes. En las dos veredas se encuentran asentamientos campesinos con pequeñas huertas y cultivos cerca de sus viviendas; los pobladores mencionan la pesca como una actividad esporádica. En este lugar también se encuentran fincas con espacios productivos de lógica comercial como estanques de piscicultura y extracción de materiales de arrastre del río. En la parte sur de la vereda El Diviso se encuentran incipientes áreas urbanizadas en proceso de consolidación, considerándolo como el impulsor de cambio de mayor importancia del área en relación al contexto dinámico de urbanización de la ciudad de Florencia (Figura 13). Zona 2. Tejido urbano y de expansión urbana Esta zona ubicada en la parte media de la cuenca del río Hacha se caracteriza por la transformación de sus ecosistemas terrestres y acuáticos en tejidos urbanos. En la margen occidental del río Hacha, las áreas urbanizadas son recientes y aún dispersas en un mosaico de fincas ganaderas, representadas por las comunas, noroccidental y suroccidental. Entre tanto, la margen oriental está compuesta por áreas de tejido urbano continuo1 que integran los barrios de la comuna norte, centro, sur y suroriental. Esta zona es donde se concentra la mayor cantidad de población tanto de Florencia, como del área de estudio: el municipio se caracteriza por su alto grado de urbanización cercano al 90%; por esta razón han sido altamente transformados. El municipio reportó tan solo entre el periodo 1. Se entiende por tejido urbano continuo como aquellos espacios conformados por edificaciones y espacios adyacentes a la infraestructura edificada. Las edificaciones, vías y superficies cubiertas artificialmente cubren más del 80% del total del terreno; mientras tanto, el tejido urbano discontinuo hace referencia a edificaciones, vías e infraestructura que cubren el terreno de manera dispersa y discontinua, ya que el resto del área está cubierta por vegetación (Sistema de Información ambiental Territorial de la Amazonía Colombiana –SIATAC).
140
de 2002-2007 una tasa de deforestación correspondiente a 1950 ha/año, impactando en la disminución de la oferta hídrica y la biodiversidad (Alcaldía de Florencia, 2016). Este fenómeno ha estado asociado a la conversión de bosques a pastos limpios para fincas ganaderas. En el año 2015, del total del área municipal, el 30% correspondía a esta cobertura (Alcaldía de Florencia, 2015).
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Los cambios en el paisaje además están vinculados a procesos de densificación de las viviendas en gran parte por el desplazamiento humano causado por el conflicto armado y la migración de población de áreas rurales a urbanas. Estas condiciones han generado un crecimiento desordenado de la ciudad, aunque cerca del 80% de las construcciones poseen la licencia respectiva (Alcaldía de Florencia, 2016). De esta manera, en las últimas décadas en la margen oriental se ha consolidado el proceso de urbanización. Algunos hitos espacio-temporales relevantes para el municipio de Florencia corresponden a la denominada invasión de Malvinas en 1982 como coletazo de “la guerra del Caquetá” y la invasión de Villa Colombia como efecto del desplazamiento de la población del Bajo Caguán en 2004, que evidencian las grandes transformaciones del municipio que configuran este espacio. En esta margen continúan los procesos de expansión hacia las pequeñas áreas libres cercanas al río. Las actividades socio productivas asociadas a los ecosistemas acuáticos y terrestres son la extracción de material de arrastre y en menor medida la pesca, aprovechados por los pobladores de manera directa. Otros servicios ofrecidos históricamente por estos espacios como son la recreación, la lavandería y el suministro de agua, han disminuido debido a la contaminación por aguas residuales de los vertimientos del alcantarillado municipal y otros. Al sur de esta margen, las comunas sur y suroriental se encuentran en proceso de expansión y densificación de viviendas, lo cual incide directamente en la zona de planicie aluvial y humedales, ya que parte de sus construcciones se han hecho a través del relleno de los humedales, como es el caso del humedal San Luis.
141
CAPÍTULO 5
En la margen occidental aún se encuentran áreas de pastos de antiguas fincas ganaderas, dónde aún quedan rastros de esta actividad y ha emergido en los últimos años la extracción de materiales de arrastre. No obstante, se perciben diferentes tipos de asentamientos: planificados, no planificados y subnormales. Los planificados comprenden a los barrios construidos con destino a población desplazada y reubicada por zonas de riesgo como la Urbanización La Gloria, que, en general, son personas que no tienen actividades productivas asociadas a la naturaleza. Por otro lado, los asentamientos dispersos no planificados de carácter rural tienen como máximo cinco años de creación; cerca de sus viviendas las personas cuentan con pequeños huertos, zonas de cultivo y cría de animales. En los últimos dos años los pobladores relatan la llegada constante de nuevas personas con la particularidad de que no tienen un reconocimiento y vivencia de la dinámica del río y por lo tanto desconocen las áreas de inundación. El único asentamiento subnormal de esta zona es Paloquemao, de carácter reciente. Las entrevistas y talleres, permitieron identificar que los habitantes en sus modos de vida tienen características rurales con una alta tendencia a la densificación de urbanizaciones mediante la parcelación y construcción en las áreas verdes. En cuanto a la infraestructura asociada a la prestación de servicios públicos, este asentamiento no cuenta con una adecuada cobertura de agua, energía y aseo. Adicionalmente, las vías de acceso no se encuentran pavimentadas. En general, esta zona con sus dos márgenes se caracteriza por tener tres impulsores de cambio de gran magnitud, la expansión urbana no planificada, la extracción de materiales de arrastre y la contaminación por los puntos de vertimientos del alcantarillado (Figura 14). Zona 3. Planicie aluvial y humedales En esta zona se localizan ecosistemas acuáticos del río Hacha en procesos de transformación asociados al relleno y secado de humedales para la construcción de viviendas. En la margen occidental se encuentran nuevas áreas de expansión dispersas no planificadas en un mosaico de fincas ganaderas y espacios abiertos de la comuna sur; allí se ubica parte de la
142
vereda San Juan del Barro y Bajo Chamón; mientras que la margen oriental del río se encuentra en el área de influencia de las zonas urbanizadas de la comuna suroriental, en cercanías al humedal San Luis. Estos ecosistemas en suelos urbanos tienen una alta presión antrópica por la ocupación de la franja de protección y descarga de contaminantes. Esto, como resultado de medidas que no contemplan la complejidad de las problemáticas en términos sociales, ambientales y culturales (Andrade et al., 2014).
CAPÍTULO 5
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Ronda integral del río Hacha La ronda integral del río Hacha tiene un área total de 982 ha (Tabla 5), de las cuales el 11.6% (113.8 ha) representan el cauce permanente y el área restante constituye el área aferente (868.2 ha), que en su mayor parte, es aportada por el componente geomorfológico, excepto en la zona alta, en donde la ronda ecosistémica abarca una mayor área (Figura 14).
143
CAPÍTULO 5
Figura 14. Determinación de la ronda hídrica integral del río Hacha (Florencia, Caquetá). El cauce permanente del río está en color rojo y la ronda integral en café.
144
Así pues, la ronda hídrica que envuelve los tres componentes físico-bióticos se encuentra concentrada desde la unidad espacial o tramo de confluencia del río Hacha con las quebradas el Dedo, la Yuca y la Perdiz, y el barrio Bruselas, la cual corresponde a la zona inundable de más baja pendiente, donde el río tiene un comportamiento meándrico.
CAPÍTULO 5
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Tabla 5. Detalles de la ronda hídrica integral, y las de cada componente biofísico: ecosistémico, geomorfológico, hidrológico-hidráulico. Ronda
AREA DER (ha)
AREA IZQ (ha)
DIST MAX DER (m)
DIST MAX IZQ (m)
TOTAL RONDA
Integral
400.7
467.5
962.0
1187.0
868.2
Ecosistémica
131.4
131.8
80.0
80,0
263.2
Geomorfológica
340.1
430.2
962.0
1187.0
770.3
Hídrica
202.9
202.9
604.2
535.0
405.8
Cauce permanente
113.8 ha
Fuente: Elaboración propia.
El límite funcional de la ronda hídrica resultante (Tabla 5) presenta unas distancias máximas de 1187 m en la ribera izquierda y de 962 m en la ribera derecha. En resumen, 50 barrios o sectores de Florencia están dentro de la ronda hídrica del río Hacha y por tanto son influenciados de forma variable por ésta, lo cual amerita el llamado de las Autoridades Ambientales y entes territoriales para que estas áreas sean planeadas considerando los eventos climáticos extremos, la dinámica natural del río y su considerable riesgo.
Conclusiones El acotamiento de la ronda hídrica del río Hacha en la parte urbana del Municipio de Florencia (Caquetá), es un ejemplo de cómo los cauces dentro de las zonas urbanas requieren franjas que pueden variar entre los 962 a 1187 m, valores muy superiores a los planteados inicialmente en la normatividad colombiana (… hasta de 30 m de ancho, Artículo 83 del DecretoLey 2811 de 1974). Sin embargo, el Decreto No. 2245 de 2017 145
CAPÍTULO 5
realiza un aporte en lo relacionado con el acotamiento de rondas hídricas, adoptando la Guía Técnica de Criterios para el Acotamiento de las Rondas Hídricas en Colombia. Así mismo, el presente estudio muestra cómo las rondas hídricas en las cabeceras urbanas son casi inexistentes, lo cual limita la dinámica natural de los cuerpos de agua, y de esta forma, son escenarios de alto riesgo y amenaza para la población que está en el área de influencia de las mismas. De tal forma, que la delimitación de la ronda hídrica integral como la envolvente de los tres componentes físico-bióticos: el geomorfológico, el hidrológico-hidráulico y el ecosistémico, es necesaria para evitar situaciones trágicas como la sucedida recientemente en el piedemonte andino-amazónico en Mocoa (1 de abril de 2017). El acotamiento de la ronda integral del río Hacha es un limitante ambiental que debe ser considerado en el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio de Florencia y en otros instrumentos de planificación relacionados (p.e. POMCA), en los cuales se requiere de un trabajo concertado entre institucionalidad y comunidad, específicamente con los 50 barrios que están dentro de la ronda hídrica, para encontrar las posibles soluciones para tener una planificación adecuada de la ronda hídrica. Por otro lado, el presente estudio muestra que la guía propuesta por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS, 2017), es un buen protocolo de partida para el acotamiento de las rondas hídricas, la cual debe incluir las particularidades de cada cuerpo de agua y de la cuenca desde diferentes aspectos; sin embargo, se resalta que para cada componente se tienen aspectos técnicos para discutir de acuerdo a la complejidad del sistema hídrico y de las características socio-ambientales.
Agradecimientos Este capítulo hace parte de los resultados del Proyecto de Investigación Estudio para el Acotamiento de la Ronda Hídrica de los ríos Mulato, Hacha y la quebrada Yahuarcaca, en la
146
zona urbana de los municipios de Mocoa, Florencia y Leticia, departamentos de Putumayo, Caquetá y Amazonas, realizado dentro del Convenio 588 de 2016, en cumplimiento al Plan de Acción 2016-2019 “Ambiente para la Paz”, realizado entre la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia –CORPOAMAZONIA y la Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia. En especial agradecemos al Director de CORPOAMAZONIA el Dr. Luis Alexander Mejía Bustos, y al Dr. Sergio A. Salazar Galán, en el área de Gestión Integral del Recurso Hídrico del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
CAPÍTULO 5
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CAPÍTULO 5 148
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CAPÍTULO 5
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
149
Foto: Fabián Andrés Maya
Capítulo
6
Evaluación de la calidad del agua de la quebrada “La Torura” en el municipio de Entrerrios-Antioquia mediante el uso de macroinvetrebados acuáticos
Evaluación de la calidad del agua de la quebrada “La Torura” en el municipio de Entrerrios-Antioquia mediante el uso de macroinvetrebados acuáticos
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Fabián Andrés Maya Ortega, Maria Victoria Parra Marín
Resumen La quebrada la Torura se encuentra en el municipio de Entrerríos, en la subregión norte del departamento de Antioquia a 60 kilómetros de la ciudad de Medellín. La Torura pertenece a la cuenca hidrográfica del río Grande, que vierte sus aguas al río Porce y éste a su vez al río Cauca. Esta quebrada recibe las descargas de los hatos lecheros y agrícolas ubicadas sobre sus márgenes, además de las domésticas e industriales provenientes del casco urbano, generando un impacto ambiental negativo bastante considerable. Frente a esta problemática se hace necesario realizar un estudio que permita estimar la calidad del agua de la quebrada La Torura, eje principal del municipio de Entrerríos y que surte de agua un importante sector rural. Para este proyecto se utilizó la recolección de macroinvertebrados acuáticos por medio de la red de pantalla, red surber, remoción del fondo y recolección de material vegetal de la quebrada; la implementación de los Índices BMWP/COL y porcentaje ETP, y ICA, utilizando los macroinvertebrados acuáticos como indicadores de calidad de agua para su comparación. El cálculo de los índices BMWP y ETP se realizó mediante información directa a partir de los individuos recolectados en tres estaciones ubicadas en la parte alta, media y baja de la quebrada La Torura durante dos jornadas de monitoreo. Se encontró que el agua en la parte alta de la quebrada presenta mejor calidad que la evaluada en la parte baja, en la cual se observaron parámetros críticos de contaminación, según los resultados obtenidos a través del índice BMWP. 153
CAPÍTULO 6
Introducción El agua es un mineral esencial para todo ser vivo, sin embargo, a pesar de que aproximadamente el 70% de la superficie terrestre está compuesta por agua, solo el 1% corresponde a agua potable (Castillo-Figueroa, 2018). En las últimas décadas los ecosistemas acuáticos continentales se han visto afectados por una combinación de factores, sin embargo, la contaminación antrópica es el que contribuye en mayor medida a su deterioro (Espinal, 2013; Jarrin, 2017). Los desechos de origen industrial y doméstico en una población aumentan de manera descontrolada, teniendo como destino final los ríos, y en último término, el mar, razones por las cuales ha reducido considerablemente la fauna de estas zonas (Roldán, 1988; Jarrin, 2017). Como consecuencia del desarrollo industrial y agrícola el hombre ha introducido cambios en el ecosistema, siendo uno de los más afectados el fluvial. Procesos como bloqueo o redireccionamiento de cauces, contaminación con materia orgánica e inorgánica, actividad minera y agrícola, entre otros, ha llevado a cambios en la estructura y funcionamiento de las comunidades biológicas que albergan las fuentes de agua de los ríos o quebradas (Gamboa 2008; Castillo-Figueroa, 2018). La calidad o el grado de deterioro del agua, puede evaluarse mediante el uso de índices de calidad del agua de la Fundación Nacional de Saneamiento (ICAs/NSF) o índices biológicos. Los ICAs/NSF se fundamentan en la valoración fisicoquímica del agua (Guzmán-Colis, 2011; Orlando, 2013) con lo que han establecido valores críticos de concentraciones para algunas sustancias consideradas tóxicas para los seres vivos; sin embargo, pueden verse modificados por la aparición de nuevos contaminantes además de que en muchos casos, el tiempo transcurrido entre un vertimiento y la medición, es el suficiente para su dispersión, de manera que no sean detectados, por lo que se tiene el dato de un momento. Los índices biológicos se basan en la detección de organismos como bacterias, protozoos, peces y macroinvertebrados; siendo este último grupo el más usado (Gamboa, 2008) debido a que, por su tamaño son fácilmente recolectados y
154
almacenados, para lo cual no se requieren equipos de alto costo; otra ventaja que presentan estos organismos, es que su ciclo de desarrollo permite evaluar el comportamiento del entorno acuático durante todo su periodo de vida, pues luego de una perturbación requiere cierto tiempo para adaptarse, lo que hace posible una visión retrospectiva de lo sucedido (Tercedor, 1996; Gamboa, 2008). Entre los índices biológicos más ampliamente utilizados, encontramos el índice biótico BMWP (Biological Monitoring Working Party), que para Colombia se ha modificado y adaptado según las poblaciones de individuos en las diferentes regiones (BMWP/Col) y el EPT (Ephemeroptera, Plecoptera y Trichoptera), que brindan información acerca de la calidad biológica del agua, otorgando una valoración según las familias de macroinvertebrados presentes en una zona (Orlando, 2013; Villanueva, 2016).
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Los macroinvertebrados han sido considerados desde tiempo atrás como los principales bioindicadores de calidad del agua (Figueroa, 2003; Gamboa, 2008; González, 2012). Un bioindicador se define como “especie (o ensamble de especies) que poseen requerimientos particulares con relación a uno o a un conjunto de variables físicas o químicas, tal que los cambios de presencia/ausencia, número, morfología o de conducta de esa especie en particular, indiquen que las variables físicas o químicas consideradas, se encuentran cerca de sus límites de tolerancia” (Rosenberg y Resh, 1993). El análisis de estos organismos representa una alternativa más viable, tanto en costo como en información que puede recolectarse; además, de que su estructura funcional integra el efecto de muchos factores ambientales, requiere de un tiempo más o menos prolongado para recuperarse tras sufrir una perturbación en su hábitat, y en el área de la epidemiología, facilita la implementación de medidas eficientes de tratamiento y control del agua y patologías asociadas a su transmisión (Ríos, 2017; Figueroa, 2003). A pesar de que en Colombia hay una considerable cantidad de estudios de este tipo, es necesario consolidar la información (Castillo, 2018) y realizarlos en zonas de las cuales no se tiene mucha información con es la subregión norte del departamento de Antioquia, es por esto que pretendemos valorar la calidad del agua de la quebrada La Torura del municipio de Entrerríos 155
CAPÍTULO 6
principal fuente de abastecimiento de agua del municipio a través de macroinvetrebrados acuáticos, de manera que pueda establecerse el estado actual y establecer estrategias para su mejoramiento y conservación.
Métodos Área de estudio y trabajo de campo. La quebrada La Torura nace en el paraje la Cuchilla del Zancudo al Sur del Alto de Sabanas en la cota 2800 m.s.n.m. con un recorrido de 11,5 km aproximadamente en dirección oeste – este, municipio de Entrerríos – Antioquia (latitud norte: 6o 33´48” y longitud oeste: 7531´ 21”) (Figura 1).
Figura 1. Casco urbano Entrerríos atravesado por la Torura (EOT EntrerríosAntioquia 2000, 2003, 2007). La Torura es considerada la principal fuente de abastecimiento de agua del municipio. Se seleccionaron tres zonas de la quebrada para realizar los muestreos. La parte alta se ubicó a 12 km de la cabecera municipal a 2473 m.s.n.m. (N 06o 35´06.3” W 0750 35´26.5”) (Figura 2); la parte media, a 5.5 km de la cabecera municipal a 2317 msnm (N 06o 34´50.1” W 075 33´25.1”) (Figura 3);
156
y la parte baja, a 2190 m.s.n.m., luego de atravesar el casco urbano del municipio (N 06o 33´57.4”, W 075 30´39.7”) (figura 4).
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Figura 2. Parte alta de la quebrada La Torura.
Figura 3. Parte media de la quebrada La Torura.
157
CAPÍTULO 6
Figura 4. Parte baja de la quebrada La Torura.
Se realizaron dos muestreos, el 9 y el 28 de septiembre de 2016. En cada punto se inspeccionó el macro y el micro hábitat siguiendo lo establecido en el Protocolo de campo para evaluación biológica de la calidad de las aguas elaborado por Roldan Pérez en 2003. Para el aforo de la quebrada se utilizó el método del flotador con cinco repeticiones, a partir de las cuales se obtuvo la velocidad promedio (Bansal, 2005).
Determinación de parámetros de calidad del agua Fisicoquímicos En cada uno de los sitios se tomaron las muestras para las diferentes mediciones en recipientes diseñados para tal fin y siguiendo lo recomendado por APHA-AWWA (2005). Se tomaron datos de temperatura ambiente y del agua; pH, conductividad eléctrica (us/cm), oxígeno disuelto (mg/l) y % O.D. sat mediante lectura directa en el sitio del muestreo, los equipos utilizados fueron multiparámetro, sonda de pH, sonda de oxígeno marca HACH y conductímetro marca WTW. Las medidas se realizaron aproximadamente a la misma hora en ambos muestreos.
158
Biológicos En cada sitio de muestreo se recolectaron individuos en las tres zonas definidas a lo largo de la quebrada usando los métodos red de pantalla, recolección individual y red Surber. Para la recolección mediante la red de pantalla, ésta se ubicó en diferentes sitios de la fuente de manera que quedara vertical al sustrato; se recuperaron los macroinvertebrados atrapados en la red una vez se removió el fondo; la recolección individual se realizó con pinzas entomológicas luego de remover rocas y sedimento en un área de 20 m2; por último, se dispuso contracorriente una red Surber que permitió la captura de organismos a diferentes profundidades. Los organismos que se recolectaron se almacenaron en recipientes que contenían alcohol al 70% y transportados al laboratorio de biología del Tecnológico de Antioquia para su clasificación mediante un estereoscopio, un microscopio y basados en la Guía para el estudio de macroinvertebrados acuáticos del departamento de Antioquia (Roldán, 1996, 2003). Una vez se les asignó clase, familia y género, se procedió a calcular los índices bilógicos BMWP/COL y EPT (Klemm et al, 1990) y de esta manera evaluar la calidad del agua; una vez clasificados, se procede a asignarle un puntaje según lo establecido por Roldan Pérez (2003) (Tabla 1) (Roldan Pérez, 2003; Álvarez Arango, 2005); una vez estimado el puntaje se le establece una categoría de calidad (Tabla 2) (Arango, 2008; Álvarez Arango, 2005). Para el caso del índice EPT, se calcula teniendo contabilizando los EPT presentes sobre el total de individuos, el valor obtenido se lleva a la tabla de clasificación (Tabla 3) (Arango, 2008; Álvarez Arango, 2005).
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Los parámetros evaluados a partir de los macroinvertebrados acuáticos recolectados fueron: Riqueza (S): Número total de familias recolectadas en cada sitio. Abundancia (N): Número total de individuos captados en cada una de las zonas. Abundancia relativa (%): se toma el nro. de individuos de cada familia x 100/abundancia total en cada zona de muestreo (Endara, A., 2012).
159
CAPÍTULO 6 160
Tabla 1. Puntaje asignado para familias de macroinvertebrados acuáticos para obtener el índice BMWP/COL (modificado de Roldan, 2003). Órdenes
Familias
Puntajes
Plecóptera, Ephenoptera, Trichoptera, Coleóptera, Odonata, Diptera, Unionoida, Acari,Hidroida
Anomalopsychidae, Atriplectididae, Blepharoceridae, Calamoceratidae, Ptilodactylidae, Chordodidae, Gomphidae, Hidridae, Lampyridae, Lymnessiidae, Odontoceridae, Oligoneuriidae, Perlidae, Polythoridae, Psephenidae
10
Ephenoptera, Tricoptera, Coleoptera, Odonata, Diptera, Gordioidae, Lepidoptera, Mesogastropoda, Hirudiniformes
Ampullariidae, Dytiscidae, Ephemeridae, Euthyplociidae, Gyrinidae, Hydrobiosidae, Leptophlebiidae, Philopotamidae, Polycentropodidae, Xiphocentronidae.
9
Ephenoptera, Gerridae, Hebridae, Helicopsychidae, Tricoptera, Coleptera, Hydrobiidae, Leptoceridae, Lestidae, Odonata, Hemiptera, Palaemonidae, Pleidae, Pseudothelpusidae, Basommatpphora, Saldidae, Simuliidae, Veliidae. Mesogastropoda, Archeogastropoda
8
Ephenoptera, Trichoptera, Coleoptera, Odonata, Hemiptera, Diptera, Basommatophora, Mesogastropoda, Archeogastropoda
Baetidae, Caenidae, Calopterygidae, Coenagrionidae, Corixidae, Dixidae, Dryopidae, Glossossomatidae, Hyalellidae, Hydroptilidae, Hydropsychidae, Leptohyphidae, Naucoridae, Notonectidae, Planariidae, Psychodidae, Scirtidae.
7
Coleptera, Odonata, Hemiptera, Megaloptera, Decapoda, Anphipoda, Triclodida
Aeshnidae, Ancylidae, Corydalidae, Elmidae, Libellulidae, Limnichidae, Lutrochidae, Megapodagrionidae, Sialidae, Staphylinidae
6
Coleptera, Diptera, Basommatophora
Belostomatidae, Gelastocoridae, Hydropsychidae, Mesoveliidae, Nepidae, Planorbiidae, Pyralidae, Tabanidae, Thiaridae
5
Coleptera, Diptera, Basommatophora
Chrysomelidae, Stratiomyidae, Haliplidae, Empididae, Dolicopodidae, Sphaeridae, Lymnaeidae, Hydraenidae, Hydrometridae, Noteridae
4
Diptera, Basommatophora, Glossiphoniiformes
Ceratopogonidae, Glossiphoniidae, Cyclobdellidae, Hydrophilidae, Physidae, Tipulidae.
3
Órdenes
Familias
Puntajes
Diptera
Culicidae, Chironomidae, Muscidae, Sciomyzidae,
2
Haplotaxida
Tubificidae
1 Fuente: Elaboración propia.
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Tabla 2. Clasificación de calidad del agua con base en el índice BMWP/COL (Alvarez Arango, 2005). Clase
Calidad
I.
Buena
Valor
Significado
Color
>121
Agua muy limpias.
Azul oscuro
101 – 120
Aguas no contaminadas o no alteradas de modo sensible.
Azul claro
II.
Aceptable
61-100
Son evidentes algunos efectos de contaminación.
Verde
III.
Dudosa
36-60
Aguas contaminadas
Amarillo
IV.
Critica
16-35
Aguas muy contaminadas
Naranja
V.
Muy crítica
< 15
Aguas fuertemente Contaminadas.
Rojo
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 3. Calidad, rango de los valores del índice EPT L y colores a utilizar para las representaciones cartográficas (Alvarez Arango, 2005). CALIDAD SEGÚN INDICE EPT
RANGO (%)
Muy buena
75 – 100
Buena
50 – 74
Regular
25 – 49
Mala
0 - 24
COLOR
Fuente: Elaboración propia.
161
CAPÍTULO 6
Resultados y discusión Área de estudio La parte alta de la quebrada La Torura, muestra algunas variaciones en las profundidades del cauce, observándose las mayores profundidades en la zona media y algunas próximas al margen de la sección, como lo muestra la figura 5; esto posiblemente puede causar variación en la presencia de algunos macroinvertebrados debido básicamente a la velocidad del cauce que puede generar el arrastre de los individuos aguas abajo.
0
0
41,16
41,16
41,16
41,16
41,16
0
Profundidad (cm)
5 10 M1 15
M2
20 25 30
M1: muestreo 1, M2: muestreo 2 Figura 5. Variación de las secciones transversales en el punto de monitoreo parte alta.
El mismo patrón se evidencia en parte media, donde se presentan algunas variaciones en las profundidades del cauce, presentando el mismo patrón de la parte alta donde las mayores profundidades están dadas en las zonas medias y algunas próximas al margen de la sección (Figura 6).
162
0
66
66
66
66
66
0
0
Profundidad (cm)
10 20 M1
30
CAPร TULO 6
Aportes para la Gestiรณn del Riesgo y Cambio Climรกtico
M2
40 50 60 70
M1: muestreo 1, M2: muestreo 2 Figura 6. Mediciones de profundidad en el punto de monitoreo parte media en los dos muestreos.
La parte baja muestra variaciones en las profundidades del cauce (figura 7), presentando una mayor similitud con la parte media que con la parte alta, las condiciones presentadas no son favorables para la presencia de una diversidad de macroinvertebrados.
0
0
55
55
55
55
55
0
Profundidad (cm)
10 20 30 40
M1 M2
50 60 70 80
M1: muestreo 1, M2: muestreo 2 Figura 7. Mediciones de profundidad en el punto de monitoreo Parte Baja en los dos muestreos.
163
CAPÍTULO 6 Caudal (Lts/S)
Para el caudal, encontramos que en la parte alta la variación del caudal presentó un comportamiento similar entre los muestreos (figura 8, con caudales semejantes, con un incremento de 21,37 L/s entre el muestreo 1 y 2). En la parte media la variación del caudal presentó un comportamiento similar entre los muestreos, con caudales semejantes, con una variación de 69,93 L/s entre el muestreo 1 y 2, esto se puede evidenciar en la variación de individuos presentes en cada muestreo. En la zona baja de la quebrada, el caudal tuvo un comportamiento muy variable entre aforos, estas variaciones en el caudal posiblemente se debieron a las precipitaciones que se presentaron en la zona días previos al segundo muestreo, además como consecuencia al incremento en las descargas y afluentes aguas arriba, lo que explicaría por qué esta parte es la de mayor caudal, menor presencia de macroinvertebrados y una alta existencia de materia orgánica.
2.000 1.800 1.600 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200 000
M2 Baja
M1
Media
M1 M2
Baja 1.917 1.499
Alta Media 968 1.038
Alta 167 146
Figura 8. Variación de caudal en la parte alta, media y baja quebrada La Torura.
Calidad del agua Parámetros fisicoquímicos Los resultados se presentan en la tabla 4. Al realizar las mediciones se encontró que los valores de pH y temperatura en la quebrada La Torura permanecen en un rango constante, 164
oscilan entre 7,18 y 7,71 unidades de pH y la temperatura varía entre 13,7°C y 19,2°C; no se presentan variaciones considerables en estos parámetros. Las variaciones de temperatura se deben a la altitud de los puntos de monitoreo y tiene influencia directa con el oxígeno. Los valores de oxígeno disuelto en el agua tomados en la quebrada oscilan entre 6,9 y 8,0 mg/L. Tanto los valores obtenidos para pH, temperatura y oxígeno disuelto, están en el rango de tolerancia para la viabilidad de la biota acuática, indicando que es completamente factible encontrar seres vivos en el trayecto evaluado de la quebrada La Torura (Arango, 2008). En el caso de la conductividad, se encontró una diferencia considerable entre los valores obtenidos en el primer y segundo muestreo; esto puede deberse a que por el incremento en las precipitaciones se presentó un aumento en la escorrentía y arrastre de residuos de agroquímicos, presentados en la zona días previos al monitoreo número 2; algo muy probable, dado que se presentó el mismo comportamiento en las tres zonas muestreadas.
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Tabla 4. Parámetros fisicoquímicos en cada uno de los muestreos (M1 y M2) Parámetro
Parte Alta
Parte Media
Parte Baja
M1
M2
M1
M2
M1
M2
16,7
16,5
19
17,5
23
27
T Agua (°C )
14,5
13,7
17,5
15,9
19
19,2
pH
7,36
7,71
7,18
7,42
7,43
7,08
Conductividad eléctrica (us/cm)
36,5
145,9
60
116,3
74,1
255
Oxígeno disuelto (mg/l)
8
7,73
7,23
6,98
6,4
6,29
% O.D sat
103%
99%
T Ambiente (°C )
98,15% 92,40% 88,90%
89%
Fuente: Elaboración propia.
Dado que no fue posible obtener datos de los otros tres parámetros requeridos para obtener el índice ICA, nos centraremos en el análisis de los macroinvetrebados como bioindicadores de calidad del agua en este trabajo.
165
CAPÍTULO 6
Biodiversidad de macroinvertebrados La composición taxonómica de la zona alta de la quebrada La Torura fue de 318 individuos en total pertenecientes a 20 familias de macroinvertebrados distribuidas en 8 órdenes, 6 de ellos hacen parte de la clase insecta (Tabla 5). Tabla 5.Diversidad taxonómica encontrada en la quebrada La Torura del municipio de Entrerrios, Antioquia Phylum
Clase
Orden
Annelida
Oligochaeta
Heplotaxida
Hirudinea
Glossiphoniiforme Ephemeroptera
Riqueza Familia Lumbriculidae Tubificidae Glossiphoniidae Baetidae Dryopidae
Coleoptera
Elmidae Ptilodactylidae
Artropoda
Hemiptera Insecta
Gerridae Veliidae Helicopsychidae Hydrobiosidae
Trichoptera
Hydropsychidae Hydroptlidae Odontoceridae Philopotamidae
Artropoda
Insecta
Trichoptera
Planaridae
Díptera
Simulidae Hydrobiidae
Mollusca
Gastropoda
Basommatophora
Lymnaeidae Planorbidae Fuente: Elaboración propia.
Durante el muestreo 1 se recolectaron un total de 133 individuos, la mayoría de ellos en la zona alta de la quebrada La Torura con 56, seguida por la zona baja con 45 y finalmente la media con 32. En la parte alta se encontró una mayor riqueza en cuanto a familias se refiere, siendo la Lumbriculidae la más numerosa 166
con 22 individuos, todos del género Lumbriculus v, del cual solo se encontraron dos individuos en las zonas media y baja (Tabla 6). En segundo lugar, en cuanto a abundancia, con 11 individuos para cada caso, están las familias Lymnaeidae y Planaridae; sin embargo, se encontró la misma cantidad en las zonas baja y media, respectivamente (Tabla 6). De las familias identificadas en este muestreo, hubo 3 que no se detectaron en la zona alta o con un número pequeño (menor de 5) de especímenes (Tabla 6).
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Tabla 6. Macroinvertebrados recolectados en muestreo 1. Abundancia por zona
Phylum
Clase
Orden
Riqueza Familia
ALTA
Lymnaeidae Mollusca
Gastropoda
Basommatophora
Hydrobiidae
Artropoda
Insecta
MEDIA
BAJA
11
4
11
1
0
0
Planorbidae
1
0
0
Tricladida
Planaridae
11
11
8
Coleoptera
Elmidae
1
0
0
Helicopsychidae
2
3
0
Hydropsychidae
2
0
0
Hydroptlidae
1
0
0
Baetidae
0
1
0
Gerridae
3
0
0
Veliidae
1
0
0
Glossiphoniidae
0
0
1
Trichoptera Ephemeroptera Hemiptera
Hirudinea Annelida
oligochaeta
Glossiphoniiforme Heplotaxida
Tubificidae
0
11
23
Heplotaxida
Lumbriculidae
22
2
2
56
32
45
TOTAL
Fuente: Elaboración propia.
En lo referente a órdenes, en la parte alta, los órdenes con mayor presencia fueron el Heplotaxida con un 39%, Basommatophora con 23% y Tricladida con 20%. Mientras que Trichoptera 9%, Hemiptera 4% y Coleoptera con un 3% del total de los macroinvertebrados recolectados, tuvieron una leve representación (Figura 9); un comportamiento similar se observó en la zona media para los más abundantes (Figura 10).
167
CAPร TULO 6
Basommatophora 23% Heplotaxida 39%
Tricladida 20%
Hemiptera 7%
Trichoptera 9% Coleoptera 2%
Figura 9. Porcentaje de รณrdenes recolectados en la parte alta muestreo 1.
Basommatophora 23% Haplotaxida 39% Tricladida 35% Heplotaxida 6% Trichoptera 9%
Ephemeroptera 3%
Figura 10. Porcentaje de รณrdenes recolectados en la parte media muestreo 1.
En la zona baja la diversidad en รณrdenes disminuye, pero se conserva el patrรณn evidenciado en las zonas anteriores con Heplotaxida (51%) seguido por Basommatophora con un 24% y Tricladida con 18% (Figura 11).
168
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Basommatophora 24% Haplotaxida 51% Tricladida 18% Glossiphoniiformes 2% Heplotaxida 5%
Figura 11. Porcentaje de órdenes recolectados en la parte baja muestreo 1.
En el muestreo 2 se recolectaron 185 individuos con una distribución de abundancia en cuanto a zonas (Tabla 7), similar a lo encontrado en el primer muestreo, la zona alta mayor cantidad, seguida por la baja y por último la media. Sin embargo, se evidenció una mayor diversidad de familias de 14 en el primero a 19 en el segundo (Tablas 6 y 7). Macroinvertebrados de la familia Planorbidae del género Gyraulus, solo se encontraron en esta zona y corresponde al 18% de los individuos recolectados en ella. En cantidad similar se encontraron miembros de las familias Lymnaeidae, Planaridae y Baetidae con 15, 18 y 13 representantes, respectivamente, pero estaban presentes también en las zonas baja y media, con proporciones similares. La zona con mayor diversidad fue la alta en la que se recolectaron 89 individuos pertenecientes a 14 familias, seguida por la baja con 57 individuos y 7 familias y la media con 39 individuos y 7 familias (Tabla 7). Tabla 7. Macroinvertebrados recolectados en muestreo 2. Phylum Mollusca Artropoda
Clase Gastropoda Insecta
Abundancia por zona
Riqueza Familia
ALTA
MEDIA
BAJA
Lymnaeidae
15
3
13
Planorbidae
16
0
0
Tricladida
Planaridae
18
15
11
Coleoptera
Elmidae
2
0
0
Orden Basommatophora
169
CAPÍTULO 6
Phylum
Clase
Riqueza Familia
Orden
Coleoptera
Artropoda
Trichoptera
Insecta
Hirudinea Annelida
oligochaeta
Abundancia por zona ALTA
MEDIA
Dryopidae
1
0
BAJA 0
Ptilodactylidae
1
0
0
Elmidae
2
0
0
Helicopsychidae
1
0
0
Hydroptlidae
0
1
0
Odontoceridae
1
0
0 0
Philopotamidae
0
2
Hydrobiosidae
0
0
9
Hydropsychidae
2
0
0
Ephemeroptera
Baetidae
13
12
8
Díptera
Simulidae
5
0
0 0
Hemiptero
Veliidae
3
0
Glossiphoniiforme
Glossiphoniidae
0
0
1
Heplotaxida
Tubificidae
0
3
13
Heplotaxida
Lumbriculidae
TOTAL
9
3
2
89
39
57
Fuente: Elaboración propia.
En segundo muestreo la parte alta de los órdenes encontrados en mayor cantidad fueron el Basommatophora con un 35%, Tricladida 20% y Ephemeroptera con 15% (Figura 12); en la zona media se presentó comportamiento similar para Tricladida y Ephemeroptera, pero no para Basommatophora (Figura 13); en la baja el 95% están distribuidos en 5 órdenes, Hiplotaxida, Basommatophora, Tricladida, Tricoptera y Ephemenoptera, con un 23, 23, 19, 16 y 14% respectivamente (Figura 14).
Hemiptera 3%
Heplotaxida 10%
Diptera 6% Basommatophora 35% Ephemeroptera 15%
Trichoptera 4%
Tricladida 20%
Coleoptera 7%
Figura 12. Porcentaje de órdenes recolectados en la parte alta muestreo 2.
170
Haplotaxida 8%
Basommantophora 7%
Heplotaxida 8% Trichoptera 8%
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Tricladida 38% Ephemeroptera 31%
Figura 13. Porcentaje de órdenes recolectados en la parte baja muestreo 2.
Heplotaxida 3%
Haplotaxida 23%
Golossiphoniiformes 2%
Basommantophora 23%
Ephemeroptera 14% Tricladida 19%
Trichoptera 16%
Figura 14. Porcentaje de órdenes recolectados en la parte baja muestreo 2.
Individuos de las familias Elmidae, Dryopidae, Ptilodactylidae, Elmidae, Helicopsychidae, Odontoceridae, Hydropsychidae, Simulidae y Veliidae solo se encontraron en la zona alta; al igual que de Hydroptlidae y Philopotamidae, solo en la media; en la baja de Hydrobiosidae y Glossiphoniidae (Tabla 7). En la mayor abundancia de macroinvertebrados acuáticos fue la zona alta (145 individuos) seguida por la baja (87) y por último 171
CAPÍTULO 6
la media (84). Esta misma zona presentó la mayor riqueza en familias (16) seguida por la media (8) y la zona baja la menor (7) (Tabla 6 y 7). Se encontró diferencia en cuanto al número de individuos recolectados entre los dos muestreos, lográndose una mayor colección durante el segundo y por ende una mayor diversidad de familias, pues se ha identificado que es una de las principales causas de los cambios en la estructura taxonómica de una región (Buss, 2004; Rosas-Acevedo, 2014), posiblemente debido a las condiciones climáticas y de precipitaciones que se presentaron en el periodo comprendido entre un muestreo y otro, como se ha reportado. Índices biológicos BMWP/COL y porcentaje ETP En la Tabla 8 se presentan los puntajes de tolerancia de los macroinvetrebrados acuáticos encontrados en los dos muestreos. Según los resultados para el índice BMWP/COL, podemos decir que la calidad del agua en la parte alta de la quebrada La Torura es aceptable, evidenciado por la abundancia de familias con puntajes altos de tolerancia; sin embargo, en el muestreo dos se encontró una mayor riqueza de familias y mayor abundancia, observación que se repite en las otras dos zonas (Tablas 6 y 7). Durante el muestreo 1 se recolectaron familias con puntajes altos que no se encontraron en los demás sitios de la quebrada, como fueron Helicopsychidae (8), Hydrobiidae (8), Hydroptilidae (7), Hydropsychidae (7); no se encontró alguna con puntaje de 9 o 10 durante esta recolección, lo que sí ocurrió en el muestreo 2, en el que se encontraron, además individuos de las familias Odontoceridae (10) y Ptilodactylidae (10); estos valores altos indican unas condiciones idóneas del agua y bien oxigenadas que favorecen la presencia de la vida acuática; según el índice, el agua de la parte alta de la quebrada es de clase II, con un valor de 83, lo que deja entrever algunos efectos de contaminación. Aunque las familias Veliidae y Gerridae ambos con un puntaje de tolerancia de 8, no se incluyeron en este análisis, dado que se ha reevaluado su papel como buenos indicadores de la calidad del agua debido a que son bastante tolerantes a la contaminación antrópica, a pesar de que no puedan vivir en presencia de algún agente que reduzca la tensión superficial del agua (Álvarez Arango, 2005).
172
Tabla 8. Índice BMWP/COL. FAMILIA
ZONA ALTA
ZONA MEDIA
ZONA BAJA
M1
M2
M1
M2
M1
Lymnaeidae
--
4
4
4
4
M2 4
Baetidae
--
8
7
8
--
8
Dryopidae
--
8
--
--
--
--
Elmidae
7
7
--
--
--
---
Gerridae
8
--
--
--
--
Glossiphoniidae
--
--
--
--
3
3
Helicopsychidae
8
8
8
--
--
--
Hydrobiidae
7
--
--
--
--
9
Hydropsychidae
8
8
--
--
--
--
Hydroptilidae
10
--
--
10
--
--
Lymnaeidae
4
--
--
--
--
--
Odontoceridae
--
10
--
--
--
--
Philopotamidae
--
--
--
9
--
--
Planaridae
6
6
6
6
6
6
Planorbidae
7
7
--
--
--
--
Ptilodactylidae
--
10
--
--
--
--
Simulidae
--
9
--
--
--
--
Tubificidae
--
--
1
1
1
1
Veliidae
8
8
--
--
--
--
26
38
14
31
DUDOSA
MUY CRITICA
CRITICA
TOTAL PUNTAJE BMWP/COL
73
93
CALIDAD
ACEPTABLE
ACEPTABLE
PROMEDIO BMWP/ COL
(83) ACEPTABLE
CRITICA
(32) CRÍTICA
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
(22.5) CRÍTICA Fuente: Elaboración propia.
En la zona media, un índice BMWP/COL de 32, situándola en la clase IV, aguas muy contaminadas a pesar de que durante la recolección encontramos familias con puntajes altos, como Hydoptilidae (10) y Philopotamidae (9), pero una poca abundancia en ambos muestreos; esto se evidencia también con la presencia de algunas familias como Baetidae, Planaridae y Lymnaeidae que toleran una contaminación moderada con aguas oligomesotróficas. La zona baja de la quebrada fue la que presentó los puntajes más bajos, con un puntaje promedio de 22.5, que igual que la zona media, la ubica en clase IV. De todas las zonas evaluadas, esta fue la que presentó las familias con los valores más bajos, lo que se ve reflejado en el valor bajo del índice y la presencia de familias como la Glossiphoniidae y tubificidae, que toleran ambientes con alta contaminación.
173
CAPÍTULO 6
Los valores del índice %EPT indican que la calidad del agua es de regular a mala (Tabla 3); en la parte alta se observaron pocos individuos de la familia Helicopsychidae (3) y Baetidae (1) y una ausencia total del orden Plecoptera. Estos resultados que se correlacionan con el índice BMWP/COL. A pesar de que los resultados obtenidos para este índice, utilizando los datos del muestreo 2, son de mejor pronóstico, al compararlos con los del primero evidencian el deterioro de la quebrada. En la zona alta el valor obtenido fue de 12.27%, indicando una calidad de agua mala (Tabla 5), mostrando el mismo resultado de la baja (23.87%). La zona media mostró el valor más alto, 45.53%, indicando una calidad regular del agua (Tabla 9). Tabla 9. Índice EPT. ORDEN
FAMILIA
TRICHOPTERA
ZONA ALTA
ZONA MEDIA
ZONA BAJA
M1
M2
M1
M2
M1
M2
Helicopsychidae
2
1
3
--
--
--
Hydrobiosidae
--
--
--
--
0
9
Hydropsychidae
2
2
--
--
--
--
HydroptIlidae
1
--
--
1
--
--
Philopotamidae
--
--
--
2
--
--
Odontoceridae
--
1
--
--
--
--
Baetidae
--
13
1
12
0
8
5
17
4
15
0
17
EPHEMEROPTERA Total EPT
Total otros ordenes
51
66
28
24
45
40
Abundancia total EPT (%)
9.8
25.8
14
62,5
0
42,50
CALIDAD
MALA
REGULAR
MALA
BUENA
MALA
REGULAR
INDICE EPT (Nro. EPT/Abundancia) x 100
12.27% MALA
45.53% REGULAR
23.87% MALA
Fuente: Elaboración propia.
Aunque se observaron algunas variaciones en caudal en los puntos de muestreo debido al aumento de la precipitación entre un muestreo y otro, éstas no presentaron diferencias significativas en ninguna de las secciones de la quebrada; sin embargo, sí se presentaron diferencias en cuanto a la diversidad de macroinvetrebados recolectados en ambos momentos al igual que se detectó presencia de materia orgánica, lo que se vio reflejado en la variación de los parámetros fisicoquímicos, aunque no de manera significativa al comparar ambos 174
muestreos. Sin embargo, se presentaron diferencias al comparar las secciones, alta, media y baja, mostrando los valores más diferentes la parte baja con respecto a la media y a la alta Los resultados de este estudio permiten determinar que la calidad del agua de la quebrada La Torura está entre regular y mala; los resultados obtenidos para los índices BMWP/COL y EPT lo demuestran (Tabla 10), es un fenómeno que se observó a lo largo de la trayectoria de la quebrada (zonas alta, media y baja). Se esperaría que la parte alta de la quebrada por ser menos intervenida, presentara unos índices de calidad mayores que en las zonas corriente abajo; sin embargo, en este trabajo observamos que no es así, pues desde este nivel se detectan los efectos de la contaminación por acción antrópica. Las escorrentías llevan al cauce de la quebrada residuos orgánicos resultado de las diferentes actividades antrópicas como la ganadería y la agricultura generadas por la comunidad asentada a orillas del cauce.
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
Tabla 10. Relación entre los índices Biológicos de calidad del Agua BMWP/COL, ETP. Durante muestreo 1 y 2 ÍNDICE
BMWP
EPT (%)
Muestreo 1
Muestreo 2
ALTA
MEDIA
BAJA
ALTA
MEDIA
BAJA
73
26
14
93
38
31
Aceptable
Critica
Muy critica
Aceptable
Dudosa
Critica
9,80
14
0
25,80
62,50
42,50
Mala
Mala
Mala
Regular
Buena
Regular
Fuente: Elaboración propia.
Conclusiones • A pesar de que los parámetros fisicoquímicos como OD, pH y temperatura evidencian condiciones aptas para la sobrevivencia, como lo demuestra la presencia de otras familias de macroinvertebrados y de peces como Brycon henni en la parte media y baja; lo observado con los índices BMWP/COL y EPT demuestran el deterioro que está sufriendo la quebrada.
175
CAPÍTULO 6
• Las condiciones climáticas de la zona influyen en la riqueza, la abundancia y la diversidad de macroinvertebrados acuáticos, según se observó con las diferencias en estos parámetros en ambos muestreos. • La ausencia de la familia Plecoptera durante los muestreos y los valores bajos obtenidos para el índice EPT, evidencia un agua de calidad mala a lo largo de la quebrada. • La clase Insecta (70%) fue la que contribuyó en mayor medida a la población de macroinvertebrados acuáticos en la zona.
Recomendaciones • Realizar periódicamente estudios biológicos de la calidad del agua de la quebrada La Torura en diferentes puntos mediante uso de macroinvertebrados acuáticos, acompañados con índices físico químicos de manera que pueda establecerse la variación de la calidad del recurso hídrico en el tiempo. • Es recomendable que los estudios de caracterización de las aguas que se emplean como análisis físico químicos sean relacionados, con el empleo de índices biológicos, ya que por medio de las comunidades de macroinvertebrados acuáticas se puede constatar los cambios en el ecosistema. • Se recomienda la utilización de conductos hacia el alcantarillado por parte de los habitantes de zonas rivereñas y del casco urbano del municipio de Entrerrios que hacen una descarga directa a la quebrada La Torura con el fin de disminuir el impacto causado a la fuente. • Los estudios realizados de calidad de las aguas superficiales de quebrada la Torura, se deben comprender el acercamiento a la problemática ambiental y ecológico de las aguas de la misma, es importante tener en cuenta que las características varían de acuerdo a las condiciones del clima que se presenten en el momento de la recolección de las muestras, por tal motivo lo monitoreos deben tener una continuidad en el tiempo para poder establecer unas características de contaminación. • Las autoridades municipales deben establecer control a pobladores y agricultores de la zona para que realicen un control en las descargas directas a la quebrada la Torura, para la preservación de la fuente. 176
• Si se tiene en cuenta que este estudio realizado no tiene la profundidad en cuanto al comportamiento de todos los parámetros fisicoquímicos de la quebrada la torura que exige la normatividad para el agua de consumo humano. ya que este estudio sólo da una idea general de la calidad del agua, es recomendable crear un programa de monitoreo en diferentes condiciones climáticas, incluyendo el análisis de todas las variables consideradas por la normatividad ambiental, para poder establecer si su uso se puede emplear para el abastecimiento de agua para consumo humano en los diferentes puntos de muestreo, o es apto o para otros posibles usos.
CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
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CAPÍTULO 6 178
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CAPÍTULO 6
Aportes para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático
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Esta publicaciรณn se diagramรณ y animรณ en el mes de diciembre de 2018 en Divegraficas S.A.S