Guía de la Mentora y el Mentor by Bricelda Contreras

GuĂa de la mentora y el mentor

Autora Miriam Winroth Mondragón Edición Alexis Mondragón Sánchez Adaptación y edición de contenidos Lucila Funes Diseño gráfico y diagramación Bricelda Contreras Asociación para una Sociedad más Justa, ASJ Teléfono: (00-504) 22352291 www.asjhonduras.com info@asjhonduras.com La Guía de la mentora y el mentor aplica la equidad de género en los contenidos y un lenguaje inclusivo en la narración, velando por la claridad de las ideas y su fácil lectura.

La Asociación para una Sociedad más Justa es una organización hondureña de sociedad civil creada en 1998, con la misión de trabajar para una sociedad donde prevalezca la justicia, enfocándose en lograr que el sistema gubernamental funcione y sea justo, especialmente para los más vulnerables.

Visión Ser cristianos valientes que contribuyen a que el sistema gubernamental funcione y sea justo para los más vulnerables de nuestra sociedad.

Misión Somos una organización cristiana que promueve la justicia y la paz al incidir para la transformación del sistema estatal y el empoderamiento de la ciudadanía para lograr una sociedad más justa.

Programa Clubes Juveniles en Acción El programa inició en 2009 como respuesta a la creciente violencia en las comunidades meta, donde las niñas, los niños y adolescentes en riesgo social están expuestos a factores de riesgo como el consumo de alcohol y drogas en su entorno, violencia intrafamiliar, patrones inadecuados de crianza, padres y madres ausentes, problemas escolares, abuso sexual infantil, reclutamiento para actividades ilícitas y un entorno socioeconómico precario. La metodología de Clubes Juveniles en Acción contempla varios factores protectores que funcionan como mecanismos de defensa o contrapeso a los efectos negativos que tienen los factores de riesgo identificados y priorizados por el programa.

Guía de la mentora y el mentor

Índice de contenidos

El Programa Clubes Juveniles en Acción y sus inicios

Objetivos, enfoque y grupos meta

Estructura del programa 13 El ciclo del Club juvenil en acción

Metodología de los Clubes Juveniles en Acción

Orientaciones para poner en funcionamiento los Clubes Juveniles en Acción

Aprendemos jugando y reflexionando

Promovemos la participación infantil

Los proyectos comunitarios de servicio y aprendizaje

Promoviendo un enfoque en derechos 42 Promovemos la equidad de género y nuevas masculinidades

Inclusión 47 Ponemos en práctica la disciplina positiva

Visitas domiciliarias 54 La protección infantil: la violencia es prevenible

Estrategias para la prevención de la violencia contra las niñas y los niños

Glosario 70 Bibliografía y recursos

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El Programa Clubes Juveniles en Acción y sus inicios El Programa Clubes Juveniles en Acción busca prevenir la violencia, al reducir la vulnerabilidad y desarrollar la capacidad de resiliencia entre niñas, niños y adolescentes que viven en comunidades marginales y violentas, que forman parte de los Clubes juveniles. Los Clubes juveniles en Acción ofrecen un espacio y un ambiente seguro para que las niñas y los niños crezcan a través del aprendizaje del servicio, el desarrollo de liderazgo y la enseñanza de valores como: la responsabilidad, la solidaridad y la construcción de paz. En los Clubes Juveniles en Acción las niñas y los niños en riesgo no son un problema a resolver sino actores importantes para transformar y mejorar sus comunidades. Con el afán de crear un contexto comunitario donde prevalezcan los cambios, el programa brinda a la niñez y a sus familias, atención psicológica, asesoría y acompañamiento legal. Para crear un entorno sano para la niñez miembro de los clubes se utiliza una versión contextualizada del programa psicoeducativo “Familias Fuertes - Amor y límites”. A los participantes, tanto padres como niños, se les enseña técnicas para mejorar la comunicación familiar, establecer límites y disciplinas a la niñez sin recurrir a la violencia, como definir horarios de estudio y resolver conflictos familiares. Para aplicar las herramientas se realiza una evaluación continua, a través de visitas domiciliarias de mentores y psicólogos. Por otro lado, el programa “Mujeres fuertes” opera con el objetivo de mejorar la autoestima entre las mujeres víctimas de violencia, motivarles el coraje para denunciar a sus victimarios y que puedan ser mujeres independientes. La metodología se desarrolla a través de terapia grupal, formación en derechos de la mujer y terapia ocupacional (arte o manualidades), que permite a las madres participantes romper el círculo de la violencia al denunciar al perpetrador, aunque este sea el proveedor económico.

Así comenzamos… En 2004, la ASJ puso en marcha el proyecto Gedeón (nombre que proviene de un juez bíblico justo). Gracias a la formación de voluntarios de las iglesias y a la contratación de una psicóloga y de un abogado se establecieron tres consultorios gratuitos de atención legal y psicológica, ubicados en tres colonias marginales de Tegucigalpa. Asimismo, se comenzó a promover la transformación comunitaria a través de diagnósticos participativos con los líderes comunitarios y la ejecución de proyectos comunitarios. En 2008 las tres comunidades presentaban altos factores de riesgo para incrementar sus indicadores de violencia; entre ellos: la presencia de maras y pandillas y de grupos ligados al crimen organizado, una alta incidencia del narcomenudeo, elevados índices de drogadicción y reclutamiento de niñas, niños y adolescente para realizar actividades ilícitas. Frente a esta situación, la ASJ contactó a la Fundación New Horizon de Rumania, para que capacitara al equipo Gedeón con la metodología Kaisen, la cual aborda temas como la ciudadanía activa, la empleabilidad, el emprendimiento social y el liderazgo.

Al transferir conocimientos y experiencias de los facilitadores de New Horizon a Gedeón, este comenzó a enfocarse en niñas, niños y adolescentes de 12 a 18 años y se formaron los Clubes Juveniles en Acción, con el objetivo de proveerles un marco de relaciones interpersonales positivas, oportunidades para el estudio, un entorno familiar y comunitario más saludable, oportunidades para desarrollar habilidades para la vida y posibilidades para acceder a la justicia.

2004

El Programa Gedeón inicia con asesoría legal y atención psicológica, a través de consultorios jurídicos y psicológicos en tres comunidades pobres de Tegucigalpa. Promueve la transformación comunitaria capacitando a líderes adultos.

Capacitación con la metodología Kaisen, de New Horizon, de Rumanía.

2009 2017

2008 2013

Desarrollo y validación de la metodología hondureña Clubes Juveniles en Acción, dirigida a preadolescentes y adolescentes en alto riesgo social, en cuatro colonias pobres y violentas. Enfoque de transformación comunitaria con las niñas y los niños como protagonistas.

Capacitación y acompañamiento a organizaciones de base, iglesias y a otras instituciones interesadas en implementar los Clubes Juveniles en Acción en sus áreas de inﬂuencia.

2018

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En 2013 se realizó una evaluación intermedia que dio resultados significativos de aprendizaje como los siguientes:

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Los niños y las niñas eran reclutados por las maras y el crimen organizado a más temprana edad que antes.

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Aunque toda la comunidad era pobre, existían ciertas áreas donde había mayor concentración de pobreza y violencia.

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Existía la necesidad de formación con un currículo contextualizado y adaptado a la realidad local.

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La atención legal y psicológica gratuita abierta a toda la comunidad impedía enfocarse en el grupo meta. El programa se concentraba en las familias más vulnerables de la comunidad.

El aprendizaje fue incorporado al programa y se realizaron cambios como:

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Reducción de la edad de los niños atendidos a un rango de entre 10 a 15 años.

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Identificación de los factores de vulnerabilidad y sobre esta base, selección de las niñas y los niños que serían parte de los clubes, priorizando en quienes viven en las áreas geográficas más pobres y violentas de estas comunidades.

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Creación de Clubes Juveniles en Acción en las zonas con mayor pobreza y violencia de las comunidades atendidas.

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Elaboración de un currículo propio de lecciones, adaptado a la realidad y al contexto socio-económico de las niñas y los niños beneficiarios.

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Atención psicológica y legal prioritaria para las niñas y los niños miembros de los clubes y sus familias.

El proceso hasta lograr un modelo validado El proceso de elaboración de metodologías y materiales del Programa Clubes Juveniles en Acción y su validación en los Clubes, entre 2013 y 2017, ha ayudado a realizar los ajustes necesarios. La metodología contextualizada y los materiales han experimentado varias modificaciones, con el afán de obtener un producto final óptimo. El programa Clubes Juveniles en Acción abarca los ejes: ciudadanía activa, formación de valores cristianos, prevención, construcción de resiliencia, equidad de género, nuevas masculinidades, participación infantil, protección infantil, emprendedurismo, liderazgo y la proyección comunitaria a través de los proyectos de servicio y aprendizaje. Ahora capacitamos y acompañamos a organizaciones de base, iglesias y a otras instituciones que quieran implementar los Clubes juveniles de Acción dentro de su área de influencia.

Objetivos, enfoque y grupos meta El objetivo central del Programa Clubes Juveniles en Acción es: Fomentar factores sociales de protección entre niñas, niños y adolescentes con alto perfil de vulnerabilidad, mediante su participación en los clubes. Se busca que desarrollen habilidades para la vida, capacidades de resiliencia, fomentar valores cristianos y un nuevo marco de relaciones interpersonales positivas que les posibilite convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. Para ello se realizan proyectos comunitarios de servicio y aprendizaje, planificados e implementados por las mismas niñas y niños, siendo la participación e inclusión infantil y la acción comunitaria pilares fundamentales en los clubes. Su desarrollo está previsto para un período de dos años. Varias investigaciones sociales consideran decisivas para el futuro de la niña y el niño las edades entre los 10 y 14 años1. Por eso es esencial iniciar una labor preventiva para evitar situaciones más graves en el futuro. La formación, las influencias positivas, animar comportamientos positivos y la posibilidad de que la niñez cuente con una persona adulta que le brinde calor, respeto y confianza son factores clave para evitar que asuma comportamientos destructivos, se vuelva adicto a las drogas y al alcohol, cometa actos ilícitos o que busque pertenecer a maras y pandillas.

Factores protectores Otro de los propósitos del Programa Clubes Juveniles en Acción es crear y fortalecer factores protectores en niñas y niños que viven en entornos altamente violentos, con la formación en valores, el apoyo psicológico, la asistencia legal y el fomento de incentivos para el estudio formal y vocacional. La metodología de los Clubes Juveniles en Acción contempla nueve factores protectores que funcionan como mecanismos de defensa o contrapeso a los efectos negativos que tienen los factores de riesgo identificados y priorizados por el programa. Los factores protectores son:

1. Las relaciones familiares sanas 2. La existencia de un adulto significativo en la vida de la niña o el niño 3. Poseer fortalezas de carácter y habilidades para una vida escolar exitosa 4. Las capacidades de socialización 5. Una autoestima saludable 6. La apropiación de derechos y equidad de género 7. El autocontrol 8. La apropiación de valores 9. La autoprotección ante los riesgos 1 Iowa State University of Science and Technology (2003) Evidence based “Strengthening Family program - for Parents and Youth 10-14. https://www.extension.iastate.edu/sfp10-14/research

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La diferencia entre jóvenes que se descarrían y los que no, descansa en gran medida en una relación estable, respetuosa y calurosa con una persona adulta de referencia durante la niñez. Este factor protector puede reducir muchos factores de riesgo, como el uso de armas, el alcohol, las drogas y la prostitución. La metodología plantea como centro de atención a la niña y el niño y se extiende a su familia, con la que trabaja para crear un entorno protector que promueva pautas de crianza positivas donde ella y él desarrollen su potencial, se sientan seguros y sean considerados sujetos de derechos. Además de este fortalecimiento individual y familiar se toma en cuenta las interacciones entre los mismos niñas y niños, identificando los vínculos positivos que se pueden fortalecer para un desarrollo social armonioso con sus pares.

Factores de riesgo Los factores de protección contrarrestan los riesgos que el programa ha detectado en su labor de campo y en estudios como el Análisis situacional de derechos de la niñez (2017) y Estudio de género (2017), ambos realizados en las comunidades meta. Con este fin se creó una herramienta que ofrece un panorama claro sobre los factores de riesgos que niñas y niños del Club tienen en común, para priorizar los temas del Currículo Impacto que correspondan a cada riesgo en particular. Estos son los ocho factores de riesgo considerados por el programa:

1. Patrones inadecuados de enseñanza y crianza 2. Problemas o dificultades en el área escolar 3. Violencia intrafamiliar 4. Consumo de alcohol y drogas en el entorno de la niña o el niño 5. Situación socio-económica precaria 6. Padres o madres ausentes 7. Abuso sexual 8. Influencia negativa de pares

“Nuestras comunidades serán fuertes si prevenimos la violencia y promovemos la construcción de la paz. Nuestras comunidades serán fuertes si protegemos la vida y la integridad de nuestros niños.”

Estructura del programa El Círculo de la Vida y el currículo Impacto Juvenil

so c on D i os

Respeto Servicio

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Mi Futuro

o mismo nmig co

Mi cu erp y mo en te

c co om Mi p n la rom cr ea iso ció n

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¿Qué es un compromiso?

Comprom is jimo y m o c pró ic o

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Pa c Hu ienc mil ia da d

Mi Prójimo

En el centro, y es comienzo de todo, está el Compromiso de Vida. Alrededor de este eje circulan tres compromisos esenciales para la vida: los compromisos “conmigo mismo”, “con el prójimo y mi comunidad”, y “con la creación”.

r om i

mi ad on unid m

El Círculo de la Vida contiene la filosofía y los valores a trabajar en los Clubes Impacto. El Círculo de la Vida también visualiza los compromisos que asume el participante del Club juvenil durante el programa.

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Perseverancia Coraje

Un compromiso es una decisión voluntaria de comprometerse consigo mismo, con los demás, con la comunidad, con el medio ambiente y con Dios. El currículo de los clubes juveniles tiene contenidos que son relevantes y necesarios para la vida y la convivencia, que dan respuestas a problemas sociales y contribuyen a formar, de manera especial, el modelo de ciudadana y ciudadano que demanda la sociedad. Es fundamental el Compromiso de Vida, el cual está en el centro del círculo. Los compromisos que se derivan de aquí son: Conmigo mismo En este compromiso, el participante asume la responsabilidad sobre sí mismo y sobre sus acciones y toma conciencia de su cuerpo y su mente. También entiende que su presente y su futuro dependen de sus decisiones y acciones. Con el prójimo y la comunidad El participante asume su responsabilidad de servicio al prójimo y a la comunidad. Se siente parte de ella, identifica y reconoce sus problemas y se compromete con el desarrollo de la misma. Asume compromiso con las demás personas y comprende el respeto a su vida y a sus derechos.

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Con la creación La niña y el niño desarrollan su conciencia medioambiental y la necesidad de cuidar de la creación para su propio bienestar y el de las demás personas. Aprende a ser una persona amigable, respetuosa y responsable con todo lo relacionado con el medio ambiente. Con Dios Como parte del círculo exterior, este compromiso engloba a todos lo demás y ayuda a asumir el Compromiso de Vida. Incluye la práctica de los valores cristianos, los cuales son enfatizados en cada módulo. Módulo 1 Módulo 2 Módulo 3 Módulo 4 Módulo 5 Módulo 6

Honestidad y responsabilidad Paciencia y humildad Respeto y servicio Justicia y solidaridad Gratitud y amistad Perseverancia y valentía

Los proyectos de servicio y aprendizaje La selección de los proyectos a realizar a lo largo del programa se hace a través de un diagnóstico comunitario participativo, una herramienta que los jóvenes aprenden en el Módulo 1. Los jóvenes, junto con su mentora o mentor, identifican las necesidades de la comunidad y sus pobladores. Los proyectos pueden variar de un club a otro. Sin embargo, se busca que durante los dos años los niños puedan formar parte de un proyecto de cada una de las siguientes temáticas:

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Diagnóstico comunitario participativo

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Construcción o iniciativas de misericordia (donación de ropa, entrega de una canasta básica, visita a un hogar de ancianos, etc.)

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Intercambio entre comunidades

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Prevención e incidencia social

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Medio ambiente

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Emprendedurismo

El currículo está diseñado para completarse en un período de dos años. Cuenta con 84 lecciones, 42 por año, en seis módulos de 14 lecciones cada uno. Esta herramienta intenta contribuir al crecimiento integral de las niñas y los niños, fundamentalmente en su desarrollo personal, social y espiritual.

Currículo Clubes Impacto Juvenil

Valores Paciencia Humildad

Valores Responsabilidad Honestidad

Módulo Mi cuerpo

Módulo

y mi mente

Mi Presente

Perfil de entrada

Año 1

3 Mi Projimo

Valores Respeto Servicio

Módulo

Mi Comunidad

Valores Justicia Solidaridad

Año 2

Valores Perseverancia Valentía Mi Futuro

Módulo

Valores Gratitud Amistad

Módulo Mi Medioambiente

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A continuación, se presenta el contenido de cada uno de los 6 módulos del currículo Clubes Juveniles en Acción. La planificación del proyecto de servicio y aprendizaje inicia a partir de la décimo primera lección, a excepción del primer módulo que introduce el tema a partir de la Lección 10. Módulo 1 Mi presente. Honestidad y responsabilidad 1. Atrévete a soñar 2. Autoestima 3. Mis talentos 4. Tú, yo, él, ella, nosotras, nosotros 5. Manejo de las emociones 6. Honestidad 7. Conozco y cuido mi cuerpo 8. Apreciar a nuestras madres y padres 9. Hábitos de higiene 10. Soy responsable Proyectos de servicio y aprendizaje (Lecciones 10-14) 11. El derecho a conocer nuestros derechos 12. El derecho a un nombre, a educación y a salud 13. El derecho a participar y a expresar nuestra opinión 14. Nuestros derechos y obligaciones Módulo 2 Mi mente y mi cuerpo. Paciencia y humildad 1. Valgo la pena 2. Ojo con el alcohol, los cigarrillos y las drogas 3. Mantengo la calma y no me desespero 4. Lo que hago frente al estrés 5. Buena alimentación 6. Mi plan de seguridad 7. Respeto y me doy a respetar 8. Hago frente a la presión de grupo 9. Manejo la frustración y la ira 10. Uso la tecnología Proyectos de servicio y aprendizaje (Lecciones 11-14) 11. Mujeres y hombres de verdad (1) * 12. Mujeres y hombres de verdad (2) 13. Mujeres y hombres de verdad (3) 14. Mujeres y hombres de verdad (4)

* “Mujeres y hombres de verdad” se refiere a seres humanos que trabajan activamente por la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, y para erradicar la violencia contra la niñez, la adolescencia, la juventud, los adultos mayores y la población por su diversidad sexual o cultural.

Módulo 3 Mi prójimo. Respeto y servicio 1. Solidaridad 2. El valor de las buenas amistades 3. El bullying 4. Servir a las demás personas 5. Mi cuerpo está cambiando 6. Primero debo perdonar 7. Comunicarnos 8. Sé compartir 9. ¡Yo lo pienso bien, cuido mi futuro! (1) 10. ¡Yo lo pienso bien, cuido mi futuro! (2) Proyectos de servicio y aprendizaje (Lecciones 11-14) 11. Mi derecho a la seguridad 12. Seguridad e inseguridad 13. Aprendo a reconocer el abuso a niñas y niños 14. Mantenemos nuestra sguridad y la de otras personas Módulo 4 Mi comunidad. Justicia y solidaridad 1. oy un país cinco estrellas 2. Recursos de mi comunidad 3. Justicia 4. Ayudar a otras personas 5. La importancia de la educación 6. Mis metas y mis sueños 7. Desintegración familiar y paternidad responsable 8. Digamos sí a la paz 9. Reglas en mi hogar 10. ITS, HIV/Sida Proyectos de servicio y aprendizaje (Lecciones 11-14) 11. Participación infantil (1) 12. Participación infantil (2) 13. Participación infantil (3) 14. Participación infantil (4)

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Módulo 5 Mi medio ambiente. Gratitud y amistad 1. Respeto al medioambiente 2. Seamos humildes 3. No a la basura 4. Hábitos de ejercicio, pasatiempos y recreación 5. Luz en mi hogar 6. El regalo de la gratitud 7. Prevención de un embarazo precoz 8. El manejo de emociones y violencia doméstica 9. Noviazgo sano 10. Prevención de un embarazo precoz Proyectos de servicio y aprendizaje (Lecciones 11-14) 11. No quiero poner en riesgo mi futuro 12. Relaciones saludables 13. Recordamos nuestros derechos 14. Participamos dando nuestra opinión Módulo 6 Mi futuro. Perseverancia y valentía 1. Mi vocación 2. Yo quiero tener un trabajo (1) 3. Yo quiero tener un trabajo (2) 4. Mis relaciones personales 5. Hacia dónde camino hoy 6. La educación y mi futuro 7. Valentía y perseverancia 8. Migración y trata de personas 9. Mi plan de seguridad 10. Mi proyecto de vida Proyectos de servicio y aprendizaje

(Lecciones 11-14)

11. Cómo mejoro mis relaciones personales 12. Estereotipos de género 13. Soy una buena compañera y un buen compañero 14. Evito que mis sueños salgan de curso

Contrato de valores El Contrato de valores lo elaboran los participantes en conjunto durante la primera sesión, con el apoyo de la mentora o el mentor, pero sin imponer, sólo para orientar. Son las niñas y los niños quienes proponen las normas que van a adoptar durante todo el proceso y que deben respetar. Es posible que algunos valores importantes no sean tomados en cuenta, allí es donde puedes ayudar a orientarlos, en todo caso no está firmado sobre piedra y pueden adoptarse nuevas reglas durante el proceso. El contrato es firmado por cada miembro del Club y por su mentora o mentor, comprometiéndose a cumplirlo a lo largo de los dos años de formación. Esto también te ayudará para hacer cumplir las reglas de comportamiento. Una regla es un acuerdo de compromiso que siguen los participantes para estar seguros y en armonía. El Contrato de valores es una declaración de compromiso para:

1. Cumplirlo. 2. Tratar de ser un buen ejemplo para los demás, dentro y fuera del club.

3. Participar y aportar ideas y creatividad en las actividades del club.

4. Respetarse mutuamente. 5. Ser puntual con el horario de las reuniones del club y las reuniones de trabajo.

Cada participante y mentores deben firmar el Contrato de Valores

Para estimular el buen comportamiento de los niños y niñas consideramos importante utilizar “los privilegios” en vez de “sanciones” como un incentivo a los niños que ayuden en su cumplimiento de las normas, por ejemplo, felicitarles, darle más tiempo de juego, darles responsabilidades dentro del club por su buen comportamiento, hacer un paseo al final del módulo, etc. Todo según los recursos y la creatividad que tenga el socio. Preguntas generadoras para elaborar el Contrato de valores: • ¿Qué reglas queremos tener en nuestro club?

Algunos ejemplos de normas son: respetar a los demás, no burlarse de las demás personas, no criticar a los demás, escuchar atentamente los que dice cada compañero, esperar su turno para hablar, etc.

• ¿Cuáles son los privilegios que debemos aplicar cuando se cumplan las reglas establecidas en el contrato?

Debes colocar el Contrato de valores en un lugar visible, para que siempre recuerden el compromiso que cada quien hizo.

• ¿Están todos de acuerdo con estas reglas que han propuesto o quieren quitar o agregar alguna que consideren más importante? • Si todas y todos estamos de acuerdo, procedamos a firmarlo individualmente.

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El ciclo del Club juvenil en acción Ya sea que lo expresen con claridad a las demás personas o que solamente lo piensen, algunas de las preguntas que se hacen los miembros de un club juvenil, a nivel individual y grupal, son:

Preguntas a nivel individual ¿Cómo encajo?

¿Cúal es mi papel?

¿Qué esperan de mi?

¿Cómo puedo ejecutar mi papeli?

¿Porqué estamos?

¿Podemos acordar funcionar como equipoi?

¿Quién hace que? ¿Por que luchamos?

¿Podemos realizar el trabajoi?

Preguntas a nivel grupal Al respecto, el psicólogo Bruce Tuckman2 investigó la dinámica en que operan los grupos y concluyó que todos pasan por diferentes fases en su formación y desarrollo. Las cinco fases principales del desarrollo grupal que definió Tuckman también aplican a los Clubes Juveniles en Acción y son las siguientes:

Efectividad

Desempeño

Formación Normalización

Conflicto

Disolución del club o integración de nuevos miembros

Desempeño

2 Tuckman, Bruce W (1965). “Developmental sequence in small groups”. Psychological Bulletin. 63 (6): 384– 399. doi:10.1037/h0022100. PMID 14314073.

Fase

Formación

Conflicto

a como El grupo actú ad sobre no hay clarid individuos y roles del club y los el propósito os. La br m ie de sus m individuales era. lid r to en m mentora o el

Surgen conﬂic tos cuando los m ie m bros establecen su lugar en el cl ub. La mentora o el mentor ac túa como guía.

Fase

Normalización

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Hay consenso y acuerdo en el club. Hay claridad de los roles individual es. La mentora o el mentor actúa como facilitad or.

y a visión tiene un erar El grupo artida. Puede op nes p m solucio ia co l estrateg nte y dar ie d n e p ntora o e e ind s. La me a m y de forma s le b te a los pro articipan o. positivas compaña a los p zg a de lidera r s to e men unidad rt o p o e promuev

Fase

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Guía de la mentora y el mentor

FASE 1: FORMACIÓN Las jóvenes y los jóvenes: En esta fase el grupo está formándose. Empiezan a conocerse superficialmente entre sí y algunos tratan de destacar, mientas otros sienten pena. Buscan orientación de la mentora o mentor. La mentora o el mentor: Debe motivar a los participantes a través de dinámicas y juegos y asegurarse de involucrar, y conocer por su nombre a cada joven. Esta fase requiere que la mentora o el mentor lidere al grupo. También facilita la elaboración del Contrato de valores, ayudando a establecer reglas para el comportamiento de cada participante y del grupo y para resolver conflictos entre los miembros. ¿Cuántos participantes debe tener un club juvenil? El número ideal oscila entre 15 y 20. Si el club es muy grande, la mentora o el mentor debe pensar en la conveniencia de dividirlo. Si es demasiado pequeño, el grupo debe participar en el reclutamiento de nuevos miembros. FASE 2: CONFLICTO Las jóvenes y los jóvenes: Forma parte del crecimiento y desarrollo del grupo. En esta fase los participantes luchan entre sí para adquirir posiciones, mientras tratan de establecer por si mismos relaciones con otros miembros del club y con la mentora o mentor. El conflicto puede darse por diferencias personales, problemas de comunicación o ambigüedad en relación a las reglas del Contrato de valores, por eso se señaló que este debe ser flexible y adecuarse al proceso, sin romper los límites de la ética y el bienestar de cada uno y de todos. La mentora o el mentor: En esta fase actúa como mediadora o mediador y monitorea continuamente la situación en el club. Como herramienta, cuenta con el Contrato de valores, el cual debe colocarse en un lugar visible para recordar su contenido al grupo. Si el grupo está de acuerdo, se puede hacer cambios al contrato. Esta fase requiere que actué como guía (coach). Los pasos para encontrar una solución cuando se dé un conflicto son: 1. Reconocer el conflicto 2. Poner todos los puntos de vista sobre la mesa 3. Identificar los diferentes intereses del grupo en el conflicto 4. Buscar soluciones 5. Facilitar el proceso de adopción de las soluciones propuestas mediante un acuerdo de los participantes del Club

FASE 3: NORMALIZACIÓN Las jóvenes y los jóvenes: En esta fase los conflictos se reducen y se consideran un grupo. Es cuando se internalizan realmente los valores y las normas establecidos en el Contrato de valores, es decir, cada quien dimensiona su significado, a través de la práctica de los mismos. El club se transforma de una suma de individuos en un equipo con capacidades para tomar iniciativas y ser responsables por las actividades del club. La mentora o el mentor: Se le respeta y comparte el liderazgo con el grupo. Brinda el espacio necesario para que los participantes dirijan el grupo y aumenten sus responsabilidades, especialmente en los proyectos de servicio y aprendizaje. Facilita. FASE 4: DESEMPEÑO Las jóvenes y los jóvenes: El grupo ha desarrollado valores morales y sociales, y los pone en práctica. Los miembros del club trabajan con un buen rendimiento y con pocos conflictos en sus proyectos de servicio y aprendizaje. Están preparados para tomar decisiones sin la participación de la mentora o el mentor. Hay desacuerdos, pero son resueltos positivamente dentro del club y los cambios necesarios los realizan ellos mismos. Los miembros desean un cambio en sus comunidades y desarrollan sus habilidades para realizarlo. La mentora o el mentor: Su papel como tal disminuye notablemente. Acompaña a los participantes y promueve oportunidades de liderazgo. FASE 5: DISOLUCIÓN DEL CLUB O INTEGRACIÓN DE NUEVOS MIEMBROS Cuando entran nuevos miembros y salen los antiguos Es normal que nuevas personas entren al club o que antiguos miembros salgan. Esta fase es normal pero difícil, porque al ingresar nuevas personas en el club el grupo tiene que reorientarse y su ciclo de vida empieza de nuevo. Por eso es importante que las salidas sean agradables y celebradas (por ejemplo, a través de la entrega de un diploma). La mentora o el mentor debe proveer oportunidades de liderazgo a los miembros antiguos para que lo asistan.

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Metodología de los Clubes Juveniles en Acción El programa está diseñado para ser desarrollado durante dos años. En este período la mentora o el mentor se reúne con los participantes una vez por semana, en un día que sea conveniente para todos. Para cada sesión está previsto un plan de trabajo de aproximadamente dos horas de duración, que incluye deportes y dinámicas. Si es posible, se toma una merienda antes de las dinámicas y de los deportes finales. La sesión sigue el orden siguiente:

»»

Oración inicial (5 min)

»»

Dinámica rompe hielo (15 min)

»»

¿Qué sabemos del tema? (5 min)

»»

La historia (15 min)

»»

Desarrollo del tema (20 min)

»»

Dinámica de reflexión (20 min)

»»

El cambio comienza conmigo (10 min)

»»

Deportes y juegos dirigidos (30 min)

El desarrollo de cada reunión es descrito detalladamente en las lecciones de cada módulo. A partir de la décimo primera lección comienza el proceso de identificar el problema, planificar, ejecutar y evaluar el proyecto de servicio y aprendizaje. Cada lección tiene la estructura que se presenta en la siguiente figura.

LA LECCIÓN PASO A PASO

Nombre de la lección Respo

nsab ilidad Hace referencia al contenido de la lección

La Cita

Lección 1

Tiene un mensaje signiﬁcativo acorde al tema de la lección

¿Qué aprenderemos?

Tengo un su eño, un solo sueño, seguir soña ndo. Soñar con la libertad, so ñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.

Atrevete a Soñar

Martín Luthe r King

¿Qué aprend erem

os?

Presenta los objetivos de aprendizajestidad de la lección Hone

¿Cómo lo haremos? ¿Qué necesitamos? Presenta el contenido de la lección y los materiales necesarios

La importancia de tener sueños y luchar respons ablemente par a lograrlos Có

Rosa Park ben eﬁció a la pob lación negra de Estados Unidos Que un niño/a puede aspirar a cualquier profesi ón u ocupación, aunque vayan en contra de los roles tradicionales de género ya esta blecidos

¿Cómo lo ha remos? 5 minutos

5 minutos 15 minutos 15 minutos

¿Qué necesit arem

os?

Hojas de papel para elaborar tarjetas Canicas/mables Marcadores Lápices

Oración Inicial

20 minutos

15 minutos 20 minutos 30 minutos

Dinámica rom pe hielo ¿Qué sabemos del

tema?

Historia Desarrollo del tema Dinámica de reﬂ exión

El cambio com ienza conmigo Deportes y jue gos dirigidos

Piedras del luga r

Honestidad

Mi presente . y responsa bilidad

Guía de la mentora y el mentor

Orac ió

Empe n inicial zamo s la re (5 min) unión con u na ora ción

Oración Inicial

Recomendamos iniciar la reunión del club juvenil con una oración. Inspirados por el ejemplo o según la creatividad de los niñas y niños

Dinám ica

rom Bingo pe hie “conó lo (20 zcans e” min) con le

tra gr and pegad os a la e, solo su prime pared r nom ). bre y colóca los en una p arte

Dinámica rompe hielo

Ejemp lo “Conóz del cartón para el canse” juego de

algo mos enda r p ¡A (5 o! ma? nuev del te mos 10 M ódulo

ión, reun

bingo

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¿Qué sabemos del tema? Este punto es una introducción al tema de la lección a través de una reﬂexión y una dinámica grupal.

el gru po (p or eje mplo,

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Permite que cada participante se exprese y reciba atención de sus compañeras y compañeros, para conocerse mejor. EL juego crea una atmósfera de armonía y unidad en el grupo y la idea es que todos participen.

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Después, los siguientes pasos:

La historia Es seleccionada para ejemplificar y reforzar el tema de la lección; se trata de biografías de personas destacadas, cuentos, hechos históricos, etc. Recomendación: Lee la historia con mucho entusiasmo o cuéntala con tus propias palabras. Cuando sea posible, dramatízala vistiéndote con ropa que sugiera identidad con el personaje que protagoniza la historia. No se trata de que te compliques con prendas ni recursos costosos, simplemente de que desarrolles tu ingenio.

Desarrollo del tema Este guía a la mentora o el mentor sobre cómo profundizar en el tema. Recomendación: Estudia el tema con anticipación para compartirlo de forma dinámica y fluida. Empápate del tema sin perder de vista los objetivos del módulo y de cada lección y tomando en cuenta el tiempo que tienes disponible para hacerlo.

“La Biblia nos motiva a…” Momento en que se comparte una enseñanza de valores cristianos. Recomendación: Como en varios de los casos se trata de parábolas de La Biblia, se recomienda -al igual que con la historia- leerla o contarla con mucho entusiasmo o con tus propias palabras y cuando sea posible, dramatízala vistiéndote con ropa que sugiera identidad con el personaje bíblico que protagoniza la historia. No se trata de que te compliques con prendas ni recursos costosos, simplemente de que desarrolles tu creatividad y talento.

Dinámica de reflexión Se refuerza lo que los participantes acaban de aprender. Son juegos que animan y mueven a las niñas y a los niños, pero que también los ayudan a pensar. Recomendación: para esta parte de la reunión generalmente debes prepararte con los materiales que se indican al comienzo de cada lección y seguir los procedimientos que se detallan dentro de la lección. Es importante que no improvises a última hora y que tengas preparado lo que se te sugiere. Se trata de cosas sencillas que no te invertirán mucho tiempo hacerlas pero que elevarán la calidad de tu mentoría y el respeto de los participantes. Algunas de esas cosas deberás prepararlas al menos un día antes (por ejemplo: un semáforo de cartón), en otros casos será necesario que llegues una media hora antes para hacerlo o visualizar dónde lo harás (por ejemplo: marcar un camino de tierra o un piso).

Guía de la mentora y el mentor

El cambio comienza conmigo Los participantes aplican los conocimientos adquiridos en la práctica, y algunas veces consiste en una tarea para realizar durante la semana. Recomendación: Varias de estas actividades también necesitarán que prepares materiales, o lleves algunos que se hicieron con anterioridad. Léelos bien para asegurarte de que no te quedarás en el aire cuando toque el turno de hacerlas.

Deportes y juegos dirigidos Se presenta dinámicas opcionales para que la mentora o el mentor tenga actividades creativas al final de la reunión del Club Juvenil en Acción. Las reglas del juego/deporte establecen límites contribuyendo a generar un ambiente de respeto y apto para el aprendizaje. Recomendación: invita a los participantes a que participen todas y todos. Esta actividad les ayudará a mejorar sus habilidades de comunicación y colaboración. En estas y otras actividades habrá niñas y niños que no quieran participar, motívalos poco a poco para que se integren más al grupo, sin forzarlos ni imponerles penitencias.

Orientaciones para poner en funcionamiento los Clubes Juveniles en Acción PASO 1:

Conozca el programa Clubes juveniles en acción

La ASJ socializa el programa a través de talleres vivenciales o de visitas de campo a un club juvenil, para organizaciones de base, iglesias u ONG interesadas en implementar clubes juveniles en su área de influencia.

PASO 2:

La ASJ y el socio se comprometen a trabajar juntos

La ASJ y el socio interesado en implementar el programa firman un convenio de colaboración, y así este tiene acceso a la capacitación, a los manuales y a los apoyos didácticos en la biblioteca virtual de recursos.

PASO 3:

La ASJ capacita a las mentoras y los mentores seleccionados

por el socio

“Recorro la colonia a pie y me fijo en los sectores más pobres, casas de cartón, sin agua, sin servicios higiénicos y con gran cantidad de niños, niñas y adolescentes. A estos niños invito que formen parte del club juvenil.” Mentor, Nueva Suyapa

La ASJ capacita a los mentores en talleres con una duración de 32 horas para que manejen la filosofía, la metodología y las herramientas de los Clubes Juveniles en Acción que se encuentra en el Guía de la mentora y el mentor y en los 6 módulos del programa.

PASO 4:

El socio identifica su área de intervención

El socio identifica el sector o la zona donde se quiere formar los clubes juveniles. Siempre se busca impactar en las niñas y los niños que vivan en los sectores más vulnerables y violentos de una comunidad. Sin embargo, no es necesario que el sector identificado posea estas características.

PASO 5:

El socio organiza sus clubes juveniles

Para la selección de niñas y niños para el club juvenil se desarrolla una entrevista verbal que la mentora o el mentor hace a los potenciales miembros. En ella mide los factores de riesgo que experimentan, para seleccionarlos según el criterio de mayor vulnerabilidad. Antes de aplicar la encuesta, visita sus casas y pide la autorización de los padres o tutores responsables. Para seleccionar un grupo de 15 a 20 niños debe entrevistar a un número mayor. Se recomienda que haga una selección paritaria, es decir, igual número de niñas y niños y que pueda integrar también a menores con alguna discapacidad, para lograr un criterio incluyente y de respeto a sus derechos. Luego procede a inscribirlos como miembros del club juvenil y solicita sus partidas de nacimiento. Es importante que informe a los padres o cuidadores, el día de la semana, la hora y el lugar de las reuniones Impacto.

Guía de la mentora y el mentor

PASO 6:

El socio implementa el programa

El Programa Clubes Juveniles en Acción promueve un aprendizaje participativo y constructivo. En los seis módulos del programa los participantes aprenden y ponen en práctica conceptos como ciudadanía activa, formación de valores cristianos, prevención, construcción de resiliencia, equidad de género, nuevas masculinidades, participación infantil, protección infantil, emprendedurismo, liderazgo y la proyección comunitaria a través de los proyectos de aprendizaje y servicio. El currículo está diseñado para completarse en un período de 2 años, contando con un total de 6 módulos de 14 lecciones cada uno, en total 84 lecciones. Los manuales también pueden utilizarse para la escuela dominical, escuela vacacional, campamentos o según el factor protector que el socio quiera fortalecer (por ejemplo, enfocarse en las lecciones que abordan la prevención de alcohol y drogas y la presión de grupo).

PASO 7:

La ASJ acompaña al socio en su labor con los clubes juveniles

Según el acuerdo entre la ASJ y el socio, el equipo facilitador acompaña a los mentores en el campo o capacita facilitadores del socio para que puedan realizar esta labor de acompañamiento y retroalimentación. El socio también puede usar los instrumentos de medición de impacto elaborados por la ASJ para verificar que su intervención haya sido efectiva.

Consejos para la mentora y el mentor Prepárate a tiempo Debes prepararte bien para cada reunión. Eso significa haber estudiado la lección que se va compartir. Debes tener listos los materiales indicados y limpio y arreglado el local donde se reúne el club. Crea un clima de confianza y un ambiente cómodo de aprendizaje. Al llegar los participantes, saluda a cada uno por su nombre. Las sillas deben colocarse en círculo (o semicírculo) para promover la comunicación horizontal en la reunión. Arreglar las sillas siempre de esta manera puede ser una de las reglas que sugieras para el Contrato de valores. Promueve la participación activa de las niñas y los niños Al comenzar las actividades, procura que todo el grupo esté participando activamente. Si hay alguien tímido, son muy útiles las actividades realizadas en parejas o en grupos pequeños. Involúcralos a todos en la toma de decisiones sobre la lección y los proyectos de servicio y aprendizaje.

Fuera del club también muestra interés y respeto por los intereses de las niñas y los niños. Sé claro y refuerza los valores de la lección Debes usar palabras simples y directas que las niñas y los niños entiendan. Habla con claridad y con un volumen de voz moderado, tratando de no gritar. Durante la lección, muévete suavemente de una actividad a otra. Para reforzar usa las ayudas visuales. Cuando opinen algo muy distinto a los valores de la lección, es importante no contradecir directamente lo que la niña o el niño dice, sino preguntar la opinión de otros y reforzar el porqué de la importancia de ese valor. Controla las distracciones, incluyendo a los participantes distractores La herramienta que usamos en los clubes juveniles para establecer las normas y reglas del Club Impacto se llama el “Contrato de valores”. En cada módulo se refuerza el Contrato de valores, que puede consistir en reglas como: respetar cuando otros hablan, pedir la palabra, decir “por favor” y “gracias”, llegar puntual, no usar celular en la reunión, etc. También recomendamos que utilices las prácticas de la “disciplina positiva” que se explican más adelante, en el capítulo 12. Usa humor cuando sea apropiado Muestra una actitud positiva y disfruta tu labor como mentora o mentor. Encara con buen humor las cosas, aunque parezcan difíciles. Evita ser grosero, mal hablado o vulgar.

Guía de la mentora y el mentor

Aprendemos jugando y reflexionando Jugar es importante para el desarrollo de las niñas y los niños. Mientras juegan, desarrollan destrezas comunicativas y aprenden a colaborar, a identificar cuándo ser líder o ser seguidor, y a resolver problemas. En los clubes juveniles se invita a las niñas y a los niños a participar en dinámicas rompe hielo, dinámicas de reflexión y en juegos y deportes dirigidos. Así los participantes mejoran sus habilidades de comunicación y colaboración. Las reglas del juego o deporte establecen límites que contribuyen a generar un ambiente de respeto y apto para el aprendizaje. Además, las dinámicas propician un ambiente de risas y compañerismo. En muchas colonias marginales no existen áreas verdes o de recreación, tampoco espacios seguros donde las niñas y los niños puedan jugar, por esto es importante que los clubes creen estos espacios. Como mentora o mentor trata de buscar un lugar apropiado para las reuniones. Si el espacio es pequeño y hay un gran número de niñas y niños, se tiende a incrementar el juego agresivo, así que busca el espacio adecuado para evitar conflictos. Es importante enseñarles a las niñas y a los niños a ser buenos compañeros de juegos. Antes, durante y después del juego, debes hablarles sobre cómo llevarse mejor con los demás, estableciendo para ello reglas básicas y específicas, tales como: “las personas no se golpean”, “espere su turno”. A la vez, es productivo observarlos y halagarlos cuando cumplan las reglas: “me gustó mucho la forma en que recordaron tomar turnos”, “fue bonito escucharlos hablar educadamente y no gritarse”. Al jugar pueden producirse comportamientos agresivos. Es más probable que los conflictos surjan si tienen mucho calor, mucho frío, hambre o cansancio. Cuando una niña o un niño molesta, agrede o insulta a sus compañeros, haz referencia a las reglas de convivencia que asumieron en el Contrato de valores del club. Nunca deben faltar las preguntas de reflexión después del juego:

¿Qué les pareció el juego? ¿Que aprendieron en el juego? ¿Qué fue lo más difícil del juego? ¿Cómo pueden aplicar el aprendizaje en su vida?

Promovemos la participación infantil La Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas reconoce que las niñas y los niños tienen derecho a expresar lo que piensan y que los adultos deben escucharlos. La participación infantil en los Clubes Juvebiles en Acción es más que motivarlos a que expresen sus ideas y puntos de vista. Se trata de escucharlos, tomarlos en serio y convertir sus ideas y sugerencias en realidad. También se trata de proporcionarles la capacidad de influir en algunas de las cosas que les afectan. ¿Por qué es importante la participación infantil? Porque les da la oportunidad de opinar sobre los problemas y decisiones que les afectan, adquieren nuevas habilidades, aprenden a divertirse y desarrollan una conexión más cercana con su comunidad. Las niñas y los niños empoderados pueden convertirse en defensores activos de sus derechos, a la vez que adquieren conocimientos, habilidades y confianza a través de la participación. La participación promueve la ciudadanía activa, el compromiso con la comunidad y una cultura de respeto para construir la paz a través del diálogo. La participación también favorece una mejor protección. Las niñas y los niños silenciados y pasivos pueden ser víctimas de abusos por parte de personas adultas, con relativa impunidad. Con la participación infantil queremos animar a los participantes del Club a plantear sus preocupaciones e incorporar un mecanismo para la denuncia de la violencia y el abuso. Estas son estrategias clave para brindarles una protección eficaz. En los Clubes Juveniles propiciamos la participación infantil a través de una metodología participativa y los proyectos comunitarios de servicio y aprendizaje. Barreras culturales y resistencia por parte de las personas adultas En muchas culturas las niñas y los niños deben permanecer en silencio ante la presencia de personas adultas. No se les invita a manifestar sus opiniones ni hacer preguntas en el hogar o en la escuela, por el contrario, se les regaña si lo hacen. Tampoco se considera que tengan capacidad para hacerlo. Las iniciativas para promover la participación infantil fracasan con frecuencia debido a que las personas adultas que trabajan con ellas y ellos carecen de habilidades y experiencia para realizar este tipo de esfuerzos. Para las personas adultas es difícil renunciar a su poder y control sobre las niñas y los niños y poder adoptar un enfoque basado en la colaboración entre el adulto y los niños. Por eso en la capacitación de nuevos mentores ponemos especial atención al tema de la participación infantil y los equipamos con herramientas para implementarlas en los clubes Impacto. Temor o reacciones negativas ante la participación infantil La participación infantil implica “redistribuir el poder”. Es muy probable que al principio los padres, los maestros, los actores claves en la comunidad y tú también como mentora o mentor, no reaccionen bien si las niñas y los niños cuestionan la manera en la que se hacen las cosas (por ejemplo, el trato que reciben). Este hecho puede resultar en represalias en su contra. Por eso es necesario el acompañamiento de la mentora o el mentor en los procesos.

Guía de la mentora y el mentor

Tu rol como mentora o mentora en la participación infantil

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Escuchar, crear espacios de diálogo.

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Crear empatía con las niñas, niños y jóvenes.

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Aprender que ellas y ellos también enseñan a las personas adultas.

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Reforzarlos positivamente.

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Servir como modelo de conducta, vivir los valores que enseñas.

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Asegurarte que entiendan de qué se trata la actividad, para qué se hace y cuál es tu rol en ella.

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Involucrarlos desde las primeras etapas, lo antes posible, en cualquier iniciativa.

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Tratarlos con el mismo respeto, sin importar su edad, sexo, situación, origen étnico, habilidades y otros factores.

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Las reglas fundamentales deben establecerse desde el principio con todos los miembros del club, a través del Contrato de valores

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La participación debe ser voluntaria.

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Respetar sus puntos de vista y experiencia.

La escalera de la participación infantil Participar es fantástico y hay muchas formas de hacerlo. Pero, ¿hay alguna forma para valorar cuál es el grado de participación infantil en la actividad? La escalera de la participación infantil es un dibujo que puede ayudarnos a detectar y diferenciar una participación auténtica de una manipulación o participación falsa. Esta escalera la inventó un señor llamado Roger Hart3.

Proyecto iniciados por niñas y niños, con desiciones compartidas con las personas adultas

Proyecto dirigido por las niñas y niños

Proyecto inicia por personas adultas pero las decisiones las toman las niñas y niños

Te informan y consultan

Te informan

La niña y el niño show

Decoración

Manipulación

Hart, Roger (1982) Versión adaptada para UNICEF de la Escalera de la participación infantil.

Guía de la mentora y el mentor

Los primeros escalones son los de la participación de peor calidad o más falsa. Los últimos representan los mejores casos. ESCALÓN 1. Manipulación Es aquel en el que las personas adultas utilizamos a las niñas y los niños para transmitir nuestras propias ideas, en lugar de escuchar las suyas. Ejemplo: una niña o un niño del Club Juvenil lee un discurso en un acto, pero el texto ha sido elaborado por la mentora o el mentor. ESCALÓN 2. Decoración Ocurre cuando las personas adultas utilizamos a las niñas y los niños para difundir una causa sin explicársela. Las niñas y niños están ahí para decorar. Ejemplo: la foto de una manifestación donde niñas y niños posan con pancartas y camisetas, sin comprender los mensajes que portan. ESCALÓN 3. La niña o el niño “show” Aquí clasificamos los casos en los que se utiliza a algún chico o chica como “show” por sus habilidades, mientras que otras niñas y niños no tienen oportunidad de participar. Ejemplo: Para actos y foros sólo se selecciona a las chicas y chicos con más habilidades al hablar, o con ideas ingeniosas. El resto no tiene oportunidades para participar y transmitir sus ideas. ESCALÓN 4. Te informan Aquí van los casos en los que las niñas y los niños reciben información y entienden el proyecto, aunque no participan mucho más porque los mensajes y las decisiones las toman las personas adultas. Ejemplo: Los miembros del club reparten información a chicas y chicos para que asistan. Sin embargo, no han podido opinar y proponer las actividades. ESCALÓN 5. Te informan y consultan En este escalón están los casos en los que te han informado y consultado. Además, se ha tomado en cuenta tus propuestas. Ejemplo: Se reparten encuestas para recolectar ideas para hacer un mural en la comunidad (sin embargo, quienes seleccionan esas ideas siguen siendo personas adultas). ESCALÓN 6. Proyecto iniciado por personas adultas, pero las decisiones las toman también niñas y niños Las niñas, niños y personas adultas toman las decisiones en igualdad, con la información necesaria. Ejemplo: un Club juvenil que planifica las actividades del proyecto y se reparte las tareas entre todo el mundo: chicas, chicos, mentores y vecinos.

ESCALÓN 7. Proyecto dirigido por niñas y niños Las niñas y niños toman el poder: deciden qué hacer. Las personas adultas participan sólo si se solicita su apoyo. Ejemplo: el Club juvenil solicita un espacio para reunirse en la comunidad. ESCALÓN 8. Proyecto iniciado por niñas y niños, con decisiones compartidas con las personas adultas La participación no trata de que niñas y niños lo hagan todo “solos”, como el escalón anterior. Los mejores casos son en los que chicas y chicos idean, dirigen y gestionan la iniciativa. Sin embargo, eligen colaborar con personas adultas porque piensan que, en la participación, hay que contar con todas las opiniones posibles. Ejemplo: las niñas y los niños del Club juvenil deciden tener su propio programa en la radio local y piden a las personas adultas que provean con el espacio y los recursos. Además, piden que las personas adultas con experiencia los orienten cómo hacer un buen programa.

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Los proyectos comunitarios de servicio y aprendizaje “Lo que aprendemos a hacer lo aprendemos haciendo”. Aristóteles El aprendizaje a través del servicio comunitario es la columna vertebral de los Clubes Juveniles en Acción. Al final de cada módulo (las lecciones 11 a la 14), las niñas y los niños diseñan, planifican y ejecutan un proyecto de servicio y aprendizaje, seguido por una reunión de evaluación. ¿Qué es un proyecto de servicio y aprendizaje? Son actividades que tienen como objetivo resolver o atender necesidades genuinas de la comunidad, en las que las niñas y los niños aplican sus conocimientos y habilidades. Conlleva un proceso de reflexión antes, durante y después de la experiencia del servicio Para que el proyecto sea efectivo es importante que las niñas y los niños participen activamente durante todo el proceso. El objetivo no sólo es “ejecutar el proyecto” sino aprender para la vida. El lema del programa, “El cambio comienza conmigo”, se hace realidad cuando las niñas y los niños comprenden que pueden transformarse a sí mismos y a su comunidad. Los proyectos de servicio y aprendizaje exitosos incluyen cinco pasos: Paso 1: Identifiquemos las necesidades para plantear un proyecto. Esta etapa es fundamental porque nos permite soñar qué es lo que queremos hacer para mejorar nuestra comunidad. Es la parte inicial del proyecto; a partir de esta idea o sueño se construye el proyecto. La mentora o el mentor hace una lluvia de ideas y las niñas y los niños discuten temas importantes que requieren atención en el vecindario (necesidades) y piensan en formas de abordar los problemas. Priorizan sus ideas y seleccionan la que mejor les parece (planteamiento). También piensan en lo que les gustaría aprender del proyecto. Para animar la participación de las niñas y los niños, cada proyecto trae su metodología, por ejemplo, el Árbol de problemas y soluciones. Paso 2: Formulemos y planifiquemos el proyecto y lo anunciamos Una buena planificación es determinante para el éxito de cualquier proyecto de servicio y de aprendizaje. Al desarrollar el plan, tengan en cuenta sus objetivos finales: ¿es necesario el proyecto? ¿a quiénes o a quién ayudará el proyecto? Después planifiquen las actividades, las responsabilidades, los materiales, elaboren el presupuesto, y al final pongan fechas límite para cada fase del proyecto de servicio y aprendizaje. Además de una buena planificación, es importante informar a la comunidad sobre el proyecto. Así damos la oportunidad para que los adultos y otras niñas y niños de la comunidad puedan apoyar con materiales y trabajo, lo que contribuirá al posible éxito del proyecto.

Ejemplo de plan de acción (añade más líneas si es necesario)

Enumera las tareas, quién será responsable de desarrollarlas, qué se necesita y cuándo se deben completar las tareas. ¡Haz copias para los miembros del club para que recuerden lo que acordaron hacer! Pega el plan de acción en el espacio de reunión para que los miembros del Club puedan monitorear su progreso. Ejemplo de un plan de acción ¿Cuáles son las tareas? Solicitar un permiso de la alcaldía Cotizar materiales para instalar un servicio sanitario en la sede del club

¿Quiénes son los responsables?

Lorena y Juan

Berta y Alfonso

¿Qué recursos necesitamos? La solicitud por escrito

¿Cuándo lo haremos? El lunes a las 3 pm

Visitar por lo 3 de menos dos ferreseptiembre terías

¿Dónde se realizarán las actividades? Se reunirán en el campo de futbol para irse juntos a la Alcaldía Se reunirán a las 9 de la mañana para ir a “Don Ferre” y “El Constructor”.

Paso 3: Actuemos – ejecutemos el proyecto Esta es la parte más emocionante del proyecto porque las niñas y los niños realizan su plan en acción. Recuerda que este es un esfuerzo de equipo. Todos en el grupo deben conocer sus responsabilidades. Aquí ayuda mucho la distribución de las niñas y los niños en diferentes comités, como se explica más adelante, para que todos tengan una tarea específica que cumplir. ¡Anímalos a hacer su mejor esfuerzo y a divertirse! Paso 4: Evaluemos Como resultado del proyecto, los miembros del club experimentan y aprenden cosas nuevas, pero es necesario hacer una retroalimentación de lo que se hizo. La evaluación permite saber si el proyecto cumplió con sus objetivos. Es importante tomarse un tiempo para que los participantes compartan entre si sus experiencias y pensamientos. La herramienta que usamos para este fin es la “Evaluación en H”. Anima a los miembros a identificar los aspectos positivos, así como los que se deben mejorar. No sólo se aprende de los aciertos, también se aprende de los errores. ¡Estas lecciones aprendidas serán muy útiles en proyectos futuros! Considera invitar a los beneficiarios directos del proyecto de servicio para que ellos, junto a las niñas y los niños, reflexionen sobre la experiencia. Esto no sucede muy a menudo y puede convertirse en una maravillosa herramienta de aprendizaje.

Guía de la mentora y el mentor

Paso 5: Celebremos Al finalizar el proyecto de servicio y aprendizaje tómense el tiempo para celebrar. Asegúrate de encontrar la manera de hacer que los miembros del club, los voluntarios clave de la comunidad y los patrocinadores sientan que han sido parte del proyecto y apreciados. Si existe la posibilidad, proporciona un refrigerio. Las niñas y los niños pueden redactar cartas de agradecimiento, o elaborar “bolsitas de dulces”, conteniendo una nota dirigida a los actores claves que apoyaron o patrocinaron el proyecto de servicio y aprendizaje.

Herramientas y valores de los proyectos de servicio y aprendizaje Participación: Con los Clubes juveniles se busca formar ciudadanos activos, niñas y niños líderes que promuevan el cambio en sus comunidades. Para que se conviertan en ciudadanos activos debe dárseles la oportunidad de una participación real, que significa más que “ayudar” o “ser consultados”. En los clubes procuramos que las niñas y los niños tengan el rol principal o protagonista en los proyectos de aprendizaje. Esto incluye la toma de decisiones, la planificación, la ejecución, la evaluación de los resultados y la participación. Como mentores, nuestra labor es facilitar que las niñas y los niños conversen y discutan sobre lo que quieren hacer, enseñarles técnicas de organización y planificación, acompañar las discusiones o diálogos para tomar decisiones. Por supuesto que tu rol no es pasivo. Estás allí para plantear los temas, explicarlos y profundizar en ellos a través de la metodología propuesta, aclarar dudas, compartirles las experiencias que puedan serles útiles. Pero recuerda que las niñas y los niños son quienes deciden qué proyecto desean desarrollar y dónde lo quieren hacer. Las ideas en este manual son sugerencias para facilitar la participación de la niñez en los proyectos comunitarios de aprendizaje. Tu creatividad como mentora o mentor convertirá esta experiencia en una aventura divertida y enriquecedora para las niñas y los niños. Lograr la participación infantil es un proceso, donde tú también juegas un rol fundamental.

Inclusión: Uno de los principales valores de los proyectos es que todas las niñas y los niños del Club juvenil se sientan parte importante del grupo. El proyecto es una herramienta perfecta para desarrollar la habilidad del trabajo en equipo. Procura integrar a quienes por diferentes razones (timidez, traumas o discapacidad) tienen miedo o se resisten a participar en la labor. Asígnales una tarea especial según su capacidad. Hazles sentir que son especiales y que su aporte también vale.

Los comités En la Lección 7 del primer módulo se sugiere formar los comités para promover mayor participación infantil en las reuniones del Club y en los proyectos de servicio y aprendizaje. Es importante que cada participante

aprenda a realizar nuevas tareas y elija el área que más le gusta. Anima a que se apunten en diferentes comités, para que no tengas dos comités muy grandes y otros sin participantes. Durante las primeras reuniones irás detectando las habilidades de cada participante. Debes prestar atención a quienes muestran mayor liderazgo porque son buenos candidatos para coordinar cada comité. Puede ser una buena idea elegir dos coordinadores por comité. Estos son algunos ejemplos de comités dentro del Club Juvenil: Comité de Logística

Encargado de decoración, invitaciones, aseo y compras.

Comité de Animación

Presenta dramas, coreografías, cantos y danzas. Vela por la seguridad de las niñas y los niños en las reuniones y durante los proyectos (plan de seguridad). Organiza los proyectos y los equipos de trabajo. Dirige juegos y deportes. Vela por una convivencia sana y que se respete el Contrato de valores

Comité de Seguridad Comité de Proyectos Comité de Deportes Comité de Disciplina

Si un participante está indeciso, anímale a participar en un comité, tratando de no imponerle, pero sí de orientarle, comentándole que has visto en ella o en él, que es bueno para… “organizar”, “hablar”, “poner orden”, “liderar”, “colaborar”, etc. En los grupos hay casi siempre alguien que no muestra interés en participar. Nadie debe sentirse obligado o forzado a hacerlo, y hay que respetar su decisión si no quiere participar en ningún comité. Para que se involucre puedes optar en su lugar por otras actividades y despertar con estas su interés para participar.

“Lo que hacemos por nosotros mismos muere con nosotros. Lo que hacemos por los demás permanece y es inmortal”. Albert Pine

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Promoviendo un enfoque en derechos “Porque los derechos no tienen estatura, grandes y pequeños merecemos un buen trato.”

Si hay algo que tienen en común todas las niñas y los niños del mundo, sin excepción, son sus derechos. El trabajo del Programa Clubes Juveniles en Acción se mueve en torno a esta visión que queda reflejada en la Convención sobre los Derechos del Niño, y que es la brújula para todas las personas que trabajamos en pro de las niñas y los niños. Nuestra misión es hacer que los derechos de la niñez sean respetados: el derecho a una vida saludable, a una educación de calidad, a la protección contra todo tipo de abuso y violencia... A partir de la Convención sobre los Derechos del Niño se reconoce a niñas y niños como “sujetos” de derecho y no como “objetos” de protección, incapaces de tener influencia en el mundo. Esto implica reconocerles como sujetos con opinión, con capacidad de tomar decisiones, a ser propositivos y merecedores de consideración, respeto y autonomía. En este contexto, los principales desafíos que se nos presentan como mentores es reconocernos como garantes de sus derechos y construir una nueva forma de relacionarnos, estableciendo para ello vínculos fundamentados en el respeto más que en el poder que nos otorga nuestra condición de ser mayores que ellas y ellos. Prueba lo siguiente:

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Visibiliza a las niñas y los niños. Salúdales y despídete siempre de ellas y ellos, trátalos por su nombre, pregunta sus preferencias, pídeles su opinión, intégralos en la conversación y en las acciones del Club juvenil.

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Presta atención a sus necesidades. Por ejemplo, la necesidad de alimentación se traduce en el derecho a la vida y a la salud; la necesidad de jugar en el derecho a la recreación; la necesidad de ser amado en el derecho a la protección. Cada vez que desatendemos una necesidad estamos vulnerando sus derechos.

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Escúchales. El derecho a tener opinión se facilita cuando se permite que niñas y niños digan lo que piensan respecto a diversos temas. Dales el tiempo para preguntar, para contarte lo que están viviendo y sintiendo.

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Considera su opinión al tomar decisiones. Uno de los principios importantes de la Convención sobre los Derechos del Niño es su derecho a participar y la posibilidad de tomar decisiones sobre los asuntos que les afectan. De esta forma los niños se sienten considerados y aprenden paso a paso a ejercer sus derechos ciudadanos.

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Garantiza la equidad de género. El género es una construcción social que asigna roles y responsabilidades diferentes a hombres y mujeres. Estos roles crean relaciones desiguales y relaciones de poder en el acceso a los recursos y en la toma de decisiones. La construcción de una cultura machista comienza

desde la niñez, por eso como mentores debemos promover la equidad de género y buscar que el varón se distancie del patrón machista, e igualmente la niña. Las niñas y los niños tienen derecho a elegir sus intereses, oficios o profesiones, aunque no sean tradicionalmente aceptados, haciéndolo conscientes de las desigualdades y enseñándoles la manera de hacer frente a las mismas. Cuando les hables, rompe los estereotipos, en los ejemplos puedes decirles que los niños pueden bailar ballet y las niñas, jugar futbol, sin que esto afecte su masculinidad o su feminidad.

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El juego no es sólo un entretenimiento, sino que una importante forma de aprendizaje. La niñez es el período de la vida en que más se desarrolla la capacidad de conocimiento, emocional y social. Jugando entre sí, desarrollan la capacidad de organización y de trabajo en equipo, la capacidad para esperar el turno y respetarse mutuamente, la imaginación y la empatía.

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Seamos promotoras y promotores de los derechos de niñas y niños, entre otros adultos del entorno. Como personas adultas debemos crear entornos de protección para las niñas y los niños desde el rol que cumplimos, y promover una cultura de respeto a sus derechos.

¡Y no olvides que nunca debes! •

Hablar de la niña o el niño que tienes enfrente como si no estuviera presente.

•

Minimizar sus sentimientos con frases como “pero si no te ha pasado nada”.

•

Compararlos: “pero mira como lo hace Pedro y eso que es más chico que tú”. Cada ser humano tiene su propio ritmo de aprendizaje cognitivo y emocional y cada ser humano es único.

•

No atender su llanto, por la razón que sea. Nadie deja llorar a un adulto querido solo, ¿por qué hacerlo con nuestras niñas y niños?

•

Irrespetarlos.

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Promovemos la equidad de género y nuevas masculinidades4 En los clubes juveniles promovemos la equidad entre mujeres y hombres. Equidad de género significa que tanto la mujer como el hombre tienen los mismos derechos y oportunidades. La identidad de ser hombre o mujer se forma desde la niñez. Desgraciadamente la cultura machista y los estereotipos de género limitan a las niñas y los niños en sus sueños y expectativas. El reto es ayudar a las niñas y a los niños a que conozcan sus propios intereses y habilidades, haciéndolos conscientes de las desigualdades y enseñándoles la manera de hacer frente a las mismas. Debe permitírseles expresar sus emociones por igual. Una niña debe tener derecho a ventilar su frustración al igual que un varón de romper a llorar cuando está molesto, sin que alguien le diga: “los hombres no lloran”. En los clubes juveniles nuestro reto es influir en la percepción de qué ser mujer o ser varón trasciende los roles tradicionales, promover la equidad de género y buscar que tanto el varón como la niña se distancien del patrón machista a través de la serie de lecciones “Mujeres y hombres de verdad” en el Módulo 2. No hay razón lógica que impida que un varón barra y trapee la casa y se dedique al arte, o que una niña lave el carro, ayude a pintar la casa o juegue fútbol.

4 Masculinidades nuevas se refiere a hombres que activamente trabajan por la igualdad de oportunidad de hombres y mujeres y por erradicar la violencia contra niñas, niños, mujeres, ancianos y hombres.

Debes estar atento al tema de género en las lecciones y pensar en lo siguiente para promover una perspectiva de género en el club:

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Evita decir: “no puedes porque eres niña, mejor yo lo hago por ti”, o “los hombres no lloran”.

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Permite que desarrollen sus diferentes habilidades e intereses. No asumas que a las niñas les gusta únicamente “cosas de niña” y que a los varones únicamente les gustan “cosas de hombres.”

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Permite que las niñas y los varones jueguen a todos los juegos. Deja que las niñas practiquen deportes y que los varones se disfracen, pinten o elaboren artesanías.

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Enséñales a respetarse entre sí. Si los niños comentan: “las niñas no juegan futbol!” explícales que tanto los varones como las niñas pueden hacer las mismas cosas. Que Dios nos ha dotado a todos los seres humanos de brazos, piernas y cabeza para poder utilizarlas en lo que nos guste, respetando siempre a las demás personas y a nosotros mismos. ¿Por qué un varón no puede lavar los trastos o la ropa, si también tiene brazos, como las niñas, para hacerlo? ¿Por qué una niña no puede jugar futbol, si también tiene piernas, como los niños, para hacerlo? Diles que sus diferencias biológicas no deben propiciar diferencias sociales.

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Enséñales que existe una variedad de profesiones y oficios, y que mujeres como hombres tienen las mismas oportunidades para ejercerlos. Que puedan ver o conocer a hombres cocineros, hombres enfermeros, mujeres ingenieras, mujeres taxistas, hombres bailarines, mujeres veterinarias, etc.

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Proporciona retroalimentación positiva por igual a las niñas y los varones. Di cosas buenas sobre ambos géneros.

CONCEPTOS Sexo

Son las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer (se nace con esas diferencias).

Género

Son las diferencias que la sociedad construye para la mujer y para el hombre (se asignan esas diferencias a través de roles).

Equidad de género

Es posibilitar el ejercicio de los mismos derechos y oportunidades para mujeres y hombres.

Estereotipos de género

Son ideas preconcebidas acerca de cómo debería ser un hombre o una mujer, que no siempre se corresponden con la realidad, o no debe corresponderse cuando pone en desventaja a uno de los dos sexos y en supremacía al otro. Ejemplos: Las mujeres son débiles y dependientes y los hombres son fuertes y valientes; los hombres son responsables de proveer el diario y las mujeres de realizar las tareas domésticas; los hombres pueden ejercer violencia contra los miembros de la familia (mujeres, niñas y niños) y a las mujeres les toca aguantar.

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Masculinidades nuevas

La construcción, entre mujeres y hombres, de igualdad de oportunidades para ambos, y para erradicar la violencia a los grupos más vulnerables (niñas y niños, mujeres, ancianos), mediante una relación horizontal, sin jerarquías ni subordinaciones. Ejemplos: los hombres tienen las mismas capacidades que las mujeres para hacer labores en la casa; las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres para aprender un oficio, estudiar una profesión y buscar un trabajo. Hombres y mujeres aportan por igual al bienestar de sus familias.

Inclusión Uno de los principales valores de los proyectos es que todas las niñas y los niños del Club Juvenil se sientan parte importante del grupo. Se procura integrar a quienes por diferentes razones (timidez, traumas o discapacidad) tienen miedo o se resisten a participar en actividades organizadas. El programa puede adaptarse, y dependiendo del grupo meta, no es necesario dar toda la lección sino concentrarse en los momentos de juego y reflexión para que quienes tengan alguna discapacidad física o cognitiva mantengan la atención. Como mentora o mentor debes asignarles tareas especiales a las niñas o a los niños con discapacidad, según su capacidad y madurez, y hacerles sentir que su aporte también vale. Aunque sus capacidades sean especiales, puede llegar a ser un agente de cambio y promover un cambio de actitud y empatía entre los demás miembros del club juvenil. Cuando atiendas a niñas y niños con discapacidad en el Club es importante que tengas presente que su discapacidad se mide por el grado de autonomía que logra alcanzar. La discapacidad puede ser grave, pero puede lograr una autonomía significativa en su vida al recibir el apoyo adecuado de personas que creen en ella o en él. Muchas veces son las personas adultas (padres, maestros o mentores) quienes marcan el límite de la niña o niño con discapacidad. Si se les dice: “no puedes participar…”, “no vas a poder …” o “yo lo hago por ti”, anulamos las capacidades que tiene pero que talvez están ocultas. En cambio, si les decimos: “sí puedes” y se lo hacemos sentir, les habremos apoyado a realizar la mayor parte del recorrido.

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Con las niñas y niños con discapacidades es bueno abordar los temas jugando. En los módulos encontrarás muchos juegos y dinámicas. Cuando hay cambio de actividad, explica qué sigue y da instrucciones claras y concisas.

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Usa muchos apoyos visuales. En los módulos vienen adjuntos a la lección.

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Siempre busca tener contacto visual. Si quieres mostrarles cariño, puedes tocar su hombro, pero si quieres darle un abrazo, siempre debes pedirles permiso: “¿puedo darte un abrazo?”. Esto para que también aprenda que otras personas tiene que respetar su “espacio personal”.

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Si por alguna razón tienes algún enojo, no los mires a los ojos, porque esto les puede causar incomodidad o temor.

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Alterna el trabajo con “válvulas de escape” cuando una niña o niño con discapacidad pierde la atención. Puede ser un ejercicio físico o de relajación que puedes aplicarlo a todo el grupo, como estos:

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Empujar una pared. Empujar una pared con toda su fuerza hasta cansarse.

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Técnica del bigote. Apretar fuerte con los dedos en el lugar del bigote.

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Técnica de relajación. Expirar-inspirar, tomar aire y sacarlo levantando los brazos. Inflar globos.

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Chequeo de motor. Dinámica para averiguar el ánimo del grupo. Primero enséñales un gesto que representa “estoy alegre”, y otros que representa “estoy triste” y “estoy tensa o tenso” (como se muestra en las figuras de abajo). Diles: “ahora vamos a hacer un chequeo del motor”. Cada participante hace una representación del gesto que representa su sentimiento en este momento.

Estoy Alegre

Estoy triste

Estoy tenso

“En algún lugar, a un niño alguien le está diciendo que no puede jugar porque no tiene la capacidad de caminar, y a una niña alguien le está recordando que no puede aprender porque es invidente. Ese niño merece una oportunidad para jugar. Todos nos beneficiaríamos si ese niño o niña pudiera leer, aprender y aportar su talento a la sociedad. Así como los niños no aceptan límites innecesarios, nosotros tampoco deberíamos aceptarlos.” Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF

Ponemos en práctica la disciplina positiva La “disciplina positiva” anima y estimula a las niñas y a los niños a involucrarse y sentirse parte del grupo. Esto no se logra con amenazas, castigos, regaños o engaños. Es un proceso lento y a largo plazo por el cual se va dando cuenta de que existen formas sencillas y sin dolor, de expresar lo que siente, lo que piensa, y que puede relacionarse con otras personas de su edad de una manera responsable y respetuosa.

Un sentido de conexión y pertenencia Las niñas y los niños que se portan “mal”, en realidad son niñas y niños desanimados que buscan con su comportamiento pertenecer, y buscan, a través de sus acciones, lograr su objetivo, aunque para nosotros sean “peleones”, “maleducados”, “malcriados”, etc. El primer paso para comenzar por el camino de la disciplina positiva es analizar el “problema” ¿Por qué Pedro se “porta mal? La pregunta busca descubrir por qué una niña o un niño se siente “desanimado” o “desconectado” del grupo. Los comportamientos negativos pueden ser porque la niña o el niño crea que:

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“Pertenezco sólo cuando tengo tu atención”

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“Pertenezco sólo cuando estoy al mando, o no te permito que como mentora o mentor estés al mando”

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“No pertenezco, pero al menos te puedo hacer sentir mal”

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“Me rindo, es imposible pertenecer”.

Si me siento animada no necesito “portarme mal”

Si no me siento amenazada, estoy dispuesto a ser responsable por mis acciones

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El balance entre ser firme y amable Otro punto importante en este proceso de lograr una disciplina positiva en una relación con las niñas, los niños y adolescentes es lograr un balance entre ser firme y ser amable. Aunque no es fácil, lo ideal es alcanzar un equilibrio entre libertad y orden en el club, ejerciendo, al mismo tiempo, un liderazgo democrático.

Dimensiones de la amabilidad y la firmeza (Terry Chadsey)5

Amabilidad Permisivo (Libertad, sin orden)

Democrático (Libertad y orden)

Firmeza Negligente (Sin orden, sin libertad)

Autoritario (Orden sin libertad)

¿En qué recuadro te encuentras, como mentora o mentor? En muchos casos se piensa que la disciplina es cuando las niñas y los niños se mantienen en silencio y escuchan atentamente a la mentora o al mentor; cuando sólo hablan cuando se les dice que lo hagan y se callan cuando se les ordena callarse. Sin embargo, desde la disciplina positiva proponemos el “recuadro democrático” donde hay un orden que nos permite respetarnos como personas, pero también existe la libertad para diferenciarnos y ser nosotras y nosotros mismos. Algunas actitudes que nos pueden ayudar a mantener ese equilibrio y abandonar los métodos más autoritarios son las siguientes:

5 Chadsey, Terry & McVittie, Jody (2006) The Positive Discipline School. https://www.positivediscipline.org/resources/Documents/PDSbrchr-8-06.pdf

Establecer acuerdos A través del Contrato de valores estableces con las niñas y los niños las normas y las reglas del club. Este contrato debe ser consensuado y como mentora o mentor no debes influir regañando o mirando de mala forma a la niña o al niño que no está de acuerdo con algo, sino generar un diálogo hasta llegar a un acuerdo. Asignar responsabilidades Debes compartir responsabilidades de la lección con las niñas y los niños. Esto les permite a todos hacer algo por el grupo, les da importancia y sentido de pertenencia. Puedes proponerles que dirijan alguna dinámica, que se encarguen del listado de asistencia, que se encarguen de la disciplina, de servir la merienda, de limpiar y ordenar, etc. Una vez formados los diferentes comités del club cada miembro debe unirse al comité que más le llama la atención, y luego podrán rotarse para que todos experimenten, por ejemplo, organizar la logística, organizar los juegos y deportes, animar al grupo, etc. Respetar y validar las emociones A nadie le agrada que se ignoren sus emociones y que se le obligue a hacer cosas que no desea hacer. Debes tener paciencia y respetar las emociones de las niñas y los niños. Esto dará un espacio para conversar y conocer mejor las causas de su comportamiento, y desde el diálogo -y otras herramientas- que logren un sentido de pertenencia. Conectar antes de corregir A veces como personas adultas tendemos a solucionar todo de manera muy “práctica”, sin embargo, al tratar con las personas no podemos ser tan pragmáticas. Debemos escuchar y tratar de conectarnos con la niña o el niño, escuchar que siente y piensa de lo que hizo o no hizo. Preguntar en lugar de decir Tiene una gran relación con la anterior. Nuestra actitud es generalmente aconsejar y “sermonear” antes de escuchar. Debemos aprender a preguntar antes de asumir los hechos y a hacer preguntas que nos permitan conocer la versión de la niña o el niño. Asumir una posición de escucha atenta en la que no se sienta interrogado, sino acompañado y respetado. Ser consecuente con lo que digo y hago Nuestra palabra tiene fuerza cuando lo que decimos lo hacemos. Es decir, si hablamos de amabilidad debemos ser amables en nuestras acciones. Si hablamos de respeto, debemos respetar a las demás personas. Las niñas y los niños imitan lo que hacemos y si no concuerda con lo que decimos, ellos se darán cuenta inmediatamente. No somos personas perfectas y nuestras emociones nos hacen actuar muchas veces de manera incorrecta. Debemos, entonces, aceptar nuestros errores cuando los advertimos y pedirles disculpas. Esto nos dará la posibilidad de abrirnos, hacerles sentir que somos una persona más dentro del grupo y que también somos vulnerables. Este paso no es tan fácil de realizar, pero facilita la conexión con las niñas y los niños.

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La disciplina positiva es efectiva a largo plazo La disciplina positiva no es una pócima que por arte de magia hace desaparecer los problemas de conducta. La disciplina positiva es un proceso largo que enseña a todos a resolver los conflictos internos y del grupo, no a través de palabras, sermones o charlas, sino de actitudes. En la disciplina positiva la prioridad son las niñas, los niños y adolescentes. En la disciplina tradicional la prioridad es terminar una lección, cumplir un horario o terminar un tema. En la disciplina positiva están en primer lugar los intereses y las necesidades de las niñas, los niños y adolescentes. Si es necesario detener la lección o el tema para tratar un problema que notamos, debemos hacerlo de inmediato. Es por eso que disciplinar toma tiempo y dedicación.

Técnicas para evitar las distracciones en la reunión del club ¿Cómo puedes mantener la armonía, la paz y el buen clima en la reunión del Club? Enfócate Asegúrate de capturar la atención de todos los participantes antes de empezar la reunión. Es común suponer que, si tienes poca experiencia, pienses que al comenzar la reunión conseguirás establecer el “orden”. A veces, puede funcionar, pero también genera una sensación en los participantes que les sugiere que tú quieres competir con ellos: que no te importa hablar mientras hablan, que estás dispuesta a gritar, etc. Exige la atención esperando hasta que todas y todos se dispongan en una actitud adecuada en clase. Luego, empieza la reunión con una voz más tranquila de “lo normal”. Si hablas suave y con tranquilidad (pero con un tono suficiente para hacerte escuchar) tienes más posibilidades de que los participantes también hablen suave y estén tranquilos. Instrucciones directas Comienza la reunión explicando qué ocurrirá, qué van a ver y cómo van a trabajar. Marca plazos de tiempo, si es necesario. De esta forma te ajustarás a los minutos y asegurarás que se hagan las actividades programadas. Es posible que incluso sobre tiempo. Hay una frase muy eficaz para motivar a trabajar: “puede que nos sobre algo de tiempo al final, para... [hacer alguna actividad que les guste / preparar otra materia / hablar de un tema de interés...]” . Monitorear Levántate y camina por el lugar. Explica caminando. Camina mientras trabajan. Revisa el progreso y ofrece un trato más personal. En el primer “paseo” comprobaremos si han comenzado a hacer la actividad o tarea, lo cual no debería llevar más de 2 ó 3 minutos. Es importante hacer esto rápido para asesorar a cada participante según lo necesite. La atención personalizada - en la medida de lo posible - les empuja además a ponerse a trabajar.

Modelar “Los valores son capturados, no se enseñan”. Si te muestras amable, entusiasta, con autocontrol, paciencia y buena capacidad de organización darás ejemplos a los participantes a través de tu comportamiento. No les puedes pedir que hagan lo que tú digas si tú haces lo opuesto, porque con eso invitas a la mala conducta y lanzas mensajes contradictorios. Controla el clima de la clase Ese es el objetivo: las reuniones pueden ser un lugar alegre, ameno y acogedor. El participante también disfruta de entornos que cambien periódicamente. También les gusta saber que eres humano. No se trata de contarles asuntos personales, pero sí anécdotas, hobbies, etc. Puedes enriquecer la reunión con artículos personales, murales, actividades y muchas otras cosas. Cambia de rutina según sea necesario y mantén el control sobre esta. Disciplina asertiva Fija límites sin caer en la tiranía: incluye una buena mezcla de elogios. Ningún participante tiene derecho a interferir con el aprendizaje de los demás. Estimula su trabajo exaltando las cosas positivas que hacen. En vez de ser negativo, ataja con positivismo el mal comportamiento Si alguien muestra un comportamiento inadecuado, debes expresar con claridad lo que se quiere lograr o lo que te molesta, sin descalificar directamente al participante: “quiero que... “, “te necesito para...”, “espero que...”. Pero si dices: “quiero que dejes de hacer esto”, puede empezar una escalada; te puede replicar: “yo no estaba haciendo nada”, “no es culpa mía”, “¿desde cuándo hay una regla para esto?”

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Visitas domiciliarias En el programa Clubes juveniles en Acción son muy importantes las visitas a las casas de las niñas y los niños que faltan a las reuniones o presentan problemas. En diálogo con los padres o cuidadores, o con ellos mismos, puedes conocer mejor su situación y tomar medidas. Una medida podría ser referirlos a la atención psicológica o a las autoridades legales pertinentes si son víctimas de violencia o abusos, o referir a los padres al programa Familias Fuertes, si no son capaces de establecer límites y mostrar amor en su forma de criar.

La protección infantil: la violencia es prevenible Todos deseamos que las niñas y los niños crezcan y sean felices, sanas y productivas porque son el presente y el futuro. Sin embargo, muchos están expuestos a formas de violencia directa o indirecta y sus consecuencias son devastadoras. Los Códigos Nacionales de la Familia y de la Niñez prohíben el castigo físico contra niñas y niños, sin embargo, es una práctica cultural muy arraigada que está por encima de las leyes. Muchos padres y madres consideran a sus hijos como un bien personal del que pueden disponer libremente. Desde esa óptica, el castigo físico, el maltrato psicológico y hasta el sexual está permitido. Tal circunstancia evita que la niña o el niño denuncie o hable del abuso del que es víctima. Por razones de género, las niñas sufren más la violencia y se les desalienta a que la denuncien. Tampoco se denuncian muchas formas de violencia que afectan a los varones, incluida la sexual. La violencia durante la niñez tiene consecuencias para toda la vida y puede transmitirse de una generación a otra. Quienes son víctimas de violencia tienen mayores posibilidades de que la sigan padeciendo o ejerciendo cuando sean personas adultas, porque la interiorizan como algo normal y la pueden reproducir. La víctima puede convertirse en victimario o revictimizarse.

Sin embargo, la violencia se puede evitar. Podemos y debemos interrumpir el ciclo de la violencia.

“La violencia engendra violencia. Sabemos que los niños que sufren violencia tienden a considerar a la violencia como algo normal, incluso algo aceptable… y tienen más probabilidades de ejercer violencia contra sus propios hijos en el futuro. Si no tratamos el trauma que sufren los niños debido a la violencia social, estamos abriendo las puertas a problemas que pueden durar toda la vida… y desencadenar actitudes negativas que pueden pasarse de una generación a otra.” Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF (febrero de 2014).

Todos somos garantes de los derechos del niño La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN), de 1989, reconoce a las familias, las comunidades y los Estados como garantes de los derechos del niño. Ser garante significa tener la obligación de garantizar un derecho a las niñas y los niños. A los garantes de la comunidad también se suman los centros escolares, los centros de salud, las ONG, las organizaciones de base y las iglesias. En particular, los Estados están obligados a asegurar y hacer cumplir los derechos del niño, prevenir posibles peligros para ellas y ellos y garantizar la atención inmediata en caso que sus derechos hayan sido violados.

PASEMOS A LA ACCIÓN La violencia no es inevitable. Es posible interrumpir el ciclo de violencia contra las niñas y los niños, todos tenemos la obligación de pasar de inmediato a la acción, por razones morales y de defensa de los derechos humanos. ¡Podemos prevenir la violencia!

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Estrategias para la prevención de la violencia contra las niñas y los niños

1. Apoyar a los padres y madres, a los cuidadores y a las familias. Cuando estos actores claves en la formación de la niñez reciben educación sobre cómo poner límites y mostrar amor en la crianza de sus hijos, se reduce el riesgo de violencia en el ámbito del hogar.

2. Ayudar a las niñas, los niños y adolescentes a hacer frente a los riesgos y desafíos Para reducir la violencia en las escuelas y en las comunidades, las niñas, los niños y adolescentes deben recibir formación para afrontar y resolver las situaciones de riesgo sin apelar a la violencia y en cómo buscar apoyo cuando surgen situaciones de violencia.

3. Modificar las actitudes y normas sociales que fomentan la violencia y la discriminación El machismo justifica el uso de la violencia, por tanto, la manera más segura de evitarla consiste en modificar las actitudes y normas sociales que promueven la supremacía del hombre sobre las mujeres.

4. Promover la denuncia y el apoyo legal y psicológico para la niña o el niño Deben crearse mecanismos para que niñas, niños, adolescentes y personas adultas puedan identificar cuando las personas menores están siendo vulneradas en sus derechos, que sepan cómo denunciarlo y cómo remitir los casos a las autoridades competentes.

5. Aplicar leyes y políticas que protejan a las niñas y los niños Aplicar la ley es un claro mensaje a la sociedad de que la violencia no es aceptada y es castigada.

Evaluamos los resultados y los cambios de actitud Para el Programa Clubes Juveniles en Acción es importante conocer y verificar si los clubes logran el cambio deseado en las niñas y en los niños. Para este fin se ha desarrollado un instrumento de medición individual que se aplica al momento de su ingreso al programa. El resultado inicial se compara después con los resultados finales del primero y segundo año o al final de cada módulo. A continuación, te presentamos herramientas y dinámicas de evaluación y su uso: Herramienta de evaluación

Para qué sirve

1. Dame tu opinión en 5 minutos

Evalúa si una actividad ha tenido éxito o si ha sido asimilada por las niñas y los niños.

2. Evaluación en H

Evalúa los proyectos de servicio y aprendizaje.

3. El semáforo: rojo, amarillo, verde

4. “Antes de” y “después de” 5. El análisis en círculo

6. El método de las huellas

Evalúa los proyectos de servicio y aprendizaje. Para que reflexionen sobre los cambios que sienten que se han producido ANTES y DESPUÉS de su participación en el Club juvenil. Explora el grado de participación de las niñas y los niños en el club. Determina los pasos que se han dado para lograr el objetivo de una actividad o el proyecto de servicio y aprendizaje realizado por el Club.

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1. Dame tu opinión en 5 minutos Primero elabora en un papelógrafo cuatro círculos como los que se muestran en el modelo, con sus respectivas frases (excelente, muy bueno, regular y aburrido).

ABURRIDO REGULAR MUY BUENO EXCELENTE

Recorta papelitos de 5 colores diferentes en forma de círculos o cuadrados. Anota las preguntas que quieres evaluar en un papelógrafo y marque el color de cada pregunta (vea ejemplo). Asegúrate de repartir papeles de los 5 colores representados a cada participante. A continuación, te damos unos ejemplos de preguntas:

? ¿Fue divertido arillos am os lit pe pa e Us

¿Deberíamos hacer esto de nuev o? Use papelitos rojos

¿Trabajaste bien en equipo? Use papelitos verdes

o el objetiv ¿Lograste vidad? con la acti zules litos a Use pape

¿Aprend iste algo nue vo? etc. Use pap elitos bla ncos

Sólo son ejemplos, tú puedes hacer otras preguntas que consideres oportunas. La respuesta de la pregunta de si “¿fue divertido?”, lo marcan los participantes entre las alternativas del círculo con sus papelitos amarillos, y así consecutivamente con las otras preguntas y sus colores indicados.

ABURRIDO REGULAR MUY BUENO EXCELENTE

Esta dinámica da una respuesta rápida acerca de si les ha gustado la actividad y si ha tenido los resultados esperados. Tú les haces preguntas sencillas, y que las respondan pegando su pedacito de papel de colores (en forma de círculo o cuadrado) en el círculo que consideren que mejor describe su respuesta a la pregunta. Verás cuál es la tendencia de las respuestas por los colores que resulten más agrupados en determinado círculo.

Explica a las niñas y los niños lo que significa cada círculo: Excelente

Estoy completamente de acuerdo con la pregunta.

Muy bueno

Me gustó bastante (pero ha habido otras mejores)

Regular

Estuvo más o menos

Aburrido

De ninguna manera estoy de acuerdo con la pregunta.

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Agradéceles y diles qué vas a hacer con la información. Dependiendo de las preguntas que hagas, podrías conservar el papelógrafo (asegúrate de ponerles la fecha) y registrar el cambio en un período de 3 ó 4 meses, o simplemente registra lo que les gustó o no les gustó.

Evaluación en “H” Para realizar esta evaluación debes preparar de antemano tres modelos de la herramienta “Evaluación en H”, que se muestra abajo (si te fijas, hay una forma de H). Con esta herramienta las niñas y los niños explorarán los puntos fuertes y débiles de la participación infantil y los resultados del proyecto y harán sugerencias para mejorar. Las tres fases son:

1. Creamos la idea 2. Planificamos el proyecto y lo anunciamos 3. Tomamos acción (ejecutamos el proyecto) Copia el modelo de abajo, un modelo para cada fase del proyecto:

1. CREAMOS LA IDEA

Nombre del proyecto Puntos fuertes y resultados positivos

N° de participantes:

Puntos débiles, desafíos y amenazas

Fecha:

Sugerencias sobre cómo mejorar

Pide a los participantes escribir con marcador el nombre del proyecto, el número de participantes y la fecha en la que se llevó a cabo.

Bajo el símbolo de la carita alegre pídeles que reﬂexionen sobre los puntos fuertes de su participación y si hubo resultados positivos. Pídeles que compartan ejemplos de los puntos fuertes.

Bajo el símbolo de la carita triste pídeles que reﬂexionen sobre los puntos débiles de su participación, porqué piensan que estuvo débil y cómo piensan que pueden mejorarla. Pídeles que compartan ejemplos de los puntos débiles

Bajo el foco encendido pídeles que propongan ideas sobre cómo lograr que la participación infantil sea mejor y más inclusiva en la etapa que se evalúa.

Semáforo: rojo, amarillo o verde Debes elaborar un semáforo en formato grande (como el de la muestra) y recortar papelitos para que las niñas y los niños puedan anotar sus conclusiones. Esta dinámica servirá después de haber realizado el proyecto comunitario de aprendizaje del club. Será importante evaluar la participación, cómo se llevó a cabo el proyecto y los resultados que se obtuvieron. En el semáforo elaborado:

El rojo indica que sintieron que su participación fue limitada y que los resultados del proyecto no fueron satisfactorios. El amarillo indica que su participación y los resultados del proyecto fueron aceptables, pero que aún se pueden mejorar. El verde indica que su participación y los resultados del proyecto fueron positivos y cumplieron con los objetivos.

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“Antes de” y “después de” Esta dinámica es muy útil para que las niñas y los niños reflexionen sobre los cambios que se han producido como resultado del ANTES y el DESPUES de su participación en el Club Juvenil. Las niñas y los niños explorarán de forma individual y grupal los cambios en sus vidas, en sus conocimientos y actitudes como resultado de su participación. Pide que alguien se acueste sobre varias hojas grandes de papel para dibujar el contorno de su cuerpo. Traza una línea vertical por el centro de la silueta dibujada. Diles que esta silueta es una niña o un niño del club. El lado izquierdo representa el ANTES DE su participación en el programa, mientras que el lado derecho representa el DESPUÉS DE su participación en el programa (es decir, ahora). Deja el dibujo en el piso. Ahora entrega a cada quien una fotocopia del modelo que se encuentra al final de esta lección y un lápiz. Diles que antes de trabajar en el dibujo grande, todos juntos vamos a hacer un ejercicio individual. Pídeles pensar en los cambios que han resultado de su participación en el club. Recuérdales que pueden pensar y registrar cambios positivos y negativos. A continuación, hazles preguntas reflexivas que puedan relacionar con diferentes partes del cuerpo. Las puedes anotar en una pizarra o en una hoja de papel grande para que puedan tomarse el tiempo de pensar en cada una. En el lado izquierdo escriben como era ANTES y en el lado DERECHO como es ahora.

Antes

Después

La cabeza

¿Ahora tienes conocimientos que antes no tenías? ¿Cuáles?

Los ojos

¿Existe algún cambio en cómo te ves a ti misma o a ti mismo? (positivo/negativo) ¿Has visto algún cambio en tu familia? ¿Has visto algún cambio en tu comunidad?

Los oídos

¿Ha habido algún cambio en cómo escuchas a los demás? ¿Ha habido algún cambio en cómo las personas adultas escuchan a los miembros del club?

La boca

Los hombros El corazón El estómago

¿Has cambiado tu forma de hablar? ¿Ha cambiado la manera en que te comunicas con tus amistades, con tus padres, con tus maestros y con otras personas? ¿Ha cambiado tu forma de asumir responsabilidades? ¿Existe algún cambio en la opinión que tienes sobre ti? ¿Hay algún cambio en tus actitudes hacia las demás personas o de otras personas hacia ti? ¿Existe algún cambio en a lo que comes? (más saludable)

Los brazos

¿Existe algún cambio en las actividades que realizas? (proyectos comunitarios etc.)

Los pies y las piernas

¿Existen cambios cuando se trasladan a algún lugar? (más precaución, poniendo en práctica el plan de seguridad)

Dales tiempo para que dibujen o registren en su hoja modelo estos cambios mediante palabras o imágenes. Al cabo de 20–25 minutos reúnelos y pídeles que compartan sus conclusiones individuales y las transfieran a la gran representación gráfica del cuerpo en el piso, escribiéndolos en papelitos y pegándolos con pegamento o cinta adhesiva. Anímalos a que compartan algunos cambios que han registrado para cada parte del cuerpo, siempre que se sientan seguros y cómodos para hacerlo. Pídeles que compartan cambios esperados e inesperados, positivos y negativos. Guarda la hoja grande y compara los resultados cuando más adelante en el programa se vuelva a realizar el mismo ejercicio.

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Antes

DespuĂŠs

El análisis en círculo Esta herramienta explora en qué grado las niñas y los niños participan y quiénes se autoexcluyen de hacerlo. Prepara de antemano el modelo de abajo en una hoja de papel grande y recorta círculos pequeños en hojas de papel de colores. Reparte un círculo de color a cada participante y pide que cada quien pegue su círculo en el área que mejor cree que representa su grado de participación en el Club Impacto. Explícales la diferencia entre la participación activa y la simple presencia en las reuniones.

Yo participo activamente en el club. Tomó iniciativas y me gusta participar y dialogar.

Yo participo y doy mi opinión a veces en el club.

Yo estoy pendiente, pero preﬁero escuchar que hablar.

No me gusta o me da pena participar en pláticas o actividades del club.

Cuando todos hayan pegado su círculo, haz las siguientes preguntas: • ¿Quiénes se incluyen en el círculo del centro (1)? ¿Qué significa participar? ¿Cómo participan? • ¿Quiénes se incluyen en el círculo del medio (2)? ¿Qué significa esto? ¿Por qué participan solo a veces? ¿Qué les impide participar más? • ¿Quiénes se incluyen en el círculo exterior (3)? ¿Por qué? ¿Qué les impide que participen? • ¿Hay niñas y niños que deciden no participar (4)? ¿Por qué deciden no participar? • ¿Existen miembros del club que se excluyen o no llegan? Piensa en las niñas y los niños que no están presentes en esta reunión.

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Método de las huellas Recorta con anticipación 10 a 15 pisadas de papel, lleva hojas de papel y marcadores. El método de las pisadas sirve para determinar los diversos pasos que se han dado para lograr el objetivo de una actividad o el proyecto de servicio y aprendizaje realizado por el Club juvenil. Preséntales la actividad y pídeles que piensen en los pasos que han recorrido para lograr el objetivo que se plantearon con la actividad o proyecto. Los niñas y niños ahora tendrán que poner en el suelo, una por una, las pisadas de papel; cada una corresponderá a una etapa del camino que recorrieron para alcanzar el objetivo. Tú pones la primera huella de papel en la tierra y pídele a un participante poner el pie sobre la pisada de papel, pregúntale: ¿Qué fue lo primero que hicimos? (Si no lo recuerdan, puedes darles algunas pistas o llevar escritos los pasos en hojas de papel.) Tú o alguien de los participantes escribe en una hoja de papel lo que diga cada participante y el resto del grupo y se pone junto a la primera huella. Este ejercicio se repite hasta que se hayan concluido todas las etapas de la actividad o del proyecto. Se puede sugerir al grupo que reflexione y analice los siguientes aspectos: • ¿En qué medida participaron en esta etapa? • ¿Qué etapas de la actividad fueron las más difíciles o las más fáciles de superar? ¿Por qué?

Realizamos un recorrido de la comunidad a pie

Hicimos un diagnóstico participativo

Dibujos y pinturas También se les puede animar a realizar dibujos sobre sus vidas y sobre las ventajas de formar parte del programa. Se les puede sugerir que expliquen lo que han dibujado y qué significa; además, se les puede hacer preguntas de sondeo para entender mejor tanto lo que ha cambiado como lo que no ha cambiado como resultado de su participación en un proceso o proyecto.

Historias del cambio más significativo Los cambios significativos pueden ser compartidos de manera regular, por medio de cuentos, poesías, dibujos, pinturas, obras de teatro, diarios con fotos, canciones o marionetas que se puedan grabar en video. Las historias, los dibujos y las obras de teatro pueden ser herramientas eficaces para recopilar información sobre resultados relacionados con el comportamiento y las actitudes y los resultados externos más generales, positivos o negativos.

La Convención sobre los Derechos del Niño Esta es una adaptación de la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual fue adoptada por las Naciones Unidas en 1989. Es un compromiso de las naciones, incluida Honduras, para proteger los derechos de la niñez.

1. Toda persona menor de 18 años es niña o niño. 2. Todas las niñas y los niños tienen los mismos derechos, no importa dónde vivas, tu color de piel, tus ideas religiosas, etc.

3. Quienes deciden sobre ti deben buscar siempre lo mejor para ti.

4. Los gobiernos son responsables de asegurar que ejerzas tus derechos.

5. Tus padres deben procurar el ejercicio de tus derechos. 6. Tienes derecho a vivir y desarrollarte.

Guía de la mentora y el mentor

7. Tienes derecho a tener un nombre, a ser

ciudadana o ciudadano de un país y a una familia.

8. Tienes derecho a tu propia identidad. 9. Tienes derecho a crecer con tus padres en tu familia. Si tus padres están separados, tienes derecho a ver a ambos.

10. Si vives en diferentes países que tus padres; ambos tienen el derecho de verte.

11. Nadie puede secuestrarte o sacarte de tu país. 12. Tienes derecho a expresar lo que piensas. Los adultos deben escucharte.

13. Tienes derecho a buscar, recibir y difundir

información siempre y cuando respetes los derechos de los demás.

14. Eres libre de pensar, actuar y profesar una religión.

15. Tienes derecho a iniciar o participar en asociaciones pacíficas.

16. Tienes derecho a estar en paz, con tranquilidad y a guardar tus secretos.

17. Los medios de comunicación (radio, televisión, periódicos, redes sociales, cine, libros, etc.) deben respetarte en sus contenidos.

18. Tus padres son responsables de ti y siempre deben pensar en lo que es mejor para ti.

19. Ninguna persona adulta puede maltratarte o golpearte.

20. Si no puedes vivir con tus padres, debes recibir a ayuda para encontrar un nuevo hogar.

21. Si eres adoptada o adoptado, las autoridades deben pensar en lo que es lo mejor para ti.

22. Si te encuentras en condición de refugiada o

refugiado, tienes derecho a recibir protección y a reunificarte con tu familia.

23. Si tienes una discapacidad, tienes derecho a

tener apoyo para lograr una vida digna y bastarte por tu propia cuenta. Tienes derecho a atención médica.

24. Si no vives con tus padres, las autoridades deben darte atención y velar por tu bienestar.

25. La seguridad social es un beneficio para todas las niñas y los niños.

26. Tienes derecho a las condiciones adecuadas para tu desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. Esto significa que debes tener una buena alimentación, una casa digna y vestuario.

27. Tienes derecho a ir a la escuela y a que la educación sea gratuita.

28. La escuela debe prepararte para tu vida como

persona adulta. Ella contribuirá a que desarrolles tus capacidades, tus habilidades, tu personalidad y tu aptitud frente a la vida, la familia y la sociedad.

29. Si vives en una comunidad indígena o

afrodescendiente, tienes derecho a que se respete tu identidad cultural, tu lengua, tus creencias y tradiciones.

30. Tienes derecho a jugar, al descanso y al tiempo libre.

31. Tienes derecho a no realizar trabajos duros y peligrosos.

32. Debes ser protegido del consumo de drogas

peligrosas o de que te utilicen para su tráfico.

33. Nadie debe abusar de ti sexualmente. 34. Debes ser protegido de ser vendida o vendido como una mercancía o de que te utilicen para actividadessexuales.

ÂĄTenemos Derechos! GuĂa de la mentora y el mentor

Glosario • Convención sobre los Derechos del Niño. Es un tratado internacional de las Naciones Unidas, firmado en 1989, que enfatiza que las niñas y los niños tienen los mismos derechos que las personas adultas, pero requieren de protección especial mientras alcanzan el pleno desarrollo físico y mental. • Currículo Clubes Juveniles en Acción. Consiste en la Guía de la mentora y el mentor y en los manuales de los 6 módulos del programa que tienen como objetivo impactar en el compromiso de vida de las niñas, niños y adolescentes. • Disciplina positiva. Es la filosofía que ayuda a las personas adultas a entender la conducta inadecuada de las niñas y los niños, promueve actitudes positivas hacia ellos y les enseña a tener buena conducta, responsabilidad y destrezas interpersonales. • Emprendedurismo. Es el proceso en que una persona desarrolla su idea de convertir un proyecto, con fines de lucro o de beneficio individual o social. • Enfoque de derechos. Según la Convención de los Derechos del Niño, la persona menor de edad no es objeto de favores de la sociedad adulta, sino sujeto de derechos en una sociedad obligada a respetarlos y promoverlos. • Enfoque de género. Busca la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos, sin importar su edad o sexo, en las interrelaciones existentes entre sí y en los distintos papeles que socialmente se les asignan. • Equidad de genero. Las mujeres y los hombres, independientemente de sus diferencias biológicas, tienen derecho a acceder con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los mismos bienes y servicios de la sociedad. • Factores de protección. Características personales, situaciones e influencias del entorno para prevenir la violencia. • Factores de riesgo. Características personales, situaciones e influencias del entorno que promueven la violencia. • Garante de derechos. El Estado, la sociedad civil o personas con la obligación jurídica de garantizar sus derechos a las niñas y los niños. • Habilidades sociales. Capacidad de relacionarse, comunicación efectiva, manejo de emociones, capacidad de resolver problemas y conflictos y de comprender y aceptar a las demás personas. • Habilidades para la vida. Las aptitudes necesarias para comportarse de manera adecuada y enfrentar con éxito las exigencias y desafíos de la vida diaria. • Norma. Principio que es adoptado para orientar la conducta o la correcta realización de una acción, así como el correcto desarrollo de una actividad.

• Nuevas masculinidades. Movimientos de hombres o de grupos de hombres que abogan por la igualdad entre mujeres y hombres en todos los aspectos de la vida y que luchan por erradicar la violencia física o psicológica a mujeres, niños, ancianos y hombres. • Participación infantil. Un derecho y uno de los cuatro principios fundamentales de la Convención sobre los Derechos del Niño, junto a los de no discriminación, derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo. La CDN establece que los Estados deben garantizar que el niño esté en condiciones de formarse un juicio propio, así como de expresar libremente su opinión sobre las situaciones que les afecten, teniéndose en cuenta sus opiniones en función de su edad y madurez. (Art. 12 de la CDN). • Prevención. Mitigación de factores de riesgos y fomento de factores de protección. • Promoción. Cambios de comportamiento y práctica de una disciplina positiva entre miembros de la comunidad educativa. • Reglas. Principios que se imponen o se adoptan para dirigir la conducta o la correcta realización de una acción o el correcto desarrollo de una actividad. • Resiliencia. Capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas.

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Bibliografía y recursos A CALL TO MEN (2015). LIVERESPECT Coaching Healthy and Respectful Manhood. Educator Guide. Disponible en: https://issuu.com/acalltomen/docs/actm_program_guide Asamblea General de las Naciones Unidas, Convención sobre los Derechos del Niño y de la Niña. (1989) Disponible en: https://www.unicef.org/paraguay/spanish/py_convencion_espanol.pdf Aumeer & Scott (2016). Restored Primery Resource. TwelveTwentyOne Media(http://twelvetwentyonemedia. com) in partnership with Restored. Disponible en: http://www.restoredrelationships.org Boston Public Health Commission and Futures Without Violence. Workshop Guide for Developing Healthy Relationships: Preparing Your Child Before They Start Dating. Disponible en: http://startstrong. futureswithoutviolence.org/wp content/uploads/developing-healthy-relationships.pdf Calderón Rodríguez, M (2012). Aprendiendo sobre emociones: Manual de educación emocional. San José, C.R. Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, (CECC/SICA). Libro electrónico, ISBN 978-9968-633-63-5. Comissioner for Children Tasmania. Involving children in decisionmaking-Your quick practical Guide. Disponible en: http://www.childcomm.tas.gov.au/wp-content/uploads/2015/06/Guide-to-making-decisionsbooklet.pdf Cuevas-Parra, P. World Visión (2016). TRANSFORMÁNDONOS EN INVESTIGADORES - Una guía sencilla para niños, niñas y jóvenes que quieran llevar a cabo investigaciones sociales. Disponible en: https://www.wvi.org/ sites/default/files/WVTransform%C3%A1ndonos%20en%20Investigadores%2025.03.2017.pdf Departamento de Policía Metropolitana, Washington DC, EEUU (2011). Guía Para Entender y Evitar las Pandillas. Guía para entender la cultura de las pandillas y maras y las maneras de evitarlas. Disponible en: https://dc.gov/sites/default/files/dc/sites/mpdc/publication/attachments/Say%20No%20to%20Gangs_SPA. pdf Domínguez & Montero. Save the Children Valencia, España (2003). Participar también es cosa de niños - Guía didáctica para el profesorado. Disponible en: https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/ guiaparticipacionvalencia.pdf Foundation New Horizon, Rumania (2013). Manual for IMPACT CLUBS (service learning youth clubs). Información disponible en: http://www.noi-orizonturi.ro/?lang=en Gosling & Cohen (2007). Advocacy Matters: Helping children change their world Participant’s Manual. An International Save the Children Alliance guide to advocacy. The International Save the Children Alliance. Disponible en: https://www.unicef.org/adolescence/cypguide/files/Advocacy_Matters_Participants_Manual. pdf Keeping Children Safe Coalition. Participación de niñas y niños en su protección. Herramienta 4. Disponible en: https://www.keepingchildrensafe.org.uk/sites/default/files/KCSTool3%20-%20Spanish.pdf

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