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en familia ¿CERCA O LEJOS?

Si las familias no tuvieran problemas ya de por sí, la utilización desmesurada de las nuevas tecnologías hacen distanciarse a sus miembros. ¿Se pueden entrenar estas situaciones?

Para reflexionar

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EDUCAR EN LA ERA DE INTERNET Jean-Marie Petitclerc, (2016),

EDITORIAL CCS, Madrid, 64 p.

Más información: en familia vivir ¿Cerca o lejos?

Igual habéis leído esta frase: “Las nuevas tecnologías nos acercan a los que están lejos, pero nos alejan de los que están cerca”. Ayer volví a leerla y me paré a pensar. ¿Será cierto?

Supongo que depende de las costumbres de cada cual, pero es verdad que con el móvil es fácil que ocurra. Lo tenemos tan a mano y sirve para tantas cosas que es difícil no usarlo a cada momento. Tanto que ya existe un término de estos acabados en -ing: el phubbing. Se define como “ignorar a las personas de alrededor por estar únicamente concentrado en el móvil, tablet o cualquier otro dispositivo”.

Como esta sección es ‘Vivir en familia’, os propongo fijaros una semanita en la vuestra: ¿Cuándo y cómo se usan móviles, tablets…? ¿Cuánto tiempo interactuamos entre nosotros y cuánto con los aparatos? ¿En qué momentos los coge cada uno? ¿Alguien hace algún phubbing que otro al resto?

Es interesante hacerlo porque a veces lo tenemos tan integrado que ni somos conscientes de ello. Igual descubrimos a algún descolgado o hiperconectado... O caemos en la cuenta de cosas que hacemos nosotros mismos…

Igual también nos demos cuenta de que estemos dejando algo descolgados a familiares que no viven en casa; por ejemplo, los abuelos. Muchos lo de escribir en el móvil lo llevan fatal o les es imposible. ¿Usamos el arcaico método de llamarles por teléfono si no podemos visitarlos?

Porcentajes que asustan

Hoy a muchos nos da yuyu hablar por teléfono. Estudios nos dicen que esto afecta especialmente a los millenials (nacidos en los años 90) en adelante. Se habla incluso de fobia. Fijaos: El 75% evita llamar porque consume mucho tiempo, el 64% no responde para evitar que alguien se queje o les pida algo. El 29% tiende a evitar llamadas de amigos y el 25% de su familia. El 88% prefiere tener en su móvil datos ilimitados que llamadas. El 81% siente ansiedad sólo por pensar en hablar por teléfono. ¿Qué os parece?

Pues una vez realizada la observación, os invito a pensar: En nuestra familia la tecnología, ¿nos acerca o nos aleja? ¿Qué podemos hacer para estar bien conectados unos con otros? ¿Cómo entrenar a los más jóvenes para evitar estas fobias?

Ánimo, habladlo entre vosotros e incluso llamaos la atención mutuamente, pero con dulzura. “Se atrapan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre”, que diría Don Bosco.

Irune López, SS.CC. Orientadora

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