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Introducción

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Suiza

Suiza

La provincia de Cádiz ha sido siempre tierra y mares surcados por corrientes y pueblos, civilizadores o invasores, de todas las procedencias y desde el principio de los tiempos. Seguramente por eso tanta gente que debería ser extraña se encuentra aquí como en su casa.

De ahí este trabajo puesto en marcha por el Patronato Provincial de Turismo, que por momentos se convierte en un reconfortante juego consistente en buscar, y encontrar, los numerosos lazos que unen a Cádiz y su provincia con Europa, continente y espacio cultural del que nuestro hogar ancestral puede presumir como ninguno de albergar la ciudad más antigua.

Si fenicios, griegos y romanos ya buscaban riquezas e intercambios por estos pagos, esa atracción que alcanza hasta el pasado mitológico de los trabajos de Hércules se ha mantenido a lo largo de los siglos y hasta ahora mismo.

Así que Cádiz conserva huellas de lenguas extranjeras que aquí se sintieron paisanas, de la misma forma que su mismo nombre y la estela de su fama ha viajado por toda Europa, desde la punta de su nariz en Lisboa hasta lo grandes palacios de la Rusia zarista y de la revolucionaria. Y mientras, se ha dejado querer hasta la unión carnal por genoveses y venecianos, franceses e ingleses que han dejado aquí los más antiguos apellidos, en mármoles barrocos y en rótulos de bodegas centenarias.

El propósito del Patronato Provincial de Turismo es brindar este conocimiento al sector turístico y a quienes nos visitan: para estrechar lazos, para contar anécdotas, para compartir sonrisas, sorpresas y caras de asombro.

Que sea útil a las autoridades y a los profesionales, sobre todo a los propios guías, que podrán contar historias jugosas a sus clientes y sobre el terreno. Para que los turistas descubran que ya no lo son tanto, que un trocito de esta tierra también forma parte de su propio país. Y viceversa.

Pensamos que esta a modo de guía contribuirá a que los gaditanos puedan también presumir de universalidad y de su papel en el mundo, de la misma forma que los europeos que nos visitan podrán descubrir que la agradable sensación que experimentan al pisar esta tierra tiene su base en un vínculo a lo mejor desconocido pero muy, muy antiguo y permanente.

Y como el tiempo no para, esto no puede ser un trabajo acabado, sino más bien una invitación a los gaditanos a que nunca finalice y a que completen ininterrumpidamente su contenido, que jueguen a buscar lazos, historias, vínculos continentales, porque Cádiz es Europa con tres mil años.

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