Moda años de
Como una forma de compartir los 100 años de EL TIEMPO, en esta primera separata especial les obsequiamos a los lectores la historia de la moda durante el último siglo en Colombia y en el mundo. Por Julián Posada
n ó i c u l o v Re o t s u g l e d
Docente y consultor en temas de moda Cuando París era el centro cultural del mundo y los diseñadores dictaban la pauta sobre el vestir, la alta costura inició una práctica que aún hoy, a pesar de su anacronismo, se niega a morir: la obsesión por lo hecho a mano. Las grandes casas están dispuestas a invertir hasta 1.500 horas de trabajo manual para convertir en realidad el sueño del diseñador que busca representar una época a través de formas y materiales. Eso fue lo que hizo Yves Saint Laurent en plena revolución sexual de los años sesenta del siglo pasado, al crear blusas transparentes para las mujeres, como si fuesen la radiografía de su nueva condición, o al proponer el esmoquin que tomó del vestuario masculino y entregó a la mujer como símbolo de la última conquista que todavía le quedaba pendiente. También lo hizo Chanel, cuando creó el vestido negro “multifuncional” y los pantalones de tejido de punto para la mujer, anticipándose a las necesidades de movilidad y confort, al democratizar y ennobler los materiales “humildes”.
Siluetas de cada época
La moda reta al cuerpo y lo transforma, lo sujeta, lo aprisiona, lo libera, lo dibuja, lo desnuda, lo alarga, lo adelgaza. Las siluetas ejemplifican la época y evidencian las costumbres. En la Primera Guerra Mundial, para permitirle a la mujer desempeñar oficios masculinos, hizo al cuerpo funcional y creó el overol y la falda pantalón. Más tarde, para dejarla bailar tango o fox trot, diseñó trajes cuadrados y de cintura baja que se asemejaban a la estética Déco; dotó al cuerpo de prótesis a manera de hombreras para hacerlo masculino según los cánones visuales del fascismo o los de los poderosos años ochenta; lo ciñó con corpiño en los cuarenta como un ansia de soñar durante la posguerra; lo adelgazó y lo aniñó en los sesenta para permitirle a Twiggy lucir las expresiones mini de la cultura juvenil. Luego lo hizo musculoso a través del baile en los ochenta para que las supermodelos ejemplificaran a las supermujeres y lo convirtió en un objeto enfermizo e indeseable pero ansiosamente imitable en los noventa; acolchó las formas que lo cubren en senos, pelvis y glúteos para entregarles “beneficios” a las que nada tienen. Lo hizo lienzo para manifestar la ansiedad y el desencanto de las tribus urbanas ante el desempleo en la Inglaterra punk de los setenta o en la Seattle grunge de los noventa a través de piercings y tatuajes. El cuerpo ha definido cada momento de la historia.
1960
Esta década rompe en dos la historia de la moda : las casas de alta costura dejarán de marcar el paso y verán surgir las marcas y el prêt à porter (listo para llevar).
Tendencias en pasarela Este ejercicio creativo que algunos llaman arte se exhibe a través del ritual de la pasarela que se repite al menos dos veces al año durante cada estación. Antes se desfilaba en silencio mientras se elegían los modelos que serían reproducidos por las grandes cadenas de almacenes. Hoy el desfile se ha vuelto una estrategia ruidosa de mercadeo que busca poner en escena de forma teatral el concepto que inspiró la colección. Ahora todo se desarrolla en quince minutos frenéticos durante los cuales se invierten millones de dólares que garantizan que todos los ojos estén puestos encima y que la marca logre vender, además de sus diseños, joyas, carteras y perfumes... Por su naturaleza cambiante, la moda propone formas, materiales, siluetas, colores y modelos de comunicación de una forma más arriesgada que muchas otras artes decorativas. En ella se suman la fotografía, el maquillaje, la escenografía, la música, la imagen en movimiento… Y sin embargo, son el accesorio y el vestido los que nos permiten asumir los papeles y las identidades que cambian día a día.
A la caza de consumidores
E
n un mundo obsesionado con la tecnología y la velocidad, los cazadores de tendencias parecen anticiparlo todo para proponerlo a un ritmo cada vez más vertiginoso. Gastar hasta acabar parece ser el lema de los que el siglo XX llamó consumidores. Hemos agotado épocas, estilos e ídolos y terminado, en tiempos del individualismo, por tener como único referente a nosotros mismos. Las marcas de la moda instantánea lo han entendido así y han hecho de la apropiación de las ideas de los diseñadores un discurso para saltar a la vitrina y el comercio. Inglaterra y Estados Unidos erosionaron a París. Hoy la periferia propone: la Coruña (Zara) o Suecia (H&M) ofrecen estéticas creadas por un diseñador a precio “desechable”. Ilustración: Magda Hernández
Este especial de historia de la moda contará con entrevistas a especialistas y un cubrimiento multimedia que podrá consultar en www.eltiempo.com
CONTENIDO El jean
Llegó para quedarse Una prenda que nació para el trabajo se coló en las pasarelas.
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Diseñadores del Mundo
Vestido negro
Historia del traje
El clásico que debe reposar en todo ropero El diseño de Coco Chanel en 1926 de esta pieza sencilla y de un solo tono, creó el símbolo de la sofisticación en la moda.
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Bikini & Gafas
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16·17 Moda en Colombia
Minifalda
Y las piernas se descubrieron
La osadía femenina llegó a un punto tan pero tan alto que no pudo más que despertar suspiros y reproches en la sociedad.
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Bolsos & Zapatos Los accesorios divinos Compañía inseparable.
Looks
Maquillaje y peinados
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Ropa interior