Boletín Informativo Nº 61
Febrero 2009
Cáritas Diocesana de Valladolid Trabajamos por la justicia
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El mes de febrero nos lleva de manera inevitable a la consideración de la Campaña de MANOS UNIDAS. Este año 2009 celebran el 50 aniversario. Sin duda una cifra llena de resonancias positivas, de buen hacer y buen servir por parte de las Mujeres de Acción Católica. Visión profética tuvieron aquel grupo de pioneras que por primera vez lanzaron esta campaña en España. Enhorabuena. Junto con CARITAS constituyen las dos “organizaciones fuertes” sobre las que pesa de manera prioritaria la responsabilidad y tarea de llevar adelante la caridad en la vida de la Iglesia en España. Motivo por el que es preciso un trabajo conjunto y coordinado sobre todo en la vida diocesana. Esta es la realidad de Valladolid donde existe un buen entendimiento y colaboración entre ambas entidades. En la realidad social que nos corresponde vivir y sufrir, mil millones de personas están en una situación totalmente deficiente en cuanto a servicios de lo más elemental.Vivir con menos de un euro al día, es una expresión que lo dice casi todo.Y decimos casi porque es imposible cuantificar en términos monetarios la angustia y precariedad de la vida en términos de mera subsistencia, la desesperación de tener que contemplar el futuro como peor que el presente. Pobreza, desgracia y violencia, se convierten en acompañantes vitales permanentes para un buen número de personas. ¿Tienen que ser las cosas necesariamente así? NO, según el proyecto de Dios; NO, según los deseos más profundos y mejores del corazón humano. Por eso el lema de esta campaña suena con fuerza: COMBATIR EL HAMBRE PROYECTO DE TODOS. Una lucha que abarca todas las dimensiones de la persona en sociedad: desde el aspecto individual en sus componentes morales y solidarios, hasta la organización social y económica internacional fundada en la justicia y la igualdad. CARITAS quiere apoyar a MANOS UNIDAS en esta tarea porque ambas entidades tienen el mismo fin: dignificar la vida humana allí donde se encuentre, a través de la lucha contra la exclusión social y la pobreza en nuestra sociedad, mediante el esfuerzo colectivo por apoyar el desarrollo en los países más pobres. En estos tiempos de crisis económica y social globalizada es cuando menos sentido tiene distinguir entre pobres de aquí y pobres de allá.Todas la situaciones sociales y económicas están interrelacionadas.Todos están cerca, y a veces no solo del corazón. Si por algo nos tenemos que preocupar los seguidores de Jesús es por tener amplitud de miras para poder llegar a una solidaridad universal en un mundo en el que para muchas realidades ya no existen fronteras.