Pasajero fuera ndo... d e ndie serie Apre .. habló... me eda en mi cas a....P ien una p
pilla...Bailar sin estu ha pa diar....L hec o únic cha oq cua cidos a una o p n u e o a tla d e a e n mi sé h s desc ilis...Un ca pleto a esa Ch s c a e .... travi e com r ... D . P . . r e .La cu é hace je.. li ue s via oq ero nic El m ..Lo ú e habló...Aprendiendo.. ón a... .Pasa . en m an lgui iar. . j e . . A r o A añ ud fuer ho o... est r a am licad p d es r sin om er aila ía c d i e ...B ...L .Un bien...Una mañ o ana...El mero viaje. órtate ic.. .. an e...P L t a a -p trav eláj sta ie s...R rre To hip
os a ocid n o esc
De
nex liar co ecu
adornos de Día d e .Los
n mi casa....P e c una peda e u liar os a co n cid e xión no ...Ah sco o r a entien de .El proyecto...Insta-p do... do.. os an E i c n . l . . U p n r let oye día c ntie cto om mp ae p . . l . i I c co n a do...A sta -p De lg u i a e n s de Día de muertos nic m eh ...Sie rno ...U ab m xi do l p ó ne sa ...A re h co ay al pre g ar u n i e die n pa na tlacuacha hec ra ha n ilis...U p t d i a Ch . o... .. pilla sa Pas ... a B j e a ro f ilar u si de n lguie A . . . S . . . ornos de Día de muertos iempre .Los ad ado . . e i r hay a e s c i e l lguie ra d mp e n pa o . . . C o c h d ip T i ra ti ía c d e ...D o r n r e r os e M . . s . s . e c ..R m r o f i n e u s o t l o c á n i .. .Los san jat o e.. esc d .Pó s o t e rta pl m p te o c a e t bie r D . . . a r c s e h n.. ac Do ic ac . h . . n é i s t u e a u y r a oq as n p o... nic hic e ú c i I s algu ect nsta..Lo y . . Do a r h ia pre tud m s ie ne s...S o t r e tie mu en a r o pletos d ..Ah m o ión. c
i
mes...Merecido...Chip Torres...Re unifor lája s o t te. san sa Chilis...Una tl e s i v o ..P a r a t L c . u a . órt . ach a je...L a d ate i i a v o r d he e r b m e l c h a p ien. ...E ap t a r api ..U an ca lla n añ na m u y na as ora ent e .U hic n...Ah ó ndo i x ...El one c r pro lia yec u c to... e .P . In . . M . . e . s a r e e s m r cid fo i ca n i u o.. m tos .C en s san a o L d . . . e a p o...Algu did una plicad per a m s a o t c r ía do ca nd na U u . . . y nic as pa
dichos por los Susodichos
23 Autorxs Diversxs er dida
diendo...Pasajero ...Apren ó l fue b a ra me h
nd o.. . E l pro y
dichos por los Susodichos
Pasajero fuera ndo... d e ndie serie Apre .. habló... me eda en mi cas a....P ien una p
pilla...Bailar sin estu ha pa diar....L hec o únic cha oq cua cidos a una o p n u e o a tla d e a e n mi sé h s desc ilis...Un ca pleto a esa Ch s c a e .... travi e com r ... D . P . . r e .La cu é hace je.. li ue s via oq ero nic El m ..Lo ú e habló...Aprendiendo.. ón a... .Pasa . en m an lgui iar. . j e . . A r o A añ ud fuer ho o... est r a am licad p d es r sin om er aila ía c d i e ...B ...L .Un bien...Una mañ o ana...El mero viaje. órtate ic.. .. an e...P L t a a -p trav eláj sta ie s...R rre To hip
dichos por los Susodichos 23 Autorxs Diversxs De
nex liar co ecu
adornos de Día d e .Los
n mi casa....Pe c una peda e u liar os a con cid e x i ón... no Aho sco r a e de ntiendo ...El proyecto...Insta-pan os ...El ic. ndo . . U p n r let o d yect ía co ntie mp mp o.. ae l . i I c co n a do...A s taDe lgu p i a e n s de Día de muertos n me ic.. ...Sie rno ha .U m xi do b l p ó ne sa ...A re h co ay a p r l e g ar u n ien p die na tlacuacha hec ara h n ilis...U a p t d i apil Ch ... o... la. sa Pa . s . a B j ero ia lar fu si
de n lguie A . . . S . . . ornos de Día de muertos iempre .Los ad ado . . e i r hay a e s c i e l lguie ra d mp e n pa o . . . C o c h d ip T i ra ti ía c d e ...D o r n r e r os e M . . s . s . e c ..R m r o f i n e u s o t l o c á n i .. .Los san jat o e.. esc d .Pó s o t e rta pl m p te o c a e t bie r D . . . a r c s e h n.. ac Do ic ac . h . . n é i s t u e a u y r a oq as n p o... nic hic e ú c i I s algu ect nsta..Lo y . . Do a r h ia pre tud m s ie ne s...S o t r e tie mu en a r o pletos d ..Ah m o ión. c
i
...Merecido...Chip Torres.. .Relá iformes n u s to jate n h i l C i a s . a s . . s U s na tla ...P vie o a r t L c . uac órt .. .La . . a e j h a at id ah o vi r d e r ech e bie m e l p E . ap a.. rta api n...U an ca lla ñ n a ma un y a s n a .U .Ahora ent en hic ión.. x do. e ..El con r pro a i l yec u c to... e P . . In . . M . . e . s a r e e cid form i cas n i u o.. m os .C en sant s a o ...L ed a p A d . . l g . i u d na cado per mpli sau a o t c r o d ca día Un una . . . y nic as pa idos a noc o c es
er dida
diendo...Pasajero ...Apren ó l fue b a ra me h
nd o. . . E l pr oy
EDITORIAL LUNE © 2021, Editorial Lune www.luneditorial.com
Derechos reservados © 2021, Editorial Lune, S.A. de C.V. Av. Constitución No. 600 Bo, La Concha, Alcaldía Xochimilco, C.P. 16210, CDMX, México. ISBN: Registro en trámite Diseño de portada: Julieta Ornelas y Brenda Miranda Corrección de estilo: Karla Vivanco Ilustraciones: Julieta Ornelas y Nicole Fierro Edición: Brenda Miranda y Xavier Alvarado Texto: Autorxs varixs Edición original: 2021 Hecho en México - Made in Mexico City
Para el Profesor Alfonso Escalona y lxs 23 autorxs de este opúsculo, por compartir sus pensamientos...
Índice Ahora entiendo…
11
Alguien me habló
13
Aprendiendo
15
Bailar sin estudiar
17
Chip Torres
19
De completos desconocidos a una peda en mi casa
21
Wendy Santos
Paola Carretero Nicole Fierro
Aniela Reyes
Ivan Aldana
Brenda Avilés
Dos chicas y una carta perdida
23
El mero viaje
25
El proyecto
27
Insta-panic
29
Julieta Ornelas
César Olguín Valery Cruz
Sofía Valdez
La traviesa Chilis
Bel AG
31
Los adornos de Día de Muertos
33
Los santos uniformes
35
Lo único que sé hacer
37
Merecido
39
Nigthe Guerrero Johan Hinojosa
Ana Campuzano
Jacqueline Velarde
Pasajero fuera de serie Lufa Mancilla
41
Peculiar conexión
43
Pórtate bien
45
Relájate
47
Siempre hay alguien para ti
49
Xavier Alvarado
Elizabeth Navarro
Itzel Castellanos Miranda Brenda
Una mañana
Diana Saavedra
51
Una tlacuacha hecha papilla
53
Un día complicado
55
Armando Guerrero
Querén Amador
Ahora entiendo… Por Wendy Santos
S e sabe que México es un país muy religioso, y así como lo es también
tiene un toque siempre gracioso, solemos disfrazar la tragedia con comedia, tal vez ocultamos el dolor cuando es necesario, somos cálidos, tan cálidos que hasta la muerte nos abraza, la verdad es que yo no entendía porque pasaba esto, pero conforme fui creciendo lo entendí y ahora viene a mi mente un vago recuerdo. Era el mes de agosto más o menos, faltaba poco para regresar a la escuela, tenía unos 8 años y acompañé a mi mamá a ver a mi abuelita, un ser de luz, siempre alegre, me gustaba su sonrisa, bailaba muy bien, cuando la acompañaba a la tienda me dejaba elegir un dulce o en días calurosos alguna paleta de hielo, sin embargo, ese verano no fue igual, mi abuela se encontraba en reposo, al parecer tenía una fuerte gripa, ella vivía en un pueblito y en ese lugar se decían frases muy atípicas. Un día, mi tío Horacio se encontraba hablando con mi mamá, quien se sentía desanimada después de ver en cama a mi abuela, y mi tío le mencionó —Yo creo que este año ella ya no va a cargar a los peregrinos—. Mi madre comenzó a sollozar mientras yo me preguntaba —¿Por qué? —. Hace mucho tiempo que mi abuelita no lo hacía, yo lo sabía porque siempre íbamos en fechas decembrinas a ver las festividades del pueblo, y ella no los cargaba personalmente, tal vez el festejo no sería en su casa, o —¿será que saldrá de vacaciones en esa temporada? —. Pensé en eso solo un momento y lo ignoré, seguí jugando en el campo.
Dichos por los susodichos
11
Llegó diciembre, un mes de clima frío, dos meses antes mi abuelita se fue, “pasó a mejor vida”, esa pequeña gripe era un cáncer pulmonar que quiso ocultar, ahora lo entiendo, fuimos a festejar las fiestas decembrinas al pueblo, en memoria de ella, porque es lo que la abuela hubiera querido, ahí fue cuando no la sentí conmigo, cuando me percaté de su ausencia y no la vi festejando con nosotros, volví a pensar en lo que dijo mi tío Horacio, era cierto, mi abuelita “no llegó a cargar los peregrinos” y es que ni una fiesta tan alegre como Navidad detiene el tiempo o la muerte.
12
Ahora entiendo...
Alguien me habló Por Paola Carretero
Su alarma había sonado a las ocho de la mañana, comenzando un nuevo día.
—Buenos días— Se pudo escuchar un breve murmuro. Miró directamente de dónde provenía aquel ruido, su mirada había dado con su figura de cartón de tamaño real de Harry Styles, posó fijamente su mirada en ella. —Vaya vaya, que honor que me estés hablando a mí— Le dijo con cierta ironía mientras esperaba pacientemente otro ruido, pero, pasado un rato no recibió ninguna respuesta. La sola idea de Harry Styles dándole los buenos días le había causado mucha gracia; prefirió restarle importancia y seguir con la que sería su rutina matutina, mientras se duchaba reflexionaba acerca de lo que había pasado con anterioridad, su única conclusión fue: ser la persona favorita de Dios. Cuando se encontraba arreglándose, como de costumbre, estaba fingiendo tener una charla con su figura, aunque esta vez se dedicó hacer preguntas a lo random, su única intención era que el tiempo pasara rápido y con gran éxito lo había conseguido, el tiempo se le fue volando, incluso había olvidado la promesa que le había hecho a su hermano.
Dichos por los susodichos
13
Justo cuando pudo recordar lo que tenía que hacer, cómo si hablaran del Rey de Roma, su hermano había hecho presencia llamándole para que se apresurara, en respuesta al llamado simplemente dedujo que lo mejor sería ignorarlo, fue entonces, cuando los llamados de su hermano se habían vuelto insistentes que nuevamente miró a su figura. —¿No crees que mi hermano es demasiado… especial? — Preguntó sarcásticamente con cierta maldad detrás de sus palabras. Cómo en anterioridad, había pensado que la respuesta sería nuevamente el silencio, por lo que se había emocionado cuando escuchó un leve sonido de afirmación, después de cantar victoria, la realidad le había pegado y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Y ahí se encontraba, mirando fijamente a su figura, esperando quizá otra reacción, en eso su hermano entró en su cuarto con más insistencia para que se apresurará, pero, siguió mirando a la figura pasando completamente de su hermano. —¡No te hagas cómo si Harry Styles te habla! — Le gritó su hermano al notar que lo volvió a ignorar. Posteriormente éste salió cómo alma que lo lleva el diablo con un portazo, provocando un ruido tan fuerte que logró que saliera de su trance y regresara a la realidad. Se apresuró a tomar sus cosas y trató de alcanzar a su hermano, mientras daba una última mirada a su habitación, específicamente a su figura y con una sonrisa se fue alejando, pensando que efectivamente era la persona favorita de Dios.
14
Alguien me habló
Aprendiendo Por Nicole Fierro
Era el verano del 99 y Nicolás caminaba por las calles de Madero al lado de su madre Elena, una artesana de día y por las noches se convertía en una grandiosa ilustradora. Después de largos días de trabajo, los viernes ambos solían ir a caminar por las calles de Mesones y Pino Suárez en busca de material gráfico, para que poco después ya en casa su madre se pondría a dibujar y a experimentar.
Nico no solo había heredado el talento de Elena sino también el de su tío Lalo, un gran ilustrador de portadas de libros. No obstante, el interés que manifestaba por los carritos, el fútbol y la veterinaria, el dibujo era su pasión; todo el tiempo se la pasaba investigando acerca de una y otra especie para poder dibujar animales a detalle. Sin duda alguna su artista interior dominaba su pequeña cabeza e inocente imaginación, forjando un gran artista. Su tío siempre vio el gran potencial de su sobrino y cuando tenía la posibilidad lo inscribía en concursos de dibujo queriendo explotar su interior artístico que Elena le había fomentado. En algún momento sin previo aviso Lalo tuvo oportunidad de inscribirlo en un concurso de cómics en donde el premio consistía en un taller de varias semanas de ilustración para niños; sin embargo, había que entregar en menos de 24 horas un dibujo que sería su pase para participar en el evento.
Dichos por los susodichos
15
Nico, sin titubear tomó lápices, pinceles y varios tipos de papel de los que utilizaba cotidianamente su mamá y encerrándose en su mundo por cinco horas, salió del cuarto con una gran sonrisa y en su escritorio estaba el dibujo que solicitaban para participar. Elena le preguntó –Nicolás, ¿cómo es que lograste tan extraordinario proyecto en tan poco tiempo? Finalmente con una gran satisfacción y seguridad, Nico respondió –Es pan comido mamá, aprendí de la mejor.
16
Aprendiendo
Bailar sin estudiar Por Aniela Reyes
Mi
date se llama Diego, es un chavo muy divertido, él está trabajando
y estudiando una carrera en la misma uni que yo, seguro conoces a alguien como él, muy seguro de sí mismo y responsable. En cambio, yo siempre voy por la vida casi flotando en el aire, claro, hago lo que puedo con mi carrera, pero me gusta más ver tik toks y salir con mis amigos de fiesta, y otras veces descansar haciendo nada. Un fin de semana fuimos todos en bola a una fiesta, Diego no quiso ir conmigo, que por qué no le gusta dejar las cosas ahí pa’ mayo, prefiere hacer sus tareas y quedarse en su casa. La verdad si me agüite que no fuera, porque me cae muy bien y quería presentarlo con mis amigos para pasar un buen rato. Yo me la pase de perlas bailando y cantando, eso me hace olvidarme de mis tareas y los problemas en mi casa. Cuando mi mamá me vio llegar, no tardó en pegar el grito en el cielo, ― ¡Ay niña, deja de andar revoloteando como mariposa! ¡andas de vaga y ni terminar tu tarea puedes! Después de recibir un buen regaño de mi jefa, sé qué debo de concentrarme siempre, pero la verdad me gusta divertirme de vez en cuando.
Dichos por los susodichos
17
Ella está muy equivocada si sigue creyendo que soy una vaga porque ¡yo ya prometí echarle más ganas! y desde ahora en adelante soy más responsable con mis estudios, incluso los fines de semana veo a Diego para estudiar juntos inglés. En pocas palabras nunca lo imagino, mi madre no esperaba eso de mí. ¡Gracias jefa! Seguir la influencia de Diego cambia mis viejos hábitos, ahora nos divertimos estudiando y me enseña a que puedo dar lo mejor de mí.
18
Bailar sin estudiar
Chip Torres Por Ivan Aldana
Apenas comenzaba el ciclo escolar de mi último año en la universidad,
allá por el año 3005 cuando la humanidad y los reptilianos ya estudiaban en las mismas escuelas y no existía más esta diferencia entre nosotros. Yo odiaba ir a la escuela en ese entonces, apenas había muerto mi perro y no pude actualizar mi sistema operativo con el chip 500 G contra el virus Bi-chota (uno de los muchos virus que generó en el año 2019 una terrible enfermedad). A pesar de que los humanos se vacunaban anualmente antes de la llegada de los reptilianos contra esa horrible enfermedad, el virus mutó muchísimas veces y la situación era cada vez más crítica. Un día al salir de la escuela se escuchó un trueno, un sonido tan estruendoso como si hubiese sido un microbús volador, mientras que del brumoso cielo una grieta colosal se apareció repentinamente sobre mí. Transcurridos unos segundos se cerró de una manera abrupta y bajó un ser que parecía tener un traje de escuela secundaria técnica del milenio pasado. Me encontraba muy asustado, como niño en firma de boletas. El ser extraño se acercó a mí en un dos por tres y con una mirada profunda como el océano se plantó enfrente de mí. Sacó algo que parecía ser una reliquia del Rayo McQueen y mientras volaba un auto con sus rayos láser que emitía su mochila, abrió mi mano y me dio una reliquia.
Dichos por los susodichos
19
— Ten, esta es la cura de la humanidad. Vengo del futuro pasado y he venido a salvarlos. En el taller de mi secundaria nos enseñaron a viajar al futuro pasado, en nuestra realidad ya existía la cura del virus Bi-chota. He venido a salvar tu realidad. Lo único que tienes que hacer es descargar el chip torres de esta reliquia, imprimirlo en 3D e ingerirlo. Me fui corriendo como el viento, así como tiro al blanco. Llegué a mi casa y abrí el archivo de la memoria reliquia. Lo envié por correo a todos mis conocidos y familiares. Ingerí el chip torres y comencé a ver la realidad…la realidad era que sólo era un sueño.
20
Chip Torres
De completos desconocidos a una peda en mi casa Por Brenda Avilés
2021
después de tanto encierro, media carrera en línea, aburrimiento y clases con tareas sin fin, un grupo de jóvenes deseosos de salir a rumbear decidieron conectarse antes de comenzar la clase para quedar de acuerdo sobre el spot donde se conocerían por primera vez. Uno de ellos, que por lo regular era el primero en entrar a las reuniones quedó sorprendido al fijarse de que ya todos se encontraban dentro de la sesión poniéndose de acuerdo para una fiesta en su casa, cuando de pronto de forma inusual, todos comenzaron a hablar, dar sugerencias sobre lo que deberían llevar y comentar sobre la temática que este encuentro tendría. Sin duda, aquel encuentro se tornaba algo raro a comparación de los demás, ya que nunca habían tenido relación alguna fuera de un cuadro de imagen y un usuario que los distinguía del resto. Probablemente la única cara familiar era la de su profesor. Encendiendo uno a uno sus cámaras y dejándose ver por primera vez después de dos años de pandemia, la organización de la peda estaba resultando como se había planeado. El revuelo era tal que parecía sorprendente cómo en tan poco tiempo la organización estaba siendo un éxito, __ ¡ya ni para los trabajos en equipo! se escuchó decir.
Dichos por los susodichos
21
Algunos decían ¡cerveza, whisky, tequila, brownies! Y claro, como era de esperarse el tiempo pasó sin que se dieran cuenta, entre tanto alboroto por aquella fiesta ninguno de ellos se dio cuenta de que ya había transcurrido su tiempo para ponerse de acuerdo dentro de aquella reunión, cuando de pronto se escuchó de fondo a alguien decir __ ¡Ya nos cayó la ley!.
22
De completos desconocidos a una peda en mi casa
Dos chicas y una carta perdida Por Julieta Ornelas
Emilia y Anna son hermanas, se llevan dos años de diferencia, un día de
pandemia, mientras se encontraban en casa de su abuela buscaban dentro del ático cosas antiguas de su abuela, habían vestidos, de todos los colores, una gran cantidad de libros, su abuela siempre ha disfrutado mucho de la lectura, habían papeles y papeles, una gran cantidad de fotografías de color en blanco y negro, retratando épocas que solo en su imaginación conocían. Comenzaron a abrir los libros, husmeando entre las páginas, buscando secretos, sin saber lo que estaban a punto de encontrar. Dentro de un libro, que no resaltaba de entre todos, cayó un pedazo de papel, no tan grande como para ser llamativo, pero no tan chiquito como para pasar desapercibido. Las dos sorprendidas se abalanzaron a tomarla. Para Cecilia… Leía la carta, –¿Cecilia?– Esa es nuestra abuela dijeron las dos sorprendidas. La curiosidad era más grande a todos los recordatorios que les había dado su misma abuela a través de tantos años. Nadie sabe lo que hay en la olla más que la cuchara que la menea*, les había dicho una y otra vez. Pero no aguantaron y abrieron la carta, era una carta de amor, Mi querida Cecilia (…) leyeron. Con amor, Julio…. ¿Julio? Ese definitivamente no era su abuelo. Las niñas salieron corriendo, gritando: –Abuela! ¡Abuela! ¿Qué es esto? ¿Quién es Julio?– Preguntaban alteradas.
Dichos por los susodichos
23
Al ver la carta que tenían entre las manos las niñas, la abuela enojada se las arrebató. –¿Qué hacen husmeando entre mis cosas?– Preguntó molesta. –¡Abuela!– Seguían diciendo las niñas. –¡Ni una palabra más!– Las interrumpió su abuela. –¿Qué les he dicho? – –Nadie sabe lo que…– repitieron apenadas las niñas. Nunca supieron quién era Julio, las niñas se fueron ese día aun curiosas por saber de que se debía tanto misterio por una carta. Y su abuela, regresó la carta a un lugar más seguro, contenta recordando a aquel gran amor de su vida que quedaría para siempre como un secreto.
24
Dos chicas y una carta perdida
El mero viaje Por César Olguín
Caminando por las peligrosas calles de Tepito con la misión de armar dro-
gas fuertes en el punto. Ahí estaba yo, entrando por enésima vez a la boca del lobo, la tarea era simple, generar cuadros, pastas, polvos, algunos gramos de motita exótica y salir ileso. Como de costumbre fui a la vecindad de Mario, el cantón estaba en el mero punto rojo de La Lagunilla, era mucho riesgo, pero la mejor tienda que conocía. Ya me sabía la maña, caminar por la banqueta y luego tirarle un chiflido, al momento, me dejaron pasar. Unas escaleras al final de un pasillo me conducen a la mágica dulcería; entrar al spot es todo un espectáculo: bolsas de efectivo y de mercancía de todos los calibres moviéndose al por mayor. Es inevitable no sentirse medio acá en un ambiente de alto peligro y circunstancias poco favorables. Ya cuando me toca le saco la lista con las cantidades unidades y las mejores calidades le armé mucho y por eso me rayó. Como todavía me sobraba varo armé unos dulces que me di en caliente, me entusé todo y salí en corto. Ya en el tianguis me empezó a explotar y sepa la banda que pasó, todo a mi alrededor cambió de un momento a otro. Y así todo el universo y yo nos fundimos en un magnífico ser en el que la división del Uno en Sus multiplicidades jamás existió. Tarde me di cuenta que ya me habían torcido.
Dichos por los susodichos
25
26
El mero viaje
El proyecto Por Valery Cruz
Era viernes y el cuerpo de Chencho lo sabía, contaba los tictacs del reloj
de la clase para despegar como cohete e irse a su cantón cerca de la uni, ya que había planeado con su roomie una fiesta bien tremenda; la casera se iría el fin de semana a su pueblo y le pidieron permiso de hacer una “recatada reunión” a lo cual aceptó. Sería la última fiesta del semestre y el crush de Chencho confirmó su asistencia así que estaba que el corazón se le salía por la boca. Cómo buen estudiante que era, Inocencio ya había dejado su proyecto final del sábado terminado y listo para entregar, así que estaba más relajado que de costumbre, se fue a su casa y se emperifolló; él junto con su roomie ya tenían todo listo para el exceso y diversión. Poco a poco los amigos y unos cuantos colados empezaron a llegar y la cosa se descontroló. Al poco rato Chencho andaba más prendido que un arbolito de navidad, bailando y cantando “halls, clorets , pepitorias, cacahuate, tridents, chocolate, mazapanes, cigarros y tictac…” ¿Dónde dejé mi proyecto? se preguntó de repente, girando la cabeza como el exorcista buscando a su compañero grita: — ¡Fernandooooo! — — ¿Quéeeee? — — Dile a mi proyecto que venga aquí — — Creo que está en tu cuarto —
Dichos por los susodichos
27
Luego luego Inocencio se giró en dirección a su cueva, pero chocó con su crush y le dijo “Compadre, que bonitos ojos tiene, por qué no los usa para ayudarme a buscar mi proyecto” Medio atontados se fueron juntos y cuándo abrieron la puerta encontraron a dos tórtolos haciendo cosas sospechosas, así que Chencho paniqueado les grita “Sáquense a bañar” y se pone a buscar como loco su trabajo, cuándo no lo encuentra se pone a llorar y dice Ya Juanga, ¡llévame a tu lado” y cómo si le apagaran el switch de la luz se cae “dormido” en su cama. A la mañana siguiente, Chencho se le levanta como resorte al sonido de su alarma y dice “Debo ir a mi clase” Corriendo se alista y ve a su roomie bien fresco tomándose un suero, este le dice: -Chencho te pusiste bien erizo anoche, saliste de la nada gritando Ay mi proyecto, parecías la llorona, asustaste a tu crush, corriste a medio mundo y te pusiste a cantar canciones de Paquita, para acabarla dijiste “Bueno iré a sacar mi trabajo de debajo de la cama para tenerlo listo a primera hora”Chencho estaba apenado, pero al menos su proyecto estaba bien, así que tomó una manzana y dijo -Ya no lo vuelvo a hacer.
28
El proyecto
Insta-panic Por Sofía Valdez
Era el primer lunes de mayo, Betty peinaba su cabello platinado como espejo, esa tarde iría a una fiesta. Al llegar se reunió con sus amigos, platicaban y bailaban, cuando de pronto vió pasar a un chico que llamó su atención —Es tan alto y guapo como el infierno, pensó Taylor. Sus amigos notaron como no podía quitar la mirada de aquel joven.
No pudo evitar preguntar si alguno de ellos lo conocía, Inés asintió, le empezó a contar sobre Jaime, era un actor inglés y hasta Dios sabe que ella ama a los ingleses. Betty ya imaginaba una boda con él aunque fuera con anillos de papel, pero necesitaba saber más. Inés le pidió su teléfono y fue directo a Instagram, entró al perfil de Jaime, mientras veía sus fotos a ella le gustaba más, mientras todos sus amigos querían acercarse a la pantalla, Betty les arrebató el teléfono y sin querer su dedo dio doble click a la pantalla dándole like a una foto de dos años atrás, el mundo se detuvo, todos quedaron shockeados era obvio que Jaime sabría que lo estaban stalkeando, —Al que stalkea el like se le cuela dijo Inés mientras sus ojos recorrían todo el salón para asegurarse que él no estuviera viendo su teléfono. Todos entraron en pánico, le dijeron que necesitaba calmarse, un like, no sería lo peor que le hubiera pasado, por suerte la fiesta ya estaba por acabar, así que Betty no esperó más y subió a un taxi como coche de escape.
Dichos por los susodichos
29
Llegando a su casa se recostó, tomó su celular al cual había evadido y al scrollear por la pantalla ninguna foto cargaba en su timeline, buscó lo que estaba pasando y al igual que su corazón las redes sociales se habían detenido, lanzó un suspiro, pues ese like nunca llegó, ahora podrán tener una historia de amor sin red flags.
30
Insta -panic
La traviesa Chilis Por Bel AG
-¡Se llevaron a la Chilis! —Entré gritando como alma que lleva el diablo a
la casa.
—Espérate, espérate, espérate, ¿Cómo que se la llevaron? ¿Quién? — Preguntó mi madre. —Pues si supiera no estaría gritando jefa, lo que quiero decir es que fui a dejarle sus croquetitas como siempre y ya no está. —le contesté —Pues que esperas niña, vamos a buscarla —dijo mientras me empujaba encaminándose a la puerta. Junto a mi madre salí a buscar a nuestra perrita, la Chilindrina o como le decíamos de cariño, la Chilis, una pequeña perrita que recogimos de la calle pero que queríamos mucho, sobre todo porque resultaba muy graciosa, como cuando movía su cola cada que llegaba a casa como saludándome. Después de un rato escuchamos gritar a Don Víctor, el carnicero. —¡Largo de aquí perra del demonio!, ¡Que te vayas, te digo! Corrimos hechas la mocha hacia la carnicería, para encontrar a la Chilis debajo del mostrador mientras comía un pedazo de carne, al mirar alrededor pudimos ver al carnicero con una escoba, intentando sacarla de ahí.
Dichos por los susodichos
31
—Pero Don Víctor, no sea así de salvaje, deje a la pobre de la Chilis. —Le dijo mi madre. —Pues su perra, que viene a comerse mi mercancía, ya es la tercera vez en este mes, ya llévesela y amárrela o a ver que le hace. —nos dijo Don Víctor mientras dejaba su escoba. Mi madre y yo agarramos a la Chilis y salimos de la carnicería, no sin antes darle al carnicero el dinero de la carne que se comió la perrita traviesa, llegamos a la casa y la fuimos a dejar a su casa en el patio, más tarde mi madre dijo que tendríamos que mantenerla dentro de la casa para que no volviera a pasar lo mismo que hoy, pero conociendo a la traviesa Chilis, ni encontrando las esferas del dragón se quedaría quieta por un segundo.
32
La traviesa Chilis
Los adornos de Día de Muertos Por Nigthe Guerrero
Todo lo que veían les gustaba, las flores, el papel picado, las calaveras y los
adornos de arañas gigantes; los niños Martínez observaban todo el tianguis de Día de muertos encantados, como cada año, tomaban cosas de cada puesto y se las mostraban al padre gritando –¿nos podemos llevar este? –a lo que el señor Martínez contestaba con un complaciente –¡claro!– mientras las bolsas de cosas se acumulaban en sus manos. De vuelta en casa cargando con adornos y muñecos de brujas y calacas, entraron corriendo en la cocina diciendo –mamá mamá, mira lo que trajimos- la señora Martínez volteo a ver a sus hijos y con una mirada sin nada de sorpresa exclamó –ya se fueron a chacharear otra vez, ¿Qué tanto compraron?- la mujer observó todo lo que cargaban sus hijos y con un tono de reproche mirando a su esposo les dijo: – ¿Y qué vamos hacer con todo esto? – Pues no sé, ¿no te hacía falta nada para la ofrenda? –dijo el señor Martínez con tono culpable. – La ofenda ya está lista pero tal vez podríamos poner algunas cosas en ella, pero definitivamente no todo –dijo la madre. – ¿Y si mejor adornamos la casa y hacemos una fiesta de Halloween? –preguntó uno de los niños.
Dichos por los susodichos
33
El padre inmediatamente dijo –¡si! Es una excelente idea, podemos invitar a sus tíos y primos va ser muy divertido. La señora Martínez aceptó el plan y toda la familia muy emocionada comenzó a organizar la fiesta, invitaron a la familia, a amigos y pasaron todo el día siguiente adornando y preparando comida. Cuando llegó el día de la fiesta y todo estaba listo los papás se percataron de que olvidaron un pequeño detalle para la fiesta, los disfraces de los niños. Ambos observaron el reloj y se dieron cuenta que no tenían tiempo de ir al tianguis a comprar los disfraces y volver antes de que llegaran los invitados así que decidieron improvisar. – Haber pruébate esto... no mejor ponte esto y con el rostro pintado quedará bien- decía la esposa mientras improvisaba los disfraces de sus hijos. Al final, con la fiesta ya transcurrida de buena manera, con los hijos corriendo por la toda casa junto con sus primos, la señora Martínez le dijo a sus esposo –y entre todas las chacharas que les compraste a los niños no les pudiste comprar un disfraz para día de muertos –sonriendo mientras veía el rostro mal pintado de su esposo luego de que los niños decidieron que él también necesitaba un disfraz.
34
Los adornos de Día de muertos
Los santos uniformes Por Johan Hinojosa
Era una tarde nublada, parecía que iba a llover, escondidos en los escombros se encontra-ban dos militares del ejército mexicano, Luis y Carlos, unos
sobrevivientes del enfrentamien-to que se llevó a cabo ese mismo día contra el ejército estadounidense cerca de Durango, una verdadera masacre por parte de esta fuerza. Veían a lo lejos como le cortaban las extremidades a uno de sus compañeros, —¿por qué lo hacían?— solo por diversión, aterrorizados al ver dicha acción del enemigo, no pensaban en más que salir de ese lugar lo más pronto posible. Por más que pensaron en una estrategia, se les ocurrió la magnifica idea de infiltrarse en las líneas del ejército estadounidense, ¿cómo lo harían? cambiando de uniformes con unos cuerpos que se encontraban cerca de ellos. Era el plan perfecto. Comenzó a llover esa misma tarde, ya con el uniforme gringo uno de los militares quejándo-se con voz entrecortada empieza a decir —si no me tapó andaré todo moquiento—, para mala fortuna de ellos iba pasando un militar estadounidense, percatándose e informando que tenían intrusos en las filas, por lo que comenzaron a correr por sus vidas sin rumbo alguno; corriendo, ambos empiezan a recitar el padre nuestro, entre lágrimas, rezos y lamentos lo-gran ver a lo lejos unos aviones, si, era el ejército mexicano, por lo que Luis grita —¡ya pelamos compadre!—, salvando sus vidas de puro milagro…
Dichos por los susodichos
35
O esa sería la historia que nos hubiera contado el abuelo en esta carta olvidada antes de morir, realmente el abuelo nunca perdió la fe, incluso cuando se encontraba acorralado por el ejército gringo, nunca se dio por vencido, pienso que eso es lo que nos falta a la humanidad en estos tiempos modernos, un poco de fe y confianza.
36
Los santos uniformes
Lo único que sé hacer Por Ana Campuzano
Ayer tuve una buena racha y gané tres mil pesos en dos horas. La cues-
tión era encontrar el momento adecuado y elegir bien, porque siempre hay una oportunidad. Este trabajo de medio tiempo es perfecto, porque puedo estudiar en las mañanas, ganar dinero en las tardes, y hacer tarea en las noches. Lo mejor es que soy mi propia jefa, tengo mis propios horarios, y no tengo que pagar impuestos. Hay días difíciles y hay otros simples, como ayer, en el que con sólo cuatro viajes pude conseguir la cuota que quería. Pero hay otras veces en las que, por más que me esfuerzo, no puedo ni conseguir mil pesos. Puedo tener mis propios horarios porque mi experiencia me lo permite. Comencé en el negocio familiar desde los diez años, cuando mi papá me metió a trabajar. Él me enseñó todo lo que sé, y desde que murió he tenido que ponerlo en práctica yo sola. A veces me cuestionaba a mí misma y pensaba en renunciar, pero es que, por ahora, es lo único que sé hacer. En el futuro seré contadora, pero apenas estoy a la mitad de la carrera, y vivir sola es muy caro. Así que debía seguir trabajando.
Dichos por los susodichos
37
Pero bueno, era cuestión de tiempo y yo sabía lo arriesgado que era, y bien dicen que al mejor cazador se le va la liebre. Creía que con mi experiencia nunca me atraparían, pero ahora voy rumbo al ministerio público, con las manos esposadas, montada en una patrulla, arrepentida por haber elegido la navaja y no la pistola esta noche.
38
Lo único que sé hacer
Merecido Por Jacqueline Velarde
Demasiado ego, demasiado ego en una misma persona, le importa poco pen-
sar en alguien más que no sea él. El comentario halagador de hace más de dos años sigue rezumbando en su cabeza mientras que las palabras directas, con esperanzas de cambio, pasan desapercibidas. En serio creía que tenía el control de todo por el simple hecho de ser él. Romina ve todo de lejos, en cualquier problema sólo sonríe incómodamente pensando en cómo salir corriendo, ¿así es el amor?, — “Si me quieres me tienes que aceptar como soy” es lo que siempre contestaba él. —
Ya estoy harta, siempre es la misma historia.
Un día, con la receta indicada, muchas especias y la cocción perfecta, dió en el blanco. Algo vengativo, pero ella creía firmemente en que él se lo merecía. Un golpe a su ego y se iría. Puso todo sobre la mesa, una flor en el centro, una copa, un vino que guardaba para una ocasión especial y finalmente la estrella, la hamburguesa, que lucía ajena a todo lo que la rodeaba.
Dichos por los susodichos
39
Finalmente él llegó, emocionado dio la primer mordida, un completo carnívoro disfrutando el bello regalo de su novia sumisa, — ¡qué bien sabía! Ve un papel debajo del plato y lo lee… Romina se fue, ya no lo quería, estaba con otra persona desde hace más de un mes; él la trataba horrible y ni siquiera le importaba, qué más daba si se iba… —
¡Ah y la hamburguesa era vegana!
Realmente me hicieron de chivo los tamales o más bien de soya la hamburguesa.
40
Merecido
Pasajero fuera de serie Por Lufa Mancilla
Hola, mi nombre es Natalia, pero mis compas me llaman Nat; dicen que soy el fin de semestre en persona y ahora mismo no podrían tener más razón.
Acabo de pasar a comprar mi desayuno, por suerte ya estoy buscando un asiento en mi camioncito de camino a la uni, hoy ando muriendo de sueño y necesito recuperar todos los minutos que pueda, entonces le pido permiso a un pasajero para sentarme pegada a la ventana. —El guajolocombo siempre salvando el día, ¿verdad? —dijo él —Sin duda, un héroe sin capa— respondí. —Tu tatuaje está cabrón— me dice entusiasmado. —Gracias, la neta ya ando pensando cuál será el siguiente. Seguimos conversando, no sé en qué momento comencé a cabecear; en eso Milton (el pasajero) me dice en tono burlón: —¿Tú andas trabajando duro o durando en el trabajo? Acto seguido lo más inesperado ocurrió, Milton se pone de pie rápidamente y en eso un sujeto en la parte de atrás grita: —¡Ya valieron verga hijos de su puta madre!— apuntando con su pistola.
Dichos por los susodichos
41
—Flojitos y cooperando banda, pasen todo lo que tengan— dice Milton mientras su compañero recorría el camión con una mochila y pistola en mano. Seguía soñolienta y ahora desconcertada, pero comencé a sacar mi laptop y teléfono —¡Chin!, la entrega— pensé. Torpemente quise esconder mi cámara, en eso siento que tocan mi hombro, era Milton -volteo nerviosa- y escucho: —Tú no güerita, me caíste con madre — dice sonriendo. Esa frase hizo que mi alma me regresara al cuerpo —Estuvo cerca, más vale pobre pero vivita y coleando— pensé. —¡Síguele chingando!— Gritó Milton cuando él y su compañero bajaban corriendo del camión. Pero la cosa no acabó ahí, un segundo después el compa del Milton estaba embarrado en el piso...¡lo había atropellado una bici! El chofer no perdió la oportunidad y le gritó —¡No que muy lión!— Acto seguido, todos los pasajeros se bajaron, algunos planeando recuperar sus pertenencias y otros soltando madrazos. Esos fueron los minutos más largos de mi vida, lo que parecía ser un viaje más camino a la universidad, se convirtió en una anécdota digna de ser contada.
42
Pasajero fuera de serie
Peculiar conexión Por Xavier Alvarado
Hace tiempo existió un hombre muy peculiar, a simple vista parecía solo
un sujeto más, vivía de modo muy sencillo, no tenía ataduras, su única labor era la de maquinista. Le iba bien pero no le importaba el dinero, tenía la oportunidad de conocer muchas personas que en su mayoria eran gente humilde Que iban trasladándose de ciudad en ciudad, buscando una mejor vida, así que él les donaba una gran parte de su sueldo a las familias grandes y a las personas necesitadas. Esta gente se lo agradecía, pero al mismo tiempo le preguntaban si no lo necesitaba para vivir, el alegaba que no iba del tren a casa, que su casa era el tren y nada lo hacía más feliz que hacer viajes largos y disfrutar del trayecto además de fumar, fumar y fumar. Dormía en uno de los vagones y cuando le tocaba hacerlo de noche, entre tanto silencio podía escuchar lo que el tren le decía. Que tenían una conexión más allá de lo terrenal, que habían nacido para permanecer juntos. —Estás loco —le decían sus colegas de trabajo. El hombre había pasado prácticamente toda su vida en el tren, y era muy probable que efectivamente estuviera loco, era viejo y solitario pero su sentir era real. Un mal día, un pasajero del tren intento aprovecharse del hombre y fingió ser pobre pues sabía que él era muy bondadoso, pero el viejo no era ningún estúpido, lo había visto anteriormente y sabia que era un mentiroso, así que se negó, únicamente le dio su chaqueta y le dijo:
Dichos por los susodichos
43
—Seguro te quedará muy bien, tienes cuerpo de limosnero. Esto enfureció al pasajero, así que esperó a que el tren estuviera vacío y cayera la noche para entrar a hurtadillas al vagón donde dormía el maquinista y le disparó en la cabeza. Ni siquiera pudo pensar, le robó todo lo que pudo encontrar y luego huyó. Al día siguiente encontraron al viejo y lo enterraron al lado de donde estaba parado el tren, llamaron a otro conductor pues era urgente el próximo viaje, pero el triste tren nunca volvió a funcionar, como si su motor hubiera sido agujereado. Se quedó ahí, parado para siempre sin abandonar nunca a su viejo, y el viejo nunca a su amigo el tren.
44
Peculiar conexión
Pórtate bien Por Elizabeth Navarro
Me acuerdo de que nunca nadie me habló de lo que significaba un em-
barazo a temprana edad, ni tampoco me hablaron de sexo; prácticamente mi educación sexual estuvo basada en un “pórtate bien” cada vez que salía a algún lado, ya saben, una frase que forma parte de la cultura mexicana. Así fue como tuve mi primera hija a los dieciocho, -¿estaba feliz?- La verdad es que no, no tenía ni idea de lo que significaba cuidar a alguien que era mil veces más frágil de lo que podía serlo yo, estuvo gacho y el imbécil a cargo de la otra mitad de la chamba ni se apareció, prácticamente estaba sola. Las actitudes que tomé ante mi situación me hicieron darme cuenta de que estaba repitiendo constantemente un odio irracional hacia las infancias, y redundantemente yo siempre odié a quienes hacían eso. Lo primero que pasó fue asimilarlo, ¿qué pedo? ¿Embarazada tan joven? Igual creo que a ninguna edad se está lista y menos estando sola, pero sí me pasé. Y la culpa de tener un papá que sí o sí me hizo parir a una hija que no quería. Estaba todo mal, así que me aferré a acostumbrarme y querer a lo único que me quedaba, mi hija. Tampoco se trata de romantizarlo, vaya, está muy cabrón que te obliguen a tener a tener un hijo que simplemente no quieres y ya. Me sentí como una incubadora.
Dichos por los susodichos
45
Cuando mi hija me pregunte pues claro que le voy a decir que estuvo canijo, y tal vez me sirva para no cometer los errores que hicieron conmigo. Equis, el punto es que por favor no obliguen a sus hijas a parir hijos si no los quieren, los errores ocurren, la gente se descuida, los condones se rompen. Y como a mí me decían ‘’al mal paso, darle prisa’’ que después de un buen tiempo para mí terminó convirtiéndose en ‘’al mal paso darle Gerber’’. Neta.
46
Pórtate bien
Relájate Por Itzel Castellanos
Lalo se encontraba solo en casa, su madre había salido esa tarde y no regre-
saría hasta el día siguiente, estaba muy estresado por un proyecto de la escuela y sentía que ya no tenía cabeza para resolverlo, así que decidió darse un descanso y marcarle a uno de sus amigos para pedir ayuda. — Isaías ayúdame por favor, no se me ocurre nada y el maestro no deja de regresar mi trabajo. — Ay, Lalo, parece que te estás cortando la yugular con galletas marías — ¿No te has dado cuenta que nadie le entiende? — lo que deberías hacer es darte un descanso, aprovechar que no está tu madre y hacerte un té con lo que te di el otro día. — ¿Un té de mota?, tú debes estar loco, ¿cómo crees? Mi mamá me mata o peor aún, es capaz de anexarme, además ni si quiera lo sé hacer. — Lalo, ¡ya cálmate!, de verdad necesitas el té, seguro sigues pensando en la tarea, Spoiler Alert, ¡te lo va a regresar!, además tu mamá regresa hasta mañana, no lo sabrá y si tienes problemas yo te puedo ir guiando. Isaías comenzó a decirle todo lo que necesitaba, Lalo siguió todos los pasos hasta que finalmente consiguió el té, continuaron hablando por un rato más, solo había risas y diversión hasta que la puerta de la casa de Lalo comenzó a sonar.
Dichos por los susodichos
47
— Lalo creo que ya te cayó la chota. — Sabía que era una mala idea, al rato te marco. — Si es que no te anexan. Rápidamente Lalo tiró el té que quedaba en su taza, su mamá entró, lo saludó y se dirigió a la cocina, en ese momento Lalo recordó que aún había dejado un poco de té en la tetera por lo que comenzó a ponerse nervioso, su mamá lo notó, pero por lo cansada que estaba no le prestó atención, así que decidió ir a dormir, Lalo aprovechó para limpiar el resto de la cocina y finalmente subió a su cuarto, ya relajado las ideas comenzaron a fluir y pudo continuar con su tarea.
48
Relájate
Siempre hay alguien para ti Por Miranda Brenda
En el pueblo de La Piedad Michoacán, vivía una gran familia de artesa-
nos muy conocidos en el lugar, ellos se dedicaban a vender contenedores de fruto seco, mismo que sólo puede ser consumido cuando está inmaduro, estos contenedores son generalmente utilizados como recipientes para transportar líquidos como agua, pulque, aguamiel, entre otros, o para almacenar semillas y plantas, estos contenedores eran conocidos como Guajes. Al ser producto de un fruto seco, entre los guajes había una gran variedad de distintas formas y tamaños, esto complicaba que se les pudiera encontrar un tapón que les quedara a la medida. Encontrar el tapón correcto parecía ser solo un problema de los guajes, pero no, con el tiempo fueron comparando esta situación con la vida amorosa de muchas personas en el pueblo de La Piedad, ya que muchos al no ser tan agraciados físicamente se les dificultaba encontrar pareja. Esta es la historia de María, hija los famosos artesanos del pueblo, María era la hija de enmedio y la menos agraciada de sus seis hermanos, sus hermanos mayores ya estaban casados y con hijos mientras que los menores ya estaban por casarse, su familia estaba preocupaba por la situación, pues en aquel entonces era muy mal visto no casarse antes de los 20.
Dichos por los susodichos
49
El pueblo no dejaba de hacer comentarios mal intencionados y llenos de burla para María, diciéndoles que era tan poco agraciada que se quedaría soltera para toda vida, que jamás encontraría alguien que la quisiera así, obviamente esto la hacía sentir mal, así que, sus padres cansados de la situación la mandaron a estudiar a otro estado. Tiempo después, María fue a visitar a sus padres, pero esta vez no iba sola, iba acompañada de su pareja, no era el más guapo pero se veían muy bien juntos, al percatarse de esto la gente del pueblo quedó sorprendida pues no esperaban que esto podría pasar, no dejaban de decir y afirmar que, está bueno el tapón pal guaje.
50
Siempre hay alguien para ti
Una mañana Por Diana Saavedra
Suena la alarma, son las seis y media de la mañana, diez minutos perfectos para alistarse antes de mi clase mientras busco mi celular me voy despejando y luchando por no volver a quedarme dormido, es una semana pesada, se acercan finales y los profes se vuelan como voladores de Papantla con las tareas y proyectos por ende no he dormido mucho; aun en pijama me acerco al escritorio y prendo la computadora para conectarme en Zoom y entrar a clase, esta es la rutina de siempre, ya no veo un fin. Empieza la clase y entre sueños lucho por seguir tomando notas, la mayoría de las veces lo que más me mantiene despierto es la ansiedad de que al profesor se le ocurra pedirme participación, no es que no sepa pero siempre me ganan los nervios y termino sin saber que acabo de decir sin poder unir mis ideas, las clases en línea imponen mucho. A punto de quedarme dormido a lo lejos escucho una voz, parece de alguna niña y pegó el susto, ¿ya estarán participando?, rápidamente veo la llamada y me doy cuenta que no es así, una chava activó su micrófono sin querer. — No amiga, no te veré hoy, estoy muerta en tareas y el profesor dice que le echemos ganas pero nos deja trabajo como si enseñara, ¡está loco!
Dichos por los susodichos
51
Toda la clase comienza a mandarle mensajes para poder hacerle saber que el profesor ha escuchado todo y que apague su micrófono pero estos llegan sin éxito, sorprendentemente se abre otro micrófono con carcajadas, es el profesor, silencia a la chava y dice: — Mariana, tenías tu micrófono prendido, ¿y qué crees?, ¡SÍ ESTOY LOCO! La situación ha dejado al grupo petrificado, no solo por el descuido de la chava si no también por la buena actitud que tomó el profesor, desde ahora ya no solo me mantendré despierto por no saber participar si no por el miedo de activar mi micrófono, no le desearía esa pena a nadie.
52
Una mañana
Una tlacuacha hecha papilla Por Armando Guerrero
Como cada fin de semana, la tlacuacha de la cola torcida se encontraba
entre sábanas y cobijas, las cuales cubrían sus orejas peludas de la música proveniente del tronco de las ranas teporochas, ranas conocidas por hacer pedas ruidosas. La tlacuacha estaba hasta la coronilla de no poder echarse una pestañita después de una larga semana de atender su changarro de garnachas. Situación que había aquejado repetidas veces a las autoridades, pero nunca hacían nada. Ni siquiera dialogar con ellas servía, pues la música era tan alta que jamás escuchaban lo que tenía que decir a las ranas. Pero esta noche todo eso cambiaría. Por semanas se rifó un traje en forma de ave lunar, ave que era conocida por ser depredadora de las ranas teporochas. Sin más, se dispuso a ponerse el disfraz casero, pero que aun así era bastante convincente. Ya amarrada a un árbol saltó balanceándose por encima de aquel tronco mientras trataba de imitar al ave. Cosa que en cuestión de un instante una rana notó la reconocible sombra de aquella ave y sin dudarlo alertó al resto. —¡Ya nos cayó la voladora, huyan! La tlacuacha reía para sus adentros, pues la escena era graciosa; las ranas salieron disparadas del único agujero de ese tronco, haciendo que todas cayeran por todos lados y huyendo hechas cagada.
Dichos por los susodichos
53
Y así, después de aquel magnífico plan pudo disfrutar sus fines de semana de descanso que tanto anhelaba, ya que las ranas jamás volvieron a hacer una peda.
54
Una tlacuacha hecha papilla
Un día complicado Por Querén Amador
“Nada me puede salir peor”. Estas palabras es mejor no repetirlas, y
Samuel se dio cuenta un poco tarde. El lunes empezó 40 minutos después de lo esperado, su alarma no sonó, lo que lo llevó a tener una serie de eventos desafortunados. Tuvo que saltarse el desayuno para salir corriendo porque el camión tenía la mala costumbre de no esperarlo ni un segundo más. Lamentablemente ni rompiendo su récord de velocidad logró alcanzarlo. Una viejita, sorprendida por su empeño de llegar a su destino, le dijo. —Se nota tu esfuerzo, no pasa nada si no vas un día. —Gracias señora, pero tengo que ir, si no ¿cómo seré el futuro de México? —Hace mucho tiempo no veía a nadie tan responsable, corre te pago el taxi… Samuel agradeció y tomó un taxi rosado con talco. Ya más calmado e intentando ver el lado positivo dijo —Nada me puede salir peor—. Para su sorpresa, el taxi salió volando por un tope que poncho la llanta. Samuel nada sorprendido por su mala suerte del día, decidió mejor caminar a su destino. El taxista sorprendido le dijo. —La neta, yo que tú mejor ya no iba a la escuela. —Debo ir, es mi única chamba.
Dichos por los susodichos
55
Corriendo, sudando y sin desayunar llegó una hora tarde a sus clases donde se encontró con su mejor amigo. Alarmado por su aspecto, le preguntó que le había pasado. —Tuve una mañana pésima, pero tenía que llegar a clases. —Te ves bien mal, pero ¿sabes cuál es mi lema? Al mal rato, buen trago. ¿Jalas por chupe o qué? —Pero ¡si apenas son las ocho de la mañana! Bueno, ante tanta insistencia y poca la resistencia… me has convencido.
56
Una mañana
Dichos por los susodichos
Este opusculo terminó de editarse en noviembre de 2021 por la editorial Lune, CDMX, México. Las familias tipográficas utilidas son Brand y Basrkerville y un tamaño de formato 4A.
ruz ... Wendy Santos ... Xa Valery C vier Alv . . . z arad lde a V o ... Sofía Valdez ía f . . . Bre o . r . S . V o a lery C n ... d r a r uz m do ... W a A m n end eré nA u y San s Q . . . tos ... X .... o r a e vie et arr ..Wendy C z Santo la u s ... Xavie ao ry Cr e l r Alvarado... a V .P . . . z e Vald . Sofía . . r do ... Dia ma ndo Guerrero ... Be AG ... César Olguín a m r A s ... r Reye a l ue e i enda ... da Br . An n . a r . . . . i a l l M i c n a o ero M ro zan elas ... Luc n iana Sa ete u r r r p .. D a . aO n uí Olg r a s ... Bel AG ... Cé
el Castellanos arro ... Itz ... Ivan Aldana ... Jacqueline th Nav V e l ard Elizabe l Castellanos ... I e .. ra ... o ... Itze van A l . d a n a J . ved . . Navarr J o a cquelin han Saa lizabeth eV e ana dra ... E H l a ino r d . Di ave e .. j ín .. Sa . Jo gu na a h i Ol an .D H ín .. lgu
A
ellanos ... Ivan Cast Aldana ... Jac que l i n e Ve ... Aniela l R e y e s ... A rm
, rero ... Paola Carret Fierro ... Nigthe Guerde ero . es una Ncompilación narrativas que icole . Navarro ... ... Elizabeth a dratorno giran en unaItzeserie de e l v a circunstancias lúdicas, mismas que para florecer y salir a la aluz, zano tenido que ampuhan n C reconocer necesariamente el panorama lingüístico o retórico del cual han surgido; al mismo tiempo hubo que deshojar frases y dichos recurrentes utilizados comúnmente para modificar el uso normal y lógico de la palabra, con el fin de lograr persuadir y embellecer estilísticamente expresiones diversas que forman parte de nuestra cotidianidad enfadosa. .
oG and uerrero
.. . W en d y Santos ...
an Hinojosa ... Julieta Ornelas ... Luc e r o . Joh Ma rde .. nc Vela i l l a ne ... M eli qu ira ofía Valdez ... V a S l . e . . r y ac nd Cru ador z ... J n Am na ueré lda .Q
ilé Av a d
nA
iela Reyes ... Armando Guerrero .. An . ... B o el A zan u m r p a A n . d . . o G uerrero ... Bel G yes am e C R a G a n l A . ie ... C ... C n és ... l A i . v . A o. ésa ésa da uzan rO r n p e r am C .. . B na do ....A s a r é l i lva Castellanos ... Iv Av rro ... Itzel a a v r A enda a N h t Elizabe . . . a r d e a v a Br S na
Xa
an Hinojo s a . .. Ju oh .. J liet e. ard
én A
EN TRÁMITE
ro rre e Gu e h t
l ao ... P
renda ... N icole iranda B Fi la ... M e r r o ancil ... N cero M ih ... Lu ncilla ... Miran las ro Ma d e a c rne Bre . Lu nd aO las .. a liet ... N Orne lieta . Ju ic o a .. . Ju le F os a .. ... Nigthe Gue ie a jos r erro r r C r o. ero e Fi arr ino .. N ... icol e P t a e i ... N gt ola ro he da ... C Q G ren ue ue end aB ré o ... Br a Avilé r s r . e . rad . . ro A n lva aC .. ... Q rA am vie
Alfonso Escalona