4 minute read

En primer plano MARIANO GARRIDO: «SIENDO SALESIANO COADJUTOR SE PUEDE LLEGAR A SER SANTO Y MUY FELIZ»

Mariano Garrido «Siendo salesiano coadjutor se puede llegar a ser santo y muy feliz»

Mariano nació en Hontalbilla (Segovia) en 1958 e hizo su profesión perpetua en julio de 1984. Además de haber formado parte del Consejo Inspectorial, ha pasado por las casas de Carabanchel, Puertollano y Atocha, donde ahora ejerce como Director Pedagógico de Formación Profesional, acompañando a los jóvenes en esta rama educativa.

Advertisement

Pregunta n ¿Qué inspiró a Don Bosco a idear la figura del salesiano coadjutor? Respuesta n Don Bosco vio las necesidades que tenían los jóvenes de Italia y, después de bastante tiempo, imaginó una Congregación religiosa que viva una vida comunitaria, pero compuesta por clérigos y laicos (sacerdotes y coadjutores) que comparten una misma misión. Su idea original se convirtió en una propuesta para la vida religiosa.

P.- En la actualidad, ¿cuál es el papel del salesiano coadjutor? R n Creo que el papel del salesiano coadjutor es el mismo que el de cualquier salesiano y, tal como nos dicen nuestras constituciones, es “ser signo y portador del amor de Dios a los jóvenes y especialmente a los más pobres”. Esto se puede desarrollar en múltiples lugares y servicios, como puede ser en una portería, secretaría, taller, coordinando unos deportes, en la dirección de una sección, etc.

Pn ¿Cómo te sentiste llamado a ser salesiano coadjutor? R n Soy de un pueblo pequeño de la provincia de Segovia. Recuerdo que pasó por allí un salesiano a ofrecernos la posibilidad de ir a los seminarios de Arévalo o Carabanchel Alto en Madrid. Yo me apunté para ir al de Carabanchel y, estando allí, tuve la gran suerte de conocer coadjutores que considero que

Diego de la Cruz

eran santos. Los veía felices y contentos con su vocación y me dije: “¿Y por qué no puedo ser yo como ellos?”. Poco a poco, con la ayuda de salesianos, fui acompañado y decidí ser salesiano e ir al noviciado.

Pn ¿Qué misiones has desempeñado desde tu profesión perpetua? R n Después de la profesión perpetua, he estado varios años en Carabanchel Alto, donde había una comunidad de aspirantes coadjutores, otra de prenovicios y otra de postnovios. Casi me parece mentira, pero estuve en las tres. Después, estuve en el mismo colegio como coordinador y, más tarde, como director pedagógico. Luego pasé por la obra salesiana de Puertollano (Ciudad Real). Allí aprendí mucho de la Familia Salesiana y, sobre todo, de los Antiguos Alumnos. Ahora estoy en la obra salesiana de Atocha, donde me siento muy contento y feliz. También he estado en el Consejo Inspectorial, donde he conocido mucho más a los salesianos y a la Congregación.

Pn ¿Qué te ha aportado esta vocación? R n Me ha aportado poder conocer a muchas personas y, sobre todo, poder dedicarme a trabajar con y por los jóvenes. Y, por descontado, tener un contacto con Dios. P n ¿Cómo percibes la relación de los salesianos coadjutores con los salesianos sacerdotes? R n Desde el primer día que llegué al aspirantado de Carabanchel, vi una grandísima relación entre todos los salesianos. En un principio, no sabía distinguir quién de ellos era coadjutor y quién sacerdote. Este mismo ambiente lo he visto en mi vida salesiana. Ambos somos salesianos y nos complementamos en la vida común, en la misión y testimonio de los Consejos Evangélicos.

Pn ¿Y con los jóvenes? R n Considero que mi vida, como salesiano, sin una relación con los jóvenes no tiene sentido. Sigo aprendiendo mucho de los jóvenes. Creo que tenemos unos jóvenes, como todos nosotros, con sus virtudes y defectos, pero muy buenos y de un gran corazón. Llevo 40 años en centros educativos de FP y, en este campo, también me siento privilegiado, porque me permite ayudarlos en su vida profesional y personal y prepararlos y acompañarlos para un futuro.

Pn ¿Qué supone la canonización de Zatti para los salesianos coadjutores? R n Supone una grandísima alegría, porque una vez más se demuestra algo que ya nuestro patrono San Francisco de Sales decía: “Cualquier persona y en cualLa canonización de Artémides Zatti ha puesto de relieve la importancia de la figura del salesiano coadjutor en la Congregación. Mariano Garrido es uno de los 60 coadjutores de la Inspectoría Santiago el Mayor (SSM).

quier estado puede llegar a la santidad”. Es decir, que, siendo salesiano coadjutor, se puede llegar a ser santo y ser muy feliz. Y se puede llegar a ser santo, siempre que se haga por amor a Dios y a las personas y de una forma desinteresada, y realizando cualquier servicio en la Iglesia y en la Congregación. De Zatti destaco su gran disponibilidad, yendo donde creía que podía ser útil para los demás sin preocuparle las distancias, el horario, el frío… El cariño y aprecio que tenía con los enfermos.

Pn Por último, si un joven se está planteando esta vocación, ¿qué le dirías? R n Que me alegro mucho de que se esté planteando una vocación y luego le diría: “Sigue pensando, reflexiona, reza y déjate acompañar por otra persona. Si crees que tienes una vocación religiosa, adelante, no tengas miedo. Te puedo asegurar que puedes ser muy feliz y puedes hacer felices a otros muchos”.

This article is from: