Nobody retrata lugares comunes hechos por y para el
hombre. Espacios de transición en los que la presencia de la
figura humana está marcada por su ausencia, pero su huella es
evidente. Áreas que cambian radicalmente a lo largo del día
y que en el momento de retratarlas parecen desprendidas de
su vitalidad y energía. Se muestran ante nosotros como simples
objetos, despojados de su funcionalidad.