Cosas que pasan
Mayo salesiano En estos días se movilizan energías e iniciativas para seguir sembrando la devoción a la Auxiliadora, que siempre lleva hacia Jesús.
E
l mes de mayo, en la Familia Salesiana, lleva el nombre de María Auxiliadora. Treinta y un días que vibran alrededor de la figura materna de María bajo la advocación que Don Bosco difundió, a la que rezaba, a la que sentía como apoyo y protectora. La advocación mariana a la que el santo turinés levantó una basílica y un “monumento vivo”, las Hijas de María Auxiliadora (salesianas), a las que fundó junto con Madre Mazzarello, cuya fiesta celebramos el 13 de mayo. Es el mes en el que recordamos a Domingo Savio, el 6, el joven santo alumno de Don Bosco, ejemplo de cómo puede cristalizar toda una pedagogía y una propuesta de espiritualidad para los jóvenes. Una propuesta que sigue realizándose hoy en las casas salesianas. Escucho, a veces, comentarios pesimistas sobre lo que la Iglesia o las congregaciones influyen o no, hacen o no, en el campo de la evangelización de las nuevas generaciones. Claro que hay proble-
mas y dificultades; cierto que se podría llegar a más y hacer mejor. Pero hay una hermosa realidad que llena el corazón de esperanza.
Los jóvenes, nuestra esperanza He seguido con interés la participación, en nuestras casas, de varios miles de jóvenes en las celebraciones de la Pascua del pasado mes de abril. Os contamos algo en este número del Boletín Salesiano. Es llamativo contemplar cómo hay muchos jóvenes que responden a la invitación para vivir unos días desde la reflexión, la oración y la fe. Son jóvenes que participan, cada semana, en los grupos de educación en la fe en colegios y parroquias, o en los de los centros juveniles. Jóvenes que, a lo largo del año, celebran otros encuentros formativos, de revisión de vida. Muchos de ellos tienen un acompañante, que les anima en su vida de fe. Junto a ellos, muchos otros en todos nuestros ambientes, a los que se les
sigue educando para que miren a María como modelo de mujer creyente que nos ayuda a llegar a Jesús. Los que siguen celebrando su fiesta, dejando un espacio en sus recuerdos y un hueco en su corazón que ocupará la Auxiliadora. Son los que, pasados los años, volverán a su colegio o centro juvenil por el 24 de mayo. Los que, lo constatamos cada año con tantos antiguos alumnos, se emocionarán en este mes evocando experiencias y emociones unidas a la figura de la Virgen y a su paso por una casa salesiana. Por eso, en este mes, en nuestras casas se movilizan tantas energías e iniciativas alrededor de María Auxiliadora. Es una manera de sembrar. Es lo que nos toca; preparar la tierra, poner la semilla, cuidar mientras podemos. A Otro le corresponderá hacer brotar los frutos. Javier Valiente, sdb
director@boletin-salesiano.com
Boletín Salesiano mayo 2021 • 5