Revista n°52

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¡Tiempo al tiempo! El primer semestre del 2016, como directivos del Club Broncos, ha sido un torbellino interminable de compromiso, trabajo en equipo, ilusiones, emociones, derrotas, victorias, aprendizaje y sobre todo tolerancia e inclusión. Primeramente, recuerdo muy bien, en Enero teníamos a una decena de jóvenes entusiastas por jugar su última temporada, y que desde antes de empezar la pretemporada oficialmente, ya nos hacían un reclamo en silencio día a día al presentarse en el campo de entrenamiento a practicar tocho o flag football. Al hacer la convocatoria de las categorías a competir en esta temporada, el número de jugadores de la categoría Bantam creció, pero no era suficiente el número de jóvenes para completar la categoría. Pero por otro lado, la cantidad de niños para las categorías infantiles nunca fue prometedora como para poder aspirar a completar una categoría, aquí empieza la desilusión del no poder tener categorías, incluso ni para inscribir a mi hijo Luis Mario, ¡él ya es electrón! La mayoría de los niños que pudieron ser partes de nuestros equipos, ya se estaban reportando en otros clubs, ya que vieron la realidad del nuestro, no los culpo, talvez mi familia debería haber hecho lo mismo, pero no fue así. De las porristas ni hablemos, no estaba en el mapa que fuéramos a convocarlas, debido a que no teníamos ninguna categoría completa aún. Pero ellas estaban ansiosas y al pendiente de que estuviéramos formando al menos una categoría para que ellas pudieran participar. En Febrero, al no tener nada de esperanzas con las categorías infantiles, nos enfocamos al 100% en Bantam, pero la cantidad de niños no era suficiente aun, tanto así que tuvimos algunas deserciones a otros clubs, lo cual nos dejaba fuera de toda posibilidad de formar a la categoría. Aunque siempre fui directo con los jóvenes de Bantam, desde enero, llegamos a un punto de quiebre, donde la pregunta clave hacia los jóvenes siempre fue: Hijo, ¿A qué aspiras, que quieres hacer en esta temporada, para la mitad de ustedes es la última? Les hice el planteamiento de que teníamos a un grupo de sus compañeros que ya habían decidido irse del club al ver que no nos completábamos, ya habíamos puesto el compromiso que si para mediados de Febrero no completábamos la categorías, todos quedábamos libres de irnos a donde quisiéramos… Pero la respuesta de los muchachos fue muy clara y contundente, algunos de ellos con lágrimas en los ojos, eso me pudo mucho en lo personal y me motivo a respaldar su decisión, no se va a liberar a ningún jugador que pueda jugar en nuestro equipo, sino estamos completos. Y aunque yo tenía el poder de decisión, nunca iba a tomar decisiones que afecten a otros sin consultarlos o lograr su consentimiento, además, mi deber es representar a los que estaban en nuestro campo de entrenamiento, aunque esto fuera motivo de discusiones y de ser impopular, así fue, es y será mi comportamiento. No hubiera sido la primera vez que dejara descansar jugadores una temporada. Nuestros esfuerzos estaban en apoyar a este grupo de 15-20 jóvenes para sacar la categoría Bantam. Ya no teníamos de otra, los tiempos nos alcanzaban, incluso, en un momento de desesperación al ver que su equipo no se completaba, Poncho, mi hijo mayor, me dijo a finales de Febrero, un viernes, a tanta


insistencia mía, quiero aclarar, “Papa, vamos a Halcones, a ver si todavía hay chance”, esa era la salida perfecta para que Poncho y Luis Mario participaran este semestre. Y fuimos a Halcones, todavía no se equipaban ellos, y Poncho ya había decido irse a jugar su última temporada a Halcones, solo le pedí que fuera a despedirse de sus compañeros, ya que era la mínima cortesía que podía correrles, así mismo, yo ya estaba preparado para comunicarles que no podía seguir más con el Club Broncos si mi hijo se iba a otro club… Mi sorpresa fue mayúscula, al siguiente lunes, había 25 wercos entrenando, junto con Poncho, haciendo scrimmage y Poncho de QB… Me tumbaron mi discurso y me daban ánimos a seguir adelante, ¿si ellos pudieron completarse? ¡porque no iba yo a ayudarlos! Yo francamente no tenía mucho tiempo para asistir a las juntas de los presidentes de la MFL, solo fui el tiempo necesario. Prefería invertir mi tiempo en el campo con los niños o en el club. Y más porque todavía no teníamos una plantilla de Coachs, regularmente solo estaban yendo el Coach Grande Luis Hurtado, y algunos coachs que después al ver que el equipo no se completaba se fueron retirando. Ya en marzo, con el equipo casi completo, pudimos hacer regresar a “mis hijos desobedientes” y con esto estábamos completos para competir en el torneo… Pero teníamos problemas económicos, algunos niños ni pudieron o quisieron seguir por que no tenían dinero para pagar su uniforme o inscripción… y la mayoría empezaban a flaquear, el camino había sido duro y aleccionador. Mientras tanto… Y las porristas a’pa? En una semana se organizó el equipo de porristas, ellas estaba puestas y ansiosas de volver al Festival de Porristas de la MFL… Los papas también respondieron muy bien desde un inicio, los entrenadores puestos para tomar el reto, Mi esposa Esperanza decidida a apoyarlas… 10 Novatas 18 Veteranas, de las 18, 5 se retiraban, todas ellas estaban muy contentas que el equipo de Bantam se lograra conjuntar. Y que les dieran la oportunidad de competir otra vez y algunas por última vez en su Festival. Dentro de las novatas, llego una niña que, ya era una “antigua” conocida del Club Broncos, Karlita Carrillo Tijerina, una niña muy especial para el club, se convertiría en Porrista de nuestro club, y aunque desde un principio se inició con la controversia de que si la niña sería mascota y no porrista, Esperanza y un servidor apoyamos la decisión de los papas de la niña, primeramente, y de los entrenadores, de que la niña fuera porrista. Y así empezó una historia muy bonita y motivante… Mientras tanto, en el campo de juego, hubo amenaza de no sacar la categoría a la falta de pagos de los jóvenes de Bantam, esa hubiera sido la salida más fácil para todos, aunque para la mayoría hubiera sido muy complicado conseguir equipo para jugar en esa temporada, ya que habíamos pasado los tiempos adecuados, además de que de ellos dependía el futuro de las porristas en esa temporada… Volvieron a hacer el compromiso por ellos mismos y sus compañeras porristas y consiguieron los recursos para pagar sus uniformes y su inscripción en la liga… el primer pesaje llevamos 22 niños, el segundo llevamos 6 y terminamos con 5 mas… Fueron 33 registrados, pero luego luego se fueron 3, nos quedamos con 30, luego otros 2, y en 28 fue el numero con el que competimos la mayoría de la temporada… Nos ubican en el grupo uno, ni hablar, ya habíamos barrido con la mitad de los integrantes del grupo dos, así que teníamos esperanzas de hacer un buen papel en el grupo 1. Teníamos un Staff de Coach muy


jóvenes, con el compromiso, ganas y deseos de sacar adelante a nuestros hijos, Humberto, Luis, Juan Pablo, Roberto, Jose Eduardo, Mauricio, Hugo. Así que logramos integrar al Staff coachs de mucha experiencia en la liga MFL y en la liga universitaria, nos daba más confianza, con el Coach Paris al frente, con el Coach Victor en la Ofensiva, el Coach Jorge a la Defensa y el Coach Lacho en equipos especiales. Pero no fue así, no ganamos ningún partido, contra Búfalos y Pumas fueron los partidos más cerrados, pero la superioridad en número y en football nos acabó por dejar con 0 ganados y 6 Perdidos como marca esta temporada. Acabamos la temporada con muchas lecciones, de ser un equipo sin jugadores, primero, luego si coachs, terminamos completos todos los partidos, con una participación impecable de nuestras porristas cada jornada que tuvieron la oportunidad de participar y con un gran apoyo de los papas que partido a partido nunca dejaron solos a los muchachos, a esos 28 Broncos que iniciaron y terminaron su proyecto de temporada, gracias a ellos nos dedicamos a conseguir los recursos que hicieron falta para que pudieran completar su temporada, que terminamos más unidos que nunca todos como una gran familia, esto es lo que ganamos esta temporada. Se compitió, legal y dignamente en el nivel que nos asignaron, no nos rajamos, no cancelamos el proyecto, lo terminamos como lo empezamos, aunque los resultados no se dieron, los niños son excelentes jugadores y mejores personas. Mientras tanto, al término de la temporada, nos lleva a un capitulo complicado en nuestras comunicación con la liga MFL. Si bien es cierto que ya habíamos inscrito a Karlita como porrista, estábamos preocupados por la seguridad de la niña, por un lado, y por el resultado que pudiera tener nuestro equipo de porristas al cuidar la integridad de Karlita durante la rutina que se presentaría en el festival. En lo personal y como directivo del Club Broncos, reconocemos el esfuerzo y la labor que la MFL ha estado haciendo a lo largo de los años por incluir niños de capacidades diferentes en todas sus categorías, incluyendo las Porristas, y que ha sido una gran labor social por parte de la liga y sus directivos la inclusión que se ha tenido hasta el momento. Sin embargo, también debemos de reconocer que el caso de Karlita, es uno de los primeros en el que se tiene que una porrista con Síndrome Down participando activamente en las pirámides que un equipo de porristas desarrolla durante sus rutinas. Al principio, como parte de las actividades que se le dio la niña para que se integrara con sus compañeras, la empiezan a levantar en vertical, pero los entrenadores se dieron cuenta que la niña podía participar y ejecutar las rutinas que la niña había estado entrenando, y las entendía y repetía a la perfección. Por lo cual se le integra como a una más del equipo, siempre cuidando y entendiendo de las necesidades de la niña, debido a sus capacidades. Se llega el día del Festival de Porristas, con el estrés de lo vivido y del momento per se, y aunque el performance de las niñas tuvo sus detalles técnicos, el momento esperado del performance de Karlita lucio perfecto, sin ayuda de nadie, la niña logro lo que esperábamos de ella y apoyo a sus compañera a levantar, una vez más, el trofeo de primer lugar. El campeonato ya se lo habían llevado, al incluir a Karlita en la rutina, desde las Porristas, los papas de Karlita, los papas de las Porristas, sus entrenadores, coordinadora y Presidenta. Todas juntas como familia resolvieron el problema, realizaron sus acciones y se llevan el máximo reconocimiento del torneo, sin embargo el mayor reconocimiento fue del público que se entregó como nunca a la rutina de baile del club y al espacio brindado para que Karlita se sintiera una integrante más del equipo. Agradecemos a todas las personas del público, de otros clubs, mesas directivas de otros clubes y ex integrantes de la liga que se acercaron e interesaron de conocer del tema y agradecemos todas las muestras, palabras de apoyo y asesoría que nos dieron en el trayecto


al festival, de corazón a nombre del Club Broncos y de nuestra porrista Karlita, se los agradeceremos eternamente. Al día siguiente del festival, el MFL Bowl, donde 13 de nuestros Broncos se graduaron de este gran deporte de la liga Juvenil de la MFL. ¿Qué nos dejó a Esperanza y a mí esta temporada? Además de muchos desvelos, dolores de cabeza, charlas con los directivos y ex directivos de la liga, etc. Nos deja el orgullo, reconocimiento y la satisfacción de: ¡El aprendizaje al haber logrado completar la categoría de Bantam y que 13 de nuestros jugadores pudieran haberse despedido jugando su último partido en el estadio Nuevo Leon Unido y que, junto con sus compañeros, hayan completado otra temporada más inculcándole los valores de trabajo en equipo, colaboración y disciplina! ¡El aprendizaje al haber apoyado a Karlita en su equipo de Porristas, el que haya colaborado para lograr los objetivos de su equipo y dándole a la niña las condiciones necesarias para que pueda participar y practicar este hermoso deporte que es el de ser una Porrista! ¡El aprendizaje al haber cumplido con el Club Broncos y sus asociados y los padres de familia, una vez más, donde las crisis se trataron en su momento y se solucionaron a su debido tiempo, con la convicción y orgullo de poder ver a cualquiera de frente a la cara y a los ojos y saber que cumplimos con lo acordado! Y por último no menos importante. ¡El aprendizaje al haber ganado el Campeonato de Porristas de la MFL con la mejor rutina que las mejores porristas y los mejores entrenadores pudieron haber presentado ese día! ¡Nos sentimos muy contentos y felices de lo que se logró, no puedo ni necesito pedir más! Para las Bronquitas y Bronquitos que se despiden del Club Broncos por su edad y elegibilidad, esto no es un adiós, sino un hasta luego, les deseamos el mayor de los éxitos en los siguientes proyectos que decidan emprender, deseo que pongan en alto, muy en alto, el nombre del Club Broncos, el de San Nicolás, Nuevo Leon y el de México, no se olviden de destacar en sus estudios, ser buenos ciudadanos y de seguir practicando el deporte que más les apasiona, tampoco se olviden de su club, donde se formaron y dedicaron parte de su niñez y juventud y donde formaron y conservaran un familia de color azul-naranja, todo en aras de practicar el deporte más hermoso y apasionante del mundo; nos sentimos orgullosos y contentos de cada logro alcanzado y de cada meta cumplida! ¡UNA VEZ BRONCO, POR SIEMPRE BRONCO!

Esperanza Mejía Espinoza y Luis Carlos Villalobos PRESIDENTES Club Broncos de Nogalar.



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