4 minute read
Es noticia “CONSTRUIR EVANGELIO CON SABOR SALESIANO”
El Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime visitó, desde el 15 al 17 de octubre, las casas salesianas de León y Valladolid. Una visita centrada en la celebración de los 50 años de presencia en la capital vallisoletana.
Advertisement
Javier Valiente
Momento de la inauguración del nuevo monumento a Don Bosco en Valladolid. El X sucesor de Don Bosco, en los encuentros que tuvo con educadores, animadores y Familia Salesiana en las casas salesianas de León y Valladolid, recalcó algunos mensajes como la situación de serenidad que vive la Congregación, la respuesta que ha dado toda la Familia Salesiana a los más desfavorecidos durante la pandemia, o la importancia de “ofrecer lo mejor que tenemos, el carisma salesiano”.
En León, en un encuentro con Familia Salesiana, insistió en un aspecto irrenunciable de la pedagogía salesiana: “La presencia afectiva y efectiva entre los jóvenes”. También compartió oración y mesa con salesianos mayores y enfermos de la casa de salud. Visiblemente emocionado, don Ángel se preguntó si “habrá merecido la pena toda una vida entregada”, a lo que respondió que “hoy la Congregación es lo que es gracias a vosotros”. Y les pidió que “la pastoral que podéis hacer ahora es vuestra oración, que tiene un valor excepcional”.
Parque Don Bosco
La celebración de los 50 años de la presencia salesiana en Valladolid, en los barrios de Pajarillos y Las Flores, era el motivo principal de la visita del Rector Mayor. El sábado 16 se inauguraba, al lado de la casa salesiana, el ‘Parque Don Bosco’ y se bendecía un monumento conmemorativo en un acto festivo en el que los jóvenes de los diferentes ambientes de la casa y grupos de la Familia Salesiana fueron protagonistas. También estuvieron presentes el teniente de alcalde y 4 concejales del Ayuntamiento y los directores de las casas salesianas de la Inspectoría Santiago el Mayor convocados por el Inspector.
Carlos López, el autor del monumento, explicó el significado del monolito, con el nombre de Don Bosco grabado, y la paloma de bronce con el relieve de la cara del santo turinés coronándolo. Manuel Saravia, teniente de alcalde, agradeció la presencia salesiana en la ciudad, señalando que el poner el nombre de Don Bosco al parque, y “Salesianos” a la calle adyacente, era muy significativo por las iniciativas en educación, promoción social y atención a los jóvenes, de la obra salesiana.
Antes de bendecir el monumento, el Rector Mayor agradeció a las fami-
Álvaro Blanco
lias, al barrio, al Ayuntamiento, su presencia y su apoyo a las iniciativas que se llevan adelante en la casa salesiana en favor de los jóvenes y señaló que los salesianos siempre estarán dispuestos a colaborar con las autoridades para buscar el bien de los jóvenes.
Otro momento significativo de ese día fue la reunión convocada por el Inspector y su Consejo con todos los directores de las casas salesianas de la Inspectoría. Don Ángel, ante los directores, insistió en tres retos: “La opción por los jóvenes más pobres”, profundizar la identidad carismática en los salesianos, laicos y en las mismas obras, y apostar por la formación, tanto de los salesianos como de tantos laicos que comparten carisma y misión en las casas salesianas.
Por la tarde, y tras una visita a Mons. Ricardo Blázquez, cardenal arzobispo de Valladolid, en la parroquia salesiana hubo un momento de oración, recuerdo y diálogo con toda la familia de Salesianos Valladolid. El Rector Mayor in-
Celebración eucarística del día 17 de octubre presidida por el Rector Mayor.
sistió en la importancia de la misión compartida, “no podemos dar ni un paso atrás en este sentido”, dijo, pues “el carisma salesiano es una riqueza para la sociedad y la Iglesia”, que compartimos salesianos y laicos. Ante los desafíos del momento presente, Fernández Artime animó, como invita el Papa, a ser fermento, tender puentes, ser Iglesia de puertas abiertas.
El domingo 17, el Rector Mayor presidió la misa que ponía punto final a su visita a Valladolid. Junto a él, además de Fernando García, el Inspector, estaban los directores y párrocos que habían pasado por la obra salesiana. De sabor habló en la homilía, pues el evangelio, en el que Jesús invita a los discípulos a ser luz y sal, dio pie al Rector Mayor para comentar que “Dios sigue llamando a muchos para continuar siendo testigos del evangelio de la Vida con sabor salesiano”. Agradeciendo el trabajo realizado en estos 50 años de presencia salesiana en Valladolid, señaló que la labor salesiana continuará, “pues Dios seguirá suscitando a otros para continuar cuidándose de los más débiles”, y auguró muchos años más de trabajo salesiano a favor de los jóvenes pues “nos ha sembrado aquí el Señor para que la vida salesiana siga”. Javier Valiente, sdb
El Rector Mayor dirige unas palabras a la Familia Salesiana