Boletín Informativo Nº 53
Marzo 2008
Cáritas Diocesana de Valladolid Trabajamos por la justicia
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Comenzamos la Escuela de Formación Social de 2008 bajo el epígrafe de Exclusión Social y Educación. Un tema interesante que aborda una de las causas endémicas de la pobreza. La falta de formación y más en concreto la falta de promoción social a través de la educación constituye uno de los factores de la generación de la pobreza y de la exclusión en el sucederse de las generaciones. En una sociedad donde prime la igualdad de oportunidades el sistema educativo universal constituye el principal instrumento de lucha contra la pobreza. Quien nace en ambientes de exclusión social, en familias que viven en una excesiva pobreza, cuando no se tienen referentes claros a nivel familiar o social, la formación y la educación se abre ante la persona como una oportunidad para salir de situaciones sociales desfavorables. Sobran los casos y ejemplos. En nuestra tierra castellana todos conocemos cómo la apuesta, con frecuencia heroica, por la formación de las hijos hace unas décadas por parte de los padres, contribuyó a dignificar la vida y a promocionar la sociedad. ¿Qué ocurre cuando el sistema educativo falla? ¿cuáles son las consecuencias del desinterés por la formación de la generaciones venideras? ¿qué ocurre cuando el sistema educativo se desintegra y se vuelve ineficaz ante las personas en exclusión social? Pues sencillamente que las consecuencias son trágicas, pasando una notable factura en el menosprecio de la propia dignidad personal e incluso en la propia cohesión de la sociedad. El fracaso escolar es la principal fábrica de pobres para el presente y el futuro. Es por ello necesario el esfuerzo de todos, y también CARITAS, en sus distintos niveles (parroquial, diocesano, …) para tomar conciencia del problema y embarcarnos en la apuesta por la Formación y el Acompañamiento personal de aquellos que sufren. Y no tengamos ninguna duda, esto vale más en la lucha contra la pobreza que todas las cosas materiales (ropa, alimentos, dinero, ...) que podamos darles con la mejor intención, pero con poca eficacia.