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LA SENSIBILIDAD ESPIRITUAL DE UNA MUJER

Una Espiritualidad Mariana no es una devoción de prácticas rutinarias y vacías, sino integrar en la propia vida la sensibilidad espiritual de aquella mujer escogida por Dios. Supone que en nuestras vidas vocacionadas somos capaces de reconocernos convocados a esa historia de salvación y de amor de Dios con la humanidad. Supone confiarse a imposibles llenos de incertidumbres, con la certeza de que nada es imposible para Dios, aun cuando no comprendamos cómo será. Supone ser portadores urgidos por llevar la alegría que salva a la humanidad herida, que saltará de alegría al encontrarse con el Señor. Supone ser observadores atentos del drama humano que necesita de la intercesión que invoca al Dios que transforma el agua en vino, la muerte en vida. Supone acoger en lo hondo del alma el dolor indecible de ver morir lo más amado y recibirlo y abrazarlo y volver a confiar en el designio de Dios.

Dios te ha elegido María y nosotros también, queremos ser tus hijos porque sabemos que quieres ser nuestra madre. La experiencia salesiana está impregnada de esa convicción: que el don del carisma salesiano es dado al mundo y a la Iglesia por la intervención materna de María (cf. Const. 1). Esa es la experiencia de Don Bosco y la nuestra, en la que reconocemos la presencia activa y maternal de María, ella es madre, maestra y auxilio.

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Ella es nuestra madre porque nos sabemos amados, cuidados, rodeados por sus gestos de ternura que nos consuelan, nos fortalecen, nos hacen levantarnos y salir a asumir la vida con valentía, a ser portadores de la alegría del Evangelio. Ella es nuestra maestra porque es de quien hemos aprendido el fino arte de educar según el Sistema Preventivo, poniendo en el centro al joven y buscando responder a su realidad para acompañarla con paciencia y exigencia al encuentro con Jesús. Ella es nuestro auxilio, porque con ella nos sentimos seguros, protegidos por su fuerza y parresia. Mujer de tiempos difíciles, capaz de acompañar y de luchar por sus hijos amados.

En este tiempo renovemos nuestra espiritualidad mariana, una espiritualidad que es don hermoso para asumir con autenticidad la vida cristiana.

Tu puente con la vida salesiana.

Por consultas: 092 432 286

Luis Gómez

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