MUJERES LIBRES Boletin feminista N° 01 Verano 2016-2017
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“Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescindibles de ser mujer”. (Flora Tristán).
Femicidios, la punta Maternidad, crianza y Violencia contra del iceberg cuidados no es tarea las mujeres en las de mujeres relaciones de pareja
MUJERES LIBRES N° 01
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cada vez que somos acosadas en el trabajo, cada vez que ganamos menos por la misma labor, que nos cobran más por el derecho a la salud y recibimos pensiones aún más indignas que el resto; cada vez que no nos dejan decidir sobre nuestros cuerpos y proyectos de vida; cada vez que nos violentan aún más si somos indígenas, si somos inmigrantes, si somos pobres, lesbianas o transexuales. Todas esas son formas de violencia hacia las mujeres. No podemos dejar de nombrar a Lorenza Cayuhan, mujer mapuche obligada a parir engrillada, a la machi Francisca Linconao, encarcelada injustamente, Hablamos de fe-mi-ni-ci-dios, porque la palabra a Macarena Valdés, asesinada por defender su tierra del “femicidio”, como ha sido popularizada, hace referencia saqueo y la depredación, a Litzi Odalis, mujer transexual al asesinato de una mujer por su cónyuge o conviviente. apuñalada por el odio a la diferencia. “Feminicidio” se refiere al asesinato de una mujer por su condición de género, es decir, asesinar a una mujer La crueldad aquí expuesta excede el ámbito privado, por el hecho de ser mujer, independiente del vínculo con excede la mal llamada “violencia intrafamiliar”. No el femicida. La ley chilena sólo reconoce lo primero, no son hombres en particular quienes nos violentan, sino considera todas aquellas mujeres asesinadas víctimas una sociedad completa que valida un sistema donde a de agresiones sexuales, ni los crímenes contra mujeres cada sexo le corresponde un rol inamovible, que pone vinculadas al precarizado ambiente de la prostitución. a toda persona que no sea varón adulto, blanco, con Tenemos, para variar, una ley insuficiente contra un dinero y heterosexual, en una situación de inferioridad crimen que solo corresponde a la punta del iceberg de y vulnerabilidad, de la que el Estado no solo no nos un problema mucho más profundo: la violencia contra protege, sino también es cómplice. Ese sistema tiene un las mujeres. nombre: patriarcado. Cuarenta y ocho. Posiblemente, cuando este artículo esté siendo compartido, la cifra sea mayor. Cuarenta y ocho son los feminicidios que han ocurrido en Chile durante el 2016, cuarenta y ocho son las mujeres a quienes han arrebatado sus vidas, sus proyectos, su amor y sus sueños. No podemos quedarnos en silencio, ¿o sí?
Es una problemática cada vez más visible. Ciertamente las feministas hemos sido responsables históricas de la denuncia pública, pero los medios de comunicación, a través de la crónica roja, se han preocupado de mediatizar los feminicidios como situaciones excepcionales, obras de psicópatas, incluso motivados por amor llamándolos “crímenes pasionales”. Lo que ocultan es que hay muchas formas de violencia hacia las mujeres. Cada vez que una mujer es manipulada, maltratada psicológicamente; cada vez que la publicidad y los medios nos imponen patrones estéticos que atentan contra nuestra salud y bienestar;
Las violencias contra las mujeres, en Chile y en todo el mundo, son múltiples y diversas. No queda otro camino que abandonar las ropas de víctima, y asumir que estamos en una guerra en la que nunca quisimos estar, y que sin embargo, nos azota cada día. Y si bien queda mucho por debatir, hay cosas que ya tenemos bastante claras. En primer lugar, es que con los agresores no habrá tolerancia, incluyendo al Estado. Y en segundo lugar, tan o más importante, es que nuestra mejor arma es la autodefensa y el amor y solidaridad entre nosotras.
Feminicidios, la punta del iceberg
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VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LAS RELACIONES DE PAREJA
L
a violencia de pareja corresponde al tipo de abuso que se da entre personas que sostuvieron o sostienen un vínculo afectivo de pareja. Se da en relaciones en la que una de las personas concentra más poder que la otra. Mayoritariamente afecta a las mujeres en relaciones heterosexuales. En Chile 1 de cada 3 mujeres ha sido víctima de violencia de pareja (SERNAM, 2016)
MUJERES LIBRES N° 01 EsterGarrido (54 años): “Ya no dan más los enojos de mi esposo por las malas notas de mi hijo, el otro día después de una reunión de apoderados hasta me empujó y me caí por las escaleras”
Claves feministas para DETENER y PREVENIR la violencia de pareja:
DETENER: • Reconocer las formas de violencia que has vivido tú u otras mujeres • Recurre a tus redes de apoyo de confianza: amigas, amigos, familiares que te puedan contener y apoyar. • Identifica organismos, instituciones o profesionales Formas de violencia de pareja que te puedan brindar herramientas de apoyo para sostenerte si lo consideras necesario. Violencia psicológica: Conducta de presión, verbal o no verbal, que produce desvalorización o sufrimiento. Has • Elegir un espacio protegido de participación y reflexión donde puedas expresarte, contar lo vivido sido víctima violencia psicológica si te han amenazado, y organizarte con otras mujeres para identificar humillado, exigido obediencia o sumisión, insultado, y detener la violencia hacia otras mujeres, que despreciado, intimidado, manipulado tus palabras, pueden ser tus hijas, hermanas, vecinas, amigas. interrogado constantemente, privado tu intimidad (redes sociales, mensajería, teléfono, etc.), entre otras. • Autodefensa, entendida como la defensa de nuestra propia integridad y de las mujeres que nos rodean. Es fundamental, especialmente para Violencia económica: Corresponde a todos los detener la violencia física y un posible feminicidio. impedimentos del uso de tus recursos económicos • Solidaridad y sororidad: Genera redes de personales o la privación apoyo y amor con otras mujeres, porque somos injustificada de los nosotras quienes podemos juntas recursos de la pareja. combatir la opresión que vivimos. Violencia física: Puede ser cualquier acto de fuerza contra PREVENIR: tu cuerpo con resultado o Para evitar que en riesgo de producir lesiones adelante vivenciemos físicas o daño. Tirones de relaciones de pareja pelo, empujones, forcejeos, con violencia debemos cachetadas, golpes de puño, asumir un compromiso acoso y abuso sexual, personal, de pareja violaciones, feminicidios. y social con valores propios de la ética Violencia sexual y abusos feminista como son sexuales: Forma de la horizontalidad, la violencia física donde confianza, la honestidad, te fuercen a sostener la comunicación y la contacto sexual sin tu libertad permanente y consentimiento (se mutua. Esto se debe concrete o no relaciones manifestar diariamente sexuales). Se pueden en nuestras relaciones mencionar las tocaciones, y será la mejor forma la mutilación genital, la de prevenir violación, la penetración la violencia con objetos, entre otras. de pareja. PÁGINA 3
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Maternidad, crianza y cuidados NO ES tarea de mujeres
¿ E
Cuántas veces abrumadas con
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nos hemos sentido las tareas del hogar
s habitual escuchar relatos de mujeres diciendo: cuando llego a la casa, cansada del trabajo, soy yo quien tiene que seguir trabajando en limpiar la casa, preparar la cena, cuidar a los niños, etc. Así es, las mujeres cumplimos doble, incluso triple jornada laboral, y evidentemente por el cuidado de hijos e hijas, personas enfermas o adultos mayores no recibimos ningún tipo de pago, muchas veces ni un gracias de por medio, incluso otras, insultos y golpes.
Pareciera que las mujeres tuviéramos un rol histórico que cumplir, actividades que realizar sólo por el hecho de ser mujeres. Lo vemos también en las profesiones, hay una división del trabajo según el sexo. Las carreras de la salud asociadas al cuidado como la enfermería, la nutrición, por otro lado las educadoras: de párvulos y profesoras, son mayoritariamente ejercidas por mujeres y curiosamente los jefes de estas actividades son en su gran mayoría hombres, es decir, somos las empleadas del cuidado. A pesar de ser un rol fundamental para la sociedad, el trabajo de las mujeres en las áreas del cuidado no es valorado. Sentimos vergüenza de decir que somos dueñas de casa, tanto la sociedad como las mujeres mismas no lo consideran un trabajo. Por ejemplo, en el sistema de pensiones AFP las dueñas de casa no reciben salario, es decir, no cotizan, por lo tanto quedan fuera. Además las mujeres tenemos pensiones más bajas por cotizar menos y por tener más trabajos informales (a boleta, honorarios, sin contrato). ¿Pero qué impide que este tipo de tareas sean compartidas por hombres y mujeres dentro de la sociedad? Hay un sistema que mantiene este orden, que afirma que debemos ser las esclavas de la familia, ser explotadas en el trabajo y en el hogar. Ese sistema que llamamos patriarcado funciona hace muchísimos siglos, y se complementa con el capitalismo. Creemos que debe acabar, porque nos violenta día a día y anula nuestro deseo de una sociedad libre de dominación. Hacemos un llamado a las mujeres a organizarnos y a exigir que las tareas del cuidado sean tareas de todos y todas; criar, educar y cuidar debe ser trabajo compartido. PÁGINA 4