EDUCACIÓN “SUPERIOR” PARA SEÑORITAS. EL LICEO DE NIÑAS DE AGUASCALIENTES, SIGLO XIX
Mesa: Historia de mujeres y educación
Aurora Terán Fuentes Universidad Pedagógica Nacional Unidad 011
UNA PINCELADA A NIVEL NACIONAL, A MANERA DE INTRODUCCIÓN
la educación de las mujeres, en dicho sentido se va ha hablar en este escrito de un proyecto de educación secundaria para las jovencitas de Aguascalientes. Desde el marco normativo se sentaron las bases para concretar políticas públicas en dicha materia, en este sentido, es importante hablar de la Ley Orgánica de Instrucción Pública de 1867, aunque aplicó para el Distrito Federal, es medular recuperarla porque quedaron plasmadas en ley ciertas directrices para “la escuela de instrucción secundaria para personas del sexo femenino”, 1 básicamente se definieron las materias a cursar:
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a educación pública desde la perspectiva de los gobiernos liberales del siglo XIX, fue una de las estrategias más importantes para civilizar a la población y llegar al progreso. Los tiempos decimonónicos fueron de amplias discusiones y debates en relación a la educación de las mujeres, porque ellas, desde el hogar, tenían la gran tarea de comenzar con la formación del ciudadano, por ende, deberían ser ilustradas e instruidas. En el siglo XIX, las políticas públicas en materia educativa estaban más centradas hacia los varones, había más escuelas elementales para niños que para niñas, y los niveles superiores de la educación prácticamente estaban destinados a los hombres. No obstante, se tiene que reconocer lo realizado para fomentar
Ejercicios de lectura, de modelos escogidos escritos en español, ídem de escritura y correspondencia epistolar, gramática castellana,
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Ley Orgánica de la Instrucción Pública en el Distrito Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación, 2 de diciembre de 1867.
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rudimentos de álgebra y geometría, cosmografía y geografía, física y política, especialmente la de México, elementos de cronología e historia general, historia de México, teneduría de libros, medicina, higiene y economía domésticas, deberes de las mujeres en sociedad, ídem de la madre con relación a la familia y al Estado, dibujo lineal, de figura y ornato, francés, inglés, italiano, música, labores manuales, artes y oficios que se puedan ejercer por mujeres, nociones de horticultura y jardinería, métodos de enseñanza comparados.
Dos eran los establecimientos de instrucción secundaria, los liceos y los colegios literarios, “para el primer período de cuatro años llevan el nombre de liceos, y para el segundo, colegios literarios o colegios” (artículo 16). En los liceos se preparaba a los jóvenes para estudios mayores, mientras que en los colegios literarios se continuaba la instrucción para acceder a facultades. La ley dice: En el Liceo se dará una instrucción, que correspondiendo en cuanto sea posible a todos los estados y a todas las condiciones, prepara al mismo tiempo para los estudios mayores. En el Colegio Literario se continuará la instrucción empezada en el Liceo, con el fin de preparar para los estudios de facultades en las escuelas de derecho, medicina o filosofía. Por este motivo debe estar fundado principalmente en el estudio de las lenguas antiguas (artículos 17 y 18).2
La lista de materias permite construir un perfil de aquellas jovencitas con estudios de secundaria, en primer lugar se formaría a una mujer con gusto por la lectura y la escritura, con cultura general, aprendería lo básico de las disciplinas científicas (no olvidemos que prácticamente es el tiempo en que se comenzó a introducir el pensamiento positivista y, en consecuencia, la enseñanza objetiva), además de habilidades relacionadas con las artes y con oficios propios de su género, que les permitirían tener un trabajo digno en caso de quedarse solas y con la responsabilidad de mantener un hogar (ejemplo: la teneduría de libros), sin faltar su formación para ser unas excelentes amas de casa. La gran función social de la mujer en aquel tiempo consistió en formar un hogar en el cual se principiara con la formación de ciudadanía, se educara en la virtud y se sembrara la semilla del amor por el conocimiento. No obstante, es necesaria la revisión de una ley anterior a la de 1867, me refiero a la Ley de Instrucción Pública de Maximiliano, del año 1865, es muy importante porque en la visión del emperador, se implementaría el modelo de “liceos”, que respondía a la educación pública de nivel secundaria en Francia.
Cabe aclarar que también existieron otros modelos como los colegios (España, de carácter particular) o los gimnasios (Alemania), pero me centraré en los liceos, porque en el caso de Aguascalientes fue el modelo para ofrecer educación secundaria a las jovencitas, cabe aclarar que en la prensa local, se mencionaba que era educación superior, planteo la hipótesis de que se consideraba de esta forma, por no visualizarse que la mujer continuara estudiando en una preparatoria (institutos o colegios) o en las escuelas de nivel superior. Bastaba y sobraba con la educación secundaria. En 1875, el entonces secretario de Justicia e Instrucción Pública, José Díaz Covarru 2
Gutiérrez Gutiérrez, José Antonio, “Ley de Instrucción Pública de Maximiliano”, en La legislación del Segundo Imperio, Patricia Galeana (presentación), México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México/Secretaría de Cultura, 2016, pp. 157-158. Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1 0/4551/7.pdf
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bias, publicó un documento sobre la instrucción pública en México, en el rubro dedicado a la instrucción secundaria y profesional, primero exponía que en México al igual que otros pueblos cultos, se impulsaban dichos niveles de enseñanza, que se concretaban en los colegios y las universidades. Respecto a los colegios de instrucción preparatoria y profesional informaba sobre los que existían en cada estado y en el Distrito Federal, en Aguascalientes se contaba con uno, dedicado a los estudios preparatorios, la jurisprudencia y la ingeniería,3 estaba destinado solamente a los varones, se refería al Instituto Científico y Literario. En lo relativo a la instrucción a nivel superior del “bello sexo”, Covarrubias exponía que plenamente se justificaba “incorporar a la mujer en el movimiento intelectual del mundo, dotándola de conocimientos que eleven su carácter”, 4 planteaba que la relación entre el número de escuelas primarias para niños con respecto al número para niñas, era de cuatro a una. En la instrucción secundaria y superior acontecía lo mismo, “pues siendo sesenta y ocho los colegios para la instrucción superior de los jóvenes (inclusive los Seminarios Eclesiásticos), son quince los establecimientos que hay en la República para la enseñanza superior de las mujeres, incluyendo también entre ellos uno que dirige el clero y los Conservatorios de Música de Yucatán y del Distrito Federal”. 5 Los estados del país que contaban en aquel entonces con establecimientos de instrucción
superior para el “bello sexo” eran Durango, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa (colegio particular), Veracruz (con cuatro colegios), Yucatán y el Distrito Federal (también con cuatro). 6 Llama la atención que Covarrubias hace énfasis sobre el tipo de instrucción que se recibía, es decir, no era fundamentalmente científica. Sin embargo, defendía la postura de que la calidad de la educación para las mujeres era similar a la europea, la diferencia radicaba en su generalización en el viejo continente. En este sentido es importante recuperar discusiones de la época, en las cuáles se ponía en la mesa de debate el tema de ¿hasta dónde educar a la mujer?, una respuesta giraba en torno a la necesidad de educarla, porque mantenerla en la ignorancia traería consecuencias negativas para el país, el asunto era ¿qué tanto educarla o instruirla?, era buscar el justo medio, por ende, no mantenerla en la ignorancia, ni tampoco educarla hasta los niveles superiores que eran propios para el hombre, porque él cumpliría el rol de proveedor en la esfera familiar y participaría en la vida pública del país, ambas situaciones no aplicarían para las mujeres, por tal razón, más que suficiente era llegar hasta la educación secundaria.
UN ESTABLECIMIENTO DIGNO DE EDUCACIÓN SEGUNDARIA PARA JOVENCITAS EN AGUASCALIENTES
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l Liceo de Niñas es un ejemplo de un proyecto de educación pública para las mujeres en el siglo XIX, fue un establecimiento de educación secundaria, aunque en el reglamento, publicado en el periódico El Republicano el
En el país había 54 colegios oficiales de instrucción superior para varones. Fuente: Díaz Covarrubias, José, La instrucción pública en México; estado que guardan la instrucción primaria, la secundaria y la profesional en la República. Progresos realizados, mejoras que deben introducirse, México, Imprenta del Gobierno, en Palacio, 1875. 4 Ibidem, p. CLXXXVIII. 5 Ibidem, p. CLXXXIX.
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Ibidem, p. CXC.
25 de agosto de 1878, en las líneas introductorias se menciona que “El Liceo de Niñas se establece para proporcionar gratuitamente una educación superior a las jóvenes del Estado”, por tal razón, se entiende por “superior”7 para el contexto local, el último nivel de estudios para las mujeres y la oportunidad de trabajar como profesoras. En el informe de José Díaz Covarrubias de 1875 exponía que las únicas carreras profesionales para las mujeres eran la de Obstetricia y la de profesora de primeras letras; puntualizaba que para ambas se “expide título, según las leyes; pero en una y otra son con frecuencia ejercidas sin este requisito”.8 No se trataba de que los mujeres estudiaran y tuvieran las mismas profesiones que los varones, sino más bien de “no dejar en manos de una inteligencia vulgar la primera educación de la niñez. En este sentido, la instrucción superior del bello sexo es uno de los fundamentos de la ilustración de un pueblo”.9 El profesorado fue una de las primeras profesiones y trabajos que se consideraron aptos y dignos para las mujeres, Concepción Arenal, pionera del feminismo español en el siglo XIX, decía que “la ley prohíbe a la mujer el ejercicio de todas las profesiones: sólo en estos últimos tiempos se la ha creído apta para enseñar a las niñas las primeras letras”.10 Las niñas que en un futuro serían maestras y/o madres de familia, primero eran hijas y alumnas, en este sentido, en el periódico El Republicano (periódico oficial de Aguasca-
lientes), se publicó una nota sobre el pensamiento moral, porque la alumna del Liceo de Niñas tendría que ser formada moralmente. La hija ejercitada en la práctica de la virtud y de la buena crianza, embellecida con la instrucción, será una joya preciosa para sus padres, y un ser digno del mayor aprecio para sus semejantes. Esta hija sabrá moderar sus pasiones y hacerse estimar de todos; no se envanecerá con los elogios si se los tributan; será modesta, prudente y sumisa, y cuando llegue a esa edad peligrosa en la que es tan difícil saberse conducir por un camino recto, podrá distinguir con acierto los abrojos que nacen entre las flores de la vida, y evitará el abismo a que generalmente se precipitan los corazones débiles que se dejan dominar por el ímpetu de las pasiones juveniles.11
El Liceo de Niñas de Aguascalientes fue inaugurado en 1878, en el día de la independencia, con el objetivo de darle mayor realce y externar la importancia del proyecto para la clase política, con Francisco G. Hornedo, como gobernador de la entidad. El Liceo representó dos opciones de formación para las jovencitas interesadas en cursar sus estudios secundarios: tomar cursos sueltos o llevar el currículo completo. En el reglamento de dicho centro escolar, se hace especial énfasis en las materias sueltas como Dibujo, Música y Labores femeniles. ¿Por qué cursos opcionales o un plan de estudios obligatorio?, ambas opciones tuvieron como fin ilustrar a las jovencitas, sin embargo, aquellas que cursaran todas las materias de forma obligatoria, eran las que habían elegido el profesorado; y las que tomaban cursos sueltos, porque no querían o podían ser maestras,
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“Reglamento del Liceo de Niñas, en El Republicano, 25 de agosto de 1878. 8 Díaz Covarrubias, José, La instrucción pública en México…, p. CXCI. 9 Ibidem, p. CXCIII. 10 Arenal, Concepción, La mujer del porvenir; la mujer de su casa, Madrid, Librería de Victoriano Suárez, 1895, p. 51.
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Pensamiento moral, El Republicano, 2 de noviembre de 1879.
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era para convertirse en modelos de amas de casa. Es importante puntualizar un asunto en relación al estado civil de las mujeres, en el Liceo, como se mencionó con anterioridad, su función fue instruir a las futuras madres de familia y a las futuras maestras de primeras letras, al mencionar madres de familia se pensaba en el estado civil de casada, considerado el ideal; con respecto a las maestras, tendrían que mantener su soltería, llama la atención un libro de Genaro García, sobre la condición de la mujer, en el cual expone que la mujer soltera era la que tenía igualdad ante la ley, y que desaparecía con el matrimonio, porque quedaba bajo la tutela del marido. Por lo tanto, ¿qué significaba ser una mujer soltera?, sería aquella capaz de trabajar y ser independiente, administrar bienes, comerciar, por ende, en palabras de García: “no existe en realidad ninguna razón para decretar la incapacidad de la mujer; la ley misma la reconoce como perfectamente igual al hombre, en su estado de soltera”.12 Entre los cursos se encontraba Labores femeniles, precisamente tenía que ver con la preparación de la mujer que llevaría las riendas de una casa, para desempeñarse lo mejor posible y como modelo de virtud en el hogar.
jer: “Vendrán, dice, a crear entre nosotros una clase que apenas existía; la de la señorita pobre, instruida y virtuosa, destinada a ser buena madre de familia. Y directora inteligente de la educación doméstica en el hogar del hombre que debe su subsistencia al trabajo.13
En 1879, con motivo del primer aniversario del Liceo, se publicó un anuario, el cual incluye discursos, listas de las alumnas con sus evaluaciones y las materias que cursaban; se explica que la mujer era fundamental para el progreso de las sociedades, por tal motivo, se le debía instruir, de ahí se justificaba seguir apoyando una institución de educación como el Liceo. Es una verdad demostrada por la experiencia, que la bella compañera del hombre ejerce un poderoso influjo en el adelanto y bienestar de las naciones. Por desconocer este principio, los primitivos pueblos yacían sumergidos en la ignorancia y la barbarie: al convertir a la mujer en esclava, al separarla de su destino, excelso, desperdiciaban, sin saberlo, un elemento seguro de prosperidad y de progreso.14
No obstante, a pesar de celebrar con gran entusiasmo el primer año del Liceo, es importante poner atención sobre un hecho que se presentó y quedó documentado en el anuario, referente
L a constante dedicación, empeño e inteligencia de las señoritas y señores profesores del Liceo, le han comunicado un impulso notable en estos últimos años, y el buen éxito obtenido en los exámenes que acaban de pasar, revelan que no han sido estériles los esfuerzos del Ejecutivo por mantener a una altura conveniente ese Instituto, del que, como dice un sabio mexicano, hablando de las escuelas consagradas a la instrucción secundaria de la mu-
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AHEA, Memoria en que el Ejecutivo del Estado de Aguascalientes, da cuenta a la H. Legislatura de los actos de su administración ejercidos desde junio de 1881 hasta la fecha (del gobernador Rafael Arellano Valle), Aguascalientes, Imprenta de Trinidad Pedroza, 1883, p. 14. 14 Acervo Alejandro Topete del Valle, Fondo Impresos Varios S. XIX, Caja 16, Exp. 787. Anuario del Liceo de Niñas, correspondiente al primer año de su fundación, Aguascalientes, Parga y Palomino Impresores, p. 1.
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García, Genaro, Apuntes sobre la condición de la mujer, México, Compañía Limit. de Tipógrafos, 1891, p. 72.
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a la poca asistencia al curso de labores femeniles, un curso enfocado al futuro rol de las alumnas como madres de familias, en la siguiente cita, se presenta dicho problema:
llarse como maestras y, por ende, independientemente del hogar. Sin embargo, como en el mismo anuario se explica, se buscó dar solución al problema, incentivando a través de la exposición de trabajos a las alumnas. Por ejemplo, en las Exposiciones de Industria, Agricultura, Comercio, Artes y Objetos curiosos que se celebraran durante la temporada (feria) de San Marcos, las niñas del Liceo exhibían sus trabajos que consistían en bordados, arreglos florales o pinturas. En alguna emisión de las exposiciones, se llegó a presentar la categoría de objetos relacionados con las labores femeniles que era destinada a las mujeres, aunque también se prestó para una mayor participación de las alumnas y las maestras del Liceo. En relación a temas concretos sobre el Liceo como reglamento, currículo, escala de calificaciones, material, libros, maestros y maestras, exámenes; la información es la siguiente. Desde el reglamento y el anuario encontramos varias precisiones, comenzaré por la lista de materias, éstas se distribuirían en estudios a lo largo de cuatro años, al primer año correspondería Aritmética razonada, Gramática general, Nociones de Geometría y Dibujo lineal, Música, Francés y labores femeniles; en el segundo año se cursaría Moral, Italiana, Geografía y Cronología, Dibujo de ornato, Música y labores femeniles; en el tercer año sería el primer curso de Inglés, Historia, Economía doméstica e Higiene, Dibujo de flores para bordados y paisaje, Música y labores femeniles; finalmente en el cuarto año se llevarían las materias del segundo curso de Inglés, elementos de Física y Botánica, Teneduría de libros, Música y Dibujo del natural.17
En la clase de labores femeniles no mostraron las alumnas la misma aplicación que en las demás cátedras, quizá por creer que lo que allí se enseña, fácilmente lo aprenderán en sus casas, o por dedicarse a otras materias, que llamen más su atención. La Sra. Directora, a cuyo cargo está la enseñanza de este importante ramo, ha conseguido sin embargo, presentar varios trabajos de sus discípulas, que fueron justamente apreciados por cuantas personas tuvieron oportunidad de verlos, y la Junta de instrucción ha dictado ya las providencias que ha creído más convenientes, para evitar en lo sucesivo la falta de asistencia a una cátedra tan indispensable para la perfecta educación de la mujer.15
En el primer año del Liceo, en la cátedra de Labores femeniles estaban inscritas 17, a diferencia de las 27 de Dibujo, 34 de Música, 27 en Geometría aplicada al dibujo, 25 en Francés y 34 en Gramática castellana 16 . La pregunta sería ¿cuáles eran las preferencias de las alumnas y por qué no prestaban tanta atención a la clase de Labores femeniles, efectivamente en el anuario se plantea una hipótesis referente a que con el curso y sin él las aprenderían, es decir, la mejor escuela era la casa y las mejores maestras eran las mamás, abuelas, hermanas mayores y otras mujeres con las cuales se conviviera en el hogar. Sin embargo, también se podría encontrar otra explicación relativa al interés por otros cursos (algunos relacionados con las ciencias), que les permitirían desarro
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Ibidem, p. 4. Datos obtenidos de la publicación de resultados de exámenes en el Anuario.
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“Reglamento del Liceo de Niñas”, en El Republicano, 25 de agosto de 1878.
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La escala de evaluación de las alumnas era de 0 a 20, los primeros nueve números se consideraban una “calificación ínfima, del diez al doce regular, del trece al dieciséis buena y del diecisiete al veinte suprema o sobresaliente”18, con respecto al primer año en funciones del Liceo, en su anuario de 1879, la estadística fue la siguiente; por ejemplo en Gramática castellana en listas había 34 alumnas, de las cuales se examinaron 28, del resto, una no se examinó por enfermedad, cuatro no se examinaron y no se escribe la razón, y una salió de la cátedra; de las que se examinaron nueve obtuvieron sobresaliente lo que significó haber aplicado en el examen de distinción y el examen de honor, el resto presentaron examen común, la calificación más baja fue de doce. El tema de las calificaciones era muy importante porque formaba parte del sistema de premios y castigos, una buena calificación implicaba un premio como lo sería una mención honorífica recibida de forma pública, era muy importante la celebración de reparto de premios, porque era en evento público y la lista de las galardonadas se difundía en la prensa, por ejemplo, en El Republicano, que fue el periódico oficial de Aguascalientes en aquella época. En el reglamento se estipula cuáles serían los premios y los castigos; los primeros además de los diplomas y menciones honoríficas, eran también libros; con respecto a las sanciones: “I. Detención en el establecimiento, II. Reclusión por un tiempo que no pase de dos horas, III. Aislamiento hasta por ocho días consecutivos, IV. Colocarlas de pie y, V. Expulsión”.19 En el rubro de los maestros, en los primeros años del Liceo fueron varones los res-
ponsables de las cátedras y con el paso de los años se incorporaron mujeres solteras, por reglamento la figura que ocuparía la dirección sería una mujer, siendo la primera directora Antonia López de Chávez, que también tuvo a su cargo la cátedra de Labores femeniles, el estado civil del personal femenino era la soltería, y en el caso de la primera directora, que tenía que ser una mujer con experiencia su estado era la viudez. Los primeros maestros fueron José Ma. González, José Ma. Peón Valdés, José Justo Montiel y Cipriano Ávila, cabe aclarar que no recibían salario u honorarios por su labor docente, con nombramiento directo por parte del “Gobernador del Estado a propuesta de la Junta de Instrucción”. 20 Una década después, en el informe del gobernador Alejandro Vázquez del Mercado, se observa la presencia de mujeres como responsables de cátedra, para 1891, la siguiente era la lista de profesores: Antonia López (Labores manuales), Rosa J. Buchanan (Inglés), Rosa Valadez (Geografía y Economía doméstica), Petra Aguilar (Gramática castellana), Manuela Morales (Aritmética y Teneduría de libros), Vicenta Trujillo (Historia general), María de Jesús Dávalos (Historia de México y Física), Eloísa Torres (Francés y Geometría), Elena W. y Zavala (Música vocal e instrumental), Melquiades Moreno (Caligrafía y Pedagogía), J. Inés Tovilla (Dibujo), Victoriano Muñoz (Telegrafía) y el Licenciado I. R. e Ibarrola (Moral); con respecto a las profesoras, a excepción de Buchanan y Zavala, el resto egresaron del Liceo, para este tiempo ya recibían sueldos.21 20
Idem. AHEA. Fondo informes de gobierno. Memoria que sobre los diversos ramos de la administración pública presenta a la Honorable Legislatura, el ciudadano Alejandro Vázquez del Mercado, Gobernador Constitucional del Estado de Aguascalientes, por el periodo de 1º de diciembre de 1889 a 30 de noviem21
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Anuario del Liceo de Niñas… p. 31. “Reglamento del Liceo de Niñas”, en El Republicano, 25 de agosto de 1878.
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Otro asunto son los materiales y los libros, había los necesarios para los cursos, por ejemplo en la Memoria administrativa de Alejandro Vázquez del Mercado, aparece el inventario de la biblioteca particular del Liceo, existían ejemplares de Gramática Francesa de Chapsal, Elementos de Geometría de Briot, Gramática General de T. V. Gómez, Historia General de Driaux, Geometría de Sounet, Geometría Descriptiva de Le Sain, Higiene de Monlau, Teneduría de Libros de Peredo, Historia General de Duruy, Historia Universal de Driaux, Tratado de Moral de Zamacois, Nueva Aritmática de Ritt, Elementos de Geografía de García Cubas, Cuentos Científicos de H. Humbert y Manual de Telegrafía de Eumor Degranyauz, entre otros, además contaban con gran material de métodos y ejercicios para la clase de música (violín, piano, solfeo, coro, canto, de diversos autores como Panseron, Bertini, Berior y Agileté Lecouppey), por otro lado se encontraban tomos (periódicos) de Arqueología Mexicana, Crónicas Mexicanas, Enseñanza Objetiva, Álbum de la Mujer y Violetas del Anáhuac; también cuadros estadísticos, romanceros, el Código Penal de Aguascalientes, el libro La Exposición de Bellas Artes en Aguascalientes de Jesús Díaz de León; y un tomo de la Sagrada Biblia (edición madrileña de lujo).22 No obstante, en la Memoria administrativa de Rafael Arellano de 1899, la biblioteca contaba con menos material, había muchos títulos relacionados con temas religiosos y casi no se encuentran de corte científico de apoyo a los cursos, ejemplos de los primeros son: Tercer Concilio Mexicano, Sagrada Biblia, El Protestantismo comparado con el Catolicismo
de J. Balmes, El Sacerdocio y la Civilización, Ensayos sobre la indiferencia religiosa, El Catolicismo en presencia de sus disidentes, El Papa y las Logias, Exposición de la Doctrina Católica por el padre Ventura de Raúlica y Nuevas glorias del Catolicismo, entre otros.23 La serie de datos que se proporcionan sobre el Liceo, son un primer acercamiento para la comprensión de dicho plantel educativo que abrió sus puertas por primera vez en 1878, durante la época porfiriana. Con el paso del tiempo se convirtió en la Escuela Normal de Aguascalientes que hasta la actualidad sigue ofreciendo cursos de preparatoria y normal para jovencitas únicamente, aunque se ha discutido convertirla en mixta, se ha apelado a su historia y tradición para mantener una matrícula femenina. Comenzó como un proyecto muy modesto, con poca matrícula, tuvo varios domicilios, no obstante, representa la primera oportunidad de estudios secundarios para las mujeres de Aguascalientes, surgido por la necesidad de ilustrarlas como parte de una filosofía optimista del progreso, dominante en aquella época. LA PALABRA “FEMINISMO”, LÍNEAS FINALES
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principios del siglo XX, se publicó en España un libro que lleva por nombre La educación contemporánea, en el mismo se plantea el problema que se venía discutiendo 23
AHEA. Fondo Informes de gobierno. Memoria en que el Ejecutivo del Estado de Aguascalientes da cuenta a la H. Legislatura, de los actos de su administración, en el periodo de 1º de diciembre de 1895 al 30 de noviembre de 1899 (Memoria administrativa de Rafael Arellano), Aguascalientes, Imprenta de Ricardo Rodríguez Romo, 1899, Anexo 40.
bre de 1891, Aguascalientes, Tip. de J. Jesús Díaz de León A C. de Ricardo Rodríguez Romo, 1892, pp. 297-298. 22 Ibidem, p. 300.
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años atrás y en diferentes latitudes sobre la educación de la mujer:
greso. Luego, siendo el progreso un deber de las sociedades, la educación de la mujer es uno de sus primeros problemas”.25 Michelle Perrot, estudiosa de la historia de las mujeres, explica que los primeros derechos reconocidos y ganados para las mismas, son los relativos al acceso del conocimiento, es decir, asistir a las escuelas, aprender alguna profesión destinada para ellas, luchar por estudiar profesiones que se concibieron solamente para los varones, además de ejercerlas, obtener títulos. El Liceo de Niñas de Aguascalientes, significó un escalón más de la escalera de la educación que llevaría hasta el nivel superior, ligadas al Liceo encontramos mujeres que tuvieron presencia en la vida pública de la entidad como Antonia López de Chávez, Rosa Valadez o Vicenta Trujillo, las tres fueron directoras del plantel, tanto ellas, como otras maestras y las mismas alumnas, son parte de un grupo de mujeres instruidas, por tal razón, fueran conservadoras o liberales, se casaran y tuvieran hijos o se mantuvieran solteras, abrazaran las profesión docente o no; son parte de una oleada feminista, porque era un debate y movimiento de la época que, para el caso de Aguascalientes se tradujo en un proyecto de política pública local.
Bajo dos fases diversas se presenta el problema de la educación de la mujer; 1ª, hay que educar a la mujer para hacer de ella una buena madre; 2ª, hay que educar a la mujer para que aporte a la economía social el capital de sus aptitudes y su trabajo en las profesiones que puedan convenirle. La primera es relativa a la educación doméstica, al papel que la naturaleza asigna a la mujer en el hogar; la segunda, al feminismo, al papel que las necesidades adjudican a ciertas mujeres en las sociedades modernas. Ambas fases son de alta importancia sociológica: una, por la moral; otra, por la riqueza.24
En el mismo libro, se hace un recorrido por la evolución de la educación de la mujer: en el Edad Antigua, prácticamente era nula su instrucción; en la Edad Media no se le atribuye ninguna función social, se mantiene la “absoluta inferioridad de la mujer”, concebida como un animal impúdico o el instrumento del diablo; en el Renacimiento se comienza a discutir el tema por parte de algunos filósofos; con respecto a la Edad moderna, el autor menciona a dos pensadores: Vives y Erasmo, que defendieron la idea de la educación de las letras clásicas y estudios clásicos para las mujeres; finalmente en la Edad contemporánea, aunque la Revolución Francesa dejó “en blanco” lo relativo a los derechos de la mujer, surgen las primeras manifestaciones feministas, y aunque es un momento que no está libre de contradicciones, explica “que nadie disiente en opinar que el progreso de la educación de la mujer es un factor positivo de la ecuación total del pro
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Bunge, Carlos Octavio, La educación contemporánea, Madrid, Daniel Jorro, Editor, 1903, p. 332.
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Ibidem, p. 339.
FUENTES CONSULTADAS
cional del Estado de Aguascalientes, por el periodo de 1º de diciembre de 1889 a 30 de noviembre de 1891, Aguascalientes, Tip. de J. Jesús Díaz de León A C. de Ricardo Rodríguez Romo, 1892.
ACERVOS Acervo Alejandro Topete del Valle de la Biblioteca Pública Central Bicentenario y Centenario. Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes. Colección Digital de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
BIBLIOGRAFÍA Arenal, Concepción, La mujer del porvenir; la mujer de su casa, Madrid, Librería de Victoriano Suárez, 1895. Bunge, Carlos Octavio, La educación contemporánea, Madrid, Daniel Jorro, Editor, 1903. García, Genaro, Apuntes sobre la condición de la mujer, México, Compañía Limit. de Tipógrafos, 1891. Gutiérrez Gutiérrez, José Antonio, “Ley de Instrucción Pública de Maximiliano”, en La legislación del Segundo Imperio, Patricia Galeana (presentación), México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México/Secretaría de Cultura, 2016, pp. 141-172. Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bj v/libros/10/4551/7.pdf
IMPRESOS Anuario del Liceo de Niñas. Correspondiente al primer año de su fundación, Aguascalientes, Parga y Palomino Impresores, 1879. Díaz Covarrubias, José, La instrucción pública en México; estado que guardan la instrucción primaria, la secundaria y la profesional en la República. Progresos realizados, mejoras que deben introducirse, México, Imprenta del Gobierno, en Palacio, 1875. Memoria en que el Ejecutivo del Estado de Aguascalientes da cuenta a la H. Legislatura, de los actos de su administración, en el periodo de 1º de diciembre de 1895 al 30 de noviembre de 1899 (Memoria administrativa de Rafael Arellano), Aguascalientes, Imprenta de Ricardo Rodríguez Romo, 1899. Memoria que sobre los diversos ramos de la administración pública presenta a la Honorable Legislatura, el ciudadano Alejandro Vázquez del Mercado, Gobernador Constitu-
HEMEROGRAFÍA El Republicano, Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes. Ley Orgánica de la Instrucción Pública en el Distrito Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación, México, 2 de diciembre de 1867.
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