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Familia monoparental
Kenia Zamora Martínez. Pasante; Licenciatura En Criminología y Criminalística Hidalgo
Son aquellas en las que un progenitor convive con y es responsable en solitario de sus hijos e hijas menores o dependientes. Aquí se habla de “hogar monoparental”, núcleo principal o primario. Un porcentaje de los núcleos monoparentales se incluyen dentro de una familia compleja en la que hay una pareja, frecuentemente la constituida por los abuelos de los niños o niñas. En este caso se habla de núcleo monoparental secundario o dependiente. Las familias monoparentales son profundamente diversas entre sí. Pongamos como ejemplo las siguientes situaciones que constituirían núcleos monoparentales y que configuran familias muy diferentes respecto a sus condiciones de vida: La madre adolescente con su bebé, viviendo ambas con los abuelos. La madre separada que vive con sus dos hijos de 6 y 10 años y trabaja limpiando hogares por horas. El obrero de la construcción de 55 años, viudo, que vive con su hijo menor, de 17 años. La mujer profesional liberal de 40 años que ha adoptado una hija de cinco.
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T i p o s d e f a m i l i a Monoparental
Dentro de lo que se puede considerar una familia monoparental o uniparental existen diferentes tipos de familia, con realidades muy diversas que se relacionan con el origen d e d i c h a monoparentalidad. Con madre o padre divorciado
En estos casos, con más frecuencia se trata de madres que han q u e d a d o s o l a s a l cuidado de sus hijos tras u n d i v o r c i o . S i n embargo, también hay padres en tal situación. La familia monoparental a partir de un divorcio o separación ha tenido su surgimiento en el siglo X X , y a q u e anteriormente no era admitido a nivel social y legal. Con hijos por adopción o fertilización asistida
En otros casos, las f a m i l i a s monoparentales se constituyen a partir de un hombre o mujer, que no desea sacrificar su deseo de paternidad o maternidad, por el hecho de no haber formado una pareja. En tal caso, acuden a la a d o p c i ó n o a l a s técnicas de fertilización asistida.
Este tipo de familia m o n o p a r e n t a l p o r adopción o fertilización a s i s t i d a e s m á s f r e c u e n t e m e n t e encabezada por una mujer. Sin embargo, las n u e v a s l e y e s d e adopción homoparental y los nuevos criterios legales, han hecho que en los últimos años muchos hombres sin hijos se conviertan en padres sin tener por pareja a una mujer. Con madre o padre viudo Es el tipo de más larga data, ya que obedece a u n f e n ó m e n o q u e siempre ha existido. La familia monoparental a partir de la muerte de uno de los cónyuges era, hasta el siglo XX, la única aceptada social y legalmente. Con padre o madre soltera
Lo más común es identificar este tipo de familia monoparental con mujeres que se han quedado embarazadas y han sido abandonadas por sus parejas antes del nacimiento del niño o con el niño muy pequeño. Se diferencia d e l a f a m i l i a m o n o p a r e n t a l p o r divorcio en el hecho de que los dos padres no c o n f o r m a b a n u n a pareja formal o no llegaron a convivir como familia. Si bien es mucho menos frecuente, existen casos de padres solteros, en los que la madre da a luz y decide dejar a su hijo a cuidado del padre.
Sin duda, no es lo mismo quien constituye u n a f a m i l i a monoparental como proyecto de vida, que quien en una segunda instancia, acaba a la cabeza de una familia monoparental, como consecuencia de los avatares de la vida, tales como el divorcio, la viudez o la ruptura de pareja.
En cualquier caso, l a s f a m i l i a s u n i p a r e n t a l e s o m o n o p a r e n t a l e s r e p r e s e n t a n u n a realidad diferente a las familias tradicionales. No obstante, en sintonía con los cambios que va experimentando la sociedad, la familia m o n o p a r e n t a l constituiría una nueva forma de familia nuclear, en cierta forma, en las antípodas de la familia extendida característica de otras formas de organización social.
ANAHÍ ALVARADO URBINA Estudiante de Criminología, UDG Zapopan, Jalisco, México

Niñas Esposas: pérdida de la inocencia y de la niñez
El matrimonio infantil forzado tiende a ser poco abordado en su vínculo con otras problemáticas relevantes, como el embarazo en adolescente, la violencia basada en género y la violencia sexual, incluyendo la explotación debido a su nivel de normalización. Más de 700 millones de mujeres en el mundo se casaron antes de los 18 años y más de 1 de cada 3 (250 millones) se casaron antes de los 15 años. Este tipo de matrimonios ha obligado a las niñas a abandonar su niñez a temprana edad, adoptando una vida sexual activa a pesar de no estar preparadas para ello. Palabras clave: Matrimonio infantil, unión forzada, abuso infantil.
Alrededor del mundo, la cultura simboliza el alma y la identidad de cada una de las naciones existentes en la actualidad. Ésta figura como una especie de firma personal que distingue y caracteriza a una sociedad de otra; inclusive, dentro de una misma, las costumbres de su gente variarán entre familias, colonias y estados. Así es como la comida, vestimenta, festividades, jerga, apariencia, comportamiento y demás características sociales se convierten en identificadores específicos.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando estas costumbres, lejos de representar algo positivo, esconden en su interior una espeluznante realidad? Cuando las tradiciones tan sólo sirven para excusar el comportamiento aberrante del lado más perverso del ser humano. Así pues, este sería el caso de las niñas esposas.

Un matrimonio forzado es todo aquel que se celebra sin el consentimiento pleno y libre de al menos uno de los contrayentes y/o cuando uno de ellos o ambos carecen de la capacidad de separarse o de poner fin a la unión, entre otros motivos debido a coacciones o a una intensa presión social o familiar. Así bien, el matrimonio infantil o unión forzada es un tema del que no se habla comúnmente, ya sea por desinformación o porque, en realidad, se ha normalizado a un punto alarmante.
A lo largo de su vida, cada persona ha escuchado al menos una vez, el caso de una niña de doce, trece o hasta quince años que, al resultar embarazada de su novio, terminó casándose con él. O historias en donde el abuelo “se robó” a la abuela y ella tuvo que casarse tras haber perdido la virginidad. ¿Pero qué tiene de malo? Al final la sociedad espera que los involucrados hagan las cosas “bien” y contraigan matrimonio, así sea a costa de su voluntad, porque… es lo mejor. ¿No?
Este tipo de pensamiento, en donde el matrimonio resulta la decisión más lógica luego de un embarazo/relación sexual, proviene de una cultura tradicional arraigada en la historia. En tiempos anteriores, la taza de mortalidad infantil era extremadamente alta, por lo que tener gran cantidad de hijos aseguraba le supervivencia de, cuando menos, un pequeño porcentaje de ellos. Así bien, la costumbre de elegir a esposas jóvenes comenzó a normalizarse, ya que éstas, al iniciar una etapa sexual temprana, tenían la posibilidad de dar varios hijos porque el tiempo estaba “a su favor”. Sin embargo, a pesar del avance de la sociedad, en la actualidad los casos de matrimonio infantil siguen aumentando en cifras.
En 2020, un informe del Fondo de Población de Naciones Unidas ubicó a Nicaragua como el país con la segunda tasa más alta de matrimonio infantil de América Latina: el 35% de los adolescentes contrajeron matrimonio antes de cumplir los 18 años. De este porcentaje, se encuentran casos de violaciones en donde la niña/adolescente fue obligada a casarse con su abusador y situaciones en donde los padres arreglan el matrimonio con hombres mayores para hacerse de bienes materiales, a cambio de la virginidad de su hija.
El informe “Niñas y adolescentes en matrimonios y uniones infantiles tempranas y forzadas en Nicaragua”, presentado por la ONU, expone que los hombres están sujetos a aprendizajes de género y construcción de masculinidad, por lo tanto, la unión esta relacionada con la perdida de la virginidad de la menor. “Hay que destacar que en esta situación prevalece el mito sobre el cuerpo y sexualidad de las mujeres, y es algo que no solo se vive en el campo sino también en nuestras ciudades, por eso los padres celebran los quince años de sus hijas para decirle a la sociedad: “está lista y puede ser elegida”, es una especie de rito de iniciación”, explica por su parte la sicóloga Lorna Norori, del Movimiento Contra el Abuso Sexual.
La especialista expone que mientras el mito de la virginidad exista y sea vista como un don, y prevalezcan términos como “la solterita” o “se quedará cotorra”; los padres, sin importar la posición social y área geográfica, seguirán restringiendo a las niñas y decidiendo que en lugar de “estar cuidándolas” mejor “se busquen un marido”; educándolas de forma que logren convertirse en “buenas esposas”. Así mismo, la idea del matrimonio como solución ante un embarazo temprano, tan sólo fomentará la normalización de la unión forzada, como manera de guardar apariencias ante la sociedad con la excusa de “hacer responsables” a los jóvenes involucrados.
