Misiones Salesianas
Educación contra la pobreza y la desigualdad El 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación. En el mundo queda mucho trabajo por hacer para que todos los menores tengan acceso a una educación de calidad. La misión de los salesianos lleva a la educación en su ADN.
Í
bamos a salir mejores tras la pandemia. Íbamos a cuidarnos y a cuidar más. Íbamos a no dejar a nadie atrás, pero la realidad es que el coronavirus nos ha dejado más pobreza y más desigualdad. El 10% de la población más rica del planeta concentra el 76% de la riqueza mundial, mientras el 50% de los más pobres sólo llega al 10%. La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de unos recursos públicos fuertes y cómo los más vulnerables son
siempre los más afectados por eventos imprevistos. Mientras en los países más ricos nos confinábamos en nuestras casas para frenar al coronavirus, las personas en los países del Sur global tenían que definirse entre “morir de hambre o de COVID-19”. La pandemia era, y sigue siendo, el menor de los problemas para aquellos que viven en la pobreza y que hoy son un poco más pobres. Los misioneros salesianos en todo el mundo han estado al lado de las personas más vulnerables. Y junto con ellos, desde Misiones Salesianas, hemos repartido millones de kilos de comida, miles de kits higiénicos, hemos ofrecido espacios para que sirvieran como hospitales o para acoger enfermos. Salvar vidas fue nuestra motivación. Los retos para este nuevo año siguen siendo muchos. Más pobreza, más desigualdad, más desprotección, más hambre, más niños y niñas en situaciones de riesgo, más jóvenes sin esperanza… Nuestra apuesta para mejorar estas situaciones y para defender los derechos de todas estas personas es, sin duda, la educación. Las sociedades más avanzadas del planeta son aquellas que ofrecen una educación de calidad a sus niños, niñas y jóvenes. Son los países en los que la desigualdad es menor y los índices de pobreza más bajos.
Chicos realizando sus deberes en una de las escuelas que los misioneros salesianos tienen en Togo. 30 • enero 2022 Boletín Salesiano