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ART & CULTURE
ImágenesFugitivas de Miguel Ángel Berumen
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Within science are those well known for their innovation capacity, for establishing different routes on traveled roads. That is Miguel Ángel Berumen’s case, which amongst other qualities has consolidated as a high quality and profound prestige historian photographer. His book “Pancho Villa the construction of a myth,” published in 2009, is a good example.
Nevertheless, his deep historiographical knowledge of the Mexican Revolution, specifically in Chihuahua, transcends writing books. Is duly noted at the museographic curating of the prestigious “Museo de la Revolución en la Frontera” (MUREF) in Ciudad Juarez.
Since November 4 at the main hall of this venue, Miguel Ángel Berumen has exhibited the temporary exposition “Fugitive Images,” consisting of 180 historical and contemporary photographs, paintings, video dance, and musical pieces. Based on the historical fact of the “Battle of Ciudad Juarez” (1911), the author seems like wants to sensitize visitors in three relevant issues:
First of all, that photography constitutes a historical discourse with enormous capacity to describe significant aspects of the events that happened.; the fighters, their wardrobe, and weapons used; the natural environment, border condition, and the work of the American photographers. The latest after the events of May 1911 went back home, taking the negatives of the pictures taken with them. No one stole anything, but it took a long time and effort to locate and recover them from their forgetfulness status.
Secondly, to Berumen, “The Battle of Ciudad Juarez “was an inflection point of the Revolution, certainly the victory of Madero’s army that ended a 34-year dictatorship. Notwithstanding, the revolution as a social event could well be construed from a deep human condition, overcoming supreme political-military traditional models.
Thus, the museography discourse takes us to an enriched vision of the revolutionary men and women full of courage, fear, treason, sadness, pain, dare, cowardice, and hope. The Revolution is history, and “history is what happens to human beings,” highlights Miguel Ángel Berumen.
Lastly, the exposition converts music, painting, contemporary photography, dance, and anthropological interpretation about the border, in a true revulsive that invites to travel old roads with renewed looks.
By: Jorge Carrera Robles
Photo: Gabriela Valdez Juárez, Chihuahua
@borderheritage 11
Dentro de la ciencia hay quienes se caracterizan por su capacidad de innovación, por marcar rutas diferentes en caminos ya transitados. Ese es el caso de Miguel Ángel Berumen quien, entre otras cualidades, se ha consolidado como un foto- historiador de gran calidad y hondo prestigio. Su libro Pancho Villa la construcción del mito publicado en 2009 es un buen ejemplo de ello.
Sin embargo, su profundo conocimiento historiográfico sobre la Revolución Mexicana, particularmente en el estado de Chihuahua, trasciende la escritura de libros. Así lo constata la curaduría museográfica del prestigiado Museo de la Revolución en la Frontera (MUREF), de Ciudad Juárez.
En la sala central de este recinto, desde el pasado 4 de noviembre Miguel Ángel Berumen nos ofrece la exposición temporal “Imágenes Fugitivas”, integrada por 180 fotografías históricas y contemporáneas, además de pinturas, videodanza y piezas musicales. Teniendo como eje el hecho histórico de la Toma de Ciudad Juárez (1911) el autor pareciera empeñarse en lograr sensibilizar a los visitante en tres asuntos relevantes:
En primer lugar, en que la fotografía en sí misma constituye un discurso historiográfico con enorme capacidad para describir aspectos significativos de los hechos sucedidos: los combatientes, su vestimenta y las armas que se usaban; el entorno natural, la condición fronteriza y el trabajo de los propios fotógrafos norteamericanos. Estos últimos luego de los acontecimiento de mayo de 1911 regresaron a sus lugares de origen con los negativos de las fotografías tomadas. Nadie se robó nada pero si costó mucho tiempo y esfuerzo su localización para recuperarlos del olvido en que se encontraban.
En segundo lugar, para Berumen La Toma de Ciudad Juárez fue un punto de inflexión de la Revolución, ciertamente el triunfo de las fuerzas maderistas que terminaban con 34 años de dictadura.
No obstante ello, la revolución como hecho social también puede ser interpretada desde la condición humana mas profunda, superando modelos tradicionales que dan supremacía a lo político-militar.
De esta forma, el discurso museográfico nos lleva a una visión enriquecedora sobre el hacer de las mujeres y hombres revolucionarios llenos de valentía, miedo, traición, tristeza, dolor, arrojo, cobardía y esperanza. La revolución es historia y la “historia es lo que le sucede a los seres humanos”, subraya Miguel Berumen.
Por último y no menos importante que los puntos anteriores, la exposición logra convertir a la música, pintura, fotografía contemporánea y danza, al igual que la interpretación antropológica sobre las fronteras, en verdadero revulsivo que invita a recorrer viejos caminos con miradas renovadas.