vivir en familia
Hijos del corazón
S
oy Asunción, ‘Suni’ para los amigos, profesora de un colegio salesiano y madre de dos hijos: el mayor, de 16 años y de origen etíope, llegó a nuestro hogar con 2 años y medio y la pequeña, de 11 años y origen indio, vino con 7 años. Dos orígenes tan diferentes como sus vivencias, su carácter o su color y algo en común, un sorprendente instinto de autoprotección y supervivencia. Mi experiencia como madre ha sido un continuo aprendizaje y descubrimiento, ensayo y error. Sin referencias, sin datos, sin herencias.
Ser madre no es tarea fácil
Para profundizar NIÑOS DE HOY, Mª José Molina, (2018), EDITORIAL CCS, Madrid, 96 p.
Muchas veces me han preguntado si volvería a ser madre; sin duda, sí. Es posible que con lo aprendido trazara otra trayectoria, pero haría lo mismo. Ser madre ha sido difícil, no hay fórmulas ni recetas y los consejos de otros no te
sirven. Llevo muchos años tratando de comprender a mi hijo mayor, ¿por qué? Me es difícil poder llegar a su corazón, me es difícil entender lo que le mueve. En la búsqueda de esas respuestas, se me escapaba que no es tan importante conocerlas sino aceptar a mis hijos con sus luces y sus sombras y acompañarlos en su crecimiento, dotarles de recursos, de seguridad y de amor. Cuando invertía esfuerzo, ganas y pasión desplegando toda la generosidad posible, esperaba algún resultado. Me ha costado aceptar que no siempre es así. Mis hijos son diferentes entre sí, diferentes a mí, diferentes de otros niños. Mis hijos me enseñan que no son parte de mí, que son únicos, que mi papel como madre es mostrarles un camino que puede que a ellos no les sirva y, como ya he dicho, acompañar. Asunción Fernández Acosta
Boletín Salesiano mayo 2021 • 27