Las imágenes realizadas por Marco Antonio Cruz a lo largo de dieciséis años que presenta este libro son un testimonio de dos mundos que se encuentran. El primero es el mundo de los ciegos, invidentes o débiles visuales –es decir: esa vasta colectividad de quienes no se pueden guiar por sus ojos para sobrevivir– y el segundo es el orden de la mirada del fotógrafo que busca, visita y recorre las existencias cotidianas de esas personas en particular así como los sitios donde llevan a cabo sus vidas.